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COORDINACIÓN EDITORIALDirección General del IASIS

CONSEJO EDITORIALSUBDIRECCIÓN DE PREVENCIÓN Y ATENCIÓN

A LAS ADICCIONES DEL INSTITUTO DE ASISTENCIA

E INTEGRACIÓN SOCIAL DE LA SECRETARÍA

DE DESARROLLO SOCIAL DEL D.F. DIRECCIÓN DE PROYECTOS STRATÉGICOS E

DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE VINCULACIÓN Y ENLACE DE LA SECRETARÍA DE SALUD DEL D.F.

UNIDAD DEPARTAMENTAL DE SALUD DEL INSTITUTO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA DEL D.F.

AUTORESIng. Juan Machín RamírezDIRECTOR GENERAL DE CAFAC

Psic. Patricia Reyes del OlmoDIRECTORA DE CAEDRO, A. C.

Tpa. Sandra Tovar KuriDIRECTORA DE PROGRAMAS DE PREVENCIÓN

DE PICAS Y PLATICAS A. C.Dr. Humberto Brocca Andrade

DIRECTOR MÉDICO DE PICAS Y PLÁTICAS A. C.Lic. Leticia Echeverría San Vicente

COORDINADORA DEL CENTRO DE PREVENCIÓN Y ATENCIÓN DE ADICCIONES,

FACULTAD DE PSICOLOGÍA, UNAMAlfredo Nateras DomínguezPROFESOR INVESTIGADOR, UAM-I

ESTUDIOS EN DOCTORADO EN CIENCIAS ANTROPOLÓGICAS

CENTRO DE RESPUESTAS EDUCATIVAS Y COMUNITARIAS, A. C. (CRECE)

REVISIÓN TÉCNICA DIRECCIÓN GENERAL DE VINCULACIÓN

Y ENLACE DE LA SECRETARÍA DE SAUD.Dra. Silvia Lorenia Cruz Martín del Campo

Dr. Arturo Ortiz Castro

EDICIÓN Y CORRECCIÓN Alberto Mc Lean Rodríguez

DISEÑO GRÁFICOEl Aleph Digital S.A. de C. V.

Leobardo Vargas HuertaFrancisco Vargas Huerta

ILUSTRACIONESRicardo García FuentesJosé Juan Rivera Lara

PORTADAJosé Juan Rivera Lara

DIRECTORIO

JEFE DE GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL Y PRESIDENTE DEL CONSEJO CONTRA LAS

ADICCIONES DEL DISTRITO FEDERAL

SECRETARIO DE SALUD DEL DISTRITO FEDERAL Y COORDINADOR DEL CONSEJO CONTRA LAS ADICCIONES DEL DISTRITO FEDERAL

SECRETARIO DE DESARROLLO SOCIAL DEL DISTRITO FEDERAL

DIRECTOR GENERAL DEL INSTITUTO DE ASISTENCIA E INTEGRACIÓN SOCIAL

Y SECRETARIO TÉCNICO DEL CONSEJO CONTRA LAS ADICCIONES DEL DISTRITO FEDERAL

DIRECTORA GENERAL DEL INSTITUTO DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA

DEL DISTRITO FEDERAL

DIRECTOR GENERAL DEL INSTITUTO DE LA JUVENTUD DEL DISTRITO FEDERAL

D. R. 2010, Gobierno del Distrito FederalPlaza de la Constitución, núm. 2, 1er piso, Col. Centro, Del. Cuauhtémoc, C.P. 06068

Julio, 2010

Este programa es de carácter público, no es patrocinado ni promovido por partido político alguno y sus recursos provienen de los impuestos que pagan los contribuyentes. Está prohibido el uso del programa con fines políticos, electorales, de lucro y otros distintos a los establecidos.

Quien haga uso indebido de sus recursos en el Distrito Federal, será sancionado de acuerdo con la ley aplicable y ante la autoridad competente.

Distribución gratuita, prohibida su venta.

Tiraje:39,000 ejemplares

Imprenta: Corporación Mexicana de Impresión S.A. de C.V.

Preliminares.indd 2 8/19/10 3:01:36 PM

Vuela Libre (19-agosto-2010).pdf 1 30/08/10 08:49 a.m.

Capitulo 1. Si siempre han existido las drogas, ¿por qué tanto alboroto?

¿Es verdad que siempre han existido las drogas?Un poco de historia En resumenSi siempre han existido las drogas, ¿por qué tantoalboroto?Conclusión

Capítulo 2. Chilanga BandaSer adolescente y joven La diferenciaSoy chilango Grupos juveniles en la urbe Tribus urbanas o mejor dicho culturas juvenilesCulturas juveniles y accesorios identitariosDe pachucos, cholos y tarzanesLos rebeldes sin causaDe los hippies a los jipitecasLos chavos rockeros y los metalerosDe chavos banda y punks

Índice



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¡Ya llegaron los que siempre andaban ahí!: oscuros, emos, fresas, raves, rastas, skay, reggaetoneros, hip-hoperosDrogas = jóvenes: Estigma que hay que erradicar, ¿no crees?Para concluir

Capítulo 3. Las sustancias y el cerebro: una relación peligrosa

¿Cuáles son los principales neurotransmisoresy cuál es su función?¿Qué parte del cerebro afectan las drogas?¿Cómo se clasifican los diferentes tipos de sustan-cias psicoactivas?

