Como Ser La Esposa de Un Ministro

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Contenido ~ 10 ~ Uno Dos Tres Cuatro Cinco Seis Siete Ocho Nueve Diez Once Doce Trece Catorce Quince Dieciséis Diecisiete Prefacio Introducción Lleva un Traje de Muchos Colores En la Abundancia y en la Escasez Que el Hogar Sea un Cielo Los Hijos de Pastores El Poderoso Dinero La Casa Pastoral: el Hotel del Pueblo El Ministerio de la Cocina El Simpático Oído Su Lugar en la Iglesia Su Lugar en la Comunidad Su vida Devocional Experimentos en Pequeños Grupos Tristeza, Necesidad, Enfermedad u Otras Adversidades Compartiendo con Otros Trabajos y Ocios La Risa es la Mejor Medicina Traslado a una Nueva Congregación Puesta de Sol 9 11 13 15 20 24 27 31 36 40 45 49 50 54 58 63 66 69 73

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Consejos para la esposa del ministro

Transcript of Como Ser La Esposa de Un Ministro

Contenido

UnoDosTresCuatroCincoSeisSieteOchoNueveDiezOnceDoceTrece

CatorceQuinceDiecisisDiecisietePrefacioIntroduccinLleva un Traje de Muchos ColoresEn la Abundancia y en la EscasezQue el Hogar Sea un CieloLos Hijos de PastoresEl Poderoso DineroLa Casa Pastoral: el Hotel del PuebloEl Ministerio de la CocinaEl Simptico OdoSu Lugar en la IglesiaSu Lugar en la ComunidadSu vida DevocionalExperimentos en Pequeos GruposTristeza, Necesidad, Enfermedad u Otras AdversidadesCompartiendo con Otros Trabajos y OciosLa Risa es la Mejor MedicinaTraslado a una Nueva CongregacinPuesta de Sol91113152024273136404549505458

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PREFACIOESTE VALIOSO LIBRO dedicado a las esposas de pastores casi no necesita introduccin. Alice Taylor ha sido una excelente esposa de pastor lo mismo en iglesias de grandes ciudades que en pequeas y prsperas congregaciones.Puede, pues, brindarnos juiciosos consejos en cuanto a nuestras relaciones con el ministro, que es tambin esposo, y con los feligreses que servimos.Alice Taylor es persona distinguida en su propia esfera. Ha trabajado con todo xito como presidenta de las mujeres de la Iglesia Protestante Episcopal de la Dicesis de Albany (Estados Unidos) durante el tiempo que su esposo era el Rector de la Iglesia de San Pablo, en la ciudad de Albany.En el tiempo del rectorado de su esposo, en la Iglesia de San David, en Baltimore, Maryland, fund numerosos pequeos grupos de oracin, los que describe en uno de los mejores captulos de este libro.Alice Taylor representa en s misma el tipo de esposa de pastor que todas debiramos ser, pues no slo ayuda con todo tacto y cario a su esposo en el ministerio, sin usurpar de ningn modo sus funciones, sino que adems le complementa con los muchos dones que posee.Por ello, Dios ha podido usarla como instrumento creador de su amor y de su poder en las vidas de muchsimas personas, y como medio para organizar grupos de oracin que han ayudado a las mujeres de las iglesias. Su folleto Cmo iniciar el grupo de oracin ha circulado mucho. Alice Taylor es competente, tiene personalidad, es consagrada y humilde y est favorecida con muchos dones. Ojal que todas nosotras fusemos tan consagradas a la alta vocacin a la que somos llamadas las esposas de pastores.Las lectoras de este libro -estoy segura han de encontrarlo no slo interesante y entretenido, sino lleno de inspiracin.HELEN SMITH SHOEMAKER.INTRODUCCIN

LA JOVEN NOVIA o esposa de un estudiante de teologa, a punto de emprender llena de entusiasmo la carrera de esposa de pastor, se pregunta con una cierta aprensin: Qu tal me desenvolver?La esposa del ministro, en medio de la corriente de la vida, se para unos momentos para reflexionar: Cmo me estar desenvolviendo?. Y la esposa del pastor, que lleva ya muchos aos en el ministerio, y puede ver en el horizonte el fin de la jornada, inevitablemente piensa: Cmo me habr desenvuelto?. A estas mujeres se dirige principalmente este libro.Tambin se espera que muchos laicos puedan leerlo con atencin. Qu es lo que hay en el corazn y en la mente de la esposa de su ministro? Cmo es ella en realidad?Se espera tanto de ella! Se espera que la esposa de un ministro tenga la salud de una amazona y la consagracin de una Florencia Nightingale, la paciencia de un Job y el celo de una Carrie Nation, los pacficos pensamientos de un Gandhi y el espritu luchador de un guerrero, el encanto de una persona que comienza y la inteligencia de una persona de experiencia. Adems de esto, ha de vivir la vida en la pecera de un pez dorado, a sabiendas de que su nica responsabilidad es vigilar la conducta del pez dorado.Aunque rodeada de personas de diversas clases y condiciones, a menudo se siente completamente sola. Y lo est! No debiera nunca pedir disculpas por sus imperfecciones, sino pedir que la comprendan.ALICE J. TAYLOR.

1Lleva un Traje de Muchos Colores

QUIN es esta mujer que vive en la casa pastoral? Cul es su origen? Cules son sus estudios? Cmo es ella? Es muy diferente de las hermanas de su congregacin? Debe ser compadecida o envidiada? Se da realmente cuenta de que puede ayudar o destruir al hombre de Dios a quien ha unido su suerte? Qu se espera de ella?Quin es? Primeramente, ella es ella. En el curso de los aos tendr sueos, deseos, tensiones, fallos y tentaciones, pero debe hasta cierto punto labrarse su futuro sin perder nunca su propia personalidad ni su propia identidad.Cul es su origen? Proviene de diversos ambientes, quiz sea una enfermera, una maestra, una secretaria. Una de las ms excelentes esposas de pastor que conozco, fue modelo. Puede venir del campo, de una ciudad o de sus suburbios, o del extranjero. Puede haber sido educada en la iglesia, o acaso es hija de una familia que no tena por costumbre acudir a la iglesia. Puede haber estudiado o no. Algunas han tenido el privilegio de estudiar en algn seminario junto con sus esposos, pero la mayor parte emprenden esta nueva vida sin la debida preparacin. Tienen, pues, que prepararse para obtener el ttulo de esposa de pastor en la universidad de la experiencia. La mujer que tiene que abrirse paso por s misma en tan difcil tarea se entrega a ella de todo corazn y, sin duda alguna, se graduar con honores.Cmo es la esposa del pastor? Entrar a esta nueva vida con diversos intereses y talentos. Quizs le guste el arte, la msica, la decoracin. Hay que ayudarla a desarrollar esos dones no slo por la dimensin que stos darn a su vida, sino porque pudieran canalizarse para gloria de Dios. Ms de una iglesia se ve muchas veces adornada con hermosos lienzos y ornamentos en el altar, rematados con emblemas bordados, gracias a que la esposa del pastor de la misma dedica talento, amor y tiempo en tal labor.Ha de compadecerse uno de la mujer que vive en la casa pastoral? Nunca! Envidiada s! Nadie recibir mayor galardn! Cada vez que llega a una nueva congregacin la esperan buenos amigos. Vive en un hogar que, por lo general, la congregacin tiene en mucha estima.Pero nadie dir que es una vida fcil. Aunque ella tiene que ser ella en todo momento, la esposa de un pastor debe crecer y perfeccionarse, amoldndose a cada traslado. Se espera mucho de ella; no agradar a toda la congregacin, ni deber hacerlo. Muy al comienzo de su carrera, le ser evidente que su vida no la podr realizar por s sola. Deber buscar gua y ayuda en su Salvador, mediante la oracin y una entrega total a Dios.En muchos aspectos, ella es en s una paradoja. Con un sueldo notoriamente bajo, ha de vestirse con esmero y mantenerse atractiva. Debe vestirse con una modestia tal que no haga sentir mal a la ms pobre, pero sin rebajarse tanto que luzca mal ante la ms rica.Deber poder conversar con un alto dignatario si alguna vez se sienta a su lado en una comida de gala, y deber poder hacerlo con sencillez con cualquier persona de su vecindad. Aunque sea de carcter tmido, su cargo reclama que sea amable y sepa tomar la iniciativa.Ha de estar dispuesta a aceptar las responsabilidades, pero no hasta el extremo de ser dominante; debern gustarle las bromas, pero hasta un lmite. Habr de entrar en su nueva vida con profunda humildad, tanto ms cuanto que su marido, en la mayor parte de los casos, ser un hombre humilde que habr aprendido a depender de Dios. La esposa de pastor que comience su carrera demasiado segura de s misma, puede estar segura de su fracaso.

Seor: Te pedimos que ests con nosotros y nos guardes al emprender esta nueva tarea. Que ningn cambio ni suerte nos quite de Tu mano. Prospranos en nuestro camino y danos gracia para hacer siempre lo que te agrada. Amn.2En la Abundancia y en la Escasez

Yo, JORGE, declaro delante de Dios y en presencia de su Iglesia que te recibo a ti, Alicia, por mi legtima mujer, y prometo ser para ti un esposo amante y fiel, hasta que Dios se sirva separarnos por la muerte.Yo, Alicia, certifico delante de Dios y en presencia de su Iglesia, que te recibo a ti, Jorge, por mi legtimo marido, y prometo ser para ti una esposa amante, obediente y fiel, hasta que Dios se sirva separarnos por la muerte. [footnoteRef:1] [1: Estas promesas estn copiadas literalmente del Oficio de solemnizacin del Santo Matrimonio, contenido en la Liturgia o Libro de Oficios Divinos y Administracin de los Sacramentos y otros Ritos de la Iglesia Espaola Reformada Episcopal. N. de la T.]

