Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

36
5. E,L I]tr.LITO COMO tr,I-tr,CCIÓi{ bs- r*. , r3\ .) c\ j., i¿ ,: ) Jn t ', lu adc.-s L_ \_/ \_\-/ \_ I ,J. \, r fv.L-,' ' r I Tecríos Té¡mnos im&rtontes Autores de'to(odos 5. l. lnt¡'oducción: concePtos fundamentales 5.2. AnteceCentes 5.2. l. llusrraoon 5.2.2. escuelo c!óstc y !a te.o¡'ía de la disuasión - Cesare Seccari¡ (l7lB-1794) - JerenrY Ben'.ham ( 1748- |Ii2) LA REALIDAD CRlMlNoLoGlcA TEXTOS CLASICCS: Suavidac de l¡s penas (ces¡re Becc;: y de los penos, caP. XXVII' págs. l0 | - 103) - Sintesis de i¿s ideas de la escuela cllsica 5.2.3. Teoría del ddno como elección racron¿l cL¡¡dro 5.1. Teor-ía dd celiro como elecciÓn racion¡l: modelo de inicio de la condi¡c"a delic - Valcr o uoii.Jad de la conducta - La eieccrcn Cel curso de acciÓn preferible: recomPensas y casrigos - Factores que modulln la relaciÓn ganancirs-pérdidas - lmPlicacicnes Para la Práctica 5.3. La teoría de la diruasión en la actualidad C¡adro S.2. L¡s '.eorras je la prevención especial y general 5.1. l. Prevención :s:ecral 5.J.2. PrevenciÓn Seneral 5.{. Evaluación ernpírica de las tesis de: !:: disuasión 5.4.1. Sfectos Pret..-'rvos de la estanci¡ en ir crrcel 5.4 2 Estud¡os re: -dos scbre la prevenciÓn Seneral 5.4.3. ¡Tiene la pr: e muerte efectos disuasorrosl 5.4.4. Di¡,:asión,:ta¡:rr¡l Cel sisterna p.inittvp 5.5. Teoría de las acdvidades rutinarias 5.5.1. Meicrar las ::ndicione: de vida no reduce la cielincuencia 5.5.2. Los cambr:s:r l¿s acirviCa<ies rutlnaitas incrementan l:rs oponunidrdes prra ei < 5.5 ] ta conflue:._¡ rjeiirrcuerrtes, vicitr¡as y rusencia de contro|es 3-adro 5 I Tecría :: :s acuvid¡des rutinarias/de ia oportunidrC 5.5.{. Derivacio-:: lPlicadas ' 5-5 5. '.a ecolo6': : I ras actrvldades :-utin¡rras 5.5.0. Evalu¿ció' :'-Dtri(a ) ^ :ctp:os (.intnológ'a: : :.' r54os l-,estiones rie estujio

Transcript of Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

Page 1: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

5. E,L I]tr.LITO COMOtr,I-tr,CCIÓi{bs- r*. , r3\ .) c\ j., i¿ ,: ) Jn t ', lu adc.-sL_ \_/ \_\-/ \_ I ,J. \, r fv.L-,'

' r

I

Tecríos

Té¡mnos im&rtontesAutores de'to(odos

5. l. lnt¡'oducción: concePtos fundamentales

5.2. AnteceCentes5.2. l. L¡ llusrraoon5.2.2. L¡ escuelo c!óstc y !a te.o¡'ía de la disuasión

- Cesare Seccari¡ (l7lB-1794)

- JerenrY Ben'.ham ( 1748- |Ii2)LA REALIDAD CRlMlNoLoGlcA TEXTOS CLASICCS: Suavidac de l¡s penas (ces¡re Becc;:

y de los penos, caP. XXVII' págs. l0 | - 103)

- Sintesis de i¿s ideas de la escuela cllsica

5.2.3. Teoría del ddno como elección racron¿l

cL¡¡dro 5.1. Teor-ía dd celiro como elecciÓn racion¡l: modelo de inicio de la condi¡c"a delic

- Valcr o uoii.Jad de la conducta

- La eieccrcn Cel curso de acciÓn preferible: recomPensas y casrigos

- Factores que modulln la relaciÓn ganancirs-pérdidas

- lmPlicacicnes Para la Práctica

5.3. La teoría de la diruasión en la actualidadC¡adro S.2. L¡s '.eorras je la prevención especial y general

5.1. l. Prevención :s:ecral

5.J.2. PrevenciÓn Seneral

5.{. Evaluación ernpírica de las tesis de: !:: disuasión

5.4.1. Sfectos Pret..-'rvos de la estanci¡ en ir crrcel

5.4 2 Estud¡os re: -dos scbre la prevenciÓn Seneral

5.4.3. ¡Tiene la pr: e muerte efectos disuasorrosl

5.4.4. Di¡,:asión,:ta¡:rr¡l Cel sisterna p.inittvp

5.5. Teoría de las acdvidades rutinarias5.5.1. Meicrar las ::ndicione: de vida no reduce la cielincuencia

5.5.2. Los cambr:s:r l¿s acirviCa<ies rutlnaitas incrementan l:rs oponunidrdes prra ei <

5.5 ] ta conflue:._¡ d¡ rjeiirrcuerrtes, vicitr¡as y rusencia de contro|es

3-adro 5 I Tecría :: :s acuvid¡des rutinarias/de ia oportunidrC

5.5.{. Derivacio-:: lPlicadas' 5-5 5. '.a ecolo6': : I ras actrvldades :-utin¡rras

5.5.0. Evalu¿ció' :'-Dtri(a) ^ :ctp:os (.intnológ'a: : :.' r54os

l-,estiones rie estujio

Page 2: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

L74+ V. CARRiDO, P. S'fA¡¡-cELAr\D, S. REDONDO

TEORIAS

!scuela clásicrTeorí¡ del deliro como elección

TÉRT'IINOS IM PORTANTES

elección racicnrl'flbre etbedrñcconrralo soci¡l o consensocerceza de la penac¡sc¡6()

Escuel¡ neoclásicaTecrír de ias ¡ccividedes ru(¡narias

':ost¿r o ríesgosdisuasión inforrnalob¡eúvos y vlctrmas ¡propiados

AUTCIRES DESTACADOS

Moncesquieu

J. BenthrmR. V. Clarke

disuasiónllustr"¡cióninten:idao de la penrproporc¡oñali<JaC de la penaincapaciHciónrecornDens¡s neL15act¡vid¿des ruünariaseficaces protectores

prrncipio de placerprr:vención general e individu¡lpronrjrud de ia penaprincipio de urilid¡drecornpensas o beneficiosuülídad esperadadelincuentes motivadosespacior de ako riesgo

C. BeccariaD. 8. Ccrnish

J. Andenaes

Volta;rej. Q. WitsonL. E. Cohen

Rousseau

R. J. HerrnsrernM. Feison

5, 1 . INTROD UC C IÓ N: C ONCEPTO S TUI{DAMEI\TALES

Bajo el epígra fe et rt¿tito cr¡¡no elección hemos inciuido una serie deperspecbivas sobre la delincue.cia que abarcan *ás de closcientos añosde reflexión crirninoló¡¡ca, d,esrle laeicuela cld.sicu,iniciada por Beccaria,hasta nuestro-q días. Má.-.ort"retamente, en este sector teórico repasa-remos tres aproxinraciones vincul¿lnlas entre ellas: la escuela c¿dsít:a (yla moderna teorÍa de la disuasiórl),, la teoría d.el r.{elito como elecciórtracional (o teoría econór.nica clel clc:lito) y la tertría de las actiuid,udpsrutínarias.

5.2. ANTECEDENTNS

5.2.1. La Ilustracíó¡t

La filosofía cle la elección racional, que s'stenta la teoría ciásica clellelito y de la pena, se fraguó a partir de ras ide¡^s que motivaron rostrandes cambios logilles i políticos pr-ocrucidos e¡r Eurr:pa y a'érica)ntl'e fi.ales del sigio xvtit y tu p.irnera rrritad der siglo xix. Tanto iaRevolución francesa conlo los procesos de irrrlependenci¡r de los Esiaclos

Page 3: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EL DEI-ITO CO}IO ELECCiON 175

Unidos y de los países Latinoan-rericanos se forjaron en las nuevas ideasde los pensaciores Ce la Ilustración, entre ls-r qLr€ destacaron ]Iontesquieu,Voltaire y Rousseau. A partir clel. ellos corrrenzeron a ser conceptos ciavedel mundo moderno el racio¡ralismo, ia iguaidad de l"odos los hombres.la libertad, el contrato sociai en pro del bien común y de la conviveucia,la justicia st-ibre la base Cel respeto a las leyes y la participacién de losciudadanos en los asuntos públicos.

Especialmente importanie para la ter¡ria clásica es el concepto delcotztrato sctr'íal, que es inherente irl paradigara criminológico del consen-so. Según el paradigma del consenso las ie-v'es serían la expresión d,rlacuerdo existente entre los ciudaclanos en relación con el bien cornún.Las leyes resoiverían de este modo las posibles discrepancias quepudieran sr.rrgir entre los intereses generales (de la sociedad) y los de losindividuos. Rousseau (17tz-ll'78) describió la idea del contrato social,en ios siguientes términos (Rousseau, 1995 [1762] (14-15): Hay que"encontÍ'ar una forma de asociación que defienday proteja de toda fuerzacomúrn a la persona y a los bienes de c¿rd¡ asociado, y gracias a la cualcada uno, en unión de todos los dernás, soiamente se obedezca a sí mismoy quede ian libre como anies. E.ste es el problerna fundarnental queresuelve el contrato srrcial. (...) 'ILstas cláusulas bien enfendidas se

reducen todas a una sola, a saber: la alienación total de cada asociado contodos sus derechos a toda Ia cornunidad. Porque, en primer lugar, alentregarse cada uno por entero, ia condición es igual para todos y, al serla condición iguai para Lodo*., nadie tiene interés en hacerla onerosa paralos demás".

Estas ideas de la IlusLraeión supusieron, en primer lugar, una nuevaconcepción de la organización social en su conjunLo. Pero, además, se

proyectaron también en una manera diferente de inferpretar los delitos.asícomo en nuevos rnodos de prevenirlo,. ¡'de ca.sti gar a los delincuentes.La sínte:;is criminológica de las ideas d.. la Ilusl.r'irción fue expresadafi.rndamentalmente por drls pensadores. cuvas obras tur-ieron una grandif-usión: el italiano Cesare Ileccaria v el británicc.íere¡:rv Bentham.

5.2.2. La escuela clásica v la teoriu ¿Ie la disuasión

Las ideas crir:tinoiógic..s ,le la esc'.ie ia cl¿isica con-:tli'r'"'en el funda-rnen[o de li.,s rnor-iern,'¡s si:iemas jurídico-penales apirc.tdos en todo e]

mundo. Por esta razrin. present,arenlos. con una cier':: iiruplitud su.principalc's planteamien;c,. y propuesta.¡.

Page 4: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

-17ri V. GARRIDO. P. STANGEI-AND, S. REDONDO

r religiosa-s. Es la gran fi gura de ra Escueú &;ll;hti;ü::

Cesare Beccaria ( ITSg- 1Tg4)

De los delitos y de las penas, la obra principai cle Cesare Bonesana,l\{arqués de Beccaria, es uno.le aq'ellos contaios libros que verdadera-mente cambian el iurso de la historia. publicado en 1?64, tuvo una graninJluencia en el. pe4samiento penal de su ti"*po y ro sigue teniendo enla actualiJad.

