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Crecimiento y Prosperidad en Red



PASO 1

Producir más dinero

Sin duda Robert Kiyosaki con su libro “Padre Rico Padre Pobre” y su más reciente título “Incrementa tu IQ Financiero” se ha convertido en una autoridad en la materia. Por ello, vale la pena detenerse a analizar una de sus estrategias utilizadas con éxito, para mejorar la inteligencia financiera, la cual se engloba en el término “producir más dinero”. No se requiere ser muy inteligente para deducir que la estrategia de producir más dinero es acertada, en especial cuando se reciben más ingresos y éstos se invierten para obtener réditos a largo plazo. Lo primero que se puede venir a la mente para producir más dinero, es en trabajar el doble o mejorar el empleo actual con la finalidad de obtener mayores ingresos, y ambas pueden ser ciertas, pero lo más efectivo y práctico es concentrarse en hacer mejor el trabajo actual. Lo cual se

puede lograr, cuando se es más eficiente, más efectivo, te dejas ayudar, y atraes la abundancia y suerte del entorno. Con seguridad nos hemos preguntado, por qué hay personas con tan buena suerte en la vida, que todo lo que tocan se convierte en oro, se ganan cuanta rifa se topan y la prosperidad financiera les fluye. Eso que llamamos coloquialmente como suerte, no es otra cosa que la atracción de la misma, gracias al imán que proyectan. Aplican el refrán popular de “pide y se te dará”, y entre más pidas más recibirás. Así no lo creas, no pierdes nada con intentarlo, y en cambio si podrás ganar mucho. La atracción de los pensamientos es tan fuerte, que seguramente has observado lo que ocurre cuando no quieres algo, te concentras tanto en no tenerlo, que lo obtienes. A mí me ha pasado, cuando me encontraba en el colegio y no quería que me preguntaran por algún tema que desconocía, luego cuando no quería trabajar en un determinado sector empresarial, y posteriormente cuando no me quería ganar una motocicleta en una rifa, porque me producía terror, montarla. Pero si en vez de ello, deseaba algo con timidez, y con la duda interior de que no lo iba a lograr, pues eso mismo ocurría, no lo lograba. Le faltaba potencia y confianza al pensamiento. Por ello, ahora que practico el



agradecimiento con la vida, me siento feliz y positivo con mis objetivos y actuaciones, creo que todo va mejor, mejor y mejor, como lo rezaba el método silva, ¿y qué creen? las cosas van mejor, mejor y mejor. Para producir más dinero, y en general para producir más de lo que deseamos, hay que hacer las cosas más eficientemente, entendido como utilizar menos recursos para lograr lo mismo o más. En el caso del recurso financiero, se relaciona con saber invertir, saber gastar, saber ahorrar y saber pedir prestado. Por ejemplo, no sirve de nada tener cierto monto de dinero en una cuenta de ahorros que me renta un 1%, si por el otro lado gasto con tarjeta de crédito a un interés del 2%, allí no estoy produciendo más sino mucho menos. Tampoco sería inteligente invertir mis recursos en la compra de un carro, que al día siguiente de haberlo comprado, va a perder el valor significativamente. Ni mucho menos, utilizar mis recursos ahorrados para comprar una casa, si en el mercado existe una buena alternativa de préstamos de vivienda, con subsidio y con tasa preferencial. Por ello, debemos entrenar nuestra inteligencia financiera para realizar los movimientos de dinero en el sentido correcto. Sin duda, el dinero como todo en la vida está diseñado para cumplir con unos objetivos, y de su utilización eficaz para el logro de los mismos, residirá parte del éxito, de producir más o menos. Se entiende por efectividad del dinero, que sirva para satisfacer unas necesidades reales y no aparentes, que se utilice en cosas prioritarias e importantes para nuestra vida y la de la gente que nos rodea, y que no se desvíen de nuestros objetivos. Esto no quiere decir que no se puedan modificar los objetivos en el camino, porque el mundo cambiante y las circunstancias nos lo pueden exigir, pero lo que debe prevalecer es que el dinero siempre apuntale en la dirección de los objetivos, sin importar cuales sean. Con razón nos anota Kiyosaki, que lo peor del ser humano es rendirse y desistir de su empeño antes de tiempo, porque la paciencia es la actitud de los sabios, y la paciencia es parte fundamental de la inteligencia financiera. No hay más ciego que el que no quiere ver, ni más analfabeta financiero que el que no tiene un plan a seguir. Cada plan será muy personal, dependiendo de sus capacidades, intereses y disponibilidades, pero al fin y al cabo será un plan. Si se tiene más dinero pero no se sabe en qué utilizarlo, se despilfarrará en cantidades mayores, sin lograr ningún efecto positivo. Pero una menor cantidad de dinero bien enfocada y bien intencionada, logrará más frutos. La clave es invertir tu dinero Kiyosaki también nos dice, que la gente aprende a trabajar por dinero pero nunca aprende a que el dinero trabaje por ellos. Dicho de otra forma nacemos para ser empleados, para trabajar, para que nos paguen un salario a cambio, pero no desarrollamos nuestra capacidad para invertir, de tal forma que el dinero empiece a trabajar para nosotros. ¿En qué invertir? Tal vez en acciones o en bonos o en divisas o en algún negocio con proyección hacia el futuro. En lugar de pasarnos la vida endeudándonos para adquirir supuestos activos que no nos producen nada y si nos dejan pagando intereses por toda la vida. Otro error, es pensar que las cosas y los bienes deben perdurar intactos para toda la vida, nos conformamos con comprar nuestra primera casa y nos quedamos en ella para toda la vida, como dice el dicho hasta que la muerte nos separe, y mientras ocurre esto, dejamos perder oportunidades de inversión que nos podrían haber dejado



utilidades adicionales. La gran moraleja es que no nos debemos apegar a las cosas materiales, tal como lo hacemos con las personas, los bienes debemos dejarlos venir e irse, en el momento justo y sin remordimientos. Así haremos que el dinero trabaje para nosotros, y lograremos que el dinero produzca y crezca. La Inteligencia financiera se aprende con el estudio y la práctica, el deseo y la constancia, y por supuesto cuando se pone a producir el dinero, para que trabaje para nosotros, en vez de que nosotros trabajemos para él. ¿Qué esto es todo? Claro que no, todavía hay mucho que aprender sobre el dinero, la prosperidad y la abundancia y el enfoque práctico que nos brinda Kiyosaki con su extraordinaria teoría del IQ Financiero. ¡No te pierdas el próximo capítulo de esta apasionante historia!



Paso 2

Proteger tu dinero

En el capítulo anterior nos referimos a “producir más dinero” como la primera fórmula de Kiyosaki para mejorar la inteligencia financiera de las personas, y ahora no referiremos a la importancia de “proteger tu dinero”, para garantizar que lo que llegue no se vaya más rápido que lo que nos demoró recolectarlo. El deporte es un claro ejemplo de que lo

importante no es llegar a la cúspide del éxito sino mantenerse en él, porque como se dice en la jerga del boxeo un “golpe de suerte” puede tenerlo cualquiera, pero no lo es convertirse en el campeón por varios años. Los ejecutivos de las grandes empresas también saben, que el peor enemigo del éxito es él mismo triunfo, cuando nos dormimos en los laureles, y no estamos atentos a los cambios y nuevos peligros que surgen en el entorno. En la historia universal y con seguridad en nuestros recuerdos más cercanos, se presentan innumerables anécdotas de cómo el patrimonio familiar, se construye, se dilapida y se extingue, más rápido y tristemente de lo que creemos. Un viejo patriarca demora más de 50 años construyendo su empresa, ladrillo por ladrillo y con mucho esfuerzos y visión, para luego a su muerte pasar a manos de sus hijos, quienes sin ninguna indolencia ni compasión lo malgastan a manos llenas, tal vez porque no les costó nada construirlo o porque no se les preparó para administrarlo o porque no tenían desarrollada su inteligencia financiera. Cuando se habla de inteligencia, se cree que es un conocimiento y aptitud rebelada a muy pocos, que se requiere ser superdotado para entender y practicar los conocimientos, y que solo un pequeño grupo élite es capaz de vislumbrar sus beneficios. Pero la realidad es otra, ya se ha descubierto que todos somos inteligentes pero en diferentes especialidades, y en el caso de la inteligencia financiera, tanto la podemos desarrollar como podemos rodearnos de gente que la posea para que nos ayude a llevar en su tren de abundancia y felicidad.



