Convocatoria al XXV Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile

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    Convocatoria al

      Congreso Nacional

      rm rPartido Comunista  e Chile

     

    Consolidar los cambios

    Para

     seguir avanzando

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    Convocatoria

      al XXV

     Congreso Nacional

      de l Partido

     Comun ista

      de  hile

    DESAFIOHISTORICODELPERIODO: CONSOLIDAR

      LO

      AVANZADO

    Y

     GENER AR CONDICIONES PARA SEGUIR ADELAN TE

    Con

      la presente Convocatoria, el  Partido

    Comunista de Ch ile da inicio a su XXV Congreso

    Nacional. Lo

      hacemos recogiendo nuestras

    centenarias tradicionesy

     con e l

     especial interés

    de que este debate involucre no sólo a los

    comunistas, sino también

      al

      pueblo

      de

      Chile,

    a  las y los  t rabajadores,  a las  mujeres  y a los

    jóvenes,  a las chi lenas y chi lenos  de la tercera

    edad, a los artistas e intelectuales, a todas y

    todos nuestros al iados polí t icos. Queremos

    se r

      un aporte al necesario debate que ayude

    a reafirmar el camino para superar  las odiosas

    desigualdades

      que  persisten  en   Chile,  y

    proyectar un camino hacia una democracia

    plena, de justicia social, de respeto a los

    derechos  humanos,  de paz e  integración  co n

    lo s pueblos vecinos y con t odas la s naciones de

    América.

      Es una

      invitación

      a una

      construcción

    colectiva.

    Nuestra tesis principal

    contradicción

    n

      el

      marco

      de la

      vigente

    democrac ia -neo l i be ra l i smo ,

    que

      hemos considerado

    como asunto fundamen ta l  en

    varios  congresos nacionales

    del Partido, hoy necesi tamos

    establecer

     co n

     mayor

     c lar idad

    la  tendencia pr incipal

    del

      período

      histórico,  sus

    posibles des enlac es y nuestra

    propia apuesta  y  dirección

    polít ica en este esce nario.

    Desdecomienzosde l presente

    siglo XXI, hemos desplegado

    especiales  esfuerzos para

    generar  la s  condiciones  que

    abran

      el

      camino

      hacia

      la

      democracia plena

    y la sup eración del neol iberal ismo . Nuestros

    eventos nac iona les part idarios  han  formulado

    un trazado que se expresa en buena parte

    en las  movi l izaciones  y  luchas

      sociales

      del

    período,  en e l

      persistente

      cuestionamiento  al

    sistema binom inal y a la exclusión

     política,

     en

    la

     demanda

     por

      cambiar

      la

     actual

     Constitución

    Política por una que re con ozc a la sob eran ía del

    pueblo, en un cambio al modelo que es la base

    de la  concentración económico-f inanciera  más

    grande en la historia de Chile.

    Hemos sostenido,

      firme  y  alta,  la

      exigencia

    de Verd ad y Just icia y el Nunc a M ás en

    Chile .

      No nos

      guía

     ningún

      afán

      de

      venganza,

    sí  nos

      preocupa

      el  futuro  de

      nuestra

      patria.

    En

      este

      duro

      caminar hemos acompañado

     a

    las

      agrupaciones de famil iares de detenidos-

    desaparecidos,  de ejecutados, torturados y ex

    prisioneros

      políticos,  y

      hemos sido parte

      de

    una am pl ia expresión ciudadana que se resiste

    a

      la

      impunidad.

    A

     fines de 2010, en las resolucion es de nues tro

    XXIV  Congreso Nacional, planteamos  la

    necesidad

      de

      construir

      una

      Nueva Mayoría

    y  avanzar  en la  al ianza  de la  izquierda  con el

    centro

      político

      en

      torno

      a un  programa  que

    iniciara  el proceso de reformas estructurales.

    En  la  principal tesis  de  este  período,  que

    es

      también

      un  objetivo  a  cumplir,

      hemos

    señalado   que  Chile puede  y  debe  alcanzar  la

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    Convocatoria

      al XXV

     Congreso Nacional

     de l

      Partido Comunista

      de

      Chile

    conquista

      de un  Estado

      Democrático

      pleno,

    ta l

      meta requiere

     d e una

      auténtica Revolución

    Democrática. Sólo así, nuestro

      país

      dará  fin a

    un a  transición que, necesariamente, permitirá

    un

     definitivo

     cierre democrático a este tránsito

    histórico.  Las corre lac iones de  clases y fuerzas

    socio-políticas

     se han

     ordenado

     en

     torno

     a

     esta

    contradicción

      fundamental.

     Con  isuras, grietas

    y lógicas tensiones, lo q ue sigue caracteriza nd o

    el período, en lo esencial, es esta con tradicción

    histórica.  En este Co ngreso Naciona l, abiertos

    al

     intercambio  y debate  con nuestros al iados y

    con el  pueblo chi leno, debemos avanzar en la

    caracterización

      del rumbo y programa político

    que nos

     lleve

     a

     cum pl ir  esta  meta.

    Lograr  este  objetivo  histórico generará  las

    condic iones

     básicas

     para seguir avanzand o.  En

    esa

      dirección,

      todo

      muestra  que ha sido justa

    la

      determinación  de  plantearnos, para esta

    fase,

      un a

      derrota estratégica

      de la

      derecha

    en su

      condic ión

      de

      clase  dominante,

      que se

    expresa

      en la hegemonía  que  mantiene  en los

    planos

      político,  económico, militar, cultural  y

    comunicacional .  En función  de  este

     objetivo

    hemos  hecho esfuerzos principales  para

    establecer  una  correlación  de  fuerzas  que

    permita

      a lcanzar

     esa meta.

    Una

     corre lac ión de fuerzas que

     tiene

     tensiones

    y

      contradicciones,

      que se

      expresa

      en un

    acuerdo en

     torno

      a un

      Programa

     de

     Gobierno

    y un   Gobierno  en sí  mismo;  en  torno  a la

    voluntad compartida  de  seguir unidos  m ás

    allá

      de l  actual Gobierno  del que somos parte.

    Se

      trata,  insistimos, de un período histórico

    y,

      por  tanto,  el  tiempo  que  demore estará

    determinado  por el cumplimiento  del objetivo

    que nos hemos planteado.

    Hemos

     sido incidentes en este proceso. N uestro

    protagonismo crece.

      Sin

      embargo sería,

      al

    menos, un error político que se distanciaría de

    la

      realidad,

      que nos

     con s ideráramos

     la

     fuerza

    política

      principal  en  este esfuerzo.  Lo val ioso

    de la

     experiencia

     q ue

      estamos viv iendo

      es que

    con la  fuerza  que  poseemos hemos logrado

    aportar

      a que se

      realicen  avances  relevantes,

    aunque en ningún   caso  todavía suficientes

    para  consolidar

      lo

     avanzado.

    E l  camino recorr ido  nos ha  mostrado  las

    capacidades  del  Partido  y de la  Juventud

    que  debemos considerar porque  es lo que

    nos  ha

     permitido  construir. Pero también

      ha

    evidenciado nuestras princ ipales insuficiencias

    ycarenc iasy,

     porsobretodo,

     los

     fundam enta les

    desafíos  que debemos enfrentar con mucho

    rigor

     y

      responsabil idad.

    Asp iramos  a un partido más incidente  en el

    movimiento social,  en los trabajadores, en

    las   mujeres, en la

     juventud

     y los  pobladores,

    entre otros.  Para ello  se requiere  de mayores

    niveles

     de o rganización partidaria, con una

    gran

      preoc upación por el fortalecimiento

    celular y de las

     direccio ne s po líticas

    intermedias con el propósito de termin ar con

    discusiones

     secund ar ias y que se proyecte

    la

     reincorporación

      de esa

     cantidad

      de

    militantes  que están fuera de la organización

    por  prácticas sectarias,  as í como

      ab r i r las

    compuertas  para que  lleguen  lo s cientos o

    miles de

     personas

     que

     desean

     se r

     com unistas.

    Una

     gran preocupación debemos tener por

    la

     educación política

     que

     ayude

     a l

     debate

    de  ideas  En este plano,  las comunicaciones

    y la propaganda política juegan  un rol

    importantísimo en e l

     proceso

     de

     comunicar

    bien  lo que se está hac iendo en materia  de

    cumplimiento del

     Programa

     de

     Gobierno.

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    Convocatoria al XX V Congreso Nacional del Partido C om unista de Chile

    La d irección y práctica  del  proceso político

    que  hemos ayudado a abrir  y, del cual somos

    parte incidente, ha implicado poner en

    cuestión

      la base

     misma

     de

     go bernabi l idad

    del sistema d e dom inación  de

     clase

     que se

    ha   mantenido desde el  desplazamiento de la

    dictadura  del poder total a comienzos de la

    década de los

     noventa

      del

     siglo pasado .

