Cr�nicas de la Gran Recesi�n (2007-2009) de Juan Ram�n Rallo Juli�n r1.0

download Cr�nicas de la Gran Recesi�n (2007-2009) de Juan Ram�n Rallo Juli�n r1.0

of 251

Transcript of Cr�nicas de la Gran Recesi�n (2007-2009) de Juan Ram�n Rallo Juli�n r1.0

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    1/251

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    2/251

    Gran Recesin que abate a la economa mundial se encuentra lejos de haber terminado, muy en especial en el caso

    gunos pases de la periferia europea como Espaa. El presente libro, por tanto, lejos de constituir una crnica de la ac

    isis con principio y final se contenta con abarcar su gestacin y sus primeros destrozos: el pinchazo de la burb

    editicia e inmobiliaria generada por los bancos centrales, la quiebra del sistema bancario mundial y la implementacin

    s distorsionadores planes de despilfarro pblico.

    n embargo, que la conclusin de la crisis no haya podido escribirse todava no significa que sta no vaya a ve

    ertemente afectada por los acontecimientos analizados en este libro. Al cabo, han sido los Gobiernos quienes, merc

    hiperblico intervencionismo, han obstaculizado los reajustes que requera la economa y, por tanto, quienes nos

    ndenado a una etapa de estancamiento depresivo mucho ms prolongada de lo necesario. Es esta coleccin

    spropsitos polticos, as como su delirante justificacin por parte de los economistas de cmara, lo que Juan Ram

    allo va desmenuzando y criticando a lo largo de esta recopilacin de 90 artculos publicados a pie de actualidad entre 2

    2009.

    columnas escritas con el propsito de hacer inteligibles multitud de conceptos econmicos que, en principio, podr

    recer incomprensibles para los legos en la materia; 90 columnas que, a buen seguro, le brindarn una perspectiva sobr

    isis bastante diferente y enriquecedora de la que nos han ido ofreciendo los principales medios de comunicacin

    lumnas en las que se van desmontando una a una todas las tretas con las que, aprovechndose del pnico y

    sconcierto generados por esta Gran Recesin, el estatismo ha buscado, y casi siempre conseguido, recortar nuest

    bertades y socavar nuestro bienestar.

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    3/251

    Juan Ramn Rallo Julin

    Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009)90 art culo s so bre la cris is

    ePub r1 .0

    D e u c a l i n27.07.13

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    4/251

    tulo original: Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009)an Ramn Rallo Julin, 2011

    ustraciones: Juan lvaro Perna

    ditor digital: DeucalinPub base r1.0

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    5/251

    A mis yayos, Po, Teresa, Manuel y Visitacinpor todo su cario, afecto y entrega

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    6/251

    Prlogo

    n el verano de 2007 el presidente Jos Luis Rodrguez Zapatero asegur que la crisis econmica qaba estallado en Estados Unidos nunca iba a afectar a Espaa. Un ao ms tarde, ya ganadas ecciones, insult a quienes le llevbamos la contraria llamndonos antipatriotas, jug con la palabisis, y se defendi alegando que nadie le haba avisado que la fiesta tocaba a su fin. Una vez menta.

    Ese mismo verano de 2007 hubo economistas que anticiparon la crisis econmica. Juan Ramallo anunci entonces que haba llegado la hora de la verdad. Su acertado diagnstico no derivae juegos de adivinanzas sobre un futuro por definicin incierto sino de una buena teora, queermiti adems formular la recomendacin apropiada liberalizar mercados y bajar el gasto pbl

    que el Gobierno no sigui, contribuyendo as a profundizar una grave recesin de la que nunuiso asumir responsabilidad alguna. Ms an, con increble osada y apreciable mendacidad resenta hoy como el responsable de la recuperacin.

    Pero si la autora de la crisis mundial residi indudablemente tambin fuera de nuestro pas

    ensamiento nico no fue capaz de detectar quin haba montado la orga crediticia de la que hadoctor Rallo, y desde plpitos, ctedras y tribunas sin fin se atribuy a la libertad el mobrevenido. Tan falaz diagnstico se extendi a izquierdas y derechas, al socialismo de todos artidos y todos los pases.

    Este excelente libro, que rene textos de Rallo del perodo ms acusado del derrumbe econmfinanciero, entre 2007 y 2009, demuestra que no fue la libertad la que origin la crisis, sin

    recisamente el intervencionismo tan generalizado y aplaudido.Esa demostracin demanda una teora que explique la paradoja del ciclo expansivo, muchas vec

    ealada por las autoridades: no era posible que la economa estuviera sembrando la semilla de uurbuja en ausencia de inflacin. El error estribaba en medir la inflacin segn el IPC y no atenderrecio de los activos, que revelaron esa burbuja aos antes.

    Uno tras otro caen bajo la pluma crtica de nuestro autor los supuestos hroes de las polticxpansivas fiscales y monetarias, desde F. D. Roosevelt hasta Alan Greenspan, dioses con pies arro, porque no hay recuperacin genuina merced al mayor gasto pblico ni diagnstico certero quda los males generados a partir de la desaparicin del ancla monetaria del patrn oro, descalifica

    omo reliquia brbara por John Maynard Keynes en suBreve tratado sobre la reforma monetae 1923, que el ingls dedic a aquellos en los que menos confa Juan Ramn Rallo: los banquer

    entrales.En los sistemas bancarios, no en una codicia al parecer repartida de modo asimtrico entre

    stado y los ciudadanos, anida la causa de la crisis, que no se superar gracias a los alegres rescatess ciegos temores a una deflacin pretendidamente letal.

    Rallo resita a los actores del drama y los coloca bajo una luz racional; as hace, por ejemplo, cs agencias de ratingo los bonus de los ejecutivos, tan denostados como mal analizados. Rechazaismo tiempo las soluciones mgicas, como la salida del euro, y la propaganda intervencioni

    onforme a la cual los gobiernos nos impulsan ms all de la recesin. Saldremos de ella, sin dud

    ero no gracias a las autoridades sino al doloroso ajuste de una economa inflada, ajuste qrotagonizan trabajadores y empresarios, mientras que los gobernantes sacan pecho a la vez q

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    7/251

    ficultan y retrasan el proceso con unas polticas expansivas que intentan aumentar la demandaue en realidad confunden causas con consecuencias: la crisis no es ocasionada por la menor demanno que sta se deriva de aqulla.

    En ese marco las polticas de todos los gobiernos han sido dainas, porque el mayor gablico dilapida un ahorro tan necesario como escaso. El sistema financiero, manifiesta con acieuestro autor, no puede ser saneado con parches, y la economa necesita menos gasto pblico, meneuda pblica, menos impuestos, y mercados ms libres. En vez de ello, los polticos se afanan

    resentarse como benefactores que conseguirn que fluya el crdito, como si su torrencial flueno hubiese conducido al inflado original de la burbuja.No distingue nuestro autor entre derechas e izquierdas, eje pueril de la poltica, sino entre amienemigos de la libertad, y en este ltimo grupo se agolpan todos, desde los socialistas q

    retenden jugar al mercado hasta la inopia antiliberal de que hacen gala Mariano Rajoy y sus secuael PP. Rechaza desde las arrogantes payasadas sobre idlicos modelos productivos hasta niestra labor de los sindicatos, siempre hostiles a los trabajadores, pasando por el intervencionise tantos empresarios que ansan hacer su agosto sin competir. El proteccionismo es mala solucifirma Rallo, no hay que rescatar a los bancos con dinero pblico, no hay que creer que el secmobiliario es ahora un infierno (tampoco fue antes el paraso), es un error demonizar al ban

    entral que sube los tipos de inters, y es irresponsable ceguera aplaudir la ficticia solucin qemplaza una burbuja de deuda privada por otra de deuda pblica.

    El doctor Rallo critica tambin a economistas celebrrimos como Mankiw, DeLong o Krugmn que se salven de sus mandobles los monetaristas como Friedman, y tambin otras luminarias hicago como el juez Posner. Concede a Krugman tino al criticar las notorias debilidades de acroeconoma moderna, pero advierte su error al recomendar un regreso al intervencionismo comalguna vez se hubiera marchado!

    Nunca se marcharon los bancos centrales, desde luego, aunque su intervencionismo no empre igualmente nocivo. En las pginas que siguen hay muchas reflexiones a propsito de la banentral y sus directivos durante la crisis: podr apreciarse, as, la distincin fundamental enquidez y solvencia, porque una cosa es que la autoridad monetaria facilite prstamos a los bancara evitar contracciones secundarias por falta de liquidez a corto p lazo, y otra cosa muy diferenteue expanda la oferta monetaria contra activos de mala calidad a medio y largo plazo. Por utilizombres p ropios: no es lo mismo Bernanke antes y despus del colapso de Lehman Brothers.

    La teora econmica que maneja nuestro autor, que bebe en la escuela austriaca que tanto nos

    yudado a entender mejor el ciclo econmico, le lleva a predicciones acertadas: a mediados de 20ronostic la subida del paro, de los impuestos y del precio de la luz, y dems calamidades debidaprogresista accin de polticos y legisladores. Repasa tambin otros casos rodeados de anlo

    scuridad y demagogia, como el de Islandia, considerada modelo de liberalismo antes y tervencionismo despus, cuando no fue nada parecido, y denuncia las fantasas narcisistas de

    obernantes que padecemos, que atribuyen nuestros males slo al exterior o slo a un inexisteberalismo, y que en la prctica quebrantan derechos y libertades mientras cavilan sobre bochornosonjunciones planetarias y extraen escalofriantes conclusiones sobre seres vivos no humanos.

    Y es slo a partir de nuestros gobernantes que puedo sealar una discrepancia con Juan Ram

    allo y este libro admirable. l condena el negacionismo y la pasividad que caracterizaron la reacci

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    8/251

    e Rodrguez Zapatero ante las primeras evidencias del fin de la fiesta. Yo no lo hago, porque crmposible que de tal personaje cupiese esperar una buena poltica econmica. Descartada eternativa, a nuestros socialistas slo les quedaban dos: hacer las cosas mal o no hacer nada. Lejos , por tanto, el reprocharles con excesiva crueldad por haber adoptado al comienzo de la crisis e

    egunda opcin.

    Carlos Rodrguez Br

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    9/251

    Introduccin

    egresar a los artculos de actualidad econmica que uno escribi hace cuatro aos siempre resultacomendable ejercicio intelectual. Si, adems, esos artculos fueron escritos en uno de los contexs agitados del ltimo medio siglo y si, para ms inri, fueron escritos en paralelo a la progresstematizacin de mis ideas en la forma de una tesis doctoral, dira que, en lo que a m respecleer esas columnas constituye un imprescindible ejercicio de falsacin intelectual.

