Crítica de Arte. Velázquez

8/15/2019 Crítica de Arte. Velázquez

http://slidepdf.com/reader/full/critica-de-arte-velazquez 1/18

Crítica de Arte

CUADERNOS DE ARTE E ICONOGRAFIA / Tomo III - 5. 1990

Un trípticoneerlandés en elMuseo de ÁvilaUn trípticoneerlandés en elMuseo de ÁvilaIconografía de lasombraIconografía de lasombraAproximación ala iconografía ysimbología deSanto Tom s deA!uinoAproximación ala iconografía ysimbología deSanto Tom s deA!uinoMateriales parauna iconografíade "#as$ilanderas" y

"#os borrac$os"de %ela&!ue&Materiales parauna iconografíade "#as$ilanderas" y"#os borrac$os"de %ela&!ue&'l "'cce (omo" yla ")olorosa" de*osé Mora a lalu& de una

documentacióninédita'l "'cce (omo" yla ")olorosa" de*osé Mora a lalu& de unadocumentacióninédita'l manierismoen laar!uitecturaespa+ola delsiglo ,%I- la faseserliana'l manierismo

http://www.fuesp.com/revistas/pag/cai0504.html#%23

http://www.fuesp.com/revistas/pag/buscar.asp

http://www.fuesp.com/revistas/pag/cai5.html

http://www.fuesp.com/revistas/pag/inicio.html



en laar!uitecturaespa+ola delsiglo ,%I- la faseserliana#a teoríaespa+ola de lapintura en lossiglos ,%I y,%II#a teoríaespa+ola de lapintura en lossiglos ,%I y,%IIArte para laguerra.#aactividadartística en la'spa+arepublicanadurante la/uerra 0ivilArte para laguerra.#aactividadartística en la'spa+arepublicanadurante la

/uerra 0ivil

MATERIALES PARA UNA ICONOGRAFIA DE "LASHILANDERAS" Y "LOS BORRACHOS" DE VELA !UE

F #$%&'%o So(om#)o Rom*$

1ealmente %el &!ue& es inagotable. 2o cono&co un sólo cuadro de estepintor3 al margen de los incomparables retratos !ue pintó sin descanso3!ue tras centenares de estudios $aya recibido una 4explicación4 !ue nose $alle carente de importantes lagunas. 'ntre los cuadros m sconocidos $an resistido me5or el embate de siglos de erudición 6amenudo inco$erente y fragmentaria6 los m s admirados por la críticaactual3 entre ellos 4#as Meninas43 4#as #an&as43 4#as (ilanderas43 4#os7orrac$os4 y 4#a %enus del 'spe5o43 por utili&ar la tradicional o popularnomenclatura. 0on ello también podemos advertir3 lo !ue a lo largo dela copiosa bibliografía bien se demuestra3 !ue los cuadros 4mitológicos4de %el &!ue& son los m s problem ticos en tanto el elemento4representación4- buscando las claves del contenido del cuadro3 unteórico se $a sobrepuesto a otro sin descanso3 ensay ndose $asta lasaciedad3 creyendo en cada momento $allarse en posesión de la

respuesta al problema y dando lugar en la actualidad a un inabarcable4corpus4 de $ipótesis !ue todas 5untas no alcan&an a dar por sentado



una iconografía de tales 4poemas4 mitológicos pintados.

'n las p ginas !ue siguen vamos a ir exponiendo algunos cuantostextos !ue pueden ser muy 8tiles dada su novedad3 pues si alguno $asido tenido en cuenta en alg8n estudio3 globalmente $an !uedadoinéditos dentro de los traba5os !ue se $an ocupado del tema. 9 8tilesen cuanto !ue nos pueden ayudar a buscar una m s adecuadasituación dentro del inconcluso panorama de las mitologíasvela&!ue+as. 2os ce+iremos en todo momento a tales cuadros3 #os7orrac$os y #as (ilanderas3 primera y 8ltima mitología de las !ue pintó%el &!ue&. #o primero !ue se advierte en una r pida y superficialmirada de ambas obras es cierta afinidad 4naturalista4 o4costumbrista43 un com8n afinamiento !ue provoca un enla&amiento3como de círculo !ue se cierra3 entre el fervor 5uvenil y la 8ltimamadure& creativa del artista- ya nadie puede discutir !ue el cuadro de#as (ilanderas representa por sí mismo un verdadero y extra+o4retorno4 a la primera pintura3 a la primera 4estética43 la de los a+ossevillanos3 cuando el artista paladeaba las audaces formas del pueblo.'sto $a llegado a convertir al cuadro en centro privilegiado entre loscuadros de la 8ltima época3 la de la década de :;<=3 !ue se inició conel regreso a la 0orte tras su segundo via5e a Italia y !ue !uedócancelada con la muerte en :;;=.

0on #as (ilanderas se $a venido ensayando3 me5or !ue con ning8notro cuadro de %el &!ue&3 sobre todo dentro de los cuadros de4narración43 todo el amplio abanico de posibilidades de an lisis !ue la(istoriografía3 m s o menos 0rítica3 del Arte $a permitido desde !ueexiste en nuestro país >:?3 desde la acotación documental al estudiotécnico y formal6compositivo3 $asta la iconografía y m s difícilmente lapretensión iconológica. 'ntre tantos enfo!ues distintos e igualmentev lidos por necesarios3 el estudio de la 4composición simbólica43 porllamarle así al desvelamiento de las claves y la trama iconogr fica3 esel !ue m s $a venido seduciendo en la actualidad3 donde m s se $ago&ado escribiendo3 donde con m s vistosidad se $an seguido pistasfalsas. )esde la sugerencia de )iego Angulo en :@ B y :@<B y con eldocumento $allado en :@ B por María #uisa 0aturla >C?3 no podemossino aceptar !ue estamos ante una escenificación barroca3 difícil perocierta3 del mito ovidiano del tr gico enfrentamiento entre la diosagriega Dalas Atenea y una magnífica te5edora $umana3 Aracne. Dero sesabe con seguridad muy poco m s. %ayamos por pasos.

Aun!ue como decimos est del todo claro !ue las dos figuras de laescena del fondo3 contempladas por esas tres damas3 tambiénextra+os persona5es3 son las figuras de Dalas y Aracne en ciertomomento de la evolución de su enfrentamiento3 actualmente resultainsatisfactorio el an lisis completo del cuadro3 a través de lasinterpretaciones con las !ue contamos. )esde los primeros escritos de)iego Angulo3 $asta los comentarios m s actuales de SantiagoSebasti n3 *uli n / llego o *onat$an 7roEn3 $a venido sugiriéndose!ue las figuras femeninas del primer término del cuadro3 las $ilanderaspropiamente dic$as3 pueden ser resultado de una trasposiciónmetafórica y genuinamente barroca del mismo mito del fondo3 lo !uesupone !ue las dos figuras centrales3 la vie5a de la i&!uierda y la 5oven

!ue extiende el bra&o i&!uierdo y !ue se nos ofrece de espaldas3 no$an de ser otras !ue las mismas Dalas y Aracne en el desarrollo de sulabor contendiente. 'sta $ipótesis es siempre sostenible aun!ue no



definitiva3 como m s adelante veremos.

