COORDINACIÓN DE CORREDORES Y RECURSOS BIOLÓGICOS · algunos casos que la toma de decisiones no se...

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COORDINACIÓN DE CORREDORES Y RECURSOS BIOLÓGICOS Consultoría: Propuesta metodológica para la reglamentación interna de ejidos ubicados en corredores biológicos. Benemérito de las Américas, Marqués de Comillas y maravilla Tenejapa. Consultor: Guillermo Velasco Barajas Contrato: CONABIO-SAGARPA/PS/CJL/016/2008 Unidad Técnica: Nacional Tipo de reporte: Informe final Fecha de entrega: Diciembre 2008

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COORDINACIÓN DE CORREDORES Y RECURSOS BIOLÓGICOS

Consultoría: Propuesta metodológica para la reglamentación interna de ejidos ubicados en corredores biológicos. Benemérito de las Américas, Marqués de Comillas y maravilla Tenejapa.

Consultor: Guillermo Velasco Barajas

Contrato: CONABIO-SAGARPA/PS/CJL/016/2008

Unidad Técnica: Nacional

Tipo de reporte: Informe final

Fecha de entrega: Diciembre 2008

INFORME FINAL

CONSULTORÍA

“Propuesta metodológica para la reglamentación

interna de ejidos ubicados en corredores biológicos:

municipios de Benemérito de las Américas, Marqués

de Comillas y Maravilla Tenejapa”

Guillermo Velasco Barajas

Introducción

El presente informe se compone de cuatro partes.

La primera parte describe todas y cada una de las actividades realizadas en campo, en esta

quedarán incluidas las visitas preliminares a los distintos ejidos de la región, las reuniones

con las autoridades ejidales de los centros de población (comunidades) que presentaron

mayor interés de participar en la propuesta de trabajo, así como las asambleas

extraordinarias y ordinarias que se realizaron para involucrar a los ejidatarios en las

actividades requeridas y obtener así su consentimiento de forma consensuada.

Esta etapa también contiene las reflexiones alcanzadas en las reuniones de trabajo con los

campesinos y ejidatarios de los ejidos participantes. Se incluye también la revisión de las

actas de acuerdos comunitarios realizadas en las asambleas ordinarias a partir de su

consolidación como Ejidos. La sistematización de la información que se tendrán como un

insumo previo a la propuesta metodológica para la elaboración de los RIE’s, es lo

siguiente:

La selección de los ejidos tipo.

Las reuniones con las autoridades ejidales para plantear el proyecto.

La presentación del proyecto ante las asambleas ejidales.

La conformación del equipo de trabajo.

Las sesiones de revisión de acuerdos y planeación.

La segunda parte del informe desarrolla de forma descriptiva una tipificación de los ejidos

de la región, lo anterior con el propósito de crear una herramienta que contenga criterios

y lineamientos que ayuden a detectar y registrar el nivel de organización comunitaria que

presentan los centros de población en la región, tanto en la toma de acuerdos

comunitarios como en las estrategias adoptadas para el manejo y conservación de sus

recursos naturales. El contenido de este apartado se crea a partir del acercamiento que

hubo con los ejidos que participaron en la realización de la Metodología.

La tercera parte del informe incluye la revisión de la Nueva Ley Agraria desde una

perspectiva jurídico ambiental, vislumbrando las figuras jurídicas que marcan la relación

entre el derecho agrario y el derecho ecológico, lo anterior con el propósito de integrar

nuevos criterios de sustentabilidad que enriquezcan los cuerpos de los RIE’s. De manera

puntual se determinará el sujeto y el objeto legal de esta relación jurídica ambiental.

Por último, de la cuarta parte de este informe se desprende la propuesta metodológica

para la reglamentación interna de los ejidos incluyendo criterios de sustentabilidad. Al

incluir estos criterios se pretende orientar las prácticas productivas y de subsistencia

propias del ejido bajo un régimen de uso y aprovechamiento responsable y sustentable de

los recursos naturales. En este sentido la metodología procura por un lado identificar la

problemática que gira en torno a la sobre explotación y malos manejos de los recursos

naturales situados en el territorio del ejido y por otro fortalecer los mecanismos de

control que los propios campesinos y ejidatarios han creado a raíz de sus experiencias y su

racionalidad ambiental. Al ser una propuesta ecléctica en la que se combinan el saber

campesino, la perspectiva técnica y legal, la metodología busca ser una herramienta más

para los promotores comunitarios y grupos de trabajo interesados en desarrollar

estrategias que beneficien el desarrollo comunitario.

Como un complemento a esta metodología se adjunta al presente informe como

resultado final del trabajo, el Manual para la Reglamentación Ejidal para Promotores y

Grupos de Trabajo.

1.- Resumen de las actividades:

1.1. Primera delimitación técnica del área de influencia y criterios de selección.

De acuerdo con la propuesta de trabajo presentada a finales del mes de Septiembre de

2008, en la que se señalaba como periodo de trabajo los meses de Octubre, Noviembre y

Diciembre de 2008, se definieron como líneas principales de trabajo la visita a los ejidos

Galacia, 13 de Septiembre y Peña Blanca.

Esta primera selección de los ejidos se hizo con el apoyo del Mtro. Rafael Obregón Viloria

quien está a cargo de la coordinación técnica de los proyectos que se desarrollan en esta

región. Los criterios de selección se hicieron al inicio de la consultoría, fueron establecidos

en base a cuatro indicadores principalmente:

1. La extensión territorial de los Ejidos.

2. La auto adscripción étnica de la población.

3. La forma en que se ejerce el régimen de propiedad o tenencia de la tierra, tanto a

nivel individual como colectiva

4. El grado de participación de los ejidos en los proyectos de carácter ambiental,

propuestos tanto por el Corredor Biológico Mesoamericano (CBM), como por otras

instituciones gubernamentales.

La definición de estos criterios se hizo con el propósito de evitar crear una propuesta

metodológica homogénea que encerrara dentro de un mismo criterio el tipo de

apropiación del territorio y de los recursos naturales, lo anterior en todo el universo de

ejidos que se han creado en esta región, todos y cada uno de ellos bajo distintas

circunstancias.

Más allá de que la forma de tenencia de la tierra en esta región sea casi en su totalidad

ejidal, existen diferentes formas de gestión y organización comunitaria, presentándose en

algunos casos que la toma de decisiones no se lleva de forma colectiva y consensual, por

lo que el supuesto de la colectividad que caracteriza al régimen ejidal se convierte en una

ficción, situando al ejido como un grupo de personas que ejercen la propiedad privada de

la tierra, dentro de un mismo territorio.

Bajo la perspectiva propia del territorio, se puede decir que algunos de estos ejidos

cuentan con una extensión espacial mayor a la de otros ejidos, incuso unos tienen acceso

a las márgenes del Rió Lacantún, por lo que manejan una mayor cantidad y disponibilidad

de recursos naturales, situándolos en mejores condiciones que otros. Tales características

de disponibilidad definen muchas veces las reglas y los acuerdos que los mismos

ejidatarios establecen o pueden consolidar para que los recursos sean distribuidos

equitativamente entre los miembros y familias al interior del ejido.

Así mismo, existen centros de población ejidal que presentan un porcentaje relevante de

población indígena, incluso con diferencias étnicas, todas ellas asentadas dentro del

mismo territorio, ya sean Tzeltales, Tzotziles o Lacandones; en este sentido el componente

indígena juega un papel muy importante en dos sentidos, por un lado la toma de

decisiones a nivel comunitario se lleva a cabo en la mayoría de los casos a nivel colectivo,

por lo que el respecto a las autoridades ejidales es de mayor relevancia y el grado de

cohesión comunitaria es superior. Por otro lado, en las prácticas productivas en su

mayoría siguen conservando los métodos tradicionales, además de presentar un arraigo

distinto del territorio, preocupándose por la conservación de ciertos recursos que se

consideran importantes desde una perspectiva cultural.

