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Núm. 248 · ABRIL · 2011 Precio: Ayuda: 2,00 euros 1,50 euros INCOMPATIBLE INCOMPATIBLE ES ES CON CON UNA UNA La lucha de clases y la Segunda República La lucha de clases y la Segunda República 80º ANIVERSARIO DEL 14 DE ABRIL Especial 4 páginas Editorial, pág. 2 Contentar a los capitalistas vida digna para la mayoría ¡Fuera la OTAN y el imperialismo de Libia! contraportada y págs. 4-5 Catástrofe nuclear en Japón La responsabilidad es del sistema capitalista páginas centrales candidato de IU a la alcaldía de Villaverde del Río (Sevilla) secretario general del SAT-SOC DIEGO CAÑAMERO SANTIAGO JIMÉNEZ ENTREVISTAS Tenemos 350 compañeras y compañeros imputados, una petición de multas de 400.000 euros y de cárcel de más de 60 años” “El pacto social significa más recortes y acallar la voz y la lucha de los trabajadores” pág. 15 pág. 15 Jornada de protesta estudiantil pág. 11 BALANCE pág. 7

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Especial 4 páginas

Editorial, pág. 2

Contentara los capitalistas

vida dignapara la mayoría

¡Fuera la OTAN y el imperialismo de Libia!contraportada y págs. 4-5

Catástrofe nuclear en JapónLa responsabilidad es del sistema capitalista páginas centrales

candidato de IU a la alcaldíade Villaverde del Río (Sevilla)

secretario generaldel SAT-SOC

DIEGO CAÑAMEROSANTIAGO JIMÉNEZ ENTREVISTAS

“Tenemos 350 compañerasy compañeros imputados,una petición de multas de400.000 euros y de cárcel

de más de 60 años”

“El pacto socialsignifica másrecortes y acallarla voz y la luchade los trabajadores” pág. 15pág. 15

Jornada de protesta estudiantil pág. 11

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pág. 7

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2 EL MILITANTE • ABRIL 2011 POR LA DEMOCRACIA OBRERAE D I T O R I A L

Al cierre de la edición de este periódico,Fernando Lezcano, secretario de comunica-ción y portavoz de CCOO, daba a conoceren rueda de prensa el optimismo oficial delas ejecutivas de CCOO y UGT respecto ala negociación de la reforma de los conve-nios colectivos con la CEOE, aspecto en elque se llegará a un acuerdo probablementea finales de abril. Evidentemente, en uncontexto de desmovilización activa por par-te de los sindicatos, en el que la patronal esperfectamente consciente de que los diri-gentes de CCOO y UGT han apostado de-cididamente por no retomar la vía de lahuelga general y de que, en caso de no lle-garse a un acuerdo satisfactorio, el gobier-no decretará a su favor, los empresarios só-lo aceptarán un pacto que suponga un avan-ce sustancial hacia sus objetivos. Estos sonbastante explícitos y públicos: acabar en lapráctica con la ultraactividad (que permitemantener la continuidad legal de los conve-nios mientras no se renuevan, aplicando lasconquistas obtenidas), dar más peso a losconvenios de empresa frente a los conve-nios más amplios, conseguir mayor capaci-dad de descuelgue de los convenios genera-les y tener aún más margen para “flexibili-zar” las condiciones de trabajo de cada em-presa en función de su situación particular.Estamos ante un nuevo ataque, de primeramagnitud, contra los intereses de los traba-jadores.

Las direcciones de CCOO y UGTasumen la lógica del capitalismo

Lo peor es que la lógica de fondo de esteataque está plenamente aceptada por los di-rigentes sindicales. Uno de los criterios pa-ra la negociación de los convenios colecti-vos, firmados en febrero con la patronal*,aceptaba como “imprescindible” la “ade-cuación a los cambios en los sectores y enla empresa, a través de medidas de flexibi-lidad interna” y que esta adecuación “deberealizarse con una mayor participación delos representantes de los trabajadores, comoforma de garantizar su eficacia”. De la mis-ma forma que han aceptado convertirse en“hombres de Estado”, apoyando las contra-rreformas del gobierno y asumiendo comopropias las necesidades generales del siste-ma, están dispuestos ahora a reforzar su pa-pel de buenos gestores en el ámbito de cadaempresa.

Al igual que con la reforma de las pen-siones, el argumento que probablementeesgriman los dirigentes de CCOO y UGTpara la firma de nuevo acuerdo, es que “po-día haber sido peor”, o que la propuesta ini-cial de la patronal era más dura. ¡Increíblerazonamiento! Desde este punto de vista,cualquier retroceso, por más salvaje quesea, debe ser avalado sindicalmente ya que“podría ser peor”. Lo que estos dirigentesno comprenden, o no quieren comprender,es que la dinámica de su política de conce-siones permanentes lleva inexorablementea algo peor, ya que envalentona a la patro-nal, desprestigia a los sindicatos ante lostrabajadores y dificulta la respuesta de laclase obrera.

Los ataques continúan

Mientras los dirigentes de CCOO y UGT sehan atado las manos con el pacto social y“negocian” retrocesos con la CEOE, el em-peoramiento de las condiciones de vida delos trabajadores avanza en todos los frentes.El gobierno, las comunidades autónomas ylos ayuntamientos siguen recortando dura-mente los gastos sociales. El desempleo si-gue aumentando, sin que se vislumbre nin-gún suelo. Muchos analistas ya anticipanque la EPA de abril revelerá que ya se hallegado a los cinco millones de desemplea-dos. Ni siquiera el aumento del paro ha fre-nado la precarización, que está aumentandoentre los que consiguen mantener el em-pleo. Los parados que no cobran ningún ti-po de subsidio superan ampliamente el mi-llón y medio. Ha habido más de 300.000ejecuciones hipotecarias desde el inicio dela crisis, con el consiguiente drama familiar.La inflación está en aumento, llegó al 3,6%interanual en marzo, mermando el poderadquisitivo de los salarios; igualmente estásubiendo el coste de las hipotecas. Recien-temente se ha vuelto a decretar una nuevasubida del coste del gas, en sintonía con elcrecimiento constante de los impuestos in-directos.

Por otra parte, los “globos sonda” desti-nados a preparar el terreno para el copagosanitario y educativo suenan cada vez conmás fuerza. Es más que probable que en lospróximos meses el gobierno lance un nuevoplan de recortes adicional del gasto públicoya que los pronósticos de crecimiento delPIB para el 2011 elaborados por el gobier-no no se van a cumplir, afectando negativa-mente las previsiones de recaudación. Fran-camente, resulta difícil encontrar el “malmenor” con el que los dirigentes sindicalesjustifican su política de pacto social. ¿Dón-de está la línea roja que los empresarios sehan comprometido a no pasar? Evidente-mente jamás se han comprometido a nadasemejante. José Antonio Segurado, alto car-go de la CEOE, declaraba el 28 de marzo ala prensa que la patronal consideraba “es-trictamente necesario” acometer una nuevareforma laboral en 2011, dentro de un con-junto de medidas estructurales “absoluta-mente brutales”.

Si los dirigentes sindicales creían quefirmando un pacto de Estado y abandonan-do la vía de la movilización serían más con-siderados en la toma de decisiones es evi-dente que estaban en un error. El 26 de mar-zo se produjo la segunda reunión del go-bierno con la élite empresarial del país. Enella Zapatero tomó nota de lo que debía ha-cer. Como le señaló Botín, lo prioritario esconcentrarse en la reformas —nada de elec-ciones anticipadas— y luego te las apañascomo puedas.

Las falsas disyuntivasdel reformismo

Todas las disyuntivas planteadas por los re-formistas, tanto en el terreno político comosindical, son falsas. Dicen que es mejorpactar los ataques a que te los impongan.Falso. Al aceptar los ataques, preparas el te-rreno para un mayor debilitamiento sindicaly amplías el margen de la burguesía paraimponer sus planes. Dicen que movilizarcontra las medidas de ataque del gobiernodel PSOE hace el caldo gordo al PP. Falso.Es la política de derechas del PSOE, refor-zada por el apoyo que está recibiendo de losdirigentes sindicales, la que prepara el te-rreno para la vuelta del PP. De hecho, sonlos propios dirigentes del PSOE los que es-tán poniendo en práctica, en todos los terre-nos, la misma política que el PP. No sólohan abrazado sus tesis económicas más li-berales, sino que practican un escrupulososeguidismo de la derecha en la cuestión na-cional y en el terreno de los derechos de-mocráticos (por ejemplo, con la ilegaliza-ción de Sortu); en política internacional pue-den acabar como Aznar, involucrados hastael cuello en una intervención imperialistaen un país árabe.

Los reformistas dicen que o se aceptanlos sacrificios ahora o habrá rescate de la UEy nos los impondrán igualmente. Ese plan-teamiento ni siquiera es una disyuntiva por-que consiste, directamente, en reconocerque no tienen otra alternativa más que lostrabajadores paguen el precio de la crisis,antes o después del rescate, con o sin él.Además de injustas, estas medidas tampocoson ninguna alternativa a la crisis, es sim-plemente una “alternativa” para los bolsillos

de los grandes capitalistas que quieren com-pensar las pérdidas del negocio mediante elsaqueo del dinero público y sobreexplotan-do todavía más a los trabajadores. Los re-cortes del gasto social y la continua pérdidade poder adquisitivo de los salarios, unido aldesempleo masivo, están anclando todavíamás la economía en una situación de estan-camiento prolongado. En Grecia e Irlanda,los salvajes planes de recortes ni siquierahan resuelto el problema del déficit, que si-gue aumentando; en Portugal, los ataques alos trabajadores tampoco evitaron la pers-pectiva del rescate. En el Estado español laperspectiva de crecimiento se está reducien-do precisamente por la depresión del consu-mo interno y el aumento del paro, sin contarcon los efectos que tendrá la crisis financie-ra en Portugal y su posible “contagio” al Es-tado español, así como numerosos factoresde incertidumbre de la economía mundial,como la constante subida del petróleo y laprobable subida de los tipos de interés en lazona euro. Por todas partes se ve que el úni-co resultado tangible de los planes de ajuste,y el que realmente interesa a la burguesía, hasido un empobrecimiento brutal de la mayorparte de la sociedad en beneficio de una pe-queña minoría de privilegiados.

Cualquier expectativa de que los sacrifi-cios de hoy tendrán al menos una compen-sación en el mañana no tiene ningún funda-mento, precisamente porque el objetivo es-tratégico de la burguesía es provocar un re-troceso histórico y permanente en los dere-chos conquistados por la clase obrera. Eneso consiste el Pacto del Euro anunciado enla cumbre europea de marzo.

¿Socialdemocracia = realismo?

La aguda crisis del capitalismo ha dejado enevidencia que las recetas reformistas de lasocialdemocracia no representan ningunaalternativa para defender los intereses delos trabajadores. Todas las propuestas quese derivan de esa línea ideológica llevan aun mismo punto: la aceptación del capita-lismo con todas sus consecuencias, inclusola inmolación electoral y sindical. Efectiva-mente, la deriva derechista de la socialde-mocracia está debilitando peligrosamente alos propios partidos y sindicatos de clase, yla única forma de revertir este proceso es lu-chando y, al mismo tiempo, defendiendo unprograma auténticamente socialista y revo-lucionario. La jornada de protesta juvenilorganizada el pasado día 30 de marzo por elSindicato de Estudiantes, planteando estaalternativa, ha tenido, en el contexto actual,una gran importancia política.

Cualquier alternativa política y sindicalque pretenda servir a los intereses de la ma-yoría de la sociedad tiene que partir del re-conocimiento de una realidad básica: en lafase decadente del capitalismo mundial, loque es elemental e imprescindible para loscapitalistas contradice de forma absoluta loque es básico e imprescindible para los tra-bajadores y sus familias. Todo intento deconciliar estos intereses irreconciliables lle-va a la colaboración con quien tiene las pa-lancas del poder y a la asunción de sus ob-jetivos y necesidades; esa es la base del re-formismo. La única forma de evitar los ata-ques es la lucha y hay fuerza para llevarlaadelante. La clase obrera es más numerosaque nunca en la historia y está dispuesta aluchar. La única alternativa al capitalismoes liberar las fuerzas productivas de las ga-rras del interés privado de un puñado de pa-rásitos. Nunca las condiciones para una pro-ducción dirigida de forma colectiva, demo-crática y al servicio de la mayoría han esta-do tan maduras. Esa perspectiva y ese pro-grama es la base del socialismo revolucio-nario, del marxismo, la única alternativa re-al a la crisis capitalista.

* Ver documento Criterios básicos para la reforma dela negociación colectiva.

Capitalismo y vida digna parala mayoría, incompatibles

Como dijimos en su momento, el aval de los dirigentes deCCOO y UGT a la contrarreforma de las pensiones en fe-

brero, con la firma del llamado Pacto Económico y Socialcon el gobierno y la patronal, no significaba en absoluto quela cadena de ataques a la clase obrera se iba a detener. Alcontrario, se le estaba dando luz verde. La única barrera decontención posible era oponer a esta ofensiva un plan demovilizaciones contundente y continuado, ligado a la defen-

sa de un programa alternativo a las recetas capitalistas. Loque han hecho Toxo y Méndez es todo lo contrario: desacti-var la perspectiva de continuidad de la movilización, dilapi-dando el impulso de la huelga general del 29-S, y aceptandolos argumentos de fondo del gobierno, de los empresarios yde los banqueros de que no había más remedio que aceptarmás sacrificios para “salir de la crisis” o para, por lo menos,evitar la perspectiva del rescate de la Unión Europea (UE).

La única alternativa contra la crisis es la lucha y la defensa de una alternativa socialista

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POR LA DEMOCRACIA OBRERA ABRIL 2011 • EL MILITANTE 3I N T E R N A C I O N A LSantiago Freire

El pasado 12 de marzo cientos de mi-les de portugueses protagonizaron

la mayor movilización sucedida en elpaís desde la Revolución de Los Clave-les. Promovidas por el movimiento ju-venil “Generaçao á rasca”, que se po-dría traducir como “generación basu-ra”, hubo manifestaciones masivas envarias ciudades (unos 300.000 manifes-tantes en Lisboa y 80.000 en Oporto).Jóvenes y trabajadores se unieron paraexpresar su malestar ante el negro pre-sente y peor futuro que les espera.

A los medios de comunicación burguesesno les ha quedado más remedio que hacerseeco de esas manifestaciones, por su masivi-dad. Han puesto mucho énfasis en que fue-ron convocadas a través de Facebook, resal-tando esta forma de convocatoria para res-tar importancia a lo fundamental, su fondopolítico: el profundo malestar social de lajuventud portuguesa y la gran carga de crí-tica hacia el sistema capitalista.

Poco o nada se dijo en la prensa bur-guesa española, sin embargo, de que sólouna semana después, el 19 de marzo, dece-nas de miles de trabajadores salieron a lacalle en Lisboa convocados por la principalcentral sindical del país, la CGTP, bajo ellema de “Día de indignación y protesta”,denunciando el desempleo, la carestía de lavida, las desigualdades y pidiendo un cam-bio en el rumbo político. La respuesta delgobierno del PS fue llegar a un acuerdo conla patronal y el sindicato UGT para aprobaruna reforma laboral que, entre otras cosas,abarata el despido, pasando de 30 a 20 díasde indemnización por año trabajado. LaCGTP ya ha anunciado una nueva fecha delucha el 1 de abril.

Una economía en caída libre

La situación económica en Portugal no pue-de ser más desastrosa, con una deuda públi-ca que ya supera el 90% del PIB y previsio-nes del Banco Central Portugués de que laeconomía se contraerá un 1,3% en el 2011.Se calcula que entre el sector público y pri-vado se deberán de afrontar pagos de deudae intereses, sólo este año, de 80.000 millo-nes de euros (casi la mitad del PIB). Sólohasta junio el Estado necesitará 11.500 mi-llones de euros, habiendo pagado ya hastafinales de marzo cerca de otros 11.000 mi-llones. Con esta situación los llamados“mercados” (la banca y otras entidades es-peculadoras) se ceban con Portugal estable-ciendo unos elevados tipos de interés, quepenalizan las emisiones de deuda con tasasque en ocasiones superan el 8%.

Para los trabajadores y jóvenes las cosasestán todavía peor. La tasa de paro supera

ya el 11% (más del 40% para los menoresde 34 años con estudios superiores). Portu-gal es el tercer país con más trabajadorestemporales de Europa, tres de cada diez em-presas tienen trabajadores sin contrato yhay dos millones de pobres (sobre una po-blación de diez).

Basta echar un vistazo al nivel medio delos salarios para entender de forma clara elgrado de miseria hacia el que avanzan granparte de los trabajadores portugueses. Así,tenemos por ejemplo, según datos del Cen-tro Nacional de Empleos, que un plomerocobra 450 euros, un dentista 700 euros y unprogramador informático unos 600. Y la co-sa aún empeora más si hablamos de los pen-sionistas, donde un 85% viven con menosde 360 euros, es decir 1,5 millones sobre untotal de 1,9.

El color verde de la precariedad

Según datos del Instituto Nacional de Esta-dística del 2007, 1,2 millones de personas,de un total de 5,6 millones de trabajadoresactivos, se habían declarado trabajadores in-dependientes o “recibos verdes”, llamadosasí por el color de las facturas que recibenquienes contratan sus servicios. El “reciboverde” es una forma de contratación surgidaa finales de los años 70, por la que los traba-jadores que se acogen a ella no tienen dere-cho ni a vacaciones, ni a desempleo y debende pagarse ellos solos la seguridad social. Laburguesía portuguesa vendió de forma enga-ñosa este sistema como la manera por la quetodos los trabajadores podrían llegar a serempresarios algún día, pero sus efectos hansido otros muy diferentes, las empresas e in-cluso las administraciones utilizan de formafraudulenta y generalizada estos “recibos”

para ahorrarse costes laborales y pagar sala-rios más bajos. Así, por ejemplo, desarro-llando la misma función, un trabajador concontrato indefinido que gane mil euros, sólorecibiría 550 si fuera “recibo verde”. Se cal-cula que entre 600.000 y 900.000 trabajado-res son falsos “recibos verdes”, que debierande tener otra forma de contrato con más de-rechos y mayor salario.

Bajo las consignas retóricas de aumentode la competitividad y de la productividad,en los últimos 30 años Portugal se ha con-vertido en una enorme reserva de mano deobra barata a la cual ya difícilmente le esposible trabajar más y ganar menos. Con lageneración juvenil más preparada y conmás estudios de su historia, la única salidaque muchos encuentran es, como en losaños 60 o 70, la emigración, con cifras quese aproximan ya a los 60.000 emigrantesanuales. Decía una de las consignas de lamanifestación del día 12 que Portugal “noes país para jóvenes”, habría que decir másbien que “no es país para nadie”.

Rescatar o no rescatar,o mal o peor

El gobierno de José Sócrates ha intentadodesesperadamente evitar que Portugal ten-ga que ser rescatado, al estilo de lo que yaha pasado en Grecia o en Irlanda. Para ello,ha lanzado hasta cuatro planes de ajuste,llamados imaginativamente “Programas deEstabilidad y Crecimiento” (PEC), todosellos cortados por el mismo patrón: recortesen los salarios, recortes en las pensiones,recortes en los gastos educativos y sanita-rios, recortes y más recortes. Ni por esas seha podido frenar el ataque especulativo delos mercados, y además de significar una

nueva vuelta de tuerca en el empobreci-miento de los trabajadores y pensionistas,suponen un freno a cualquier posibilidad derecuperación económica en el futuro másinmediato.

La situación se ha desbocado definitiva-mente cuando el cuarto PEC fue rechazadoel 24 de marzo por el parlamento, donde nosólo el PCP y el Bloco votaron en contra, si-no que también lo hicieron esta vez la dere-cha y la extrema derecha. No es que la de-recha no esté a favor de los ajustes, sino queel conservador PSD ha visto la posibilidadde forzar un adelanto electoral y recuperarel poder, que usaría para llevar a cabo pro-gramas de ajuste tan o más duros que los delpartido socialista. De hecho, el PSD y elCDS se han comprometido ante el presi-dente portugués, Cavaco Silva (del PDS), adefender los planes de ajuste fiscal para lospróximos años. La actitud de la derecha, enla que está prevaleciendo sus intereses elec-torales inmediatos, introduce más inestabi-lidad aún en la situación política de Portu-gal. Su rechazo a los planes del gobierno haprecipitado la dimisión del primer ministro,Sócrates, y el anuncio de elecciones antici-padas para el 5 de junio. A la crisis econó-mica y social, marcada por unas crecientesmovilizaciones, se suma un periodo de ma-yor inestabilidad política e institucional, de-rivado de la propia debilidad de la burgue-sía portuguesa.

