Consolata-noviembre_0

Actualidad

La familia como ícono de paz

Testigo

Chiara Luce BadanoTestimonio de una joven

de hoy

Rostro Femenino

Misión en Palo Santo

Navidadalegría y esperanza...

Revista de información y animación Misionera Año LX - Edición 441 - Noviembre | Diciembre 2010

“Levántate, tu fe te ha salvado” ...

Galería Misionera

Envianos fotos de tu comunidad y comparta tus experiencia misionera. Email.: [email protected]

P. Kioko en la misa con los alumnos del colegio Pablo VI, San Francisco, Córdoba.

Jovenes corentinas participantes del CNGM

Jovenes participantes de Pocito San Juan del

CNGM

Grupo de Laicas imc de Pirane

Noviembre 3Diciembre

Su

mari

o

Propietario:Instituto Misiones Consolata

Registro Prop. IntelectualN° 820517

Edición: N° 441Noviembre | Diciembre – Año LX

Director: Sisto P. Elías, imc

Colaboradores: López Rubén, Chacha Emmanuel, Greco Juan Carlos, Karrau Sisto, Alfredo Duran, Kioko Alphonce, Hna. Izuel Déborah Viviana, Sosa Diana, JMC Orán-Salta, Mendoza Mirian, E. Fabbri Enrique, Dorantes María Velázquez.

Fotos: Archivos IMC, Agencias, Internet, Revista Misiones Consolata. Redacción: Misiones Consolata - Mail.: [email protected]

Dirección y administración: Bonifacio 1774C.C.21 Suc. 11B (C1406GXN) CABA Tel.: (011)4632-3940. [email protected]

Redacción: Misiones Consolata

Diseño: Art + [email protected]

Impresión: Brapack S. A. Saraza 1310, CABA.

Miembro de PREMLAwww.portalmisionero.com/premla

Navidad, alegría y esperanza...

MISIONEROSDE LA CONSOLATAAl servicio de la Misión Ad gentes

Padres Antonio y Nino en la Basilica de Lujan-Buenos Aires

4 Buzón Misionero

Por Miriam Mendoza - LMC-Jujuy

5 editorial

Navidad, alegría y esperanza...P. Sisto Karrau, imc

5 intención Misionera

Mes de Noviembre y Diciembre

6 con Mirada universal

La familia cristiana, una comunidad misioneraPor: Enrique E. Fabbri, sj

11 actualidad

La familia como ícono de la pazPor María Velázquez Dorantes

12 BiBlia y Misión

El prEcEpto más importantE dE la BiBlia como El vErdadEro fundamEnto dE la misión

Por P. Emmanuel Pius Chacha, Imc

14 testigo

un sorprEndEntE tEstimonio dE fE, dE fortalEza, dE una jovEn dE hoy

Por Misiones Consolata

17 Ficha Misionera nº 23Inclusión y minoríasPor: P. Rubén López, imc

21 ven y sígueMe

Quiero ser sacerdote ¿qué pasos hay que seguir?Por P. Kimilu Kioko Alphonce imc

22 rincón Joven

Voluntariado, un plan de vida que hace la diferenciaPor JMC, Oran, Salta

24 ProhiBido Para Mayores

Hacer el bien sin hacer ruidoPor: Prof. Diana Sosa

25 Mini-noticias

Por Misiones Consolata

26 iglesia en caMino

El sínodo de Oriente Medio, un desafío y una oportunidadPor Misiones Consolata

28 actualildad

Noviciado LatinoamericanoPor: Novicios IMC

30 rostro FeMenino

Misión en Palo SantoPor Hna. Déborah Viviana Izuel, Mc

32 Fieles y creativos

¡Con un reojo en Navidad!Por: Greco Juan Carlos, IMC

4

DICIEMBRE3 San Francisco Javier, patrono de las misiones8 Inmaculada concepción de María9 San Diego10 Día de los derechos humanos12 N. Sra. de Guadalupe16 Comienza novena de Navidad24 Noche Buena25 Navidad26 Sagrada familia27 San Juan evangelista28 Santos inocentes

AgendANOVIEMBRE1 Todos los Santos2 Todos los difuntos3 San Martín de Porres

5 1° viernes del mes13 Día nacional del enfermo

21 Jesucristo Rey del Universo

27 N. Sra. Medalla Milagrosa

28 1° domingo de Adviento

Discípulos Misioneros, aquí y más allá de las fronterasPor: MIRIAM MENDOZA- LMC-JUJUY

Fue el lema que nos acompaño en este 3er Encuentro de Grupos Misioneros, los días 09, 10 y 11 de Octubre de 2010 en San Miguel, Buenos Aires. Sin dudas fue un encuentro rico en emociones, en compartir experiencias y vivir un auténtico Espíritu de misión, renovando el ardor misionero como grupos que caminamos en comunidad en distintas partes de nuestro país. Animados por el espíritu de Aparecida y siendo fieles a los impulsos del Espíritu, nos hemos “enriquecido” compartiendo nuestras experiencias y vivencias, fue un “dar” y “recibir”. “La alegría del discípulo no es un sentimiento de bienestar egoísta sino una certeza que brota de la fe que serena el corazón y capacita para anunciar la buena noticia del amor de Dios” (DA 29). A continuación pretendo resumir lo que hemos vivido durante el encuentro y lo que los diferentes disertantes nos hicieron reflexionar; fueron el disparador por el cual hemos trabajado en los diferentes ámbitos y grupos de trabajos.

DISCÍPULOS MISIONEROS: Jesús nos busca desde nuestro lugar, nos llama a seguirlo y vivir en la Verdad. AQUÍ: El discípulo misionero es alguien que ha conocido a Jesús. Existe, trabaja y vive su Fe en un lugar y tiempo concreto. Queremos vivir nuestra historia que comienza en nuestra comunidad de origen, o sea, un grupo, comunidad, parroquia, etc.Espiritualidad Misionera de “Aquí”: La espiritualidad es una actitud interior que se expresa en un “estilo de vida”, la convicción que nos mantiene firme.MÁS ALLÁ DE LAS FRONTERAS: Hacer Pascua con Jesús muerto y resucitado. “…nos estrecharon la mano a mí y Bernabé en señal de

comunión” (Gal 2, 8-11). La comunidad guiada por el Espíritu Santo decide ir más allá, y manda discípulos mas allá de las fronteras.Los Grupos Misioneros no son ONG inventadas la semana pasada, son sencillamente la comunidad pascual que vive hoy con la misma fuerza y motivación misionera universal.

Racimos de UVESEs un racimo de palabras que marca los desafíos que cada GM tiene.VIGIA: Es el que sabe mirar donde falta la Palabra de Dios, es la capacidad de descubrir donde Dios todavía no es aceptado como Dios y Señor. El campo de misión es abundante.VANGUARDIA: El GM siempre va adelante, primero en moverse hacia “allá”. El que da la seguridad a los demás, donde Cristo todavía no es conocido, es el primero en moverse hacia la situación. VOCERO: El que habla fielmente en nombre del otro o del grupo. Jesús fue un gran vocero. El GM debe ser vocero de la Iglesia y de Cristo. Cada miembro es un vocero del grupo y debe vivir en comunión. VOCEADOR: El que anuncia la noticia a gritos. El GM y sus integrantes son voceadores porque gritan la Buena Noticia.VIAJERO: En camino. Los que salieron, Jesús iba al encuentro de todos. Es el valiente que no tiene miedo de anunciar a Jesús. VULNERABILIDAD: Debe tener el mundo la identidad cristiana y debe dejarse enriquecer.VELOZ: El grupo vive la vida cristiana. Es el riel de la evangelización y la formación humana. Todo el cronograma de actividades estuvo lleno de emociones y vivencias. Como es lógico de los Discípulos Misioneros hemos compartido la Eucaristía, la Adoración al Santísimo y no podíamos terminar sin antes haber hecho nuestra P r o c l a m a M i s i o n e r a . Gracias a todos los que han trabajado para este 3er ENGM.


Celebrar una vez más la Navidad es recor-dar que la Buena Nueva es anunciada de generación en generación. Creyendo

que el Señor está en medio de nosotros y que Él viene siempre de nuevo dándonos la alegría y esperanza, manifestemos al mismo tiempo una realidad y un deseo de tener un mundo mejor, sin excluir a nadie.

Es Navidad, es Jesús que se hace niño para crecer y caminar junto a nosotros. Es Navidad, y Jesús que algunos años después dirá que “no vino a ser servido sino a servir”, que nos ense-ña a ser serviciales unos a otros. Dios se hace niño, nos trae la realidad de la Salva-ción, quiere que todos los hombres lo conozcan y pue-dan llegar a esa Salvación, y comienza a “habitar” en el “pesebre de nuestro cora-zón”, así es como lo quiere hacer, no para que nosotros lo escondamos, lo guarde-mos, sino para que llenos de alegría lo compartamos con los demás, en especial con quienes están solos, con quienes sufren, con quienes tienen la alegría “bloquea-da” porque no saben que hay un Dios que los ama, y los ama tanto que se ha “hecho uno de nosotros”. Es Navidad, viene Jesús a nuestras vidas, reci-bámoslo en lo profundo del corazón, y “explo-temos” de alegría para que todos los hombres reciban la Salvación.

Dios se encarna, puede seguir naciendo en nuestro mundo, sólo en la medida en que no-sotros estemos dispuestos a hacerlo presente y

visible en medio de las situaciones de dolor, de sufrimiento, de injusticia… Eso es posible en la medida en que tú y yo nos hagamos presencia cercana a quien sufre. Una presencia que trans-mita misericordia, perdón, cariño desinteresado, esperanza hacia el futuro… amor capaz de dar la vida por los demás.

El desafío para nosotros discípulos misioneros no es celebrar la Navidad, sino el ser Navidad para nuestros hermanos. Ser el signo palpable de la presencia de Dios en medio de aquellos que han sido marginados y abandonados por todos.

Sólo a través de nosotros la humanidad podrá experimen-tar la cercanía de un Dios que camina con nosotros en cada rincón del mundo, en toda situación humana. Lo impor-tante es ser Navidad, allí don-de Dios resulta invisible.

Navidad es una espiritua-lidad, un gesto de vivir que evoca la libertad contra toda forma de opresión; la igual-dad contra todas las discrimi-naciones y formas de exclu-sión; la dignidad contra toda explotación y esclavitud; la fraternidad contra toda la in-diferencia; la Paz contra todas las expresiones de violencia; El cuidado con la naturale-za contra toda la actitud de

dominación y destrucción. Es precisamente con alegría del espíritu de Navidad de Jesús que ali-mentamos nuestra esperanza para empezar con confianza el nuevo año. Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo.

P. Sisto Karrau, imc

Navidad alegría y esperanza... Ed

itorial

NOVIEMBRE Para que las Iglesias de América Latina prosigan la misión continental propuesta por sus Obispos, insertándola en la tarea misionera universal del Pueblo de Dios.

DICIEMBRE Para que los pueblos de la tierra abran las puertas a Cristo y a su Evangelio de paz, fraternidad y justicia.

Intenciones Misioneras

6 Revista Misiones Consolata 2010

Con

mir

ad

a u

niv

ersa

l

Muchos son los campos en que la familia abierta o implícitamente opera como una comunidad evan-gélica que anuncia y ofrece la bue-na nueva a las familias que la en-tornan. Esto lo podemos describir en tres amplios sectores: como co-munidad, como apostolado y como carisma.

La familia como comunidad

El estado conyugal da una característica específi-ca al compromiso apostólico del laico cristiano. Esto es un presupuesto teológico que brota cla-

ramente de los documentos del Concilio Vaticano II. El apostolado de la familia como comunidad no es indi-

vidual -lo que no excluye ese apostolado en cada uno de sus miembros-, sino comunitario, en familia y por medio de ella. Hay familias que sienten la exigencia de ponerse al servicio de otras familias y consideran como su vocación específica la del apostolado del semejante hacia el semejante.No se trata de una inclinación personal, sino de una verdadera misión eclesial. Por eso, los cónyuges cris-tianos tienen el deber de capacitarse para ser sujetos activos de responsabilidad pastoral.Su primera función es dar testimonio de amor; mostrar a los hombres el sentido del amor de Dios mediante el ejercicio del amor conyugal y familiar. Esto requiere entre tantas otras cosas, «la comunicación cordial y el acuerdo de los cónyuges» (GS 52) y pide ser vivido con una gran generosidad y paciencia: ...Dicho amor, en cuanto es humano en sumo grado y una a dos personas en e1 afecto de la voluntad, abarca el bien de toda la persona, y por consiguiente, es capaz de enriquecer de especial dignidad las expresiones corporales y espiri-

La familia cristiana, una comunidad misionera

Por: EnriquE E. Fabbri, sj


tuales, y ennoblecerlas como elementos y gestos pro-pios de una amistad conyugal.El Señor ha querido, por un don especial de su gracia y caridad, sanar, perfeccionar y elevar este amor, el cual uniendo lo divino y lo humano, lleva a los cónyuges al don libre y mutuo de sí mismos, manifestado en la ter-nura y en las obras, informa toda su vida, más aún, cre-ce y se realiza por su mismo generoso ejercicio. Supera sí en mucho la pura inclinación erótica que, vivida con egoísmo, rápida e inútilmente se diluye... Aquel amor, confirmado en la fidelidad mutua y sobre todo ratifica-do por un sacramento de Cristo, es indisolublemente fiel en e1 cuerpo y en el alma, en lo bueno como en lo malo, y es, por consiguiente, contrario al adulterio y al divorcio; la idéntica dignidad personal del hombre y de la mujer, manifestada en el amor mutuo y pleno, pone admirablemente de relieve la unidad del matrimonio confirmada por el Señor. Para cumplir constantemente las obligaciones de esta vocación cristiana, se requiere una virtud insigne; por lo cual los cónyuges, impulsa-dos por la gracia de una vida santa, deben practicar sin cansancio y pedir siempre en la oración, la constancia en el amor, la grandeza de alma y el espíritu de sacri-ficio...’ (GS 45).Su segunda función es mostrar una gran apertura ma-terial, espiritual y sobrenatural. Esto pide un espíritu de oración y una capacitación cristiana concreta en los valores típicos de la espiritualidad familiar. Todo esto trae un deseo generoso de hacer bien a los otros.Su tercera función es el ejercicio de una presencia

activa en la medida de sus posibilidades. El Concilio indica varios campos concretos de esa presencia: … “Cooperen, por tanto, ellos (los cónyuges) y los demás cristianos con los hombres de buena voluntad, a que se conserven firmes estos derechos (NB: que se sintetizan en “defender la dignidad y legítima autonomía de la familia”) en la legislación civil: que en el gobierno de la sociedad se tengan en cuenta las necesidades familia-res en cuanto se refiere a la habitación, educación de los niños, condición de trabajo, seguridad social e impues-to; que se ponga enteramente a salvo la convivencia do-méstica en la organización de migraciones. Esta misión la ha recibido de la familia misma, para que sea la célu-la primera y vital de la sociedad. Cumplirá esta misión si, por piedad mutua de sus miembros y la oración en común dirigida a Dios, se presenta como un santuario familiar de la iglesia; si la familia toma parte en el culto litúrgico; si la familia practica activamente la hospitali-dad, promueve la justicia y demás obras buenas al ser-vicio de todos los hermanos que padezcan necesidad. Entre las varias obras de apostolado familiar pueden recordarse las siguientes: adoptar como hijos a niños abandonados, recibir con gusto a los forasteros, prestar ayuda en el régimen de las escuelas, a los jóvenes con su consejo y medios económicos, a los novios a prepa-rarse mejor para el matrimonio, ayudar a la catequesis, sostener a los cónyuges y familias que están en peligro material o moral, proveer a los ancianos no sólo de lo indispensable, sino procurarles los medios justos del progreso económico...