En otros ejidos existe la presencia de población que procede de otras entidades

federativas como Michoacán, Guerrero, Veracruz y Tabasco o incuso de países como

Guatemala. En estos casos la toma de decisiones a nivel comunitario es más de forma

individualista, por lo que el componente familiar toma mayor relevancia en la forma de

definir estrategias de subsistencia. El rol que juegan las autoridades ejidales en estos

casos, se presentan en mayor grado con tendencias políticas, apuntado a ocupar cargos

públicos dentro de la presidencia municipal o en las organizaciones con mayor peso en la

región. Por lo que respecta a los grupos de poder de carácter económico, estos juegan un

papel relevante en la forma en que se va desarrollando el ejido.

No todas las personas que conforman estos ejidos provienen de culturas campesinas, por

lo que la apropiación de los recursos naturales presenta un carácter mercantil y no de

subsistencia. Es así que la presencia de actividades ganaderas se hace presente en mayor

grado, toda vez que algunos de los ejidatarios que carecen de un capital económico para

trabajar sus tierras se prestan al arrendamiento de las mismas a los grupos de ganaderos e

incluso los más pobres rentan su fuerza de trabajo en pro de esta actividad.

Por último, accediendo a la historia particular de cada uno de los ejidos, resalta a primera

vista el grado de capacidad de gestión que han consolidado algunos de los ejidos. Lo

anterior se pude comprobar por los vínculos que han establecido con personal que

trabajan directamente en las distintas dependencias gubernamentales que tienen

influencia en la región o incluso con organizaciones civiles no gubernamentales que han

desarrollado trabajos en la zona. En este sentido algunos ejidos a diferencia de otros han

acumulado un grado de experiencia mayor en la gestión de recursos económicos y

técnicos, lo que los sitúa en niveles distintos en cuanto al grado de objetivos propuestos y

logros alcanzados a nivel comunitario.

De acuerdo con lo anterior, se consideró vital para el éxito de la propuesta seleccionar

ejidos que presentaran cierto grado de integración comunitaria o cohesión social

enfocada a las formas de apropiación y defensa de la tierra y el territorio. Creemos que se

puede entender de mejor manera lo anterior mediante la trayectoria de participación

comunitaria en otro tipo de proyectos, tanto productivos como de manejo sustentable de

los recursos naturales o de conservación, ya que esto en un momento podría representar

el grado de solides y de organización comunitaria que han alcanzado estos ejidos, así

como las formas de relación y apropiación del territorio y alrededor de los recursos

naturales.

Al establecer estos criterios se marcó la pauta para llevar a cabo los primeros

acercamientos con los ejidos de la región, sin embargo una vez determinados los acuerdos

de trabajo con los mismos, se fueron definiendo otros criterios que en su momento serán

presentados en el desarrollo de la tipología de los mismos.

1.2 Recopilación de la Información Básica:

La fuente básica de información previa al trabajo se obtuvo principalmente de la base de

datos el CBM procedente de Instituciones Gubernamentales y académicas como INEGI,

CONAPO, SEMARNAT, CONANP, INE, ECOSUR y UNAM.

De estas instituciones y organismos se retomó información de carácter histórico, de

desarrollo tanto económico como social y de planes y proyectos implementados en la

región tanto agrícolas como de conservación, que han tenido un impacto relevante en la

zona.

De la información revisada se pudo tener un acercamiento a priori de carácter documental

que proporcionara claridad para entender el contexto de vulnerabilidad, las tendencias de

crecimiento demográfico, de acceso a los recursos naturales, tendencias económicas y de

participación del gobierno; los choques con respecto a la salud humana y con respecto a la

salud de los cultivos o el ganado, los conflictos sociales y comunitarios; así como los

sucesos que marcan la temporalidad respecto al establecimiento de precios en los

productos de la zona, la producción y de las oportunidades laborales; en general cambios

que se han presentado en esta región. De tal forma al identificarse los elementos que

conforma dicho contexto se realizaría un mejor acercamiento con las comunidades

entendiendo de mejor manera.i

1.3 Trabajo de campo y acercamiento a los Ejidos participantes.

El trabajo comunitario está dividido en tres etapas:

En la primera consta de las visitas de divulgación de la propuesta de trabajo con los

representantes de los órganos ejidales.

La segunda etapa presenta las asambleas comunitarias en las que se dio a conocer

abiertamente la propuesta de la Reglamentación Ejidal.

La tercera en el que se desarrollan los talleres con los grupos de trabajo de cada

uno de los ejidos, con los que se van definiendo la metodología práctica para la

elaboración de los RIE.

Durante el mes de Octubre de 2008 se llevó a cabo la primera etapa exploratoria de las

Ejidos sugeridos, realizando las primeras visitas con los representantes de los órganos

ejidales. De los ejidos visitados solamente uno mostró rechazo de participar con la

propuesta del CBM, ejido denominado Peña Blanca, en el que un sector de la población es

simpatizante del EZLN. Aun así, después de tres visitas y una asamblea general en el que

se puso a consideración de los ejidatarios el participar en esta propuesta metodológica

para la elaboración del RIE, su respuesta fue renuente, razón por la que se dejó de incluir a

este ejido como uno de los claves para la realización de este trabajo.

Por lo que respecta al Ejido Galacia el primer contacto que se estableció se dio con la Sra.

Martha Esmelda Olan Ballinas en su carácter comisaria ejidal. De acuerdo con lo

establecido en la Resolución Presidencial que nos proporcionó, dicho ejido pertenece al

Municipio Marqués de Comillas, Ejido que presenta una extensión de 2664 has, de las

cuales 1600 has presentan un grado buen grado de conservación; este ejido presenta una

altitud de 139 metros sobre el nivel del mar. Sus límites son: al Sur con el Ejido Flor de

Marqués, al este con el ejido N.C.P.E Lic.Adolfo López Mateos, al Oeste con el Ejido

Playón de la Gloria y al Norte con la Reserva de la Biosfera Montes Azules. El número de

ejidatarios registrados ante el RAN es de 53, por lo que proporcionalmente les

corresponde una dotación de 50Has por ejidatario.

A decir de la representante, los pobladores del ejido han participado de manera continua

en distintos proyectos de conservación y en la actualidad no cuentan con un Reglamento

Interno Ejidal actualizado. Comentó que anteriormente tenían un RIE que carecía de

fuerza al momento de la ejecución y que a su parecer existían una gran cantidad de

acuerdos comunitarios que se habían adoptado por medio de las asambleas, acuerdos que

considera son de importancia y que era necesario que fueran incluidos dentro del RIE.

Además muchos de estos acuerdos alcanzados van encaminados a la protección y cuidado

de los recursos naturales del Ejido. Un detalle que resaltó al momento de la primera visita

es que el conjunto de las autoridades ejidales son de sexo femenino, dato que podría

tomar relevancia en cuanto a la importancia de la participación del resto de las mujeres

del ejido en su conjunto, tanto en actividades de organización social y comunitaria como

de participación en proyectos específicos, situación que a primera vista denota una

colaboración más abierta e incluyente en la vida interna del ejido.

Otro dato que toma importancia en el N.C.P.E.G. es que una gran parte de los ejidatarios

son familiares, al grado de alcanzar una mayoría de 50% más 1 al momento de

desarrollarse las asambleas ejidales, situación que se podría prestar a fortalecer grupos

de poder al interior del Ejido.

Por último, un detalle que llama la atención es que el esposo de la comisaria ejidal, el Sr.

