Confluencias en la memoria personal
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CONFLUENCIAS EN LA MEMORIA PERSONAL
HELENA CARBONELL VAREA
CONFLUENCIAS EN LA MEMORIA PERSONAL
HELENA CARBONELL VAREA
Confluencias en la memoria personal es un proyecto que consta,en la actualidad, de tres piezas : Emilia Varea - Una despedida, Caballo de cartón - Caballo alado y Residuos de un portador.
Este proyecto nace de una historia personal, de una historia de me-moria familiar que siempre he tenido muy presente en mi vida. La historia de mi tía Emi. Una mujer que vivió los años de transición en España, años de utopías, de rebelión y de contra-cultura. Una época donde los jóvenes tenían hambre de libertad después de ha-ber pasado mucha represión y mucho miedo.
Mi tía Emi, fue mujer, artista, luchadora, soñadora, portadora del sida e hija del franquismo.
Personalmente no la conocí. La hermana de mi madre (Emi) murió 2 años antes de mi nacimiento. Pero sus obras han invadido siempre mi casa dejando un olor a alegrías y penas presente en mi de por vida.
Parece que al no conocerla en persona, no tenga derecho ni a que-rerla ni a extrañarla. Y es por eso por lo que tengo este interés de hablar de ella, de su historia e indirectamente de la de mi madre y de la mía. Con ciertos sentimientos de contradición y con todo el amor y respeto que siento hacia mi tía Emi, decido a través de su persona y de su legado, formalizar mis sentimientos en este proyecto.
EMILIA VAREA _ UNA DESPEDIDA
HELENA CARBONELL VAREA
Esta pieza sale de el texto Emilia Varea, una despedida, libro au-toeditado por un amigo de la artista Emilia Varea tras la muerte de la misma. En él aparecen apuntes de una de sus ulitimas libretas, donde hablaba de sus sentimientos en la última étapa de su vida.Abordando temas como la adicción, el suicidio, la condición de “re-belde” y su posición en frente al mundo del arte.
La pieza está formada por la histórica máquina de escribir que le regaló su padre a ella y a su hermana (mi madre) a fin de encami-narlas en el futuro “secretarial” que ninguna de las dos finalmente siguió. Y la transcipción del texto a máquina en un papel Fabriano ( en alusión al papel que utilizaba Emilia Varea “ La primera hoja del maravilloso cuaderno marca Fabriano...tengo un cuaderno nueva y una vida vieja” ). Dicha pieza se ve complementada con documentación (presentada en la pared) donde podemos ver pequeños párrafos del texto, asi como alguna fotografia de la artistas y algun apunte a tinta china de la misma.
Esta obra habla de una historia en concreto, la de una mujer que fue artista con convicción en un época donde la búsqueda de la libertad llego a caminos sin salida como la heroina, y donde esto trajo con sigo trágicos finales. Al hablar de ella, se pretende ilustrar y home-najear un gran número de vidas que acabaron de forma similar. Esta pieza presenta una historia particular, con la intención de formali-zar en una obra una realidad de finales del s XX en España, realidad encubierta, a menudo, con un velo que propicia el olvido.
Helena C. Varea
Emilia Varea, una despedida2016
Máquina de escribir y papel fabriano ( 3 m ) Documentación: fotografias, texot y dibujos a tinta xina
La primera hoja del maravilloso cuaderno marca Fabriano.¿Un hombre puede mentir horas, minutos antes de morir?...Mentir claro que puede, siempre puede…Pero ahora no me interesa mentir.
Son las 9 y 30, del día 14 de Mayo de 1988.Tengo un cuaderno nuevo, y una vida vieja.
la última luz de la tardela música de la fiesta y la de la naturalezalos pajaritos
Estoy en un hotel, en la terraza de mi habitación,abajo en el jardín hay una pandilla de niñas jugando,son muy bonitashay algunas un poco más pequeñasotras son más mayores, son seis.Llenas de lazoscon vocecillas de pájaros…me resultan muy alegres.