El primer paradigma que debemos romper es la idea que el dinero es pecaminoso y malo, y que va en contravía de la felicidad. Esto no es así, porque no hay más ciego que el que no quiere ver, ni más pobre que el que lo es por aceptación u omisión. Arriba ese ánimo y ese espíritu, porque la abundancia universal abarca a todos por igual, y la prosperidad financiera puede ser nuestra, si nos decidimos a hacerla nuestra. La próxima vez que pidamos un deseo, no debemos tener miedo ni pena de pedir beneficios económicos para nosotros, nuestra familia y la sociedad, no nos debe dar vergüenza imaginarnos un símbolo de dinero y abrazarlo con pasión, porque está bien, es completamente noble querer la prosperidad y desearla para los nuestros. Kiyosaki en sus magistrales libros como “El cuadrante del flujo de dinero” nos enseña que no hay peor mal que las emociones mal canalizadas, en especial la del miedo y la codicia, porque nos limitan, nos generan inacción o acción descontrolada, nos desvían del camino, de los objetivos y de la inteligencia financiera. Cuantas veces hemos escuchado que alguna persona cercana perdió en el casino todo lo que había ganado, por la misma codicia, y otras que se la pasaron mirando a su alrededor los beneficios que cosechaban los demás sin tocarles nada a ellos, por su miedo a arriesgar y tomar decisiones. Recordemos que aunque no hacer nada también es una toma de decisión, no es la más conveniente, salvo que nos encontremos en medio del incendio y del pánico, y requiramos de esa pausa para analizar la situación y encontrar la mejor salida. Cuando se habla de proteger tu dinero, nunca nos referiremos a que te quedes quieto y no hagas nada, todo lo contrario, de la misma forma en que te proteges del peligro alejándote de él, debes proteger el dinero alejándote de la pasividad, porque lo que no se renueva no progresa y lo que no se acomoda puede desaparecer más temprano que tarde. Así pienses que tu dinero está tranquilo en una cuenta de ahorros de un banco confiable, puede estar perdiendo su valor si no compensa la pérdida del poder adquisitivo, producto de la inflación. Igualmente, si crees que tus inversiones están seguras en las manos de tu asesor financiero, si no le haces seguimiento a los movimientos e inversiones, te puedes llevar una mala sorpresa, porque como dice el dicho “el que tiene tienda que la atienda, y si no que la venda”. Otro aspecto que debes vigilar en la administración del dinero se relaciona con los gastos,

∞ cuáles de ellos son absolutamente necesarios, ∞ cuáles son suntuosos, y ∞ cuáles se pueden eliminar si pena ni gloria.

No se trata de ser tacaño sino aterrizado, y sobre todo velar porque el gasto tenga valor y produzca beneficios, no necesariamente económicos, pero si logras ganar conciencia en esta dirección, podrás adquirir la disciplina financiera que necesitas para proteger el dinero y ponerlo a producir. Lo principal es que asumas el control de tu destino, de tu vida y de tu dinero, para que no dejes que los demás o el destino se encarguen de darle el buen uso que les plazca, y como bien dice Kiyosaki, hasta el pago de los impuestos debes cuidar para que sean lo menor posibles, eso sí dentro de la legalidad, buscando las deducciones que te permite la ley, las inversiones que te protegen y te benefician, para que el destino de tu dinero ganado te pertenezcan a ti y solo a ti.



El que genera gana y el que cuida perdura, por ello no solo debes preocuparte por producir dinero sino por protegerlo, porque al igual que en las maratones atléticas de gran aliento, no solo vence el más rápido sino el que logra llegar al final de la meta de primero. La velocidad y la resistencia se complementan para fundirse en una sola estrategia, capaz de enfrentarse al mundo con altas probabilidades de éxito. La inteligencia financiera puede ser tan sencilla como sumar, pero también puede ser tan atrayente como multiplicar y elevar a la potencia. Ya hemos avanzado en este capítulo con nuevas herramientas de conocimiento y destreza, pero aún falta más, por ello te invitamos a que no te pierdas el próximo capítulo de este mini curso de Inteligencia Financiera al estilo Kiyosaki.



Paso 3

Presupuestar tu dinero

En los capítulos anteriores hemos hablado de dos valores fundamentales que nos facilitan el camino hacia la libertad financiera, la prosperidad y el despertar de nuestra inteligencia financiera, que son, la producción del dinero y la protección del mismo, conceptos heredados de Kiyosaki y sus tres o cuatro libros más conocidos, entre los que destacamos en esta oportunidad “la escuela de negocios”. Pues bien, la eficiencia de los dos propósitos anteriores, requieren que le adicionemos un tercer atributo muy importante, que es aprender a “presupuestar el dinero”, para que no se malgaste, se invierta en cosas que generan valor, y por supuesto hacer más con menos. ¿Quién no quiere obtener más dinero con menos esfuerzos? Una de las claves se encuentra en poder presupuestar lo que vamos a realizar.

Alguno de ustedes podrá decir, yo prefiero la aventura, salir de mañana sin destino alguno, y acometer los retos que la vida me presente, siempre me ha ido bien y he podido disfrutar al máximo la experiencia. De esta actitud, podemos rescatar tu superación del miedo para enfrentar lo que sea, tu optimismo ante la vida, tu espíritu jovial, que son fundamentales para alcanzar el éxito, además si a estas virtudes, le adicionaras, un poquito de educación financiera, en donde como dice Kiyosaki, no sólo pongamos a trabajar a la mente en los números y el análisis de las cifras, sino las emociones para arriesgar con diligencia, la experimentación organizada, y una espiritualidad a toda prueba en donde quepan todos los seres del universo en nuestro proyecto, con seguridad no solo podrás disfrutar de tu experiencia en forma conciente sino que aprenderás a hacer mucho dinero. Empecemos por decir, que el primer requisito, como todo en la vida, es tener un objetivo claro “hacer que el dinero trabaje para mi, para poder ser feliz y próspero”, sin miedo de decirlo, queremos ganar más dinero, bien habido y en forma ilimitada, no en cantidades pequeñas sino grandes, porque nuestra ambición debe ser gigante, más no nuestra codicia. La diferencia es que la ambición atrae la abundancia, mientras que la codicia la restringe, la primera abre las compuertas para que se irriguen los beneficios por todas partes sin exclusiones, y por el contrario la codicia nos vuelve tímidos y miedosos, celosos y desconfiados, lo cual no queremos.



