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1 Crisis en la balanza de pagos y su efecto sobre la política social El caso de Venezuela No nos cuesta trabajo adaptarnos al cambio de la temperatura entre verano e invierno, sin embargo, el primer frente frío en otoño que nos cae de sorpresa, nos enferma todos. Me enfermé por el frente frío. No puedo cambiar la causa de mi sufrimiento. El frente frío no está bajo mi control, sin embargo, me enfermé porque no reaccioné adecuadamente. Si hubiese pensado en la posibilidad de un frente frío, hubiera llevado un suéter. L.P. 2009 por Maestro en Economía Lars Pernice Palabras claves: Inflación, Crisis en la Balanza de Pagos, Devaluación, sudden stop

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Crisis en la balanza de pagos y su efecto sobre la política social

El caso de Venezuela

No nos cuesta trabajo adaptarnos

al cambio de la temperatura entre verano e invierno,

sin embargo, el primer frente frío en otoño que nos

cae de sorpresa, nos enferma todos.

Me enfermé por el frente frío.

No puedo cambiar la causa de mi sufrimiento.

El frente frío no está bajo mi control, sin embargo,

me enfermé porque no reaccioné adecuadamente. Si

hubiese pensado en la posibilidad de un frente frío,

hubiera llevado un suéter.

L.P. 2009

por

Maestro en Economía

Lars Pernice

Palabras claves: Inflación, Crisis en la Balanza de Pagos, Devaluación, sudden stop

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Crisis en la balanza de pagos y su efecto sobre la política social

El caso de Venezuela

La balanza de pagos es un dato macroeconómico muy importante. Por definición, la

balanza de pagos está siempre en equilibrio, sin embargo, sus subcuentas pueden tener

superávit o déficit. Aún cuando una de las subcuentas tiene un déficit y éste puede ser

equilibrado por la otra subcuenta y/o la variación de las reservas internacionales, no habrá

impacto sobre el tipo de cambio ni un ajuste en los precios de bienes o servicios de

exportación o importación.

El problema surge cuando hay un desequilibrio en una subcuenta, el cual no puede ser

equilibrado por la otra cuenta, ni por la variación de las reservas internacionales. En este

caso se habla de una crisis en la balanza de pagos.

Los países de América Latina han sufrido muchas crisis en la balanza de pagos, las cuales

restringieron su crecimiento económico, nivelaron los avances sociales y, además,

generaron inestabilidad política1. Los problemas en la balanza de pagos fueron provocados

por dificultades en los datos macroeconómicos nacionales y por variaciones sorpresivas de

la tasa de interés internacional o de la cotización a nivel global por los principales bienes de

exportación de los países correspondientes.

Se considera que Venezuela será el siguiente país, en América Latina, con una crisis en la

balanza de pagos. A finales de los años 50, el país sudamericano tenía un ingreso per cápita

similar a aquél de Alemania Federal2 y, a pesar de su riqueza petrolera, hoy en día,

Venezuela es un país con bajos ingresos y una distribución polarizada de los mismos3.

Desde 1999, el presidente Hugo Chávez busca mejorar las condiciones sociales,

aumentando los ingresos de los más pobres del país, sin embargo, el financiamiento de

estos programas proviene, principalmente, del impuesto inflacionario y del alto precio del

3

petróleo. El primero genera problemas en la balanza de pagos y el segundo tiene el riesgo

de sudden stop (Calvo, 1998) y, por eso, surgen cada vez más voces que pronostican una

devaluación4.

El objetivo de este trabajo es analizar la situación económica de Venezuela, así como la

probabilidad de una devaluación y su efecto sobre la política social del país.

Esta investigación se divide en seis capítulos: los primeros dos abarcan reflexiones teóricas

sobre las causas de una crisis en la balanza de pagos y las posibilidades cómo evitarla. En la

tercera y cuarta parte siguen investigaciones de la situación económica de Venezuela a

mediados de 2008 y a finales del mismo año. La quinta parte contiene estimaciones sobre la

probabilidad de una crisis en la balanza de pagos y una discusión sobre las posibilidades de

evitarla en el caso de Venezuela. El trabajo termina con reflexiones sobre los efectos de una

devaluación sobre la política social del país.

La balanza de pagos y las causas de una crisis en la misma

La balanza de pagos es el registro de todas las transacciones económicas que realiza un país

con el resto del mundo. La suma de las variaciones en las subcuentas de la balanza de pagos

determina al tipo de cambio y, por lo tanto, a los movimientos en los precios por bienes y

servicios de exportación e importación. En el caso de un tipo de cambio flexible, las

variaciones en la cuenta corriente más la cuenta de capitales generan altibajos en la

cotización de la moneda nacional. Cuando un país decide tener un tipo de cambio fijo, las

variaciones se reflejan en el aumento o la disminución de las reservas internacionales del

mismo y, cuando éstas se acaben, una devaluación será necesaria con un impacto

perjudicial sobre la economía y la política social del país correspondiente.