(a sido Santiago Sebasti n3 en el artículo citado3 !uien $a !uerido4ver4 en las figuras femeninas de las tres damas !ue est n de pie antela contienda mítica entre Dalas y Aracne3 a las tres Sirenas del #ibro %de las Metamorfosis de Fvidio3 recurriendo a la posibilidad4emblem tica4 !ue puede portar la extra+a viola o instrumento musical!ue apoya sobre una silla en el espacio contiguo al 8ltimo escalón de laescalera !ue separa los dos mbitos >miremos siempre las ilustraciones!ue acompa+an este artículo?. Dero esta 4versión4 no nos parece v lidaen el momento en !ue tras un repaso al mundo figurativo de los librosespa+oles y europeos de 4 emblem tica4 y mitologías vemos !ue soninnumerables los persona5es y las alegorías a los !ue un instrumentomusical parecido puede acompa+ar o servir en su representaciónpictórica.

Madlyn Millner Ga$r $a llegado a8n m s le5os3 for&ando ambiguamenteel es!uema escenogr fico del cuadro de %el &!ue& $asta convertirlo enrepresentación de la $istoria ovidiana de la 4%irtuosa #ucrecia4 >H?.Muy bien intuyó Frtega y /asset !ue la inexplicable viola era elelemento m s a5eno e indescifrable de cuanto nos muestra lacomposición del cuadro > ?. También sugirió !ue las artesanas de esaprimera escena de 4género4 podían a5ustarse a la labor de la tresDarcas >aun!ue en el cuadro $ay m s figuras en el primer término? !ueaparecen en el gran poema de 0atulo las 42upcias de T$etis y Deleo4.

'n primer lugar3 cabe observar !ue la escena del primer término delcuadro3 como también apuntó Frtega y /asset3 ya citado3 norepresenta formalmente a tres mu5eres te5iendo sino !ue con todaevidencia son al menos cuatro figuras entramadas en una completalabor de devanado e $ilado de lana3 en plena acción. 9 por ello3buscando en textos mitológicos3 y a8n m s3 atendiendo a !ue en elfondo del cuadro se va a proceder a la e5ecución y metamorfosis deAracne en ara+a por su osada competitividad $umana ante la diosa3muy lógico sería pensar con Frtega y /asset !ue las $ilanderas de estaescena fueran no otras !ue las Darcas- la vie5a de la i&!uierda estdispuesta y pronto va a cortar el $ilo de la vida de la desdic$adaAracne. Dero las Darcas aparecen a menudo en los escritos de laAntig edad grecolatina. 'n. 40arón o los 0ontempladores43 de #ucianode Samosata ><?3 $allamos un texto en forma de di logo entreMercurio y 0arón !ue es tal ve& m s descriptivo y se a5usta me5or aldesarrollo de la escena vela&!ue+a !ue la narración catulina !uepropuso Frtega. 'ste es el texto-

4M'10U1IF- >...? si tiendes la vista3 ver s también a las Darcas3 !ue est n $ilando acada cual el $ilo de su vida3 de cuyas finísimas $ebras sucede !ue todos est npendientes. J%es unas como telara+as !ue ba5an sobre cada $ombre desde los $usosK0A1F2- %eo efectivamente unos $ilos muy delgados sobre cada uno3 enredados en sumayor parte los unos por los otros.M'10U1IF- *ustamente3 bar!ueroL por!ue est decretado !ue ése sea muerto pora!uél3 y a!uél por el otroL y éste ser el $eredero de a!uél !ue tenga el $ilo m s corto ya!uél3 a su ve&3 de otro. 'sto significa el enredo de los $ilos. J%es cómo est nsuspendidos en un sutil estambreK 'ste traído $acia arriba3 est muy elevadoL peropronto3 roto el $ilo cuando ya no puede sostener su peso3 caer precipitado3 produciendoun gran estruendoL y ese otro3 por el contrario3 !ue se levanta muy poco sobre la tierra

si cae3 caer sin ruido y sin !ue apenas los vecinos adviertan su caída.4

Al leer este corto di logo no es posible de5ar de observar ciertas



afinidades entre texto y pintura3 sobre todo si fi5amos en mente los$ilos !ue caen como telas de ara+a entre el perímetro trape&oidal delos palos de la devanadera !ue manipula la figura 5oven de la $ilandera!ue nos da la espalda en el primer término del cuadro. 9 cómo no3también cierta convergencia tonal entre el texto en general y el asunto3como de gran 4v nitas mitológica43 del cuadro de %el &!ue&3 en torno aesas 4telara+as4 !ue refiere el dios Mercurio en el texto.

Dero en este corto artículo vamos a ambicionar llegar a m s. 9o creo!ue cuando un pintor barroco del talante clasicista !ue cabe atribuir a%el &!ue&3 se dispuso a crear una enmara+ada 4poesía4 mitológicapintada3 no podemos imaginarlo operando como un simple aglutinadorde disonantes im genes míticas desligadas y extraídas a su ve& def bulas textuales dispares- dado su correctísimo gusto y espírituordenador no enca5a del todo la atribución3 sea cual sea3 de undislocado amasi5o de narraciones sueltas !ue no estuviesen de algunamanera clara3 mediante un 4código4 legible3 co$erentemente y sinenorme dificultad3 interrelacionadas.

Tenemos3 por una parte3 el tapi& !ue aparece en la pared del fondo delcuadro3 sobre el !ue se esbo&a una aproximación al lien&o de Ti&iano4'l rapto de 'uropa43 pero tal ve& a través de la interpretación y copia!ue reali&ó 1ubens y !ue estuvo en la 0orte espa+ola >n :;@H delMuseo del Drado?. Ante este tapi&3 integrando una misma escena3 conun suelo com8n3 se reparten en un plano intermedio3 las figuras3apenas m s nítidas !ue las del tapi&3 de Dalas Atenea y la supuestacompetidora3 y ante ellas3 m s cercanas a nosotros3 las figuras de esastres misteriosas damas- una !ue mira $acia nosotros3 la centraltotalmente de espaldas y la de la i&!uierda !ue de5a adivinar su me5illay !ue apoya su bra&o derec$o sobre la silla !ue sostiene el instrumentomusical en el suelo. #as cinco figuras y la viola se $allan en el mismoterreno espacial 4mítico4 y real3 y por tanto tiene !ue existir unaconexión narrativa !ue comprenda cuantoK sucede y se representa ental escenario.