Con

mir

ad

a u

niv

ersa

lPara lograr más fácilmente los fines de su apostolado puede ser conveniente que las familias se reúnan por grupos” (CV II, Decreto sobre el Apostolado de los lai-cos, n.l1).Esta presencia activa hay que aprender a armonizarla con las propias obligaciones familiares, profesionales y sociales. El compromiso apostólico no puede debi-litar o amortiguar los profundos vínculos familiares. Además, la reflexión y comunicación permitirá trans-formar en vida de familia las experiencias apostólicas personales de sus miembros.

La familia como apostolado

La vocación al apostolado en la familia nace del mismo sacramento del matrimonio. Éste exige en primer lugar la educación en la fe de todos sus miembros. En ella los hijos «hacen la primera experiencia... de la Iglesia” (GE 3). Esta educación incluye la formación para el apos-tolado: “…debe empezar desde la primera educación de los niños. Pero los adolescentes y los jóvenes han de iniciarse de una forma peculiar en el apostolado e impregnarse de este espíritu. Esta formación hay que ir completándola durante toda la vida, según lo exijan las nuevas empresas.Es claro, entonces, que a quienes pertenece la educa-ción cristiana están obligados también, a dar la forma-ción para el apostolado.En la familia es obligación de los padres disponer a sus hijos desde la niñez para el conocimiento del amor de Dios hacia todos los hombres, enseñarles gradualmente todo con el ejemplo, la preocupación por las necesida-des del prójimo, tanto de orden material como espiri-tual. Toda la familia y su vida común sean como una iniciación al apostolado.Es necesario además educar a los niños para que so-brepasando los límites de la familia, abran su ánimo a las comunidades tanto eclesiásticas como temporales.

Sean recibidos en la comunidad local de la parro-quia, de suerte que adquieran en ella conciencia de que son miembros activos del pueblo de Dios...” (AA 30).Los padres hacen en esto una verdadera función sacerdotal: «Habiendo establecido el Creador del mundo la sociedad conyugal como principio y fun-damento de la sociedad humana, convirtiéndola por su gracia en sacramento grande, en Cristo y en la iglesia (cfr. Ef 5, 32)”, el apostolado de los cónyuges y de las familias tiene una importancia trascendental tanto para la Iglesia tomo para la sociedad civil.Los cónyuges cristianos son mutuamente para sí, para sus hijos y demás familiares, cooperadores de la gracia y testigos de la fe. Ellos son para sus hi-jos los primeros predicadores de la fe y los prime-ros educadores; los forman con su palabra y con su

ejemplo para la vida cristiana y apostólica, los ayudan con mucha prudencia en la elección de su vocación y cultivan con todo esmero la vocación sagrada, que qui-zás han descubierto en ellos...” (AA 11)En segundo lugar la familia ha de testimoniar la presen-cia de la Iglesia en el mundo, en su aspecto de unidora y coordinadora de sentimientos y aspiraciones humanas. Cumple así una función evangelizadora. A ella se diri-ge también, por lo tanto, la invitación de la Iglesia:“Puesto que toda la iglesia es misionera la obra de la evangelización es un deber fundamental del pue-blo de Dios, el Santo Concilio invita a todos a una profunda renovación interior para que, teniendo viva conciencia de la propia responsabilidad en la difu-sión del Evangelio, asuma cada uno su parte en la obra misional entre los gentiles...” (Ad Gentes, 35).Cuanto más intensa y profundamente viva la familia su propia espiritualidad hace más suya el ansia evan-gelizadora de la Iglesia, abriéndose más al mundo para que en él se vaya continuamente manifestando el reino de Dios. Los cónyuges cristianos son llamados a ser testimonio en el mundo de la permanente calidez del mensaje evangélico, como única fuerza capaz de trans-formar en el amor toda la realidad temporal y darle su plena realización.Esta obra apostólica de la familia es lógica consecuencia de ser ella la “pequeña Iglesia en la carne” o “Iglesia do-méstica”, como la llamaban los Padres, (basándose en Ef 5, 22-31). El matrimonio cristiano es un amor que va ha-


cia los otros y se expande hacia todos, porque en su fon-do es un amor trinitario y, por lo tanto, eclesial. Por eso, cuanto mejor sepa abrirse a los grandes problemas, que siempre se generan en la falta de amor fraternal-paternal (trinitario), mejor superará sus pequeños problemas que siempre nacen de la tentación del egoísmo. Es fatal para la familia mantenerse extraña al gran pulso de la vida del mundo.Vivir, por lo tanto, apostólicamente es «sentir con la Iglesia y corno ella»; adquirir una dimensión católica, es decir hacerse presente a todo por el sentimiento y la fuerza del amor humano. No se trata de solucionar to-dos los problemas del mundo y la Iglesia, sino de creer en la fuerza redentora de su amor y querer vivir de sus exigencias. El destino de la Iglesia como comunidad de fe, esperanza y amor pasa por la familia, porque de ella han de salir los apóstoles del futuro y de ella se espera un testimonio esencial, el de la fuerza y ternura del amor humano, que tiene su corona y síntesis en e1 amor del varón y la mujer.Por eso, aunque las responsabilidades internas de la fa-milia, sobre todo las educativas, no permitan a muchas familias una gran acción apostólica, nunca puede faltar la apertura por la vida de oración. Se ha de aprender a vivir en el espíritu de una oración misionera que cubra todas las necesidades del mundo creado y salvado por Dios. Si esto falta su fe cristiana es necesariamente uni-lateral e incompleta.Todavía ha quedado demasiado en la sombra la ela-boración de todo lo que la familia como tal, puede ofrecer a la evangelización del mundo, porque hasta ahora, esta obra fue confiada comúnmente a los céli-bes y porque faltó una adecuada reflexión teológica y

pastoral respecto a esta.La realidad muestra que desgraciadamente son pocas las familias que viven en actitud misionera por la oración, el testimonio y la acción apostólica. Es debido en parte a la limitada vitalidad sobrenatural de las mismas y en parte, a la insuficiente consideración que la pastoral ha dado a los problemas familiares. No se supo descubrir con sufi-ciente claridad y dar estímulos a lo que se podría llamar los modos propios de la vida apostólica familiar, que tendrían que derivarse de la misma esencia de su sacra-mento. Esto traería, sin duda, una gran renovación de la espiritualidad y del apostolado en la vida de la Iglesia.Familias así traerían una renovación de toda la pastoral de las vocaciones sacerdotales y religiosas. Se tendrá pa-dres sensibilizados e iluminados en el sentido y misión de esas vocaciones en la Iglesia y dispuestos a colaborar activamente en la búsqueda, valorización y educación de las mismas. Y así participarán también, en la misión evangelizadora que la Iglesia hace por sus sacerdotes ministeriales y religiosos.

El matrimonio como carisma

Se trata de ponerse a determinar las características de esta acción pastoral de la familia. Una auténtica pastoral exige la presencia específica de los cónyuges cristianos como tales, en razón de su propio carisma. Los frutos de la gracia del sacramento del matrimonio no son ex-clusivamente para ellos, sino que deben ser puestos al servicio de toda la comunidad. Y ésta debe saber, de su parte, acoger y valorizar esa contribución.La época actual exige esta presencia más activa de la pareja conyugal y familiar en la pastoral. El fin de la “era


de la cristiandad” y el creciente proceso de secularización y globalización hacen menos creíble y acogedor un mensaje de salvación que desciende de lo alto, y es expresado en esquemas que se manifiestan como estructu-ras de poder o como residuos de costumbres o tradiciones ya muertas. Hoy, como en los tres primeros siglos, el testimonio más intenso y significativo es el de las pequeñas comunida-des, que encuentran en la obra de los cónyu-ges cristianos su momento fundamental.La familia en la ciudad secularizada de hoy debe encontrar en sus propios recursos espi-rituales, contando por supuesto con la ayuda que le proporcione la comunidad, la capaci-dad de ser fiel a la propia vocación cristiana para sus miembros y el mundo, una comuni-dad de gracia y salvación por su testimonio (de vida y palabra), su presencia activa y. su acción. El contacto del hombre contemporáneo con el Evangelio se realizará por los laicos y en las relaciones de familia a familia. Estamos, sin duda, en una situación si no de. Persecución, ciertamente de diáspora, en la cual el cris-tianismo apareces y aparecerá siempre más como una fuerza exclusivamente espiritual y moral en donde la práctica cristiana se hará cada vez más una opción de al-gunas minorías atentas a la Palabra, y quizás solamente en algunas familias se podrán encontrar los “diez justos” que podrán salvar a la ciudad. Por esta razón, la comuni-dad eclesial tiene necesidad de valorizar al máximo las energías espirituales de la familia, no solo en e1 plano del testimonio si no también en el de la pastoral. La misma comprobación de “eclipse de sacro”, no debe justificar la renuncia a una acción pastoral, sino debe in-ducir a un mayor compromiso en el anuncio de la Pala-bra a la familia de hoy y de mañana. A medida que ésta toma conciencia de su vocación pastoral conviene que la estructura eclesial sepa no sólo hacer del trabajo por la familia, uno de de sus fundamentales campos de acción, sino también que junto al Obispo, deben estar no sólo los sacerdotes, los religiosos, y los laicos, sino también las familias, que son la expresión de un laicado ya no considerado en sus componentes individuales, sino en una típica expresión comunitaria y eclesial. Se trata de ponerse seriamente a re-descubrir el peculiar carisma del matrimonio…Es el carisma lo que alimenta las funciones especificas del cristiano y, por lo tanto, también del matrimonio y de la familia, al que se entra en la fe por un sacramento. Por eso, el matrimonio cristiano no nace “de la carne y de la sangre”, ni siquiera del amor humano sino del llamado amoroso de Dios a una pareja para que sean un símbolo viviente de su amor. El carisma que reciben para vivirlo en bien de todo el cuerpo eclesial es dado testimonio? de Cristo como unificador de la familia humana, por su pro-

pia vida de familia. Son la “iglesia doméstica” de la gran y única Iglesia universal y les corresponde hacer visible la palabra divina en que Dios se revela como Padre, se reviste de características de madre y al hacerse hombre se llama nuestro hermano, nuestro amigo, nuestro espo-so, nuestro amante; características que se hacen reflejo visibles para el bien de todo el mundo, en familias fieles al amor de Dios que es Don-Amor a la humanidad.En la familia cristiana, se visualiza el amor de Dios por el Hombre y de su Iglesia por El, como esposa del Espo-so salvador “Ef. 5,25-30”.Este amor esponsal, como todo amor genuino, es por si difusivo y se expresa como abertura y servicio a los hombre invitándolos, sobre todo, a la práctica de los va-lores personalistas que brotan del mismo amor como unificador y plenificador de la humanidad; tal es el apostolado de la especifico de la familia cristiana. Esta es su principal misión apostólica: actuar en forma co-munitaria como signo de Cristo unificador y glorificador en el amor.Aquí está el propio puesto de la familia en la pastoral de la Iglesia. Esta no es una obra exclusiva de los obis-pos y párrocos, sino frutos de la contribución activa de todos los componentes del pueblo de Dios, cada uno y cada grupo con sus carismas propios. La familia solo es “objeto pastoral” en una iglesia juridicista, pero se hace “sujeto de pastoral” en una Iglesia carismática, en la que se valoriza los dones y se aplican los talentos que cada uno ha recibido. Se buscará por lo tanto que todos los componentes del pueblo de Dios tengan voz y expresión para dar a la pla-nificación pastoral aquella dimensión “familiar” que es indispensable si la acción de evangelización quiere real-mente corresponder a las exigencias y expectativas de la comunidad cristiana, que encuentra en la familia un fundamental lugar de salvación y santificación de toda la humanidad.


actu

alid

ad

La familia como icono de la paz Por: María VElázquEz DorantEs

La representación de la estructura social de la familia es un símbolo que por antonomasia nos remite al orden social y por la tanto, a la paz. Es en el seno familiar donde se construyen las identidades sociales, culturales, religiosas y simbólicas de la unión y la fraternidad. La familia es reconocida por su signifi-cación y sus cualidades: estructura, valores y principios.

