Colostethus machalilla

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2 Editorial.

Actualidad Científica

3 El desarrollo embrionario de la rana Colostethus

machalilla (E. del Pino).6 Un pez gato milenario: La preñadilla, Astroble-

pus ubidiai (Siluriformes: Astroblepidae) (M.Moreano, Y. Reascos y E. del Pino)

9 Los virus de insectos, un componente olvidadode la biodiversidad ecuatoriana (A. Barragán y J.L. Zeddam).

12 Caracterización de secuencias de ADN repetidasen tandem (STRs) en población mestiza ecuato-riana (C. Paz y Miño).

15 La técnica PESCADO y mi paso por el análisisde las leucemias ( P. Leone).

17 ¿Cómo crecen y mueren los árboles en los bos-ques tropicales? (R. Valencia).

22 ¡MÁS LUZ…! (J. Carvajal).

Reportaje

26 La educación ambiental: una gran alternativapara salvar la naturaleza (A. Villacís).

Curiosidades Científicas

28 ¿Qué tienen en común un pseudogen y elRequiem de Mozart? (A. Narváez y J. Barreiro).

31 Podemos prevenir una toxiinfección causada porSalmonella Enteritidis (I. Alcocer).

35 La piel de las ranas: Un verdadero arsenal quí-mico (M. Rivera y C. Proaño).

39 Plantas medicinales andinas (O. Vacas).44 La Quebrada del Chiche: un espacio recreacio-

nal que debemos protegerlo (C. Quintana).46 Los guardarocíos de los páramos (K. Romole-

roux).48 ¿Cuántos años viven los frailejones del páramo

de El Ángel? (T. de Vries).51 Caminamos Hacia la Sexta Extinción (S. Burneo).

Gente que hace historia

54 Luis Coloma: un herpetólogo, desde siempre yhasta siempre (A. Rengifo).

Noticiencia

56 EL Sapari, “Imperdonable no visitarlo” (L. Colo-ma).

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Contenido

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NUESTRA CIENCIA n.º 7Quito, junio de 2005

Facultad de Ciencias Exactas y Naturales

Dra. Laura Arcos Terán, Decana

Dr. Renato Valencia R., Director de la Escuela de

Ciencias Biológicas.

Master Wendy Heredia R.,Directora de la Escuela

de Ciencias Químicas.

Lic. Galo Raza Dávila, Director de la Escuela de

Ciencias Físicas y Matemática.

CONSEJO EDITORIALLic. César Enrique Jácome,

Secretario General de la Facultad.

Dr. Luis A. Coloma R.,Profesor de la Escuela de

Ciencias Biológicas.

Dra. Eugenia del Pino V.,Profesora de la Escuela de

Ciencias Biológicas.

EDITORDr. Alberto Rengifo A.,

Profesor de la Escuela de

Ciencias Biológicas.

COLABORARON EN ESTE NÚMERODra. Iliana Alcocer

(Laboratorio de Microbiología)Lic. Álvaro Barragán

(Laboratorio de Entomología), José Manuel Barreiro

(Laboratorio de Biotecnología), Lic. Santiago Burneo

(Laboratorio de Mastozoología), Dr. Luis A. Coloma

(Laboratorio de Herpetología), Dra. Eugenia del Pino

(Laboratorio de Biología del Desarrollo), Dr. Tjitte de Vries

(Laboratorio de Zoología), Dra. Paola Leone

(Laboratorio de Genética Molecular y Citogenética Humana),

Matilde Moreano(Laboratorio de Biología del Desarrollo),

M. Sc. Alexandra Narváez (Laboratorio de Biotecnología),

Dr. César Paz y Miño (Laboratorio de Genética Molecular y

Citogenética Humana), Carolina Proaño

(Laboratorio de Citogenética de Anfibios)Lic. Catalina Quintana

(Herbario QCA)Yanara Reascos

(Laboratorio de Biología del Desarrollo),Lic. Miryan Rivera

(Laboratorio de Citogenética de Anfibios)Dra. Katya Romoleruox

(Herbario QCA)Lic. Omar Vacas CruzDr. Renato Valencia

(Herbario QCA)Lic. Anita Villacís

(Laboratorio de Investigación en Enfermedades Infecciosas)

Jean-Louis Zeddam (Laboratorio de Entomología)

ISSN: 1390-1893

Todo bien hecho enImprenta

Hojas y [email protected]

EditorialSantiago Burneo, en su artículo “Caminamos hacia la Sexta Gran

Extinción”, manifiesta que “no sólo caminamos sino que corremos”hacia este magno cataclismo. Y que esta vez el ser humano es la ca-tástrofe ambiental.

Sobre la humanidad, por tanto, se cierne el peligro de arrasar contodo lo que significa vida, porque, desgraciadamente, como se dijoen la Cumbre de Río, en 1992, “Medio mundo, el más pobre, des-truye la naturaleza porque no tiene nada y lo necesita para comer ocalentarse. Entre tanto, el otro medio, el más rico, destruye la natu-raleza con sus sobras, la envenena con sus desperdicios”.

¿Qué hacer al respecto? ¿Cómo evitar que tan sólo esculturas depiedra volcánica (los moais) sean los testigos mudos de la existenciade un paraíso?

La respuesta, sin ser la única, creemos que debería ser la si-guiente: todos, sin excepción y desde el lugar donde ejerzamos nues-tros servicios, debemos unirnos y trabajar incansablemente por “en-contrar alternativas de conservación y desarrollo sostenible; perotambién debemos trascender la ciencia y luchar por un cambio eco-nómico y social” (Burneo, Nuestra Ciencia n.º 7, 2005).

Precisamente, este 7.º número de la revista NUESTRA CIEN-CIA, con sus ya clásicas secciones: actualidad y curiosidad científicas,reportaje, gente que hace historia y noticiencia, constituye la palestraen la cual nuestros profesores, investigadores, científicos, personas decultura exponen a la sociedad ecuatoriana y del mundo su empeñodecidido por evitar que se degrade el ambiente, se deforesten los bos-ques, se extingan las especies y se arroje al olvido nuestra cultura ytradiciones.

En la sección Noticiencia de este número, justamente, se haceuna relación pormenorizada de la exhibición en vivo de ranas, sapos,ilulos y salamandras que se realizó en el Centro Cultural de la PUCE.Este mega evento despertó, a nivel nacional e internacional, enormeinterés en niños, jóvenes y adultos, y constituyó el mejor camino paraconocer a los anfibios y adquirir el compromiso de protegerlos.

Como siempre, agradecemos de todo corazón a nuestra Pontifi-cia Universidad Católica del Ecuador, al Herbario QCA, a PetrobrasEnergía Ecuador por su generosa ayuda económica, por confiar ennosotros, por invertir en una revista de calidad cuya motivación yúnico interés es “hacer de la divulgación científica el mejor instru-mento que posibilite conocer lo que somos, la riqueza de la natura-leza que tenemos; para conservarla y aprovecharla al máximo” (Ren-gifo, Nuestra Ciencia n.º 3, 2001). ¡Jamás nos olvidemos que defen-der la naturaleza es defender al hombre!

Alberto Rengifo A.Editor

[email protected]

Aves, mamíferos y anfibios en peligro de extinción.

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En esa soleada tarde,como típicamenteson las del verano de

Quito, el laboratorio de Biologíadel Desarrollo bullía con la activi-dad científica de los estudiantes detesis de la Escuela de Ciencias Bio-lógicas de nuestra universidad, laPontificia Universidad Católica delEcuador. Entremezclado con elcroar de las ranas, se escuchabanlos murmullos, comentarios y risasde los jóvenes. De esta forma, nor-

malmente, empiezan las sesionesde investigación de este laborato-rio. El ruido y algarabía iniciales sepierden y son reemplazados por elsilencio creativo cuando los jóve-nes científicos se concentran en susrespectivos estudios, y desde mioficina solamente se escucha lafuerte voz de las ranitas.

En ese preciso momento,cuando todos estábamos concentra-dos en nuestras respectivas tareas,llegó un visitante, de quien les he

hablado ya en otras oportunidades.Era mi amigo, el artista que tiene in-terés por los avances de la Biología,quien lee y se entera de novedades, ya veces nos visita para conversar so-bre la Ciencia. Estuve trabajandocon tal intensidad, que no me dicuenta que alguien había entrado enel laboratorio. Mi amigo tampoconotó que todos estaban trabajando ycon cordial y expresiva voz se dirigióal Lic. Oscar Pérez: ¡Oscar, tu di-bujo está muy bonito!, dijo.

El desarrollo embrionariode la rana

Colostethus machalilla Por Eugenia M. del Pino([email protected])

Figura 1. Vista dorsal de un embrión de Colostethus machalilla en el estadio de yema de la cola. A cada lado de la cabeza se observ an las prominentesyemas de las branquias.

Actualidad Científica

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El Lic. Oscar Pérez, miembrodel cuerpo de profesores de la Es-cuela de Ciencias Biológicas, enese entonces era estudiante de tesisy realizaba una ilustración sobre eldesarrollo embrionario tempranode la rana dendrobátida Coloste-thus machalilla.

Gracias, respondió Oscar, delmodo más parco que mi amigo ha-bía escuchado en su vida. Me ima-gino que pensaba, que así son loscientíficos, precisos y parcos. Nohay tal, sino que el trabajo de in-vestigación requiere de concentra-ción y las interrupciones distraen.

En ese instante levanté la vistade lo que yo estaba haciendo y medi cuenta de que el comentario demi amigo interrumpió el trabajode Oscar Pérez, quien observabalos detalles de los embriones al mi-croscopio para documentarlos enuna ilustración científica. Dejé dehacer mis actividades e invité a miamigo a pasar a la oficina en dondetuvimos una grata conversación.Después de un rato, vino OscarPérez, con su ilustración científicaen la mano a consultar sobre algu-nos detalles.

Mi amigo, quien estaba cu-rioso y entusiasmado con esta ilus-tración dijo: Oscar, por qué hacesdibujos, cuando veo que en este la-boratorio tienes un equipo foto-gráfico digital. Ahora el tomar fo-tos y ver los resultados es inme-diato… Imagínate, hasta yomismo me he comprado una cá-mara digital.

Oscar respondió: Existen deta-lles morfológicos de la estructurade los seres vivos que resultan difí-ciles de fotografiar porque están endiferentes planos focales y por talmotivo en las fotos un aspecto dela estructura puede estar en foco,mientras que otro aparece borroso.Por tal motivo, la ilustración cien-tífica no pasa de moda. Los dibu-jos científicos son muy importan-tes cuando se trata de documentarsobre la morfología de los organis-mos, y en este caso particular sobre

las características del desarrollotemprano de la rana dendrobátidaColostethus machalilla.

–¿No se conoce el desarrollotemprano de Colostethus machali-lla? –preguntó mi amigo.

