Cómo Perdonarte a Ti Mismo

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Cómo perdonarte a ti mismo Perdonarte a ti mismo puede ser mucho más difícil que perdonar a alguien más. Cuando tienes un sentimiento de culpa por algo que sucedió en el pasado, este paquete de negatividad que te socava puede causar una infelicidad penetrante e interminable. Perdonarte a ti mismo es un acto importante para seguir adelante y liberarte del pasado. También es una manera de proteger tu salud y tu bienestar general. A continuación, verás algunas sugerencias para saber cómo perdonarte a ti mismo. Pasos 1. 1 Practica la auto aceptación. No necesitas perdón por ser tú mismo. Perdonarte a ti mismo se trata de enfocarte en las cosas específicas por las que te sientes mal, no de la persona que eres. Como una técnica de perdón, la aceptación

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Cómo perdonarte a ti mismoPerdonarte a ti mismo puede ser mucho más difícil que perdonar a alguien más. Cuando tienes un sentimiento de culpa por algo que sucedió en el pasado, este paquete de negatividad que te socava puede causar una infelicidad penetrante e interminable. Perdonarte a ti mismo es un acto importante para seguir adelante y liberarte del pasado. También es una manera de proteger tu salud y tu bienestar general. A continuación, verás algunas sugerencias para saber cómo perdonarte a ti mismo.

Pasos

1.

1Practica la auto aceptación. No necesitas perdón por ser tú mismo. Perdonarte a ti mismo se trata de enfocarte en las cosas específicas por las que te sientes mal, no de la persona que eres. Como una técnica de perdón, la aceptación de ti mismo te permite aceptar que eres una buena persona, con todo y tus fallos. No significa que debas ignorar tus fallos y dejar de intentar mejorar, sino significa que

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te valoras a ti mismo por encima de estos elementos e impides que estos fallos frenen tu progresión en la vida.[1]

Ámate y date la oportunidad de sanar. Ríe más, pues te dará más libertad para dejar de pensar todo con tanta seriedad.

2.

2Comprende la importancia del perdón. Vivir en un estado en el que no puedas perdonar requiere de mucha energía. Te sientes constantemente preocupado a causa del miedo a tu vulnerabilidad, quemado por el enojo como fuente de dolor y viviendo con la constancia de tristeza, dolor y culpa. Esta energía merece un mejor uso para que tu creatividad y tus habilidades sean alimentadas, no tu negatividad. El perdón también te permite vivir en el presente en lugar del pasado, lo que significa que puedes seguir hacia el futuro con un sentido de propósito renovado y enfocado en el cambio, el mejoramiento y el desarrollo de experiencia, en lugar de retenerte en un pasado que duele.

Algunas personas temen perdonarse a sí mismas porque tienen miedo de perder su sentido de identidad que han construido con base en enojo, resentimiento y vulnerabilidad. En este caso, pregúntate si esa persona iracunda, reactiva y que se resiente fácilmente es la identidad que quieres mostrar al mundo y con la que

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quieres vivir. ¿La seguridad de este modo de pensar vale el esfuerzo y el daño que te está causando? Es mejor tener algún tiempo de inseguridad mientras te encuentras a ti mismo de nuevo que continuar una vida empantanada en la ira.

Mira el perdón de una forma positiva. Si te molesta que el perdón sugiere que no debes experimentar sentimientos fuertes como el resentimiento y el enojo, trata de verlo como una oportunidad de experimentar sentimientos positivos fuertes, como la alegría, la generosidad y la fe en ti mismo. Cambiar para pensar lo que ganarás en lugar de lo que perderás tiene el beneficio de mantenerte positivo, mientras minimizas las emociones negativas.

3.

3Ten en cuenta los desafíos que se presentan al no perdonarte. No solamente permites quedarte estancado en el pasado, sino que no perdonarte a ti mismo también causa mucho daño en tu salud emocional y física. La incapacidad de perdonar proviene de la ira y el resentimiento, dos emociones que pueden provocar estragos en tu salud. Numerosos estudios han demostrado que las personas que se estancan en una ira constante son más propensas a enfermedades que aquellas que aprenden a perdonar tanto a sí mismas como a los demás.[2]

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Siempre recuerda que perdonar no equivale a olvidar. Tienes derecho a aprender por la experiencia y a que ella misma te guíe. Se trata de dejar de lado el resentimiento y la reprensión auto infligida que se presenta a la hora de recordar.

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4Acepta tus emociones. Por lo general, parte del problema es la incapacidad de aceptar que experimentas emociones como ira, miedo, resentimiento y vulnerabilidad. En lugar de tratar de no afrontar estas emociones negativas, acéptalas como parte de lo que provoca tu falta de auto perdón. Un problema detectado es un problema listo para ser abordado.

