CONSTRUCCIÓN DE HONDAS Honda mixta - …perso.wanadoo.es/hondero/construcciondehondas.pdf ·...

13
CONSTRUCCIÓN DE HONDAS Abordaremos con cierto detalle en este capítulo la construcción de algunos modelos de honda de relativamente fácil elaboración, con el único objeto de facilitar esta tarea al principiante que guste de realizar sus propios modelos y diseños. Se presentarán procedimientos muy simplificados, al alcance de cualquier habilidad y medios, pero a la vez suficientemente eficaces para proporcionar ejemplares de altas prestaciones y duración. Honda mixta Modelo de honda mixta ligera, adecuada para uso general y todo tipo de proyectiles, excepto los muy grandes de piedra. Características: Bolsa de piel fina, ovalar, entera. Correas de cuerda de algodón trenzado tipo "de cortina" de 0,5 cm, redonda y regular. Sujeción correas a bolsa por atado y encolado. Extremo de retención en anillo; extremo de disparo en botón. Longitud según brazo del hondero. Bolsa de 12 x 5 cm. Materiales complementarios: Cuerda para atar muy fina o hilo "torzal", resistente. Cola de contacto flexible. Esparadrapo de color a juego con bolsa y correas. Tijeras Pinzas de ropa Construcción. Cortaremos la correa de disparo de longitud igual a la total de la honda plegada, para seguridad, y la de retención unos 15 cm más largo para formar el anillo. Los extremos que se sujetan a la bolsa se encolarán un poco entre las fibras para darle algo más de grosor que el resto y garantizar que no escapen de la sujeción. Mientras se van secando un poco cortaremos la bolsa. Primero cortaremos en papel resistente el diseño de la bolsa, comprobando dimensiones y forma con un proyectil de tipo medio. Un diseño puede ser el de la figura. Los extremos prologados en banda son para sujeción de las correas. Su anchura debe ser tal que envuelva, sin solaparse, la correa. Asegurado el diseño cortaremos la piel y pasaremos a sujetar las correas. Se encolan los extremos en banda por la parte no curtida, que es donde va el proyectil, y se ponen sobre ellos los extremos de las correas. Previamente se han colocado un par de trozos de hilo de atar bajo cada extremo de la bolsa para hacer un primer atado de colocación. Se cierran los nudos cuidando la correcta colocación y cierre de la piel sobre la correa.

Transcript of CONSTRUCCIÓN DE HONDAS Honda mixta - …perso.wanadoo.es/hondero/construcciondehondas.pdf ·...

CONSTRUCCIÓN DE HONDAS

Abordaremos con cierto detalle en este capítulo la construcción de algunos modelos de

honda de relativamente fácil elaboración, con el único objeto de facilitar esta tarea al

principiante que guste de realizar sus propios modelos y diseños. Se presentarán

procedimientos muy simplificados, al alcance de cualquier habilidad y medios, pero a la

vez suficientemente eficaces para proporcionar ejemplares de altas prestaciones y

duración.

Honda mixta Modelo de honda mixta ligera, adecuada para uso general y todo tipo de proyectiles,

excepto los muy grandes de piedra.

Características: Bolsa de piel fina, ovalar, entera.

Correas de cuerda de algodón trenzado tipo "de cortina" de 0,5 cm, redonda y regular.

Sujeción correas a bolsa por atado y encolado.

Extremo de retención en anillo; extremo de disparo en botón.

Longitud según brazo del hondero. Bolsa de 12 x 5 cm.

Materiales complementarios: Cuerda para atar muy fina o hilo "torzal", resistente.

Cola de contacto flexible.

Esparadrapo de color a juego con bolsa y correas.

Tijeras

Pinzas de ropa

Construcción. Cortaremos la correa de disparo de longitud igual a la total de la honda plegada, para

seguridad, y la de retención unos 15 cm más largo para formar el anillo. Los extremos

que se sujetan a la bolsa se encolarán un poco entre las fibras para darle algo más de

grosor que el resto y garantizar que no escapen de la sujeción. Mientras se van secando

un poco cortaremos la bolsa.

