COMERCIO LOCAL Y CIRCULACIÓN REGIONAL DE …antonioibarra.com.mx/docs/libros/8.pdf · rior del...
Transcript of COMERCIO LOCAL Y CIRCULACIÓN REGIONAL DE …antonioibarra.com.mx/docs/libros/8.pdf · rior del...
COMERCIO LOCAL Y CIRCULACIÓNREGIONAL DE IMPORTACIONES:
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS EN LA NUEVA ESPAÑA
María Ángeles GÁLVEZ
Universidad de GranadaAntonio IBARRA
Univernisidad Nacional Autónoma de MéxicoEl Colegio de México1
INTRODUCCIÓN: SAN JUAN DE LOS LAGOS
Y LAS FERIAS NOVOHISPANAS
EL ESTUDIO DE LAS FERIAS COMERCIALES en la historiografía tradi-cional sobre la época colonial se ha ceñido, hasta ahora, alanálisis de las más importantes como las de Acapulco o Ja-lapa para el caso de la Nueva España, pero aún no se ha pres-tado una atención suficiente a ferias celebradas en el inte-rior del virreinato con una cierta periodicidad, como las deSan Juan de los Lagos, Saltillo, Chihuahua, Taos y otras me-nores. Sin embargo, se debe tener en cuenta la importanciaque estas ferias comerciales tuvieron, pues hasta principiosdel siglo XIX buena parte del comercio novohispano a dis-tancia era periódico, es decir, las operaciones comercialesestaban sujetas a tiempos y lugares más o menos fijos,2 bienpor las rutinas estacionales de circulación y la dificultad delas comunicaciones, bien por los tiempos del tráfico navalultramarino, aunque también hay que decir que éste fue enaumento y se volvió más complejo a lo largo de la colonia.
Por tanto, el análisis de aquellas ferias, de gran tradiciónen México, constituye una de las piezas clave para entender
HMex, XLVI: 3, 1996 581
1 La investigación de ambos, de la que este ensayo es un avance, debemucho a Sempat Assadourian y a Ramón Mª Serrera, pero obviamentees nuestra la responsabilidad de lo escrito.
2 CARRERA STAMPA y REAL DÍAZ, 1959, p. 176.
la organización de determinados espacios comerciales.3 Sinlugar a dudas, la feria de San Juan de los Lagos represen-tó, en el espacio económico de Guadalajara, un mercadode gran importancia para toda su amplia región de influen-cia, sobre todo a partir de la segunda mitad del siglo XVIII;por ello, hemos decidido emprender su estudio, comorepresentativa de la regionalización que se opera en la Gua-dalajara colonial y de la articulación de mercados distantesintegrados a través del circuito de circulación de mercan-cías propiciado por la feria de San Juan.
FACTORES HISTÓRICOS EN LA CELEBRACIÓN DE LA FERIA
Manuel Payno, uno de los más agudos cronistas del siglopasado, se interrogaba no sin malicia sobre la feria de SanJuan:
¿Por qué se eligió para esta cita anual de todo el comercio dela República un pueblo pequeño, triste, árido con pocas casaspara tanta concurrencia, sin paseos, sin teatro, sin portalerías,sin nada que lo pudiera hacer cómodo y agradable, y sin másatractivo religioso que un pequeño santuario en un cerro, ycuya Virgen no tiene, como otras, tanta fama de ser milagrosa?4
Varios son los factores que influyeron en el desarrollo yauge de esta “triste” villa. Uno de los principales puntos dedebate ha sido determinar en qué medida pudo influir laadvocación a la virgen de la Inmaculada Concepción enla formación de la feria y en qué momento San Juan dejóde ser un lugar de fama por las peregrinaciones religiosas
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA582
3 El estudio de los mercados regionales resulta fundamental para co-nocer la organización de un espacio económico, no sólo por la recons-trucción de la circulación de mercancías y flujos mercantiles interregio-nales que operaban en el interior de un territorio, sino también porqueel estudio de estos mercados internos coloniales permite, como señalaAssadourian, “reordenar la discusión sobre los modos de producción enAmérica Latina, dejar de lado la estéril controversia entre modelos abs-tractos, estáticos”, ASSADOURIAN, 1983, p. 16.
4 PAYNO, 1986, p. 548.
y pasó a convertirse en un sitio de renombre en el virrei-nato por el desarrollo de su comercio.
Nuestro acercamiento al tema, si bien no ignora la rele-vancia de las problemáticas social y religiosa en torno a la fe-ria, nos conduce a interrogarnos ¿hasta qué punto pudieroninfluir las romerías para venerar la imagen de la virgen deSan Juan en el comercio del lugar? Ciertamente sabemos quela devoción a una imagen y la existencia de un pequeño san-tuario en un lugar relativamente remoto en la época, con fre-cuencia han dado lugar a fenómenos de parecida índole enel pasado. La afluencia de peregrinos daba renombre y fa-ma al foco de atracción, y en consecuencia, riqueza no sóloa la ciudad, villa o pueblo donde estuviera ubicado el san-tuario o la imagen objeto de veneración, sino también a laregión circundante y a los caminos que conducían a ellos.
La idea de desarrollar y perpetuar la devoción popularen México dio lugar a una amplia red de santuarios engran parte de la región central del virreinato, respondien-do a una forma organizativa ya ideada en Europa, como“giras de promoción”, con el fin de extender la fama de laimagen que se venera.5 Ante la escasez o ausencia de luga-res sacros en las regiones del norte era más marcada lanecesidad de tal organización; en este sentido, tendríanque adoptar imágenes foráneas para sus prácticas devotasde celebración y culto religioso. Es aquí donde debemosresaltar la importancia que adquiere la imagen y santuariode la virgen de San Juan, que con la de Zapopan fueron lasimágenes que posiblemente extendieron más lejos su redesde influencia, toda vez que la imagen mariana de San Juanse ajusta al arquetipo de una “virgen de frontera”.
Hay que insistir en el hecho de que la advocación maria-na goza de una gran tradición en México,6 y esto, junto aldeseo de afianzar la devoción católica en el orden colonial,
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 583
5 “Nuestra Señora de los Lagos parece haber sido particularmenteexperta en ‘relaciones públicas’ y disponía de una organización per-manente, por medio de dos limosneros, los hermanos Adrián y Blas”,CALVO, 1994, p. 124.
6 En este sentido se debe tener en cuenta el papel que desempeñó laCompañía de Jesús, como principal promotora del culto mariano, al in-
tuvo repercusiones realmente importantes para la poblaciónautóctona ya que, como afirma D. Brading, se intentaba“acabar con el anonimato de la parroquia”,7 integrandoa los laicos en diversas formas de culto.
En este proyecto, el pueblo participaría en la celebra-ción de las fiestas principales de la virgen María, como laAnunciación, la Presentación, la Visitación, la Asunción yla Inmaculada Concepción. Cada pueblo tendría sus santospatronos y profesaría una especial advocación hacia unavirgen en particular. Por tanto, las manifestaciones reli-giosas —como las fiestas del santo patrón o de la virgen—calaron muy pronto en la mentalidad popular religiosa. Latradición occidental del culto a los santos y vírgenes fue rá-pidamente adoptada en tierras del Nuevo Mundo, con unafuerte veneración por las imágenes, las reliquias, las visio-nes y los milagros, es decir, una religiosidad —en palabrasde Antonio Rubial— “ávida de visiones y hechos prodigio-sos, de reliquias y de imágenes”.8
La importancia que se daba a los hechos prodigiosos y so-bre todo a los milagros era, en cierto modo, una forma de exal-tación del lugar donde se producían.9 Cuenta la tradición queel primer milagro de la virgen tuvo lugar en 1623, y a raíz deéste se sucederían otros muchos, como la curación de enfer-medades mortales, la salvación en medio de peligros o el ven-cimiento a la propia muerte.10 Pero sería, en definitiva, el
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA584
corporar a su credo la difusión y exaltación de la devoción de la virgen,como respuesta inmediata a las ideas manifestadas por la reforma pro-testante. Véase GONZALBO AIZPURU, 1994.
7 BRADING, 1993, p. 28.8 RUBIAL, 1994, p. 77.9 Para Rubial, la mentalidad popular religiosa fue utilizada por los
criollos novohispanos para reafirmar su situación frente a los peninsu-lares, ya que “una tierra que producía santos era una tierra madura inte-lectualmente, por lo tanto, la exaltación de personajes autóctonos seconvertía en una forma de autoconfirmación”, RUBIAL, 1994, p. 77.