    Al cabo, sabido es que la Escuela Austriaca ha contribuido a poner de manifiesto las enormficultades que existen para contrastar la validez de una teora econmica a partir de la experienca economa, como complejsima ciencia social que es, difcilmente permite o monitorixperimentos de laboratorio donde se aslen las variables que se desea controlar o acudir aremgnum de los hechos histricos para buscar los patrones concretos de conducta individua

    ocial que deseamos analizar.La cantidad de hechos que entran en juego y, sobre todo, la posibilidad de que una ley econm

    o tenga un reflejo cuantificable en la realidad sino que adopte meramente la forma de

    ontrafactual, complican enormemente la tarea tanto del economista aplicado que pretende trasladna teora al estudio de la actualidad como del terico que desea detectar los puntos fuertes y dbie esas teoras para seguir mejorndolas.

    Pese a todas estas limitaciones de las que en un ejercicio de humildad intelectual creo que deberer conscientes todos aquellos que desarrollan o utilizan el andamiaje terico de la economa, s erto que tampoco se trata de atarnos completamente las manos y de renunciar a cualquier validacirefutacin emprica de nuestras teoras. Hayek, por ejemplo, hablaba de que la economa no poalizar predicciones cuantitativas, pero s cualitativas: no podemos pronosticar cunto subirrecio del trigo si aumenta su demanda, pero s podemos concluir que subir.

    Personalmente pienso que la existencia de contrafactuales impide que, incluso valindonos deora ms consistente de que podamos disponer, algunas de esas predicciones cualitativas adquiern reflejo emprico: si la oferta de trigo se incrementa simultneamente ms que la demanda, su preajar, si bien lo har en menor medida que si no hubiera aumentado la demanda. Cmo mequello que no ha pasado pero que habra pasado en ausencia de otra causa concurrente? Pues somparando esa situacin con otra que reputemos idntica salvo por el hecho de que esa cauoncurrente est ausente (en este caso, que la demanda de trigo no haya aumentado). Claro qcmo juzgamos que dos situaciones histricas son idnticas sin una teora previa y sin pod

    ontrolar (ni siquiera llegar a conocer) los millones de variables que conviven y que podran llegaer relevantes en ambos casos? Los obstculos se me antojan insalvables.

    Sin embargo, lo anterior no quita que si las previsiones de futuro que realizamos valindonos uestro bagaje terico son sistemticamente desmentidas por los hechos, nuestras luces de alareban encenderse. Por supuesto, cabe la posibilidad de que hayamos aplicado incorrectamenteora o de que sta slo se haya presentado en forma contrafactual, pero aun as el cientfico crtiempre que fracasa en sus pronsticos razonablemente informados, debera buscar el motivo

    obre todo, plantearse cmo ese motivo afecta a la validez de sus teoras.

    Para mi suerte intelectual y no s si para mi desgracia profesional, la prctica totalidad is pronsticos han sido publicados y se encuentran disponibles en Internet. Volver a ellos ha si

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    10/251

    stimulante, no tanto por la completa ausencia de errores, que obviamente los hay, sino por obustez de los aciertos. Algo que me congratula no porque los hechos me hayan dado la razn, siorque se la dieron a los principales planteamientos tericos de la Escuela Austriaca de los que mealido durante estos aos.

    As, con las limitaciones propias que acarrea escribir pegado a la actualidad esa falta erspectiva imprescindible para ligar, en una consiste narrativa, acontecimientos que en un comienodran parecer inconexos, la presente seleccin de 90 artculos creo que constituye un bu

    inerario para comprender los sucesos que semana a semana, e incluso da a da, fueracudindonos en forma de crisis econmica: desde los primeros problemas de liquidez en agostoeptiembre de 2007 hasta el ascenso triunfante del keynesianismo, pasando, como es obvio, poruiebra del sistema bancario internacional y por la generalizada adopcin gubernamental de planestmulo de la demanda.

    Se trata de unas columnas que naturalmente constituyen una parte fundamental de mi vurante esos tres aos. No en vano, mi casi obsesivo caballo de batalla periodstico desde 2007 do demostrar, por un lado, que la crisis no era responsabilidad de ninguna desregulacin ni nguna liberalizacin de los mercados, sino de un entramado financiero ultrarregulado traprivilegiado que favorece una muy elstica y autodestructiva generacin de crdito no respaldaor ahorro real; y, por otro, que la teora austriaca del ciclo econmico, lejos de ser una excentricidcientfica, constituye la mejor herramienta terica de que disponemos para comprender aniacodepresivas fluctuaciones que de manera recurrente padece el capitalismo. En realidad, d

    aras de la misma moneda de oro: comprendiendo lo primero, forzosamente abrazas lo segundobrazando lo segundo forzosamente comprendes lo primero.

    Puede que algunos piensen que se trata de un objetivo menor, casi fruto de mis muy particulaemonios personales. Sin embargo, desde un comienzo tem que los efectos polticos e intelectua

    e la Gran Recesin fueran similares a los de la Gran Depresin: a saber, una expansin desbocael tamao y de las funciones del Estado as como un arrinconamiento de la sensatez econmica qn temas monetarios y financieros aunaba la Escuela Austriaca.

    Las consecuencias para nuestras libertades y para nuestra prosperidad de aquella gran involucrobablemente nunca lleguen a comprenderse en toda su extensin. Leyendo los depresivstimonios de algunos liberales de la poca, pronto comprend que no quera pasar por lo mismomenos, que hara todo lo posible por evitarlo. Por eso, junto al relato y explicacin de qu e

    ucediendo, en el libro pueden encontrarse abundantes crticas a las interpretaciones alternativas a

    isis que fueron ofreciendo otros economistas de orientacin keynesiana o monetarista, las cualo por ms omnipresentes en la academia y en los medios, resultaban menos errneas y meneligrosas.

    Confo en que el lector disfrute y aprenda leyendo estos artculos tanto como yo disfrutprend escribindolos. Ms que nada porque la crisis est lejos de escampar y el intervencionismgue acechando babeante para saltar con uas y dientes sobre nosotros. Slo comprendiendo por qs liberales austriacos tienen razn y por qu los intervencionistas keynesianos y monetaristas

    quivocan podremos cada uno de nosotros, aunque sea a muy pequea escala, contribuir a frenararabunta estatista. Espero que esta recopilacin de artculos sea de utilidad para tan fundamen

    bjetivo.Juan Ramn R

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    11/251

    Madrid, 19 de abril de 20

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    12/251

    1.

    Se acab la fiesta

    ese a que Zapatero y De la Vega se esfuerzan por mostrar una imagen robusta y slida de conoma espaola, lo cierto es que los nubarrones de hace unos aos empiezan a convertirse en umponente tormenta tropical. Cierto, seguimos creciendo a ritmos muy elevados, pero es lo qenen las crestas de los ciclos econmicos: hasta que empiezas a caer, todo parece funcionar aerfeccin.

    El Gobierno se empea en ubicar los malos augurios en la precampaa electoral; los crticos sldados de antiespaoles por desear que la bonanza se tuerza y la cena se achicharre. Ms bien cabensar que el Gobierno est tratando de guardar el polvo bajo la alfombra y de conectar el ventila

    ara despejar el tufillo a socarrado y poder p resentar un balance econmico ante las elecciones cs maquillaje que el de Enron.

    Es cierto que el mal dato del paro de agosto podra tener un carcter puramente coyuntural y qe manera aislada, no permite concluir que los buenos tiempos hayan tocado a su fin. De hecraramos si pensramos que, a partir de este momento, cualquier noticia econmica ser mala. Lclos econmicos son fruto de las acciones de los individuos, y por tanto tienen un cie

    omponente de indefinicin; sabemos cules son sus fases, pero muchas veces es difcil seauntos de inflexin definitivos.

    En el caso de Espaa, parece que la construccin ha entrado definitivamente en parlisis, tras ontinuadas subidas de los tipos de inters. Los espaoles ya estn demasiado endeudados (La Caalcul hace unos das que el endeudamiento de las familias representaba el 103% de su responible) como para embarcarse en nuevas venturas inmobiliarias, y la escalada de los tipos

    yuda a que los individuos que an son solventes decidan adquirir nuevas viviendas.Y no, pese a los ignorantes que proclaman lo contrario, esto no es un fenmeno patolgico

    apitalismo, ni de los mercados financieros. El capitalismo no es estructuralmente inestable ngendra ciclos econmicos: el intervencionismo del Estado en materia monetaria s lo hace.

    El Banco Central Europeo mantuvo durante aos unos tipos de inters muy bajos (llegaron

    %) que alentaron a miles de familias a endeudarse para adquirir una vivienda. Quin iba a penue la poca del crdito barato, de las facilidades financieras y de la liquidez a borbotones ibarminar en algn momento? Es ms, qu habra cambiado si un grupo de numantinos se resistier

    ndeudarse ante un panorama de tipos artificialmente bajos? El BCE los hubiera mantenido al 2%empo que fuera necesario para que los conejillos picaran y se engendrara un boom.

    Todo esto no hubiera sucedido en un sistema de patrn oro, donde cada banco puede embremente su propio dinero. En estos casos, las reducciones de los tipos de inters que no esspaldadas por ahorros reales se traducen rpidamente en sangras de oro para el banco que e

    xpandiendo el crdito, por lo que la creacin de mala deuda pronto tocara a su fin.El crecimiento de la demanda de vivienda, auspiciada por las autoridades monetarias de co

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    13/251

    ocialista, ha provocado durante aos una expansin ficticia de la economa que muchos confundieron bienestar econmico. Simplemente estbamos consumiendo las rentas de nuestro futuro; o, pecirlo en trminos ms coloquiales y precisos, estbamos hipotecando nuestro bienestar futuroespilfarrando en el presente.

    Ha llegado la hora de la verdad. Toca devolver las deudas, y a muchos el agua les llega al cuentre ellos se cuentan los bancos, cuyas carteras de activos estn compuestas en su mayor palrededor del 60%) por prstamos a la construccin y sectores afines. Qu harn cuando

    orosidad se dispare? Sin duda, adquirirn una cuantiosa cartera de activos inmobiliarios procedene las garantas a los prstamos, pero no queda claro cmo lograrn convertirlos en fondos lquidara sus depositantes sin enajenarlos con importantes descuentos.

    De momento, la construccin ha dejado de tirar del carro, y ya est destruyendo empleo. obierno dice que estamos ante un cambio en nuestro patrn de crecimiento y que otros sectomarn el relevo en la creacin de riqueza. Lstima que estemos ms ante un brindis al sol que aalidades contrastadas. Los servicios y la industria llevan dejando de crear empleo desde finales

    005; de hecho, en agosto concentraron alrededor del 60% de todo el paro.Es verdad que si estuviramos en una economa no intervenida la crisis de la construccin hab

    ado lugar a una reasignacin de recursos hacia otras actividades ms rentables. La construccabra menguado para que otros sectores se expandieran. Pero en Espaa y en el resto del mundo eroceso se halla seriamente limitado por el intervencionismo estatal.