Primero cortaremos en papel resistente el diseño de la bolsa, comprobando dimensiones

y forma con un proyectil de tipo medio. Un diseño puede ser el de la figura. Los

extremos prologados en banda son

para sujeción de las correas. Su

anchura debe ser tal que envuelva,

sin solaparse, la correa.

Asegurado el diseño cortaremos la

piel y pasaremos a sujetar las

correas.

Se encolan los extremos en banda por la parte no

curtida, que es donde va el proyectil, y se ponen sobre

ellos los extremos de las correas. Previamente se han

colocado un par de trozos de hilo de atar bajo cada

extremo de la bolsa para hacer un primer atado de

colocación. Se cierran los nudos cuidando la correcta

colocación y cierre de la piel sobre la correa.

1

Acto seguido se atan la sujeciones sólidamente, con el mismo tipo de hilo, cubriéndolas

completamente al menos en una longitud de un cm. Finalmente se encolan en superficie

loa atados.

Acto seguido elaboraremos el anillo de retención. Primero marcaremos sobre la correa

una longitud tal, que sumada a la bolsa doblada nos de la longitud de nuestro brazo,

desde la punta de los dedos hasta la terminación del hombro. Luego doblaremos por la

marca hasta formar el anillo, suficientemente holgado para el dedo medio y dejando una

longitud para atado de unos 3 cm. Lo atamos provisionalmente y se corta la correa de

disparo a la misma longitud, o mejor un dedo menos. Comprobada la honda en la

mano, verificando que la bolsa queda doblada correctamente por la mitad, procedemos

al atado definitivo del anillo. Se utiliza hilo de atar

envolviendo al menos un par de cm., apretando bien.

Finalmente se encola en superficie el atado.

El extremo de disparo se engrosa con esparadrapo,

primero en su extremo y luego decreciente hacia atrás, de

manera que se forme una especie de perilla, bien apretada

de un grosor máximo de 1 cm.

Se dejan secar las ataduras encoladas de la bolsa y anillo

un rato. Finalmente se revisten de esparadrapo apretado.

El aspecto resultante es similar al de la foto que muestra

detalles de una honda pequeña integral de cuero.

Las sujeciones son muy resistentes y no se desarmarán

nunca; probablemente se desgastará antes la piel de la bolsa.

Aunque la confección de esta honda puede llevar apenas media hora, no deberá

emplearse hasta el día siguiente.

Un perfeccionamiento y a la par mejora estética de las sujeciones de la bolsa se

consigue emparedando las correas en lugar de enrollarlas con el

extremo de la bolsa. Dicho extremo será ahora más estrecho, del

mismo ancho de la correa, y se recortará aparte una pequeña

pieza de piel, gemela del extremo de la bolsa. La correa se

pegará por detrás de la bolsa, es decir por el lado curtido y se

cubrirá con el trozo gemelo, también encolado. Primero se

atarán bien las dos tirillas sobre la correa y luego se pegará el

resto, que deberá prensarse durante al menos una hora para que

se aplane y adhiera completamente. Como prensa se utilizarán

dos pequeñas monedas apretadas entre un pinza de ropa. Con

objeto de que la sujeción quede aplanada hacia la parte de la

bolsa, se deshilachará el extremo de la correa en lugar de encolarlo y abultarlo como en

el caso anterior.

Esta honda tiene la cualidad de presentar una superficie para el proyectil completamente

lisa, sin estorbos a su deslizamiento, como pudiera producirse en el anterior diseño si

queda algo abombada la unión debido al enrollamiento de los extremos de la bolsa

sobre correa.

Honda de bolsa dividida Modelo adecuado para lanzamiento de proyectiles de medio y grueso tamaño, con una

excelente adaptación a cada uno.

2

Características: Honda mixta, de bolsa de piel dividida, formada por dos tiras de solape inverso en los

extremos, lo que proporciona un magnífico acoplamiento al proyectil por la forma

cóncava resultante.

Resto de elementos igual que en el modelo anterior.

