CRISIS DE PRODUCCION O CRISIS DEL CONSUMO DE AGUA?

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¿CRISIS DE PRODUCCIÓN O CRISIS DEL CONSUMO DEL AGUA? ________________________________________________________________ Dr. Roque Juan Carrasco Aquino y Dra. © Hena Andrés Calderón 1 Docente-investigador del CIIEMAD-IPN [email protected] RESUMEN Desde hace tres décadas, cuando menos, se ha presentado una crisis del agua a escala internacio- nal; la advertencia se presenta con base en la primera gran conferencia mundial sobre el agua (orga- nizada en 1977 por Naciones Unidas en Mar del Plata, Argentina). Sin embargo, en estos últimos me- ses se ha venido considerando, por parte de algunos agentes económicos, la privatización del bien común (valor de uso), para convertirla en una mercancía (valor de cambio) que puede ser consumido y desechado como cualquier otro producto, en la escala de un objeto comerciable. La privatización, hecho que ya existe en nuestro país, tiende hacia una progresiva gestión delinea- da por la política neoliberal del actual régimen. El discurso de autoridades y de organismo internacio- nales es la de la mercantilización como forma de garantía para prevenir su escasez, la sostenibilidad y el ahorro; no obstante, el aspecto fenomenológico se expresa de tal forma que de lado de la pro- ducción o extracción, para la mercantilización, tiene un costo. Indudablemente que sí; empero, de lado del consumo, también presenta un costo, lo que significa que se debía prever en qué sentido corresponde ser consumido y extraído el agua antes de su etiquetación como una mercancía que es obligada a ser comprada para valorizar la mercancía como tal. Ante la adversidad y la toma de conciencia de la sociedad para el consumo del agua, debe existir una forma de autogestionar el bien social por parte de los directamente perjudicados. No es la con- ciencia del hombre-mercancía la que debe prevalecer, ni el chantaje de la escasez la que se impon- ga, por el contrario, son las relaciones sociales de producción las que determinan el manejo, produc- ción, consumo y distribución de los productos o bienes comunes necesarios para la reproducción de la sociedad. Palabra clave: privatización, valor de uso, valor de cambio, sostenibilidad y política neoliberal. 1 Estudiante de Doctorado de la Universidad de Barcelona, España; y ayudante de investigación en Desarrollo Sustentable en el CIIEMAD-IPN (Laboratorio de Medio Ambiente Socio Urbano).

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Roque Juan Carrasco

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¿CRISIS DE PRODUCCIÓN O CRISIS DEL CONSUMO DEL AGUA? ________________________________________________________________ Dr. Roque Juan Carrasco Aquino y Dra. © Hena Andrés Calderón1

Docente-investigador del CIIEMAD-IPN [email protected]

RESUMEN

Desde hace tres décadas, cuando menos, se ha presentado una crisis del agua a escala internacio-

nal; la advertencia se presenta con base en la primera gran conferencia mundial sobre el agua (orga-

nizada en 1977 por Naciones Unidas en Mar del Plata, Argentina). Sin embargo, en estos últimos me-

ses se ha venido considerando, por parte de algunos agentes económicos, la privatización del bien

común (valor de uso), para convertirla en una mercancía (valor de cambio) que puede ser consumido

y desechado como cualquier otro producto, en la escala de un objeto comerciable.

La privatización, hecho que ya existe en nuestro país, tiende hacia una progresiva gestión delinea-

da por la política neoliberal del actual régimen. El discurso de autoridades y de organismo internacio-

nales es la de la mercantilización como forma de garantía para prevenir su escasez, la sostenibilidad

y el ahorro; no obstante, el aspecto fenomenológico se expresa de tal forma que de lado de la pro-

ducción o extracción, para la mercantilización, tiene un costo. Indudablemente que sí; empero, de

lado del consumo, también presenta un costo, lo que significa que se debía prever en qué sentido

corresponde ser consumido y extraído el agua antes de su etiquetación como una mercancía que es

obligada a ser comprada para valorizar la mercancía como tal.