4

Debido a que Venezuela tiene, desde 2003, un régimen de tipo de cambio fijo, este análisis

se concentra en los efectos de políticas/acontecimientos macroeconómicos sobre la balanza

de pagos bajo un régimen de tipo de cambio fijo.

Una crisis en la balanza de pagos puede ser generada por un déficit en la cuenta corriente o

bien en la cuenta de capitales siempre y cuando perdure por más tiempo y no pueda ser

compensado por un superávit en la otra cuenta. Es decir, un déficit en la cuenta corriente

que no es compensado por un superávit en la cuenta de capitales exige una venta de

reservas internacionales y cuando éste dure por mucho tiempo, las reservas puedan

acabarse y una devaluación será inevitable.

Las causas, por qué una subcuenta sufre un déficit que no se compensa mediante un

superávit en la otra cuenta, pueden ser tres: crisis de confianza, problemas en la relación

entre exportaciones e importaciones y el fenómeno de sudden stop.

La crisis de confianza está muy ligada a mercados financieros abiertos. Se trata de

cualquier acontecimiento que convierte las opiniones positivas, que tenía el mundo

inversionista sobre un país, en proyecciones negativas e induce a una fuga de capitales. Esta

salida de capitales es problemática siempre y cuando no puede ser compensada por un

aumento de las exportaciones. Cuando las percepciones de los inversionistas siguen siendo

negativas, las exportaciones no se pueden aumentar y la disminución de las reservas sigue

sin parar, esta fuga de capitales genera una crisis en la balanza de pagos.

La crisis de México, en 1994, se puede clasificar como una crisis de confianza debido a que

la inestabilidad política del país, en este año, provocó una fuga de capitales que acabó con

las reservas del país Azteca (Oppenheimer, 1996). La crisis de los países asiáticos, en 1997,

tuvo su origen en una caída de los precios de componentes electrónicos producidos en

5

Tailandia5 que, a su vez también, generó una crisis de confianza, convirtiéndose en una

fuga de capitales, primero, de Tailandia y, después, de toda la región.

En el caso de Venezuela, se puede descartar esta causa porque el mercado financiero es

ampliamente controlado por el gobierno y una fuga masiva de capital no es posible.

La siguiente razón de una crisis en la balanza de pagos es cuando existe un déficit en la

cuenta corriente y el superávit en la cuenta de capitales no es suficientemente alto para

equilibrar las dos subcuentas. Esto puede suceder, en momentos de alto crecimiento,

cuando la propensión marginal a importar crece con el aumento del PIB nacional. Es decir,

la gente con ingresos crecientes tiende comprar más bienes de importación con el efecto de

un aumento del déficit en la cuenta corriente.

También puede ser que una inflación nacional superior a aquélla en los principales socios

comerciales provoca el aumento de las importaciones. En este caso, bienes nacionales

serán, en el mercado local, sustituidos por productos de importación porque las primeras

sufren el aumento de los costos generado por la inflación, y por eso, sus precios crecen

más. Por el otro lado, los bienes de importación conservan sus precios y,

consecuentemente, se vuelven relativamente más baratos en el mercado nacional. Cuando

el diferencial de tasas de inflación es pequeño no es tan problemático, sin embargo, cuando

la inflación nacional supere en más de 10% la misma de los socios comerciales, el proceso

de sustitución será considerable. En Venezuela, se observa, precisamente, una situación así.

La última causa de una crisis de balanza de pagos es el fenómeno de sudden stop, al cual se

define en la literatura económica6

como un paro sorpresivo de entrada de medios

financieros. Un sudden stop puede provocar un déficit en la cuenta de capitales o un déficit

en la cuenta corriente. El primero puede tener su razón en un retiro sorpresivo de capital,

como se analizó en la parte sobre la crisis de confianza, pero, también por un paro

6

sorpresivo de otorgamiento de préstamos a causa del aumento de la tasa de interés, como

sucedió en 1982 cuando el banco central de EE.UU. incrementó, considerablemente y de

manera inesperada, la tasa de interés, el denominado “Choque Volver”.

El déficit en la cuenta corriente puede tener su causa en una caída sorpresiva y dramática de

las cotizaciones por los principales bienes de exportación. Muchos países tienen una

estructura exportadora dominada por un bien en particular que cubre entre 50% hasta casi

100% de las ventas internacionales y, cuando los precios de este bien caen en

abruptamente, la situación en la cuenta corriente se vuelve más crítica. La disminución

sorpresiva del valor de las exportaciones puede ser causada por el progreso tecnológico,

haciendo obsoleto un bien en particular, como fue el caso en Asia (1997) o por vaivenes en

el mercado internacional, como fue el caso de los precios del petróleo para México (1982 y

1986) (Torres Gaytán, 1990).