    En primer lugar, los factores productivos (especialmente el trabajo) estn rgidamente regulador lo que resulta muy complicada y cara su reasignacin. En segundo lugar, la excesiva cananciera que soportan las familias como consecuencia del intervencionismo monetario impide queonsumo se traslade de unos sectores a otros. Simplemente, aquellas restringen su consumoversin para intentar devolver la enorme deuda que han contrado.

    La labor de un Gobierno que carece de control sobre la poltica monetaria ante una crisis debeasar por flexibilizar al mximo los mercados de factores y por incrementar la renta disponible de dividuos. Para lo primero sera necesario acometer una reforma laboral drstica, ms all de

    otografa corporativista a que da lugar el llamado dilogo social; para lo segundo, nada mejor qducir el gasto pblico y rebajar los impuestos.

    Tenemos un ejemplo claro: en 1920 Estados Unidos sufri la mayor crisis de su historia. quiera el famoso crack del 29 dio lugar a una reduccin mensual tan abrupta del PIB yroduccin industrial. Ante esta situacin, el secretario del Tesoro, Andrew Mellon, redujo el gas

    esde los 6403 millones de dlares de 1920 a los 3373 de 1922, lo que le permiti reducircaudacin por impuestos de 6695 millones a 4109 (el tipo mximo pas del 77 al 58%; y sigucortndolo hasta el 25% de 1925). Adems, tambin redujo el nmero de funcionarios y militar

    on lo que se increment la mano de obra disponible y se facilit la recuperacin. A mediados 921, el pas ya haba salido de la crisis.

    Entre sonrisa y sonrisa, ZP pretende camelar a los espaoles. En lugar de reformar el mercaboral y bajar los impuestos de manera sustancial, ha incrementado el gasto de manesproporcionada (baby-cheque, subida de pensiones, permisos de paternidad, servicio odontolgatuito), con lo que limita el margen de maniobra ante la incipiente crisis.

    El Estado, con su control monetario y su despilfarro de los recursos, nos ha situado en una m

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    14/251

    fcil situacin. Ojal la prxima crisis sirva para que entendamos que ya es hora esembarazarnos de los burcratas okupas que viven de nuestro esfuerzo y se dedicanmpobrecernos y reprimirnos. Sobran los Bancos Centrales y los Presupuestos.

    Suplemento de IdeasdeLibertad Dig11 de septiembre de 20

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    15/251

    2.

    Los orgenes de la crisis

    a famosa crisis de lassubprime que amenaza a la economa internacional es el resultado deoltica monetaria expansiva de los Bancos Centrales y de la inestabilidad inherente al sisteonetario internacional, basado en divisas inconvertibles y de curso forzoso. Esta es la princip

    onclusin que se desprende del amplio boletn que el Observatorio de Coyuntura Econmica nstituto Juan de Mariana ha dedicado a este tema.

    Despus del 11 de septiembre, la Reserva Federal de EE. UU. comenz a inflar la oferta creditiara tratar de impedir una crisis econmica. Los bajos tipos de inters, que llegaron a situarse en% durante 2003, favorecieron que los bancos comerciales y otros agentes financieros tuvieran ta

    umerario como para prestar incluso a individuos de escasa reputacin y solvencia (subprime).El proceso por el que se prestaba este dinero violaba los principios tradicionales de la gesti

    ancaria. Los bancos invertan en activos a largo plazo (crditos hipotecarios) los fondos que recibn forma de deuda a corto (depsitos a la vista), con la esperanza de atender estas obligacioneorto plazo reendeudndose en los mercados monetarios interbancarios.

    La consecuencia fue una expansin brutal del crdito que, al filtrarse al mercado inmobiliarener un boomque se realimentaba: el crdito elevaba la demanda y los precios de la vivienda, esrecios ms elevados permitan unas hipotecas ms altas y una perspectiva de rentabilidad mayorue a su vez se traduca en una mayor afluencia de crdito a este sector y, de nuevo, en precios mevados. Durante esta orga crediticia no se respetaron ni los procedimientos ni los protocolos

    oncesin de crdito: haba tanta liquidez que se estaba dispuesto a comprar casi cualquier activor muy especulativo que fuera.

    Sin embargo, con las subidas de tipos a partir de 2004 para tratar de detener la inflacin y uevas burbujas de precios en la bolsa y la vivienda, numerosos prestatarios empezaronxperimentar dificultades para afrontar el repago de sus prstamos. A principios de 2007 etuacin se volvi crtica y comenzaron a encadenarse una serie de impagos masivos (defaults) en rstamossubprime.

    Estos defaults hundieron el valor de todos los crditos hipotecarios correspondientes, que ncontraban en el activo de los bancos o bien en el de otros instrumentos financieros estructuradpor ejemplo, las populares obligaciones colateralizadas por deuda). Dado que los bancos tenue atender sus deudas a corto (entre ellas los depsitos, pero tambin la renovacin del paomercial) y que una parte sustancial de sus ingresos (pago de las cuotas hipotecarias) haesaparecido, se gener una crisis de liquidez. Adems, tampoco podan liquidar sus activubprimepara captar fondos, ya que, como hemos visto, su valor se haba hundido.

    Fue en estos momentos cuando el Libor, el Euribor y en general todos los tipos de inters de

    ercados monetarios se dispararon: los bancos afectados por lassubprime necesitaban liquiddicional (incremento de la demanda de fondos), y el resto no estaba dispuesto a proporcionrse

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    16/251

    nte el temor de que no fueran capaces de devolverla (restriccin de la oferta de fondos).Se abra de este modo el temor a un pnico bancario, es decir, a que los depositantes acudieran

    asa a retirar su dinero de los bancos y estos no pudieran devolvrselo. En buena medida fue lo qucedi con el britnico Northern Rock, pese a toda la ayuda pblica que recibi.

    Los Bancos Centrales, en este punto, creyeron conveniente proceder con inyecciones masivasquidez para contener los tipos, y en buena medida lo han conseguido. Sin embargo, se trata de uedida abocada al fracaso: desde que comenzaron con esta masiva monetizacin de la deuda de m

    alidad, el precio de casi todas las materias primas se ha elevado alrededor de un 20%.El motivo es evidente. En la medida en que el dlar y el euro siguen perdiendo valor, lversores huyen hacia valores seguros. La vivienda ya no puede actuar como refugio, y la bo

    st demasiado sometida a una coyuntura incierta. El nico recurso son las materias primas, comoro, el petrleo, la plata o, en menor medida, los cereales.

    Esta elevacin de los precios de las materias primas, que ya se est percibiendo incluso enconoma domstica (vanse las frenticas subidas del IPC de los ltimos meses), da lugar a nuevesgos. Por un lado, la renta disponible de las familias disminuye, con lo que su capacidad de repae las hipotecas (incluso de las que no sonsubprime) tambin cae. Por otro, los costes de mpresas con productos ms prescindibles aumentan sin que aquellas puedan repercutirlo en recios; es decir, que sus mrgenes de beneficios se estrechan.

    Muchas de estas empresas haban acometido importantes inversiones durante los ltimempos (una de las ms populares fue la recompra apalancada de acciones) con cargo ndeudamiento, tanto bancario como va emisin de bonos. El defaulten este mercado situara a ancos y a otros inversores en una situacin an ms grave que la del pasado mes de agosto.

    Pero ni la Fed ni el BCE pueden dar marcha atrs en sus inyecciones de liquidez sin que los tipn el mercado monetario vuelvan a dispararse: los bancos siguen desconfiando unos de otros, ya q

    dos coinciden en que las prdidas por lassubprime an no estn plenamente reconocidasrovisionadas.

    A menos que todos los implicados estn dispuestos a asumir como propias las prdidas de sxcesos y los Bancos Centrales detengan su poltica inflacionista de expansin del crdito, el dinduciario e inconvertible va camino del repudio total. El dlar no podr resistir un envilecimieayor: los pases del Golfo Prsico y China ya se estn planteando disminuir sus reservas

    lares, ante su rampante prdida de poder adquisitivo. Si ello sucediera, la inflacin y los tipos ters en EE. UU. se dispararan.

    Espaa no est exenta de todos estos peligros. En la medida en que los precios de las materrimas y los tipos de inters repunten, podemos comenzar a ver incrementos preocupantes enorosidad de las hipotecas y de las empresas (en un ao, los impagos de empresas se hcrementado un 11,4%, y Euler Hermes espera un incremento del 50% para 2008), lo qproducira la crisis vivida en julio y agosto en EE. UU., con la diferencia de que en nuestro pas nemos los activos diferenciados entreprimesy subprimes.

    Los problemas inherentes al dinero fiduciario de curso forzoso no tienen remedio. Si queremvitar crisis como la que se avecina, la nica solucin pasa por un giro de 180 grados en el sisteonetario internacional: en lugar de estar basado en las emisiones monopolsticas de los Banc

    entrales, ha de dar cabida a la competencia entre divisas privadas, emitidas por los banc

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    17/251

    omerciales.De este modo regresaramos, muy probablemente y de manera espontnea, a un patrn o

    ternacional, que pondra coto a las expansiones crediticias insostenibles y a las malas inversioneneralizadas. Pero para ello la profesin econmica debe reconocer su responsabilidad intelector haber dado apoyo a casi un siglo de doctrinas nefastas y anticientficas, ya sea por pnorancia o por pura alianza con el establishment poltico, y regresar a principios monetarberales. En caso contrario, los polticos, al estilo de los monarcas absolutistas, seguirn reteniendo

    oder de envilecer la moneda con el respaldo de teoras econmicas caducas.Suplemento de IdeasdeLibertad Dig

    4 de diciembre de 20

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    18/251

    3.

    El conejo y las propinas

    no no sabe ya dnde meterse cuando los responsables de gestionar prcticamente el 40% de cursos nacionales se suben al escenario para reflexionar, a modo de monlogo humorstico, sobor qu suben los precios. La culpa, como antao, vuelve a recaer sobre el pobre pollo yostelera; ya se sabe: si a los espaoles nos gustaran ms los conejos y no furamos tan manirrotpetrleo y las materias primas dejaran de subir ipso facto.

