CONSIDERACIONES SOBRE LA TEORIA DE LA TRANSFERENCIA

I.- Sobre la dinámica de la transferencia:

- Dos puntos

1. Transferencia como fenómeno general y sus causas:

a) El hecho de que todas las personas adquieren en la infancia determinadas

características de su vida afectiva, que en el curso de la vida es regularmente

repetido.

b) La insatisfacción libidinal (debida a las fijaciones inconscientes), que será la

necesidad y la expectativas libidinales que se dirigen hacia la persona que se va

conociendo.

La transferencia se vuelve tan intensa y duradera porque sirve a la resistencia; el

analizado reproduce y repite para no recordar sus impulsos inconscientes.

2. Transferencia en el proceso psicoanalítico:

El análisis comienza con una asociación libre, y con regla fundamental, que consiste

en la abolición del rechazo de las ocurrencias y de su comunicación.

Como consecuencia de la asociación libre surgen ocurrencias rechazadas que

pueden ser un recuerdo o deseo que avergüenza al paciente y ocurrencias rechazantes

que seria la critica que ejerce la conciencia moral o el super yo hacia ese deseo.

Sobre el analista se transfieren los objetos internos con los que el paciente ha

vinculado o identificado la acción rechazante o rechazada. Esta transferencia se

origina, en a abolición del rechazo, es decir en la paulatina superación de la

resistencia.

Estos objetos internos son los padres introyectados, que gratifican y frustran, que

son amados y odiados.

Cuanto más el analista se convierte en un objeto recahazante, mayor es la necesidad

del paciente de ser amado, y aceptado por él. Por ende la intensificación de la

necesidad de amor, implica la intensidad de las transferencias.

En la técnica psicoanalítica se atacan y destruyen estados presentes, se

derrumban las defensas, se actualizan las escisiones latentes y se convierten en

manifestaciones, tocando lo inconsciente e internamente separado en consciente, y

externamente separado, produciendo angustia, tensión, dolor, y necesidad de amor.

Otro aspecto de la técnica psicoanalítica une lo separado, conecta lo desconectado.

La libido del paciente moviliza en primer lugar al objeto que dio lo bueno, o sea al

analista. No es la necesidad de amor, sino la capacidad de amar que se vierte en el

analista.

La anulación de las defensas en la transferencia (por medio de las

interpretaciones) lleva a la vivencia transferencial de las situaciones rechazadas, por

esto la transferencia analítica se caracteriza por la profundidad.

Concluyendo, en el niño rechaza sus impulsos libidinales y agresivos, vinculando la

acción resistida (rechazante) del yo, con los objetos que le inducen y se convierten en

objetos rechazantes. De ahí que la abolición del rechazo que lleva fundamentalmente a

la intensa transferencia del objetos libidinales intensos rechazantes (resistentes).

II.-El papel de la transferencia y el proceso psicoanalitico y la relacion entre

transferencia y resistencia.

Lo que Freud afirma sobre el papel de la transferencia se diferencia en dos

aspectos:

1.- La transferencia positiva sublimada:

El móvil mas importante del trabajo que el analizado debe realizar consiste en

superar la resistencia (si se vuelve negativo o sexual se transforma en resistencia).

La transferencia en su aspecto negativo es el mayor peligro para el psicoanálisis.

En su aspecto positivo, sin embargo constituye el instrumento más importante, ya que

a través de ella vuelven las vivencias infantiles reprimidas.

2.- Otro papel para la transferencia y su análisis:

En el proceso curativo. Es la revivencia de la infancia en mejores condiciones, lo

que antes fue rechazado debe poderse admitir ahora en la conciencia, gracias a la

fortaleza de un yo adulto y a la conducta comprensiva y objetiva del analista (objeto).

La relación con el analista se constituye así en el principal campo para lograr la

integración de la personalidad del analizado.

Los dos enfoques de Freud se concentran en hacer consciente lo inconsciente,

pero la diferencia es que en el primer enfoque lo reprimido (el pasado rechazo) se hace

consciente en lo pasado, mientras que en el segundo enfoque lo mismo es realizado en

el presente, en la relación del analizado con el analista. La consecuencia practica de

esta diferencia consiste en que en el primer caso la transferencia (negativa y sexual) es

considerada e interpretada como resistencia al recuerdo y es utilizada como

instrumento para el recuerdo.

En el segundo caso la vivencia transferencial misma es la valorizada como el

campo de trabajo decisivo. En el primer caso es el recuerdo y en el segundo la

revivencia rectificada.

Otra diferencia entre los dos enfoques es que en el primero la transferencia esta

considerada en función de la resistencia, mientras que en el segundo la resistencia se

considera en función de la transferencia.

Las dos situaciones transferenciales consideradas por Freud como resistencias,

es decir la transferencia negativa y la sexual aparecen o aumentan en función de la

resistencia. Lo que no queda tan claro es si deben ser comprendidas primordialmente

como resistencias frente a recuerdos o frente a la vuelta transferencial de situaciones

infantiles angustiantes o dolorosas. Ayuda aclarar lo que se sabe en relación al

análisis como remoción y superación de resistencias. Esto es lo que lleva a que la

transferencia sea intensa, profunda, angustiante y dolorosa. Las resistencias quieren

evitar precisamente la revivencia de relaciones de objetos penosos en la transferencia,

es decir la abolición del rechazo lleva al retorno de lo rechazado. Si esto rechazado

son relaciones de objetos transferenciales peligrosos o catastróficos, entonces el

rechazo(la resistencia) quería evitar precisamente eso.

Es la repetición, es decir la actuaciones de las relaciones de objetos latentes, en

la transferencia lo que debe ser la primera tarea a efectuar en el camino terapéutico, ya

que es contra ello que se dirigen las resistencias principales. La atención terapéutica

debería ser orientada a la transferencia como campo de la revivencia a rectificar y a las

resistencias que se oponen a tal revivencia. La rectificación consiste en la renuncia a

las defensas patológicas en la transferencia. Los factores que se consideran

determinantes para la dinámica de la transferencia su intensidad y profundidad,

explican también por que la repetición es lo mas rechazado, por lo tanto la realización

y toma de conciencia de esta repetición y el cambio de su destino es el camino

indicado. Esto trae una serie de problemas como una aparente contradicción como

afirmar por un lado, que la transferencia se intensifica por la resistencia y por otro lado

que se intensifica por la superación de la resistencia. En realidad las dos afirmaciones

son ciertas, las defensas transferenciales se intensifican por la resistencia, es decir en

el grado que el análisis se vuelve peligroso y por otro lado, las situaciones

transferenciales rechazadas se intensifican por la remoción o superación de la

resistencia. Otro problema se refiere al papel que en este proceso desempeña el

recuerdo. La cuestión seria solo saber si el analizado no quiere recordar, por ejemplo

que desea matar al padre (donde el super yo lo condena y lo persigue), o porque el

analista ya representa latentemente al padre y lo condena y persigue por eso. Las dos

cosas son ciertas a la vez, lo pasado no es vivido como tal sino como presente, y el

peligro también es vivido como algo presente, por lo tanto el recuerdo es una

resistencia contra el presente. El hacer consciente implica siempre un cambio en la

relación con el objeto interno, y en este sentido también un cambio en la relación con

el analista.

Integrantes: Ignacio Campano Paola Gutierrez Victoria Lepeley

Tatiana Caceres Carolina Gyllen Ariel Reyes

Moira gruttner Cecilia Lepeley