9-::u.o Bonesana, l{arqués de Becca¡ia ( 1T3g- l?94). NaciCo enMilán' cu¡só estrrdi.,s de Derect o *,r iu üniuersi¿ad tre pa,ría.Bra el mayor de cuatro herrnanos f uu- uarr.o en escuelas

La obra De los.deritos y d,e ras penos, que hoy acogemos bajo el epígrafede la denr¡¡nin ad,a escuitc crósico, nació en sr¡ d.ía como una propuestaauténticarnente revolucicnaria en contra de la arbitrariedad, la ilegali-dad y los abusos rJe poder que caracteri zabana la justicia de ,., ti"*po.Yit aún, algunos de ios planteamientos formulados por Beccar.ia no hansido aírn asimiladot pot algunas sociedad.es y legislaciones penales delmundo occidenral. Tres ejemplos de ello ,o.ri.'r, pr.opuestas rle que lasleyes. penales, para ser eficaces, d.eberían ser claras y conprensiblespara los ciudadanos, que la justiciadebe.ru ,p1i.*se con celeridad y quedebería aboiirse lu pena de muerte. Pese a la chri'idencia de los alegat'sde Beccaria, esta-s tr:es prescripciones se hailan todavía muy alejadas de[a realidad penal de mlcho, p*írer.

La parte segunda de esta obra se refiere a las teorías explicativas deia delincuencia' Por contra, el libro de Beccati" .ro es un tratado teóricoiobre la delincuencia; más bien es un ensayo sobre cómo debe prevenirse¡ reducirse la delincuencia mediante ru, p""ur. pese a eilo, aunque ellropósito originario der ribro no fuera teorizar sobre el origen y ras

Page 5: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EI, DELITO CONÍO ELECCION t77

causas de la Celincuencia, a lo largo de la obra podernos entrever ia

concepció n beccar'íona del dehto.

En resumen, lars principales ideas de Beccaria (l983) sobre la delin-

cuencia y la manera de prevenirla son las siguientes:

L. EI contrato scscir;! y la necesídad del castigo:

Las leyes son la forma en que los hombres se unieron en sociedad,

sacriflrcan{o una parte cle su libertad inclividual en pro de Ia seguridad

común. Las penas cor¡stituyen \os motiuos sensibles necesarios confra

aquéllos que infringen las le1'es.

2. La tendencia aI placer como motiuador del delitc¡:

Los hombres delinque¡ debido alaelocuencia de las pasíones, que los

impulsan al iogro de| placer y a la evitación del dolor.

3. La grauedad de los delitos:

La natur alezadel deiito reside en su nocividad social. "El d'año de la

socied.ad.es la verdadera mediCa de los delitos" (pág. 66). De acuerdo con

la naturaleza humanc existen dos tipos de delitos: los delitos atroces,

que atentan contra la seguridad de la vida, y los delitos úLemores, que

menoscaban la seguridad de los bienes' que son producto cie una

convención social. Los hombres tienen menor inclinación para llevar a

cabo los primeros que los segundos'

4. EI estudío científtco de |os delitos:

L,a sociedacl debería estudiar, mediante las ciencias,las fuentes de los

delitos y, antes de aplicar penas, utilizar los medios necesarios para

prevenirlos.

5. La |íbertad y Ia educación preuíenen la delíncuencia:

La tendelcia a delinquir es inversamente ¡rroporcional a ia libertady a 1a educación de que di*.irutan los hombres: hombres libres, que

Lstudian y refle:<ionan sobre lo que les rodea, estarán menos inclinados

a la vol¡.rptuosidad, al libertinaje y a la crueldad que los hombres

esclavos.

6. El fin de la penas:

Las penas tienen c,)mo objetivo "impedir que el reo ocasione nuevos

maies a los ciudadanos y reriaer a los demás de cometer otros iguales"(páe. ?3).

Page 6: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

rñhrtc) V. GARRIDO, P. STfu\GELÁ"',JD, S, REDONDO

7. Propcrcionalíd.ad entre delitos y pends:

Para resultar nrás eñcaz, la pena debe ser s¿¿perior al. bien que nilcedel delíto y coherente con la propia nalurale z.a de éste: al robo cie¡beoPonerse la esclauitud tentporal en obras públicas, ai rclbo con violenci¿rel trabajo cr¡mún y adernás alguna pen¿r ccrporal, y a las injurias, lainfarnia, que humille "el orgullo de los fanáticos con el orgullo d,e los .

' espectatiores" (páS. 95).

B. Prontitud y certeza de le pencr;-cuanto

más segure, "más pront,a y más próxirna al dr:lito cometidosea la pena, tanto más justa y mais útil será,' (pág. g9). .,U¡ro de losmayores frenos del delito no es la crueldad de las penas, sino _quinialihilidad (...)" (pág. 101). l..t probabiliciad de delinquii disminuirá enla medida en que en el intelecto humano se establezcan mayoresasociaciones entre ios comportamientos de los hombres y las consecuen-cias que les sobrevienen.

9. Suauidod del sistema penal:

La suavidad del sistenta penal deberá ser directamente proporcionalal estado de desarrollo soci¡rl r¡ue biene una delermi¡racla comunidacl."Md..s fircrt.es y sensibles cl.ebert ser /c¿.s impresiones sobre los unir¡tosendurecidas de un ptieblo recién salido del estado saluaje. (...) pero anteclida que los dnímos se d,md.nsan, en el estado de sociecktd, aunwnta Iasensibilidad. ),, oI auntentor ésta, debe disminuir la fuerza de la pena (...)',(págs. 145-146).

L0. Reckazo d.e Ia pena de mt¿erte:

La pena rnás eficaz no es la pena de muerte, que no debería aplicarse,sino la pérdida rie la libertad. El ladrón -v el asesino experimentarán unmenor temor por el momento final de la horca o la rueda para no infringirunas leyes f¡ecuentemente injustas, que el temor que sentirán ante liridea de la esclavitud de Ia cárcel . "Quien teme el clol,or obed.ece las leyes;pero la muerte extingue en el cuerpo tod.as las fuentes d.e d.ok¡r,' (pág. rzl).Además,la aplicación de la pena de mrrerte puede constituir urr'funestg'ejempltl para los ciuciadanos a quienes las leyes conminan a res¡letar lavrda hlimaua. La pen.a de rnuerbe soiarnente cieberÍa aplicarse en casosextlemos, como los delitos políticos. La cárcel, según Reccaria, noconstituye una disuasión sr-rficiente cuandc la persona cclndenada "aúnprivada de iibertad, siga teniendo tales reiaciones .v tal poclcr quecomprometa la seguridad de la nación', (pílg. 104).

Page 7: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

179EI, DELITO COMO ELECCft}N

Ll. Pre,-,entr el delito no penalízando lo innecesario:

Un rnodo de prevenir los delitos es no penalizar aquello que no es

necesario, yu q,ru *ampliar la esfera de los delitos equivale a aumentar

la probabilidad de coáeter'los": las buenas leyes sólo deberían ca-qtigar

los uerd.acleros delitos y no un sin{ín de 'acciones indiferentes que las

rnalas ieyes llaman delitos" (pág' 138)'

L2. preuenir el d.elíto med.iante recotnpensos de su cotztrario:

Las leyes deberían también prevenir los delitos recompensando las

buenas acciones de los hombres'

La obra de Bcccaria contiene, desde el punto de vista criminológico,

una teoríu ,obr" "l

control social y no sobre la delincuencia y sus callsas"

,o* "sflr.:riones

estuviero., centrá,ias en el códigoy procedimiento penal

que debe tener .rrru sociedad de derecho. sin ernbargo' aunque t'ratir

solamente d.e cómo organizar la repuesta social a la delincuencia' se basa

implicítament* en,r.,l t.o.ía de lá motivación delictiv;r ' adoptada de los

filósofos utilitarios cle Ia época, que, como Helvétius (1715-177t)' consi-

deraban que el egoismo u.a el*oti\'o principal de las acciones humanas'

J erenty Bentlt am ( I 745- 1832)

Jerem.v Bentham (1"748-1832)' Es uno de lcs

grar-,cies irlósofos del utilitarismo' y el prime-

io q,ru escribió sobre los princrpir-rs-del frn !ela iu.,u con dehlle ("An introduction to the

f .incipats of morals and legislation"',1?89)'

i'u*po.o hay que olvidar su ccntribución a la

psicoiogía aplicada a la sala dejusticia en su

iUto aJcinco vo!úmenes 'Rationale of judi-

cial evitlence' (182?). t-ue el creador del pri-

mer sistema penitenciario ("El panópticc")

que inspiró la primera prisión celular (donde

los presos están aislados)'

Page 8: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

180 V. GARRIDO, P. ST..l.,;GEI,A¡ID, S. RITDoIiDo

Ya en la Greci¿l del siglo IV antes rie cristo, Epicuro había rlesarro-llado una doctrina filosófica que consideraba que el rogro del piacer y raevitación dei dclor constituian las motivacicnes básicas de Ja vi,cahumana y también las fuente.s de su moralidad (Arrighetti, 1gT3;Gaarder, 1gg5). r,a rroctrina epicúrea f'e ,*io*udu y desarralrada en ia. nrodernida"d por el matemático y filó.soio francés pierre Ga-qsendi quien,conjugando fiiosofia epicúrea v cristianismo, posturó que la felicidaciresiciía e¡i l* naldgl espíritu y en la u.r-.or.lo áe.iolor corporal (The l,Ie.,vEncyclcpaedia Britannica, úol. S, lgg3).Transcurridos veinticinco años_de la aparición del impactante litrrode lJeccari'a, el ingJés Jeretny Beniham p"lii* en 1?89 stt Introd,ucció:.¿a tos principias cre ia

^orá¡ y Ia regiilación, obra menos conocida ydiv'lgada que la primera, pero que pasa por ser otro ,le los aregatosfi¡ndamentales de la ,tru"l\i chísíca.il"nth*r establece los siguientesprincipios sot¡re la conducta humana y el contror penal (Bentharn, 1gg1):

L" El placer y el dolor:

El cornportamiento de los hombres se haya sonreticlo a d.os clueñossobera'nos; la evitación del dolor y la o{stencran eer ptoc¿t..Ellos rieternri-¡ran lo que. hacenros, lo que decimt,s y lo q,r*p.rr" amos,y cc¡nstituyen iaúnica medida d,e la córiectc¡ y to ínclrrr"tr.- -'

2' con'd'ieiones de ras que d.epencren er pracer y er d.olor:Los placeres y los coiores ser'án mayores o rnenores seg;ún su inte*-s¡dsd, su duración, sa certeztt o incertizq, ;; proximidaci , Iejanía, sufecund'iddd (o probabilidad de erie a un placer o doior le -sigan otros delrr¡is¡'¡o signo), su purezo (o p."b;¡bilidad i;;;" les sucedan consecuen_

:H:r1"jtgno contrario), y su'extensión,o er número de personas a quienes

3. El prtncipio de utiliclad:Por ello el princinio básico que rige el comportarniento huroano es la

fltlid1d,.qu^u.gp.1" eba o cresap^rue¿¿ las u..iár.* se63in que tiendan arlogro de la felicidad o -u

ju prevención de ra infelicidacr, ya sea cie losindividuos concretos o de ra.o*orridad en su conjunto. El interés comúnno es otra cosa que la suma de los intereses i.,árrri¿,r"¡uu.4. Fuentes de dolor y de placer:El placer y el doior pueden ser suministrado.i a los hombres clesciecu:rtro fuenies sancionadoras cristintarc . i.^ ¡trirrr, fi:enLe tre pi.ceres v

Page 9: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EL DELITO CONfO EI-ECCION 181

dolores naturale s,lamoral o popular,enla que el papel básico lo jueganlos otros ciudadanos, la religiasa, de 1a mano de un ser Superior', y lapolítica, aCministrada por el juez. Esta última es la única que puedendeterminat'las lr*yes, mediante las penas.

l>. Fínalidad de las leyes:

Todas la leyes tienen como ol¡-etivo principal prevenir el daño quepuede infligirse a un individuo o a una comunidad, compensándoiomediante una pena, con cuatro propósitos concretos de ambición decre-

ciente:

- Prevenir, si fuera posible, la comisión cle toda clase de delitos.

