La Comuna de Par i s

La Comuna de París tuvo una vida breve: del 28 de marzo al 28 de mayo de 1871.

Se levanto con el voto popular y fue suprimida por la represión armada.

En ese tiempo reducido de la historia, su significado ha permanecido como una marca, una huella, una enseñanza.

La Comuna, sin embargo, viene de circunstancias coyunturales.

Para comprender su origen, su construcción y su derrota, es necesario enmarcarla en las condiciones a las cuales fue una respuesta.

La Comuna tiene como trasfondo la guerra entre Francia y Prusia, estado hoy inexistente, que era la actual Alemania. La guerra, a la que se oponían las

organizaciones obreras, pues ellas enfatizaban la fraternidad como clase explotada en contra de los intereses que animaban la contienda, comienza en julio de 1870, con la ofensiva francesa que pronto es detenida por los prusianos, quienes capturan al emperador francés y avanzan en el territorio francés.

Las condiciones que exigen los prusianos para la paz escandalizan a los franceses: la cesión de unos territorios de Francia, una indemnización millonaria y la ocupación de París.

Con la derrota en la guerra, el Imperio francés se disuelve.

Sin embargo, las fuerzas que lo apoyaron, que lo constituyeron, que le dieron parte de su estructura, permanecen en el control de la incipiente república: el capital industrial y financiero; los terratenientes, la burocracia, el ejército.

Sin embargo, como un método de defensa, se habían otorgado armas al pueblo parisino, por medio de la Guardia Nacional.

Cuando la nueva administración, de corte conservador, comienza las pláticas de paz, los trabajadores armados resultan un obstáculo para la constitución del nuevo orden.

Se intenta desarmarlos, pero la medida no tiene eficacia.

Por lo mismo, el nuevo gobierno, encabezado por Adolphe Thiers, desplaza su establecimiento a una región próxima: Versalles.

Esta medida tuvo dos efectos, al parecer contrarios, pero que desembocan en un

mismo proceso.

Por un lado, la estrategia de los grupos conservadores, entre ellos una inmensa mayoría de monárquicos, quienes tenían 430 de 630 diputaciones en la recién creada Asamblea Nacional Francesa, conformada con la derrota en la guerra, fue la de reorganizarse como fuerza dominante, abandonando la ciudad, y proceder a la destrucción de las organizaciones de productores;

Por otro, la nueva realidad obligó a un tipo de formación política para que continuara la existencia de la ciudad; de ella brotó la Comuna.

De este modo, se hallaron enfrentadas dos posiciones francesas, en medio de la sombra de la guerra contra Prusia.

Los de Versalles continuaron sus ataques a los parisinos de varias maneras, entre ellas, la captura de rehenes y su fusilamiento.

Uno de los momentos clave en el desenvolvimiento de este proceso se llevó a cabo el 18 de marzo, que puede comprenderse como una prefiguración de la Comuna.

En ese día, las fuerzas de Versalles ingresan a París para tomar los cañones y las piezas de artillería de la

Guardia Nacional, ya que consideraban que era armamento que pertenecía al Estado

De acuerdo al armisticio, tenía que ser entregado a los prusianos.

La Guardia Nacional lo había obtenido por suscripción pública, por lo que no era del Estado.

La expedición de los versalleses no fructificó; los soldados se negaron a disparar contra la población que les impedía el paso.

Ese mismo día corrio la voz que pedía la creación de la Comuna. Diez días después, por medio del sufragio, se decretó su constitución.

La Comuna es un producto de las circunstancias y no obedecía a un plan concreto previo

A pesar de que algunos historiadores supongan que fueron los hechos inesperados de hallarse sin gobierno lo que obligó a los habitantes de París a constituirse en una determinada organización política, no podemos dejar a un lado que dicha ciudad había sido lugar de diversos movimientos revolucionarios, en 1830, en 1848, los más intensos, y que había sido el sitio en donde florecían muchas de las corrientes del pensamiento socialista, anarquista, etc.

Entre las organizaciones obreras que tenían una presencia importante entre los miembros que encabezaban la

Comuna, los más numerosos eran los seguidores de Proudhon

La Asociación Internacional de los Trabajadores, y la minoría lo eran de Marx; existían muchos adeptos de Blanqui; en resumen, la clase productora tenía una amplia experiencia de lucha (algunos, incluso, remontaban a los proyectos comunalistas de Babeuf, en 1797), y las ideas socialistas y anarquistas estaban en el aire.

