Consumo Luego Existo-Adela Cortina

download Consumo Luego Existo-Adela Cortina

of 27

Transcript of Consumo Luego Existo-Adela Cortina

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    1/27

    1

    123

    CONSUMO... LUEGO EXISTO

    Adela Cortina

    Ignasi Carreras

    1. QUIN, QU, POR QU CONSUMIR(Adela Cortina)

    2. POR UN COMERCIO JUSTO - CONSUMO RESPONSABLE (Ignasi Carreras)

    3. APNDICE PARA CRISTIANOS (Cristianisme i Justcia)

    4. EXAMEN DE CONCIENCIA

    Adela Cortina es Catedrtica de tica en la Universidad de Valencia.

    Ignasi Carreras es el Director de IntermonOxfam.

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    2/27

    El presente Cuaderno recoge las intervenciones transcritas deAdela Cortina e Ignasi Carreras en una mesa redonda que sobre eltema del consumo organiz Cristianisme i Justcia en mayo de2003.El Consejo Directivo de Cristianisme i Justcia pens que, auncon el tono coloquial propio de su origen, estos textos podranayudar al menos a hacer un cierto examen de conciencia sobre

    esta dimensin de nuestra vida, tan ostentosamente visible en laspasadas Navidades.

    2

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    3/27

    1. QUIN, QU, POR QU CONSUMIR

    Adela Cort ina

    La reflexin que hoy presento acerca de la tica y el consumo, que he desarrolladoampliamente en el libro Por una tica del consumo, est ligada a otro libro que escrib en1997 y que se titula: Ciudadanos del mundo (1). En este libro se trataba de plantear lanecesidad de que las personas seamos ciudadanos de nuestra propia comunidad, ciudadanosde nuestra propia tierra.

    Ciudadano es aquel que es su propio seor, junto a sus iguales . Ciudadano es el que no essbdito, el que no es vasallo, el que es dueo de su vida. Ciudadano es el que hace su vidapero la hace con los que son iguales que l en el seno de la ciudad. La idea de ciudadanasignifica siempre ser ciudadano con otros y con otros que son iguales. Se entiende que en la

    ciudad todos deben seriguales. As, el ciudadano es seor propio pero con otros.El siglo XXI debiera ser el siglo de la ciudadana, en el que tenemos que ser nuestrospropios seores. Pero hay una dimensin de la ciudadana que me parece que esfundamental; se trata de la ciudadana econmica. La verdad es que la economa no lahacemos sino que nos la hacen y, mientras ocurre esto, no somos nuestros propiosciudadanos, porque a fin de cuentas somos siervos y vasallos de esa economa que se noshace.

    Dentro de la dimensin econmica existe un ciclo formado por la produccin, el intercambioy el consumo. Las cosas primero se producen, despus se intercambian y finalmente seconsumen. Dicen los economistas que normalmente las grandes preguntas de la economa

    son: qu se produce?, para quin se produce?, y quin decide lo que se produce? Peroa m me parece que hay otras cuestiones tambin muy importantes en el terreno de laeconoma que son: qu se consume?, quin consume?, y quin decide lo que seconsume? Es decir, que las famosas preguntas de la economa sobre la produccin, sepueden trasladar, tal cual, al consumo.

    Creo que, para que las personas podamos ser ciudadanos econmicos, tenemos que sertambin ciudadanos del consumo. Es decir, tenemos que ser nosotros los que decidamos loque se consume y, desde ah, ser nosotros mismos quienes decidamos lo que se produce,

    3

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    4/27

    porque, al fin y al cabo, el empresario acaba produciendo lo que nosotros consumimos. Si seconsumen masivamente una serie de cosas, se acaban produciendo. Si queremos serprotagonistas de nuestra vida tenemos que acabar siendo protagonistas de la produccin.Desde el consumo de una serie de cosas se producir lo que nosotros consumamos y,entonces, seremos verdaderamente nuestros propios dueos.

    1.1. La era del consumo

    Empecemos situndonos en el momento actual que, a mi juicio, puede ser llamado era delconsumo. Por qu era del consumo? Porque en ella se ha aumentado el consumorapidsimamente. En nuestras sociedades no se trata de consumir bienes bsicos ynecesarios, sino que lo caracterstico es el consumo de bienes superfluos.

    Se habla de la sociedad consumista. Todos hemos dicho cien veces: estamos en unasociedad consumista. Pero hablar de una sociedad consumista no es lo mismo que hablar de

    una sociedad en la que todo el mundo consume, porque es lgico y evidente que todo elmundo tiene que consumir siempre algo para poder sobrevivir. Una sociedad consumista esaquella en la que las gentes consumen bienes fundamentalmente superfluos. Es decir, es unasociedad en la que las gentes consumen no lo necesario para la vida sino lo superfluo, y enla que adems el consumo legitima la poltica y legitima la economa.

    Qu quiere decir que legitima la poltica? Pues sencillamente, que si hay un poltico quequiere no ganar unas elecciones en su vida, lo que puede hacer es decir es su campaaelectoral lo siguiente: si nosotros ganamos, vamos a bajar los niveles de consumo. Si hayalguien a quien se le ocurre decir esto no lograr, ni por casualidad, un solo voto. Todo elmundo sabe que lo que hay que decir es lo contrario: va a subir el nivel de consumo; va asubir la riqueza y entonces, al or esto la gente dir: a ste es al que hay que votar.

    Qu es lo que les toca hacer a los economistas? Conseguir que haya crecimiento. Elcrecimiento es acogido por la gente con gran entusiasmo. Si hay crecimiento cunde elentusiasmo. Si no hay crecimiento todo es un desastre, una debacle. A la gente le aterrapensar en bajar el nivel, esto est comprobado empricamente. En cambio, cuando se trata desubirlo todo el mundo se acostumbra. Cuando una persona se ha acostumbrado a vivir en unbarrio maravilloso, lo de bajar el nivel se puede hacer por solidaridad o por un compromisode fe, pero cuando se ha llegado a un determinado nivel, a todo el mundo le cuestamuchsimo cambiar hacia abajo. En este sentido puede decirse que se legitima la poltica. Lapoltica se legitima si los polticos son capaces de conseguir para las gentes un crecimientoeconmico.

    Por otro lado, la economa se legitima si cada vez se fabrican unos productos mssofisticados. Cuando una persona va a comprar un coche se le ofrece elegir entre unainmensa gama de variedades, de modo que la persona puede hacer su coche a la carta: se leofrece para elegir el modelo de coche, los ltimos adelantos en sistema de navegacin,ordenador de a bordo, y una multitud de prestaciones como ventanillas elctricas,retrovisores, aire acondicionado y qu nadie ms tenga un coche igual! Porque aunque lapersonalidad se manifiesta en otras cosas que no son el coche que llevamos, el caso es que lagente al final cree que su personalidad se muestra en el coche que lleva, en el atuendo que

    4

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    5/27

    viste y ocurre que, efectivamente, el truco funciona: la gente se compra un coche porqueas demuestra cul es su personalidad. La economa se legitima desde esta perspectiva y losciudadanos estn encantados.

    As, pues, una sociedad consumista es aquella cuya dinmica central est constituida por losbienes de consumo superfluos; y en la que, adems, la gente cifra su xito y su felicidad en

    ese consumo. Esto es lo que ocurre en nuestras sociedades, en las que las gentes estnconvencidas de que tener xito es poder lucir coches, vestidos, etc. Y esto es adems lo queles proporciona felicidad. No es que la gente piense esto demasiado reflexivamente, pero eslo que realmente tienen en la mente. Por eso podemos decir que estamos en una sociedadconsumista. Estamos en la era del consumo porque el consumo est en la mdula denuestras sociedades. En ese consumo vivimos, nos movemos y somos. Nos parece que eslo natural y que lo artificial es cambiar ese estilo. Lo natural es que uno sale y se toma unrefresco y entonces uno se compra esto, y se compra lo otro es lo natural!

    Fijmonos en el mecanismo de nuestras sociedades. Cuando llega Navidad la gente empiezaa recibir, cada vez con ms frecuencia, una serie de catlogos de tiendas en los que seexplica todo lo que uno puede comprar. Ya no aparecen belenes, aunque s Santa Klaus,porque es el que trae los regalos que ahora llegan tambin en Nochebuena y despusvienen los Reyes, el 6 de enero, con lo cual los regalos se multiplican infinitamente. Yresulta que, lo que a la gente le llega como anuncio de Navidad, no es el nacimiento delNio sino catlogos para poder comprar. Y si a alguien se le ocurre, al llegar las Navidades,no entrar en esta dinmica y no regalar nada a la familia, al que te hizo un favor, al vecino...queda absolutamente mal y se convierte en un proscrito desde el punto de vista social. Se haconseguido con esto que todos los rituales estn mediatizados por regalos y que la genteconsuma.