Cada vez hay menos luzAl fondo empiezan a brillarlas luces de la gran ciudad.
En el lavabo se está condimentando mi pócima,he comprado mata-ratas.No es que me considere una rata,pero he pensado que a mí también me matará.
El otro día me falló la pócima… qué desastre!Esta noche no me fallará.Hoy creo no puede fallar.
No me siento ni triste, ni desesperada ni nada de nada, simplemente me doy cuenta que seguir tomando pastillas es absurdo.Podría seguir haciendo acuarelas, pero no tengo fuerzas-físicas.La droga en los últimos tiempos ha sido algo completamente acci-dental, que lo que realmente me hacía moverme era el arte.Lo que me hacía vibrar era lo que veía… la droga sólo me hacía dor-mir.
De hecho si me drogaba no podía trabajar; si he conseguido trabajar mejor ha sido porque estaba sobria. Un hombre drogado no puede trabajar, yo por lo menos no puedo. De hecho hace un mes que no trabajo… Eso sí, cuando empecé de nuevo a tomar droga se me olvi-daba completamente que estaba enferma, y eso me gustaba -es por eso que me he vuelto a “enganchar”.Pero he intentado dejarlo de hacer y me siento tan débil y tan mal,
que he desistido de hacerlo.Esta mañana me he dado cuenta de que realmente había llegado mi hora. No tengo ya fuerzas para soportar otro “mono”.
He bajado a cenar, me apetecía tomar algo,beber una coca-cola.Estoy cansada, me voy a bañary a preparar mi equipaje.
Quiero estar limpia para el amanecer…Cuando empiezan a cantar los pájarosy la luz comience a hacer visible el paisajeque veo desde la terraza,es un sitio muy bonito.
En mi baño he podido recordar dos maravillasFjodor Dostojewskiy el flamenco.Qué bonita es esa música,como de una forma tan simple y poética nos hablade las penas y alegrías de la vida.Dostojewski, Crimen y castigo,El Idiota - qué maravillosa es esta novela,tengo un gran cariño a este título;
me hizo ver tan claro lo maloque ser víctima de un vicio.Los Demonios...insuperable…
La droga no mata, hace algo peor, te vuelve su esclava...y yo como ser de espíritu libre no quiero soportar más su tiranía.
Parece mentira que en una sociedad “civilizada” el hombre no pue-da poner fin a su vida de forma limpia cuando crea que ya ha vivido lo suficiente ( aunque nunca se vive lo suficiente). Ahora mismo me gustaría estar en una cultura como la japonesa, en la cual el sui-cidio no es tabú como aquí lo es.
Durante un tiempo luché contra el fascismo de franco cuando com-prendí que el mundo de la revolución estaba lleno de fanáticos y contrarrevolucionarios. Un gran vacío se creó en mí, el cual llené con los libros de movimiento Hippie, la revolución de las flores…! Dios, qué error!Mis últimos años han sido muy bonitos, conseguí llegar a ser yo mismo, la pintura, el arte me invadía. El creador es el médium que a través del punto, la línea y el plano abre un nuevo espectáculo, un visión fantástica de la vida..un misterio que queda plasmado.
Espero que la exposición se hará de todas formas, mis acuarelas
no tienen mi mismo destino, ellas creo que pueden vivir bastante tiempo.
Hace muchos años, cuando me ponía delante de un papel, siempre invocba la armonía.Luego quise enterarme de los secretos del arte pictórico, perdida en busca de la aprobación del público; el cual no tenía ningunas ganas de aplaudirme . La sociedad realmente es terrorífica con los rebeldes.
No se dan cuenta de que el rebelde lo único que pretende es com-prender el porqué del bien y del mal. El porqué de la alegría y del dolor solamente quiere comprender. Tiene dentro de sí todo el amor del mundo, no es tan malo como parece, verdad?
