Consideraciones necesarias manuel filomeno de miranda divaldo franco
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CONSIDERACIONES NECESARIAS Manuel Filomeno de Miranda/Divaldo Franco
Libro: TRASTORNOS PSIQUIÁTRICOS Y OBSESIVOS
El objetivo de la labor en aquella noche era presentar a los
administradores de la clínica algunas de las técnicas terapéuticas de
que se utilizarían los nobles espíritus, en las futuras reuniones
socorristas de desobsesión, a fin de contribuir en favor del
atendimiento a los pacientes internados y a sus perseguidores
espirituales.
El director encarnado, que se encontraba presente, en parcial
desdoblamiento por el sueño fisiológico, así como diversos médicos
y auxiliares de enfermería, algunos espiritistas, no podían ocultar la
emoción de felicidad que los dominaba.
Conocedor del Espiritismo y devotado trabajador de la Causa del
Bien, se entregó a la administración de la clínica en la condición de
voluntario, ofreciendo las experiencias adquiridas como
administrador en sociedad bancaria, en la cual se aposentara, ya
vivenciara experiencias de aquella naturaleza, en las reuniones
mediúmnicas de que participara anteriormente. En aquella ocasión,
sin embargo, con mayor discernimiento y considerándose la
magnitud de que se revestía el trabajo, pude entender en
profundidad como se operaba el mecanismo de atendimiento por
intermedio de un especialista con la experiencia y sabiduría del Dr.
Ignacio Ferreira.
"No puedo ocultar mi contentamiento — conseguí exteriorizar - ante
la grandeza del trabajo psicoterapéutico de socorro a nuestros
pacientes.
Acredito que ellos siempre recibieron ese expresivo auxilio, aunque
indirectamente. Ahora, sin embargo, instalándose en una actividad
especializada en este recinto, ciertamente los dedicados compañeros
carnales, algunos de los cuales aquí también están presentes
asistiendo al cometimiento, contribuirán con mucho más valor y
renuncia en beneficio de los resultados óptimos.
La obsesión es grave parasitosis, portadora de complejidades que
superan nuestro entendimiento, cuando en el cuerpo físico. Lo
enmarañado del proceso en la mente, en la emoción o en el cuerpo
del paciente es muy complejo y difícil de ser aprendido de uno para
otro momento. No puedo disfrazar mi emoción y confianza en Dios
en cuanto a los resultados futuros". El Dr. Ignacio, que lo observaba
atento, así que el silencio, esclareció:
"Esa parasitosis del alma tiene sus raíces fincadas en el receso del
ser, en los campos energéticos, comunicándose con las delicados
tejidos del córtex cerebral. Acreditan los modernos neurocientíficos
que aproximadamente 20 billones de neurônios responden por la
construcción del córtex cerebral.
Como diariamente mueren millares de ellos, helos naturalmente
sustituidos por lípidos y proteínas que son responsables de la
formación de las membranas celulares. Ese córtex cerebral sufre
alteraciones constantes y consigue permanecer vinculado a las
ramificaciones neurales, en constante flujo de modificaciones en
número y en topografía, a fin de ser mantenidas las
neurocomunicaciones.
Todos esos equipamientos son alterados por continuos campos
magnéticos que se encuentran en el exterior. Lo que desconocen esos
estudiosos dice respecto al bombardeo mental realizado por los
adversarios del encarnado, que por medio de resonancias
vibratorias alteran el magnetismo de los campos extra cranianos,
culminando por acelerar la muerte de los neurônios, perturbar la
producción de las monoaminas responsables por las delicadas
estructuras de las células, produciendo disturbios interiores de
raciocinio, de memoria, de sentimientos y de comportamiento. La
mayoría de los neurofisiologístas mantienen, maliciosamente, la
tesis de que la consciencia, la memoria y el pensamiento resultan de
las emisiones electroquímicas producidas por los neurônios y sus
redes neurales, y que cesan por ocasión del fenómeno biológico de la
muerte cerebral y la consecuente falencia del tronco encefálico. A
pesar de ese concepto, queda muy difícil aceptar que reacciones
electroquímicas puedan transformarse en ondas mentales, en
sentimientos, en raciocinios, en actividades muy complejas de la
memoria almacenando en el hipocampo recuerdos o apagándolas en
su tiempo libre.
De la misma forma, les sería muy difícil entender que la interferencia
de las mentes sin cerebro consiguiera emitir ondas que alteran el
equilibrio del córtex cerebral, y, por extensión, modifican la red de
las comunicaciones a través de los micros estructuras cerebrales y
sus continuas emisiones de energía electromagnética y química,
alterando el comportamiento de las construcciones cerebrales.