10 FLORENCIA, 1694. Editado varias veces en la época colonial: en 1706(2ª, Phelipe de Zúñiga y Ontiveros), 1757 (3ª, Impresos de la Bibliote-ca Mexicana) y 1801 (4ª, Mariano de Zúñiga y Ontiveros), todas en laBiblioteca Nacional, Fondo Reservado (BN/FR), Universidad NacionalAutónoma de México.
propio capellán del santuario, Juan Gómez de Contreras Fuer-te, quien trató de difundir generosamente la virtud prodigiosade la virgen, cuando le tomó declaración como testigo de losmilagros el comisionado Juan Gómez de Santiago,11 encar-gado de averiguar la verdadera naturaleza de estos hechos.
Por su parte, la afluencia de gente a San Juan revela la tem-prana importancia del culto y la subsiguiente relevancia dela feria, ya que: “en 1666 concurrían a él 2 000 personas en-tre fieles y comerciantes, llegando en 1693 a más de 3 000 yen 1736 pasaban de 8 000 almas las que se concentraban parahacer ‘mandas religiosas’ y vender mercaderías”.12 El auge dela fiesta religiosa a lo largo del siglo XVIII fue tal que para 1776se instituyó oficialmente la fiesta titular de la virgen de SanJuan, el día 8 de diciembre de cada año.13 Según el visitadorJosé Menéndez Valdés, quien estuvo en la feria de 1792, “elconcurso de gente pasa de 35 000 almas con la particularidadde que siendo el lugar muy corto en su población y terreno,todos se colocan, pero con la mayor estrechez”.14
Otro factor importante es la situación fronteriza y de pri-vilegio que gozaba San Juan por ser vértice entre distintasregiones mexicanas —la actual zona de los Altos de Jalisco,el Bajío guanajuatense y la extensa región del norte—, loque también determinó características muy particulares enla sociedad que la conformaba. Es decir, una sociedad ruraly minera que alimentaba la fama del sitio, por ser lugar depaso, de encuentro y de peregrinación para venerar a suvirgen. Es importante insistir en que la sociedad alteña,cuya economía se basaba en la explotación de las minas yen actividades agropecuarias, conformó una “unidad sim-biótica” de regiones ganaderas y mineras.15
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 585
11 Licenciado Juan Gómez de Santiago, beneficiado de Xalloztitlán ycomisionado del obispo de Guadalajara, Francisco Berdín de Molina.
12 DÁVILA, 1947, pp. 36-38.13 BECERRA JIMÉNEZ, 1983, p. 24.14 MENÉNDEZ VALDÉS, 1980, pp. 71-72 y 109.15 “[L]a estructura social alteña fue jalonada en el tiempo y en el
espacio por hombres del ganado, de tierras y minas; por figuras anda-riegas, que lo mismo cuidaban de los campos que del ganado”, GUTIÉRREZ,1991, p. 147.
Adicionalmente merece señalarse la composición demo-gráfica de esta región de la Nueva Galicia cuyo rasgo prin-cipal fue el proceso de colonización española característicode la región.16 Así, hacia 1633 se solicitó a la audiencia deGuadalajara la “españolización” del pueblo de San JuanMexquitic; dicha concesión supuso un importante flujomigratorio de poblaciones vecinas a San Juan, donde que-daron ampliamente beneficiados españoles y criollos en laentrega de mercedes de tierras por el cabildo de Lagos.Según el censo demográfico de la intendencia elaboradopor Menéndez Valdés entre 1791-1793, de una poblaciónde 337 723 almas la jurisdicción de Santa María de losLagos, segunda en importancia tras la de Sayula, reunía a11%, es decir, más de 37 000 habitantes.17
En el mapa de distribución poblacional de la intenden-cia de Guadalajara se aprecia una gran concentración de-mográfica en su región noroccidental —compuesta por lasjurisdicciones de Lagos, Aguascalientes y Juchipila—, yaque representa la cuarta parte del total de la intendencia,con una significativa proporción de europeos y españoles(36.5%), indios (29.7%), mulatos y castas (33.8%). A elloañadamos que, en particular en la jurisdicción de Lagos, lapoblación indígena tenía un menor peso relativo (22.7%)frente a la española (28.9%) y a los mulatos y castas(48.5%). Lo anterior configura un perfil étnico peculiarque nos sugiere la importancia del asentamiento de pobla-ción no indígena, la marginalidad de ésta y la llamativaconcentración de castas, casi la mitad del total, en unaregión que se precia de criolla. Pese a ello, la impronta de
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA586
16 Según Antonio Gutiérrez la conquista y la colonia en los Altosdeterminó un nuevo modelo de organización social y una merma depoblación autóctona superior a la ocurrida en el centro de México. Elhallazgo de las minas de Zacatecas, y de otras en regiones colindantes,también supuso una importante migración de españoles que se vioreforzada en las dos últimas décadas del siglo XVIII con una segunda olea-da de inmigrantes, dedicados fundamentalmente al intercambio, siguien-do el auge comercial de la región a fines de la centuria. GUTIÉRREZ, 1991,pp. 101, 135, 143-144 y 244.
17 MENÉNDEZ VALDÉS, 1980, pp. 135-161.
casi 11 000 españoles y peninsulares persiste en las rutinasde producción y consumo.
La modesta villa de San Juan de los Lagos, específica-mente, contaba por entonces con 176 indios, 160 españoles,193 mestizos y 55 mulatos, lo cual confirma la tendencia enuna importante presencia española y mestiza de la región:juntos suman 60% de la población establecida en San Juan.Podemos medir, por tanto, en términos de producción yde consumo las repercusiones de dicho predominio en laregión. Las poblaciones española y mestiza, además de serproductoras para el mercado, eran grandes consumidoras,ya que demandaban no sólo productos de la tierra sino tam-bién de importación, europeos y asiáticos, lo que favorecíauna mayor circulación de mercancías en la región.
Si la afluencia en masa de peregrinos pudo determinarel desarrollo y auge de su comercio, otro factor favorablepara la feria fue, como ya se dijo, la situación geográficaclaramente privilegiada de San Juan en el triángulo que te-nían en Lagos el vértice del cruce de caminos y rutas mine-ras. Así los Altos era una de las regiones de mayor tránsitode la arriería y principal centro de abastecimiento para lasminas, además de hallarse bien conectada con el Bajío me-xicano a través del Camino Real si con la ciudad de Méxicoy con el septentrión novohispano por el camino de tierraadentro.18 Por tanto, la circulación de mercancías fue degran relevancia para la zona, sobre todo porque ésta podíaser utilizada como paso intermedio.
Finalmente, puesto que la centralidad de Guadalajaradependía de la red viaria de toda la región, se le concede-rá a San Juan, gracias a su importancia comercial, una espe-cial atención en la política de obras públicas, sobre todo enla tarea de construcción y reparación de puentes y cami-nos. Desde 1717 estaba concluido el camino carretero deGuadalajara a Santa María de los Lagos, “principal víade acceso a San Juan”.19 Y por real cédula de 8 de octubre
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 587
18 SERRERA, 1992, pp. 39-53.19 BECERRA, 1983, p. 28.
de 1788 quedaba aprobada la construcción de tres puentesen la villa de Lagos y pueblos de San Juan y Zapotlán.20
LA PROGRESIVA IMPORTANCIA DE LA FERIA
Lo cierto es que el comercio fue creciendo tanto en SanJuan de los Lagos que para 1792
[…] se contaron sesenta tiendas de ropa de Europa y China,diez de mercería y treinta y una vinaterías, habiendo entrado4 000 tercios de efectos de Castilla e igual número de la tierra:calculóse prudentemente la venta en reales efectivos, 500 000pesos y 700 000 al fiado.21
Dicha feria comercial llegó a tener una importanciaexcepcional, comparable a las ferias de Jalapa o Acapulco;incluso parte de la mercancía adquirida en la primera sedistribuía posteriormente en San Juan.
Uno de los motivos de la redistribución se debía a queen Jalapa, como en otras ferias importantes del momento,había una tendencia a comprar al por mayor, sobre todopor parte de los ricos comerciantes y almaceneros de Mé-xico, ya que los exportadores exigían la compra de lotescompletos para evitar que una parte de sus mercancías sequedara sin vender.22 Esto explica, en parte, el giro mercan-til hacia otras ferias del interior y en consecuencia, la lle-gada a la feria de San Juan de gran cantidad de productosextranjeros procedentes de Europa y también de Asia, so-bre todo mercería fina y varios tipos de telas de algodón,lino o seda, porque San Juan se había convertido en el cen-
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA588
20 Para levantar el puente de San Juan se dispuso que los fondos seextrajeran de los productos que rendían los arrendamientos de terrenosocupados por las tiendas y puestos de la feria. Aunque en 1806 dichopuente aún estaba a medio construir, principalmente por problemaspresupuestarios. AFRAG, Civil, 231-13-3020.