El Ministro toma para s una esposa. Habr de estar oyendo pronunciar esta promesa delante del altar de Dios hasta que su ministerio llegue a su trmino, pero en ninguna ocasin tendr para l tanto significado como en el da de su propio matrimonio. Desde ese momento ya no estar solo en su ministerio; su esposa lo compartir. En el futuro le esperarn, como a todos, tristezas y alegras, abundancia y escasez, amarguras y satisfacciones, enfermedad y salud, pero todo ello no lo pasar solo, lo compartir junto con su esposa, pues a los que Dios ha unido, nadie los separe.Para el novio, es sagrada la promesa hecha en la ceremonia de su matrimonio, pero para la novia puede decirse que, en un cierto sentido, es a la vez su promesa de ordenacin. En ese momento, no slo est entregando su ser todo al hombre a quien ha elegido como compaero de su vida, sino que se est ofreciendo total e inequvocamente al Dios Todopoderoso para contribuir al avance de Su Reino. Este paso no debe tomarse imprudentemente ni con ligereza, sino discreta, prudente y sabiamente, en el temor de Dios.Desde el primer momento, deben reconocer los dos que han de dedicar un rato cada da juntos a la oracin. La familia que ora junta se mantiene unida, porque sin la ayuda de Dios poco podr realizarse. A la mayor parte de los matrimonios les es ms fcil hacerlo al fin de cada jornada. Por supuesto, cada uno de los cnyuges, o cada uno de los miembros de una familia, deber tener sus propios momentos de meditacin y oracin, pero la oracin conjunta, el culto familiar, es una costumbre tan sagrada que nunca debiera interrumpirse.Para la esposa de un ministro slo habr un capitn. No importa cuales puedan ser las cualidades que posea, debe siempre recordar que no es el nmero 1 en el hogar. Un ministro, muy simptico, pero ms bien algo egosta, me dijo una vez respecto de su novia:Ya le he dicho que tendr que contentarse con ser la cola del pjaro.Aunque lo dijo quizs demasiado claramente, tena razn. Es obvio que todas las decisiones referentes a la iglesia las deber tomar el ministro mismo. Muchas veces se me hacen preguntas como stas: No le parece que deberamos tener cuatro floreros en el altar, en lugar de dos?; No piensa que el nuevo ayudante debiera hablar ms fuerte? A tales preguntas no tengo ms que una contestacin: A quien tiene que decrselo es a mi esposo. l es el que dirige la iglesia; por lo tanto, es cosa suya y no ma. En todos los casos la esposa del ministro debe estar dispuesta a ocupar el segundo lugar, y debe sentirse orgullosa de ello.No necesita saber ella quin va a ver al esposo ni para qu. Esta es una leccin difcil para muchas mujeres, pero conviene que se aprenda desde el principio.Aunque se tenga que tener un dormitorio menos, el ministro necesita una habitacin en la casa pastoral que sea exclusivamente para l, y a la que ni la esposa ni los hijos tengan libre entrada. Esta habitacin debiera ser para l su propio cielo privado, con una mesa de trabajo, un telfono, un silln confortable, un espacio grande para libros, as como un letrero con la inscripcin No molestar. Toda la familia tiene que respetar el derecho del padre a no ser interrumpido en sus horas de estudio.Uno de los deberes ms difciles de las esposas de pastores es el de aprender que sus esposos se deben a sus congregaciones y que, por tanto, en determinados momentos han de saber prescindir de ellos. Al igual que las esposas de los mdicos, las esposas de ministros tienen que pasar horas enteras solas esperndoles. Habr lugares a donde ellas, no puedan acompaarles. A causa del carcter de su profesin, el pastor es confidente de muchas personas, incluidas mujeres atractivas. Las palabras dichas en confesin han de ser para l sagradas y nunca deben ser repetidas. Cuanto antes la esposa de pastor comprenda esto y lo acepte, tanto ms feliz ser, y tanto ms se aproximar a ser una esposa de pastor equilibrada.Slo recuerdo una ocasin en que de veras me sent molesta. Haba en nuestra congregacin una anciana ciega que apenas tena lo necesario para su sustento. A cada rato nos llamaba por telfono simplemente para charlar. La seora en cuya casa se hallaba hospedada comunic una vez a mi esposo que tendra que desalojarla de la lgubre habitacin que ocupaba, pues la buena mujer estaba llena de piojos. Como no vea, no se daba cuenta de que los tena. A no ser que hubiese alguien dispuesto a baarla, le dijo la duea de la casa, no deseaba que continuase viviendo all.Cul hubiera sido la reaccin de cualquier esposa, al or decir por telfono a su marido?No se ocupe. Yo me encargar de ir a baar a la seorita Fernndez.Pude convencer a mi marido de que estaba yendo un poco demasiado lejos en el cumplimiento de su deber, y que si alguien deba hacer un trabajo as, sera yo. Por fin encontramos una mejor solucin: una enfermera fue para realizar tal menester y, as, la seorita Fernndez pudo seguir viviendo en la misma casa, y presentarse el prximo domingo en la iglesia, limpia y desinfectada.En la vida de la esposa de pastor existen las horas de soledad, las esperas interminables y las comidas interrumpidas. Todo ello puede sobrellevarse adoptando actitudes que, en justas proporciones, pueden ser de valor incalculable al cambiar lo negativo de la vida en un gozo positivo producto de la abnegacin. No hay satisfaccin ms grande que poder una repetirse a s misma: Es maravilloso que l pueda ayudar a los que lo necesitan! Dios puso a esta porcin de su pueblo bajo nuestro cuidado. Les pertenecemos.Este pensamiento de que no nos pertenecemos a nosotros mismos, sino al pueblo de Dios, me vino de repente hace algunos aos. Al cumplirse nuestro dcimo aniversario en cierta congregacin, sta nos manifest su gratitud de manera tangible, entregndonos un substancioso donativo en metlico, que nos permitira pasar una semana de descanso en las Bermudas. Llevbamos slo veinticuatro horas en las Bermudas, cuando recibimos una llamada muy urgente. Una de nuestras feligresas tuvo una muerte trgica e inesperada y el esposo quera que estuvisemos junto a l.Ante una llamada, qu puede uno decir? De qu sirve el pastor que no corre a estar al lado del necesitado en sus horas de tristeza? Podramos disfrutar nuestra estancia en las Bermudas si nuestro deber y nuestro corazn estaban junto aquel hombre?Estas eran algunas de las reflexiones que nos hacamos mientras volbamos en el avin, de regreso.Luego, de forma milagrosa, el sacrificio se volvi privilegio, ya que la historia no termina aqu, puesto que nuestro afligido amigo, agradecido, nos proporcion un viaje a Florida algn tiempo despus.El cielo no siempre estar despejado. Habr problemas y discusiones. Esto es inevitable.A veces encontramos feligreses que nos hacen sufrir horriblemente. Que los impulsa? Muy a menudo las frustraciones en el hogar, los complejos de culpa o los mecanismos sicolgicos de defensa destinados a ocultar algn problema arraigado los convierten en individuos speros, horribles. Estas son las personas que ms necesitan una ayuda espiritual. Las ms desagradables generalmente necesitan ms amor.Pero por cada persona difcil en una congregacin, hay numerosos buenos creyentes, almas consagradas que estn ansiosas de manifestar de mltiples formas su amabilidad.Muchas veces nos hemos conmovido por el amor tan grande que muchas personas han testimoniado al pastor y a su familia, en momentos de desgracia. Y hasta que esto no se ha experimentado, ni siquiera se puede imaginar.Cuando nuestro hijo, que tena dos aos, (ahora es oficial de la Marina) contrajo poliomielitis, la congregacin entera se sinti embargada de dolor. No era nuestro hijo el que estaba enfermo, sino el de ellos. Y siempre tendremos presente que, debido a las oraciones de tantos creyentes. Dios quiso, de forma milagrosa, salvar a este hijo nuestro.

Dios eterno, creador y conservador del gnero humano, dador de toda gracia espiritual y autor de la vida eterna; enva tu bendicin sobre estos siervos tuyos, sobre este hombre y esta mujer que en tu nombre bendecimos; que viviendo en fiel unin puedan de veras cumplir y guardar el voto que se hicieron al entregarse el .anillo matrimonial; puedan vivir en perfecto amor y en paz, y puedan vivir conforme a tus leyes. En el nombre de Jesucristo, nuestro Seor, te lo pedimos. Amn.

3Que el Hogar Sea un CieloSi SE ENTRA en una gran cafetera, en cualquier ciudad, un da de entre semana, a primeras horas de la maana, ser difcil encontrar una mesa vaca. Todas las personas que all estn son transentes, se hallan de paso, esperando tomar un avin, un tren, un autobs, como a todos nos ha ocurrido algunas veces? Son estudiantes que no tienen facilidad de prepararse el desayuno en casa? O son solterones que toman el desayuno fuera de sus casas, meramente por comodidad, o por vicio? No, en general, son jvenes estudiantes, con sus libros amontonados debajo de las mesas, engullendo un ligero desayuno, antes de ir camino de la universidad.Qu cuadro ms extrao! Qu vergenza para nuestra sociedad! Dnde estn sus hogares? Sus padres? Por qu no estn sentados alrededor de una mesa, con sus familiares, atesorando no slo el alimento para la energa corporal, sino para la fuerza espiritual y emocional que proviene de la seguridad de una familia unida? Para nuestros antepasados, la verdadera estructura de la sociedad era edificada en el hogar, en la familia, en los grandes comedores, Ay!, hoy da hasta la oracin en familia est siendo una cosa del pasado. El divorcio y los flirteos juveniles se deben a menudo a que los padres no han estado en casa, lo suficiente pura poder hablar de sus problemas en consejo o reunin familiar.De algn modo debiera frenarse esta inclinacin a la decadencia del hogar. Los hogares pastorales tienen una buena oportunidad de demostrar lo que puede ser un hogar basado en Dios. Gsteles o no, viven como en una pecera y, a travs de ese globo de cristal, pueden mostrar al mundo una vida ejemplar de familia no perfecta, por supuesto, pero sana y feliz.Los pases comunistas por lo menos comprenden a cabalidad la importancia del hogar. Desde el principio dicen que la familia es un absurdo y tratan de desacreditarla como lo hacen respecto a la creencia en Dios. Dicen a sus mujeres: Tened hijos. Necesitamos ms obreros. Nosotros nos encargaremos de los gastos del alumbramiento y los cuidados posteriores. Os pagaremos bien para que tengis hijos. Id adelante, y tenedlos; y, despus, volved lo antes posible a vuestros trabajos.En algunos libros, y en varias revistas femeninas, se expresa un modo de pensar que, ciertamente, en nada ayuda a preservar La santificacin de los hogares. Dicen, ms o menos as: Mujeres, no seis tontas haciendo un trabajo no remunerado, siendo esclavas de vuestras casas y de vuestros hijos, malgastando vuestro tiempo cosiendo ropa. Sois demasiado inteligentes para perder vuestro tiempo en tareas tan triviales. Libertaos de vuestra esclavitud...Entonces, qu hace la esposa? Trata de encontrar un trabajo en una agencia de bienestar, ocupacin que reclama una buena educacin, que est de acuerdo con sus aptitudes. Y, cul es su labor? Tiene que entrevistar a hombres, mujeres y nios. Porqu muchos estn en problemas? Porque provienen de hogares destruidos, o de hogares donde las madres salen a trabajar. No es de extraar que estn llenos de inseguridad.Un gran porcentaje de esposas de ministros se han visto obligadas a buscar empleo. Para muchas de ellas, el empleo ms corriente, sin duda a causa del horario, es la enseanza en las escuelas. En bastantes casos, se trata de conseguir un salario suplementario para ahuyentar el lobo de la puerta. Con gratitud vemos que el pueblo empieza a despertar, a darse cuenta de que los ministros no pueden vivir con un salario demasiado bajo, y que sus mujeres no deberan trabajar para hacer frente a la necesidad que ello les plantea.No importa cul sea el salario que el esposo gane, siempre se necesitar ms. A la madre que dice que necesita un empleo para poder enviar sus hijos a una escuela privada, o para vivir un poco mejor, le rogamos que lo piense bien. Quizs, aunque pone su propia salud en peligro al quemar la vela por los dos lados, al fin de cuentas nunca puede llegar a ser ni buena ama de casa ni buena empleada. Quizs un da se d cuenta de que, luego de restar los gastos extras en que incurre al trabajar fuera, el salario extra que estaba ganando no era tan grande como le pareca al principio. En conclusin. La satisfaccin de estar con su propia familia, as como con su congregacin, debiera ser de ms peso que los sacrificios financieros que tenga que hacer.Los quehaceres ms aburridos de la casa pueden volverse experiencias agradables con un simple cambio de actitud o punto de vista. Es entonces, y slo entonces, cuando, en virtud de cierta mutacin maravillosa, el ama de casa se transforma en artfice del hogar.Se cuenta la historia de un hombre que visit unas canteras en Inglaterra. Se acerc a un obrero, y le pregunt qu estaba haciendo, y ste le contest lo siguiente:Sacando grandes trozos de piedra de la cantera.Cerca de all, otro obrero pareca estar labrando las piedras con su escoplo. Este mir al visitante, y con un resplandor en los ojos, le dijo:Estoy edificando una catedral.La prxima vez que tengas que realizar alguna tarea enojosa, dite: Estoy edificando un hogar!Adems de una gran dosis de amor, qu es lo que hace de una casa un hogar? El que sta sea el lugar donde la madre expresa su personalidad y donde el padre puede ponerse cabizbajo en su silla preferida, para relajarse y desprenderse de algunas de las preocupaciones del da; donde los nios pueden sentir seguridad y amor, y a donde pueden con confianza llevar a los amigos; donde se comparten las cosas buenas y los momentos tristes de la vida. No es necesario poseer una nutrida cuenta corriente en un banco para hacer agradable un hogar. Son los pequeos toques los que pueden despertar un cierto encanto: algunas flores en el comedor, o un rincn con algunos libros, completado con una lmpara, que invita a leer.La comida colocada de prisa y corriendo en la mesa de la cocina puede llegar a ser una costumbre degradante. Los nios deben aprender a vivir rodeados de cosas bonitas. Una de mis amigas me dijo una vez:Siempre usamos los mejores platos de porcelana y los cubiertos de plata, porque somos las mejores personas que conocemos.Otra, algo ms cnica, usaba sus mejores cubiertos de plata por una razn menos justificada: No quera guardarlos para la segunda esposa de su marido!Cada da, la madre est introduciendo ideales en las impresionables mentes de sus nios, y recuerdos que significarn mucho en aos futuros. Deberan ser recuerdos felices un hogar agradable en el que no slo se tena el sof para que se admirase, sino para sentarse encima, y donde la madre no era la esclava de la limpieza que no encontrase tiempo para besar el dedo lastimado del hijo. Quiz mi niito de cuatro aos expres su apreciacin cmo slo un nio puede hacerlo, cuando me agarr imperiosamente, y me dijo: T eres la mejor madre del mundo y nunca hueles mal!El ama de casa no es justa consigo misma si anda siempre desarreglada, con la cabeza tan cubierta de amoldadores que parece un ser de otro planeta. La esposa de pastor que descuida su apariencia no slo se hace dao sino que corteja al desastre, pues nunca puede saber quin se halla al otro lado de la puerta.Oh Dios, t que has santificado tanto matrimonio que lo has puesto como smbolo del desposorio espiritual entre Cristo y su Iglesia, mira misericordiosamente a estos tus siervos, para que puedan amarse, honrarse, cuidarse y vivir juntos en fidelidad y paciencia, en sabidura y verdadera santidad, de manera que su hogar sea un puerto de bendicin y de paz; en el nombre de Jesucristo nuestro Seor te lo rogamos. Amn.