- Si no fuera posible prevenirlos, al menos inducir al delincuente a

cameter un delíto menos doñino.

- Si decide cometer el delito, disponerle a no hacer mas daño delnecesario.

- Efectuar la prevenci ón clel moclo más barato posíble.

6. Lc proporción entre los delítos y las penus:

Para el logro de esLos objetivos Bentham establece una serie de reglasque deberían regir la proporcionalidad entre los delitos y las penas. Lasmás irnportantes son las siguientes:

- Regla primera: EI ualor de la pena no debe ser nTenor en ningún caso

que el suficíente pdra con'Lpensar el benefi'cio del delito.

- Regla seguncla: Cuanto mayor sea eI daño del delito, mayor es lagrauedad de la pena con la que podra ser compensado.

- Regla tercera: Cuando dos delitos entran en competencía, Ia penapor eI delito mayor debe ser suficiente para índucir a un hombre a preferirel menor.

- Regla cuarta: La pena se debe ajustar de tal mcLnera a cada delitoconcreto que parcr cada parte del daño debe haber un nzotiuo que impidaal d¿líncuente la realizacíón de este daño.

- Regla quinta: I-,a pena no debe Ser en ningún caso superior a lonecesario p&ro que esté en conformídad con las reglas aquí expuestas.

Page 10: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

l'. CARRIDO, p. S'|.{NGEL.4_\D, S. REDOn_UO

,ilk.;fi:;;d #tr#Htr'fiüffi.w@'tiñ;:iT*:ff it..r-Íffilffi iTft*ffi .;::,*rlfi id¿rad<i;,ca!*.ari"*p;¿;"v}il;;;#rfi?;:,ffTJl*;t:,'fHp.elo'ulido .p.l;,;;ffiL ru ra i¡nnr,,.,,rt"f

tlY::: de'otro más

ffi;*m,i"+gjff .'i;i.ff *,flÉ$'*fi*;,ijl;ü,¡.l*

- ._r:-;;.,.;,. -.* ".. wyLr¡vcr¡¡<i uuanro mayorés,el rnaiñác¡á'ály- prov-oca que' se' come tan varios ¿"ritár rp;iu"

niüáou, de r¿lol.o.1.{-.ot países y las énocu, o.,,1,',, c¿ hF-^+:^-. _ ,lol.o,.!o:paísssy_lu:,"yo.;;;i";.J:J,ffiff ',Xil*tl?*:::rfr

,:,:::T'.-1j"I-it:mpre lo¡.de lur {n4l¡ár,grinlñ;lñ;1inran,ór;;;..jL,:: .j .+i::¡,;.r;Litüiü:::?;'i:;iffJTi'¿1::¡süinaria'"'nnu1i:1u¡'.i 1iiiffi:t*lilffitffils-r*lpepsi4av-a;¡6¿¡¡;$#iili?'3*H,glt,sti¿iqíilédó?.

*,1xr;'{t*1*{:*1i*T#*'iíiffi rffiJffi

Sínf9s!sdelo,ááo,delae:S;cue|a,,|.ói,,i¡,o.'.]-]...',;'.::'

.)-t '-'..

,' LAS ideas de ra escuera r:rásica pueden resumirsá en tas siquientespropueistas principa les :

t ' Lás a..ion* humanas -tambielr?. cierictivas- tienden en esencia;llffi::i1,?:ff;J;hil,:.# der ,coror;;;;;i' radica ei principio de2' Todos ros.seres hurnancs tienen, por principio, ras capaci$ades

l

suficientes para decidir t"br;';; actos, incruicJos los deiictivos. ]

Page 11: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

Ei. I)ELITO COl,fO EL.ECCION 183

5.2.3. Teoría dctr' delito como elección racion{ll

Ronald Cle:ke es catedrático en la Escuelade.lustlcia C nminal en Rutgers University,liew Je.r:e¡-. Dr.lormacirin psicológica, se

doctoró e:: .: i,niversid¿rd de Londres, ytralrajd ha-.:¿ su nrarcha a Estados UniCoscrn cl ]lini¡¡erio del Interiorbritanico en el

desarrolla ic: prograñBs de prevención me-

dro-arn!:1,:.:el del cielito, asÍ com(, en el

diseit¡ ti¿ ,.:-. encuestas de victimación en

e¡e paii. r: :no de ics cnn-rinólogcs actua-Itr¡ qt.ir r:- .-. i.¡ intluitio en la pi,iiiiica cri¡ni-nai t11 tl:...: Brct¿na v Estados L-iirdos.

Page 12: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

1E4 V GARRIDO, P. ST.{NGELL\D, S. REDONDO

'"LJna de las más recientes teorías que revitalizan las i¿eas de la' escuela clásica es la denomin ad,a teoría áel d.elito como elección racional,fbrmulada porJames Q' Wilson y Richard J. Herrnstein, en su difundidaobra crime and Human lr[ature (Delito y na.turaleza humana)(wilson yHerrnstein, 1985), y también por Donaid v. clarke y Derek B. cornish(clarke y cornish, lg8s; cornish y ciarke, 19g6). 'lodos estos autoresinterpretan ia acción delictiva no como una reacción frente a la frustra-ción, como un producto de la.s influencias sociales o del aprendizaje dehábitos delictivos, sino principalmente como el resultado de unael,ecciónracional' Reconocen que entre los antecedentes clel cornportamientodelictivo pueden hallarse también factores psicológicos, sociales yexperienciales del individuo. sin embargo, consitleran que la clavee;'rplicativa de la concructa derictiva residuá" q"";i;tou;"jfio, por*"r,una mentalidad. crimr¡1¿¡ que radica en q.r"

"orrideran io"re prredenbenefrciarse de situacio¡tes ilegales, aunquá u.rrrnun un cierlo riesgo deser detenidos.

En el cuadro 5'1 se presenta el rnodelo cle inicio de la conductadelictiva que fue propuesto por Clark y Cornish (1gg5). Conro puedeverse' el modelo- contempla ocho .orrrirr.r.tos diferentes qrr" poariu^influir sobre la elección dá la conducta delictiva. Estos r:onstrucros son:(1) lcs/actores antecedentes,tanto psicoiógicos y de crianza de los sujetoscomo sociales; (2) las experiencias preuinly "I

áprend,izaje d,elsujeto; (B)-cus necesidades generales (dinero, sexo, estatus, etc.); (4) Ia ualoracióncl'e opciones; (5) las soluc iones cons;id,eraclas,tanto legaies como ilegales;(6) l': reacción del individuo ante Iaoportuni',dadde la conducta delictiva;(7)

¡u disponibilidacl'para cometer er detito;y, finarmente, (B) la d,ecisiónde lievarlo a cabo.

Page 13: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EL DELITO CO\fO ELF-CL-ION

del delito colno elección racional:de la contlucta delictiva de robo

i85

Curu--'no 5.1. Teoriamoclelo de inicio

FACT O RE S A.\TE C E D ENTI] ii :

psit"l¿gi"os: Temperamento, il teii gencia' estilo' cogrut¡vo

Crianza: Hogat ioto' cuidado institucicinal; áelincuencia

PaternaÍiociales y demográftcos: Sexo, clase' educación'

barno

(2\ ETPEN1ENCIA PRgl¡IAYAPRENDIZA,,IE:l. Experiencia deiictiva directa y

vicaria2. Contactos con l¡: justicia3. Actitudes morales4. AutoPercePción5. Expectativas

VALOR.¡\CTON DEOPCIONES:1. Grado de esfuerzo2. Cantidad e inmediatez de

recompensa3. Cert*¿a Y severidad del castigo

4. Llostes morales

nneccroxA.\TE r-AOPORTUI\¡IDAI)Oportunidad fácilNecesidad urgence de dineroPensuasión de los amigos

Ingestión de alcohc'l

Disputas con la Pareja

(3) NECESIDAT'ESGENERAI,ES:Dinero, sexo, amisfadestatus, diversión

Fuente:R. Clarke y D. Cornish (19S5) i\f odeling Offenders' Decisions: A Frarnervork for Research

ar,d policy. En NI. Tonry y N. Ivf orris Crinte anJ Just:c¿: -\n Annual Reuieu o¡'Research ( 147-1E5 '

Chicago: Th" Uniu".sity of Chicago Press: 168'

En términos generales, la teoría de la elección racional' que tiene sus

anbeced.entes más inmediatos en los trabaiirs-pl'€vios de-Becker (196'c:

Becker y Lancles, l9?4), tlineke (19;Sr y cornish '\: clarke (1986 '

explica ia conducta delictivtl a partir del concepto econónic o de utilid'a'l

esperaca. según ello, ias personas se conlportan d'e una tllanel'a ü otl-r1

depencliendo de las exi:ectativas que tienen acerca de los benefrcios )'io:

SOLUCIOhiESCONSIDERAD.TiS:Legales: Tlabajo.juego, matrinronloIlegales: Robos,

otros delilos

DISPONIBIIIDADpara cometer robos

Page 14: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

166 \. G¡\RRiDO, P. ST.L\GELA.\D, S. REDONDO

costes que pueden obtener de diferentes conductas. Estos beneñcios y. coftes pueden ser tanto económicos corno psicológicos.- Ahora bien, que los delincuentes calcr¡len los posibles ccstes y bene-ficios del deiito no quiere decir, obviarnente, que acierten con seguricladen sus estimaciones. Tal y como ha comentado Sullivan (Volcl y Bernard,1986: 32): "trll presupuesto principal de Ia teoría económica no afirmaque las personas no cometarr errores [en sus cálc'los de costes ybénefróioil ui"o rnás bien que actúan de acuerdo con su mejor interpre-ta.ción acerca rie sus posibiiidades presente, y f,rtrr.u, y *"r, base a losrecursos de que disponen" (el texto entre corchltes es nuestro). Aclemás,la teoría realza la idea de la especificidad, d,etictiua,en cuanto que .seconsiciera que distintos delitos pueden producir diferentes beneficiospara diversos iipos de delincuentes (Curran y Renzetti, 1gg4).

falor o utilidad de la conducta

Ps-ra una exposieión más detailada de la teoría d.el d,etito comolección racional seguiremos la formulación reali zad,a p<.ir wilson yIerrnstein (lg8b). Estos autores parten de la misma concepción de iacs:ión humana.que f*e empreada por ra escuela crásica y q,r*,.o'ir'ersa nomenciatura, serhaila presente un dirtirrtas áreas del conoci_riento: el h¿d"onistno o utílitarismo mencionados en la filosofia, el ualorutilídad, en terminologra económica, o el reforzantiento o recompensd,'l lerrgr-raje psicológico. Bn suma, todos estos conceptos se fundamentanI la. idea de que la cond'cta se dirige "t tog.o oel *placer,,,

o beneñcio'opiO a corto plazo, y a la evitación de sus contrarios, el ,,dolor,,, o

'nsecuencias desagra'dables. Los autores emplean en la fornlulación der teoria del delito conzo erección.ei lenguaje psicológ-ico, aunque presu_rnen que sus conceptos son fácilmente trasla'dabies a otra,s .ro*.rr.l*-ras.

t eíección del curso d,e acción preferibre: recornpens¿s y castigas

El presupuesto.teórico de partirra es que las personas que se hailannte a una elección, eligen el curso de *.ción práferible. Eito no irnplic^: en todos los casos se haga una erección consciente, sino simplernente: el cornportamiento u.tá determinado por las conse.r,*rr.iu. quu:Ie para el inclividuc,. Así pues, según wiison y I-lerrnstein la eiecció¡r