Le respondí que no, que curio-samente aún cuando las ranas den-dróbatidas son muy apreciadascomo mascotas y se reproducen enel laboratorio, hasta ahora no se hadocumentado su desarrollo em-

brionario temprano.Mi amigo tomó en sus manos

el dibujo de Oscar Pérez y dijo:–¡Qué bello y qué emoción!–Luego, añadió: ¿Quieres decirque soy tal vez el primero que veuna ilustración del desarrollo tem-prano del Colostethus machalilla?

Así es –¿le respondí?–. A másde nuestro grupo de trabajo, eres laprimera persona en ver estas ilus-traciones.

Figura 2. Ilustración del desarrollo temprano de Colostethus machalilla que incluye (A) la morfología delhuevo fecundado, (B-E) el clivaje, (F) la blástula, (G-K) la gástrula, (L-O) la neuru la.

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Discutimos sobre su consulta es-pecífica y Oscar Pérez regresó al la-boratorio a continuar con su trabajo.

Mi amigo y yo continuamoshablando sobre la rana Colostethusmachalilla y su desarrollo embrio-nario.

Mi amigo recordó que estarana pone los huevos en la hoja-rasca y que el padre cuida de lasposturas hasta que eclosionan pe-queños renacuajos que los trans-porta sobre su espalda al agua. En-seguida preguntó: ¿Qué de nove-doso has encontrado tú y tu grupode colaboradores en el desarrollode esta ranita?

Hay muchos aspectos que di-fieren del desarrollo de la rana Xe-nopus laevis –le dije–. Como recor-darás, en la Biología del Desarrollocomparamos la embriología de lasranas ecuatorianas con la rana me-jor estudiada que es la Xenopus lae-vis. Le expuse que nuestra estrate-gia de estudio corresponde buscarlos modos más divergentes de de-sarrollo en vez de hacer compara-ciones de carácter filogenético conespecies que sean cercanamenteemparentadas con Xenopus laevis.Por tal motivo, hemos estudiado eldesarrollo de la rana marsupialGastrotheca riobambae y ahora nosdedicamos al análisis del desarrollode la ranita dendrobátida Coloste-thus machalilla. Estamos muy en-tusiasmados con las característicasdel desarrollo de esta rana.

En ese instante me interrum-pió y me pidió que le explícase mássobre el desarrollo de Colostethusmachalilla, y en sus ojos brillaba elinterés.

Procedí a explicar que los hue-vos de Colostethus machalilla sonligeramente más grandes y que sudesarrollo es más lento que el delos huevos de Xenopus laevis.

A lo que añadió: ¿Crees queesto se deba a su adaptación terres-tre?

Es posible –añadí–. Los hue-vos terrestres son más grandes por-que tienen más reservas de nu-

trientes. La embriogénesis de losanimales en general ocurre rápida-mente como un mecanismo paraprotegerse de los depredadores.Solamente las especies que brindancuidado parental a los embrionesdurante su desarrollo pueden darse“el lujo” de tener una lenta em-briogénesis. Ejemplos clásicos sonlos mamíferos. El desarrollo en elútero materno protege a los em-briones, que por tal motivo se de-sarrollan con lentitud. Para noso-tros el lento desarrollo de la ranaColostethus machalilla es de interésporque los eventos que ocurren si-multáneamente durante el desa-rrollo temprano de Xenopus laevispueden estar separados por tenermayor disponibilidad de tiempo.

De modo similar a lo que ocu-rre en la rana marsupial Gastrothecariobambae, nuestra colaboradoraIngrid Alarcón ha determinado queel arquenterón de Colostethus ma-chalilla se expande solamentecuando los labios del blastoporo secierran. La Lic. María EugeniaÁvila definió 25 estadios desde lafecundación hasta la eclosión delhuevo en esta rana. La Lic. MaríaSoledad Benítez determinó que laextensión del notocordio ocurreluego de que se cierra el blastoporo,mientras que en Xenopus laevis talproceso ocurre en la gástrula me-dia. En el estudio del desarrolloneural, la Lic. Vanessa Noboa en-contró retardo e, igualmente, IvánMoya ha determinado que la apari-ción de los somitas está retardadacon relación a Xenopus laevis.

Desde aquella conversación hapasado algún tiempo, y varios gru-pos de jóvenes investigadores handesfilado por los mesones de inves-tigación del laboratorio de Biolo-gía del Desarrollo. Los bellos dibu-jos de Oscar Pérez fueron publica-dos en un artículo que relata el de-sarrollo temprano de Colostethusmachalilla.

Cuando en una tarde soleada,como las del verano de Quito,venga nuevamente mi amigo a vi-

sitarnos, le mostraré nuestra publi-cación y le recordaré los nombresde los jóvenes investigadores quecolaboraron conmigo en el estudiodel desarrollo embrionario de estapequeña rana. Le mencionaré aMaría Eugenia Ávila, a María Sole-dad Benítez, Ingrid Alarcón, Va-nessa Noboa, Iván Moya y a OscarPérez. Durante nuestro diálogo,me imagino que llegará a nuestrosoídos, el croar de las ranas entre-mezclado con los murmullos, co-mentarios y risas de un nuevogrupo de estudiantes que, juntocon la investigación científica, for-talecerán, como en el pasado, loslazos de amistad con nosotros, losprofesores que guiamos sus investi-gaciones de laboratorio.

Literatura consultadadel Pino, E. M. 2003 Teaching deve-

lopmental biology in Ecuador: A30-year journey. InternationalJournal of Developmental Biology47: 189-192.

del Pino, E. M., Elinson, R. P. 2003The organizer in amphibians withlarge eggs: Problems and perspec-tives. In: The vertebrate organizer(H. Grunz, editor). Springer Ver-lag, Berlin, Heidelberg, Germany.pp. 359-374.

del Pino, E. M., Ávila, M. E., Pérez,O. D., Benítez, M. S., Alarcón,I., Noboa, V., Moya, I. M. 2004Development of the dendrobatidfrog Colostethus machalilla. Inter-national Journal of Developmen-tal Biology. 48: 663-670.

Gilbert, S. E. 2003 Developmental

Biology. Séptima Edición. SinauerAssociates, Inc., Sunderland, Mas-sachussetts.

Actualidad Científica

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La preñadilla, pezecuatoriano de altura,es el nombre común

de varias especies del género Astro-blepus que pertenecen al orden Si-luriformes familia Astroblepidae,la cual incluye a los peces bagre ygato. Fue descrita en 1805 porHumboldt en el Ecuador, quien ladenominó Pimelodus cyclopum y ladescribió como un pez semejanteal bagre, que podía observarse ycapturarse después de las erupcio-nes volcánicas, momento en elcual este pez emergía de las pro-fundidades de los lagos.

Especie símbolo En algunas de las culturas pre-

colombinas, a la preñadilla se leatribuía propiedades mágicas rela-cionadas con la fertilidad feme-nina. Aún en la actualidad, en laprovincia de Imbabura se obser-van costumbres y creencias ances-trales asociadas a la preñadilla. Al-gunas mujeres indígenas la consu-men para acrecentar su fertilidad ytambién lo hacen durante el perí-odo de lactancia, aparentementecon el propósito de incrementar lasecreción de leche materna. Asi-mismo, fue un signo económico,puesto que los Incas usaron estepez como moneda para intercam-bio en su esfera de influencia. Enlos tiempos de los Incas, la preña-dilla formó parte del tributo de lasetnias, y se mantuvo durante lacolonización española, en la cuallas comunidades sujetas tributa-ban con este pez a la Iglesia Cató-lica en la Cuaresma.

La preñadilla o imba (Astroble-pus ubidiai) es una especie endé-mica de Imbabura que le dio sunombre a la Provincia, pues enquichua imbabura significa cria-dero de preñadillas (imba: preña-dilla; bura: criadero). Habitaba enlos ríos, acequias y lagos de estaprovincia, especialmente en el lagoSan Pablo; desgraciadamente, laspoblaciones de preñadillas han de-crecido en la actualidad.

Cuentan nuestros abuelos ytambién nuestros padres que,cuando eran pequeños, captura-ban abundantes preñadillas en lasacequias y arroyos de la se-rranía y las consumíanasadas en el fogón de suscasas en compañía de susfamiliares y amigos. Evo-can nostálgicos los mo-mentos de encuentro fa-miliar asociados al re-cuerdo del delicioso saborde las preñadillas resaltadopor el ajicito, las papas y elaguacate. Pero ahora, nopueden compartir estossabores con sus hijos y susnietos, como entonces,pues las preñadillas son es-casas, el paisaje andino hacambiado, los arroyos sehan secado o han perdidoel fulgor cristalino al contami-narse, y allá donde antes habíasembríos y bosques hoy se asientancaseríos y barrios urbanos.

Esta desaparición, en apenasuna generación, probablemente sedeba a los cambios ligados a los pa-trones de desarrollo económico

moderno, al consecuente deteriorodel hábitat y a la introducción deespecies foráneas. Lo que deberíaconstituir una alerta para que loscientíficos y la población en gene-ral destinen los esfuerzos necesa-rios en procura de recuperarla ypreservarla. La preñadilla fue pro-puesta para ser catalogada comoespecie críticamente amenazada enla lista roja de la Unión Interna-cional para la Conservación de laNaturaleza (UICN) por Vélez-Es-pino (2004) y por un equipo pio-nero de investigadores.

Un pez gato milenario: La preñadilla, Astroblepus ubidiai(Siluriformes: Astroblepidae)

Por Matilde Moreano, Yanara Reascos y Eugenia M. del Pino([email protected])

Figura 1. Macho de Astroblepus ubidiai . Este pezes aplanado dorso-ventralmente. Semuestran las vistas dorsal y ventral. (A)Vista dorsal: Se observan las barbasfrontales, los nostrilos, los opérculos ylas aletas dorsal y caudal. Los ojos sonmuy reducidos. (B) Vista ventral: Seobserva el disco bucal pronunciado. Laflecha señala la papila urogenital, la cualestá localizada anterior a la aleta anal yposterior al ano.

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Proyecto de InvestigaciónGracias al apoyo de FUN-

DACYT (Fundación para la Cien-cia y la Tecnología del Ecuador),se pudo poner en marcha un pro-yecto de investigación en el labo-ratorio de Biología del Desarrollode la Pontificia Universidad Cató-lica del Ecuador en Quito, me-diante el cual se estudian las carac-terísticas reproductivas de la pre-ñadilla y la factibilidad de su man-tenimiento en acuario. Los cono-cimientos que hemos generado yque relatamos a continuación tie-nen importancia para esfuerzos demanejo de la especie.

Características de la preñadillaLa especie de preñadilla que

hemos estudiado es Astroblepusubidiai. Este pez es negro, carnosoy sin escamas. Alcanza un prome-dio de 12 cm de longitud en laedad adulta, y se alimenta de crus-táceos y algas presentes en su hábi-tat. Vive en aguas corrientes muyaireadas, enterrado bajo las piedrasy entre las raíces de plantas acuáti-cas, como la totora. Permaneceadherido al suelo gracias a undisco bucal que actúa como ven-

tosa. Puede escalar lasparedes gracias a susfuertes aletas pectora-les cuyo primer radioes engrosado.