'sta narración !ue aludimos no $a de ser buscada en otro textoliterario !ue en el mismo de donde se $a extraído la f bula del tapi& >'lrapto de 'uropa? y la contienda de Dalas y Aracne- #as Metamorfosisdel poeta romano de la Antig edad3 Dublio Fvidio 2asón. Dero no encual!uier edición sino en a!uélla !ue casi con toda probabilidad sesupone !ue poseía el mismo %el &!ue& en su biblioteca personal- latraducción correntada en un tomo de 4Anotaciones43 por Dedro S nc$e&de %iana3 editada en :<B@ en %alladolid >;?.

#o !ue $ace enla&ar las cinco figuras erectas de la escena posterior delcuadro con la viola !ue en ella aparece en el suelo contra la silla esresultado de la unidad narrativa y mítica !ue Fvidio efect8a entre loslibros % y %I del poema- al principio del %I comien&a la trama de lafabulosa contienda entre Dalas y Aracne. Dero primero extraigamos loimportante de este libro %I para luego retroceder al % !ue es de dondeDalas Atenea 4viene4 impulsada por una animosa voluntad de poner aprueba el fatal cora5e $umano. 0omien&a el libro %I-

4(abía la diosa Dalas escuc$adoA la sagrada Musa3 y alababa



Sus versos y el castigo 5usto dado.9 así consigo misma ra&onaba-#oar muy poco es3 sin ser loada39 en su favor ra&ones alegaba.Ser la divinidad menospreciada's mal3 y 5ustamente se castiga0ual!uiera !ue a dioses tiene en nada.9 el nimo revuelve a su enemigaArac$ne3 cuya suerte brevementeSer ra&ón a$ora !ue a!uí se diga.4 >N?

(emos de poner muc$a atención a los versos !ue siguen ya !ueencierran bastantes matices !ue podemos situar en la intencionalidadprofunda de %el &!ue& a la $ora de elegir el tema del cuadro 6si es !ueen verdad es posible enmarcar cronológicamente el cuadro en los a+ospostreros del artista6 como un alegato de su derec$o de 4noble&a4 nopor nacimiento sino por dominio excelente de su oficio3 contra el cualvan lan&ados los dardos de la investigación !ue se estuvo llevando acabo ex$austivamente para abrir o no la posibilidad de ser obse!uiadopor su 1ey3 Oelipe I%3 con un $ bito de caballero de la Frden deSantiago-

4 'n lino y lana fue tan excelenteMaestra3 !ue a la )iosa no !uería1endir venta5a3 ante entre la gente.'n p8blico y secreto se decíaPue a la Minerva misma no estimabaLTan grande era su arte y policíaSu fama por el mundo no sonabaDor patria o padre ilustreL el artificiotan raro y extremado la loaba.)e Idmón3 !ue era el padre3 fue el oficio0on p8rpura te+ir la seca lanaL#a madre ya era muerta3 !ue a 5uicio0om8n no la debía tener ufana3Dor!ue era seme5ante a su marido3)e ruin estofa3 pobre y aldeanaMas ella $abía ganado y ad!uiridoDor los pueblos de #ydia gran renombre3aun!ue en pe!ue+a casa $abía nacido.Dor ver las obras suyas no $abía $ombre

Pue no viniese3 y por a!uesto sólo'n toda parte tuvo fama y nombre.

A$ora $emos de se+alar3 y avalar con algunos textos3 cómo es posible!ue no podamos renunciar a establecer !ue las tres damas !ue delargos vestidos est n ataviadas3 en la escena del fondo del cuadro3 nosean otras !ue simple y sencillamente tres 2infas de la mitología3 !uecomo bien veremos suelen servir incluso de tribunal entre seres míticosde otras contiendas en el poema de Fvidio. %er también Oig. H.

4#as 2infas de las vi+as de Timolo)e5aron sus moradas3 y acudieron39 las 2infas también del río Dactolo.9 no sólo contentas estuvieron

http://www.fuesp.com/revistas/img/cai/cai0504_03.gif




)e ver las vestiduras acabadasA do de sus labores muestras vieronLM s a8n cuando las manos delicadas)e Arac$ne las labraban y te5ían3)e todas ellas eran admiradas.'staban espantadas cuando veían(acer vellones de la tosca lana3#a cual lavada apenas conocían39 cardarla y peinarla tan ufana30on sus $ermosos dedos3 imitando#as nieblas !ue se ven en la ma+ana.Pue $ilando estuviese3 !ue labrando3)i5eras ser de Dalas ense+ada3)e !ue ella se desprecia3 no estimandoMaestra talL m s antes in5uriada3)ecía- 4%enga esa diosa si !uisieraL%eremos !uien merece ser loada.4Pue si en $acer labores me venciere3F en otros e5ercicios de otra suerte39o me pondré a la pena !ue me diere.4

Si atendemos3 por otra parte3 a las estrofas cuarta3 !uinta y sexta delanterior texto3 también podíamos imaginar esto refle5 ndose en laprimera escena del cuadro de %el &!ue&3 y así en ella estaríarepresentado el laborar de Aracne alegremente atendida por lamaestría de la diosa de las te5edoras de lana3 un tiempo atr s a8n3cuando la soberbia todavía no $abía conducido a Aracne a afrentar a 4su4 diosa de oficio.

M s adelante3 siguiendo el desarrollo del libro %I3 cuando la diosa y la 5oven ya se disponen a competir3 4(onraron el divino acatamiento Q #as2infas y mu5eres !ue allí estaban.4 )esatada ya la contienda en la !uecada una con gran velocidad te5e una muestra de su maestría en elte5er la lana3 Aracne consigue ofender a la diosa por medio de laenvidia y sobre todo con las ilustraciones !ue $a bordado en su tela3donde los dioses son condenados por sus viles acciones con los$umanos3 figurando también el 1apto de 'uropa por el Toro *8piter. Un$ec$o relaciona directamente el texto de Fvidio con el tapi& del fondodel cuadro de %el &!ue&3 como obra de Aracne-

4 9 con sutil re!uive la postrera

Frilla de la tela guarnecía3)el cual alrededor cercada era.)onde atadas con yedra entrete5ía)iversas flores3 puestas de tal arte3Pue ni Dalas ni 'nvidia allí tenía3Aun!ue la miren toda y cada parte3'n !ué repre$ender. Dor do se enciende'n ira3 con la cual para ella parte. 4 >B?

0ontin8a la narración en el discurrir de lo !ue todos ya sabemos3desatada la cólera de la diosa3 Dalas golpea a Aracne3 ésta sobrecogidapor la verg en&a se a$orca pero la diosa le perdona la vida y la

transforma en ara+a por los restos. Si $emos ido obteniendoprogresivamente nuevos datos de f cil comparación !ue se refle5ancontinuamente en el cuadro3 un texto >para nosotros como si fuera un



4documento4? de las 4Anotaciones4 del traductor Dedro S nc$e& de%iana3 como comentario sucinto a la f bula3 nos puede resultarsugerente al m ximo-

4Sólo digo !ue rociar Dalas a Aragne con el Rumo desta venenosa yerua significa3 lapesadumbre y dolor !ue fatiga a un artista3 !ue tiene satisfacción de alguna rara obra desus manos3 !uando no solo no se le alaba3 mas se le vituperan3 y des$a&en3 mayormentesi le $a costado muc$o su traba5o3 5unto con no pe!ue+o artificio e industria el acabarla.4>@?