Conociendo el mecanismo neurofisiológico del ser humano, algunos
espíritus perversos orientan sus tutelados en técnicas obsesivas, de
forma que puedan actuar por intermedio de esas emisiones de ondas
vibratorias perturbadoras, que terminan por ser captadas por el
cerebro del encarnado, cara das a las matrices morales que se
encuentran en sus periespiritu, como consecuencia de los actos
infelices practicados anteriormente, inscritos como culpa y
necesidad de reparación.
Comenzando el proceso de sintonía, el tálamo se encarga de
transferir esas cargas energéticas a los ganglios de base y a todo el
cerebro. Otras implicaciones aún más delicadas ocurren, sin que
algunos de los perseguidores se den cuenta de cómo están
aconteciendo. Es siempre la debida moral la que se encarga de
producir sincronía entre el antiguo verdugo y su víctima anterior. Lo
demás, es resultado de la perseverancia de los candidatos
cobradores y de las debilidades morales de aquellos que les pasan a
sufrir el asedio. De ese modo, el apartamiento puro y simpe del
perseguidor no rehabilita al perseguido, siendo necesarios recursos
de recomposición orgánica, de transformación moral, de interés real
por la conquista de la salud. Pues es que, de lo contrario, apartado el
adversario y permaneciendo las condiciones propiciatorias otros
desencarnados licenciosos se acercan atraídos por los fluidos
mórbidos y dan proseguimiento a la parasitosis, aun mismo que no
haya compromiso entre unos y otros." Silenciando, el culto
adoctrinador, Dr. Juliano, anunció con emoción:
"Mi dificultad en aceptar la sobrevivencia del espíritu, cuando en la
Tierra, advenía del concepto neurofisiológico que no me facultaba
entender como podía haber pensamiento sin el cerebro que lo
produce. Descubriendo la inmortalidad, sin embargo, constato que
el cerebro es el instrumento que exterioriza el pensamiento, los
sentimientos, actuando en las funciones orgánicas...
Hoy constato que lo difícil de acontecer es la acción del cerebro sin
la fuente espiritual del pensamiento...
¿Así considerado, podemos afirmar también que en los casos de
locura convencional, el trastorno psicótico se encuentra en el
espíritu, que lo transfiere por intermedio del modelo organizador
biológico e imprime en el cuerpo, en forma de alienación, no es
verdad?" "Sin cualquier duda – respondió el psiquiatra Uberabense -
todo cuanto ocurre en el área somática, el periespiritu lo transfiere
al espíritu, haciendo lo mismo en relación al cuerpo, cuando los
procedimientos son de él: ideas, raciocinios, comportamientos donde
fluyen deseos y ambiciones, de necesidades y tormentos... El ser real
es siempre el responsable por todas las ocurrencias. Por eso mismo,
puede cambiar de domicilio carnal varias veces, mas donde quiera
que valla, lleva consigo el material y el mobiliario que constituirá la
nueva habitación, como ocurre con los moluscos gasterópodos"...
Todos sonreímos con la imagen mencionada. Doña Maria Modesto,
que acompañaba la conversación esclarecedora, interrogo, jovial y
reflexiva:
- ¡Terminadas las futuras reuniones con los equipos de encarnados,
para donde será removidos los espíritus enfermos atendidos? ¿Será
reservados algún espacio aquí mismo en la clínica para recibirlos
durante el período de recuperación?
"Pensamos en eso, también, querida amiga - esclareció el Dr. Ignacio.
- Conseguimos permiso de nuestro venerado Eurípides, a quien
recurrimos, para remover para una de las alas del Hospital
Esperanza, aquellos pacientes que necesiten de cuidados especiales
y más demorados. Tras quedar aquí mismo, en instalaciones que
iremos a providenciar a partir de hoy, los más graves serán
recambiados, mientras los otros podrán ser socorridos en ese local y
posteriormente conducidos a otros núcleos de recuperación. A la
medida que las actividades mediúmnicas sean realizadas, nuevos
cooperadores desencarnados de nuestra esfera vendrán a unírseles,
participando de los futuros cometimientos."
El director médico de la clínica, por su vez, se interesó en comprender
toda la extensión del programa socorrista, indagando:
- ¿Naturalmente que los queridos amigos concordarán con las
terapéuticas convencionales académicas que venimos aplicando, o
sugieren alguna alteración? "Estamos de pleno acuerdo con los
procesos terapéuticos en uso en la clínica - elucido el Dr. Ignacio - No
ignoramos que muchos pacientes, víctimas de trastornos fisiológicos
unos y otros de orden psicológico, necesitan del atendimiento en los
moldes que vienen recibiendo, al mismo tiempo reconociendo la
necesidad de otros más ser liberados del alcoholismo, de la
drogadicción, de los inmensos conflictos que caracterizan los
disturbios por los procedimientos habituales.