Capítulo 4. Las drogas estimulantes¿Qué son los estimulantes?¿Cuáles estimulantes son los que más abundan en nuestro medio?Algunas patologías asociadas al tabaco¿Cuáles son los efectos generales de los estimulan-tes? ¿Qué pasa si se usan repetidamente?La cocaínaMetanfetamina y otras anfetaminasÉxtasis o tacha

Capítulo 5. Las drogas que inhibenAlcoholTranquilizantes o benzodiacepinasInhalablesMarihuanaHeroína, morfina y compuestos similares


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Capítulo 6. Los alucinógenos¿Qué drogas producen alucinaciones?¿Qué es el LSD?¿Qué otros alucinógenos existen?¿Qué es el polvo de ángel?¿Y la ketamina?Drogas de antro y mezclas¿Qué es el GHB?¿Qué otra cosa me podrían poner en una copa?¿Cómo evitar estos riesgos?Otras mezclas

Capítulo 7. ¿Dónde me encuentro respecto al consumo?

Alcohol TabacoOtras drogas

Capítulo 8. Me tengo a mí mismoLibertad y dependencia, rasgos de nuestra vidaAsertividad: ¿yo y los demás, o los demás y yo?Autoestima: yo ante el espejo¡Ya bájenle! ¡Todo yo!Relajarse y echar relajoTomar decisiones: uno más uno, no siempre son dosHablar, conversar, compartirYo ante los mediosDesatando nudos, resolviendo conflictos


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Capítulo 9. Si sabes contar… cuentas con tu red social

Red socialMi familia, en las buenas y en las malasMis amigosComunidadEscuela

Capítulo 10. ¿Qué dicen las Leyessobre las drogas?

¿Qué son las leyes, códigos y reglamentos?¿Delito o falta administrativa?¿Qué leyes generales hay en el Distrito Federal para menores de edad referentes al consumo de drogas? Delitos contra la salud y consumo de sustanciasLegislación en tabaco, alcohol y sustancias de uso médicoDelito de lesionesDelito de homicidioLegislación en drogas ilegalesConsumir droga, aunque no es un delito, tiene con-secuencias legales Vender droga, en la cantidad que sea, es un delitoDelitos contra la salud en materia de drogas

Capítulo 11. ¿A dónde acudir?¿Y tú cómo puedes ayudar a prevenir?¿Qué se puede hacer o a dónde podemos ir si cono-cemos a alguien cercano que tiene problemas con su consumo de drogas?


En este capítulo conocerás acerca de algunas maneras en que adolescentes y jóvenes se agrupan, como parte del proceso hacia la iden-

tidad adulta, teniendo como escenario, en este caso, la capital del país.

ChilangaBanda

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Ser adolescente y joven

Ser adolescente (10-17 años) y joven (18-25 años aproximadamente), no es algo que sólo tenga que ver con determinada edad o ciertos cambios a nivel físico, sino que al mismo tiempo, va modificándose tu estado de ánimo, la manera de pensar, la forma en que te vinculas con tus amigos(as), los profesores, tus pa-dres y la gente con la que más convives. También, tus gustos varían y además es común empezar a tener nuevas vivencias.

La adolescencia es un periodo temporal en la vida del ser humano, etapa de cambios biológicos o fí-sicos principalmente sexuales que te permiten la pro-creación, psicológicos (formas tu propia identidad) y sociales (mayor necesidad de ser reconocido (a) prin-cipalmente en tu grupo de amigos).

También se presentan cambios fisiológicos. Por ejemplo, durante la adolescencia muchachos y mu-chachas sufren de problemas de la piel, causado por las hormonas sexuales y de crecimiento.

Particularmente, algunas mujeres maduran más rápido que la mayoría de los hombres: entre los 10 y 15 años, deben asimilar la experiencia de la menstrua-ción que para algunas resulta perturbadora. También crece el busto, se ensanchan las caderas, nace vello donde antes no había.

En los hombres se modifica el tono de la voz, a algunos les sale barba (a otros no, pues son lam-piños), crece vello donde antes no había e inician los


Dante / 28 años / I zt apalapaUsuario del Cent ro de Tratamiento Torres de Pot rero

Yo comencé a consumir dr ogas desde mi ingr eso en la escuela secundar ia. Empezó por simple cur iosidad y por obser var a mis compañer os hacer lo: pr imer o f ue el cigar r o por ent r ar al cír culo de los que sí nos at r evíamos; en el caso del cigar r o f ue más por popular idad que nada, y ese f ue el pr imer paso por que después me at r eví a pr obar la cocaína y mar ihuana. Ent onces t odo cambió.

Los ef ect os del cigar r illo nunca me gust ar on, lo hacía más por que mis amigos lo hacían, per o en el caso de las demás sust ancias f ue dif er ent e por que me gust ar on los ef ect os, desde ese momen-t o empecé a consumir las.

Pr imer o los f ines de semana después mi adicción cr eció hast a hacer lo t odos los días; en el camino de mi adicción f ui conociendo más dr ogas y el pr oblema se hizo más gr ande, por que ahor a consumía lo que se me at r avesaba (monas, cocaína, mar ihuana, ácidos y cr ist ales).

Al pr incipio gast aba mi diner o, per o conf or me mi adicción cr ecía t uve que opt ar por r obar y def r audar a per sonas cer canas a mí. Per o cuando empecé a hacer lo con mi f amilia f ue cuando t odo empezó a der r umbar se. Por que empecé a dar me cuent a que después de que t odos se acer caban a mí ahor a me r echazaban.