21 MENÉNDEZ VALDÉS, 1980, p. 109.22 BRADING, 1993, p. 138.
tro principal de redistribución para las zonas mineras delnorte. Acudían a esta feria anual comerciantes de Queré-taro, San Luis Potosí, San Juan del Río, valle de Santiago,Celaya, Guadalajara, Valladolid, Aguascalientes y Zacatecas,con el fin de poder vender las mercancías que habían ad-quirido en Jalapa o Veracruz, con ganancias hasta de 200por ciento.23
Una estimación para el trienio 1785-1788 señala comovalor global de las transacciones controladas fiscalmente enla feria entre 85 y 125 000 pesos, que representaba 71%de la alcabala cobrada por la venta de productos impor-tados, de la cual 56.5% procedía de efectos de Europa y14.5% de Asia.24
Los productos locales, sin embargo, eran los que dabanla nota característica a la feria, particularmente el gana-do procedente de las más importantes haciendas de la re-gión de Guadalajara. Precisamente, Aguascalientes y Lagosdestacaban por la cría y exportación de ganado caballar ymular, cuyas remesas no sólo eran enviadas a esta feria,sino a todas las celebradas en el interior. Ambas jurisdic-ciones aportaban a fines del siglo XVIII, 82.35% de lasmulas y 75.43% de los caballos de la región.25 Igualmente,ganaderos y comerciantes norteños se daban cita todos losaños en San Juan.
Pero también la feria era lugar de intercambio de pro-ductos artesanales y textiles. A ella acudían los indios deSan Miguel el Grande, Dolores, San Felipe, Celaya y Leóny los vendedores ambulantes se daban cita anual parareabastecerse de los productos que después vendían porpueblos y caminos.26 De esta manera, el diverso tipo de in-tercambio —por calidad, origen y valor— realizado en laferia tenía un “efecto expansivo” en la demanda y produc-
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 589
23 CARRERA STAMPA, 1953, p. 334.24 MORIN, 1979, p. 152.25 SERRERA, 1977, p. 217.26 Para Morin la feria de San Juan sirvió como lugar de concentración
y distribución de mercancías extranjeras, y al mismo tiempo como regu-lador del comercio regional, sobre todo de textiles y animales. MORIN,1979, p. 156.
ción regionales, era también un “acelerador” de la inte-gración sectorial de la economía y constituía, más que unepisodio comercial, un “estimulante regulador” de la acti-vidad económica regional.
PRIVILEGIOS FISCALES Y CONTROL CORPORATIVO DE LA FERIA
Dada la fama y el comercio creciente que se operaba enSan Juan, en 1794 se solicitó privilegio real para celebraranualmente una feria con exención de alcabalas. Dichasolicitud dio lugar a la formación de un amplio expedien-te que tocaba cuatro temas puntuales:27 primero, la cons-trucción de dos puentes en la villa de Santa María y pueblode San Juan; segundo, la construcción de una casa de adua-na y tiendas para almacenaje; tercero, la estructura de cajo-nes y tiendas mientras durara la feria, y cuarto, el arreglodel cobro de los derechos que se exigen en la misma a títu-lo de alcabala.28
El punto principal de debate se centró, naturalmente,en la forma que debía cobrarse la alcabala. Se han consul-tado tres amplios dictámenes que revelan las posicionesencontradas de diferentes esferas del poder por controlarla feria. La Dirección General de Alcabalas y el Tribunal deCuentas de México se pronunciaron por un mayor controlfiscal para evitar los fraudes que habían sido detectadosaños antes.29 El interés radicaba en ejercer un amplio con-trol sobre las entradas y salidas de todo tipo de géneros; esdecir, se restringía de forma considerable la libertad con laque se había actuado y que permitía, desde luego, variasformas de eludir el pago de la alcabala. Dicho método decontrol significó un aumento de la recaudación fiscal enel suelo alcabalatorio de la administración de Guadalajara,
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA590
27 AGI, Guadalajara, 361.28 La alcabala no se exigía en el acto de la venta sino que se cobraban
cuatro pesos de cuota a cada uno de los tercios procedentes de Castilla;el hierro, el acero, el aceite y el aguardiente estaban sujetos a diferen-tes cuotas.
29 AGI, Guadalajara, 361, ff. 71-72v. y 81v.-100.
así como un mayor poder y control por parte de los comer-ciantes de aquella ciudad sobre los importantes giros co-merciales que se introducían al interior del país a través dela feria. Obviamente, los comerciantes capitalinos recha-zaron la medida: el consulado de México no sólo se opusoa un cambio en el método empleado, sino que ademásmostró abiertamente su preferencia por una feria franca.30
Para la década de 1790, según fuentes de la época, másde 4 000 piezas comerciales entraban con destino a la feria;sin embargo, no existían bodegas ni tiendas adecuadas queresguardaran los productos, sobre todo de las inclemenciasdel tiempo, además de que se encontraba aún pendiente laconstrucción de los famosos puentes de la villa de Lagos ySan Juan. Ante el dictamen del fiscal de Real Hacienda,completamente favorable a establecer la absoluta franqui-cia para todos los géneros que fueran introducidos a laferia,31 la junta superior de Real Hacienda decidió elevar laconsulta al rey, que versaba sobre los siguientes puntos:
1º La relevación absoluta de alcabala en todo lo que secomprara y vendiera en la feria durante quince días, conun plazo de otros tres más para sacar todos los productosque hubieran sido introducidos para el comercio; 2º mien-tras no se aplicara dicha exacción, que continuaran vi-gentes las tarifas y el sistema de cuotas establecido; 3º quelos efectos comprados pagaran cuando fueran sacados paraotro suelo alcabalatorio y se dieran por decomiso si no lle-vaban guía del receptor de Lagos; 4º que quedaran eximi-dos de la contribución de alcabala aquellos mercaderesque regresaran con sus productos, o parte de ellos, sin ven-der; 5º que se consultara sobre la construcción de una ca-sa de aduana y tiendas de firme en la parte lateral delsantuario que mira hacia el oriente, y 6º que se aplicarael producto de la iguala o tarifa para reintegro del costo de
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 591
30 “…que nos parece menos malo que se toleren algunos fraudes queno que decaiga la feria”, Sala del Consulado de México (31 ene. 1794),AGI, Guadalajara, 361, ff. 110v.-115.
31 Dictamen del fiscal de Real Hacienda Posada (México, 25 feb.1794), AGI, Guadalajara, 361, ff. 115-118.
aquellas obras. Que una vez concluidas, se eliminara dichatarifa y el pago de los tres y dos reales que se exigían en esemomento,32 pues a partir de entonces bastaría la cantidadque importara el alquiler de las tiendas para reparos, cons-trucción de puentes y mejoras del tránsito de los caminospróximos.
Estas resoluciones fueron comunicadas por el virrey aldirector general de alcabalas para que éste las remitiera al ad-ministrador de Guadalajara y al receptor de Lagos. La Con-taduría General, por su parte, se mostró completamentefavorable a lo dispuesto por la junta superior.33
Por Real Cédula del 20 de noviembre de 1797, final-mente, hacía la concesión definitiva a San Juan de losLagos para celebrar una feria anual con libertad absolutadel derecho de alcabala. La feria no debía durar más de 15días, y se concedía a todos los comerciantes un plazo deotros tres para salir de la villa con los productos que nohubieran vendido.34 El costo de 33 300 pesos que suponíala construcción de 100 cajones estaría a cargo del consula-do de Guadalajara, a cuyo beneficio quedaba el “alquilermoderado que se ha de llevar por los cajones, de modo quenunca exceda de 5% del capital invertido”. Igualmente, elconsulado construiría por su cuenta la casa de aduana, quedebía contar con un almacén, una oficina y dos piezas máspara uso de la administración.
Lo anterior nos muestra el giro institucional que per-mitió el control de la feria a manos de los comerciantes deGuadalajara y la influencia que lograron en aspectos terri-
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA592
32 Por la falta de fondos para construir una casa de aduana y concluirlos puentes, se aprobó el arbitrio de exigir cuatro reales por cada terciode efectos de Castilla, y dos reales por los procedentes del reino. Aun-que dicha resolución no llegó a tener ningún efecto, y sí en cambio unacuerdo del receptor de Lagos con los comerciantes de pagar, por razónde almacenaje, tres reales por cada pieza de ropa y dos reales por todaclase de abarrotes. De tal modo que en 1792 se llegó a recaudar por esteimpuesto 1 560 pesos.