Ante la adversidad y la toma de conciencia de la sociedad para el consumo del agua, debe existir

una forma de autogestionar el bien social por parte de los directamente perjudicados. No es la con-

ciencia del hombre-mercancía la que debe prevalecer, ni el chantaje de la escasez la que se impon-

ga, por el contrario, son las relaciones sociales de producción las que determinan el manejo, produc-

ción, consumo y distribución de los productos o bienes comunes necesarios para la reproducción de

la sociedad.

Palabra clave: privatización, valor de uso, valor de cambio, sostenibilidad y política neoliberal.

1 Estudiante de Doctorado de la Universidad de Barcelona, España; y ayudante de investigación en Desarrollo Sustentable en el CIIEMAD-IPN (Laboratorio de Medio Ambiente Socio Urbano).

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Introducción Es un hecho importante que en la conciencia de la mayoría de los ciudadanos, cuando menos, se

reconoce la necesidad de considerar el recurso agua como un bien social, además, aceptar que se

encuentra en una situación de emergencia. También cabe recordar que en México la situación es un

hecho que empieza a preocupar tanto a las autoridades como a las organizaciones sociales, acadé-

micos y el sector privado. Entre estos agentes sociales, es importante destacar que no todos vemos

el problema del agua con las mismas preocupaciones e interés de tomar conciencia del valor de uso

que aún le queda.

En este contexto, también es preocupante para los que estamos interesados en responder o deli-

near algunas de las ideas que pueden ser relevantes para la sociedad o concretamente para las

grandes mayorías de nuestro país. No obstante, la realidad está prácticamente en una disyuntiva

frente a la ola de presiones y tensiones que le asestan los agentes privados, sean nacionales o ex-

tranjeros. Al final tanto los primeros como los segundos, entran en una competencia, sobrecargando

el peso de la crisis económica y por supuesto, del agua sobre el pueblo empobrecido de México.

Las expectativas de seguir como hasta ahora, de aceptar la ideología que pregonan el actual régi-

men de gobierno basado en la privatización de la economía y de todo bien público y social, con segu-

ridad no llegará en un corto plazo más que a agudizar los problemas que de por sí añejos, se presen-

ta con mayor probabilidad de enfrentar intereses: de grupos y las necesidades sociales. Ambos en-

marcados en procesos distintos, pero, de origen similar. Para las necesidades sociales, podríamos

remarcar que son expresiones y descontentos que se manifiestan en las ciudades, regiones y en co-

munidades donde el recurso o bien social está siendo acaparada, controlada o administrada por em-

presas privadas. Mientras que de lado de los sectores privados, por su misma lógica de reproducción,

no importando qué bien social debe ser convertido en una mercancía para ser consumido y desecha-

do como cualquier mercancía circulando por todas parte del mercado especulativo.

Con base en lo expuesto, entonces, nos permite que, la necesidad de la producción en un contexto

como de las actuales relaciones sociales de producción capitalistas, tanto los bienes sociales, los

objetos, la naturaleza y el hombre mismo todos en conjunto son vistos como una mercancía que tie-

nen un valor de cambio más que de uso para la reproducción del capital. En este sentido, es intere-

sante hacer una reflexión entorno a la crisis del agua; no sólo en el proceso de su producción, con-

sumo y distribución, sino en la forma de su gestión que hasta hoy día la sociedad no cuenta o no es

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tomada en consideración en la toma de decisiones para el buen consumo y aprovechamiento del re-

cuso y bien social.

El objetivo del presente trabajo es aportar algunas ideas y reflexiones entorno a la preocupación en

que se encuentra la crisis del agua. Asimismo, la necesidad de crear conciencia en los diferentes fo-

ros que no es la crisis del agua per se ni la escasez la que debe preocuparnos, por el contrario, de-

bemos jugar un papel importante en la toma de decisiones para no convertir el recurso agua en un

bien con valor de cambio, por supuesto, cargando el peso nuevamente de la ineficiencia en detrimen-

to de los que menos tienen o que va en contra de las grandes mayorías de nuestro país.

De la crisis del consumo a ¿la crisis de la producción?