“sueños húmedos”, que por lo regular terminan en eyaculación.

Lo importante es que sepas que los cambios físi-cos no se dan de la misma forma ni al mismo tiempo en todos los adolescentes, ni tampoco entre hombres y mujeres.

Si algunos de estos cambios a nivel físico ya te están sucediendo, simplemente tómalo con calma, es algo común, es decir, por ahí pasamos todos/todas y, además, te sirve para reconocerte e ir valorando y cuidando tu cuerpo.

Los cambios físicos y emocionales te provocan la necesidad de experiencias nuevas, lo que te ubica en un escenario en el que es más fácil ponerte en situa-ciones de riesgo.

La juventud es la etapa del proceso de transi-ción hacia la adultez donde la personalidad del individuo termina de definirse. En este proceso el joven está



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sexualmente desarrollado, pero carece de la expe-riencia y la madurez emocional.

La juventud es una etapa social, es decir, son to-das aquellas acciones y expresiones culturales que llevas a cabo y que poco a poco te van diferenciando de los mundos adultos, como por ejemplo, el tipo de si-tios que frecuentas —discotecas y antros—, la músi-ca que escuchas, las cosas que haces con tus cuates como ir a las tardeadas o a algún centro comercial, cómo te vistes, pertenecer a una banda de música —y ensayar en el garaje o en la azotea de tu casa—, o ser artista callejero (grafitero) y un sinfín de parti-cularidades que cada uno puede tener.

Hay distintas formas de ser joven, es decir, los jó-venes son heterogéneos, diversos, múltiples: indígenas, urbanos, rurales, y quizás: nerd, fresa, casual, ska, psycho, dark, roquero, rasta, etc. Por lo tanto, la juventud es una etapa de la vida por la que vas a pasar —o a lo mejor ya estás pasando— y no por la que se esté para siempre, es decir, los jóvenes como tú algu-na vez van a dejar de ser culturalmente jóvenes.

Así es que disfruta lo más que puedas esta etapa, así como las demás.

La diferencia

Cuando estás en el tránsito de ser joven, por lo re-gular también empiezas a distanciarte de los mundos adultos (tus papás) y en algunos casos de sus formas de ser, de pensar y quizás no compartes más cier-tas ideologías, o te revelas ante determinadas normas

Visita la Casa de Cultura de tu preferencia y realiza la actividad que más te gusta. Directorio al final del libro.


15 años / Masculino

Cent ro para Adolescentes Menores I nf ractores del Gobie rno del Dist r it o FederalMis t íos pat er nos y mat er nos t omaban en las f iest as cada 15 días o ent r e semana. Ellos dicen que el alcohol no hace daño, que le hace bien al cuer po, t al vez por que no han t enido pr oblemas. En casa había r euniones o visit as, se invit aba alcohol, al moment o de dar lo se veían cont ent os, después había pleit os con agr esiones hast a pelear se sin mot ivación alguna.

Cuando er a chico mi papá me of r ecía alcohol o cer veza, me pr egunt aba si quer ía, me decía que me iba a hacer bien, t ambién que est ar ía mej or con t r agos encima.

En una navidad acompañé a mi papá en la camionet a y me dij o que el alcohol es alegr ía. La pr ime-r a vez no me gust ó, no me sent í mej or . Con el t iempo mi cuer po me pedía el alcohol, lo t omaba por el “cot o”, lo t omaba por la noche.

Empecé a f umar cigar r o con amigos más gr andes, ellos me of r ecían per o lo r ecibía par a no sent ir me menos acept ado. Ant es me of r ecían per o si lo r echazaba me decían put o, hij a de papi. Pensé que ser ía sacado del gr upo, me dij er on que con el alcohol se aliviaban las cosas, per o sólo er a por un r at o… al siguient e día se r ecuer da lo mismo. Tenía br oncas f amiliar es, con mi mamá, se aver gonzaba de que yo t omar a dr ogas, mej or me pr ef er ía muer t o. Me denigr aba a mí y a mi her mano.

familiares (tener siempre arreglado tu cuarto), o no respetas ciertas reglas (llegar siempre después de la hora permitida) o de plano te aburren las reuniones familiares.

Lo que más desean la mayoría de los chavos es ser ellos y ellas, es decir, no parecerse a los mundos adultos, lo que interesa es ser diferentes, aunque eso sí, algo parecido a tus cuates, a tus amigos/amigas, a tus brothers o carnales, pues.

Esto implica que te vas a relacionar con otros chavos similares a ti, ya sea porque comparten determinados gustos, por ejemplo, el tipo de música que escuchan, la forma de vestirse, los lugares que visitan, la manera de hablar, o quizás tienen las mismas preocupaciones per-sonales, políticas, sociales o incluso, en algunos casos, hasta prácticas parecidas.

O sea que por lo regular tu vida como joven ocurre agrupado, es decir, con tus amigos(as)/tus cuates y, en



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la mayoría de los casos, la amistad es uno de los valores más fuertes que encontrarás en tu grupo, que se tra-duce en ser solidarios, afectivos y sensibles a lo que le suceda a uno de sus integrantes, es decir, a cualquiera de ustedes (como los tres mosqueteros, uno para to-dos y todos para uno).