Construcción: Las únicas diferencias respecto al modelo anterior radican en el recorte de la bolsa. Esta

está formada por dos tiras de piel, de 2 x 20 cm., entre cuyos extremos se emparedan las

correas. Las tiras se montan una sobre otra en sentido inverso en cada extremo, de

manera que una tira cruce por debajo de la otra. Adoptan una forma de cazoleta muy

adecuada y además la superficie para el proyectil no encuentra obstáculos en salida.

Las tiras se colocan como indica el dibujo y luego se cortan las lengüetas procurando

que queden rectas, según el eje central de la bolsa.

Por la disposición especial de la bolsa se puede cargar

cualquier tamaño de proyectil Véase la buena adaptación al

mismo en la foto.

Esta honda es muy sencilla de hacer, con un acabado

estético, y reúne unas buenas características de bolsa abierta

y bolsa envolvente a la vez.

El procedimiento de sujeción de las correas a la bolsa es

similar al del prototipo anterior.

Honda de piel trenzada Trenzaremos sólo las correas; la

bolsa será de una pieza, de cualquier

diseño. Una trenza de tres elementos,

procurando redondear lo más posible

la sección, será suficiente.

Separaremos las finas tiras de piel de

un tira ancha, dejando unos cm al

final sin cortar. Este trozo de tira

ancha se unirá al extremo de la bolsa

por simple encolado, proporcionando

una unión sólida y suficiente. El

anillo de la correa de sujeción se

forma con las tres tirillas sin trenzar,

3

que se doblan y sujetan por atado y encolado. Luego se puede recubrir la unión con piel

fina. La honda representada incluye una bolsa pequeña y está diseñada para lanzamiento

de proyectiles de plomo.

Un diseño más elaborado, robusto y estético, se consigue utilizando una tira base más

ancha, de piel de badana blanda, y dividiendo cada una de las tres tirillas en dos. La

trenza es también de tres elementos, de dos tirillas cada uno. Se moja la badana para que

quede muy flexible y al trenzar procura retorcerse un poco para que la sección de la

trenza quede lo más redondeada posible. Para cortar las tirillas puede emplearse un

"cutter". Se comenzará cortando un poco a tijera y luego se sujetarán las tirillas juntas

con una mordaza al borde de la mesa. Introduciendo el cutter por cada raja, y tensando

la correa, se irá cortando cada tirilla, procurando que el ancho resulte homogéneo. Con

un poco de práctica separaremos las seis finas tirillas en pocos minutos.

Honda integral de fibra tejida Es sin duda el tipo de honda más empleado en todos los lugares y épocas. Sus

características son óptimas y su empleo habitual es para lanzar proyectiles de buen

tamaño. Sin embargo la complejidad de su manufactura para el no experimentado en el

trenzado y tejido con fibras, hacen de ellas un objeto poco frecuente

El tema del tejido con fibras llenaría por si sólo un volumen mucho más voluminoso

que este breve manual, por lo que nos limitaremos a describir la manufactura de un

modelo relativamente sencillo, remitiendo al lector interesado en estas interesantes

habilidades a libros especializados. El ya citado "The Sling Braiding of the Andes", de

Adele Cahlander, es uno de ellos. La técnica del "macramé" es la base para la

realización de esta labor de tejido de hondas.

Tampoco entraremos con detalle en la confección desde cero, es decir empleando

madejas de fibra natural para trenzar las correas o confeccionar los cordones de una

bolsa dividida, tipo balear por ejemplo; partiremos en nuestro caso de cuerda fina o

cordel como elemento básico del trenzado y tejido.

La honda que vamos a describir es de bolsa entera tejida, rectangular apuntada en los

extremos; las correas son de trenza regular, redonda. El extremo de disparo es en borla

larga, para su agarre con toda la mano; el extremo de retención es en anillo para el dedo.

La primera tarea con la que nos encontramos es medir y

cortar el material a emplear. Puesto que la honda es de una

sola pieza, el cordel deberá cortarse de una longitud tal que

una vez trenzado y tejido nos de la longitud de la honda. Se

suele necesitar una longitud cuatro veces mayor que el largo

de honda. Tomaremos por seguridad largos de cordel de 8 m.