    Ahora bien, por muy esperpntico que sea el argumento de Solbes, conviene no olvidar que tima instancia se basa en teoras econmicas que hasta hace muy poco predominaban en

    cademia y que an hoy siguen gozando de cierto predicamento. As, en determinados ambien

    eynesianos se achaca la inflacin a un incremento de la demanda agregada, esto es, a que todoundo gasta, de repente, ms. Para Solbes, comemos demasiado poco conejo y somos demasiardigos a la hora de dejar prop inas porque an no sabemos cunto vale un euro.

    Se trata de una explicacin que no resiste el menor anlisis riguroso. El euro que supuestameoy al camarero como propina es un euro que no puedo gastar en otras cosas. Por consiguiente, srecio del caf o del pollo sube porque pagamos demasiado por ellos, el precio de aquellos bienes qa no podremos adquirir debera bajar. Y ello aun en el caso de que gastsemos euros qretendamos ahorrar, ya que un menor ahorro supone una menor inversin y, por consiguiente, uenor demanda de ciertos bienes (por ejemplo, vivienda).

    Estamos ante un claro ejemplo de lo que se denominafalacia de la composicin: creer que lo qs cierto para elementos individuales es cierto para el conjunto de elementos. Es cierto que siemanda de un bien aumenta, el precio de este tender a aumentar; el problema es que, a menos qeamos ms ricos, no puede aumentar la demanda de todos los bienes. Pero ser ms ricos implaber producido previamente ms bienes, con lo que los aumentos globales de demanda no son mue incrementos globales de oferta. No puede haber inflacin por el mero hecho de que se gaste mn pollos o en propinas.

    Por cierto, detengmonos un momento en la definicin que se ha impuesto del trmino inflaci

    umento generalizado de los precios, porque nos permitir comprender mejor de qu estamablando. Esta definicin pretende confundir las consecuencias con las causas de la inflacin. flacin es, en realidad, una prdida de calidad de la moneda: antiguamente, los monarcas rascaban

    ro de las monedas para arrebatar parte de su valor a los ciudadanos; hoy en da, los Bancentrales incrementan la oferta crediticia (pasivos) aun cuando los activos no han aumentaorrespondientemente.

    La consecuencia de que el dinero valga menos es que los bienes que pretendemos adquirir conuestan ms. Pero la inflacin no se produce cuando los precios se disparan, sino cuando se envile

    dinero.Visto as, la responsabilidad del proceso inflacionista se traslada desde quienes suben los prec

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    19/251

    quienes envilecen el dinero. Pero alto aqu, que estas conclusiones ya no interesan a los podeblicos: quienes suben los precios suelen ser malvados empresarios u oscuros conspiradospeculativos; quienes gestionan el dinero y destruyen su calidad suelen ser otros burcratas.

    Si los culpables son los empresarios, el poltico de turno tendr una excusa adicional ptervenir en el mercado e incrementar su poder. Ser menester perseguir a los avariciosos comeni

    ue tratan de lucrarse a costa de las masas desfavorecidas. El Estado abogar por establecer controe precios, por sancionar lo que l entiende por acuerdos colusorios o por subvencionar lne

    roductivas. No en vano, durante las ltimas semanas hemos sabido de peticiones para que se firecios mximos sobre los productos bsicos, se investigue a los ruines distribuidores o se inviertanergas renovables para que no dependamos tanto del petrleo.

    En cambio, si los culpables de la inflacin son los burcratas estatales que gestionan con carconopolstico la moneda de curso forzoso, lo lgico sera pedirles que se retirasen de sus funcione

    ejasen que las entidades privadas emitieran su propio dinero.Las motivaciones e intereses que subyacen a una y otra explicacin son obvias. Digamos q

    olbes, cuando echa balones fuera, est protegiendo a sus colegas, aun a riesgo de caer en spantoso ridculo.

    Pero lo dicho tambin debe servir como un caveat ante ciertos argumentos liberales que, aendo inteligentes desde un punto de vista tctico, no son rigurosos. La inflacin no se solucionaon reformas estructurales, ni con la libertad de horarios comerciales ni favoreciendo una mayompetencia. Todas estas medidas son convenientes, positivas e imprescindibles porque permiear ms riqueza, pero no tienen nada que ver con que la moneda gane o pierda calidad, o tienen ufluencia muy indirecta. La nica manera de combatir la inflacin es cambiar de sistema monetariogresar al patrn oro.

    La mayor o menor competencia, en realidad, solo cambia la identidad de las vctimas, pero

    caba con el crimen. Quienes estn en posicin de repercutir en sus productos la prdida de valor nero trasladarn la merma a quienes no pueden hacerlo; en ausencia de competencia,

    onsumidores suelen sufrir buena parte de estas prdidas.Ahora bien, que Trichet y sus secuaces del Banco Central Europeo sean los culpables de

    flacin actual no significa que el Gobierno no pueda hacer nada mejor que proponer el consumo onejo para compensar la inflacin. Dejando de lado la posibilidad de una reforma monetaria serue este Gobierno no tiene voluntad de plantear (tampoco tiene entidad para ello), hay que recordue la inflacin equivale a un impuesto sobre la riqueza de los individuos del que se apropian

    stado y sus grupos afines.Se trata de una tributacin adicional y confiscatoria cuya incidencia el Ejecutivo s puede aliviCmo? Rebajando los impuestos. El de la renta, el de sociedades, el de hidrocarburos: no ser plta de opciones Aunque mucho me temo que nada de esto quepa esperar de una panda oliticastros que creen que hay inflacin porque los ciudadanos comen demasiado pollo y demasiaoco conejo. Si es que no se nos puede dejar solos.

    Suplemento de IdeasdeLibertad Dig18 de diciembre de 20

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    20/251

    4.

    Que no hay crisis

    ubo un tiempo en que pensaba que Zapatero no haba recibido las famosas dos tardes de economue Jordi Sevilla le prometi antes de que aquel accediera a la Presidencia. Hoy tiendo a pensar quecibi las clases, pero que el ex ministro de Administraciones Pblicas no le dio lo que necesitab

    nas lecciones del tipo economa para tontos, sino que le llen la cabeza de majaderas.Como ha quedado claro en su entrevista con Pedro J. Ramrez, Zeta prosigue con su estrate

    egacionista y afirma que en absoluto estamos inmersos en una crisis. De hecho, para 2009 esptomar la senda de crecimiento de la que nos apartaremos en 2008. Este ltimo ejercicio qued

    omo un pequeo bache sin importancia en la trayectoria meterica de nuestra economa.

    Uno sigue sorprendindose con la arrogancia de unos polticos que, si hace unos aos reconocn privado ser unos completos ignorantes en economa, hoy se permiten el lujo de hacer predicciondos aos vista en medio de un clima internacional absolutamente turbulento que ni siquiera las case anlisis fueron capaces de anticipar (en realidad, solo quienes tenan un mnimo conocimiento deora austriaca del ciclo econmico, como Mike Shedlock o Christopher Mayer, previeron esastrosas consecuencias de la poltica crediticia de la Reserva Federal y el Banco Central Europor cierto, esta misma gente no comparte la idea de que los aos venideros vayan a ser una suerte rcadia feliz, y perdn por la redundancia).

    Pero a lo mejor es que Zapatero piensa que Espaa puede seguir creciendo y desarrollndose edio de una crisis econmica internacional gracias a la diligente gestin de su Gobierno. En cualqu

    aso, Z, como de costumbre, se equivoca o miente. Y no s cul de las dos opciones resulta mreocupante: si se equivoca, vamos a darnos de bruces con una crisis que el Ejecutivo ni ha previ

    tratado de remediar, y si miente para ganar las elecciones es que no sabe cmo gestionar la moyuntura que se le viene encima, por lo que las imprescindibles reformas se quedaran en el tintero

    Los ltimos datos econmicos no son, desde luego, para tirar cohetes. El sector de onstruccin se contrae cada vez ms (en un ao ha visto crecer un 20% su nmero de parados); recios de las viviendas residenciales dejaron de crecer en el segundo semestre del ao pasado

    tandard and Poors estima, de manera bastante realista, una sobrevaloracin del 30%); la inflacina disparado hasta el 4,3% en diciembre (si bien probablemente sea muy superior); la tasa de ahoe las familias sigue cayendo, por los altos impuestos y la subida de los tipos de inters y de recios; la renta disponible de las empresas se redujo un 69% en el tercer trimestre de 2007onfianza de los consumidores lleva ms de seis meses consecutivos registrado mnimos histricno tras otro; la tasa de morosidad de los efectos comerciales de las empresas creci en noviembre2% (hasta los 1100 millones de euros, alrededor del 1% del PIB); la creacin de empresas esplom un 16%, y el nmero de las que se disolvieron creci un 66%.

    Lo peor, sin embargo, est por llegar. A ver cmo hacen las entidades de crdito para soportar 008 el continuo aumento de la morosidad (que se trasladar al mbito hipotecario y al crdito

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    21/251

    onsumo), los mayores tipos de inters de la refinanciacin de sus depsitos y la cada del valor s garantas hipotecarias. A ver cmo hacemos para financiar uno de los dficits exteriores mevados del mundo, cuando, adems, no tenemos posibilidad de devaluar la moneda. A ver cmace ZP para sufragar el enorme gasto pblico al que se ha comprometido en esta legislatura (loumentado ms en cuatro aos que el PP en ocho, tanto en trminos relativos como absolutouando la recaudacin fiscal comience a menguar y los gastos en prestaciones de desempleo a suUBS espera que incurramos en dficit pblico en 2009).

    Y todo ello en un contexto poco favorable, en que las prdidas de los bancos se vern corregidaumentadas y las materias primas seguirn subiendo (oro, petrleo y platino ya estn en mximstricos en trminos nominales).

    Por supuesto, nada de esto parece preocupar a ZP. Lo nico que le preocupa es echar balonuera. Despus de negar que hubiera crisis, la consigna del PSOE parece ser atribuirla a factoxgenos al Gobierno, como la crisis de lassubprime, obra de los malvados especuladores yanquis

    incremento de precios del petrleo y los cereales, consecuencia de la mayor demanda de chinodios.

    Pese al sesgo simplista y demaggico del anlisis de los miembros del PSOE, lo cierto es quectual ciclo econmico no resulta directamente imputable al Gobierno. El principal responsable esanco Central Europeo, con su poltica crediticia, sobre el cual Zapatero puede influir bien poco. mbargo, s es responsable de una poltica econmica destinada a prolongar y agravar la crisis.

    Como ya hemos dicho, el PSOE ha emprendido un brutal incremento del gasto pblico qbviamente se ha traducido en un sustancial aumento de la presin fiscal. En unos momentos en q

    renta disponible de los individuos no es capaz de seguir el ritmo de los repuntes de los tiposters, la reduccin de la renta disponible solo nos acerca al colapso financiero y a la mala asignaci

    eneralizada de recursos. El INE informa de que en el tercer trimestre de 2007 la recaudacin por

    mpuestos sobre la renta y el patrimonio, en el caso de los hogares, y del de sociedades, en el de mpresas, aument un 21,4% y un 44%, respectivamente. He aqu uno de los principasponsables del ahogo financiero.