Page 15: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EI, I]ELiTO CO}TO EI,ECCION

de un cornport.amiento no cleliclivo (por ejemplo, trabajar para cbtener

clinero) o cle uno delictivo (robar puto el mismo fin) dependerá de la

valoración que el inciividuo haga de la r-elación ent're recorrlpen*s&s Y

ca.stigos de uno y otro. comport;iento. "Cuanto n)¡lyor sea la razón de

Ias recomp.rrr*, (materiales y no lnateriales) de la no-delincuencia y las

recompensas (materiales y no materiales) del cielito, menor ser'á la

tendencia a coulel,er delitol;'(Wilson y l{errnsiein' 1!i35: 61)'

Las recompensas (o ros.praceres'en la cenorninac.ión clásica) asocia-

das al comportamie¡to delictivo pueden Ser ru'uy vari¿lrlas,-incluyendo

las propias ganancias mat,eriaies, ia gratifrcación emocional,la aproba-

ción de los amigos, la salisfacción por el ajuste de cuentas con url

enemigo o el reaüe del propio senti¿o de la justicia' Lo misrno sucede cop

los castigos o pérclidas', como los de tipo materiai, la desaprobación de

una acción por parte de los espectaclorel de la rnisrna, el temor a la

revancha de la üctima cie un deiito o, también, el propio remordimiento

de conciencia. Las ganancias y pérciidas dependerán, en cada caso' del

tipo de comportamiento delictivo de que se trate'

Foctores que moclula¡¿ Ia relación gonancícts'pérdidas

Según Wilson y Élerrnst.ein, existen dos elementos principaies que

influyeir decisivaáente en la valoración individual de la relación ganan-

cias/pérdidas (o r€ca.;tpensas neüos), a saber: su grado de ínmediatez /

d.emora y Su certeza / incerteza. Estos dos elernentos pueden favorecer

que algunas personaq opten por lei delincuencia. Sucede, en primer

l.rgur, qrre las recompensas porlos comportamientos no delictivos tienen

con frecuencia ,-rr, .Lá.Ler demoraclo, es decir no son inmediaias (por

ejernpio, para ahorrar una cierta suma de dinerc con la que comprar un

coche nuevo, una persona debe trabajar durante largo tiempo' irlcluso

años). Por el contrario, muchas recompensas asociadas al delito t'ienen

un cariz más inn¿ ed.icro (el rolro es la forma más rápida de'adquirir' un

coche). según se sabe. la fuerza cle los refuerzos o recompensas decrece

a medida que se hacen rnás distantes en el tiernpo' La i'rlrneciiatez de las

consecuenciils pod.ría favorecer, en algunas personas, elincremento de

su conducta delictir-r a Ia vez que la á*r*oru err ia gratificación podría

clificultar sus coruporta¡nientos no delictivos'

En segundo térnrinc,. en ia vaic,ración de 1¿rs recornpensas y castigos

vinculados al conlpol'Isnriento no delictivo o c{ellctivo juega también u¡r

papel fundame¡itai su graclo de certeztt o íncertczo' Ni; es seguro que una

Page 16: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

t88 V. GARRIDO, P. ST{\GET.AND, S. REDONT]O

:onducta acarree ciertos beneficios, eomo tampoco ro es que comporte:i¿rtos riesgos' Irn gene'al, los .o.,rpo.to*l*rrto" cleiictivos suelen jr.:-"#* ,,:::;.'""

mavor certeza de büen"io, qu" de casrig* rrr ¡¡€ros¡

De esta *u::1', van a jrrs-a. un papel decisivo, a la hora de optar porrna det'erminada "onducia,"ru, vuroraciones que el inclividuo hagn enada caso concreto cle todos ros elemu'to, mencionacios: (1) de ras

::::rH I ff:jif;":sperables, (2) de su inmediar*, o.i"_ora, y (B) de

ntplicaciones parü la prúctica

De acuerdo con tocro lo anterirrr, wirson y Herrnstein concluyen quer teoría tiene una implicación obrrir pu.u iJ o.á.ri.u, ra reducción de laemora -v de la incerteza de Ias recompensas asociadas al comportamien-o no deirctivo redr-rcirá la probabiriaaa ae co-"to, delitos. sin embargo,I i¡te.o incrcmento de ia severiclad cle r";;;i;os asociados al crelito (esecir' el aumentc¡ forma] de las penas

"r, lu'ley), pero sin tornar enonsideraciri^ los el*mentos inmed iatez y "ert"za, no garantiza laeducción de ra tencrencia intividual a cometer delitos.

A Ia teoría der d.erito como elecciónse re han realizado una serie dei'ítir''as especialmente dirigidas contra la absolr-rta racion,nila^a q,,.lantea como explicaci¿" ¿.iu.unducta aun.iirru. se ha.u*.tiorrado queI mayoría de los delincr¡entes c-alcuien, .o.rl.rt*tación a la comisión den delito, cuáres son !c.¡s beneficio, q,ru "tt..,i, án y ros riesgos quesumirán por elro. prueba de elro u. qu" *r"rr". derincr-rentes pasanlrgas temporadas en Ia cárcer,- lo- quu^q"*r-"a"cir q'e ,.sus

cárcuros,,erran con frecrrencia. En realidad, ante', oa.rprrés, ra rnayoría de roselincuentes reinci dentes -es pecial mente lo, J"lin.uentes r.-iorentos*_caban siendo cleteniclo.. Bonnutt y Wright (1984) refieren que en una:rie de entre'istas l'*q clelirrcuentes contia lu propiedad informaron quetlos y los ladroncs qlle eros conocían simplemente no pen.saban en lasosibles con-secuencias legares cre sus o."io.,". derictivas antes dee'varla's a cabo' por ta.tolno ru tr^tu,.ía sólo rie que los crelincuen¿esllcu'len erróne¿rlnente los bcneficio*q v los costes de -su comportamiento,no que, más all¡i de ello, no piensan en las cons¡ condtrcta.

_, _-v rrLr¡oq¡r crr rd-i uunsecuencias negativa.s de

Page 17: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EL DELITO COMO EI,ECCIÓN 1S9

5.3. tr,A TEORÍA DE LA DISUASIÓN trN I'A ACTUALIDAD

La docfrina de la disuasión, clerivaCa de los postulados de [a escuela

clásica,es el fi¡ndanrento sobre eI cual se asientan actuahnente las leyes

v i":urii.ia penal de la inmensa rnayoría de ios países, tal vez por la gran

áauptu¡ilid;d que tienen las ideas penales clásicas a la realidad social'

Y eilo por dos razones fundamentales. En primer iugar, porque el

esquema delito-pena pernrite estruclurar un sisterna simple, coherente

y fácil d.e operai dentro de la enorme complejidad de las instituciones

sociales. Las sociedades modernas necesitan poiíticas públicas que

resulten lógicas y comprensibles para los ciudadanos' Bl sistema penal

está planteado Jo*o .r., er,.adenamiento de causas y efectos' Ante ei

probü*u social de la delincuencia, se dictan leyes que establecen lrrs

delitos y, como una consecuencia razonable,las sanciones que la justicia

in",pond.á a quienes incurran en conductas prohibidas' A continuación'

poru dotar de operativa a ia lógica sancionadnra se estructura el sistema

de control penal, integrado por la policía, los tribunales y ios sistemas de

ejecución de penas (prisiones y otros mecanismos).

En las teorías sobre los efectos preventivos de las penas, se distingue

entre la preuención especía| o lnCiuiduol, es decir el propósito de

disminuir la reincidencia del inciividuo, por efecto del castigo penal, y ia

preuenclón general, es decir el impacto disuasorio esperado del sistema

penal en otros poien.iales delincuentes. Estos dos tipos de efectos

gtob"l", puede1 obtenerse por diversos r¡recanismos, tal y como se

iiustra en el cuadro 5.2'

Cu¡ono 5.2 Las teorías de la prevención especial y general

¡-) Incapacitación Ir-l¡-) IncaPacitación I

I

Prevenciór'r indiyidual Maduració D -, Terapia I

I --/' Ii -¡' Il'Iejoras <-* Escolarización I

---t Nuevo itnrbiente, trabajo, etc' I

I

i.--) Habituación I

I

IPreYencic:, gener.ill ---*--). For¡nació¡r not'ntattva

I

--:- Disuasión S=-----> Certczir

I

\----\ Prontrtud I\i \ iJurez: i

Fttc¡it¿. e..--:. ,¡-¡ci,.i¡i ¡rropi;r tras:-.i.'..'n z,imr'ing (19';ll \. j\nrli,li:iles i l'9;;

Page 18: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

)0- \'. C-}ARRIDO, P STA},¡GELA.\D, S. REDONDO

'

3.-I. Preuención especial

según la doctrina penal, la prevención especial puede operar a travéslos siguientes mecanismos:

' La incapacitTciln: la pelmanencia en prisión clel sujeto le impedi-' ' r"íala comiéidn de ofrtls delitos en la ro.i".lo,I, a.l n.en,rs durante elperíodo que dure el encarcelamiento.e La maduración: se consiciera la maduración en un senticlcl pura-

mente bioltigico; desptrés de una esbancia en prisión el sujeto salede ella con más eda'l y nrenos energía para cielinquir.

' Las mejoras: suponen que el sujeto cle algún modo se ha clesarro_llado cualitativamente durante su estancia en la cárcel. Bstasmejoras puecien provenir de ia terapia, de la escolarización, delcambio de ambiente, crer desempe*o de un t,rabajo, etc.

i.2. Preuenci(tn general

La pre'ención generai pocrría fa'orecerse a través de:t La habituau.¿ír¿: cornot esultado de las norrnas y sanciones penales

las personas automatizarían Lrna- serie de comportamientos que seencuentran dentro de Ia iegalidad normativu. un ejemplo de esteefecto : los r:i ud adanc.¡s suelen detener s u vehículo automaticamen teal ver un semáfo.o en rojo, sin necesi.lad de pensar y decidir encada caso acerca de esta conducta.

'' La formoción normatiua: es el efecto educativo que te¡rdrían lasr.orma. penales_a iargo prazo, a lo que siiva sáncirez (1g92) se hareferido como "la prevención general positiva',. Las sente.ciaspenales reciben mucha atención en los rnedios cle comunicació¡r.Las normas proyectadas de esre moclo son asumida.s p'r lossujetos, y el castigo penal puecle consesuir a rargo plazo .árr.o. ula población e'la consideració. de deberminacroi comportamien-tos como delictivos. podría ser, por-ejemplo, qr-re ciertas sentenciaspenales sobre el acoso sexual en el tiabajo uy,_,du.un a cambiar lascostumbres sexislas en ras relaciones lubor=rt*r, o qLle las senten-cias sobre clelitos ecológicos fbrt¿rlecieran la co¡lciencia social sobreel medio arnbiente.

La disttctsión: este efecfo, también llamaclo .,prevención ge*eralnegati'a", inclr-rye los t.es parámetros cornentacios antes t:n l¿i

Page 19: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EL DELITO CO}IO ELECCION 191

discusión so'ure la teoría clásic¿r: certeza, prcntittrd y dureza. Lacerreza y la prontitud dc'penden anle todo de la ef,icacia policial yc1e la rapidez dei procedimiento penal, mientras que Ia dureza estádeterminada por el código penal. Estas tres dimensiones de ladisuasión hacen que, aunqlre se evidencie que un aumento de laspen¿ls para las agresiones sexuales no reduce el número de viola-ciones (schrvartz, 1968), ia teoría de la disuasión no quede total-mente invalidada;*a que se habría evaluado solamente uno de loscomponeirtes integrantes cle la disuasión, pero no los otros dos.