El material será lino pulido. El grosor de 1,5 mm.

Las correas de la honda deberán resultar sólidas, adecuadas

para lanzar proyectiles pesados, estimando un grosor

alrededor de 1 cm. El número de cordeles para conseguir

este grosor será de 18. El anillo para el dedo será de mitad de

grosor, pues estorbaría tan grueso como la correa. Vamos a

empezar a trenzar la honda por el anillo sin solución de

4

continuidad. Para ello en lugar de cortar 18 largos de cordel de 8 m., cortaremos 9

largos de 16 m. y los doblaremos aproximadamente por la mitad para trenzar el anillo.

Veamos un esquema a la derecha.

Es el momento de organizar el trabajo con los cordeles para que no acabe todo en una

maraña sin solución. Trabajaremos sobre una mesa, cómodamente sentados, pues la

cosa va para largo. Dejando libres unos 40 cm. por el medio del manojo de cordeles,

bobinaremos por separado las dos mitades de cada cordel. Obtendremos pues 18

pequeñas y gruesas bobinas, sujetas con un goma cada una. Estas bobinas o "mariposas"

se manejarán bien, sin enredos, soltando cordel a medida que se necesite, sin mas que

tirar del mismo.

Ahora atemos provisionalmente el haz de 9 cordeles unos 10 cm. más allá de la mitad,

para empezar a trenzar en dirección contraria (véase fig. anterior izquierda).

Emplearemos una trenza sencilla de tres elementos, cada uno de tres cordeles, según el

esquema de la fig. siguiente. Terminada la trenza se dobla en

anillo y se ata provisionalmente para que no se desarme. El

aspecto es del la foto.

A continuación empezaremos la

trenza de la correa de retención.

Será de seis elementos de tres

cordeles cada uno para simplificar

el trenzado y conse-guir no

obstante una forma sensiblemente

redonda. Aquí empiezan ya las dificultades manuales y el

recurso a ciertos artilugios simples.

Confeccionaremos una rueda de trenzado sencilla, con tablero fino de madera o cartón

piedra, como se ve en la foto. El orificio central deberá ajustarse a la trenza, para que

esta se apriete a medida que se elabora. Colocamos nuestro haz de cordeles

introduciendo el anillo por el orificio y distribuyendo las mariposas en las muescas, en

grupos de tres juntas. Entre todas las muescas hay una que es la principal, marcada con

el nº 1. Empezaremos por esta, tomando sus tres cordeles, y en sentido a la derecha, por

ejemplo, la intercambiaremos con la 2, pasando los cordeles por encima de los de esta.

5

Siempre debemos pasar los cordeles por un mismo

lado, por arriba o por abajo. Luego hacemos lo

mismo con la muesca 3, intercambiándola por

encima con la 4. Luego la 5 con la 6. Ahora

invertimos el sentido de giro, moviéndonos hacia la

izquierda. Empezamos otra vez por la muesca 1 y la

intercambiamos con la 6. Luego la 5 con la 4 y la 3

con la 2, completando la segunda vuelta.

Continuaremos, cambiando el sentido, con la 1-2, 3-

4, etc. Al completar cada vuelta, tiraremos un poco,

por debajo, de la trenza, que se apretará sola. La

trenza se irá

formando por

debajo. Si en

un momento determinado nos olvidamos del

sentido de giro de la vuelta en curso, es fácil de

deducir por cómo se han montado los cordeles

unos sobre otros.

En poco tiempo habremos trenzado nuestra

correa de retención, una vez que haya adquirido

el largo estimado para la misma, pongamos 80

cm. Hagamos un atado simple provisional, al

final del trenzado, para que no se deshaga.

Ahora es el momento de prepararnos para la tarea

más larga, simple pero lenta: el tejido de la bolsa.

Dispondremos de un soporte inclinado sobre nuestra mesa, tipo atril de lectura. Puede

valer un marco de fotos grande con soporte. El trabajo se fijará a él con una pinza

metálica grande, o con cinta adhesiva, como en el dibujo siguiente, sin que se mueva.