La hipótesis de este análisis es, precisamente, que la caída sorpresiva del precio del

petróleo, en la actualidad, hace inevitable la devaluación de la moneda local de Venezuela.

Posibilidades para evitar una crisis en la balanza de pagos

En general, una crisis en la balanza de pagos se anuncia a los expertos con algún tiempo de

anticipación y, por lo tanto, los responsables, en los países correspondientes, reaccionarán

ante este desafío mediante políticas para evitar o frenar el déficit tanto en la cuenta

corriente como en la cuenta de capitales.

Los instrumentos para evitar o frenar un déficit en la cuenta corriente son la promoción de

exportaciones (camino seguido por los países de Asia Oriental mediante sus programas de

Industrialización Orientado hacia las Exportaciones “IOE” (Amsden, 1989)) y limitar las

7

importaciones (seguido por los países de América Latina mediante la Industrialización

Sustitución de Importaciones “ISI”). A nivel de la cuenta de capitales, hay controles

cambiarios (como existen actualmente en China y en Venezuela), cobros por la salida de

capital de corto plazo (caso de Malasia y Chile) y la promoción de la entrada de capital

extranjero (realizado por la mayoría de los países, con economías abiertas, mediante

agencias estatales de promoción). Sin embargo, casi todos estos programas difícilmente

funcionan a corto plazo y, consecuentemente, no son adecuados para resolver problemas en

la balanza de pagos generados por el fenómeno de sudden stop.

En el caso de paro sorpresivo de flujos de capital, los remedios tienen que ser diferentes. Si

se trata de un asunto temporal, préstamos de instituciones internacionales ofrecen un alivio

rápido, sin embargo, cuando se trata de cambios permanentes, estas instituciones se ponen

más restrictivas en el otorgamiento de crédito.

Cuando no se puede hacer correcciones en la cuenta corriente ni en la cuenta de capitales y

las reservas internacionales se agotan, la devaluación será inevitable. La devaluación de la

moneda local resuelve el problema en la balanza de pagos mediante la reducción de las

importaciones y el incremento de las exportaciones según las elasticidades de la demanda,

sin embargo, en general, la elasticidad de la demanda por las exportaciones es mayor que la

misma por las importaciones. Por la reducida posibilidad de sustituir importaciones, cuyos

precios aumentan en el mercado nacional, la inflación aumenta abruptamente.

En resumen, se puede destacar que, en un régimen de tipo de cambio fijo, el equilibrio en la

cuenta corriente más la cuenta de capitales es de suma importancia para evitar el

agotamiento de las reservas internacionales y salvar al país de una devaluación.

8

La situación de Venezuela a mediados de 2008

En esta parte, se realiza un análisis de la situación de Venezuela a mediados de 2008,

cuando el precio del petróleo era todavía muy alto, formulando la siguiente pregunta

¿existieron síntomas de una crisis en la balanza de pagos en el país sureño?

Con la toma de poder por Hugo Chávez, en 1999, cambió la orientación de la política

económica del país. Desde entonces, el gobierno buscó mejorar la situación social del país

alcanzando el “Socialismo del Siglo XXI”. Se avanzó en el mejoramiento de las

condiciones sociales mediante programas de alfabetización y educación primaria, centros

de salud (Barrio adentro) en zonas marginadas y mediante una red de tiendas de abasto

popular (Mercal) (ver anexo tabla 16). Además, se aumentó considerablemente las

renumeraciones de los servidores públicos (ver anexo tabla 17) con el resultado de un

incremento considerable de la demanda agregada. El punto débil de estos programas es que

son financiados por el impuesto inflacionario creciente (ver anexo tabla 2) y por los altos

precios del petróleo (ver anexo tabla 10).

A mediados de 2008, los datos macroeconómicos mostraron, en su mayoría, una situación

positiva. El crecimiento del PIB con tasas de crecimiento alrededor de 10% (ver anexo

tabla 1) rebasó a todos los demás países de la región, sin embargo, este éxito se debe, en

gran parte, al alto precio del petróleo (ver anexo tabla 10) porque 25% del PIB venezolano

se deriva directamente de los ingresos petroleros (ver anexo tabla 5). Además, este

crecimiento económico generó un aumento de las importaciones (ver anexo tabla 8), el cual

no presentó un problema en la cuenta corriente porque el valor de las exportaciones creció

aun más, en este tiempo.

9

La situación del presupuesto gubernamental muestra, también, una situación favorable.

Desde hace muchos años Venezuela tiene un superávit fiscal (ver anexo tabla 4), sin

embargo también, el presupuesto es financiado en 50% por las exportaciones petroleras

(ver anexo tabla 5). Los crecientes ingresos petroleros de los últimos años facilitaron una

política social cada vez más amplia sin incurrir en problemas presupuestales. Es decir, una

situación de un presupuesto deficitario financiado mediante un creciente endeudamiento en

moneda extranjera no existió.