La tendencia actual sobre la producción del agua, se concibe como un elemento que debe ser inter-

cambiado como cualquier otro producto vendible y comprable en cualquier mercado. Los argumentos

son contradictorios que dependerá de las autoridades y/o gobiernos dispuestos a convertir el agua de

un bien común o social a una mercancía meramente2. De hecho ya existen las formas de presenta-

ción, de precios y hasta de sabores para variar los estigmas de la especulación. Incluso la competen-

cia en los diferentes niveles del mercado, logran penetrar en las capaz de la sociedad que influyen y

modifican los patrones de consumo de los habitantes de la ciudad y el campo mexicano.

En el ámbito de la producción, se presentan contradicciones como un reflejo del modelo de las rela-

ciones sociales de intercambio. Es sabido que existe un problema de sobreexplotación de los mantos

acuíferos, así como una distribución desigual en los consumidores, aunado a lo anterior se agrega la

contaminación y el deterioro de la infraestructura de distribución y de extracción. Este problema no es

propio de México, sino de países como el nuestro; por ejemplo, desde la perspectiva del secretario

general de la ONU, Kofi Annan (2002), entregó un mensaje en el día mundial del agua para señalar

que "la falta de acceso a un suministro y control de agua potable es causa de 80 por ciento de la tasa

de enfermedad y muerte en los países en vías de desarrollo"3. Entre otras consecuencias que se ex-

teriorizan ya en nuestros países.

2 Ya ha comenzado el proceso de privatización como lo ha revelado la canadiense Maude Barlow: que estaba incluida como una “mercancía” en los tratados comerciales que negociaba su país con Estados Unidos, primero, y luego con México. Para ahondar al respecto véase Tierramerica en página editorial: “El agua no es una mercancía”, www.tierraamerica.net/index.html 3 Este fragmento fue extraído del artículo de Tierramerica: “América Latina: Crisis en gestión del agua”; de Gustavo Gon-zález.

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Fuente: www.fao.org/DOCREP/005

Las tendencias de la privatización, es decir, de un valor de uso a valor de cambio, prácticamente

en nuestro país han estado en proceso de ejecución más que, de proyecto de recuperación o cambio

en la “cultura del agua”, además de otros recursos. Por ejemplo, lo que plantean los estudiosos, de la

talla de Andrés Barreda, investigador y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México

(UNAM), ha informado que se promueve la privatización de áreas naturales protegidas y cuencas

hidrológicas (www.cimacnoticias.com). Por supuesto, esta es la dirección que, bajo la defensa de la

privatización y el cambio de manos, se impulsa la valorización de un bien común por la implantación

de una mercancía que se consume y se tira. No obstante, la desinformación prevalece confundiendo

a la sociedad. Práctica común entre la clase política para imponer sus intereses.

Es de conocer que este bien social, no sólo es apetecible para cualquier empresa que tenga las

posibilidades de especular con el precio y el valor de uso previamente. Por el contrario, ya sabremos

qué tipo de empresas y transnacionales estarán interesadas en el manejo, producción y distribución

del bien social. Por ejemplo, en Chihuahua la empresa Coca Cola, junto con el Fondo Mundial para la

Naturaleza (WWF, en inglés) promueven la privatización de áreas naturales protegidas y cuencas

hidrológicas (por ejemplo: Cuenca de Burgos, el año pasado), asociado con campañas de desorien-

tación que fragmentan la percepción general del problema. Esta expresión no es más que la punta del

iceberg de lo que avanza constantemente, sin que las autoridades responsables transformen para el

bien social. La respuesta es obvia.

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De ese valor que se le adjudica o se quiere imponer por parte de las transnacionales o empresas

privadas al recurso o bien social el agua, surgen de inmediato dos instancias de consideración: prime-

ro, de un bien social como producto generado o retenido por la naturaleza, se puede coincidir que se

localiza su valor implícito en el valor de uso para el consumo con previa

conciencia del elemento finito en el tiempo. Un valor que de por sí expre-

sa y un bien social para todos: todos los seres vivos que vivimos en el

planeta debemos ser parte de este y asimismo, capaces de prever y pre-

servar. En consecuencia, no debe tener un efecto especulativo ni apro-

piarse de este elemento por presentar yacimientos en el subsuelo de

forma privada. Segundo, de convertir un bien social como cualquier mer-

cancía destinada a ser intercambiada en el mercado especulativo, aca-

rreará, sin duda, conflictos para el control y administración de manera

privada más que socialmente. Al retomar un estudio sobre la privatiza-

ción del agua, del autor Horst Rosenberger, se plantea que para estable-

cer los precios, había que tomar en cuenta tres componentes principales

en la factura del agua: gastos de explotación, cargas de capital (para

innovación y reformas) y beneficios de la explotación4.