    Adems, Zapatero tampoco ha aprovechado la legislatura para flexibilizar el mercado laboracilitar un rpido reajuste entre los sectores productivos. Incluso el Ministerio de Trabajo recono

    hora que el 44% de los parados de la construccin tiene nulas opciones de recolocarse (a bueguro, la tasa real es muy superior).

    El optimismo de ZP, cuyo peor escenario es un crecimiento del 2,8% para 2008 y uno super

    ara 2009, contrasta con el de algunas casas de anlisis de prestigio que, tras basar sus estimacionn la situacin actual (que sin duda se agravar en los prximos meses), prevn una expansin mucenor. La OCDE y Standard and Poors hablan del 2,5% para 2008, y algunos economistas

    Merrill Lynch hablan del 2,2%. Eso s, para 2009 todos coinciden en un empeoramiento significatie la situacin: la Comisin Europea estima un 2,25%, Standard and Poors un 2% y Merrill Lynn 1,6%.

    En todo caso, el futuro parece depender ms de una preocupante evolucin de las economternacionales que de la islita espaola. Como deca Mises, el Gobierno no puede enriquecer a

    ente, pero s puede empobrecerla. En el caso de ZP es exactamente as: poco puede hacer p

    vitar la crisis, pero est haciendo mucho por agravarla.

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    22/251

    Suplemento de IdeasdeLibertad Dig15 de enero de 20

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    23/251

    5.

    Vuelven los inflacionistas

    a crisis econmica que estamos sufriendo trae causa directamente de la creacin masiva de meuda por parte de las entidades bancarias, auspiciada por la expansin crediticia de los bancentrales tras el 11-S. Ahora, los partidarios de las polticas monetarias inflacionistas que nos hbocado a esta situacin piden que se vuelvan a tomar las malas decisiones del pasado.

    Dos economistas cercanos al PSOE, Miguel Sebastin y Jos Carlos Dez, se han unido al coeditico que reclama al Banco Central Europeo que recorte los tipos de inters. En su opinintuacin actual es insostenible y solo puede aliviarse con una decidida intervencin del BCE.

    La popularidad que han alcanzado estos dos analistas no se compadece con la calidad de s

    gumentos, ideolgicamente similares a los que manejan lunticos partidarios de la abolicin nero como Silvio Gesell. Repasmoslos someramente.

    El crdito se est contrayendo

    Jos Carlos Dez centra sus temores en una hipottica contraccin crediticia (credit crunch), qodra llevarse por delante bancos y sectores econmicos enteros. En su opinin, los primentomas ya comienzan a apreciarse: Los bancos () han visto cmo se cerraba su acceso a ercados de capitales, y les comienza a repuntar la morosidad.

    Precisamente en su formulacin del supuesto problema es donde se encuentra el mayor error

    ez. El economista jefe de Intermoney confunde los mercados monetarios (como el interbancaronde el BCE trata de hacer notar su influencia) con los mercados de capitales, bsicamente los cciones y bonos a largo plazo.

    Los mercados monetarios sirven para reasignar la liquidez en el sistema financiero, mientras qs de capitales deberan utilizarse para distribuir los ahorros entre los distintos proyectos versin. El problema es que las entidades de crdito, con la asistencia de los bancos centralilizan los primeros para financiar inversiones en los segundos; por ejemplo, captan depsitos asta para invertir en bienes inmuebles (hipotecas) o en crdito empresarial.

    En la medida en que los bancos centrales influyen sobre el tipo de inters (o de descuento) en ercados monetarios, provocan una expansin del crdito en los mercados de capitales por enci

    el monto de los ahorros reales. De esta manera, se generaliza la creacin de deuda y la demanda ctivos reales y financieros, cuyo precio se dispara (como ha ocurrido con la vivienda, la bolsa o aterias primas).

    Esta pirmide de mala deuda tiene que derrumbarse en algn momento, simplemente porque semitido con el respaldo de unos activos sobrevalorados y con cargo a unos ahorros que no existen. speranza de los inflacionistas como Dez es que ese volumen de ahorros inexistente seasuplidocuevas expansiones crediticias del Banco Central; es decir, se trata de sustituir el ahorro real phorro fiduciario de papel y anotaciones electrnicas.

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    24/251

    El problema es que, cuanto ms crezca el crdito no respaldado, mayor ser la inflacin y macios sern los ahorradores a invertir en activos nominados en una moneda que pierde valor. nal solo hay dos opciones: o la concesin de crdito se cortocircuita por los inversores (en cuaso se produce la temida contraccin) o la moneda se termina repudiando (hiperinflacin).

    En este momento, el sistema bancario ha decidido dejar de prestar dinero por razones evidentuena parte de sus prstamos anteriores estn o van a acabar siendo impagados, y tampoco se fon razn) de la solvencia de los potenciales prestatarios, cuyas garantas parecen asentarse casi

    xclusiva en activos sobrevalorados (como la vivienda).La propuesta de Dez es ineficaz y torpe. Aun cuando el BCE rebaje enrgicamente los tipos ters, resulta improbable que los bancos vuelvan a prestarse dinero entre s y al gran pblico. Puy barato que ofrezca el BCE el dinero a los bancos, a estos puede resultarles demasiado caro, ariesgo de impago total por parte de los prestatarios. En Japn los tipos llegaron a estar al 0%, s

    ue ello tuviera una influencia visible sobre la inversin. Si miramos ms cerca de casa, hace pocemanas el Euribor se situaba casi un punto por encima del tipo de inters fijado por el BCE. oderacin actual solo refleja una tensa calma, y puede volver a dispararse en cuanto regresen

    mpagos.Pero es que aun cuando el BCE lograra reactivar el circuito del crdito, como pretende Dez, e

    olo sera un parche temporal que prolongara la distorsin en los precios relativos de los activosargara la posterior recesin: ms activos inflados, ms deuda de mala calidad, mayor contraccin

    Las rebajas de tipos no causan inflacin

    Miguel Sebastin tambin se muestra partidario de rebajar los tipos; por un motivo anlogo al ez: para solucionar los problemas de liquidez y que estos no lleguen a afectar a la economa real.

    Aparte de la deformacin neoclsica de considerar el dinero como un instrumento neutral,

    argen de la economa real (y es que, a los ojos de Sebastin, parece ser indiferente que una emprue tenga que pagar a tres meses a sus proveedores disponga de abundantes saldos de caja o solo umerosos terrenos; sabr qu es una suspensin de pagos?), lo que nos interesa del artculo ebastin es su planteamiento de que las rebajas de tipos no causan inflacin: segn sus series atos, la correlacin entre inflacin y tipos de inters es casi nula.

    De nuevo comprobamos los riesgos del positivismo econmico, que, como nos advirti Hayeku discurso de recepcin del Nobel, pretende reducir los complejos fenmenos econmicosagnitudes mesurables para poder trabajar con ellos. Aquello que puede medirse existe en economque no puede medirse, por muy importante y relevante que sea, no.La inflacin es un fenmeno muy complejo que la economa neoclsica, con un reduccionism

    reocupante, ha logrado equiparar al IPC. Sin embargo, el IPC solo muestra el encarecimiento nos bienes de consumo, cuando en la economa existen muchos otros bienes y activos. Pebastin y los de su ralea, los precios de la vivienda podran multiplicarse por nueve y sin embaro haber inflacin, siempre que los precios de los bienes de consumo que han escogibitrariamente no cambien (situacin nada hipottica, pues ha sido lo que ha ocurrido en Espaa s ltimos aos).

    En la dcada de los 20, los precios de las acciones en EE. UU. se multiplicaron una media de

    eces en cinco aos, pero los precios de los bienes de consumo no variaron significativamenDeberamos concluir que no hubo inflacin? Por qu? Porque excluimos de los ndices de inflaci

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    25/251

    n motivo alguno, los activos financieros?Por supuesto, Miguel Sebastin tampoco apreciar en toda su magnitud la inflacin que se

    erivado de las rebajas de tipos de la Fed, debido a que se ha concentrado en las materias primesde agosto, los precios de estas han aumentado como media ms de un 20%. Acaso sostieebastin que esto no es inflacin simplemente porque el INE no lo considera como tal?

    El mal instrumental analtico de Sebastin lo arrastra a una confusin general, ya que en ociente artculo se pregunta si estamos ante unshockde oferta (causado por la subida de precios

    s materias primas) o de demanda (generado por la restriccin del crdito). La respuesta adecuadaue el nuevo crdito ha dejado de afluir a los activos inmobiliarios sobrevalorados y se ha dirigids materias primas, de ah que el crdito se restrinja para promotores y familias y la demanda (y lrecios) de materias primas se dispare.

    Resulta poco inteligente creer que se puede expandir permanentemente el crdito no respaldaor ahorros reales y que esos nuevos fondos artificiales no van a incrementar el precio de aquello aue se destinen. Si los bajos tipos de inters que hemos tenido en Espaa durante los ltimos aubiesen afluido, en lugar de al crdito hipotecario, hacia el crdito al consumo, el IPC se habsparado (en vez de los precios de la vivienda) y s habramos sufrido inflacin, segn Sebastin. alidad, el ex candidato a alcalde de Madrid confunde el reflejo de la inflacin con su existencia.

    Conclusin

    No es momento de bajar los tipos de inters. Se trata de una poltica abocada al fracaso, coodemos constatar a la vista de la crisis actual, producto de las rebajas que la precedieron. eologa inflacionista (ora keynesiana, ora monetarista) no es capaz de entender ni de dnde vieneflacin ni cmo repercute el crdito fiduciario en la estructura productiva.

    A menos que gustemos del masoquismo, no conviene escuchar a los malos economistas que n

    an llevado a la psima situacin en que nos encontramos. El alivio a la crisis no pasa por unos tipe inters artificialmente bajos, sino por rebajar los impuestos, por liberalizar los mercados ctores y por un gradual regreso al patrn oro.

    Suplemento de IdeasdeLibertad Dig12 de febrero de 20

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    26/251

    6.

    La banca y los polticos

    a connivencia de buena parte del sector financiero con el Estado ha sido una de las grandes tragedel siglo XX, por cuanto ha sometido a las familias y a los empresarios a la discrecionalidad de olticos y los banqueros.