4Los Hijos de PastoresNo es muy alentador para el Pastor el que la pequea Mara le manifieste que no ir ms a la escuela dominical, ni el que el instructor le diga que Juanito ha molestado ms que ningn otro nio en la clase bblica. Sin embargo, las estadsticas en muchos pases afirman que entre las personas que llegan a ser alguien en la vida hay ms hijos de clrigos que hijos de individuos de cualquier otra profesin. Si las estadsticas no mienten tendremos que reconocer que los hijos de pastores han aprendido a luchar contra la tempestad.Las comidas interrumpidas, las frecuentes ausencias del padre, las llamadas telefnicas y las del timbre de la puerta, a veces tan pesadas, la falta de tranquilidad, la cortesa y el ttulo de ser diferentes de los dems nios, son, quiz, los factores que contribuyen a crear sus caracteres. Todos los hijos de pastores se sienten molestos, en ocasiones, de observaciones tales como: No hubiramos esperado esto de ti; qu pensar tu padre?, y muchas parecidas .Nuestro hijo menor, ahora ya un hombre, que era muy vivo de nio, me dijo no hace mucho que todos los jvenes tienen que rebelarse en contra de algo cuando llegan a una cierta edad, y afirm:Yo tuve un motivo especial: El de ser hijo de pastor!.La madre de estos candidatos a ser alguien en la vida debe tratar de hacerles la vida lo ms normal posible. Desde sus primeros momentos conscientes han de darse cuenta de que tienen ciertas responsabilidades que otros nios no tienen. Desde muy pronto han de aprender las reglas de comportamiento social, cmo saludar amablemente a los miembros de la iglesia, cmo tomar recados, cmo actuar en casos de necesidad o de urgencia. Sus acciones repercutirn sobre sus padres, aunque ellos no deseen que sea as.El problema de las escabullidas para no asistir a la iglesia surgir alguna que otra vez. Hay ocasiones cuando no nos sentimos dispuestos a ir a la iglesia, pero es, precisamente, en tales ocasiones cuando ms se necesita la disciplina espiritual. No debe esperarse de un nio, porque su padre sea pastor, que tenga un genuino despertamiento espiritual a una edad temprana. Las conversiones no suelen suceder de esta forma. En algunos puede presentarse por un impacto repentino, en un instante determinado en que Dios habla y le dice Vulvete, como se lo dijera a Pablo en el camino de Damasco. Mas, para la inmensa mayora, es probablemente un proceso gradual de inspiracin espiritual. No les har dao a los nios el ir a la iglesia aunque se sientan reacios a hacerlo. A nuestros nios les planteamos honradamente la cuestin en trminos bien sencillos:Si t no respaldas a tu padre, quin lo har?La celebracin de la Navidad en una casa pastoral llena de nios pequeos es una agradable pero agotadora experiencia. Toda la Navidad se halla centrada en el Nio Jess y en la celebracin de Su Nacimiento en los cultos de la iglesia. Las costumbres y tradiciones que han surgido de este gran acontecimiento son parte de cada hogar.En la mayor parte de las familias es un tiempo para que todos los que las componen se renan, pero no tanto en las casas pastorales. El padre tiene cultos por la tarde en el da de Nochebuena, a media noche y el da de Navidad. El estar juntos en familia tiene que arreglarse entre un culto y otro a fin de que l pueda hallarse presente. En tales ocasiones slo la condescendencia y el buen humor harn que la familia pueda disfrutar la festividad.Estoy segura de que cuando se pesan las ventajas y los inconvenientes de haber crecido en una casa pastoral, la mayora de los nios se inclinaran por el lado positivo. Los contactos con toda clase de personas, la emocin de compartir alegras y de ayudar a sobrellevar penas, el gozo de presenciar la felicidad que un nio puede llevar a las vidas de un matrimonio joven de la congregacin, o la angustia que se siente en la casa pastoral cuando una muerte repentina visita a algn miembro de la iglesia; estas cosas y muchas ms sirven para formar un carcter firme.Las iglesias difieren unas de otras en espritu, y lo que las diferencia es la dedicacin espiritual y dinmica de los fieles de la congregacin. El pastor, su esposa y los hijos, deben marcar la pauta en cuanto a lo que a dedicacin se refiere. Hay algo mejor que el poder del ejemplo?Hace muchos aos conocimos a una mujer llena de celo e inters por la denominacin a que perteneca. Su vida estaba dedicada a convertir a otras almas a su propia persuasin. Un da se encontr con un amigo nuestro y trat de convertirle. Nuestro amigo le pregunt:Qu hay con su marido y con sus hijos?Bueno reconoci la mujer, es difcil convencer a la propia familia.Mi amigo le dijo entonces:Bien, convirtalos primero; despus, ya hablaremos.Dios Todopoderoso, creador del gnero humano, nico manantial de la vida; confiere a estos tus siervos, si es tu voluntad, el don de tener hijos; y concdeles que puedan ver a sus hijos educados en tu fe y temor, para honra y gloria de tu nombre. Un el nombre de Jesucristo nuestro Seor. Amn.

5El Poderoso DineroPuede ser que Jacob haya sido el primer diezmador a carta cabal de la historia. En Gnesis 28:22 se nos indica que dijo: Esta piedra que he puesto por ttulo, ser casa de Dios: y todo lo que me dieres, el diezmo lo he de apartar para ti.Un nmero cada vez ms crecido de fieles practica el diezmo, y dicen con entusiasmo que as es como se tiene que ofrendar, que hay diferencia entre dar (a menudo por coaccin) un donativo a Dios y ser socios de Dios.En la vida moderna son muchas las causas nobles a las que debe ayudarse, por ejemplo, la Cruz Roja, infinidad de ayudas diversas a necesitados, hospitales, etc., etc. Nadie tiene derecho a decirle a nadie cmo emplear el dinero, pero bien a menudo al pastor le preguntan: Cunto le parece que debera dar?. Muchos fieles, interesados en la administracin y en la responsabilidad financiera de su iglesia, han sugerido que dar el 5 % de los ingresos para el sostenimiento de la Iglesia, y otro 5 % para otras causas benficas es lo correcto y lo justo. El antiguo adagio reza: Da hasta que te duela. Quizs sea mejor decir: Da hasta que te parezca bastante. Mas cada familia debe establecer su propio sistema de dar, a impulsos de la conciencia, ya que ste es un asunto entre el hombre y su Hacedor.La familia del pastor podr comprobar que el poder del ejemplo es ms convincente que cualquier sermn sobre mayordoma. Un consagrado pastor de Brasil indic al Tesorero de su iglesia, cuando ste le entreg su salario, que cada mes apartara una dcima parte del mismo para la caja de la iglesia. El resultado fue que, en poco tiempo, la nmina de la iglesia registraba una lista grande de diezmadores, y que la iglesia ha crecido espiritualmente, porque donde est vuestro tesoro, all tambin est vuestro corazn.Nadie podr decir de la esposa de un pastor que se ha casado por el dinero. Si desea tener un abrigo de visn ser mejor que trate de obtenerlo en un concurso de televisin o de heredarlo de una ta rica. Como los salarios, en la mayor parte de los casos no estn en proporcin con las necesidades, ms de una vez ser preciso estirar el dinero para que llegue hasta fines de mes. Pero este proceso de estirar el dinero produce, a veces, buenos resultados. Las sopas hechas en casa, la ropa y el jersey confeccionados en casa proporcionan una satisfaccin incalculable.Nunca me salen bien las cuentas, suelen decir a menudo las jvenes esposas. Ni a m tampoco, pero esto no nos servir de excusa, pues para ser una buena administradora de la familia no se necesita una inteligencia extraordinaria. Lo imprescindible es saber disponer sabiamente del dinero, no gastando ms de lo que ingresa, llevando el presupuesto de tal forma que el patrn no sea mayor que la tela.Estar llevando la cuenta de un presupuesto limitado es agotador, pero de alguna manera hay que tener cierta organizacin financiera. Algunas amas de casa poseen un libro de cuentas para ayudar a la familia a dividir los gastos en diferentes secciones como alimentacin, ropa, locomocin, regalos, etc. Felizmente, en la mayora de los casos, el presupuesto del pastor no tiene que incluir el apartado denominado alquiler. Una oracin de gracias debiera estar en los labios de cada esposa de pastor al considerar la suerte de vivir en una casa sin tener que pagar alquiler.No tenemos derecho de orar pidiendo a Dios, por ejemplo, que haya sol el da de la excursin de la Escuela Dominical; y quien se ponga a pedirle a Dios que le abra una puerta cerrada est poniendo la oracin al nivel de la brujera; tampoco tenemos justificacin de pedir a Dios que ponga en nuestro camino dinero extra. Pero, cuntas veces hemos experimentado, ms veces de las que pueden imaginarse, que cuando nuestras existencias econmicas se hallaban a cero y surgi una necesidad urgente, lleg un dinero inesperado, como cado del cielo! Entonces, maravillados, liemos exclamado al unsono:Indudablemente, el Seor provee.El captulo de vacaciones en el presupuesto del pastor no es muy significativo que digamos, pero al pastor y a su esposa se le presentan a veces oportunidades maravillosas de viajar dentro del pas y al extranjero en viajes de intercambio de pulpito o con otro ministro. Aunque esto a menudo no significa ms que cambio de pulpito para l y cambio de lavadero para ella lo importante es que un cambio as ayuda a renovar las fuerzas.En ocasiones, se presenta la oportunidad de poder hacer un crucero. Muchas Compaas navieras ofrecen a pastores protestantes el pasaje gratuito a cambio de sus servicios como capellanes del barco. Recientemente tuvimos ocasin de aprovechar una de estas oportunidades.Si la esposa del pastor est al tanto de todas las cuentas libera al esposo de un gran peso. Es en extremo importante para la iglesia que el pastor tenga buen crdito en la comunidad, y esto se logra pagando puntualmente. Esto es en especial cierto en una pequea comunidad, donde los comerciantes se darn cuenta en seguida si al nuevo pastor se le puede fiar. El sistema de cargar en cuenta y de pagar mediante cheque bancario es muy prctico porque permite salir de compras sin necesidad de llevar cantidades importantes en efectivo, y porque facilita el trabajo de anotar en el registro de gastos. Sin embargo, la mujer que no puede pagar un vestido este mes, debe andar con cuidado, porque es posible que tampoco lo pueda pagar al mes siguiente.Recuerdo la recomendacin que nos hizo la directora del colegio en que estudi:Muchachas, recordad que cuando llevis un uniforme, todo lo que hagis o digis recae sobre el colegio.En verdad, la esposa del pastor lleva el uniforme de su iglesia en la comunidad. Si es dbil en sus responsabilidades financieras, pronto dirn de ella los vendedores: Esta gente de la iglesia no paga sus cuentas.