Los rescates, como ya se ha visto en loscasos griego e irlandés, no van a suponerninguna solución para los trabajadores por-tugueses, su único objetivo es salvaguardarlos intereses de los grandes capitales finan-cieros y especulativos, no es un dinero quese da, sino un dinero que se presta y hay quedevolver, sujeto a la ejecución de nuevosplanes de recorte. Esa es la lógica del capi-tal, o haces ajustes primero y no te rescato,o te rescato y vas a tener que ajustar de to-das formas. O mal, o peor, todo sea por de-fender los beneficios de los capitalistas.

Al igual que en 1974 la única salida pa-ra la clase obrera portuguesa es la lucha porla transformación socialista de la sociedad.El terreno está abonado para ello, las re-cientes manifestaciones y la exitosa huelgageneral de noviembre demuestran que exis-te voluntad de lucha por parte de los traba-jadores y jóvenes. No hay sitio para la re-signación, con esa capacidad de lucha, unprograma socialista y una dirección políticaque sepa estar a la altura, la clase obreraportuguesa encontraría un futuro mejor. Nohay otra opción: socialismo o barbarie.

Ana Sanjuán

E l 26 de marzo más de medio millón depersonas se manifestaron en Londres

contra las medidas de austeridad del go-bierno liberal-conservador en la que ha si-do la protesta más grande desde la mani-festación de la guerra de Iraq en 2003.

La manifestación fue convocada por laConfederación de Sindicatos Británicos(TUC) y la burocracia sindical había limita-do la convocatoria al sector público, uno delos sectores más atacados por el gobierno deCameron. Pero el resultado de la moviliza-ción superó todas las expectativas. Ademásde trabajadores del sector público, se pudover a muchos del sector privado y multitudde jóvenes. Entre ellos muchos de los estu-

diantes que participaron en las pasadas mo-vilizaciones estudiantiles contra el aumentode las tasas universitarias. El apoyo a la mo-vilización entre la población es mayoritario.Según una encuesta encargada por el TUC,el 52% de la población apoya los objetivosde manifestación y sólo un 31% se opone.

El gobierno Cameron el pasado mes deoctubre anunció el mayor recorte del gastopúblico en ochenta años: 81.000 millones delibras en un período de cuatro años. El 25 demarzo el gobierno presentó el nuevo presu-puesto que significará una nueva caída delos niveles de vida. La Oficina de Respon-sabilidad Presupuestaria (OBR) prevé que laeconomía seguirá contrayéndose y ha redu-cido la perspectiva de crecimiento para esteaño del 2,1 al 1,7%. El nuevo presupuesto

incluye una reducción de los impuestos em-presariales, según el ministro de economíacon esta medida las empresas podrán aho-rrar 4.200 millones de libras en cinco años.Esta medida ha sido recibida de manera en-tusiasta por las grandes empresas.

Otra de las medidas es que las pensio-nes y otro tipo de contribuciones a cargodel Estado en lugar de estar vinculadas co-mo hasta ahora al Índice de Precios al De-talle (RPI) lo estará al IPC. Normalmenteel RPI es más alto que las otras dos medi-das que existen de la inflación, porque in-cluye los gastos hipotecarios. En la actuali-dad el IPC está en el 4,4% y el RPI en el5,5%. Eso significa una reducción del nivelde vida de los jubilados y de aquellas per-sonas que cobran pensiones del Estado.

Desde octubre el gobierno Cameron haanunciado y aplicado un recorte social trasotro, pero el TUC en lugar de convocar in-mediatamente una movilización para inten-tar frenar todas estas medidas de austeridadconvocó una movilización para el 26 demarzo, ¡casi seis meses después! Una delas consignas más coreadas en la manifes-tación era “huelga general”, hasta ahora lossindicatos sólo han convocado luchas par-ciales en distintos sectores pero sin hacerun intento serio de unificar el movimiento.El resultado de esta manifestación y lashistóricas movilizaciones estudiantiles delpasado mes de diciembre demuestran queexiste potencial de lucha y disposición pa-ra combatir la política antisocial del go-bierno.

Gran Bretaña: Más de 500.000 personas contralas medidas de austeridad del gobierno Cameron

Portugal en la cuerda flojaMasivas movilizaciones de protesta de jóvenes y trabajadores

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4 EL MILITANTE • ABRIL 2011 POR LA DEMOCRACIA OBRERAI N T E R N A C I O N A L

VIENE DE LA CONTRAPORTADAA pesar de la voluntad revolucionaria de

las masas libias, la dirección del movimien-to no ha tenido esta perspectiva. La direc-ción de los rebeldes, en particular el Conse-jo Provisional instalado en Bengasi, capitalde la insurrección, se ha llenado de arribis-tas, desertores de la dictadura que tienen suspropios objetivos e intereses y que han os-cilado hacia las potencias imperialistas. Enlugar de plantear el combate militar comouna guerra revolucionaria de liberación so-cial, insistiendo en la solidaridad interna-cionalista de las masas de otros países en re-volución, han puesto toda su confianza enuna intervención imperialista, un juego muypeligroso que puede convertirse en el es-trangulamiento de la propia revolución.

El imperialismo se ha hecho eco de es-tos elementos en el seno del movimiento re-volucionario en Libia, los antiguos minis-tros de exteriores y de interior del régimende Gadafi, entre otros funcionarios del Es-tado, para justificar su intervención. Estossujetos que hicieron su carrera a la sombrade Gadafi durante años y participaron acti-vamente en la represión y saqueo del pue-blo, decidieron abandonarlo a su suertecuando la insurrección parecía que, al igualque en Túnez y Egipto, había sentenciado elfuturo del dictador. Y se pusieron al frentedel Comité Nacional libio en Bengasi, auto-proclamándose los líderes de la oposición aGadafi. El que elementos del antiguo régi-men se pongan al frente de las masas al ini-cio de una revolución es un fenómeno quese ha repetido a lo largo de la historia. Larevolución rusa de 1917 condujo a la tomadel poder por parte del proletariado con elpartido bolchevique pero al comienzo de lamisma se estableció un gobierno de coali-ción burgués y reformista, cuyo ministrode Asuntos Exteriores era el jefe de la pa-tronal rusa, Miliukov, que al mismo tiempoera portavoz de la burguesía francesa y bri-tánica. No fue sino con la ayuda y direccióndel partido bolchevique como los sóviets sehicieron con el poder a través de una políti-ca revolucionaria.

Mientras el sentimiento mayoritario delas masas en Bengasi y el resto de ciudadesde Libia era de oposición a cualquier inter-vención imperialista (ver vídeos en: www.the-realnews.com), este sector burgués que, an-te la ausencia de una organización revolu-cionaria, se ha hecho con la dirección efec-tiva de los comités, desde un comienzo secaracterizó por poner toda la fe en el apoyodel imperialismo. Estos dirigentes desconfí-an y temen a las masas profundamente, nosin razón ya que éstas tendían a superarles ytomar el poder en sus propias manos. Parafrenar el ímpetu revolucionario y mantenerel movimiento dentro de los límites que con-sideraban aceptables, estos dirigentes ma-niobraron en connivencia con el imperialis-mo para tratar de desviar el movimiento re-volucionario. Los imperialistas señalabanque Libia caía en la anarquía por carecer deEstado, policía, jueces, etc. Sin embargo, enlas ciudades que gobernaron los comités re-volucionarios no se vio ningún caos, al con-trario, lo que predominaba era el espíritu desolidaridad fraternal entre la población y latoma de decisiones para organizar la vidacotidiana de una forma directa a través de laparticipación popular. Lo que temía el im-perialismo, era precisamente al nuevo ordenrevolucionario que no podían controlar. Mien-tras el régimen estaba colgando de un hilo,los dirigentes proimperialistas del ConsejoNacional libio introdujeron varias ideasperniciosas para la revolución: 1) no somossuficientemente fuertes para vencer por no-

sotros mismos a Gadafi debido a que con-trola la fuerza aérea. 2) No queremos la in-tervención extranjera, pero podemos ganarsi la OTAN o la ONU intervienen con unazona de exclusión aérea.

El programa militar parala victoria de la revolución

Este modo de plantear la cuestión introdujoun elemento de parálisis y, una cuestión vi-tal en la revolución, restó confianza en suspropias fuerzas a las masas, de cara a aco-meter el asalto final contra la dictadura. Dioun tiempo vital al régimen de Gadafi y a lospropios imperialistas, hasta entonces parali-zados y sorprendidos por el ascenso del mo-vimiento revolucionario, para recuperar lainiciativa. Si bien el ejército y la policía sehabían descompuesto, fruto de la acción re-volucionaria de las masas, Gadafi y su fa-milia tenían aún una guardia pretoriana deregimientos de élite y de mercenarios conlos que pudo controlar Trípoli temporal-mente y retomar la ofensiva contra las ciu-dades revolucionarias. Al Jazira informó que“la empresa israelí Global CST, ha enviadohasta ahora 20.000 mercenarios a Libia, afin de reprimir las revueltas populares. (…)los representantes de esta empresa mantu-vieron un encuentro con el titular de Inteli-gencia Interior de Libia, Abdullah Sanusi, ylos detalles del tratado han sido confirma-dos. Se dice que Gadafi paga diariamentepor cada uno de los mercenarios 2.000 dó-lares, de lo cual cada uno recibe sólo 100 yel resto se reparte entre la empresa israelí ylos jefes de las tribus abastecedores de estasfuerzas” (www.elciudadano.cl/2011/03/02).Conforme la ofensiva de Gadafi fue ganan-do terreno, jefes militares que habían per-manecido al margen esperando ver cómo sedilucidaba la lucha, se volvieron a posicio-nar con él.

La revolución, y particularmente la in-surrección de masas, sólo puede vencer siavanza sin tregua conquistando cada posi-ción y derribando todos los obstáculos: sino lo hace todo el edificio creado por ellaamenaza con derrumbarse. Y eso es lo queha sucedido en la revolución libia. Esto hasido consecuencia de la ausencia de un par-tido revolucionario que diera una orienta-ción clasista e internacionalista a la guerralibrada contra las fuerzas armadas de la dic-tadura, empezando por la urgencia de laofensiva militar. Que llamara a la poblacióna la más absoluta desconfianza hacia losnuevos dirigentes del Consejo Nacional li-bio, combatiendo desde el principio la ideade la exclusión aérea, una trampa que deja-ba a los imperialistas el terreno despejadopara sus maniobras, e infundiera entre las

masas el espíritu de que la única victoriaposible pasaba por la toma inmediata deTrípoli. Y junto a todo esto, llamar a la soli-daridad internacionalista de la poblaciónárabe de todos los países de la zona, a la or-ganización de huelgas de solidaridad, boi-cot económico al régimen de Gadafi, y a laayuda militar de los trabajadores y jóvenescon voluntarios para combatir. El programamilitar de la revolución es fundamental, poreso la actividad del ejército insurrecto debíadirigirse con acciones concretas y decididasa demostrar a la población, dentro y fuerade Libia, que el objetivo era la liberaciónsocial para barrer el dominio de la familiaGadafi, del resto de la burguesía libia y a lasmultinacionales imperialistas que llevan añossaqueando juntos el país, es decir: terminarcon el capitalismo luchando por la transfor-mación socialista de la sociedad.

La ausencia de una organización revolu-cionaria que unificara las diferentes mili-cias con este programa, hizo que el ladofuerte de las mismas, que es el entusiasmo,la espontaneidad y el espíritu de sacrificio,ante el ataque de fuerzas menores en núme-ro pero mejor preparadas y dispuestas a cual-quier atrocidad, como eran los mercenariosde Gadafi, pusieran de manifiesto su ladodébil, su deficiente entrenamiento militar,su dispersión. Como señalamos en la decla-ración de la CMR, Revolución y contrarre-volución en Libia: “Como ha explicado mu-chas veces el marxismo, la contrarrevolu-ción para lanzarse al ataque no necesita te-ner más apoyo social que la revolución. Dehecho, siempre que han conseguido derrotara la revolución lo han hecho no por ser mássino por la ausencia de dirección al frentede las filas revolucionarias o por los errorescometidos por esa dirección al no aprove-char la oportunidad de noquear definitiva-mente a la reacción y permitir a ésta con-servar aunque sólo sea una parte de su po-der. (…) Muchos soldados y oficiales se pa-saron a la revolución pero de un modo en sumayor parte descoordinado e individual(…) El grueso del armamento, en particularel armamento pesado, y las unidades mejorequipadas y con mayor poder de destruc-ción, siguen en manos de Gadafi. El ejérci-to y, especialmente, los cuerpos profesiona-lizados y de élite, tiende a constituir la últi-ma línea de defensa de cualquier régimenreaccionario contra las masas. Los mandosmilitares y los mercenarios, además, estánacostumbrados a actuar de manera discipli-nada, implacable, reprimir y matar. (…) Pa-ra derrotar la acometida de Gadafi y vencer,la revolución necesita en primer lugar orga-nizar el armamento general del pueblo enBengasi y las demás zonas liberadas, crean-do un ejército revolucionario del pueblo

mediante la unificación de todas las mili-cias. Al mismo tiempo, los comités popula-res deben ser la base de un Estado revolu-cionario, socialista, que nacionalice todoslos recursos del país y tome de manera in-mediata medidas para resolver todos losproblemas sociales que sufre la población”.

Los imperialistas,contra la revolución libia

El imperialismo francés, que tiene podero-sos intereses en la región y quiere ampliarsu zona de influencia, tras la resolución dela ONU puso al resto de potencias ante elhecho consumado de su decisión de atacarLibia. Estados Unidos y Gran Bretaña no sepodían quedar atrás, a pesar de todas las va-cilaciones mostradas en las semanas ante-riores, y se decidieron por la intervención ypor tener un papel protagonista de primerorden.

Gadafi declaró que iba a entrar en Ben-gasi como las tropas de Franco entraron enMadrid. Para aquéllos que desde la izquier-da tuvieron alguna duda del carácter reac-cionario de este elemento, sus propias pala-bras le delatan. Gadafi representa la contra-rrevolución armada contra las masas insur-gentes. Al igual que Franco en los primerosdías de la guerra civil española, sin bases deapoyo firmes en el país tras la insurrecciónobrera en Barcelona y Madrid y otras ciu-dades, tuvo que basarse en las tropas mer-cenarias legionarias y coloniales marro-quíes para utilizarlas como ariete contra lasmasas revolucionarias. El papel de los diri-gentes reformistas y burgueses de la repú-blica, que en un primer momento intentaronllegar a un acuerdo con los fascistas y se ne-garon a organizar la resistencia de los traba-jadores, permitió el avance de Franco de talmodo que en apenas dos meses estaba encondiciones de sitiar Madrid. El sacrificiode las masas paró el asedio pero la negativaa organizar y coordinar las milicias revolu-cionarias por parte del gobierno permitió alas tropas mercenarias avanzar rápidamen-te. Una situación muy similar se está viendoen Libia. Los dirigentes republicanos, refor-mistas y estalinistas de la república espa-ñola, en vez de poner el énfasis en la capa-cidad de las masas para vencer al fascismocon la ayuda de la clase trabajadora de otrospaíses y sobre la base de un programa revo-lucionario, colocaron la confianza de la vic-toria en la intervención extranjera, de Fran-cia y Gran Bretaña, “las potencias democrá-ticas”. Para garantizar tal intervención, im-pusieron un programa burgués en el camporepublicano y frenaron toda iniciativa revo-lucionaria de las masas. Todo ello sentó lasbases para la victoria del fascismo en Espa-ña en abril de 1939.

Por ahora, en Libia, la intervención delas fuerzas imperialistas se ha acotado acrear una zona de exclusión aérea acabandocon la capacidad aérea del mermado ejérci-to libio. Sin embargo, esto es sólo el iniciode la intervención. La guerra tiene su propiadinámica y es la ecuación más compleja detodas. El imperialismo no se va a detener yno se puede detener. Su objetivo es contro-lar al país e intentar derrotar a Gadafi (aun-que siguen negociando con él la posibilidadde un exilio dorado), pero sobre todo, aca-bar con la revolución popular. La posibili-dad de enviar tropas terrestres les pone lospelos de punta a los imperialistas por lasconsecuencias impredecibles que puede te-ner. Esta perspectiva ya ha provocado fisu-ras abiertas en la coalición occidental: Ale-mania se opone, Turquía se opone, EEUUtiembla ante esta solución y, por otro lado,

¡Fuera la OTAN y el imperialismo de Libia!¡Las masas revolucionarias libias y árabes son las únicas que pueden

acabar con el régimen de Gadafi y la opresión imperialista!

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POR LA DEMOCRACIA OBRERA ABRIL 2011 • EL MILITANTE 5

Yassin Ben Salem y Antonio García Sinde

El discurso televisado de MohammedVI el 9 de marzo anunciando una re-

forma constitucional que reduciría sus po-deres casi absolutos y garantizaría los de-rechos y libertades del pueblo marroquíes una clara demostración del enorme im-pacto que han tenido las grandes movili-zaciones populares que sacuden el mun-do árabe.

Ante el terror a enfrentarse a una ola crecientede protestas, el rey y su camarilla han optadopor seguir realizando algunas concesiones parafrenar la movilización. Tres semanas antes, elgobierno había aprobado una dotación de másde 1.300 millones de euros para ampliar losfondos de la Caja de Compensación, el organis-mo que regula los precios de los productos deconsumo básicos. Con esta medida el gobiernomarroquí aporta 3.000 millones de euros (algomás del 4% del PIB) para contener las subidasde precios y evitar que el malestar social acu-mulado estalle súbitamente. Con ese mismo ob-jetivo, el gobierno anunció que se crearían4.000 nuevos puestos de trabajo en el sector pú-blico para licenciados en paro.

Pero, por mucho que el gobierno marroquíintente evitarlo mediante “reformas democrá-ticas”, la situación social de Marruecos, la mi-seria que afecta a su población campesina, lasdurísimas condiciones de explotación que su-fren los trabajadores, las desigualdades insul-tantes, los continuos abusos y atropellos de lasautoridades, el paro, que golpea de forma es-pecialmente sangrante a los jóvenes diploma-dos, las dificultades para acceder a una educa-ción básica (el 40% de la población marroquíes analfabeta) o a una atención médica digna,son un terreno abonado para que se produzcanlevantamientos similares a los de Túnez oEgipto.

Las primeras protestas de 2011 tuvieron co-mo motivo expresar la solidaridad con las revo-luciones tunecina y egipcia, y culminaron en elDía de la Ira del 20 de febrero. Ese día, más de200.000 jóvenes y trabajadores se manifestaronen 50 ciudades para exigir derechos democráti-cos, y los días siguientes trabajadores y jóve-nes protestaron con energía contra el régimencorrupto de Mohammed VI en Tánger, Alhuce-mas, Larache, Chefchaouen, Sefrou, y en otrasmuchas localidades. La policía reprimió conenorme brutalidad a los manifestantes, demos-trando los límites de las promesas de reformaconstitucional formuladas por el rey.

La dictadura marroquí reprimelas protestas

El 20 de marzo nuevamente se repitió la convo-catoria. A los manifestantes no les convenció eldiscurso del rey y salieron a las calles en variasciudades para reclamar justicia social y el fin dela corrupción y de la monarquía absoluta. En

Casablanca (capital económica) se registró lamayor participación: según los organizadoresentre 40.000 y 50.000 personas marcharon porlas principales calles de la ciudad. En esta ciu-dad, a los cinco días de que el rey MohammedVI prometiese reformas políticas y democracia,las fuerzas del orden reprimieron violentamen-te una manifestación pacífica, provocando de-cenas de heridos y más de 150 detenidos. Segúnun testigo “la represión recordó los aconteci-mientos del 21 de junio de 1981”.

Al tiempo que las movilizaciones exigiendodemocracia se extienden, por todo Marruecossiguen surgiendo luchas de trabajadores y jóve-nes que no pueden soportar por más tiempo suscondiciones de vida. El 15 de marzo cientos deparados asaltaron las oficinas de la OficinaCherifiana de Fosfatos (OCP) en la ciudad mi-nera de Khouribga, cerca de Casablanca. En lascalles de Salé (ciudad industrial de 800.000 ha-bitantes, situada al lado de Rabat) se multipli-can las protestas de los trabajadores textilescontra el cierre de casi 30 factorías en la ciudad,como consecuencia de la disminución de las ex-portaciones a Europa a causa de la crisis. En lapequeña ciudad de Taourirt decenas de familiasmontaron un campamento en las afueras parareclamar su derecho a una vivienda digna. Enpocos días el campamento creció de una mane-ra rápida, pero después del fracaso de las nego-ciaciones entre las autoridades y los acampa-dos, el 21 de marzo las fuerzas del orden des-truyeron el campamento. “La intervención fuemuy violenta y muchas mujeres y niños fuerongolpeados”, asegura un militante de los dere-chos humanos.