Juan Marroquí, ejerce una fuerte influencia en la toma de decisiones que atañen

directamente tanto a las autoridades y a la asamblea general decidir. Esta dinámica al

parecer se da ya que él ha sido uno de los gestores comunitarios que ha tenido mayor

trayectoria al interior del ejido, además de haber ejercido en distintas ocasiones el cargo

de comisario ejidal. Aunque maneja un discurso muy apegado al respeto por la naturaleza

y el manejo adecuado de los recursos naturales, muestra un interés particular por

delimitar o parcelar el área destinada a actividades de conservación, manifestando cierto

desapruebo a lo señalado por la las leyes agrarias al respecto. Al parecer es una persona

bastante politizada y que ha estado inmiscuido profundamente en los procesos agrarios

que se han realizado en la zona, manteniendo una relación especial con personal de la

Organización Natura y Ecosistemas Mexicanos, especialmente con la Mtra. Julia Carabias.

Durante esta visita se realizó un recorrido por el área declarada como zona de reserva, así

como por el Río Lacan tú, específicamente en los lugares en donde se ha llevado a cabo la

reforestación de las riveras y en varios de los predios y solares en lo que se están

desarrollando algunos de los proyectos productivos apoyados por el CBM y otras

instituciones de gobierno.

Posterior a la visita del Ejido Galacia, se visitó el Ejido 13 de Setiembre, estableciendo

contacto con el comisario Ejidal el Señor Efrén Oralio Díaz Díaz. De acuerdo con los

documentos que integran la carpeta básica el ejido cuenta con una extensión de 1,125 has

de las cuales 655 corresponde a selva que presenta un buen estado de conservación. El

ejido se ubica a una altitud de 160 metros sobre el nivel del mar. Sus límites son: al Sur

colinda con la República de Guatemala, al Este con el rancho Puerto Rico, al Oeste con el

Ejido Ixcán y al Norte con la Reserva de la Biosfera Montes Azules. El número de

ejidatarios registrados ante el RAN es de 51 y proporcionalmente cada ejidatario cuenta

con una dotación de 25 has.

De acuerdo con lo manifestado por el Comisario el ejido carece de un RIE desde su

fundación sin embargo existen una serie de acuerdos comunitarios establecido mediante

asamblea que han sido lo que han regido la vida interna del ejido. Al momento de

plantearle los objetivos de la propuesta de trabajo se mostró muy interesado,

manifestando que actualmente están participando en distintos proyectos impulsados por

el CBM enfocados al manejo sustentable de los recursos naturales, por lo que considera

que es un momento oportuno el elaborar este RIE.

El comisario comentó que su periodo como comisario concluiría a finales del mes de

noviembre por que él no podía asumir ningún compromiso en cuanto al seguimiento de la

propuesta como autoridad, sin embargo consideró que existen actualmente distintos

grupos de trabajo al interior del ejido que han mantenido un interés por participar en

proyectos relacionados con el manejo sustentable de los recursos naturales con los que

cuenta el ejido. Manifestó que actualmente el ejido tiene un ordenamiento pesquero y un

reglamento básico para realizar actividades de pesca y acuacultura mediante prácticas

sustentables.

Otro dato que llama la atención es que el 80% de los ejidatarios pertenecen a la etnia

Tzeltal, lo que podría marcar una diferencia en el tipo de apropiación del territorio y los

recursos naturales del ejido.

También existe el interés de de crear una organización civil conformada por los

representantes del los distintos grupos de trabajo que existen en el ejido, con el propósito

de gestionar directamente más recursos para la elaboración de proyectos productivos y de

conservación, ya sea con autoridades Municipales, Estatales o Federales; tales intereses

denotan el interés de buscar alternativas de desarrollo social que puedan relacionarse con

la conservación de los recursos naturales.

Durante la reunión se fueron integrando el resto de las autoridades ejidales el Secretario

Vicente Gómez Sánchez, el Tesorero Silvano Jamangape García y el Consejo de Vigilancia

Francisco Gómez Saragos, quienes en su momento mostraron interés por la propuesta de

trabajo proponiendo una fecha para realizar una asamblea extraordinaria para darla a

conocer.

Del resultado de las dos primeras reuniones se consideró dar seguimiento a fondo con las

autoridades ejidales que mostraron un interés específico en la propuesta, tales como el

Nuevo Centro de Población Ejidal Galacia y el Ejido 13 de Septiembre; ejidos que mas allá

de presentar como común denominador carecer de un RIE, ambos presentan

características disímiles muy interesantes lo que se presta a realizar la metodología,

identificando algunas particularidades que en su momento podrían incluirse como

indicadores al momento de desarrollar el planteamiento de la metodología, tales como:

1. Distintos tipos de liderazgo y uso del poder de las autoridades ejidales que

impulsan o desestimulan la participación de los ejidatarios en la toma de acuerdos

comunitarios encaminados al incremento de la calidad de vida y el manejo

adecuado de los recursos naturales.

2. La presencia de un linaje familiar o grupos de poder que ejerzan un dominio

preferencial sobre los beneficios obtenidos a través de la gestión de las

autoridades ejidales, así como la imposición de criterios e intereses en la toma de

decisiones en las asambleas ejidales.

3. La trayectoria comunitaria en la participación en actividades de conservación y

manejo sustentable de los recursos naturales vinculándose con Instituciones

Gubernamentales, incrementando la tendencia clientelar de los grupos de poder.

4. La existencia y consolidación de acuerdos comunitarios encaminados a la

protección, cuidado y manejo adecuado de los recursos sustentables.

5. Interés en la búsqueda de alternativas económicas y proyectos que impulsen el

desarrollo económico de los ejidatarios mediante la aplicación de técnicas y

estrategias que promuevan el manejo adecuado de los recursos naturales.

Posteriormente en la segunda reunión con cada una de las autoridades ejidales, nos

concentramos en definir las fechas en que se daría a conocer la propuesta de trabajo a

nivel comunitario. De acuerdo con lo manifestado por las autoridades ejidales, las

convocatorias se habían realizado y al parecer las personas estaban mostrando cierto

interés de participar en las reuniones. Es en este momento que particularmente el Sr.

Juan Marroquí esposo de la comisaria ejidal de Galacia sugirió revisar la Ley Agraria y

algunas de las leyes ambientales, con el propósito de incluir algunos preceptos en el

reglamento interno del ejido.

Una vez realizadas las convocatorias, las primeras reuniones comunitarias se llevaron a

cabo a la mitad del mes de Octubre.

Por lo que respecta al ejido Galacia, en su primera reunión comunitaria para tratar el tema

del reglamento, se tuvo una participación parcial, ya que de los 53 ejidatarios registrados

solamente se presentaron alrededor de 27 de ellos. Durante la junta se expuso el objeto

de la propuesta de trabajo. La mayoría de los ejidatarios presentes se mostraron al

principio algo absortos y conforme fueron participando y opinando al respecto el acuerdo

fue aceptado, sin embargo la mayoría consideró de importancia que se realizara una

nueva convocatoria con el propósito de que el resto de los ejidatarios pudieran enterarse

y se incluyeran en el grupo de trabajo. Fue así que se fijó como fecha límite para definir la

participación del ejido en este trabajo el último sábado del mes de de octubre, ya en que

en esa fecha se celebraría la penúltima asamblea ejidal del año y en ella participarían la

mayoría de los ejidatarios.

La primera reunión comunitaria en el Ejido 13 de Septiembre fue muy concurrida ya que

de los 51 ejidatarios registrados ante el RAN asistieron 35 de ellos, con una amplia

participación de las mujeres del ejido. En la junta hubo una amplia participación en

especial de las personas mayores y de quienes fueron los fundadores del ejido. Al inicio

hubo algo de confusión en cuanto al objetivo de la propuesta pero una vez aclarado lo

anterior la mayoría de los ejidatarios se mostraron bastante interesados, por lo que

propusieron que en la siguiente Asamblea Ordinaria en donde se nombrarían las nuevas

autoridades ejidales, se incluiría como un punto en particular de la asamblea la propuesta

de trabajo de RIE.

Cabe destacar que en la mayoría de las reflexiones que se hicieron durante la asamblea

iban orientadas al cuidado y manejo de los recursos naturales, mostrando un especial

interés por participar en proyectos de servicios ambientales, ya que habían destinado una

extensión importante del ejido como área de reserva.