Para el cuidado delas preñadillas en cauti-verio, se adecuó unapiscina con aireación yflujo de agua; mismaque contiene aproxi-madamente dos metroscúbicos de agua. En lascondiciones descritas,los peces han sobrevi-vido aproximadamentepor dos meses. Hasta elmomento no hemoslogrado su reproduc-ción en cautiverio y no ha sido po-sible estudiar la embriología deeste pez. La falta de éxito en elmantenimiento y reproducción dela preñadilla está acorde con lo re-portado por otros autores. Nuestroanálisis de la literatura revela que elmantenimiento en cautiverio paralas especies de este género no esexitoso.

Hemos concentrado nuestrosesfuerzos en el análisis de las góna-das y el aparato reproductor tanto

de la hembra como del macho.Una característica que nos ha lla-mado mucho la atención es la pa-pila urogenital prominente delmacho. La papila urogenital con-tiene tejido muscular y carece dehueso y al parecer ésta funcionaríacomo un órgano copulador. Exis-ten canales que conectan a esta pa-pila con el testículo. En el pez es-pada (Xiphophorus helleri) y elmickey mouse (Xiphophorus macu-latus), poecilidos de acuario, el ór-gano copulador contiene hueso yes producto de la modificación dela aleta anal.

Figura 2. Hembra de Astroblepus ubidiai. (A)Vista dorsal: Como en el macho, seobservan las barbas frontales, los nos-trilos, las entradas operculares a cadalado y las aletas dorsal y caudal. Losojos son reducidos. (B) Vista ventral: Seobserva el disco bucal con dientes inter-nos. Los músculos pectorales son pro-minentes y están conectados con lasaletas pectorales. El primer radio dedichas aletas es engrosado. Tiene unaaleta anal posterior a la región genital.

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Figura 3. Dimorfismo sexual de Astroblepus ubi-diai. (A) Región genital de la hembra. Seobserva el orificio anal (anterior), el porogenital y el ano (caudal). (B) Regióngenital del macho. Se observa la papilaurogenital. La misma mide aproximada-mente 10 mm de longitud. Por delantede esta papila se encuentra el ano.

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La hembra adulta de Astroble-pus ubidiai posee dos ovarios gran-des con oocitos totalmente creci-dos, de tamaño grande y oocitospequeños. El ovario se conecta conel poro genital por el oviducto, elcual en su parte distal se ensanchaformando una cámara. Al mo-mento, analizamos las característi-cas del tracto genital femeninopara determinar si esta cámara fun-ciona como una espermateca. Enespecies ovovivíparas como el pezespada o el mickey mouse no se haobservado la presencia de una es-tructura similar a esta cámara. Elovario de estos peces contiene oo-citos previtelogénicos con unagran vesícula germinal y embrio-nes en desarrollo.

El ovario de Astroblepusubidiai contiene aproxima-damente cien oocitos decolor blanco amarillento deforma esférica con un diá-metro máximo de 2 mm.Cada oocito contiene ungran núcleo o vesícula ger-minal donde se pueden dis-tinguir numerosos nucleo-los. La ausencia de la vesí-cula germinal significaría

que los oocitos crecidos han com-pletado las divisiones meióticasdurante su maduración y se hanconvertido en un embrión, puescabe aclarar que en los peces la fe-cundación puede ocurrir dentrodel ovario. Desconocemos si es queel desarrollo embrionario se iniciaen el ovario de Astroblepus ubidiai.El análisis de las características delovario se encuentra en proceso.

La presencia del órgano copu-lador del macho y las característicasdel aparato reproductor de la hem-bra sugieren que la fecundación deAstroblepus ubidiai es interna. Esposible que la fecundación ocurraconforme los huevos avancen porel tracto genital femenino y pasenpor una posible espermateca. Laotra posibilidad que analizamos esque los oocitos sean fecundados enel ovario, pero que su desarrollo seinicie solamente una vez que hayaocurrido el desove.

ConclusionesEl estudio de las características

reproductivas de la preñadilla y lafactibilidad de su mantenimientoen acuario es un proyecto en pro-greso. Hasta el momento hemosconfirmado que el mantenimientoen cautiverio de Astroblepus ubi-diai es difícil de conseguir. Hemosanalizado las características deltracto genital del macho y de lahembra y realizado valiosas com-paraciones con especies ovovivípa-ras de acuario. Nos hemos plantea-do las siguientes interrogantes:¿Tiene la preñadilla fecundacióninterna?, ¿funciona la papila uro-

genital del macho como un órganocopulador?, ¿se almacena el es-perma en el tracto genital de lahembra?, ¿se inicia el desarrolloembrionario en el ovario? Sin dudalas repuestas a estas interrogantescontribuirán al conocimiento de labiología reproductiva de una espe-cie nativa de valor cultural y de im-portancia alimenticia. Todos losconocimientos sobre la reproduc-ción son un aporte importantepara los esfuerzos de conservaciónde la preñadilla.

Literatura consultadaBurguess W. E. 1989. An Atlas of

Freswater and Marine Catfishes. APreliminary Survey of the Siluri-formes. T. F. H. Publications, Inc.Neptune City, New Jersey, U.S.A.

Humboldt, F. H. A. Von. 1805.Mémoire sur l’Eremophilus etAstroblepus, deux nouveaux gen-res de l’ordre des apodes. In Voya-ge de Humboldt et Bonpland,Deuxieme partie. Observations deZoologie et d’Anatomie comparée.Paris. Humboldt and Bonpland’svoyage. V. 1 (Title page 1811): 17-20, Pls. 6-7.

Segarra Iñíguez, G.1986. Historia delEcuador. Quito, Ecuador. Edicio-nes Ofimex. ECUADOR - HIS-TORIA.

Ubidia Betancourt, J. 1953. El Lagode San Pablo y la piscicultura.Quito, Ecuador. Casa de la Cultu-ra Ecuatoriana. Separata del Bole-tín de Informaciones CientíficasNacionales. VI, n. 58.

Vélez Espino L. A. 2004. Taxonomicrevision, ecology and endanger-ment categorization of the Andeancatfish Astroblepus ubidiai (Teleos-tei: Astroblepidae). Reviews inFish Biology and Fisheries 13:367-378.

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Figura 4. Corte transversal de la papila urogenitaldel macho de Astroblepus ubidiai . Seobserva un ducto central rodeado portejido muscular. Se presume que elducto tiene conexión con los testículos(trabajo en progreso).

Figura 5. Oocito de Astroblepus ubidiai . Se obser-va una gran vesícula germinal y en suinterior se distinguen numerosos nucleo-los. Tratamiento del oocito con tinción deBórax Carmín.

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Introducción

Al Ecuador se lo haidentificado comouno de los 17 países

megadiversos del mundo. A pesarde que posee una superficie limi-tada, la biodiversidad encontradaes inmensa (18% de todas las espe-cies de aves existentes en el pla-neta, se encuentran en Ecuador).Ciertos grupos de animales ya hansido bien documentados, especial-mente los vertebrados. En cuanto alas plantas se calcula que existenaproximadamente entre 25 000 y30 000 especies. Para otros grupos,el inventario existente es amplio, yéste se ve incrementado de manerasubstancial con nuevas especiesdescritas cada año. Los insectos re-presentan el ejemplo más impac-tante, con aproximadamente másde medio millón de especies cono-cidas en el Ecuador, cuyo número

real debe ser duplicado, triplicadoo incluso más. Si consideramosque los insectos se encuentran enel Ecuador en una proporción si-milar a la que existe a nivel global,ellos podrían representar aproxi-madamente el 80% de los organis-mos vivos presentes en el país.

Junto a los taxones más estu-diados, existen grupos muy pocoinvestigados. Los ejemplos másilustrativos son los microorganis-mos y, particularmente, los virus.A pesar que no se observan a sim-ple vista, estos microorganismosse encuentran en cada lugar delplaneta y constituyen componen-tes mayores de los ecosistemastanto terrestres como acuáticos(muestras tomadas en el mar mos-traron concentraciones muy altasde virus, principalmente bacterió-fagos). Por las características quetienen y en particular su tamaño

(menos de 20 nanómetros de diá-metro para los más pequeños) suestudio no es siempre de fácil al-cance, especialmente en los paísesen vías de desarrollo. General-mente en estos países, se brindaatención únicamente a aquellosagentes que producen algún tipode daño a la salud humana, a pro-ductos de interés agrícola o acuí-cola. Por este motivo, los virusconllevan generalmente una ima-gen muy negativa en la mente delpúblico, el cual tiene una visiónmuy limitada de la realidad. Poreso, se necesita ampliar de manerasignificativa los estudios sobre losvirus no relacionados con enfer-medades o daños agrícolas, con elpropósito de esclarecer su impor-tante papel. A partir de estos co-nocimientos, se podrá aprovecharampliamente dicha biodiversidadpara el beneficio del hombre. Para

Los virus de insectos,

un componente olvidado

de la biodiversidad ecuatoriana

Fotos: Ilustración de la diversidad estructural de los entomovirus: A) Te travirus del defoliador de palmaafricana Setothosea asigna (Lep; Limacodidae)- B) Cypovirus del defoliador de palma africanaNorape argyrrhorea (Lep.; Megalopygidae)- C) Granulovirus de la polilla de la papa Phthorimaeaoperculella (Lep.; Gelechiiddae). Barra= 100 nm.Todos estos virus son usados para el control de sus hospederos-plaga s.

Por Álvaro R. Barragán y Jean-Louis Zeddam([email protected]) ([email protected])

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ilustrar el interés de estos estudiostomaremos el ejemplo de los virusde insectos o entomovirus.

¿Qué son los virus?En primer lugar, hay que re-

cordar que los virus son parásitosintracelulares obligados. Porqueno tienen metabolismo propio vie-nen a ser estrictamente dependien-tes a organismos vivos. No se co-noce con certeza el origen de losvirus. Una de las hipótesis másaceptada menciona que los virusderivan de elementos de ADN quedesarrollaron la capacidad de repli-carse y movilizarse independiente-mente del genoma de donde pro-venían. Los virus se encuentran entodos los grupos de organismosconocidos: bacterias, algas, plan-tas, invertebrados y vertebrados.Se considera que cada especie vivaestá infectada por uno o varios vi-rus. En base a este hecho, la canti-dad de virus superaría amplia-mente al número de cualquiergrupo de especies. De manera aná-loga, los entomovirus serían losmás abundantes dada la diversidadde hospederos existentes. A pesarde esto, sólo se conocen un pocomás de 3 000 especies de virus deinsectos repartidas en 18 familias(más varios virus que no han sidoclasificados todavía). De acuerdo alas consideraciones previas, es ob-vio que actualmente sólo tenemosacceso a una fracción mínima de loque existe. Debido a que el es-fuerzo de búsqueda sistemática deentomovirus es muy bajo.