También las autoridades tuvieron que em-plearse a fondo para desactivar la jornada deprotesta convocada el 23 de marzo en cien ins-titutos, que, a pesar de la represión, fue un éxi-to en numerosos centros.

Ante esta situación, los dirigentes de la iz-quierda reformista de la Unión Socialista deFuerzas Populares (USFP) y del Partido delProgreso y el Socialismo (PPS, promovido porel antiguo Partido Comunista de Marruecos),han vuelto a demostrar su completa bancarrotay su total incapacidad para dar una alternativa alos trabajadores marroquíes, decidiendo conti-nuar en el gobierno.

Esta posición de la izquierda oficial no des-moraliza a los trabajadores y jóvenes marro-quíes, que cada día comprenden mejor que nin-guna reforma constitucional, ningún cambio enlas instituciones políticas, servirá para mejorarsus duras condiciones de vida. El único caminoque permitirá convertir Marruecos en un paíscapaz de garantizar a sus habitantes una vidadigna es la unión de todas las luchas, la unifi-cación de las luchas por el pan de cada día conlas luchas por acabar con la monarquía dictato-rial de Mohammed VI, bajo un programa quepromueva la transformación socialista de la so-ciedad. Las grandes tradiciones de lucha de laclase obrera y el pueblo de Marruecos, son lagarantía de que este objetivo es posible.

I N T E R N A C I O N A LLa lucha sigue en Marruecos

otras potencias como Rusia y Chinatambién se oponen. La cuestión es quederrotar a Gadafi con bombardeos aé-reos es poco probable. Por eso los im-perialistas pueden barajar, como sali-da inmediata, ayudar con armas (Oba-ma ya ha declarado que no lo descar-ta), logística y hombres a los insurrec-tos. Pero sólo lo harán si hay garantí-as de que la revolución está liquidada.En todo caso, una opción de este tipotambién tiene sus riesgos.

Si las tropas rebeldes, debido a lapolítica nefasta de su dirección, acep-tan jugar este papel, significaría en lapráctica que, temporalmente, los impe-rialistas pueden terminar de descarrilarla revolución y utilizarlos como carnede cañón para sus planes imperialistasen la región. El mayor problema de larevolución libia es que tras los prime-ros días en los que la iniciativa espon-tánea de las masas descompuso al Es-tado burgués y rompió los planes im-perialistas (que inicialmente eran bus-car una negociación entre Gadafi y laoposición burguesa en el exterior), lainiciativa política pasó totalmente amanos del imperialismo y de los secto-res afines a él. Las masas han estadohuérfanas de dirección y sin un puntode referencia a donde mirar y guiarse,salvo su instinto revolucionario.

Los dirigentes de la izquierda re-formista en Europa en lugar de utilizarla enorme simpatía que la revoluciónen el mundo árabe, en Túnez, Egipto,Libia, Bahrein, ha despertado entrelos jóvenes y trabajadores para movi-lizar a las masas en sus países en apo-yo a las masas libias, denunciar la po-lítica de colaboración con Gadafi y elsaqueo de los recursos del pueblo li-bio y los demás pueblos árabes quellevan a cabo los gobiernos burguesesde la UE, han apoyado desde el primermomento la intervención del imperia-lismo, y muchos de ellos saludan, in-cluso, la resolución de la ONU y losbombardeos.

Aprender de losacontecimientos

La intervención en Libia no resuelveel problema sino que lo empeora, conla posibilidad de una escalada military el estancamiento del conflicto. Elimperialismo, como en Iraq y Afga-nistán, puede quedar entrampado. Elministro de Exteriores británico seña-ló la posibilidad, incluso, de dividir elpaís. Esto sería un tremendo crimencontra la revolución libia y árabe engeneral, que la población pagaría consu sangre. Sin embargo, las masas aúnno han dicho su última palabra. Dedarse la invasión de las tropas impe-rialistas, incluso en las zonas revolu-cionarias, no serían bien recibidas y amedida que se haga evidente para lasmasas el engaño que suponen las pala-bras imperialistas esto significará unanueva fase del conflicto. La experien-cia de las masas desafiando el poder

del Estado burgués, el ejército, etc., eincluso asumiendo durante semanas lagestión de la vida social en numerosasciudades, volverá a empujarlas a la lu-cha y a sacar lecciones de la amargaexperiencia que hoy están viviendo:que no pueden confiar en nadie másque en sí mismas y que es necesariodotarse de una dirección surgida de supropio seno, bajo su control perma-nente y que defienda una política deindependencia de clase.

A medida que la intervención secomplique y se tenga que pasar a unaintervención más directa, el precarioacuerdo que han alcanzado los distin-tos bandidos imperialistas tenderá ahacerse más difícil y crecerán las ten-siones entre ellos. Ya lo estamos vien-do. Los imperialistas de China, Rusiay la India, con un cinismo a prueba debomba, critican la intervención perono utilizaron su derecho a veto paraimpedirla sino que, en la práctica, laavalaron con su abstención. Están es-perando a ver cómo se desarrollan losacontecimientos para ver si en caso deuna victoria imperialista rápida se su-man al reparto del botín, o si la guerrase complica marcar distancias y des-arrollar un juego diferente en el país.Pese a los choques de intereses entretodas estas potencias imperialistas,hay una cosa que les une: su desprecioabsoluto por las masas y su deseo deseguir explotando a los trabajadoresen el mundo árabe, en sus propios pa-íses y en todo el planeta.

No estamos ante una revoluciónaislada en un país sino en toda la re-gión. La lucha entre revolución y con-trarrevolución, con victorias y derro-tas coyunturales, continuará por todoun periodo histórico. Lo que ocurra encada país se verá condicionado y, a suvez, dialécticamente influirá sobre to-dos los demás. La revolución árabe le-jos de terminar sigue extendiéndose:levantamientos en Yemen, con dece-nas de muertos, la amenaza de exten-sión a Arabia Saudí, plaza fuerte delimperialismo, las movilizaciones enSiria que han obligado a la dimisióndel gobierno en pleno, las marchas enGaza, duramente reprimidas por Ha-mas, etc. Éste es un factor también de-cisivo para el futuro de la revoluciónlibia pese a las maniobras criminalesde los imperialistas y sus títeres.

Esta lucha entre revolución y con-trarrevolución en el mundo árabe seinscribe en la agudización general de lalucha de clases en todo el mundo y laimposibilidad de los imperialistas derecomponer el equilibrio de su sistema.La decadencia prolongada del capita-lismo obligará a los jóvenes y trabaja-dores en todo el mundo a luchar por susderechos y buscar una y otra vez un ca-mino para transformar la sociedad.

¡No a la intervención imperialistaen Libia!

¡Viva la revolución árabe!¡Viva el socialismo internacional!

La reforma constitucionalde Mohammed VIno acalla el descontento

Esto es un resumen de la declaración de la Corriente MarxistaRevolucionaria, puedes leerla íntegra en www.elmilitante.net

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6 EL MILITANTE • ABRIL 2011 POR LA DEMOCRACIA OBRERAI N T E R N A C I O N A L

Ulises Benito

Los medios de comunicación bur-gueses tienen prisa por enterrar el

proceso revolucionario en Egipto (y enTúnez). Sin embargo, la revolución con-tinúa, los problemas fundamentales delas masas siguen sin solucionarse, y es-tas han dado poderosas muestras de nocontentarse con cambios cosméticos.

El primer Gobierno provisional impuestopor los militares, encabezado por AhmedShafik (designado por Mubarak), y trufadode personajes del PND (el aparato políticode la dictadura), no podía tener ninguna au-toridad para parar la lucha de las masas y fi-nalmente cayó. El 5 de marzo la cúpula mi-litar designó un nuevo Gobierno, dirigidoesta vez por Esam Sharaf, y compuesto pormiembros del PND que abandonaron el bar-co de Mubarak, ya naufragado, convenien-temente a tiempo. Sharaf fue ministro deTransportes con Mubarak, de 2004 a 2005,y diferencias con él le llevaron a abandonarel Gobierno. Esta aparente ruptura con eldictador y su participación desde el primermomento en la insurrección, evidentemen-te le da un margen. Pretende utilizar su au-toridad para imponer una vuelta al orden,una transición ordenada a un régimen for-malmente democrático, pero donde lasriendas continúen en manos de una delgadacapa social formada por altos burócratasestatales, imperialistas, y los mismos bur-gueses que se lucraron con la dictadura deMubarak.

Juramento en la plaza Tahrir

El mismo día en que fue nombrado, EsamSharaf acudió a la plaza Tahrir, como todoslos viernes repleta de manifestantes (laprensa calcula un millón de ellos). Allí lesaseguró: “Mi legitimidad viene de ustedes”;y organizó un acto de juramento.

La intención de Sharaf es engañar a lasmasas; les dice “tenéis el poder” mientrastoma medidas para mantener celosamenteel poder en manos de militares y capitalistaspropios y foráneos. Sin embargo, el hechode que trate de legitimarse de esa manerademuestra la fuerza que todavía tiene elproceso revolucionario.

Mientras Sharaf era designado primerministro, la oleada de manifestaciones yasaltos a comisarías se extendía por el país,exigiendo la disolución de Seguridad del

Estado, la policía política de Mu-barak, e intentando impedir la que-ma de documentos comprometedo-res. También exigen la liberaciónde todos los presos políticos y elfin de los juicios militares a civiles.El sábado 6 de marzo, la sede cen-tral de ese cuerpo policial, en ElCairo, fue tomada por miles de ma-nifestantes, a pesar de los esfuer-zos del Ejército. También se ocu-paron las oficinas de Alejandría(21 policías fueron heridos), Guizéo el barrio cairota de Seis de Octu-bre (aquí los agentes llegaron a disparar). Elnuevo primer ministro ha prometido rees-tructurar la policía política, negándose a sudisolución.

La reforma constitucional...

La Constitución de Mubarak ha sido refor-mada por una comisión elegida por la cú-pula militar. Las reformas son muy limita-das y apenas afectan a las elecciones presi-denciales (duración del mandato, posibili-dad de presentación de independientes,etc). Con estas mínimas reformas y prome-sas de elecciones parlamentarias y presi-denciales a lo largo de este año, la clase do-minante pretende centrar la atención encuestiones menores como el desarrollo deleyes electorales o cambios en la estructu-ra del Estado, mientras orilla la satisfac-ción de las graves necesidades sociales yde las aspiraciones democráticas profundasde las masas.

Lo más destacable del referéndum no esla ratificación de las reformas por parte detres cuartas partes de los votantes. Lo másdestacable es la escasísima participación, deun 41%, algo absolutamente sorprendenteen las primeras elecciones supuestamentelibres tras la caída de una dictadura. El 60%del censo electoral ha boicoteado el referén-dum, a pesar de la intensa campaña estatal afavor del sí, a pesar del intento de identifi-car las reformas con la revolución, y a pesardel apoyo de la Hermandad Musulmana altexto En total, el 73% de los llamados a laconsulta ha votado no o se ha abstenido.Aun así, sectores de la Coalición de la Ju-ventud Revolucionaria —que pidió el votonegativo— han expresado sus sospechas demanipulación. El voto no se concentró enlas dos grandes aglomeraciones urbanas, ElCairo y Alejandría, reflejando el peso de laclase obrera en él. En definitiva, este resul-

tado expresa una magra base social para darpor finiquitada la revolución.

...y la ley antihuelgas

Mientras hablan de referéndums, eleccionesy democracia, el Gobierno de Shafik mues-tra su verdadera cara. El 23 de marzo, conmenos de dos semanas de vida, aprobó unborrador de ley que implica una amenazadirecta al movimiento obrero y a la revolu-ción. Se trata de una ley antihuelgas, que enla práctica prohíbe todo tipo de paros y desindicalismo, e impone multas y hasta pe-nas de cárcel, a través de juicios militares, aaquel que convoque huelgas. La excusa esla grave afectación que tienen éstas sobre laeconomía, especialmente las que implicanal sector turístico. Este ataque está creandouna nueva oleada de protestas laborales; pa-ra el 27 de marzo había convocadas mani-festaciones en la plaza Tahrir y las principa-les calles y plazas egipcias. Alí Fotuh, con-ductor del sector público, dice: “Nosotrosrealmente teníamos esperanza en que elnuevo Gobierno nos apoyaría y miraría pornuestras reivindicaciones (...). No entiendocómo dicen que las protestas afectan al trá-fico o a los negocios. ¿Por qué no aceptannuestras demandas y así no tenemos que ira la huelga? Este tono me recuerda los vie-jos tiempos de Mubarak (...). Esto ya no esválido después de la revolución del 25 deEnero”. Alí reflexiona: “Egipto es ahora unpaís libre, ninguna ley nos reprimirá. Estaley debe ser rechazada, no en el Parlamen-to, sino en la plaza Tahrir. Ellos deben en-tender que allí es donde nosotros tenemosnuestra legitimidad”.

En el otro lado de la barricada, el bancode inversiones Beltone Financial reflexio-na: “estamos de acuerdo en que es una ne-cesidad para el trabajo volver a la normali-dad, para que la economía egipcia empiece

un proceso de reconversión, perotambién pensamos que la decisióndel Gobierno de criminalizar lasprotestas y huelgas podría provo-car un descontento mayor y másmovilizaciones”. El miedo a la re-volución se palpa entre los analis-tas burgueses.

El régimen militar también in-tenta explotar a su favor, y en con-tra de la revolución, las diferenciasreligiosas. Algo que ya intentó Mu-barak. Éste organizó el salvaje ase-sinato de 24 cristianos coptos, en la

ceremonia del Año Nuevo de este año. Elnuevo-viejo régimen no prescinde de los po-gromos contra coptos y de intentar enfrentara los musulmanes con la minoría cristiana.El 5 de marzo una iglesia copta fue quema-da en el marginal barrio cairota de Moka-tam; las manifestaciones de protesta acaba-ron, el día 9, con diez muertos. Estos ata-ques, junto a otros contra manifestantes porlos derechos de la mujer trabajadora, esti-mulados por la policía y los grupos integris-tas, deben ser contestados por el movimien-to obrero y revolucionario con la oposicióntajante a toda división en líneas religiosas ode género y la organización de la autodefen-sa en barrios populares y manifestaciones.

El futuro de la revolución pasa por queel movimiento revolucionario defienda unapolítica de independencia de clase. La con-secución de reivindicaciones democráticas,sociales y económicas sólo serán efectivascon la lucha de masas, y especialmente lalucha obrera. Es decisivo la formación y ex-tensión de comités obreros que, a la vez queunifiquen las huelgas y diferentes luchasparciales que se están produciendo, se dotende un programa para llevar la revoluciónhasta el final, exigiendo desde la retirada dela ley antihuelgas y del resto de leyes repre-sivas (empezando por la Ley de Emergen-cia), derechos democráticos plenos (inclu-yendo la separación del Islam del Estado,reivindicación defendida por un sector am-plio del movimiento), la disolución de Se-guridad del Estado, el encausamiento deMubarak y el resto de la camarilla detenta-dora del poder, un aumento generalizado ydrástico de salarios, la depuración de loscargos corruptos y vinculados a la dictadu-ra en todas las empresas y sectores, etc. has-ta la expropiación de las palancas funda-mentales de la economía bajo control de lostrabajadores para poder hacer frente a lasnecesidades del pueblo egipcio.

E l 17 de marzo se inició el juicio por losdespidos de los trabajadores y dirigen-

tes sindicales de MMC Automotriz (Mitsu-bishi). Ese día, en el Palacio de Justicia deBarcelona (Estado Anzoátegui), se concen-traron más de 200 trabajadores provenientesde varios estados del país, en su mayoríamiembros de la Unión Nacional de Trabaja-dores (UNETE) y del Movimiento de Traba-jadores por la Salud y la Seguridad Laboral,para brindar su apoyo solidario a los trabaja-dores y dirigentes sindicales de Mitsubishi.Esta empresa, con la alianza y complicidadde la burocracia judicial y del Ministerio delTrabajo, han violado de manera recurrentelos derechos de los trabajadores. Cabe desta-car que ni el Ministerio de Trabajo ni MMCAutomotriz presentaron pruebas.

Existen poderosos intereses para impe-dir que los dirigentes del sindicato Singe-

tram y trabajadores claves sean readmiti-dos en su puesto de trabajo. La propia em-presa ha utilizado todo tipo de medios pa-ra amedrentar a los trabajadores: despidoinjustificado de 243 trabajadores, continuoacoso a la plantilla con presencia de miem-bros de las fuerzas de seguridad del Esta-do dentro de la planta con armas y parapo-licías civiles armados en los portones de laempresa amenazando de muerte a los tra-bajadores que pretenden ejercer su dere-cho de readmisión.

La quinta columna burocráticacontra los trabajadores de MMC

El despido por parte de la multinacionalMMC automotriz es un atropello a los de-rechos laborales, constitucionales y estálleno de ilegalidades que vulneran todas

las normas laborales venezolanas. MMCAutomotriz nunca presentó pruebas queculparan a la junta directiva de los hechosde paralización de la empresa, como dañosocasionados a las máquinas, pero el Minis-terio del Trabajo se extralimita presentandolas supuestas pruebas, a las cuales la em-presa nunca hizo referencia.

Desgraciadamente desde entonces, laburocracia se ha puesto al servicio de lamultinacional. El Ministerio del Trabajo, envez de ponerse del lado de los trabajadores,ha amparado toda medida en nuestra contra,ha legalizado un sindicato patronal dentrode la empresa que sólo cuenta con el apoyode 34 trabajadores. Por otra parte, Singe-

tram sigue contando con el apoyo masivo delos trabajadores, como se demostró en laselecciones realizadas en julio de 2010. Sinembargo, desde ese día hasta marzo de2011, la decisión oficial de que Singetrames el sindicato de MMC Automotriz perma-nece secuestrada en el CNE, saltándose loestablecido en la ley de procedimientos ad-ministrativos y la constitución nacional.

Tuvimos que pagar el precio del asesi-nato de dos compañeros de trabajo, JoséMarcano y Pedro Suárez. Pero no nos ame-drentamos y continuamos conscientes deque nuestra lucha forma parte de la batallade todo el pueblo trabajador por la cons-trucción del socialismo.

Más de 200 trabajadores se concentran en los juzgados para exigir la nulidad de los despidos

Juicio a los trabajadores de MMC Automotriz - Mitsubishi

La revolución tiene que completarseEgipto, maniobras del régimen y abstención en el referéndum constitucional

Más información sobre el conflicto de MMC Automotriz - Mitsubishi enwww.manosfueradevenezuela.net

Manifestantes egipcios contra la ley antihuelgas

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POR LA DEMOCRACIA OBRERA ABRIL 2011 • EL MILITANTE 7E S TA D O E S PA Ñ O L

EL MILITANTE.— Has sido reelegido ca-beza de lista de IU para las eleccionesmunicipales del 22 de mayo. ¿Qué crite-rios y metodología política habéis utiliza-do para el diseño y elección de las listas?

Santiago Jiménez.— Los métodos dela democracia obrera, asamblearia, tienenque empezar por el funcionamiento internode tu propia organización. Esto exige el ma-yor contacto, información y discusión polí-tica con los afiliados. Las posiciones políti-cas de nuestros concejales en el Ayunta-miento, las decisiones en todos los camposy el reparto de tareas se realizan abierta-mente en las reuniones de la dirección polí-tica y las asambleas, con una media el añopasado de casi dos reuniones, un consejo yuna asamblea, por mes. Mi reelección comocandidato y la elaboración y aprobación dela lista electoral han seguido estos princi-pios. Hemos intentado que la candidaturaresponda al carácter actual de nuestra orga-nización, muy rejuvenecida, con presenciade muchos trabajadores formados profesio-nal y académicamente que mantienen susvínculos con la clase obrera y encabezadapor los compañeros y sobre todo las compa-ñeras (hay diez mujeres en el grupo de die-ciséis) con más nivel político. Aunque paranosotros, la cuestión fundamental es que es-tamos armados con un programa político ala altura de la difícil situación que la crisiscapitalista y las políticas del capital hanprovocado en la mayoría de la población.

EM.— Vuestra asamblea cuenta connumerosa afiliación y una gran actividadexterna. La última entrega de carnéscontó con una amplia asistencia y unaimpresionante colecta. Habéis celebradoun acto sobre la revolución en el Magreb.¿Cuáles son las ideas y métodos que ospermiten contar con esta amplia base mi-litante y sostener una actividad públicatan amplia?