Acto seguido, debemos cultivar la disciplina y el buen hábito de presupuestar los recursos que requerimos para alcanzar nuestros objetivos y metas, inicialmente con cifras gruesas para luego ir poco a poco hilando más fino y con mejor precisión. En el caso del viaje, el desarrollo del presupuesto significa, destinar un dinero para el transporte, otro para el alojamiento y alimentación, otro para la diversión y la cultura, otro para los negocios y el aprendizaje, y en todos ser consciente que estamos invirtiendo y no gastando. Cuando invertimos en nuestra alimentación es importante ingerir las proteínas, los energéticos, y las vitaminas en forma integral; cuando invertimos en el alojamiento es fundamental disponer del espacio necesario para descansar y recuperarse del esfuerzo realizado durante el día; cuando invertimos en el ocio es pertinente poder vislumbrar las oportunidades que nos permitirán crecer como personas y alcanzar los objetivos trazados; y así sucesivamente. La inteligencia financiera nos abre un panorama fascinante y un nuevo estilo de gerencia y de esparcimiento, en donde juntos conviven, porque no somos seres distribuidos como estados federales que se manejan a su libre albedrío, sino un solo ser integral en donde la mente, las emociones, el físico y el espíritu, trabajan de manera mancomunada. Para realizar un buen presupuesto, hay que primero sacar el papel y lápiz, con el fin de que nuestra actividad física se involucre en la planeación, luego debemos sacar toda nuestra recursividad para que nuestra mente encuentre el camino más fácil y corto de llegar a nuestros objetivos, hay que destinar unos recursos a cada actividad para que se puedan volver realidad, hay que involucrarnos emocionalmente con el logro y cada una de nuestras actuaciones, y por supuesto debemos extraernos de los resultados de corto plazo y personales, para vislumbrar la misión suprema de beneficio y prosperidad universal. Recordemos que una de las claves de la abundancia es poder tener acceso a ella, y el tiquete de acceso es libre para todo aquel que lo desee y esté dispuesto a compartirlo. Tal vez uno de los aspectos más numéricos y financieros, se relaciona con la medición, porque lo que no se mide no se puede realizar y menos mejorar, por ello, un buen presupuesto no puede hacer caso omiso de la cuantificación de las inversiones, de la cuantificación de los resultados, de la cuantificación de los objetivos, de la cuantificación de los plazos, y de la cuantificación de los indicadores que nos van a servir de punto de referencia para identificar, cómo vamos y qué tanto debemos hacer ajustes para seguir mejorando. También, es muy importante que modifiquemos la forma como denominamos las cosas, para que nuestra inteligencia financiera se encamine en la dirección correcta, por ejemplo, en lugar de gastos hablemos de inversiones, en lugar de mala suerte hablemos de oportunidades, en lugar de llamar al dinero un recurso limitado podemos llamarlo un don libre para todos en forma ilimitada. Debemos creer en esto, debemos actuar en ello, debemos confiar en ello. Un presupuesto no es otra cosa, que la previsión de los recursos para que apoyen el logro de los objetivos, y un presupuesto de dinero es la destinación del efectivo mínimo necesario para que funcione el proyecto de vida, el proyecto de negocio, y el proyecto de emprendimiento. Dinero que debe ser destinado no como un gasto sino como una inversión, que debe obtener unos resultados concretos y cuantificables, unos beneficios precisos y medibles. Porque para que el dinero realmente trabaje para nosotros, debe apoyar los proyectos y actividades que lo



merecen, que generan valor, que son productivos, que obtienen beneficios, y que se pueden cuantificar exactamente. Kiyosaki enfoca sus posibilidades de emprendimiento hacia la construcción y apoyo de las redes sociales, y tú puedes aplicar tu inteligencia financiera hacia tu propio emprendimiento, sin importar cuál sea, siempre que estés convencido de que puedes salir ganador en tu empeño, que estés dispuesto a recibir ayudar de tu entorno y de la abundancia que está presente en el universo, porque recuerda que la llave de acceso está en las manos de todo aquel que tenga la suficiente ambición de obtenerla y la generosidad de compartirla con los demás. Pero aquí no termina esta disertación, que persigue darte las luces necesarias sobre la inteligencia financiera, reforzar los conceptos que tal vez ya conoces, y mostrarte otros tantos para que los apliques en tu vida. ¿Ya estás listo y dispuesto? ¡Te esperamos.!



Paso 4

Apalancar tu dinero Aunque parezca increíble, el dinero que tiene palanca llega más lejos que el que se vale por sí mismo. Lo que comúnmente se denomina como palanca profesional, se relaciona con las referencias y apoyos de amigos y conocidos para encontrar trabajo o ascender profesionalmente. En el caso del apalancamiento de dinero, podemos hacer el símil de que existen en todos los mercados de inversiones, asesores financieros que nos pueden ayudar para que nuestro dinero gane más, basados en su experiencia y conocimiento del mercado y del entorno. Desde Arquímedes se menciona que un peso se puede elevar más fácil cuando se utiliza una palanca, en vez

de intentarlo elevar directamente, gracias a los conceptos y fuerzas físicas. Igualmente, ocurre con el mercado financiero, porque es una realidad que los intermediarios financieros nos pueden ayudar a ganar más dinero, porque no solo están en contacto directo y en línea con el entorno, sino porque cuando se invierte en volumen se pueden obtener condiciones más ventajosas en tasa y rendimiento. Cuando nos referimos al apalancamiento fundamental del dinero, se tocan los tópicos relacionados con las ayudas de financiación que se pueden solicitar a los bancos, para poder obtener y desarrollar las cosas, y de esta forma alcanzar los objetivos que nos hemos trazado. Sería muy difícil poner a funcionar un negocio sin la ayuda de un buen préstamo, y tampoco sería fácil el empeño de hacerse acreedor a una casa a punta de sólo ahorros. Pero hay que desarrollar también nuestra inteligencia financiera para saber qué dinero pedir, donde hacerlo, en qué monto y cuando pagarlo. La primera gran reflexión, es que el principal error que cometemos es pedir prestado para gastar, lo que se denomina comúnmente como crédito de consumo o tarjeta de crédito. Tengo que hacer reconocimiento público que durante muchos años abusé del uso de la tarjeta de crédito, que sólo me sirvió para ayudar a enriquecer a otros, pero que luego de una satisfacción pasajera por el bien o servicio que adquirí con la compra a crédito, sólo me quedaron deudas e intereses que pareciera que nunca se terminan de pagar. ¿Tal vez también te ha pasado? Para ser estricto en el análisis de la tarjeta de crédito, también se deben mostrar los beneficios de su uso, porque no todo en la vida tiene sólo un lado oscuro. Gracias a que las tarjetas de crédito juegan con unos días de plazo para pagarse, todas las compras que se realicen a una cuota, se benefician de no tener que pagar intereses



mientras se cuenta con unos días para pagarse la compra. Esto si es inteligencia financiera y apalancamiento del dinero. Adicionalmente, en el caso específico de Colombia, ciertos bienes no suntuosos que se adquieren con la tarjeta de crédito reciben el beneficio de que se le devuelva al cliente dos puntos porcentuales del IVA que venía incluido en el precio, con lo cual también nos beneficiamos. La siguiente reflexión respecto a la financiación, es que debemos analizar en qué se va a utilizar el préstamo, cuánto podemos pedir prestado, a qué tasa de interés y con qué sistema de financiación, en donde la cuota de pago y el plazo deben ser consideradas con sumo cuidado. Empecemos por analizar, éste último aspecto, que generó la mayoría de los descalabros de muchas familias que vieron perder su vivienda después de haber pagado casi todo el valor del crédito asignado. Lo primero a tener en cuenta, es que debemos cotizar en varias entidades financieras antes de solicitar el préstamo, porque no todos cobran lo mismo ni ofrecen las mismas condiciones de financiación. Lo segundo, es que una vez seleccionemos la entidad que nos cobra menos tasa de interés, debemos exigir un sistema de financiación que nos permita reducir el capital prestado desde el inicio, para que no duremos en forma indefinida pagando el préstamo. Para ello, podemos solicitarle al banco o a la persona encargada de atender nuestra solicitud de crédito, que nos simule sus planes de financiación, para que podamos ver, cual es el monto de la cuota a pagar mes a mes, cómo se va a comportar el saldo de la deuda solicitada, y en cuanto tiempo terminamos de pagar. Con respecto al destino que le vamos a dar al crédito, debemos buscar que el dinero recibido se utilice en la adquisición de un bien o negocio o inversión, en donde se tenga esperado ganar más que lo que tenemos que pagar por el préstamo, incluyendo los intereses, para que logremos apalancar el dinero y no se nos convierta en una frustración adicional con pérdida segura. Por ejemplo, un préstamo del 30% anual podría ser muy negativo si se utiliza solo para tapar huecos o déficit del negocio, en cambio, si se utiliza para invertir en maquinaria y equipo que nos permitirá ensanchar la planta de producción, vender más y ganar en un negocio que reditúa valores superiores al 40% anual, si habremos apalancado el dinero y obtenido utilidades reales. De manera similar ocurre en el mercado forex, de compra y venta de divisas, donde nuestro valor aportado para inversión está sujeto a un crédito automático otorgado por el sistema y asesores o dealers, que nos permite ganar más dinero y en menor tiempo, siempre y cuando nuestras estrategias de inversión estén bien fundamentadas, porque de lo contrario también podríamos perder nuestro capital aportado, en forma rápida. Igual, a lo que ocurre con la palanca para elevar peso, que nos beneficia cuando se ubica en el punto adecuado, el apalancamiento o préstamo de dinero, nos puede ayudar para obtener mayor prosperidad económica, si sabemos dónde solicitarlo, cómo hacerlo y en qué invertirlo. Todos estos aspectos nos ayudan a desarrollar nuestra inteligencia financiera. El apalancamiento financiero, se integra a los conceptos enseñados por Kiyosaki, como producción del dinero, protección del mismo y su presupuestación. Es decir, aprender a sembrar, cosechar, cuidar, mantener y hacer crecer, todo dentro de un marco de objetivos y propósitos claros. Pero no creas que ya lo sabes todo, porque otras novedades te estarán esperando en el siguiente capítulo. No te las pierdas.