    Al final, nos vamos dando cuenta de que todos somos la mar de consumistas. Otro ejemplode ello pueden ser las bodas. Cuando se habla de bodas todo el mundo entiende que una

    boda es algo que se organiza pensando en el saln donde se va a celebrar el banquete. Todoel mundo sabe que hay una serie de salones y ocurre que la gente ya no espera, para fijar lafecha de la boda, a tener disponible una iglesia, sino a que est libre un saln. Ante miasombro me he encontrado con gente que dice: nos casaremos dentro de dos aos y, alpreguntarles por la causa de dicha espera, la sorprendente respuesta es: el saln no tienefecha libre hasta ese da. Y cuando entran en el saln, aunque todos los salones soniguales, y en todos se hace ms o menos lo mismo, y en todos tocan la marcha nupcial en unmomento determinado y hacen una serie de cosas pautadas y absolutamente marcadas, secreen que aquel saln es nico. Y todo el mundo sigue el juego.

    Podemos continuar, en la misma lnea, con la muerte comercializada. La persona quemandamos al hospital se muere en el hospital y de aqu va enseguida al tanatorio. Ya no lallevamos a casa, porque en el tanatorio tenemos la capilla preparada, tenemos las florespreparadas y lo tenemos todo preparado. La gente ya no piensa en la parroquia ni en nadapor el estilo, sino en un sitio donde todo est bien organizado para que nadie se moleste, nihaya necesidad de ir a velar, ni cosas por el estilo.

    Y en otras circunstancias ocurren procesos parecidos. Si tenemos que ir a buscar trabajo nopodemos ir con una indumentaria cualquiera. Hay que ir un poco bien. Y es absolutamenteimposible conseguir un buen negocio si no llevas un coche algo decente. Y de pronto nos

    5

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    6/27

    damos cuenta de que toda nuestra vida est impregnada por el consumo de bienes quecuanto ms costosos son, mayor xito y mayores posibilidades ofrecen.

    Pienso que, si los seres humanos nos caracterizamos como tales por ser conscientes, loprimero que tenemos que hacer es tomar conciencia de lo que estamos haciendo. Esto meparece que es ya dar un paso. Tenemos que darnos cuanta de que esa es la dinmica de

    nuestras sociedades. Para empezar pensmoslo y despus, demos un paso ms.Preguntmonos si nos gusta. Nos parece que queremos seguir haciendo lo mismo, o no loqueremos? Se supone que somos seres libres y esto es lo que debe llevar a preguntarnoscada uno: Qu se consume? Quin lo consume? Quin decide lo que se consume?

    En esta reflexin vamos a centrarnos en tres posibles respuestas tpicas que es importanteque pensemos. Veremos despus una cuarta respuesta que es la que yo ofrezco.

    Anuncio ya cules son esas tres respuestas ms habituales:

    a) Hay quienes dicen que el consumidor es soberano. El consumidor consume lo que

    quiere libremente. Esta respuesta constituye la lnea neoliberal.b) Otros dicen que el consumidor es un vasallo, porque el productor es un tirano. Los

    productores, los empresarios, producen y consiguen que la gente consuma aquello que ellosquieren que sea consumido. Esta es la lnea de Galbraith y de toda su escuela que esttodava muy viva.

    c) La tercera posicin es la de Daniel Miller, quien afirma que estamos en una nuevapoca. Antes se entenda que el proletariado era la vanguardia de la transformacin social;pero ahora son los consumidores la vanguardia de la historia. La vanguardia ha pasado de laclase productora a la clase consumidora. Los consumidores somos aquellos que podemostransformar la sociedad y hacer la revolucin. Si antes se deca que los que deban hacerla

    eran los proletarios; ahora son los consumidores.d) La cuarta postura, que es la ma, es la de la ciudadana del consumidor, que

    comentaremos en su momento.

    Se ha hablado mucho sobre el consumo desde diversos campos: economa, psicologa,sociologa y por supuesto desde el mrketing. Existen gran cantidad de estudios sobre elconsumo, pero me ha llamado la atencin que ninguno est hecho desde la tica. Esllamativo que no se haya evaluado el consumo desde el punto de vista tico, cuando sesupone que es la raz de nuestro comportamiento.

    Para poder evaluar el consumo desde el punto de vista tico escog cuatro parmetros: a) sinos parece liberador, b) si nos parece justo, c) si nos parece responsable, y d) si nos parecefelicitante.

    La palabra felicitante quiere significar si da felicidad. Por tanto, a la hora de evaluar elconsumo debemos fijarnos si efectivamente es justo, si efectivamente es liberador, si esfelicitante y si es un consumo responsable.

    Vamos ahora a analizar estas diversas posturas sobre el fenmeno del consumo, viendo sus

    6

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    7/27

    ventajas e inconvenientes.

    1.2. La corriente neoliberal

    La corriente neoliberal afirma que el consumidor es soberano. El consumidor es consideradocomo un agente social que toma sus decisiones de manera racional, aislada, perfectamenteinformado sobre las posibles alternativas y consecuencias, y as es dueo de lascircunstancias de que puede depender su decisin. Es decir, cualquier consumidor es unagente racional que, ante las distintas posibilidades del consumo, perfectamente informado,con perfecta soberana, elige: quiero este producto, no quiero este otro.

    El consumidor vota, no slo del mismo modo que cuando hacemos las elecciones sinotodava ms: porque en las elecciones se vota un partido y luego el partido hace lo que hace;en cambio en el proceso consumista votamos por un producto porque es el que nos gusta ylo volvemos a comprar si nos ha gustado, que es lo mismo que volverlo a votar. A pesar de

    esto, se dice que el consumidor expresa ms su libertad en el consumo que en la poltica,porque en el consumo s que vota por el producto que quiere. Segn esto, las empresas quemejor funcionan son las ms votadas por el pblico porque ah se expresa la mayor libertad.

    Qu quiere decir mayor libertad segn esta visin? Tener ms posibilidad de adquirirproductos de consumo. Cuanto ms amplia es la gama de posibilidades, mayor es la libertad.Y todo el mundo si hacen la prueba lo comprobarn entiende por mayor libertad en unasociedad tener mayores posibilidades de consumo. Las sociedades con menor libertad sonlas que pueden consumir menos y que estn constituidas por unos desgraciados que notienen posibilidades.

    La ventaja que, a mi juicio, tiene esta posicin neoliberal, es que elimina oligopolios y

    proteccionismos, por lo menos en principio. Todo lo que sean proteccionismos y prebendashan sido verdaderamente perjudiciales para los consumidores. En este sentido, tiene ventajasdesde el punto de vista econmico.

    Existe una segunda ventaja: no concede desde el comienzo que el consumidor no tenga msremedio que consumir lo que consume. Antes, cuando ramos pequeos, habitualmente eldemonio tena la culpa de todo lo malo que ocurra. Posteriormente, cuando yo estudiaba enla universidad, la culpa la tena el sistema. Y ahora la tiene la globalizacin. Y parece quela culpa siempre la tienen otros.

    Segn esta visin neoliberal del consumo, nosotros tenemos tambin alguna responsabilidad.No es que el consumidor est obligado y carezca de toda otra posibilidad, sino que se

    admite que, por lo menos, tenemos alguna otra posibilidad. Pero lo que ocurre, en realidad,es que el consumidor no es soberano, y aqu es donde se encuentran los inconvenientes deesta perspectiva neoliberal.

    En primer lugar, se dice que el sistema econmico, tal como funciona, est al servicio de lasnecesidades de la gente. Y uno dice: Qu bien! Con el hambre que tienen, vamos avender naranjas a los africanos. Pero claro, resulta que hay un problema: los pasesafricanos tienen necesidades pero no para el sistema, porque para ste la necesidad sloexiste cuando viene acompaada de la capacidad adquisitiva necesaria para poder comprar.

    7

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    8/27

    La necesidad, para el sistema, es la demanda solvente. El sistema slo atiende aquellasnecesidades de quienes tienen dinero suficiente para pagarlas; si no, el sistema no lasconsidera como tales. De acuerdo con esto, los africanos no necesitan para nada lasnaranjas, porque no tienen absolutamente nada para poder pagarlas y en consecuenciaquedan absolutamente excluidos.

