Comentario Cervantes-Voto a Dios...

5
«¡Voto a Dios, que me espanta esta grandeza y que diera un doblón por describilla!; porque ¿a quién no suspende y maravilla esta máquina insigne, esta braveza? ¡Por Jesucristo vivo! Cada pieza vale más que un millón, y que es mancilla que esto no dure un siglo, ¡oh, gran Sevilla!, Roma triunfante en ánimo y riqueza! Apostaré que la ánima del muerto, por gozar este sitio, hoy ha dejado el cielo, de que goza eternamente.» Esto oyó un valentón y dijo: «Es cierto lo que dice voacé, seor soldado, y quien dijere lo contrario, miente.» Y luego, encontinente, caló el chapeo, requirió la espada, miró al soslayo, fuese, y no hubo nada. COMENTARIO La valoración de Cervantes como poeta siempre ha sido discutida, desde sus tiempos hasta los actuales. Si fue un mal poeta, o correcto, o excelente, ha estado en boca de la crítica siempre. El mismo Cervantes tuvo algunos versos en relación al asunto en el primer capítulo del Viaje del Parnaso: Yo que siempre me afano y me desvelo por parecer que tengo de poeta la gracia que no quiso darme el cielo. La idea común es que Cervantes pudo ser un excelente poeta, si no lo hubiera sido esporádicamente, y que de hecho lo fue cuando sus obras se apartaron de lo circunstancial para acercarse a lo narrativo autobiográfico (Epístola Click to buy NOW! P D F - X C H A N G E w w w . d o c u - t r a c k . c o m Click to buy NOW! P D F - X C H A N G E w w w . d o c u - t r a c k . c o m

Transcript of Comentario Cervantes-Voto a Dios...

Page 1: Comentario Cervantes-Voto a Dios...

«¡Voto a Dios, que me espanta esta grandezay que diera un doblón por describilla!;porque ¿a quién no suspende y maravillaesta máquina insigne, esta braveza?¡Por Jesucristo vivo! Cada piezavale más que un millón, y que es mancillaque esto no dure un siglo, ¡oh, gran Sevilla!,Roma triunfante en ánimo y riqueza!Apostaré que la ánima del muerto,por gozar este sitio, hoy ha dejadoel cielo, de que goza eternamente.»Esto oyó un valentón y dijo:«Es cierto lo que dice voacé, seor soldado,y quien dijere lo contrario, miente.»Y luego, encontinente,caló el chapeo, requirió la espada,miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.

COMENTARIO

La valoración de Cervantes como poeta   siempre ha sido discutida, desdesus  tiempos  hasta  los  actuales.  Si  fue  un  mal  poeta,  o  correcto,  o  excelente,  haestado en boca de la crítica siempre. El mismo Cervantes tuvo algunos versos enrelación al asunto en el primer capítulo del Viaje del Parnaso:

Yo que siempre me afano y me desvelo

por parecer que tengo de poeta

la gracia que no quiso darme el cielo.

La  idea  común  es  que  Cervantes pudo  ser  un  excelente  poeta,  si  no  lohubiera  sido  esporádicamente,  y  que  de  hecho  lo  fue  cuando  sus  obras  seapartaron de lo circunstancial para acercarse a lo narrativo autobiográfico (Epístola

Click t

o buy NOW!

PDF­XCHANGE

www.docu­track.com Clic

k to buy N

OW!PDF­XCHANGE

www.docu­track.com

Page 2: Comentario Cervantes-Voto a Dios...

2

a Mateo Vázquez), lo narrativo épico (Canciones de la Armada que fue contra Inglaterra),o lo narrativo irónico, cuya mejor muestra es el poema que aquí comentamos.