Por su parte, David Barkin, profesor de Economía, de la Universidad Autónoma Metropolitana-

Xochimilco, informó, en el mismo tenor que Barreda, por cierto una realidad hecha con tanta reitera-

ción constante que, mientras fracasan en Gran Bretaña, Argentina, Bolivia y Filipinas, por supuesto,

también en algunas ciudades de Estados Unidos, las trasnacionales buscan recuperarse de sus fra-

casos buscando nuevos mercados del sur: Bolivia, Brasil, Argentina, etc. Países con mayores recur-

sos naturales desprendiéndose de sus verdaderos dueños.

Qué papel presentan las transnacionales en este cambio de propietario. Por ejemplo, en el caso de

México, donde maniobra el Grupo Ondeo, de origen francés, que con recursos del Banco Nacional de

Obras y Servicios (BANOBRAS) adquirió casi el 50 por ciento de la empresa Aguacán para operar el

sistema de agua potable de Cancún, Quintana Roo. Asimismo, mencionó que destacan entre estas

trasnacionales Vivendi, Biwater, Earth Tech, Unión Fenosa, Impregilio y Anglian Water, así como una

lista de consultoras extranjeras que “acomodan las jugadas” a estas concesionarias y desplazan a las

empresas mexicanas. Al tiempo que el proceso anterior sigue su marcha y su caudal, se construyen

megaplantas de tratamiento de aguas residuales en Toluca, Puerto Vallarta, Monterrey, Puebla,

Cuernavaca y Hermosillo, así como para la zona conurbada de Tampico y Altamira; en Los Reyes, 4 Se dice más adelante que los costes de operación bajó y las cargas de capital aumentó, mientras que los beneficios de ex-plotación subieron a más del doble… para hondar al respecto véase: H. Rsenverger; R. Germinal; A. Ordiguer y M. Ga-valdà: “Agua, ¿mercancía o bien común? Ed. Alikornio.

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San Luis Potosí, y se han construido otras en León y Torreón, y próximamente en Morelia y Jalapa

(Ibídem. Cimacnoticias). Nuevamente corroboramos la globalización de los intereses y la reproduc-

ción del capital a escala planetaria, subyugando los estados-nación.

En las últimas décadas en México como en todo el mundo, el agua ha pasado a ser un tema central

en las perspectivas del desarrollo, de control de las “desigualdades” y medio de clientelismo político

nacional o externo (en los últimos meses el caso del problema del agua del Río Bravo y los Estados

Unidos). En tanto en el Foro Mundial del Agua de la Haya del año 2000, la comisión de expertos re-

unidos en ese entonces, definieron la necesidad de establecer una gestión integral5 de los recursos

hídricos, para lo cual se planteó la necesidad de manejar el agua, bajo los siguientes puntos:

a) Con base en criterios hidrológicos regionales por encima de las divisiones político-

administrativas nacionales e internacionales;

b) Involucrar a todos los actores sociales en el manejo del recurso;

c) Incrementar sustantivamente el gasto público destinado a la investigación, el desarrollo tecno-

lógico y la innovación,

d) Avanzar gradualmente hacia el pago completo de los servicios de agua.

Para el caso de México, con base en los puntos anteriores, es un hecho que el proceso de trans-

formación en el manejo del agua se viene desarrollando desde la segunda mitad de la década de los

años ochenta, mismo que se ha expresado en una serie de cambios institucionales y de relaciones

entre la sociedad y las agencias gubernamentales involucradas en este sector, es sabido también que

en el D. F. se consume el 4.7% del total del agua utilizada en América Latina. Véase por ejemplo la

tabla 1, la escasez y disponibilidad del agua.