Tales reflexiones denotan el interés de llevar a cabo una planeación del territorio además

de presentar un avance considerable en cuanto a la toma de acuerdos, lo que proyecta

que existe un interés por conservar la propiedad colectiva del territorio.

Una vez legadas las fechas acordadas en ambos ejidos, se expuso a todos los participantes

el propósito del trabajo y teniendo como resultado el RIE, así como un manual que

ayudaría a los promotores comunitarios de otros ejidos a promover la elaboración de los

mismos RIE’s. En los dos ejidos la respuesta fue positiva, por lo que las autoridades

invitaron abiertamente a las personas que quisieran participar en la elaboración del

mismo. Sin embargo posteriormente se llegó al acuerdo con los órganos internos de los

ejidos, formar un grupo de máximo 10 personas para elaborar el RIE. Lo anterior con el

propósito de que existiera un grupo determinado que hiciera un esfuerzo en participar en

la totalidad de sesiones que fueran necesarias para concluir con el trabajo. Así mismo se

presentaron una serie de condiciones que consideramos iba a facilitar el trabajo,

agilizando las reuniones y obteniendo mejores resultados.

A partir de los acuerdos alcanzados en las asambleas ejidales, durante el mes de

diciembre se trabajó en dos reuniones semanales de 4 horas diarias, alcanzan a generar

alrededor de 8 reuniones por ejido. De estas reuniones se retomó la mayoría de la

información con la que se crea la metodología para la elaboración de un RIE que contenga

lineamientos de conservación y maneo sustentable de los recursos naturales.

En estas reuniones se desarrollaron ejercicios y dinámicas que facilitaban la reflexión y la

sensibilización que nos llevara a la toma de acuerdos. Además, se analizaron una serie de

actividades, costumbres, y acuerdos que se habían alcanzado con el transcurso de los

años, mismos que quedaron plasmadas a través de las actas de asambleas comunitarias

que se realizan periódicamente.

En las mismas reuniones se revisó la historia de la comunidad, desde la ocupación del

territorio hasta la fecha en que quedaron legalmente establecidos como ejido ante las

propias autoridades competentes. Así mismo se llegó al intercambio de experiencias, en

las que participaron tanto las personas que actualmente conforman los órganos del ejido,

así como aquellas personas que en otras ocasiones tuvieron esos mismos cargos. Además

de las autoridades tuvimos la participación de los comités de vigilancia, el patronato del

agua de los ejidos, los grupos que se encargan del manejo del fuego así como las personas

que participaron en la elaboración del reglamento y el ordenamiento pesquero.

Estas reuniones se transformaron en un espacio para la discusión de todos los aspectos

relacionados con el cuidado y manejo de los recursos naturales. Se revisó el contenido que

presentan otros RIE y posteriormente se establecieron los puntos específicos que querían

ser tratados para darle forma al RIE que ellos querían formar. Por otro lado se trabajó por

grupos revisando todos los acuerdos que establecían reglas para el acceso a los RN,

exceptuando todos aquellos acuerdos que tiene que ver con otros asuntos.

Del resultado de estas sesiones de trabajo se llegó al punto de empezar a elaborar el

propio RIE, mismo que será trabajado capitulo por capítulo por capítulo y por ultimo

presentado en la asamblea general, en la que se invitará a las autoridades competentes

para que sea registrado en el RAN y posteriormente sea retomado como un instrumento

de planeación comunitaria.

2.- Tipología de los ejidos

La propuesta para la tipología de los ejidos de la región nace de tres vertientes; dos de

ellas teóricas y una práctica. La primera toma como base el concepto de Capital Social y

sus elementos básicos, establecidos por la metodología de los Modos y Medios de Vida

desarrollado por el Departament for International Development; la segunda vertiente

que habla de “Los Recursos de Uso Común en México”ii desarrollada por Pedro Álvarez

Icaza Longoria; por último la vertiente práctica que se da a través de las visitas y reuniones

comunitarias que se fueron realizando con los ejidos, en las que se fueron sistematizando

las propias características de los ejidos seleccionados de la región de Marqués de Comillas,

ejidos con los que se pretendió desarrollar la propuesta metodología.

Para exponer de mejor forma esta tipología se establecieron los siguientes indicadores,

mismos que nos darán la pauta para definir el grado de cohesión interna de los ejidos, así

como su capacidad colectiva en función de su desarrollo y acumulación de sus capitales

físico, financiero, natural y humano. En este sentido se considera que dicha cohesión

representa una característica específica del capital social, siendo éste un elemento vital

para la toma de acuerdos colectivos y la consecución de metras y logros; es así que la

elaboración de un RIE lleva implícito la consecución de un sinfín de acuerdos alcanzados

de forma consensuada, que sin dicha cohesión, sería imposible que se realizaran y se

respetaran los mismos RIE’s.

Indicadores:

En el ejido existen indicios de organización interna que potencien la capacidad de

acceder a los recursos de forma ordenada que asegure su desarrollo comunitario,

aumentando su capital natural y económico a través del buen manejo de los

mismos

El ejido se mantiene al margen de los intereses y capacidades de cada persona,

estableciendo estrategias de subsistencia basadas en el aprovechamiento

individual y desmedido de los recursos naturales con que se cuenta directamente

el ejido o su propio espacio familiar.

En el ejido existen instrumentos, reglas, normas y sancione acordadas de forma

mutua y comúnmente aceptadas que orientan las prácticas y el buen manejo de

los recursos naturales o se rigen en base al aprovechamiento individual de cada

ejidatario hasta el agotamiento del recurso.

El ejido mantiene como medio para la toma de decisiones las asambleas ejidales

en donde se vota abiertamente para llegar a un acuerdo sobre la gestión de los

recursos comunes; acuerdos que una vez consensuados son acatados por todos los

miembros del ejido, o existen relaciones estrictamente jerárquicas y coercitivas

que orillan a que cada una de las personas o familias vayan adoptado estrategias

particulares y acciones individuales sin tomar en cuenta la opinión de los demás

miembros del ejido.

El ejido establece vínculos con organismos políticos o civiles que orillan a gestionar

sus demandas a través de redes clientelares o existen autoridades y

representantes comunitarios que gestionan recursos o proyectos en beneficio de

los intereses colectivos de la comunidad.

En el ejido existen grupos de trabajo formalizados e incluyentes que contribuyen a

la mejora y la eficacia del aprovechamiento de los recursos naturales, generando

relaciones económicas dinámicas que ayudan a incrementar los ingresos de las

familias o existen grupos excluyentes que absorben y canalizan la mayoría de los

recursos, teniendo más ventajas de desarrollo lo que propicia un aumento del

número de personas marginadas.

Tipo uno: Sin organización colectiva y sin intereses compartidos en el manejo de los RN:

Existen comunidades que mantienen la figura de tenencia de la tierra ejidal más como una

condición de cómo se conformó el núcleo de población que actualmente los demarca. En

este sentido el supuesto de la organización colectiva para el aprovechamiento de los

recursos naturales ubicados al interior de su territorio es un mito. De tal forma que la

dinámica de vida interna con relación al aprovechamiento de los Recursos Naturales corre

la suerte de ser explotados bajo una lógica de propiedad privada, en el que dependiendo

de los intereses y el tipo de relación que cada ejidatario mantenga con su entorno define

el grado y la forma de aprovechamiento. Siguiendo lo anterior se pude ver como el

territorio del ejido está marcado por una serie de manchones de selva, en el que

predominan lo potreros y acahuales, en donde la dinámica económica del ejido se rige por

aquellas familias que han ido acaparando grandes extensiones de tierra destinándolas a la

cría de ganado.