Ser amigos y tener amigos es de lo mejor que te puede pasar en la vida, ya que vas aprendiendo de tus afectos, de una gran variedad de emociones, a relacionarte con los demás (parecidos y distintos a ti), a respetar las diferencias, ser tolerantes ante los otros y, también, adquieres confianza y autoestima.

En este sentido, el grupo de amigos(as) tiende a influir de una manera muy importante en tus com-portamientos como adolescente o joven que eres, y al revés también, tú influyes al grupo y a sus inte-grantes, o sea, a tus cuates, o dicho de otra forma, no hay nadie de tus amigos y amigas que no te influya de alguna manera, y al mismo tiempo, tú los influyes a ellos (¡claro!, a algunos o algunas más que a otros).

Soy chilango

A un mexicano(a) que es nativo del Distrito Federal (D.F.), se le llama “chilango”, para diferenciarlo de quienes han nacido en el interior de la República o son de provincia.

La capital del país es un área urbana que tie-ne millones de habitantes, por lo que la conviven-cia entre quienes ahí vivimos tiene características particulares.

Willis /San Andr és Tetepilco

—¿Tú que le dir ías a los chavos que consu-men dr ogas como t ú?

Que nadie es quien par a j uzgar los, per o siempr e hay un límit e.


Vivir en el Distrito Federal implica estar expuesto a una dinámica social, cultural, psicológica y laboral que es diferente a la del resto del país. También existen diferentes oportunidades y riesgos, en comparación con los de otros lugares de la República.

Nuestra ciudad concentra la mayor parte de la población, los bienes y los servicios del país. Vivir en la capital tiene sus ventajas, ya que existe variedad de ofertas educativas/culturales; museos, cines, festiva-les, exposiciones, bibliotecas, universidades, galerías, librerías, hospitales, restaurantes, parques, tiendas, mercados, discotecas, antros, lugares de recreación y servicios, como el Metro y el Metrobús. De las cua-les algunos ofrecen sus servicios de manera gratuita o de bajo costo, también existen medios informativos donde se puede saber programación, costos, reco-mendaciones, etc., de diferentes eventos.



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El negro

E: ¿De la banda que ya est á clavada con la dr oga qué le dir ían?

Que busquen una act ividad en chinga, o sea, algo que haga despej ar la ment e, que se les olvide, por que la ver dad sí est á gr ueso, yo t engo un poco de pr oble-ma con el alcohol, t e soy sincer o, eso sí me ha f ast i-diado más, no soy t an f uer t e vaya, caigo muy r ápido en eso y pues yo he t r at ado, de sabes qué, de clavar -me en mi música y… pues ahor it a est oy yendo a cor r er y no vier as qué bien me ha ser vido eso, salgo a cor r er , pienso ot r as cosas, quier o cambiar algo, de t odos est os años que he est ado, t ome y t ome, quier o dej ar lo un poco, quier o dej ar lo, ent onces yo me est oy ayudando del depor t e, y un t ant o de la música, me encant a, me encant a t ocar , ahí es como me despej o, ent onces yo le digo a la banda que busque una buena act ividad, no sé, como el Manolit o, el Roco, que se vuelvan malabar ist as, no sé, ve t ú a saber , que lean, no sé, eso es lo que yo podr ía decir le a la banda.

Grupos juveniles en la urbe

Desde siempre, la mayoría de los adolescentes y los jóvenes se han agrupado, es decir, han pertenecido o han sido miembros de algún grupo (una flota, una palomilla, una banda, una pandilla), en otras palabras, esto tiene que ver con la construcción de algún tipo de identidad juvenil y con las distintas formas de ser jóvenes, algunos sólo se juntan y comparten ideas, gustos, situaciones, etcétera.

Definir tu identidad es una de las tareas emocio-nales más importantes en la vida y se consolida du-rante la adolescencia y juventud. Hay quienes per-tenecen a un equipo deportivo, a un coro, grupo mu-sical, artístico o cultural, etc., o los que simplemente se juntan a convivir en la escuela o en la cuadra. También hay quienes se denominan con algún nombre en particular.

En la capital hay diversas maneras de vivir la adolescencia y juventud. Hay mayor diversi-dad en las formas de agrupar-se y pueden ser muy diferentes a ti. Esto es aún más evidente en el caso de la dinámica de los adolescentes y jóvenes ya que se distinguen del mundo adulto cuestionando sus instituciones, sus preceptos, etcétera.

El cuestionamiento es una forma de medir la propia fuerza

¿Tienes plan paraeste fin de semana? Fiestas sin alcohol para ti que eres adolescente.Instituto de laJuventud del Distrito Federal.www.jovenes.df.gob.mxwww.sds.df.gob.mx


Hans/ 18 años, estudiante de bachillerato, skey (pat ineto)

E: ¿De la banda que ya est á clavada con la dr oga qué le dir ían?La ver dad, yo les aconsej ar ía que buscar an ot r a act ividad, no sé, un depor t e, como en mi caso,

yo pat ino, pues sí me aliviana, ¿no?..., t e r elaj a hacer ej er cicio, est á bien, pues ahor a sí que buscar una act ividad, no sé, j ugar f ut bol, no sé, hacer algo, no sólo est ar de ociosos ahí en el cant ón, pues es lo que más t e inf luye a que t e est és dr ogando, nada más est ar de ocioso (…) Más que nada buscar t e un t r abaj o par a que se t e olvide, de menos, pues ahor a sí que hacer algo, por que si no haces nada, nada más vas a est ar pensando en eso no, de que ahor a ¿qué me voy a met er , no?, no t engo nada que hacer , ent onces me voy a avent ar unas chelas, o no sé, me voy a un ant r o acá, or a si que no solament e est ar de ociosos, hacer ot r a cosa, ot r a act ividad (…)

y capacidad —del individuo y del grupo— ante los demás.