    Decir que el consumidor es soberano es, por lo tanto, un poco exagerado. El que carece decapacidad adquisitiva no slo no es soberano sino que queda excluido del sistema. Y es quehay que leer la letra menuda, porque es importante saber quin tiene una necesidad: el quetiene demanda solvente, o el que, aunque tenga una necesidad, queda fuera del sistemaporque no es solvente? Porque esto no es soberana ni nada que se le parezca!

    En segundo lugar, el consumidor no es soberano porque tampoco los consumidoresconocemos bien qu consecuencias tienen los productos que consumimos ni para el medioambiente, ni para los seres humanos.

    Pero hay otro captulo que a m me parece especialmente interesante: la falta deconocimiento sobre las propias motivaciones por las que consumimos. Este tema es

    fantstico y constituye todo un mundo.

    1.3. Las motivaciones del consumo

    Ante todo, hay que decir que la motivacin nunca es una cuestin absoluta, sino que siemprese consume de una manera comparativa. Consumimos comparndonos con otros. Cuandopreguntamos: Qu tal ests?, deberamos responderComparado con quin? Porquetodo es comparativo. Si estamos en un lugar en el que todos son miserables, y noscuestionamos sobre el consumismo, la respuesta ser diferente de si estamos en otro pas. La

    cuestin es que siempre comparamos, y cuando vemos que el otro tiene algo distinto,consciente o inconscientemente empezamos a desearlo.

    Surge entonces el tema del consumo emulativo. La emulacin es la principal fuente deconsumo. Esta cuestin est perfectamente estudiada desde la teora de Vebfen sobre laclase ociosa. Queremos tener lo que tiene el vecino, queremos tener lo que aparece en TVcomo propio de una clase social ideal a la que quisiramos pertenecer.

    Esto en los jvenes es terrible, porque, cmo puede uno ir en grupo si no lleva lo quellevan los otros? Es un leproso, en el sentido bblico de la palabra. Y los pobres padres estnvendidos, porque aunque de por s se resistiran, les importa que el hijo vaya igual que losamigos y est a la misma altura que stos. Me deca un taxista: Estoy hecho polvo, porque

    el chaval quiere un videojuego que vale 150 euros. Comprende usted lo que es eso param? Y mi seora dice que hay que comprrselo porque cmo va a ir a la escuela si todos

    los amiguitos ya lo tienen?.

    Entre los chicos jvenes el afn de emulacin en el tener es terrible. Y esto cualquiera quevende lo sabe. Recuerdo a una seora que en una charla sobre este tema me dijo: Mire,nosotros estamos intentando remediar este asunto y consumir menos, pero cmo lohacemos con nuestros hijos? Porque esto los hace sufrir. El ver que el chiquillo va alcolegio y resulta que los otros le miran mal, esto para un padre es terrorfico. Su padre est

    8

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    9/27

    dispuesto, pero cmo se lo vendemos al nio? Le intentamos decir que tenemos que serms solidarios, que tenemos que compartir ms, pero el nio es pequeo y no lo sabecomprender bien. Slo entiende que los otros le rechazan.

    En un colegio, los nios saben muy bien detectar con qu coche vienen los padres de losamigos y qu ropa llevan.

    Otra motivacin del consumo, aparte del afn de emulacin, es el afn de compensacin.Cuando alguien se ha llevado un disgusto dice: Pues mira, voy a comprarme una joya. Oesto que ahora se dice tanto: Tienes que quererte ms y entonces viene la argumentacin:Es que me dicen que me tengo que querer ms y me voy a ir a las Guayanas y me pago

    un viaje porque me he de cuidar ms, porque es que no me cuido. La cuestin es quehay que compensar una desgracia.

    Y luego viene la famosa idea de la persona que quiere demostrar xito. Este punto se basasobre todo en economistas de la lnea de Amartya Sen, economista indio, premio Nbel deEconoma en 1998. Dice este autor que lo que nos ocurre en nuestra sociedad es que hemoscambiado. En una sociedad secularizada, como la nuestra, ya nadie piensa que la salvacin

    est en la otra vida sino que la salvacin tiene que estar en esta vida. No hay nada ms; todose acaba aqu y hay que salvarse ahora, porque si no nos salvamos ahora despus no haynada. Pero en qu consiste la salvacin? Salvacin quiere decir xito. Y en qu semuestra el xito? En mostrar bienes de consumo costosos. Cuando uno llega a acceder a losbienes de consumo costosos, est demostrando que ha tenido xito. Para las personas quecreen que la vida termina aqu y que luego no hay nada ms, es evidente que la salvacin hayque buscarla aqu. Y salvarse aqu quiere decir tener xito; y tener xito llevar y tener todasestas cosas. Qu maravilla!: Yo sal del pueblo. Era el hijo de fulana y nadie meapreciaba. Ahora vuelvo con un cochazo y todo el mundo dice: Qu xito ha tenido

    fulano!.

    La gente se da cuenta entonces de que son alguien y empieza la autoestima y laheteroestima, porque nos estimamos slo segn nos estiman los dems.

    Este mecanismo es tremendo, porque resulta que si los dems me estiman porque yo estoyluciendo una gran cantidad de maravillas, yo tambin me estimo a m mismo o no me estimosegn eso. Y si esto le ocurre a una persona adulta con capacidad de reflexin es malo peropuede tener remedio; pero si le ocurre a un chaval resulta que est vendido por lo que losdems dicen: Fjate, fulanito, cmo viene! Fjate, fulanito, lo que lleva!. Visto a nivelmundial: como resulta que todos somos vecinos gracias a los medios de comunicacin, lospases en vas de desarrollo quieren tener lo mismo que los pases desarrollados. Laconsecuencia es que, en vez de ahorrar, gastan en lo superfluo. El afn de emulacin no slose da en el mbito de mi localidad con mis vecinos, sino que ahora se da a un nivel

    global porque todos somos vecinos.Hay que tener xito, un pas debe tener xito. Cul es el pas de ms xito en el mundo? Elque a la hora de hacer cuentas sobre el bienestar tiene ms automviles, ms ordenadores.Esos son los pases con ms xito, en los que la gente dice que hay ms felicidad, msplenitud de vida, etc.

    Realmente, las motivaciones del consumo podran impulsar un cambio. Propongo que, desdeahora mismo, todos los que nos dedicamos a tareas educativas nos pongamos a la tarea de

    9

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    10/27

    desactivar el mecanismo que entiende que la felicidad consiste en los bienes de consumo. Sino se desactiva ese mecanismo, que es como una bomba relojera, podemos hacer lo quequeramos, pero no tendremos arreglo porque la gente seguir pensando que eso es felicidady en ello consiste el haber triunfado en la vida; lo dems son tonteras para cristianetes depoca monta que se entretienen con esas cosas.

    Otro elemento en el campo del consumo comparativo son las creencias. Las creencias sonfundamentales y por eso hay que desmontar todas esas creencias y hbitos sobre elconsumismo. Resulta que cuando la gente cree que consume lo que necesita no es verdad,porque en realidad consume lo que la sociedad cree que hay que consumir.

    Siempre me ha parecido interesantsimo eso de las reliquias. En la Edad Media la gente matpor ellas. Pensemos en el brazo de santa Teresa: quin quiere tener un brazo en casa? Sinembargo, el valor comercial que llegaron a tener las reliquias es impresionante. Se ha llegadoa matar por ellas. Ya podemos ver, pues, que el tema de las motivaciones del consumo esmucho ms complejo de lo que parece.

    1.4. La dictadura del productor

    Galbraith habla de una nueva teora de la dependencia. Esta teora afirma el efecto dedependencia que la produccin crea en la gente a travs de la publicidad. El productor creala necesidad a travs de la publicidad convenciendo a la gente de que lo anunciado es lo queverdaderamente necesita. Una seora amiga ma deca: es que es necesario tener algo depieles (!). Se puede crear la necesidad y uno puede llegar a sentirla como tal.

    La dependencia se produce, pues, al crear la necesidad. El productor la crea porque necesitavender masivamente, porque la produccin masiva es la nica que le genera un margen de

    ganancias. Para ello se necesita que la gente consuma masivamente, y es por lo tantonecesario crear el hbito para que la gente consuma.