A través de la historia, la familia se ha constituido dentro de la iconografía como un emblema que va mucho más

allá de una representación visual y estructural de la sociedad.

La familia tiene como seno de origen el matrimonio y a su vez está compuesta de los nuevos integrantes, es decir, la familia es esposo, esposa e hijos. Donde una de las prin-cipales cualidades son los aspectos psicológicos como el amor, el cariño, el respeto, la unión y por ende la paz, or-den y armonía que se ve reflejada dentro de la estructura social.

En la actualidad enfrentamos muchos tipos de familias, la diversidad social en la que nos encontramos enfrasca-dos presenta una gran variedad respecto al sentido simbó-lico de la construcción familiar.

La familia de Belén: imagen a imitar El ejemplo más bello, interesante y pacífico ha sido la

construcción familiar de Jesús, José y María. En ellos se constituye el principio divino y el principio de la gracia.

La familia de Belén tiene un significado hondo y ar-monioso, la unidad simbólica de la familia se refleja en los principios religiosos y los principios comunes de una familia.

A pesar de ser pobres, la familia de Belén era rica en paz, y como protagonista para la imitación de las demás fami-lias estaba llena de una vida sencilla, con alegrías, con pe-nas, pero que finalmente se mantenía unida. Enfrentaron todas las singularidades que enfrenta una familia común. La Sagrada Familia no era una familia sin problemas, era una familia ejemplar que supo arreglar sus conflictos sus-tentados por el diálogo, el amor, y la fraternidad mutua.

Dios colocó un espejo de imitación perfecta para que el hombre se constituya como familia.

La familia y la paz En 1994 en la Jornada Mundial por la Paz, Juan Pablo II

manifestó: El mundo anhela la paz, tiene urgente necesi-

dad de paz. Dios quiere que la humanidad viva en armonía y paz, cuyo fundamento está en la naturaleza misma del ser humano, creado a su imagen. Esta imagen divina se realiza no solamente en el individuo sino también en aque-lla singular comunión de personas que se establece entre un hombre y una mujer, unidos hasta tal punto en el amor, que vienen a ser «una sola carne» (Gn 2, 24).

La familia, como comunidad educadora fundamental e insustituible, es el vehículo privilegiado para la transmisión de aquellos valores religiosos y culturales que ayudan a la persona a adquirir la propia identidad. Fundada en el amor y abierta al don de la vida, la familia lleva consigo el porve-nir mismo de la sociedad; su papel especialísimo es el de contribuir eficazmente a un futuro de paz.

De aquí que se desprenda que la familia es el icono de la paz, partiendo de que es el eje donde se edifica la edu-cación para la paz, la dignidad de la persona humana, los valores, las virtudes y el respeto por la vida.

Las sociedades actuales requieren de familias educa-das en y por la paz; fuera de la familia la paz no se puede poner en marcha, puesto que es la familia el puente por donde se erigen los valores de la paz, como la institución más inmediata para trabajar en ella.


Amarás al Señor tu Dios con todo tu ser y amarás a tu próji-mo como a ti mismo

Al hablar del precepto más importante de la Biblia, nos viene en la mente el relato

del Evangelio en que un doctor de la Ley le pregunta a Jesús sobre ello. El doctor de la ley, al ver que Jesús ha-bía respondido correctamente a un saduceo en una discusión sobre la re-surrección, aprovecha de la ocasión para preguntarle sobre el precepto más importante de la Ley. Y sin demo-ra, Jesús le responde que el precepto más importante es: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas”. Y luego añade el segundo precepto: “Amarás al prójimo como a ti mismo” (Mc 12,28-34; Cfr. Mt 22,34-40; Lc 10,25-28).

Parece que el doctor de la ley está confundido por todo lo que ha escu-chado del fundamentalismo religioso de los fariseos y los letrados sobre los mandamientos. En sus escuelas ha-bían multiplicado los 10 mandamientos en más de 600 mandamientos. Se dice que distinguían 248 mandamientos y 365 prohibiciones, así que estamos hablando de 613 preceptos. Y además había que saberlos y practicarlos to-dos. ¡Qué confusión! Por eso el doctor de la ley desea escuchar algo claro, y las enseñanzas de Jesús parece que le dan esta claridad. Jesús, basándo-se en la Sagrada Escritura, precisa-mente en los libros del Deuteronomio y Levítico (Dt 6,4s y Lv 19,18) le ofrece al doctor de la ley una respuesta fa-vorable. Para Jesús lo más importante se basa en el amor a Dios y el amor al prójimo. Así que la integración de es-tos dos preceptos (el amor a Dios y el amor al prójimo), siendo la enseñan-

za fundamental de Jesús, debe ser la base de toda nuestra vida cristiana.

Amar a Dios y al prójimo es la clave de toda la Escritura

Los dos mandamientos: el amor a Dios y el amor al prójimo, son el com-pendio de toda la Sagrada Escritura. En el Evangelio según san Mateo (Mt 22,40), Jesús le dice claramente al doctor de la ley que, “de estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas”. Al decir “la Ley y los Profetas”, Jesús se refiere a toda la Escritura, o sea, toda la revelación del Antiguo Testamento. Así que el amor a Dios y al prójimo, es la clave de la Escritura.

La pregunta que nos queda es: ¿Leemos o interpretamos la Biblia con la clave de amor? Si no lo hacemos, no sirve para nada nuestra interpre-tación. Nuestra lectura bíblica debe ayudarnos a crecer en el amor a Dios y a nuestros hermanos. Pero si lo que

leemos en la Biblia no nos mueve a este amor, no es correcta nuestra in-terpretación. Y por tanto, no nos ayu-da a comprender la voluntad de Dios y su plan salvífico para sus hijos.

Amar a Dios y al prójimo nos acerca al Reino de Dios y a la Vida sin fin

Amar a Dios y al prójimo, siendo la clave para interpretar toda la Escri-tura, es también algo que nos acer-ca más al Reino de Dios y a la Vida eterna. En el Evangelio según san Marcos (Mc 12,34), Jesús, viendo que el doctor de la ley había respondido acertadamente sobre los dos precep-tos, le dijo “No estás lejos del Reino de Dios”. Y en el Evangelio según san Lucas (Lc 10,28), Jesús le responde: “Has respondido correctamente: obra así y vivirás”. Así que el cumplimiento de estos dos preceptos, que en reali-dad no se pueden separar bajo ningún concepto, nos acerca al Reino de Dios y a la Vida eterna.

Bib

lia

y m

isió

n

Por P. EMManuEl Pius ChaCha, iMC

El precepto más importante de la Biblia como el verdadero fundamento de la misión


El Reino de Dios es para los que aman verdaderamente a Dios y a sus hermanos. El amor al prójimo no susti-tuye el amor a Dios, pero es tan impor-tante como él, y además está unido a él. Según san Juan, “El que dice: ‘Amo a Dios’, y no ama a su hermano, es un mentiroso. ¿Cómo puede amar a Dios, a quien no ve, el que no ama a su her-mano, a quien ve?... el que ama a Dios debe amar también a su hermano” (1Jn 4,20-21). Así que el que ama a Dios debe amar siempre a sus hermanos y solidarizarse con ellos. Sólo el que obra así, tendrá la oportunidad de vivir y de gozar de los frutos del Reino de Dios.

El Amor a Dios y al prójimo es el fundamento de la Misión

La misión viene del corazón mismo de Dios. Es la respuesta a su voluntad por parte de la Iglesia y de los bautizados. La voluntad de Dios se manifiesta en su plan salvífico. Dios quiere que todo el mundo se salve y llegue a heredar el Reino de los cielos. Dios, viendo la caída de la humanidad en el pecado y la perdición, mandó a su Hijo único para la salvación de todos. Y él, sien-do es Salvador universal, obedeció la voluntad de su Padre, entregando su vida para rescatar a la humanidad. Terminada su vida terrenal, dejó a sus discípulos y a toda la Iglesia la misión de hacer que todo el mundo se salve. La misión que él mismo recibió de su Padre: “como el Padre me envió a mí,

yo les envió también a ustedes” (Jn 20,21).

Así que amar a Dios con todo el co-razón, mente y fuerzas…, es entregar-se totalmente a Él y cumplir con su vo-luntad. Y eso significa participar en su plan salvífico, que es el cumplimiento de la misión que Él mismo, a través de su Hijo, dejó a la humanidad.

Amar a Dios es por tanto, reconocer a sus hijos, a quienes ama y quiere salvar. El amor a Dios necesariamen-te debe movernos a amar a los demás hombres y mujeres. Y eso es funda-mental en la misión. Así que el amor a Dios y al prójimo es la base de nuestra misión y compromisos cristianos.

Amar al prójimo implica algo más de la simple medida de distancia (proximi-dad). No es el caso de una proximidad que se mide por metros. Es una actitud, una conducta, un comportamiento. En la parábola del buen samaritano (Cfr. Lc 10,25-37) descubrimos algo muy importante para nuestra reflexión. La cuestión aquí no es que los demás es-tén próximos a nosotros, sino que sean próximos a nosotros. El hombre asal-tado y herido en el camino de Jericó estaba próximo con la misma distancia a los tres (al sacerdote, levita, samari-tano), pero para uno sólo fue próximo (ver la diferencia entre ‘estar’ y ‘ser’ próximo). Para el sacerdote y el levita, fue imposible llegar al hombre asaltado y herido. No fueron capaces de mos-trarse prójimos de él. Había entre ellos una distancia enorme en cuanto a la

actitud, comportamiento, etc. (no en cuanto a la medida física). Pero para el samaritano, era todo el contrario. Con exactamente la misma distancia física que la de los demás, el samari-tano pudo mostrarse prójimo al hom-bre asaltado y herido. Se compadeció de él, se acercó y vendó sus heridas, después de ungirlas con aceite y vino. Además lo montó en su cabalgadura, lo llevó a una posada y se encargó de cuidarlo, pagando todos los gastos co-rrespondientes (Cfr. Lc 10,33-35). Por eso a través del amor y la compasión, el samaritano se mostró prójimo del hombre asaltado y herido.

El sacerdote y el levita no habían descubierto la proximidad de quien tenían al lado, como lo hizo el sama-ritano. Para nuestra misión, por tanto, debemos imitar la actitud del buen sa-maritano frente al prójimo. Debemos abrir nuestros ojos y extender nuestras manos bien hacia todos esos herma-nos y hermanas que estén cerca de nosotros, y de modo especial sobre los que nunca hemos mostrado nuestro amor y compasión, como si fueran lejanos o inútiles. Debemos mos-trarnos prójimos de los demás, y sólo así seremos capaces de cumplir con el precep-to de amar a nuestros hermanos y herma-nas en la misión.

Preguntas para reflexionar:¿Hacemos esfuerzos en nuestra

misión y vida cristiana, para amar a Dios y entregarnos sólo a Él con todo nuestro corazón, nuestra inteli-gencia, nuestra mente… (o sea con todo nuestro ser)?

¿Somos capaces de amar a otras personas como a nosotros mismos, aunque nos hagan daño?

¿Somos capaces de descubrir esas cercanías de los hermanos y hermanas que están sufriendo al lado nuestro, en medio de tantas aglomeraciones que hay en el mun-do?

¿Es posible, en nuestra misión o en nuestra vida cristiana, descubrir la proximidad de quien tenemos al lado, y ejercitar la misericordia con él o ella?


BEATA CHIARA LUCE BADANO (1971-1990)

“Un sorprendente testimonio de fe, de fortaleza, de Una joven de hoy”

Quién es Chiara LuCe Badano

Nace en Sassello, en el interior de Liguria, Italia, el 29 de octubre de 1971; un pueblito gracioso, “de provincia”. Chiara es la hija

única de Ruggero Badano, camionero, y de María Teresa Caviglia, empleada. Se habían casado hacía once años y nunca habían logrado tener hijos: es fácil imaginar la gran felicidad provocada por este nacimiento. “Si bien en medio de una inmensa alegría, comprendimos enseguida -cuenta la madre- que no era sólo nuestra hija sino que ante todo era hija de Dios”.. Él: pocas palabras pero con una fe sólida, severo pero con una dulce mirada. Ella: afable y abierta, con la hija tuvo una relación de verdad y confianza.

aQueL enCuentro Con 9 añosChiara manifiesta un carácter generoso: en una tarea de primer grado, escribiendo al Niño Jesús, no le

pide juguetes, sino: “Haz que la abuela Gilda se cure y todas las personas que no están bien”. Es conciliadora, aún si por su parte, algunas veces no se entiende con sus padres. Pero la fractura dura sólo pocos instantes. Cosas pequeñas pero significativas: la mamá le propone que recoja la mesa. “No, no quiero”. Llega a su cuarto, y después regresa y dice: “Como es la historia del Evangelio, de los dos obreros que no quieren ir a la viña, y uno dice que sí y después no va, y el otro dice que no… Mamá, vuélveme a poner el delantal”. Y recoge la mesa.

deporte, afeCto y… un viaje deCisivoSan Agustín repite a menudo que “el amor embellece”. En efecto Chiara está revestida de la belleza del Evangelio, aún si ya de por sí es muy hermosa, una linda chica. Las fotos nos la presentan desde la infancia como una persona con ganas de vivir, con un carácter bien definido. Pero de ese rostro delicado, lo que más atrae es su mirada, ni reprimida ni agresiva. Límpida y basta. También en las fotos de la adolescencia, cuando algún granito de más le ensucia un poco su lindo rostro. La adolescencia nos la presenta en la normalidad más absoluta. Es en este período, de más movimiento, que se muda a Savona, en 1985, para los estudios de bachillerato, que a decir la verdad, encontrarán algunas dificultades, a pesar del esfuerzo. No aprueba el cuarto año y esto la hace sufrir mucho.Con sus padres surge alguna incomprensión, si bien el afecto es más fuerte, y no es difícil que se llegue a acuerdos aceptables por ambas partes, como por ejemplo sobre los horarios de salida nocturnos. En efecto, sobre todo los fines de semana en Sassello, a Chiara le gusta quedarse en la noche con los amigos en un café. Tenía una sólida base humana -dice Chicca Coriasco, su confidente-; amaba vestirse con propiedad, peinarse bien y algunas veces maquillarse un poco, pero nunca con lujo”.