    Los bancos centrales, que nacieron para financiar directamente los dficits pblicos de obiernos (as ocurri con el Banco de Inglaterra, o, en Espaa, con el Banco de San Carlo

    volucionaron ms tarde hacia una especie de monopolios pblicos destinados a proteger a la bancomerciales de sus desmanes, excesos e irresponsabilidades, a cambio de que estos les sustituyeromo paganos de los ingentes endeudamientos estatales. De esta manera, los Estados han logra

    ufragar polticas tan represoras de la libertad individual como la educacin pblica adoctrinadora, uerras de agresin o la expansin del dispendio social.

    La libertad no ha sido la nica vctima de esta permanente lnea de crdito de la banca al Estaos ms claros efectos econmicos de este estado de cosas han sido las inflaciones galopantes, qan horadado el poder adquisitivo de los ciudadanos, y unos ciclos econmicos que han arruinadillones de inversores, atrados con engaos a burbujas especulativas artificiales.

    La connivencia entre la banca y el Estado est presente, en mayor o menor medida, en todos ases del mundo. En Espaa, por ejemplo, hemos tenido abundantes ejemplos de ello en las ltim

    emanas.Ante las sensatas palabras de Eduardo Zaplana sobre los problemas de liquidez que afrontastema bancario espaol, tanto el Banco de Espaa como el Ministerio de Economa saltaronnsono para defender a las entidades de crdito. Solbes emple trminos tan rotundos comamentables o irresponsables para referirse a las declaraciones del portavoz parlamentario P.

    Sin embargo, no queda tan claro que esos temores sean del todo infundados. El Financial Timublicaba a principios de febrero que los bancos espaoles haban acudido en masa al Banco Centuropeo para solicitar la liquidez que necesitaban y que no les proporcionaba el mercado. Solo

    ciembre pidieron prestados 44 000 millones de euros, frente a la media de 20 000 registrada en eses anteriores.

    Adems, y esto fue muy poco comentado en Espaa, el colateral que aportaron los bancspaoles para recibir la liquidez del BCE consisti, en su mayora, en cdulas hipotecarias, para ue, a da de hoy, no existe mercado. Dicho de otra manera, los bancos espaoles sobreviven porqBCE les presta contra unos activos contra los que casi ningn inversor privado quiere prestar. D

    u saludable situacin estamos hablando?Lo cierto es que, si las tasas de morosidad llegaran a repuntar en Espaa (lo cual no es na

    mprobable, habida cuenta la crisis econmica y de la subida del paro) y, como consecuencia, esdulas hipotecarias llegaran a ser degradados por las agencias internacionales de calificacin de ries

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    27/251

    al y como ha sucedido en EE. UU.), ni siquiera el BCE podra, segn sus estatutos, prestar a ancos espaoles, de modo que estos afrontaran una autntica suspensin de pagos.

    Con un repunte de la morosidad, a este problema de liquidez se le aadira otro de solvencia, puanto los activos hipotecarios perderan buena parte de su valor. El Banco de Espaa trata de crena ficticia sensacin de confianza diciendo que las provisiones actuales de los bancos suponen me un 200% de los crditos dudosos. Sin embargo, tal y como ha calculado el Observatorio oyuntura Econmica del Instituto Juan de Mariana, solo con que la morosidad alcanzara la me

    el perodo 97-99 las provisiones actuales ya seran insuficientes para cubrirla. Y si llegara a situalos niveles de la ltima crisis econmica (92-96), la banca tendra que captar ms de 120 0illones de euros para reponer las p rdidas, lo que supondra su descapitalizacin de facto.

    Quiz por ello, el Gobierno ya ha empezado a aplicar medidas tendentes a asistir a la banca, auando las camufle como medidas para beneficiar a las familias espaolas.

    Ayer mismo, Solbes prometi la gratuidad de la ampliacin de plazos de las hipotecas, anteual la banca aplaudi con las orejas. No obstante, Ausbanc, la asociacin de consumidores ervicios bancarios, sostuvo que con tal medida solo se pretende contener la morosidad, que ya empezando a preocupar a los bancos.

    Lo cierto es que la promesa de Solbes es una adaptacin de otros planes que ha intentamplantar Bush en EE. UU. a raz de la crisissubprime pero que han fracasado de manstrepitosa. Tambin all la congelacin de los tipos de inters o las ayudas estatales a las famils endeudadas eran una manera de prolongar el endeudamiento vital de los ciudadanos en benefic

    e un sector financiero que los ha atrado con unos tipos fraudulentamente bajos.En EE. UU. ya estn cayendo los precios de las viviendas, de ah que a las familias m

    ndeudadas les traiga a cuenta dejar vencer sus hipotecas en lugar de continuar pagando intereses. spaa podra llegar a ocurrir lo mismo cuando el pinchazo de la burbuja inmobiliaria se manifieste

    adas importantes de precios. La banca teme esta situacin, a la que no podra hacer frente de ningodo. Por eso acepta cualquier remedio que incentive a las familias a seguir pagando.

    Por si el anterior pasteleo fuera poco, el 25 de enero el Gobierno aprob que el ICO avale ondos de titulizacin de activos con 3000 millones de euros, pero ya se rumorea que podmpliarse hasta los 10 000 millones y para cualquier tipo de activos inmobiliarios. Sin entrar emasiadas complejidades financieras, con estas operaciones el Gobierno est comprometindosagar en caso de que miles de deudores hipotecados no lo hagan. Dicho de otro modo: easladando a los contribuyentes el coste de un posible impago generalizado de hipotecas.

    La finalidad de este aval es, simple y llanamente, permitir que los bancos puedan desprendersesos activos con mayor rapidez, para que as la morosidad no la sufran ellos, sino todos spaoles.

    Se trata de algo similar a lo que sucedi en EE. UU. El Tesoro vena prestando aval explcito 000 millones de dlares (bastante menos que lo pretendido por ZP) a las dos principales emprepotecadoras, Fannie Mae y Freddie Mac, lo cual permiti a estas elevar su solvencia aparente

    xtender el crdito hacia actividades mucho ms arriesgadas, tal y como denunci Greenspan duranus ltimos aos al frente de la Reserva Federal.

    En aquel momento solo el congresista republicano Ron Paul se atrevi a exigir el fin del av

    xplcito, para evitar que los contribuyentes soportaran las prdidas futuras de esas dos empres

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    28/251

    adie le hizo caso, pero el tiempo, como en tantos otros asuntos, le ha dado la razn: en el terimestre Freddie Mac perdi 2000 millones de dlares. Pero lo peor est por llegar: esta empreon un capital de solo 42 000 millones, tiene una exposicin a las hipotecas subprimede 120 000.

    Estamos repitiendo en Espaa los mismos errores que en EE. UU.? De momento, eso parece. nica diferencia a nuestro favor es el supervit de las arcas pblicas; que, sin embargo, podra ngullido por el gasto social que tanto PP como PSOE prometen en plena orga electoral.

    Es hora de terminar con la estrecha relacin entre la banca y la poltica, que solo daa a la ge

    onrada: ahorradores, trabajadores, empresarios e inversores que no se cobijan bajo la sombra oder. La estabilidad financiera y la austeridad presupuestaria que el fin del intervencionismancario conllevara seran dos de los principales baluartes en la proteccin de la libertad.

    Suplemento de IdeasdeLibertad Dig26 de febrero de 20

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    29/251

    7.

    El Pasrescata a Keynes

    on cada crisis econmica se sacan a pasear un manojo de teoras caducas y archirrefutadas. echo, podra decirse que no hemos entrado realmente en una crisis hasta que los serviles de turomienzan a reclamar un mayor gasto pblico, que se vigilen los precios, que se someta la economn control ms rgido La actual crisis, por supuesto, no poda ser una excepcin a esta regla ojalata, y los medios ya han comenzado a resucitar esas doctrinas errneas que se suelen asociar aefasta figura de John Maynard Keynes.

    El diarioEl Paspublic el pasado jueves un reportaje, titulado Keynes regresa en ayuda deanca, cuya tesis principal dice que EE. UU. y los liberales son tremendamente incoherentes porq

    us prdicas a favor del libre mercado terminan justo cuando generan problemas: entonces, aquelomienzan a clamar por la imprescindible intervencin del Estado para que solucione los excesos cho sistema. Emilio Ontiveros, presidente de AFI y economista cercano al PSOE, resumerfectamente la idea: La paradoja es que la patria del liberalismo y de los excesos neoconservadoe ve obligada a dejar de lado la ortodoxia cada vez que llegan autnticos problemas.

    La frase de marras contiene dos errores: 1) el sistema monetario de EE. UU. no tiene nada beral; 2) las medidas intervencionistas que se vienen adoptando en los ltimos meses no vanmediar, de ninguna manera, la crisis.

    Bien por ignorancia, bien por mala fe, los intervencionistas imputan al liberalismo onsecuencias desastrosas de un esquema financiero que disearon ellos mismos. En la actualidadoneda es un monopolio pblico de curso forzoso, y los bancos centrales manipulan los mercadediticios fijando tipos de inters de intervencin. No existe ningn tipo de libertad monetaria (bcual los bancos comerciales podran emitir sus propias monedas) ni de respaldo a las divi

    acionales (se trata de dinero fiduciario no convertible en oro).Pero otra parte, conviene saber que la crisis actual se debe a que la Reserva Federal y el Gobier

    e EE. UU. han venido siguiendo polticas tpicamente keynesianas para salir de la recesin de 20olticas monetarias y fiscales expansivas. Greenspan redujo los tipos de inters al 1% durante m

    e un ao, y Bush ha recurrido sistemticamente al dficit pblico desde el referido 2001.De hecho, hace unas semanas el famoso economista keynesiano Paul Krugman defendi la gue

    e Irak desde el punto de vista econmico aduciendo lo que sigue: La guerra en general es expansara la economa, al menos en el corto p lazo () en un momento en que la insuficiente demanda esroblema, la guerra de Irak acta como una especie de Programa Pblico de Trabajo, que genmpleo directa o indirectamente.

    EE. UU. est al borde del abismo despus de a) haber terminado desde 1973 con cualqusquicio de libertad monetaria y b) haber aplicado con escrupulosa precisin polticas keynesian

    esde 2001. Con qu cara puede sostenerse que el liberalismo ha fracasado, y que ha llegadoomento de revivir a Keynes?

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    30/251

    Los intervencionistas estn utilizando la tctica que ya emplearon tras el crackdel 29: culpardos los males econmicos al laissez-faire. En aquel entonces el diablo fue Herbert Hoover; ahoraama George W. Bush. Sin embargo, ninguno de estos dos presidentes republicanos aplic polticberales que tuvieran que ser revertidas para salir de la crisis. Ms bien ocurri lo contrario.