    Autodefinido

      como demo cracia de los

    acuerdos

    o

     "política

      de los

      consensos , este

    estilo  de gobernabi l idad ha capturado por

    décadas

      la

      soberanía popular,

      y

      relegitimó

    las  bases  de la  dominación económica,

    política

      y

      cultural heredadas

      de la

      dic tadura

    y

      que

      fueron componentes fundacionales

      de l

    mod elo de acum ulación capi ta lis ta sustentado

    en la  híper concentración brutal  y

      salvaje

     y en

    la

      especulación f inanciera.

      Es una

      vergüenza

    que Chile esté hoy

     entre

      lo s países del mundo

    que má s exportan capital f inanciero.

    Esto   es lo que la derec ha dom inante no

    acepta perder.

      Se

      resiste

      y lo

      hará todav ía

    con mayor fuerza en los meses y años que

    v ienen.

      En

     este sentido,

     la

     lucha

     d e

      c lases

     se

    agudizará

     y pos ib lemente ado ptará d iversas

    fo rmas

      que

      debemos p reve r

      co n

      ma y o r

    acuc ios i dad .

    Este sistema

      de

      acumulación

      de

      ganancias

    y   de generación de p lusval ía ha provocado

    gr ie tas t remendas

      y

      es t ruc tura les

      que se

    expresan

     en

     la

     de s igua ldad, en

     la

     depredac ión

    del  ecos is tema,  en e l  agotamiento  de

    recursos

     y fuentes energét icas, en la ruptura

    de la  identidad  nacional , en e l crec imiento

    de f e nó me nos  de  gran

      peligro

      c omo  so n

    e l narcot ráf ico y e l c r imen organizado, con

    a l ta inc idenc ia  en e l  propio  mode lo  de

    a c u m u l a c i ó n .

    Sin

     embargo, es un hecho his tór ico y

     objetivo

    que es te mod e lo de acum ulac ión cap i ta l i s ta

    p ro fund i za  sus  t r i zadu ras  y ha  en t rado  en

    una

      fase de mayor ines tab i lidad que

     tiene

    un  cor re la to , también  objetivo, en el cuadro

    de cr is is de la  economía mundia l cap i ta l i s ta ,

    proceso que ha

     a l canzado

      un d inamismo por

    momentos i nsospechado . L a cr is is  la tienen

    ahora las  economías cap i ta l i s tas cent ra les

    en sus p rop ios  territorios  y tal vez los

     casos

    m ás  expres ivos

     en

      este

     tiempo  sean

     Grecia

    y

      España.

    Para evaluar este

     tiempo

     político, necesi tamo s

    un  enfoque histórico que nos permita con struir

    nuestro proyecto.  Por  décadas  -y eso se ha

    expresado con   énfasis  y más  claramente  en

    nuestros cuatro  últimos congresos nacionales-

    hemos puesto  en el centro  de nuestra  política

    la  necesidad imperiosa de construir una

    correlación de fuerzas que permita poner en

    jaque  al

      modelo

      de

      dominación

      que

      surge

    precisamente tras  el  desplazamiento  de la

    dictadura.

      En

     torno

      a

      estos  objetivos  hemos

    construido nuestra política de alianzas, nuestras

    formas

      de

      lucha

      y

      nuestras definiciones

    programáticas.  Es más, definiciones com o  se r

    parte del actual gobierno,  las hemos ubicado

    en este contexto.

    El

      carácter  del  Programa  de la

    Nueva  Mayoría nuestra política

     y

    el cu adro general  de fuerzas.

    En

      nuestra caracter ización

      del

      Programa,

    di j imo s que éste puede ca racterizarse com o

    democrático, reformador

      y de

      vocación

    social,

      desde

      el

      punto

      de

      vista

      de las

    garantías, derechos  y  servicios  sociales  que

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      onvocatoria

     al XXV

     Congreso Nacional

      de l

     Partido  omunista

     de

      Chile

    se  propone promover para todos. Responde

    a  un diagnóstico colectivo que, en lo esencial,

    cuestiona

      al

      neol iberal ismo

      en

      tanto  forma

    de expresión

      de un

      capitalismo salvaje

    opuesto

      a la democracia, considerado ése

    neoliberal ismo  tanto  como categoría de la

    política

      en

     sentido

      estricto (forma

     autoritaria,

    excluyente

      y

     "tutelada"

      de

     ejercicio

      del

      poder

    del  Estado) como am plio (impregnando

    las   distintas esferas  de la  vida social:

    relaciones  económicas, sociales, ideológicas,

    manifestaciones

      artístico-culturales).

    No  surge,  por lo  mismo,  directamente  del

    Programa  un cu est ionam iento del  capitalismo

    como sistema.

     No se visualiza  la

      contradicción

    capital-trabajo  como la generadora principal

    de la  contradicción social. Así,  el  Programa

    no  responde  a la  perspectiva  de  instalación

    inmediata  de una  democracia  revolucionaria,

    que  inaugure  un  tránsito  a una  sociedad

    de carácter socialista, sino sólo -nada

    más, aunque  tampoco  nada menos- a una

    democracia

      que sí

      supere

      los

      aspectos

      más

    regresivos del  neol iberal ismo  y  siente  las

    bases  para iniciar

      su

      superación.

      Fue

      bajo

    estas  premisas  que  resolvimos ingresar  al

    Gobierno,  en la  convicción  de que su  gestión

    y la

      real ización

      de su

      Programa podrían abrir

    paso  a  superiores  condiciones para

      librar

    nuestra  batalla  por  ideas  y  movil izaciones  en

    po s

      de una  democracia post neol iberal.  Por

    lo   mismo,  para no equivocar el análisis, el

    carácter del Programa y sus medidas concretas

    deben examinarse desde este ángulo.  Lo que

    tampoco puede conducir

      a no

      presionar  para

    que el cambio propuesto  sea lo más  avanzado

    posible.

    Al hacer  la  afirmación anterior, tenemos  en

    cuenta, por

     cierto,

      las enseñanzas qu e surgen

    de la

      dialéctica

      entre

      reforma

      y

      revolución,

    siempre presente en períodos de cambio

    social.  En

      estos períodos

      no es

      posible

    teóricamente,  n i  razonable  políticamente,

    fijar

      a

      priori

      lo s  límites  de

      medidas

      que

    abran

      espacio

      a las

      legítimas

      y  necesarias

    man ifestaciones de la lucha de clases y a

    consecuentes cambios

     en la

     correlación

     de las

    fuerzas. Así, por

     ejemplo,

     ocurrió en Chile con

    la

      llamada  chilenización d el cobre"  impulsada

    por el gobierno de Eduardo  Freí  en los  '60,

    que   proveyó  de  nuevos impulsos  a la  lucha

    por la nacionalización  de la "viga maestra"  de

    la  econom ía chilena, culm ina da el año 1971

    en la  unánime aprobación parlamentaria  de

    la  nacional ización  de la  principal  fuente  de

    riqueza nacional .

    Ello

      ocurrió  -y  podríamos abundar  en

    ejemplos- pues de estos períodos de cambio

    puede

      devenir

      incluso

      la

      apertura

      de una

    situación revolucionaria, aunque, obviamente,

    tal situación no esté presente en el Chile actual.

    Hoy, al  evaluar  el  desarrol lo  del  Programa

    de Gobierno, nuestra

      política  y el

      cuadro

    general de fuerzas, podemos decir que

    hemos avanzado,  y las  condiciones para

    seguir adelante

      co n

      nuestra línea  política

      se

    mantienen.

      La

      propia experiencia acumulada

    nos  desafía  a  enriquecer nuestro quehacer

    partidario

     y la

     realización

      de

     nuestra política.

    Podemos afirmar que la tend encia principal del

    período histórico sigue vigente.

      Sin

      embargo,

    los  riesgos y  peligros  de un  retroceso  han

    aumentado,

      y

     este peligro

      es el que

      debemos

    enfrentar aho ra, cuand o se requiere co nsolidar

    el

      avance

      y la

      dirección

      de la

      tendencia

    principal, en

     pleno desarrollo.

    En

      este  contexto,  no  podemos descartar  a

    priori  la ampliación  de  alianzas  para sostener

    la  actual correlación  de  fuerzas que  permita

    consol idar

      lo

      avanzado,

      y

      neutral izar

      la

    ofensiva   po r  derribarlo. Esto  es  clave  para

    seguir  adelante.

    En   el

      esfuerzo

      de

      consolidar, para seguir

    avanzando,

      requerimos  una  profunda

    flexibilidad táctica.

    Junto

      co n  acentuar  la

      unidad

      de  nuestra

    alianza  principal,

      la

      Nueva Mayoría, debemos

    observar

      las

     tensiones

      o

      contradicciones

      que

    se

      puedan

      dar en el

      campo

      de la

      derecha,

    y

      no

      descartar

      a  priori

      entendimientos

    puntuales con algunos sectores de ella que nos

    perm itan lograr avances dem ocráticos. Co mo

    ocurrió,  por ejemplo,  con la aprobación  en el

    Parlamento  de la histórica y nueva ley de sistema

  • 8/20/2019 Convocatoria al XXV Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile

    7/20

      onvocatoria al XXV ongreso

     Nacional

     del

     Partido

      omunista de hile

    electoral proporcional moderado,

      que

      terminó

    con el binom inal  pinochetista.