Test

igo

Por: MisionEs Consolata


Es apreciada, y sabe hacerse querer: está siempre rodeada de amigos y amigas. Es una gran deportista: tenis, natación, montaña. No sabe estar quieta, quisiera ser azafata. Le gusta mucho bailar y cantar. Tantos la cortejaban, mientras que ella amaba soñar. Cada tanto le dice a la amiga, mirando a un muchacho: “Ese me gusta”. Pero nada más. En el verano de 1988 atraviesa un período difícil. Acaba de saber que ha sido reprobada en matemáticas cuando acompaña a Roma a las niñas del Movimiento, las gen 4, a su congreso. Tiene el corazón lastimado por haber sido reprobada, pero no se detiene. Escribe a sus padres: “Ha llegado un momento muy importante: el del encuentro con Jesús abandonado. Abrazarlo no ha sido fácil; pero Chiara esta mañana le explicó a las gen 4 que Él debe ser su esposo”. Chiara, es decir Chiara Lubich, con quien mantendrá una nutrida correspondencia, pero sobre todo una relación vital, muy intensa, hasta el último momento, cuando dirá: “Todo se lo debo a Dios y a Chiara”. A ella, más tarde le pidió un “nombre nuevo”. “Chiara Luce”, fue su respuesta. Es la luz de Dios que vence el mundo.

¿esa Luz en sus ojos de dónde viene?19 de julio de 1989: una hemorragia terrible. Se salva “in extremis”. Dirá: “No derramen lágrimas por mí. Yo voy donde Jesús. En mi funeral no quiero gente que llore, sino que cante fuerte”. Ante un tratamiento, por suero: “¿Qué es una gota que cae en comparación con los clavos en las manos de Jesús?”. Y acompaña cada gota con un: “Por ti”. Recibe la visita del cardenal Saldarini, que le pregunta: “Tienes unos ojos estupendos, un luz maravillosa. ¿De dónde viene?” Y ella: “Trato de amar mucho a Jesús”. Un vez, cosa insólita, pide a sus padres que no hagan entrar a su pequeña habitación a los amigos. Otro día les explica: “No es signo de menor afecto o de tristeza. Todo

lo contrario. Era que me costaba bajar de donde estaba para después volver a subir”. Y “un clima de paraíso” es lo que experimentan quienes están a su lado. Escribe a los amigos: “Otro mundo me esperaba y no me quedaba más que abandonarme. Pero ahora me siento envuelta por un espléndido designio que poco a poco se me devela”.

La fiesta de BodasDice en uno de sus últimos días: “No le pido a Jesús que me venga a buscar para llevarme al paraíso; no quisiera darle la impresión que no quiero sufrir más”. Ya es segura su suerte, que por otra parte no quiere cambiar (no desea pedir su curación, sino ser capaz de hacer la voluntad de Dios), prepara con la madre la “fiesta de bodas”, es decir su funeral. Ella misma explica cómo debe ser su vestido, elige la música, las flores, los cantos y las lecturas: “Mientras me preparas, mamá, deberás repetirte: “Ahora Chiara Luce ve a Jesús”.“Las expresiones de este período -sostiene María Grazia Magrini, quien está reuniendo el material sobre

Momento de los festejos por la beatificación de Chiara Luce Badano en el aula Pablo VI del Vaticano.

Chiara siempre alegre.


Chiara Luce para el “proceso”- se parecen mucho a las de Santa Teresita del Niño Jesús”. Como una de las últimas: “Hace falta saber morir por heridas de alfiler para después saber morir por una herida de espada”. Hasta que llega el encuentro con su “esposo”. Al lado de ella el padre y la madre. Fuera de la puerta los amigos. Hay una paz, casi natural. Sus últimas palabras fueron para su mamá: “Chau. Sé feliz porque yo lo soy”. Era el domingo 7 de octubre de 1990, a las cuatro de la mañana.

Al funeral asisten dos mil personas. También quien no cree quiere estar presente. Los comentarios hablan de paraíso, de alegría, de elección de Dios provocada por la de Chiara Luce. El obispo Maritano dice en su homilía: “Este es el fruto de una familia cristiana, de una comunidad de cristianos, el resultado de un Movimiento que vive el amor recíproco y tiene a Jesús en medio”.Los efectos de su experiencia continúan después de la muerte. Quien llega a conocer su caso se siente empujado a vivir más radicalmente el Evangelio, a elegir a Dios como todo. Es una santidad

“contagiosa”. La fama de Chiara Luce se difunde, lenta pero seguramente. Por iniciativa del obispo de Acqui Terme es declarada “Sierva de Dios”. A partir de ahí se inicia el proceso diocesano para su beatificación. El 25 de septiembre de 2010 fue beatificada por el Papa Benedicto XVI.

Test

igo

Misa de acción de gracia por la beatificación en la Basílica de San Pablo extra muros.

Jóvenes de todo el mundo participaron del evento.


Inclusión y minorías

FICHA - 23Formación misionera

Por: P. rubén loPEz, iMC

El Rabino:Había una vez un rabino que tenía la fama de santo.

La gente vivía intrigada porque todos los viernes des-aparecía sin que nadie supiera a dónde iba. Dada su bondad y buen nombre, comenzó a correr el rumor de que, en esas ausencias de los viernes, iba a entrevis-tarse con el Todopoderoso.

Para salir de dudas, encargaron a alguien que si-guiera secretamente al rabino y averiguara a dónde iba. El viernes, el “espía” siguió al rabino a las afue-ras de la ciudad y hora y media después, cuando sus piernas flaqueaban de cansancio porque los pasos del rabino eran muy vigorosos, descubrió que éste se disfrazaba de campesino y, así vestido, entraba en un rancho miserable donde se dedicaba a atender a una mujer musulmana que estaba paralítica.

En las horas siguientes, el rabino lavó y planchó la ropa de la enferma, le preparó comida para ese día y para el sábado, limpió la casa, hizo algunos arreglos y cortó leña para alimentar el fuego toda la semana.

Cuando el “espía” regresó a la congregación, todos los miembros de la comunidad lo rodearon ansiosos.

¿A dónde fue el rabino? – le preguntaron -. ¿Le viste subir al cielo?

No – respondió el “espía” – Le vi subir mucho más arriba.

(Tomado de Armando Sequera, “Cuentos de Humor, Ingenio y Sabiduría”)


discípulos quedaron sorprendidos porque estaba ha-blando con alguien que era del pueblo samaritano, ¡y encima mujer ¡. Jesús se acerca a esta mujer pidiendo que le diera de beber, ella misma se asombra ¿Cómo tú que eres judío, me pides de beber a mí, que soy samari-tana. (Para los judíos del tiempo de Jesús era imposible eso, ya que los utensilios que utilizaban los samaritanos eran impuros, y por el solo hecho de utilizarlos, queda-ban contagiados de impureza) Jn 4, 1-42

La mujer cananea (Mt 15, 21 -28) y el Centurión romano (Mt 8, 5 -13). Jesús señala los valores y la fe que se en-cuentran en estas personas que no pertenecen al pueblo judío, contraponiéndolos con la falta de los mismos en los que se esperaría que los tuvieran por pertenecer al considerado “pueblo elegido”

Los diez leprosos (Lc 17, 11-19). La curación es para todos; no se excluye al leproso samaritano, que al final será el único que vuelve a agradecer a Jesús.

Un Dios Padre de todos los hombres, y no solo de al-gunos (Mt 5, 43 -48). El Dios que hace salir el sol sobre todos (le recen o no) y la lluvia, es también para todos.

La Buena Noticia es para todos los pueblos. (Mt 28, 16 -20). Una misión con características de universal, que no excluye a nadie, sino que incluye a todos.

Situación dE MigRantES, PuEbloS oRigina-RioS y afRodEScEndiEntES En aPaREcida.

En América Latina y El Caribe constituyen un hecho nuevo y dramático los emigrantes, desplazados y refu-giados sobre todo por causas económicas, políticas y de violencia. (Aparecida 411)

Es insuficiente el acompañamiento pastoral para los migrantes e itinerantes. (Aparecida 100)

La riqueza y la diversidad cultural de los pueblos de América Latina y El Caribe resultan evidentes. Existe en nuestra región diversas culturas indígenas, afroameri-canas…. Las culturas indígenas se caracterizan, sobre todo, por su apego profundo a la tierra y por la vida co-munitaria; y por una cierta búsqueda de Dios. Los afro-americanas, entre otros elementos, por la expresividad corporal, el arraigo familiar y el sentido de Dios. (Apa-recida 56)

El ExtRanjERo (dE otRo PuEblo) En tiEM-PoS dE jESúS:

El prójimo (vecino), se consideraba que era el que pertenecía al propio grupo o parentela, a la misma re-ligión o nación, tribu o raza. En relación a él estaban

las obligaciones de asistirlo en sus necesidades.Como contrario al mismo se encuentra el forastero,

extranjero o enemigo. Para el primitivo Israel los demás pueblos son enemigos o simplemente carecen de impor-tancia Se esperaba el “Día de Yahvé”, que suponía no so-lamente la liberación de los enemigos (imperio romano y otros), sino la victoria final y el sometimiento de las demás naciones al dominio de Israel.

El Mesías que se esperaba era un rey supremo que rea-lizaría esta liberación de la dominación de otros pueblos.

Se denominaba a los extranjeros como gentiles y se consideraba a la tierra de Israel como impura en cuanto estuviera en manos de ellos. Se consideraba profanado el templo solamente por el hecho de ser pisado por un gen-til. Todo alimento, de la especie que fuera, si procedía de un gentil era considerado como impuro. Todo lo gentil se evitaba, tanto en la vida diaria como en el comercio. Los matrimonios mixtos (con extranjeros) eran condenados.

jESúS y loS otRoS PuEbloS:La Parábola del Buen Samaritano: Jesús amplia la vi-

sión de ¿quién es el prójimo?, incluyendo al extranjero, al de otro pueblo, al que se encuentra en el camino, nece-sitado de una mano que lo ayude. Lc 10, 29-37

Encuentro con la mujer samaritana: Jesús rompe las barreras que separan los pueblos; de hecho sus propios


Las comunidades indígenas y afroamericanas, en mu-chas ocasiones, no son tratadas con dignidad e igualdad de condiciones. (Aparecida 65)

Los indígenas y afroamericanos son, sobre todo, “otros” diferentes, que exigen respeto y reconocimiento. La so-ciedad tiende a menospreciarlos, desconociendo su dife-rencia. Su situación social está marcada por la exclusión y la pobreza. (Aparecida 89)

Hoy, los pueblos indígenas y afros están amenazados en su existencia física, cultural y espiritual; en sus modos de vida; en sus identidades; en su diversidad; en sus territo-rios y proyectos. (Aperecida 90)

Los indígenas y afroamericanos emergen ahora en la sociedad y en la Iglesia. (Aparecida 91)

Propuestas de Aparecida:Como discípulos y misioneros al servicio de la vida,

acompañamos a los pueblos indígenas y originarios en el fortalecimiento de sus identidades y organizaciones propias, la defensa de su territorio, una educación inter-cultural bilingüe y la defensa de sus derechos. Nos com-prometemos también a crear conciencia en la sociedad acerca de la realidad indígena y sus valores, a través de los medios de comunicación social y otros espacios de opinión. A partir de los principios del Evangelio, apoya-mos la denuncia de actitudes contrarias a la vida plena en nuestros pueblos originarios, y nos comprometemos a proseguir la obra de la evangelización de los indígenas, así como a procurar los aprendizajes educativos y labora-les con las transformaciones culturales que ello implica. (Aparecida 530)

El seguimiento de Jesús en el Continente pasa también por el reconocimiento de los afroamericanos como un reto que nos interpela para vivir el verdadero amor a Dios y al prójimo… Conocer los valores culturales, la historia y tra-diciones de los afroamericanos, entrar en diálogo fraterno y respetuoso con ellos, es un paso importante en la misión evangelizadora de la Iglesia. (Aparecida 532)

La Iglesia, como Madre, debe sentirse a sí misma como Iglesia sin fronteras, Iglesia familiar, atenta al fenómeno creciente de la movilidad humana en sus diversos secto-res. Considera indispensable el desarrollo de una mentali-dad y una espiritualidad al servicio pastoral de los herma-nos en movilidad (migrantes). Estableciendo estructuras nacionales y diocesanas apropiadas, que faciliten el en-cuentro del extranjero con la Iglesia particular de acogi-da. (Aparecida 412)

Entre las tareas de la Iglesia a favor de los migrantes, están indudablemente la denuncia profética de los atrope-llos que sufren frecuentemente, como también el esfuerzo por incidir, junto a los organismos de la sociedad civil, en los gobiernos de los países, para lograr una política migra-toria que tenga en cuenta los derechos de las personas en movilidad. (Aparecida 414)

un EjERcicio PaRa hacER y coMPaRtiR: contEMPlaR al niño dioS

Estamos muy acostumbrados a relacionarnos con Dios desde su fuerza y poder, por lo tanto desde una actitud de demanda, de petición. En este ejerci-cio trataremos de hacerlo desde otra actitud, la de colocarnos frente al Niño pobre del pesebre, el que espera no una petición sino una ayuda, no un dar sino un recibir.