Este proceso que vive el adolescente y joven de la capital toma manifestaciones diversas con el paso de los años. A fin de darte una idea de cómo han sido al-gunos de estos grupos, en este capítulo se describen algunos de los más relevantes en los años recientes.

Sería interesante que le preguntaras a tus pa-pás, ¿cómo eran de chavos? ¿Qué hacían? ¿Cómo se vestían? ¿A qué palomilla pertenecían? ¿Cómo se divertían? —y demás intimidades que se te ocurran.

Tribus urbanas o, mejor dicho,

culturas juveniles

Actualmente es una moda hablar de “tribus urbanas” o de “tribus juveniles urbanas”.

Hagamos un sencillo ejercicio mental: ¿Qué es lo primero que te imaginas cuando escuchas o lees la palabra “tribus urbanas”? Es probable que te repre-sentes a un grupo de personas con lanzas, arcos, ta-parrabos y caminando la ciudad o esquivando autos,



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es decir, primitivos, salvajes, violentos y aislados de la civilización/la cultura.

Si más o menos eso imaginaste, significa que el susodicho término no es tan apropiado. Ahora, te vol-vemos a preguntar: ¿Así son las y los jóvenes agru-pados? Parece ser que no, por lo que en este libro preferimos hablar de culturas e identidades juve-niles urbanas.

Culturas juveniles y accesorios identitarios

Es importante decirte que vamos a hablar de algunas culturas e identidades juveniles, las que más se conocen o se han consolidado o las que más han te-nido importancia en la construcción de las identidades juveniles en los espacios urbanos, o las más visibles (quizás ya conoces o perteneces a algún grupo de éstos).

De pachucos, cholos

y tarzanes

(los años cuarenta)

Para tu conocimiento, en el caso de Méxi-co, quizás el primer agrupamiento juvenil importante apareció entre mediados y fina-les de los años cuarenta, con los denominados pachu-cos, quienes después se convirtie-ron en cholos.


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Este agrupamiento de pachucos fue confor-mado de los primeros jóvenes mexicanos migrantes hacia Estados Unidos. Una parte de ellos baila boo-gie boogie, usaban pantalones abombados, de sacos grandes, con sombrero y pluma, zapatos de charol, profesaban un gran respeto a la familia y amor a la madre (y a la mujer, en general).

Los cholos se convierten en una extensión o mu-tación identitaria de los pachucos y, a través de su estilo de vida, resisten a la discriminación económica y cultural que sufren como migrantes en el país de llegada: Estados Unidos (en especial en el área de California), porque además son demasiado mexicanos para ser estadounidenses y, en el caso de los cho-los en México, son demasiado estadounidenses para ser mexicanos, o sea, que también terminan por ser discriminados.

Recuperan y reivindican emblemas de la cultura mexicana: escuchan música ranchera, veneran a la virgen de Guadalupe, se tatúan su imagen y los nom-

Miguel Ángel“El Dyno”, skato

E: ¿De la banda que ya est á clavada con la dr oga qué le dir ían?

Más que nada t ener el valor mor al de sent ir la aut oest i-ma hacia uno mismo, quer er se uno mismo, cuando est ás muy clavado, yo cr eo que sí es muy impor t ant e buscar una act ividad…


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bres de su madre o hijas que no pueden ver. Además pintan murales (especie de grafitis) donde plasman sus raíces culturales mexicanas.

Los cholos es el grupo más longevo o viejo que tenemos y actualmente se ubica en las principa-les ciudades del país, incluyendo su periferia o zona metropolitana.

Otra adscripción juvenil en esta década de los cuarenta son los tarzanes: pantalones de tirantes y flojos —los pantalones, no ellos—, el cabello ondula-do con bastante vaselina, asiduos jugadores de billar, asistentes a los salones de baile; provenientes de los barrios populares, en su forma de hablar mezclan pa-labras en inglés y en español.

Los rebeldes sin causa (los cincuenta)

Para la década de los cincuenta, tenemos a los rebeldes sin causa; hombres jóvenes de cla-se media, urbanos, influidos por la cultura estadounidense de la época: chamarras de cuero, motoci-cletas, pantalo-nes de mezclilla, botas vaque-ras, de copetes grandes, pati-llas al estilo Elvis Presley/Chuck Be-rry, su música prefe-rida era el Rock & Roll, que definía a los chicos/las chicas adolescentes


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y estudiantes (tobilleras blancas, faldas amponas o amplias). Además, hay una “reafirmación de la masculinidad” muy clara: peleoneros, seductores y mujeriegos.

Representan a un nuevo actor o sujeto social: las y los jóvenes de las sociedades industriales y urba-nas que empiezan a expresar cierto descontento fa-miliar y dar cuenta de las contradicciones sociales y culturales.

De los hippies a los jipitecas (los sesenta)

En la década de los sesenta se gestan y mezclan, al mismo tiempo, varios movimientos sociales y juveniles muy importantes; literario-poético (los beatniks), político y contracultural (los hippies —en el caso mexicano conocidos como los jipitecas).