Por ello la Comuna, en la forma en que ejerce el poder en su breve existencia, imprimió un carácter especial a sus decisiones.

No fue fruto de una emergencia incontrolable, aunque no fuera prediseñada por ninguno de los revolucionarios.

Por esa formación diversa, por las distintas tradiciones de lucha y corrientes de pensamiento, así como por la necesidad inmediata, la Comuna de París tuvo una forma flexible, plástica.

Pero hubo rasgos que le dieron unidad, debido a su conformación obrera, artesana y de algunos sectores de la pequeña burguesía que se unieron a la configuración del nuevo gobierno.

Esto incrementó los ataques de las fuerzas concentradas en Versalles.

Para poder derrotar a la Comuna y “mantener el orden” en París, el gobierno de Thiers solicitó a Bismarck, líder

prusiano que les había derrotado, le devolviera parte del ejército que tenía capturado.

Le fue concedida la solicitud.

Luego de diversas provocaciones, hostigamiento y algunos fusilamientos, las fuerzas conservadoras atacan la capital francesa.

Durante una semana los comuneros resisten, pero se vieron aplastados, masacrados, por las fuerzas regulares.

El número de muertos y prisioneros no ha sido precisado; se estima que en las barricadas murieron 2,500 comuneros, hombres, mujeres, niños.

Los asesinatos no terminaron en la semana del 21 al 28 de mayo, en la cual la Comuna es atacada y destruida militarmente, sino que se extendieron en las semanas siguientes, en las que fueron ejecutadas entre 14 y 30 mil personas;

Algunas de ellas, declaran testigos, tanto comuneros como corresponsales, eran mutiladas, fusiladas sin juicio, ametralladas en multitudes hacinadas contra los muros.

Aproximadamente 20 mil personas más fueron juzgadas, muchas de ellas llevadas a prisiones militares en el extranjero, en Nueva Caledonia.

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¿Quiénes fueron los asesinados,

los perseguidos, los procesados?

Labradores, mecánicos, cerrajeros, ensambladores, empleados comerciales, zapateros, oficinistas, pintores de brocha gorda, impresores, canteros, sastres, ebanistas, albañiles, plateros, carpinteros, curtidores.Fueron este tipo de personas quienes, en su mayoría, conformaron la Comuna. Algunos artistasejercieron cargos de importancia.

Otros comuneros consiguieron huir y exiliarse, algunos soldados prusianos los dejaban pasar, aunque estaba prohibido, las persecuciones del gobierno francés se

extendieron durante cuatro años.

¿Cuáles son algunas de las características que le han dado ese brillo a la Comuna de París para la conciencia de los

movimientos revolucionarios?

Se vio por vez primera en la historia el ejercicio del poder por parte de la clase trabajadora.

Debido al corto tiempo que sobrevivió, la Comuna solamente pudo realizar algunos puntos organizativos, ya que gran parte de su energía estaba concentrada en defender su existencia.

Pero aun así, inició el desmantelamiento del Estado, caracterizado por las fuerzas represivas: la Comuna disolvió el ejército, y los elementos de la policía fueron revocables; en realidad, eran los trabajadores armados los que fungían como elemento defensivo.

Además, toda la gigantesca burocracia que formaba parte del estado, fue resquebrajada: los funcionarios no dejaban de ser trabajadores, y como tal devengaban sueldo de obreros, lo mismo que cualquier miembro de la Comuna, tuviera o no cargos de dirección.

Se decretó la separación de la Iglesia y el Estado; se eliminó la ingerencia de estas dos instituciones en la educación pública.

Todos los miembros eran revocables en sus puestos.

Las fábricas y talleres abandonados fueron reorganizados como cooperativas de producción.

La Comuna procuró emancipar el trabajo de las fuerzas del capital.

Resultar curioso -dada la diferencia de épocas y circunstancias -, pero existe una gran coincidencia entre la manera como se articula y funciona el autogobierno zapatista y la Comuna de París de 1871, el primer gobierno de los oprimidos. Las expresiones originales de la lucha de los oprimidos, reproducen en el fondo tendencias ancestrales que revelan un carácter universal

La experiencia histórica de la Comuna de París ha impregnado su significado libertario; ha representado una forma de organización

proletaria no autoritaria.

La trascendencia, la originalidad y el desastre sangriento de que fue objeto, marcaron un parte aguas en la trayectoria de los movimientos revolucionarios de las sociedades capitalistas.