    La tica trata del carcter y de los hbitos. Cuando nos hemos acostumbrado a consumir,tenemos el hbito. Eso es lo que hay que conseguir: que la gente tenga hbito; que leparezca que tiene necesidad de estar tomando continuamente Coca Cola y Pepsi Cola

    A m me llama la atencin cuando en las pelculas dicen aquello de: Necesito una copa.Necesitar es el hbito. Dice Galbraith que cuando se crea el hbito, se genera un ethosconsumista, un carcter consumista. Y en las sociedades consumistas nunca hay bastante. Enellas existe la sensacin de que hay que producir para satisfacer las necesidades de la gente,pero ocurre que como con la produccin se crean nuevas necesidades, y ms necesidades

    nuevas, las necesidades son infinitas y nunca hay bastante. Y la gente de nuestras sociedadesest siempre insatisfecha porque nunca hay bastante.

    La teora de Galbraith tiene a mi juicio la ventaja de que seala muy claramente elmecanismo de creacin de los deseos. La creacin de deseos y de necesidades es lo que hacea la gente dependiente de una serie de cosas que cree que necesita, sin pensar en nada ms.No se le ocurre pensar, por ejemplo, que en una quinta parte del planeta la gente consumemucho ms de lo que necesita y que nunca est satisfecha; y que en otra quinta parte la

    10

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    11/27

    gente no tiene ni lo ms necesario; y que el resto est en la situacin que est.

    Pero tambin en esta teora se dan inconvenientes. Insiste demasiado en que estamosdeterminados por la publicidad. Sin embargo, en el plano de la libertad hay que distinguirentre determinacin y condicionamiento. La libertad humana est siempre muycondicionada, nadie es absolutamente libre. Tenemos motivaciones; hay interferencias, es

    cierto, pero una cosa es estar condicionado y otra muy distinta es afirmar que no tenemosms remedio que hacer algo. Porque si no tengo ms remedio que consumir, qu levamos a hacer! Igual que no tenemos ms remedio que morirnos. Si no tenemos msremedio que entonces sobra todo lo dems.

    Pero esto no es verdad, porque s tenemos libertad. Podemos hacerlo o no hacerlo. No setrata de que nadie consuma nada, porque los bienes de consumo son tiles para muchsimascosas, pero la prudencia sigue siendo fundamental. Es importante saber hasta dnde a uno leinteresa, hasta dnde a uno le libera, hasta dnde a uno le hace feliz y hasta dnde empieza ameterse en una escalada que de verdad ni le interesa ni le importa. Somos ms libres de loque se dice en esta teora, y por eso es importante averiguar cules son los mecanismos quecrean la dependencia, y desactivarlos.

    1.5. El poder del consumidor

    Relacionado con esto podemos fijarnos en la teora de Daniel Miller, que es interesantsima.Como la produccin masiva ha hecho que la gente consuma masivamente, en este momentoel consumidor tiene en sus manos un poder enorme. Si los consumidores se pusieran deacuerdo y todos decidieran consumir de otra manera, podran cambiar la produccin. Este esel mecanismo de la revolucin. Si los consumidores nos ponemos de acuerdo, comotenemos el poder en nuestras manos, tambin tenemos en nuestras manos al productor y

    podramos cambiar el mecanismo de la produccin. Si antes la clase trabajadora era lavanguardia de la historia, ahora lo son los consumidores.

    Miller trata de ver cmo se pasa de la produccin al consumo, de las clases a los estilos devida, de las clases trabajadoras a las clases medias que son la clave del consumo. Demuestraque los consumidores y las clases medias tienen un poder que habra que habilitar.

    Pero esto tiene bastantes inconvenientes. El ms grueso es que la clase trabajadora era unaclase que tena un inters de clase; queran defenderse todos como clase, lo cualgeneraba entre ellos una gran solidaridad. La clase obrera no tena que perder ms que suscadenas. Pero me temo que los consumidores no somos una clase, sino que existen entrenosotros intereses divergentes y que tenemos mucho ms que perder que las cadenas.

    La gente no tiene la menor voluntad de cambiar su estilo de vida de consumo y, no s si meequivoco, pero me parece que la voluntad es fundamental. La clase obrera logr ponerse deacuerdo, pero los consumidores, que no somos una clase, sino que tenemos estilos de vidadiferentes, con intereses competidores, me temo que no seremos capaces de ponernos deacuerdo en cambiar el consumo para cambiar la historia. Con lo cual, ms que proponer queseamos la vanguardia, propongo que seamos ciudadanos.

    11

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    12/27

    1.6. Por una tica ciudadana del consumo

    He dicho al principio que ciudadano es aquel que es su propio seor con sus iguales. Hoyda la ciudadana no es de cada comunidad poltica sino que es cosmopolita. Estamos en una

    polis en la que, gracias a la globalizacin, todos tenemos que ser ciudadanos y adems comoiguales. Y la ciudadana obliga. Si queremos ser protagonistas con otros, tenemos que serlotambin en el consumo.

    Yo propongo un consumo liberador. Tenemos que ir tomando conciencia de por quconsumimos; tenemos que concienciarnos de cules son las motivaciones del consumo. Sino hacemos esto, no sabemos por qu consumimos y somos esclavos. Al final tiene raznGalbraith: hacemos lo que otros dicen que hagamos. Se da usted cuenta de que en realidadlo que quiere es estar como el de al lado? Por lo menos spalo. Consume para que se lepase el disgusto porque le ha dejado el novio o la novia? Pues, por lo menos, spalo.Quiere que no se le note que tiene una parlisis locomotriz? Pues entrese de ello.

    Es bueno que vayamos sabiendo, porque es bueno saber acerca de nosotros mismos. Enprimer lugar es bueno saberlo y despus saber si efectivamente queremos o no queremos.

    En segundo lugar, aunque no en importancia, el consumo tiene que ser justo. Hoy da no sepuede plantear el consumo, ni ninguna otra cosa, si no es en un marco de justicia.

    Nuestras sociedades se han cansado de decir que creen en la Declaracin de DerechosHumanos de 1948 y como lo hemos repetido tantas veces pienso que alguna vez tendremosque tomrnoslo en serio. En esta declaracin se dice que todos tienen derecho a la vida yderecho a un montn de cosas. Pero lo que es evidente es que en este momento hay unainmensa mayora de personas que no ve satisfecho su derecho a la vida. Y el consumo tienemucho que ver con esto. Por eso, lo que propongo es propiciar un consumo justo, y esto

    quiere decir universalizable; es decir, un modo de consumo tal que todo el mundo puedaconsumir de esa manera.

    Si decimos que no hay que consumir nada, pues nos morimos. Los bienes de consumo sonnecesarios y tienen muchas ventajas, pero estas ventajas tienen que ser universalizables.Vamos a ver si lo distribuimos todo de tal manera que todos podamos hacer uso de todas lascosas, y no digamos que otros no pueden usar coches porque contaminan, mientras nosotrosseguimos haciendo el mismo uso de los coches... otorgndonos el derecho de usar todos losbienes que queramos y de decidir quienes no deben usarlos. Creo que tenemos que crearestilos de vida universalizables, que necesitan rebajar el nivel de consumo; es decir, crearclases medias universalizables. Ni la clase alta que somos los pases desarrollados, ni lasclases miserables, sino unos estilos de vida en los que la gente pueda hacer uso de los bienes

    de consumo ms elementales y ms felicitantes.Un tercer rasgo del estilo de consumo que yo propongo es la co-responsabilidad. Consumoco-responsable porque una persona sola no puede cambiar las cosas. Consumoco-responsable quiere decir que tenemos que echar mano de asociaciones, instituciones ygrupos. Las asociaciones de consumidores pueden no solamente reivindicar los derechos delconsumidor, sino que pueden abogar por un consumo que sea justo y liberador. Hay queechar mano de las asociaciones e instituciones en el nivel civil y en el nivel poltico para

    12

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    13/27

    luchar por ese consumo justo y liberado.

    Y, finalmente, propongo que el consumo seafelicitante. Todos los seres humanos queremosser felices; ya lo deca Aristteles hace 25 26 siglos, y tena razn. Todos los sereshumanos tendemos a la felicidad. Eso es lo que al fin cuentas queremos, y la verdad es quecuando hablamos de consumo me pregunto si ste est siendo felicitante; es decir, si las

    sociedades ms consumidoras son ms felices; si al subir los niveles de consumo se crea msfelicidad.

    Aristteles deca que hay acciones que son felicitantes por s mismas, y son aquellas quetienen el fin en s mismas.

