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CORRUPCION EN EL PERU Se refiere a todo aquel funcionario que hace mal uso de su cargo a fin de obtener beneficios de forma ilegítima. Hay varios tipos de corrupción, entre los que resaltan el tráfico de influencias, malversación de fondos, coimas y nepotismo. Qué aspectos generan corrupción: Poder discrecional, salarios demasiados bajos, ineficiente administración pública, concentración de poderes, entre otros factores. El Perú se ubica en el puesto 78 en el último Índice de Percepción de la Corrupción publicado por la organización Transparencia Internacional. En el Perú, se ha destapado una ola de denuncias de corrupción con características que vale la pena precisar: en algunos casos, son economía ilegal pura y dura; en otros, hay una relación activa entre economía ilegal y legal; existen también redes de corrupción que se organizan desde y en el Estado; y, finalmente, redes que se constituyen al margen de este, pero que tienen la intención de capturar alguno de sus sectores. El punto de quiebre de la corrupción se produjo durante la década de los noventa, con una férrea centralización que tuvo como eje al Estado y como protagonista a Vladimiro Montesinos, hoy en prisión, condenado a 25 años como autor mediato de la matanza de Barrios Altos, así como a penas por corrupción que van entre 4 y 10 años de cárcel. No es que antes de Montesinos no hubiese corrupción, y tampoco es justo decir que se eliminó cuando Fujimori se vio obligado a dejar el gobierno, por más que se logró desbaratar su carácter sistémico.

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CORRUPCION EN EL PERUSe refiere a todo aquel funcionario que hace mal uso de su cargo a fin de obtener beneficios de forma ilegtima. Hay varios tipos de corrupcin, entre los que resaltan el trfico de influencias, malversacin de fondos, coimas y nepotismo. Qu aspectos generan corrupcin: Poder discrecional, salarios demasiados bajos, ineficiente administracin pblica, concentracin de poderes, entre otros factores. El Per se ubica en el puesto 78 en el ltimo ndice de Percepcin de la Corrupcin publicado por la organizacin Transparencia Internacional.En el Per, se ha destapado una ola de denuncias de corrupcin con caractersticas que vale la pena precisar: en algunos casos, son economa ilegal pura y dura; en otros, hay una relacin activa entre economa ilegal y legal; existen tambin redes de corrupcin que se organizan desde y en el Estado; y, finalmente, redes que se constituyen al margen de este, pero que tienen la intencin de capturar alguno de sus sectores.El punto de quiebre de la corrupcin se produjo durante la dcada de los noventa, con una frrea centralizacin que tuvo como eje al Estado y como protagonista a Vladimiro Montesinos, hoy en prisin, condenado a 25 aos como autor mediato de la matanza de Barrios Altos, as como a penas por corrupcin que van entre 4 y 10 aos de crcel.No es que antes de Montesinos no hubiese corrupcin, y tampoco es justo decir que se elimin cuando Fujimori se vio obligado a dejar el gobierno, por ms que se logr desbaratar su carcter sistmico.Sin embargo, ahora la novedad es la industrializacin o corporativizacin, la organizacin en grandes redes y la creacin de sinergias mltiples entre privados, y entre privados y sectores del Estado. Este es el nuevo giro del negocio de la corrupcin; ya el eje no es la comisin a cambio de un favor o privilegio, por ms que esta exista y sea cada vez ms abultada. Mientras tanto, las organizaciones corruptas vinculadas a la economa ilegal se han expandido y buscan que el Estado se haga de la vista gorda; es el caso de los grupos criminales vinculados al narcotrfico.En este marco, muchas agrupaciones polticas, nacionales y regionales sobre todo las que carecen de ideas y programas, se convierten en presa fcil de sus financiadores y sus cabilderos.Estas agrupaciones han borrado de su horizonte conceptos como bien comn, solidaridad, respeto por los ciudadanos o resguardo de los fondos pblicos, y corren el riesgo de confundirse con tramas de corrupcin regional y nacional.Los peruanos no entendemos por completo todas las ramificaciones de la corrupcin. No solo se trata de coger algo de dinero de una caja fuerte -lo que ya de por s es grave-, sino de torcer por completo una institucin, reducindola a su mnima expresin.CORRUPCIN.Hay dos alternativas. O lacorrupcinno es tomada en serio en nuestro pas o simplemente est tan enraizada en nuestra idiosincrasia y se ha transformado en un elemento tan cotidiano que no llama la atencin en lo ms mnimo; menos causa preocupacin. As, por lo menos, lo confirma la ltima encuesta dePulso Per, donde el 41% de los peruanos afirma que no tendra problema en votar por un candidato ladrn, siempre y cuando haga obras. A esta fraccin, adems, hay que agregarle la porcin del 59% restante que piensa igual, pero le da vergenza admitirlo pblicamente.El problema de fondo parece ser que los peruanos no entendemos por completo todas las ramificaciones de la corrupcin. No solo se trata de coger algo de dinero de una caja fuerte -lo que ya de por s es grave-, sino de torcer por