Se trata de realizar un tejido plano,

utilizando los 18 cordeles de manera

independiente, como elementos. Los

esparciremos sobre nuestra mesa

separados, como en el dibujo; ellos serán

la "retícula" entre la que iremos pasando

otro cordel transversal o "trama" para

formar el

tejido. Un

esquema

como el de

abajo irá

aclarando el procedimiento.

Ahora sólo queda por decidir la manera de pasar o

anudar la trama a la retícula.. Hay muchas posibilidades

y técnicas, y cada una de ellas dotará al tejido de unas

características determinadas de flexibilidad, textura, etc.

Vamos a elegir un tipo de trabazón, que sin ser el mejor

para la bolsa, sí es fácil de realizar sobre el cordel que

estamos empleando, sin que se desarme el tejido sobre la

6

marcha u obligue al empleo de herramientas adicionales. Consiste en dar una vuelta con

la trama por encima de cada hilo de retícula, sacándola por dentro. El dibujo ilustra el

sencillo procedimiento. Al llegar al último

hilo de la retícula, es decir a un borde de la

futura bolsa, haremos un nudo de

terminación, que consiste en pasar la trama

doblada en bucle por debajo del borde y luego

su extremo se

introduce por el

bucle, de abajo hacia arriba, tirando hacia el otro borde de la

bolsa para apretar. En la figura de la izquierda se ve la

técnica.

Pues bien, estos dos nudos o trabazones son los únicos que

necesitamos para tejer la bolsa. Así se irá tejiendo cada línea,

de derecha a izquierda y viceversa. Naturalmente tenemos que

dar forma a la bolsa, siendo más estrecha al principio y

ensanchando después, para volver a estrechar finalmente. Esto

se consigue colocando los hilos de retícula en grupos, de

manera que la trama se anude con cada grupo y no con cada

hilo. Inicialmente empezaremos con dos grupos sólo. Luego

iremos ampliando el número de grupos progresivamente para

ensanchar la bolsa, hasta llegar a un solo hilo por grupo.

En los extremos dejaremos como mínimo dos hilos con objeto

de hacer un reborde a la bolsa. Naturalmente según el ritmo

cambiante de disgregación de los grupos tendremos diferentes

formas de bolsa. Comenzar sin una previa planificación del

trabajo nos conducirá, sobre todo al principio, a tener que

destejer varias veces la bolsa, por llegar a una forma indeseada

o asimétrica. Utilizaremos unos sencillos cálculos y técnicas

gráficas para una correcta planificación.

Hemos utilizado cordeles de 1,5 mm. de grosor. Y teniendo en cuenta la vuelta que da la

trama a cada hilo de retícula, por cada uno de estos tendremos un ancho de tejido de tres

grosores, es decir de 4,5 mm. Los bordes utilizan dos hilos y su ancho será pues de 4

grosores, es decir, de 6 mm. De manera semejante se pueden calcular los anchos

correspondientes a cada grupo de hilos de retícula que vayamos a emplear. Así

calcularemos el ancho de la bolsa en cada momento.

Por otro lado, cada línea de tejido tendrá una altura fija que equivale a dos grosores,

pues se da una vuelta sobre la retícula, es decir 3 mm.

Estamos en condiciones de hacer una representación de la bolsa en papel cuadriculado

corriente. Dibujemos el diseño deseado de la bolsa a una escala de 3 mm. por cuadro, es

decir, de dos grosores de cordel; en adelante esta será nuestra unidad de medida: el

cordel. Cada fila horizontal de cuadros representa en altura una fila real de tejido de la

bolsa. A la derecha del dibujo iremos poniendo los anchos de las diferentes filas

expresados en cordeles, es decir, multiplicando el número de cuadros por dos.

En una parte libre del papel dibujaremos la pirámide de anchuras, es decir la anchura de

las diferentes filas según el grado de agrupación de los hilos de la retícula. En nuestro

caso, la retícula de 18 hilos puede tener la siguiente pirámide de casos posibles de

agrupación, a la derecha de la cual se indica el ancho de tejido correspondiente,

expresado en cordeles; cada grupo de cordeles se supondrá, por simplificar, de forma

cuadrada, y su anchura será el lado del cuadrado formado, redondeado por exceso.