La inflación es el único indicador que muestra una situación crítica. Como se mencionó

anteriormente, la política social es financiada por el impuesto inflacionario mediante la

ampliación de la base monetaria. Desde hace varios años, el gobierno aumenta la demanda

agregada sin tomar en consideración la capacidad para aumentar la oferta de bienes y

servicios por parte de la planta productiva del país o mediante mayores importaciones al

mismo tiempo, provocando incrementos generales de los precios (ver anexo tabla 2).

Cuando la inflación local es superior a la misma en los principales socios comerciales (ver

anexo tabla 2), ésta contribuye a la reducción de las exportaciones no petroleras y al

aumento de las importaciones (ver anexo tabla 8); sin embargo, en el caso de Venezuela a

mediados de 2008, el efecto sobre la balanza de pagos no fue problemático debido al

crecimiento de las exportaciones petroleras. Tampoco, la creciente salida de capital, que

provocó mayores cotizaciones del bolívar en el mercado negro (ver anexo tabla 7), generó

mayores problemas. Los controles de importaciones y las limitaciones de cambio de divisas

cada vez más estrictas7 evitaron que la situación en la balanza de pagos se agravara, y

comprobaron que el gobierno de Hugo Chávez reconoce este problema como un obstáculo

para su política social.

10

Ser incapaz o no tener voluntad de evitar el alza de precios mediante el control de la base

monetaria, el gobierno busca estabilizar los precios por otras vías como por ejemplo

mediante la fijación de los precios de productos de la canasta básica (especialmente

productos vendidos en los mercados de abasto social, Mercal), la reducción del IVA en el

20078, el intento de suprimir la autonomía del banco central

9, la supresión de tres ceros en

los billetes del bolívar al inicio del año 2008 (Sin autor, La Jornada, 2º de enero de 2008) y

la nacionalización de empresas10

.

En resumen, se puede señalar que la situación macroeconómica a mediados de 2008 no

presenta mayores problemas para la balanza de pagos, sin embargo, la creciente inflación es

un foco amarillo y la dependencia de la cuenta corriente y del presupuesto del alto precio

del petróleo sí es muy problemático. Se considera que, a corto plazo, una devaluación no es

probable, pero, en el mediano plazo, un ajuste puede ser necesario siempre y cuando el

precio internacional de petróleo siga constante o, aún peor, baje y no se logre frenar el alza

de las importaciones. Mientras en el 2009, se considera que el gobierno de Hugo Chávez no

cambiará el valor de la moneda nacional, debido a que es el décimo aniversario de su toma

de poder; sin embargo, en el mediano plazo, los responsables11

reaccionarán ante esta

problemática con una devaluación controlada como se ha hecho en los años 2004 y 2005

(ver anexo tabla 7).

La situación de Venezuela a finales de 2008

A finales de 2008, la situación cambió dramáticamente para el país exportador de petróleo,

es decir, los precios internacionales del petróleo disminuyeron considerablemente de

niveles superiores a 100 dólares a cotizaciones cercanas a los 30 dólares. Esto significa una

11

reducción inesperada de los ingresos por las exportaciones, la cual genera en Venezuela una

situación de sudden stop. En el país sureño, esta situación es grave porque 93.4% (ver

anexo tabla 9) del valor de las exportaciones esta generado por la venta de petróleo, 50% de

los ingresos del Estado provienen del combustible y 25% del PIB depende directamente del

mismo (ver anexo tabla 5). En el siguiente cuadro, se puede observar el efecto de una caída

del precio internacional del petróleo en 50% sobre la balanza de pagos del país sureño.

Cuadro 1: Efecto de una caída del precio de pretróleo en 50%

sobre la balanza de pagos de Venezuela

antes (2008*) después **)

Cuenta corriente 44 (+) 5 (+)

Cuenta comercial 49 (+) 10 (+)

Exportaciones FOB 83 (+) 44 (+)

petroleras 78 (+) 39 (+)

no petroleras 5 (+) 5 (+)

Importaciones FOB 34 (-) 34 (-)

Cuenta de capitales 37(-) 37(-)

Errores y omisiones 3 (-) 3 (-)

Variación en las reservas 4 (-) 35 (+)

internacionales

Fuente: *) anexo tabla 8 y **) cálculo propio

En el cuadro 1, se muestra las cifras de la balanza de pagos del año 200812

(antes) (ver

anexo tabla 8) y, en la segunda columna (después) los valores hipotéticos después una caída

del precio internacional de petróleo en 50%. Los signos positivos y negativos (después los

datos) significan ingresos o egresos. En el caso de las reservas internacionales, el signo

negativo representa una compra de las mismas, es decir, el banco central importó oro,

aumentando la existencia de este metal precioso en sus arcas. Un signo positivo representa

una exportación de oro, reduciendo la existencia del mismo.