Dios Todopoderoso, de cuya mano amorosa hemos recibido lo que poseemos, concdenos la gracia de poder honrarte con cuanto nos proporcionas; y que al acordarnos siempre que un da tendremos que rendirte cuentas, seamos fieles mayordomos de tu generosidad. Por Jesucristo nuestro Seor. Amn.

6La Casa Pastoral: el Hotel del PuebloProbablemente toda esposa de pastor, en determinados momentos de su vida, habr tenido la sensacin de estar dirigiendo un hotel de primera clase. Slo que con una diferencia: que el hotel tiene un personal competente, y en la casa pastoral, a la seora de la casa le toca hacer de administradora, recepcionista, botones, doncella y jefe de comedor.Muchos estarn de acuerdo conmigo en que la molestia que esto produce queda compensada con la emocin de recibir en el hogar a esa variedad caleidoscpica de individuos que a menudo atraviesan el umbral de la casa pastoral: obispos, misioneros, estudiantes de teologa, periodistas y, por supuesto, buen nmero de personas sencillas. Cualquier familia que crezca en un ambiente as recibe abundantes bendiciones!Es de gran ayuda el conocer los gustos y costumbres de los huspedes. Es deber de una revisar meticulosamente la habitacin para estar segura de que en ella hay un mnimo de comodidad: algunas revistas, un libro de meditaciones, un tubo de aspirinas, un alfiletero, un vaso de agua, un aparato de radio y, en fin, todas esas pequeas cosas que proporcionan comodidad.Os voy a suplicar que tengis siempre dos camas gemelas en la habitacin destinada a los huspedes, y os dir por qu: la esposa de uno de nuestros obispos me hizo una descripcin vivida de las vicisitudes que tuvieron los dos al dormir en diferentes casas pastorales. Al avanzar en aos, como muchos de nosotros, se les hizo imposible dormir los dos en una sola cama. Ms de una vez fueron pomposamente conducidos a la mejor habitacin de la casa, donde resplandeca una cama grande de matrimonio. Luego de varias noches, sin poder dormir, la esposa del obispo ide un curioso truco: Extendi, bien tirante, una sbana o colcha entre las dos mitades de la cama, y as cada uno tuvo su propia habitacin.Hace poco, en Cuaresma, una serie de predicadores visitaron nuestra congregacin y durante tres mircoles sucesivos tuvimos un problema diettico. El primer mircoles lleg un ministro que segua una dieta sin sal; nuestro prximo husped fue un pastor que tena una lcera, y el tercer ministro que nos visit padeca diabetes. Aunque esto afect, de modo bien ligero, el comedor, qued compensado por la alegra que nos proporcionaron estos tres simpticos clrigos.Entre los huspedes que nos ha tocado recibir a lo largo de los aos, recordamos con especial satisfaccin al fallecido Reverendo George Gilbert, humorista, y autor del libro Cuarenta aos de predicador rural, quien se rea con tantas ganas al contar sus propias historias que apenas poda terminarlas. Era un alma extraa que tena una comprensin inigualable del verdadero valor del hombre a los ojos de Dios.A la lista de nuestros dignos visitantes hemos de aadir un obispo misionero y su familia, que se trasladaban de un extremo a otro del mundo, y llegaron con dieciocho maletas, lo que exigi ir tres veces a la estacin del ferrocarril para recogerlas.Si el pastor extiende una mano hospitalaria a sus compaeros en el ministerio, hay que dar el mismo privilegio a los dems miembros de la familia. Los nios deben sentirse libres de invitar a sus amigos a su hogar, y stos deben encontrar una cordial acogida.Nuestros hijos saben que tienen este derecho. Pero, a decir verdad, un da uno de ellos nos sorprendi con una llamada telefnica desde el colegio en la que nos anunciaba que una de las fraternidades a que perteneca haba sido seleccionada para jugar un partido contra el Sur. Como el partido haba de jugarse en nuestra ciudad, l haba dicho a todos los que componan el equipo que podan estar en nuestra casa.Cuntos han de ser? le preguntamos. Diecinueve.Todos estuvieron en nuestra casa, donde comieron y durmieron. Nos las arreglamos para acomodarlos en camas, sofs, colchonetas colocadas en habitaciones, en los pasillos, por todas partes. Pasamos con ellos unos das muy agradables. Es algo que, hasta la fecha, siempre recuerda nuestro hijo con gratitud.En otra ocasin un estudiante vino a visitarnos una noche, ya bastante tarde. A la maana siguiente, vimos un coche fnebre delante de la casa pastoral. Instantes despus nos enteramos que nuestro amigo lo haba comprado a muy bajo precio y que lo estaba usando para recorrer el pas. Nosotros le indicamos que con gusto le tendramos en nuestro hogar, pero que, por favor, aparcase su vehculo algo distante de la casa pastoral, antes que empezara a sonar nuestro telfono con mayor frecuencia que de costumbre.Esto me recuerda, por contraste, a otro joven que nos visit recientemente: un valiente y vigoroso piloto. Cuando lleg a nuestra casa pastoral, situada al lado del cementerio, los ojos se le abrieron extraados, y las rodillas le comenzaron a temblar.No voy a poder dormir en toda la noche, tan cerca de estos muertos. nos dijo.Nuestra contestacin fue:Si creyeras en la resurreccin, no te asustara dormir cerca de ellos.No hay mejor manera de inculcar a la familia espritu de fraternidad que recibir a visitantes de diversos pases. No habra guerras si en las casas se practicase el intercambio de visitas entre personas de diferentes pases y razas.Casualmente, una familia de Estonia, que proceda de un Campo de Refugiados de Alemania, vino hace algn tiempo a nuestra casa a pasar una semana. Permanecieron aqu dieciocho felices meses. Hilda, Vctor y su nia de dos aos, Tiu, nos dieron ms de lo que nosotros les dimos, ya que nos ensearon paciencia, habilidad, economa, y nos demostraron el aprecio tan grande que sentan hacia nuestro pas, nuestro modo de vivir y la abundancia que con tanta naturalidad disfrutamos. Cuando nos dejaron, dimos gracias al Todopoderoso por haber podido ayudar a una pequea familia a comenzar una nueva vida, a tener una segunda oportunidad.Poco despus de marcharse la familia estoniana, nuestro hijo mayor se fue a cursar sus estudios superiores, dejando a nuestro hijo de trece aos completamente solo. Como saben muchas esposas de pastor, son muchas las noches que uno tiene que pasar fuera de casa. Un muchacho de trece aos es demasiado grande para quedarse con una manejadora de nios y demasiado pequeo para pasar varias noches solo. La solucin era encontrar un muchacho que viniera a vivir con nosotros. Y as fue cmo Yuri, tambin de Estonia, vino a vivir a nuestra casa.Este simptico muchacho pronto lleg a ser uno de los nuestros. Su inteligencia, avidez de progreso, sus relatos increbles sobre las dificultades que haba pasado. Tras pasar tres aos en un campo de concentracin, en muchas ocasiones bien cerca de la muerte y sin recibir noticias de su familia, huy de su patria. Cuando termin su carrera, con excelentes notas por cierto, Yuri nos dej para ir a hacer su servicio militar en el pas que le haba salvado la vida y dado una segunda oportunidad. En todos nosotros Yuri dej una impresin indeleble.Experiencias como stas debieran servir de verdadero ejemplo a las familias laicas. Las familias de pastores tienen una hermosa oportunidad de dar el ejemplo en proyectos semejantes.Si la casa pastoral es grande, y si esto no afecta demasiado al hogar, puede uno sentirse llamado a compartir el hogar ocasionalmente con algn enfermo, con algn solitario o con algn desesperado. Una mujer muy simptica de nuestra congregacin, persona muy querida sufri un ataque de nervios. Le aterrorizaba quedarse sola cuando el esposo se vea obligado a ausentarse. Ideas suicidas le torturaban la mente. Pas algunas noches en la habitacin que tenamos destinada a los huspedes, pero nicamente estaba tranquila si las ventanas estaban bien cerradas. Pobre mujer! Poco despus se quit la vida. El no haber podido hacer ms en su favor ha sido un constante pesar para nosotros.Casos como stos pueden agotar la salud de las esposas de los ministros, pero una persona juiciosa sabe hasta qu punto puede llegar. No fue sino hasta que me puse a cuidar a un joven extranjero enfermo y empec a sentirme agotada, que me di cuenta que, aunque el espritu est presto, la carne es dbil.Un muchacho de las Bermudas que haba venido a mi pas a estudiar como pupilo en una escuela tuvo que ser operado durante las vacaciones de Pascua de Resurreccin. Su to, que era pastor y conoca desde haca varios aos a mi esposo, nos rog que, luego de ser operado, le recibiramos en nuestra casa, por requerir ciertos cuidados post-operatorios. Esto era un gesto de amor hacia un compaero de ministerio que cualquiera se prestara a hacer. Sin embargo, al mirar hacia atrs, y recordar este incidente, me doy cuenta que fue entonces que empezaron a manifestarse en m algunos sntomas de dificultades cardacas. El favor que realic se me convirti en una tremenda responsabilidad que tuve que llevar aparte de las muchas que ya tena. Desde luego nos sentimos ms que contentos de poder ayudar en tal necesidad; pero cuando por la noche caa rendida en la cama, reflexionaba cuan conveniente es, en ciertas ocasiones, saber emplear a tiempo la palabra ms difcil de pronunciar; No!.Seor, T que velas sobre Israel sin adormecerte ni dormirte, bendice a aquellos que comparten con nosotros esta noche la hospitalidad de nuestro hogar. Conforta a los que duermen bajo nuestro techo, dales nuevas fuerzas cuando despierten, concdeles en el nuevo da un sentimiento de gratitud por Tus mercedes, y gracia para conocer Tu voluntad. Por Jesucristo nuestro Seor. Amn.