Tipo dos: Con organización colectiva e intereses compartidos en el manejo de los RN: En la

región se encuentran ejidos que han avanzado modestamente en regir la vida interna del

mismo. Y es a través de su trayectoria y los vínculos que han establecido con Instituciones

gubernamentales y civiles que se pude notar el grado de participación en actividades y

proyectos encaminados a la conservación de sus recursos naturales. Por lo regular estos

ejidos han destinado como compromiso institucional algunas de las zonas del mismo ejido

como áreas de reserva, además de participar de forma periódica en la conservación de los

recursos que consideran vitales, estos son apoyados técnica y económicamente;

incentivos que de forma paulatina invitan a participar en mayor grado al resto de los

ejidatarios, siendo el caso que algunos de ellos cuentan actualmente con proyectos de

ecoturismo, situación que los ha colocado en un nivel desarrollo benéfico para el conjunto

de la población

Tipo Tres: Sin instrumentos y mecanismos formales y con prácticas orientadas al buen

manejo de los RN: Hay ejidos que presentan un alto grado de organización comunitaria

que a primera vista se puede percibir a través del paisaje, ya que el ordenamiento del

territorio se ve demarcado por el respeto a la vocación natural de los ecosistemas o

unidades ambientales. De tal forma que las montañas que los rodean mantienen un alto

grado de conservación de su cobertura vegetal; por otro lado las unidades económicas

como las milpas y potreros, se encuentran debidamente ubicadas en las partes más planas

del ejido, y en el que todas y cada una de ellas se encuentran delimitadas y no dispersas,

evitando la fragmentación del ejido. Algunos de estos ejidos se encuentran inmersos en

proyectos de PPA’s, así como en el cultivo de productos orgánicos, situación que devela el

grado de cohesión y organización comunitaria, orientando la mayoría de sus actividades

productivas a un aprovechamiento sustentable de los recursos naturales.

Tipo Cuatro: Con instrumentos y mecanismos formales y con prácticas desmedidas en el

manejo de los RN: Existen ejidos que aun que cuentan con instrumentos legales como RIE,

este documento no pasa más allá de ser un documento más de la carpeta básica del ejido.

Estos ejidos denotan una participación baja dentro de la vida interna del ejido, y aun que

respetan os espacios formales para la toma de decisiones colectivas, el grado de cohesión

social mínimo y casi nulo. Como característica distintiva de estos ejidos resalta la

existencia de múltiples religiones, partidos políticos y lugares de procedencia, situación

que devela el grado de atomización del colectivo, que más allá de contribuir a la

organización comunitaria, dividen y erosionan el tejido social por una falta de perspectiva

unificadora. Por lo regular estos ejidos carecen de la mayoría de los servicios básicos con

los que cuenta otros ejidos, tales como centro de salud y escuelas. Al mismo tiempo por

su bajo nivel de compromiso y organización colectiva estos son excluidos de la

participación en otros proyectos en la región.

Tipo Cinco: Con autoridades y órganos ejidales respetuosos de los intereses colectivos y

con intereses en promover el manejo y aprovechamiento sustentable de los recursos.

Dentro de algunos ejidos las autoridades y órganos de los ejidos mantienen un respeto

casi estoico por los espacios de decisiones colectivas dentro del ejido, por o que no se da

un paso adelante si haberse consultado previamente. Lo anterior más allá de verse como

un elemento que detiene los procesos organizativos y el acceso a programas y proyectos,

denota el grado de confianza que los ejidatarios depositan en sus autoridades y el

reforzamiento de las instituciones locales. Por lo regular este tipo de liderazgos van

fortaleciendo un entorno abierto y democrático en el que pueden nacer iniciativas

encaminadas al manejo sustentable de los recursos naturales.

Tipo Seis: Con autoridades que manejan un discurso ambientalista interesados en captar

la mayoría de las oportunidades y recursos otorgados por proyectos institucionales para

fortalecer grupos internos de poder, condicionando en la mayoría de la ocasiones los

compromisos de conservación con amenazas de devastación de los recursos naturales en

caso de no cumplir con sus condiciones. Estas autoridades presentan un tipo de liderazgo

negativo que incrementa la apatía y fortalece los grupos de poder que imponen decisiones

sobre los demás. Por lo regular estas autoridades más allá propiciar las condiciones para

que germinen procesos organizativos orientados a la sustentabilidad, buscan

oportunidades de canalizar los recursos técnicos y económicos en beneficio propio o

incluso en beneficio de los núcleos familiares procedente de su linaje. Una característica

que resalta de este tipo de autoridades es que reducen el tiempo de trabajo y

organización comunitaria al tiempo que ellos tienen disponible, tratando de evitar que se

tomen acuerdos sin su consentimiento o que no le beneficien directamente.

En resumen: Todos y cada uno de los indicadores y tipos de ejidos propuestos en este

apartado se hacen con el propósito de acercar una herramienta más de análisis para los

promotores comunitarios en la consecución de apoyar a los ejidos en la elaboración de los

RIE de la región, que incluyan criterios de sustentabilidad en ellos.

La caracterización es propia de los ejidos que se sitúan en la Región de Marqués de

Comillas y es producto de las visitas que se realizaron en forma aleatoria en los 30 ejidos

en que tiene influencia el proyecto del CBM.

Al mismo tiempo del análisis de estos ejidos se puede tener mayores elementos para

identificar las características que pueden propiciar un buen trabajo de reglamentación

comunitaria así como otros proyectos encaminados a lograr experiencias exitosas de

manejo sustentable de los recursos, toda vez que identifica algunos de los obstáculos a los

que se enfrenta el promotor comunitario desde un inicio al pretender cultivar las semillas

de la organización comunitaria y el incremento del capital social.

Sin embargo, esta propuesta no pretende ser extensiva ni limitativa, por lo que invita en

todo momento a seguirla nutriendo e incluso modificando a través del acercamiento

continuo a las comunidades de la región y mediante el trabajo comunitario que de forma

periódica se realiza con el proyecto del CBM.

Es importante resaltar de esta propuesta de análisis, que el régimen de propiedad ejidal

por su naturaleza propiamente colectiva no juega un papel de común denominador que

potencie por si solo el fortalecimiento del capital social y la conservación de los recursos

naturales. Por el contrario el análisis invita a realizar un diagnóstico propio de cada ejido,

retomando algunos elementos que pueden asemejarse más no repetirse de forma

idéntica.

Por otro lado la metodología de los Modos y Medios de Vida con la que se basa algunas

de las partes de esta propuesta de análisis nos incita a reconocer la interrelación que

existe entre todos y cada uno de los capitales de una comunidad o ejido. En ese sentido, el

capital social, que es uno en los que se centra en esta tipología considera que “un

aumento en la sostenibilidad en el uso de los recursos naturales, puede reforzar la gestión

de los mismos” (Hojas Orientativas mymv, 1999).

Con esta propuesta se pretende dar un paso en el reconocimiento de las fortalezas y

debilidades de los ejidos de la región a través del fortalecimiento del capital social, sin

dejar de realizar al mismo tiempo el apoyo en otras áreas de trabajo, mismas que se

traduzcan en un mecanismo para la gestión comunitaria en el manejo adecuado de los

recursos naturales y el fortalecimiento a las instituciones locales.

Por último, esté análisis no pretende desmitificar la figura del ejido como una unidad de

gestión y control comunitaria inoperante, por el contrario, pretende reconocer que del

fortalecimiento de las instituciones comunitaria y ejidales, así como de la cohesión del

tejido social, dependen un sinfín de iniciativas y acuerdos que pueden potenciar a sobre

manera al ejido como una unidad básica para la gestión ambiental.