5 Planteamiento retomado de Sánchez Izquierdo: “La comunicación ante la crisis del agua en México”. Material fotocopia-do. La gestión integral del agua consiste en armonizar el uso, aprovechamiento y administración de todos los recursos natu-rales (suelo, agua, flora y fauna) y el manejo de los ecosistemas comprendidos en un territorio con los objetivos económicos y sociales, así como las prácticas productivas y formas de organización que adopta la sociedad para satisfacer sus necesida-des y procurar su bienestar en términos sustentables. Comisión Nacional del Agua 1998.

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Tabla 1. ESCASEZ DE AGUA EN MÉXICO, EL PRINCIPAL RETO

13 millones sin agua potable y 30 millones sin alcantarillado

Coberturas Urbano Rural Agua potable 87 % 53 % Alcantarillado 71 % 29 %

Disponibilidad Año

18,500 m3 / hab. / año 1950 4,990 m3 1998 2,500 m3 2025

Fuente: Ramón Vila, “¿Servicio Público o Privado”? México, D.F. 23 de marzo del 2001.

¿El agua puede ser sustentable bajo las políticas neoliberales? Desde la perspectiva de la sustentabilidad, pugnar por el desarrollo sustentable tal como se propuso

en el Informe Brudtland de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo (1987): … el

desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las

generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades (WCED, 1987, p. 43); desde nuestra

perspectiva parece no lograr los objetivos del Informe. Debido a que el origen mismo del

planteamiento deviene de un contexto totalmente distinto a las contradicciones nuestras; de ahí

entonces, que lo sustentable sólo es “posible” bajo condiciones completamente cubiertas ya las

necesidades elementales de la sociedad: empleo, salud, vivienda, educación, ocio, integración

cultural, etcétera; condiciones de vida en las cuales se enmarcan las necesidades cubiertas pese al

modo de producción capitalista. De ahí entonces los políticos latinoamericanos o de los países

dependientes, transcriban políticas y acciones fuera de contexto. Qué podemos decir de los países

como Alemania, Francia, Gran Bretaña, Holanda, Suiza, etc., naciones donde los recursos humanos,

económicos y naturales están más que satisfechos. En tanto, para el caso de México, donde las

contradicciones del actual modelo de desarrollo basado en la defensa del capital transnacional

subordinando al nacional para obtener las ventajas comparativas en detrimento de nuestro pueblo, no

existe ninguna posibilidad para la sustentabilidad de un desarrollo. En definitiva un desarrollo

sostenible supondría una distribución de derechos mucho más favorable a las generaciones futuras

Padilla, Rosa, 2001: 139). ( Incluso, desde la perspectiva de la naturaleza que va más allá de las simples necesidades de un

desarrollo basado en la armonía o equilibrio ecológico, rebasa, incluso los límites éticos y morales

para lograr la égida de la reproducción del capital. Para ejemplificar, hemos retomado de Montes y

Leff (2000): “Estos cambios ecosistémicos no pueden caracterizarse, sin embargo, como una ‘crisis

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ecológica’ sino a partir de los efectos de la mundialización de un proceso de crecimiento económico

fundado en la acumulación de capital, en los patrones tecnológicos y en los modelos de consumo que

han sostenido y orientado el desarrollo de las fuerzas sociales de producción sobre la base de una

apropiación desigual y destructiva de la naturaleza”. Donde las políticas neoliberales, sin duda, están

actuando hacia esa dirección; por cierto, elementos que componen y dan sustento a la globalización.

De ahí que, el poder del estado nación esté prácticamente fuera de las posibilidades de llevar a cabo

un desarrollo sustentable para las grandes mayorías, mucho menos rescatar la crisis del agua bajo

las condiciones en que se trata de frenar la caída de la tasa de ganancia; en consecuencia, a mayor

consumo, por supuesto, que habrá mayor producción para la reproducción del capital. Independien-

temente de que se obtenga un beneficio para un sector reducido de la sociedad.