Paso 5

Aumentar tu información financiera

Cuando se habla del aumento de la información financiera no se puede hacer caso omiso a los conceptos financieros, ¿pero que tal que te dijera que la verdadera clave del asunto no reside solo en los conceptos financieros sino en los hábitos de prosperidad? Te podría sonar raro en un comienzo pero poco a poco iremos familiarizándonos con este importante precepto. Wallace D. Wattles en su libro “la ciencia de hacerse rico” nos enseña que no debemos temerle al dinero ni considerar que es malo ganarlo en buena lid. Todo lo contrario, nos abre muchas oportunidades, nos permite satisfacer desde nuestras necesidades más

básicas, como la comida, hasta las más altruistas como la generosidad. Por ello, la primera recomendación es aprender a amar el dinero, disfrutarlo, entender su utilidad, compartirlo y ser agradecido. Pero de igual manera, no podemos convertirnos en esclavos del dinero, convirtiéndolo en un fin, en lugar de utilizarlo como medio para desarrollarnos en forma integral. Porque como decía Kiyosaki el dinero debe trabajar para nosotros y no al revés. Debemos aprender a vivir en el presente y a disfrutar de la vida en cada día, con pasión, entrega y a todo pulmón, como decía la canción. Regresando a las enseñanzas de Wallace, no podemos vivir plenamente dentro del cuerpo sin comida ni el adecuado vestido, tampoco podemos vivir plenamente en la mente sin libros ni recreaciones intelectuales, y mucho menos en el espíritu sin la belleza ni el amor. La ciencia de convertirse en millonario inicia con la aceptación de esta plenitud, en donde el dinero tiene una importante participación y protagonismo. No es con la pobreza que se gana el cielo y el bienestar. El deseo de los ricos es la capacidad de vivir más tiempo persiguiendo el bienestar, la plenitud y la gratitud. Pero como no todo es filosofía de vida, también es conveniente repasar los conceptos básicos del ingreso y del egreso, del activo y del pasivo, porque la inteligencia financiera requiere conocimiento, destreza y actitud. El ingreso se relaciona con las estrategias de producción del dinero, el egreso con el presupuesto del gasto, los activos con las inversiones, y los pasivos con el uso adecuado del endeudamiento.



De la misma forma como se llena una tina, las entradas de agua o de ingresos de dinero deben ser en un volumen superior, a las salidas de agua o egresos de dinero, para que los excedentes generen riqueza, bienestar y prosperidad. Tal vez podrás decir que del ideal a la práctica hay mucho trecho, porque nunca me sobra nada de dinero para guardar. Pues bien, ya es hora de hacer la cirugía de tus finanzas. Si tienes deudas, debemos buscar alternativas de crédito más económicas que las sustituyan, que con seguridad las vas a encontrar porque la competencia entre los bancos está latente. Si tus ingresos no alcanzan para pagar las deudas, debemos ampliar los plazos de las deudas en aquellos créditos más económicos, reducir los plazos en los demás préstamos, buscar alternativas para aumentar los ingresos (SIEMPRE hay una manera de aumentarlos), y revisar los gastos para acomodarlos a nuestras posibilidades. Uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos cuando queremos revisar los gastos, es la angustia que nos produce hablar de dinero. Ya sabes, que la primera premisa para ganar prosperidad, es bendecir el dinero y no ahuyentarlo con angustias innecesarias. La forma de abordarlo es como sigue: ¿está en tus manos devolver los gastos que realizaste? No, y por ello no debemos preocuparnos sino ocuparnos en pagarlos; ¿está en tus manos reducir los gastos en el futuro? Si, y para ello es muy importante clasificarlos por su importancia y prioridad, para eliminar o reducir todos aquellos que no sean ni importantes ni prioritarios. La alimentación es un gasto importante y prioritario, pero consumir caviar no lo es, por ello, debemos acostumbrarnos a revisar el precio de los productos que compramos, los lugares más económicos (créeme este es un hábito MILLONARIO, el mismo Donald Trump lo aconseja diciendo “no tengo por qué pagar 15 dólares por algo que consigo en 10, se trata de cuidar tu dinero y sobre todo VALORARLO), estar pendientes de los productos en cosecha, comprar por volumen los productos no perecederos, y con anticipación para beneficiarnos de su precio. Así debemos realizarlo para cada uno de los ítems, y sobre todo verificando que el egreso del dinero no se convierta en un gasto sino en una inversión, que nos aporte valor y real beneficio. Recuerda que como premisa general debes ahorrar un mínimo equivalente al 10% de tus ingresos, aunque el ideal es el 30% y el destino de esos ahorros debería ser siempre LA INVERSIÓN (el dinero en el banco en una cuenta de ahorros no produce dividendos, produce pérdidas) Regresemos otra vez a los valores y conceptos fundamentales del dinero y la prosperidad, y específicamente en el inmenso poder que tienen la mente y el deseo, como promotor o freno en los resultados. En el libro Golf My Way el autor explica su SECRETO para ser una excelente jugador: “siempre visualizo con anterioridad la ejecución positiva de cada tiro” . ¿Será que esto mismo aplica en mi prosperidad financiera? Claro que sí. Debo confesarte que yo fui en el pasado de aquellas personas que creía que no era adecuado ni bonito pedir por la abundancia ni por el dinero, sino que era mejor pedir por la paz y la salud, pero me di cuenta que la paz y la salud se pueden desequilibrar si no tengo el dinero suficiente y necesario, y que la paz y la salud se benefician enormemente cuando abunda el dinero. No le temas a pedir abundancia para tu vida y tu familia, pero lo que si debes estar dispuesto es a saber administrar e invertir la abundancia de dinero que te empezará a llegar. Créelo, a mi me han pasado cosas increíbles, que en el pasado me hubieran parecido inimaginables, detalles como que te regalen un artículo en un almacén sin ninguna razón, toparte con oportunidades y bendiciones en el trabajo, recibir ingresos extras de



la nada, la aparición de aquello que llamamos suerte o coincidencia, que en realidad son hechos que se presentan no por casualidad sino producto de haber hecho, pensado y sentido, lo que tocaba. Si, con seguridad, ya estás mejor preparado para manejar con mayor diligencia tu dinero, porque vienes desarrollando en forma gradual y ascendente tu inteligencia financiera, los conceptos de Kiyosaki de ayudan así como los de Wallace, pero lo más importante es que lo creas, lo sientas, lo pienses y lo practiques, y sigas pegado a nuestros artículos, porque no te puedes perder el próximo. Te esperamos, mucha abundancia y gratitud. Por último recuerda esta frase de uno de los hombres más ricos del mundo Warren Buffet: “Regla número 1, no pierdas dinero. Regla número 2, no olvides nunca la regla número 1”