SJ.— Efectivamente, contamos con unade las agrupaciones más numerosas delPCE en todo el Estado, y en el plano sindi-cal, dentro de CCOO también estamos entrelas poblaciones con mayor afiliación a pe-sar de que Villaverde es relativamente pe-queño. Desarrollar estas conquistas en unperíodo de retrocesos en el campo de la iz-quierda comunista sólo ha sido posible gra-cias a la adopción de una política revolucio-naria. Hemos recuperado muchas de las me-

jores tradiciones del movimiento obrero, lasmismas que en el pasado hicieron del PCEun partido de masas y una referencia indis-cutible entre los trabajadores, las barriadasobreras, la juventud universitaria y la inte-lectualidad. La colecta a la que hacéis men-ción es una prueba de la necesidad de vol-ver a estos métodos también en el terreno delas finanzas. Las organizaciones de la claseobrera tienen que estar financiadas por losafiliados y el conjunto de los trabajadores.La independencia económica es básica parauna independencia política especialmente sise defiende un programa de transformaciónsocial. A su vez, el desarrollo de un trabajoincansable y permanente en las fábricas, enlas barriadas, en los centros escolares, orga-nizando a los parados, a los demandantes deviviendas, dotando a estos movimientos deun programa de lucha, interviniendo en losconflictos obreros, vecinales, etc, es decir,demostrando en la práctica que nuestra or-ganización es una herramienta al serviciode la clase en su conjunto sin distinción denacionalidad, procedencia o simpatías polí-ticas, es imprescindible para conseguir elapoyo de la población. Con esta orientaciónhemos ganado una gran autoridad y con-fianza en la mayoría del pueblo, especial-mente entre sus sectores más conscientes ycombativos que no han dudado en unirse anosotros y sostener económicamente a loque es su organización. En Villaverde losmétodos democráticos, asamblearios ycombativos del marxismo revolucionarioestán muy vivos, y encima… ganamos elec-ciones.

EM.— Muchos votantes del PSOE sesienten defraudados por la política quepractican sus dirigentes tanto en el go-bierno central, como en muchos parla-mentos autonómicos y ayuntamientos.En vuestro pueblo hay un gobierno mu-nicipal del PSOE gracias al apoyo del PPa pesar de que el candidato de IU, en es-te caso tú, fue el más votado en las pasa-das municipales. ¿IU debe dirigirse aellos? ¿Qué debe ofrecerles?

SJ.— En realidad, esto es lo que veni-mos haciendo en Villaverde. En nuestro dis-curso, en nuestro trabajo diario no hay unalínea que divida a los trabajadores entre so-cialistas, comunistas o sin partido. De he-cho, la base socialista del pueblo no es res-ponsable de la política oportunista de sus

dirigentes que se han entregado a un pactocon la derecha. Para desarrollar una políticacorrecta, inteligente hay que saber diferen-ciar entre la dirección y los militantes de ba-se o simplemente simpatizantes. Cuando in-tervenimos en cualquier barriada a propósi-to de una reivindicación para mejorar losservicios, o en conflicto laboral, nos dirigi-mos a los vecinos y a trabajadores sin nin-guna distinción, procurando unificar y for-talecer el movimiento. La clase trabajadoraes única y todos, cualquiera que sea su ideo-logía, sufren los mismos problemas de paro,vivienda y carencia de servicios. Aquí esdonde nuestras ideas y nuestros métodosconectan con la mayoría de la población ydonde la clase en su conjunto se ve refleja-da. Representamos las legítimas aspiracio-nes de los vecinos a disfrutar de unos servi-cios públicos y de calidad, al reparto demo-crático del trabajo y al acceso a una vivien-da digna. Por esto, muchos socialistas, es-pecialmente en las capas obreras, nos consi-deran su organización, en la que puedenapoyarse en todo momento y la que habla sumismo lenguaje. Saben que, además, en elterreno de los hechos, los comunistas man-tenemos firme la dignidad de la izquierda,rechazamos cualquier tipo de pacto con elPP a costa de los trabajadores, simplementepara ocupar un cargo y acceder a una seriede privilegios. Desarrollamos una políticano sectaria que construye un puente frater-nal con la base socialista y sobre estas con-quistas les ofrecemos nuestro programa po-lítico y les pedimos su apoyo.

EM.— El 20 de marzo hubo una mo-vilización estatal en Madrid convocadapor IU contra la política del gobierno.Ataques como la reforma de las pensio-nes, han contado no sólo con el beneplá-cito de la dirección del PSOE y la patro-nal, sino también con la colaboración delas cúpulas de UGT y CCOO. ¿Qué pien-

sas al respecto y cuál crees que deberíaser la alternativa de IU en el terreno sin-dical?

SJ.— Izquierda Unida, de manera co-rrecta, se ha opuesto a los recortes socialesy laborales que el gobierno, de acuerdo conla patronal y el PP, está imponiendo a lostrabajadores. Pero en concreto, la respuestay el rechazo que la dirección de IU ha mos-trado a la reforma de las pensiones se havisto atenuada y lastrada ante la colabora-ción de las cúpulas sindicales de CCOO yUGT en el acuerdo. Así, las manifestacio-nes organizadas por IU en Sevilla y Madrid,faltas de un llamamiento al movimiento sin-dical organizado, han tenido escasa proyec-ción. Las declaraciones públicas de CayoLara han obviado este hecho, la complici-dad de Toxo y Méndez en los recortes a laspensiones, pretendiendo así no entrar encontradicción con los sindicatos mayorita-rios y seguir manteniendo un contacto cor-dial de cara al futuro. Pero, en estos mo-mentos, no es éste el papel que deben jugarIU y el PCE si quieren conectar con los mi-les de trabajadores y de delegados sindica-les, también de CCOO y UGT, que no sesienten representados por los acuerdos desu dirección, que han reclamado un plan delucha contra los ataques del gobierno y quereivindican en el seno de estos sindicatosuna mayor democracia interna y un modelosindical combativo. El pacto social signifi-ca más recortes y acallar la voz y la lucha delos trabajadores. La labor de IU y el PCA noes sólo denunciar este pacto y a sus firman-tes, sino orientar sus esfuerzos en contactary organizar a los afiliados y delegados com-bativos para defender dentro de estos sindi-catos una alternativa a la claudicación delos dirigentes y un llamamiento a la lucha yla movilización para defender los derechos.En suma, un sindicalismo combativo y re-volucionario.

Daniel Reyes

Aprincipios del presente año tuve queacudir a los juzgados en varias oca-

siones ya que personas vinculadas con laFundación O’Belen habían interpuestocontra mí demandas de conciliación porinjurias, debido a mis declaraciones a va-rios medios de comunicación sobre losmalos tratos que sufren los menores inter-nados en los centros terapéuticos que ges-tiona O’Belen, en especial en el centro Ca-sa Joven donde trabajé como educador ydonde fui testigo de esos malos tratos, porlo que junto a otros compañeros, y con elapoyo del sector crítico de CCOO de Gua-dalajara y del Sindicato de Estudiantes, in-terpusimos una denuncia ante el Defensor

del Pueblo que finalmente terminó con laclausura de Casa Joven y otros centros deO’Belen.

En primera instancia, los denunciantesno se presentaron (supuestamente no habí-an recibido la citación), por lo que se tuvoque volver a citar a las partes, viéndomeobligado así a acudir al juzgado dos vecespor cada denuncia. Ante esta situación, de-cidimos denunciar públicamente lo que ami entender es una campaña de acoso haciami persona (las papeletas de denuncia sonidénticas y todas han sido presentadas porel mismo abogado, lo que en mi opinión de-muestra que han tenido que reunirse y pla-nificar la actuación). Tras esta denuncia pú-blica, uno de los denunciantes sí se perso-nó, acompañado por un abogado de O’Be-

len y no por el letrado que figura en su de-nuncia, finalizando el acto sin acuerdo (elresto han sido declarados sin efecto y con-denados en costas los demandantes).

Y actualmente, he recibido una nuevaoleada de demandas de conciliación comoconsecuencia de haber explicado pública-mente que me estaban denunciando (el pri-mer acto de conciliación de esta nueva tan-da ya se ha producido, no presentándose eldenunciante otra vez).

Lo único que están consiguiendo esque tenga acudir reiteradamente al juzga-do, con el trastorno que esto conlleva. Perotan absurdo es creer que estas denunciasme van a amedrentar como pensar que lalucha contra los malos tratos en los centrosde menores depende de unas pocas perso-

nas. Cada vez más colectivos y organiza-ciones se están implicando en la lucha porunos servicios sociales públicos, democrá-ticos y de calidad, más necesarios que nun-ca en estos momentos en los que el desem-pleo masivo está empujando a muchas fa-milias hacia la marginación social.

O’Belen responde con una campañade acoso a las denuncias de malos tratos

Entrevista a Santiago Jiménezcandidato de IU a la alcaldía de Villaverde del Río (Sevilla)

“El pacto socialsignifica más recortes yacallar la voz y la luchade los trabajadores (….)la labor de IU tiene que

ser organizar a losafiliados y delegados

sindicales para defenderuna alternativa a laclaudicación de los

dirigentes”

Santiago Jiménez es dirigente de IU de Villaverde del Río (Sevilla) y de CCOOy acaba de ser reelegido candidato por IU para las elecciones municipales del

22 de mayo. En las municipales de 2007 fue el candidato más votado en Villaver-de. Santiago es también miembro de la Corriente Marxista EL MILITANTE.

No a la reapertura de Casa JovenPor unos servicios sociales públicos,

democráticos y de calidad

ACTO PÚBLICO

Sábado 9 de abril · a las 18h.en El Foro (c/ Ciudad Real 1)

Azuqueca de Henares

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8 EL MILITANTE • ABRIL 2011 POR LA DEMOCRACIA OBRERAI N T E R N A C I O N A LMaría Castro

L a catástrofe nuclear que se está pro-duciendo en la central de Fukushi-ma, en Japón, es un dramático ex-

ponente del carácter anárquico del sistemay la irresponsabilidad criminal de una clasecapitalista que, en aras del máximo benefi-cio, no duda en sacrificar la seguridad y lavida de millones de personas. Evidentemen-te, la causa inmediata de la catástrofe nu-clear ha sido el brutal terremoto del viernes11 de marzo, que alcanzó el grado máximode la escala Richter, y el posterior tsunami,que han supuesto un trauma desgarrador pa-ra millones de japoneses, entre los que ya secontabilizan casi 30.000 muertos. Sin em-bargo, las causas de fondo del desastre nu-clear no se explican por factores naturalesni, por supuesto, por factores sobrenaturales(el gobernador de Tokio atribuía el terremo-to a un “castigo divino”).

La catástrofe nuclear de Fukushima seha producido en un momento en que la ma-yoría de los gobiernos occidentales estabanapostando, en primer lugar, por la instala-ción de nuevas centrales nucleares y, en se-gundo lugar, la ampliación de la moratoriade producción de las ya existentes. Resultaincreíble que después de toda la campaña ydemagogia de los Obama, Sarkozy y com-pañía, sobre las armas de destrucción masi-va, el peligro de la proliferación de armasnucleares y demás, el auténtico peligro nu-clear para la humanidad proceda de la polí-tica energética nuclear en sus propios países.

Japón cuenta con un lamentable histo-rial de accidentes nucleares, en los últimosveinte años ha habido cuatro graves. Aúnasí, el gobierno japonés en estas dos últimasdécadas ha incrementado su dependencia dela energía nuclear, actualmente hay en fun-cionamiento 54 centrales. En 1990 el 9% dela electricidad procedía de la energía nucle-ar, actualmente es un 32% y la previsión eraque en 2030 alcanzara el 50% de la produc-ción eléctrica.

Un ejemplo claro de la mala planifica-ción y desprecio por la vida humana y elmedio ambiente es la localización de lascentrales nucleares. La mayoría se encuen-tran situadas sobre fallas geológicas activas,el sismólogo Katuhiko Ishibashi, de la Uni-versidad de Kobe, dimitió en 2005 del Con-sejo de Seguridad de Reactores Nuclearesporque el gobierno ignoraba las adverten-cias sobre los peligros que esto implicaba:“es como un terrorista suicida con un cintu-rón atado al pecho lleno de granadas”. Eracuestión de tiempo que esto sucediera. Perono es un caso aislado de Japón, en EEUUhay dos complejos nucleares construidossobre la Falla de San Andrés (California).

El escándalo de Fukushima:el negocio nuclear al descubierto

En el ejemplo de Fukushima vemos que in-cluso en algo tan extremadamente peligrosocomo es la energía nuclear, los capitalistassubordinan la seguridad al ahorro de costesy el beneficio. Los reactores nucleares de lacentral son de un modelo diseñado hacecuarenta años por General Electric, peroexisten otros seis similares funcionando enJapón, 21 en EEUU y, por ejemplo, uno enel Estado español, en la central nuclear deGaroña (Burgos). Según publicaba The NewYork Times se eligió el diseño de Fukushimaporque “era el más barato y fácil de cons-truir, en parte porque utilizaba una estructu-ra de contención comparativamente más pe-queña y más barata” (13/3/11).

Para ahorrar costes las empresas nucle-ares japonesas entre otras medidas recluta-ban a mendigos en los parques de la capitalpara realizar los trabajos más peligrosos enlas centrales. Según una investigación delprofesor Yukoo Fujita, de la universidad ja-ponesa de Keio, en los últimos treinta añosentre 700 y 1.000 mendigos han muerto decáncer a causa de la radicación.

En el sector nuclear japonés trabajan70.000 personas. Un 80% de las plantillas

son trabajadores sin preparación y con con-tratos temporales, seleccionados entre lascapas más desfavorecidas de la población.Los mendigos son los que realizan las tareasmás arriesgadas, como la limpieza de reac-tores o la descontaminación en caso de fuga.“El testimonio de varias víctimas confirmaque lo normal es que accedan a las zonas deriesgo con medidores de radiactividad, peroque éstos suelen ser manipulados por los ca-pataces. En ocasiones no es extraño que se-an los propios mendigos los que, temiendoser sustituidos por otros si se sabe que hanrecibido una dosis excesiva de radiaciones,oculten la situación. ‘Si la radiación es altanadie abre la boca por miedo a que no pue-da trabajar más’, reconoce Saito, uno de losvagabundos del parque Ueno de Tokio queadmite haber hecho ‘varios trabajos en lasplantas nucleares” (El Mundo, 18/3/11).

La central de Fukushima está gestiona-da por Tokyo Electric Power Company(PETCO), la cuarta empresa más grande delmundo. Su historial es lamentable. En 2003tuvo que cerrar temporalmente 17 de susplantas nucleares en el país cuando se supoque había falsificado los informes sobre se-guridad de las mismas. En 2006, volvió asuceder y no pasó nada, PETCO ha seguidoal frente de la mayoría de las centrales nu-cleares del país.

Y ahora parece que puede salir indemnede la situación. En Japón existe la Ley deCompensación para Daño Nuclear, pero se-gún informaba la agencia de noticias Kyodo(26/3/11), existe una sección 3 en dicha leya la que se podría acoger la empresa, en ca-so de “desastre natural grave de carácter ex-cepcional o insurrección” quedaría libre deresponsabilidad. En ese caso, sería el go-bierno quien tendría que hacer frente a todoel coste económico de la catástrofe (repara-ción de las instalaciones nucleares afecta-das, gastos medioambientales, indemniza-ciones y otro tipo de costes provocados di-rectamente por la catástrofe nuclear), queasciende, por ahora, a 12.300 millones dedólares, según www.bussinesslive.co.za

Desde el accidente tanto el gobierno co-mo PETCO han dado poca información ysiempre intentando minimizar la gravedadreal de la situación. Por ahora, todos los in-tentos de evitar el escape de gases y mate-riales radioactivos han fracasado, a pesar delos heroicos esfuerzos de los trabajadoresde la central y de los bomberos por estabili-zar la situación. Las condiciones en las queestán trabajando son tremendas. Reciente-mente se supo que los bomberos de Tokioson obligados a trabajar más horas de laspermitidas por las normativas de seguridadbajo amenazas de despido. Trabajan duran-te 26 horas seguidas sin más protección quemáscaras de gas y su traje habitual de bom-bero. Un electricista contaba al periódicobritánico Daily Telegraph que ellos trabaja-ban sin ningún tipo de protección. Tambiénse ha sabido que PETCO no ha proporcio-nado a los otros trabajadores que trabajandirectamente en el reactor la protecciónadecuada para los niveles de radiación. Enuna muestra de cinismo el responsable de laempresa dijo que todo fue una “lamentablefalta de comunicación”.

La magnitud real de la catástrofe nucle-ar no se conocerá hasta que no pase algúntiempo, incluso años, como sucedió en elcaso de Chernobyl. Por ahora hay 200.000evacuados, pero también está el alcance dela contaminación radioactiva y sus efectos.Según el Ministerio de Ciencia de Japón, a30 kilómetros de la central ya se superan losniveles naturales de radioactividad. La si-tuación aún no está controlada y la situa-ción empeora cada día que pasa.

Como explicamos en la declaración pu-blicada tras el accidente en Fukushima* elmovimiento obrero y sus organizacionesdeben oponerse frontalmente a la utiliza-ción de la energía nuclear, impedir la cons-trucción de nuevas centrales y exigir la pa-ralización de las ya existentes, demandandola nacionalización de las empresas del sec-tor energético y el desarrollo de fuentes de

energías limpias, bajo control de las organi-zaciones obreras y de consumidores, y ga-rantizando todos los puestos de trabajo queimplica el cierre de las centrales.

Las consecuencias del terremotoy la ineficacia del gobierno

Al accidente nuclear se suman las devasta-doras consecuencias del terremoto, hasta elmomento el más importante de la historia deJapón y el séptimo mundial. Se ha podidoconstatar que si bien las infraestructuras deTokio y otras grandes urbes sí estaban pre-paradas para un seísmo de esta magnitud, enlos pequeños pueblos y barrios pobres de lasgrandes ciudades la situación es radical-mente diferente. Han muerto y desaparecidomiles de personas que vivían en casas demadera arrolladas por el tsunami.

Todavía no existe una lista oficial devíctimas. Los últimos datos oficiales habla-ban de 10.000 muertos y más de 17.000desaparecidos, pero es evidente que esa ci-fra seguirá aumentando. Dos semanas des-pués del terremoto, llegaban aún noticias decadáveres abandonados por las carreterasen la Prefectura de Fukushima.

La situación de los supervivientes esdramática. Más de 250.000 personas se hanquedado sin hogar y ahora malviven en al-bergues, tiendas de campaña o estadios, sinrecibir apenas ayuda del gobierno. Lamen-table es también la situación dentro del áreade cuarentena impuesta alrededor de la cen-tral de Fukushima, recientemente la televi-sión japonesa mostraba imágenes de hospi-tales en los que se podían ver a los pacien-tes y personal sanitario abandonados a susuerte por las autoridades. Los 100.000 sol-dados de las Fuerzas Especiales moviliza-dos están destinados exclusivamente a res-catar cadáveres.

Durante el terremoto de Kobe de 1995,el gobierno nipón ya mostró su ineficaciacuando las tareas de ayuda a los supervi-vientes (alimentos, ropa de abrigo, etc.) co-rrió a cargo de 1,2 millones de voluntarios ytuvieron que ser organizadas por los sindi-catos y organizaciones comunitarias. Lomismo empieza a suceder en esta ocasión.Ante la inoperancia del gobierno, en Kansai

se han organizado los sindicatos para empe-zar a realizar estas tareas y decenas de mi-les de voluntarios de todo el país ya hanmostrado su disposición a ayudar en lasmismas.

Más de un millón de hogares se han que-dado sin suministro de agua y más de 2 mi-llones sin luz y gas. Para agravar aún más lasituación, el suministro eléctrico en el nor-oeste del país ha quedado interrumpido ytardará un tiempo en recuperarse totalmente,eso incluye “apagones programados” en To-kio, algo que no tiene precedentes. PETCOes la compañía que suministra la electrici-dad al área metropolitana de Tokio.

En el caso del suministro eléctrico sepuede comprobar la anarquía del sistema yfalta de planificación del capitalismo. Japónes el único país capitalista desarrollado quetiene dos frecuencias eléctricas distintas,una en el oeste y otra en el este del país. Elproblema es que existen nueve empresas re-gionales de electricidad privadas, cada unasuministra y distribuye la electricidad segúnsu propio criterio y beneficio. Sólo hay tresplantas que podrían transformar la electrici-dad para que pueda ser utilizada en las zo-nas afectadas del país, pero en las circuns-tancias actuales son insuficientes.

Las consecuencias económicaspara Japón y la economía mundial

Según el Banco Mundial los daños del te-rremoto equivalen a un 4% del PIB japonésy debemos recordar que incidirán sobre unaeconomía que lleva veinte años hundida enuna recesión económica de la que todavíano había conseguido salir. Este año las pre-visiones más optimistas hablaban de un cre-cimiento del 1,6%. Ahora será imposible, yno sólo se verá afectada la economía japo-nesa. Sería ridículo pensar que la tercerapotencia capitalista mundial sufre un cata-clismo de esta magnitud y no va a tenerconsecuencias para la economía mundial.