Comencemos imaginándonos la cue-va de Belén. Y en ella a María, José y el Niño. Concentra tu imaginación en el “Niño envuelto en pañales y reclinado en un pesebre.

Ve considerando todas sus debilida-des y necesidades: hambre… frío…mo-lestia… etc.

Cae en la cuenta de que ser tan débil y necesitado es tu Dios… Adóralo en su debilidad… en sus necesidades.

Pregúntate ¿qué puedes hacer por Él?… ¿Qué necesita de ti?… Entra ima-ginativamente en la cueva y ayúdalo. ¿Qué le puedes dar?… ¿Qué le quieres dar? ¿Cómo puedes hacerlo? No ya en la imaginación sino en la realidad de tu vida, pensando en los migrantes, pue-blos originarios y afrodescendientes.

Termina dialogando con el Niño Dios.

FICHA - 23Formación misionera

PaRa PRofundizaR la ficha: Analizar el cuento y señalar si estamos de acuerdo con el “espía” que seguía

al rabino, en que lo había visto subir más alto que al cielo. Señalar alguna cita

bíblica de Jesús que se refiera a una actitud semejante.

Comparar la situación de discriminación que se vivía en tiempo de Jesús,

con situaciones de discriminación que se viven en nuestro tiempo, en relación

a los migrantes extranjeros, los afros y de pueblos originarios. Relatar hechos

concretos de los cuáles se tenga conocimiento.Meditar la manera de actuar de Jesús con las personas no judías y señalar

¿cuáles son las actitudes que se desprenden de ese comportamiento, que nos

pueden enriquecer a nosotros?Conversar sobre lo que conocemos sobre la pastoral de migrantes, afro e

indígena. Investigar sobre las mismas y presentar alguna cartelera en nuestra comuni-

dad, para hacerla participe de nuestra reflexión.Aprender y rezar el padrenuestro en algún otro idioma, distinto al nuestro.


Quiero ser sacerdote pero,

Padre dígame -¿Qué cualida-

des tengo que tener? ¿Qué pa-

sos hay que seguir? ¿Qué es

eso del Seminario?

he aQuí Contigo en tus preguntas freCuentes.

Mi querido Joven,No hace falta ser un “súper”, pero sí

estar con ganas de “superarse” cada día y “superar” los propios defectos.

Ser una persona equilibrada, que le gusta la verdad, hacer el bien y servir a los demás.

Tener una inteligencia normal, con capacidad para estudios universitarios.

Gustarle lo relacionado con Jesucris-to, su Evangelio y la Iglesia.

Estar dispuesto a buscar la voluntad de Dios y cumplirla.

QUIERO SER SACERDOTE: ¿Qué pasos hay que seguir?

un lugar central en su vida. Esto se tra-duce en una vida sana y ordenada, en una práctica sacramental y de oración seria, y en una opción efectiva por servir a los demás con este deseo de entregar toda su vida, sin reservas, al servicio del Evangelio y de la Iglesia.

¡Mira! Llegar a ser Sacerdote no es nada de otro mundo, es simplemente ser “extraordinario en lo ordinario”

Recuerda el dicho popular: “Cami-nante no hay camino, se hace camino al andar”

Recuerda: el Sacerdote no “nace”, se “hace”. ¿Cómo? simplemen-te haciendo eco a la respuesta invitato-ria de Jesús: «Maestro, ¿dónde vives? Venid y lo veréis» (Jn 1,38-39)

vamos, tú puedes.

Mira a tu alrededor y pregún-tate:

¿Si otros lo pueden, PORQUÉ yo NO?Da el paso, te espero, amv@con-

solata.org.ar y juntos comencemos este camino de discernimiento voca-cional.

“Dios te llama hoy, quién sabe si te llamará dentro de dos o tres años” P. José Allamano.

Prepararse durante unos años en el Seminario (casa de formación) adqui-riendo una base suficiente de formación humana, teológica, espiritual, pastoral y comunitaria.

En otras palabras, a vos que aspi-rás al sacerdocio debes ser, ante todo, un hombre de fe, es decir, alguien para quien la relación con Jesucristo ocupa

Ven

y síg

uem

e

Por: KiMilu KioKo alPhonCE iMC

Jovenes comunidad San Atilio-Bs.As.

Procesión Corpus Christi Buenos Aires


Por: jMC –oran-salta

¡Siempre en la compañía de Jesús!En nuestra diócesis de Orán, como en muchas partes

de Salta, muchas personas dependen de un plan que el gobierno le asigna para poder (sobre) vivir….esperando siempre la comodidad. Es por eso que muchos jóvenes desorientados siguen el mismo camino. La vida fácil, sin sacrificios.

En nuestra ciudad se está perdiendo el incentivo desin-teresado por el voluntariado -en especial entre los jóve-nes-. Pero hay quienes siguen luchando, a pesar de esto, para cambiar la situación. Estas son para nosotros luces que iluminan nuestro camino y nos dan ánimo. Una suave brisa, humilde y sencilla pero que nos demuestra que es posible vivir de un plan de vida diferente: un plan al ser-vicio de los hermanos. Vivir como discípulos misioneros, aquí y más allá de las fronteras…

Nosotros, como JMC, nos encargamos de entrevistar a dos ejemplos. El AQUÍ a través de un joven laico que vive según la espiritualidad de los Siervos de la Caridad (congregación fundada por el Beato Don Guanella): Cris-tian Samuel Segundo (oranense, apodado “Chino”) de 26 años, que hace poco más diez años integró el grupo de jóvenes después de participar de un retiro espiritual du-rante el tiempo pascual.

Fue entonces que descubrió su vocación compartiendo con otros jóvenes: “ayudando a los demás vas descu-

briendo que eso es lo que verdaderamente te gusta y lo haces por amor….”.

Su vocación fue creciendo al compartir experiencias en Tucumán donde le tocó acompañar a otros jóvenes, también en otros Techos Fraternos en Buenos Aires y llegando hasta más allá de las fronteras de nuestro país: sirviendo en Chile.

Tomando todas las vivencias y luego de terminar sus estudios, su proyecto es formar un grupo de jóvenes en el Techo Fraterno de Orán para que los mismos puedan vivir lo que él vivió y tengan la oportunidad de cambiar, para así lograr hacer el bien y salir adelante. Su trabajo, aparte de ser maestro de niños con capacidades diferentes, es trabajar con “los abuelos” como voluntario, junto a otros jóvenes que se animaron a ser distintos, colaborando también con la catequesis para niños sordos que vienen de otras partes del departamento.

Cristian nos deja un mensaje para todos: “nunca dejen de soñar, no bajen los brazos…que sigan a Cristo y que se entreguen a Él. ¡Siempre en la compañía de Jesús!”

Con la llegada de los Siervos de la Caridad a Orán, surge la necesidad de ayudar al adulto mayor, carente de asis-tencia, tanto alimentaria como afectiva. Así nace el TE-CHO FRATERNO “LA DIVINA PROVIDENCIA”, que a través de los años y con el apoyo de la comunidad, ha brindado ayuda a tantos ancianos que encuentran en este lugar un remanso para sus vidas cansadas. A medida que los años han transcurrido, el TECHO FRATERNO ha ido evo-lucionando siempre bajo la asistencia de la Comunidad de los Siervos de la Caridad. Hoy cuenta con una planta física muy adecuada, un grupo de vo-luntarias que colaboran en el desarrollo del proyecto. Además de los ancianos, asis-ten muchos niños de escasos recursos que necesitan la ayuda de alimentos y contención. También se cuenta la atención a niños con capacidades diferentes de escasos recursos.

¡Dejad que los niños vengan a mi!

Otro joven que se animó a romper las reglas es Fabián Voit, de 24 años,

Un PLAN de vidaque hace la diferencia

VoluntariadoR

incó

n J

ov

en

En Orán se está perdiendo el voluntariado en especial entre los jóvenes. Pero hay quienes siguen luchando, a pesar de esto, para cambiar la situación. Jóvenes que decidieron vivir un plan de vida diferente: un plan al servicio de los hermanos.


que vive su misión más allá de las fronteras de su Alemania nativa. Llegó

de Bavaría, München (Munich) y traba-ja en el Centro de Estimulación Temprana Terapéutica y Educacional para niños cadenciados) “San José”. Es el voluntario número 21 que llega de Alemania para prestar su desinteresado servicio en Orán. Ya suman 23 los jóve-nes que vinieron desde hace una década. Junto a Fabián están actualmente Matías y Sofía. Allí los tres comparten el pan y las esperanzas de cada día. Allí practican sus artes culinarias que a veces se transforman en centro de atención para otros y de este modo comparten su cultura con amigos locales.

Fabián nos cuenta que su vocación “nació porque quería ayudar a la gente que no tiene con que vivir”. Luego de un tiempo de formación para el voluntariado, siendo orientado por los jesuitas, llegó a Buenos Aires donde fue destinado a Orán donde se desempeña como fisioterapeuta en el Centro San José –atendiendo a niños carenciados con capacidades diferentes en su rehabilitación-. Además colabora con los trabajos del Hogar de Niños fundado por P. Diego Calvisi en Orán. Multiplicando fuerzas se da un tiempo para colaborar algunas veces en el Techo Fraterno “Divina Providencia”.

Fabián aún lucha “con el español”, idioma que tuvo que estudiar inicialmente en su tierra (y actualmente va perfec-cionando) para poder acceder a este paso más allá de las fronteras. A medida que pasa el tiempo también va aclima-tándose a nuestra cultura e idiosincrasia. ¡Acá no hay la puntualidad alemana!

Lo visitamos durante su trabajo en el Centro San José: su sencillez nos toca. Dejar toda la comodidad en su patria, sus actividades y familia, para hacerse uno entre nosotros, y sobre todo con los niños más necesitados, habla más que mil palabras. Tal vez no necesita hablarnos de él, sino noso-tros aprender ese idioma que todos los voluntarios hablan: el idioma del amor.

Él también nos deja a los jóvenes un mensaje: “¡que estu-dien, porque con el estudio pueden llegar a ser profesionales y así el país puede crecer!”.

OBRAS DE AQUÍ AYUDADAS POR LOS DE MÁS ALLÁ

El Centro de Estimulación Tem-prana “San José” es una

obra iniciada por Mons. Lugones, anterior

obispo de Orán y a través del

empuje y constancia de otros m i e m b r o s fundadores: Elsa Ro-

drigues de Kuhnert y su

esposo Michael Kuhnert. Nació en

el año 2004. Los costos dela construcción fueron cubiertos en su totalidad por la

Obra de la Infancia Misionera Alemana.El Hogar del Niño Jesús es una obra caritativa fundada

por el padre Diego Calvisi di Bitti, sacerdote del “Fidei Do-num” (véase www.it.wikipedia.org/wiki/Fidei_donum) de la diócesis de Nuoro (Cerdeña, Italia) y sostenida por la ayuda de numerosos fieles sardos y locales. Ambas están a cargo de la Fundación Zenta perteneciente al Obispado de Orán.

¿En “Chino” o alemán….? ¿Cómo se dice en “Chino” o alemán: “las palabras mue-

ven, los gestos arrastran”? Nosotros no hablamos ni chi-no, ni alemán, pero hablamos el idioma del amor. Nuestros hermanos de pueblos originarios viven esto del trabajo común (minga para los kollas) u otros tipos de trabajos vo-luntarios. En medio de nuestra sociedad se vive pregun-tando: ¿Cuánto me pagarán? ¿Qué voy a ganar? Nuestros padres también conocieron el trabajo voluntario y con eso cuántas cosas han levantado. Pero, ¿y nosotros?

Así como Chino y Fabián que prestan su servicio volun-tario, nosotros como jóvenes vamos afianzado nuestro servicio en nuestra comunidad. Ellos y otros son un es-tímulo para nosotros. Estimulo que nos incita a continuar sin bajar los brazos. Escuchando sus voces que tienen autoridad por la coherencia de vida. Queremos seguir lle-vando alegría a los niños del Barrio Mataderos (un gran proyecto que tenemos como grupo), también colaboran-do con la catequesis…y en donde nuestro servicio sea útil. Seguiremos formándonos desde las distintas áreas (espiritual, humana, intelectual, laboral, etc.) para enamo-rarnos cada vez más de este PLAN de vida que nos ofrece el voluntariado como camino de crecimiento y donación. ¿Por qué? ¡Porque este PLAN vale la pena y hace dife-rencia!

Nos quedamos con el eco de dos frases: ¡Siempre en la compañía de Jesús! ¡Estudien, porque….así el país puede crecer!”. Los invitamos a vivir, amar y servir de un modo diferente ¡animémonos a cambiar la rutina!

Otras experiencias de voluntarios anteriores podés encontrarlas a través de: http://www.eltribuno.info/salta/diario/2010/01/13/municipio/hanna-y-sofia-ale-

manas-con-corazon-carnavaleroo en números anteriores de la revista Misiones Consolata.

Voluntarios y JMC Orán-Salta


Pr

oh

ibid

o P

ar

a m

ay

or

es

estarán inspirados en Dios, y que nues-tras ramas crecerán sin dudas, hacia los lugares y personas que más nos necesiten.

Ahora bien, echar raíces cristianas en este sentido es como una “vuelta”, es a partir del reconocimiento de Cristo en nuestras vidas, que volcamos nues-tra fe y desarrollamos en Él, nuestras raíces cristianas.

Pero, es válido también, hacer analo-gía con nuestra primeras raíces, aque-llas raicitas que se nutren en el seno familiar, donde nos alimentan las ideas, pensamientos y acciones de nuestros referentes mayores; la cultura y valo-res de nuestro país; cada vez más, los medios masivos de comunicación; y en general, todo lo que de alguna manera comienza a formar nuestra cosmovisión del mundo.