Paso 6

No supón y averigua

Existe una vieja práctica en mercadeo y específicamente en el servicio al cliente, que enfatiza que la mejor manera de satisfacer al consumidor es preguntarle sobre sus necesidades y nunca suponerlas. Cuanto más experto se cree la persona, más tiende a dictar cátedra, descuidando la investigación y la permanente actualización, que nunca debe faltar. El Dr. Russells Conwell en su libro “Acres of Diamonds” nos enseña que no se necesita ser

superdotado para montar un negocio, poner a producir el dinero, y ganar la prosperidad económica. Lo que sí se necesita es desarrollar nuestra capacidad de observación para vislumbrar las oportunidades, y realizar mucha investigación con los consumidores, para detectar e interpretar sus necesidades. Me fascina, la anécdota que se utiliza en los programas de alta gerencia, para ejemplarizar lo que es una oportunidad de negocio: en dicho relato, se manda a un joven ejecutivo de una empresa productora de zapatos a un pueblo lejano para que averigüe si existe potencial de vender zapatos, y vaya sorpresa que se llevó cuando visualiza que nadie usaba zapatos en la localidad. Desilusionado regresa a la empresas a comunicarle a su jefe que definitivamente no hay ninguna alternativa de vender zapatos allí, porque nadie los usa. ¿Estás de acuerdo con esta conclusión? Muchas veces desperdiciamos oportunidades en la vida de hacer dinero, porque asumimos que las demás personas se comportan como nosotros, en lugar de averiguar sobre sus necesidades que no están siendo satisfechas. En el ejemplo del pueblo en donde no usaban zapatos, puede ocurrir que no los necesiten o podría presentarse una oportunidad inmensa para demostrarles todos los beneficios de usarlos y de esta forma abrir un mercado ilimitado de ventas y prosperidad para el negocio. Nunca dejemos de preguntar y escuchar los sonidos el entorno, los mercados, los consumidores y los proveedores, para que nos evitemos sorpresas, como la que me ocurrió a mí cuando acepté una tarjeta de crédito que me ofrecía la gran



ventaja de no cobrar cuota de manejo, y luego al finalizar el año no solo empezaron a cobrarme el valor sino que éste era muy superior a los existentes en el mercado. En toda oferta financiera o servicio, tómate tu tiempo para revisar las condiciones y la letra menuda, que en tamaño pequeño aclaran muchos aspectos que no se quieren hacer visibles, y que podrían cambiar nuestra decisión de adquirir el producto. No supongas y averigua, las condiciones e implicaciones de los créditos financieros que te aprueban, si la tasa de interés es un valor fijo o está sujeto a variaciones y de qué tipo, si el monto del crédito desciende o no desde la primera cuota que se paga o a partir de cuando, si se cobran valores adicionales como seguros y gastos, si se pueden cambiar las condiciones inicialmente pactadas y cuales de ellas no están permitidas, entre otras muchas que se te ocurran. No supongas y averigua, las condiciones en que se realiza tu inversión, por ejemplo en un certificado de depósito a término o CDT, si el interés es nominal o es efectivo, en cuyo caso incluye la reinversión de los intereses, también si al pago de tus rendimientos le hacen descuentos y qué tipo, qué ocurre si cancelas con anticipación el certificado porque se te presenta una eventualidad, y las condiciones en que te renuevan el CDT al vencerse el plazo pactado. En especial, tienes que saber que todo gerente de oficina cuenta con un margen discrecional para poder subir un poco la tasa que te están ofreciendo, así que usa esta información para solicitar un aumento de la misma. Sobre todo, no supongas y averigua, los beneficios y ventajas que ofrecen otras entidades del mercado, porque nunca debes tomar la decisión ante la primera cotización, y es más, utiliza la información en tu favor para mostrarle sus ventajas al otro proveedor, y así poder lograr mejores condiciones y tarifas. Mantente actualizado de las novedades y promociones, de las tendencias alcistas o decrecientes de los mercados, para que te subas en la ola que más te beneficie. Por ejemplo, si las tasas de crédito están subiendo, es mejor negociar el préstamo a una tasa fija, si por el contrario la tendencia es hacia la reducción de la tasa de interés, entonces sería más conveniente una tasa variable, siempre y cuando la entidad financiera aplique en forma automática la disminución en el préstamo. La inteligencia financiera no solo se gana con estudios técnicos sobre la materia, sino con la observación del comportamiento del entorno, con el seguimiento a la devaluación e inflación, los indicadores económicos de desempleo y de los productos energéticos, el comportamiento de las bolsas de valores en el mundo, el análisis técnico y fundamental del mercado forex, las acciones que salen a la venta, las ofertas de bonos del gobierno, y en general las promociones de los bancos y entidades financieras de todo tipo. Tengamos en cuenta que una entidad financiera pequeña, no necesariamente es más riesgosa, y sí puede ofrecernos mejores tasas y productos de inversión, la razón es que no incurre en los gastos de las oficinas y la publicidad masiva, sino que prefiere el mercadeo directo y focalizado. No le temas al riesgo financiero, que es inherente a todo negocio, porque a lo que realmente debes temerle, es al desconocimiento y desactualización de la información. Es natural que una inversión de poco riesgo pague menos que aquella en donde el futuro es más incierto, y si eres cosnciente de ello y de sus implicaciones, podrás beneficiarte de una y otra. Por ejemplo, nunca inviertas en operaciones riesgosas y de largo plazo, el dinero que necesitas para vivir, pero sí puedes proteger tu capital, creando un portafolio de inversión que incluya diferentes y variadas alternativas de riesgo. Recuerda que no todos los huevos se deben poner en la misma canasta.



La planeación estratégica no es solo ventajosa para los grandes negocios, también lo es para la planeación financiera personal, en donde se analizan nuestras fortalezas y debilidades, las amenazas y oportunidades del entorno, para luego comenzar a desarrollar las estrategias financieras más apropiadas. Una de nuestras fortalezas puede ser contar con un buen sueldo, una debilidad los excesivos gastos fijos, una amenaza podría ser la inflación galopante, y una oportunidad la inversión en un negocio productivo. En un próximo capítulo analizaremos con mayor detalle, la forma en que puedes llevar a cabo tu planeación estratégica financiera. No te la pierdas, porque te será de gran ayuda y soporte. Te esperamos.



Paso 7

Planeación estratégica financiera

En las empresas es indispensable realizar la planeación estratégica cada año, como guía y plan de vuelo para todos los cargos, coordinación de esfuerzos, definición de prioridades, y oportunidad para diferenciarse y añadir valor al negocio. Tú también puedes recibir los mismos beneficios cuando realizas tu planeación estratégica financiera: podrás desarrollar tu plan de inversiones, coordinar tus

esfuerzos de ahorro y gasto, seleccionar las cosas importantes y prioritarias a presupuestar, y lograr desarrollar tu inteligencia financiera. Lo primero que debes identificar es tu debilidad financiera, posiblemente son las excesivas deudas, los ingresos insuficientes para atender las necesidades de corto plazo, el contar con muchos activos improductivos, o la presencia de altos gastos fijos. Una vez focalizadas debes intentar su disminución y en lo posible su desaparición, porque la debilidad puede convertirse en una enfermedad incurable. Manejo de deudas Para atacar las deudas, se aplican las mismas técnicas que se utilizan para controlar las inundaciones, es decir, cerrar el aumento del agua y en este caso no aumentar las deudas, disminuir gradualmente el depósito de agua o la deuda, abrir causes y salidas para mitigar el impacto y concentración del agua y de los créditos. En este último caso, se pueden buscar las alternativas de refinanciación con mejores condiciones de plazo y tasa de interés. El segundo aspecto a revisar se relaciona con tus fortalezas financieras, que son por lo general el espejo de las debilidades, es decir, el exceso de dinero sobrante disponible para ahorrar o invertir, unas excelentes entradas de dinero producto del trabajo y los negocios, el respaldo de un patrimonio sólido que genera rendimientos como pueden ser los arrendamientos de inmuebles, y la estructuración sana de tus gastos en una mayor componente variable y un mínimo fijo, que te permita la flexibilidad y autonomía financiera.