7El Ministerio de la Cocina

TODA ESPOSA de ministro, antes de terminar sus das, habr presidido cientos y cientos de comidas y tenido que pensar en cientos y cientos de mens. Sus invitaciones tendrn que comprender desde los platos ms sencillos hasta recepciones elegantes. Entre las invitaciones que se vea obligada a hacer, figurarn, la del desayuno de los aclitos; la cena de la junta de la iglesia o de las mujeres que formen el grupo femenino; o preparar unos refrescos o una merienda por la tarde para los jvenes; o lo necesario para frecuentes reuniones de los diversos grupos o comisiones de la iglesia alrededor de una taza de caf o t. [footnoteRef:2] [2: Las costumbres son diversas, claro est, en cada pas, pero la enseanza y el espritu que encierran lo dicho por la autora de este libro, tienen aplicacin en todo lugar. N. de la T.]

Durante veinticinco aos el desayuno para los aclitos los domingos por la maana fue una tradicin en nuestra casa pastoral. Inclua clrigos hambrientos, solteros solitarios, visitantes que llegaban inesperadamente, y descarriados. Estoy segura de que si las tortas que han salido de la cocina pastoral durante todos esos aos se hubiesen puesto una encima de otra habran podido superar la altura del Empire State de Nueva York. Jams llegamos a llenar el estmago siempre vaco de uno de nuestros ayudantes!Una vez una merienda de despedida de soltera a una de nuestras muchachas fue un xito en todo excepto en una cosa: el novio decidi no asistir. Por la tarde, durante un t, cuatro gruesas seoras se sentaron en mi hermoso sof de estilo Victoriano y se cayeron ruidosamente al suelo. Resultado? El sof qued en condiciones de difcil reparacin, la dignidad de las seoras qued considerablemente perjudicada y la esposa del pastor en extremo perpleja.Tan pronto como un nuevo ministro y su esposa se acomodan en su nueva casa pastoral, comienzan a llegar invitaciones para comidas o cenas. Un pensamiento angustioso preocupa entonces a la esposa del ministro: Cmo corresponder a todas ellas? La respuesta, por supuesto, es obvia: las personas que hacen las invitaciones no esperan ser correspondidas. Consideran dichas invitaciones como una ocasin para conocer mejor a la familia del pastor; la esposa de ste, pues, no ha de considerarse en deuda con ellas.Algunas esposas de pastor limitan sus invitaciones a unos pocos amigos, lo que puede- dar lugar a que los miembros cicla congregacin que nunca invita lleguen a decirse: Y nosotros que nos considerbamos amigos de ellos!.La solucin est en invitar de vez en cuando a la congregacin en pleno a visitarles. As, cuando algn alma sensitiva diga: Nunca he sido invitada a su casa, la esposa del pastor puede muy bien contestar: Fue una pena que no pudiera usted acudir cuando estuvo invitada toda la congregacin; espero que podr hacerlo la prxima ocasin. Para una invitacin as, muchas personas encuentran que la hora mejor es la del caf o t.Sin duda que no hay mejor medio de conocer a la gente de la iglesia que irlos, invitando de dos en dos o de cuatro en cuatro a cenar. Durante la cena se relajan las tensiones y la conversacin fluye libremente. Es decir, fluir libremente si la esposa del ministro procura que las faenas queden terminadas antes de que empiecen a llegar los invitados, para poder arreglarse bien y recibirlos en la puerta con tranquilidad.Creo que es muy factible poder tener una comida agradable para seis u ocho personas, sin servidumbre. Con esto, una amiga ma, esposa tambin de un ministro, no se halla de acuerdo. Una noche, en su pequea casa pastoral, para una sencilla cena emple tres criadas. Confidencialmente, creo que el dinero que gast en ello debiera haberlo dedicado a la comida.Si la comida ha de ser en el saln, el ment debe estar a la mano. No hay nada de peor gusto que dejar a los invitados con la palabra en la boca para ir a buscar la comida!Una comida sabrosa, excepcional en su contenido, aderezada tanto para la vista como para el gusto, ayudar a los invitados, no importa quienes sean stos, a comprender el espritu de una comida hecha y servida sin ayuda de criadas. Hemos conocido a ms de un miembro de la iglesia, fro, descontento, que no estaba de acuerdo cmo iban las cosas en la congregacin, derretrsele de modo considerable su frialdad luego de una comida sabrosa en casa del pastor.Una regla importante para una comida agradable es hacerla atractiva a la vista. Una comida puede estar perfectamente preparada, sabrosa, pero hecha slo para el estmago y no para la vista. Hace algn tiempo fuimos invitados a una cena con un men totalmente blanco: Crema de apio, fricas de pollo con bizcochos, pur de patata, crema de cebolla, helado de vainilla. Estuve tentada a desquitrmela con la seora invitndola a comer sopa de remolacha, jamn, ensalada de lombarda y sorbetes de frambuesa.Un acomodado miembro de nuestra congregacin, al recibir como obsequio un pan que haba hecho yo en mi casa, me dijo:Si me hubiera enviado un candelabro de plata no habra significado tanto para m. Ese pan es parte de usted misma.Una vez gan la partida con un pan hecho por m. La primera temporada en que atendimos una capilla de verano en la montaa, subimos a la casita que haba de ser nuestra casa pastoral durante aquel verano. Se hallaba rodeada de rboles, entre una carretera y un lago. AI pasar alrededor de la casita en coche por la carretera que hasta all nos llevara, una seora, no muy simptica por cierto, apareci de repente para decirnos que la carretera era de su propiedad y que nos agradecera que no passemos ms por ella. Se dira, tal vez, en su interior: Esta familia del pastor creer que va a estropearme el verano viniendo a vivir aqu; adems, ni siquiera voy a su iglesia. Jams habamos recibido un saludo semejante. Nuestro muchacho mayor refunfu entre dientes:Esa vieja tiene cara de vinagre.Como iban transcurriendo los das sin poder entablar conversacin con dicha mujer (a lo sumo nos dbamos los buenos das) tom una decisin. Tena que vencer esa actitud! La cosa no poda continuar as! La prxima vez, al amasar pan para mi familia hice un pan especial para nuestra amiga (?). Y se lo entregu caliente y crujiente. Triunfo rotundo! Mi accin produjo su efecto, y el resultado fue maravilloso. Casi todas las semanas le llev pan fresco. Antes del final de la temporada que all pasamos, nos habamos hecho buenas amigas, disfrutamos de una cena en su yate y, finalmente, acudi a los cultos.Tengo un arma secreta de buena voluntad: una torta con forma de cordero baada con una capa de coco helado que es la delicia de ancianos y jvenes. Puede hacerse con cualquier receta sencilla, aunque una vez debiera haber hecho el cordero de yeso o de cartn piedra. Sucedi que llev tina de estas tortas a una anciana que estaba recuperndose de una rotura de fmur. La guard durante meses en su mesilla de noche, porque le dola cortarlo.Las fiestas ofrecen innumerables oportunidades para hacer regalos hechos en nuestra propia cocina, y si se envan en atractivos envoltorios, siempre puede decirse que algo queda del obsequio. El brazo de gitano de caf hecho en forma de rbol de Navidad, o formado con las iniciales del miembro de la congregacin a quien se destina, o un bollo de dtiles y nueces bien decorado y ofrecido en una bandeja, siempre habrn de agradar. O, acaso, un tarro lleno de nueces o un cestillo de mimbre lleno de pastelitos. Como reza el refrn: Nada habla mejor de amor que algo sacado del horno.[footnoteRef:3] [3: En Espaa podramos decir, haciendo nuestra una expresin de Santa Teresa de Jess, la mstica doctora castellana, que tambin entre los pucheros anda el Seor. N. de la T.]

Seor de los pucheros, cacerolas y cosasya que no tengo tiempo de sertina santa haciendo cosas amableso velando hasta tarde contigoo soando a la luz de la nocheo a las puertas tormentosas del cielo,Haz de m una santa preparando comidasy fregando los platos.Annimo.

