BOLETIN CONVENIO DE COLABORACION ENTRE EL R. AYTO. DE TORREON Y EL CLUB SANTOS

LAGUNA

Quienes se desempeñan en la función pública están obligados, no sólo por la Ley sino también por

ética, a hacer un uso responsable de los recursos públicos que están a su disposición. Rendir cuentas

es, entre otras cosas, explicar de cara a los gobernados las decisiones que se toman en torno a esos

recursos, en el entendido que no son de su propiedad y que, por tanto, no deben hacer uso

patrimonial de los mismos ni beneficiar con ellos a grupos particulares de interés.

Queda claro que la presencia del Club Santos Laguna en Torreón es motivo de orgullo e imán para

la atracción de inversiones y la generación de empleos, además de punto de encuentro y diversión

de muchos laguneros y que, en ese sentido, las autoridades deben apoyar su labor en la medida en

la que sus atribuciones se los permite, así como la situación financiera del ente público que se

gestiona.

Por tal motivo, preocupa lo dado a conocer por medios a nivel nacional y local en torno al convenio

de colaboración signado por el alcalde de Torreón, Miguel Ángel Riquelme Solís y la directiva del

equipo de fútbol. Primero, porque no se tiene la certeza de que los recursos asignados al equipo por

el Municipio (20 millones de pesos el primer año) provengan de un excedente del que se puede

disponer sin detrimento de otras áreas. Cuando se observa la calidad de los servicios públicos, la

seguridad pública, la poca atracción de inversiones, el deficiente apoyo asistencial y social que se

ofrece en Torreón, se crea la certeza de que ese dinero del erario, no sobra.

Pero, además, porque se fomenta la visión de un trato inequitativo hacia la ciudadanía en donde, a

unos, se les presiona de todas las formas posibles para que cumplan con sus contribuciones,

mientras que a otros se les condonan impuestos y se les ofrecen beneficios que, por lo menos, lucen

desproporcionados en la relación costo-beneficio que representan.

Por lo anterior, sorprende la visión alarmista del alcalde, Miguel Ángel Riquelme Solís en el sentido

que sin éste convenio se corre el riesgo de que el equipo Santos Laguna cambie de casa y sea la

excusa que nos da a los ciudadanos de Torreón, considero que tiene problemas más importantes y

sensibles que justificar a los torreonenses que la estabilidad de un municipio depende de un equipo

de fútbol.

Mi reconocimiento a los regidores de mi Partido, Lic. Sergio Lara Galván, Lic. José Ignacio Corona

Rodríguez y a la Síndica Lic. Gabriela Casale Guerra por su actitud ciudadana al manifestarse en

contra de este convenio.

Atentamente,

Diputado Marcelo Torres

Vicecoordinador GPPAN