    El comercio se ha inventado acciones que son felicitantes por si mismas, como por ejemploir de compras. No es lo mismo ir a comprar que ir de compras. Lo primero es unsacrificio; hay que ir a comprar la comida, la ropa, etc. una y otra vez... y nos gustara quenos lo dieran todo hecho. En cambio decirvamos de compras resulta simptico. Se va aun centro comercial, se pasa la tarde, se deja al nio en la guardera, se hacen no s cuntascosas, se pasea, se entra en un cine... Es algo que se hace por s mismo; ir de compras por ir

    de compras.Sin embargo, en algunos de los estudios que yo recojo, parece que las actividades msfelicitantes no son las que estn mediadas por los bienes de consumo ms caros. Es buenoque pensemos cules son las actividades felicitantes, porque resulta que tienen mucho quever con las relaciones humanas, con la gente que uno quiere y aprecia, con estar conaquellos con los que se est a gusto y con los que vale la pena estar. Tambin se trata dealgunas actividades de ocio (leer libros, ver pelculas, ir a conciertos) y que necesitan muypoco gasto.

    Hay actividades que merecen la pena y que tienen que ver con trabajar con otros codo acodo; con darse cuenta de que las flores brotan y que resulta que, donde haba una situacin

    de miseria, ahora los chicos han crecido y las cosas han cambiado. Son actividades desolidaridad que tienen mucho que ver con la plenificacin de la vida y que necesitan muypocos bienes de consumo costosos.

    Creo que es importante recapacitar y ver si no hay que poner otra vez sobre el tapete esetipo de actividades que son felicitantes, porque creo que con las actividades de otro tipo nosestamos empeando en la tarea de conseguir dinero para obtener una serie de productos queni siquiera vamos a poder consumir. Esto me parece poco tico y, sobre todo, muy estpido.

    13

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    14/27

    14

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    15/27

    2. POR UN COMERCIO JUSTO CONSUMO RESPONSABLE

    Ignasi Carreras

    Pienso que un estilo tico de consumo va siempre a contracorriente. Por ejemplo, mis doshijos, que van a un colegio determinado, siempre nos decan: es que nosotros somos muypobres porque no tenemos dos coches, no tenemos dos mviles, no tenemos dos TV, no

    tenemos una casa fuera, etc., etc.

    Nosotros intentbamos explicarles, pero no entendannada. Somos muy pobres - decan -somos los ms pobres de Barcelona.

    Por Navidades del 2002, fuimos cuatro semanas con ellos a Bolivia y a Per para visitarvarios proyectos de Intermn Oxfam. Al cabo de doce horas de estar all, mi hijo mayor, quetena once aos, me dijo: no somos tan pobres. Cuando vieron que al llegar a la plazacentral de La Paz en un taxi, del aeropuerto, un nio de 6 7 aos se nos acercaba para versi queramos que nos limpiara los zapatos, empezaron a preguntarse muchas cosas. Y esque, a veces, para que podamos entender lo que nos pasa, nos lo tienen que explicar desdefuera para que nos demos cuenta de lo ridculos que somos.

    2.1. A contracorriente

    Pero an as, es muy difcil ir a contracorriente. Nuestro hijo pequeo quera como regalouna pelota de ftbol. Quera una de esas famosas marcas anunciadas por archiconocidosdeportistas. El regalo lleg por Reyes y le pusieron un letrero diciendo: Esta es la mejorpelota del mundo. Era una pelota de comercio justo que vendemos en la tienda de IntermnOxfam. Despus de mirarla dijo: No lo acabo de entender. Y entonces le empezamos aexplicar: Mira, esta pelota la han hecho personas adultas. Han recibido un salario que lespermite vivir dignamente. No la han hecho nios, obligados a trabajar en otras partes del

    mundo. Detrs de los otros balones hay toda una carga social Y se fue con la pelota de

    comercio justo al colegio y volvi diciendo: No se creen que sta es la mejor pelota delmundo. Yo creo que lo es porque t me lo dices. Pero normalmente los nios no se creenestos argumentos. Hasta que lleg el da en que, en el colegio, no haba una sino cinco o seispelotas de comercio justo, y su apreciacin de la pelota empez a variar. Dej de ir acontracorriente y pens que su pelota era una buena pelota porque otros tambin la tenan.Y eso que les pasa a los nios y a los jvenes, nos pasa tambin a los adultos.

    Mi mujer y yo escribimos el libro Vivir solidariamente (2). Este libro es un producto deconsumo. La editorial Planeta vio que haba un nicho de mercado de gente a la que le

    15

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    16/27

    interesaba la solidaridad, y un da me dijeron: por qu no me hace un libro sobre lasolidaridad? No s si estaban ms o menos interesados en la solidaridad, en el consumoresponsable y en otras cosas de stas, que otras editoriales, pero lo que s es verdad es quepara ellos haba una posibilidad de negocio. Hicimos este libro porque vimos que con unagran editorial exista tambin la posibilidad de llegar a ms personas, ya que sabemos que

    hay mucha gente que se plantea preguntas como:Qu podra hacer yo para contribuir alo que hacis vosotros en Intermn Oxfam? Porque hay hombres y mujeres que creen que

    es posible hacer algo para cambiar el mundo y se preguntan qu pueden hacer con lo pocoque ellos pueden aportar, y dicen: De qu servir lo que hago yo? Entonces pensamos enexplicar de qu modo se puede contribuir a construir un mundo diferente, en Espaa y enotros pases, desde vidas sencillas y normales, a travs de lo que hacemos cotidianamente.Por eso uno de los captulos del libro habla sobre el consumo.

    Es verdad que es muy difcil que los consumidores se unan para cambiar el mundo, perotambin es verdad que los consumidores tenemos fuerza. Una fuerza que es mucho msgrande ahora que antes. Y esta fuerza la tenemos optando por un tipo u otro de productos ysiendo consumidores capaces de actuar como activistas.

    Hace cuarenta aos, cuando una empresa cotizaba en bolsa, su valor, en un 75%, dependade la tecnologa, del know how, de su capacidad productiva, de sus instalaciones... Ahora,en un 75% el valor de una empresa depende del valor de su marca. Y esto es algo intangible.Depende de su imagen, de su reconocimiento, del aprecio de la gente. Y cuando unaempresa tiene un grupo de consumidores (que no hace falta que sea muy grande, pueden ser10.000, 50.000 o un milln) que entienden que dicha empresa no realiza una actuacincorrecta, puede generar una valoracin negativa respecto a la empresa por parte delconjunto de sus consumidores. Y las empresas son muy sensibles a esto. Especialmente lasmarcas ms conocidas. Y pensemos que tan slo cien empresas transnacionales representanel 25% del comercio mundial.

    De acuerdo con esto, tenemos la capacidad de optar por un tipo de productos queresponden a unas determinadas relaciones sociales con y en los pases donde se producen.Tenemos la capacidad de influir en una serie de empresas en funcin de su comportamiento.Y esto va a ocurrir, cada vez ms, en el futuro.

    El consumo socialmente responsable debera dar respuesta a preguntas como: S lo quecompro? Por qu lo compro? Cul es la realidad social que hay detrs de cada uno de losproductos que compro y consumo? Lo normal es que esa realidad vare mucho. Porejemplo: supongo que el 99% de la gente que est leyendo esto, esta maana habr tomadocaf. El caf que tomamos cada maana responde a una realidad difcil. En estos momentos25 millones de familias, unos 125 millones de personas, estn en la pobreza total porque enlos ltimos cinco aos el precio que reciben por cada kilo de caf ha bajado un 75%; esdecir, reciben por cada kilo de caf menos de lo que les cuesta el producirlo. Por otra parte,hay cuatro empresas multinacionales que comercializan casi el 50% del caf del mundo. Losbeneficios de estas empresas no han dejado de crecer a lo largo de los ltimos aos.Tomamos caf y de cada taza de caf el productor del Sur slo recibe el 7% de lo queestamos pagando.

    En el sector del vestido ocurren cosas parecidas. La camisa que podemos llevar cualquierade nosotros seguramente no se habr producido aqu, en Espaa. Lo ms probable es que se

    16

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    17/27

    haya producido en una zona franca, una zona fuera de los lmites del marco legal normal deun pas. Puede ser en Honduras, Indonesia o Malasia, donde las personas que trabajan en lasfbricas que producen estas camisas tienen jornadas realmente extenuantes, carecen de todotipo de derechos laborales, y reciben unas contraprestaciones econmicas mnimas. Y ya quehemos hablado de las pelotas de ftbol: slo en una zona de Pakistn, en el distrito del

    Punjab, en una zona determinada de este distrito, hay 7.000 nios trabajando en el cosido delas pelotas. Son 7.000 nios de 5 a 12 aos (ya no cuento los de 12 a 14), trabajando 8, 10,12 horas al da, y hasta a veces 14 16. No son nios que ayudan algunas horas; son niosque ven su infancia totalmente perdida porque tienen que dedicarla a algo a lo que nodeberan dedicarla y, adems, en unas condiciones de absoluta explotacin.