(e mantenido la sugestiva ortografía original6facsimilar porconsiderarlo un texto de la mayor importancia para comprender elcuadro del tal ve& desdic$ado %el &!ue&. Si sabemos !ue tuvo ese libroen su poder3 no menos sirve para ratificar su importancia el !uepalabras parecidas $allemos en la difundida 4 D$ilosop$ia secreta4 de*uan Dére& de Moya3 el gran manual $ispano de mitología3 !ueigualmente sabemos !ue se $allaba en poder del pintor-

4'l aconito o rexalgar cogido en el monte 0itoriaco3 y esparcido sobre Aragnes3 ! labuelue en ara+a3 es la ira !ue ocupa a los !ue veen despreciar y abatir las obras !ueellos $an $ec$o con muc$a industria y largo traba5o3 como era lo !ue Aragnes texió.4>:=?

A través de estos dos textos3 en su ortografía original3 podemosvislumbrar un $ec$o 4de espíritu4 !ue muy bien %el &!ue& !uisiesemanifestar valiéndose de su cuadro3 a través del 5uego de los arcanos ylas figuras míticas !ue comprenden una trama de 4poesía43insustituible en el panorama de una vida de artista en ascensión socialy popularidad3 !ue est encontrando fuertes impedimentos a su deseode ser nombrado caballero de una Frden Militar y con ello la noble&a

!ue sue+a3 a!uella !ue seg8n Dac$eco $abían tenido sus antepasadosen el oficio Ti&iano o S nc$e& 0oello3 y la !ue conseguir al fin mesesantes de su repentina muerte.

'l misterio del instrumento musical 6en apariencia una viola de laépoca63 !ue $a estado desafiando siglos de copiosa erudición3 podemosintentar desvelarlo si retrocedemos del libro %I al % en la edición de%iana3 ambos se suceden con cierta unidad tem tica en su discurrir3pues Dalas Atenea sólo decide dirigirse a poner a prueba a ladesdic$ada Aracne tras $aber sido impelida a ello por la escuc$a de unc ntico de la Musa 0alíope y un di logo con la Musa Urania3 en la !ueésta le narra la contienda de las mimadas nueve Musas contra las

desde+osas (i5as de DierioL todo ello como decimos se desarrollaaproximadamente desde la mitad $asta el final del libro %. Urania ledice a Dalas- 4Si $ubiese puerta alguna a la traición cerrada Q F muroalguno contra el mal deseo3 Q 2o nos faltaba3 sacra )iosa3 nadaL Q Masno $ay segura cosa3 a lo !ue creo.4 >::? 9 se dispone a relatarle ladisputa a la !ue les condu5o el desafiante parloteo de las Diérides3 !ueosaban aseme5 rseles en dones de canto3 gracia y $ermosura.Tomaron igualmente a las 2infas por 5ueces- 4 9 por!ue el vencedorme5or se entienda3 Q #as 2infas presentamos por 5ueces Q Pue 5u&gueny diriman la contienda3 Q presentes siendo al disputar a veces >...? #as2infas por 5ueces ya nombradas3 Q 5uraron por los ríos y la laguna Q'stigia3 de 5u&gar no aficionadas3 Q /uardando su derec$a a cada

una. Q #as sillas son de piedra3 do sentadas3 Q Fyeron ya cantar sinsuerte a una...4>:C?. Todo esto ratifica !ue las damas del fondo sonineludiblemente esta cari+osa corte de 2infas y obsérvese la alusión a



unas sillas de piedra en las !ue éstas se instalaban como tribunal antela contienda- la viola del cuadro de %el &!ue& apoya sobre una silla.

Tras los c nticos de una de las aborrecibles Diérides >sus letras sonigualmente de $umillantes !ue los dise+os del tapi& de Aracne?30alíope3 para dar gusto a Dalas repite el canto con el !ue logró vencera las contendientes-

4 2o partiré de a!uí >la Sacra )iosa1esponde? sin oir la melodía)e vuestra vo&4L y en una $ierba umbrosaSentada oyó la Musa3 !ue decía.A una de nosotras m s graciosa'l cargo de cantar se cometía#evantóse de $iedra coronada3Miró si la vi$uela est templada.Tocando con donaire su instrumento3Al canto dio principio deseado3)iciendo así con delicado acentoAl menear de dulces dedos concertados.4 >:H?

9 así cantó a continuación la Musa 0alíope la $istoria de 0eres yDroserpina. #as 2infas se pronuncian en veredicto a favor de las Musasy las Diérides no cesan de seguir in5uri ndolas3 por lo !ue las diosaslas metamorfosean en aves parleras. *usto entonces3 terminando conesto el libro %3 comien&a el libro %I donde es a$ora Dalas la !ue sedispone a probar la fidelidad de su me5or servidora en el oficio de suprotección. 0on todo esto podemos afirmar con cierta seguridad !ue la%iola 4simbólica4 del segundo término del cuadro no es otra !ue esa4vi$uela4 de la Musa3 y !ue se apoya sobre una silla 6Jser de piedraK6!ue muy bien puede representar el caracter 5uicioso de esas 2infas !uesirvieron de tribunal para las Musas3 y a$ora presentes en el cuadroante Dalas3 la sirven de testigo presencial.

Interrogando las figuras femeninas del primer plano ya $emos sugeridoalguna nueva posibilidad3 pero como también de5amos dic$o3 es m sra&onable en un an lisis iconogr fico intentar no salirnos de un posiblecódigo unitario3 un código !ue manifest ndose por las im genes en elcuadro las estructure en una reciprocidad !ue lasa coaliguedespertando resonancias simbólicas concatenadas3 y sobre todotrat ndose de un cuadro del metódico %el &!ue&3 del cual es difíciladmitir !ue3 en el culmen de su religiosa ascensión por los éxitos delArte de su pintura3 se dispusiera a confeccionar un retorcido poema3 unpastic$e como se suele decir3 sino !ue m s bien es reconocerlegarantía merecida en el terreno de la co$erencia3 el esfuer&o !ue$emos de $acer para intentar 4comprenderlo4- así el cuadro $emos desuponerlo como un encadenamiento de narraciones con idénticodesarrollo e igual soltura !ue muestra3 el texto ovidiano.

Si miramos por un momento todos y cada uno de los grabados !ueilustran la traducción ya citada de S nc$e& de %iana3 uno de ellos alpunto nos sorprende3 el !ue encabe&a el libro I% y en el !ue aparecenlas figuras de unas $ilanderas !ue son las llamadas (i5as de Mineo oMineidas3 actores de otra curiosa metamorfosis de seres $umanos !ue$an ofendido con su actitud altiva y reticente a alguna mítica deidad.