Descubrir el amor, el amor es maravilloso, lo transforma todo. Creo que es el único camino hacia la felicidad, el amor.
En Barcelona toqué el horrible mundo de la necesidad más cruel, no había nada, solamente existía mi necesidad de droga. No existía nada más.
Dios, dame amor y deja que deje el odioen la puerta de la calle.
Palomas,caballos,árboles,la montaña suiza.
Me había imaginado que esto sería algo terrorífico,sin embargo no lo es,me encuentro bastante tranquila,me preocupa un poco el dolor, pero espero no sentir dolor.
hace frío en la terraza,me he tenidoque meterdentro de la habitación.
Estos papeles están escritos - dibujadosen la noche del 14 de Mayo de 1988.
Emilia Varea González
CABALLO DE CARTÓN CABALLO ALADO
HELENA CARBONELL VAREA
Esta pieza se realiza a partir de una figura modelada en cera, de la artista Emilia Varea, la cual por circunstancias de la vida y de la muerte, nunca llegó a finalizar.
La obra está formada por dicha pieza - un caballo - fundida en bron-ce y una lámina en blanco, enmarcada, de la artista.
Es curioso el hecho de que entre la producción de Emilia Varea en-contramos infinidad de caballos realizados en óleo lápiz, acuarelas y tinta. El caballo es un animal hermoso, de gran belleza que ella admiraba, pero intuyo y desde mi punto de vista creo, que alude, básicamente, a la causa de su propio fin, la heroína.
Fundir esta pieza (que llevaba en mi casa por lo menos 27 años) no ha sido más, que el intento de finalizar lo que Emilia Varea nunca puedo a hacer. Con la intención de hablar de todo aquello que la pérdida se lleva consigo.
Con el mismo fin de mostrar como la muerte acaba con todo posi-ble futuro, se expone una lámina de la artista en blanco, en alusión a la producción, o no, de muchas más hipotéticas obras.
Esta pieza es seguramente, la que adquiere más compromiso perso-nal respecto a la producción propia de Emilia Varea. No deja de ser pues, un homenaje a su labor artística y un guiño a la tristeza que conlleva la pérdida de una artista joven, con un futuro incierto que sólo tiene cabida ya en nuestra imaginación.
Helena C. Varea
Caballo de cartón - Caballo alado2016
Figura de bronce en peana de madera de roble.Lámina blanca en marco de madera.
RESIDUOS DE UN PORTADOR
HELENA CARBONELL VAREA
“No me siento triste, ni desesperada ni nada de nada, simplemente me doy cuenta que seguir tomando pastillas es absurdo.
Parece mentira que en una sociedad “civilizada” el hombre no pueda poner fin a su vida de forma limpia cuando crea que ya ha vivido lo sufi-ciente ( aunque nunca se vive lo suficiente). Ahora mismo me gustaría estar en una cultura como la japonesa, en la cual el suicidio no es tabú como aquí lo es”
Emilia Varea - Una despedida
Esta pieza, compuesta por una caja de metacrilato que contiene blísters de medicamentos habla de las consecuencias que sufren los portadores del sida, desde un punto de vista médico. I en el caso particular de la artista, de su decisión personal de no seguir dichas indicaciones, hasta el extremo de acabar con su vida por voluntad propia.
La gran acumulación de blísters que se presentan en esta pieza pre-tende dar forma, de algún modo, al gran peso que supone asumir la condición de portador y cumplir como enfermo de por vida.
Como Emilia Varea apunta, parece ser obligatorio pasar por los pertinentes tratamientos, a fin de salvar la vida. De agarrarnos a ella a costa de todo y a cambio de poco muchas veces.
Residuos de un portador habla pues de las decisiones personales a tomar en frente del sida y de cualquier otra enfermedad crónica.
Helena C. Varea
Residuos de un portador2016
Cubo de metacrilato (1m2) y blíster de medicamentos