El sabio comienza por hacer lo que quiere enseñar y después enseña, decía Confucio. Si queremos entonces —por-que lo sabemos y sentimos ardiendo en

nuestro interior —depositar toda nues-tra fe en Dios, podemos empezar miran-do nuestras raíces (esas que a veces son tan difíciles de reorientar, “porque siempre lo hicimos así”), nuestras rami-tas (o gruesos troncos, dependiendo de la edad): miremos en ellas, hacia donde se dirigen, si crean puentes o muestran espinas, si están rotas o lastimadas; observemos con atención nuestros bro-tes (esos que entregamos a nuestros parientes y amigos cada día y en cada ocasión): estudiemos sus colores, si se abren o cierran con el contacto, y cómo son las flores que entregamos.

¡Dios!, hay mucho que hacer, ¿empe-zamos?

¡Sí!, porque poniendo atención en nuestras raíces, en nuestras ramas y en nuestros frutos, seremos capaces de dar esa “vuelta” hacia Cristo, para desarrollar nuestras raíces cristianas, y de esta manera, cumpliremos en man-dato Allamaniano de hacer el bien sin hacer ruido.

Por: ProF. Diana sosa

Nuestro Papa Benedicto XVI, en su gira por Gran Bretaña, en setiembre de este año, instó

a los británicos a no olvidar sus raíces cristianas.

A menos que nos encontremos en la clase de matemáticas, la palabra raíces nos evoca la imagen de un árbol, aun-que sabemos que los árboles no tienen raíces cristianas. Las palabras juntas en la expresión de Benedicto XVI, nos remiten a historia y a los orígenes re-ligiosos de un pueblo. Pero, permiten reflexionar además, acerca de qué sig-nifica echar raíces y en especial, raíces cristianas.

En analogía, podemos significar que echar raíces cristianas es deposi-tar confianza en Cristo, es lograr la certeza de seguridad, equilibrio y alimento eterno. Echar raíces en Nuestra Señora de la Consolata es significar nuestra vida, sabiendo —y siguiendo con la analogía —que cada brote, flor y fruto que demos,

Época de echar raíces…

Hacer el bien sin hacer ruido (José Allamano)

“Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza: será un árbol plantado junto al agua, que a la vera de la corriente echa raíces”. (Profeta Jeremías)


IránLAPIDACIÓN BRUTALLa hija de Sakineh Ashtiani pidió a Benedicto XVI que intervenga para detener la ejecución de su madre (de 43 años), condenada a lapidación (ahora suspendida) por ser acusada de adulterio en 2006. El hombre con quien Ashtiani fue adúltera, asesinó a su marido, por lo que se la considera también inductora del crimen. “La Iglesia es contraria a la pena de muerte, sobre todo de una forma tan brutal”, dijo el portavoz del Vaticano P. Federico Lombardi.

Colombia

Haití

Gaza

Francia

Mini Noticias

Los INDígeNAs NAsA DeL CAUCA ReCIBeN PRemIo INTeRNACIoNAL PoR sU exPeRIeNCIA De ComUNICACIoNesEl Tejido de Comunicaciones de la Asociación de Cabildos Indígenas del norte del Cauca (Acin) recibió el premio Bartolomé de las Casas. La voz de estos comunicadores se extiende por las montañas de norte del Cauca y en su lengua nativa de más de 500 años informan de los últimos acontecimientos, resaltan su cultura y también están prestos cuando de coordinar una minga o movilización indígena se trata. Su trabajo empezó hace cinco años en la emisora Radio Pa’ yumat, en Santander de Quilichao, y ahora son otras tres -Radio Nasa (Toribio), Voces de Nuestra Tierra.

más De 135 mUeRTos PoR PosIBLe BRoTe De CÓLeRAMás de 135 personas han muerto en Haití por un brote de diarrea que podría tratarse de cólera. Las autoridades sanitarias afirman que hay 1.500 infectados. La enfermedad, según las autoridades, tiene una “alta probabilidad” de ser cólera, una posibilidad que los médicos esperan confirmar con los resultados de pruebas en laboratorios. Como consecuencia del brote epidemiológico, el gobierno formó un gabinete de crisis para estudiar las medidas a tomar. La afección causa fiebres altas, vómitos y una diarrea severa. Los más afectados parecen ser los jóvenes y los mayores, aseguró Gabriel Thimote, director general del Departamento de Salud de Haití.

RACHeL CoRRIe, máRTIR De LA PAZEstudiante de la Universidad de Olimpia (Washington), para protestar frente a las demoliciones israelíes de las casas de los palestinos en la frontera de Gaza, se sentó frente a un buldózer cuyo conductor a sabiendas la atropelló. Cada día decenas de casas de palestinos son destruidas en la frontera de Gaza.

EXPULSADOS MIL GITANOSEl gobierno francés ha expulsado de Francia a casi mil gitanos provenientes de Bulgaria y Rumania. Los obispos franceses y el Consejo de Europa condenaron el hecho. La Iglesia ha recordado cómo ya 600 mil gitanos fueron masacrados por los nazis. “Todavía hoy viven huyendo de quienes los persiguen”, afirmó desde el Vaticano el obispo Agustino Marchetto.

ItaliaINmIgRANTe AsesINADAEl 6 de agosto pasado una filipina fue asesinada a golpes en las calles de Milán. El card. Dionigi Tettamanzi instó a los ciudadanos a intervenir; nadie se había parado para ayudar a la víctima. Valoró la laboriosidad discreta y honesta de tantos inmigrantes y en una carta personal a la familia de la víctima le pidió perdón en nombre de la ciudad.


El Sínodo de Oriente Medio, un desafío y una oportunidad

Del 10 al 24 de octubre el Papa Benedicto XVI presi-dió en Roma, un nuevo Sínodo de los Obispos. Es ya el cuarto de su pontificado. Tras las Asambleas

Generales Ordinarias del Sínodo de los Obispos sobre la Eucaristía (octubre 2005) y sobre la Palabra de Dios (oc-tubre 2008) y la Asamblea Especial para África (octubre 2009), ahora esta Asamblea Especial, dedicada a Oriente Próximo, zona geográfica también llamada Oriente Medio. Es todo Oriente Próximo u Oriente Medio el destinata-rio del Sínodo ya que en 1995 hubo ya un Sínodo de los Obispos especial para Líbano y otro local de las Iglesias en Tierra Santa. Aquí vemos los deseos y esperanzas de los patriarcas, obispos, pastores que llevaron al Sínodo todos los desafíos, las dificultades, las expectativas del “pequeño rebaño” que vive en la tierra de Cristo.

Lo que entendemos por Oriente Medio“El Sínodo de la Iglesia Católica para Oriente Medio se dirige a los países árabes y no árabes que se extienden en la vasta área geográfica que comprende de Egipto a Turquía, de Irán a Israel, y a la derecha hasta el Golfo, Iraq, Líbano, Siria, Jordania, Palestina y Chipre”.“Incluye directa o indi-rectamente a 14 millones de cristianos sobre una población de 330 millones de habitantes, entre los cuales encontramos árabes, turcos, iraníes, griegos y judíos. Este sínodo se cen-trará en esta situación tan compleja y diversa”.

Un cinco por ciento de cristianos

En toda esta zona hay tan solo 14 millones de cristianos sobre un total de 330 millones de habitantes, esto es, un cinco por ciento de la población. El porcentaje ya de por sí exiguo lo es más habida cuenta de que los cristianos no son un único grupo, sino que están divididos. Además, en nu-merosos países -como Irán, Arabia Saudí, Egipto, Iraq y, en alguna medida menor, Turquía- se suceden los episodios de persecución contra los cristianos, mientras que en Líbano,

Igle

sia

en

ca

min

o

Por: MisionEs Consolata

El papa Benedicto XVI inauguró el do-mingo 10 de octubre un Sínodo es-pecial sobre Oriente Medio en el que participaron los patriarcas de las iglesias orientales católicas, azota-das por conflictos incesantes y la in-tolerancia religiosa. Asistieron 185 prelados, de los cuales un centenar proveniente de Oriente Medio, con-tó con la presencia de líderes de las iglesias copta, maronita, melkita, si-ríaca, caldea y armenia, y el patriar-ca latino de Jerusalén.


Israel y Palestina la tan delicada situación política complica las cosas todavía mucho más.

Los objetivos del SínodoEl Sínodo presenta dos objetivos principales. En primer lu-gar, confirmar y reforzar a los cristianos en su identidad, a través de la Palabra de Dios y los Sacramentos.

Y, en segundo lugar, dar nueva vida a la comunión eclesial entre las Iglesias sui iuris, de manera que puedan ofrecer un auténtico testimonio de vida cristiana alegre y atractivo, ha-bida cuenta el gran número de Iglesias Orientales sui iuris que han echado raíces en Oriente Próximo: melquitas él,??? sirios, maronitas, coptos, armenios y caldeos. “Estas Iglesias –subraya el obispo auxiliar del patriarcado latino de Jerusa-lén- necesitan vivir su particularidad litúrgica y lingüística, por un lado, y una mayor comunión entre sí por el otro. En la

actualidad, esta comunión deja algo que desear. También ne-cesitan una renovación pastoral y litúrgica. La Iglesia latina afrontó este cambio en el Concilio Vaticano II, que revolu-cionó la liturgia y la eclesiología y le dio una nueva apertura al mundo. Las Iglesias orientales necesitan una revolución similar para que puedan ser capaces de adaptarse y moderni-zarse, y así responder mejor a las necesidades de sus congre-gaciones en la actualidad”.

Importancia del testimonio y la formación“El testimonio cristiano a todos los niveles: en primer lu-gar, en la vida consagrada, que está presente en nuestro país en diferentes grados. La primera misión de los religiosos y religiosas es la oración y la intercesión por la sociedad, por una mayor justicia en la política y la economía, más soli-daridad y respeto en las relaciones familiares, más fortaleza para denunciar la injusticia, más honradez para no verse in-volucrados en disputas locales o en la búsqueda de intereses personales. Tal es la ética que los pastores, religiosos y reli-giosas y educadores religiosos necesitan proponer, con una coherencia notable en nuestra vida personal y comunitaria, así como en nuestras instituciones sociales, caritativas y edu-cativas. Y todo esto para que los fieles puedan ser testigos cada vez más verdaderos de la resurrección en la sociedad”.

“La formación del clero y fieles, en las homilías y en la catequesis, tiene que dar al creyente el auténtico sentido de su fe y también la conciencia de su papel en la sociedad en nombre de esa fe. El creyente debe ser enseñado a buscar y reconocer a Dios en todo y en todos, aportando su esfuerzo para hacerle presente en nuestra sociedad y nuestro mundo, a través de la práctica de las virtudes personales y sociales: la justicia social, la honestidad, la rectitud, la hospitalidad, la solidaridad, la apertura de corazón, pureza moral, la fide-lidad, etc. “

Cinco grandes desafíos de la Iglesia del Medio oriente“La Iglesia en Medio Oriente enfrenta cinco grandes de-safíos: su insignificancia, su división, la emigración, las con-versiones al Islam –en muchos casos obligados- y el ascenso beligerante del Islam político. Todo ello fomenta entre los cristianos la sensación de “gueto”.

De ahí que las propuestas que desea dirigir el Sínodo, en primer lugar, por la recuperación de la propia dignidad, voca-ción y autoconciencia de los cristianos. Para ello es necesaria la formación en la lectura y en la vivencia de la Palabra de Dios. La Iglesia del Medio Oriente ha de recorrer y testimo-niar asimismo actitudes, gestos y caminos de perdón, recon-ciliación y apertura a los demás. Y todo ello conduce a las dos palabras claves que sirven de lema para el Sínodo: comunión y testimonio. Sin ellas, difícilmente crecerá la Iglesia en esta región y difícilmente será creíble y fecunda. Por lo tanto la Iglesia del Medio Oriente esta llamada a servir la búsqueda de la verdad moral, la sana y positiva laicidad del Estado y la promoción del respeto a los derechos fundamentales a la libertad religiosa, de conciencia y de culto.


viví sin entender nada...COREA

Mi nombre es Marcos, de Corea del Sur. Llegué a la Argentina el año pasado y aprendí el castellano en el filosófico en San Miguel. Desde este año vivo en el noviciado. Al-gunos me preguntaron porqué es-toy aquí en Argentina. Ya pasaron muchos novicios latinoamericanos por Argentina, pero soy el primer novicio que viene de Asia. En rea-lidad, cuando estaba en Corea es-tudiaba italiano porqué iba a abrir el noviciado en Italia. Entonces salí de Corea sin saber nada del caste-llano y llegué a la Argentina. El idioma coreano y el castellano no tienen ninguna palabra ni estruc-tura semejantes. Como nuestros misioneros en Corea, también para aprender el idioma necesito mucho tiempo. Vivía sin hablar ni enten-der lo que hablaban los argentinos. Tuve un periodo que, digamos, era “el desierto” porqué no pude decir nada.