7

AGRUPACIONES ANCHO

99 10

666 15

5445 18

333333 24

32222223 32

31111111111113 44

2111111111111112 50

Pues bien, ya solo queda ver las combinaciones de pirámide que corresponden a la

anchura de cada fila de tejido de nuestro diseño. Confeccionamos el plan de tejido

indicando en una bipirámide simétrica el número de filas a ejecutar con cada agrupación

de hilos de retícula; el plan de tejido tendrá una forma parecida a esta (el ejemplo es

imaginario):

99

666

5445

32222223

31111111111113

2111111111111112

2111111111111112

2111111111111112

2111111111111111

2111111111111112

31111111111113

32222223

5445

666

99

Y ya podemos empezar a tejer. Para ello ataremos al final de la trenza el hilo de trama,

pero dejando un n trozo de unos 15 cm. enrollado para hacer el atado definitivo al final.

No se apretará demasiado el tejido, con objeto de que la bolsa quede flexible. El tipo de

tejido utilizado tendrá una cara más flexible que la otra y es la que se empleará para

colocar el proyectil. Este es el aspecto de ambas caras:

Terminada la bolsa, haremos un atado provisional con el hilo de trama, dejando otros 15

cm. para el atado final, y comenzaremos el trenzado de la correa de disparo, igual que

hicimos con la de sujeción. Terminaremos la trenza a la misma longitud que esta ultima,

excluyendo el anillo; en esta haremos el extremo en borla larga, de unos 20 cm., sin más

8

que dejar los 18 cordeles sueltos después de un atado provisional para que no se

desarme la trenza.

Hemos terminado el trabajo general de la honda; comprobaremos la igualación de las

correas, la longitud y el buen agarre de la borla, etc. Ha

llegado el momento de los remates finales que darán solidez y

terminación estética a las partes de transición entre las correas

y sus extremos por un lado, y entre las correas y la bolsa por

el otro. Vamos a utilizar para el primer caso la sujeción

llamada de "enmangue", consistente en un entubamiento de la

correa completamente liso, sin nudos, como se muestra en la

figura de la izda., en sus distintas fases de formación. Una vez

llegados a la fase 4 se tira fuertemente de "a" manteniendo

"b" tenso en la dirección de

las espiras, cerrando la unión

sólida-mente. Para el remate

entre la bolsa y las correas

utili-zaremos una variante de

la anterior sujeción, un poco

mas elaborada. Utilizaremos

como lazo de cierre el

extremo que habíamos dejado

en exceso de la trama; el

dibujo muestra el procedimiento. Por supuesto la

sujeción puede simplificarse acabándola en nudo, que si

menos estético, resulta igualmente eficaz.

El aspecto final de las sujeciones y la honda terminada se aprecian en las fotos.

9

Veamos ahora un diseño mucho más sencillo, basado en una trenza simple de tres

elementos, con bolsa dividida. Es un diseño muy común en Baleares, aunque la técnica

de elaboración allí sea más compleja, en base a la utilización directa de la fibra natural y

un tipo de trenzado distinto.

Nosotros emplearemos, como en el caso anterior, cordel de lino de 1,5 mm. El grosor

básico de las correas se formará con 12 cordeles. Al ser esta trenza muy simple, su

consumo de cordel es menor, estimándose en 1,5 veces la longitud final de la honda.

Tomaremos pues 6 largos de 6 metros y los doblaremos. Haremos el anillo en trenza

bien plana de tres elementos de 2 cordeles cada uno. La correa se hará en trenza de tres

elementos de 4 cordeles cada uno, cuidando de agrupar los cordeles en montón al tejer

para que la trenza no quede demasiado plana.

La bolsa, dividida en dos cordones, podría hacerse simplemente separando los 12

cordeles en dos grupos de 6, y tejer por separado dos trenzas como la del anillo.