5.4. EVAT-,UACIÓN EMPÍRICA DE LAS TESIS DE I-ADISUASIÓN

La evaluación empírica de una teona con.siste en comprobar en qué

nredida sus postulados se confirman o no de acuerdo con la propiarealidad. Así, para las teorías de la clisuasión se trataría de verificar si

se cumplen sLrs previsiones teóricas principales, que argumentan que laimposició¡r de penas disuadirá a los deiincuentes de cometer nuevos

deliros (prevencrén especial) y prevendrá la delincuencia del conjunto de

la ciudadanía (prevención general). En defrnitiva, se intentaría conocetr

si es cierto que la aplicación de penas como consecuencia de los delitos,logra reducir la delincuencia (véase un interesante análisis sobre esta

cuestión en Barberet, 1997).

Pese a la larga historia de aplicación de sisternas penales disuasorios

--€n ia práctica, duranie toda ia historia de la humanidacl--, existenpocos estudios empíricos que hayan tenido como objetivo verificar si laaplicación de penas rnás estrictas o de mayor duración supone unareducción de los delit.os. Es *sorprendente que la doctrina del clerecho

per-ral nunca har-a intentado veri{rcar sus postulados básicos, pero laverdad es que los pocos estudios que esisten, los han realizado psicólo-

gos, socióiogos 1' crirninólog¡os, mie:tttras que los penalistas, los jueces y

ios ñscaies han ci¡cunscri.to su activiclad a crear, interprebar y aplicar ias

le1-es, sin tonrar en conslderación qué efectos producen.

TraslaCando la cue'r<tión al campo de la Criminoiogia, lo que verdade-ramente va a inreresar a los criminóiogos es comprobar qué efecfosproducen p€ña-r de drversa duración sobre ei cornportamiento de lc¡s

delincuentes: ¿.Aiecta a la reincidencia el imponer penas más largas ocorias? .{e obsef\-an ri-tc.rencias erltr'.' el cornport¿rnilcrrto posferior cle

Page 20: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

2 V. GARRIDO, P. STANCELAND, S. t{i-]I]ONDO

:lusos que han estado 6 meses en la cárcel y aquéllos que han cumplidorños? También nos iuteresa verificar los postulados de la teoría de la:vención general: a las personas con disposición a delinquir, ¿lesrcta el riesgo de la detención? y, también, ¿les influye más fa posibi-ad de una pena de 2 años que la de una de 6 meses? :. .

1.1- Efeatos preuentiuos de la estamcia en ls. cá.rcel

Podemos evalu ar, mediante medidas objetivas, Ia capacid ad clisuasoriaI sistem¿r penal_en España a partir de un trabajo de¡q4o¡lg_I.graps'uqu,e!1994) sobre la reincidencia en el delito. E" u!úlnuñtigacionFoñAló la reincidencia (durante un período de seguimiento d.e tresos y mecio) rle una muestra de 48b delincuentes, qt

" hubian cumplido

¡vi¿rmente perras de prisión. su reincidencia promedio fi_re del s7,g%.emás, se an¿rliz¿iron los niveles de reincidencia en relación con/ersas variabies personales de los sujetos (como la edad, ei sexo y otros:tores) y con las circunstancias jurídico penales del cumplinriento cle; penas de prisión.

Las conclusiones princifiaies de este estudio en lo que se reflrere a la:ntual capacidad disuasoria de las penas de prisiór¡,es que éstas , p€rno previenen la fubura reincidencia. Esta conclusión general se

riva de diversas rnedidas que fueron tomacias al respecto. I]a primeraelias tiene que ver con la frecuencia cle ingresa en prisiór, du lo,

ietos- Quienes más veces habían ingresado prárriu*entl en prisión -qrrienes cabría esperar que reinciclieran *L.ror, puesto que según la

rría de la disuasión la experiencia de la cárcel clebería disuadirles de;uras conductas delictivas- reincidieron más. En concreto, el gSvo d,e;sujetos reincidentes tenía ingresos previos en prisión, mientras queo reincidió un 14,7vo de qtrienes no contaban con anteriores ingresos.celarios. La probabilidad de reincidir aurnentó, según ello, en piopor-'n al número de veces que l's sujetos habían ingrésado en prisión.Una segunda hipóte.sis que puede derivar-se de los postulados de larría penal clásica es que cuanto nrayor sea el tíempo pasad.o en prisiórtlnas más graves) mayor será el efecro disuasorio de la pena y ,rr".ror,r ta¡rto, la probabilidad de reincid.encia futura. sin emLargcl, sucedió;tamente lo contrario: la probabilidad de reincidir.apareció rurl,rciona-con la mayor duración de la e:;bancia en prisión. Los 1g4 su¡etos q.e

^ncidieron teníQn un promeclitr cle 498 días pas¿rdos en prisián, nrien-ls qlle pill'i'l los restantes 30i sujetos no rernciclentes su esta¡cl¿r

Page 21: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EL DELITO CO}IO ELECCION 193

promedio en prisión era de 234 clías. Por tanto, cuanto mayor es et tlempo

du u.."rcelamiento acumulado en la vida de una persona, rnayor es Su

probabilidad de reincidir.

Un tercer postulado que cabe declucir de la teorÍa Ce la disuasión es

que cua.nto más estricto sea el cumplimiento de la pena --en este caso,

dul e.,carcelamiento- mayor será su efecto intimidatorio y en mayor

grado .se reducirá la prouabiliclad de reincidencia' Para evaluar esa

[redicción de Ia "eoríaclásica,

Redondo, Funes y Luque (1994) crearon

Lna m"dida denominada penosídctd del encarcelamiento- El presupues-

to de partida fue que, para una misma duración cle la pena, su penosicad

¡ro sería la misma si ésta se cumpiiera en todo o en parte en régimen

abierto, en régimen ordinario o en régimen cerrado. En definitiva, dos

años en prisión pueden ser muy distintos para un sujeto -y producir en

él muy diferentés efectos- según el régimen carcelario en que se halle'

Lu p"ro.iclacl del encarcelainiento fue calculada para cada sujeto depen-

dienrio del tiernpo cle estancia en prisión en cada uno de los regímenes

de cumplimientt de la condena. Sobre esta base se clasiñcó a los sujetos

en tres gra<iaciones cle ia variables penosidad: baja, media y alta' De los

161 su.¡etos cuyo cumplirniento fue caliñcado de baja penosidad reinci-

d,ieron el 16,3%. De lós 163 individuos catalogaclos con urla-peno sídad

mediavolvió a delinquir el 40,2 vo.Y de los sujetos cuyo cumplimiento de

cond.ena se calificó como d.e penos idad. alto teincidió el 43,5o/o' Resulta

obvio que tampoco el indicador penosidad apoya la tesis de que las penas

de prision disuadan, sino que sucede justamente lo contrario: las penas

más estrictas tienen como resultado una mayor reincidencia'

un último análisis de esta investigación española que tampoco

parece sustentar la hipótesis de la disuasión se ref,tere a la relación

existente eutre forma cle excarcelacióny reincidencia' Según Ia teoría de

la disuasión, cabría esperar que aquellos individuos que terminasen el

curnplimiento d.e su condena en régimen cerrado mantuviesen un peor

recuerdo de la experiencia clolorosa de la prisión, y reincidiesen erl

rnenor gr.ado que aquellos otrr-rs que acabaran su cumplimiento en

régimen abier-to. Sin ámbargo, tambien aquí los datos fueron contrarios

a la teoría: finalizar una condena de prisión en régirnen cerrado aumenfó

la probabilidad de reincidir. De los 9 sujetos que finalizaron su condena

en este régrmen reincidieron ? (el ?87o), nrientras que dc'!os 37 que la

termin:lron en régirnen abierto y en libertad condicic¡nal solarnente

reincidieron 6 (un 169á)

Un problelnil en generaiizar los restrilados de este estudio' es que

Carece cie uit grupo cie control o comprrración' Las personas que hirn

Page 22: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

\4 v c^A,x.RIDo, p. srtu\cELAND, s. REDoNDo

mpiiclo penas de cárcel más iargas es probabiemente ciebido a que hanrnetidos delitos más graves, o porque ya son multi-reincic{entes. por[o, para pronunciarse con mayor garantía sobre ios efectos de lata¡rcia en la cárcel, hay que comparar grupoF iguales que han recibidoacciones penales dist'rntas. ExisLen varios proyectcrs áe investigación: este tipo. Al¡¡rnos han elaborado sistemas de predición estadística deprobabilidad tle reincidencia. Eso perrnite la comparación entre

)rsonas con un semejante nive'l de riesgo, pero que han cumplidontencias distinta.s.

En países que otorgan un arnplio pod.er discrecional al juez,o, comotcede en los Estados lJnidos, donde existe gran variación entre estaclosr la dureza de las condenas, estas diferencias pueden ser utilizadastra investigar ei efecto de l¿r prisión o del internamiento juvenil sobreconducta futura. Ejemplos de este tipo de estudios son los de Gottfredsonsl. (1973) y Bondesson (1g8g). También se han realizado algunos

ltudios experimentales en los que, por ejemplo, a un grupo de presosegido al azar, les ha sido concedicia la libertad condicional con unartelación de seis meses a la fecha prevista. IJstos diseños de investig:r-ón ltan permitido estuCiar la influencia del adelantamiento de laoertad condicional sobre Ia futura reincidencia de los sujetos, enrmpar"ación a aquéll,rs que lro obtuvieron la iibertacl corrdicional anti-padarnente.

La mayor parte de estos estudios fueron reevaluados por investiga-rres independientes, en las obras de I-ipton, Martinson y witt s (1g?s)Brody (1976). La investigación indica que, dentro de unos márgenesmplios, el efecto de la cárcel en la vida futura Ce los condenad,os estí¡rimo. En estos estudics, quienes fueron liberados con antelación noelinquieron ni nlás ni menos que los sujetos del grupo de control, queermanecieron en prisión. Tampoco se apreciaron diferencias spstan-ales en la conducta futura entre aquéllos que cumplieron penas de;rta o larga dirración.

.4-2. Estudios realizctdos sobre la ¡treuención ge:neral

El efecto disuasorio en general del sistema penal es todar,ía nlásilícil de investigar. Sin ernbArgo, existen situaciones donde, debido alguna circunstancia histtjnca, se ha derrumbado temporaimente elontrol forlr¡al, aun(lue ha perrnanecirio intacta la socieda.l cir-il. La niás''¡nocida de e stas siLuacic.,nes e-c la clenominada l'tistot'itt cle los.s¿¿ie ¡rres¿:s

Page 23: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EL DEi ITO CO]IO ELECCIO.{ 195

cuarldo Dinama.rca, bajo ocupaciótr alemana, se quedó sin pclicia, ya qrle

ésta se negó a colaborar con las fuerzas alemanas, y ios propios policias

f'ueron Cetenidos. Los ciudadanos orgallizaron trn sistema de vigilancia

civil, pero la investigación policial de los delitos desapareció por comple-

to. Rásultó que d¡iante ios primeros 14 días no se apreció ningún

aumento en lá delincuencia común. Sin ernbargo, cuando la ge¡rte se dió

cuenta cle que 1a impunidacl era casi total, empezaron a incremenfarse

los hurtou, io. robos in tiendas y viviendas, y ios atracos en calle abierta'

La clelincuencia contra la propiedari se multiplicó por diez, mientras que

el aumento en otros tipos de delincuencia fue más moderado (Trolle,

1945, citado en Zimring, 1973: 167-168)'

Otros estudios, en situaciones nenos clramáticas, han evaluado el

efecto disuasorio del riesgo de cletención. un-ejernplo son los estudios

realizaclos en Inglaterr-a sobre la introducción de leyes contra el constrmo

de alcohol para concluctores de coches. tjna nueva ley de 1967 fue

acornpañada(le una intensa camparla de publicidad durante tres meses'