El único dato que se cambia, en la segunda columna, es aquél de las exportaciones

petroleras, es decir, se redujo los 78 mil millones de dólares (ver columna: antes (2008)) en

12

50%, obteniendo un valor 39 mil millones de dólares (ver columna: después). Los demás

valores quedaron sin cambio.

El efecto de la reducción de los ingresos petroleros es que el superávit en la cuenta

comercial se reduce de 49 a 10 mil millones de dólares. Todavía, esta cuenta tiene un

superávit, sin embargo, mucho menor; y esto afecta, en la misma magnitud, el superávit de

la cuenta corriente. También, el superávit de esta cuenta se reduce en 39 mil millones de

dólares de 44 a 5 mil millones de dólares. Considerando que tampoco hay cambios en la

cuenta de capitales (sobre las posibilidades de reducir el déficit en esta posición ver el

análisis más adelante), ni en los errores y omisiones, el efecto sobre las reservas

internacionales será crítico. Mientras, en la primera columna, se observa un aumento de las

mismas en 4 mil millones de dólares, la situación en la segunda columna muestra una

disminución de las existencias de oro en las arcas del banco central de Venezuela en 35 mil

millones de dólares. Tomando el valor oficial de las reservas internacionales de 35.8 mil

millones de dólares (ver anexo tabla 6), la venta que el país sureño tiene que hacer para

equilibrar la balanza de pagos, en el 2009 todavía, no pone en riesgo el tipo de cambio fijo

porque le sobran, en este caso hipotético, 800 millones de dólares. Sin embargo, en el 2010

(siempre y cuando la situación no cambie, es decir, que los precios internacionales del

petróleo aumenten) el país sureño tiene que devaluar su moneda nacional debido a que se

agotarán las reservas internacionales.

Sin embargo, las reservas oficiales no necesariamente son las únicas fuentes de dólares de

las cuales dispone el gobierno de Venezuela. En el 2007, el gobierno traspasó una cantidad

mayor de 10 mil millones de dólares de las reservas oficiales del banco central a otros

fondos (www.serviciodeestudio.bbva.com, consultado 11 de mayo de 2007). En febrero de

2009, el ministro de finanzas venezolanos, Rodriguez, mencionó como reserva una cantidad

13

de 80 mil millones de dólares para amortiguar la crisis (Marcano, 2009), es decir una

cantidad más que el doble de lo que son las reservas oficiales. Según esta información, el

país sureño puede resistir a la crisis aún en el año 2010 sin problemas.

El escenario presentado en el cuadro 1 fue con base en una caída del precio del petróleo en

50%, sin embargo, una reducción del mismo en un porcentaje promedio anual menor

desplazaría la fecha de una devaluación más al futuro y un porcentaje mayor haría necesaria

el doloroso ajuste más temprano13

.

Posibilidades para evitar una devaluación en el caso de Venezuela

A parte de la magnitud en la cual se reducen los precios por el petróleo, la necesidad de

devaluar la moneda nacional depende, también, de la posibilidad de aumentar las

exportaciones no petroleras y/o la reducción de las importaciones y/o del déficit en la

cuenta de capital.

Se considera que un aumento de las exportaciones no petroleras difícilmente sería posible

porque (como se analizó en la primera parte) la inflación nacional redujo, en los últimos

años, la competitividad de las mismas (ver anexo tabla 8). A parte del petróleo, el segundo

bien de exportación, en importancia, es el mineral de hierro (ver anexo tabla 13) cuyos

precios, también, descendieron (ver anexo tabla 10). Además, una duplicación de las

exportaciones no petroleras / no de mineral de hierro en 100%, (que, todavía, es demasiado

poco para compensar las pérdidas por la reducción del valor de las exportaciones

petroleras) no es probable debido a que la planta productiva del país no tiene tanta

capacidad obsoleta para producir los bienes necesarios.

14

Por el otro lado de la cuenta corriente, las autoridades pueden tratar de reducir las

importaciones. También a causa de la mayor inflación local, estas crecieron

considerablemente en los últimos años. Reconociendo el problema que generan mayores

importaciones sobre la balanza de pagos, las autoridades pusieron bajo un control creciente

las mismas desde 2003. Es decir, ya existen limitaciones a la importación y reducirlas más

no sería fácil. Además, la mayoría de los alimentos y medicamentos, consumidos en

Venezuela, vienen del exterior14

y ya existen problemas de asegurar la satisfacción de la

población con estos bienes15

. Sin embargo, existen amplias importaciones de vehículos

(material de transporte) y aparatos electrodomésticos (material eléctrico) (ver anexo tabla

13), las cuales el gobierno puede restringir aun más, no obstante, aquí, surge la pregunta

¿hasta qué punto la sociedad venezolana estará dispuesta de aceptarlas? Un presidente que

busca la reelección difícilmente reduciría la importación de productos tan atractivos como

coches y tampoco se arriesgaría a un mayor aumento de la inflación por la escasez de estos

bienes.