La prensa económica lo expresa así: “Elterremoto en Japón es uno de esos golpesque descarrilan las predicciones económi-cas. Hasta que se conozca el alcance de losdatos, la incertidumbre es la palabra clavepara las perspectivas japonesas y quizá tam-

Catástrofe nucNi accidente natura

La responsabilidad es d

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POR LA DEMOCRACIA OBRERA ABRIL 2011 • EL MILITANTE 9I N T E R N A C I O N A L

bién para las globales” (The Wall StreetJournal, 23/3/11). “Las empresas mundia-les de todo tipo, desde fabricantes de semi-conductores a constructores de barcos, seenfrentan a la interrupción de sus operacio-nes después de que el terremoto y el tsuna-mi en Japón destrozaran la infraestructuravital y dejara fuera de servicio fábricas queproducen desde componentes de alta tecno-logía hasta acero” (Reuters, 23/3/11).

Desde el inicio del terremoto, el BancoCentral de Japón ha inyectado en los mer-cados financieros 55,6 billones de yenes(más de 600.000 millones de dólares) paraevitar el hundimiento de la bolsa y el soste-nimiento de los mercados financieros. Aúnasí, la bolsa de Tokio ha perdido un 14% desu valor. Otro problema para la economíajaponesa es la cotización del yen, el 17 demarzo alcanzó su nivel más alto desde elperíodo de la posguerra. Todos los buitresque planean sobre los mercados financierosen busca de una oportunidad ahora la ven enJapón y en su necesidad de capital para ha-cer frente a la reconstrucción una oportuni-dad para especular con el yen. Un yen altodificultará las exportaciones japonesas.

Esta apreciación del yen también tieneefectos en el extranjero, por ejemplo, en susvecinos asiáticos. Según el Banco Mundial,la mitad de la deuda a largo plazo de la Re-gión del Este del Pacífico está dominadapor el yen y por cada 1% que se aprecie elyen, el servicio de la deuda aumenta en 250millones de dólares. Para un país como Chi-na que tiene sólo el 8% de su deuda en ye-nes puede que no represente mucho, peropara un país como Tailandia que tiene el60% de su deuda en esa moneda el efectopuede ser devastador.

Otro factor de inestabilidad implícito enla situación es que se desencadene una ten-dencia a la repatriación del capital nipón enel extranjero. Japón es la mayor naciónacreedora del mundo, cuenta con 3 billonesde dólares invertidos en activos en el ex-tranjero. Según el FMI es uno de los mayo-res compradores de bonos del tesoro norte-americano, unos 900.000 millones de dóla-res, así que juega un papel importante en elsostenimiento del sistema financiero esta-dounidense.

Los analistas también señalan con te-mor los efectos que la situación en Japóntendrá en los precios del petróleo ya que sueconomía es la tercera importadora mundialde crudo. La previsión es que la inutiliza-ción de las centrales nucleares accidentadasimplicará un aumento del consumo de pe-tróleo y eso puede significar el incrementode la importación en 375.000 barriles dia-rios. Además, esto se produce en un mo-mento de inestabilidad social y política enel norte de África y Oriente Medio, zonasproductoras de petróleo y gas.

Por último, pero no menos importante,está el impacto sobre la producción mundialde mercancías. Japón es un engranaje impor-tante en la cadena de montaje mundial yexisten serias preocupaciones sobre las con-secuencias en la cadena de suministros. Sonytuvo que cerrar ocho plantas, también cerra-ron Fuji, Glaxxo, Nestlé, Volvo, Nissan yHonda. Japón es la primera potencia mundialdel sector automovilístico, no sólo por cons-trucción de coches sino también por fabrica-ción de componentes. En las dos semanasposteriores al terremoto se habían fabricado335.000 automóviles menos y la escasez decomponentes se dejaba sentir ya en otros pa-íses, en el caso del Estado español ha efecta-do a la planta de Citröen en Vigo y de Opelen Zaragoza. El otro resultado inmediato se-rá la subida de precios de los vehículos. Lomismo sucederá en otros sectores, como enelectrónica y semiconductores. Por ejemplo,Japón produce el 40% de los chips de me-moria flash del mundo, según ObjectiveAnalysis, “a corto plazo podría sufrirse esca-sez de unidades y producirse una subida im-portante de los precios”. Eso se puede tradu-cir en presiones inflacionarias sobre la eco-nomía mundial y al mismo tiempo afectarnegativamente al consumo, un factor másque puede anclar la situación económicamundial en una situación de postración.

La reconstrucción, ¿un acicatepara el crecimiento económico?

Según los primeros cálculos del gobierno,el coste del terremoto podría superar los 25billones de yenes (309.000 millones de dó-lares), sin contar el accidente nuclear y sus

consecuencias. Muchos hablan ahora deque el plan de reconstrucción servirá de aci-cate para el crecimiento económico. Los38.000 millones de dólares gastados en losplanes de reconstrucción durante el terre-moto de Kobe, en 1995, no consiguieroncambiar la dinámica de la economía, ya en-tonces renqueante. Hay que tener en cuentaque a lo largo de las últimas dos décadas sehan dedicado cantidades ingentes de dineropúblico para tratar de animar a la economíajaponesa, sin que ninguno de los planes deestímulo económico tuviera éxito. Lo que síconsiguieron los planes anteriores es elevarla deuda pública japonesa al 225% del PIB,la mayor de los países industrializados. Ladeuda, pública y privada, está siendo unverdadero lastre para la economía nipona yuna nueva dosis de gasto público (que en to-do caso beneficiará a determinados sectorescomo las constructoras) ahondará todavíamás el problema. Además, la llamada re-construcción se producirá en un contextomucho más desfavorable de la economíamundial, inmersa en la mayor crisis capita-lista desde 1929.

El gobierno ya ha dejado entrever cómoy quién va a pagar la reconstrucción: los tra-bajadores. Pocos días después del terremo-to duplicó el impuesto al consumo, hasta el10%, lo que tendrá como consecuencia unapérdida de poder adquisitivo. También sehan suspendido, entre otras, las ayudasanunciadas a la infancia. Los sindicatos handenunciado al ministro de Trabajo, que, conla excusa del terremoto, alentó públicamen-te a los empresarios a no pagar la indemni-zación a los trabajadores despedidos duran-te la crisis provocada por el terremoto y lacatástrofe nuclear, según la ley tienen dere-cho a cobrar el 60% de su salario.

¿Resignación ‘a la japonesa’ante la adversidad?

Estos días muchos artículos de los mediosburgueses han hecho referencias al carácterjaponés, y a su supuesta aceptación pasivade las adversidades y paciencia infinita anteel sufrimiento, minimizando las señales demalestar y crítica hacia la mala gestión y laineficacia del sistema y sus representantes.

Pero estas ideas son interesadas y la rea-lidad es un poco diferente. Es normal queuna catástrofe de esta magnitud provoqueuna conmoción inicial. Pero, poco a poco,se producían cada vez más síntomas de laacumulación de rabia y creciente descon-tento entre la población. Los Angeles Timesrecogía las palabras de Shinichi Tanaka, an-tiguo trabajador de PETCO, alojado en unestadio desde que perdió su casa: “Hemosintentado mantener la calma y esperar, man-tener la confianza en nuestro gobierno, peroahora nos gustaría coger a los funcionariosdel gobierno por el pescuezo y golpearlos”.Comentarios de este tipo cada vez son máshabituales en la prensa y en la televisión.También hay noticias de saqueos en las zo-nas afectadas. El 19 de marzo, en Tokiounos mil estudiantes y trabajadores se ma-nifestaron por el distrito comercial. Laagencia de noticias Kiodo publicaba el 27de marzo una encuensta según la cual, el58,2% de los japoneses no aprueba la ges-tión del gobierno en la catástrofe nuclear(Europa Press, 27/3/11).

Crisis política

Hay varios síntomas de la preocupación dela clase dominante a que cuando pase laconmoción inicial la situación social sepueda escapar de su control. El primero esla gigantesca campaña de los medios de co-municación en Japón apelando a la “calmay la tranquilidad”, algo que teóricamente esinnecesario en un pueblo “resignado pornaturaleza”. El segundo, fue el discurso delEmperador, algo excepcional en la historiadel país, el anterior discurso fue pronuncia-do en 1945, para anunciar la rendición deJapón en la II Guerra Mundial. El conteni-do del discurso también fue una apelación

al “orden y la calma”, además de pedir “sa-crificios a todos”. Y, por último, el ofreci-miento del primer ministro a formar ungran gobierno de coalición y de unidad na-cional.

Desde 2009, al frente del gobierno estáel Partido Democrático Japonés (DPJ), fueun triunfo histórico ya que era la segundavez desde 1955 que el Partido Liberal(LDP) perdía unas elecciones. El DPJ ganócon un 42% de los votos con la promesa de“cambio”, pero dos años después nada hacambiado, no ha cumplido ninguna de suspromesas y se ha visto salpicado tambiénpor distintos escándalos de corrupción, per-dió las elecciones al Senado el pasado mesde julio y su tasa de aprobación está en el28%. Ahora el primer ministro, Naoto Kan,ha ofrecido al LDP y al Komeito (partidobudista) formar una coalición de gobierno.En cuanto al Partido Comunista de Japón,que consiguió un 10% en las elecciones, enlugar de denunciar la mala gestión del go-bierno y todo lo relacionado con la catástro-fe, está defendiendo el atraso de las eleccio-nes municipales y que no es el momento decríticas, sino de “ayudar al gobierno”.

En 1995, el terremoto de Kobe y la ma-la gestión por parte del Estado, acabó con elgobierno del Partido Socialdemócrata, des-de entonces este partido ha quedado reduci-do a una presencia minoritaria en el parla-mento. Y esa es la perspectiva más probablepara el DPJ, sobre todo teniendo en cuentaque se trata de un partido formado de esci-siones de distintos partidos que no dudaránen abandonar el barco cuando éste comien-ce a hundirse.

Los ingentes costes económicos de lareconstrucción para los trabajadores japo-neses se expresarán en nuevas medidas deausteridad que empeorarán más sus condi-ciones de vida. Como en el resto del mundodesarrollado, también en Japón los capita-listas durante estos últimos años han conse-guido mantener sus beneficios a costa de in-crementar la explotación de la clase obreray reducir sus condiciones de vida. Segúndatos oficiales del Ministerio de Bienestaren 2009, uno de cada seis japoneses vivíaen la pobreza. Ser pobre no significa nece-sariamente no obtener ningún ingreso. Des-de 1997 a 2007 el número de trabajadorespobres se duplicó, de 5 a 10 millones. Lossalarios también han caído, por ejemplo, enjunio de 2010 cayeron un 3,3% respecto almismo período del año anterior, y era el ter-cer año consecutivo de caída. El empleo fi-jo y el pleno empleo también han pasado aser reliquias del pasado. La tasa de paro esdel 4,9%, más de 3 millones de desemplea-dos. Y un 34,5% de los 55,3 millones de tra-bajadores son temporales o trabajan a tiem-po parcial.

El terremoto y la catástrofe nuclear sólosirven para añadir más vapor a una olla apresión preparada para estallar. La claseobrera japonesa ha demostrado a lo largo dela historia su capacidad de lucha, ha prota-gonizado luchas heroicas y ha participadojunto con la clase obrera mundial en losgrandes períodos de auge de la lucha de cla-ses: en los años 30 y 70. Las ideas comu-nistas y socialistas tienen una gran tradi-ción. Esas tradiciones las demostraron des-pués del terremoto de Kanto en 1923, cuan-do la clase dominante japonesa hizo recaerlos costes económicos de la reconstrucciónsobre la clase obrera, desencadenando unperíodo de gran turbulencia social. Durantelos últimos años hemos visto en Japón mo-vilizaciones masivas contra la energía nu-clear o contra la base norteamericana deOkinawa. Los acontecimientos que estamosviendo ahora intensificarán las contradic-ciones de clase e inevitablemente empuja-rán a una amplia capa de jóvenes y trabaja-dores a cuestionarse el capitalismo y a in-volucrarse en la lucha por una transforma-ción profunda de la sociedad.

*. Tras el terremoto. Catástrofe nuclear en Japón,el capitalismo responsable, www.elmilitante.net,18 de marzo.

clear en Japónal ni ‘castigo divino’del sistema capitalista

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10 EL MILITANTE • ABRIL 2011 POR LA DEMOCRACIA OBRERAE S TA D O E S PA Ñ O L

Óscar Egido

Dentro de la ofensiva generalizadade los capitalistas para hacernos

pagar la crisis, ahora le toca a la ne-gociación colectiva, y uno de los te-mas estrella es el de los aumentos sa-lariales. La patronal piensa que ante lasumisión mostrada por el gobierno ylos dirigentes sindicales es el momen-to de colarnos una de sus reivindica-ciones estrella: vincular los salarios ala productividad.

La excusa no podría ser más peregrina:como los precios de la energía y las mate-rias primas están subiendo mucho, si lossalarios les siguen, obligarán a las empre-sas a entrar en una espiral de precios-sala-rios. O sea, se trata de que alguien tieneque pagar la factura de estas subidas. Porsupuesto no pueden ser los empresarios engeneral o los monopolios energéticos enparticular con una reducción de los bene-ficios, sino los trabajadores. Bien mirado,no deja de ser llamativa la cara dura conque intentan convencernos de que la infla-ción no la crean las subidas de precios porparte de los empresarios sino los trabaja-dores cuando exigen no perder poder ad-quisitivo.

Como siempre hemos explicado losmarxistas, las subidas de salarios no creaninflación, sólo reducen la plusvalía que seapropia el empresario. Cuando éste no seresigna a ver disminuir sus beneficios e in-cluso intenta aumentarlos, dependiendo delas condiciones de mercado, sube los pre-cios de sus productos generando inflación.

Pero volviendo al meollo del asunto,¿qué es la productividad? En términos eco-nómicos es la producción por unidad detrabajo, es decir lo que produce cada traba-

jador o, más en detalle, lo que produce porcada hora de trabajo.

Dentro de toda la propaganda con laque nos obsequian sobre lo vagos, impro-ductivos y absentistas que somos, pareceque vincular los salarios a la productividadsería una manera de hacernos producirmás, pero obvian convenientemente que elprincipal factor de la productividad de untrabajador es la formación y la tecnologíade que dispone, y eso es responsabilidad delos empresarios. Por ejemplo, mientras en-tre 2000 y 2008 la productividad en la in-dustria española aumentó un 1,6% anual,en Alemania fue un 3% y en EEUU un4,6%. Los empresarios españoles se hancaracterizado históricamente por invertirpoco en innovación y tecnología y por supredilección por sectores como la cons-trucción y la hostelería, basados sobre todoen salarios bajos, explotación y precarie-dad de la mano de obra.

Pero incluso entrando en esa línea derazonamiento, la productividad por horatrabajada en el Estado español se situó en2009 en 42,5 dólares. En Alemania estabaen 50,5, así que algún despistado podría

pensar que la propuesta de la patronal con-siste en situar nuestros salarios en torno al90% de los alemanes (aquí se trabajan máshoras, con lo que la diferencia de producti-vidad total por jornada es menor), o en re-cuperar el peso que los sueldos tenían en larenta nacional en los años 70, lo que garan-tizaría un subsidio de 1.100 euros a cadaparado además de aumentos de más de 300euros mensuales para todos los trabajado-res. A alguno en la CEOE le daría un pata-tús si los dirigentes sindicales se plantaranen la mesa de negociación con este tipo deargumentos. Seguro que entonces el criteriode la productividad no era tan bueno.

Compensar la inflacióna costa de los salarios

La propuesta empresarial, en realidad, estámás acotada. Para poder comparar la pro-ductividad de un año para otro hay que eli-minar el efecto de los precios calculando laproductividad neta. Por ejemplo, si un añoel valor del pan producido en una hora detrabajo pasara de 100 a 105 euros pero losprecios hubieran subido un 5%, en realidad

se estaría produciendo el mismo pan sóloque más caro (la productividad neta sería lamisma). Este índice, que suele oscilar entorno a un 1% o 2% anual, es el que quierenusar para el aumento de salarios. Siguiendocon el pan, pretenden que si este año pro-duzco 101 barras por hora y el año pasadoproducía 100, mi salario aumente un 1% in-dependientemente de que después el pana-dero suba el precio de cada una de 50 a 60céntimos. Simplemente se trata de buscarcualquier excusa para seguir en la senda derebaja de salarios y precarización de la cla-se trabajadora. Además, el interés en des-vincularlos de la inflación revela el miedoque tiene la burguesía a que toda la liquidezque han inyectado en el sistema para salvarla economía y la banca del colapso acabegenerando subidas generalizadas de precios,y su intención de que en ese caso seamos ,una vez más, los trabajadores los que pa-guemos las consecuencias. Los dirigentessindicales deberían denunciar esta situacióny no sentarse a negociar algo con conse-cuencias tan negativas para los trabajadores.

Al igual que no tenemos la culpa de sucrisis, tampoco tenemos nada que ver en elcaos que domina la producción capitalista yen si ésta es más o menos productiva. Loque necesitamos es, en primer lugar mante-ner nuestro poder adquisitivo mediante unaescala móvil de precios y salarios, con uníndice elaborado por nuestras organizacio-nes que refleje realmente el aumento delcoste de la vida para las familias obreras, yen segundo lugar incrementar, o al menosmantener, la proporción de la renta total quese dedica a salarios, para no aumentar elgrado en que nos explotan los capitalistas.

Felipe Palacios

Afinales de marzo CCOO y UGT lle-gaban a un acuerdo con la familia

Ruiz Mateos y el Gobierno mediante elcual todos los trabajadores de las em-presas de Nueva Rumasa entrarían enun ERE y pasarían a cobrar del Estadodurante un periodo máximo de casi unaño, estuvieran sus empresas o no enquiebra. Además, la reestructuracióndel grupo exigirá el despido de entre500 y 1.000 trabajadores. De nuevo eldinero público acude al rescate de em-presarios como Ruiz Mateos.

Los datos demuestran el calado y la profun-didad de esta quiebra. Hace un año las em-presas de Nueva Rumasa dejaron de pagar ala Seguridad Social, acumulando una deudade más de 45 millones de euros, otros 700millones de deuda financiera y 100 máscaptados a inversores a través de los famo-sos pagarés. Este grupo es un enjambre demás 117 compañías y con cerca de 10.000trabajadores según la propia empresa.

Pero esto ya había ocurrido antes, el 23de febrero de 1983 el gobierno de FelipeGonzález se ve obligado a expropiar al gru-po Rumasa, con 18 bancos y cerca de 400empresas, por el descubrimiento de unacontabilidad “B” con más de 650 millonesde euros de agujero patrimonial, 120 millo-nes de deuda fiscal y tributaria y una peli-grosa concentración de riesgos en sus ban-cos. Pero no eran las primeras alarmas, yadesde 1978 el Banco de España venía aler-tando de esta situación. La consolidación yauge de este holding se gestaron en plenofranquismo. Ruiz Mateos siempre tuvo elapoyo de la banca, muchos de cuyos direc-tivos eran miembros del Opus Dei, como él.

Ruiz Mateos huye a Inglaterra y poste-riormente a Alemania donde es detenido yextraditado. Finalmente, apenas pisó la cár-cel y con los capitales que tenía en el ex-tranjero inició su nueva andadura empresa-rial y política ya que incluso logró ser ele-

gido diputado para el Parlamento Europeopara entorpecer sus causas judiciales. Jamástuvo que responder con su fortuna personaldel enorme desembolso que tuvo que hacerel Estado y además se le permitió empezarde nuevo su carrera empresarial, esta vezacompañado de sus hijos y de los préstamosdel Banco Santander, que alcanzan los 300millones.

La estafa piramidal

El actual grupo Nueva Rumasa no es unholding, no hay una empresa matriz que di-rija todo, pero en el fondo todo estaba inter-conectado, la propiedad de empresas de ali-mentación con cierto nombre en el mercadoeran las que se ponían como avales para ob-tener más préstamos y seguir comprandomás empresas, la llegada de la familia RuizMateos a una nueva empresa no significaba

más inversión sino el saqueo de la tesoreríapara pagar deudas anteriores, han sido pre-cisamente las marcas más conocidas comer-cialmente como Clesa o Dhul las que másdeudas con la banca tienen, con 79 y 20 mi-llones de euros respectivamente. En una es-piral de préstamos para comprar más em-presas que se retroalimentaba a sí misma,empezaron los problemas de liquidez queintentaron superar con la enorme campañapublicitaria destinada a obtener inversorespor medio de pagarés con una rentabilidaddel 8 y del 10%, y con los que consiguiócerca de 100 millones de euros. Una gigan-tesca estafa piramidal con dinero en paraí-sos fiscales y generosos préstamos de larespetable banca española que no tiene nin-gún empacho en financiar a esta familia de“emprendedores” empresarios.