Se avisó a la ciudadanÍa sobre los controles de alcoholemia qtre se iban

a realizar a la hora de cicrre <le ios bares "y sobre las elevad:ls multas que

se iban a aplicar. Lgs ef'ectos fueron observableg en el número de

accidentes de tr;ifico. Durante los ¡rrimeros tres meses de aplicación de

esta nueva ley, el número,Je acidentes con lesiones Se redujo en un 1'67o

y el númu.n i* muertes en un 237o. Talnbién se observó que el descenso

de los accicientes fue más destacable en horas nocturnas' Es muy

probable que estas r.cducciones se clebir:r'an a la nueva ley y a la campaña

disuasoria ilevada a cabo. Sin ernbargo,--u-l ,.ig-g!q $g-tttttsito¡lo' Dos

años después el número rle accidentá¿iír: it.uíá-l"copJrado éu nivel

anterior. Es posible que, una vez que los conductores se daban cuenta de

que el número de controles policiales no era muy elevado, v'¡lvían a

conducir bebidos conlo antes. Parece que la propaganda para conseguir

un mejor cumplimiento cle ia iey tiene ei'ectos disuasorio= solanlerrt'e si

.. u.o*pañada d.e un aumento real en el riesgo de ser ci.¿-'cubierto, eS

decir, al aumentar Ia certeza del castigo (Ross, 19?3, citado en Andenacs'

1974; Zinrring, 1973)-

Existen también estudios experimentales sobre córn.-¡ la disuasión

controla la conducta en la r"j.da diaria. Un buen ejen'lplo es el estudio de

Tittle y R,:rve (19?3). Aconrp:tñaron sus cl¿ises de sociolola con un test

se¡r¡anal para evalua¡ ios conoci¡rie¡rtos cie los alum'n'-'s' Lil profesor

cleclaró, clespuós de ha,l:er explrcado las t'esi:uestas cLrl':ect'as, que se

fie.baclelosesturiianles,a:Íquceilosntisi'tios podríancelc-riarsusnotas'

DeSpi-té,,de cuabrO Se¡lliin:-lS ieS ¡-ecOrdó Srt cOtlfi¿lnZa ei":'' ironradez de

Page 24: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

- V. G¡rRri,tDO, p. STANGELT-\D, S. REDO\IL)

It,¡*nor, -v que ellos tenían una obligación érica de evaruar sr-rsItados correctamente. A-ra séptirna semana, el profesor expricó quea recibido quejas sobre fraudes y que, por eso, iendría que rearizar; ccrnprohaciones aleatorias para verificar ias autoevaluaciones.r,g de la realizar el oitavo y últrrno test, ut p.oru.or manifestó que lascrobaciones habían re'eiad.o un caso de fraude y q'e iba a tomaridas cor¡tra el culpable.n realidad, rl profesor. había evaluado todos los tests antes cJeIverk-'s a los estudiantes para la autoevaruu.ión. Los fraudes eranralizacios' Solame¡rte 5 de 107 alumnos se autoevaluaron cr¡rrecta-Le e' todas la.s ocasio¡res. El exhorio a ra honr ad.ez y a ra ética noa tenido muchos eÍbctos. La ame¡raza de realizar comprobaciones:orias redujo fuertemente el número de fraudes. y ra declaración detrabía identificado a un alumno deshonesto reforzó esre efenás, se ol¡.servó quc la"s chicas eran rná.s susceptibres u rn o,rr"Jll;os chicos, y que los arr.rm.os con malas notas, -¿, .r"."rJi"a* a_buena nota en esta asignatura, estaban más di_spuestos a correr el;o y seguir fal-sificando sus resultados.estos estudic.s de "iaborat'rio,'se unen clatos de encuestas, ciondeFreguntatlo a jóvenes sobre cónro evalúan el riesgo de -ser cletenidosnetier¿rn un d':lito concrbLo (resumido en Zimdrg, 1g?B: 102_r03).It'a que los jóvenes que no han cometido delitos son más ,.pesimis-calcula* urr riesgo m¿is elevado de detención que los jóvenes conri¿¡ncia delictiva. Los delincrientes son más *optimistas,", y ven elo de detecciór) conlo bajo. Resurta que los "optimistaso en e.si.Aón son ios "realistas". Los derincuentes, basándose en experienciasias' aciertan más en calcurar las cifras reares de esclarecimientoial de delitos. Exrsten también estudi,rs ds sempo, basados en elrcto diario con pandillas de delincuentes. El estudio de Nlarryl¿r, 198lb) de u' barrio nrarginado concluy* fu. ros derincuentes;uales son muy pragmáticos. Analizan, po,

"iuiloio, muy cletenida_

'e el lugar antes de cometer un tirón. Pr efieren -.itios conocidos co¡rs vías de escape. Dist,inguen entre aqr-rellos vecl=os que, si re_s'en,leme¡rte llamen a.ra policía y aquellos otros que probablemente no:án- Lo que verdaderanrentsles di*s¿q¿. ", ul r.i._.3o real dei casrlgo.

I prcbable que los que cometen clelitos contra Ia cropiedad o contra;uridad via[ calculen más racionalmente ios rie-.:cs de su acción que:e conreten delitos viole.tos o sexuales. En uio rnvestigación dey t 19901 se cbserva que ra gran r'avoría de l.s ..-:rladores entrer-is_no se habían planrea,lc ia posibilidad de ser- ...i-:iisaclos.

Page 25: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EL DOLITO COillo EI,ECCI.O\ 19i

Los estudios sobre la disuasión Qr:e clocumentan su eficacia se han

centrado exclusivamente sobre un aspecto que sí que parece resultarefecLivo: la certeza o la probabilidad de que el delito se¿l conociclo y el

delincrrente sea detenido.

Sin embargo, no ocurre lo mismo con los estr:Cios que investigan la

severidad cle la reacción penal. En Filadelfia, Schrvartz (1968) estudió ei

efecbo que había producido una nlreva ley sobre agresiones sexuales,

más severa qLre la anterior, impiantada tras el escándalo y la alarma

social suscitaclos por la noticia cie ia violación de tres mujeres de Ia

misma familia en dicha ciudacl. Los efectos de esta nueva ley sobre el

número de violaciones fueron nulos, lo ctral indica que los resultados

empíricos no avalan que el incrernento de la dureza de las penas sea un

elemento efrcaz por sí mismo en la lucha contra la delincuencia, si no se

mejora paralelamente ia eficacia policial.

En el caso de delitos económicos y ccntra el rnedio ambiente, el

presunto autor del delito parece calcular costes y beneficios de un modo

más racional que en otros delitos. Rraithwaite (1993) concluye que el

riesgo cle detección influye en la conducta de las corporaciones y

ernpre-{¿ts estudiadas y Qü€, además, los infractores conocen las penas a

que se arriesgan. Mientras que la amenaza de mr-rlia no parece ser muy

útil, lu posibilidad de ir a prisión parece tener un mayor efecto disuaso-

rio.

5.4.3. ¿Tiene Ia pena de muerte efectos disuasoríos?

En Estados Unidos, en algunos de cuyos estados se aplica la pena de

muerte', se han efectuad.o diversos estudios en torno a Ia efectividad

disuasoria d,e esta pena. Para ello, los investigadores han comparado

estados que aplican la pena de n'ruerte con otros que no la contelnplan,

con ia finalidad de evaluar si la delincuencia violenta en los pritnero:t es

menos grave que en los segundos. Otra metodología trtilizada en

Norteamérica ha sidr.r la de comparar la tasa de asesinatos antes y

ciespués de la abolición de la pena de muerte en aquelios estados que ia

han sr,rprirnido. [,os resultacios de estas invesbigaciotres norteamerica-

nas no han co¡firmado la predicción teórica de la disuasión: que exist,a

o no pen¿r de muerte no parece tener et-ecto alguno sotrre las tasas de

honticidios (Aliers, 1997; Ilnrberet, 199?).

En Esparla. aunque no existe ninguna investigación específic¿r sobre

It-r:i efectos clisuasorios cle la pena de rntterte -abolida en 1978-

Page 26: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

98 V. CARRII]O, P. STANGEL\}.ID, S. REDONDO

)odemos obtener conclusiones semejantes a las norteanericanas, a¡a-rtir de Ia comparación entr-e la situ.ación previa y poster"ior a sutbolición' Cuandr: estaba vigente la pena capital, durante la clictatiuraianquista, la tasa de horniciclios. no era sustancialmente inferior a larxistente en la actualidad. tIn caso paracligmático es el terrorismo. cuyalvolución, banto e' España como en otros países, no parece tener'elación alguna con la apiicación de la pena de^muerte a los terroristas.trste tipo de castigos puerien servir inciuso de aliciente a determinaclos:ipos de criminales, que de este modo se ven convertidcs en *már{.ires'.

Tres integristas egipcios nen al conocer su sentencia de muerte. ¡AIá es grande! Es dudoso que lrr¡re na de muert'e tenga un eiccto disuasorio en personas que buscan precisanrente el ma¡.tirio.

5.4.4. DisuasUn infory;n! d.el sistema. punitivo

Con la expresión disuasión informr:/ se ha clesignado todas aqueli.ssanciones sociales, y¿l sean reaies o a.ticipadas, que van aparejacias alhecho cle cometer ttn delito y cle sufi'ir sus .urr...rruncias jurídicas, y quet'ambitin pueden tener ef-ectos pre,.,s¡¡lros sobre el ,ámpor.tanrie'todelicti'u'o (¿\kers, 1ggr l. Así, el encarcelamiento, que es una pena formai,puede producir ot'lr; corsecuencias, como la pérdida del empreo, laseparación cle ia p:rreia o el rr:cirazo por parte cie ios hijcs o de los amigos.Se trat¿r de coll.tecr:cncias sociaies vincrrlaclas al delito que, aurque no

Page 27: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EL DELTTO COiltO ELECCiON r99

están previstas legalmente. t;rmbién pueden tener un efecto disuasono'

Seguramente, muchas personas preferirían ir a la cárcel y que no se

enterara nadie a que suáelito se conociera aunque no fueran a ia cárcel.

-.. Dive-tgas investigaciones ban demostrado que las sanciones informa-

les que s€ á.s,rci?n ál castigo formal tienen en muchos casos un efecto

disuasorio superior al de la^. sanciones formales (Barberet, L997)- Ahora

bien, pese a que esto fuera verdad, iqtrerna ello decir que tales consecuen-

.i"" i.,formales av¿¡lan la teoría *]e1!-tqartóa? L4¡g¡pnesfae;lrq' Según

ha punt*alizado ÑXffg}it-*irj-ltíoá¡"ttdico penal -y la teoría clásica

"., fu que se sustenta- asigna penas a ciertas conductas' pero no conLempla

ningun tipo de consecuencia-. informales. Si hubiera sanciones informales

q,r" trrl iur.r, efectos disuasorios, ello no confi'rmaría la teoría de la

disuasión, porque la pregunta sigue siendo si las consecuencias formales

-castigo y penas- disuaitn o no disuaden en sí mismas.

De todo Io dicho y a partir de los datos de que disponemos' se

desprende que la teoria de }a disuasión -tal y como la pone en práctica

el sistema penal- no se conhnna, especialmente en lo referente a la

prevención especial, o sea. a aquella pretensión disusasoria que se dirige

sob.e los delincuentes. Algo distinto podría ser el caso de la prevención

general, donde los resultados siugieren que Ia mayor probabilidad de

áetección policial es un elemento importante en la prevención de los

delitos. Los delincuentes contemplan más la probabilidad de ser descu-

biertos que la pena que futuramente puede recaer sobre ellos' La

riuracióny la dureza d" t¿-: penas probablemente tienen escasa influen-

cia sobre la disuasión delictiva.