33 Informe de la Contaduría General (2 jun. 1796). AGI, Guadalaja-ra, 361.
34 En 1807 se concedió un plazo de ocho días para sacar todas la mer-cancías de la feria. Véase REAL DÍAZ y CARRERA STAMPA, 1959, p. 230.
toriales, fiscales y comerciales sobre el tráfico anual; portanto, convendría analizar la magnitud y la evolución delcomercio de San Juan para descubrir la dimensión de lasdisputas y el juego de intereses que explican la relevanciade la feria.
LA FERIA COMO EPISODIO ECONÓMICO: ANÁLISIS CUANTITATIVO
Como hemos advertido, las discusiones relativas a los pri-vilegios fiscales revelaban la importancia y magnitud delgiro de mercaderías en la feria. Lo que no sabemos aún esla dimensión económica de lo negociado y su impacto enel mercado regional de Guadalajara en un doble sentido,a saber: primero, la feria como mecanismo de redistribu-ción de larga distancia y, segundo, los intercambios entrela feria y Guadalajara, debido a la intermediación de mer-caderías del comercio de la capital del que obtuvo ingresossuplementarios por las liquidaciones en plata de sus dis-tantes clientes ocasionales del norte.
En relación con el primer aspecto de relevancia econó-mica regional, el radio de redistribución desde la feria, he-mos perdido una importante fuente fiscal —los registros dealcabala de la feria— al autorizarse la libre salida de efectosa los distantes mercados norteños, a las redes regionales delBajío y en torno a su propio medio local. En cambio, parael segundo aspecto de la circulación, la introducción de mer-caderías a San Juan y su retorno dinerario, podemos estimarel valor fiscal de lo enviado desde Guadalajara a la feria me-diante las guías de comercio expedidas en aquella capital.La relevancia de la información proviene del hecho de queGuadalajara era el principal abastecedor de manufacturase importaciones de la región; por tanto, podremos advertircon ello la magnitud de sus “giros” comerciales.
Gracias a este instrumento fiscal, los Libros de guías,35 po-demos conocer la identidad de los comerciantes que envia-
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 593
35 Los Libros de guías que hemos utilizado, para los años de 1795-1808,pertenecieron a la Real Aduana de Guadalajara y se conservan en el
ron a la feria “tercios” de efectos del país, Europa y China—en algunos casos se mencionan productos específicos—,pero también de valores aproximados del cargamento apartir del aforo del mismo, el comerciante a quien va des-tinado —en muchos casos en comisión de agentes o parasí— y sus especificaciones secundarias, como si son con-ducidos a otros puntos más allá de la feria.
Si bien podemos tener dudas sobre la precisión del afo-ro comercial de los cargamentos, debido a que los preciosde mercado no se expresan sino en el intercambio, propo-nemos considerar que su tasación fiscal mantiene una pro-porción relativamente aproximada con los primeros. Portanto, las fuentes utilizadas nos permiten comparar, en tér-minos relativos, el peso específico del tráfico con la feria enel total comercial despachado legalmente desde Guadala-jara a su mercado regional.
Dicho de otra manera, si bien no podemos estimar elvalor total de lo negociado durante la feria, en razón de lacarencia de testimonios fiscales de la localidad así como dela diversidad de sus canales de aprovisionamiento y destino,sí podemos precisar, en cambio, el impacto de la feria enel comercio regional y su proporción en el valor total de lodistribuido desde Guadalajara para su territorio comercial.
Así entonces, para el periodo estudiado (1792-1808), elvalor de lo remitido a la feria se acercó a 2 000 000 de pesos,lo que significó en promedio un cuarto del valor fiscal delo despachado por Guadalajara a toda su región. Lo ante-rior cobra mayor relevancia si se considera que la feria eraun episodio quincenal en el ciclo comercial anual y que elnúmero de despachos no representaron ni 5% del total dis-tribuido (véase cuadro 1).
Por otra parte, el ritmo de despachos con destino a laferia resultó ser consistente con el total distribuido desdeGuadalajara, según se puede apreciar en su patrón cíclico.
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA594
AFRAG, para los años de 1792-1801 y 1804-1808. Agradecemos a Mªde la Luz Ayala la generosa noticia sobre el contenido del materialtrabajado.
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 595
Cua
dro
1
TO
TA
LD
ED
ESP
AC
HO
SD
EL
CO
ME
RC
IOD
EG
UA
DA
LA
JAR
AA
DIF
ER
EN
TE
SD
EST
INO
SE
NE
LR
EIN
O
YR
EL
AC
IÓN
CO
NL
OS
EN
VIA
DO
SA
SAN
JUA
N, 1
792-
1808
Desp
acho
s de G
uada
laja
ra…
a Sa
n Ju
anRe
lativ
os a
San
Juan
Años
Guía
sVa
lor a
nual
** (p
esos)
Guía
sVa
lor a
nual
** (p
esos)
Guía
s por
cent
aje
Valor
anu
al p
orce
ntaj
e
1792
146
840
7.7
3766
.12.
516
.217
931
487
517.
953
113.
83.
622
.017
941
316
381.
538
69.1
2.9
18.1
1795
134
649
9.8
5710
7.5
4.2
21.5
1796
129
032
5.1
4743
.53.
613
.417
971
253
428.
144
120.
43.
528
.117
981
129
301.
045
52.9
4.0
17.6
1799
126
134
9.0
5685
.24.
424
.418
001
210
455.
564
152.
45.
333
.518
011
206
286.
874
125.
16.
143
.618
021
092
336.
369
123.
76.
336
.818
03*
127
524
3.3
1804
152
159
5.5
6012
3.0
3.9
20.7
1805
131
762
5.2
9722
3.6
7.4
35.8
1806
120
670
2.4
7817
6.9
6.5
25.2
1807
121
073
2.1
8518
7.4
7.0
25.6
1808
106
071
0.9
8921
9.8
8.4
30.9
Tot
al21
647
789
7.9
993
198
9.6
5.0
25.8
*E
n e
ste
año
no
apar
ecen
los
mes
es d
e n
ovie
mbr
e y
dici
embr
e en
el l
ibro
.**
El v
alor
est
á en
mile
s de
pes
os.
F UE
NT
E: A
FRA
G, L
ibro
s de
guí
as.
Esta asociación, nos señala ya la estrecha relación entre elcomercio de la capital y la feria, además de marcarnos susciclos específicos (véase gráfica 1).
De la misma manera, su evolución relativa muestra laimportancia que tuvieron los flujos de mercancía de Gua-dalajara a la feria para el comercio de la capital: de unaquinta parte a cerca de la mitad del valor total negociado.Este peso se expresa, asimismo, en un movimiento cíclicoque acusa marcadas oscilaciones, pero con una tendenciaascendente en el periodo (véase gráfica 2).
De esta forma, resulta relevante notar el desigual com-portamiento, en el largo plazo, de los despachos a la feriasobre todo en dos momentos claramente diferenciados, asaber: el primero, entre 1792-1799, en el que se aprecia unacusado “oleaje” en sus fases alternas de aumento y con-
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA596
++
++
++
++ + + +
++ +
+
+
◊
◊
◊
◊
◊
◊
◊◊
◊
◊◊
◊
◊◊
◊◊ ◊
◊
Gráfica 1
EVOLUCIÓN PROPORCIONAL DE LO DESPACHADO DESDE GUADALAJARA
Y DE LO DIRIGIDO A LA FERIA DE SAN JUAN, 1792-1808
Valor de despachos (miles de pesos)800
600
400
200
0
800
600
400
200
01792 1795 1800 1805 1808
Años
Valor a San Juan Valor de Guadalajara
FUENTE: AFRAG, Libros de guías.
tracción, probablemente debido a la irregularidad del su-ministro de importaciones, la contingencia agrícola delaño o la inconsistencia del aumento en la demanda regio-nal; el segundo, desde principios de siglo hasta 1808, en elque se aprecia que la reducción de la oferta de Guadalajarano frena el crecimiento neto de la demanda y de las ventasen la feria, lo cual puede mostrar que el aumento progre-sivo del comercio en la feria es el resultado de su crecien-te influencia espacial, esto es, que atrae a compradores delugares cada vez más lejanos, particularmente del norte(véase gráfica 3).
En suma, en ambos ciclos puede distinguirse una cre-ciente participación de la feria en el importe global del co-mercio regional de Guadalajara y, por extensión, en elradio de distribución del comercio de la capital.