Analicemos las figuras : y CL especialmente la primera3 laaproximación y serne5an&a entre cuadro y grabados es m xima3 ya locaptó )iego Angulo en su momento. Dero nadie $a puesto sobre eltapete el texto !ue acompa+a a las im genes3 un relato !ue encabe&ael libro I% pero !ue como viene a ser $abitual entre libro y libro3 lanarración proviene del libro III donde al final del cual se desarrollan lasfiestas en $onor al dios 7aco3 y las mu5eres y los $ombres de Tebas seofrecen a abandonar sus labores y traba5os para participar en ladignidad del festín dionisíaco3 salvo las (i5as de Mineo.

#eemos a continuación ya en el libro I%3 en su inicio-

4 #a $i5a de Mineo dice emperoPue no se $aga a 7aco sacrificio3pues *ove no es su padre verdadero.9 tiene a sus $ermanas en el vicio)e la infidelidad la son $ermanas30onformes en palabras y e5ercicio.Apare5ar las obras soberanas)e 7aco el sacerdote $abía mandado39 cesar las serviles y profanas.#as amas y criadas3 adornado'l pec$o de pelle5os3 destren&adas39 el cabello esparcido y coronado30on tirsos disfra&adas3 bien armadas3#as manda salgan luego3 lana y lino9 las dem s labores olvidadas.4 >: ?

Dara los versos !ue siguen $emos de disponernos a recordar ycompararlos con la figuratividad del 7aco de %el &!ue&3 un cuadro parael !ue tampoco existe un tra&ado iconogr fico co$erente-

4Saliendo sacrifican al divino3Pue llaman 7aco3 7romio y a8n #ieo3(i5o de fuego3 inventor del vinoL2iseo3 T$ioneo3 y padre 2icteleo3)os veces engendrado y dos nacido39aco3 y sacro 'van3 y 'leleo30on otros muc$os nombres !ue $as tenido3#ibero padre3 entre la griega gente3Dor!ue $as mancebo siempre parecido3Muc$ac$o eterno3 y eres sumamente(ermoso3 a !uien te mira all en el cielo%enciste del Friente al Fccidente.Darece3 si te muestras en el sueloSin cuernos3 tu cabe&a de doncella.Dor ti los malos tienen desconsuelo.Dues a Dent$eo y #icurgo3 con a!uella0analla de Tirrenos marineros3Supiste castigar en forma bella.Tirar su carro $acen #inces fierosL#os 7acantes con nimo sencilloTe siguen y los S tiros ligeros.9 el titubeante y flaco ve5ecillo3Apenas con el b culo se tiene3







Te sigue caballero en el asnillo.)o!uiera !ue tu coc$e y gente viene3#os mo&os y las mo&as dan clamores39 al bante del arte !ue conviene.4

'ste 8ltimo verso sugerente y toda la descripción del culto b !uico >no$abla en femenino sino de 4los4 bacantes? nos convendr n cuandoapli!uemos otro texto muy peculiar a #os 7orrac$os de %el &!ue&. Dorlo pronto las (i5as de Mineo se oponen a sacrificar al 5oven dios 7aco3pero3 como indican los versos !ue siguen3 en la creencia de estar alservicio piadoso de su diosa protectora Minerva o Dalas Atenea. )eeste modo3 las ignorantes Mineidas $acen lo correcto con su artesaníapero inocentemente se est n condenando por $umillar a a!uel otro)ios al !ue est n debidas como tebanas. %eamos-

40ampanas repicando y atambores9 gaitas y panderos te suplican#as Tebanas las trates con favores.9 el santo sacerdote no replican3sino e5ecutan todas su deseo39 a $acerte sacrificios ya se aplicanMas las rebeldes $i5as de Mineo3(ilando estambre o lana3 profanaban#a fiesta con extra+o devaneo.9 a todas sus criadas molestaban9 de a!uellas mu5eres !ue allí estaban3(abló $ilando una3 y fue de esta arte-4'n tanto !ue otras de5an su e5ercicio3)e sí y de sus $aciendas olvidadas39 en el fingido y vano sacrificio'st n3 como borrac$as empleadasL2osotras3 !ue escogemos por oficioA me5or diosa ser aficionadasDaréceme aliviemos al momento2uestra labor con cual!uier dulce cuento.4Ir se el tiempo así3 sin !ue sintamosTraba5o en los traba5os comen&adosL9 pues callando todas traba5amos32o es bien !ue los traba5os sean doblados.2o lo ser n3 si a veces recontamos(istorias de los tiempos ya pasados3

9 atienden las ore5as tan ociosasAl relatar gustoso de estas cosas.4

Alc$itoe3 !ue es la !ue $a $ablado3 cuenta a sus $ermanas la $istoriade Díramo y Tisbe3 tras ésta es su $ermana #eucotoe la !ue narra lasde %enus y Marte y a!uella otra de 0licie y #eucotoe3 de nuevo Alc$itoela de Salmacis y (ermafrodita3 $asta !ue-

4'l cuento era acabado3 y todavía#as $i5as de Mineo profanaban#a fiesta y nuevo dios a !uien se $acía. >:<?

9 a continuación toda la $abitación se va tornando en un contrapuntode extra+as metamorfosis3 inundada de parras e $iedras3 y las



Mineidas son lentamente convertidas en murciélagos.

A$ora !ue contamos con todos los relatos podemos recomponer elcuadro- libro I% de las Metamorfosis de Fvidio >Mineidas condenadaspor sacrificar a su diosa Dalas mientras profanan el culto a 7aco?L libro% >%iola de 0alíope aludiendo al triunfo de las Musas sobre Dierides ysilla del tribunal de las 2infas3 m s las tres figuras de unas 2infas3 enrepresentación de a!uella contienda y la presente entre Dalas y Aracne3sirviendo como de enlace?L libro %I >momento 4 pregnanten de ladisputa entre Dalas y Aracne en el !ue la diosa observa el $umillantegesto del tapi& te5ido por su s8bdita ofensiva?. Tres planos especiales ysimbólicos !ue se corresponden ordenadamente a tres librosconsecutivos de Fvidio. 'n los tres planos est incluida luna f buladistinta3 pero !ue comparte la com8n tem tica de la afrenta $umana ala divinidad3 una afrenta cometida por la imprudencia y la vanagloriapor parte de $umanos aventa5ados en artes contra unos diosesprotectores de esas artes3 pero a$ora3 con el nimo $ostigado3restablecen sus designios propios. 'l primer plano del cuadro entra enconexión con el 8ltimo3 las $i5as de Mineo traba5an oficiosamenteloando a su diosa3 la diosa !ue al fondo est siendo $umillada por unamu5er3 !ue como ellas3 pero sobresaliente3 se dedica al arte !ue ladiosa protege3 Aracne. 'l plano intermedio sirve como de efica&3 y nocarente de conexión3 enlace de términos. Dero $ay a8n un actor !ue!ueda en un plano aparte3 fuera del cuadro- 7aco3 el 5oven abstraído!ue aparece como dios del pueblo en #os 7orrac$os de %el &!ue&.