Fuente: www.portal-agua.com

Entre las políticas privatizadoras del gobierno mexicano, podemos mencionar lo siguiente, desde lue-

go que está directamente vinculado a las estrategias neoliberales, aunado a que es apoyada por or-

ganismo Internacionales desde la CEPAL, pasando por el BID y desde luego del FMI, BM. En 1998,

una revisión de la CEPAL sobre el avance de los programas para la privatización del agua en el país,

indicaba en un documento de distribución restringida que,...el Gobierno de México ya ha privatizado

la mayor parte de las empresas de propiedad estatal. Actualmente se centra en modernizar y reorga-

nizar los servicios de infraestructura, entre ellos los del abastecimiento de agua potable, el sanea-

miento, el tratamiento de las aguas servidas, la energía eléctrica y el riego y el drenaje...ya hay cierta

participación del sector privado en los servicios de abastecimiento de agua y saneamiento, en particu-

lar en el tratamiento de las aguas servidas; y actualmente se ejecuta con éxito uno de los programas

de traspaso de la gestión de riego más ambiciosos del mundo... La Comisión Intersecretarial de Des-

incorporación creada en 1995 dirige el proceso de la privatización. Está compuesta por la Secretaría

de Hacienda y Crédito Público (SHCP), la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial (SECOFI), la

Secretaría de Contraloría y Desarrollo Administrativo (SECODAM), la Secretaría del Trabajo y Previ-

sión Social (STPS), y en cada sector a ser privatizado, el miembro del gabinete responsable de coor-

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dinarlo. El Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (BANOBRAS) concede préstamos y tiene

un programa de garantías para el desarrollo de la infraestructura (CEPAL, 1998: 31)6.

Fuente: www.ecoportal.net

Con base en las políticas neoliberales, continúa la comercialización del agua: transformación del agua

en tanto bien económico al que se le debe atribuir un valor determinado por el comercio en los mer-

cados liberalizados en función del "justo precio", establecido por el principio de recuperación de cos-

tos incluido el "riesgo" de inversión. Esta elección fue "formalmente consagrada" y aceptada por las

clases dirigentes del mundo desarrollado a través de la famosa declaración de Dublín de 1992 y figu-

ra entre los fundamentos de las actuales políticas sobre el agua. La formación de la fijación de los

precios por el mercado es considerada como un elemento estratégico clave en las políticas sobre

agua. Permitiría -se afirma- combatir el derroche y los usos no sustentables en la agricultura y la in-

dustria; la lucha contra la contaminación por detergentes y oros contaminantes de los usos domésti-

cos (Petrella, 2001).

De lo anterior, podemos ir concluyendo que bajo las actuales condiciones económicas, políticas,

sociales e ideológicas, no existe de momento posibilidad alguna para que el agua y los demás bienes

o recursos sociales pertenezcan realmente a los verdaderos dueños, es decir, a la sociedad, a las

comunidades, localidades y regiones enteras de nuestros países. En tanto desde esa perspectiva

pensamos que, es fundamental entonces, la transición se oriente hacia una sociedad donde el valor

de cambio deje de ser el principio propulsor de la interdependencia social (Torres, C. 2001: 62). El

mismo autor retomó de Marx lo siguiente: “en el seno de una sociedad basada en la propiedad común

de los medios de producción, los productores no cambian sus productos, el trabajo invertido no se

presenta, aquí tampoco como valor de estos productos”7.

6 Datos obtenidos de Gian Carlo Delgado, EcoPortal.net: “Privatización y saqueo de agua dulce en Mesoamérica”; en pági-na web: www.ecoportal.net 7 Tomado por el autor, Guillermo Torres: “Introducción a la economía política ecológica” en C. Marx. Crítica al Programa de Gotha.

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Fuente: www.portal-agua.com. Campo de Golf de "El Saladillo", una mañana cualquiera. Turistas británicos practican su deporte por magní-ficos campos de hierba. Al Fondo, el terreno autóctono: tierras muy calizas, predesérticas. Murcia, España.