Podemos ver, a través de la correspon-dencia que mantuvieron Ruiz Mateos y di-

rectivos del Banco Santander, cuál es la re-alidad del libre mercado y de los negocios.Textualmente Ruiz Mateos afirma: “quieroque sepas que mucha de la publicidad y co-mentarios que salen en los medios de co-municación, sobre inversiones y puestos detrabajo, forman parte del marketing de caraa la opinión pública, pues a la hora de laverdad… cuando llevamos a efecto algunaoperación mercantil, es porque recibimosmás de lo que invertimos… los tiempos noestán para invertir sino para recoger”. Todauna declaración de principios, de quién lada y de quién la escucha.

Finalmente varias de las empresas másemblemáticas han entrado en proceso con-cursal, antigua quiebra, porque las deudas aproveedores, ganaderos y a la seguridad so-cial han alcanzado proporciones gigantes-cas. Son decenas de miles los empleos afec-tados y muchas las empresas que serán li-quidadas a precio de saldo con la consi-guiente pérdida de empleos.

El papel de los dirigentes de CCOO yUGT ha sido afrontar esta cuestión como sihubiese ocurrido en una empresa pequeña,no han movilizado a los trabajadores hastaque los impagos de nóminas habían alcan-zado en algunas empresas varios meses y,finalmente, han alcanzado un acuerdo conRuiz Mateos para firmar un ERE. Esa no esla alternativa, probablemente muchas de lasempresas sean cerradas y liquidadas en elproceso concursal. Los dirigentes sindicalesde CCOO y UGT deberían exigir la nacio-nalización de todo el grupo sin indemniza-ción, que la familia Ruiz Mateos respondacon sus bienes y patrimonio y su enjuicia-miento por estafa.

Productividad, inflación y salarios

Nueva Rumasa, la historia se repiteLa familia Ruiz Mateos debe responder con su patrimonioy ser juzgados por estafa

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POR LA DEMOCRACIA OBRERA ABRIL 2011 • EL MILITANTE 11J U V E N T U D

Beatriz GarcíaSindicato de Estudiantes

El miércoles 30 de marzo miles dejóvenes en todo el Estado español

salimos a la calle en defensa de nues-tro futuro, secundando la jornada deprotesta convocada por el Sindicato deEstudiantes. Tras mes y medio de in-tensa intervención en cientos de cen-tros de estudio, distribuyendo cientosde miles de panfletos y realizando cien-tos de asambleas, los jóvenes hemosvuelto a dejar claro que no vamos apermanecer impasibles mientras el go-bierno del PSOE lleva a cabo todas lasmedidas, recortes y ataques a la clasetrabajadora, que le dictan los grandesempresarios para salvar sus benefi-cios multimillonarios a costa de empe-orar las condiciones de vida de nues-tras familias y de hipotecar el futuro delos jóvenes.

En multitud de localidades se han realizadoconcentraciones y manifestaciones. En Bar-celona, Tarragona, Valencia, Madrid, Mála-ga, Sevilla, Granada, Toledo, Talavera de laReina, Compostela, Coruña, Vigo, Gijón,Oviedo, Vitoria, etc., miles de jóvenes hanrecorrido las calles y llenado plazas al gritode: “¡Sí hay dinero, lo tienen los banque-ros!¡Después de estudiar queremos traba-jar!”. Entre las consignas más coreadastambién se escuchó: “¡Hace falta ya unahuelga general!”, aludiendo a otro de losmotivos de la movilización: el rechazo a lapolítica de desmovilización y pacto socialque están llevando a cabo los dirigentes sin-dicales de CCOO y UGT, aceptando y ava-lando todo tipo de ataques contra la claseobrera y sus familias.

Frente a los ataques el único camino esla lucha y la organización, por eso en lasmanifestaciones y concentraciones se ha in-cidido en la necesidad de que las direccio-nes sindicales rompan con esta política dedesmovilización y claudicación frente a laspresiones del gobierno y de los capitalistas.Justo ahora, cuando se están lanzando los

ataques más duros contra la clase obrera yla juventud, el papel de los dirigentes sindi-cales no es pactar sino movilizar, y movili-zar de forma seria, continuada y contunden-te. ¡Que la crisis la paguen sus responsa-bles, los capitalistas!

Estas ideas conectan con un sentimien-to muy extendido entre la juventud y lostrabajadores, incluyendo, por supuesto, labase de los sindicatos y muchos delegadosy comités de empresa. En la jornada deprotesta del 30 de marzo varios represen-tantes de comités de empresa, tales comoMercasevilla o Tussam en Sevilla, o deClass Manufacturing en Madrid, se dirigie-ron a los manifestantes animándonos a con-tinuar en la lucha y mostrándonos su soli-

daridad, explicando que los trabajadores ylos jóvenes tenemos los mismos intereses yque la unidad hace la fuerza. Estas inter-venciones fueron muy aplaudidas y respon-didas con el grito de: “¡Viva la lucha de laclase obrera!¡Obreros y estudiantes, unidosy adelante!”.

Organizarse para continuar la lucha

Frente a la brutal campaña de desprestigiocontra la juventud lanzada desde los mediosde comunicación, tachándonos de “genera-ción ni-ni” (que, supuestamente ni quere-mos estudiar ni queremos trabajar), tanto el30 de marzo como durante toda la campañaprevia, el Sindicato de Estudiantes ha pues-

to encima de la mesa cuál es la realidad: concasi un 50% de paro juvenil, la subida de ta-sas y el endurecimiento en el acceso y per-manencia en la universidad y, tan sólo estecurso, 50.000 no admitidos FP, lo que suce-de es que a los jóvenes ni nos dejan traba-jar, ni nos dejan estudiar.

Otro tema muy presente en esta movili-zación ha sido la revolución en el mundoárabe. Con consignas como: “Aquí, comoen el mundo árabe, ¡si no hay solución, ha-brá revolución!” La maravillosa lucha quelos jóvenes y trabajadores árabe están li-brando, derribando sangrientas dictaduras ymostrando con claridad que la lucha sirve yque ése es el único camino es una gran ins-piración para los jóvenes de todo el mundo.Si la juventud y los trabajadores organiza-dos han conseguido esto en condiciones derepresión salvajes, qué no podríamos conse-guir nosotros si las direcciones de CCOO yUGT, partiendo del éxito de la pasada huel-ga general del 29-S, lanzasen una lucha se-ria con el objetivo de echar atrás las contra-rreformas y de exigir una política en bene-ficio de los trabajadores.

En un contexto en que tanto el gobierno,como los medios de comunicación contro-lados por la burguesía, y los propios diri-gentes sindicales están machacando con laidea falsa de que “no queda más remedioque hacer sacrificios”, esta jornada de pro-testa ha tenido una grandísima importanciapolítica. Se ha levantado la bandera de la lu-cha y de una alternativa socialista y revolu-cionaria a la crisis capitalista. Ahora es ne-cesario convertir toda la simpatía y el apo-yo suscitado en organización y preparaciónpolítica para una lucha que no ha hecho másque empezar. Ni los capitalistas, con todosu aparato propagandístico, ni las direccio-nes sindicales reformistas van a poder con-tener indefinidamente el gran malestar so-cial acumulado. Los jóvenes debemos pre-pararnos para afrontar en los próximos añosun periodo que, sin duda, estará marcadopor las grandes movilizaciones y por laoportunidad histórica de acabar con el capi-talismo, un sistema caduco, innecesario yque está arrastrando a la humanidad a labarbarie.

Sindicato de Estudiantes • Málaga

E l 23 de marzo el Sindicato de Estu-diantes organizó un acto público en

Marbella (Málaga) en la escuela de adultosde Miraflores torre 5, encuadrado en lacampaña de convocatoria de la Jornada deProtesta estudiantil y juvenil que el día 30de marzo se realizó en todo el Estado.

Nuestro acto estaba desarrollándosecon normalidad cuando entraron en el aulaun grupo de nueve individuos que, pasadosunos minutos, lo interrumpieron de unaforma muy violenta y comenzaron a ame-nazar a todos los asistentes, brazo en alto yal grito de: ¡Viva España! Acto seguido sa-lieron del aula y comenzaron a destrozar elmobiliario de la escuela, amenazando a to-dos cuantos se cruzaban en su camino, in-tentando incluso arrancar los cuadros de lapared, golpeando paredes y muebles, rom-piendo cristales, tirando sillas, ensañándo-se especialmente con una mesa de librosque nuestra organización había colocado ala entrada del centro. La conmoción en laescuela fue muy grande, interrumpiéndoseclases y actividades. Los trabajadores delcentro muy afectados por lo ocurrido, lle-garon a temer por su integridad física.

En este acto, convocado conjuntamentecon sindicalistasde CCOO, UGT y CGT, ycolaboradores del periódico obrero EL MI-LITANTE reivindicábamos el necesario apo-yo de los trabajadores a la lucha de la ju-ventud, la necesidad de organizarnos y mo-vilizarnos conjuntamente frente a los ata-ques que estamos sufriendo a nuestras con-diciones de estudio, de trabajo y de vida, yexplicábamos que es necesario romper elpacto social y no aceptar una política endefensa de los beneficios de los que mástienen.

“Rojos de mierda, os vamos a matar atodos, con esto estáis avisados. Ya nos ve-remos”. El mensaje que estos elementosquerían transmitir estaba claro. Estos fas-cistas intentan amedrentarnos. Que no lu-chemos. Que nos resignemos a perder nues-tros derechos laborales. Que aceptemos elabaratamiento del despido, el saqueo de laspensiones, el desmantelamiento sistemáti-co de la educación y sanidad públicas.Aceptar la imposibilidad de acceder a launiversidad como algo incuestionable.Que permitamos que todos los recursosque deberían ser invertidos en el bienestarde la mayoría, sean regalados a los bancosy a los empresarios, culpables precisamen-

te de la crisis que nos quieren hacer pagara nosotros.

Desde el Sindicato de Estudiantes que-remos dejar claro que no nos van a asustar.Nuestra lucha es legítima y nuestras reivin-dicaciones justas. Contamos con el apoyode miles de jóvenes y trabajadores en Mar-bella, en Málaga, en Andalucía y en todo elEstado. Si buscan con estos actos de vio-lencia fascista que desconvoquemos nues-tras movilizaciones y nos vayamos a casaresignados, van a conseguir precisamentelo contrario.

No vamos a permitir que los matonesfascistas que defienden los intereses de losprivilegiados nos amenacen y agredan im-punemente. Exigimos la persecución, de-tención, juicio y castigo ejemplar de es-tos elementos. Si se atreven a atacar deesta forma un acto como el nuestro esporque se sienten seguros e impunes. Estotiene que terminar.

La mejor respuesta que podemos darante este tipo de agresiones es unir a todaslas organizaciones de izquierdas, organi-zando y generalizando el rechazo que laclase trabajadora y la juventud siente poreste tipo de elementos fascistas. Es preci-samente lo que vamos a hacer. Hacemos

un llamamiento público a partidos, sindi-catos y organizaciones de izquierdas a for-mar un frente único contra el fascismo. Porsupuesto, el fascismo y sus atentados noson sólo nuestro problema. Si no reaccio-namos con la mayor contundencia hoy,mañana su violencia volverá a ser dirigidacontra nosotros o contra cualquier organi-zación, trabajador o estudiante que intentedefender sus derechos.

En los próximos días haremos una rue-da de prensa para informar a todos los me-dios de comunicación, tanto de los avancesde la investigación, como de las accioneslegales y políticas que nuestra organiza-ción va a desarrollar.

¡Contra las bandas fascistas: lucha obrera y organización!

Miles de jóvenes salen a la calle en la Jornada deProtesta convocada por el Sindicato de Estudiantes

¡En defensa de la enseñanza pública!

¡Por el futuro de la juventud, que lacrisis la paguen los capitalistas!

Agresión fascista en Marbella a un acto en apoyo a la movilización estudiantil del 30 de marzo

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12 EL MILITANTE • ABRIL 2011 POR LA DEMOCRACIA OBRERA

En el último número de ELMILITANTE publicamos en

este apartado dos ejemplos delos cuales tenemos que sentirnosenormemente orgullosos, ya quereflejan precisamente la posturaque nosotros defendemos con res-pecto a las finanzas. Compañe-ros de diferentes empresas —In-ditex y EMTE— donaron el di-nero que recibieron por parte dela empresa a EL MILITANTE. Sibien es cierto que son casos di-ferentes, ya que en un caso esdinero arrancado a la empresapor la victoria de un juicio y lacorrespondiente lucha que loscompañeros han protagonizadoen Tarragona para conseguirla,y en otro caso es dinero que laempresa entrega en forma deresaltas y que nosotros denun-ciamos por su objetivo de divi-dir y comprar a los trabajado-res, y que los compañeros do-nan a EL MILITANTE para de-nunciar esta actuación por partede la empresa y contribuir a lalucha, la verdad es que ambosson ejemplos muy inspiradorespara todos.

Como venimos explicando,la necesidad de construir unas fi-nanzas revolucionarias, indepen-dientes, sostenidas gracias a los es-fuerzos y la solidaridad de nues-tra clase son un ingrediente ab-solutamente indispensable parapoder difundir las ideas del mar-xismo y defender nuestro progra-ma sin depender de ningún ele-mento ajeno a la clase trabajado-ra. Basándonos en nuestras pro-pias fuerzas, la fuerza de la clasetrabajadora, también en las finan-zas, será la única forma de poderdefender los verdaderos intere-ses de nuestra clase en las dife-rentes luchas y conflictos.

El año 2010 supuso para no-sotros un auténtico reto que lo-gramos finalizar con un resultadomuy positivo en lo que a finanzasse refiere. Para este año 2011, enel que los acontecimientos a ni-vel internacional se suceden auna velocidad de vértigo, po-niendo de manifiesto cada vez deuna forma más contundente la in-capacidad del capitalismo parasolucionar los problemas de lostrabajadores, también se deja

sentir cada vez más la necesidadde una alternativa revoluciona-ria. Para poder construir esta al-ternativa, este 2011 nos propone-mos luchar por un objetivo de164.000 euros. Como siempre,hacemos un llamamiento a todoslos lectores y suscriptores de ELMILITANTE a que nos ayuden aconstruir nuestras finanzas y di-fundir las ideas del marxismo enel movimiento obrero.

Desde el anterior númerohemos recibido las

siguientes aportaciones:

· Andalucía Or.: . . . . . 814 €· Andalucía Occ.: . . . . 119 €· Asturias: . . . . . . . . . . 230 €· Catalunya: . . . . . . . . . 117 €· Euskal Herria: . . . . . . 605 €· Galiza: . . . . . . . . . . . 269 €· Guadalajara: . . . . . . . . . 0 €· Madrid: . . . . . . . . . . . 548 €· P. Valencià: . . . . . . . . . . 0 €· Otras: . . . . . . . . . . . . 823 €· TOTAL: . . . . . . . . 3.525 €

OBJETIVO 2011: Luchemos porconseguir 164.000 euros y seguirdifundiendo las ideas del marxismo

FONDO DE LUCHA

Diego Parejo

¿Quién tiene razón, los marxistaso los anarquistas? Modificandoun poco la frase con la que Ba-kunin comienza su obra Dios y elEstado* de 1871, podemos intro-ducir el tema que dividió mayo-ritariamente al movimiento so-cialista durante el siglo XIX. Es-ta es la dura batalla, que mantu-vieron Marx y Engels contraProudhon y Bakunin.

A finales del siglo XIX el au-ditorio anarquista era bastantemás amplio que en la actualidad,sobre todo entre el campesinadoy un sector de la juventud radica-lizada de la pequeña burguesía,aunque también encontró eco ensectores amplios de la clase obre-ra. Es en este contex-to en el que Plejánovescribe Contra elanarquismo. Y es al-go que debemos te-ner claro para com-prender esta obra yno centrarnos sólo enlos posibles agraviosni en la dureza de suspalabras. Plejánov es-cribe con rabia, con in-tensidad amarga e irónica, con unapluma ágil y afilada que da trazosde sarcasmo, mostrándonos real-mente una crítica dolorosa peroque ve un futuro esperanzador pa-ra el movimiento obrero.

La crítica de Plejánov alanarquismo de los Stirner (aquien considera realmente padredel anarquismo y, posiblemente,como bien señala el autor, sea lamáxima expresión del individua-lismo burgués), Proudhon, Baku-nin y epígonos, se centra princi-palmente en el campo filosófico.En las concepciones que losanarquistas tienen sobre el hom-bre, sobre la sociedad, y sobre larelación que existe de estos dosconceptos. Como bien señala

Plejánov, esta filosofía cae una yotra vez, irremediablemente porel punto de vista desde el cual separte, en el idealismo más anti-histórico y antimaterialista. Sibien Bakunin y algunos de susdiscípulos, se consideraban ma-terialistas históricos (no com-prendiendo pese a ello, mucho delas enseñanzas de Marx), otroscomo Kropotkin o Reclus —aquien Plejánov lanza sus más fu-ribundas y duras críticas— nie-gan el materialismo dialéctico, yse centran en los estudios gra-dualistas de las ciencias natura-les, aplicándolos en la sociedad.Esta es la muestra más evidentedel claro carácter reformista quetiene el pensamiento anarquista.

Parece paradójico, casi tragi-cómico, que sea elpensador ruso quientome a los anarquis-tas por reformistas.La traición de Plejá-nov y otros tantos, ladegeneración de laSegunda Internacio-nal representaron unaverdadera prueba yun campo de batallapara el marxismo.

Muchos pensadores anarquistascentraron sus esfuerzos en la lu-cha económica y eso les llevó alo contrario de lo que queríanobtener, a la desorientación y, fi-nalmente, abandonar la luchapor el socialismo. Aunque hoy elanarquismo no tenga la audien-cia de masas de la que disfrutabaen el momento en que Plejánovescribió este libro, es una obracentral en la obra del autor rusode obligatoria lectura para todoaquel que quiera comprendercuál es la diferencia ideológica yfilosófica entre marxismo yanarquismo.

* “¿Quiénes tienen razón, los idealistas olos materialistas?”.

Contra el anarquismoJorge Plejánov

Crítica de libros

80º aniversario de la proclamación de la Segunda República¡En defensa de la memoria histórica!

Tributo a los luchadores antifascistasde la revolución y la guerra civil¡Participa en los actos públicos!

· Santiago de Compostela: martes 5 de abril a las12:00h. Facultade de Xeografía e Historia da USC.

· Ferrol: martes 5 de abril a las 19:00h.Librería Marxista (rúa Pontevedra, 18).

· Oviedo: miércoles 6 de abril a las 12.00h.Campus Universitario del Milán. Salón de Actos.

· Gijón: miércoles 6 de abril a las 19:00h.Ateneo de La Calzada, Sala 3-4.

· Madrid: jueves 7 de abril a las 19:00h. Club de Amigosde la Unesco (CAUM, Plaza de Tirso de Molina 8).

· Tres Cantos (Madrid): viernes 8 de abril a las 19:00h.Casa de la Juventud.

· Valencia: miércoles 13 de abril a las 19:00 h. Facultatde Filologia, Aula S-04 (VIII Setmana del Marxisme).

· Sevilla: del 25 al 28 de abril. I Jornadas Marxistas -Memoria Histórica (Universidad de Sevilla, Rectorado).

E ste 14 de abril se conmemora el80º aniversario de la proclama-

ción de la Segunda República y delinicio de un amplio proceso de re-volución social que culminaría entres años de guerra contra el fascis-mo. Como tributo a los luchadoresantifascistas, la Fundación FedericoEngels acaba de publicar el primervolumen del libro de Juan IgnacioRamos, Revolución Socialista yGuerra Civil (1931-1939). Estaobra pretende proporcionar una pa-norámica general de los anteceden-tes históricos de los acontecimien-tos de los años 30. Como señala elautor en la introducción: “No es di-fícil observar la persistencia de unclaro hilo conductor, una línea decontinuidad histórica entre los tresaños de lucha armada contra el fas-cismo y revolución social, y lasgrandes conmociones políticas, lashuelgas y los movimientos insurrec-

cionales del último tercio del sigloXIX y los primeros decenios del si-glo XX. En estas sacudidas, y en laproclamación de la segunda Repú-blica, es posible observar cómoemergen los protagonistas de unahistoria silenciada. Miles de hom-bres y mujeres, trabajadores anóni-mos del campo y la ciudad, que cre-yeron con pasión en una vida mejory que se levantaron, una y otra vez,contra la opresión y la injusticia”.

El libro también cuenta con unaamplia introducción donde se abor-dan la política de exterminio contrala izquierda practicada por el ejérci-to franquista en la guerra civil, la re-presión bajo la dictadura y un balan-ce de los años de la Transición.