    Por otra parte,

     se

     abre

     un

     campo

     de

      confluencia

    con  fuerzas o  expresiones  que hoy  están fuera

    de la

      Nueva Mayoría,

      y que

      exponen  ¡deas

      y

    propuestas

      que

      apuntan

      a las

      transformaciones

    sociales

      y

      políticas

      y a la

      superación

      del

    neoliberalismo. Nuestros esfuerzos deben

    apuntar

      a

      acercamientos

     y  entendimientos  con

    esas expresiones, tanto en el plano puntual como

    en los

     procesos tácticos

      y los más

     permanentes

    de la construcción de alianzas.

    L a

      aspiración, compartida

      por las

      amplias

    mayorías

     nacionales de lo que hemos llamado un

    "Gobierno

     de

     nuevo

     ipo", no

     está

     en contradicción

    alguna  con el

      carácter

     del

      proceso

     y las

     alianzas

    políticas del presente. Más bien, vemos en ellos

    una

      línea de  continuidad,  profundización y

    mejor señalamiento   de los objetivos,  así como

    la

      indispensable acumulación  de  fuerzas  para

    convertir

      las  exigencias  de  cambios  de  fondo

    en

      alianzas

      con un

      cada

      vez

      mayor

      y  afinado

    programa.

    La situación mundial y  continental

    E l  cuadro mundial  se ha

      dinamizado

    enormemente.

      Las

     con tradicciones objetivas

      que

    surgen del  desarrollo  del  capitalismo  en su fase

    monopolista

      y

      financiera generan nuevas

     y más

    profundas tensiones. Pero crece

      la

      tendencia

    fundamental, esto es, el surgimiento de nuevos

    bloques que ponen en cuestión la hegemonía

    unipolar  del  imperialismo norteamericano  y

    sus

      socios mayores.

      El

      surgimiento

      de l

      grupo

    de

      países  llamados

      Brics

      (Brasil,  Rusia,  India,

    China,  Sudáfrica, entre otros),  ha generado  una

    nueva dinámica  en el  mundo.  En palabras  del

    Comandante Fidel Castro, un camino que reabre

    la

     esperanza  para la  humanidad, amenazada por

    el

      capitalismo  salvaje

      y su

     acción depredadora.

    Estos

     países, incluso disputan  hoy la  hegemonía

    del imperialismo en su expresión monetaria

    y

      financiera,

      y de esa

      disputa surgen nuevas

    instituciones

     de  incidencia  mundial  que,  en los

    hechos,  pueden superar

      la

      actual estructura

    y mapa de poder financiero del capitalismo

    monopólico.

    En

     nuestro continente,

     la

     consolidación

     de Celac

    afirma  las  condiciones para seguir adelante

    con el

      surgimiento

      de un

      bloque

      de

     nac iones

    que

     aporta

      al

      nuevo escenario

      multipolar  en

    el  mundo. Unasur, Alba, Mercosur, Caricom

    so n

      todos el los espacios  que  contribuyen  a

    la  integración

      continental,

      sin la  presencia  de

    los

      Estados

      Unidos y Canadá, y que  fortalecen

    las

      condic iones para

      un

      nuevo sistema

      de

    integración   que  considere  las  asimetrías  al

    interior

      del bloque. El diálogo de paz por

    Colombia que

      tiene

      base  en La

      Habana;

      la

    histórica declaración

     de

     América como

     zona d e

    paz, en la

     reunión

     d e Celac realizada en   Cuba;

    la

      trascendental reapertura

      de

      relaciones

    diplomáticas entre Cuba y  Estados Unidos, son

    expresiones de

      este proceso

      de

      avance

     y de

    integración de nuestros estados nacion ales.

  • 8/20/2019 Convocatoria al XXV Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile

    8/20

    Convocatoria

      al XXV

     Congreso Nacional

     de l

     Partido C omun ista

      de

      Chile

    Mientras que en otras

      zonas

      del

      mundo,

    como Oriente  Medio

      y e l

      Cuerno

      de

      África,

    la

      desintegración

      de los

      estados,

      las

     guerras

    de intervención y el control directo de sus

    r iquezas  naturales  y  energéticas muestran  la

    voracidad  y crueldad de una polít ica imperial

    que, golpeada,

     busca

      reponer

      a

     como

     dé

      lugar

    su

     fragmen tada hegemonía.

    Lo s  Brics

      se han

      t ransformado

      en

      al iados

    estratégicos de las

      nac iones

      que

      integran

    la  Celac,

      y en

      este proceso Chile debe jugar

    un

      papel mucho

      más

      dinámico hacia

      el

    Asia  Pacífico  y en el  camino  de  integración

    continental,  especialmente en e l Cono Sur

    americano.

    En

      este cuadro mundial

      de

      corre lac ión

    generar  desestabil izaciones de los

     gobiernos

     y

    fuerzas demo crát icas que emprenden reformas

    y

     t rans formac iones

     de fondo. As í

     como

     la

     gesta

    independentista a com ienzos del siglo X IX tuvo

    un carácter

     continental,

     as imismo en nuestros

    días

     e s imposib le abo rdar la s tareas na cionales

    sin una  coordinación  e  integración

      cada

      vez

    más estrechas

     y una

      sol idaridad

     más

     activa.

    Las  t rágicas consecuencias  de un  mundo

    "unipolar"  estremecen

      en

      estos

      días  a

      toda

    la  humanidad.  La  soberbia  de  gran potencia

    que ha

      caracter izado s iempre

      a la  política

    norteamericana, cobra hoy un precio que

    están

      pagando

      con sus

     v idas

     e

      innumerables

    sufrimientos mil lones de   seres  humanos en

    los territorios arrasados por la prepotencia y la

    3  SUMMIT

    14  • Fortaleza

    D14  • Brasilia

      R I S

     2014

    Bras

    VI

     CÚPULA

      DO E

    15deju lhote014-Fo

    de

      fuerzas,

      lo s

      procesos democrát icos,

    progresistas y

      revoluc ionar ios

      que

      cursan

     en

    nuestro  continente son la base para conso l idar

    esta

      tendencia  en Am ér ica, y el  imperial ismo

    está

     jugando todas

     sus

     cartas para impedir

     es a

    consol idación. Incluso, no podem os desca rtar

    formas de intervención directa o golpes de

    fuerza para f renar

     lo s

     procesos emancipadores,

    como

      se ha

      intentado

      en

      forma persistente

    aunque fal l ida e n Venezuela, Ecuador y B olivia,

    y lamentablemente con éxi to en Honduras

    y  Paraguay.  Las  intervenciones imperial istas

    adoptan diversas formas, y también buscan

    ceguera política  del gran imperio.  Es a hora d e

    amplif icar la denun c ia y de poner a l desnudo las

    causas ob jetivas

      de

     este desastre hum ani tar io,

    a

     la vez que

     unirse

     con

     decisión

     y

     gen eros idad

     al

    vasto mo vimiento de sol idar idad que com ienza

    a

     verificarse en

     todo

     e l mundo. Una sol idar idad

    activa

     y eficaz  no

     puede s ino

      ir de la

     mano

     co n

    la  denuncia

      de las

      causas  profundas

      de una

    crisis  impensable

      de no

     contar

      con la

     práctica

    intervencionista

      de una

      nación,

      los

      Estados

    Unidos  de

      Norteamérica,

      cuyos

      sectores

    dirigentes gobiernan

      en

      función  exclusiva

      y

    excluyente de los intereses estrechos del gran

  • 8/20/2019 Convocatoria al XXV Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile

    9/20

    Convocatoria  al XXV Congreso Nacional de l Partido Com unista  de Chile

    capital .  Tales

      prácticas

      no son

      nuevas,

     y

      bien

    podemos af i rmar

      que

      ninguna nación

      se ha

    l ibrado   en  algún momento  de sus  nefastas

    consecuencias.

    L a

      reaf i rmación permanente  del  derecho  de

    las

      nac iones

      a su

      autodeterminación, cobra

    en

      nuestros

      días  un a

      extrema vigencia.

      La

    soberanía  nacional ,  el  derecho  a  d isponer

    libremente

      de sus

      recursos naturales,

      la

    urgencia

      de

      combatir

      lo s

      desas trosos efectos

    del

     derroche

     y el uso

     irraciona l

     de las

     fuentes

     de

    energía que

      ponen

      en

      riesgo

      la

     supervivencia

    misma de la

     humanidad,

      son

     tareas inm ediatas

    que  cada país  y el

      conjunto

      de las

     nac iones

    deben abordar

     con la

     m áxima d ecisión. Tod os

    estos

      males

     tienen

      un  domic i l io conocido  y

    culpables

      sobradamente ident i f icados:

      son e l

    gran

     capital,

     cuya concentración

      ha

     alcanzado

    niveles propios  de las más  v ie jas leyendas.

    Las

      cifras hablan

      por sí

      solas

      y el

      listado

      de

    las  grandes fortunas

      en

      cuya  contemplación

    tantos  se  complacen,  no  hace  s ino subrayar

    la

      i r rac ional idad de un mundo regido por

    un   puñado  de  déspotas amparados  en una

    escalada  armament is ta  de una  magnitud  que

    tampoco

     tiene

     preceden tes en la historia.