completo una institucin, reducindola a su mnima expresin. Esto, a su vez, merma la credibilidad del Estado frente a sus ciudadanos, dificultando la gobernabilidad y fomentando, entre otras cosas, la informalidad. Justamente por ello, de acuerdo alInforme de Competitividad Globalelaborado por el Foro Econmico Mundial, estamos en el puesto 109 de 148 en el nivel de instituciones (un requisito estimado como bsico para elFEM) y la corrupcin es considerada como el segundo factor ms problemtico en el pas para hacer negocios.Como hemos podido atestiguar a travs de la prensa en los ltimos meses, las principales instituciones del Estado (el Congreso, el Poder Judicial, el Ministerio Pblico, la Polica Nacional, entre otras) se encuentran infiltradas por redes criminales. Basta con recordar los ltimos casos ms emblemticos para dar cuenta de ello: el caso Orellana, el caso lvarez, el caso Lpez Meneses, etc. Y esto es algo sumamente preocupante.De acuerdo al libro Por qu fracasan los pases?, de Daron Acemoglu y James A. Robinson, es la fortaleza e independencia de las instituciones polticas y econmicas, finalmente, lo que determina el xito de un Estado. Si no cambiamos de actitud para enfrentar frontalmente este problema, entonces ya sabemos por dnde terminaremos.LA HISTORIA DE LA CORRUPCIN EN EL PEREl ttulo corresponde a la versin en castellano del libro del historiador peruano Alfonso Quiroz, publicada por el Instituto de Estudios Peruanos y el Instituto de Defensa Legal, cuya presentacin se har este martes 14 de mayo en el auditorio del IEP. Lamentablemente, el autor muri antes de que estuviera lista la edicin, pero s fue una de sus ltimas preocupaciones, pese al esfuerzo descomunal que le signific. De las muchsimas cifras que trae la investigacin, me impresiona de sobremanera el costo que ha significado para el pas este patrn constante de corrupcin: un 4% del PBI en promedio. Qu hubiera pasado si el pas hubiera contado con ese porcentaje para, por ejemplo, educacin?El libro de Quiroz llega solo hasta los aos de Fujimori y Montesinos, caracterizados como los de mayor corrupcin en nuestra historia. Pero si Alfonso viviera, estara trabajando en un segundo tomo, ya que la absoluta falta de probidad de nuestros gobernantes ha continuado visiblemente. No hay nada para suponer que estemos ante un fenmeno de una magnitud ni mnimamente parecida a la de los 90, pero ya hay seales de que las cantidades en juego no son de poca monta.De la gran cantidad de denuncias que existen, son especialmente graves las que involucran a Alan Garca y Alejandro Toledo, por tratarse de los dos ltimos expresidentes.En relacin a Garca, todava no est clara su vinculacin con el caso de Business Track, ni la manera en que ha podido adquirir una nueva propiedad y su responsabilidad frente a la fbrica de indultos, entre otras imputaciones. Si no tiene rabo de paja debera colaborar de una manera muy esmerada con las investigaciones, tomando en cuenta que respecto a su primer gobierno se salv de numerosas investigaciones judiciales, al acogerse legal pero indebidamente a la prescripcin.En el caso de Toledo, l podra haber disipado toda duda si inmediatamente hubiera salido a los medios a explicar de manera didctica y con documentos irrefutables cmo su suegra ha podido gastar unos 5 millones de dlares en propiedades ubicadas en suelo peruano, donde no vive. El que no lo haya hecho es una mala seal.Respecto al actual gobierno, no hay casos que se vinculen directamente a la pareja presidencial, aunque no se puede olvidar que los humalistas blindaron a Omar Chehade para que no fuera investigado penalmente y que no se tomaron las medidas que correspondan a la gravedad de lo sucedido con Alexis Humala.A otro nivel, la Procuradura Anticorrupcin viene haciendo un monitoreo de los casos que recibe, lo que ha aportado informacin emprica de algo que se intua. El mayor nmero de denuncias que le llegan se vincula con los municipios distritales y provinciales, y, en cuarto lugar, con los gobiernos regionales. De ah la importancia de cmo terminen las denuncias de Comunicore o las que tiene Burgos, alcalde de San Juan de Lurigancho.En el IDL estamos tratando de ver el seguimiento que algunos medios de comunicacn hacen de este fenmeno, para lo que hemos creado El WATCHiman Anticorrupcin (ver Justicia Viva). En la primera entrega, hemos registrado 155 noticias en cinco peridicos, durante los meses de febrero y de marzo, en las que aparece, en primer lugar, una denuncia vinculada a otro sector: el contrato firmado por representantes del Ministerio de Defensa y la empresa israel Global.Qu hacer en trminos prcticos? Como en todo, no hay que inventar la plvora. En el Per y en muchos otros pases lo que ha dado muy buenos resultados es el fortalecimiento de un sistema especializado, con personal altamente calificado (que existe), con recursos (que hay), con apoyo institucional pero independiente en los hechos. Y, como parte de un conjunto de medidas preventivas: una buena Contralora, el mximo de transparencia y de acceso a informacin pblica y buenas normas vinculadas a aspectos como lavado de activos o conflictos de intereses.