Para presentar este libro y deba-tir sobre aquellos acontecimientosrevolucionarios, en un momento enque la lucha por recuperar la Me-moria Histórica frente a los ataques

de la derecha y los sectores neo-franquistas incrustados en el apara-to del Estado es aún más importan-te, te invitamos a participar en losactos públicos que hemos organiza-do. A pesar del tiempo transcurrido,la crisis del capitalismo mundialpone de manifiesto que aquella lu-cha no fue en vano, y que las ideasde transformación social que lleva-ron al combate a una generación detrabajadores, campesinos y jóve-nes, siguen siendo completamentenecesarias.Sigue la campaña en www.elmilitante.net

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POR LA DEMOCRACIA OBRERA ABRIL 2011 • EL MILITANTE 13S I N D I C A LVicent Rodrigo

Delegado de CCOO en AENA - NavegaciónAérea, Aeropuerto de Manises (Valencia)

El inicio de la privatización de AENAla anunció Zapatero el 1 de diciem-

bre poniendo con un Real Decreto enlos estantes del mercado los aeropuer-tos de Barajas y El Prat como “produc-to estrella”.

Las huelgas para navidad, anuncia-das por los dirigentes sindicales comorespuesta a los planes del gobierno, fue-ron sofocadas violentamente con la im-posición de un estado de alarma que te-nía preparado el gobierno para la oca-sión, utilizando la propaganda mediáti-ca para crear confusión: “los controla-dores y el resto de trabajadores de ae-ropuertos son unos privilegiados”.

Desde la declaración del estado de alarma,las acciones y mensajes contradictorios dela Coordinadora Sindical Estatal (CSE, con-puesta por CCOO, UGT y USO) provoca-ron un ambiente de pesimismo entre los tra-bajadores quienes veían cómo los esfuerzosse iban en crear y defender un documentode garantías que la empresa y el Ministeriode Fomento ninguneaban.

Ante este insultante panorama la CSEse vio obligada a organizar, por fin, un ca-lendario de lucha que se inició en una ma-nifestación estatal en Madrid el 26 de febre-ro contra la privatización. Por ahí es pordonde se debía haber empezado. Esta mani-festación permitió a los trabajadores de to-dos los aeropuertos organizarse, debatirlaen asambleas y revertir el ambiente de pesi-mismo que se había enquistado, demostran-do su fuerza en la calle. El 26 de febrero losrepresentantes sindicales anunciaron unamovilización que prometía un caos en losaeropuertos durante las próximas festivida-des de Semana Santa y de verano. Los mi-les de trabajadores allí presentes escucha-ron y apoyaron estas medidas con gran en-tusiasmo.

El ministerio, la CSE y la presiónde los trabajadores

La empresa y el ministerio empezaron asentir la presión de una huelga que desbara-taba los negocios hosteleros y de restaura-ción durante la Semana Santa. Las reservasde vuelos, hoteles y restaurantes se tamba-leaban y esta vez, a diferencia de la huelgade diciembre llevada a cabo por los contro-ladores, no podrían establecer el estado dealarma. Estábamos en un panorama distin-

to, no había “pasajeros secuestrados”, yademás quienes convocaban la huelga nopodían ser tachados por cobrar sueldos de200.000 euros al año; esta vez el ministeriose la jugaba con trabajadores de 1.200 eurosmensuales y el mangoneo de los medios decomunicación tendría efectos muy limita-dos sobre una clase trabajadora cada vezmás consciente y cansada de las mentiras.Los servicios hosteleros empezaban a pre-sionar al gobierno para que moviera ficha.

La respuesta no se hizo esperar. El pre-sidente de AENA y sus amigotes, siguiendolas directrices del ministerio, no sin anteshacerse los desinteresados, se vieron obli-gados a sentarse en una mesa de negocia-ción para arreglar las cosas, para evitar quelos daños económicos en la economía turís-tica fueran en aumento. Esta vez no hubotanto desprecio y ninguneo, con los trabaja-dores en pie de guerra las condiciones paranegociar eran bien distintas y el ministeriotuvo prisa por solucionar el conflicto. Fue-ron tantas las prisas que en pocos días secreó un preacuerdo en el que la privatiza-ción seguiría adelante y los trabajadoresmantendrían en las futuras empresas priva-das las mismas condiciones laborales.

Desde el primer momento la CSE viocon buenos ojos aceptar una buena ofertadel ministerio aunque se mantuviera la pri-vatización. Esta era la mejor opción que po-dían imaginar. Parece ser que no pensaronque la clase trabajadora se verá perjudicadasi los beneficios de los aeropuertos se van a

bolsillos privados; ese dinero sirve para ga-rantizar las pensiones, educación y sanidadpúblicas.

Los dirigentes sindicales no llevanla lucha hasta el final

Mientras la CSE demostraba una falta deconfianza en la fuerza y decisión de la ma-yoría de los trabajadores, otros más comba-tivos llevaban tiempo reuniéndose, deba-tiendo, animándose y sacando la conclusiónde que la mejor garantía de conservar el tra-bajo era luchando por una AENA pública yque, a pesar de las dificultades, podía con-seguirse si se organizaba bien en los aero-puertos más importantes y si se extendía lalucha a otros sectores que estaban sufriendola misma suerte.

Muchos trabajadores pensamos que unahuelga exitosa pasa por afrontar el proble-ma de los servicios mínimos para superarlo,en lugar de cerrar los ojos y eludir la cues-tión. De hecho, los trabajadores conocemosnuestro trabajo mejor que los ministros ysabemos de sobra que los jefes siempre sehacen los despistados cuando se incumplenlas propias normas que ellos mismos redac-tan; los trabajadores somos quienes mejorconocemos las miserias administrativas ytécnicas de nuestro día a día, asuntos deli-cados que muchos denunciamos y que laempresa desatiende. Enfrentarse a unos ser-vicios mínimos con seriedad implica no ha-cerse cargo de estas miserias durante un

tiempo, establecer medidas no ilegales muyconcretas en cada puesto de trabajo paraque durante esos días de huelga la desidiade la empresa salga a flote y se demuestre labuena voluntad que los trabajadores pone-mos a diario para que los aeropuertos fun-cionen correctamente.

En muchos aeropuertos hubo iniciativaspartiendo de asambleas. Por ejemplo, enBarajas, el 9 de febrero, surgió la AsambleaF9, que convocó cinco días después unaacampada en la Terminal 4 (T4), todavía ac-tiva, los días 23 de febrero y 9 de marzo hu-bo cacerolada en la T2; el día 24 de febrerohubo un paro de dos horas.

Mientras debates como estos ocurrían enlos centros de trabajo, mientras la plataformaF9 y su lucha contra la privatización recogíamás de 20.000 firmas y agrupaba diversoscolectivos de dentro y fuera de AENA, mien-tras se organizaba la lucha en los centros detrabajo, la CSE llegó a la conclusión de queno teníamos fuerza y alegó que estas inicia-tivas no eran representativas dado el escasonúmero de la gente que había detrás, ignoróideas que podían funcionar y estableció de-prisa y corriendo una asamblea y referéndumprematuros de SI o NO al preacuerdo; el SIque ellos defendían era una garantía de futu-ro y el NO era una pesimista incertidumbre.En la asamblea previa al referéndum en Ma-nises (dos días antes), los representantes sin-dicales confesaron a los trabajadores que elcalendario de lucha había sido un farol, queen realidad no teníamos fuerza y que se lahabíamos colado al gobierno, a esos jugado-res profesionales del póker.

La realidad es que los dirigente sindica-les hicieron un planteamiento muy tenden-cioso y sin un plan de lucha bien estableci-do que afrontara los servicios mínimos. An-te esto un sector de los 11.000 trabajadoresafectados no fue a votar (la participaciónfue del 67,56%), y muchos se vieron aboca-dos a votar SI al preacuerdo; saliendo un67,7% SI frente a un 32,28% NO, nulos yblancos. Teniendo en cuenta el poco tiempoque hubo para el debate y las condicionesde la asamblea los trabajadores demostra-ron una vez más una capacidad de lucha yuna conciencia extraordinarias. Virtudesque de momento están siendo encubiertaspero que debido a la profundidad de la cri-sis y a los ataques que por ello vendrán,acabarán saliendo a flote.

Víctor Taibo

La Comunidad de Madrid (CAM), go-bernada por el PP, anunció el pa-

sado mes de marzo el cierre en 48 ho-ras de los centros ocupacionales deatención a personas con discapaci-dad Magerit y Fray Bernardino en elbarrio de Carabanchel, así como delcentro de atención a discapacitadospsíquicos de Arganda. A pesar de quela Comunidad de Madrid ha justifica-do el cierre con la intención de hacerreformas, no se ha dado garantía al-guna de que dicho cierre no sea defi-nitivo.

Muchos de los usuarios de los centros lle-van años haciendo su vida en los mismos,por lo que el traslado les supone un graveperjuicio, separándoles en muchos casos desus compañeros y amigos. Por otro lado,los familiares no saben dónde van a serreubicados, pudiendo verse obligados eldía de mañana a realizar grandes desplaza-mientos tan sólo para poder visitarles.

La CAM ataca con esta medida a unode los sectores más desprotegidos de la so-

ciedad. El hecho de que esta decisión seimponga con un plazo tan sumamente bre-ve y sin avisar a los familiares de los usua-rios y a los trabajadores de los centros, de-muestra la mala fe con que ha actuado elgobierno de Esperanza Aguirre, eviden-ciando lo que son más que sospechas sobresu intención de cerrar estos centros de for-ma definitiva.

Familiares y trabajadores han denun-ciado que el traslado de muchos de losusuarios a otros centros está saturándolos.Muchos de ellos ya estaban al máximo desu capacidad, completamente hacinados,ocupando zonas comunes o salas destina-das a otros fines. En el caso del centro Ma-gerit, donde se encuentran personas conmayor afectación y problemas de movili-dad, se ha planteado alojar a 25 personasen 20 metros cuadrados, donde es obvioque no caben con sus sillas, y menos aúncon el mobiliario y equipamiento necesariopara atenderles.

Esto es una muestra más de la constan-te campaña de acoso y derribo contra losservicios públicos que viene ejerciendo laderecha en Madrid con la intención de pri-vatizar todos aquellos servicios de los quese pueda sacar tajada. Uno de estos secto-res es el de la dependencia, donde han pro-liferado numerosas fundaciones y entida-des privadas que obtienen grandes benefi-cios prestando un servicio social esencial.

Frente a este brutal ataque, los dirigen-tes sindicales de CCOO y UGT firmaronun acuerdo con la Comunidad, implicandoa las AMPAS de los centros afectados, loque en la práctica supuso avalar el cierre delos centros. Los dirigentes sindicales vuel-ven a equivocarse. Deben escuchar a lostrabajadores, familiares y usuarios de loscentros y hacer frente a estos ataques me-diante la lucha y la organización, tal y co-mo están haciendo los propios afectados.

Trabajadores, familiares y usuariosmantienen ocupado desde hace 23 días el

centro ocupacional Magerit a la espera deuna solución justa, habiendo iniciado unacampaña de firmas y recogiendo hasta elmomento más de 11.000. Por otro lado, hanorganizado numerosas concentraciones yconvocado una manifestación el 30 demarzo en el barrio de Carabanchel con másde 1.500 personas.

Con este nuevo ataque se profundizala política privatizadora de EsperanzaAguirre, de la que también están sufrien-do sus consecuencias muchos otros secto-res como la sanidad y la educación. Losdirigentes sindicales de CCOO y UGT, envez llevar a cabo una política combativa yde clase unificando los distintos conflic-tos y fortaleciendo la organización de lostrabajadores, hacen frente a los distintosataques de forma aislada, tratando de re-solverlos en los despachos. Pero como di-jo un viejo sindicalista, ¡lo que no se ganaen la calle no se puede ganar en los des-pachos!

La Comunidad de Madrid ataca a los más débiles

Firmado el acuerdo en AENA

Cierre de tres centros de atención a ancianos y discapacitados

Los dirigentes sindicales asumen la privatización

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14 EL MILITANTE • ABRIL 2011 POR LA DEMOCRACIA OBRERAS I N D I C A LTrabajador de un almacén del textil

Vitoria-Gasteiz

Las condiciones salariales de las/ostrabajadoras/es del comercio textil

en Álava/Araba, como en Euskal Herriay en todo el Estado, son cada vez másduras, más precarias, sobre todo entreaquellos que trabajan a tiempo parcial,que cuentan con auténticos contratosbasura. Pero incluso para los que tra-bajan a tiempo completo, en la mayoríade los casos no llegan a cobrar ni losmil euros por una jornada que sueleser de entre 8 y 9 horas diarias, seis dí-as a la semana. Además en enero la pa-tronal quiso dar un golpe más a los tra-bajadores: aumentar la jornada 20 ho-ras más por una triste subida salarialde 6 euros para las/os trabajadoras/esa tiempo completo.

Pero con lo que no contaba la patronal, yque le sorprendió y asustó, fue ver que nadamás conocer la noticia las plantillas de tra-bajadores de los diferentes comercios, orga-nizados en sus sindicatos, levantaron labandera de la lucha. Tanto ELA, CCOO co-mo UGT convocaron conjuntamente unahuelga el 7 de enero en el comercio textil dela provincia de Araba, además de un plan demovilizaciones. Aparte de renunciar com-pletamente a trabajar 20 horas más sin au-mento de sueldo, pidieron una subida sala-rial por encima del IPC y una revisión delconvenio.

Gran seguimiento en lasmovilizaciones

Al grito de “¡Hoy no se compra! ¡Estamosen huelga!” unas 150 trabajadoras en Vito-ria-Gasteiz se movilizaron el 7 de enero,precisamente el día en que se inaugurabanlas rebajas, para así hacer oír su voz másfuertemente. Una parte bastante importantedel sector quedó esa jornada totalmente pa-ralizado.

Las movilizaciones pillaron a más deun consumidor por sorpresa. Pasadas lasdiez de la mañana comenzaron las movili-zaciones en el centro comercial El Boule-vard. Decenas de trabajadoras y algún tra-bajador iniciaron así la protesta coreandoconsignas como “Con sueldos de 800 noda para vivir”. Luego la marcha continuópor el centro de la ciudad donde muchastrabajadoras bajo la estricta vigilancia dela ertzaintza decidieron entrar en la tiendaZara y organizar una sentada. Entonces sevivieron momentos de tensión, cuando lapolicía intervino la documentación e iden-tificó en varias ocasiones a representantesde la protesta. Cabe denunciar que las mo-vilizaciones se dieron bajo un desmesura-do y aberrante despliegue de la ertzaintzajunto a fuerzas de seguridad privadas queen todo momento vigilaban y práctica-mente intimidaban a las trabajadoras paraimpedirlas ejercer su derecho a los pique-tes informativos.

Por supuesto, para la patronal alavesadel sector textil, Unimoda, la huelga y lamovilización fueron totalmente insignifi-cantes. Es curioso porque mientras decíanesto, acto seguido el presidente de Unimo-da acusó a las trabajadoras de haber hechoun gran daño convocando la huelga el díaque empezaban las rebajas. “No podían ha-ber escogido otro día, si buscaban hacer da-ño al sector, lo han conseguido”. Ese día lasventas en Vitoria-Gasteiz descendieron deforma importante, entre un 35 y un 50%, se-gún los sindicatos.

La lucha, la organización y launidad de acción nos hace másfuertes

Gracias a la lucha la patronal se vio obliga-da a decir que había posibilidades de retirarla propuesta del aumento de la jornada la-boral. En realidad, desde entonces la em-presa lo que quiere es ganar tiempo a base

de ejercer presión sobre los delegados deempresa quienes dijeron que si no había so-lución continuarían las movilizaciones. Dehecho, aunque se han realizado varios en-cuentros entre trabajadoras/es y patronal,está claro que Unimoda no está por oír lasreivindicaciones de las trabajadoras.

Es innegable que los ataques contra es-te sector no han hecho más que empezar,pero esta lucha ha demostrado que las/ostrabajadoras/es tienen muy claro que estándispuestas a batallar por sus derechos labo-rales y a luchar por conquistas en sus em-pleos.

La lucha no ha hecho más que empezar.Cabe valorar positivamente la posición delos sindicatos uniéndose en esta primerahuelga, demostrando que la unión ha hechola fuerza. Pero la lucha debe continuar. Pa-ra ello, además de la unión también es ne-cesario un programa que defienda nuestrosauténticos intereses, los intereses de la cla-se obrera.

Una trabajadora afiliada a CCOO

Todos los medios de comunicacióncuando tratan los temas sobre dis-

capacidad, hablan de accesibilidad uni-versal, de asistencia personal, de lasayudas que los gobiernos dan a lasempresas por contratar a una personacon discapacidad, etc. Palabras boni-tas que realmente esconden una reali-dad mucho más oscura.

Este articulo tiene como objetivo explicarla situación que vivimos los trabajadoresque tenemos una discapacidad. Y como to-do, esto también es una cuestión de clase.Todos los trabajadores estamos sufriendolas penurias de la crisis capitalista, que uni-do a una mala gestión de nuestros gobier-nos tanto en materia económica, como so-cial y política, cada día nos pone más tra-bas. Y mientras, esos mismos gobiernospremian a los bancos y a las empresas quehan provocado esta crisis.

Los trabajadores con discapacidad nosvemos sometidos a una gran precariedadlaboral, con convenios por debajo de losmínimos, ya que aunque haya conveniosregionales, provinciales o estatales, en lossectores que ocupamos, como el sector so-cio-sanitario, seguridad, limpieza, metal,etc., se nos imponen unos convenios aúnen peores condiciones, “convenios pro-pios” sin representantes de los trabajado-res, y si los hay, figuran como si no exis-tieran. Y aunque en algunas pocas empre-sas mantengan los convenios por los que serigen los compañeros que no tienen disca-

pacidad, como les pasa a ellos tampoco secumple, y el fraude en la contratación es al-go normal.

Además, los trabajadores que padecenuna enfermedad mental y una discapacidadintelectual aún tiene peores condiciones.De esta forma las empresas contratan a dis-capacitados y a la vez que lo utilizan comopublicidad para demostrar su bondad, seahorran miles de euros en salarios utilizán-donos como mano de obra barata. Todo es-to sin contar las innumerables subvencio-nes que reciben de las diferentes adminis-traciones públicas.

Algunos ejemplos en Guadalajara

Hablemos por ejemplo, de CEE-INTEGRA(Clece), nuestros amigos de Clece tambiéntienen este centro especial de empleo;FUNDOSA-PILSA (ONCE); Manchalan(centro especial de empleo), etc. Dedica-das a trabajos en cadena (manufacturas),servicios, limpieza, etc. casi todas ellasrecibiendo subvenciones de más de 5.000euros si contratan por un año a una perso-na con discapacidad. La realidad es queen muchas ocasiones se produce fraudeen estos contratos y somos contratados ydespedidos al antojo, sin que desde la ad-ministración se pongan los suficientesmedios para controlar esto o en algunoscasos contando directamente con su com-plicidad.

Contamos con asociaciones y federa-ciones de personas con discapacidad, comoCOCEMFE, en la que se realizan trabajosde inserción. Casi todos los trabajadores de

las asociaciones son discapacitados, y de-bido al recorte de subvenciones y a la de-sastrosa situación económica de algunasadministraciones se ha retrasado el ingresode las subvenciones y se han producido im-pagos de los salarios. Al trabajar dentro delas asociaciones se ve de una forma claracómo realizan una tarea que deberían reali-zar las oficinas de empleo públicas. Este esel caso del servicio que realizan las asocia-ciones, denominado Servicio Integral deEmpleo (SIL), y que consiste en contactarcon “empresas” para ofrecer demandantesde trabajo, cualificados, informándoles delas subvenciones que reciben al contratar-los. En COCEMFE, por ejemplo, recibi-mos algunas ofertas donde se pedían cuatropersonas con discapacidad física y cuatrointelectuales, las dos con un salario real-mente irrisorio: las físicas de 600 euros conpagas extras incluidas y las intelectuales450 euros, por el mismo trabajo y horario.Normalmente el salario que ofrecen es deunos 600 o 700 euros con pagas extras,cuando un trabajador sin discapacidad co-braría unos 800 o 900 euros más las dos pa-gas extraordinarias.