Esta  composición, una de  las  más  famosas  del  Cervantes  poeta,  lleva portítulo Al túmulo de Felipe II en Sevilla, y pertenece a lo que se ha dado en conocercomo sus “poemas sueltos”, es decir, los que quedaban fuera del Viaje del Parnaso osus novelas, y que no constituyen un poemario en sí (este es uno de los aspectos enque se articula la discusión sobre su calidad poética que antes mencionábamos.) Sefecha cercano a la muerte de Felipe II, cuando Cervantes residía en Sevilla, tras unbreve paso por prisión. Es un soneto (las particularidades del cual, algunas obviasy  a  la  vista,  trataremos  más  adelante)  narrativo,  que  con  cierto  aire  irónico  nosofrece en un diálogo la impresión que causa en un soldado de los tercios españoles(¿Cervantes?) y un valentón la grandeza del catafalco erigido en honor del monarcaen la catedral de Sevilla. Si bien  la temática es descriptivo­impresionista, trasluceesa ironía ya reseñada que nos remite a la admiración y el odio que despertó FelipeII y, por extensión,  la España de la época, con sus éxitos y fracasos financieros ymilitares. Para ello se sirve del  tópico de la hipérbole andaluza, presente en cadauna de las frases del soldado, y que podría tomarse como un subtema. Asimismo,el segundo personaje, que replica al soldado extasiado ante el túmulo del rey, en sucondición de valentón configura toda una temática aparte, que potencia el carácterirónico de la composición. (El propio término, que designa a un rufián que se haceel bravo, a quien se hace el valiente siendo cobarde, lleva implícita una mezcla delo  sublime  y  lo  ínfimo,  de  lo  noble  y  lo  apicarado,  una  conducta  y  aparienciaparticulares que, por sí sólo, podría conferir aires de ironía a todo el poema.)

Ya  hemos  dicho  que  el  poema  tiene  un  carácter  narrativo­irónico.Añadiremos ahora que también posee cierto aire teatral. Lejos del lirismo que suelecaracterizar la composición de un soneto, Cervantes se sirve aquí de dos personajesque interactúan en diálogo,  limitándose su intervención personal a cuatro versos(el  duodécimo  y  del  decimoquinto  al  decimoséptimo)  que  valen  tanto  comoacotaciones  dramáticas,  pues  se  limita  a  describir  la  situación  y  acción  de  lospersonajes.  Podría  tomarse  como  un  fragmento  de  alguna  comedia,  o  de  unentremés; también como una escena costumbrista.

En  base  a  esta  particularidad,  podemos  estructurar  el  poema  en  cuatropartes:

1ª.­ De los versos primero a undécimo: intervención del soldado.

2ª.­ Verso duodécimo: acotación; introducción del valentón.

3ª.­ Versos decimotercero y decimocuarto: intervención del valentón.

4ª.­ Versos decimoquinto a decimoséptimo: acotación; salida del valentón.

Click t

o buy NOW!

PDF­XCHANGE

www.docu­track.com Clic

k to buy N

OW!PDF­XCHANGE

www.docu­track.com

Page 3: Comentario Cervantes-Voto a Dios...

3

La  intervención  del  soldado,  que  conforma  la  temática  del  poema,corroborada  luego  por  el  valentón,  puede  dividirse  en  tres  sub­partes,  quecoinciden con los dos cuartetos y el primer terceto. En los primeros cuatro versos elsoldado  expone  directamente  su  admiración  por  el  catafalco,  admiración  quesupone debería alcanzar a todo el mundo (“a quién no suspende y maravilla”). Enel  segundo  cuarteto,  el  soldado  nos  revela  que  su  valoración  del  túmulo  no  esartística,  sino económica  (“Cada  pieza  vale  más  que un  millón”), y en el  tercetohiperboliza la calidad de la obra al suponer que el honrado rey preferiría estar allíantes que en el cielo. Es en estos tres versos donde se nos revela la clave irónica dela  composición:  no  sólo  exalta  la  calidad  del  túmulo  con  su hipérbole,  sino  queapostaría el soldado a que el alma del difunto está allí, y no en el cielo. Trasluceaquí la ironía y mala intención de Cervantes, pues cualquier destino para un almadiferente  al  cielo  representa  la  condenación.  De  alguna  manera,  podríamos  leerque el paso de Felipe II por el mundo, representado en el rico catafalco, no le hizomerecedor del cielo.