Ciertamente confirmamos que todos ellos son espíritus enfermos en
proceso de rehabilitación moral, fragilizados en resultado de los
delitos perpetrados que generaron las causas actuales de las
propias aflicciones. En el caso de los obsesados, como efecto de las
perturbaciones espirituales que padecen, experimentan descontrol
de los mecanismos nerviosos y del pensamiento, para cuya
recuperación los tratamientos normales van a producir excelentes
resultados por auxiliar a los equipamientos descomedidos,
recomponiendo lo que la insidiosa energía penetrante
desorganizara.
Cesada la interferencia espiritual, quedan los efectos del trámite
cerrado, requiriendo ajustamiento y renovación. Felizmente, los
procesos contemporáneos aplicados en la recuperación del paciente
mental son humanos y dignos de ayudar, aunque algunos
comprensibles malestares que el enfermo experimenta, siempre
menores, no en tanto, que los disturbios que los afligen".
"Siendo la causa - prosiguió, interrogando - meramente espiritual,
deduzco la terapéutica debe ser aplicada normalmente, mientras
son trabajados los mecanismos que la desencadenaron.
¿Cómo el psiquiatra podría identificar ese psicógenos de naturaleza
extra cerebral? — "Mediante la observación sistemática del enfermo
— respondió el Dr. Ignacio. – Aunque las fronteras entre aquellas de
orígenes fisiopsicológicas y las obsesivas sean muy tenues, en el
segundo caso, se pueden percibir las diferencias de comportamiento
mediante las manifestaciones de personalidades diversas en el
mismo individuo.
Las alteraciones continuas de humor, como en una lucha en que
ahora uno vence y luego después es vencido, tipifican acciones
externas al organismo.
Por otro lado, el contenido de las alucinaciones apunta visiones
reales de aquellas provocadas por los delirios psicológicos. La
observación descubrirá en las manías del paciente características
inusuales, gracias a la acción de sus perseguidores, confirmándolas
en los diálogos con él mantenidos, cuando, no pocas veces, en semi
trance mediúmnico expresaron atrevidamente su interferencia. Por
tanto, en cualquier cuadro en que se situé al enfermo, será siempre
conveniente atenderlo con os métodos que reorganicen los
equipamientos cerebrales y los resultantes fisiológicos. Sería ideal,
esto sí, que se pudiesen adosar al tratamiento convencional las
terapias de los pases, del agua fluidificada a los enfermos, que las
familias permitan, por cuanto, de ese modo, se beneficiarían de la
bioenergía que les seria transmitida, que les trabajaría la
recomposición energética en sus campos vibratorios.
Vivimos en un mundo único de vibraciones, de ondas, de campos
energéticos, electromagnéticos, de gravitación, de fuerzas cuánticas
fuertes y débiles, diferenciando la potencia, en la cual nosotros, los
desencarnados, habitamos, y vosotros, transitáis.
Solamente existe una realidad profunda que es la inicial de donde se
derivan todas las otras expresiones, a través de condensaciones de
campos de energías que alcanzan variaciones substanciales. Siendo
así, uniéndonos en el mismo objetivo, podemos contribuir en favor
de los resultados terapéuticos saludables a beneficio de todos."
Porque se hubiese establecido un silencio natural, por mi vez,
interrogué:
— El justiciero que tuvimos ocasión de conocer administra, por lo
que parece, las actividades espirituales negativas en l clínica. ¿Es
probable que haya edificado un local donde se refugia con los demás
compañeros, no es verdad? Como será eso? Con la paciencia de Job,
el bondadoso psiquiatra Uberabense elucido:
"Las construcciones mentales de esa naturaleza se presentan muy
fáciles de consolidación cara al tenor vibratorio de aquellos que las
operan, perfectamente compatibles con los campos de energía que
envuelven el Planeta. Tras continuas emisiones de pensamientos,
como ocurre en todas las áreas de procedimientos mentales, se van
condensando las substancias que se transforman en material para
esa finalidad. Como pueden sobreponerse a las edificaciones
materiales, sin cualquier impedimento, en área próxima a esta sala
se encuentra el reducto de reposo de eses hermanos gravemente
enfermos. En razón de su ferocidad, se impuso por medio de
amenazas, a otros espíritus menos hábiles, liderándolos y
adicionando a otros que llegan acompañando a sus víctimas.