Duede !ue se trate de algo m s !ue una min8scula coincidencia laseme5an&a figurativa entre el for&ado contraposto de la figura deAracne en #as (ilanderas y el de la figura del dios 7aco en lailustración grabada del 'mblema ,,III del 4'mblematum #ibellus4 deAndrea Alciato >Oig. ?3 libro cuya vigencia aleccionadora y repleta desugerencias éticas y morales traspasó los siglos y !ue3 cómo no3 se$allaba también en la biblioteca de %el s!ue& >:;?. Dalas aparece deuna forma muy seme5ante en ambos dise+os3 el for&ado contrapostode Aracné pudo ser motivado por factores de índole diversa noobligadamente conscientes. Si las Mineidas decían no ser 7aco $i5olegítimo de *ove6*upiter3 re&a el 'mblema-

4AUM'2TA1 #A D1U)'20IA 0F2 '# %I2F

Tienen en com8n este templo el padre 7acoy Dalas3 verdadera prole de *8piter ambos.'lla salió de su cabe&a3 él de su muslo.A ella se debe el uso del olivo3 él inventóel vino puro. 'st n unidos merecidamente3por!ue si un abstemio odia el vino3 no tendrning8n auxilio de la )iosa.4 >:N?

0uando uno observa detenidamente el 7aco de %el &!ue& no puedemenos !ue sentirse for&ado a preguntarse !ué estar llamando laatención del dios muc$ac$o3 su mirada. se pierde a lo le5os3 $acia suderec$a3 mira le5os del espacio del cuadro3 no pone atención en lo !ueen ese mismo instante est $aciendo dentro del cuadro- coronar a unprosélito. Dero esto mismo J!ué !uiere representarK También a!uí metemo !ue las explicaciones dadas a8n no $an dado del todo con la





%el &!ue& e5emplificaría ese sano gusto clasicista por confundirse3 encalidad de pintor6poeta o pintor6erudito3 con a!uéllos !ue como el ni+o0iseo 4palidecen a causa de sus afanes3 pero su gloria verdeaeternamente.4

Me atrevería a sugerir !ue en este primer cuadro de plena creación !ue%el &!ue& $a tenido oportunidad de pintar tras su prematura llegada ala c mara real3 no $a tenido me5or intención !ue la de evidenciar elrelato de su $istoria personal- un 5oven salido del pueblo !ue3 trasagotar el género popular >en el amplio sentido de la palabra?3 $aalcan&ado3 por medio de la total simpatía del monarca espa+ol3 esaespecie de tutela !ue la divinidad otorga a !uien acoge en el seno delos poetas y los estudiosos. 'n el cuadro también el pueblo3 cómo noa!uel3 su !uerido pueblo sevillano3 le acompa+a en la ceremonia y conel me5or vino se dispone a celebrar el triunfo del 5oven colega3 unpintor !ue como poeta yQo estudioso presto va a !uedar desnudo antela %erdad y coronado de $iedra al contacto con la Oama.

Dero a8n creo !ue nadie $a $ablado de un persona5e !ue aparece en elcuadro y !ue podemos considerarlo3 no como un adorno3 sino m s bien6ya nos tiene en estos asuntos bien informados *uli n / llego >:@?63como la posible clave emblem tica- un pa5arillo !ue manteniéndose envuelo parece picotear unas uvas !ue yacen en el suelo y !ue estsituado ba5o la pierna derec$a del dios 7aco >ver Ilustración : ?. 2oser necesario sino remitir a la conocida por todos antigua anécdota dea!uellas uvas !ue de tal similitud a la realidad pintó el artista griegoeuxis !ue unos pa5arillos no supieron distinguir y se abalan&aron adegustarlas al instante. 'sta leyenda se convirtió en lugar com8n ytópico !ue recorre sin fin los tratados artísticos del 1enacimiento y del7arroco italianos y espa+oles. Puería significarse siempre mediante ellael extremo grado de 4mímesis4 reproductiva de lo real !ue alcan&ó enépoca de Ale5andro Magno uno de sus me5ores pintores3 y yagenéricamente3 el punto lgido !ue un pincel podía alcan&ar encual!uier época en dirección a reproducir la naturale&a3 $asta llegar aconfundirla con la naturale&a aparente y 4 enga+osa4 del cuadro. 9%el &!ue&3 como un moderno euxis3 pintara cuando pintara estecuadro >tuvo !ue ser antes de pag rsele en la 0orte en :;C@?3 $ubo desentir la verdadera excelencia de su 5oven pintura m s !ue nada en suextremada y prematura $abilidad en 4imitar43 en reproducir conincomparable verosimilitud la naturale&a real de las cosas y los seres.

Dor ello y por infinidad de ra&ones !ue ya se conocen vuelvo a retomarcon este cuadro el tema siempre espinoso del 4naturalismo4vela&!ue+o3 actualmente muy cuestionado- pensemos lo !ue uncuadro así tenía !ue ser en una época sin cine ni fotografía3 y el orgullode ser su autor3 por parte de un 5oven !ue apenas llegaba a los treintaa+os de edad. )e todos modos3 al margen de la sutilísima(istoriografía actual 6!ue con %el &!ue& nunca $a de5ado de dar altraste63 #os 7orrac$os es el manifiesto de 4su4 orgulloso dominio en latécnica imitativa3 de 4su4 soberbia superioridad respecto de todos lospintores de la nación y la 0orte. (asta entonces no $abía pintado m s!ue retratos y narra *usepe Martíne& cómo se le llegó a considerar unpintor incapa& de $acer otra cosa !ue 4cabe&as4- pero ganó un

concurso con su 4'xpulsión de los Moriscos43 y con #os 7orrac$os3seg8n yo creo3 pudo demostrar al m ximo su asombrosa magnitud. Siel primero de los cuadros no se conserva3 el segundo sí3 mostr ndonos

http://www.fuesp.com/revistas/img/cai/cai0504_i1.gif




en 'l Drado esa fant stica integración de idealismo y materialismo !ueel euxis sevillano regalaban >C=?.