Mención aparte merece ese segundo cuarteto. En concreto la asimilación deSevilla  con  la  “Roma  triunfante  en  ánimo  y  riqueza”,  que  más  allá  de  unaevocación  clasicista,  tan  propia  del  Renacimiento,  cabe  interpretarla  como  unareferencia al  célebre Saco de Roma (1527) a manos de los lansquenetes alemanes ypromovido  por  Carlos  V,  padre  de  Felipe  II.  Tomando  una  interpretación  máserasmista  que  político­militar  de  la  destrucción  de  la  ciudad  eterna  (como  uncastigo divino por los excesos de una Iglesia pervertida y alejada del cristianismoprimitivo), advertimos en estos versos, además de una comparación padre­hijo (ylas  comparaciones  siempre  son  odiosas),  una  premonición  irónica  (“y  que  esmancilla que esto no dure un siglo”) sobre un posible futuro de Sevilla, vinculadoal  de  Roma  y  desprendido  de  las  faltas  de  Felipe  II  (en  contraposición  a  laadministración  de  su  padre).  Encontramos,  así,  en  este  cuarteto,  cierto  aire  aerasmismo  en  Cervantes,  además  de  su  rencor  hacia  Felipe  II  y  el  temor  a  undesastre económico en ciernes. Este temor ya lo encontramos en el primer verso, enla contradicción que plantea el soldado al asustarse por la grandeza del catafalco(“...que  me  espanta  esta  grandeza...”).  Aunque  la  relación  entre  los  términos“espanta” y “grandeza” podría explicarla la hipérbole generalizada, resulta obviala crítica al derroche y a la mala política económica. También en el tercer verso, enuna  segunda  lectura  de  las  cualidades  del  catafalco  (“...¿a quién no suspende ymaravilla?...), se incide en la misma idea: a los matices de admiración intrínsecos aestos términos, cabe añadirles los de incredulidad y temor.

En cualquier caso, no parece que fuera la intención de Cervantes distinguirunas partes temáticas en su composición. Más bien ciñó la estructura del poema alcarácter teatral. Y no sólo  la estructura  interna o temática, sino la externa. Antes

Click t

o buy NOW!

PDF­XCHANGE

www.docu­track.com Clic

k to buy N

OW!PDF­XCHANGE

www.docu­track.com

Page 4: Comentario Cervantes-Voto a Dios...

4

hemos adelantado que esta composición es un soneto. Sin embargo, una primeraaproximación al texto no nos revela tal cosa. Un soneto tiene catorce versos, y estacomposición diecisiete; en un soneto, todos los versos son endecasílabos, pero enesta  composición,  el  verso  duodécimo  es  eneasílabo,  y  el  decimotercero  estetradecasílabo; por último, aunque los once primeros versos parecen conducir aun  soneto  con  un  patrón  de  rima  ABBA  ABBA  CDE  CDE,  el  verso  duodécimo(nuevamente) altera la secuencia, pues no rima con ningún otro.

Así,  formalmente, y a primera vista, no puede  tratarse  de  un soneto. Perosólo a primera vista. La cuestión de la cantidad queda subsanada al considerar lostres últimos versos como un estrambote, en que el primer verso, heptasílabo, rimacon  el último del  segundo terceto, y  los  otros dos, endecasílabos, riman entre  sí.Las alteraciones de los versos duodécimo y decimotercero  parecen más delicadas:ambos  yerran  en  metro,  y  el  duodécimo  en  rima.  Pero  si  trasladamos  las  dosprimeras  palabras  del  verso  decimotercero  al  final  del  verso  anterior  todo  noscuadra:

Esto oyó un valentón, y dijo: “Es cierto (11C)

lo que dice voacé, seor soldado, (11D)

De esta manera el soneto queda perfectamente configurado.

Cervantes  prefirió  respetar  la  forma  teatral,  separando  tipográficamenteacotación de diálogo, antes que la estrófica.

Hemos mencionado la ironía presente en el soneto. Pero para dar a entenderlo contrario de lo que se dice (que es la  ironía), hace falta una interpretación, untono,  unos  gestos.  Así,  este  soneto  también  podría  interpretarse  como  lo que  sepresenta:  una  apunte  del  natural,  una  escena  cotidiana  sin  ningún  tipo  deintención.  “Ironía’”  es  definido  por  Covarrubias  como  figura  retórica  queempleamos “cuando diciendo una cosa, en el sonido o tonecillo que la decimos yen los meneos, se esconde ver que sentimos al revés de lo que pronunciamos por laboca”. Pensemos en los años en que Cervantes residía en Sevilla y en este sonetocolocado sobre el túmulo erigido a Felipe II en la catedral, en esos mismos años. Enla  crónica  de  Francisco  de  Ariño,  testigo  presencial,  se  informa  de  que,  segúnparece, el 29 de diciembre: “ese día estando yo en la Santa Iglesia entró un poetafanfarrón y dijo una octava sobre la grandeza del túmulo”. Según las noticias deltestimonio de Ariño, con toda probabilidad, Cervantes contempló el catafalco, leyóy prendió sus poemas en él. También nos informa sobre la peculiaridad de aquellalectura: el testigo habla de “una octava sobre la grandeza del túmulo” (confusiónseguramente provocada por el estrambote), palabra e  impresión contenidas en elsoneto; y se confunde entre el personaje del valentón y el propio poeta que lo lee,