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5Reflexiona sobre la razón por la que tratas de mantenerte en un estándar más alto que el resto de personas a tu alrededor. El perfeccionismo provoca que seas demasiado duro contigo mismo. Estás atrapado en una situación donde perdonarte a ti mismo es muy difícil porque parecería que aceptas ser una versión subestándar de ti mismo. Sal de este círculo vicioso de pensamiento haciendo lo que Martha Beck llama "abrazar la imperfección". Beck asegura que "abrazar la imperfección es la manera de lograr lo que el perfeccionismo busca pero nunca encuentra". Te permite aceptar que todos los seres humanos son imperfectos y que también eres un ser humano imperfecto.

Si estás batallando con el perfeccionismo, considera la consejería o la terapia para reducir su impacto en tu vida.

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6Deja ir las expectativas que otras personas tienen de ti. Si estás atrapado en un espiral de auto odio y nunca sientes que eres lo suficientemente bueno debido a las cosas que te dijeron alguna vez, perdonarte a ti mismo es esencial. No tienes control sobre lo que otras personas hacen o dicen, y muchas cosas se dicen y se hacen inconscientemente, frecuentemente motivadas por las propias deficiencias de las otras personas.[3] Vivir tu vida con auto odio porque no sientes que has vivido de acuerdo con las expectativas de alguien más se basa en hacerle demasiado caso a los sentimientos mezclados de otra persona. Perdónate a ti mismo por tratar de vivir una vida de acuerdo con las expectativas de otros y empieza a hacer cambios necesarios para seguir tu propio propósito.

Por cada persona que ha sido dura contigo, recuerda que alguien ha sido duro con ellas. Rompe la cadena de hostilidad siendo amable contigo mismo, sin tratar de vivir de acuerdo con las expectativas de alguien más.

Cuando alguien te critique injustamente, piensa que lo ha hecho mucho más duro para esa persona si comete un error o falla a la hora de cumplir sus propias ideas perfeccionistas. Toma este momento para recordar de dónde vienes y por qué no quieres vivir más de esa manera.

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7Deja de castigarte a ti mismo. Existe un frecuente malentendido de que perdonar equivale a olvidar o condonar. Este malentendido puede llevar a una persona a sentir que no es correcto personarse a sí misma porque a la hora de hacerlo, también hace un acto de olvido o condona lo malo del pasado. Si este factor evita que te perdones, ten en mente que el perdón es un proceso mental en el que sigues recordando lo que pasó y no condonas algo que estuvo "mal" como si fuera "bueno".[4].

Está perfectamente bien decir "No estoy orgulloso de lo que he hecho (o de cómo me he devaluado) pero sigo adelante por el bien de mi salud, de mi bienestar y de aquellos a mi alrededor". Afirmar esto es saludable y te permite romper el ciclo de auto daño en el que caíste, porque abiertamente comprendes lo que estuvo mal y la intención de hacerlo bien de ahora en adelante.

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8Piensa en lo que mejorará en tu vida si puedes liberarte y cómo llevar esto a buen término. Como parte de perdonarte a ti mismo, usualmente no es suficiente con solo decidir perdonarte. Hacer cosas para confirmar el proceso de perdón te ayudará a darte cuenta del perdón a ti mismo y te dará un nuevo sentido de propósito. Algunas cosas que podrías hacer son las siguientes:

Practicar la meditación. La meditación es una manera ideal de encontrar paz interior, espiritualidad, realización personal y relajación física. Te permite sacar tiempo, entonarte con el momento y apreciarlo, y estar en contacto con tu yo interior. Hecha regularmente, la meditación mejorará tu bienestar y sentido de identidad.

Afirma  tu autoestima. Recuerda regularmente que eres una persona valiosa y hermosa y simplemente repite: "Me perdono" o "No voy a dejar que la ira me carcoma", cuando los pensamientos negativos reaparezcan.

Lleva un diario. Escribe tu viaje hacia el perdón. Tener un espacio de escritura para compartir tus pensamientos y sentimientos, uno que nadie pueda leer, es una forma de liberación y auto iluminación para superar los enfoques negativos de tu vida.

Busca terapia . Si has intentado superar la ira, el resentimiento y otras emociones temerosas y sin control, pero todavía tienes dificultades con eso, contacta a un

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terapeuta que pueda guiarte a desarrollar un mejor estado personal. Si la terapia no es lo tuyo, al menos busca uno o más amigos con quienes puedas hablar y que te ayuden a afirmar tu valor.

Si tienes una religión, saca fuerzas de sus enseñanzas para ayudarte.

9.