Instados a participar del grupo, aprenden as técnicas de
perturbación, formando todo un conjunto de dilapidadores de la
salud y del bienestar. Atendido por auxiliares vigilantes, toma
conocimiento de todo cuanto se pasa aquí, administrando las tareas
en andamiento. No obstante, también el es víctima de otros más
perversos, que se asedian en regiones inferiores del Planeta, con los
cuales mantienen intercambio continuo. Este es un capítulo muy
complejo en el área de las obsesiones... Siendo así considerando, le
abrimos campo de participación en nuestro trabajo, de forma que si
pudiese revelar, concientizándose de nuestros propósitos y
verificando posteriormente que nuestras acciones se enfrentarán a
su comportamiento. Posteriormente, el será atendido, y, por
consecuencia, en los diálogos de esclarecimientos y con la
convivencia fraternal amor, terminará por comprender el engaño en
que persiste, mudando de actitud. Mientras tanto, iremos
atendiendo otros, a lo largo de los días, y así seguirán a los amigos
encarnados tras que cerremos las instalaciones, haciendo lo mismo
en relación a los demás parasitas espirituales que establecen el
comercio dañino con aquellos que cayeron en las tramas bien
urdidas." Volví a la carga, indagando:
- Hay una idea falsa entre las criaturas humanas a respecto de la
acción del socorro de esta naturaleza, porque provoca la ira de los
perseguidores que entonces se vuelven contra los médiums de
desobsesión. ¿Existe algún fundamento en tesis? - "Consideremos —
respondió con gentileza — la falta de lógica de la cuestión.
Equivaldría a concluir que la práctica del bien hace mal, porque
acarrea consecuencias lamentables.
Es cierto que, percibiendo la valiosa contribución de los médiums en
los fenómenos de liberación de las obsesiones, los espíritus odiosos
se vuelven contra ellos, intentando perturbarlos, con el fin de
interrumpir la bendecida actividad. Es claro que siempre ocurre ese
hecho. No en tanto, solamente resultará perturbador para el
intermediario, si él no se acautelara, sirviéndose de los recursos
valiosos de la oración, de la conducta saludable, de los pensamientos
y conversaciones saludables, de la acción de la caridad, que
constituirán elementos inmunológicos del alma, percatándolo de
cualquier mal. Sufrir por el bien que se hace constituye mecanismo
elevado de rescate de deudas que quedaron en la retaguardia,
esperando el momento propio para manifestarse. No siendo, por ese
intermedio al expresarse a través de otros fenómenos de igual o
mayor gravedad, porque solamente acontece a cada uno aquello que
es de mejor para su desenvolvimiento espiritual. ¿De lo contrario,
donde encontraríamos la justicia del amor? No proceden, por tanto,
esas informaciones que, de algún modo, se generalizan entre
algunos compañeros sin esclarecimiento en torno a la realidad
espiritual.
La práctica del bien en cualquier expresión en que se presente
fortalece su agente, lo dignifica, genera simpatía de los espíritus
nobles, que pasan a asistirlo, como es natural, entre los cuales los
guías espirituales de los socorridos… Cuanto más se entreguen a los
médiums serios y devotados al ministerio de la caridad, más se
encontraran en sintonía con las esferas elevadas, obteniendo
energías benéficas para el desenvolvimiento moral cuyo programa
se encuentran inscritos.” ¿Y el malestar que experimentan esos
médiums – da continuidad a la interrogación – esas sensaciones de
inquietudes y sufrimientos en los días de las actividades
mediúmnicas, no terminaran por perjudicarlos?
- "Querido Miranda –respondió, sereno - todo esfuerzo produce el
efecto correspondiente a la energía desprendida. En el presente
caso, la entrega a la caridad espiritual, permite que, desde el
momento cuando se instalan las ligaciones espirituales entre el
futuro comunicante sufridor y el médium para la actividad
programada, no raro, durante veinticuatro o más horas antes hasta
el momento de la reunión, es natural que el sensitivo se note agitado
o diferente el campo vibratorio en el que se desenvuelve. Cuando es
educado psíquicamente, sin embargo, se robustece en la lógica del
beneficio que irá a propiciar, no se permitiéndose perturbar por las
vibraciones emitidas por agente desencarnado, que ya experimenta
el cambio de área, sintiéndolas diluirse, poco a poco, porque
filtradas esas energías por el periespiritu del médium, que facultará
una comunicación menos agresiva y sin descontrol, cara a la
sintonía profunda que hay entre ambos. Así mismo, esa ocurrencia
será siempre benéfica al médium, porque le disminuirá la cuota de
débitos para la recuperación moral, por cuanto, toda actividad
significadora conduce un peso específico positivo que disminuye el
cumulo de deudas que se encuentran aguardando el rescate...Siendo
así, cuanto más se dedique el instrumento mediúmnico al
atendimiento a los espíritus obsesores, a los sufridores en general,
más fieles serán sus captaciones en relación a los nobles mentores
del más allá. Recordemos lo que nos enseña Allan Kardec,
refiriéndose al buen médium, que no es aquel que comunica
fácilmente, más si aquel que es simpático a los buenos Espíritus y
solamente de ellos tiene asistencia
(*) Ahora bien, el médium que se entrega al ministerio de la caridad
bajo los auspicios de Jesus y guiado por los buenos espíritus, es claro
que, solamente ellos, tienen la asistencia, mientras que todos los
otros que por su intermedio se comunican, lo hacen
transitoriamente, no influenciándolo de forma perjudicial."