5.5. TEORÍA DE Lq.S ACTryIDADES RUTII'IARIAS

Una moderna perspei:iva teórica de carácter situacional que ha sido

vinculada tanrbién al pla:rteamiento general de la eleccióp y la disuasión

es la llamada teoría di ii'-, actiuídodes ruttnarias,de Lawrence B' Cohen

y iVlarcus Felson (19?9. Sin embargo. rio s€ trata meramente de una

nlleva versión de la pe:'-'pectiva clásrca sino más bien de ur¡a nueva

conceptLralizació¡ cief d,=lrto O partir de ele¡nentos de oportunidad y de

ausencia de eflcaces cr:.iroles (tanto de carácter for¡n¡rl -la policíir-coltto iniormal, relatir'-. .r lA propia ar,rtoprotección). T'ambién conocicia

colno t¿t¡ria de la op¡-)t. 'ri,ir¡i/ (Co]ren e¡ al', 1981i' ha sido una de las

Page 28: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

,00 " v. cARRIDo, p. srAr\cELlND, s. REDoNDo

onstrucciones teóricas más citadas en criminoiogía a lo largo de los-ltimos años. Inicialmente la teoria fue formurada en un artÍcuroitulado social change and, crime Rate Tren,Js: A Routine Actiuitvpproach (cambio .sociol y tasas de criminalid.ad.: la teoría-;;;;ctiuidades rutinariqs) (cohen y Felson, lgrg), en el que basaremosuestra exposición.

Í.a""jr'

; <1.i,': f {

i.:¡. r'1

arcus Felson es catedrálico dc criminologÍa de la universidad tre Rutgers. Es el impulsor de la'rspectiva situacional y del estud.io de la ielación entre activiJades rutinarias v derito.

,5.1- Mejorar las condiciones d,e uid,a no recluce la clelin-cuenaia

Cohen y Felsnn comienzan constatanrlo que durante las úrltirnastt1Í1t se ha proclucido una petracioja sociológica impor.tante: las¡ndicjones económicas ¡'' ce bienestal han mejoracio sustanciaIrnente.v,n embargo. la deJincr-lencia no sóLr no ha disr'irruido sino que ha

Page 29: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EL DELITO COI\{O ELIiCCION 201

aumentado espectacularmente. Estos autore.s consideran que la mejorade las condiciones de vida de la genbe (eliminación de la pobreza yaumento de la escolarización y del empieo) constituye un objetivopolítico en sí mismo, pero que la relación entre tales condiciones de viday la delincuencia no es directa.

5.5.2. Los cantbios en lro.s activiclades rutinarias incremen-tan las aportunidades par& eI delito

En las sociedades modernas se están produciendo cambios importan-tes en las ocfiu idades rutinaria.s de la vida diaria, entre las que se

cuentan lcs permanentes desplazamientos de un lugar a otro y elaumento del tiempo que se pasa fuera de casa respecto a otras épocas.

También han carnbiado las actividades rutinarias que tienen que ver con

el movimiento de propiedades, que ha aumentado considerablemente.Tal es el caso del dinero, que es objeto de continuas transacciones, de

pagos, de ingresos y de reintegros bancarios. Se mueven también laspropiedades visibies y materiales: los coches, los artículos de consumo,

etc. La sociedad es un magnífico escaparate. Cada vez liay más objetosy más oportunidades para delinquir, lo que incrementa las tendenciasa que se produzcan actividades predatorias, agresivas o delictivas en lacomunidad, especialmente aquéllas que se dan en el contacto directoentre delincuentes y víctimas. Aumentan las posibilidades de contactodirecto entre personas, ya que haymuchas personas en lugares públicos.Existe, en detiniLiva, una interdependencia entre las actividades rutina-rias no delictivas

-rnovimientos bancarios, movimientos de propieda-

des, desplazamientos de las personas y salidas por la noche- y lasactividades y rutinas de los propios delincuentes (ver cuadro 5.3).

La esencia de la teoría de Ias actividades rr-rtinarias de Cohen y Felson

intenta responder a una pregunta implíciba: ¿de qué forma la organiza-ción espacio-ternporal de las actividades sociales en la vida modernafavorece que las personas con inciinaciones deliitivas pasen a la acción?

Los aulores afirman que los cambios estructurales propios de la vidamoderna en lo relativo a las acLividades rutinarias de las personas

incrementan las tasas de crirninalidad. Esta transformación la hemos

observado en los países modernos que favorecen el desarrollo econórnico

y' el empleo, el trabajo fuera de casa y el bienestar general. Estos cambios

y mejoras han propiciado un aumento paraleio de las posibilidades para

delinquir

Page 30: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

202 V. GARRIDO. P. ST.\NG[[,:r.\D S I¿EI)C|{DO

5'5.3. r'u cont''l,uencia cre derinc¿rerltes, uíctirna.s y 6¡userac¿acle controles

Cohen y Felson expiican este aur,.rento cie la dellncuencia nediante laconvergenci.a en el espacio y en el tiempo cie tres eiernenLosinterdependie¡rtes (ver esquerna dc la teoría e¡r el cuadro 5.J):

Cu'r¡no 5'3' Te<¡ría de las ¿¡ctivicl¿rcles rutinariasy'de Ia oportunidad

Fuente" el¿iborac!ón propia a partir cie L.E. cohen y II. Felson ( lgTg). social change anci Crime RaLeT¡ends A Routine Acti-r'ityApproach. Americansoc:i,ir.,gjca/ Reuiet¡¡,4.1, 5gg-60g.

1) l'a existenciade deli¡rcuentes motit,aclo.s para el cleiito. Los cielin-cuentes deben haber aprendiclo, aclemá.s, las habilidades apropiaclaspara dciinquir.

, ^3,t;-" presencia de obietíuos o uíctimos apropiad.os..visibles, descuicla-dos, ciescontroiados.

3) La ausert'c¿a-de efir:ctces prr,ttt:cto¡'e.s. Los irulores se refiere¡ aqtrÍ no.ilo,,ni principalrnente, a la poiicía (Felson, 1gg4), sino ¿r cualqtrier.ciudad¿rno capaz de protegersel I -*í misnlo, cle proteger a ot¡os o deproteger las propiededes {ternto propias conro "¡*rror).

poclenros serefic¿rce-* protectores rtosot.os nrisrr,os, .Lres[rcs fanriliares .y anr]gos,ci*daci¿-r*os desco'ocidos -l' tanrbién guai-.Jas ju.adi_is c poricías.si estos tres elementos co'fluven en el espacio v en el tiernpo se

^trrodltctrá un au¡nenio cle l¡rs tases clt: crulrir,eUcin.i con inclepeircencil

Page 31: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EL DELITO C.))i(J El-l'l(,-rliLrN 203

de qlie aumenlen o disminuyan ias condiciones sociales (pobrez:a,

desempleo, etc.) que podrian motivar a rnás genfe para delinquir.

5.5.4. Deriuaciones aplicadus

Desde una perspectiva aplicada esta teoría se traduce en dos predic-ciones teóricas acerca de Ia conducta delictiva:

a) La ausencia de uno sclo de los elernento.s mencionados es sultcientepara prevenir la comisión de un delito: si no existe un delincuentemotivado, un objeto o una víctima propicia, o está presente el oportunocontrol, se elimina la posibilidad del delito.

b) Se¿su contrarío, la convergencia de estos tres eiementos produce

un aumento de las tasas de criminalidad.

Si Ia teoría de las octiuídsdes ruti.norias fuera verdaderamenteválida, deberían observ'arse una serie de electos de las actividadesrutinarias que llevan a cabo las personas sobre las tasas de crirninali-riad. El primero sería que las actividades rutinarias que tienen lugar en

la familia o cerca de eila, o bien denbro de los grupos primarios, deberíansuponer un menor riesgo de victimación debido a la ausencia de clelin-

cuentes motivados para el delito y a Ia presencia de eficaces protectores.El segundo, que si las pr,rpiedades o personas se hallasen ubicarlos en

lugares visibles o accesibles, aumenlaría el ricsgo de victirnación.

Cohen y Felson ponen especial énfasis aplicado en el último elementoteórico, el del control preventivo. Es evidente que será muy dificilcambiar el segundo elemento teórico, es decir evitar la existencia de

víctimas propicias y de objetos de valor en la sociedad. Por eso afirmanque en la medida que se reduce el control ejercido por las personas sobre

sí mismas o sobre sus propiedades, se produce un aumento de lacrirninalidad.

5.5.5. Lo. ecología de las actiuiducles rutinarias

En síniesis, Cohen v Felson establecen que la probabilidacl de

cielincuencia es igual a Lrn¿l función rnLrltiplicativa de la existencia cle

cleirncr-rentes motivados. ia presencia de i'íctiuras upropiadas y ia ausen-

cia de eficaces protectores (véase cuaciro 5.3). l,a aclividad delictivatit lie. cic. ',-'si.e ntocio. Lr:..i n:lturalel;i eccl,tgica, de interacción de elemen-

Page 32: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

204 \I. GARRIDO, P. ST.\\GELAND, S. RL'DONI](]

tos en el espacio-tiempo, rina interdepenclenci¿r entre Celincuentes yvíctimas. Activi.Jecies ilegales co¡no el asalto a una farmacia, u. ,rrrogasolinel-¿l o a un banco -se nutren cie otras activid¿rcles legak:ri: laexistencia de farmacias de ¿:uarciia por las noche.s, o la existen,:ia rje:banco's o de gasclineras. 'fambien juega un papel decisivo en ia delin-cuencia la estructura espacial y temporal cle las actividacles le¡.:itlesrtrtinarias. Por ejemplo, influye sobre ia menor o ma-vor probabiliclaii deque se produzcan concretas acciones deiictivas por la ntche la nraner¿rcolno las farrnacias expenden los medicamentos, o los ¡necanismosutilizados por las gasoliner¿rs para el cobro a los clientes. En clefinitiva,la estructura de las actividades rutin¿rrias legales determina cómo seorganiza el delito en la sociedad y cuáles son los lugares donde se prociucecon mayor frecuencia.

Dos son las principaies vías de influencia d,e l¿rs actividades rutina-rias sobre la criminalidad:

a) Las octíuidades rutinctrlos faciiitan a los delincuentes nreclios másefectivos para delinquir. La organización social actual, marclda por latecnología moderna

-orclenadores, automóvires, eLc.__ influye sobre iosmedios soñsticados de que disponen los deiincuentes pui^ cometerdelitos. Fls verrlad qr-re la tecnologÍa tarnl-.ién puede servir para evit¡rr eldelito (por e¡emplo, mediante alarnras y cámaras), pero parece que losdelincuentes generalmente llevan ia delantera en cuanto a innov¿rcióntecnológica se rel=rere (véase más adelante el capítuio 20 sobre delincuen-cia organizada).

b) Las actividades rutinarias ofrecen nuevos objetivos y nuevasvíctimas. Es evidente que si en vez cle permanecer en casa, como hacíannuestros abueios y abuelas, salimos por la nocir*: con mayor frecuencia,tenemos más posibilidades de que nos atra,;u€n o nos agreclan. Felsony Cohen entienden por objetivos o víctimas apropiados aquéllos qr-retienen un elevado valo'material (joyas, un banco, un coche) o si¡nbólic,r(por ejemplo, una violación por razones distintas a la ¡nera satisfacciónsexual, o ei asesin¿rto de un personaje fanroso). También son apropiaclosaquellos oblei.,ivos visibles y accesibles: esr-:aparates no pr.otegilos o muyiiamativos, que prese.t.n el lujo proir de los más puáientes, tl..contraposrción con lrr imposibilidacl rle aigLinas personas cle accecler a sLlconsumo. Son víctirnas apropiadas o ¿rtractivas aquellas que lror suocupación profesional

-el vigilante nocturno de un ripar.camiento o urrtaxista- o por su descuido personal -qe ven rnás expuestas ai cielito.