Fbservemos la Oigura <3 es la primera p gina de la elegantetraducción3 a8n no superada3 del largo poema 4Aminta4 de Tasso3 porotro gran sevillano de la época de %el &!ue&3 *uan de * uregui3 !uienpor otra parte escribió un extenso poema dedicado a la Dintura3 dentrode la polémica renacentista del 4Darangón4 entre las artes3 dondemediante el di logo discuten Dintura y 'scultura y $ace a la ve& demediadora 2aturale&a. %emos en esta figura unas aves !ue se lan&an apicotear unas uvas !ue en un lien&o una mano $a pintado a pincel3repitiendo el mismo episodio de euxis ya mencionado. 'n una orlaoval va inscrito- T1A(IMU1 SD'0I' 1'0TI3 !ue podemos traducir por4Atraídos por la belle&a de lo recto3 lo bien $ec$o4. 9 recordemos elverso citado3 cuando Fvidio narraba la liturgia b !uica3 !ue decía 4 9al banle del arte !ue conviene4. 'n otro sentido el lien&o es unacompleta lección aristotélica 6la Doética de Aristóteles formó parte de lalibrería de %el &!ue&3 posiblemente la traducción de Frdó+e& de :;C;63del estilo de este texto-

4Dero de las causas3 y éstas muy naturales3 parece !ue tuviese origen la poesía- una esla imitación3 !ue nace 5untamente con cual!uier $ombre desde ni+o3 y por ella somosdiferentes de los otros animalesL lo uno3 por!ue somos aptísimos para imitarL y lo otro3por!ue imitando ad!uirimos las primeras disciplinas3 y por!ue todos recibimos gusto enlas imitaciones3 de lo cual es argumento lo !ue cada día sucede3 por!ue las cosas3 !uenosotros mismos mir ndolas recibimos pena3 guando miramos sus im genesperfectamente imitadas de los artífices3 nos causan sumo placer y esto nace3 de !ue elaprender es cosa dulcísima3 no sólo para los filósofos3 sino para todos los $ombres3aun!ue en esto sean poco parecidos. 9 así los !ue miran las im genes reciben contento3por a!uel accidente !ue sucede de apre$ender lo !ue $ay en ellas3 mientras lasconsideran3 y de sacar la conclusión de lo !ue es cada una de estas cosas3 por!ue

guando sucediese3 !ue el !ue mira la imagen nunca $ubiese visto lo !ue representa3 norecibiría placer por la imitación3 pero recibíale por el artificio3 o por los colores3 o por otracausa seme5ante. 4 >C:?

Tanto por el texto de Moya3 el dibu5o de * uregui3 el episodio ovidianoo por el desarrollo aristotélico3 podemos intuir !ue en #os 7orrac$os seest $aciendo alarde de las propias facultades en el e5ercicio deconfundir lo real y lo imaginario en la perfección ideal de la pintura- si%el &!ue& en #as Meninas se erigir en Apeles de su 1ey3 a!uí3 en el7aco3 $a mostrado el grado insuperable en el !ue se encuentra en sucarrera de éxito3 no de otra manera !ue como un euxis !ue llegar aser como a!uél3 Apeles de Oelipe.

Dero cómo ligar los dos cuadros de !ue nos $emos ocupado. Sólo lovamos a efectuar a modo de $ipótesis !ue no pretende ser definitiva.Todo lo !ue vamos diciendo no pretende 4demostrar4 sino me5or4mostrar4. #a relación la vamos a establecer iconogr ficamente3 ya !uelas relaciones formales son bien conocidas. Drimero se+alaremos !ueotro $ec$o $a pasado inadvertido por los teóricos !ue a %el &!ue& $andedicado esfuer&os. Sabemos por un lado !ue %el &!ue& a lo largo desu obra muy a menudo operó con visión program tica3 ligando unasobras con otras en repetidas ocasiones3 por lo !ue puede no ser un$ec$o fortuito el !ue ambas pinturas sean seme5antes en formato ymedidas. Tras la 8ltima restauración !ue #as (ilanderas $a sufrido le$a sido restituído su tama+o original- :; x C<= cms.3aproximadamente. #os 7orrac$os mide actualmente :; x CC<3 peroest documentado !ue fue cortada la tela un poco por cada lado3 tal





ve& como se viene creyendo a causa del incendio del Alc &ar de Madridocurrido en :NH .

#os formatos seme5antes sorprenden si revisamos ba5o estudiocomparativo los restantes cuadros del pintor y vemos cómo nunca serepiten formatos y medidas3 salvo cuando existe un programa o unaseriación consciente3 como es el caso de los cuatro 7ufones o el demuc$os retratos3 especialmente los de Infantes3 como también el'sopo y el Menipo3 etc. Si por otro lado interrogamos los o5os del dios7aco y a la i&!uierda del cuadro ponemos #as (ilanderas >verilustración C?3 es posible imaginar una conexión simbólica y narrativa-Dalas se dispone a castigar la soberbia y el atrevirniento de sucompetidora Aracne3 mientras !ue las tran!uilas Mineidas $ilanalegremente sin ser en absoluto conscientes de la gran falta !ue con sutraba5o est n cometiendo a otro dios3 7aco3 !ue en otro territorio >#os7orrac$os? muestra al acto ese gesto abstraído y levementesobresaltado en dirección a algo !ue detecta y cae fuera del cuadro- elsacrilegio de esas infelices $ilanderas.

Dor otro lado tampoco sería del todo aventurado relacionar los doscuadros por medio del 'mblema ,,III de Alciato ya mencionado >Oig.? . 0on este 'mblema utili&ado como ve$ículo de enlace entre los doscuadros3 !ue a su ve& !uedan muy bien integrados respecto del relatomitológico en los libros I%3 % y %I de las Metamorfosis de Fvidio3%el &!ue& propondría una ardua pero inteligible lección moral deprudencia y buen nimo. Si %el &!ue& pintó su primer gran cuadromitológico3 #os 7orrac$os3 con el nimo vigoroso de un 4naturalista4triunfante en los primeros a+os de estancia en la 0orte3 en su 8ltimo4poema4 mitogr fico recrudece el tono moral3 y a!uel 5uvenil descubrirla %erdad significado en aliento b !uico se $a tornado3 tras la crisis decrecimiento de toda una vida de creación y éxito irrefrenables3 en unaprofunda crisis de conciencia al borde de un imperdonable triunfo conla ad!uisición del $ bito de Santiago >CC?.

A$ondar en la iconografía vela&!ue+a se convierte siempre al final enun deficiente pero sugestivo aporte de documentos y materialesinéditos para la reflexión estética y $umanística. 's una m s de lasposibilidades de su extra+a creatividad3 nunca agotable su capacidadde sugerir en un inextricable 5uego de significaciones intelectuales através de la depuración de la forma. 0omo di5o Frtega y /asset-4(abía $ec$o el descubrimiento m s impopular- !ue la realidad sediferencia del mito en !ue no est nunca acabada4 >CH?.

/ranada3 5unio de :@BB

NOTAS

>:? 's una lista inabarcable pero un buen resumen a modo de repaso de las m simportantes versiones se $alla en SA2TIA/F S'7ASTIA23 4 Nueva lectura de "LasHilanderas". La emblemática como clave de su interpretación 4 1evista O1A/M'2TFS3 n:3 :@B 3 p gs. ;6 N. 9 cómo no3 a través de las p ginas de *F2AT(A2 71FV234Velázquez, pintor y cortesano 43 Madrid3 Alian&a3 :@B;.