Así como debes reducir tus debilidades y protegerte contra sus efectos, las fortalezas se convertirán en tu bastión de batalla. El ideal será que aumentes tus ingresos, reduzcas tus gastos, inviertas tus excedentes y pagues lo más pronto tus deudas onerosas o las reconviertas para que disminuyan tus egresos financieros. El tercer espectro que debes observar se relaciona con las amenazas del entorno que tienen potencial influencia en tu situación financiera, tal vez, una disminución de ingresos por la pérdida del empleo o el estancamiento del negocio, la revaluación del peso con respecto al dólar que puede afectar tus exportaciones, la devaluación que tiene impacto sobre tus importaciones, alguna medida gubernamental que influya en el pago de impuestos, la quiebra de alguno de tus clientes con la consecuente disminución de tus ventas, el aumento inesperado de los gastos provocado por la aparición de alguna contingencia, como podría ser inversiones extras en la educación de tus hijos o en la salud, y así podrías seguir. No olvides ninguna amenaza financiera. Pero como en la vida todas las cosas tiene su compensación, y detrás de la tempestad viene el sol, ya es hora de que empieces a relacionar todas las oportunidades financieras que se te presentan o se te ocurren, como el desarrollo de un nuevo emprendimiento de negocio, la venta de algún activo que tenías en el olvido, la finalización de alguna deuda que llevabas pagando por años, la liberación de gastos o la reducción de los mismos, un ascenso que tienes en la mira en el trabajo, la utilización de algunos ahorros que venías haciendo con dedicación, el pago de algún servicio prestado, la inversión en un mercado atractivo, la compra y venta de algún artículo exclusivo, la satisfacción de alguna necesidad en tu entorno, participar en alguna licitación para ganarte un jugoso contrato, y así podrías seguir relacionando durante horas y hasta días, las oportunidades financieras inmensas y abundantes que llegarán a tu vida. Una vez tienes el panorama completo, ubicas en una misma hoja las cuatro casillas, cada una correspondiente a las debilidades, fortalezas, amenazas y oportunidades financieras, para que las puedas ver todas a la vez. Le dedicas algunos minutos a observarlas y a dejar que la información fluya en tu mente, dejas que los sentimientos al respecto se expresen, permite la conexión con las energías universales, para que te apoyen en el posterior análisis, definición de los objetivos, y diseño de las estrategias más adecuadas para tu bienestar y prosperidad financiera. Objetivos claros Un objetivo es una expresión clara, concisa, medible y alcanzable de un propósito a alcanzar, por ejemplo tu objetivo financiero podría ser “reducir los gastos mensuales en un 20%, o que la participación de tus gastos fijos no superen el 50% del total, o que el monto total de tus deudas sea inferior al 40% de los ingresos netos, o que ahorres un 20% mensual del total de los ingresos”. Alternativas Una estrategia es el camino que vas a seguir para alcanzar los objetivos, que para el objetivo relacionado con reducir los gastos mensuales en un 20%, consistiría en clasificar de mayor a menor el valor de los gastos, con el ánimo de encontrar aquellos pocos gastos que te generan un mayor impacto en tus egresos, tal vez los servicios públicos, las comidas que realizas en restaurantes, la compra de vestuario, o aquellos productos suntuarios que no obedecen a ninguna necesidad específica sino a caprichos



espontáneos. Para que una vez se detecten los montos de gastos mayores, puedas ahora sí, diseñar la estrategia más apropiada para su reducción paulatina y constante, por ejemplo, un programa para no tener las luces prendidas en forma innecesaria, una nueva técnica para lavar que reduzca el consumo de agua, el reemplazo de las salidas a restaurantes por espléndidas veladas y espacios de entretenimiento dentro del hogar, la consecución de un modista de confianza para que elabore las prendas sin necesidad de pagar los altos costos que cobran los almacenes de marca, y así sucesivamente. Cuando desarrollas el hábito de tu planeación financiera, y asumes con decisión el control de tus finanzas personales, prepararás y allanarás el camino para que la prosperidad y abundancia te llegue. Ya es entonces el momento, de hablar de las inversiones y los emprendimientos, de tu preparación para que aproveches las oportunidades del mercado y no las dejes pasar sin pena ni gloria, de las habilidades y características de todo inversor exitoso. Todo esto y mucho más, en el siguiente capítulo de este apasionante tema, que te seguirá guiando por el sendero de la inteligencia financiera, la prosperidad y el éxito. Te esperamos.



Paso 8

Habilidad inversora

La educación en el pasado –y aún hoy en día- estaba estructurada para que fueras empleado, reafirmando las características de fidelidad, obediencia ciega, respeto, estabilidad, paciencia, desarrollo del oído para hacer exactamente lo que se te dijera, seguimiento de instrucciones, desarrollo del método científico para solucionar los problemas, hacer una sola cosa a la vez, secuencial y organizado, entre otras. Por ello, la inteligencia financiera, era pasiva y receptiva, dependiente de lo que le dieran, fruto del trabajo o del destino, esperando que la suerte

te acompañara y te llegara. Hoy en día, la educación cambia drásticamente para adecuarse a los entornos cambiantes e inestables, en donde el emprendimiento y los negocios son una prioridad, la infidelidad de marca es una constante, no es el más obediente quien obtiene sino el irreverente e innovador, el retador de las instituciones y de lo tradicional, te enseña a ser impaciente y a lograr los frutos más rápido, como los éxitos de los negocios de Internet que en pocos años han logrado lo que en antaño hubiera requerido siglos, te permite cambiar de opinión, pensar diferente, hacer las propias reglas, hacer multitareas, renovarte constantemente, romper para volver a crear, el desarrollo de tu observación, la sensibilidad y la intuición. La inteligencia financiera en el presente, es activa y agresiva, rompe esquemas y arriesga, busca para lograr y no espera a que le den, no cree en las circunstancias sino las provoca, no cree en el azar sino en la obtención que debe llegar de todas maneras, cuando se asume el direccionamiento correcto.