Otro factor que afect¿r a lir existencia cie víctimas propicias es larlovilidad. Cada día ptrsenros much¿r.s hor'¿rs tirera clc. nuestr-o.s contextos

Page 33: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

205EL DEI,ITO CO}IO ELECCION

fanriliares, en compañía d.e extraños. Por supuesto que no todos son

delincuenles, pero .ubu la posibilidacl de que aigunos de ellos lo sean'

Aclemás, las personas Se Separan cotidianarnente de s'-rs propiedacies

más vaiiosas --su casa o su cochs- que de este modo se convierten en

posibles ob.jetos del delito'

Felson y cohen sostienen qr-re el-nivel de criminalidad no está

vinctiiado sistenrática y única¡nánte a las condiciones económicas cle ia

socieciad. l)e esta manera, la paradoja que procluce ia mejora de las

condiciones cle vicla ir nl otl*"ttto paralelo de la delincuencia es sólo

aparente. Las *ujoru, sociales y ..onórnicas de una sociedad pueclen

efectivan-,ente disrninuir ia delincuencia, aunque sóio la deiincuencia de

subsistencia, que constituye una mínima parte de ia delinctlencia de

contaclo. Es posible que estas nrejoras en las condicicnes de vida alteren

los objetivos clel ."rto cie la d"lir,.""ncia, pero no tienen per se la

capacidad de reducirl¿r'

werti.e ei iántto de las ciudades y los lugares de atracciÓn

,,,[l,llTii";ill; propicias pu* unl'Ñ; ,atJ,o qu.1,u.u iu agorio ál

socaire cie la candiinz con la que se conlportan muchas personas' Se trata

de delincuentes que utilizan dos modaliáades concretas para 9on¡eSuir

el

dinero ajeno: la támpa de la mancha *:n el vestido y la rueda pinchada' La

.jefatura de policía cle Barcelona advierte de que estas maneras de robar se

ceban en las personas que se mueven por el centro de Barcelona y en lrrs

tt¡ristas.

se trata de dos clelitcs que no son nuevos, y sólo el año pasado las

estadísticas cle ta policía refiejan 209 clenuncias en Barcelona motivadas

por estos tipos áe ,obo. Aunciue las víctimas propiciatorias de estas

acciones sttelen ser extrarijeros ccn toda la apariencia exterior de turistas'

t¿rmbián los nacionales caen en las trampas que ies ponen los rateros' Un

ex¡;erto irrSpeCtor señala COn :iocarronería: "Los rraciOnales piensan que

estas cosas sirio pasan a ios turistas en las autopisias' y el dia en que un

clistraído paseante. c()mo pof tlasllaliclad, les mancha con su helado y

an.iabl¿rnente les ayuda a iii¡piarse. no desccnfian' Sólo despttés' cuando

descubren qr-re les han robaclo ia cartera, recapacitan y descubren la treta" '

Page 34: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

206 \'. C.\RRIDO, P. ST.\NGOLL\D, S. REI]ONDO

"Por tanto, cuando un amable ciudadano nos adüerta de una manchao, directamente, nos manch. y, aclemás, pretenda limpiarnos, clesconfie-nrrJs", señala la policía

'fambiél h1v que desconfiar cuando algún peatón ncs adviertc cle quenrrestro coche llerra,unl ruerJa pinchada o

"Ihu hu*o E ¿i* tr-;;;*" q;;

3l c;nf uctgr o cóndr:ctora pa;á ; l";;;h ; ; ;;i;; co* probur ár cre spé.rfec:

to. En ese Ínórnénto'descubrirá qüe unas nariós hábires ; "oi;ñ"f;; b,objetos de valor -_-el bolso en el iaso de las concluctoras- depositados enlos asientos. Para salir indemne de una situación parecicra, h ;;ú.i;aconseja, en primer lugar, no dejar ningún objeto d";l"r;ü *.,u en el

il:Tr del coche; en sesundo -rugar,

lln*, punriot ü; ü;;;; de ras

.pYerias, v elJercer lugar, no abandonar e! vahículo y tircula, u,,o, metrospára compióbar sílá ahrma ei fáisa.'.-. . , --. :.,: ,.;,í,;,;;.;,:t¡.t"::l;;;:1'{:r' : ..' ':

5.5. 6. Eualuación empírica

Las investigaciones quc se ha desarrollado sobre la /eo,- ía d.e iasactiuidades rutinarias han analizado ios lugales donde.se procluce¡ losdelitos y las características f el comportÁiento de las víctimas. Supi-incipal conclusión resultzr, sin embargo, bastante obvia: pasar mástiempo fuera de casa aumenta 1a probabitidaa de ser víctinra cle un delitoa manos de desconocidos, tal y como anticipa ra teoría.

Sherman et al' (1989) se han referido a la exrstencia en las ciudadesde l-ugrtres o espacios calientes a d.e alto riesgo (hotspoüs) para los delitos,en los cuales acontecen el rnayor número de acciones delictivas dentrode la ciudad' En un estudio realizado en ia ciudad de lllinneapolis seenconLró que el 50vo de las llamadas de denuncia a la policía procedíande tan sólo el 37o de los espacios urbanos, a la vez que los robos violentosse concentraban en el IJ,6vo del conjunto la ciudai (sherman, Gartin.vBuerger, 1989: 27-55).lJe acuerdo con una investigación de iVikstromsobre 1a ciuCad de Estocol¡no (Tonryy Farrington, 1gg5:429_468) el47%tde los asaltos callejeros se producían en el J% d,elas calles del centro dela ciudad' y en el llistrito ce.trai de Negocios, pese a que éste ocupaba-"olamente el 17o clel espacio urbano, tu.,i" trgu. el BITo clel rotal de losdeirtos. En Ia investigación española, sabate-y eragay en s¡s diver_sosestudio^s sobre la victirnación en Barcelona (ráor", por ejern¡:lo, sabaté1

Ara gay, 1 995, 1 997 ) ha n corrs tatado qr-re I as m ayores tasas de victimaciónrleiictiva se proclucen en los barrios centrales de la ciuclacl, en los .rue

Page 35: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

EI, I)F]LITO CO}IO F,LEC(]ION 20;

tienen un nayor. nivei de rent¿r y en aquéllos nlenos protepdos (por

ejemplo, es mrlyor el número de delitos contra los vehículos en barrios

dond.e es menor Ia prop-''orción de paridngsl' Las agresiones contr¿r la

seguridad, personal ie ubican prioritariamente en los distritos centrales

de la ciud.ad, que parecen ofrecer a los d'elincuentes un rnayor anonimato

a la vez q,ru rrr.""!iomeración cle víctinras polenciaies (Sabaté y Ara$ay'

1997).

Akers(199?)haefecLuad.clunaSeveracríticaalateoríadelasactividirdes rutinarias rrebido a su inclef-rnición der concepto cle "delin-

cuentes nrotivados". ¿Qué son o quiénes son.los delincuentes rnotivados?

¿Toclas ia personu, "itár, nrotivadas para el <ieiito'i O, ¿en qué momento

está presen[e en Lrn determinado lugar un deiincuente motivado? ¿Que

caracferísticas tiene? Para Akers ifggZl la teoría de los actiuídades

rtúínarias, más que una teoría de la delincuencia, es una t'eoría de ia

victimación: no explica por qué algunas personas están motivadas p¿rra

delinqurr y por qué cometen cieiitás. La teoría asume, como premisa de

partid.a, q,r" "*irten individ.uos motivados para el delito, pero no se

expiica esta realidad. NIás bien la teoría habla de las características que

tienen aquellas personas o lugares clonde. se llevan a cabo los delitos'

Adernás, segú^ ikur. (199?), es cie senticlo- cotnún que ia gente que

menos se exporle tiene nlenos posibilidades d'e ser víctima de un delito'

y que se nos recuerde esta obviedaci no aporta nada nuevo'

uno de los elernentos más positivos en favor de la teoría de }as

activiad,es rutinarias es ,o "or.".ta formulación: elabora una serie de

proposiciones clararnenle definidas y Ias vincula lógicamente entre sí'

Por tanto, tbrmalmente se trata de '-ina

teoría bien construida' aunque

existen serias dudas sobre su ca.pacid.acl explicativa del fenónreno

delictivo. Apelancio al viejo .uf.u.,uro castellano' podrían ser aplicadas

a 1a teorí¿r de las activiáades rutinarias dos sabias sentencias que'

perrnítanos el lector la frivolidacl, resumirí¡rn en cierto modo la teorÍa:

respecto clel cieiincuente, "la ocasión hace al ladrón'; respecto de las

víctimas, "qLtien evit¿r la oc¿rsión' evila el peligro"'

Page 36: Complementario_Ppios Criminología (Garrido, 2001, Cáp 5_El Delito Como Elección)

208 V J.\RRIDO. P. STA.\GELL\D, S. REDO¡¡DO

PRINC¡PIOS CRIHINOLóG¡COS t)FRIYADOS

Teorías de la eiecctón roctoncl:| ' Pnnapo de uuiidcd espe rcdo'. el componamienco humano, incluida el oeiiccivo. dcpende de las expecrarivasque t¡enen los indivicuos sobre los beneficros y cosces (canro macerraies como psicológrcos) gue puedenobtener por diferentes conduct¡s.2' El obiecivo le la leyes Denrles es disua'dír a los ciudad¡nos Je come¡er delicos, cünlrarresuntJo lcs p.sible:beneficios d+¡l deliro rnedianre casrigos o penas.3' /n¡nediotez y certeza deio penos: la efecuvíáad de hs penas paru controlar el deliro es una función <Jjrecüde su grado de inaredi¿cez y certera, por encrma de su nivel de severir,r;d o dureza.4' Las ieyes deberían prevenir umbién ros deritos. además de apricrnoo cas[¡grrs a ros infracrores,recompensando las buenas acciones de los ciudadanos.T¿orla :te los odividodes rutnorrcs:5' Lr prcbabilidad de rjelincuencia es una función mul¡iolicaciva de la convergencia en el espacio-t'empo detres elementos: (i) delincuenies modvados para el deliro, (2) vicrimas y obierivos apropiad;:s, y (3)ausencia de efic;ces Frolectores.ó' Él incremento del núnrero de objecos y Perscnas rlue pueden ser vícrimas del delito (,Jebido a su varor

- material o psicolÓgico. o a 5u especial exposición) produce un aumento cje las casas de delincuencra.7' La reducciÓn del control que las p".r"n., eiercen sobre sí mismss o sobre sus propiedades aumenra laprobabilidarl de sufrir un¡ .lcc¡ón delicciva-

8 ' P rincipto de interdeDendecio entre acty¡dodes ruina rias !íc¡tos e i!íc;tos:l¡ es tru ciu ra d e ias ¡crividar!es rutrn¡rraslícitas en una sociedad rjetermina la organizlción, ubicrcjón y frecuencia de las conductas rtícites que seproducen en ella-9' Las mejorrs socilles y económrcas que crenen lugar en la sociedad no [rene per se la c:pacrdad de reducirias c¡sas de deiincuencra.

CUESTIONES DE ESTUDIO

t.

1L.

J,

4.

¡Alguna ve¿ te te ha pasado por la cabeza realizar una acción ilegar (obvranrente, no t¡ene por qué ser unhcrnicidio)f ¡Cuáles fueron l¡s ra¿ones par! desisrirl¡Qué si¿nifica "piaccr" y "doror" en ra reorfa crásic¿ sobre ra derincuenciaf¿Qué métodos se han utiri¿ado para con-rprobar ras tecríes sobre ra trisr.¡¡siónisugrere un método para invescigar el efecro disu¡sori,¡ de la legislación contra las drogas.