La Tecia solanivoraEn el Ecuador, la PUCE y el

IRD (Instituto Francés de Investi-gación para el Desarrollo), en cola-boración con otras institucionesnacionales como el INIAP (Insti-tuto Nacional Autónomo de In-vestigaciones Agropecuarias), in-vestigan los virus entomopatóge-nos de la polilla guatemalteca de lapapa, Tecia solanivora (Lep., Gele-chiidae). Esta especie invasora, en-

tró por la frontera con Colombiaen 1996, y desde entonces causaaltas pérdidas económicas (superalos seis millones de dólares al año,sólo en la provincia del Carchi). Alinicio del trabajo, únicamente seconocía un virus que infectaba a laplaga. Este virus era, además, elúnico entomovirus reportado en elEcuador (es decir el único virusque infectaba exclusivamente a in-sectos, sin considerar los virus queafectaban a vegetales o vertebradosy que se propagan gracias a un ar-trópodo vector).

Un cribado de las poblacionesecuatorianas de T. solanivora per-mitió identificar rápidamente amás de 10 nuevos virus pertene-cientes a seis familias distintas. Almenos dos de estos virus no cabenen la actual taxonomía viral, por loque son representantes de nuevosgrupos aún no descritos. Encontrartal variedad y abundancia de virus,en una única especie de insecto nodebe sorprender. Existen reportesde casos análogos en la literaturacientífica. Por ejemplo, las enfer-medades que afectan al gusano deseda, Bombyx mori, estudiadas porel interés económico que repre-senta esta especie fueron el objetode numerosos estudios y más de 15virus han sido relacionados a estasenfermedades. Hay que recalcarque, muy a menudo, cada grupo devirus infecta específicamente atal(es) tejido(s) del hospedero. Auna escala inferior, se debe subra-yar que la replicación viral suele de-sarrollarse en compartimentos ce-lulares diferentes (núcleo, cito-plasma), según el virus que se con-sidere. Estos aspectos en conjunto,dan como resultado un incrementosignificativo de los potenciales ni-chos ecológicos dentro de un hos-pedero. Así, se han encontradohasta cinco virus de diferentes gru-pos infectando al mismo tiempo auna misma célula del lepidópteroTrichoplusia ni. En base a estos da-tos y a los resultados ya obtenidospor el grupo PUCE-IRD, se pue-

den esperar más descubrimientos,si continúa el muestreo de las po-blaciones ecuatorianas de T. solani-vora. El interés de realizar una bio-prospección para encontrar ento-movirus es múltiple y abarca cono-cimientos académicos (entendi-miento de la influencia de los virusen la dinámica de la biósfera), así,como razones económicas.

Interacciones entre los ento-movirus y sus hospederosEstas relaciones son varias,

complejas y sin duda no todas sonconocidas. La más reconocida es laaparición de síntomas (enferme-dad), generalmente seguidos por lamuerte del insecto. Los virus queexhiben infecciosidad y patogeni-cidad altas son susceptibles de pro-vocar importantes mortalidades, yson los que mayor interés tienenpara el control de plagas agrícolas.Un ejemplo muy demostrativo delas potencialidades de estos ento-mopatógenos existe en Brasil, don-de se aplica anualmente un biopla-guicida a base de nucleopolihedro-virus, sobre dos millones de hectá-reas de soya, para controlar a Anti-carsia gemmatalis. Este control,por aplicación masiva del virus, esel más frecuentemente usado en laagricultura. Pero la introducción(en una sola vez) de un nuevo vi-rus en un ecosistema, puede tam-bién dar resultados muy contun-dentes. Así, tenemos el caso deOryctes rhinoceros, cuyas poblacio-nes presentes en unas islas del Pa-cífico fueron drásticamente redu-cidas en poco tiempo, después dela introducción voluntaria de unvirus aislado de la misma especieen Malasia. Subsecuentemente, losdaños a los cocoteros bajaron amenos del 1%, en relación a añosanteriores.

Pero las interacciones entre losentomovirus y sus hospederos sonmucho más diversas y no se limi-tan a fenómenos de patogenicidady muerte. También, existen infec-ciones latentes donde el virus se

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mantiene en el organismo sin sín-tomas aparentes. En este caso, elestrés puede llevar a una rupturadel equilibrio virus-hospedero, yproducir la aparición de la enfer-medad. De hecho, muchas crian-zas de insectos aparentemente sa-nas (e incluso cultivos de tejidos deinsectos) están en realidad infesta-das por este tipo de virus.

Aspectos en los que los ento-movirus pueden tener efectoEntre las infecciones agudas y

latentes existe un amplio rango derespuestas moduladas, tanto por elgenoma del entomovirus comopor el genoma y el estado fisioló-gico del hospedero. Así, los ento-movirus pueden tener efecto sobrelos siguientes aspectos:

1. Parámetros bióticos: reduccióndel tiempo de vida, del nú-mero de huevos puestos, etc.,de los individuos infectados.

2. Fenotipo: por ejemplo, un reo-virus transmitido de manera he-reditaria por las hembras pro-voca la absorción de la forma-ción de setas en los adultos dedrosófila. De manera similar,existe un rhabdovirus que pro-voca una sensibilidad de las dro-sófilas al gas carbónico.

3. Comportamiento: un virustransmitido verticalmente (enla línea maternal), parece serresponsable de que la micro-avispa Leptopilina boulardi de-posite varios huevos sobre laslarvas de Drosophila sp. (super-parasitismo), en vez de un solohuevo cuando se trata de hem-bras no infectadas por el virus.Esta estrategia favorecería ladispersión del virus, que puedeasí contaminar horizontalmen-te individuos inicialmente sa-nos presentes en la mismalarva de drosófila.

4. Fisiología y metabolismo: enparticular, en los baculovirusque expresan un gen (egt),cuyo producto (enzima) inac-

tiva los ecdisteroides (hormo-nas involucradas en las mudasy metamorfosis del insecto),lo que provoca un atraso de lamuda o ecdisis. Esta estrate-gia es favorable al virus, yaque las larvas infectadas ga-nan más peso y proporcionanuna mayor cantidad de teji-dos para la multiplicación delpatógeno que puede producirmás progenie.

5. Defensas inmunitarias y celula-res: las avispas parasitoides delas familias Braconidae e Ich-neumonidae son capaces de su-primir la respuesta inmunitariade las larvas de lepidópteros alas que parasitan, lo que evitaque los huevos puestos sean eli-minados. Este resultado se lo-gra gracias a la presencia depolydnavirus en el calix de lashembras, que van a ser inyecta-dos en la presa con los huevos.Como consecuencias de la ex-presión de los genes virales, seobserva la supresión de la me-lanización de la hemolinfa y lareacción de encapsulación enlas larvas parasitadas. Éste es elúnico ejemplo de simbiosis co-nocido entre un virus y un in-secto (avispa).

La apoptosis representa unaeficiente repuesta de defensa porparte de un hospedero a la infec-ción de un virus. De hecho, el sui-cidio de las células infectadas per-mite eliminar el patógeno del or-ganismo. En varios baculovirus sehan encontrado genes anti-apop-tosis (p35, iap), cuya expresión re-sulta en la inhibición de la apopto-sis, lo que favorece la multiplica-ción viral.

Estos ejemplos muestran quelos entomovirus permiten abordarmuchos temas muy interesantes.Además, representan excelentesherramientas para estudiar el fun-cionamiento de las células de in-sectos, mediante la utilización decultivos de tejidos.

Los virus y la biotecnologíaAdemás del interés académico,

cabe señalar que los virus en gene-ral constituyen una muy valiosafuente de genes usables en biotec-nología. Esto puede comprobarseal revisar los catálogos de los pro-veedores de reactivos para biologíamolecular. Los genes de diferentesenzimas virales fueron clonados ysus productos son de uso diario enmuchos laboratorios: Transcriptasainversa, ADN polimerasa, ARNpolimerasa, ADN ligasa, polinu-cleotido kinasa, etcétera. Tambiénse han construido plásmidos, quecontienen promotores de virus,que permiten una expresión muyalta de los genes de interés clona-dos en aval. Algunos plásmidosvienen combinados con la topoiso-merasa I viral, para la clonación di-recta de productos de PCR. Otrosincorporan secuencias-señales deorigen viral tales como promotoresde transcripción de ARNm, señalde terminación de transcripción,señal de poliadenilación, señalpara la excreción de las proteínassintetizadas...etc. Sin estos reacti-vos, la investigación y la produc-ción de sustancias de alto valoragregado (en medicina, farmacolo-gía, etc...) no hubiese sido posible.De hecho, muchas proteínas usa-das en las áreas medicinales, farma-céuticas u otras son actualmenteproducidas in vitro usando siste-mas basados en los baculovirus.

Los virus se multiplican a granvelocidad (decenas hasta millaresde veces más rápidamente que sushospederos) y de manera muyabundante (millones de copias delgenoma pueden ser producidosdurante la infección de un únicohospedero). Eso les da la posibili-dad de evolucionar más rápida-mente que todo eucariota. Ade-más, esto es obvio para los viruscon genoma de ARN (ribovirus),que tienen una taza de mutaciónpor nucleótido de 1 000 a 10 000veces más alta que la de los geno-mas constituidos de ADN. Los vi-

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Actualmente los estu-dios de las poblacio-nes están encamina-

dos a identificar, mediante ensayoscon genética molecular, caracterís-ticas o marcadores propios de cadagrupo, con la finalidad de recono-cer, relacionar o comprender losorígenes, parentescos o distanciasgenéticas de las poblaciones o in-dividuos. Los marcadores genéti-cos que más información propor-cionan en este campo son peque-ñas secuencias del ADN que se re-piten unas tras de otras y que sedenominan STRs (Short TandemRepeats) o microsatélites. Luegode un trabajo de cuatro años, se halogrado obtener importantes datossobre las frecuencias de los STRsen población ecuatoriana.

Los STRs pueden variar en elnúmero de repeticiones en el ge-noma y en el número de bases quí-micas (Adenina, Guanina, Cito-sina y Timina) de cada repetición.La mayoría de STRs tiene entre 2a 7 pares de bases que se repitenentre 5 a 20 veces. Estas secuenciasestán esparcidas por todo el ge-noma, se las puede encontrar cada15 mil pares de bases, y se calculaque existen unas doscientas mil entodo el genoma humano. Justa-mente, es el número de repeticio-nes y las innumerables posibilida-des combinatorias, lo que propor-ciona la gran variabilidad de losSTRs en las poblaciones humanas.Estas variedades o diferencias en la

secuencia genética, y que normal-mente no producen efecto algunoen los individuos, se denominanpolimorfismos. Los polimorfismosse encuentran, por tanto, en per-sonas o en poblaciones enteras yconfieren características propias alos grupos étnicos. Se acepta queun polimorfismo se presentacuando la frecuencia del alelo esmayor al 1%, mientras que muta-ción se refiere a un cambio delADN, que afecta al fenotipo y pre-senta una frecuencia menor de0,5% en la población. Frecuenciasentre 0,5 y 1 se refieren a polimor-fismos raros.