Los jipitecas incorporan una estética indígena en su vestimenta: huaraches, mo-

rrales, hilados/tejidos indios. Además, critican el autoritarismo de la sociedad mexicana; las

mujeres utilizan minifal-da, los hombres se dejan

crecer el cabello, se pintan el cuerpo, escuchan rock

y sicodelia, plantean la li-beración sexual —haz el amor y no la guerra—, se oponen a la gue-rra de Vietnam, usan

la píldora anticonceptiva,


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ejercitan la sexualidad por placer, vuelta a la vida en comunidad, incorporación de filosofías orientales en la búsqueda de lo interno y la vivencia de nuevas expe-riencias a fin de encontrarse a sí mismos.

Los chavos rockeros y los metaleros

(los setenta)

En la década de los setenta emergen los chavos rockeros de clases medias, zonas populares y estudiantes.

En esos años el rock es confi-nado a los llamados “hoyos funkies” (lugares cuasi infrahumanos; en las peores condiciones); es decir, para las autoridades de esa época, había un despre-cio abierto por los espacios culturales de diversión para este tipo de grupos juveniles.

Los chicos del Heavy Metal (los metaleros) surgen hacia 1972, pertenecen a la clase media/me-dia alta, la construcción de su apariencia y estética va acorde a su filosofía de crítica social, estar en contra del mundo, y se oponen a la religión, es decir, son cha-vos rudos, cabelleras crecidas, el color negro como accesorio de identidad, playeras con estampados de sus grupos favoritos (Led Zeppelin, Black Sabbath, Iron Maiden, Metallica), chamarras y pantalones de piel, estoperoles, imágenes en su vestimenta que alu-den a lo satánico/demoniaco.


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Dentro de sus emblemas de identidad está la apro-piación del cuerpo, a través de los tatuajes que llevan en su piel, casi siempre de iconografías acerca de la muerte, bailan slam, constituyen una especie de hermandad y en su interior son muy diversos por la variedad de géneros del Metal: Heavy Metal, Dead Metal, New Metal, Black Metal, Power Metal. La presencia de las mujeres jóvenes es poca, ya que es un agrupamiento juvenil básicamente masculino.

A partir de la escena rocanrolera, en los ochen-ta surgen dos adscripciones identitarias juveniles muy importantes en el espacio urbano de la capital y de la zona metropolitana, e incluso también emergen en las principales ciudades del país (Monterrey, Guadalajara y en la frontera norte, Tijuana). De seguro los cono-ces, o has oído hablar de ellos: los “chavos banda” y el movimiento de los “punks o punketas”.

Dichos agrupamientos aglutinaron a jóvenes, tan-to hombres como mujeres, que a través del diseño de su estética corporal (tatuajes/perforaciones), de la


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configuración de su estilo y fachas, prácticas socia-les, expresiones culturales y visibilidad en el espacio de la calle, dan cuenta de la crisis urbana y de las contradicciones del modelo de desarrollo industrial y económico que había seguido el país.

Los chavos banda se apropian del espacio urba-no, de las esquinas, los barrios, los muros, las paredes y, junto con sus escándalos por los enfrentamientos entre ellos, el ejercicio de la violencia, el tipo de músi-ca que escuchan y la pinta de las paredes, para cier-tos sectores se convirtieron “en los chivos expiatorios del conflicto y la tensión social de la época, es decir, los responsables de todos los males sociales habidos y por haber”.

El movimiento anarco punk comprende a jóvenes más radicales que los “chavos banda”, ya que siguen una ideología subversiva, anarquista (leen a los her-manos Flores Magón y a los socialistas utópi-cos), se enfrentan abiertamente a la sociedad y a las instituciones (la familia, la escuela, los medios masivos de comunicación, la religión, los partidos políticos), son anticapitalistas, globalifóbicos, están a favor de las causas po-pulares, los movimientos sociales/estudiantiles, son muy colectivos y viven en zonas marginales de la periferia o metropolitana de la ciudad.


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A través de su estilo, facha/estética corporal, representan una especie de desechos industriales: pantalones rotos, estoperoles, peinados tipo mohica-no, botas militares, chamarras de mezclilla con pins y parches, cadenas. Se encargan de cuestionar abier-tamente a la sociedad y a las figuras de autoridad. De hecho, utilizan el negro en su vestimenta como una expresión social de estar muertos en vida, dada la cancelación de mejores horizontes de futuro posi-bles para la mayoría de ellos y ellas: “No hay futuro”, afirmaban, expresión que retoman de la banda ingle-sa de punk rock, Sex Pistols, y son ellos quienes le dan el rostro de identidad al movimiento oscuro.

¡Ya llegaron los que siempre andaban ahí!:

oscuros, emos, fresas, raves, rastas, ska,

reggaetoneros, hip-hoperos

(de los noventa a la actualidad)

En la década de los noventa y primera del nuevo siglo se vive la crisis de la modernidad, ante todo in-teresa tener más cosas del mundo y no tanto estar en él. Hay primacía de la individualidad; la sociedad se fragmenta, por lo que se desdibujan los movimientos sociales dando cabida a gran diversidad de microgru-pos y, en especial, de las micro identidades juveniles, cuya presencia es evidente en los espacios educati-vos/urbanos de la zona metropolitana y de la periferia de la ciudad.