8El Simptico OdoLA ESPOSA del ministro tendr que or cosas que nunca debern ser repetidas. Ser una buena oidora, pero nunca una chismosa. Una vez la esposa de un obispo me dijo que se senta como un cementerio: tantos secretos llevaba enterrados dentro! En muchos casos, una mujer se sentir ms libre para discutir sus problemas con otra mujer; de ah que cuente con su consejo.La primera vez que serv de consejera estaba yo recin casada. Haba una solterona en nuestra primera congregacin que se crea joven y llevaba vestidos caprichosos, ajustados, con volantes. Los vecinos decan de ella que estaba algo chiflada. Vino a verme un da y me dijo que no poda discutir el caso con el pastor, pero deseaba saber qu tena que hacer. Cierto joven (fino, elegante, que haba concluido su carrera y pensaba casarse) la miraba todos los domingos en la iglesia. Y hasta la haba enamorado!Qu debo hacer? me pregunt. Hoy da nunca se es demasiado prudente. Esto era, por supuesto, un comienzo gracioso, y confieso que siendo para m la primera vez que deba dar un consejo, no lo hice bien. Pero, en ciertos casos, la esposa del pastor es llamada a dar un consejo o una ayuda. Esto no significa, claro est, que haya de usurpar las prerrogativas de su marido. l, y slo l, es la persona adecuada para dar un consejo espiritual.Mas, qu de las mujeres solitarias, tmidas, retradas, que no se atreven a concertar una entrevista con el ministro? Hay muchas que lo nico que desean es poder hablar con alguien que est dispuesto a prestarles atencin. Si se presta a ello y demuestra que posee un corazn comprensivo, la gente as acudir a la esposa del pastor. Esperan de ella que sea neutral, imparcial, sin prejuicios, y que no ha de contar a otras personas lo que se le diga.Algunos ministros ven esto un tanto despectivamente. En efecto, un pastor me dijo en cierta ocasin: Deseo que mi esposa se ocupe de su hogar y que no se ande metiendo en las cuestiones de la iglesia.El otro extremo es, por supuesto, que la esposa del ministro desee meterse en los asuntos de cada uno y se crea que es ella, y slo ella, la que puede resolver la mayor parte de los males de este mundo.Por otro lado, se hallan las esposas de ministros que tienen una compasin instintiva por las almas humanas, acompaada de un deseo ardiente de ayudarles. Si la esposa de un ministro puede vendar las llagas de un alma que sufre, ser para l una verdadera compaera en el ministerio.Esto no quiere decir que ha de colocarse un cartel invitando a que acudan a ella a recibir consejos. No! La forma en que ella ha de actuar ser mucho ms sutil. Sus oportunidades de hacerlo surgirn en la vida ordinaria, en las invitaciones, en las reuniones, en las conversaciones, en la calle.Hasta el hallarse recluida en una clnica ofrece la ocasin de brindar ayuda espiritual a otros pacientes. Una vez nos fue concedido el privilegio de reunimos en la habitacin de una paciente todas las maanas para tener unos momentos de meditacin y oracin. Esos momentos resultaron de gran bendicin para todos.En toda reunin, la esposa de un pastor buscar la mujer de rostro preocupado. La desgracia cambia rpidamente un hermoso rostro. Quizs lo nico que esa persona necesita es hablar con alguien que sepa escuchar?Hace muchos aos, una noche de invierno, hallndome al norte de Nueva York, a hora avanzada recib una llamada telefnica frentica. Una voz desesperada me dijo:Usted quizs no me recuerde. Yo la vi el ao pasado en una fiesta. Tuvimos las dos una conversacin maravillosa y creo que es usted la nica persona que puede ayudarme esta noche. Soy tan desgraciada! No podra venir a verme?Cuando llegu a su gran apartamento, en uno de los lugares ms bonitos de la ciudad, todo estaba oscuro y triste. Su esposo, prominente ciudadano con gran don de gentes que andaba siempre envuelto en numerosas actividades, no se hallaba aquella noche en su casa. Al ver sola a aquella mujer, me vino a la mente este pensamiento: Aqu hay un crculo vicioso. Abandona el esposo todas las noches el hogar para alejarse de su esposa, triste, frustrada, o ella est frustrada, triste, porque cada noche la deja sola?Completamente deprimida, la mujer se hallaba en un estado desesperado, necesitaba que alguien la escuchase. Encerrada en su apartamento, tema alternar con extraos. Su ms inmediata preocupacin era el pensar que su hijo haba de llegar del internado dentro de algunos das y quera estar en la debida disposicin de nimo para recibirle. Pareca hallarse derrotada sin tener donde apoyarse.Hablamos sobre la fe y la oracin y le promet que la tendra presente en mis oraciones. Pero ella necesitaba algo ms en aquellos momentos: tena que salir de aquel apartamento! En los prximos das iba a haber una reunin de las seoras de la iglesia en la casa pastoral, y la invit a que asistiera. No acept la invitacin, pero manifest sus deseos de ayudarme en algo.Claro que puede usted ayudarme le respond. No le gustara ayudarme a preparar los bocadillos para el t?Ya estbamos en el camino propicio. Su rostro resplandeci y la vi rer por vez primera. Pero, en este caso, era necesaria una direccin profesional. Habamos llegado al punto en que debe cesar el aficionado y comenzar el profesional. El hielo haba sido roto, y se haban iniciado los primeros pasos para su mejora.No siempre es tan fcil conseguir un buen resultado. Un domingo apareci en la iglesia una agraciada joven. Sigui yendo las semanas siguientes. Se sentaba siempre en el mismo banco, llegaba tarde, y se marchaba antes de terminar el culto sin saludar a nadie. Nunca haba visto una cara ms triste. Se adverta que hasta cantar los himnos constitua un esfuerzo para ella. Pareca impregnada de tristeza. Al entrar en contacto con ella, notbase que no era feliz en su hogar. Pudimos convencerla para que acudiese a las reuniones de oracin de un grupo de unas doce seoras recin casadas y lleg a hacerlo con asiduidad. Pero era muy difcil penetrar en su interior. Ninguna de nosotras lo consigui. Prefera guardar para s sus preocupaciones. Pensamos que la habamos perdido.Hace de esto unos cinco aos. Recientemente conoc a su madre, quien me dijo que no podamos imaginarnos el bien que le haba hecho a su hija el calor de nuestra amistad en las reuniones de oracin, pues en aquellos das estaba pasando por momentos para ella muy difciles. Pero se haba casado y hallado una felicidad como jams haba conocido. Y an continuaba interesada en las reuniones de oracin.No existe cuadro ms trgico que el de una mujer alcohlica. Rara vez buscar ayuda ya que uno de los sntomas de su enfermedad es el no querer admitir ayuda de nadie. Por tanto, no es adecuada ni la reprensin ni la condenacin. Se le deber tratar con amor y comprensin.Cmo recuerdo a aquella viuda solitaria cuya vida pareca tan vaca desde la muerte de su esposo, y que buscaba desesperadamente compaa! Durante horas y horas hablamos del hombre que estaba pensando ella en tomar como su segundo esposo, cuyos antecedentes no eran halageos ni el informe de su pasado haca de l un candidato conveniente. Creo que ahora ella se siente agradecida de que no se le hubiese animado a dar tal paso.A los jovencitos les encanta contarle a la madre sus problemas, si ella es comprensiva. Por lo general son problemas pequeos que a ellos les parecen inmensos. Sin embargo, algunos prefieren acudir a la esposa del ministro a pedir consejo. La historia es siempre la misma. Creen que sus padres no les comprenden. Lo que buscan es vaciar el corazn ante alguien que est dispuesto a escucharles. La mayora de ellos necesitan que se les diga que vuelvan a sus padres que estn deseando escucharles.Para la esposa del ministro que, por buenas y justificadas razones, prefiere no mezclarse en las vidas de otros, existe otro medio. Por qu no recurrir a los consejos de personas de ms experiencia que se ofrecen en los libros? A veces a uno le resulta difcil expresarse, y otras veces lo mejor es no pronunciar palabras inadecuadas. Los consejos profesionales de un libro pueden expresar lo que uno quera expresar y no pudo... y mejor expresado.Todos los despachos de los ministros deberan disponer de un surtido de pequeos libros o folletos, que ahora pueden obtenerse a precios mnimos, que tratasen, por ejemplo, temas como estos: El significado de la oracin, cuando la muerte es inevitable, en la muerte de un hijo, etc. Libros o folletos as son de un valor infinito.En Efesios 4:11 (El mismo dio unos, ciertamente apstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores) San Pablo describe la diversidad de dones. Cada uno de nosotros tiene un don especial, ya sea grande o pequeo. La esposa del pastor puede tener dones literarios, o puede estar interesada en historia o en cualquier otra materia. Si emplea al mximo sus dones, compartindolos con otros, ser de doble bendicin.Muchas jvenes han trado a nuestra casa pastoral modelos de vestidos y telas, y juntas hemos trazado los patrones. El principal ingrediente de que hemos dispuesto es amor y no precisamente pericia de costurera. Qu .oportunidad tan magnfica de entablar una conversacin de corazn a corazn sobre el significado de la oracin y la realidad de Dios!Que si es esto tambin labor pastoral? S, en cierto sentido. La habilidad y los dones de una mujer no estn de ningn modo separados de la iglesia, porque a la iglesia le interesa cada aspecto de la vida: el cuerpo, la mente y el alma.Oh misericordioso Dios y Padre Celestial, t que en tu Palabra nos enseas que no afliges caprichosamente a los hijos de los hombres, mira con piedad, las tristezas de tus siervos. Dales paciencia en sus aflicciones; confrtales hacindoles sentir tu bondad; inclina a ellos tu rostro, y dales tu paz. Por Jesucristo nuestro Seor. Amn.

9Su Lugar en la IglesiaANTES DEL CULTO, hblate a ti misma; durante el oficio, habla con Dios; despus del oficio, habla con tu vecino. Pero, y si tu vecino no te habla? A menudo se oye hablar de iglesias fras y me gusta creer que exageran. El que haya estado en un lugar de estos sabe que no proporciona un clima adecuado para la verdadera adoracin. La iglesia es una comunidad de creyentes un compaerismo y sin esto, su brillo se oscurece de modo considerable. No hay privilegio ms importante para la esposa de un pastor que el de buscar al extrao y tenderle calurosamente una mano fraternal, amistosa. Nadie sabe el valor de un simple apretn de manos!Y durante el intercambio normal de saludos los domingos, la esposa del ministro tendr que dar informaciones pastorales, las que, a veces, tendrn un carcter oficial. Una queja muy frecuente ser: He estado enfermo (o enferma) durante tres semanas y el pastor no se ha interesado por m. El pastor, por supuesto, no es adivino y necesita que se lo comuniquen.Para pesar nuestro, es ahora frecuente que se compre o edifique la casa pastoral a una distancia prudencial de la iglesia con el argumento de que es bueno para la familia del pastor tener su hogar a alguna distancia. De los treinta aos que hemos trabajado en la Iglesia, dos los hemos pasado viviendo a alguna distancia de la congregacin a la que servamos, y puedo decir que la distancia geogrfica perjudica la proximidad espiritual y emocional a la casa de Dios. Viviendo cerca de la iglesia, se participa de ciertas bendiciones que no se gozan de otro modo. Y ciertamente, el pastor puede extender de forma ms eficaz los pastos que tiene a su alcance.Junto con la modernizacin de los edificios de la iglesia se ha ido delimitando la labor eclesistica. Por ejemplo, se ha llegado a sealar exactamente las horas en que se puede acudir a la oficina pastoral. Esto en s equivale a decir: Venga a verme, si quiere. Estoy demasiado ocupado para ir yo a verlo a usted. Claro, si de veras me necesita, ir. Es probable que sea sta una costumbre necesaria, dado que se exige tanto a los pastores. Pero, cun buenas eran las visitas que el pastor haca con su esposa en tiempos pasados! Estas costumbres tienen tambin implicaciones pastorales, porque si los miembros tienen contactos ntimos con su pastor en los das buenos, ms fcilmente se volvern hacia l en los tiempos malos. Tambin est desapareciendo la costumbre del contacto entre vecinos, sobre todo en momentos de necesidad. No podramos nosotras, esposas de pastores, reavivar este feliz hbito?Cuando la muerte azota una congregacin, y sin duda una u otra vez la azotar, cul es el deber de la esposa del pastor? Oh Seor, dame prudencia para saber cundo me necesitan y cundo no! Si un amigo ntimo muere, conviene que se haga una visita con el esposo; pero si la persona que muere no es muy conocida, es mejor que vaya el pastor solo, a no ser que la esposa pueda hacer algo constructivo, como cuidar los nios, hacer ciertas llamadas telefnicas, etc. De otro modo, aade una nueva carga a la familia afligida: la de tener que atender a la visita.Recuerdo una llamada pattica de un anciano.Est su esposo en casa? Creo que mi mujer ha muerto. Se hallaba en la cama turca durmiendo la siesta, pero no parece querer despertarse. He llamado al mdico.Mientras que la secretaria de mi esposo estaba tratando de localizarle, fui a esa casa para ver en qu poda ayudar. La mujer haba muerto, y el pobre hombre se hallaba solo, con una muchacha que tenan a su servicio desde mucho tiempo, pero que no haca otra cosa sino lamentar la muerte de su seora. Pregunt entonces en qu poda ayudar, a lo que contest el aturdido, pero atento seor, sacando su lista de amigos y conocidos.Llame, por favor, a todas estas personas, y dgales lo que ha ocurrido.Recordar siempre esta emocional y agotadora tarea de dar por telfono una noticia as: dur ms de tres horas! Pero comprend que el Seor me haba puesto en tal lugar en el momento preciso, a fin de llevar a cabo semejante misin.Los solitarios, los que no salen de sus casas, los nuevos miembros, los enfermos, se alegrarn de recibir la visita de la esposa del pastor, ya que ella tratar de llevarles un poco de calor de la iglesia. Y si les lleva una pequea muestra de su cocina, tanto mejor.Sin embargo, debe evitar las visitas a hospitales o clnicas, las cuales debern ser hechas por el propio ministro. Preguntad a cualquier empleado del hospital y l os responder que los enfermos se recuperan mejor sin visitas. Cuando lleg nuestro primer hijo, fue como si todos los miembros de la congregacin quisieran conocer al primognito y matar a la madre. Vinieron a verme a la clnica personas que nunca antes haba visto. Los psiclogos deberan tener una respuesta para este fenmeno. De dicha experiencia aprend una leccin, y es sta: Que de no haber un letrero delante de la puerta indicando que no se reciben visitas, debera ponerse.La esposa del ministro debe pensarlo bien antes de aceptar cargos en la iglesia. La esposa de un obispo aconsej una vez: Participa ligeramente en todo. Quizs una pueda presidir las reuniones del grupo femenino mejor que cualquier otra mujer de la congregacin. Pero al hacerlo puede estar negndole a otra la oportunidad de desarrollar sus dones. En ms de una ocasin el haber alentado el desarrollo de lderes laicos ha obrado el milagro de que una mujer retrada o tmida, que desconoca sus habilidades, se haya convertido en presidenta del grupo femenino.Unos buenos amigos emprendieron una pequea misin en los suburbios de una ciudad, con unos veinticinco o treinta miembros. Despus de siete aos de intensa labor por parte del pastor y de su hbil esposa, la congregacin creci considerablemente. Esto fue debido a que l rompi muchos pares de zapatos realizando visitas, a que su esposa tuvo a su cargo la escuela dominical, el cuidado del adorno del altar, el coro y la labor entre las mujeres. Entre los dos, y en el nombre del Seor, realizaron un trabajo casi increble. Ahora han dejado esta congregacin y slo el tiempo dir si la han dejado en condiciones para que pueda proseguirse esta labor de forma tan maravillosa como ha sido llevada por ellos, o si dicha congregacin tendr que sufrir ahora la falta repentina de tan abnegados siervos de Dios.Trabajar como dirigente de una asociacin de iglesia es diferente. La mayora de estas organizaciones tienen un conocimiento superficial de la labor que pueden realizar las esposas de pastores.El provecho puede recibirse por ambas partes. La experiencia que sta ha adquirido en su congregacin puede ser muy til a la organizacin. Pero lo ms importante es el beneficio que una recibe Se empieza a ver la iglesia como algo ms grande que la pequea congregacin que representa. Por experiencia s cuan cierto es esto, pues presid durante varios aos una organizacin femenina diocesana. Tuve as la oportunidad de hablar y aconsejar a muchas parroquias de la gran dicesis, lo que fue una experiencia para ensanchar las mentes ms estrechas.En cualquier pueblo o ciudad se encuentran esposas de ministros que les ha tocado aprender en la escuela de la experiencia Por ensayo y error han aprendido cmo desenvolverse, cmo hablar en una reunin, y hasta cmo anunciar el Evangelio en ciertas ocasiones. Quin de entre nosotras no ha tenido el mismo temor que yo tuve al ser requerida por vez primera para orar en pblico?Con excepcin de las madres que tengan hijos pequeos, las esposas que deban trabajar fuera de sus casas y las que tengan una salud precaria, todas las esposas de pastores debieran estar dispuestas y ansiosas de tomar parte activa en la congregacin. Sus talentos sern, ciertamente, distintos. Una tendr ms aptitud para la msica, y cantar en el coro; otra la tendr para la enseanza y trabajar en la escuela dominical y quiz a otra le guste arreglar las flores del altar, y tengan talento o no, todas pueden ofrecer sus casas para una reunin. La casa pastoral pertenece a la congregacin. Por qu no compartir las comodidades que tenga?Seor todopoderoso y eterno, que gobiernas todas las cosas en el cielo y en la tierra, escucha benignamente las splicas de tus siervos y da a esta congregacin lo necesario para su bienestar espiritual. Fortalece y confirma a los timoratos; visita y restablece a los enfermos; da vigor al dbil; ampara a los desamparados; restaura a los cados; restablece a los arrepentidos; quita todos los obstculos para el avance de tu verdad; haz que todos tengamos el mismo sentir dentro del redil de la Iglesia Santa, para honra y gloria de tu nombre. Por Jesucristo nuestro Seor. Amn.