Mientras reflexionábamos en la claridad de la respuesta y en su
lógica innegable, el Dr. Juliano, que estaba interesado en la nueva
terapia especial, inquirió:
- ¿En el caso de la locura proveniente de las altas cargas de sífilis,
observamos también algún fenómeno de naturaleza obsesiva? Con
la misma bondad y sin cualquier enfado, el Dr. Ignacio esclareció:
"La sífilis desencadena la perturbación de los fenómenos cerebrales,
dando lugar a la instalación de la locura, siendo, por tanto,
responsable por su ocurrencia, así como sucede con otras
enfermedades infectocontagiosas. Encontrándose el paciente en ese
deplorable estado de conturbación, sin posibilidades de raciocinio
adecuado por recurrencia de la destrucción continua de los
neurônios que afectan a las neurocomunicaciones, se torna fácil
pasto para la nutrición de espíritus inferiores que a él se acercan
para robarle las escasas energías, empeorándole el estado orgánico.
Ese fenómeno que, a través del tiempo, puede transformarse en
vampirización, es más común de lo que parece entre los enfermos
terrestres y los indigentes espirituales. Aun ahí vigora la Ley de
Causa y Efecto, que se utiliza de ese proceso para auxiliar al paciente
a rescatar sus dislates y comprometimientos injuriosos con mayor
rapidez. Todos y cualquier acontecimientos son computados en las
fichas morales del espíritu, nunca quedando ocurrencia alguna a
merced del acaso. Podemos afirmar que, según la onda en que se
mueva el individuo, siempre habrá una resonancia y una sintonía
con otra en la misma faja vibratoria. No apenas los enemigos u los
amigos están en intercambio espiritual, más si todos cuantos
vivencien experiencias equivalentes, en recurrencia de la identidad
vibratoria. Recordémonos de la recomendación del apóstol Pablo, en
su carta a los Tesalonicenses, capítulo cinco, versículo diecisiete,
cuando afirma: Orad sin cesar. Con certeza, el apóstol no propone la
mecanización de la oración, más si sugiere una actitud terapéutica
de estado oracional, esto es, la mente volcada para las acciones
correctas, para el comportamiento equilibrado y para la insistencia
en la práctica de las acciones sanas y benéficas, tornándose
verdaderas oraciones."
"Que quede, pues, definido - concluía el Dr. Juliano - que no existen
disturbios orgánicos sin que haya correspondientes causas
desencadenadoras, siempre sedadas en el ser real. ¿Las
enfermedades de todo porte, las interferencias espirituales, los
trastornos psicológicos, todos esos fenómenos son, por tanto, efectos
de los actos practicados en existencias pasadas, no es verdad?" -
Exactamente - confirmó. — Solamente existen consecuencias,
cuando ocurrieran acciones anteriores.
Trastornos Psiquiátricos y Obsesivos me acuerdo de algunos
argumentos destituidos de fundamentación, que oigo entre los
compañeros reencarnados. Siéndome la oportunidad valiosa, sin
desear abusar de la gentileza del noble amigo, interrogue: -
¿Algunos médiums, que viven en sociedad afectiva matrimonial o no,
piensan que la comunión sexual en las vísperas o tras de las
reuniones mediúmnicas no interfiere de manera ninguna en las
actividades a que se irán a dedicar. ¿Que nos tiene que decir, el
querido amigo? "Que, aunque la función sexual sea de elevado
significado emocional, especialmente cuando proviene de la
presencia del amor, cara, sin embargo, a los impulsos y a los deseos
lúbricos, es conveniente que, las vísperas de las reuniones
desobsesiva, se transfiera a la comunión física para otra
oportunidad, preservando la mente en harmonía, sin desvió del
pensamiento en relación al trabajo a que se deben entregar los
compañeros. Comprendiéndose que el éxtasi sexual renueva el
entusiasmo y produce reacciones saludables en los individuos
equilibrados y amorosos, esas energías pueden y deben ser
canalizadas para el atendimiento espiritual, sin cualquier prejuicio
para los envueltos en la afectividad. Como el sexo fue hecho para la
vida y no está para aquel, es perfectamente normal que se reserven
ocasiones especiales para el coito." - ¿Y cuando uno de la pareja no
participa de las ideas espiritistas del otro - insistí con delicadeza -
como debe proceder este que tiene convicciones definidas, es
convidado a la unión sexual, en las vísperas de los cometimientos des
obsesivos?
"Considérese que, en una pareja, - respondió afable - la contribución
de cada uno en cualquier actividad deberá ser siempre igual. Sí, no
en tanto, uno exige algo más, cabe aquel que se encuentra
comprometido con la labor mediúmnico explicar la razón de su
recusa, evitando, no en tanto, problemas más graves, porque el otro
puede estar inspirado por entidades perversas y exploradora, cara
al descontrol de su libido. En ese caso, la paz deberá reinar en la
unión y la comprensión del más esclarecido cederá en detrimento
del atrito o descontrol más grave, procurando liberarse del
pensamiento sensual tras la comunión de esa naturaleza."