A partir de los punks, surge la escena oscura —darks, góticos, fetiches y vampiros, principal-mente—, se caracterizan, entre otras cuestiones, por apostarle a la expresión y la manifestación cultu-ral; el cine (gore, de preferencia), la literatura (de


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los poetas malditos, leyendas urbanas, vampirismo), la estética (de negro, guantes —rojos, violetas—, ropa con holanes/encajes, botas de piel, maquillados a la usanza de los muertos en vida —así se consideran—, algunos van con colmillos afilados), la música (tipo hard, gótico), más preocupados hacia el interior, tan-to de su existencia como del grupo, es decir, lo social pareciera, en una parte de ellos, colocado afuera.

Se definen como tristes/melancólicos y excluidos socialmente, por lo que readaptan una frase de ba-talla que decían los punks: “no hay futuro”, a una más contundente y total: “No habrá futuro”.


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Los emos son un movimiento musical que viene de la década de los ochenta, se desprende

del hardcore, los roqueros, el scre-mo (el grito), el punk y la escena

oscura (darks); la mayoría de sus integrantes son ado-

lescentes, es decir, muy chavitos, entre los 13 y 18 años.

La escena está compuesta de varias

clases sociales, o dicho de otra forma, una

gran parte de los emos son de clase media y me-

dia alta; por lo común, estu-diantes de secundaria y preparatoria,

tanto de escuelas públicas como privadas. Sus obje-tos culturales son infantiles; muñequitos, playeras de Kitty, mochilas escolares al hombro, su estética es a base de colores negros, rosas, de tenis, pantalones de mezclilla entallados y entubados (tipo rockeros), con pelo lacio y amplio copete que les tapa un ojo.

Se autodefinen como tristes, deprimidos/melancó-licos y, algunas(os), se laceran el cuerpo con cuchillos, navajas y vidrios, a fin de manifestar su dolor social por las cuestiones que están viviendo; agresiones que sufren en la escuela o por decepciones amorosas.

Otro de los agrupamientos muy visibles y llama-tivos, aunque existen desde las décadas de los cin-cuenta/sesenta, son los famosos chicos o chicas


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fresa, por lo general, de colegios privados, la mayo-ría interesados en traer ropa de marca, de colores suaves, despreocupados del acontecer social, en su manera de hablar combinan el inglés con el español y de forma abreviada, además, andan con toda la tec-nología encima, ipod, lap tops, cámaras digitales y teléfonos celulares, y dado que sus padres suelen ser solventes económicamente, pasean en el extranjero, frecuentan los antros y las discotecas más caras de la ciudad.

La escena rave o psycho, se nutre de música electrónica, progresiva, trance y minimal; en su ma-yoría son chavas y chavos muy festivos —tanto que los raves pueden durar dos días o más—, se confor-ma en su mayoría por estudiantes de clases medias, cuyas edades están entre 16 y 25 años.


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Estas fiestas por lo regular se dan en la periferia o en la zona metropolitana de la ciudad, en espacios abandonados; la estética por lo regular es cósmica.

Por otra parte, hay un núcleo a partir del cual se desprenden otros grupos juveniles que están rela-cionados entre sí: el ska (los eskatos), el reggae y los rastas o raztecas; lo que los hace parecidos culturalmente es el uso de la música caribeña y su postura religiosa.

En general es una escena que recupera las viven-cias de la clase baja y media, más o menos son chavos de entre 15 a 28 años, estudiantes en su mayoría, los lugares que más frecuentan son salones de re-ggae en el centro de la ciudad o el centro cultural Azcapotzalco y el Multiforo Cultural Alicia.

Los llamados rastafaris, rastas o raztecas están más involucra-

dos en el asunto de la músi-ca, de hecho una parte

de ellos la produce (al-gunos son músicos), su filosofía religiosa es querer alcanzar la paz espiritual, son pacíficos, tranqui-los, alegres, diverti-

dos, se pronuncian en contra de la violencia y

la guerra, por lo regu-lar son estudiantes, obre-

ros, su estética está definida


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por la característica cabellera con el pelo enredado y de trenzas (los dreadlocks o rastas), pantalones abombados —aguados—, tenis, gorras con los colores de Jamaica, muchas pulseras, son buenos bailarines, su apuesta está en el ámbito de la cultura (política), escuchan la música de sus ídolos como Bob Marley y Peter Tosh.

El reggaetón o los reggaetoneros son la par-te más comercial del reggae y una mezcla con el hip-hop; es música que viene de la zona del Caribe, básicamente de Puerto Rico y Panamá. El estilo de la facha, por lo regular, es de casquete corto, usan motonetas, más tendente a estratos bajos, barrios populares; son muy jóvenes, más o menos de 13 a 19 años.

Uno de los aspectos interesantes de ellos y ellas es el hecho de que se apropian tanto real como sim-bólicamente de la calle: hacen fiestas con sonidos ca-llejeros. Por lo regular frecuentan las tardeadas.


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El hip-hop o los hip-hoperos representan un movimiento cultural que

aglutina a gran canti-dad de jóvenes, tanto hombres como mujeres.

Quizás es una de las esce-nas más importantes en la construcción de identida-des juveniles urbanas. En su mayoría son jóvenes

entre 16 y 30 años, de clase me-dia, tendiendo a baja, frecuentan

centros culturales (el Multiforo Cul-tural Alicia) y las Fábricas de Arte y Oficios (FAROS); esta escena se articula a través de varios elementos: lo visual (el grafiti), la música (el hip-hop/el rapero), el mezclador (EMCI) y el baile (breakdance).