    Preguntmonos: Podemos cambiar esta realidad desde nuestra condicin de consumidores?S la podemos cambiar, aunque a muy largo plazo, comprando productos de comercio justo.Pero podemos tambin cambiarla a corto plazo influyendo en las empresas para que tenganunas prcticas que sean mucho ms acordes con los derechos fundamentales. En el caso delcaf, del que hablbamos antes, los precios han bajado, en cinco aos, un 75%. Cuandocompramos un paquete de caf en un establecimiento de comercio justo, el canal de

    comercio justo paga un precio mnimo al productor de caf. El productor de frica,Amrica Latina o de Asia est recibiendo hoy en da dos veces ms de lo que recibe unproductor cuando vende su kilo de caf a un canal de comercializacin convencional.

    2.2. El comercio justo

    Pero el comercio justo an representa poco. El pas donde el caf tiene una cuota demercado ms alta es Suiza y es de un 5%. En Espaa no debe llegar ni al 0,1%. Esto es muypoquito, pero en cambio, ese 5% de Suiza y tambin el 3% de Gran Bretaa y Holanda ya

    empieza a significar algo, y para todas las familias productoras que estn implicadasrepresenta dos veces ms de ingresos que en el canal convencional. Muchas familias defrica y Amrica Latina dedicadas al cultivo del caf estn en la ruina y estamos viendocomo muchas de ellas han tenido que sacar de la escuela a los nios, no pueden pagar lasmedicinas, carecen de alimentos y de perspectivas de futuro. En cambio, los agricultores quese benefician del comercio justo pueden vivir dignamente. Ah est la diferencia.

    En estos momentos, tan o ms importante que vender muchos paquetes de caf de comerciojusto es conseguir que estas cuatro multinacionales se comprometan, junto con los gobiernosde los principales pases productores y consumidores de caf, a poner en marcha un planpara rescatar de esta situacin de crisis a estos 25 millones de familias. Pero estas empresasmultinacionales no actuarn slo porque tengan buena voluntad, sino porque se sientan

    presionadas por consumidores y ONG de muchas partes del mundo. Con la buena voluntadllegan slo a un cierto nivel, pero las empresas no actan en segn qu mbitos ni cambiansus comportamientos si no entienden que hay algo que les obliga a hacerlo. Y ese algo sonlos consumidores que participan en campaas de las ONG u organizaciones deconsumidores, y ejercen una influencia muy relevante.

    El comercio justo es an un gran desconocido para la mayora de los consumidores.Podemos hacernos a este respecto muchas preguntas. Lo primero es: cmo s que un

    17

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    18/27

    producto es de comercio justo? Un producto de comercio justo es aquel que est producidoen unas condiciones donde no hay trabajo infantil, donde se pagan salarios dignos, donde secumplen los derechos laborales, donde se respeta el medio ambiente... Pero esto cmo lovoy a saber? De qu modo est indicado para que yo sepa que una determinada camisa seade comercio justo? Hay dos posibilidades: una es que los productos estn etiquetados con la

    indicacin correspondiente a

    comercio justo

    . En Espaa an no existe esta etiqueta, peroen otros pases s. La segunda posibilidad es que los productos sean vendidos ocomercializados por organizaciones que estn adscritas y que tengan la garanta decomercio justo. En Espaa hay unas 60 tiendas de comercio justo. En el conjunto deEuropa, unas 3.000.

    Como se puede comprobar, Espaa est an en una fase incipiente. Slo existen tiendas decomercio justo desde hace unos 10 aos; entre ellas 22 son de Intermn Oxfam y abrimos de6 a 8 tiendas nuevas cada ao, pero an queda mucho camino por recorrer.

    En el conjunto de nuestras 22 tiendas, tenemos, al cabo del ao, de 100 a 125 milcompradores, pero tengamos en cuenta que slo por la cadena Carrefour pasan un milln depersonas al da. Por eso, lo que pretendemos es vender nuestros productos no slo en lastiendas de comercio justo sino tambin en las grandes superficies, que es donde acude lamayora de los compradores. La gente, por sus hbitos de consumo, no hace esfuerzos paracomprar cosas que son adems ms caras y que requieren todo un compromiso. Si no vamosdonde est la gente, sta no comprar este tipo de productos. Actualmente se puedenencontrar productos de comercio justo, como por ejemplo caf, otros productosalimentarios y tambin de otros tipos, en Caprabo, Eroski, Alcampo, Carrefour, Condis,BonPreu, Gadisa y otras cadenas de supermercados o hipermercados.

    Una gran dificultad que tienen los productos de comercio justo es que son ms caros. En unpaquete de caf, el 60% del precio de venta final es el coste del grano de caf. En el circuitodel comercio justo se le est pagando 2 veces ms al productor, y esto repercute en el precio

    de venta al pblico, que va a ser ms alto que el de un paquete de caf convencional. Elpaquete de caf de Intermn Oxfam vale 1,99 euros, mientras que un caf baratoconvencional cuesta 1,30 euros. Cuanto ms baja es la cantidad que las multinacionalespagan a los productores por cada kilo de caf, ms diferencia de precio hay entre el caf decomercio justo y el convencional, dado que las organizaciones de comercio justo pagamospor encima de una cantidad base que permite una vida digna a los productores. An asnormalmente el caf de comercio justo tendr una calidad superior y su precio de venta alpblico debera ser comparado con el de un paquete de caf convencional de alta calidad yno con el de los ms baratos.

    No es fcil comprar productos de comercio justo. En un estudio realizado por elAyuntamiento de Barcelona para conocer lo que la gente piensa sobre el comercio justo seobtenan los siguientes datos: Un 45% de la gente dijo, de manera espontnea, que saba loque era el comercio justo. Despus de haber explicado un poco en qu consista el comerciojusto, el resultado de la encuesta de Barcelona aumentaba hasta el 71%. Pero slo el 29% deciudadanos de Barcelona sabe dnde comprar artculos de comercio justo. Un 67% decanque estaban dispuestos a pagar un poco ms, pero la cuestin es cunto ms. Un 5% afirmanque hasta un 30% o un 50%. En esta encuesta, los ms interesados por el comercio justoeran personas entre 25 y 40 aos. Un 22% de esta gente deca que haban compradoproductos de comercio justo y el 80% consideraba que estos productos eran de buena

    18

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    19/27

    calidad; slo el 3% consideraba que eran de mala calidad, y el resto de calidad regular.

    Como podemos ver, en teora el panorama no es malo. Pero no es fcil: primero tienes queconvencer a las grandes superficies para que incluyan productos de comercio justo en susestablecimientos.

    Para lograr que Carrefour, Caprabo y Eroski hayan introducido este tipo de productos, huboque hacer una reunin con los presidentes de dichas empresas, ya que la va de hablar conlos departamentos de compras que utiliz el departamento de comercio justo de IntermnOxfam fue totalmente insuficiente.

    2.3. Fondos ticos de inversin

    Otra forma de actuar como consumidores socialmente responsables es a travs de nuestrosahorros, cuando decidimos gestionarlos a travs de un fondo de inversin. Una iniciativa queIntermn Oxfam ha promovido, conjuntamente conMorgan Stanley, es un fondo tico de

    inversin. Se trata de un fondo de inversin normal pero que slo invierte en empresas quecumplan una serie de condiciones que son favorables para el desarrollo de los pases del Sury para la salud y el bienestar del conjunto de la poblacin. Esto facilita, a ttulo delconsumidor, saber que uno est invirtiendo en un sitio que no es contradictorio con susprincipios. Y por otra parte facilita una corriente de opinin. Si los fondos de inversinticos en vez de ser minoritarios fuesen mayoritarios, las empresas querran cumplir con loscriterios ticos establecidos, porque, si no, los fondos no invertiran en ellas y los valores desus acciones disminuiran mucho. Es una apuesta a largo plazo, pero no es una apuesta pocoimportante.