    Las

      nuevas estrategias

      de

    desestabilización, la

      permanente

    batalla por el cumplimiento del

    Programa

     y los des afíos

     sociales

     y

    políticos.

    En

      todos

      esos

      p rocesos

      de

     de sestabi l ización

    en   nuestro  continente  ha habido un factor

    común:

      los

     tanques

     y

     fusi les

     no son las

     únicas

    armas

      de lucha del imperial ismo, también lo

    son los

      medios

      de

      comun icación mas iva.

     Los

    grandes

     medios han ocu pado una posic ión de

    vanguardia

      en la

      contención

      de los

      cambios,

    llegando  a ser  incluso  más  incidentes  que las

    propias dere chas políticas

      del

     continente.

     H an

    usado

      intensas ma niobras de desinformación,

    coordinadas

      regionalmente,

      que

      pretenden

    radicalizar

     a la

     soc iedad tratando

      de

     neutral izar

    los

      v íncu los

      de

      ésta

      con los

      procesos

      de

    reformas. Son

     estrategias

     que, en pro de una

    seudo  "libertad y  democracia , intentan torcer

    el

      rumbo

      de la

      historia

      y

      hacer retroceder

      al

    continente

      hacia

      la

      hegemonía imperial

      sin

    contrapeso.

    En

      Chile, esta acción

     se ha

      incrementado

      con

    fuerza

      y virulencia. Nuestro Part ido debe

    asumir la

      exigencia

      de

      normas jurídicas

      que

    incorporen

      el

     derecho

     a la

     com unicación

     y a la

    l ibre ex presión  de l pueblo, co m o tarea

     política

    prioritaria

      en la

      lucha

      por

      democratizar

      la

    institucionalidad  mediática.

    El  pueblo

      de

      Chile  debe abrir

      la

      discusión

    sobre

      la

      necesaria existencia equitat iva

      de

    tres

      tipos

      de  medios, revalor izando  el rol

    del

      Estado

      como un actor t rascendental del

    campo comunicacional,

      lo que se

     expresa

     en

    la

      creación, reformulación

      y

      fortalecimiento

    de

     m edios públ icos como

     TV N y el ex

     d iario

     La

    Nación.

    Del

      mismo  modo,  presionar para

      la

     creación

    de

      herramientas legales

      que

      permitan

    fortalecer

      la

      presencia

      de

      medios locales

      y

    comuni tar ios   que den voz a la  divers idad  del

    pueblo

     y, por

     último,

     el

     establecimiento

     de una

    regulación   clara

     que limite la

     concen tración

     de

    la

      propiedad  de los  medios  de  comunicación

    privada

      e

      impida

      la

      p rop iedad

      cruzada

    entre

      g i ros económicos diversos y aquel los

    relacionados

      con la

      producción

      de

     conten idos

    culturales  e informativos.  La

     perspectiva

      cada

    ve z

      más  presente  de la  comunicación como

    un  derecho colectivo,  es una  clara  derrota

    ideológica para el argumento neoliberal que

    asocia

     e l concepto de "libertad de prensa a un

    libertinaje d e emp resa que redu ce su ejercicio

    a

     un mon opol io  en manos de quienes ostentan

    el

      poder económico.

    En

     nuestro país,

     lo que se ha

     incremen tado

      co n

    mayor agudeza

     es la

     disputa

      por la

     hegemonía

    de la dirección del proceso

     político.

     Esta pugna

    se

      vive

      en

      medio

      de una  severa  y

      creciente

    crisis

      de representación del sistema  político-

    institucional  y de los  partidos.

      Esta

      crisis  no

    es  reciente,

      ha

      sido latente

      por  décadas y hoy

    empieza  a

     manifestarse

     de

      forma

      más

     directa

    7

  • 8/20/2019 Convocatoria al XXV Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile

    10/20

      onvocatoria al XXV

      ongreso Nacional

      del Partido  omunista de  hile

    y  desafiante.  Las desigualdades estructurales

    generan descontentos sociales

     y

      desafección

    de la

     c iudadanía.

     Del

      mismo  modo,

      los

      casos

    de

      corrupción  y el  poder  del  gran negocio

    sobre

      la

      política

      han

      abierto grietas difíciles

    de  cerrar. Si ya en las  elecciones municipales,

    parlamentarias

      y

      presidenciales

      pasadas

    tuvimos

      baja participación,

      lo que hoy

      ocurre

    en el

      país podría incluso disminuir

      más la ya

    reducida presencia c iudad ana  en esos procesos.

    Sin embargo,  lo que es real es que las mayo rías

    nacionales incrementan sus esperanzas por

    cambios sustantivos  y e structurales,  y desean

    participar

      en

      esos cambios,

      no

      sólo

      se r

    consultadas. Incluso, perciben la necesidad

    de una  nueva

     Constitución

     Política por vía de

    plebiscito   o asamblea.

    Las

      significativas reformas que nuestro

    Sffiri

    Gobierno de Nueva Mayoría ha logrado hacer

    leyes

     de la

     República,

      so n

     pasos determinantes

    para

      consol idar

      en un

      futuro

      cercano

      lo s

    cambios  estructurales. Pero son  también

    muy  decisivos para sostener  e  incrementar

    una

      corre lación

      de

     fuerzas  socio-polít icas

      que

    consol ide

     e l

     rumbo

      del

     proceso

     en su

     totalidad.

    En  la  real ización  del  Programa,  en los dos

    primeros años de gobierno se han  dado pasos

    sustantivos: el nuevo sistema electoral; las

    leyes  sobre educación ya aprobadas, que

    apuntan a superar  la desigualdad y avanzar  en

    gratuidad   y cal idad ; las que ponen  fin al lucro y

    al

     copago;

      el

     nuevo

     ministerio de la

     Mujer

     y las

    leyes  que otorgan mejores condic iones para

    la

      igualdad de género; las normas legales que

    mejoran   las  condic iones laborales de las y los

    trabajadores,  son claros ejemplos  de ello.

    E s   el

      caso

      del

      término

      del  "multirut",  y el

    paquete

      de

      reformas estructurales

     tendientes

    a  superar el agudo deseq uil ibrio en la relación

    capital-trabajo, las inversiones en el sistema d e

    salud, las cualitativas mejoras a las condic iones

    del magisterio y la Carrera Nacional Docente;

    las   leyes para

     e l

     financiamiento público

     de los

    partidos  y de las campañas, que separan el

    poder  del gran negocio  de la actividad  política.

    Sin  embargo,

     a

     dialéctica misma

     de

     este proceso

    ha  acentuado la posibil idad de un retroceso.

    La

      derecha, severamente golpeada, empuja

    con su fuerza fáctica y político-mediática hacia

    un   escenar io  que le permita  dividir  a la NM,

    deshacer

      las

      reformas

      e

      incluso reconquistar

    el gobierno  nacional. Si bien  la derecha no ha

    podido

     tomar

     plenamente la ofensiva  política,

    también  es

      necesario asumir

      que la NM y su

    Gobierno, tras sucesivos esfuerzos, tampoco

    logra recomponer

      totalmente

      la  iniciativa

    qu e  mantuvo  en su

      primer

      año. La  derecha

    está

      muy

      lejos

      de ser un

      enemigo

      derrotado,

    incluso  se siente  con  capa cidad para impulsar

    expresiones  de

     descontento

     social y de masas.

    Severamente

      golpeada,  ese  sector busca

    recomponer fuerzas para reconquistar

      el

    gobierno y derogar las reformas apro bad as.

    Al

     interior de la NM,  sectores que en el

     primer

  • 8/20/2019 Convocatoria al XXV Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile

    11/20

      onvocatoria al XXV

      ongreso

     Nacional del Partido omunista de  hile

    año del

      Gobierno

      no

      tenían mayor espacio

    para

      imponer  sus

     políticas,

      hoy  tienen  más

    fuerza  en su interior y buscan tomar e l  contro l

    del

      proceso

      de

      reformas

      y de

      real ización

     d el

    Programa,

      acotando y reduciendo el sent ido

    de las

      t ransformaciones. También

      al  interior

    de la NM hay una disputa   ideológico-política

    de

      mayor calado

      por la

      direccional idad

      del

    proceso.

      E l asunto

      central

      es que la

      disputa

    por la  hegemonía  de la d irección  del  proceso

    se

      ha agudizado  con la  derecha pero también

    al

     interior de la NM.

    Aprovechando en su favor los insuf icientes

    resultados de la

      política

      de reactivación

    económica del  Gobierno,  la derecha combinó

    en su favor  la crisis de descon fianza ciudadan a

    en la  política  y las

      correcciones

      a la

      baja

      de

    diversas

     proyecciones

     de

     crecimiento

      en

     Chi le

    y  América Latina  y

      logró

      generar  una  crisis

    de Gabinete

      que  terminó  en la  sustitución

    del

      equipo económico

      y  político  que

      había

    encabezado   la

      primera etapa

      del

      Gobierno.