Estos dos momentos pueden advertirse, también, en laprogresiva relevancia comercial de la feria desde el punto
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 597
Gráfica 2
PORCENTAJE DEL VALOR DE LO REMITIDO A LA FERIA DE SAN JUAN
EN EL COMERCIO DE GUADALAJARA, 1792-1808
Porcentaje sobre el total comerciado50
40
30
20
10
0
50
40
30
20
10
01792 1795 1800 1805 1808
Años
FUENTE: AFRAG, Libros de guías.
de vista del valor de lo negociado: entre 1792-1799 se en-viaron desde Guadalajara 376 despachos por un total de657 000 pesos, con un valor promedio anual de 82 000 pe-sos; mientras que entre 1800-1808 el número de despachosaumentó en dos tercios respecto al periodo anterior, el nú-mero de remisiones llegó a 617, y el valor fiscal se duplicó—a poco más de 1.3 000 000 de pesos—; así también el va-lor promedio de los envíos se duplicó —a 166 000 pesos—llegando a calcularse en más de 200 000 pesos el valor fiscalde los despachos entre 1805-1808 (véase cuadro 2).
Lo anterior revela la importancia que para el comerciode Guadalajara adquirió la celebración de la feria de SanJuan. Una mejor explicación, en nuestra opinión, se encuen-tra en las características de lo enviado: importaciones conalto valor unitario dirigidas, sobre todo, a mercados distantesdel norte y a satisfacer la demanda minera de la región.
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA598
*
*
*
*
*
*
*
*
** * *
* *
*
*
*
Gráfica 3
VALOR DE LOS DESPACHOS DE GUADALAJARA A SAN JUAN, 1792-1808
Valor de despachos (miles de pesos)300
250
200
150
100
50
0
300
250
200
150
100
50
01792 1795 1800 1805 1808
AñosValor a San Juan Tendencia
FUENTE: AFRAG, Libros de guías.
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 599
Cua
dro
2
IMPO
RT
AN
CIA
DE
LO
SD
ESP
AC
HO
SD
EG
UA
DA
LA
JAR
APA
RA
SAN
JUA
N, 1
792-
1811
1792
-179
918
00-1
808*
1792
-180
8*
Tot
al d
e de
spac
hos
desd
e G
uada
laja
raN
úmer
o de
guí
as10
550
1109
721
647
Val
or a
fora
do$3
209
986
$468
788
1$7
897
867
Tot
al d
e de
spac
hos
a Sa
n Ju
anN
úmer
o de
guí
as37
661
799
3V
alor
afo
rado
$657
702
$133
190
4$1
989
606
Rel
ativ
o gu
ías
a Sa
n J
uan
3.6%
5.6%
4.6%
Rel
ativ
o va
lor
a Sa
n J
uan
20.5
%28
.4%
25.2
%
*Se
exc
luye
el a
ño
de 1
803,
par
a lo
s da
tos
de la
feri
a.F U
EN
TE: A
FRA
G, L
ibro
s de
guí
as.
Ello sugiere, entonces, que otro aspecto relevante deeste tráfico es la estructura de demanda que nos expresauna alta liquidez monetaria, particularmente para el pagode importaciones, que al transitar por la feria ingresan a uncircuito de larga distancia. Lo anterior se desprende delvalor promedio de los despachos dirigidos a la feria en rela-ción con otros destinos regionales: la marcada diferenciade valor unitario favorece a San Juan y con ello permite ladisminución de los costos de circulación (véase gráfica 4).
En el periodo analizado, 1792-1808, de los casi 2 000 000de pesos de lo despachado desde Guadalajara, 67% superabalos 5 000 pesos de valor unitario y más de la mitad del totalaforado (50.9%) entre 5 y 25 000 pesos, incluso hubo des-pachos con un valor unitario superior a los 40 000 pesos, loque en la época era una verdadera fortuna (véase cuadro 3).
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA600
*
*
* *
*
*
*
*
*
* **
*
* **
*
Gráfica 4
VALOR UNITARIO PROMEDIO DE LOS DESPACHOS DE GUADALAJARA
A LA FERIA DE SAN JUAN, 1792-1808
Despachos a San Juan (miles de pesos)3
2.5
2
1.5
1
0.5
01792 1795 1800 1805 1808
Años
Promedio de despachos
FUENTE: AFRAG, Libros de guías.
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 601
Cua
dro
3
DIS
TR
IBU
CIÓ
ND
EIN
TR
OD
UC
CIO
NE
SA
SAN
JUA
NSE
GÚ
NV
AL
OR, 1
792-
1808
*
Valo
r to
tal*
*Va
lor
prom
edio
Rel
ativ
oR
ango
sIn
trod
ucci
ones
(pes
os)
(pes
os)
(por
cent
aje)
Has
ta 5
000
8964
8.1
0.7
32.6
Más
de
5-10
000
4732
7.1
7.0
16.4
Más
de
10-1
500
025
310.
312
.415
.6M
ás d
e 15
-20
000
1526
3.2
17.5
13.2
Más
de
20-2
500
05
114.
322
.95.
7M
ás d
e 25
-30
000
616
6.0
27.7
8.3
Más
de
30-3
500
01
33.5
33.5
1.7
Más
de
35-4
000
00
0.0
0.0
0.0
Más
de
40-4
500
03
127.
542
.56.
4T
otal
996
198
9.9
20.5
100.
0
*Se
exc
luye
el a
ño
de 1
803,
no
regi
stra
dos
los
mes
es d
e la
feri
a.**
Los
val
ores
est
án d
ados
en
mile
s de
pes
os.
F UE
NT
E: A
FRA
G, L
ibro
s de
guí
as.
Un examen detallado por periodos muestra claramenteesta tendencia: entre 1792-1800, 71.2% del valor total de loenviado a la feria fue embalado en 34 tercios, de entre másde 5 000 y 45 000 pesos; así también, entre 1800-1808 seconcentró en 67 facturas 65% del valor de lo enviado (véa-se cuadro 4).
Lo anterior indica que, en términos sustantivos, el grancomercio de la ciudad de Guadalajara controlaba la ofertade importaciones a la feria y las colocaba en el mercadoocasional con un respaldo financiero considerable.
Ahora bien, esta oferta de alto valor unitario no agotabala demanda ya que, como testificaban los contemporáneos,había una gran concurrencia de tratantes y comprado-res. El tráfico menudo, reflejo de la actividad económicalocal, se expresaba en multitud de envíos de modesto valorunitario, tanto por la calidad de los productos (artesanías,textiles, corambres, bebidas y cacao, entre otros) como porsu limitada escala. Este tráfico menudo, menor a 5 000 pe-sos, representó cerca de 90% de las remisiones (894 guías)despachadas a la feria entre 1792-1808, aun si su valor nollegaba a un tercio de lo enviado.
Este abasto adquiere mayor relevancia con el nuevosiglo, ya que si bien entre 1792-1800 se asentaron 342 guíascon destino a la feria con valores inferiores a 5 000 pesos,la década siguiente mostrará un incremento en más de60% en el número de despachos, llegando a 551 guías. Eltejido económico de estos envíos expresa con claridad laimportancia de la feria para el mediano y pequeño comer-cio y, con ello, para la producción regional.
De este comercio menudo participaban tanto comer-ciantes de “corto caudal” como grandes mayoristas, que lomismo enviaban despachos con alto valor unitario (entre10 y 45 000 pesos) que guías de comercio al menudeo(menores de 500 pesos) y que, en conjunto, reflejan lasestructuras del mercado regional: un doble flujo circula-torio entre productos de la tierra e importaciones (véasecuadro 5).
Un caso ejemplar es el de don Francisco Vicente Parte-arroyo, el principal comerciante tapatío, que colocó en la
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA602
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 603
Cua
dro
4
DIS
TR
IBU
CIÓ
ND
EIN
TR
OD
UC
CIO
NE
SA
SAN
JUA
NSE
GÚ
NV
AL
OR, 1
792-
1799
Valo
r to
tal
Valo
r pr
omed
ioR
elat
ivo
Ran
gos
Intr
oduc
cion
es(p
esos
)(p
esos
)(p
orce
ntaj
e)
Has
ta 5
000
342
189
194
5528
.8M
ás d
e 5-
1000
016
114
346
714
717
.4M
ás d
e 10
-15
000
785
467
1221
013
.0M
ás d
e 15
-20
000
590
036
1800
713
.7M
ás d
e 20
-25
000
247
812
2390
67.
3M
ás d
e 25
-30
000
255
274
2763
78.
4M
ás d
e 30
-35
000
133
463
3364
35.
1M
ás d
e 35
-40
000
00
00.
0M
ás d
e 40
-45
000
142
110
4211
06.
4T
otal
376
657
702
174
910
0.0
FUE
NT
E: A
FRA
G, L
ibro
s de
guí
as.