    Haciendo una breve historia de estos fondos de inversin podemos decir que se iniciaron en

    1971 en Estados Unidos, donde los inversores consiguieron que fuesen excluidas de lacartera de inversiones las empresas vinculadas a la guerra del Vietnam, y ms tarde, en los80, se excluy a la industria tabacalera cuando se demostr su implicacin en los problemasde salud derivados del consumo de tabaco. Tambin en la dcada de los 70 se produjo unmovimiento en el Reino Unido en el que grupos sociales pidieron la exclusin de la carterade inversiones de las empresas que mantenan inversiones en Sudfrica, y muchos fondosinstitucionales, sobre todo vinculados a iglesias britnicas, fueron desinvertidos. Desdeentonces los fondos ticos han seguido creciendo y hoy los encontramos en Alemania,Australia, Austria, Blgica, Canad, Espaa, Francia, Irlanda, Japn, Noruega, Sudfrica,Suecia y Suiza.

    La metodologa de seleccin de la cartera de inversiones tiene en cuenta criterios negativos

    o excluyentes y criterios positivos o incluyentes, referidos siempre a las actividades ocomportamientos de las empresas. Cada fondo tico define sus propios criterios y estosfiguran en el documento que establece su poltica de inversin tica. De acuerdo con lamisma se efecta la seleccin de valores de empresa donde efectuar las inversiones.

    19

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    20/27

    2.4. Activistas de comercio justo

    Qu ms podemos hacer por el comercio justo y el consumo responsable? Se han citado

    bastantes maneras. Otra de ellas puede ser el dejar de comprar un producto. Ya se hadenunciado que hay marcas que en su cadena de produccin utilizan trabajo infantil. Haygente que ha dejado de comprar esas marcas. Eso es una posibilidad. Pero no siempre estainiciativa consigue cambiar las condiciones de produccin de esas empresas a gran escala.Lo que ms afecta a las empresas es cuando inciden en ellas muchas personas enviandocorreos electrnicos y postales, redactando cartas al director de los diarios, etc.Normalmente estas campaas tienen gran repercusin meditica y esto permite que lasituacin sea conocida por el conjunto de los consumidores. Este fue el caso de lascompaas farmacuticas. Nosotros hemos presionado para que una serie de productosfarmacuticos fueran producidos como genricos y pudiesen as llegar a la poblacin defrica que sufre el SIDA y que no puede pagar los productos patentados (15 20 veces ms

    caros que los genricos). frica slo representa el 1% del mercado de las empresasfarmacuticas multinacionales y stas ponan trabas a que los pases y las poblacionesafectadas por el SIDA puedan tener productos genricos con los cuales poder sobrevivir aesa enfermedad.

    Al lanzar una campaa fuerte por parte de Intermn Oxfam y de Mdicos sin Fronteras enlos medios de comunicacin, en quince das cambi la actitud de los directivos de lasempresas farmacuticas que pasaron de decir: esto es una utopa; esto no es factible; seestn cargando el sistema mundial de las patentes... a decir: dialoguemos. Y, en un ao,no slo convencimos a las empresas, sino que convencimos a los gobiernos y a la OMC. Enestos momentos hemos resuelto muchos de los problemas. Quedan algunas cuestionesimportantes por hablar y an hay escollos, pero buena parte de las dificultades se hanresuelto para que las poblaciones pobres del Tercer Mundo puedan acceder a losmedicamentos genricos.

    Podemos incidir como consumidores en quien maneja el consumo, en las grandes empresasque generan la demanda del consumo y las que comercializan los productos. La inversindirecta extranjera de las empresas trasnacionales en los pases en vas de desarrollo es tresveces superior al conjunto de la ayuda al desarrollo que ofrecen los pases de la OCDE porlo que dichas empresas son las que marcan la pauta en el crecimiento econmico, influyendode modo decisivo en la forma en que se efecta el crecimiento. Cuando este crecimientoeconmico no es equitativo, agudiza las diferencias entre ricos y pobres y acenta laexclusin y la marginacin, con el consiguiente incremento de la pobreza.

    Estas empresas inciden en las condiciones laborares en los pases donde operan, ya seadirectamente o mediante la subcontratacin. Y en otros casos la conculcacin de losderechos laborales es prctica habitual, generando unas condiciones de trabajo de autnticaexplotacin, especialmente en las conocidas como zonas francas, que actan comoterritorios aislados de las economas locales. La explotacin laboral infantil es una de lasmayores lacras asociadas a este tipo de actividad. La situacin de las mujeres tambin esmuy difcil, ya que se cuentan entre los miembros ms vulnerables y desprotegidos de loscolectivos empleados en las industrias exportadoras. Y ambos colectivos son los pilares de la

    20

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    21/27

    capacidad exportadora de muchos pases.

    Las empresas trasnacionales tienen que operar con responsabilidad social (cumpliendo losestndares ticos, laborales y medioambientales y de forma coherente con los derechoshumanos) y deben propiciar el empleo local y los vnculos con las pequeas y medianasempresas nacionales. Tambin han de facilitar el acceso del pas receptor a los recursos

    financieros, a las tecnologas y a los mercados. Cuando se dan estas condiciones, elcrecimiento econmico que generan las empresas puede contribuir significativamente a lareduccin de la pobreza.

    por otra parte, debemos tener en cuenta que, por cada euro que damos los pases ricos a lospases pobres como ayuda de desarrollo, ellos pierden dos euros a causa de un comerciointernacional injusto. Y un segundo dato, si frica aumentase su cuota en el comerciointernacional slo en un 1%, este 1% representara cinco veces todo lo que frica recibecomo ayuda al desarrollo y como condonacin de la deuda externa. Se tiene que incrementarla ayuda al desarrollo, se tiene que condonar la deuda externa. Todo esto es muy relevante.Pero no ser suficiente, si el comercio internacional no es mucho ms justo y las empresas,en todos los pases del mundo, no son totalmente respetuosas en sus actuaciones con losderechos fundamentales, con los derechos laborales, con el medio ambiente, y ofrecen unossalarios dignos para que la gente pueda vivir. Si esto no se consigue, no se avanzar haciael desarrollo del Tercer Mundo.

    Detrs de cada producto que consumimos hay realidades concretas que dependen denosotros y que se pueden cambiar. La campaa Comercio con Justicia(www.comercioconjusticia.com) que impulsa Intermn Oxfam es una de las formas en quepodemos participar para generar los cambios necesarios en las reglas del comerciointernacional. Cuatro millones de personas ya han dado su apoyo a la campaa para quemuchas ms personas puedan vivir dignamente.

    21

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    22/27

    3. APNDICE PARA CRISTIANOS

    ( o, como dira san Ignacio, para los que ms se quisieran afectar y sealar,

    que deberan ser los cristianos, pero no siempre lo somos)

    Las pginas anteriores habrn dejado claro que la tica y la espiritualidad del consumo noson una mera privacin asctica. Ni siquiera una privacin como protesta ante la

    desproporcin y la irracionalidad de las pautas consumistas que se nos imbuyen. Se tratams bien de unaprivacin solidaria.

    3.1. Ayunar para ayudar

    Se trata, por tanto, de recuperar la primitiva fundamentacin cristiana del ayuno, que seresuma as: ayunar para ayudar. ste es el ayuno que yo quiero: desatar los lazos demaldad, deshacer las coyundas del yugo, dar la libertad a los quebrantados, y arrancar todoyugo. Partir tu pan con el hambriento, y recibir en tu casa a los pobres sin hogar (Isaas,58).

    Por ejemplo: consumir productos de comercio justo es un acto de solidaridad, y de justicia,hacia muchos productores del Tercer Mundo.

    Si esa prctica se generaliza en nuestras vidas, habremos de pagar un pellizco ms por losproductos que consumimos. Este gasto sobreaadido nos llevar a prescindir y aprivarnosde muchos productos superfluos que consumamos innecesariamente.

    3.2. Huelgas de consumo

    Si, como dice Adela Cortina, el eje de la economa se ha desplazado de la produccin alconsumo, esto significa que esa arma tan importante de la huelga debera afectar mucho msa nuestro consumo. No todos somos productores pero todos somos consumidores, y estopuede dar una fuerza enorme a las huelgas de consumo, aunque slo tengan un seguimientorelativo. Recordemos lo ocurrido hace poco en Catalunya con la leche Pascual (3). Seravergonzoso que los cristianos slo cobrramos conciencia de nuestro poder cuando se tratade defender intereses nacionalistas, y no cuando se trata de defender a las vctimas injustas

    22

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    23/27

    de nuestro sistema!

    Lo ocurrido con las zapatillas Nike, obligadas a abandonar su confeccin por niosexplotados del Tercer Mundo, debera ser una pauta de conducta general para los cristianos.

    3.3.Cuidado con el anuncio!