>C? )I'/F A2/U#F IWI/U' 3 4 Las Hilanderas 43 en A10(I%F 'SDAWF# )' A1T'3 :@ B3p gs. :6:@. )el mismo3 4 Las Hilanderas (Sobre la cono!ra #a de $racne% 43 en A10(I%F









'SDAWF# )' A1T'3 :@< C3 p gs. ;N6B<. MA 1IA #UISA 0ATU1#A3 4&l 'oleccionistamadrile o )on *edro de $rce, que poseyó +Las Hilanderas+, de Velázquez 43 en A10(I%F'SDAWF# )' A1T'3 :@ B3 p gs. C@H6H= .

>H? MA)#92 MI##2'1 GA(13 4Velázquez+s "Las Hilanderas" $ ne- interpretation 43 enA1T 7U##I'TI23 :@B=3 p gs. HN;6HB .

> ? *FS' F1T'/A 9 /ASS'T3 4 Velázquez 43 Madrid3 Aguilar3 :@BN3 p g. C@N. Se trata deuna antología reciente de los escritos !ue Frtega dedicó a la figura y época de%ela&!ue&.

><? #U0IA2F )' SAMFSATA3 4bras completas 43 Madrid3 :BBC3 tomo I3 p gs. H=C6H=H.

>;? Seguimos en todo momento la edición en dos vol8menes de Madrid3 :BBN. 0itaremosF%I)IF3 por SÁ20(' )' %IA2A.

>N? F%I)IF3 por SÁ20(' )' %IA2A3 ob. cit.3 p gs. CC<6CC;.

>B? F%I)IF3 por SA20(' )' %IA2A3 ob. cit.3 p g. CHH.

>@? Se trata de un 4Fvidio morali&ado4- atendiendo a la pr ctica $abitual de lostraductores de la época3 un traductor como S nc$e& de %iana a+ade a la obra traducidaun comentario personal y moral ba5o el título de 4 $notaciones sobre quinte libros de las/rans ormaciones de 0uidio. 'on la 1it2olo!ia de las abulas, y otras cosas. 4 %alladolid3:<B@. Utili&amos la edición original3 fol :CB.

>:=? IUA2 D'1' )' MF9A3 4 *2ilosop2ia Secreta donde deba3o de 2istorias abulosas secontiene muc2a doctrina prouec2osa a todos estudios... 43 Madrid3 :;CB3 fol. H@ >:Xedición de :<B<?.

>::? F%I)IF3 por SA20(' )' %IA2A3 ob. cit.3 p g. :@N.

>:C? F%I)IF3 por SA20(' )' %IA2A3 ob. cit.3 p g. C=:.

>:H? F%I)IF3 por SA20(' )' %IA2A3 ob. cit.3 p g. C=C.

>: ? F%I)IF3 por SA20(' )' %IA2A3 ob. cit.3 p gs. :H<6:HN.

>:<? F%I)IF3 por SA20(' )' %IA2A3 ob. cit.3 p gs. :<N6:<B.

>:;? 's el momento de recordar !ue adem s de una edición del Alciato3 %el &!ue& poseíaen su biblioteca personal el tratado3 ya mencionado3 de *uan Dére& de Moya3 la tambiénya mencionada traducción de las Metamorfosis de Fvidio por Dedro S nc$e& de %iana yla italiana de #U)F%I0F )F#0'3 m s una Doética de Aristóteles !ue m s adelantemencionaremos3 entre centenar y medio de libros m s. Dara ello3 cons8ltese- O. *.SA20(' 0A2TF23 4 Los libros espa oles que poseyó Velázquez 43 en %A1IA%'#A PU'WA3 tomo I3 Madrid3 :@;=3 p gs. ; =6; B. 9 del mismo3 4 La librer#a deVelázquez 43 en (FM'2A*' A M'2Y2)' DI)A# tomo III3 Madrid3 :@C<3 p gs. HN@6 =;.Si bien S nc$e& 0antón pensó !ue no era sino la traducción de 7ustamante el e5emplarde Fvidio !ue poseía %el &!ue&3 y así lo creyó también Angulo3 son numerosas lasra&ones !ue $acen pensar en !ue es m s posible !ue se tratara me5or la de S nc$e& de%iana citada. Intento en mi artículo también colaborar en esta 8ltima posibilidad.

>:N? A#0IATF3 4&mblemas 43 edición a cargo de Santiago Sebasti n3 Madrid3 AZal3 :@B<3p g. <<.

>:B? D'1' )' MF9A3 ob. cit.3 libro II3 0ap. ,,%III3 4)e 7aco43 fol. :N@.

>:@? *U#IA2 /A##'/F3 4Visión y S#mbolos en la pintura espa ola del si!lo de ro 43Madrid3 0 tedra3 :@B . 4... cual!uier elemento del cuadro puede ser3 a la ve&3 real ysimbólico4. >p g. :@H?L 49 es !ue el ob5eto simbólico $a de ser tan real como suportador- al mismo tiempo es auténtico e imaginario.4 >p g. :@<?L 4... las ideas de



%el &!ue&3 alimentadas por los cl sicos y los emblemistas3 tratan de abrirse un nuevocamino de expresión3 en dirección opuesta a la seguida por los pintores de la primerageneración del Siglo de Fro. 'stos partían de lo absoluto para alcan&ar lo realL %el &!ue&parte de lo real 6el tema vulgar y cotidiano6 para alcan&ar lo absoluto4. >p g. C;;?.

>C=? A1ISTFT'#'S3 4*o4tica 43 traducción de Frdó+e& >:;C;?3 Madrid3 Antonio de Sanc$a3:NNB3 0ap. I%3 :3 p g. :<.

>C:? Dara reconducirnos en la problem tica figurativa e iconogr fica en torno al 7aco de%el &!ue&3 creo destacables los siguientes traba5os- M. S. SF1IA3 4La Venus, los5orrac2os y la 'oronación de Velázquez 43 en A10(I%F 'SDAWF# )' A1T'3 :@<H3 p gs.C;@6CB<L 0(A1#'S )' TF#2A93 4 Las pinturas mitoló!icas de Velázquez 43 en A10(I%F'SDAWF# )' A1T'3 :@;:3 p gs. H:6 <L SA2TIA/F S'7AliTIA23 4 Lectura icono!rá ico6iconoló!ica del "1ito de 5aco" (Los 5orrac2os% de Velázquez 4 en (FM'2A*' A *. A.MA1A%A##3 Madrid3 :@B<3 tomo III3 p gs. H<@6H;N.

>CC? 2ada impide suponer la 4idea4 de interconectar ambas obras desde #as (ilanderas$acia #os 7orrac$os3 o !ue incluso %el &!ue& tuviera en mente o abocetado #as(ilanderas $asta el tardío día en !ue lo llevó a cabo. 0aben m8ltiples posibilidades3 puespara los dos cuadros no $ay fec$a exacta y apenas documentación.

>CH? *FS' F1T'/A 9 /ASS'T3 ob. cit.3 p g. <.

Crítica de Arte. Velázquez

Documents

Transcript of Crítica de Arte. Velázquez