    Se perfilan de

     esta man era posiciones diversas

    en el seno de la Nueva M ayoría.  De una

     parte,

    ha y  quienes quisieran buscar  la  solución  del

    bajo  crecimiento  económico en los

      propios

    mecanismos

      de

      "ajuste  automático"

      de una

    economía como

      la

      chi lena:

      el

      neoliberalismo,

    en

      estos casos, recomendará

      una vez más

    ajustar empleos

      y

      salar ios

     a la

      baja

      por la vía

    del mercado. Ciertamente, en esta mirada las

    reformas lab orales son vistas como un pel igro.

    Por otro

     lado,

     está la visión

     alternativa

     de los que

    consideran

     queen

     momentos dedepresión

     d e a

    inversión privada corresponde principalmente

    al

      Estado,

      a

      través

      de una  política

      fiscal

      y

    monetaria,

     activar  las

     palancas

     reactivadoras.

    Esta pugna pudiera sintetizarse  en la opo sición

    entre

      lo que se entiende  por  "crecimiento"

    en los marcos neol iberales y por lo mismo

    depend ientes, de un país exportador sin

    "valor

      agregado ,

      y la

      consecuente posición

    dependiente  de  nuestra economía  en el

    marco

      de  hierro  de la

      economía

      global,  con

    la

      perspectiva, urgente

      y

      posible,

      de un

      plan

    de  "desarrollo"

      que

      ponga como  prioritarios

    tanto

      la  urgencia  del  "valor  agregado de

    nuestras  exportaciones como una concepción

    soberana

      que se  proponga  la  creación  de un

    mercado interno de

     producción

      y de

      consumo

    que

      devuelva

      al

      país

     la

      plena soberanía

      de sus

    recursos

      naturales

      y las

     amplias posibi lidades

    de instauración de un mercado nacional,

    sino cerrado

      a las

      real idades

      del

      mercado

    mundial,

      sí  consciente  de la  necesidad  de

    establecer

      la  condiciones para  el  impulso  de

    una

      industr ia nacional proveedora

      de  plazas

    de  trabajo

      para

      las

      amplias mayoría dejadas

    de lado bajo el esque ma subsidiario y

    dependiente instaurado por la dictadura.

    Recordando   lo s

     acier tos

     y

      errores

      de

      quienes

    fuimos protagonistas

     d el intento

      revolucionario

    chi leno

      entre

     1970 1973,

     podemos deci r

     que

    la  real ización  de las  reformas económicas

    se

      constituye

      en un

      campo

      de

      batalla

    principal  de las  luchas  por la dem ocrac ia  que

    impulsan   lo s  comunistas  y la  Nueva Mayoría.

    En   esta batalla,

      la

      Nueva Mayoría

      y su

    Gobierno deberán combinar armoniosamente

    la

      real ización,

      en los

      plazos previstos,

      de

  • 8/20/2019 Convocatoria al XXV Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile

    12/20

    Convocatoria

      al XXV

     Congreso Nacional

      de l

     Partido Com unista

      de

     Chile

    las   grandes reformas estructurales  con la

    adopción

      de

      medidas concretas

     e

      inmediatas

    qu e

     signifiquen

      la

     solución

     o, al

     menos,

     avanzar

    a  la  superación  de carencias  dramát icas

    y  largamente postergadas  que  afectan  a

    un a  mayoría c iudadana

      que

      razonab le

      y

    real istamente aspira  a un

      futuro

      mejor.

    Problemas

      de  salud, educación  en  todos  sus

    niveles, transporte colectivo, vivienda social

    y seguridad ciudadana no pueden esperar.

    Tenemos

      presente

      que no

      basta

      co n

      idear

    las   buenas soluciones, también

      es

      necesario

    comunicar las

     bien y convocar a lo s involucrado s

    a  participar  de  ellas.  En este cuadro,  la tarea

    prioritaria

      de los

      comunistas

      es

      hacer  todo

    lo que  esté  a  nuestro  alcance  para real izar el

    Programa  de Gobierno, incluido el inicio de un

    proceso

      político

      y de

      masas

      hacia

      una  nueva

    Constitución Política.

    No es  posible culminar  la  transición  y

    profundizar

      la

     demo cracia

     en los

     marcos

     de la

    antidemocrática Constitución   del 80, ilegítima

    en su origen  y  creada para

      impedir

      el avance

    político y social. L a norma super ior  del  Estado

    debe corresponderse

     con e l

     momento  histórico

    concreto

     que

     vive

      la

     sociedad

     y

     facilitar

      el

     paso

    a

      un a

      democrac ia

     avanzada

      que

      garantice

      las

    condic iones  de  vida  del  pueblo  y la  eficacia

    real, n o d iscursiva, de cada uno de los derechos

    fundamentales   de los c iudadanos conforme  a

    lo s

      estándares internacionales contenidos  en

    tratado s y convenios suscritos por nuestro país.

    Debe ponerse

      fin a la

     conce pción reaccionar ia

    del

     Estado

      subsidiario .

    La  nueva Constitución  no  debe  se r  obra  de

    un   "grupo

      selecto , sino

    el

      fruto

      de la  discusión

    colectiva y abierta de

    todoelpuebloy ratificada

    por un   plebiscito.  No

    renunciamos  a

      priori

    a  ningún camino

      que

    haga  posible un nuevo

    texto constitucional,  en

    primer

      término  a una

    Asamblea  Constituyente

    1

    como redactora del proyecto, y estamos

    abiertos a las propuestas que  permitan sortea

    los  escol los establecidos  por la  Constitución

    del 80 para impedir su reemplazo, siempre y

    cuando

     se trate  de propuestas en cuyo centro

    esté

      la part icipación del conjunto del  pueblo

    sus

     organ izaciones y un plebiscito  final.

    Debemos

     asumir, desde ahora, que éste debe

    ser un  asunto  de  masas,  de las  mayorías

    nacionales,

      y que el rumbo y conquista de

    este  objetivo  histórico  tanto  como  el de

    las  reformas,  con el que hay una  relación

    dialéctica, dependerá de la fuerza de masas que

    logremos movilizar,  con  ¡deas, con propuestas

    y convicción dem ocrática.

      No

     podemos, meno s

    ahora, pon erle fecha y hora al término de este

    proceso.

      Sí, iniciarlo en este

      tiempo

      político,

    para

      efectivamente ganarlo.

    El

      proceso

      al

      cual convocó

      la

      Presidenta

    Michelle Bachelet comenzó

      en

      septiembre.

    Lo   importante es darle

     total

      prioridad  política

    a  esta

     batalla,

     y es posible  que tal  proceso no

    culmine en el actual período de gobierno.

    Po r  otra

      parte,

      no

      tiene

      ninguna viabilidad

    democrática radicar

     el

     proceso hacia

     una

     nueva

    Constitución Política en el actual Parlamento,

    tanto

      por la

      situación

      de

      crisis  como

      por la

    forma en que este Par lamento fue

      elegido,

    esto es, con vigencia del sistema

      binominal.

    Todo

      indica que,  de  acuerdo  a la co rre lac ión

    de  masas,

     política

      y de  ideas que alcancemos,

    deberíamos

     analizar en profundidad  el camino

    que  permita  que  todas  las elecciones futuras

    (municipales, parlamentarias  y  presidencial)

    tengan el carácter  político  de e lecciones

    "constituyentes",  como  una  forma concreta

    S M D

    P R L M E N T R I

    R   i  S M B L E CONSTITUYEN

  • 8/20/2019 Convocatoria al XXV Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile

    13/20

    Convocatoria

      al XXV

     Congreso Nacional

      de l

     Partido Comu nista

      de

      Chile

    de

      motivar

      la

      part icipación ciudadana

      en las

    elecciones  y de

      orientar

      sus

      resultados hacia

    la definición

      de la

      nueva Co nstitución Política

    refrendada en un plebiscito.

    Pero

     la

     co nsol idación

     de lo

     avanzado

     es

     todavía

    un campo en disputa, y por eso adquieren

    una

      urgencia e intensidad de

     primer

      orden en

    nuestras  tareas políticas

      la s

     acc iones

     y

      pasos

    para alcanzarla.

    En

      el terreno  de las  real izaciones inmediatas,

    hoy requerimos consolidar polít icas públicas

    en

      salud,

      en

      educación,

      en

      transporte

      y en

    la  batalla

      en

      contra

      de la

      del incuencia

      y el

    narcotráfico,  que  tengan impacto

      inmediato

    en las

      condic iones

      de

      vida

      de la

      c iudadanía,

    especialmente de los más pobres y golpeados.

    Una  buena parte  de la  ciudadanía sigue

    expresando   malestar profundo en estos

    ámbitos, y con razón espera y exige que

    esto cambie. Debemos asumir este desafío

    y reconocer, autocríticamente, que en estos

    aspectos  nuestro Gobierno no ha logrado

    cambios

      perceptibles.

    La  reforma laboral  es un  cambio estructural

    que sí

     tiene

     un

      impacto inmediato

      y

     debemos

    se r

      los

      primeros agitadores

      de su

      relevancia

    para  lo s  t rabajadores, pero también  para  la s

    amplias m ayorías naciona les. Del mismo

     modo,

    la reforma

      en el

     sistem a

     de

     ed ucación super ior

    es

     un logro que tiene  impa cto inm ediato en las

    mayorías

     n ac iona les.