Después de trenzar unos 12 o 15 cm. volveríamos a juntar los 12 cordeles para trenzar la

otra correa como la primera. Pero los cordones de la bolsa así formados resultarían un

poco estrechos. Por ello vamos a aumentar un poco el grosor de la correa antes de

terminarla, para que añadiéndole más cordeles podamos separarlos después en dos

cordones de bolsa más anchos.

Trabajando con fibra natural, el proceso de aumentar el grosor de la trenza es

simplemente añadir más fibra al haz de

base; nosotros tendremos que añadir

cordeles, de manera que se traben

adecuadamente con los existentes para

que no se suelten, pero evitando el

empleo de nudos, cosidos, etc. Para ello

desharemos unos cm. del extremo del

cordel a incorporar y lo mismo haremos

en el cordel donde vamos a unirlo. Al

ser el cordeles de 2 hebras torcidas, la

tarea es fácil. Arrollaremos ambos

cordeles entre sí, hebra con hebra, y

luego las dos partes así compuestas, mojando un poco con saliva para que traben mejor

las fibras; procuraremos que no queden extremos sobrantes en la unión, sino que tenga

la apariencia de un cordeles único engrosado, que se separa en dos.

Añadiremos 6 cordeles en total, formando pues una trenza de 18 cordeles en tres

elementos de 6 cordeles cada uno. Para que el engrosamiento de la trenza sea

progresivo, iremos añadiendo los cordeles paulatinamente, separados unos centímetros

uno de otro. Añadidos los 6 cordeles y trenzados unos cm. más, Ataremos el haz de

cordeles provisionalmente para hacer la separación de los cordones de la bolsa.

Procuraremos ensanchar al máximo los cordones de la bolsa, de manera que queden

bien planos para cumplir su función de soporte del proyectil. Para ello los elementos de

tres cordeles deberán trenzarse con los cordeles planos y no amontonados como en las

correas.

Una vez tejidos lo cordones de la bolsa invertiremos el proceso de unión de los mismos,

para formar la parte gruesa de la otra correa; luego suprimiremos paulatinamente los

cordeles adicionales, volviéndolos a unir a los cordeles soporte, y tejeremos la correa de

disparo hasta su fin. En este caso la terminación la haremos en seco, sin borla, para lo

que prolongaremos la trenza unos 20 cm. más para su agarre con toda la mano.

10

Finalmente remataremos las uniones entre las partes con sujeciones de enmangue.

Esta honda es sumamente eficaz a pesar de su sencillez y rapidez de fabricación, y no

plantea más dificultad que la correcta organización de los manojos de cuerdas y el tener

que deshacer y rehacer varias veces las mariposas de cordeles, dada la diferente

agrupación de los mismos en las distintas partes de la honda.. En la foto se observa el

trabajo acabado y algunos detalles.

Si estamos dispuestos a complicarnos un poco más la vida, tanto en este diseño como en

el anterior más complejo, podemos perfeccionarlos tejiendo cordones progresivos, más

finos en los extremos y crecientes hacia la bolsa, que tienen mejores características para

el volteo y disparo. Bastará con ir añadiendo o reduciendo cordeles en la trenza por el

procedimiento descrito.

.Una técnica intermedia entre la de trenzado de cordeles y la de trenzado de fibra

natural, que agrupa las ventajas de ambas, es la de utilizar cordeles deshilachados como

fuente de fibra natural. Así evitamos manejar las grandes y engorrosas madejas de fibra

y aprovechamos la facilidad de incorporación de nuevos añadidos de fibra incorporando

trozos de cordel deshilachado. La ventaja de encontrar cordeles de cualquier tipo de

fibra, nos permitirá trenzar hondas de cáñamo, lino, pita, algodón, etc., cada una con sus

características. El deshilachado de los cordeles es fácil, siendo muy útil, según el tipo de

fibra, mojarlos previamente. Las hebras constituyentes se destuercen solas por el

mojado en muchas ocasiones. En lugar de emplear toda la longitud necesaria, como

hacíamos con los cordeles, lo que obligaba al empleo de mariposas o bobinas,

utilizaremos trozos de unos 50 a 100 cm, dependiendo del tipo de fibra, que se irán

añadiendo cuando sea necesario, simplemente solapándolos, y dejando los extremos un

poco fuera de la trenza. Una vez terminada ésta, se recortarán estos extremos salientes.