9Considera el perdón como un viaje, no un destino. Si eres propenso a pensar que no puedes "llegar" al auto perdón, es posible que estés saboteando tus opciones de empezar el viaje del perdón. Es recomendable aceptar que el perdón es un proceso constante y que tendrás días buenos y malos, como la mayoría de los sentimientos y las experiencias en la vida. Quizás sientas que has alcanzado un punto de perdón, solo para que suceda algo que te haga sentir que todo fue en vano y que estás de regreso como al principio, enojado y molesto contigo mismo. El mejor enfoque es dejar que los deslices ocurran y verlos como reveses de menor importancia en un estado de mayor capacidad de perdonar. Adicionalmente, ten en cuenta que el perdón no tiene un horario predeterminado. Puedes hacer tu mejor esfuerzo para prepararte para el proceso y empezar a llevarlo a cabo:[5]

Perdónate a ti mismo en etapas. Empieza a valorarte y tomar una decisión para evitar que el pasado siga atormentando tu presente y dirigir la persona que eres ahora.

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Aprende de lo que has hecho en el pasado pero valora todo tu ser (mira el paso anterior sobre la práctica de aceptarte a ti mismo).

Disfruta las experiencias positivas de forma consciente y no busques infravalorarlas.

Sé agradecido por lo que tienes (excelentes relaciones, un hogar, una familia, una educación, habilidades, intereses, pasatiempos, mascotas, salud, etc.). Busca las cosas buenas en tu vida.

Ten auto-compasión. Cambia tus pensamientos hacia cosas más satisfactorias y mira hacia los valores cuando los enfoques negativas aparezcan.

Discúlpate  si otros han estado involucrados y tú todavía no lo has hecho, o si no lo has hecho de manera genuina. Solo haz esto cuando has cambiado tu mirada negativa y si al hacerlo no causarás daño en otras personas.

Consejos La persona que eres es el resultado tanto de cosas buenas como de cosas malas

que han ocurrido en tu vida, así como las cosas buenas y las cosas malas que has hecho. La manera en la que respondemos a los eventos negativos es igual de importante que la manera en la que respondemos a los eventos positivos. Una persona que suele rumiar y alargar un evento negativo es más propensa a vivir en ira y resentimiento, y esperar más negatividad que una persona que mira las cosas malas como incidentes aislados que no inciden en quién es como un todo.

Piensa cómo has perdonado a otros en el pasado. Toma las mismas lecciones de esas experiencias y aplícalas a tu propia situación. El aspecto tranquilizador de esto es que sabes que tienes la capacidad de perdonar, solo debes apuntar el perdón hacia la dirección correcta.

Tus errores del pasado probablemente te hayan hecho lo que eres hoy. Así que en lugar de verlos como errores, considéralos guías.

Tus errores no te definen. Confía en que eres una excelente persona. Piensa en todos los horrendos errores que las personas normales o buenas han cometido y aprende de ellos. ¡Tus errores ni siquiera son tan malos!

Perdonarte a ti mismo y a los demás no significa olvidar el pasado. Significa perdonar, aunque se queda en la memoria. Este es el mismo ciclo para un duelo.

La vida continúa, así que perdona y olvida.

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Mientras más estrés tengas dentro de ti, más daño te harás. El estrés puede llevarte a liberar tu ira y dañarte a ti mismo o a otros a tu alrededor, pero si te personas, la ira y las cosas malas se marcharán. El resultado es que estás más concentrado y mejor acerca de lo positivo en lugar de lo negativo.

En lugar de pensar en el pasado, concéntrate en el presente y prepárate para el futuro. Recuerda que el pasado NO te define. ¡Eres una persona excelente y bella! Aprende de tus errores, perdónate y sigue adelante.

Cuando te sientas culpable, sigue las palabras de Les Brown: "Perdona tus fallas y errores y sigue adelante". Te ayudará cuando cometas un error.

Compra un juguete para el estrés. Cuando empieces a sentir culpa, juega con tu juguete.

Advertencias No te obligues a pasar tiempo con personas que te devuelven al pasado de una

forma negativa, personas que te molestan, devalúan o menosprecian, y que no piensan

que es mejor olvidar tus vulnerabilidades.

Mantente alejado de personas que tienen una tendencia a sabotear tus esfuerzos de mejoramiento personal. La mayoría del tiempo estas personas se enfocan en salvar sus

propias inseguridades y se ven amenazas al ver que alguien está haciendo un esfuerzo

para sobreponerse a la presión negativa de su vida. Acepta que perdonarte a ti mismo

algunas veces te hará perder ciertas relaciones en las que tu negativismo era una fuente

para que la otra persona ejerciera poder sobre ti. Pregúntate si quieres seguir la infeliz

relación o seguir adelante como una persona completa y renovada, capaz de relacionarse

con gente más saludable.

Evita hablar sobre tus malas conductas y sobre lo mala persona que eres cerca de otras

personas. También crearás esta realidad en sus mentes. Busca terapia para que este

pensamiento negativo en tu cabeza vuelva a la Caja de Pandora de donde provino.

El perdón es la cualidad más difícil de encontrar y aun así es la más esencial. Al aprender

tu propia habilidad para perdonar tanto a ti mismo como a otros, tu crecimiento personal

será excelente y es una recompensa que vale la pena por el trabajo que requiere el

perdón.