    La  imperiosa necesidad

      de un

    nuevo modelo   de de sarrollo

    En

      e l marco del

      objetivo

      agotamiento del

    modelo de acumulación monetar is ta-

    especulativo,

      surge como necesidad

      avanzar

    hacia

      una

      nueva polít ica económica.

    Hemos

      dicho  que hoy  podría apuntarse  a

    una moderada recuperación económica,

    especialme nte h acia f inales de 2015.  Con

     todo,

    la  salida  de  este ciclo  no  puede l levarnos  a

    ignorar que lo que demuestran las coyunturas

    críticas

      de

      2008/2009

      y de

      2013/2014

      es el

    agotamiento

      del

     modelo

      rentista

      instalado

     en

    nuestra economía

      por el

      neol iberal ismo.

      No

    deja de

      sorprender

      que la

      mismísima revista

    T he  Economist af irme  que  para superar  la

    debil idad

      del

      crecimiento económico,

      las

    economías

      de  América Latina deben superar

    su   crónica debil idad estructural: elevar  las

    tasas

      de

      ahorro

      e

      inversión, mejorar

      las

    exportaciones, diversif icarse  y  aumentar  la

    productividad.

    Se trata,

     en

     nuestro caso ,

     de un

     modelo rentista

    que  permite  la

      explotación inmisericorde

      de

    los

     recursos naturales por grande s mon opolios

    nacionales

     y

     foráneos.

     U n

     modelo depredador,

    basado

      en la

      exportación

      de

      recursos

      co n

    muy   escaso  valor agregado. Que  permite  la

    obtención de

     riquezas

     cuantiosas

     al

     gran capital,

    y que distr ibuye muy poco a quienes part icipan

    de la activ idad económica. Recordem os que en

    nuestro país, según estudios

      de

     especial istas

    de la

      Univers idad

      de

      Chile,

      el 1% de los más

    ricos se apropia de l 3 2% del  Producto Interno

    Bruto  (PIB).

    En

     estas  condic iones,  po r  ejemplo,  se agravan

    a  niveles dramáticos

      las  crisis  del

      agua

      y de

    la  energía.  E l  gran capital privado  no  tiene

    interés alguno

     en

     resolver las

     con un criterio de

    bienestar

      social

     y de

     futuro.

    Más

     aún, este mo delo rentista

     se ha

     con stru ido

    sobre  las

     reglas  impuestas

     a

     sangre

     y

     fuego

      por

    la  dic tadura neol iberal  de  Pinochet.  El Estado

    definido por la  Constitución  del 80 -la que

    nos

      hemos propuesto reemplazar- tiene

      por

    f inal idad asegurar  la  l ibertad económica para

    lo s

     grandes empresar ios

     y

     establecer

     e l

      papel

    subordinado o   "subsidiario"  del Estado . Lo

    que reafirma la necesidad de un nuevo texto

    consti tucional

      para

      restablecer, por ejemplo,

    el principio  de que la propiedad pr ivada no es

    absoluta

      ni está por encima de otros valores

    superiores, com o

     son la

     respo nsa bil idad social,

    la  solidaridad colectiva  y la función social de la

    propiedad

      que

     existía antes

     del

     golpe

      de

      1973.

    De  aquí

      también

      se  deduce  la  necesidad  de

    11

  • 8/20/2019 Convocatoria al XXV Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile

    14/20

      onvocatoria al XXV

      ongreso

     Nacional  del Partido omunista de  hile

    que el Estado esté facultado para nacio nal izar

    o  crear emp resas estata les o públ icas, a través

    de insti tuciones cen trales o ent idades públ icas

    com o gobiernos regionales y m unicipalidades

    o

      aportar recursos

      a

      cooperat ivas

      u

      otras

    empresas  sin  fines  de lucro con el fin de

    diversificar  la  propiedad empresar ia l .  Es

    necesario

      dotar

      al

      Estado

      de la

      capacidad

      de

    emprendimiento

      económico,

      entendido

      en el

    amp lio sen tido   del término.

    Hay   que cambiar progresivamente el modelo.

    No  echaremos  por la  borda  las asoc iac iones

    público-privadas

      que

      impulsa

      el

      Gobierno,

    pero debemos acotarlas y cal i f icarlas mejor.

    La  experiencia muestra  que no  debemos

    concesionar servicios públicos

      vitales,

      como

    son los

      casos

      de la

      salud

      y el

      transporte

    público. Junto

      a la

      estricta regulación

      de la

    actividad privada

     -y

      sobran

     los

     ejemplos

      que

    la

      justifican-

      es la  hora  de  ampl iar  la esfera

    de la econom ía socia l,  de la  inversión públ ica

    directa en infraestructura y en la producción

    de bienes con alto valor agregado.

      Pues

      si

    la  sola asociación públ ico-privada continúa

    siendo  la  base  principal  de  nuestra estrategia

    económica, entonces

      es muy

      posible

      que la

    economía  y la

      sociedad

      se

      hagan

      aún más

    dependientes de los intereses del capital

    f inanciero y de los grupos económicos.

    El  contexto

      internacional,  en tal

      sentido,

     es

    un a  oportunidad.  Es una  tarea fundamental

    avanzar

      en

      esta materia,  para  hacer

      un a

    propuesta só l ida en el futuro. Muy vinculado a

    esto, está

     el

     avanzar

     en un

     futuro

     Programa

     de

    Gobierno.

      No se

     trata

      de

     adelantarnos porque

    sí: el

      esfuerzo

     es

      para  que,

      a

     partir

      de

      ahora,

    generemos un debate que for ta lezca la unidad

    política  de la NM y le dé  perspectivas,  en una

    lucha

     y debate  de ¡deas que en este plano será

    dura.

    Un   aporte sustant ivo, que emane de este

    congreso nacional, debe   ser la  propuesta

    del

      futuro

      Programa de Gobierno. Una carta

    de  contenidos  que  apor temos  a la  Nueva

    Mayoría y al pueblo de Chi le. Con humildad,

    pero

      con

      firmeza,

      proponer  nuestras ¡deas

    de un Programa de Gobierno que consol ide

    las

      reformas establecidas

     y

      continúe

      con e l

    proceso  e structura l

      de

     profundización

     y

     lucha

    por la  democrat ización  del  país

      para

      superar

    la  desigualdad  y  conquistar  el  nuevo Estado

    Democrát ico.

    La

      importancia  de las  elecciones

    que  vienen

    Todo  indica

      que las

      elecciones nacionales

    seguirán

      s iendo cont iendas

      de

      cuyos

    resultados dependerá,  en  parte  muy

    importante,  la dirección del proceso político.

    Ahora, con sistema proporcional moderado,

    las  posibi l idades

      se

      abren

      para

      crecer

     y

      para

    reducir  la sobre representación de la derecha.

    Sin   embargo,  el  escenar io  no  será  nada  de

    fácil.

      Es

     mejor enfrentar lo desde

      la

     óptica

      del

    máximo esfuerzo para lograr los resultados

    que se requieren. T ene mo s t iempo s polít icos

    acotados para

      o rdena r

      la s

     fo rmas

      de

      t rabajo

    partidario en  función  de

      este

      objetivo

    primordial.

    Lo s próximos meses deberían se r para resolver

    y hacer síntesis respecto del ordenamiento

    del

      trabajo  partidario.

      En las

      elecciones

    municipales, nuestro   objetivo  de  crecer  en

    representación de Part ido debe estar en

    armonía

     con el

     objetivo

     de

     fortalecer

     la NM (no

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  • 8/20/2019 Convocatoria al XXV Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile

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    Convocatoria  al XXV  ongreso Nacional de l Partido Com unista  de Chile

    infligirnos  derrotas entre nosotros), desplazar

    a

      la derecha (disputar le  las comunas que hoy

    están en su poder)  y crecer en  representación

    democrática  (analizar  eventuales

      al ianzas

    coyunturales

     c on

     fuerzas externas

     a la NM que

    compar tan el objetivo principal  de  desplazar a

    la

     derecha).

    Del resultado

      de las

      próximas elecciones

    municipales

     depende en medida importante e l

    ordenamiento

      de la s

      uerzas

     adversarias,

      dé las

    propias, de las de la NM y de las que podamos

    construir  en al ianzas fuera del bloque, aunque

    sean c i rcunstanciales.