3.- Análisis de la Legislación Agraria Vigente

Mucho de a discutido sobre las deficiencias y lagunas que presenta el marco jurídico de la

Nueva Ley Agraria, siendo que en sus 17 años de existencia y aplicación solamente se ha

reformado una sola vez, y esta reforma fue hecha un año después de su publicación el 23

de febrero de 1992. Vale la pena referir que a partir de esta reforma el objeto de estudio

se extendió, toda vez que se fomentaron las actividades relacionadas con la silvicultura así

como todas las demás actividades económicas que se dan en el medio rural mexicano.iii

Sin embargo, el análisis de la Nueva Ley Agraria que se presenta no pretende ser

exhaustivo ni abordar por completo el marco jurídico de la legislación agraria, por lo que

los conflictos referentes a la supletoriedad del derecho civil adjetivo para la

substanciación de los juicios agrarios, las deficiencias de la Procuraduría agraria, las

carencias en al tema del desarrollo agrario, así como los temas referentes a la seguridad

jurídica, quedarán fuera del presente análisis, toda vez que ninguno de estos puntos

refieren directamente a las actividades relacionadas con el manejo y aprovechamiento de

los Recursos Naturales que se encuentran al interior del ejido.iv

Lo que se pretendes es abordar algunos de sus principios básicos desde una perspectiva

ambiental, lo anterior con el propósito de aportar elementos jurídicos a la metodología

propuesta por esta consultoría, ya que se considera que el propio cuerpo de la Ley deja

abiertos espacios legales para la concurrencia de otros cuerpos legales que pueden

enriquecer el ámbito general de la vida rural y en se sentido fundamentar la inclusión de

criterios de sustentabilidad en los RIE’s.

En ese sentido se pretende resaltar las relaciones que existen entre el derecho agrario y el

derecho ambiental, toda vez los principios de estas dos ramas del derecho nos revela las

formas de apropiación de la tierra y los recursos naturales que se encuentran en ella,

mismos que definen las formas de subsistencias de las comunidades campesinas y su

relación con su entorno.

A partir de este análisis se incorporará a los RIE el fundamento legal para la incorporación

de ciertos esquemas ambientales con relación a las formas de tenencia de la tierra y en la

organización de los campesinos.

Para dar inicio debemos referir primeramente que el derecho agrario regula a grandes

rasgos:

La organización territorial rustica.v

Todo lo relacionado con las explotaciones de carácter rural.vi

Así como el tráfico consecuente y necesario de la Producción. (ídem)

Las explotaciones y aprovechamientos que el mismo sistema considere como

agrícolas, ganaderos, forestales, así como la mejor formad e llevaros acabo.(Ídem)

A las personas, los predios y los bienes de otra clase.vii

Las diversas formas de tenencia de la tierra y los sistemas de explotación agrícola.

Las relaciones jurídicas nacidas del aprovechamiento y la propiedad territorial que

orienta y asegura la función social de esta.viii

Toda vez que la Legislación agraria encuentra sus bases constitucionales en el artículo 27

Constitucional, precepto jurídico que además de ser el fundamento legal de la legislación

ambiental, define también los regímenes de propiedad de la tierra y las aguas

comprendidas dentro de los límites del territorio Nacional; en este sentido la propiedad

de la tierra la divide de tres formas:

Propiedad de la Nación.

Propiedad Privada

Propiedad Social.

De esta última clasificación se subdivide el régimen de propiedad que regula precisamente

la Nueva Ley Agraria, que son:

Régimen de propiedad Ejidal

Régimen de propiedad Comunal.

De acuerdo con lo establecido por el artículo 9º de la NLA, “los ejidos tienen personalidad

jurídica y patrimonio propio y son propietarios de las tierras que les han sido dotadas o de

las que hubieren adquirido por cualquier otro título. Es en este primer precepto que se

otorga plenamente los derechos de propiedad de la tierra que ocupan los ejidos, mismos

que pueden definir el destino de las actividades agrícolas y productivas sin más

limitaciones que las que disponga esta misma ley. En ese sentido la Ley directamente no

limita ni restringe el campo de acción de los campesinos, ni incluye criterios ni

lineamientos que orientes dichas actividades a un manejo sustentable de los recursos

ubicados dentro de su espacio territorial. Sin embargo en el artículo 2º del mismo cuerpo

jurídico se establece:

“En lo no previsto en esta ley, se aplicará supletoriamente la legislación civil federal y, en

su caso, mercantil, según la materia de que se trate.

El ejercicio de los derechos de propiedad a que se refiere esta ley en lo relacionado con el

aprovechamiento urbano y el equilibrio ecológico, se ajustará a lo dispuesto en la Ley

General de Asentamientos Humanos, la Ley del Equilibrio Ecológico y la Protección al

Ambiente y demás leyes aplicables.”

Lo anterior es preciso resaltar toda vez que de ello depende que muchas de las lagunas

que la NLA pudiera acarrear, pueden ser suplidas y reivindicadas por todas aquellas leyes

que de manera supletoria regula las indirectamente las actividades internas del ejido con

relación al uso, manejo y aprovechamiento de los RN.

Es a partir de este precepto que aplica directamente el artículo, 103 de la LEGEPA,

mismos que establece:

“ARTÍCULO 103.- Quienes realicen actividades agrícolas y pecuarias deberán llevar a cabo

las prácticas de preservación, aprovechamiento sustentable y restauración necesarias

para evitar la degradación del suelo y desequilibrios ecológicos y, en su caso, lograr su

rehabilitación, en los términos de lo dispuesto por ésta y las demás leyes aplicables.”

Es bajo estos criterios legales que más allá de que la NLA carezca de candados al

desarrollo de las actividades productivas al interior de los ejidos y comunidades, al

momento de aplicar la supletoriedad de las leyes ambientales con relación a la legislación

agraria es que se pueden incluir preceptos de sustentabilidad que orienten las prácticas

productivas al interior de los ejidos.

Continuando con el análisis de la NLA específicamente el artículo 10º se hace referencia

al Reglamento Interno del Ejido, artículo que establece que dicho reglamento deberá

contener:

“las bases generales para la organización económica y social del ejido que se adopten

libremente, los requisitos para admitir nuevos ejidatarios, las reglas para el

aprovechamiento de las tierras de uso común, así como las demás disposiciones que

conforme a esta ley deban ser incluidas en el reglamento y las demás que cada ejido

considere pertinentes”.

A partir de estos postulados los requerimientos prácticos para regular la vida interna del

ejido queda totalmente abierta a los intereses de los mismos ejidatarios.

Tal situación no pretende dar puerta abierta a la creación de un complejo entramado

normativo que quede fuera de la aplicación real de las necesidades reales de una

comunidad incluyendo dentro del RIE actividades tales como la acuacultura, la

silvicultura, la biotecnología la minería, la piscicultura, la avicultura, la bioprospección, etc.

sino por el contrario, podría tener como objeto establecer los lineamientos y mecanismos

de control entre los individuos, la tierra y el territorio rural, así como los ejidos,

comunidades y el medio ambiente.

Dicha situación revela que ninguna de estas dos ramas del derecho es totalmente

independiente y ambas tienen como base los mismos principios y criterios jurídicos

básicos orientados en la forma de apropiación y aprovechamiento de los RN.

A partir del establecimiento de esa relación agraria ambiental y las modalidades que de

ella surgen, se determina bajo una misma perspectiva el objeto y el sujeto jurídico de la

relación, que es en este caso los recursos naturales.

Si nos postramos desde una perspectiva puramente ambiental, los recursos naturales

juegan el papel del objeto de estudio a partir de las formas de aprovechamiento de los

mismos. En ese sentido está en sus manos la voluntad del titular del derecho a explotar

los recursos la efectividad de los mecanismos de regulación.

Desde el punto de vista puramente agrario es a partir de los derechos sobre la tenencia de

la tierra (la titularidad) que depende toda la efectividad sobre el uso que se le dé a los

recursos, ya que las regulaciones que de esta rama giran alrededor de la calidad del titular

de los derechos, definiendo así las restricciones sobre los recursos.

Por lo que respecta a las aguas que se ubican al interior del ejido el artículo 52 de la NLA

refiere:

El uso o aprovechamiento de las aguas ejidales corresponde a los propios ejidos y a los

ejidatarios, según se trate de tierras comunes o parceladas.