    Bajo el mandato de Hoover se aprobaron el mayor arancel al comercio exterior de la historia E. UU. (el Smoot-Hawley, que cuadruplicaba las tasas anteriores) y una de las mayores subidas

    mpuestos en tiempo de paz (la Revenue Act de 1932 duplic, por ejemplo, los impuestos sob

    eneficios). Bajo el mandato de Bush, el gasto pblico se ha incrementado a un ritmo nunca ansto en EE. UU. (ms que con los manirrotos Johnson y Carter), al tiempo que se ha limitadobertad empresarial (por ejemplo, mediante la Ley Sarbanes-Oxley).

    Vaya usted a saber qu tendrn Hoover y Bush de liberales, pero los intervencionistas (qomparten el fondo de la poltica econmica de ambos) han decidido endilgar la presente crisis al liercado.

    No es cierto que el keynesianismo sea ahora, como sugiereEl Pas (y como ya se repeta empos de Solchaga), la nica poltica econmica posible. La Fed puede tratar de salvar a ancos de la quiebra nacionalizando toda la deuda basura de la banca comercial, pero eso solo acabon el dlar y con la inversin empresarial productiva. Y es que, sencillamente, el Gobierno no tieapacidad para convertir la deuda basura en deuda de calidad: lo nico que puede hacer es redistrib

    coste de esa deuda. La alternativa a la descapitalizacin de los bancos es la descapitalizacin de milias y las empresas, en una suerte de injustificado vampirismo financiero.

    La solucin tampoco pasa por rebajar los tipos de inters, ni por aumentar el gasto pblico. rimero solo contribuira, como mucho, a aadir ms deuda a la montaa de mala deuda que estunto de desmoronarse; lo segundo solo reducira la cantidad de ahorro disponible para amortizarchosa montaa.

    La crisis es inevitable, y todo incremento de la intervencin pblica no har sino contribuigravarla. A medio plazo, hay que favorecer un ajuste suave, con menos impuestos, menos gablico y ms libertad en los mercados de factores productivos; a largo plazo, hay que reformarorrupto sistema financiero internacional para avanzar hacia la libre emisin de divisas convertibles

    Estos son los presupuestos del liberalismo, que vienen atacndose sin vergenza alguna desde bores del siglo XX. Estos son los presupuestos del liberalismo, que los economistas keynesianctuales desconocen porque sus padres intelectuales contribuyeron a enterrarlos. Estos son resupuestos del liberalismo, cuya violacin ha generado la crisis actual. Y estos son

    resupuestos que debern asumirse para salir de ella.Keynes jams lleg a morir, porque sus discpulos se encargaron de rendirle un mereciomenaje emponzoando el sistema financiero internacional. No es momento de resucitar a eligrosos vivos, sino de enterrarlos y asegurar el atad con poderosos candados.

    Suplemento de IdeasdeLibertad Dig25 de marzo de 20

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    31/251

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    32/251

    8.

    Por qu se equivocaron los bancos

    a actual crisis no solo est sirviendo para dar oxgeno ideolgico al keynesianismo ms retrgradno para resucitar las denuncias marxistas contra la anarqua productiva del capitalismo. Pstos marxistas redivivos, el libre mercado es inestable y tiende a generar malas inversiones porropia naturaleza. El caso de las hipotecassubprimevendra a demostrar la voracidad bancaria pcrarse a cualquier costa, aun asumiendo riesgos desproporcionados que deberan haber s

    ontrolados y limitados por un organismo regulador.La reciente propuesta del secretario del Tesoro de EE. UU., Henry Paulson, para extender

    oderes de la Fed a la supervisin de los mercados financieros, apunta p recisamente en este senti

    crisis se ha producido por una falta de control pblico sobre las decisiones privadas. Siropuesta de Paulson sale adelante, la Fed pasar a controlar no solo los bancos comerciales, cocurra hasta la fecha, sino los bancos de inversin y los hedge funds, entre otros operadores ercado.

    Pese a este notable incremento de sus competencias, el presidente de la Fed, Ben Bernanke, st del todo satisfecho: Se trata de un primer paso muy interesante. Atencin, Bernanke adviera sido el primero, pero no el ltimo.

    Existe una tendencia irrefrenable en las autoridades pblicas a atribuir todos los problemas al libercado, sin siquiera pararse a analizar cules son las causas ltimas de todo este marasmo.

    Deca Walter Bagehot, el gran terico de la banca central, que los bancos comerciales debchazar una inversin siempre que existiera alguna duda sobre esta. Dcadas ms tarde, el pa

    e la inversin en valor, Benjamin Graham, desarrollaba esta misma idea y conclua que los inversoe renta fija deban depositar su dinero en aquellos activos financieros cuyo riesgo de impago funimo incluso en perodos de crisis econmica. Graham quitaba importancia a que las inversionesnta fija estuvieran respaldadas por algn tipo de garanta, como las hipotecas. Lo importante es qdeudor sea solvente y prspero, ya que las garantas frecuentemente pierden su valor durante

    isis.

    Parece claro que los actuales banqueros de EE. UU. no atendieron a las recomendaciones agehot y Graham e iniciaron una absurda orga crediticia. Las hipotecassubprimeno representabsus ojos un problema porque, si el hipotecado dejaba de pagar, siempre podran enajenarmueble; esto es, actuaron justo al revs de como aconsejaba Graham.

    Pero por qu los banqueros se comportaron tan imprudentemente? La responsabilidad pueuscarse en dos mbitos: el terico y el prctico.

    La ciencia econmica se ha visto contaminada durante dcadas por teoras neoclsicompletas e irreales. Los economistas ortodoxos carecen de una teora del dinero y del ci

    conmico consistente, por lo que van dando tumbos cortoplacistas sin direccin alguna. En pleurbuja inmobiliaria, por ejemplo, se dejaron llevar por la corriente mayoritaria y predijeron que

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    33/251

    recio de la vivienda jams caera. David Lereah, economista jefe de la Asociacin Nacional gentes Inmobiliarios de EE. UU., predijo en 2006 que el precio de la vivienda haba alcanzado uevo high plateauy nunca ms descendera. Con estos mimbres tericos no es de extraar que ancos decidieran conceder hipotecas masivamente: el cobro estaba garantizado por unos p recios qo dejaran de subir.

    Si la profesin econmica hubiese tenido un mayor conocimiento de la teora austriaca del ciconmico, sus errores habran sido mucho menores. Jess Huerta de Soto describe como fa

    picas de todo boomartificial el alza de los precios de los bienes de capital (en este caso la viviendcaptacin de trabajadores y la aparicin de importantes beneficios contables en este sector. ecir, exactamente lo que ha ocurrido en Espaa: subida de los precios de la vivienda, beneficixtraordinarios en la construccin y contratacin masiva de trabajadores en esta industria.

    Pero el propio Huerta describe asimismo las fases tpicas que indefectiblemente siguen al booadas de precios, prdidas extraordinarias y desempleo; esto es, lo que estamos padeciendo ahismo en EE. UU. y en Espaa. Probablemente los bancos habran sido menosgenerososa la h

    e prestar dinero a troche y moche si sus analistas hubiesen conocido la Escuela Austriaca y noubiesen dejado engaar por los cantos de sirena y las torres de marfil neoclsicas.

    Pero la responsabilidad de la crisis no solo recae en el mbito terico, tambin en el prctico; oncreto, en la organizacin de nuestro sistema monetario. Es curioso cmo polticos, reguladoresconomistas se escandalizan ante el excesivo riesgo que han asumido los bancos, cuando la Reserederal les estuvo prestando dinero al 1% durante ms de un ao, sin que ningn funcionario pusigrito en el cielo.

    Exactamente, qu pretenda la Reserva Federal que hicieran los bancos comerciales con xplosin de crdito barato creado de la nada? Cualquier proyecto que los bancos comerciaubiesen financiado agotando los fondos que proporcionaba la Fed habra resultado igualme

    atastrfico. La burbuja inmobiliaria la cre la Reserva Federal a travs de los bancos comerciales, s bancos comerciales abusando de las buenas intenciones de esta.

    An hoy, los mismos que critican la voraz especulacin y reclaman una mayor regulacin qupervise cada inversin privada se dedican a lloriquear para que el Banco Central Europeo recos tipos de inters, con el nico objetivo de realimentar as la burbuja. Con un sistema moneta

    asado en el patrn oro, la expansin crediticia habra tenido mucho menos recorrido: si los banentrales hubiesen reducido los tipos al 1% se habran quedado enseguida sin reservas de oro, lo qs habra obligado a subirlos.

    La crisis no es consecuencia de la falta de regulacin, sino de unas doctrinas econmicrofundamente errneas que han dado a luz un sistema monetario corrupto. El aumento de gulaciones no remediar las crisis si ese sistema y esas ideas siguen en pie, pero s recortar bertades de todos los inversores. Como siempre, el Estado provoca las crisis econmicas y sociaara luego justificar su expansin. Es hora de poner fin a esta trgica tendencia secular.

    Suplemento de IdeasdeLibertad Dig8 de abril de 20

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    34/251

    9.

    Hacia la nacionalizacin de la banca

    ace unos das el Wall Street Journalpublicaba una informacin inquietante: la Reserva Federalst planteando pedir al Tesoro que emita deuda para canjearla por los activos de los bancomerciales. La medida resulta coherente con otras decisiones que la Fed viene adoptando desciembre, a saber, la creacin de instrumentos adicionales de financiacin para los bancos q

    mplan los activos elegibles para el descuento.Si hasta diciembre la Fed solo extenda el crdito contra activos bancarios de calidad (como let

    el Tesoro), desde entonces lo est prestando contra casi cualquier basura que los bancos resenten (por ejemplo, hipotecassubprime que ni siquiera cotizan en el mercado). Por supues

    ste programa de expansin crediticia masiva tiene una consecuencia muy clara: el envilecimiento lar y la consecuente inflacin de los precios.

    Meteran dinero en un banco que prestara a cualquier persona, incluso a morosos recurrentes yversores sin solvencia alguna? Probablemente no. Todo el mundo puede entender que ese ban

    stara abocado a la quiebra. Lo mismo le sucede a la Reserva Federal, cuyos activos han sufrido norme deterioro desde agosto de 2007, cuando estall oficialmentela crisis financiera.

    Este es el motivo por el que la Fed, segn el WSJ, tiene pensado pedir al Tesoro que emita deun su propio beneficio. S, es una subvencin encubierta que recapitalizara al banco central yavs de l, a los bancos comerciales. Ayer mismo, el Banco de Inglaterra adopt una medida similrometi canjear durante tres aos sus letras del Tesoro (activos de calidad) por las hipote

    basura) europeas de los bancos comerciales. O sea, que se comer durante ese tiempo la deuda ala calidad de los bancos britnicos.