Durante este periodo no podía co-municarme con la gente sino con Dios. No sé cuantas veces me que-jaba de Dios a la vez me preguntaba ¿Porqué quiero ser misionero? Pero poco a poco descubrí la presencia del Señor y su ayuda a través de nuestra comunidad. Una vez me corté la mano y tenía que ir al hospi-tal, llegó la noche y no sabía lo que tenía que hacer. Mi formador y mis compañeros me llevaron al hospital y recibí un tratamiento tranquila-mente. Después poco a poco reconocí que la dificultad personal se puede superar por la comunidad. Tengo siempre dificultad con el idioma y la cultura pero ya no tan gran dificultad que me haga perder la paciencia.La vida comunitaria no solo me ayuda a superar mi dificultad sino también me hace descubrir mi de-bilidad y fragilidad, lo que debo corregir. Desde que vivo en el no-viciado, siento fortaleza frente a estas dificultades. Los ejemplos de los padres y mis compañeros, que trabajan con dinámica y creatividad sin descansar, me hacen reconocer mi pereza y que la vida misionera no es para la comodidad personal sino para los demás, con mucha dis-ponibilidad. Durante la misión podía ver a nues-tros misioneros que trabajaban des-de la mañana temprano hasta la noche sin olvidar el sentido comu-nitario. También yo y mis hermanos y hermanas trabajamos comunita-riamente; esto me ayudó mucho, so-bre todo cuando tenía la dificultad

de entender el idioma. En la vida en el noviciado y en la Argentina, des-cubrí la alegría de vivir juntos y me hizo amar nuestro Instituto. Gra-cias, Señor, por Tu presencia y por la alegría de la vida comunitaria. Te pido que yo pueda consolar a la gen-te como me has consolado.

un día esCuChé su LLamado…BRASIL

Soy Luiz Anto-nio, brasilero, tengo 22 años. Nací en una co-munidad campe-sina en las cerca-nías de la ciudad de Monte Santo - provincia de Ba-hía. Soy el hijo mayor de una fa-milia de tres her-manos. Mi des-pertar vocacio-nal empezó a los 14 años, cuando fui catequista de un grupo de jóve-nes como yo, que nos preparábamos para la primera comunión. Uno de los Misioneros de la Consolata, mientras me estaba confesando, me preguntó se no me gustaría ser mi-sionero. Fue una gran sorpresa, no sabía qué hacer ni qué cosa decirle; era una mezcla de miedo y alegría. El sacerdote me dijo que yo podría hacer, de ahora en adelante, una es-pecie de acompañamiento para dis-cernir mejor. Así fue; durante dos años estuve siempre en contacto con

Nu

est

ra

pr

eseN

cia

NoviciadoLatinoamericano

Por: noViCios iMC


los padres y recibía de ellos material de lectura para profundizar el senti-do de aquella invitación. Seguía ha-ciendo mis trabajos: estudiaba, daba clase de alfabetización para jóvenes y adultos (esto en el último año de la secundaria), era catequista y ani-mador de comunidad (responsable por las celebraciones de la palabra dominicales; teniendo en cuenta que nuestra parroquia cuenta con 141 comunidades y que hay una misa en las capillas cada tres meses). To-das las actividades que desarrollaba eran para mí una oportunidad de ir madurando todo lo que recibía de los sacerdotes. El 6 de marzo del 2006 ingresé en el Seminario Propedéutico en una ciudad a 300 Km. de mi casa. Fue una experiencia riesgosa. Mi mamá se oponía a tal hecho y yo no estaba tan seguro de lo que estaba hacien-do. Todos los días sentía la ausencia de mis seres queridos, sobre todo de mi familia, pero también de los amigos del grupo de teatro que ha-cía 6 años compartíamos momen-tos muy alegres y llenos de nuevas experiencias. Cada fecha de eventos en que el grupo estaría presente era para mí muy difícil pensar que yo no podría estar con ellos. El cami-no de adaptación no fue fácil pero lo logré. En los tres años siguientes hice los estudios de Filosofía en Curitiba (en la región sur de Brasil), siempre cada vez más lejos de la fa-milia. Con esto he aprendido que el misionero no está formado o en for-mación para estar en su sitio, sino que está para cualquier lugar donde sea enviado. Hoy, en la etapa del No-viciado, iniciada en Argentina el 9 de enero del 2010, después de com-partir tantos momentos gratifican-tes con los misioneros y con nuevas culturas, veo cuántas cosas maravi-llosas ha hecho Dios en mí vida. Me alegra mucho el espíritu de familia que encuentro en nuestras comu-nidades y me da ánimo cuando los fines de semana encuentro a los chi-cos de nuestro ambiente de pastoral (periferia de San Martín); ellos me

brindan, en su sencillez, mucho ca-riño y esperanza de un futuro mejor para ellos. Cuánto testimonio de fe y confianza en Dios he escuchado y visto en este año, tanto de parte de nuestros misioneros como también de las personas que encontramos en el día a día y en las experiencias de misión. El camino de formación ha sido para mí una grande gracia de Dios; por esto y por muchas otras cosas que Él hace en nuestras vidas es que todos los días Le agradezco por haberme llamado a esta vocación. Pido a Él, por intercesión de nues-tra madre Consolata y de nuestro fundador, el Beato José Allamano, que me ayude a perseverar en este camino y despierte en otros jóvenes el deseo ardiente de seguir a Jesús a través de la consagración de su vida.

COLOMBIA

Mi nombre es David Araque Gon-zález, colombiano, de 33 años, de profesión ingeniero de petróleos. Hace tres años ingrese al Instituto, el último de ellos aquí en Argenti-na, donde he tenido la oportunidad de afianzar la opción de consagrar-me al Señor en el sacerdocio misio-nero. Cuando pienso acerca de esta opción de vida que elegí, pienso en aquella frase del buen Jesús “ve y haz tu lo mismo” (Lucas 10,37)… y esa recomendación de nuestro padre fundador el Beato José Allamano hacia el “tanto piu”, el tanto más; y es que para los cristianos no nos es

suficiente con ir a misa los domin-gos, o rezar de vez en cuando una oración piadosa, no. Estamos llama-dos a hacer con el otro lo que Jesús hizo ya con nosotros: amarnos, con-solarnos. El mundo está necesitado de personas que amen y no que es-peren ser amadas, que consuelen y no que esperen ser consoladas… de allí surge mi vocación, la necesidad de compartir el mensaje evangélico con aquellos que aún no lo han oído y menos sentido. El tiempo aquí en Argentina me ha servido para fortalecer mi vocación, gracias al contacto con la gente y con los misioneros que son bastan-te cercanos, sencillos… así como el mensaje de Jesús. Mencionaré una experiencia muy aleccionadora y motivante que tuve en la misión de este año en el mes de agosto, que comprendió las ciudades de Pirané, Oran y Jujuy, pasando también por San Francisco. Nos su-cedió en Estanislao del Campo, un pueblo cercano a Pirané, en la pro-vincia de Formosa. Allí nos encon-tramos con un grupo muy original: son unos hombres que desde hace unos años se reúnen para compartir la Palabra de Dios todos los viernes, y también apoyan a la parroquia. Fue maravilloso compartir un almuerzo con ellos, donde nos expresaron lo fortalecidos que se sentían a pesar de los años y de las pruebas que ha tenido que pasar el grupo, además de que ellos han ayudado a otros, subrayando el apoyo que han reci-bido de los misioneros de la Con-solata, lo cual me llena de orgullo (como miembro del Instituto) y me compromete aun más a continuar pidiéndole al Señor la perseveran-cia en esta vocación. Doy gracias al Señor, ya que a través del Instituto de los Misioneros de la Consolata me permitió vivir este año de gracia junto a los argentinos: gente ama-ble, para mí un signo de esperanza, signo de la presencia de Dios en el mundo…


MisiónPor: hna. Déborah ViViana izuEl MC

Ro

stR

o F

emen

ino

En marzo llegué a la Comunidad de Palo Santo, en la provincia de Formosa, donde fui enviada por este año para realizar mi experiencia de misión

después de mi primera profesión religiosa. Para los que no conocen el lugar, se lo describo muy

brevemente: es un pueblo pequeño, de gente simple y muy amable, con una profunda religiosidad popular, y una cultura con una mezcla de raíces criollas, indígenas ar-gentinas y paraguayas, con bastante de tradicional toda-vía, aunque la globalización va entrando por todos lados.

Por gracia de Dios me tocó convivir con la Hna. Hannah Wambui Ndungu, de Kenia, y la Hna. Antoniana Aimetta, de Italia, y la Hna. Emilce Portillo, correntina, que vino por un breve tiempo a ser parte de nuestra comunidad.

Nuestra presencia aquí tiene por objetivo principal la animación misionera vocacional, y el acompañamien-to a las comunidades promoviendo el protagonismo del laicado. También se acompaña la Comunidad Juvenil Mi-sionera de María, la Pastoral de la Salud, y la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM).

Durante este tiempo mis tareas específicas en lo pastoral han sido atender la salita de primeros auxilios “Rostro de Jesús”, animar la comunidad de Santa Rita, en la colonia “el Comienzo”, más conocida como Km. 2, y acompañar la formación de los animadores/as de la IAM en las diferentes comunidades de la Parroquia.

En la salita, más que primeros auxilios se hace un con-trol de peso y talla de niños de escasos recursos materia-les, a cuyas madres se les entrega leche mensualmente. Lo mismo se hace con embarazadas. Y otras personas vienen en busca de medicamentos, los cuales entrega-mos siempre que dispongamos de ellos, pues no es mu-

cha la cantidad de remedios que recibimos. La mayoría de las veces, lo que más importa es la escucha y la aten-ción a quien viene, la promesa de rezar por ellos, o la re-

en Palo Santo


Hna. Déborah, acompañando y animando en distintos momentos la comunidad.

comendación de algún remedio natural (“remedio yuyo”, como le dicen acá).

Otra responsabilidad que asumí es la de acompañar la formación y protagonismo de los/as animadores/as de la IAM en las capillas y la Sede Parroquial. Se vio la nece-sidad de atender especialmente a los adolescentes (de entre once y catorce años), que no tenían ningún espa-cio específico en la Comunidad Parroquial. Nos preocupa poder ofrecerles un lugar donde conocer a Jesús y ex-perimentar su propuesta de vida, especialmente porque vemos las grandes dificultades que surgen a esa edad y porque hemos sufrido varios casos de suicidios de prea-dolescentes.

En realidad fue un desafío para mí coordinar la Infan-cia y Adolescencia Misionera por no tener experiencia, pero fuimos aprendiendo juntos, y buscando formación de gente capacitada de otros lugares. Y, aunque siempre existen las dificultades, fuimos viendo el paso de Dios en los niños y adolescentes y en los jóvenes y adultos que los animan: el entusiasmo misionero, la creatividad para transmitir el amor de Dios y el deseo de salir a evangelizar y servir son pruebas de que esta obra no es sólo humana. Y lo que más me alegra es ver cómo los grupitos van ca-minando con el compromiso y el protagonismo de las/os animadoras/es y de los/as niños/as y adolescentes.

Con la gente de la comunidad rural que acompaño, es-tamos haciendo una experiencia hermosa, que va a que-dar grabada en mi corazón. Con los agentes de pastoral y algunas personas más que suelen participar de los rezos y de las Misas (que se hacen dos veces en el mes), hemos realizado varias reuniones para unirnos más como comu-nidad, formarnos y para salir a misionar en ocasión del inicio de la novena de uno de sus santos patronos: San Francisco. Allí también comenzamos un grupo de IAM con algunas mamás y jóvenes como animadoras. De a poco se van formando y lo van llevando adelante con mucho entu-siasmo, y los chicos nos ayudan a no desanimarnos con su perseverancia y su gusto por las cosas de Dios.

De todos ellos estoy aprendiendo mucho: de su fe sen-cilla, su perseverancia para juntarse a rezar, su capacidad para compartir, celebrar y conseguir recursos dando to-dos según sus posibilidades, de su alegría, su acogida…

También tuve la gracia de compartir un poco con los jóvenes de la Comunidad Juvenil Misionera de María (Co-JuMiMa), que van haciendo camino y también llevando ellos adelante el grupo. Este año se dedicaron más a la formación que a la misión hacia fuera, y desde hace un tiempo son los mismos jóvenes que coordinan las reunio-nes y actividades, acompañados por la Hna. Hannah.

Por último, les comparto una riqueza muy grande que

me llevo de Palo Santo: la experiencia del trabajo en equipo en la Parroquia con el Párroco P. Alberto Benítez, el seminarista que hace su experiencia aquí este año, Gastón Gil Gallardo, y las Hermanas de la Comunidad. No siempre se da, pero es muy enriquecedor el poder aunar esfuerzos en lo pastoral, discerniendo, planificando y lle-vando a cabo juntos, y también con los laicos en la Parro-quia. Aunque lo más valioso es el testimonio de la unión y cariño fraterno que nos tenemos aún en las diferencias, que más que dividir unen, porque son riqueza de uno/a para el/la otro/a.


¡Con un reojo ya en Navidad!!el sol de la misión, lo manifestarás con tu creatividad e iniciativas. Los demás lo notarán y te seguirán, porque el amor es contagioso y se le nota a uno. DE ANIMADORES MISIONEROS3 - ProclamaciónLos apóstoles, acosados por las ame-nazas de los miembros del Sanedrín, respondieron a una diciendo:No podemos callar. Dios nos manda hablar de Jesús, ustedes lo prohíben; dígannos ¿a quién debemos obedecer?Una cosa es cierta: que Dios nos man-da hablar de Jesús a todos. Esta es precisamente la misión. Para esto nos ha llamado y enviado. Desde luego, debe guiarnos la prudencia, pero no de-bemos dejarnos atrapar en las redes de la cobardía. Los Hechos de los Após-toles precisan que los discípulos ac-tuaban con “parresía”. Es una palabra griega que significa: valentía, franque-za, lealtad... Es la virtud que da el Es-píritu Santo, para anunciar a Cristo en situaciones difíciles y peligrosas. Ora-ción, sacrificio y anuncio valiente son el trípode de nuestro actuar misionero, allí donde Dios nos ha plantado.

1.- ¿Cuál aspecto de Cristo ha de tener presentar e imitar en tu presente?2.- ¿Y cuál el aspecto a presentar e imitar en Navidad?3.- ¿De qué modo puedes anunciar hoy a Cristo?4.- Dios nos ama y nos anima: ¿cómo ves que tu comunidad hace esto?