Corrupcin en el Per y el mundoSabemos que lacorrupcines un problema muy serio en nuestro pas; tambin lo es en muchos otros paises en la que se sufre el mismo problema.Segn la publicacin del Global Corruption Barometer 2013, de Transparencia Internacional, con informacin muy til de 107 pases de todo el mundo, obtuvo como resultado de la aplicacin deencuestas de opinin lo siguiente:Cuando se les pregunta a las personas cun serio es el problema de la corrupcin en elsector pblicode su pas, en una escala del 1 al 5, Liberia y Mongolia aparecen en primer lugar con 4.8; el asunto se percibe como menos serio en Ruanda, Dinamarca, Sudn, Suiza y Finlandia, con puntajes entre 2.9 y 2;Peraparece en el puesto 39 con 4.5, por encima del promedio global, que es 4.1. Dentro de la regin, Mxico y Paraguay se perciben con los pases donde el problema de la corrupcin es ms serio (puesto 4 y 6 de los 107 pases), seguidos porBrasil, Venezuela, Argentina, Per, Colombia, Bolivia, Chile, El Salvador y Uruguay, en ese orden. Este ltimo pas es el nico de la regin que aparece por debajo del promedio global, con un puntaje de 3.8. Siguiendo con la regin, los partidos polticos son percibidos como la institucin ms corrupta, al igual que en la mayora de pases del mundo. Destacan adems Colombia y Paraguay, en donde el Congreso es percibido como la institucin ms corrupta; Per, donde el Poder Judicial se gana ese baldn; y Mxico, El Salvador, Jamaica, Venezuela y Bolivia, en donde es la polica.

Cuando se pregunta por pago por coimas en los ltimos doce meses, Sierra Leona aparece en primer lugar, con un 84%; Per en el puesto 51, con 20%, esta vez por debajo del promedio global, de 27%. Cuando se pregunta si es que el pas es regido por pocas grandes entidades que actan a su favor y no a favor del inters general, Per aparece mejor, en el puesto 84, con un 42% que percibe que eso es as en gran medida (29%) o completamente (13%). Ordenados los pases de la regin segn el grado de captura por grandes intereses, el orden es el siguiente: Paraguay (en un nivel cercano al de Italia), Argentina (cercano a Espaa), Chile (cercano a Estados Unidos), Mxico (cercano a Egipto y Filipinas), Bolivia, Colombia, El Salvador, Venezuela, Brasil, Per y Uruguay. Este dato sugiere que en Per se vincula la corrupcin reciente ms a problemas de prestacin de los servicios cotidianos que a la captura por grandes intereses, sin dejar de ser esto un tema relevante.Qu hacer? Cuando se pregunta si las personas comunes pueden hacer que las cosas cambien en la lucha contra la corrupcin, losperuanosaparecemos como voluntaristas: un 82% est de acuerdo con esa afirmacin, y ocupamos el puesto 20 a nivel global. Sin embargo, cuando se pregunta si se estara dispuesto a participar en varias acciones concretas, caemos al puesto 55, aunque seguimos por encima del promedio global.Cuando se habla de corrupcin muy a menudo se la relaciona con actividades ilegales realizadas por personas o grupos organizados, que infringen y violan los sagrados intereses pblicos. El manto de la corrupcin se extiende como un pulpo y abarca no solo actividades pblicas sino tambin privadas.Corrupcin es, el mal uso del poder poltico-burocrtico por parte de camarillas de funcionarios, coludidos con mezquinos intereses privados, para as obtener ventajas econmicas y polticas contrarias a las metas del desarrollo social mediante la malversacin o el desvo de recursos pblicos, y la distorsin de polticas e instituciones.La corrupcin no solo comprende el saqueo de fondos pblicos, sino que alcanza otras actividades ilegales como: sobornos, malversacin, mala asignacin de fondos y gastos pblicos, aplicacin errada de programas y polticas, escndalos financieros, el fraude electoral y otras actividades como el financiamiento ilegal de partidos polticos en busca de favores indebidos.La mayora de analistas, sesudos periodistas, experimentados crticos, relacionan a la corrupcin con el gobierno de Alberto Fujimori y expresan su desazn calificando a este gobierno (1990-2000) como el ms corrupto de la historia, demonizando al ex mandatario. Sin considerar que la corrupcin es propia de nuestra sociedad desde que llegaron los espaoles, segn informaciones que existen en diversos archivos.