En el ADN se encuentran mu-chas regiones polimórficas, que alser heredadas por vía materna ypaterna, los individuos presentandos juegos de secuencias varianteso haplotipos. Los STRs constitu-yen una de las secuencias más va-riables o polimórficas en los sereshumanos y su utilidad es múltiple:ubicar genes en el genoma, mar-cadores genéticos de asociacióncon características físicas o patoló-gicas, y son útiles para estudios deevolución, selección o migraciónde poblaciones y el origen de éstas.

Existen muy pocos estudiossobre STRs en la población ecua-toriana, lo que impulsó a estudiar17 STRs que son los recomenda-dos internacionalmente para tipi-ficar poblaciones, teniendo comofinalidad conocer sus frecuencias,aplicarlos en las pruebas de identi-

Caracterización de se-cuencias de ADN repeti-das en tandem (STRs)en población mestizaecuatoriana

Por César Paz y Miño([email protected])

rus pueden así aparecer como má-quinas con grandes capacidades decreación y “evaluación” de nuevosgenes. Eso sin hablar de las posibi-lidades de recombinación y de lacaptura de pedazos de ADN, portransferencia desde el hospedero uotros microorganismos presentesen la misma célula. Así, los ento-movirus son el grupo de virus másnumeroso, diverso y con la mayorfuente de nuevos genes.

ConclusiónLos entomovirus son un grupo

de gran interés científico y que pre-sentan un alto potencial económico.Este último aspecto es la base pararealizar investigaciones más sistemá-ticas, particularmente en paísescomo el Ecuador, donde todo quedapor hacer. De hecho, la abundanciay diversidad exhibidas al nivel ma-croscópico en zonas tropicales, deberecordarnos que tiene una contra-parte similar en el mundo micro-biano. El descubrimiento de unnuevo gen de interés de origen viralpodría generar, una vez explotadocomercialmente, ingresos que supe-rarían a las utilidades de algunos sec-tores agropecuarios nacionales. Demanera que cuando encontremoslarvas muertas en nuestro jardín oen el bosque, recordemos que en suinterior yace tal vez una fuente de ri-queza potencial que solamente es-pera ser investigada.

Literatura consultadaM. H. V. Regenmortel, C. M. Fau-

quet, D. H. L. Bishop, E. B. Cars-tens, M. K. Estes, S. M. Lemon. J.Maniloff, M. A. Mayo, D. J.McGeoch, C. R. Pringle, R. B.Wickner. 2000. Virus Taxonomy.Classification and nomenclatureof viruses. Seventh report of theinternational committee on taxo-nomy of viruses. Academic Press,San Diego.

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ficación humana y compararloscon frecuencias de otras poblacio-nes mundiales.

Para el trabajo se obtuvo ADNde sangre periférica de 404 indivi-duos no emparentados, del grupoétnico mestizo, a los cuales se lesinformó de la prueba y después desu consentimiento escrito, se lesrealizó PCRs para amplificar exo-nes de los 17 marcadores STRs.Hay una amplia discusión, sinacuerdo, sobre el tipo de poblaciónseleccionada para el estudio. Se de-cidió descartar la población franca-mente negra, india o blanca, consi-derando que la restante sería exclu-sivamente población mestiza. A los

ADNs se les sometió a la Reacciónen Cadena de la Polimerasa (PCR)utilizando 34 juegos de primers es-pecíficos para cada STR, inclu-yendo al gen Amelogenina paradeterminar el sexo de los indivi-duos. Se realizaron 7 676 reaccio-nes y sus productos fueron evalua-dos en geles de arcrilamida y teñi-dos con plata.

Los resultados se muestran enlas tablas 1a y 1b, en donde sepuede observar las frecuencias paralos diferentes STRs. No se encon-traron variantes nuevas de STRs.Al comparar estas frecuencias conpoblaciones similares y diferentes ala ecuatoriana, se aprecia mucha

variación. La población estudiadaes similar a unos grupos humanosy diferentes a otros, sean negroi-des, mongoloides o caucasoides.Los datos confirman que la pobla-ción ecuatoriana estudiada es pro-ducto de varios cruces y oleadaspoblacionales, como lo sugierenestudios actuales con marcadoresgenéticos de mitocondrias y delcromosoma Y. La población mes-tiza ecuatoriana, al menos la estu-diada, es polihíbrida, como lo con-firma el índice de homocigocidadque está dentro de los descritospara la población mundial: entre el29,4% para el marcador PENTAD al 83,8% del D13S1317 (mediade 53,64%), y con índices bajospara el PENTA E 11,2% y elD18S51 con 21,2%. Mientras me-nor es el índice de homocigocidad,se encuentra mayor porcentaje depoblación cruzada, dato a favor deun polihibridismo.

De este estudio se desprendenalgunos otros datos poblacionalesinteresantes. El número de indivi-duos estudiados es importante, setiene una posibilidad de error dedetección de nuevas variantes en elorden de 0,002414 y si se trata deaplicar los STRs en estudios demedicina forense, por ejemplo enpaternidades, el poder de inclusióno exclusión o de identificación deindividuos aplicando los 17 STRsllega al 99,997588%.

La experiencia del Laborato-rio de la PUCE en el uso de STRspara pruebas de paternidad, quese iniciaron el año 1999, es espe-cial. Las pruebas se comenzaroncon 12 STRs hasta llegar en la ac-tualidad a 17, a parte del gen de laAmelogenina para tipificar elsexo. Lo particular de estas prue-bas es que el índice de inclu-sión/exclusión de paternidad esdiferente al informado en la lite-ratura, que llega al 30% para lasexclusiones. Nuestros datos mues-tran un índice de exclusión mu-cho más alto: 41%. Esta diferen-

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cia se debe a que el laboratorio seinició por la necesidad social e ins-titucional de contar con un Labo-ratorio de Contraperitaje, lo quesignifica que las pruebas realizadasen otros laboratorios del Ecuadory que no satisfacen a los implica-dos, son reenviadas para evalua-ción al laboratorio de la PUCE,bajando notablemente el poder deinclusión de la prueba a 59% y su-biendo el de exclusión.

Interesa argumentar algo so-bre el origen de la población ecua-toriana desde el punto de vista ge-nético y de los microsatélites enparticular. Hace 500 años, los es-pañoles introdujeron nuevos ele-mentos genéticos en la poblaciónindígena americana. En más de1 500 generaciones la presenciagenética en el Ecuador es evi-dente. Dejando a un lado a la po-blación claramente caucasoide yclaramente negroide, el resto de lapoblación ecuatoriana es blanco-mestiza; al punto de que se hablade un grupo étnico sudamericano.Si aceptamos como válidos estosconceptos, tendremos que aceptarque cada grupo poblacional, porlo tanto, presentará variedad en lainformación genética, lo cual haceque los estudios actuales de la po-blación humana se encaminen a laDiversidad Genética y se centrenen el Proyecto de Diversidad delGenoma Humano. Algunos estu-dios afirman que los amerindiosde toda América vienen de untronco común asiático, según lomuestran los estudios de marcado-res de ADN del cromosoma Y, es-pecíficamente el microsatéliteDYS19, que ha mostrado más decincuenta variantes, concentrán-dose en los amerindios la varianteIIA, que representa 13 repeticio-nes de la secuencia GATA, distri-buidas entre un 91% en Suramé-rica, 87% en la amazonia brasileñay 38% en Norteamérica. Estudiosmás profundos con este mismomarcador microsatelital, una vez

descubierta una nueva variante,han mostrado que la poblaciónamerindia proviene de Asia; espe-cíficamente, se postula que los pri-meros habitantes de América atra-vesaron el estrecho de Bering, enellos se produjo una mutación enel microsatélite DYS19, apare-ciendo un cambio de una T o unaC en la secuencia, a la cual se lallamó DYS199. Este polimor-fismo, se lo ha encontrado exclusi-vamente en amerindios, hasta unaproporción del 91%, lo que hacesuponer un efecto fundador de laspoblaciones que migraron desdeAsia hace unos 30 mil años.

Entender el origen de la pobla-ción ecuatoriana es más complejopor ahora, y demanda estudios deotros marcadores que han mos-

trado ser más informativos: ADNmitocondrial, polimorfismos denucleótidos simples (SNPs) y delcromosoma Y. De todas maneras,aplicando los STRs el F13A1 en sualelo 5 y el D7S820 en su alelo 12son los marcadores que mostraronmayores diferencias con otras po-blaciones de Latinoamérica y po-drían ser los indicados para iniciarestudios más profundos sobre cer-canías o lejanías poblacionales.

Los STRs nos brindarán la po-sibilidad de tener un primer mapagenético ecuatoriano; aunque exis-ten muchos grupos étnicos, es clavetener datos para poder comparar-los, porque esto, sobre todo, nospermitirá tener una base para elanálisis de características indivi-duales o poblacionales.

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En español realmenteno se traduce a Pes-cado la técnica de la

FISH (hibridación in situ fluores-cente); probablemente, ese nombregeneraría rechazo para la técnica re-presentativa de la citogenética mo-lecular, la cual muestra a un par decromosomas o porciones específi-cas de estos, en colores verde (bio-tina) y rojo (digoxigenina) sobre unfondo azul (DAPI).

En lo que respeta a nuestroidioma, en algunos lugares de Es-paña a la técnica se la denominapor sus siglas HISF aunque la pro-nunciación se convierta finalmenteen “is”.

Hace poco más de dos años,me incorporé al Laboratorio de Ci-togenética del Servicio de Hemato-logía de Salamanca para trabajarcon esta metodología. Los trabajosen que participé se encuentran aúnen fase experimental, de ahí que losresultados obtenidos hasta el mo-

mento se hayan comunicado sola-mente en congresos. Para “hacermanos en la FISH”, comencé a tra-bajar con sondas comerciales en elestudio de microdeleciones del cro-mosoma 9 en enfermos de Leuce-mia Mieloide Crónica (LMC), ca-racterizados por presentar unatranslocación recíproca (intercam-bio de material cromosómico) en-tre los cromosomas 9 y 22 por ci-togenética convencional. La LMCpresenta como alteración citogené-tica característica el cromosoma Fi-ladelfia (Ph) producto de la trans-locación entre los cromosomas 9 y22 que involucra a los genes ABL yBCR, respectivamente. Reciente-mente, se ha descrito la deleciónsubmicroscópica de ABL y BCR,adyacente al punto de rotura 9q34en la translocación t(9;22)(q34;q11) simple y variante, en pa-cientes con LMC. Su detección esde gran importancia clínica, ya quela pérdida de ABL confiere un peorpronóstico. En un trabajo conjuntocon otros grupos de Barcelona yValencia, comenzamos a estudiar apacientes diagnosticados LMCPh+, incluidos en un protocolo detratamiento con Glivec™ (STI571), después de no reaccionar altratamiento con interferón α(INF-α). Los resultados prelimina-res han permitido asociar a los en-fermos con pérdidas en el cromo-soma 9 a una peor respuesta al tra-tamiento (1) y se recomienda elanálisis de microdeleciones del cro-mosoma derivativo 9 en el estudiode seguimiento de pacientes trata-dos con Glivec.