Con respecto de la cuenta de capitales, se considera que sería más factible reducir el déficit,

lo cual se puede realizar de dos formas: primero, aumentar los ingresos mediante mayores

préstamos y/o, segundo, promover la inversión extranjera.

Aumentar los préstamos, otorgados por el resto del mundo al gobierno de Hugo Chávez,

sería poco probable debido a la expectativa de una devaluación próxima y, como

consecuencia de ésta, la reducida capacidad de cumplir con la amortización de las mismas

por parte del país. Además, el gobierno de Hugo Chávez no buscaría esta opción debido a

que estos préstamos se vuelven más caros después de una devaluación16

y políticamente

serían difíciles de justificar.

15

Incrementar la inversión extranjera tampoco es una opción atractiva, especialmente para

Hugo Chávez y su modelo económico, ya que una de las ideas centrales de este modelo es,

precisamente, hacer al país más independiente de los flujos de capital internacional. Hasta

ahora, la política del país no fue muy amigable con la inversión extranjera y, por lo tanto, la

misma es relativamente baja (ver anexo tabla 18) y aumentarla sería, bajo estas

condiciones, poco viable.

La última posibilidad, de equilibrar la balanza de pagos, sin incurrir en una venta de

reservas internacionales, es reducir el déficit de la cuenta de capitales, disminuyendo la

salida de capital. En este rubro, existen dos opciones: frenar la fuga de capital y reducir las

transferencias a países amigos.

Frenar la fuga de capitales será cada vez más difícil. A pesar de que Venezuela aumentó los

controles de compraventa de divisas cada vez más, la venta de bolívares por dólares creció

considerablemente. La inflación local por arriba de la inflación en los principales socios

comerciales aumenta el deseo de la población para deshacerse de la moneda local,

comprando dólares. Por propia necesidad de proteger su patrimonio financiero, la gente

busca cada posibilidad de convertir sus ahorros en moneda nacional a dólares, aceptando un

tipo de cambio en el mercado negro cada vez más alto (ver anexo tabla 7), lo cual se refleja

en el incremento considerable del déficit en la cuenta de capitales (ver anexo tabla 8).

La otra opción consiste en reducir las transferencias a países amigos, las cuales alcanzaron,

en el 2007, 8.8 mil millones de dólares (Sin autor, Reforma, 27 de agosto de 2007).

Mientras dos tercios de esta ayuda fueron ventas subsidiadas de petróleo, la menor parte es

destinada al desarrollo de estos países. Para los subsidios ya no existe una necesidad porque

el precio internacional del petróleo bajó y las transferencias para el desarrollo son de menor

volumen. Tomando el ejemplo hipotético del cuadro 1, se puede señalar que el déficit en la

16

cuenta de capitales de la columna dos (después) sería en 6 mil millones de dólares menor,

es decir, en lugar de 37 mil millones de dólares serían 31 mil millones y la disminución de

las reservas internacionales no sería de 39 sino de 33 mil millones de dólares, sin embargo,

esto no cambiaría el mensaje de que la caída dramática del precio del petróleo genera una

situación de sudden stop y, en el mediano plazo, la necesidad de una devaluación del

bolívar venezolano.

En resumen, se puede destacar que al país sureño no le quedan muchas posibilidades de

equilibrar la reducción de las exportaciones petroleras.

El efecto de la caída dramática del precio del petróleo sobre la política social en Venezuela

El efecto de la caída del precio del petróleo tiene dos vertientes, primero, por el ajuste de

los precios relativos de la noche a la mañana generado por una devaluación y, segundo, la

reducción de ingresos para el presupuesto gubernamental.

Una devaluación provoca el aumento de la inflación local. Se trata de una inflación

importada porque los bienes de importación suben de precio en moneda local. En el caso de

Venezuela, esto sería muy perjudicial para la justicia social porque, en este país, alrededor

de 70% de los alimentos (www.auswärtiges-amt.de, consultado el 11 de enero de 2008)

vienen del exterior y gran parte de las medicinas también (www.cadivi.gob.ve, consultado

el. 23 de enero de 2008). Un incremento de los precios sería inevitable y afectaría más a la

gente con menores ingresos, por lo cual, la devaluación destruiría los avances de la política

social de Hugo Chávez en la misma manera como las otras devaluaciones en América

Latina han provocado retrocesos en la justicia social.

17

Por el otro lado, la reducción dramática de los ingresos petroleros generará problemas en el

financiamiento del presupuesto gubernamental. Hasta mediados del 2008, las finanzas del

gobierno venezolano estaban en buen estado (ver anexo tabla 4) debido a que existió casi

siempre un superávit, sin embargo, los ingresos del gobierno dependen en 50% del petróleo

(ver anexo tabla 5) y una reducción de los ingresos petroleros del 50% significa una

reducción de los ingresos totales del gobierno en 25%, la cual haría necesario un mayor

endeudamiento o un ajuste en el presupuesto.