Al respecto la Ley de Aguas Nacionales hace referencia a los ejidos y sus derechos de

explotación uso y aprovechamiento en el siguiente sentido:

ARTÍCULO 48. Los ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios, así como los ejidos,

comunidades, sociedades y demás personas que sean titulares o poseedores de tierras

agrícolas, ganaderas o forestales dispondrán del derecho de explotación, uso o

aprovechamiento de las aguas nacionales que se les hubieren concesionado en los

términos de la presente Ley.

De igual forma la sección segunda de la Ley de Aguas Nacionales refiere:

ARTÍCULO 55. La explotación, uso o aprovechamiento de aguas en ejidos y comunidades

para el asentamiento humano o para tierras de uso común se efectuarán conforme lo

disponga el reglamento interior que al efecto formule el ejido o comunidad, tomando en

cuenta lo dispuesto en el Artículo 51 de la presente Ley.

Cuando se hubiere parcelado un ejido o comunidad, corresponde a ejidatarios o

comuneros la explotación, uso o aprovechamiento del agua necesaria para el riego de la

parcela respectiva.

En ningún caso la asamblea o el comisariado ejidal podrán usar, disponer o determinar la

explotación, uso o aprovechamiento de aguas destinadas a las parcelas sin el previo y

expreso consentimiento de los ejidatarios titulares de dichas parcelas, excepto cuando se

trate de aguas indispensables para las necesidades domésticas del asentamiento humano.

Al hacer una mención específica la Ley de aguas nacionales a los ejidos, le concede la

responsabilidad de la conservación y preservación de las aguas al interior de los ejidos. En

ese sentido la hacer mención del artículo 51 del mismo ordenamiento, este hace

referencia a la obligación de contar con un reglamento Interno que vele por:

III. La forma de operación, conservación y mantenimiento, así como para efectuar

inversiones para el mejoramiento de la infraestructura o sistema común, y la forma en

que se recuperarán los costos incurridos a través de cuotas de autosuficiencia. Será

obligatorio para los miembros o usuarios el pago de las cuotas de autosuficiencia fijadas

para seguir recibiendo el servicio o efectuar el aprovechamiento;

IV. Los derechos y obligaciones de los miembros o usuarios, así como las sanciones por

incumplimiento.

Para el caso que nos ocupa, este precepto al hacer el enroque con el artículo 9 de la Ley

Agraria mismo que considera que los ejidatarios pueden incluir todos aquellos preceptos

que consideren pertinentes en la elaboración del RIE, da la posibilidad de incluir todos

aquellos preceptos jurídicos y los mecanismos necesarios para la regulación de este

recurso que se considera vital tanto para los procesos productivos como para la

subsistencia de los ejidatarios.

Por lo que respecta a las tierras de uso común abordadas en la quinta sección del la NLA,

se menciona lo siguiente:

Artículo 74.- El reglamento interno regulará el uso, aprovechamiento, acceso y

conservación de las tierras de uso común del ejido, incluyendo los derechos y obligaciones

de ejidatarios y avecindados respecto de dichas tierras.

Al respecto se pude mencionar que dicho precepto es de gran relevancia, toda vez que es

común que dentro de los ejidos muchas de las áreas de uso común son las que presentan

mejor grado de conservación de la cobertura vegetal, por lo que son declaradas como

zonas de reserva. Sin embargo es muy común que dicho acuerdo sea solamente de

palabra o en algunos casos están solamente inscritos dentro de las actas de acuerdo de

asamblea. En ese sentido el artículo 74 otorga la pauta para determinar los mecanismos

apropiados que orienten a la conservación de estas áreas.

Al respecto la Ley de Desarrollo Rural Sustentable menciona:

Artículo 5º .- La propiedad de los recursos forestales comprendidos dentro del territorio

nacional corresponde a los Ejidos, las Comunidades, Pueblos y Comunidades Indígenas

que sean propietarios de los terrenos donde aquellos se ubiquen. Los procedimientos

establecidos por esta Ley no alterarán el régimen de propiedad de dichos terrenos.

Del mismo modo esta Ley hace referencia en su artículo 74 párrafo III, al RIE, en los casos

en que los ejidatarios quieran llevar a cabo el aprovechamiento forestal de sus recursos

forestales maderables, mencionando que en dicho reglamento se deberá establecer las

obligaciones y las formas de participación en las labores de cultivo, protección y fomento

de sus recursos. De igual forma el artículo 105 de esta Ley hace mención al fomento del

manejo sustentable de los recursos naturales tales como: árboles, arbustos, hierbas para

la autosuficiencia y el mercado, especies útiles como medicinas, alimentos, aceites,

materiales para la construcción, leña combustible, forrajes de uso doméstico, fibras,

venenos, gomas estimulantes, saborizantes, insecticidas, etc. Tales actividades deberán de

ser autorizadas por las instituciones competentes, sin embargo se considera a los ejidos

como aquellos sujetos que tienen el acceso a dichos recursos, lo que abre una posibilidad

de encontrar los mecanismos adecuados para incluirse dentro del RIE, con el fin de regular

propiamente el aprovechamiento sustentable de dichos recursos.

En resumen: La importancia de incluir todos estos criterios de la Legislación Ambiental a la

conformación de los RIE, nace de la necesidad de retomar los principios de y criterios de

sustentabilidad como un imperativo ético de nuestros tiempos.

Apegándonos a este planteamiento en el que el derecho agrario hace mancuerna con el

derecho ambiental, se debe tomar en cuenta que dentro de las actividades productivas

del ejido el RIE no solo debe de regular el aprovechamiento de los Recursos Naturales sino

la forma que se utilizan para obtenerlos.

De tal razonamiento se desprende que tanto la tierra y la vida son dos componentes

básicos de las actividades agrarias y productivas que se desarrollan en los ejidos. De tal

suerte que sin estos elementos las políticas públicas tanto ambiental como agraria no

tendrían objeto, y por consiguiente la regulación para la protección y manejo adecuado de

los recursos no tendría sentido ni sustento alguno.

Concluyo el presente análisis considerando que el RIE es una parte medular dentro de la

Legislación Agraria y puede sentar las bases jurídicas para regular a nivel comunitario el

uso y el aprovechamiento del suelo, los bosques, la fauna y las aguas que constituyen los

recursos básicos con los que mantienen una relación directa los ejidos. En este sentido

además de incluir los mecanismos para la protección y uso sustentable de los recursos, es

necesario que los mismos campesinos propongan a través de este instrumento, la

solución a los problemas de tenencia de la tierra y la conservación de los recursos.

4.- Propuesta Metodológica:

El propósito fundamental de esta propuesta es el fortalecer en primera instancia la

estructura básica de los RIE’s, que por lo regular se enfocan solamente en describir las

delimitaciones territoriales del ejido, los derechos y obligaciones de los ejidatarios y

avecindados, así como de las funciones y obligaciones de propias de los órganos del ejido.

En este sentido la propuesta metodológica pretende incluir el cúmulo de mecanismos,

acuerdos y normas comunitarias orientados a regular el uso y acceso a los recursos

naturales ubicados dentro del ejido, reforzando así el sistema de normas comunitarias. Al

mismo tiempo se busca reforzar la estructura propia del RIE con aquella normatividad

oficial en materia ambiental que sea aplicable a la realidad del ejido, robusteciendo la

estructura misma del RIE con criterios de sustentabilidad ambiental.

A través de esta metodología se puede sentar las bases para desarrollar una estrategia de

planeación comunitaria a nivel regional al replicarse la experiencia con el resto de los

ejidos que se ubican en el espacio de acción del CBM.