Una vez que tenía experienciaen la técnica de hibridación, perosobre todo en el análisis al micros-

copio, comencé a trabajar con son-das no comerciales, lo cual haríahasta finalizar este post-doctorado.Entonces, trabajé simultáneamentecon tres translocaciones: t(5;17;22)(q33;?;q11), t(6;11)(q21;q23) yt(6;11)(q27;q23).

La primera translocación se de-tectó en un paciente con LeucemiaMieloide Crónica Atípica (LMCa).La clasificación de las LMCa escontrovertida. La clasificación FABlas incluye dentro del grupo deLMC y la clasificación de la OMSen el grupo de Síndromes Mielo-displásicos / Mieloproliferativos.Las características clínicas y hema-tológicas de las LMCa son similaresa las de las LMC, pero se caracteri-zan por no presentar cromosomaPh ni reordenamientos BCR-ABL.Después de realizar el estudio de ci-togenética convencional en un pa-ciente LMCa con un cariotipot(5;22)(q33;q11) se empleó la téc-nica de FISH con sondas de locusespecífico para la región cromosó-mica 5q33 en células en metafaselo que confirmó la translocaciónbalanceada observada por citogené-tica convencional (Fig. 1). Para de-terminar el punto de rotura de lat(5;22)(q33;q11) se extrajo ARNtotal de muestras de medula óseaempleando métodos estándar. Elanálisis por RT-PCR se realizó concebadores y condiciones descritas(2, 3). El producto amplificado porPCR, una vez purificado con el sis-tema CONCERT™ (Gibco) deextracción de gel, fue subclonadoen un vector pBluescript utilizandoel kit de clonaje TA (New EnglandBioLabs Inc.) y secuenciado. LaRT-PCR mostró un producto defusión PDGFRβ-BCR. Hasta el

Figura 1. Análisis de FISH. La sonda para la zonacromosómica 5q33 se hibrida en el cro-mosoma 5 normal y en el der(22)t(5;22).

La técnica PESCADOy mi paso por el análisis de las leucemias

Por Paola Leone([email protected])

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momento, el punto de rotura no hasido establecido. Paralelamente, seha utilizado una sonda de locus es-pecífico para el gen PDGFRβ loca-lizado en 5q33, pero ésta se hibridóen el cromosoma 5 normal, en elcromosoma derivativo 22, perotambién en el cromosoma 17(Fig. 2) (4), lo que explicaría la di-ficultad de establecer el punto derotura en una fusión de tres vías. Anivel clínico, ha sido muy impor-tante implicar al gen PDGFRβpuesto que tiene una actividad tiro-sín-kinasa, lo que convierte a estatranslocación en diana para el Gli-vec, tratamiento al que ha sido so-metido el paciente, y al que estáreaccionando favorablemente.

En las dos últimas transloca-ciones está involucrada la bandacromosómica 11q23 que está aso-ciada con una gran variedad de en-fermedades hematológicas, que in-cluyen leucemias: de novo, en edadinfantil y adulta, de tipo mieloide,linfoide o bifenotípica, y secunda-

rias, como la leucemia mieloideaguda especialmente inducida portratamientos con inhibidores de latopoisomerasa II. En este segmentocromosómico se encuentra el genMLL, constituido por 37 exones.Entre los exones 8 y 14 se ha defi-nido una región que agrupa puntosde rotura. Las translocaciones cro-mosómicas que incluyen a MLLpueden fusionarlo a diferentes re-giones cromosómicas, hasta el mo-mento se han descrito 40 genes.Uno de esos genes es AF6q21 des-cubierto en 1997 en un pacientecon leucemia mieloblástica agudadespués de haber sido tratado conquimioterapia y radioterapia poruna enfermedad de Hodgkin. Unsegundo caso con la t(6;11)(q21;q23) se describió por elmismo grupo en 1998 en un pa-ciente al igual que el anterior, conuna leucemia secundaria (5). Ennuestro grupo se detectó esta trans-locación por citogenética conven-cional en dos pacientes pero diag-nosticados de trombocitemia esen-cial y leucemia mielomonociticaaguda, con lo que resultaba intere-sante determinar si existía la mismafusión en neoplasias mieloides pri-marias. Se aplicó entonces la téc-nica de FISH con sondas de tipo li-brerías para los cromosomas 6 y 11,y con sondas de locus específicopara los genes MLL y ATM en cé-lulas en metafase. En los dos casos,la FISH con librerías de los cromo-somas 6 y 11 confirmó la translo-cación balanceada observada porcitogenética convencional. LaFISH con la sonda de secuenciaúnica para el gen ATM mostró sernormal en ambos casos. La FISHpara el gen MLL no demostró laparticipación de este gen en reorde-namiento alguno, explicable por eltipo de sonda (ver: LSi® MLL Vy-sis.com) (Fig. 3). Entonces se rea-lizó el estudio molecular, al igual

que para la t(5;22). La RT-PCRmostró un producto de fusiónMLL-AF6q21 en ambos pacientes.Hasta el momento, el punto de ro-tura parece coincidir con lo des-crito previamente en los casos deLMA secundarias (6).

Referencias citadas1. Boqué, C., Costa, D., Martínez-

Climent, J.A., Solé, F., Hernández-Boluda, J.C., Fuentes, F., Sureda,A., Leone, P.E., et al. Delecionessubmicroscópicas asociadas a cro-mosoma philadelphia en leucemiamieloide crónica (PO-206). Librode Resúmenes XLV ReuniónNacional AEHH, p. 143 (2003).

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4. Navas, E., Ramírez, M.J., Hernán-dez, J.M., Berruezo, M.J., Garzón,S., García, J.L., Leone, P.E., et al.Respuesta a Imatinib Mesilato enpaciente con Síndrome Mieloproli-ferativo Crónico (SMPc) BCR-ABL negativo con t(5;22;17) yreordenamiento del gen del recep-tor del factor de crecimiento deri-vado de plaquetas β (PDGFRB)(PO-097). Libro de ResúmenesXLVI Reunión Nacional AEHH,p. 85 (2004).

5. Bernard, O.A., et al. (1998) A newcase of translocation t(6;11)(q21;q23) in a therapy-relatedacute myeloid leukaemia resultingin a MLL-AF6q21 fusion. GenesChrom Cancer 22, 221-4.

6. Leone, P.E., et al. “De novo” mye-loid disorders displaying at(6;11)(q21;q23) with MLL-

AF6q21 fusion. Proceedings. 45thASH Annual Meeting. San Diego– CA (2003).

Figura 2. Análisis de FISH. La sonda paraPDGFRβ se hibrida en el cromosoma 5normal y en el der(22)t(5;22).

Figura. 3 Análisis de FISH. La sonda para MLL sehibrida en los dos cromosomas 11.

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Por Renato Valencia y grupo de trabajo del CTFS*([email protected]).

En la Isla de Barro Colorado, Panamá, los científicos descubrieron que un tallo leñoso de 1 cm de diámetro puede tener en promedio 16.6 años de vi da y algunospueden permanecer de este tamaño durante más de 80 años, para luego des arrollarse en árboles gigantes. A pesar de esos hallazgos, la dinámi ca de los árbolesen bosques tropicales sigue siendo enigmática.

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Adiferencia de otrosorganismos, los ár-boles son formas de

vida que crecen en diámetro prác-ticamente hasta su muerte. Son se-res vivientes milenarios o centena-rios, testigos silenciosos de la histo-ria. Existen ejemplares vivientes demás de 4 000 años de edad en cier-tos bosques de zonas temperadas.En zonas tropicales, la edad y cre-cimiento de los árboles es menosconocida, pues al no existir invier-nos fríos, secos y con menos horasde luz, no se reflejan en su leño losanillos anuales que delatan la edady el incremento anual del diámetrode los árboles como ocurre en zo-nas temperadas. Sin embargo, enun bosque tropical, ubicado en laIsla de Barro Colorado en Panamá(en adelante mencionado comoIBC), los científicos descubrieronque un tallo leñoso de 1cm de diá-metro puede tener en promedio16.6 años de vida y algunos pue-den permanecer de este tamañodurante más de 80 años, paraluego desarrollarse en árboles gi-gantes. A pesar de estos descubri-mientos demográficos, las tasas decrecimiento y mortalidad de los ár-boles tropicales son en gran me-dida desconocidas para la ciencia.Algunos científicos creen que enesta dinámica de crecimiento ymortalidad se encierra la clave paraentender uno de los aspectos másfascinantes y enigmáticos de laecología tropical: el mecanismopor el cual se mantiene la enormediversidad de árboles que existe enlos bosques tropicales. En teoría,los bosques más diversos son aque-llos cuya tasa de mortalidad es in-termedia, mientras que los bosquessometidos a eventos devastadores yalta mortalidad de árboles o losbosques con pocos disturbios y

baja mortalidad de árboles son me-nos diversos.

Pero conocer cómo crecen ymueren los árboles tropicales de-manda un esfuerzo minucioso y alargo plazo, acorde con el tiempode vida y los ritmos de cambio deestos organismos. Los primeros es-tudios destacados en este tema seiniciaron hace más de dos décadas,justamente en IBC, cuando dos in-vestigadores norteamericanos,Steve Hubbell y Robin Foster, es-tablecieron una parcela de investi-gación de 50 hectáreas para estu-diar los cambios a largo plazo deeste bosque tropical. La investiga-ción incluyó todas las plantas leño-sas (excepto lianas), desde talloscon 1 cm de diámetro hasta árbo-les gigantes que sobrepasan los dosmetros de diámetro. Más de240 000 tallos fueron original-mente marcados y medidos en1982. Posteriormente, cada cincoaños, se registró su crecimiento, sumortalidad y los nuevos tallos quehabían alcanzado al menos 1cm dediámetro en ese período. No hayduda que este estudio ha produ-cido la mayor información dispo-nible sobre la dinámica de un bos-que tropical. Actualmente, existen17 parcelas de gran escala (pedazosde bosque de entre 25 y 52 hectá-reas de extensión) ubicadas en lasprincipales formaciones tropicalesde todo el mundo, cuyos árbolesde 1 cm o más de diámetro hansido monitoreados con igual pro-cedimiento que en IBC. Entre és-tas se encuentra una parcela en laAmazonia ecuatoriana, en los alre-dedores de la Estación CientíficaYasuní. Un grupo de investigado-res emprendimos este estudio conla curiosidad de saber si los patro-nes de mortalidad y crecimientoson similares en bosques tropicales

equiparables en riqueza de especiesy, en segundo lugar, cómo difierela mortalidad y el crecimiento enbosques localizados en diferentesregiones, con diferentes regímenesde precipitación y número de me-ses secos.