Click t

o buy NOW!

PDF­XCHANGE

www.docu­track.com Clic

k to buy N

OW!PDF­XCHANGE

www.docu­track.com

Page 5: Comentario Cervantes-Voto a Dios...

5

seguramente, por el modo de escenificar sus versos, su “tonecillo” y “los meneos”en que “se esconde” el sentimiento contrario del que sale por su boca, detectandola insolencia de  la recitación. Y no olvidemos que  junto al soneto  iban prendidaslas  “Décimas  a  la  muerte  del  rey”;  quién  sabe  si  no  fueron  leídas  con  similar“tonecillo”.

Aparte de la ironía, el soneto se articula sobretodo gracias a figuras retóricaspatéticas.  Así,  esa  manifiesta  concepción  teatral  de  la  que  hemos  hablado  laconsigue, en su mayor parte, gracias a  los dialogismos que conforman las partesprimera  y  segunda.  También  contribuirán  a  la  teatralidad  del  poema    laexclamación presente en las palabras del soldado, con apóstrofes que se van a laobstentación  en los inicios de oración (“¡Voto a Dios...!”, “¡Por Jesucristo vivo!”),que  le  otorgan  la  intensidad  necesaria  para  que  la  ironía  se  vuelva  crítica.  Porsupuesto,  la  ya  mencionada  hipérbole,  utilizada  en  este  soneto  antes  comocaracterización de personajes y ambiente que propiamente como exageración.

Todo esto indica lo que ya se adelantó. El lirismo ­un lirismo circunstancial,no introspectivo­ está aquí camuflado en una escena teatral, al servicio de la cual sesupeditan todos los recursos. Parece pretender Cervantes cierta verosimilitud de laescena,  y  a  tal  efecto  no  le  conviene  recurrir  a  la  retórica;  tan  sólo  a  la  que  sedesprende del tratamiento teatral o del habla corriente.

Es  sabido  que  una  consideración  irónica  de  Cervantes  contravienenotablemente muchas, si no la mayoría, de las interpretaciones que sobre su obrase  han  escrito.  Se  considera  que  romper  su  decoro,  tildarle  de  ironista  esempobrecerle,  reducir  su  amplitud  de  propósitos,  menguar  su  universalidad.Creemos que muy al contrario. Ciertamente, fue militar en activo y orgulloso deserlo,  bajo  las  banderas  de  Juan  de  Austria.  No  obstante,  sin  negar  estasadvertencias,  este  primer  Cervantes  patriótico,  carácter  que  conservó  toda  subiografía,  se  enfrenta  con  otras  interpretaciones  no  menos  clásicas,  como  las  deAmérico  Castro  o  Francisco  Ayala.  Ellos  dan  cabida  al  “nuevo Cervantes”,  quemantuvo su orgullo de la vida militar y sus logros, riesgos y bravía de soldado; noasí  una  sumisión  obediente  y  acrítica  acerca  del  mando  de  sus  superioresjerárquicos.  En  realidad,  este  “segundo  Cervantes”,  el  desengañado,  el  de  lafrustración económica personal, sería el crítico y descontento con la política militarexterior de Felipe II, que surge de manera declarada en el soneto “A la entrada delDuque  de  Medina  en  Cádiz… ”.  Es  el  primer  testimonio  claramente  irónico(“triunfando entró el gran Duque de Medina”), con el que se hermanan el célebre“¡Voto a Dios… !” y otras numerosas escenas y detalles integrados en sus obras.

Click t

o buy NOW!

PDF­XCHANGE

www.docu­track.com Clic

k to buy N

OW!PDF­XCHANGE

www.docu­track.com