Primer paso:

Como en todos los ejidos confluyen un sinfín de personas con diferentes intereses,

capacidades y realidades, se considera que como un primer paso es necesario identificar

todos aquellos actores y grupos de trabajo que existen al interior del ejido, ya que todos y

cada uno de ellos querrán incluir sus intereses y propuesta en el cuerpo mismo de la

reglamentación de la vida interna del ejido. Lo anterior adquirirá mayor sentido si

queremos que el RIE sea respetado por todos los ejidatarios. Con relación a lo anterior

será necesario conformar un equipo de trabajo en el que estén incluidos los

representantes de cada uno de estos grupos, así como mujeres, jóvenes y personas

mayores que puedan nutrir con sus puntos de vista y con sus experiencias personales la

discusión y la reflexión grupal en torno a la elaboración del reglamento internos del ejido.

En este sentido, el afán de fomentar una participación amplia e incluyente en la

conformación del RIE es con el objeto de incentivar las relaciones de confianza,

reciprocidad e intercambios que en su momento faciliten la toma de acuerdos y en su

momento la cooperación en el cumplimiento del propio RIE; estás dinámicas crearán

redes de seguridad y mecanismos que potenciarán la eficacia de los acuerdos alcanzados

transformándolos en normas compartidas. De tal suerte, se busca crear una sinergia que

ayudara a dar seguimiento a una posterior planeación territorial del ejido.

Segundo paso:

Como todos los ejidos de la región presentan múltiples características en cuanto a su

extensión territorial y el capital natural que acumulan, será importante realizar una

caracterización básica de los recursos naturales ubicados dentro del mismo ejido.

Esta caracterización no pretende ser exhaustiva ni trata cumplir con requerimientos

técnicos específicos. Por el contrario busca resaltar el conocimiento práctico de los

campesinos y ejidatarios con relación a estos recursos. Al momento de entrar en esta

etapa, la metodología intenta recoger aquella información que proyecte el grado de

apropiación del territorio que tienen los ejidatarios, ubicando todos aquellos recursos

naturales que para ellos tienen mayor importancia en su vida cotidiana. En ese sentido la

metodología procura por un lado fomentar la discusión y sensibilización sobre la

relevancia que tiene la conservación y el manejo apropiado de estos recursos. Por otro

lado, de los insumos que salgan de a partir de la reflexión, avanzar en la toma de acuerdos

que busquen un manejo responsable de los recursos naturales.

Tercer paso:

Será importante para la elaboración del RIE, identificar los recursos naturales sobre los

cuales ya existían acuerdos previos para su uso y aprovechamiento. Así mismo se deberán

de rescatar todos los aquellas actas de asamblea en las que se hayan inscrito acuerdos

comunitarios que hagan referencia a los recursos naturales del ejido. Con esta

información podremos denotar si el ejido ha desarrollado prácticas productivas

sostenibles.

Apoyándonos los indicadores presentados en la tipificación de los ejidos presentada en el

mismo documento, podremos argumentar si el ejido pretende ser sostenible cuando al

interior del mismo se han establecido los acuerdos necesarios para llevar a cabo un uso

adecuado de los recursos.

Del resultado de esta dinámica se podrá fomentar una planeación ordenada del uso del

suelo a través de su reglamentación, respetando la vocación natural del territorio. De tal

suerte, esta propuesta considera que es mediante la elaboración del RIE que se pude

asegurar de mejor manera las actividades productivas realizadas al interior del ejido bajo

criterios de sustentabilidad. Toda vez que en el mismo documento se pueden plasmar

todas aquellas prácticas y acuerdos que se han establecido con el paso de los años que

han buscado en todo momento mejorar la calidad de vida de los ejidatarios.

De esta forma al generarse una especie de ordenamiento previo a través de la

reglamentación del ejido, se podrá generar la cooperación de las instituciones de gobierno

y comunitarias, así como todos aquellos actores que confluyen en esta región, que estén

interesados en generar estrategias de conservación y desarrollo comunitario. Aunado al

seguimiento puntual de los otros proyectos promovidos por el CBM, se asegurará por un

lado la conectividad biológica de la región y por otro reconocerá la capacidad de los ejidos

y campesinos de auto organizarse para regular el manejo sustentable de los recursos

naturales.

Cuarto paso:

Será necesario para la confección del RIE hacer un repaso de todos aquellos elementos

básicos de los RIE de naturaleza jurídica agraria. Esta dinámica pretende seguir de manera

puntual los lineamientos que la Nueva Ley Agraria establece para la elaboración de la Ley

Interna del Ejido. Al mismo tiempo se identificarán los preceptos jurídicos que dan la

oportunidad de aplicar la supletoriedad de las leyes ambientales, lo que nos dará la

oportunidad de incluir los preceptos jurídicos y ambientales que enriquezcan el contenido

mismo del RIE. Para efecto de lo anterior se revisarán las experiencias que han tenido

otros ejidos en la conformación de su propia Ley Interna. De este ejercicio se obtendrán

los insumos que servirán para desarrollar el siguiente paso de la metodología.

Quinto paso:

Por último y después de haber realizado todas aquellas dinámicas y reflexiones será

necesario incluir el acervo de conocimientos y prácticas comunitarias dirigidas al manejo

de los recursos naturales. Lo anterior pretende más allá de regular el manejo y acceso a

los recursos naturales desde una perspectiva técnica, es el incluir la perspectiva

campesina, vista como clave sobre la apropiación del territorio, el fortalecimiento de las

capacidades organizativas de los ejidatarios y de las propias instituciones comunitarias, así

como la posibilidad de incluir dinámicas de auto regulación que los mismos ejidatarios

han establecido por medio de las practicas cotidianas.

Es así que a través de la participación de los mismos ejidatarios y campesinos y sus

propias estructuras organizativas, se deba confeccionar o diseñar sus propias reglas

comunitarias que definan el acceso a los recursos naturales, llevando al RIE más allá de

establecer propiamente los derechos de propiedad; sino en una reglamentación que

defina la vida interna del ejido incluyendo su racionalidad ambiental y sus estrategias

económicas. Así el RIE además de ser un mecanismo de control definiría de forma

detallada las mejores maneras de apropiación de los recursos naturales y las formas de

participación comunitaria.

Si se concibe por un lado que una gran parte de los ecosistemas con mejor grado de

conservación se encuentra bajo el régimen de propiedad ejidal a nivel nacional; esta figura

legal que marca la tenencia de la tierra se vuelve muy importante al momento de definir

estrategias de conservación. Por otro lado si se toma en cuenta que el régimen de

propiedad que predomina en esta región es ejidal, luego entonces se vuelve

trascendental transformar la estructura organizativa del ejido en una unidad básica para la

gestión ambiental.

Complemento:

Con el propósito de responder al enfoque de la metodología se sistematizó la información

generada a lo largo de las sesiones de trabajo con los grupos conformados al interior de

los ejidos en el que se dio un intercambio de experiencias entre los mismos participantes y

el acompañante; de tal forma se generó un manual (anexo 1) para la Reglamentación

Ejidal que puede ser utilizado por Promotores y Grupos de Trabajo.

i Departament for International Development. Hojas orientativas sobre los modos de vida sostenibles; pag.3 ii Gaceta ecológica, No 80, México, 2006, p 5.

iii Macías Vázquez Maricarmen, La enseñanza del Derecho Agrario en México.

http://info5.juridicas.unam.mx/libros/5/2406/18.pdf. iv Díaz Gordillo Martha Cecilia, Una Ley Agraria para el Futuro. Red de Revistas Científicas para América

Latina, El Caribe, España y Portugal, Universidad Autónoma del Estado de México. 2006 v Chávez P. de Velázquez, Martha, EL Derecho Agrario Mexicano, Editorial Porrua 1964.

vi Mendieta y Núñez , Lucio y Cerrillo, Facultad de Derecho Agrario, Barcelona , Bosch, 1952.

vii Salas Marreo, Oscar A, Y Barahona Israel, Rodrigo, Derecho Agrario, Universidad de Costa rica 1973.

viiiviii Casanova, Ramón Vicente, Facultad de Derecho, Merida, Universidad de los Andes, Citado por Duran

Alcántara.