Para contestar estas preguntasse utilizaron datos provenientes desiete parcelas, incluyendo dos debosques secos en Mudumalai (In-dia) y Huai Kha Khaeng (Tailan-dia, en adelante mencionadocomo HKK), un bosque andinoen La Planada (Colombia) y cua-tro bosques lluviosos: Yasuní(Ecuador), IBC (Panamá), Lambir(Malasia) y Sinharaja (Sri Lanka)(ver tabla adjunta). Las figuras quese muestran en este artículo co-rresponden a una muestra de 1.5millones de árboles con 1 cm omás de diámetro. Para elaborareste análisis, los tallos fueron clasi-ficados en 13 categorías diamétri-cas descritas en la Figura 1.

A mayor diámetro, mayor cre-cimientoLas tasas de crecimiento de los

árboles tienden a incrementar conel diámetro del árbol (rango de lastasas de crecimiento = 0.37 a 5.1mm/año). Esto es especialmentecierto para árboles con diámetrosque superan los 300 mm en losbosques de IBC, Yasuní y Mudu-malai, donde dichos árboles tuvie-ron el mayor crecimiento de todala muestra. Sin embargo, existenexcepciones. En nuestro bosquemás seco, el de Mudumalai en In-dia (Tabla 1), las tasas de creci-miento de los árboles con diáme-tros menores a 200 mm son muyaltas y tienen dos picos de creci-miento en intervalos de diámetroiniciales, pero finalmente decrecendrásticamente a medida que incre-

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*Para este análisis colaboraron los siguientes científicos del grupo de trabajo del Centro para Estudio de los Bosques Tropicales(CTFS por sus siglas en Inglés): Sarayudh Bunyavejchewin (Tailandia), Richard Condit (USA-Panamá), H.S. Dattaraja (India),Shameema Esufali (Sri Lanka), I. A. U. Nimal Gunatilleke (Sri Lanka), C. V. Savitri Gunatilleke (Sri Lanka), Consuelo Hernández(Ecuador), Akira Itoh (Japón-Malasia), Somboon Kiratiprayoon (Tailandia), Suzanne Loo de Lao (Panamá), Cheryl Nath (India),Cristian Samper (Colombia), Raman Sukumar (India), Sylvester Tan (Malasia), Martha Vallejo (Colombia) y H.S. Zurres (India).

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menta su diámetro (Fig. 1). EnHKK, el otro bosque seco en nues-tra muestra, los tallos entre 10 y50 mm también disminuyen sutasa de crecimiento a medida queaumenta su diámetro; en el bosqueandino de La Planada, el tercerocon mayor crecimiento de tallospequeños, pasa lo propio en el in-tervalo entre 50 y 90 mm. La Pla-nada, además, es el único bosquedonde el crecimiento de árbolesmuy grandes (400 mm de diáme-tro) es menor a medida que incre-menta su diámetro.

Es evidente que las tasas decrecimiento de tallos pequeños(con diámetros menores a 100mm) varían enormemente. En elbosque seco de Mudumalai, lostallos pequeños crecen muchomás rápido que en los demás sitios(en promedio 3.85 mm/año)mientras que los tallos pequeñosen los otros seis sitios crecen enpromedio entre 0.77m–1.88mm/año. Los tallos pequeños enMudumalai crecen incluso másrápido que cualquier árbol grandede Lambir, La Planada y HKK. Adiferente escala que en Muduma-lai, los árboles pequeños tambiéncrecieron más en HKK (en pro-medio 1.88 mm/año) y en La Pla-nada (1.36 mm/año) que en losdemás sitios. En resumen, los ár-boles pequeños crecen más rápidoen los bosques secos de Muduma-lai y HKK; sin embargo, en los ár-boles grandes no se encontró nin-gún patrón evidente que relacioneal crecimiento con la sequía/esta-cionalidad o con las diferencias endiversidad de especies.

Mientras más pequeño es elárbol, más alta es su mortali-dad Una tendencia opuesta a la de

crecimiento se encontró en las ta-sas de mortalidad: los árboles pe-queños tienden a morir más fre-cuentemente que los árboles gran-des (Figura 2: los árboles con diá-metros <100 mm tienen una tasa

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0 200 400 600 800

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Crecimiento

diámetro promedio

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IBCLambirYasuniLa PlanadaMudumalaiHKKSinharaja

Figura 1. Crecimiento en siete parcelas de gran escala (25–52 ha). Las c urvas están conformadas por pro-medios de tasas de crecimiento, calculadas para los tallos encontrad os en los siguientes rangosde diámetro (mm): ≥10 - <20, ≥20 - <30, ≥30 - <40, ≥40 - <50, ≥50 - <60, ≥60 - <70, ≥70 - <80,≥80 - <90, ≥90 - <100, ≥100 - <200, ≥300 - <400 , 400 - <500, y ≥500. El diámetro promedio(dap) corresponde al diámetro medio de todos los individuos que se en cuentran en una clase dediámetro.

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Figura 2. Mortalidad en siete parcelas de gran escala (25-52 ha). Las curvas están conformadas por pro-medios de tasas de mortalidad calculadas para los tallos encontrado s en los siguientes rangos dediámetro (mm): ≥10 - <20, ≥20 - <30, ≥30 - <40, ≥40 - <50, ≥50 - <60, ≥60 - <70, ≥70 - <80, ≥80- <90, ≥90 - <100, ≥100 - <200, ≥300 - <400 , 400 - <500, y ≥500. El diámetro promedio (da p)corresponde al diametro medio de todos los individuos que se encue ntran en una clase de diá-metro. La tasa de mortalidad en los tallos más pequeños en Mudumalai a lcanza 0.35, y no ha sidoilustrada para mantener la definición de las otras curvas.

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promedio de mortalidad = 0.06árboles/año, vs. árboles con diá-metro ≥100 mm cuya tasa prome-dio de mortalidad es 0.02 árbo-les/año). Nuevamente, el bosqueseco de Mudumalai presentó unasituación extrema: los árboles condiámetros menores a 200 mm ex-perimentaron una mortalidad ex-cepcionalmente alta, tan alta queno se ilustra en la figura porque seperdería definición; en promedio,25% de los árboles mueren cadaaño (rango de la tasa de mortali-dad = 0.06–0.35 árboles/año). Encambio, los árboles en Mudumalaicon diámetros mayores o iguales a200 mm experimentaron la tasamás baja de mortalidad de toda lamuestra (tasa promedio = 0.01 ár-boles/año). También se encontróuna mortalidad relativamente altade tallos pequeños en HKK y LaPlanada. Pero la tendencia de losárboles grandes a morir menos fre-cuentemente que los pequeñostuvo excepciones: en Sinharaja yYasuní, los árboles con diámetrosmayores a 250 y 450 mm, respec-tivamente, tuvieron una mortali-dad mayor que los tallos peque-ños. Adicionalmente, tanto enSinharaja como en Yasuní, los ár-

boles de 400 mm o más de diáme-tro murieron más frecuentementeque en cualquier otro sitio. En elbosque andino de La Planada, lastasas de mortalidad de los talloscuyos diámetros tienen entre 60 y90 mm se incrementan drástica-mente. En conclusión, los resulta-dos muestran que los árboles pe-queños mueren más rápido en losbosques secos de Mudumalai yHKK, si bien en La Planada las ta-sas de mortalidad de tallos peque-ños son similares a las de HKK,los árboles con diámetros entre 40y 100 mm mueren más que enHKK. Al igual que ocurre con elcrecimiento, los árboles grandes(≥100 mm) no mostraron ningúnpatrón que evidencie diferenciasentre bosques secos de los lluvio-sos o entre bosques muy diversosde los menos diversos.

Diferencias en la dinámica delos bosques secos y los bos-ques húmedosExcepto los árboles pequeños

que crecieron y murieron más rá-pido en los bosques estacionalessecos y en el bosque andino de laPlanada, no existen otras correla-ciones obvias entre las característi-

cas de un bosque (en este caso: llu-via, sequía y diversidad de espe-cies) y sus patrones de crecimientoy mortalidad. En total pareceríaque los bosques ricos en especiestienen diferentes patrones/tasas decrecimiento y mortalidad, lo cualpuede reflejar diferentes estrategiaspara mantener su alta diversidadde especies. El bosque de Yasuní,el bosque más diverso en especiespor unidad de área (Tabla 1), in-cluye árboles, especialmente árbo-les grandes (350 mm de diámetro),que crecen y mueren más frecuen-temente que en otras parcelas debosque húmedo o lluvioso (sólolos árboles de más de 600 mmmueren más en Sinharaja). La altamortalidad de árboles grandes ex-plica por qué hay menos árbolesgigantes en Yasuní que en otrasparcelas (Tabla 1) y quizás tambiénla causa por la que se ha encon-trado en Yasuní una mayor diversi-dad de especies de dosel interme-dio que en otros bosques ricos enespecies como Lambir e IBC. Encontraste con este dinamismo, enLambir, el otro bosque megadi-verso de la muestra, los árbolestienden a crecer y a morir lenta-mente, lo cual sugiere que este bos-

Tabla 1. Características de siete parcelas de bosque localizadas e n Asia y Latinoamérica. Los árboles más grandes (árboles ≥500 mm de diámetro) son más nume-rosos en Sinharaja (Sri Lanka) y Lambir (Malasia), mientras los bosques d e Yasuní y La Planada tienen el número más bajo de árboles grandes, men os dela mitad de la densidad encontrada en Sinharaja. Nótese, sin embargo, e n la Figura 1, que los árboles son en promedio más grandes en HKK e IBC qu een ningún otro sitio. Los sitios más ricos en especies son Yasuní y La mbir.

Sitio de estudio

Precipitaciónanual en mm(meses secos).

n.º de especies(tamaño de lasparcelas en hec-táreas).

Árboles con diá-metro 10 mm porhectárea.

Árboles “gigan-tes” con diámetro500 mm/ha (diá-metro promedioen mm).

IBC (Panamá) 2 551 (3) 316 (50) 4 580 27.7 (731)

Huai Kha Khaeng-HKK (Tailandia) 1 476 (6) 244 (50) 1 440 25.9 (733)

Mudumalai (India) 1 206 (4) 75 (50) 340 26.5 (620)

La Planada (Colombia) 4 078 (0) 201 (25) 4 600 18.0 (606)

Lambir (Malasia) 2 664 (0) 1 175 (52) 6 865 40.5 (705)

Sinharaja (Sri Lanka) 5 074 (0) 206 (25) 8 240 42.8 (654)

Yasuní (Ecuador) 3 081 (0) 1 104 (25) 6 120 16.8 (653)

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que es más bien estable y proba-blemente tiene otra estrategia paramantener la gran riqueza de espe-cies.