    As las cosas, uno solo puede sorprenderse de que la mayora de la profesin econmica saludando un proceso que avanza indefectiblemente hacia la nacionalizacin completa del sisteancario. Los canjes de deuda entre los bancos centrales y los comerciales son, de momento, arcter temporal. Pero es que acaso no se vislumbra en el horizonte la perennidad? De hecucho me temo que, cuando la crisis se recrudezca, la nacionalizacin recibir la bendicin tanto

    s socialistas como de los liberales de opereta que pueblan las universidades.Al fin y al cabo, los socialistas ya se han volcado en criticar las intervenciones de la Reser

    ederal sobre la sabe base de que se van a socializar las prdidas pero no los beneficios. Sin dustn en lo cierto; y, por cierto, aqu reside la razn de que se creara la Fed: haba que disponer de restamista de ltima instancia que rescatase a los bancos privados cuando estos se desmadraran.

    Ahora bien, la consigna socialista de beneficios privados y prdidas pblicas no aboga por quomo defendemos los liberales, los bancos sean responsables de sus obligaciones contractualesegado el caso, quiebren, sino por que tanto sus prdidas como sus ganancias sean pblicas.

    Hace dos semanas, Ulrich Beck escriba esto enEl Pas:Muchos problemas no se pueden resolver sin una accin colectiva en la que participen much

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    35/251

    ases y grupos. Ni la ms liberal de todas las economas funciona sin coordenaacroeconmicas.

    Pero que nadie piense que estas coordenadas supuestamente estabilizadoras (pero que en realidolo terminarn por emponzoar la economa) les saldrn gratis a los individuos. El propio Becuerda que no resulta permisible que en los aos de bonanza los banqueros y especulado

    cumulen las ganancias y en los de vacas sea el Estado quien les saque las castaas del fuego:Al Estado solo le queda hacer por el inters comn lo que siempre le reprocharon quienes aho

    reclaman: poner fin al fracaso del mercado mediante una regulacin supranacional.El Gobierno, pobrecito, no tiene otra salida que salvarnos de la bancarrota. Si pudiera hablra, como el Franco de Vizcano Casas: No se os puede dejar solos.

    Sin embargo, tampoco espero que los liberales de boquilla (los monetaristas, por ejemplo), queasan el da diciendo que creen en el libre mercado supervisado por un banco central, se oponganacionalizacin de la banca. Al fin y al cabo, existe un paso muy pequeo entre pedir que el dine

    ea un monopolio pblico y pedir que lo sea tambin el crdito (sobre todo cuando tambvorecen que los bancos centrales manipulen los tipos de inters para expandir o restringirdito).

    Esa gansada terica suya de que la estabilidad bancaria es un bien pblico que solo upervisor puede manejar les abocar a clamar por la nacionalizacin de la deuda basura de lancos. O es que acaso no han aplaudido casi sin discrepancia alguna la nacionalizacin del Northock y de Bear Stearns? (y s, hablo de nacionalizacin, ya que la Fed es la encargada de gestionan su caso liquidar los activos de este ltimo).

    La conclusin lgica del monetarismo, de su adoracin por el dinero fiduciario pblico y ancos centrales monopolsticos, es el sometimiento total de la inversin y del crdito al Estado, es, el socialismo. Si los bancos centrales tienen que proteger a la banca, debern regularla para que

    ometa excesos; y si aun as los comete, debern abortar, dirigir o racionalizar sus inversiones.Puede que por ahora la idea de nacionalizar la banca suene a un catastrofismo sin fundamento. S

    mbargo, economistas muy destacados han comenzado a reclamarla sin tapujos. Vase, por ejempouriel Roubini, el gur de la teora de la contraccin crediticia en EE. UU., un tipo que, por

    eneral, realiza anlisis muy correctos, sensatos y cabales:Solo una actuacin mucho ms radical del Gobierno podr limitar el alcance del colap

    nanciero (). Este plan incluye la nacionalizacin efectiva de las hipotecas, la nacionalizacin annie Mae y Freddie Mac y el cierre o la nacionalizacin de los bancos y de otras institucion

    nancieras significativas que van a quebrar durante la actual crisis financiera (si bien se las pueolver a privatizar cuando hayan sido reestructuradas).El camino hacia la nacionalizacin de la banca est siendo adoquinado poco a poco desde

    mbientes polticos y acadmicos. Se trata del ataque definitivo a nuestra libertad y de la garantana miseria econmica estructural.

    Suplemento de IdeasdeLibertad Dig22 de abril de 20

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    36/251

    10.

    La obra pblica no es la solucin

    l Leviatn estatal tiene una fuerte tenencia a crecer y a expandirse, y durante las crisis alvapatrias, los ingenieros y los vendedores de enciclopedias econmicas presentan sus frmugicas para reparar lo que ellos mismos han estropeado.

    Entre todos los esquemas de planificacin central que los socialistas de todos los partidos hxhibido durante los ltimos das destaca el que aboga por el incremento del gasto pblico en obblicas e infraestructuras. El dogma keynesiano de que la demanda agregada es insuficiente pbsorber toda la poblacin activa parece encontrar cierta aceptacin tanto en la izquierda como enerecha.

    Por errnea que sea, esta teora parece tener un pice de certeza, debido a la desafortunanaloga que suele establecerse entre la economa y la mecnica. Si el sistema productivo es como uquina, har falta inyectar combustible al motor para que se revolucione y ponga en funcionamienresto de las piezas (los trabajadores). Desde esta perspectiva, la demanda genera la oferta, no a

    versa.Sin embargo, esto no es ms que un puro disparate, que oculta las relaciones ms elementales q

    e dan en una economa. Tanto desde un punto de vista financiero como desde una perspectiva reincremento de la obra pblica no puede ser sino pernicioso para los intereses de los espaoles.

    La obra pblica se financia con los impuestos, y si estos suben los contribuyentes ven mermarenta de que disponen para atender al pago de sus deudas (hipotecas, obligaciones empresarial

    ctera). La nica manera de limitar el alcance destructor de la crisis pasa por limitar el nmero mpagos de la deuda espaola (que en la actualidad es tres veces superior al PIB). Si los acreedouiebran, el crdito se restringir an ms y los impagos se multiplicarn, con lo que se hundirn alores patrimoniales de familias y empresas (cunto vale un paquete de acciones de una empruebrada?). Por este motivo, que el Estado capte una mayor parte de recursos va impuestos (o ficit pblico) solo reduce la capacidad de los espaoles para atender peridicamente sbligaciones.

    Por otro lado, y como pone de manifiesto la teora austriaca del ciclo econmico, la actual crie produce por un desajuste entre las distintas estructuras de bienes de consumo y capital. Duraos, en Espaa y en otros pases occidentales se ha estado invirtiendo masivamente en el secmobiliario, al tiempo que ha confiado la produccin de manufacturas a los pases asiticngularmente a China y la India.

    Dado que en Occidente se produca demasiada vivienda y en Oriente manufacturas, la nanera de mantener el elevado ritmo de consumo de los pases desarrollados era pagando con deudhina y la India (de ah los elevadsimos dficit comerciales). Todo esto ha permitido incrementar

    queza de estos pases exportadores tanto en trminos de renta per cpita como de capacidroductiva. Y es aqu donde encontramos el cuello de botella que ha disparado el precio de

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    37/251

    aterias primas agrcolas e industriales.La expansin crediticia occidental permiti aumentar desproporcionadamente la renta de chino

    dios, que de este modo empezaron a demandar masivamente mejoras en su nivel de vida. Uno s cambios ms trascendentales ha sido la creciente presencia de carne en la dieta de aquellos, lo q

    a obligado a incrementar la cabaa ganadera y la demanda de cereales para alimentar a los animalesLa expansin crediticia facilit asimismo un extraordinario incremento del capital fijo en Chin

    India, destinado a producir ms manufacturas para Occidente. La mayor dotacin de capital f

    quiere ahora de una enorme cantidad de materias primas industriales. Dado que el capital fijo stas reas se increment muy por encima del capital en otras industrias (como las relacionadas cs materias primas), la oferta no ha seguido a la demanda y los precios de las materias primas se hsparado. Hay un desequilibrio entre determinadas estructuras productivas (capital fijo anufacturas y capital fijo en materias primas) que debe corregirse mediante reorientaciones deversin.

    Pero para invertir es necesario ahorrar y canalizar ese ahorro hacia las industrias que son ahs rentables (materias primas), de modo que se pueda restablecer una cierta armona entre sectoroductivos. La obra pblica, lejos de canalizar los recursos escasos hacia las materias primas, tiene en la construccin de infraestructuras, mucho menos necesarias que, por ejemplo, el petrls cereales o el cobre.

    Despus de las brutales y omnipresentes obras pblicas que ha padecido Espaa specialmente Madrid) durante los ltimos aos, parece del todo absurdo que los intervencionisostengan que hemos entrado en crisis porque no hemos construido los suficientes edificios pbliconumentos, tneles y carreteras.

    Lo que necesitamos ahora es ms ahorro, ya sea para amortizar la deuda viva o para invertir s bienes de capital complementarios (materias primas) que se han quedado atrofiados durante

    timos aos. Para ello resulta imprescindible bajar los impuestos, a poder ser en aquellas partidue incentivan el ahorro; es decir, habra que eliminar la tributacin de las ganancias del capital (comn Alemania), e incrementar al 100% las deducciones por reinversin de los beneficios empresariale

    Desde luego, la solucin no pasa por echar mano de ms deuda y ms ladrillo, es decir, de lo qos ha llevado adonde estamos.

    Suplemento de IdeasdeLibertad Dig20 de mayo de 20

  • 7/21/2019 Crnicas de la Gran Recesin (2007-2009) de Juan Ramn Rallo Julin r1.0

    38/251

    11.

    El dficit exterior resume nuestra crisis

    l pasado lunes se dio a conocer que el dficit por cuenta corriente espaol alcanz en abril la cicord de 40 000 millones de euros, un 15,5% ms que en el mismo perodo del ao anterior. A pes

    e que esta estadstica suele ser objeto de menos comentarios que la evolucin mensual de la inflacide la tasa de paro, estamos ante una manifestacin exacta de la crisis en que estamos inmersos.

    La cuenta corriente nos dice si est entrando o saliendo dinero del pas. Si exportamos un kiloroz por 10 euros e importamos dos kilos de tomates por 20, el saldo neto es que han salido

    uros. Para obtener estos 10 euros netos tendremos que echar mano de nuestros ahorros o bedrselos prestados a los extranjeros.

    Este hecho no es problemtico si destinamos las importaciones a la inversin para ser mroductivos (por ejemplo, si importamos maquinaria), de modo que en el futuro incrementemuestras expo