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA604
Cua
dro
5
DIS
TR
IBU
CIÓ
ND
EIN
TR
OD
UC
CIO
NE
SA
SAN
JUA
NSE
GÚ
NV
AL
OR, 1
800-
1808
*
Valo
r to
tal
Valo
r pr
omed
ioR
elat
ivo
Ran
gos
Intr
oduc
cion
es(p
esos
)(p
esos
)(p
orce
ntaj
e)
Has
ta 5
000
551
458
686
832
35.4
Más
de
5-10
000
3117
564
35
666
13.6
Más
de
10-1
500
018
224
788
1248
817
.4M
ás d
e 15
-20
000
1017
317
617
318
13.4
Más
de
20-2
500
02
6645
633
228
5.1
Más
de
25-3
000
04
110
683
2767
18.
5M
ás d
e 30
-35
000
00
00.
0M
ás d
e 35
-40
000
00
00.
0M
ás d
e 40
-45
000
285
358
4267
96.
6T
otal
618
129
478
913
988
210
0.0
*Se
exc
luye
el a
ño
de 1
803,
no
regi
stra
dos
los
mes
es d
e la
feri
a.F U
EN
TE: A
FRA
G, L
ibro
s de
guí
as.
feria, mercancía por más de 170 000 pesos, y cuyos despa-chos fueron menores de 500 pesos entre 1795-1797, mien-tras que entre 1802-1808 iban de 10 000 a 43 000 pesos. Ellomuestra, también, que paralelamente con la progresiva im-portancia regional de la feria los comerciantes de Guada-lajara fueron ampliando la escala de sus giros e intereses enel tráfico con San Juan.
EL CONTROL OLIGOPÓLICO DE LA FERIA POR LOS COMERCIANTES
MAYORISTAS DE LA CAPITAL
No hay que perder de vista, sin embargo, que el factor pri-mordial de este dinámico flujo de efectos de la tierra era eltráfico de importación, esto es, las operaciones de granescala. Ello sugiere la existencia de un “control oligopóli-co” del mercado interregional de importaciones y, comohemos venido explicando, el comercio de Guadalajara fueuno de sus beneficiarios. Así, un examen de los comercian-tes involucrados en el abasto de la feria, para los años yaseñalados, revela esta estructura oligopólica: 55 de ellosenviaron mercancía con un valor unitario superior a 5 000pesos, por lo que podemos considerarlos como mayoristascon un fuerte respaldo financiero en sus operaciones.
En conjunto, este grupo de mayoristas colocó valoressuperiores a 1 500 000 pesos, esto es, 80% del valor nominaldel comercio entre Guadalajara y la feria, en el periodoestudiado. De ellos, una veintena concentró más de la mi-tad del valor de lo negociado con la feria, equivalente a1.24 000 000 de pesos en mercancías en 191 despachos. Es-ta alta concentración de valor en un número limitado decomerciantes merece una mejor distinción por periodos.
Así, a fines del siglo XVIII la concentración de valor en unreducido grupo expresa claramente el control del grancomercio: 20 mayoristas despacharon a la feria las tres cuar-tas partes del valor total, casi 500 000 pesos, y, de ellos, sólouna decena controló más de la mitad del tráfico, por un va-lor fiscal superior a 355 000 pesos fuertes.
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 605
Con el nuevo siglo, el valor total de lo despachado a laferia se duplicó, pero no cambió la estructura de controloligopólico: una docena de comerciantes concentró la mi-tad del valor fiscal de lo despachado, casi 660 000 pesos, yuna veintena manejó las tres quintas partes del total, casi850 000 pesos en mercancía negociada.
Si bien no se modificó en lo fundamental la estructuradel comercio, sus rutinas y magnitudes, sí ocurrió un cam-bio generacional que marcó la diferencia en la escala devalor y frecuencia de los envíos. En el siglo XVIII, entre1792-1799, de la decena de mayoristas que manejaron lamitad del comercio con la feria sólo dos, Matías Vergara yÁngel Antonio Mazón, se mantuvieron en este selecto gru-po una década después, el resto disminuyó notablemente suparticipación o desapareció del mercado (véase cuadro 6).
Los dos mayoristas que más valor despacharon a la feria,Ventura Rubio Escudero y Francisco Vicente Partearroyo,reflejan este relevo. Rubio Escudero, que envió más de103 000 pesos en cinco despachos entre 1792-1799, dismi-nuyó el valor de sus remesas en 20 000 pesos y después de1805 no volvería a enviar cargamento alguno. Por su parte,Vicente Partearroyo prácticamente se dedicó al menudeoentre 1793-1801, ya que no envió más de 10 000 pesos encargamentos, mientras que después de este año y hasta1808 colocó más de 150 000 pesos en mercaderías. Este des-plazamiento generacional de comerciantes se expresó,también, en la magnitud de los envíos: los mayoristas delsiglo XIX fueron, sin duda, más audaces en sus negocios,posiblemente beneficiados por la creciente importanciacomercial de la feria (véase cuadro 7).
Por otra parte, los mayoristas que ejercieron el controlmercantil de la feria de San Juan tuvieron significativoscargos en el recién erigido Consulado de Comercio deGuadalajara. De los 20 mayoristas, 18 participaron en el Con-sulado en 64 cargos, la mitad de los cuales con carácter depropietarios (véase cuadro 8).
De igual manera, esto se reflejó en la importancia delcontrol corporativo de la feria por parte del Consuladode Comercio y sus funcionarios, a partir de 1795. La evi-
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA606
dencia colectiva muestra que los comerciantes de la segun-da generación ocuparon el mayor número de puestos encorrespondencia al incremento de sus giros comerciales.De los 18 grandes mayoristas con cargos en el Consulado,cuatro representan a la generación dieciochesca, once a loscomerciantes en ascenso y tres se mantuvieron a lo largodel periodo.
Entre los puestos más significativos resaltan los de prior,cónsul y síndico, así como el cuerpo colegiado de conci-liarios. Como priores se desempeñaron en su titularidad,de la primera generación, Francisco Pacheco Calderón (de1800-1811) y, de la segunda, José Moreno Tejeda (1805);en tanto que como cónsules titulares nada más VenturaRubio Escudero (1807), de la primera generación, ocupóel cargo y sólo una vez que hubo hecho sus mejores nego-cios en la feria. José Moreno Tejeda (1799), Manuel LópezCotilla (1800), Matías Vergara (1804), Francisco Partearro-yo (1806), Domingo Ibarrondo (1818) y Francisco Venan-cio del Valle (1815) ocuparon el cargo de cónsul y reflejanmejor el tránsito generacional.
El conjunto de comerciantes prósperos del nuevo sigloligado al Consulado de Comercio, diez de los más acau-dalados, se desempeñaron con mayor frecuencia comoconciliarios y desde allí arribaron a mejores puestos derepresentación. Así lo muestra, entre otros casos, el de Fran-cisco Partearroyo, quien fue elegido, primero, como con-ciliario teniente (de 1798-1800), luego como síndico te-niente (1804) y finalmente como cónsul propietario en 1806.
Este último aspecto es relevante, ya que muestra el enlaceinstitucional con la economía regional, sus especializacionesproductiva y comercial, la interacción entre control corpo-rativo y manejo oligopólico del mercado, que significó undescenso considerable en los costos de transacción y un au-mento en los beneficios.36
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 607
36 “Las instituciones —afirma North— proporcionan la estructura delintercambio que (con la tecnología) determina el costo de la transac-ción y el costo de la transformación. […] Las instituciones necesariaspara realizar el intercambio económico varían en cuanto a su comple-jidad desde aquellas que resuelven problemas de intercambio simple
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA608
Cua
dro
6
RE
LA
CIÓ
ND
EM
AYO
RIS
TA
SD
EL
AFE
RIA
DE
SAN
JUA
N, 1
792-
1799
Valo
rSu
ma
Rel
ativ
oA
cum
ulad
oC
omer
cian
teG
uías
(pes
os)
(pes
os)
(por
cent
aje)
(por
cent
aje)
D. V
entu
ra R
ubio
Esc
uder
o4
103
4560
15.7
0D
. An
ton
io P
ach
eco
Cal
deró
n7
4250
114
595
86.
522
.2D
. Fra
nci
sco
Esc
obed
o y
Daz
a5
3992
218
587
96.
128
.3D
. Mat
ías
Ver
gara
838
402
224
281
5.8
34.1
D. R
amón
Fer
nán
dez
Dur
án4
2877
025
305
14.
438
.5D
. Án
gel A
nto
nio
Maz
ón5
2845
928
151
04.
342
.8D
. Mar
tín
Dáv
ila1
2000
030
151
03.
045
.8D
. Raf
ael S
anto
s8
1864
932
015
92.
848
.7D
. An
ton
io M
orgo
ta2
1829
233
845
12.
851
.5D
. Jos
é V
entu
ra S
anch
o2
1690
035
535
12.