Como ya se analizó, solicitar más préstamos sería difícil. Recortes en el pago de

funcionarios o trabajadores en empresas nacionalizadas tampoco serían fáciles debido al

rechazo por parte de la gente afectada. Lo más factible serían ajustes en los programas de

inversión (infraestructura, es decir, el empleo en el sector de construcción sería afectado) y

los programas sociales, recortando, por ejemplo, fondos para subsidios de alimentos y

medicinas. Todas las medidas que bajan la popularidad de un gobierno en curso no son

atractivas y, por lo tanto, un gobierno, especialmente cuando busca la reelección, va a

postergarlos tanto tiempo hasta que no les quede otra opción.

Conclusiones

En este trabajo, se analizó la situación económica de Venezuela, la probabilidad de una

devaluación de su moneda y su impacto sobre la política social.

Primero, se reveló que en Venezuela existe una inflación creciente por arriba del deterioro

de los precios en los países socios, sin embargo hasta mediados de 2008, esto no provocó

presiones en la balanza de pagos, ni exigí una venta de reservas internacionales debido a

que el precio alto del petróleo liberó al país de reaccionar ante esta situación.

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Segundo, una caída del precio del petróleo todavía no genera un déficit en la cuenta

corriente, no obstante, cuando el déficit en la cuenta de capitales ya no puede ser

compensado por un superávit en la primera cuenta, la consecuencia es una reducción de las

reservas internacionales. En el caso de Venezuela, la caída de los ingresos por la

exportación de petróleo es tan grande que las reservas internacionales acabarán en el 2010,

haciendo probable una devaluación en este año. No obstante, este análisis se basó en una

proyección de la reducción del precio del petróleo en 50%, sin ajustes en otras cuentas y sin

tomar en consideración recursos en dólares no declarados oficialmente.

Tercero, Venezuela no puede compensar la pérdida de los ingresos petroleros por el

aumento de las exportaciones, ni por reducir las importaciones, ni por incrementar la

entrada de capital y tampoco por frenar aun más la salida de capital.

Cuarto, el impacto de la devaluación sobre la política social de Venezuela será perjudicial

debido a la gran dependencia del país sureño de importaciones de alimentos y

medicamentos y por la importancia que tienen los ingresos petroleros en el financiamiento

del presupuesto gubernamental.

En el corto plazo, Venezuela no tiene que devaluar su moneda local, sin embargo en el

mediano plazo (1 a 2 años / en el 2010), siempre y cuando el precio del petróleo no

aumentará considerablemente, el país tendrá un problema por una crisis en la balanza de

pagos.

19

Resumen

En este trabajo, se analiza la situación económica de Venezuela y la probabilidad de una

devaluación del bolívar venezolano. De interés especial son los efectos negativos sobre la

balanza de pagos cuando la inflación local es mayor que aquélla en los socios comerciales y

cuando hay una situación de sudden stop. Mientras, el primero requiere un ajuste del tipo

de cambio a mediano plazo, el segundo le hace necesario más rápido.

Desde el punto de vista económico, Venezuela tiene dos problemas: primero, una inflación

por arriba de la misma en los socios comerciales y, segundo, el fenómeno de sudden stop

causado por la dramática caída del precio del petróleo. Un cálculo hipotético, con una caída

del precio del petróleo en 50%, comprueba que una devaluación será inevitable. No

obstante, se revela que el país sureño dispone de considerables reservas internacionales y su

mercado financiero está bajo un control estricto del gobierno y, por lo tanto, la devaluación

no es una necesidad inmediata, sin embargo, si no crece de nuevo el precio del petróleo,

Venezuela tendrá problemas en el 2010.

Finalmente, se evalúa el efecto de una devaluación sobre los avances sociales del país con

el resultado de que el impacto será perjudicial.

Abstract

In this essay, the economic situation of Venezuela and the probability of a devaluation of

the Venezuelan Bolivar are analyzed. Of special interest are the negative effects on the

balance of payments, when the local inflation is higher than the same in the commercial

20

partner countries and when there is a situation of “sudden stop”. While the first one makes

the devaluation necessary in the short term, the latter requires it more rapidly.

From an economic standpoint, Venezuela has two problems: first, a local inflation above

the same in the commercial partner countries and, second the phenomena of “sudden stop”,

caused by the dramatic fall of the petroleum price. A hypothetical calculation of a fall of

50% of the petroleum price gives evidence that the country is next to devaluation.

Nevertheless, it is reveled that Venezuela has considerable international reserves and its

financial market is well controlled by the government and, therefore there is currently no

need for devaluation however, if the oil price won´t rise again, Venezuela will face

problems in 2010.