Sirviéndome de la feliz enseñanza, volví a indagar: — ¿Y la cuestión
del vestuario del médium, que ha sido motivo de consideraciones,
especialmente en relación a los colores del uso? Habrá alguna
prevalencia en ropajes blancos en detrimento de otras? Aun, más
una vez, la jovialidad del interlocutor se exteriorizo, en una sonrisa
afable, respondiendo: "No es lo que entra por la boca lo que
contamina al hombre; más si lo que sale de la boca, eso es lo que lo
contamina. (**), Conforme respondió Jesus a aquellos que lo
interrogaban a respecto de los alimentos. Es de lo íntimo que
proceden las vibraciones y no del exterior. Naturalmente, en un
análisis cromoterápico, los colores calientes siempre producen
perturbación... No en tanto, en el caso en estudio, lo que importa son
los sentimientos provenientes de los pensamientos. Fuera de esa
conducta, la preocupación con el exterior sería fundamental,
dejándose en plano secundario el comportamiento íntimo, ese sí, es
imprescindible la harmonía o no de la estructura del ser.
(**) Mateos: 15, 11. (Notas do autor espiritual).
Como herencia atávica de doctrinas religiosas del pasado, personas
gentiles se fijan en conductas exteriores que impresionan,
utilizándose de recursos que sugestionan, produciendo impresiones
de una, u de otra naturaleza, para realizar actividades espirituales.
De un lado, es una forma de llamar la atención, de diferenciarse de
los demás y, de otro, se trata de bengalas psicológicas de
sustentación interior, por falta de seguridad y convicción lógica en
torno de los objetivos que buscan realizar. Será siempre por el
pensamiento y acciones morales que los espíritus se afinizan con las
criaturas.
Las fórmulas, los cultos sacramentales, los exorcismos, salvadas
rarísimas excepciones en referencia a lo último, no surten cualquier
efecto en los fenómenos de desobsesión, antes constituyen motivo
para burla por parte de aquellos que se pretenden apartar o, en los
otros casos, atraer..."
Ante la conclusión de la respuesta, me anime a una indagación más:
- ¿Y que se dice a respecto de la mediumnidad como un gran
sufrimiento para aquellos que le son portadores? Se generalizó el
concepto de que todo médium sufre mucho, dificultando a los que
desconocen la Doctrina entregarse al ministerio. "Realmente -
respondió con leve sonrisa diseñada en los labios - las criaturas
humanas aún se prenden mucho a los mitos, a las informaciones des
cabidas, tornando de carácter sobrenatural, maravilloso, todo
cuanto desconocen.
La mediumnidad no podrá pasar incólume a ese viejo hábito,
habiendo dado lugar a connotaciones absolutamente destituidas de
legitimidad. ¿Como podrá la práctica del bien proporcionar males a
aquel que la hace? No obstante, porque la mediumnidad necesita de
educación y desenvolvimiento, especialmente en lo que dice respecto
a la vida moral de su portador, las aflicciones naturales, que son
provenientes de las deudas del Espíritu, le son direccionadas como
medio de borrarlas. El insigne Codificador estableció que existe la
mediumnidad de prueba, aquella que se presenta de manera
atormentada, revelándose por medio de los sufrimientos en el
individuo, más esto porque el delinquió, estando incurso en los
códigos de la Divina Justicia. Si no fuese por intermedio de los
fenómenos mediúmnicos, lo sería de igual manera, por otros
procesos, cual ocurre en relación a todas las criaturas que no son
médiums ostensivos.
Mediante la mediumnidad, el rescate de los débitos se da de manera
productiva, porque mediante las acciones de beneficencia y de auto
iluminación, son disminuidos en la contabilidad del deudor,
facultando la correspondiente liberación. Cuando la abnegación y la
devoción del médium ayudan a superar la fase de los testimonios que
le son inherentes a la evolución, su trabajo iluminativo alcanza el
carácter de misión."
Licínia, joven médium encarnada, que acompañaba los diálogos con
inusitado interés, pidió licencia para presentar una cuestión, en la
que fue cariñosamente atendida. De inmediato, pregunto: - ¿De que
manera puede el médium percatarse de los pensamientos
enfermizos, en los días dedicados a la tarea desobsesiva? Parece que,
en esas ocasiones, sucesivas ondas de ideas nefastas alcanzan la
consciencia mediúmnica, atormentando al sensitivo. ¿Cómo actuar?