654
.0D
. Eus
ebio
Núñ
ez1
1672
037
207
12.
556
.6D
. Ram
ón D
urán
316
395
388
466
2.5
59.1
D. M
anue
l Lóp
ez C
otill
a2
1383
840
230
42.
161
.2D
. Tim
oteo
Dáv
ila3
1343
741
574
02.
063
.2D
. Man
uel I
gles
ias
613
309
429
049
2.0
65.2
D. V
icen
te S
áen
z T
erro
nes
113
028
442
077
2.0
67.2
D. P
ascu
al F
ern
ánde
z R
ubio
512
746
454
823
1.9
69.2
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 609D
. Jos
é Jo
aquí
n P
érez
212
562
467
384
1.9
71.1
D. J
osé
Mon
aste
rio
212
560
479
944
1.9
73.0
D. A
nto
nio
Ort
iz d
e la
Tor
re2
1224
049
218
41.
974
.8D
. An
ton
io G
il y
Ara
na
310
234
502
418
1.6
76.4
D. F
ran
cisc
o V
icen
te P
arte
arro
yo7
768
151
009
91.
277
.6D
. Gre
gori
o de
la F
uen
te2
717
651
727
51.
178
.6D
. Ram
ón R
ucab
ado
95
754
523
029
0.9
79.5
D. P
ablo
Rob
les
55
702
528
731
0.9
80.4
D. J
osé
Lor
enzo
Bla
nco
15
515
534
246
0.8
81.2
D. D
omin
go P
érez
35
496
539
742
0.8
82.1
D. P
edro
Pon
ce d
e L
eón
15
338
545
080
0.8
82.9
D. A
nto
nio
Zav
ala
45
190
550
269
0.8
83.7
D. J
osé
Fran
cisc
o V
illas
eñor
93
982
554
251
0.6
84.3
D. M
anue
l Gar
cía
Que
vedo
12
840
557
091
0.4
84.7
D. J
oaqu
ín G
ómez
Cor
ral
21
471
558
562
0.2
84.9
D. D
omin
go I
barr
ondo
294
055
950
20.
185
.1D
. An
drés
Viz
carr
a8
671
560
172
0.1
85.2
D. M
anue
l Fra
yle
262
456
079
60.
185
.3D
. An
ton
io I
riar
te2
414
561
210
0.1
85.3
D. A
nto
nio
Maz
orra
185
561
295
0.0
85.3
Tot
al d
el p
erio
do13
600
561
295
85.3
0T
otal
1910
065
770
2
FUE
NT
E: A
FRA
G, L
ibro
s de
guí
as.
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA610
Cua
dro
7
RE
LA
CIÓ
ND
EM
AYO
RIS
TA
SD
EL
AFE
RIA
DE
SAN
JUA
N, 1
800-
1808
*
Valo
r**
Sum
aR
elat
ivo
Acu
mul
ado
Com
erci
ante
Guí
as(p
esos
)(p
esos
)(p
orce
ntaj
e)(p
orce
ntaj
e)
1. D
. Fra
nci
sco
Vic
ente
Par
tear
royo
716
2.30
12.2
02.
D. J
osé
Mon
calia
n y
Cot
illa
130
67.3
229.
65.
117
.23.
D. R
amón
Mur
úa13
053
.628
3.2
4.0
21.3
4. D
. Man
uel M
urúa
150
52.7
335.
94.
025
.25.
D. M
atía
s V
erga
ra9
50.1
385.
93.
829
.06.
D. R
amón
Ruc
abad
o5
47.9
433.
93.
632
.67.
D. D
omin
go I
barr
ondo
647
.548
1.4
3.6
36.1
8. D
. Pas
cual
Fer
nán
dez
Rub
io6
44.0
525.
43.
339
.49.
D. Á
nge
l An
ton
io M
azón
639
.156
4.5
2.9
42.4
10. D
. Jos
é Fr
anci
sco
Vill
aseñ
or4
36.2
600.
72.
745
.111
. D. J
oaqu
ín G
ómez
Fra
yle
430
.263
0.9
2.3
47.4
12. D
. Fra
nci
sco
Ven
anci
o de
l Val
le5
28.7
659.
62.
249
.513
. D. J
osé
Mor
eno
Tej
ada
125
.668
5.1
1.9
51.4
14. D
. Jua
n F
ran
cisc
o G
oyzu
eta
525
.471
0.5
1.9
53.3
15. D
. Plá
cido
Cas
eda
210
24.6
735.
11.
955
.216
. D. A
gust
ín M
endi
ola
323
.375
8.4
1.7
56.9
17. D
. Man
uel L
ópez
Cot
illa
421
.878
0.2
1.6
58.6
18. D
. Ven
tura
Rub
io E
scud
ero
320
.980
1.1
1.6
60.1
19. D
. An
ton
io M
azor
ra7
20.5
821.
61.
561
.720
. D. P
ablo
Rob
les
720
.184
1.6
1.5
63.2
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 61121
. D. A
ndr
és V
izca
rra
100
18.2
859.
81.
464
.622
. D. R
amón
Fer
nán
dez
Dur
án2
16.6
876.
41.
265
.823
. D. J
osé
Man
uel M
arro
quín
116
.189
2.5
1.2
67.0
24. D
. Mar
tín
Sáe
nz
115
.990
8.4
1.2
68.2
25. D
. Ped
ro M
anue
l Gut
iérr
ez H
igue
ra3
14.7
923.
11.
169
.326
. D. M
anue
l Fra
yle
110
14.0
937.
21.
170
.427
. D. J
oaqu
ín G
ómez
Cor
ral
313
.495
0.5
1.0
71.4
28. D
. An
ton
io I
riar
te4
13.3
963.
81.
072
.429
. D. J
uan
Rui
z O
rgar
rio
29.
397
3.1
0.7
73.1
30. D
. Man
uel G
arcí
a Q
ueve
do6
9.2
982.
30.
773
.731
. D. D
iego
Sol
ís4
8.7
991.
00.
774
.432
. D. A
ndr
és F
ern
ánde
z A
lon
so1
7.9
998.
90.
675
.033
. D. F
ran
cisc
o G
ómez
Bar
redo
27.
31
006.
10
0.5
75.5
34. D
. Man
uel G
arcí
a Sa
nch
o2
5.7
101
1.9
00.
476
.035
. D. A
nto
nio
Gil
y A
ran
a1
5.5
101
7.4
00.
476
.436
. D. A
nto
nio
Zav
ala
25.
01
022.
40
0.4
76.8
37. D
. Jos
é M
onas
teri
o3
4.2
102
6.6
00.
377
.138
. D. R
amón
Dur
án2
3.4
103
0.0
00.
377
.339
. D. R
afae
l San
tos
42.
71
032.
70
0.2
77.5
40. D
. Fra
nci
sco
Esc
obed
o y
Daz
a2
2.4
103
5.1
00.
277
.741
. D. A
nto
nio
Mor
gota
31.
21
036.
30
0.1
77.8
42. D
. An
ton
io P
ach
eco
Cal
deró
n1
0.5
103
6.9
00.
077
.843
. D. D
omin
go P
érez
10.
21
037.
10
0.0
77.9
Tot
al21
500
103
7.1
077
.90
*N
o se
incl
uye
el a
ño
de 1
803.
**L
os v
alor
es e
stán
dad
os e
n m
iles
de p
esos
.F U
EN
TE: A
FRA
G, V
ario
s lib
ros.
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA612
Cua
dro
8
MA
YOR
IST
AS
DE
SAN
JUA
NY
SUS
CA
RG
OS
EN
EL
CO
NSU
LA
DO
DE
GU
AD
AL
AJA
RA, 1
795-
1821
Prior
Cóns
ulCo
ncili
ario
Sínd
icoNo
mbre
del m
ayor
ista
Prop
ietar
ioTe
nien
tePr
opiet
ario
Teni
ente
Prop
ietar
ioTe
nien
tePr
opiet
ario
Teni
ente
Tota
l
D. F
ranc
isco
Part
earr
oyo
……
1…
…2
…1
4D
. Ven
tura
Rub
io E
scud
ero
……
11
……
1…
3D
. Mat
ías V
erga
ra…
…1
11
……
…3
D. Á
ngel
Ant
onio
Maz
ón…
2…
…1
…1
…4
D. J
osé
Mon
calia
n y
Cot
illa
……
……
…1
……
1D
. Ram
ón D
urán
……
……
22
…1
5D
. Ram
ón F
erná
ndez
Rub
io…
……
……
1…
…1
D. R
amón
Ruc
abad
o…
……
…2
2…
…4
D. R
amón
Mur
úa…
……
…3
11
…5
D. D
omin
go Ib
arro
ndo
……
1…
23
……
6D
. Ant
onio
Pac
heco
Cal
deró
n3
1…
…1
1…
…6
D. F
ranc
isco
Esco
bedo
y D
aza
……
……
…1
……
1D
. Man
uel L
ópez
Cot
illa
……
12
…2
……
5D
. Fra
ncisc
oVe
nanc
iode
lVal
le…
11
…2
……
26
D. J
osé
Mor
eno
Tej
ada
1…
1…
1…
……
3D
. Jua
n Fr
anci
sco
Goy
zuet
a…
……
…2
21
…5
D. P
láci
do C
ased
a…
……
…1
……
…1
D. A
gust
ín M
endi
ola
……
……
…1
……
1T
otal
de
carg
os4
47
418
019
04
464
0
FUE
NT
E: L
ibro
s de
ele
ccio
nes
del C
onsu
lado
(Ram
írez
Flo
res)
.