Hondas de cuerda anudada Es una fabricación simplificada para aplicar a hondas de bolsa de cordones. Se sustituye

el trenzado por cuerda de fibra natural o artificial. Esta debe ser discretamente fina para

que el anudado no resulte excesivamente grueso. En caso contrario hay que ir al atado y

encolado o el cosido de las cuerdas, lo que también es una solución adecuada en estos

casos. Se pueden hacer bolsas de dos, tres o más cordones en malla. Véase en el dibujo

11

el esquema de construcción y las zonas de

unión de bolsas de dos, tres y cuatro

cordones.

En caso de emplearse nudos sobre cuerda

fina, estos deben ser absolutamente fijos,

pues sino alterarían poco a poco la forma de

la bolsa. Habrá que emplear un nudo como

el conocido "as de guía" marinero, o mejor el que se muestra en el dibujo, que

llamaremos de "anilla cruzada".

La honda de tres cordones puede hacerse fácilmente por anudamiento de una sola

cuerda, sin necesidad de cortar, como se ve en la figura.

Naturalmente estas hondas simplificadas no tienen las prestaciones de una trenzada,

pero pueden resultar suficientemente eficaces como solución eventual o de emergencia.

Una mejora de estas hondas en cuanto a sus

prestaciones, sin aumento apenas del trabajo de

elaboración, son las que he llamado "hondas de

esparadrapo". Se describe la de bolsa de dos cordones

con puente, que reúne unas extraordinarias

características aerodinámicas y de retención del

proyectil; baste con decir en su favor, que es la honda

habitualmente empleada por el autor. Su mantenimiento

no requiere más que la sustitución, de tarde en tarde, de

un trozo de esparadrapo.

Se confecciona a partir de dos

trozos de cordón, solapándolos

unos 12 cm para formar la bolsa.

Las uniones se hacen directamente

con esparadrapo bien apretado. En

el centro de la bolsa se adhiere una

tira estrecha de esparadrapo doble

para limitar la abertura de los

cordones. Una simple fotografía

bastará para entender su

construcción.

12

Una modalidad de honda que podíamos incluir dentro de estas hondas simplificadas por

su sencillez constructiva, más incluso que las anteriores, es la honda de lazo. Sin

embargo, la sujeción del proyectil se basa en un principio ingeniosamente diferente; en

consecuencia también es distinta la función de las correas; y por último sus prestaciones

son muy interesantes por lo que conviene tratarla de manera específica y aparte.

Honda de lazo Ya se describió su principio y características en el capitulo "Tipos de

Hondas", por lo que queda sólo por añadir sus prestaciones y forma de

construcción.

El esquema de la derecha muestra su estructura. El lazo se forma con un

nudo corredizo tradicional, que no quede apretado para facilitar el

deslizamiento del mismo y la liberación de la piedra. La correa de

retención es algo más larga que la de disparo, por lo que al colgar la piedra

quedará sujeta sólo por la última, que apretará el nudo impidiendo su

caída. La correa de retención quedará floja y no actuará de momento. En

el disparo, al soltar la correa de ese nombre y tirar entonces la piedra de la

correa de retención, se afloja el nudo, permitiendo la liberación de la

piedra.

Por las características especiales de esta honda, el disparo es similar a si soltásemos una

piedra atada a una cuerda después de voltearla, proporcionando un excelente control del

lanzamiento y una magnífica puntería.

Como contrapartida, este sistema funciona bien solo con cuerdas finas, que producen un

amarre preciso de la piedra. Por ello esta limitado a lanzamiento de proyectiles

pequeños y medianos. Su alcance es algo inferior además al de la honda normal.

Su principal ventaja es sin duda la inmediatez de construcción a partir de cualquier

cuerda delgada y la relación prestaciones-sencillez, que es insuperable.

Es muy importante la suavidad de deslizamiento del nudo, por lo que conviene evitar

cuerdas demasiado fibrosas; una cuerda sintética bien flexible es lo mejor.