    Del  mismo

      modo,

      las  posibi l idades  de  crecer

    en  representación

      partidaria

     en las  elecciones

    parlamentarias

     son

     objetivas. Pero ello implica

    abordar

      en

      este

      tiempo  político  todo

      lo que

    haya  que  resolver  en  materia partidaria,

    para  comenzar

      el

      traba jo político-electoral

    en   los terri torios en don de tendremo s,

    necesar iamente,  mayor concentración  de

    esfuerzos.  Sin

      embargo,

      se  hace necesario

    sacar  lecciones  y  hacer síntesis respecto  del

    trabajo parlamentario. Part imos de un balance

    muy posit ivo respecto del trabajo de los

    comunistas en el

      Par lamento. También como

    instrumento

      de

     co nstrucción

     de

      fuerza

      en los

    distritos y   territorios.  Todo el lo ha sido un

    esfuerzo   sustantivo.  Sin  embargo, requerimos

    mejorar  e l  trabajo part idario  en  este aspecto,

    evitar cualquier  tipo  de  deformación,

    entrelazar mucho

      más

      estos quehaceres,

    poner  en el  centro  la real ización de la  política

    partidaria,  en  todos  sus aspectos y  desde al l í

    evaluar  nuestro trabajo  político tanto  como

    dirección

     nac iona l como

     e n

     cua nto di recciones

    regionales, comunales  y de  células.  Nadie

    puede estar ajeno

     a

     este esfuerzo.

    La

     urgente necesidad de fortalec er

    el sujeto principal

    En

     la

     m isma dirección

     d e

     esfuerzo, necesitamos

    acelerar

      con un sentido de urgencia el  ritmo

    de

      construcción y crecimiento cuali tat ivo del

    sujeto principal que hemos

      definido

      para

      el

    proceso

     histórico  en curso.

    Se trata,  nada menos,

     que de la

     independencia

    de

      clase

      del

      sector ampl iamente mayor i tar io

    de la

      población:

      los

      trabajadores,

      aquellos

    que  viven  de un  sueldo  o un  salar io  por la

    venta

      de su

      fuerza

     de

      trabajo.

      De la

     fortaleza

    de sus

      organizaciones, part icularmen te

    sindicales,

     depende

     en una

      medida sustantiva

    el carácter de los procesos políticos  y sociales.

    Como

      partido

      identificado con sus intereses,

    hemos sostenido

      invariablemente

     y en tanto

    "principio"

      el  pluralismo  político  e  ideológico

    de las  organizaciones  de los t rabajadores,  sin

    que por el lo renun ciemo s al deb ate ideológico

    a

      llevar adelante en su seno para la af irmación

    indispensable

      de su

      independencia ideológica

    en  tanto  clase para sí .

    Este

      ha sido,  también,  un asunto de varios

    congresos

     nacionales

     d el

     Partido

     y de

     sucesivos

    plenos  del comité central. Históricamente, en

    Chile  el

     sujeto

     principal  ha sido fundamen tal

    en la con strucción de  alianzas,  de  fuerza y de

    avances.

      Pero también debemos asumir  que

    las

      derrotas

      han

      s ido profundas

      y han

      dejado

    secuelas

      difíciles  de  remontar.  Las décadas  de

    construcción   cualitativa del sujeto principal

    der ivaron

      en el

      gobierno revoluc ionar io

      de la

    Unidad Popular, en  cuanto programa nacional

    y en

      cuanto

      una

      hegemonía que,  social

      y

    culturalmente,

      fue

      determinante.

    Esa

     experiencia fue derrotada, y, especialmente

    en el,  para  nosotros, trascend ental  XV

    congreso  nacional part idario, formulamos  la s

    lecciones

     de ese

      período histórico.

    En   la

      lucha

      en

      contra

      de la

      dictadura,

    la  resistencia  e  incluso  la  sal ida  (por

    desplazamiento  del poder fascista), estuvieron

    marcadas

      por la

     fuerza

     que

      logramos empujar

    de s de y c on  el sujeto principal:  los t rabajado res.

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    16/20

    Convocatoria

      al XXV Congreso

     N acional

     del

     Partido C omunista

      de

     Chile

    La

     sal ida pactada

     (en un tránsito

      permanente)

    también   ha  estado  marcada  por los  intentos

    de los sectores dominantes de   fragmentar,

    dividir

     e

     inv isibilizar

     a los

     trabajad ores. Ningún

    esfuerzo

      de  resistencia  a  esos  propósitos  ha

    sido  e n vano .

    El

      actual proceso

      político

      qu e  vive Chile,

    también ha sido posible porque el sujeto

    principal

      ha

      logrado mayores espacios

      de

    inc idencia  socio-polít ica.

    Sin   embargo,

      hoy

      vivimos  otro momento,

      un

    nuevo ciclo

     y s e

     requiere

     dar

     saltos cualitativos,

    en

      breve

      tiempo político,

      para  que el sujeto

    principal  se a  mucho  m ás  incidente  en las

    alianzas,  en el  programa  y en la disputa  por la

    hegemonía

     en la

     dirección

     del

      proceso

     político

    nac iona l

      en  curso.

      Este

      no es,  básicamente,

    un

      problema orgánico,

      es

      esencialmente

      un

    problema político e  ideológico.

    Sin  embargo,

      eso

      también

      se  expresa  en

    las

      formas orgánicas

      que

      adoptemos para

    enfrentar el desafío. Necesitamos mucha

    más  concentración part idaria

      en

      esta tarea

    determinante.

      Este

      factor

      es

      decisivo

      en la

    correlación  social y política por u na hege mo nía

    que

      impulse

      las

      t ransformaciones.

      E l

      Partido

    necesita

      acentuar mucho  más sus esfuerzos

    dest inados

      a

      fortalecer

      en la  base

      social,

      en

    los

      territorios,  en los cuerpos  intermedios,

    en los fren tes so ciales, el sujeto socio-político

    principal  de la  correlación  de  fuerzas  que

    impulsa y

     llevará adelante

     la s

     t ransformacione s.

    Esta es una  tarea primordial.

    La

      irreal con tradicción entre estar

      en la

     cal le

    o en La

     Moneda"

      ha

      quedado superada

      por

    los  hechos, y se t rans forma  en una car icatura.

    Sin   embargo,  sí  debemos cons iderar asuntos

    más  p rofundos

      que nos

     desaf ían. H emos s ido

    inc identes desde comienzos

      de la  década  de

    los noventa del siglo pasado en abrir paso a los

    movimientos

      sociales.

      Un

     cam ino largo,

     difícil,

    intenso   y por  momentos  lento.  De  avances

    y

      retrocesos,

      enfrentando

      fuerzas

      que han

    buscado   reducir

      y aún

      minimizar

      la

     presencia

    y

     el protagonismo del sujeto principal y de los

    movimientos

      sociales e n

     general.

    Un  asunto central  se  halla  también  en las

    preocupaciones   y  p lanteamientos  de  otras

    fuerzas  políticas, lo constituye el insuficiente

    grado

      de

      part ic ipación c iudadana

      en los

    asuntos

     que le competen y que  comprometen

    su cal idad de vida.  Es una  tarea impostergable

    hacer

      lo s

      máximos esfuerzos

      por

      fortalecer

    las

      var iadas  organizaciones

      a

      través

      de las

    cuales

      se  expresan  las  part icularidades  de

    nuestro pueblo   y se encauzan  su s demandas .

    No en

     vano

     una de las

     gestiones

     en que

      mayor

    empeño puso

      la

      dictadura

      y sus

      partidos

    políticos

      fue la

     destrucción

     d el

     riquísimo tejido

    social en que se organizaban y  expresaban as

    grandes

      masas  urbanas

      y

      rurales

      de

      nuestro

    país.

    Pero  a la  gente"  no

      basta

      co n

     escuchar la.

    Hay  que dotarla de un poder  efectivo,

    devolviéndole

      así sus

      niveles

      de

      autonomía

    como

      su

      capacidad

     d e  influir  en las

      políticas

    públicas que desde lo s niveles locales hasta los

    de

     carácter central afectan

     su s

     vidas.

    E l

      añ o

      2011 marcó

      un  hito

      determinante,

      y

    se abre

     u n

     nuevo ciclo signado

      por el  ascenso

    del

      protagonismo  social  y  popular. Algunos

    pretenden olvidar, rápidamente, los

      años

    previos a

      2011.

      Los

      paros

      y

      marchas

      de los

    profesores,

      lo s

      estudiantes,

      las

     agrupacion es

    de  defensa  de los  derechos humanos,  lo s

    medioambiental is tas,  la  Central Unitaria  de

    Trabajadores

     y diversos sectores que expresan

    el  ampl io mundo  del  trabajo chi leno,  las

    mujeres, el pueb lo mapuche y diversas  etnias,

    múltiples

      organizaciones

      de la

      diversidad

    de

      género, permanentes expresiones

      que

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    17/20

    Convocatoria al XXV Congreso Nacional del Partido Com unista de Chile

    demandan

      regionalismo

      y  descentralización.

    Pero

      también

      hay

      v is iones

      que

      buscan

      dar

    por  superado  el

      hito

      histórico  que  marcaron

    las

      multitudinarias

      marchas nac iona les

      en

    2011, bajo  el gobierno derechista de Sebastián

    Pinera. Lo

      claro

      es que

      t odas  ellas

      so n

    expresiones  sociales

      latentes

      y por

      momentos

    mani festaciones

     multitudinarias,

     que levantan

    propuestas  y

      exigen

      se r

     parte

      de un

      proyecto

    nacional

      democrát ico.