Es necesaria una alternativade clase

Al final los problemas que sufrimos los tra-bajadores discapacitados también son unacuestión de clase. Muchos de nosotros so-mos discapacitados por culpa de accidenteso enfermedades laborales, y estamos can-sados: después de haber tenido que lucharpara que los tribunales nos reconocieran

nuestra discapacidad, ahora no encontra-mos un trabajo digno y nos vemos someti-dos a una explotación salvaje e indecentepor parte de los grandes empresarios, y sino a cobrar míseras pensiones que desdeluego no cubren ninguna de las necesida-des más básicas. Estos problemas son ex-clusivos de los discapacitados que nos ve-mos obligados a vender nuestra fuerza detrabajo, ya que si eres un empresario quetiene una discapacidad o provienes de unafamilia adinerada las condiciones son muydiferentes. Nosotros como parte de la clasetrabajadora, también nos encontramos enmuchos casos con la inactividad de los sin-dicatos de clase que no llevan a cabo nin-guna información sobre nuestro sector, ynos vemos bastante desamparados a la ho-ra de poder reivindicar nuestros derechos.

Aunque en teoría tenemos los mismosderechos, a la hora de la verdad seguimosestando en unas condiciones tercermundis-tas, las leyes en accesibilidad desde 1994,como la asistencia personal, no se aplican.En última instancia los trabajadores condiscapacidad somos utilizados por el siste-ma capitalista como mano de obra barata.Si ha sido así durante el boom económico,ahora con el desarrollo de la crisis econó-mica todo apunta a que nos vamos a ver so-metidos a un grado mayor de explotación.

¡A igual trabajo, igual salario!¡Retirada inmediata de las

subvenciones a las empresas querealizan fraude en la contratación!¡Si quieres igualdad, lucha por el

socialismo!

Trabajadoras y trabajadores del comercio textil de Álava

Un sector muy castigado, con condicioneslaborales muy precarias, salta a la lucha

La discapacidad: una cuestión de clase

Izquierda: concentración frente a un centro comercial; derecha: un ertzaina identificando a los miembros de un piquete

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POR LA DEMOCRACIA OBRERA ABRIL 2011 • EL MILITANTE 15S I N D I C A L

EL MILITANTE.— Te encuentrasen busca y captura por no presen-tarte el 18 de febrero a un juiciopor haber participado en los pique-tes de la huelga general del 29-S.Hay muchísimos más compañerodel SOC-SAT sobre los que pesanmultas y amenaza de cárcel, ¿cuán-tos son y qué penas se piden?

Diego Cañamero.— Bueno, enestos momentos tenemos 350 com-pañeras y compañeros imputados,tenemos una petición de multas ensu conjunto de 400.000 euros y unapetición de cárcel de más de 60 años.No tenemos ninguna duda que estarepresión es por nuestra práctica sin-dical combativa y de lucha que esta-mos manteniendo frente a la crisis yla política del gobierno de doblegar-se a los intereses de los capitalistas.

EM.— Esta actuación deja cla-ro el carácter de clase de la justiciaburguesa: generosa y permisivacon los poderosos mientras persi-gue con saña a quienes luchan porla justicia social. ¿Crees que el ob-jetivo es criminalizar el sindicalis-mo combativo y castigar de formaejemplarizante a quienes se movi-lizan en defensa de sus derechos?

DC.— Eso ha sido siempre así,la burguesía siempre ha utilizadotodos los medios para que el pueblono consiga sus derechos ni su digni-dad. Han utilizado diferentes méto-dos en cada época, pero ahora a laburguesía aparentemente más “de-mocrática” no le “interesa” la cárcel,no le “interesan” las torturas (aunquesigan existiendo), sino que lo que real-mente le interesa son las multas, losjuicios, los procesamientos para mer-mar la capacidad de lucha de las or-ganizaciones obreras que no se ven-den, que no se doblegan a los planesque ellos tienen.

EM.— ¿Cómo estáis respon-diendo a este ataque por parte delEstado?

DC.- Estamos respondiendo aeste estrangulamiento económicohaciendo frente a las multas con lasaportaciones económicas de nuestroscompañeros y otras organizacionescompañeras. Hemos tenido que des-mantelar algunas estructuras organi-zativas de nuestro sindicato para po-der destinar esa fuente económica ahacer frente al pago de las multas ylos juicios. Pero también tenemosque decir que esto lo llevamos su-friendo desde hace treinta años, enunas épocas con más virulencia porparte del Estado, en otras menos, yahora de una manera especialmentedura por el gobierno del PSOE, alque no le interesa que haya vocesdiscordantes desde la izquierda.

Por eso yo creo que en estos mo-mentos de represión es necesarioresponder con astucia y la solidari-dad de otras organizaciones de clase.

EM.— Estamos atravesandola peor crisis del capitalismo des-de los años treinta. Los ataques yrecortes contra la clase obrera yla juventud están provocando unaprofundización de la lucha de cla-ses a escala mundial. Junto con laindispensable batalla sindical deldía a día contra los ataques con-

cretos, ¿crees que es necesaria unaalternativa global al sistema capi-talista, la transformación de la so-ciedad?

DC.- Es no solamente necesa-rio, sino que es imprescindible. Cuan-do un sistema económico nos estállevando al caos a todos los niveles,donde se contaminan las aguas, don-de se arrancan nuestros árboles queson el pulmón del mundo, donde enlos próximos años pueden morirveinte millones de personas por elsida, donde mueren diariamente in-migrantes en el estrecho buscandouna vida mejor, cuando quieren cam-biar los transgénicos y meter vene-no en nuestra alimentación, cuandonos llevan a guerras cruentas comoahora en Libia, donde realmente losintereses del imperialismo son úni-camente el control del petróleo…,quiere decir que este sistema no sir-ve y que tiene que haber una alter-nativa. Alternativa donde la paz, lajusticia, el reparto de la riqueza, lademocracia de verdad se asegure. Yrealmente ese es el cambio necesa-rio. Creo que las organizaciones declase tenemos que ser consciente deque ese tiene que ser nuestro cami-no y no otro.

Entrevistamos a Constantino Alonso, miembro del co-mité de empresa, secretario general de la sección

sindical de CCOO y coordinador de la Comarca Oeste dela Federación de Industria de CCOO de la Comunidad deMadrid.

EL MILITANTE.— ¿En qué consiste el conflicto?Constantino Alonso.— Los problemas en Class Manufac-

turing, antigua Canon, vienen de lejos. En 2004 la multinacio-nal holandesa decide vender su filial, sin consultar ni informaren ningún momento a los representantes de los trabajadores. Laempresa es comprada por los propios gerentes de Canon, quepasan a ser los propietarios de Class Manufacturing. Desde elcomité negociamos en ese momento con los nuevos patronos unacuerdo propio de empresa (con validez para cinco años), querecoge todos los avances laborales, salariales y sociales logra-dos por la plantilla desde 1985, aunque la empresa no quisoaceptarlo como convenio colectivo porque tendría que regis-trarlo y no estaba por la labor. En este acuerdo figura un com-plemento salarial (que se suma al salario marcado por el conve-nio de referencia) y que recoge los incrementos experimentadosen los últimos veinte años, además de otros conceptos. En 2009venció el acuerdo y fue prorrogado por un año más.

En enero de 2009 la empresa presenta un ERE temporal pa-ra toda la plantilla alegando una supuesta disminución de pedi-dos; algo injustificable ya que la empresa cerró el 2008 con am-plios beneficios. Finalmente se llegó a un acuerdo con un EREhasta julio de ese mismo año, por el que trabajaríamos una se-mana sí y otra no, presentando la empresa un plan de viabilidady aceptando ésta un paquete de medidas económicas para man-tener el poder adquisitivo de los trabajadores (se cobraría el93% del sueldo en lugar del 70% que marca la ley).

Pero al concluir este expediente, la empresa plantea un nuevoERE mucho más duro, con 45 despidos y ERE temporal para elresto de la plantilla hasta octubre de 2011 (finalmente logramosque se quedara en 11 despidos, 3 prejubilaciones y el temporalpara el resto). Estuvimos con el ERE hasta marzo de 2010, ya quela empresa sacó a trabajadores del ERE y amplió la jornada parapoder hacer frente a la carga de trabajo que tenía acumulada. To-do esto demuestra que el ERE no respondía a una situación decrisis de la empresa, sino que ha sido utilizado para abaratar cos-tes y aumentar sus beneficios a costa de los trabajadores. En fe-brero de este año la empresa ha vuelto a mandar a compañeros alERE, sacándoles de la producción con el mismo objetivo.

Aquí no acaban los ataques. Además de los EREs, a finalesdel año pasado, dos meses antes de su vencimiento, la empresadenunció el acuerdo propio que teníamos desde 2004 y han apli-cado unilateralmente cambios sustanciales en las condicionesde trabajo. Desde el 1 de enero, amparándose en la reforma la-boral (argumentando la posibilidad de tener pérdidas en el futu-ro, por lo que supuestamente necesitan “sanear” las cuentas), laempresa ha dejado de pagar el complemento salarial en un 90%,imponiendo así una rebaja salarial media de 9.000 euros al año.A lo que hay que sumar la pérdida de los derechos sociales ysindicales que hemos ido logrando durante décadas, ya que aho-ra mismo sólo estamos sujetos al Convenio de Industria de laComunidad de Madrid.

EM.— Ante estos ataques, ¿qué medidas habéis adoptado?CA.— Los tres sindicatos representados en el comité de em-

presa (CCOO, UGT y CSIF) hemos firmado la denuncia delconflicto colectivo presentada en los tribunales, y la plantilla seestá concentrando diariamente durante la hora del bocadillo pa-ra mostrar su rechazo a los ataques que estamos sufriendo. Tam-bién hemos realizado varias concentraciones en la puerta de lafábrica, dando a conocer el conflicto al conjunto de los trabaja-dores del polígono.

EM.— Desde EL MILITANTE consideramos que, si bien lalabor del equipo jurídico es fundamental, sacar el conflictoa la calle es la mejor manera de parar estas agresiones…

CA.— De hecho, desde la Federación de Industria deCCOO hemos mandado varias notas de prensa, organizamos amediados de febrero una concentración frente al Ayuntamientoy estamos preparando un calendario de movilizaciones de caraa cuando se acerque la fecha del juicio, para que los jueces se-pan la realidad de lo que está pasando y los vecinos de Mósto-les se enteren de la difícil situación que estamos sufriendo lostrabajadores de Class Manufacturing, una empresa viable quelleva más de 35 años en la localidad. Porque esto es la antesalade lo que puede ocurrir en otras empresas.

E l 23 de febrero, Manu Vidal,trabajador y sindicalista de

CGT en Emte Service y miembrode la Corriente Marxista EL MILI-TANTE, despedido por luchar por losderechos de los trabajadores, vol-vía la empresa. El juzgado de lo so-cial ha condenado a EMTE a read-mitir al compañero e indemnizarlopor daños morales y vulneraciónde derechos fundamentales. Lasentencia deja claro que “la deci-sión empresarial responde a unamera represalia y que las causasque alega la empresa carecen decualquier lógica y justificación(…) una mera excusa como reac-ción a su previa actividad sindical,de representación de los trabajado-res y de reclamación frente a laempresa”.

Hemos luchado hasta el final yhemos ganado. Es una victoria de

todos los trabajadores y del sindi-calismo combativo, basada en la par-ticipación de los trabajadores, en lainformación y en el trabajo pacien-te y militante. Gracias a estos mé-todos fue posible impulsar unacampaña pública ejemplar, que halogrado implicar de forma unitariaa muchos compañeros, comités deempresa, a todos los sindicatos declase y a la mayoría de colectivosde izquierda. También de toda Ca-talunya y del resto del Estado noshan llegado muchas muestras deapoyo. A todos, nuestro agradeci-miento y nuestro llamamiento fra-ternal a continuar la lucha. ¡Por unsindicalismo democrático, de clasey combativo!

En este acto inauguraremostambién el Casal Marxista de

Tarragona ¡Participa!

Class Manufacturingen lucha

“El ERE ha sido utilizadopara abaratar costes

y aumentar sus beneficiosa costa de los trabajadores”

Entrevista a Diego Cañamero,secretario general del SAT-SOC“Tenemos 350 compañeras y compañeros imputados,

una petición de multas de 400.000 eurosy de cárcel de más de 60 años”

Acto público en TarragonaDeclarado nulo el despido de Manu Vidal

Emte-Service obligada areadmitir e indemnizar

al compañero

Jueves 14 de abrila las 18:30h.

en el Casal Marxistade Bonavista

(Calle Seis, nº 54, Bajos)

Page 16: Contentar a los capitalistas INCOMPATIBLE · 2011. 4. 4. · Núm. 248 · ABRIL · 2011 Precio: Ayuda: 2,00 euros 1,50 euros ES INCOMPATIBLE CON UNA La lucha de clases y la Segunda

• Reducción de la jornada labo-ral a 35 horas sin reducción sala-rial. Contra el desempleo: repar-to del trabajo.

• Jubilación a los 60 años con el100% del salario con contratos derelevo, manteniendo la estabilidaden el empleo.

• No a la precariedad laboral.Fijo a los quince días. Por trabajoperiódico, contratos de fijos discon-tinuos.

• Salario Mínimo de 1.100 eurosal mes a partir de los 16 años.

• No a la reforma laboral.

• Defensa de la empresa públi-ca. No a las privatizaciones. Pla-nes de inversión y renovación tec-nológica que garanticen todos lospuestos de trabajo.

• No a la discriminación de lamujer trabajadora. A igual traba-jo, igual salario.

• Defensa de la sanidad pública.No a la privatización.

• Por una red educativa pública,única, laica, gratuita, científica yde calidad. 7% del PIB para laeducación pública.

• No a los recortes en el subsi-dio de desempleo.

• Un puesto de trabajo o subsi-dio de desempleo indefinido igualal SMI hasta encontrar trabajo.

• Vivienda digna. Nacionalizaciónde las grandes empresas construc-toras y municipalización del suelourbano para acometer la construc-ción de un millón de viviendas so-ciales en los próximos cuatro años.

• Ninguna restricción en nues-tros derechos de expresión, reunióny huelga. No a la Ley de Partidos.

• Por el derecho de autodeter-minación de las nacionalidades his-tóricas. Por una Federación Socia-lista de Nacionalidades Ibéricas.

• Depuración de los elementosreaccionarios del aparato del Es-tado. Control por parte de los sin-dicatos obreros de las academiasmilitares y de policía.

• Ninguna discriminación en el em-pleo por edad, sexo o nacionalidad.Derogación de la Ley de Extranje-ría. Plenos derechos laborales y ciu-dadanos para los inmigrantes.

• Expropiación de las empresasque se declaren en quiebra o ensuspensión de pagos, bajo controlobrero.

• Nacionalización de la banca, latierra y los monopolios sin indem-nización, salvo en casos de nece-sidad comprobada, y bajo controlobrero. De esta forma se podríaplanificar democráticamente la eco-nomía en beneficio de la mayoríade la sociedad.

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POR LA DEMOCRACIA OBRERA16 EL MILITANTE • ABRIL 2011

Declaración de la CorrienteMarxista Revolucionaria

E l 17 de marzo Naciones Unidas aprobóuna resolución para imponer una zona de

exclusión aérea sobre Libia, con el fin —se-gún declara la misma— de hacer frente a la“violación de los derechos humanos” porparte del régimen de Gadafi. Las fuerzas ar-madas del imperialismo occidental han desen-cadenado un vasto operativo militar, a travésde constantes bombardeos por aire y mar, con-tra el ejército de Gadafi y sus defensas aéreasy terrestres en Trípoli y otras ciudades delpaís. La operación militar está comandada porEEUU, Francia y Gran Bretaña, pero en ellaintervienen otros países “aliados” como Ita-lia y el Estado español.

Las cínicas mentiras delimperialismo. La ONU, instrumentode las grandes potencias

El pretexto planteado por los imperialistas esla supuesta “protección” de la población deBengasi para salvarla de un “baño de sangre”.También se ha esgrimido la intención de la“comunidad internacional” de evitar una gue-rra civil. Cualquier joven o trabajador ante es-ta propaganda imperialista, apoyada vergon-zosamente por los dirigentes socialdemócra-tas y sindicales en Europa, debe hacerse las si-guientes preguntas para poder ver los motivosreales que hay tras esta intervención. ¿Dóndey cuándo el imperialismo norteamericano,francés o británico con la anuencia del restode potencias, ha intervenido militarmente pa-ra salvaguardar la vida de civiles o con fineshumanitarios? ¿Por qué intervienen en Libia yen cambio respaldan la represión salvaje delrégimen de Yemen o de Bahrein (ocupado contropas de Arabia Saudí, Kuwait y EmiratosÁrabes Unidos, con el beneplácito de EEUU)contra las masas revolucionarias? ¿Por quéquieren eliminar ahora a Gadafi, cuando estedictador sanguinario, como en su momentoocurrió con Sadam Hussein, ha sido duranteaños un aliado mimado por las potencias im-perialistas y de las grandes multinacionalesoccidentales del gas y del petróleo?

El imperialismo occidental ha puesto enmarcha su maquinaria propagandista paramanipular el sano sentimiento de las masascon un único fin: ocultar sus responsabilida-des en el sostenimiento de todo tipo de regí-menes reaccionarios y dictaduras en el mun-do árabe, mantener los beneficios de las mul-tinacionales y asegurar sus intereses econó-micos, estratégicos, de prestigio e influencia.Y realizar una demostración de fuerza paraintimidar a las masas árabes que están prota-

gonizando una maravillosa revolución contraregímenes tiránicos sostenidos por esos mis-mos imperialistas. El resultado de interven-ciones como la de Afganistán o Iraq ha sig-nificado una pesadilla para los pueblos, quehan sido víctimas de matanzas, pillajes y ro-bo indiscriminado bajo el paraguas de la lla-mada “legalidad internacional”. El imperia-lismo, es decir, la política de las grandes po-tencias al servicio de los grandes monopoliosy el capital financiero, utiliza la excusa de la“intervención humanitaria” como un para-guas para su política de saqueo y dominaciónen la zona, tal y como lo han hecho otras ve-ces. En el caso de Libia la intervención apro-bada por la ONU tiene el mismo fin; que ha-ya sido aprobada una resolución en el Con-sejo de Seguridad no cambia un ápice la na-turaleza imperialista de la agresión.

El papel del Consejo Nacionallibio de Bengasi y susrelaciones con el imperialismo

El régimen de Gadafi ha sido un fiel aliadodel imperialismo occidental y de las grandesmultinacionales del petróleo. Su política deprivatizaciones ha recibido los parabienesdel FMI, y el dictador era agasajado con to-dos los honores en las capitales europeas.Los EEUU y muchos gobiernos de la UE nodudaron en hacer lucrativos negocios con elrégimen.

La revolución árabe no se limitó a lasfronteras de Túnez o Egipto, se extendió co-mo un incendio a toda la región. Pero en Li-bia, el movimiento revolucionario de las ma-sas llegó más lejos que en otras partes. La in-surrección popular en Bengasi, Tobruk yotras ciudades, provocó la ruptura del apara-to del Estado en su parte más sensible: elejército. Cientos de soldados y mandos mili-tares se sumaron a la insurrección, que rápi-

damente se dotó de comités populares paraorganizar la vida cotidiana de las ciudades li-beradas, y crear milicias armadas para com-batir a las fuerzas de la dictadura. Comoatestiguan numerosos observadores interna-cionales antiimperialistas, la revolución teníaun carácter popular, no tenía nada que vercon Al Qaeda como intentaba plantear Gada-fi, y respondía a un profundo sentimiento deliberación entre la masas contra una dictadu-ra reaccionaria y sangrienta que había elimi-nado los derechos democráticos más básicosde la población.

Las masas insurrectas de Libia dieron unejemplo de audacia y valentía, combatiendocon pocos recursos a unas fuerzas militaresintegradas por regimientos profesionales ymercenarios. Pero como muchas veces ocu-rre en las revoluciones, una cosa es la hones-tidad, el arrojo y la capacidad de sacrificio, yotra es la necesidad de dotar a la revolucióny sus organismos de un programa y una es-trategia para la victoria. Ese programa sólopuede provenir de una firme orientación so-cialista y revolucionaria, que plantee con cla-ridad la vinculación de las aspiraciones de-mocráticas de la población —libertad de ex-presión, de reunión, de organización de par-tidos y sindicatos, depuración del aparato es-tatal de la dictadura…— a la satisfacción desus necesidades materiales: empleo, vivien-das, educación y sanidad pública dignas,buenos salarios, lo que implica la lucha porexpropiar las riquezas de la camarilla gober-nante y de las potencias imperialistas impli-cadas en la explotación del petróleo y delgas. Es decir, un programa por la revoluciónsocialista que además debe tener como eje unllamamiento a la solidaridad revolucionariade las masas árabes para defender la insu-rrección y completar con éxito el derroca-miento de la dictadura.

PASA A LA PÁGINA 4

¡Fuera la OTAN y el imperialismo de Libia!¡Las masas revolucionarias libias y árabes sonlas únicas que pueden acabar con el régimen

de Gadafi y la opresión imperialista!