En cuanto a su estética corporal, usan pantalones holgados, medio deportivos (gorras, tenis, sudaderas, anteojos), cabello corto o rapado, de overoles (una especie de obreros del arte), mochilas al hombro.

Sus reivindicaciones se ubican en el ámbito de lo político/cultural: a favor de las minorías, empezando por las étnicas o raciales, en contra del neoliberalismo o el capitalismo, preocupados por la equidad de géne-ro, el calentamiento global y la prevención del SIDA, en otras palabras, es una escena que habla de las ten-siones/los conflictos sociales y de la vida cotidiana en la cual están implicados una buena parte de jóvenes urbanos, no sólo del D.F., sino de la periferia y zona metropolitana de la ciudad.

Consulta la Cartelera del Programa“Cultura para todos” www.cultura.df.gob.mx


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Drogas = jóvenes: Estigma

que hay que erradicar, ¿no crees?

A partir de los diferentes movimientos sociales y ju-veniles, se ha relacionado a los jóvenes como los prin-cipales actores asociados al consumo de drogas.

El hecho de que ciertos integrantes de estos agru-pamientos juveniles, que nombramos culturas juveni-les, hayan usado o usen drogas, no quiere decir por ningún motivo que deba estigmatizarse a la escena o al movimiento, es decir, no todos los que pertenecen a estos grupos juveniles consumen drogas.

Si bien, todos los cambios que un adolescente y joven atraviesa dentro de su búsqueda de identidad se asocia con la posibilidad de ponerse en situaciones de riesgo y suele pasar que alguna de esas situacio-nes que incluye el consumo de alguna droga, ya sea


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legal o ilegal. También es cierto que la mayoría de los jóvenes de nuestra ciudad no se clava en el consumo y prefiere cuidar y respetar su cuerpo.

Dentro de la diversidad de los jóvenes está la creencia general de que fumar un cigarrillo o tomar alcohol está relacionado con esa sensación de sentirse felices, a gusto, grandes, independientes y seguros, y frecuentemente se busca tener dichas sensaciones con el grupo de amigos o las personas más cercanas.

Esto te lo comentamos, ya que son los amigos(as) y los más cercanos a ti, familiares, primos, conoci-dos, quienes por lo regular te van a ofrecer alguna


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droga; marihuana o cocaína, o un cigarrillo de taba-co, o algunas bebidas embriagantes —con sus múl-tiples combinaciones— y es probable que ya te haya ocurrido.

Aquí lo importante es que si les dices que no a tus amigos, no te debes sentir mal (aunque así pa-rezca) y como son tus cuates, no vas a perder su amistad, ni su compañía. ¡Cuídate, infórmate y pide consejo! recuerda que las drogas pueden causar di-ficultades no solo en lo físico sino en las relaciones sociales: en el trabajo, escuela, familia e incluso con tus cuates.

¡Al final de cuentas, tú eres quien decide!, ¿o no? Sólo recuerda que con responsabilidad e información se toman mejores decisiones.

Para concluir

En las diferentes épocas y en la actualidad existen —y han existido— distintas agrupaciones de adolescentes y jóvenes, algunas son excéntricas, muchas otras no llaman tanto la atención. Agruparse es una necesidad emocional y un proceso normal de la transición hacia la adultez. Las agrupaciones van modificando la cultura y la sociedad: Los adolescentes y jóvenes transfor-man los valores y costumbres.

En algunas ocasiones estas agrupaciones asumen formas contraculturales: cuestionan activamente ciertos valores de sectores específicos de la socie-dad. Esto se debe a que para la mente adolescente y joven, la sociedad es el mundo adulto y necesitan

Puedes llamar alCentro de orientacióny Asesoría enAdicciones IASIS.LOCATEL56 58 11 11 y51 32 11 30, ext. 6303.


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diferenciarse y distanciarse de ella, en busca de su propia identidad.

En otros casos, así como existen grupos contra-culturales, hay muchos grupos de jóvenes que no lo son. Por ejemplo, piensa en quienes pertenecen a clubes deportivos, coros, bandas musicales de amigos, asociaciones juveniles culturales, equipos de futbol, etcétera.

Como puedes darte cuenta, todos pertenecemos a grupos, vamos construyendo nuestra propia red social y seleccionando qué tipo de grupo y qué mo-delos de identidad nos acomodan. Para pertenecer a un grupo, nadie puede forzarte a hacer cosas que no deseas, incluyendo consumir drogas. Al contrario, un elemento fundamental es que en el grupo te sientas querido, aceptado, respetado y tengas oportunida-des de crecimiento.

Finalmente, podrás apreciar que los grupos se unen mediante la amistad. Ésta es una necesidad in-nata de los humanos y a la vez es uno de los valores más fuertes, ya que se traduce en ser solidarios, afectivos y sensibles a lo que le suceda a los inte-grantes de nuestra red social.

Por eso, ser amigo y tener amigos es de lo mejor que te puede pasar en la vida.

Acude con tu grupo o forma parte de uno en el Programa Cultura Comunitaria y Deporte Comunitario. Informes al final del capítulo 11, “¿A dónde acudir?”, o consulta www.deporte.df.gob.mx, www.cultura.df.gob.mx.


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