10Su Lugar en la ComunidadCUALQUIER COMUNIDAD es un campo maravilloso de oportunidades para la esposa de ministro que desee ofrecer sus servicios fuera de los lmites de su propia congregacin.La mayora de las madres se asustan al ver a su primer hijo comenzar a andar dando tropiezos. Cuando llegaron mis hijos ya tena yo mucha prctica pues haba tenido la suerte de haber trabajado en una clnica para nios pequeos donde mi principal labor era tomarles la temperatura y prepararles para la visita del mdico.Jams habra aprendido el arte de tejer cestas de no haber servido en el departamento de teraputica de un gran hospital, enseando a los pacientes muchas cosas que con habilidad podan hacer y que les ayudaban a ocupar las solitarias horas que pasaban en lecho de dolor.Aprend algo de la fabricacin en serie al encargarme de una clase de costura para unas pobres amas de casa en un barrio humilde de la ciudad. Tales experiencias revelan el hecho de que cualquier servicio voluntario redunda tambin en provecho del que lo realiza.No hay nada ms satisfactorio que un trabajo bien hecho. El bolsillo vaco de un ministro habla elocuentemente de su imposibilidad de costearle los servicios de una secretaria, a una oficina de beneficencia. Pero puede hacer algo mejor: Enviar a su esposa.Oh Dios!, contina tu obra salvadora a pesar de nuestras imperfecciones y de la mala interpretacin que produce separaciones en el cristianismo. Prospera la labor de las iglesias que llevan el nombre de Cristo y luchan por alcanzar la justicia y la fe en l. Aydanos a poner la verdad por encima de los conceptos que de la verdad tengamos, y a reconocer gozosamente la presencia del Espritu Santo donde quiera que escoja vivir entre los hombres. Por Jesucristo nuestro Seor. Amn.

11Su Vida DevocionalAL VOLVER una amiga de un crucero alrededor de medio mundo, le pregunt cmo haba ocupado su tiempo en aquellos cuatro largos meses sobre el mar, y me respondi as:Confeccion el vestido que llevo y le la Biblia desde el Gnesis hasta el Apocalipsis.La mayor parte de los creyentes en alguna que otra ocasin ha ledo porciones ms o menos grandes de la Biblia (aunque algunos confiesan que pasan por alto las genealogas). Pero el que jams se la haya ledo desde el principio hasta el fin no puede imaginarse a cabalidad el vigor de la Biblia. El drama del propsito de Dios y de su revelacin deja pequeo a cualquiera de los de Shakespeare.Esto no significa que no pueda leerse la Biblia, y con provecho, de otras muchas maneras. Los historiadores la leern con su propio nfasis, mientras que los novelistas, los dramaturgos, los comedigrafos, los abogados, los psiclogos, y aun los nios, encontrarn algo particular para s mismos. Puede leerse por temas, por captulos, por versculos, como biografa, o como libro de viajes (si se leen viajes de San Pablo).En cierta ocasin, durante una cena, un profesor, agnstico a su manera, crey haberme vencido.Qu piensa usted de San Pablo? No cree que era un majadero terriblemente vanidoso?Los argumentos teolgicos no son mi fuerte, pero casualmente haba ledo aquella misma maana el captulo VII de la Carta a los Romanos. Intent defender a Saulo de Tarso diciendo que l mismo reconoca que no haca las cosas que quera hacer, y que, en cambio, realizaba lo que no deseaba llevar a cabo.Puede llamarse a esto vanidad? le pregunt.La Biblia contiene las promesas de Dios, sus amonestaciones y sus palabras de amor y esperanza. Sus pginas sagradas nos permiten participar de las ricas y gloriosas experiencias espirituales de hombres como Abraham, David, Pedro y Pablo. Leemos la Biblia para conocer la voluntad de Dios para nosotros, para hallar valor y seguridad en tiempos de tristeza y de peligro; para orientarnos en la vida.No nos imaginemos que orar es algo extrao e innatural. Al contrario. Mucho ms innatural es no orar. Instintivamente nos elevamos hasta algo ms alto y grandioso que nosotros mismos. La bsqueda de Dios por el hombre es universal y eterna.La oracin es splica, deseo, resignacin, consuelo, inspiracin. La oracin es algo natural, aunque tambin extrao. La oracin nos es familiar y a la vez increblemente extraa; sencilla y a la vez formidable.Muchas personas que en otras cosas son sensatas dice el obispo Wilson al parecer piensan que la oracin es algo que uno puede tomar o dejar a conveniencia. No hay nada ms pattico que ver a una persona presuntuosa que ha dado poca o ninguna importancia a Dios encontrarse de repente en una situacin desesperada y tirarse de rodillas en frentico clamor ante el Trono de la Gracia. El alma la tiene entumecida por falta de uso. Es un extrao en la presencia de Dios. Clama, gime, se lamenta, grita, y se extraa de que sea tan difcil obtener el relajamiento que da la confianza en la misericordia de Dios. Es semejante su actitud a la de un artesano desentrenado intentando manejar una herramienta delicada. Cuando menos se note la necesidad de orar, ms se debe de practicar la oracin.Dios se nos ha revelado de muchas maneras. Domingo tras domingo, en todos los lugares del mundo, se practican la adoracin y el culto a Dios en las iglesias. La fe de una congregacin nos eleva a cimas que por nosotros mismos jams llegaramos a alcanzar. La Santa Comunin es, quiz, el mtodo ms concreto, tangible y remunerador de conseguir la misericordia divina. All nos espera la fuente del Poder por medio de ese don que es Cristo mismo.En aos recientes ha habido un crecimiento grande de pequeos grupos de oracin en todo el mundo. Pueden encontrarse en lugares tan inesperados como las Naciones Unidas, el Congreso de los Estados Unidos, un vagn de ferrocarril en una gran terminal. Los grupos de oracin estn entre las grandes tradiciones de la Iglesia que el mismo Seor Jesucristo instituyera. Los grupos de oracin son extremadamente importantes en la vida de las congregaciones.La vida privada devocional de la esposa del pastor es, quiz, lo ms importante de todo, pues en ella encuentra fuerza, inspiracin, gua, aliento, para vivir la vida que Dios desea que viva. Nadie puede ensear a otra persona a orar ni dictarle por qu debe orar. Sin embargo, debe tenerse un plan de meditaciones ordenadas para cada da, as como existen planes definidos y materiales para la construccin de un edificio, o los ingredientes para seguir una receta de cocina.En primer trmino, deber dedicar todos los das un cierto tiempo a su vida privada de oracin, en un lugar de completa soledad. Esto requerir una disciplina estricta, especialmente para las madres que tienen nios pequeos. Debera comenzarse con un breve perodo de silencio, para tener la oportunidad de renunciar a dudas, pecados y faltas, para efectuar, por as decirlo, una limpieza de alma, de modo que Dios pueda entrar en ella.Despus, habr de seguir una lectura de las Sagradas Escrituras. Existen varios panfletos con planes y sugerencias para esto, pero puede leer varios versculos que ella misma elija. Escudriad las Escrituras porque en ellas tenis la vida eterna (Juan 5:39).Despus de que Dios se le haya revelado por medio de Su Palabra, la esposa del pastor podr elevar su alma hasta El con acciones de gracias, oraciones de intercesin y splicas. Dios es un Dios personal y desea, y espera, que vayamos a l en oracin, con el espritu de confianza y de humildad con que un nio se llega a su padre.Una vez que la esposa del ministro haya hablado a Dios, podr tener unos minutos de silencio y esperar a fin de que Dios pueda hablarle. Estad quedos y conoced que yo soy Dios (Salmo 46:10).Dios me habl una vez muy claramente. Una seora que viva muy cerca de casa padeca de cncer en un brazo. El brazo enfermo haba adquirido un tamao monstruoso y un aspecto horrible. Cada da la tena presente en mis oraciones. Si oras por ella, por qu no vas a verla? Esto es lo que realmente necesita, pues se halla completamente sola. Por supuesto, haba sido tan egosta que mis oraciones a favor de dicha vecina haban sido vacas, sin sentido. Desde que tuve esta experiencia comprend que nuestra vida privada devocional slo tiene valor si va seguida de una accin definida. La fe sin obras es muerta (Santiago 2:17).La esposa del pastor podr leer tantos libros como quiera sobre cmo, cundo, dnde y por qu orar. Sin embargo, hay slo un medio de aprender a orar: orar, orar con sinceridad, conviccin y fe, pues stas son las cualidades indispensables para la esposa del pastor.La vida no siempre ser serena. Habr muchos y poderosos obstculos en el camino. Habr momentos en que se pregunte por qu le dio el s a aquel ministro.En tales momentos se confortar con aquellas maravillosas palabras de San Pablo a los Romanos: A los que aman a Dios todas las cosas les ayudan a bien (Romanos 8:28).Tratar de vivir hoy una vida sencilla, serena y sincera, desechando prontamente todo pensamiento de descontento, ansiedad, desesperanza, impureza, egosmo; practicando el gozo, la magnanimidad, la caridad y la costumbre de un silencio santo; realizando economas en las compras; ejercitando la generosidad al dar, la prudencia en la conversacin, la diligencia en el trabajo, la fidelidad en el servicio a Dios, y una fe infantil en L En especial, tratar de ser fiel en la prctica constante de la oracin.