Dicho de otra manera, la feria con su sistema de libertadarancelaria y discreta fiscalización de los valores nominalesdel comercio fue una recompensa a las gestiones, empeñosy estrategias institucionales de los comerciantes de Guada-lajara que, con propiedad, defendieron el aprovisionamientode importaciones para la gran feria del septentrión mexi-cano: San Juan.
EL FIN DE LA FERIA
La feria, como gran episodio anual de distribución regio-nal, pasaba por su mejor momento cuando fue suprimidapor instrucción virreinal en 1810. Esto es, la tendencia alincremento del comercio en la feria no se vio interrumpi-da por una disminución en la demanda, sino como resul-tado de una medida política y, en cierto modo, militar yaque no sólo era una reunión de fieles y tratantes, sino tam-bién una peligrosa concentración de gente expuesta al con-tagio insurgente. De hecho, Hidalgo y los conspiradoresque se reunieron en Querétaro pensaron inicialmente enla feria de San Juan de los Lagos como el lugar y el tiempomás adecuados para promover un movimiento insurgen-te.37 El factor religioso podría ser otra circunstancia favo-rable para la insurrección, pues aprovechando el fervor delos peregrinos se podría haber inducido fácilmente allevantamiento contra la presencia de los comerciantesespañoles en la feria. Así lo señaló Hugh Hamill, paraquien la virgen de la Candelaria habría estado a la cabezadel movimiento, y no la de Guadalupe, de haber prospe-rado tal proyecto de alzamiento en San Juan de los Lagos.38
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 613
hasta las que extienden a través del espacio y del tiempo a individuosnumerosos. El grado de complejidad del intercambio es una función delnivel de contratos necesario para realizar el intercambio en economíasde varios grados de especialización. La no especialización es una for-ma de seguro que los costos y las incertidumbres de las transacciones sonmuy elevados.” NORTH, 1993, pp. 51-52.
37 HAMNETT, 1990, p. 29.38 HAMILL, 1970, pp. 113-114.
La medida de suspensión de la feria, consecuente conlas circunstancias de la época, vino a cerrar un largo ciclosecular de importancia macrorregional de la advocación yel comercio. Su restauración, una década después, pre-senció otro momento económico y quizás modificó supapel en el arreglo institucional y económico de la circu-lación interior de importaciones.
La importancia de San Juan como centro religioso ycomercial no tardó en recuperarse, pero sus enlaces regio-nales y su función en el esquema de circulación interior sevio modificado por las condiciones económicas del nuevopaís y la generalización del contrabando por las porosasfronteras y litorales de México, que fijó en San Juan el lugarideal para negociar las mercancías introducidas y absorberla plata que debía cubrirlas. Por ello, quizás, la sorpresa deManuel Payno, que citamos al principio de este trabajo,deba entenderse más que como una paradoja como unaintencionada ironía sobre la continuidad colonial en laeconomía del nuevo país.
SIGLAS Y REFERENCIAS
AFRAG Archivo Fiscal de la Real Audiencia de Guadalajara,Guadalajara, Jalisco.
BN/FR Biblioteca Nacional, Fondo Reservado, México, D.F.AGI Archivo General de Indias, Sevilla, España.
ASSADOURIAN, Carlos Sempat
1983 El sistema de economía colonial. El mercado interior. Regio-nes y espacio económico. México: Nueva Imagen.
BECERRA JIMÉNEZ, Celina Guadalupe
1983 Historia de San Juan de los Lagos en el siglo XIX a través deun padrón. Guadalajara: Gobierno de Jalisco.
BRADING, David A.
1993 Mineros y comerciantes en el México borbónico (1763-1810).México: Fondo de Cultura Económica.
1994 “La devoción católica y la heterodoxia en el Méxi-co borbónico”, en GARCÍA AYLUARDO y RAMOS, vol. 1,pp. 17-39.
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA614
CALVO, Thomas
1994 “El zodiaco de la Nueva Eva: el culto mariano en laAmérica Septentrional hacia 1700”, en GARCÍA AYLUAR-
DO y RAMOS, vol. 2, pp. 117-130.
CARRERA STAMPA, Manuel
1953 “Las ferias novohispanas”, en Historia Mexicana,II:3(7) (ene.-mar.), pp. 319-342.
DÁVILA, Vicente
1947 Rincones de México. México [s.p.i.].
FLORENCIA, Francisco de
1694 Origen de los dos célebres Santuarios de la Nueva Galicia, obis-pado de Guadalajara en la América Septentrional. Noticiacierta de los milagrosos favores que hace la Santísima Virgena los que en ellos y en sus dos imágenes la invocan. Sacadade los procesos auténticos que se guardan en los archivos delObispado: de orden del ilustrísimo y reverendísimo señor Dr.D. Juan de Santiago León Garabito. Por el padre … de laCompañía de Jesús (1ª ed., Juan Joseph Guilleno Ca-rrasco).
GARCÍA AYLUARDO, Clara y Manuel RAMOS (coords.)
1994 Manifestaciones religiosas en el mundo colonial americano.México: Centro de Estudios de Historia de México-Instituto Nacional de Antropología e Historia-Uni-versidad Iberoamericana.
GONZALBO AIZPURU, Pilar
1994 “Las devociones marianas en la vieja provincia de laCompañía de Jesús”, en GARCÍA AYLUARDO y RAMOS, vol.2, pp. 105-116.
GUTIÉRREZ GUTIÉRREZ, José Antonio
1991 Los Altos de Jalisco. Panorama histórico de una región y desu sociedad hasta 1821. México: Consejo Nacional parala Cultura y las Artes.
HAMILL, Hugh
1970 The Hidalgo Revolt Prelude to Mexican Independence. Gai-nesville: University of Florida Press.
HAMMETT, Brian R.
1990 Raíces de la insurgencia en México. Historia regional,1750-1824. México: Fondo de Cultura Económica.
LA FERIA DE SAN JUAN DE LOS LAGOS 615
MENÉNDEZ VALDÉS, José
1980 Descripción y Censo General de la Intendencia de Guada-lajara, 1789-1793, dedicada al Real Consulado y Cuerpodel comercio de la ciudad de Veracruz. Por el CapitánDon…, Secretario por su majestad del mismo Real Consu-lado, año de 1840. Ramón Mª Serrera (coord.). Gua-dalajara: Gobierno de Jalisco.
MORIN, Claude
1979 Michoacán en la Nueva España del siglo XVIII. Crecimientoy desigualdad en una economía colonial. México: Fondode Cultura Económica.
NORTH, Douglass C.
1993 Instituciones, cambio institucional y desempeño económico.México: Fondo de Cultura Económica.
PAYNO, Manuel
1986 Los bandidos de Río Frío. México: Porrúa.
QUIROZ, José María
1986 Guía de negociantes. Compendio de la legislación mercan-til de España e Indias. México: Universidad NacionalAutónoma de México.
REAL DÍAZ, José Joaquín y Manuel CARRERA STAMPA
1959 Las ferias comerciales de Nueva España. México: Institu-to Mexicano de Comercio Exterior.
RUBIAL GARCÍA, Antonio
1994 “Los santos milagreros y malogrados de la NuevaEspaña”, en GARCÍA AYLUARDO y RAMOS, vol. 1, pp.71-105.
SERRERA CONTRERAS, Ramón Mª
1977 Guadalajara ganadera. Estudio Regional Novohispano,1760-1805. Sevilla: Consejo Superior de Investigacio-nes Científicas, Escuela de Estudios Hispanoameri-canos.
1992 Tráfico Terrestre y Red Vial en las Indias Españolas.Madrid, Dirección General de Tráfico. Madrid: Lun-werg Editores.
MARÍA ÁNGELES GÁLVEZ Y ANTONIO IBARRA616