Nuevamente, el Dr. Ignacio, con paternal gentileza, esclareció: "Es
necesario mantener la conciencia de que, en esos días, los agentes
del desorden se encuentran en guardia, e intentarán a todo costo
alcanzar los paisajes íntimos de los médiums. Cuando se trata de
servidores dignos, que no les conceden campo de identificación,
realizan el fenómeno de resonancia mental, enviando clichés
vulgares en dirección a sus mentes que, en un momento u otro de
descuido, de aborrecimiento natural, de cansancio o insatisfacción,
son alcanzadas por la onda, siendo impresionadas por la continuo
mensaje que les llega. Otras veces, conflictos archivados en el
inconsciente, que no fueron resueltos, asoman durante ese período
de paz, y que, para ser eliminados, deben ser aceptados, pensados
naturalmente y liberados, sin el tormento de estar deseando liberar
por el simple movimiento de la cabeza, como si pudiese retirar
alguna cosa que se le encuentra adherida... Equivale decir que, al
llegar la idea, el médium debe examinarla, reflexionando en su
contenido y luego sustituida por otra de naturaleza edificante. Como
nadie puede quedar sin pensar, cuando se es arrinconado por una
idea infeliz, lo mejor es pasar a mentalizar algo superior.
La actividad mediúmnica siempre libera informaciones archivadas
en el inconsciente profundo, algunas veces, mezclándolas con las
transmisiones producidas por los desencarnados. De alguna forma,
es siempre positivo ese fenómeno, porque, a lo largo del tiempo, los
tormentos no resueltos, las herencias perniciosas de existencias
pasadas o próximas son diluidas al influjo de los pensamientos que
se exteriorizan. Por esa, así como por otras razones, ocurre el
animismo inconsciente, también saludable en la liberación
emocional del médium. Todo está previsto en las leyes de Dios
siempre de manera favorable a la evolución, desde que es utilizado
correctamente." El amigo Bruno, que se mantuviera en silencio,
reflexionando en torno de las lecciones allí administradas, aguardó
oportunidad, e interrogó al Benefactor solícito: - Considerándose la
agresividad de las entidades espirituales obsesores, violentas y
dispuestas a los enfrentamientos, como medida de preservación del
médium, seria aceptable que se colocasen en las salas mediúmnicas,
como en esta, en razón de la especificidad de los atendimientos, en
colchonetas o equivalentes, en los cuales la psicofonía atormentada
se daría, facultando mayor protección al sensitivo? "Cabe al médium
educado" - respondió el lúcido interlocutor - filtrar los contenidos
emocionales de los mensajes de que se hace portador, así evitando
verdaderos pugilatos físicos entre los desencarnados y los
encarnados. La cuestión no será resuelta por medio de la fuerza
bruta, más si por medio de las energías superiores que influenciaran
al comunicante, disminuyendo en el la ferocidad y manteniéndole el
equilibrio posible durante el fenómeno mediúmnico. El espíritu
jamás entra en el cuerpo del médium, conforme equivocadamente
algunas personas desinformadas acreditan, siendo toda y cualquier
comunicación siempre a través de su periespiritu, que irá actuar en
los centros nerviosos y neuronales, decodificando el mensaje y
proporcionando su exteriorización. De ese modo, por más que sea
fiel la comunicación, nunca lo será totalmente, como es
comprensible, y en casos como el que estamos analizando, ocurrirá
con la diminución de las fuerzas perturbadoras...
Una que otra vez, algo raramente, en casos de zoantropía, bajo
segura dirección de los dirigentes de ambos planos, el médium
puede levantarse, moverse, asumiendo la deformidad mediante la
transfiguración, sin la necesidad de interferencia del psicoterapeuta
espiritual, por medio de la cual el periespiritu del comunicante se
reajusta, recomponiéndose al contacto con el del encarnado, en
mecanismo de rehacimiento de la estructura – de la forma - que se
encuentra alterada. No en tanto, solamente a través de médiums
sonámbulos y profundamente moralizados, es que el fenómeno
ocurre en actividades socorristas programadas. Fuera de ellas, se da
la injunción penosa, por asimilación fluídica, en los procesos de
vampirización, en los cuales el individuo se trastorna, perdiendo la
lucidez y padeciendo de cruel subyugación. En los otros casos de
naturaleza caritativa, son necesarios procedimientos dignificantes,
esos que también eleven a los espíritus en sufrimiento, en vez de
preservarles los comportamientos enfermizos. La mesa tiene la
función de proporcionar comodidad por el apoyo que faculta a los
brazos de los que la rodean, así como de facilitar la postura correcta
en la cadera, para el cuerpo, evitando posiciones desagradables y
prejudiciales. Además, en esos fenómenos en que los doctrinadores y
sus auxiliares se atracan con los espíritus en psicofonía dolorosa,
observamos un tumulto que agrede la disciplina que debe regir en
operaciones de tal monta. Se debe respetar siempre al médium,
evitándose abrazos y toques, controles manuales y garantía que
pueden transformarse, aunque sin que se desee de inmediato, en
recurso perturbador de naturaleza física... Cuando se reúnen
personas evangelizadas en proceso de evangelización para servir,
atrayendo a los espíritus benefactores, los recursos de protección y
de apoyo proceden de lo Alto y son aplicados con sabiduría, sin
alarde ni riegos o vejaciones... Educar las fuerzas mentales
constituye, de ese modo, un deber de todos, especialmente de
aquellos que se dedican a los menesteres mediúmnicos de
desobsesión." Ante discreta expectativa, el honorable José Petitinga
solicito permiso para entretejer algunas consideraciones:
"Las actividades mediúmnicas, especialmente aquellas que se
dedican a las terapias desobsesiva, constituyen bello capítulo de la
Psiquiatría Espírita, por penetrar en las causas profundas de los
disturbios psicológicos y mentales. Siendo el espíritu o enfermo, en
el deben ser trabajados los factores que responden por los
desequilibrios, que son la rebeldía, la insensatez, el descontrol de los
sentimientos, las herencias predominantes de su naturaleza animal,
que el esclarecimiento amoroso e persuasivo modificará. Todas las
terapéuticas que apenas alcancen los efectos son transitorios,
porque la matriz del padecimiento continua enviando vibraciones
desconcertantes, que se reflejaran en el conjunto orgánico,
apareciendo como disturbio de tal o cual naturaleza. Lo importante
no es lo que se presenta, más el mecanismo a través del cual se
manifiesta siempre enraizado en los débitos morales del paciente.