James Allen en su libro “As a man thinketh” te enseña sobre el inmenso poder de la mente, y como tus pensamientos configuran tu carácter, definen tu vida y tu prosperidad, y adicionalmente te forma sobre la premisa que puedes provocar tus propias circunstancias cuando armonizas los pensamientos con las acciones. Si te llenas de pensamientos positivos, en tu jardín crecerá la abundancia, y si por el contrario te llenas de negatividad y remordimientos, solo crecerán carencias y desilusiones, porque como decía un famoso escritor, tu mismo eres el espectador de tu propia escena de teatro, para hacer alusión a que la vida es el espejo de tu alma, de lo que piensas y de lo que deseas. De la misma forma, la mayor o menor cantidad de dinero que tengas, será el reflejo de tus pensamientos y deseos, de tus ilusiones y convencimientos de que lo puedes lograr, de tus anhelos y tus acciones, de nadie más depende. Ya es hora de que dejes de quejarte de las circunstancias, porque tú mismo las forjas, dejes de quejarte de la suerte porque tú mismo la atraes, dejes de quejarte de los resultados porque solo tú los produces. La mente del inversor es optimista, porque sabe que lo que busca encuentra, y lo que piensa siempre obtiene. La mente del inversor es persistente, porque la experiencia le ha mostrado que nada ni nadie le deben hacer desviar de su destino, y que los resultados se obtienen en el mediano plazo y nunca en el corto. La mente del inversor es estratega, porque para llegar al destino debe primero haberlo definido y haber diseñado el camino para llegar a él. La mente del inversor es flexible, para adaptarse con rapidez a los cambios, y debe ser intuitiva para en lo posible anticiparse a los mismos. La mente del estratega no se amilana ante la derrota ni el fracaso, porque del error se aprende y se sale más fortalecido para vencer en la siguiente batalla. La mente del inversor asegura el éxito, estudia, planea, programa, actúa, y distribuye el riesgo. Por supuesto las habilidades del inversor se construyen sobre el poder de su mente, se impulsan con el deseo, y se apoyan en su fortaleza de espíritu y en las leyes universales. Como por ejemplo la ley de dar y recibir, la ley de causa y efecto, la ley del perdón para superarse, la ley del agradecimiento para albergar la prosperidad, la ley de la práctica para alcanzar la perfección, la ley de la sustitución para modificar los pensamientos negativos, entre muchas otras leyes. En la práctica, el inversionista debe ser tolerante al riesgo y en mucha ocasiones amante del mismo, debe tener control sobre sí mismo para que el impulso no le lleven a alejarse de sus objetivos, debe conocer la relación del ingreso y del gasto así como del pasivo y del activo, debe saber administrar sus inversiones y mantenerse en frente del cañón porque la responsabilidad nunca se delega, debe intuir cuando comprar y cuando vender, debe como dice Kiyosaki aprender a pagar los impuestos después de gastar y no antes, debe por supuesto saber algo de finanzas y de la legislación del país en donde invierte, debe tener acceso a la información para mantenerse vigente, y debe ser intuitivo para anticiparse a las jugadas ganadoras. Sobre todo, debes aprender a observar tu entorno con ojo crítico y visualizador de oportunidades, para poder leer entre líneas lo que hay detrás de un reclamo, una pregunta, una noticia, un problema, un cambio, una novedad. Hablar mucho con la gente y los jóvenes para conocer sus anhelos y expectativas, sus insatisfacciones y angustias, sus pensamientos y deseos. Todos son fuentes de información valiosa para detectar oportunidades financieras. Esto no se obtiene de la noche a la mañana, debe convertirse en un hábito y una constante en nuestra vida.



Recuerda, como dice Allen, que tu estado natural es ser feliz, saludable y próspero, el dinero es bendito y no maldito, y de su buen o mal uso dependerá tu presente y futuro, porque tu inteligencia financiera te guiará para que las circunstancias se presenten y se aprovechen. De igual forma, a como ocurre con el liderazgo o la creatividad, se podrá nacer con habilidades naturales para el manejo y producción del dinero, pero las actitudes de prosperidad y las habilidades financieras las puedes desarrollar, y se encuentran al alcance de tu mano. No estarás exento de los problemas y tropiezos, los cuales deberás superar inevitablemente, porque la resiliencia no solo le atañe a las catástrofes naturales, sino a la superación financiera. Te invitamos a que nos acompañes en el próximo capítulo, en donde te daremos las pautas para que desarrolles tu resiliencia o poder de superación, financiera. Te esperamos.



Paso 9

Resiliencia y Superación financiera

La Resiliencia se define como la capacidad de hacer las cosas bien a pesar de las adversidades, superarlas y salir fortalecidos. Pero ¿qué tiene que ver todo esto con la prosperidad e inteligencia financiera? Pues mucho, porque si revisas la historia, nadie logró nada sin haber fracasado previamente, y como dicen los más destacados gurús de las finanzas, lo importante no es perder sino terminar ganando. Así ocurre con la gente que participa en los torneos de poker, o con aquellos que realizan inversiones en el mercado forex, o te podrá ocurrir a ti cuando desarrolles tu propio emprendimiento y manejes tus inversiones.

En el servicio moderno nos enseñan que el problema no es cometer errores sino resolverlos, y en las finanzas el problema no reside en el riesgo de perder sino en asumir el riesgo de ganar. Como dice el adagio popular, quien no arriesga un huevo no obtiene un pollo, y quien no invierte no podrá obtener prosperidad y abundancia. Claro, no se trata de hacer acciones desesperadas e indiscriminadas, sino planeadas y objetivas, en algunos casos intuitivas pero fundamentadas y armónicas. En el camino encontrarás tropiezos y dificultades pero te daremos las pautas para que puedas superarlas y salir fortalecido de cada una de las experiencias. Supongamos que decides invertir en el mercado de capitales y específicamente en algunas acciones de empresas registradas en la bolsa, para lo cual acudes a un comisionista o intermediario de bolsa. ¿A quién acudir? Lo mejor es solicitar referencia de amigos y conocidos que ya tengan experiencia en este negocio en particular, para saber cómo les ha ido en su experiencia y porqué recomiendan a uno u otro intermediario. Igualmente es válido, ir directamente a la fuente, es decir a la bolsa o las asociaciones que las acogen, para solicitar información adicional que pueda ser útil en la toma de la decisión. Igualmente te podrán ser útiles, factores como, el valor de la comisión que cobran por la gestión y por los rendimientos recibidos, si es un valor fijo o variable, las facilidades de acceso a la información, las trayectorias de éxito y fracaso, la tecnología que usan, o la disponibilidad de servicio las 24 horas.



¿Cómo superar una pérdida de dinero producto de la desvaloración de las acciones compradas? Lo primero que debes tener presente, es que las inversiones de bolsa son de largo plazo, y si no estás dispuesto a ello, es mejor que busques otras alternativas. Dentro de este orden de ideas, las acciones pueden sufrir incrementos y disminuciones en su valor, los cuales no nos deben preocupar en demasía, aunque siempre debemos estar dispuestos y atentos a vender si las tendencias y los análisis técnicos así lo sugieren. Pero si hemos comprado las acciones porque confiamos en el respaldo de las empresas que las emitieron, lo mejor es tranquilizarnos, respirar profundo y esperar en la mejoría del valor, que con seguridad llegará. Ahora supongamos que la inversión la deseas realizar en el mercado forex, es decir en el negocio de compra y venta de divisas. Lo primero que debes analizar, es que aunque tú mismo puedes acceder directamente al mercado de divisas, es aconsejable también utilizar un broker o intermediario financiero que te asesore y te mantenga actualizado sobre las tendencias y novedades del entorno financiero, y en especial un broker confiable que esté debidamente autorizado ante las autoridades de vigilancia financiera y que lleve suficiente trayectoria en tiempo y volumen de negocios. Las compras en el mercado forex se realizan por parejas de divisas, por ejemplo, puedes comprar euros emparejados con el dólar americano, esperando que el euro se valorice y crezca su valor respecto del dólar y de esta forma ganes dinero. Sin embargo, en la práctica, las divisas se valorizan y se deprecian en su valor en forma volátil, constante, y sujeto a cualquier noticia que les impacte, cómo la inestabilidad económica del país o la incertidumbre de alguna política. ¿Cómo superar una pérdida de dinero producto de la disminución del valor de la divisa que adquirimos respecto de la divisa que oficia como pareja? El mercado forex no es de largo plazo como las acciones de la bolsa pero si son de mediano plazo, de tal forma que cualquier movimiento diario a favor o en contra, no debe desvelarnos en demasía, y adicionalmente, se cuenta dentro del mercado forex con la ventaja, de que tu puedes protegerte, definiendo ciertos límites para que se venda si se llega a un valor muy bajo de la divisa o se compre si ocurre lo contrario. Igualmente debes aprender que no solo puedes ganar cuando la divisa se valoriza, sino también cuando disminuye su valor, ya que puedes vender antes de que siga disminuyendo para luego comprarlas de nuevo cuando el precio descienda más, ganando de esta forma la diferencia de precio. Pero la reflexión más importante, es que debes definir un plan previo de actuación en el mercado, el cual debes seguir sin que te dejes afectar por la emoción de movimientos que se salen del curso sin ninguna justificación. Cómo tercer ejemplo, supongamos que acabas de invertir en un pequeño negocio de emprendimiento, como un restaurante de comida naturista y saludable, en donde tienes fincadas tus esperanzas de éxito financiero. Pero resulta, que debido a la aparición de una recesión económica las ventas se reducen drásticamente. ¿Cómo superar la pérdida de dinero? Al igual, que en los casos anteriores, las inversiones en los emprendimientos, no obedecen a decisiones de corto plazo, y las situaciones cambiantes deben enfrentarse con ese mismo criterio, es decir pensando que las condiciones se revertirán en el mediano plazo. Pero como debemos sobrevivir, en el corto plazo, se pueden realizar acciones de choque, en donde se reduzcan los gastos no necesarios, para mantener el punto de equilibrio, mientras se subsanan las adversidades. En todos los casos, lo más importante, para superar las crisis financieras, es que las asumas con calma y serenidad, que el ímpetu de las emociones no te lleve a tomar decisiones apresuradas, pero sí que te apoyen para mantener tu optimismo. La