    A la hora de orientar ticamente nuestro consumo deberamos prestar mucha ms atencin ala propaganda, para boicotear el consumo de productos que se anuncian de formadegradante, manipuladora o embustera, e imperativa. Por ejemplo; un clsico anunciotelevisivo podra comenzar con el sonido de un coche que arranca. A continuacin sedetiene el auto, una voz pregunta desde l por dnde se va a tal lugar, y recibe comorespuesta: en tu casa o en la ma?. Cierra la historia, como si fuera un coro griego, unavoz que pronuncia slo la marca del coche y aade: hecho para seducir.

    Pues no. Un coche no est hecho para seducir, sino para conducir. Como un dentfrico no

    est hecho para presumirde dientes blancos sino para nuestra higiene bucal. Y si de verastenemos autoestima, nos negaremos a aceptar que nuestra capacidad para ser queridosdependa del coche o el vestido que llevamos. Eso nos insulta.

    Tambin, cuando una determinada firma o cadena comercial se anuncia dicindonos porejemplo que XX entiende tu vida eso slo significa que quiere tu dinero. No nosdejemos tratar como tontos!

    Algo parecido ocurre con todos esos anuncios que ofrecen el producto con el seuelo dealgn regalo. Eso slo significa que el precio del regalo ha sido previamente trasladado aldel producto que compramos. Si de veras se tratase de un regalo, deberamos tener laposibilidad de llevarnosslo el producto que nos interesa, y hacer que nos descuenten de l

    el precio del objeto regalado.Finalmente: en un mundo en que creamos habernos liberado de todos los imperativos eimposiciones exteriores, he aqu que ahora los anuncios nos maltratan con imperativoscategricos y terminantes. Huyamos de ellos!

    3.4. Y sipasamos de ftbol?

    En este contexto se hace necesaria una alusin a esa cueva de Al Bab o latrocinio ldico enque se ha convertido el ftbol, y que ha llegado a cotas de vergenza con ayuda de nuestra

    pasividad.

    Todo ese fetichismo que intentan inculcarnos los anuncios, lo ha conseguido el ftbol aniveles colectivos, por la falsa identificacin de nuestra grandeza con un objetivo ajeno aella. As sucede que clubes que adeudan millones al fisco los tienen a mano para fichajesescandalosos, que el ftbol es una fuente de dinero fcil al que nunca llegarn aquellos cuyotrabajo sostiene nuestra sociedad, y que ese dinero sale no pocas veces de infinidad debolsillos que no andan precisamente sobrados, pero que ya no saben prescindir de esa droga.

    23

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    24/27

    Los cristianos deberamos pensar muy seriamente si es moral que colaboremos con esatremenda injusticia que, aunque se vista de juego, injusticia se queda.

    3.5. Otro consejo ignaciano

    Finalmente, en los nmeros 210-217 de sus Ejercicios Espirituales, san Ignacio proponeunas reglas para ordenarse en el comer, hoy ms bien olvidadas, pero que podranrecobrar cierta actualidad si las leemos como reglas para ordenarse en el consumir.Veamos algunos ejemplos:

    5.1. La recomendacin de habituarse a comer manjares gruesos, (y) si delicados, en pocacantidad, debera ser traducida hoy como habituarse a no consumir marcas o hacerlo enmuy poca cantidad.

    5.2. Hay que dar por supuesto que el ordenarse evanglicamente en el consumo supone almenos una temporada de quitarse de lo conveniente incluso. Porque, dada nuestrainclinacin y la seduccin consumista que nos envuelve, slo as se podr alcanzar mspresto el medio, que es lo que san Ignacio busca. Quien conozca la Autobiografa del santopercibir que aqu se refleja una experiencia propia puesta en juego en Manresa y gracias a lacual acab sabiendo lo que conviene ms a su sustentacin corporal (EE 213).

    5.3. Los nmeros 214-216 dan una serie de consejos extraos (como considerar a Cristo,nuestro Seor, mientras se come, etc.), los cuales apuntan todos a una misma meta: que noest todo su nimo intento en lo que consume; ni en el consumir vaya apresurado por elapetito sino que sea seor de s. Perfecto! Y esto puede tener una traduccin inmediatapara nosotros. Evitar los centros comerciales, donde uno ya no es dueo de s sino que est

    totalmente embebido por las ofertas que se le proponen. Al menos evitarlos como lugares deexpansin, de paseo, etc. recobrando la sabia distincin de Adela Cortina entre ir acomprar e ir de compras. Esto segundo dificulta mucho el orden en el consumo.

    5.4. Finalmente una regla enormemente sabia: decidir lo que se ha de consumir enmomentos de no necesidad y no en momentos de ansiedad consumptiva. Con palabras deIgnacio que son bien claras: que despus de comer o despus de cenar o en otra hora queno sienta apetito de comer determine consigo para la comida o cena por venir... la cantidadque conviene que coma (EE 217).

    Todas estas cosas que aqu decimos deberan figurar mucho ms en la teologa moral y en lapastoral que se propone desde documentos episcopales, predicacin, retiros y direccinespiritual. Pero, por desgracia, la moral econmica que se ensea en muchos centros deformacin de agentes de pastoral est muy ajena a la vida real, y parece reducir a slocuestiones de alcoba todo el seguimiento de Jess, toda la honestidad humana y toda esavoluntad de Dios cuyo cumplimiento pedimos en el Padrenuestro.

    Y como ocurre siempre con la verdadera moral, en ella no nos jugamos slo el respeto a unanorma exterior, ni siquiera slo la ayuda a los dems. A la larga nos estamos jugando

    24

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    25/27

    nuestra propia libertad y nuestra propia realizacin. Todos recordaremos o habremos vividoaquellas escenas en que, cuando los nios se ponan incmodos en la mesa, se les deca:come y calla. Pues ah hay una excelente imagen de nuestra sociedad, cuyos poderes seempean en gritarnos: consume y calla. No preguntes, no pienses, no protestes. Consumey calla.

    Cristianisme i JustciaOctubre, 2003

    25

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    26/27

    4. EXAMEN DE CONCIENCIA PERSONAL Y PARA GRUPOS

    1. Analiza tu consumo en vestido, alimentacin, ocio, transportes, deporte, mquinasdiversas...

    Seala aquello que consideras necesario, relativamente superfluo o totalmentesuperfluo. Intenta descubrir si te engaas en estas valoraciones (probablemente seras). Y luego a ver cmo te haces una liposuccin consumista... Te sentirsmejor.

    2. Examina tu relacin con las marcas. Dependes de ellas? Te dominan? Recuerdas sialguna vez has presumido de ellas? Has minusvalorado al que no las luca?

    Haz la experiencia de que sin ellas eres absolutamente el mismo, o mejor, porquetienes la seguridad en ti y no fuera de ti. A ver si para desmarcarte entras enalguna asociacin que podra llamarse Alcohlicos de marcas annimos.

    3. Cuantas tiendas conoces de comercio justo? Cuanto has comprado, y que ms podrascomprar en ellas?Las difundes entre tus conocidos?

    A ver si consigues que ao nuevo, comercio nuevo...

    4. Algo parecido con tus inversiones. Vas a dormir tranquilo si sabes que algn dinero tuyo

    est fabricando armas o esclavizando nios?

    Repasa bien este punto. Y mueve ficha.

    26

  • 7/30/2019 Consumo Luego Existo-Adela Cortina

    27/27

    5. Para acabar ponte (poneos) el termmetro como consumidor.

    36,5 = buena salud humana y cristiana

    37 = un peln de atencin

    37,5 = ojo. Tienes algo de fiebre y necesitas reposo

    38 = tienes bastante fiebre. Busca un antipirtico fuerte

    38,5-39 = ests francamente mal y la fiebre consumista no te deja ser t. Habra quellamar al mdico, o incluso al cura...

    NOTES

    ________________________

    1 CORTINA, A.Por una tica del consumo. Taurus, Madrid 2003 y CORTINA, A. Ciudadanos del mundo:hacia una teora de la ciudadana. Alianza, Madrid 1997.

    2 CARRERAS, I - OSS, M. A. Vivir solidariamente, Planeta, Barcelona 2002.3 En el ao 2003, la empresa lctea Pascual, a causa de ciertas guerras comerciales, decidi dejar de

    comprar leche a los ganaderos catalanes. El vaco de los consumidores en Catalua fue tan fuerte, quePascual anunci a los pocos das que seguira comprando leche catalana, y que adems realizarainversiones en Catalunya, creando as puestos de trabajo. Cristianisme i JustciaRoger de Llria 13 08010 Barcelona T: 93 317 23 38 Fax: 93 317 10 94

    [email protected]

    www.fespinal.com Enero 2004

    http://www.fespinal.com/