No pocas veces, conforme constatamos a menudo, son necesarias
cirugías espirituales para retirar del periespiritu las matrices de
algunas afeccione, de diversos trastornos, para que los efectos
saludables aparezcan, posteriormente, en el cuerpo somático.
Teniéndose en vista la magnitud de las intervenciones de esta
naturaleza, la responsabilidad de aquellos que se dedican a las
prácticas desobsesiva es muy grande, exigiéndose la presencia de
personas responsables, serias, dedicadas y ricas de sentimientos de
amor. Es claro que no podremos esperar que los equipos siempre se
encuentren poseedoras de esos requisitos. No en tanto, como
vivemos en continuo aprendizaje, nos cabe trabajar incesantemente
para mejorarnos, en vez de dejarnos arrastrar por la monotonía, por
el dislocamiento mental durante las reuniones. Cada miembro del
grupo mediúmnico, de ese modo, debe asumir responsabilidades que
auxilien al conjunto.
La mediumnidad es solamente la facultad que el organismo expresa.
Su función es neutra, cabiendo aquel que es portador, la consciente
aplicación de sus inestimables recursos al servicio del bien, así como
al orientador espiritual valores morales para mantener el clima de
equilibrio y orden, indispensable en cualquier servicios
dignificantes."
La agitación, la circulación de personas en socorro a los médiums en
trance, tienen más el objetivo de mantener supersticiones
innecesarias y generar ideas de fuerza y de poder, que no existen,
que, realmente producir resultados benéficos. Jesús, jamás necesitó
de servirse de esos recursos groseros, enseñándonos que mediante
el amor, el dialogo honesto y grave, podemos influenciar a los
hermanos ignorantes con mucho mayor provecho, que por medio del
griterío justo. Siempre me sensibilizo cuando, atendiendo a los
hermanos sufridores, que se pierden a sí mismos, recibiendo la
psicoterapia de la palabra en el intercambio mediúmnico, los veo
reconfortarse, liberarse de la ignorancia, de la ceguera en la que
permanecían, despertando para la realidad de que no se daban
cuenta. Decenios de perturbación y de dolor, largos padecimientos e
incontables aflicciones, en pocos momentos se diluyen antela
claridad y la pujanza de la divina luz del Evangelio que les abre los
ojos del alma para entender realmente la finalidad de la vida"...
La idea presentada por el querido amigo me hizo retroceder en el
tiempo, recordando nuestras reuniones de socorro, cuando la
dulzura de su voz y su sentimiento de amor esclarecían a los
hermanos sufridores, llevándome a las lágrimas de gratitud a Dios
por la oportunidad que fruimos de haber convivido con el amigo en
el cuerpo físico...
Mientras dialogábamos, los cooperadores desencarnados
trabajaban conduciendo a los que se habían comunicado para el
recinto adrede reservado para retenerlos antes da eliminación
definitiva para el Hospital Esperanza u otro local, conforme la
necesidad de cada uno.
Otros médiums, convidados para las futuras actividades,
presentarán sus interrogaciones, propusieron cuestiones
personales vinculadas a la facultad, que fueron atendidas con
bondad por la proverbial sabiduría del psiquiatra de Uberaba.
Avanzábamos por la madrugada, cuando se cerraron
completamente las labores, y los compañeros encarnados fueron
reconducidos a los hogares, ocasionándonos proseguir en el recinto
en observación y planeamiento especial para los días venideros. La
pareja Antonelli exultaba de justo júbilo al lado de Jacques Verner,
como anticipándose a las bendiciones que allí serian vivenciadas en
relación a los pacientes internados.
Traducido por: M. C. R