persistencia siempre será tu mejor consejero, la confianza tu gran aliado, el aprendizaje una constante, la iniciativa tu recurso, los planes tu faro, la adaptación una necesidad imperante, la pasión y fuerza interior tu motor de arranque. Recuerda, que nunca debes invertir lo que no tienes y no puedes, sino aquello que te sobra, y para que el dinero te sobre, debes presupuestar bien tus gastos, aumentar tus ingresos, gastar menos y ahorrar más. Sigue con nosotros, porque aún no termina este viaje por el sendero de la prosperidad y abundancia financiera. Te esperamos.



Paso 10

Prosperidad y abundancia financiera

La prosperidad y abundancia financiera obedece a reglas naturales relacionadas con saber sumar tu dinero, multiplicar tus esfuerzos y potenciar tu mente. La suma se identifica con tu parte física y el dinero material, la multiplicación con la utilización de tus emociones para que te apoyen en los propósitos, y la potenciación se relaciona con la programación de tu mente para que libere los limitantes y desfoguen tu

poder. La suma del dinero es muy sencilla, porque solo suman los ingresos producto de tu trabajo y tus negocios, los cuales se ven afectados por tus gastos dirigidos a satisfacer las necesidades básicas y suntuarias, así como los pagos generados por las deudas contraídas. Adicionalmente, tu patrimonio en activos también suma, porque aunque no representa efectivo real si se puede convertir en él cuando se concrete su venta, y de otro lado, los pasivos o valor de los créditos contraídos, restan ya que generan egresos permanentes, incluyendo intereses, hasta que se cancele la totalidad del valor. La multiplicación de esfuerzos nace por supuesto con la cooperación y trabajo en equipo, ya que de todos es conocido su capacidad de generar sinergia o mayor productividad, pero lo más sorprendente es que se alcanza cuando se utilizan todas las emociones para apoyarte en tus acciones y lograr mayores y mejores resultados. Aunque te parezca increíble, el miedo te alerta para que todos tus sentidos y capacidades se preparen para enfrentar los entornos desconocidos y cambiantes, muy útil cuando realizas inversiones de dinero, ya que el miedo te obliga a capacitarte en el mercado en donde vas a incursionar. La furia te genera energía que puedes canalizar en actuaciones productivas y en la misma superación de dificultades, indispensable cuando obtienes pérdidas temporales en tus inversiones, que te sirven de apoyo para pasar el vendaval y luego retomar con más bríos el rumbo.



La potenciación de tu mente te sirve para aceptar que el dinero como parte de tu naturaleza, atraerlo y magnetizarte hacia él para que siempre esté presente. La clave no se encontrará en nuestro entorno sino en nuestro propio interior, lo cual lo convierte en factible y alcanzable para todos, sin distinción. ¿Qué hacer? Volver lo inconsciente en conciente, para que toda esa riqueza de conocimientos y actitudes universales e infinitos, se canalicen en bienestar, en inteligencia financiera y en prosperidad. Por ejemplo, debemos sacar de nuestro interior el concepto de que el dinero es abundante, que somos merecedores de él, que crece cuando lo hacemos circular y lo compartimos, que lo amamos, que no es pecaminoso, que produce bienestar, que está en todas partes, y que podemos ponerlo a trabajar. Sí, abras notado que muchos resultados en la vida, son más actitud que aptitud. Ahora es el momento de integrar la suma, la multiplicación y la potenciación, en un solo concepto poderoso, denominado actuación. Dedicaré cada día de mi vida a producir dinero aprovechando cada oportunidad que se me presente, y no gastaré el más mínimo centavo en ninguna actividad o producto que no me genere beneficio económico, así lo haré de aquí y en adelante, por los días de los días. Aunque te parezca un poco materialista esta afirmación, es indispensable que la programes en tu interior para que la abundancia prospere y alcances la armonía con la conjunción del cuerpo, la mente, la emoción y el espíritu. Es cierto, las matemáticas no solo son cifras frías e inexpresivas, también son filosofía de vida y de esperanza, nos sirven para conocer nuestro balance de dinero en el Banco y también son útiles para identificar nuestro balance emocional interior. Las fórmulas de algebra nos enseñan el equilibrio de las ecuaciones y la forma en que debemos despejar las variables para encontrar su valor, de la misma forma, las ecuaciones o leyes universales nos enseñan a equilibrar nuestra existencia, nuestras inversiones y nuestras actuaciones, a usar el dinero adecuado y no malgastarlo, a usar los esfuerzos requeridos y no sobrepasarlos, a distribuir el riesgo, a sentirnos en paz y armonía. La geometría nos enseña por su parte, la estabilidad de las figuras, la complementariedad entre los ángulos, y que de la unión entre ellas se pueden construir las grandes obras maestras. De igual manera, la geometría financiera y de la vida nos invita a mantener la estabilidad entre los ingresos y los gastos, entre los activos y los pasivos, permitiéndonos convertir un egreso en un ingreso cuando se pone a producir, y un pasivo en un activo cuando se invierte inteligentemente. No enseña, que de la unión de cada centavo se forma el peso, y así sucesivamente y en forma creciente. De la misma forma como los números nos demuestran que el nueve es mayor al cinco, la inteligencia financiera nos dice que invertir es mayor que producir y éste último es mayor que recibir, que la mente del emprendedor es más fructífera financieramente y más próspera que la mente del empleado, y que la actitud positiva con que se enfrentan los retos de la vida producen mayores y mejores resultados. La prosperidad y abundancia financiera no es un sitio vedado y exclusivo de las personas superdotadas, porque todos cabemos en su reino. Pero sí es un sitio, cuyo pase de acceso está dado a ti, en el momento en que te decidas a reprogramar tu mente hacia el dinero y la prosperidad, creas y tengas fé en su logro, elimines la envidia y el rencor, te limpies de limitantes y fantasmas del pasado, te conectes con el universo, y seas infinitamente agradecido con las bendiciones que empezaras a recibir. ¿La forma de hacerlo? Compartir tus conocimientos y dejarlos fluir, compartir tu dinero y dejarlo crecer, compartir tu magnetismo y dejarlo multiplicar. Actúa ya, y sigue tu



camino hacia la prosperidad y abundancia, y cuenta siempre con nosotros que te estaremos apoyando y guiando, para que tu libertad financiera ilimitada se alcance y se mantenga. Hasta muy pronto. ¡Gracias por leer Los 10 Pasos Para Aumentar Tu IQ Financiero! www.CreaTuRealidad.com El mayor portal de habla hispana sobre pensamiento positivo, ley de la atracción, éxito, prosperidad y crecimiento personal.

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