In the last section, the impact of devaluation on the social progress of the country is

investigated with the result that it will be harmful.

21

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23

1 Con respecto de las devaluaciones en México ver Torres Gaytán (1990) y Colmenares (1982) y sobre

Argentina y Brasil ver Lavín Higuera (1984). 2 IMF, International Financial Statistics, 1960 y Fontaine (1996). Sin entrar a detalles, América Latina fue la

gran esperanza de miles de migrantes europeos, incluyendo en los años posteriores de la segunda guerra

mundial, sin embargo, desde hace varias décadas, los flujos de migrantes van en el sentido contrario. 3 El coeficiente de GINI del 2003 para Venezuela fue 48.2 (www.siteresources.worldbank.org(consultado el

29 de enero de 2008)). Seguramente las políticas sociales del gobierno de Hugo Chávez contribuyeron a

mejorar este coeficiente, sin embargo, un dato más reciente no fue disponible. El valor para México fue de

46.1 en 2004. 4 El ministro de finanzas venezolano, Rodrigo Cabezas, destacó que si el gobierno modera su gasto se

mantendrá la tasa oficial al menos hasta 2009 (Sin autor, Reforma 27 de agosto de 2007) y el ex. director de

Investigaciones Económicas del Banco Central de Venezuela, José Guerra, señala la probabilidad de una

próxima devaluación (Sin autor, La Jornada, 02 de enero de 2008). 5

La información sobre innovaciones tecnológicas de componentes electrónicos para computadoras

(mercancía principal de exportación de Tailandia) y su posible sustitución por unidades más baratas,

(producidas en otros países) cambiaron las perspectivas de crecimiento del país asiático y provocaron una

retirada masiva de capital (Sin autor, Financial Times, 1998). 6 Dornbusch, Rüdiger et al, 1995 y Calvo, 1998. El primero cita un dicho de banqueros “It is not speed that

kills, it is the sudden stop” (No es la velocidad que mata, sino el paro sorpresivo). 7 Desde 2003, existen controles sobre la compra y venta de divisas, los cuales se realizan mediante la

Comisión de Administración de Divisas. www.cadivi.gob.ve(consultado el 22 de enero de 2009). 8 Durante el 2007, las autoridades redujeron por dos ocasiones el IVA (1º de marzo de 14% a 11% y 1º de

julio a 9%). www.bloomberg.com del 6 de septiembre de 2007 (consultado el 20 de enero de 2008). 9 Una de las propuestas oficiales del referéndum, en diciembre de 2007, fue el levantamiento de la autonomía

del banco central. Aquí, solamente se puede especular sobre las razones, sin embargo, un banco central no

autónomo le daría al gobierno un acceso más fácil para refinanciarse y para variar la forma de publicar los

datos sobre el comportamiento de los precios. 10

A parte de la doctrina socialista de que los medios de producción tienen que estar en manos del pueblo,

empresas en manos del gobierno hacen más fácil la labor de controlar los precios. 11

Ya a mediados del 2007 y a principio del 2008, responsables de la política financiera de Venezuela

anunciaron que una devaluación controlada puede ser necesario en el 2009 (Sin autor, Reforma 27 de agosto

de 2007) y (Sin autor, La Jornada, 02 de enero de 2008). 12

En este cuadro 1, se muestran las importaciones con el valor de FOB como aparecen en la estadística oficial

de Venezuela. Esto hace el valor de las importaciones más pequeño, sin embargo, el análisis hipotético no

cambia sustancialmente. 13

Pronosticar el futuro es casi imposible. Mientras un instituto de Francia pronostica el precio por barril de

entre 200 hasta 300 dólares para el 2015 (www.spiegel.de/wirtschaft, consultado el 27 de junio de 2008),

Roubini, un profesor de la Universidad de Nueva York, estima para el 2009 un precio entre 30 hasta 40

dólares (Sin autor, Reforma, 21 de enero de 2009). 14

Solamente en el año 2007, la CADIVI (Comisión de Administración de Divisas) aumentó las autorizaciones

para comprar medicina en 92% y aquéllas para comprar alimentos en 68% (www.cadivi.gob.ve, consultado el

23 de enero de 2008). 15

En la actualidad, existen situaciones de desabasto de alimentos (Sin autor, La Jornada, 2 de febrero de 2008

y Marcano, 2008) y problemas para surtir medicamentos en los centros de atención médica, Barrio adentro

(Krauze, 2008). 16

Si la reelección fuera dentro de un año, Hugo Chávez podría buscar crédito a corto plazo con altas tasas de

interés, dándole recursos para fingir una situación económica buena hasta las elecciones y realizar la

devaluación después, aceptando el incremento correspondiente de la deuda externa. Sin embargo, ya logró su

meta: la reelección.