TIEMPO DE NAVIDAD Y FIN DE AÑO:

TIEMPO DE FAMILIAMISION DESDE LA FAMILIA

Que lindo sería pensar en esta Navidad desde el espíritu de familia, como lo

pensaba el Beato Allamano, y desde ahí pensar con mayor espíritu misionero y animo vocacional. Todos somos misio-neros….la familia es misionera, cada uno de sus componentes, en fuerza del bautismo, recibe la savia vital de Cristo para la santidad y para la misión. El es-píritu de santidad y de misión puede ser nutrido desde y en la familia. Veamos un ejemplo: Santo Hermano Pedro De Betancourt.

El amor: su testimonio de vidaEl servicio y la entrega al más necesi-tado, la solidaridad con todos, son las características más impresionantes en la vida de este peregrino canario, quien hizo del amor su testimonio de vida.Pedro de Betancourt renunció a todo para servir a los pobres y marginados.El vio en el servicio misericordioso, la única manera de asemejarse a su Señor. Amó a Cristo en sus hermanos pobres, humillados y enfermos, por eso, Pedro es un testigo del Evangelio válido para todos los tiempos.

En su familia aprendió la fe y la caridadNació el 19 de marzo de 1626, fiesta de San José, en Chasna, hoy Viaflor en la Isla Canaria de Tenerife. Dos días des-pués de su nacimiento fue bautizado en la Parroquia de San Pedro. Fue hijo de Amador González y Ana García, una familia cristiana, en cuyo hogar apren-dió la fe y la caridad. Aún siendo de

Tres modos de ser Misionero

El magisterio, en sus enseñan-zas oficiales, ha repetido, hasta el cansancio, que la Iglesia es

misionera. Es su nota fundamental, su identidad. También ha dicho que lo es cada uno de sus componentes, en fuerza del bautismo, que lo incorpora ha Cristo, de quien recibe la savia vital para la santidad y para la misión. Hoy uno es misionero por la:

1- PresenciaSé presencia misionera allí donde estás. Es verdad que de entre la multitud de sus discípulos, Jesús elige algunos para que, dejándolo todo, se hagan disponi-bles y vayan a otros pueblos y cultu-ras, para ser testigos y pregoneros del Evangelio. A todos les pide que florez-can donde se encuentran: en la casa, en la oficina, en el taller, en la comunidad, en el comercio....Estás unido a Jesús y puedes prolongar la obra de Jesús con tu modo de ser y sobre todo con tu oración. La oración es una palanca poderosa, que hace caer

los muros de Jericó y puede romper las barreras de los corazones, para que se abran a recibir la palabra que salva.

2 - Epifanía - ImagenDicen los entendidos que estamos en la época de la imagen. Nos rodean un sinfín de imágenes: de santos en la Iglesia, de artistas en las carteleras y en la calle, de políticos, de atletas etc. La imagen nos impresiona y nos cautiva.Tú puedes ser una imagen de la misión, como Francisco de Asís lo fue de la pobreza, Teresa del Niño Jesús de la misión, Juan XXIII de la bondad... Serás imagen de Jesús misionero, amando lo que Él amó: el Reino, y trabajando con todos tus medios por difundirlo. Si te calienta

Fiel

es y

cr

eat

ivo

sComo este es el último número del 2010, éstas son las últimas líneas que nos unen hacia la “Navidad” y el “Fin de Año”. Por eso podemos pensar…

Por: juan Carlos GrECo, iMC


de Dios como Pedro sobre las aguas, de este viaje a las Indias se seguirá mayor gloria de Dios. Grandes provechos a los prójimos y no poco interés a tu misma persona”. Su destino estaba escrito. El hermano Pedro es símbolo y ejemplo de discípulo que escucha la voz de Dios.

¿Cómo escuchó la voz de Dios Pedro de Betancourt?¿Cómo podemos escuchar la voz de Dios, ahora y aquí y ponerla en prác-tica?¿Tu crees que la misión solo es para sacerdotes? ¿Conoces algún hermano religioso que trabaja en la misión?

Te gustaría recibir la dirección de al-guno de estos para escribirle, animar-lo, conocer su tarea, su modo de ser presencia, epifanía-imagen, su modo de proclamar a Cristo? Escríbenos y según los idiomas que conozcas te po-demos dar algunos contactos. [email protected]

Amar y animarDios por sí solo no trabaja, no crea, no organiza, no pone orden a la vida del ser humano. Por esta razón, el ser hu-mano tendrá que estar dispuesto a la escucha de Dios que puede hablar de distintas maneras,tendrá que entrenarse en el discerni-miento, que por lo general lo hace con la participación de la humanidad, y finalmente se concretiza en la acción para llevar el mensaje a los mismos se-res humanos.Este mes misionero puede ser un tiempo para amar y animarnos mutuamente. Y si nos trazamos un proyecto a medio plazo

noble linaje, formaban un hogar pobre y humilde, en el que tuvieron dos hijos y dos hijas, además de Pedro, el mayor. Sus padres eran devotos de Nuestra Señora de la Candelaria, ante quien Amador González realizaba grandes penitencias y ayunos. Pedro observaba

y aprendía a tener amor y recogimiento a la penitencia.

Al encuentro de DiosEn 1637 llegó a Tenerife Fray Luis de San José de Betancourt, misionero en tierras de América. Le agradó mucho aquel niño de 11 años, llamado Pedro, pues lo encontraba muy amable y ser-vicial, rodeado de un aire de inocencia que le salía desde el fondo de su alma. Fray Luis le aconsejó “Aprende letras Pedrito, para que le sirvas a Dios en el sacerdocio, ¡El apostolado! ¡El mundo de las Américas!”. Tres incitaciones que inquietaron el alma soñadora de Pedro. El testimonio de los grandes misioneros infundió en él un gran celo por la conversión y la salvación de las almas. Convencido de que sus brazos y sus pies podían ser útiles a esta gran obra de evangelización, se lanzó a una gran aventura. Su mamá, en busca de apaciguar su soledad, puso sus ojos en una joven hacendosa, pero él ya había tomado una decisión: consagrar su vida al Señor: sirviendo a sus hermanos.

Le dice sí a DiosPara no desairar a su madre, Pedro con-sulta a su tía la determinación diciendo: “Aceptaré como indicación del cielo lo que ella diga”. Ella le respondió: “El servicio de Dios te espera en las Indias, tu camino, Pedro, no es el de la carne y el de la sangre. Debes salir al encuentro

hasta la Navidad, ¿cuánto podemos ha-cer? ¿Cuánto podemos cambiar?Planteémonos ser mejores discípulos de Aquel que se hace presencia, epifanía, de aquel que es la Palabra a ser proclamada.

2.- Los discípulos de DiosLa palabra discípulo -en griego Mathei-teis- significa aquel que se vincula con una persona no tanto a nivel teórico, sino afectiva y vitalmente, a tal punto que asume su estilo de vida.Aprovechemos estos meses que Dios coloca delante de nuestras vidas para saber escuchar, obedecer, leer los desig-nios de Dios y comunicarlos a la gente. No es fácil, pero esta es la tarea y la ra-zón de ser del discípulo. Para vivir en este mes misionero, para vivir en la Na-vidad, para vivir en toda nuestra vida.

LOS LAICOS: MISIONEROS EN FUERZA DEL BAUTISMO

Si la Iglesia es misionera, todo cristiano, miembro de la Iglesia por el bautismo, es igualmente misione-ro, enviado a los “otros” para de-cirles que Dios los ama. Son misio-neros porque son cristianos, no por tal o cual circunstancia, histórica o geográfica.

Los Papas más reciente han su-brayado la importancia decisiva de los laicos en la labor misionera. La misión –han repetido– es de todo el pueblo de Dios. Aunque la funda-ción de una nueva Iglesia requiere la Eucaristía, y consiguientemente, el ministerio sacerdotal; sin embar-go la misión, que se desarrolla de diversas formas, es tarea de todos los fieles. En plena sintonía con es-tas afirmaciones, el documento de Santo Domingo exhorta:

“Urge no descargar el compromi-so misionero en algunos hermanos y hermanas, que lo cumplan por no-sotros, sino que conviene asumirlo con responsabilidad y entrega ge-nerosa” (SD 126).

1.- Investiga: ¿Por qué la Iglesia de Antioquia se distingue de la de Jerusalén? ¿En que?

2.- Piensa: ¿En quién recae el peso y la alegría de la Evangeliza-ción?

3.- ¿En fuerza de qué los laicos son llamados a la misión?


Más de 4.000 millones de personas no conocen a CristoCOLABORANDO CON UNA BECA

Colabora a que un joven pueda realizar su vocación misio-nera. El mejor don para la misión es un misionero más. Un cristiano comprometido con Cristo y con el Evangelio debe vivir aquello de “ir o ayudar a ir”.

Participa en sus trabajos de anuncio del Evangelio y de promoción humana entre la gente donde el misionero pue-de servir gracias a tu ayuda.

Expresa tu gratitud al Señor por tu propia fe cristiana y por el amor y la gracias que usted recibe cada día.

Usted colabora concretamente a la formación de los jóve-nes, misioneros de la Consolata que en estos momentos se

preparan para ir a las misiones, con una BECA anual de $ 500,00 pesos, o mensual de $50,00 o una colaboración voluntaria.

Teniendo en cuenTa esTos Tres aspecTos:

José allamano y maría consolaTa, José allamano y eucarisTía, José allamano y la misión

Publicamos los ganadores del concurso:

Pintura 1° lugar: Gallardo Nélida (Mendoza) | 2° lugar: Giachello Jessica (Mendoza) | 3° lugar: Frau Sofía Serena (Mendoza)

canción 1° lugar: Autor: Arias, Jonathan Federico (Mendoza), Guitarra: Arias, Jorge Ángel, Canto: Maldarella, María José.

Poesía 1° lugar: Sosa Marisa (Formosa) | 2° lugar: Pedernera Carla Nerina (Mendoza)

Video 1° lugar: Mansilla Ignacio (Mendoza) | Olmo Fernando (Mendoza) | Ferreyra Julián (Mendoza) | Condori Miguel (Mendoza) | Rinaldi Franco (Mendoza) | 2° lugar: Eberhardt Nazarena (Córdoba)

concurso abierto

sobre la Figura de Jose allamano

con obras originales

1° PremioPara todas las categorías será una imagen artística del beato José allamano y una suscriPción anual de la reVista misiones consolata.

2° Premiolibro de la Pedagogía misionera José allamano y un diPloma.

3° Premioimagen de la consolata y certiFicado de ParticiPación.

a todos los que ParticiPan recibirán un Premio sorPresa.

Desde ya agradecemos a todos participantes por su esfuerzo, empeño por habernos presentado el Allamano en distintas miradas misioneras. En la brevedad pu-blicaremos las obras en la web: www.consolata.org.ar ¡Muchas Gracias!

El Jurado

Usted puede ayudar a que un mi-sionero les lleve la gozosa noticia de la salvación…

Giro Postal a nombre de: Instituto Misiones Consolata (Revista) C.C. 2 – Suc. 11 (B)1411 – Buenos Aires

Cheque o depósito en efectivoen Banco Galicia Cuentan°: 00032917-027/8 A nombre de:

Renovación de Suscripción 2011 Instituto Misiones Consolata

Por favor enviar comprobantepor fax, avisar por mail.Tel.: (011) 4632-3940Fax(011) 4633-1032Mail: [email protected]

Costo de la suscripción anual: $ 50.-MANTENGA SU SUSCRIPCION AL DÍA

Formas de Suscripción

PROMOCIÓN REVISTA:Cada 5 suscripciones nuevas

1 gratis para todo el año.Hacelas entre tus amigos y parientes.

A los Suscriptores y colaboradores de la Revista Misiones ConsolataDurante varios años el precio de la suscripción anual de la Revista se mantuvo con la tarifa anual de $ 30. En estos últimos tiempos hemos soportado varios incrementos con respeto a los precios de imprenta, diagramación, franqueo postal y otros gastos.

Para el final de 2010 haremos un pequeño ajuste:Precio del ejemplar: $ 5

Colaboración/Suscripción Anual: $ 50

Gracias…A todos los que renuevan y colaboran con su suscripción.A quienes día a día nos hacen llegar su “pequeña” contribución.A quienes comprendieron que todo sube de precio y pueden dar una mano.

A los que tienen experiencia de lo que significa sostener una Revista Misionera, alimentándonos a seguir en este “proyecto misionero”, de animación misionera.

A quienes ayudan a la Revista, para que se fortalezca y pueda crecer... A aquellos que aman la Revista Misiones Consolata como suya y se ocupan en difundirla entre amigos, parientes, compañeros de trabajo o estudio; grupos y movimientos apostólicos. Simplemente Muchas Gracias!

P. SiSto KarrauDirector

“Levántate, tu fe te ha salvado” ...

Jujuy Av. Fuerza Aérea 1527. Manzana 222 - Lote 9 - 128 Viviendas “B” (Y4600XAA)San Salvador de Jujuy. Tel. (0388) 427.5858 / [email protected] | Noviciado Nuestra Señora de Guadalupe Juan XXIII 2460 - (B1683DEP) Tel. (011) 48421820 Martín Coronado-Buenos Aires [email protected] | Parroquia Nuestra Señora de la Misericordia Sucre 2675 (M5539CZB) Tel.(0261) 448 97 73Las Heras-Mendoza / [email protected] | Orán, Salta Pueyrredón esq. José Ingenieros 672 - San Ramón de la Nueva Orán Salta Teléfono: (03878) 423-083 / [email protected] | Parroquia Nuestra Señora de Pompeya Bilbao y Fraga 581 Villa PompeyaMerlo-Buenos Aires Teléfono: (0220) 4893602 / [email protected]

[email protected]

Hay gestos de amor que necesitan repetirse al infinito a lo largo de la historia. Los misioneros de la Consolata te invitamos a realizarlos con nosotros en la misión.

Consolata-noviembre_0

Documents

Transcript of Consolata-noviembre_0