A manera de conclusión

Los organismos internacionales han estado participando directa e indirectamente en los procesos que

conducen hacia la privatización del agua: el FMI, BM, BID, CEPAL y cada gobierno que pretende sea

un bien lucrativo como lo es cualquier mercancía. Entre los puntos importantes a destacar podríamos

mencionar algunas, retomando las propuestas de Manuel Jódar en Ecoportal.com:

A) AHORRO: Para conseguir un adecuado comportamiento ecológico en todos los aspectos cotidia-

nos de la sociedad humana (Energía, consumo, gasto económico, Agua, etc.), es necesario aplicar

criterios de ahorro, sin los cuales es como intentar llenar un pozo sin fondo. Concretamente con rela-

ción al agua es conveniente tomar las siguientes medidas:

- Estricto control sobre los precios del Agua, primando el bajo consumo y penalizando

lo contrario.

- Vigilancia y castigo para evitar abusos, imprudencias y despilfarros.

- Sistemas de riego, sobre todo agrícola, que fomentes el ahorro y el aprovechamiento.

- Prohibición del uso de agua potable en el riego de campos de golf, etc.

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B) EFICIENCIA: Consiste en conseguir el mayor rendimiento, tanto en cantidad como en calidad, con

el máximo ahorro. Para ello es necesario:

- Eliminar las pérdidas por conducción y transporte.

- Desarrollar campañas informativas y formativas, destinadas a fomentar el ahorro, el

aprovechamiento y la NO-CONTAMINACIÓN.

- Aportar los medios económicos y humanos necesarios para establecer infraestructu-

ras adecuadas.

C) OPONERSE8 a la creciente privatización de los servicios de agua: deben permanecer en la órbita

de los servicios de propiedad colectiva y de interés público. Mostrar capacidad innovativa en materia

de ingeniería política a nivel mundial mediante:

-La creación de una autoridad mundial del agua que tenga competencia legislativa y

"judicial" (resolución de conflictos).

-Puesta en marcha de una fiscalización mundial (impuesto mundial a los ingresos) ca-

paz de asegurar una adecuada base financiera al objetivo de garantizar el acceso al

agua para la vida a todos los seres humanos.

D) LOS GOBIERNOS9, deben establecer lineamientos que aseguren:

- el acceso justo al agua sin importar el ingreso.

- La protección del ambiente.

- La garantía de transparencia.

- Que se incluya a las partes afectadas en la toma de decisiones.

- El agua es importante para la salud humana y la del mundo natural como para dejarla

enteramente en manos del sector privado.

E) DIARIAMENTE10, en el DF se consumen 3.024 millones de litros de agua, lo que anualmente re-

presentan un billón 103.000 760 litros. Cada habitante de la capital mexicana consume 50 litros de

agua al día. Esperemos que estas cifras no sirvan de especulación para las empresas empecinadas

8 Retomando los lineamientos de Petrella, R. en Le Monde Diplomatique: “Agua, alimentación y salud”. En página web: www.portoalegre2003.org 9 Planteamiento retomado de Pedro Medellín, mismo que lo extrajo de Meter Gleick: “La nueva economía del agua: los riesgos y beneficios de la globalización y la privatización del agua dulce…” en página web: www.pacinst.org 10 Tomado de BBC mundo. Com: “El agua talón de aquiles del DF” en página web: www.news.bbc.co.uk

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en lograr la privatización y comercialicen con las necesidades de las grandes mayorías empobreci-

das.

F) EN LA DECLARACIÓN11 de 27 de noviembre de 2002 el Comité de la ONU para los Derechos

Económicos, Sociales y Culturales incluyó el agua en esos derechos, afirmando: “El agua es funda-

mental para la vida y la salud. La realización del derecho humano a disponer de agua es imprescindi-

ble para llevar una vida saludable, que respete la dignidad humana. Es un requisito para la realización

de todos los demás derechos humanos.”

G) SI EL AGUA SE PRIVATIZA12 se puede llegar a su acaparamiento en muy pocas manos, convir-

tiendo el acceso al agua no en un derecho sino en una mercancía a la que sólo se accede si se tiene

dinero. La privatización en lugar de promover el acceso de los seres vivos y ecosistemas los reduciría

con perjuicio para la sostenibilidad y las generaciones venideras.

11 Véase AttacMadrid: “2003: año del agua dulce”. En página web: www.attacmadrid.org 12 Ibídem.

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Bibliografía

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