12Experimentos en Pequeos GruposLos Estados Unidos de Amrica del Norte estn experimentando un resurgir en la asistencia a la iglesia y, por tal motivo, los cristianos deben estar muy agradecidos. Muchos telogos, sin embargo, miran con recelo esta tendencia y se preguntan si el asistir a la iglesia obedece a un crecimiento espiritual. Indican que, con todo el inters por asistir a la iglesia y a pesar de los muchos edificios y casas pastorales que ltimamente hayan podido construirse, el ndice de delincuencia contina en aumento.Los bancos de las iglesias se llenan de personas cristianas que viven decentemente, que llevan vidas dignas, gobernadas por principios ticos. Revsese los nombres de los que componen el consejo de administracin de fondos para la comunidad, o de la Cruz Roja, o de la asociacin cristiana femenina, o de cualquiera otra institucin. Por lo general, estos hombres y mujeres estn afiliados a una iglesia.Pero si se hiciese una encuesta a la mayor parte de estas personas respecto de sus creencias, de qu es lo que impulsa sus vidas, sus contestaciones seran vagas. La sinceridad obligara a reconocer no slo su falta de conocimiento de la fe cristiana, sino su falta de propio dominio. Estos cristianos rectos, devotos, fieles, ocupan su sitio en la iglesia todos los domingos y... desaparecen para no ser vistos hasta el domingo siguiente. Y si llueve, o una ta fue a verles, o el sbado por la noche hubo algo especial, no se les vuelve a ver hasta dentro de algunas semanas.Algo falla. La desnutricin espiritual es una enfermedad grave. Pero lo mismo que el muchacho chino que, dado a su dieta inadecuada de arroz, ha estado tanto tiempo desnutrido que llega a no darse cuenta de ello, innumerables cristianos no se dan cuenta del hambre espiritual que padecen sus almas.El culto congregacional puede ser una experiencia inspiradora. En nuestra actual congregacin, el culto es radiado un domingo al mes para que puedan seguirlo los presos, los hospitalizados, las personas imposibilitadas de asistir a la iglesia. Un amigo nuestro que escuch de estas transmisiones observ que no era lo mismo que escucharlo en la iglesia, que le faltaba algo. Claro est que s. Una congregacin fervorosa puede encender un fuego que es imposible transmitir por radio. El poder del Espritu puede elevar una congregacin piadosa a grandes cimas. Alcanzamos la cumbre, pero cun pronto volvemos a caer al valle!Muchos de los que acuden a la iglesia se preguntan: Qu s yo de los grandes profetas que profetizaron la venida del Mesas, o sobre los milagros de Jess, o acerca de los que dieron testimonio de su Maestro? Es l, realmente, un Dios personal? Cmo puedo apropirmelo?Una mujer me dijo una vez:Me gustara que alguna de nosotras nos reunisemos de vez en cuando a aprender ms acerca de lo que creemos y cmo emplear con efectividad la oracin.No mucho despus, una madre joven me confes: No se lo dira a otra persona; realmente me siento avergonzada de decrselo aun a usted, pero no s cmo orar.Cuando una tercera mujer me manifest que tena falta de conocimiento de la Biblia y que quera hacer algo para remediarlo, me sent guiada a tomar una decisin. Reun un grupo de fieles con el propsito de estudiar la Biblia. Era como si una voz me estuviese diciendo: Ve, Yo te ayudar.Me pareci que ste era el paso lgico que deba dar una esposa de pastor. Con la aprobacin y bendicin del ministro decidimos hacer una prueba. Para hacer esto no se necesita tener grandes dotes de director, ni estudios teolgicos, ni un conocimiento erudito de la Biblia. Lo nico que se precisa es valor y determinacin.En nuestra gran congregacin suburbana se reunan muchos pequeos grupos de seoras para preparar el Bazar Anual de Otoo. Un verano, un grupo de unas doce mujeres, muchas de ellas ntimas amigas mas, se reunieron en casa de la presidenta, para hacer pastelitos y ms pastelitos, que eran empaquetados de forma atractiva a fin de que pudieran usarse el da sealado. Les hice una proposicin:Somos buenas amigas, trabajamos juntas, nos divertimos juntas, qu os parece si tuviramos juntas unos momentos serios? Supongamos que viniramos una hora antes para tener una meditacin, estudio bblico y oracin antes de empezar nuestro trabajo.Como no deseaba que ninguna viniera de mala gana, aad:A la que no le agrade la idea que venga despus de las diez, pues ms bien estorbara. No me digis ahora mismo lo que pensis acerca de esta idea. Id a vuestras casas, reflexionad sobre ello, y la que quiera, que venga a las diez de otra manera nos veremos una hora ms tarde.Aquel da haba 12. La semana siguiente, a las diez, aparecieron 14. Y as comenz una gran fuerza espiritual en la congregacin. Qu consecuencias tan favorables han surgido de este grupo! Han pasado muchos aos, y este pequeo grupo sigue reunindose regularmente en aquel aposento alto, ensanchando el horizonte de cada miembro, tal como jams se hubiese soado.Otro grupo de la congregacin se reuna todos los mircoles durante el verano para coser. Pasaban ratos muy alegres trabajando y riendo, dedicando unos momentos para una breve merienda. Como la casa pastoral era el lugar ms fresco del pueblo esto era un aliciente ms. Por las tardes, entraban en la capilla a orar. Estos momentos de quietud parecan ser el punto cumbre del da. Cuando se terminaron las labores y las reuniones llegaban tambin a su fin, suger que ya que habamos pasado ratos tan agradables juntas, deberamos seguir reunindonos una hora cada semana para el estudio de la Palabra y la oracin. A veces, he notado que las palabras culto de oracin asustan y que se prefieren estas otras, momentos de estudio. Despus de todo, el nombre no es lo principal.Se les advirti que antes lo pensaran y que oraran sobre ello, y que las que estuviesen interesadas fuesen la semana siguiente. Esta proposicin fue hecha a una docena de seoras y la siguiente semana se presentaron 18. Tambin este grupo ha continuado reunindose.Pronto comenz a leudar la levadura en la congregacin. Otros pequeos grupos empezaron a surgir del grupo anterior (no queramos tener ms de 18 en cada grupo). Pronto hubo un grupo que se reuna por las noches, para las seoras que trabajaban fuera de sus casas; otro para las recin casadas, y un tercer grupo, que se reuna por las maanas, para las madres jvenes.Ya muy animadas, decidimos reunir a un nmero de amigas prominentes que rara vez asistan a la iglesia. Se les hicieron las mismas sugerencias y un 100 % acudi a estas reuniones. Recientemente, al volver a aquella congregacin, encontr una seora de este grupo. Vino a m, y con lgrimas en los ojos, mirndome fijamente, me dijo:Usted cambi totalmente el curso de mi vida. Qu se hace en una reunin de estudio o de oracin? Hay tantas respuestas como grupos. La hora que al estudio o a la oracin se dedican debe incluir una lectura de las Escrituras, meditacin, discusin y oracin.Deben elevarse oraciones en favor de aquellos que se hallen necesitados, estn enfermos o se sientan tristes. Sin embargo, no debe olvidarse el gran ministerio de la intercesin. Los grupos que tienen una vida espiritual vibrante interceden siempre por problemas tan vitales como la unidad cristiana, la paz mundial, la paz racial. Los miembros de cualquier grupo que en sus intercesiones incluyan tales problemas, tratarn de llevar a cabo lo que representan sus responsabilidades para el logro de tales fines.Creo que el secreto de un grupo de oracin bien unido es lo siguiente: Cada miembro ha de recordar individualmente a cada uno de los dems en sus oraciones diarias. Al principio quizs slo mencionarn los nombres. Sin embargo, a medida que vayan pasando los das, se ir desarrollando una comunin tan grande de oraciones que slo pueden imaginrsela o describirla quienes lo hayan experimentado.Omnipotente Dios, que nos has dado gracia para que en la ocasin presente te dirijamos de comn acuerdo nuestras splicas! T has prometido que cuando dos o tres estn congregados en tu nombre, les conceders sus peticiones! Cumple ahora, oh Seor, los deseos y ruegos de tus siervos, como mejor les convenga; y concdenos en este mundo conocimiento de tu verdad, y en el venidero vida eterna. Mediante Jesucristo nuestro Seor. Amn.

13Tristeza, Necesidad, Enfermedad u Otras AdversidadesSUPONGAMOS que la familia del pastor es ms libre de vicisitudes en esta vida que cualquier otra familia. A pesar de todos los chistes sobre ello, el predicador no posee un hilo de comunicacin con Dios, ni recibe ni espera recibir un trato preferente del Todopoderoso. l est sujeto a todas las enfermedades y necesidades de su rebao.Aunque muchas de las enfermedades de este mundo son la consecuencia del mal uso del cuerpo o de ignorar las leyes de la ciencia, cuesta trabajo explicar los accidentes, la pena inmerecida, las duras experiencias.Se habla a menudo hoy da sobre la relacin que tiene la enfermedad con el pecado. Estamos seguros de que Dios quiere para nosotros salud e integridad de cuerpo, mente y alma. Aun cuando Cristo dijo: Tu fe te ha salvado, existe el peligro de que un hombre, sea pastor, sea un gua espiritual, o lo que sea, est expuesto al juicio de los dems. Una joven madre, de nuestra congregacin, fiel cristiana, una maana encontr a su hijito atacado de una misteriosa enfermedad. Asisti a una reunin en la que un predicador hablara sobre la curacin por el espritu, y se convenci de que algn pecado suyo haba sido la causa de la enfermedad de su hijo. La joven madre se impresion tanto que enferm.Fue algo negativo lo que el predicador logr. Lo que nos interesa no es tanto por qu nos vienen aflicciones, sino cmo podemos sobrellevarlas.Con frecuencia omos decir: Es una persona tan buena: por qu le habr ocurrido esto?. El que un hombre o una mujer sean buenos no los libra de adversidades. No hay discriminacin entre santos y pecadores. l hace salir el sol sobre los buenos y los malos, y que descienda la lluvia sobre justos y pecadores (Mateo 5:45). Contribuyen a la formacin del carcter, cambiando nuestros fundamentos de arcilla en roca. Sabemos que el Seor no aflige intilmente a los hijos de los hombres, y que estas mismas aflicciones pueden ser constructivas. El otro da, una ntima amiga ma, al volver de la clnica con una pierna escayolada, dijo:Este es el primer descanso que he tenido en mi vida. Estoy cierta de que por algo tuve