    En

      este contexto histórico nuevo, requerimos

    considerar que los

      movimientos

      sociales  y

    la  dirección

      que

      adoptan

      son un

      campo

      en

    disputa

      política

      e  ideológica. Junto  a la tarea

    permanente

     y

     recurrente

      de

     seguir

     c on

     fuerza

    en la  construcción  de  sujetos  y  mov imientos

    sociales,

     necesi tamo s af inar n uestros esfuerzos

    para  incidir

      más y

      mejor

      en la

      conducc ión

    de

      el los.

      De

      hecho,

      hay

      sectores interesados

    en  infligir  derrotas polít icas y tácticas a

    lo s  comunistas,  a

      partir

      de sus  eventuales

    retrocesos en el  campo  de la  representación

    social. Con

      esto

      se  busca

      golpear

      el

     p roceso

    de

      cambios

     y

      reformas

     que

      está

     en

      curso,

     y la

    dirección polít ica del proceso en su conjunto.

    La

      derecha interviene

      en

      esta disputa

      muy

    act ivamente. También

      lo

      hacen  sectores

      que

    desde  autodef in idas

      posic iones

      de

      izquierda,

    tratan  de  asestar  derrotas  a los  comunistas

    y a la

      Nueva Mayoría.  Estos  fenómenos

    debemos  enfrentarlos  para asegurar  que los

    movimientos   sociales  y en especial el sujeto

    principal, jueguen

      el

     papel determinante

      en la

    correlación de

      fuerzas sociales

      y

      política

      que

    las transform acione s requieren.

    No   es nueva en nuestra

      historia

      la prédica

    del apoliticismo

      como a rma

      de la política. Tal

    expediénteosla

     en

     el abecé de la

     derechay de

     lo s

    grandes

     patrones.

     Sin

     duda

     que la

     política"

     se

    halla

     en en tredicho y con ci ta a sí la ind iferencia

    como

      el

      repudio

      de

      vastos sectores

      y muy

    part icularmente

      de la

      juventud.

      Para

      superar

    esos

      estados de án imo se

     hace

     ind ispensable

    enfrentar

      con

      respeto

      y

      serenidad, pero

    necesar iamente también con c lar idad,

    mani festaciones

      maximal is tas

     e  inmediatistas

    que en  nada  contribuyen  a su saneamiento. E l

    pueblo d ebe percibir "meridianamente", como

    solía decir

     el

     Presidente Salvador Al lende,

      que

    hay   otra forma de hacer polít ica en el lo los

    comunistas

      debemos

      ser

      p ioneros, aunque

    sin la

      menor pretensión

      a la

      infalibil idad

      ni a

    postularnos como

      un

     "modelo",

     sino

      a

      través

    de una

      práctica consciente

      y una

      vigi lancia

    permanente de nuestra propia conducta en

    el  seno  de las  organizaciones populares.  La

    revocación de los

      mandatos,

      en

      todos

      los

    niveles

      de la

      representación popular, debe

    establecerse  como un pr inc ip io en nuestro

    ordenamiento   institucional.

    El

      necesario crecimiento

      del

    Partido

    Esta

      tarea, debemos ubicar la

      en el

      contexto

    político  y en la

      perspectiva

      de los

      desafíos

    que nos

      hemos planteado.

      Se

      trata

      de un

    crecimiento

      cuantitativo,

      ojalá en e l menor

    tiempo

     posible, en el  espesor d el  seno d e las

    masas,

      ta l como realmente son, reduciendo

    al  máx imo  las  exigencias para  su  adhesión,

    mil i tancia

     y

     comprom iso partidario.

    No

     tenemo s otra opción.

      Las

     o rmas orgánicas

    para

      incorporar

      a

     este

     contingente

      deben

      ser

    las  ade cuadas a sus niveles d e  conc ienc ia . No

    hay  otra exigencia ante quienes

     dan el

      paso

    de

      incorporarse

      a

      esta bella tarea, pero

      que

    también es com pleja y  difícil.

    Por

      otra parte,

      tan

      relevante como

      lo

      anterior

    es  el crecimiento cualitativo del Partido.

    Requerimos

      mejorar

      la

      calidad política

      en la

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      onvocatoria  al XXV  ongreso Nacional de l Partido omunista  de  hile

    conducción e n todos  los niveles, desde las células

    hasta el

     comité

     central. Colectivos que  potencien

    la

      realización  de la

      política,

      con  imaginación,

    co n   fuerza  y

      determinación,

      con un  acabado

    conocimiento

     de la

     realidad social

     y política de sus

    territorios y ámbitos de

     acción,

     siempre cuidando

    la

     unidad

     del

      Partido.

    Este

     tiempo  histórico requiere

      de la

     realización

    de la

      línea

     sin

     titubeos, pero también haciendo

    los

     esfuerzos para adelantarnos

     a los

     escenarios

     y

    actuar

     en  consecuencia. Las direcciones, e n todos

    los niveles, son las responsables de la  realización.

    Todavía

     tenemos

      demasiadas

     trabas que emanan

    de tensiones, e incluso de disputas al

     interior

     del

    Partido, que dificultan, en definitiva, la realización

    de nuestra línea política en  toda su

     ntensidad.

     Este

    clima debemos superarlo ahora, con generosidad

    y

     altruismo,

     que son los

     valores

     que

     emanan

     de

    nuestra tradición  ya más que centenaria.

    El

     tiempo político que nos tocará

     vivir

      requerirá

    de

     un Partido y una Juventud Comunista unidos,

    solidarios, flexibles y sólidos en sus principios y en

    la

     aplicación  de la línea. Siempre  es necesario e l

    plantearse fortalecer y enriquecer el centralismo

    democrático.

      Para

      derrotar

      la

      hegemonía

    derechista, necesitamos

     también

     darle prioridad

    a

     nuestro trabajo

     político y de masas en

      ámbitos

    referidos  a lo  comunicacional,  lo  cultural  y los

    llamados

      "poderes fácticos".  Si

      bien debemos

    avanzar

     en

     ideas programáticas

     en

     estos ámbitos,

    tan  urgente como  lo  anterior  es  plantearse  la

    construcción  de sujetos populares y ciudadanos

    que  empujen  y hagan posible  el

     avance

     en estos

    aspectos.

    El  Partido debe reordenar  su s formas de  trabajo

    político

     para dar prioridad  a estos aspectos de la

    realización  de su

     política.

    Esto  necesariamente  se  debe reflejar  en el

    trabajo orgánico del

     Partido,

     en todos sus niveles.

    Hay

     que  cambiar  todo  lo que se necesite,  para

    dar  paso a formas orgánicas que,

     efectivamente,

    den

     prioridad

      a

     estos ámbitos

     de la

     lucha

     política

    e  ideológica.  La batalla ideológica  se  agudiza  y

    supera la  hegemonía cultural  y  comunicacional

    qu e

      mantiene

      la  derecha,  hoy se  hace  más

    necesaria para

     consolidar y

     seguir avanzando.

    El

     Congreso Nacional del

      Partido

     Comunista  de

    Chile se

     produce

     en

     medio

      de un

     cuadro

     político

    de

      gran movilidad. Necesitamos estar atentos

    a  los  eventuales cambios  y  hacer  los esfuerzos

    para  adelantarnos  e  incidir  en  ellos. Debemos

    considerar

     en

     nuestro

     debate

     y

     nuestros

     esfuerzos

    políticos este antecedente crucial. Requerimos

    acentuar nuestra flexibilidad táctica.

    La

     batalla  po r  verdad y justicia  es una  lucha  po r

    un

      país

      realmente democrático,  con  memoria

    histórica  y con  conciencia  de

     futuro.

      Debemos

    proponer

      que la

      futura

      Constitución  Política

    parta  señalando: ¡Nunca  Más en Chile golpes  y

    terrorismo de

     Estado

    Un  texto que

     considere

     a os

    derechos  humanos, universalmente reconocidos,

    como aspectos esenciales

      de la

      futura

      carta

    fundamental.

    Iniciamos

      un

      Congreso Nacional

      que

      debe

    abordar no   pocos desafíos  en un  nuevo ciclo.

    Nos acompaña nuestra historia y los miles y miles

    de  compatriotas  de los más  diversos orígenes

    y   condiciones  que  resistieron  hasta  alcanzar  el

    estatuto de héroes y mártires que lucharon por los

    nobles  ideales humanistas de justicia  y

      libertad.

    En

     las filas de l pueblo nadie es un

     "anónimo".

     Sus

    nombres

     y sus

     vidas

     tienen

     un

     lugar permanente

     y

    emocionado

      en

      incontables hogares,

     en  escuelas

    y

     organismos populares, en regimientos y centros

    de

     producción

      y

      trabajo.

      A

     ellos

      nos

     debemos.

    De

     este árbol

     de

     hojas verdes siempre perennes,

    deben brotar ahora nuevos

     frutos y

     flores

      para

    seguir adelante,

     i Viva Chile, viva el pueblo, vivan lostrabajadores "

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  • 8/20/2019 Convocatoria al XXV Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile

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  • 8/20/2019 Convocatoria al XXV Congreso Nacional del Partido Comunista de Chile

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    Consolidar  los cambios

    Para seguir avanzando