Distintos factores afectan elcrecimiento y mortalidad en bos-ques tropicales. En el bosque secode Mudumalai, la dinámica delbosque parece reflejar su marcadaestacionalidad pero sobre todo elimpacto relativamente frecuentede los elefantes y el fuego. Estosfenómenos son recurrentes y de-vastadores en Mudumalai, mien-tras que en el bosque seco deHKK en Tailandia, si bien estosfactores existen, actúan con me-nos severidad. Esto explica porqué los árboles pequeños muereny crecen extremadamente rápidoen Mudumalai. HKK fue el se-gundo sitio donde los árboles pe-

queños mueren y crecen más rá-pido, aunque en promedio mue-ren cerca de ocho veces menos ycrecen menos que dos veces máslento que en Mudumalai.

Estos ejemplos muestran quela estacionalidad y la precipitaciónpor sí solas explican una parte im-portante de la variación encon-trada en los patrones del creci-miento, mortalidad y diversidad anivel global. Sin embargo, existenuna multiplicidad de otros factorese interacciones que pueden influiren la dinámica del bosque. Entrelos factores más evidentes, losvientos fuertes luego y durante laslluvias, animales devastadorescomo elefantes, el fuego, enferme-dades e incluso fenómenos menosfrecuentes como un terremotopueden afectar la dinámica del

bosque más visiblemente que laprecipitación y la estacionalidad.Al mismo tiempo, los distintospatrones de crecimiento y morta-lidad de los árboles, al parecer re-flejan diferentes estrategias por lascuales se mantiene la enorme di-versidad de árboles de los bosquestropicales lluviosos. No obstante,el sinnúmero de interaccionescomo la competencia por recursosentre las especies (ya sea por espa-cio o por nutrientes), la disper-sión de semillas, la predación deplántulas y semillas y la poliniza-ción pueden esconder las otraspiezas de este complejo rompeca-bezas que explicaría la enormebiodiversidad de los bosques tro-picales lluviosos.

Este bosque del Parque Nacional Yasuní es el más diverso por unida d de área: en apenas 25 hectáreas existen 1104 especies de árboles y arbustos. A partir de1995, se inició un seguimiento de 152 353 tallos de todas estas espe cies que se encuentran en esta porción de bosque con el propósito de i nvestigar la mortalidad,crecimiento y reclutamiento de nuevos tallos con diámetros de al meno s 10 mm. Según datos recientes, se sabe que los árboles grandes (de más d e 350 mm dediámetro) mueren más frecuentemente en Yasuní que en otros bosques tropic ales donde se ha estudiado la dinámica siguiendo esta misma meto dología. Estos sonresultados del proyecto Dinámica del Bosque de Yasuní de la PUCE y el Instituto Smithsoniano de Investigaciones Tropicales. Para media dos del año 2006, todoslos tallos encontrados en 50 hectáreas (~304 000) serán incluidos en el análisis.

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Según cuenta la le-yenda, el famoso escri-tor alemán Goethe en

su lecho de muerte y sintiendo lacercanía de su deceso pronunciócomo últimas palabras la célebrefrase: “¡más luz…!”. Si la leyendaes fiel a la realidad, el autor deFausto sin duda se refería a la ne-cesidad de iluminar con conoci-miento, con más saber el pensa-miento de los seres humanos.

No es de sorprenderse queGoethe se preocupara por la luz ensus últimos momentos de existen-cia, ya que además de poeta, lite-rato, filósofo, naturalista y alqui-mista él también hizo importantesestudios sobre la luminosidad y de-sarrolló una teoría no ortodoxaacerca de la luz y el color, mismaque influyó en notables pintoresdel movimiento abstracto comoMondrian y Kandinsky.

Seguramente el mencionadopersonaje no podría imaginar quela ciencia de finales del siglo XX yprincipios del XXI estuviese en ca-pacidad de extraerle tantos de susíntimos secretos al fenómeno lumí-nico. De hecho, en los años queGoethe vivió (de finales del S.XVIII a mediados del S. XIX) ape-nas se podían contar algunos expe-rimentos para producir la luz artifi-cialmente, lo que tendría su mo-mento cumbre en Norteaméricacuando Thomas Alba Edison in-ventara la bombilla eléctrica, añosmás tarde de la desaparición del sa-bio alemán.

Pero el fenómeno lumínico estan antiguo como el universo.Desde el Big bang hasta este mo-

mento, se vienen generando enor-mes cantidades de energía lumí-nica, misma que se está reciclandoen el cosmos por medio de laeterna transformación materia-energía-materia que se expresa, porejemplo, en el nacimiento y muer-te de cuerpos celestes como las es-trellas y planetas.

Las estrellas en el universo,gracias a procesos de interaccionessubatómicas, bien descritos por losfísicos, son capaces de producir luzpropia. El producto de tales inte-racciones son partículas conocidascomo fotones que viajan por elcosmos a distancias y velocidadesque difícilmente la imaginaciónhumana puede alcanzar a com-prender, pero que se miden en uni-dades de años luz. Esto es, la dis-tancia que los fotones pueden via-jar en un año a una velocidadaproximada a los 300 000 km/seg:la velocidad de la luz en el vacío.Para tener una idea, la distancia re-corrida en un año por un fotón atal velocidad sería de unos 31 536millones de km.

Por otro lado, existen cuerposcelestes incapaces de generar, aun-que sí de absorber y reflejar la luz.Uno de esos es nuestro planeta quedesde hace unos 4 500 millones deaños viene recibiendo y reflejandoperpetuamente la radiación solar.

Lo anterior sitúa al fenómenolumínico en un contexto inorgá-nico donde sólo la emisión de foto-nes por descomposición de los áto-mos que forman la materia estelar,es la fuente de energía lumínica.

Pero dejando esos remotos es-cenarios del inicio del universo y la

formación temprana de nuestroplaneta y moviéndonos en eltiempo cósmico hacia eras más re-cientes, en las que la vida ya pulu-laba por los primitivos mares yocéanos de la Tierra, se encuentraque el fenómeno lumínico em-pieza a tener lugar en algunos seresvivos como ciertas bacterias y me-dusas que desarrollan un intere-sante lenguaje luminoso, segura-mente como advertencia de peli-gro para sus posibles predadores.

En la actualidad se conocenmuchos organismos de reinos tandistintos entre sí como el Mónera,Animalia y Fungi que poseen lo quese conoce como bioluminiscencia.Esto corrobora el principio tantasveces repetido en Biología que elcolor tiene importantes significadosen la naturaleza: una señal de auxi-lio, una indicación de receptividadreproductiva o una advertencia depeligro, entre otros. Los seres lumi-niscentes son, en este sentido, elnon plus ultra de esta antigua estra-tegia natural, por los sofisticados yelegantes sistemas lumínicos conque expresan sus mensajes.

Por Javier [email protected]

Figura 1. La medusa del Mar del Norte en plenarefulgencia.

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Tal es el caso de las medusas delMar del Norte, conocidas con elnombre científico de Aequorea vic-toria (Fig. 1). Ellas emiten luz fluo-rescente gracias a la existencia decélulas que producen una proteínaque ha sido aislada y analizada pro-fundamente a nivel molecular.

Conocemos la secuencia deaminoácidos de esta proteína y denucleótidos del gen que codificapara ella, lo que brinda muchasventajas a la ciencia y desde la pers-pectiva de la Biotecnología, pro-mete algunas interesantes aplica-ciones en varios ámbitos.

Esta es una proteína de tamañomediano, con 238 aminoácidos ypeso molecular entre 27 y 30 kDa(Kilodaltons son unidades de pesomolecular). Su estructura tridi-mensional recuerda la forma de uncilindro o barril que encierra un“cromóforo”, lugar donde se ab-sorbe fotones provenientes del solque finalmente son emitidos comoluz fluorescente de color verde.

Este atributo pronto la hizomerecedora del nombre de GFPpor sus siglas en Inglés: Green Fluo-rescent Protein. Nombre que indicade forma precisa su naturaleza yfunción como molécula (Fig. 2).

Los que primero lograron di-lucidar la estructura tridimensio-nal de GFP se dieron cuenta deque la luminiscencia provenía deuna constelación de tres aminoáci-dos ubicados en la parte internadel “barril”, el que hace las vecesde estructura de sostén o andamiopara que los mencionados aminoá-cidos tengan un espacio de con-tacto —el cromóforo— dondetiene lugar un encuentro molecu-lar, quizás uno de los más lumino-sos que la naturaleza haya dado aluz jamás.

La luz en su máxima y su míni-ma expresiónHablando de luz se puede pen-

sar desde lo infinitamente grandehasta lo infinitamente pequeño. Escierto que lo que nosotros pode-

mos percibir como luz visible esgracias al incesante baño de foto-nes provenientes del sol, estrellas yfuentes artificiales de ellos. Sin em-bargo, al considerar a un fotóncomo la unidad fundamental deenergía lumínica, estamos propor-cionándole un valor absoluto y re-lativo que tiene implicaciones teó-rico-prácticas muy útiles paracomprender lo que se conocecomo intensidad lumínica.

Entender los mecanismos porlos cuales los fotones son emitidospor una fuente lumínica y luegoabsorbidos en el cromóforo deGFP que finalmente los emite denuevo con una variación en una delas propiedades intrínsecas comoes la longitud de onda —represen-tada con la letra griega λ— nosubica en el ámbito de la FísicaCuántica, que es materia de los es-tudiosos de la Física y que los Bió-logos, por lo general, la topamostangencialmente durante la ca-rrera. No obstante, se debe enten-der al fotón como un elementocon la dualidad de una partícula-onda que viaja en el espacio vi-brando a cierta longitud de onda.

La longitud de onda es impor-tante a la hora de hablar de las pro-piedades lumínicas de una partí-cula. Los fotones viajan a distintaslongitudes de onda en el vacío,pero algunos no son capaces de sal-var la barrera de la atmósfera te-rrestre y son reflejados al espacio.Otros atraviesan hasta diferentesniveles, lo que permite que la luzllegue bastante filtrada a la bios-fera. Esta es una de las razones porlas que la vida es posible en nues-tro planeta ya que hay muchas ra-diaciones solares incompatiblescon la vida.

Una barrera muy difícil deatravesar es el agua, que como unelemento mucho más denso que elaire, cambia dramáticamente lamovilidad de los fotones que lle-gan a ella, por tanto la capacidadde penetración de la luz en los océ-anos se reduce a unos pocos me-

tros bajo la superficie. Se entiendeque Aequorea victoria podrá emitirsus colores característicos sólo enaguas superficiales.

Cada una de las moléculas deGFP, que se encuentran en grandescantidades en las células especiali-zadas de la medusa, está en capaci-dad de absorber fotones que lleganen longitud de onda del color azulpara luego emitirlos.

Esta absorción-emisión sepuede considerar como un “se-cuestro temporal” de fotones, queocurre a nivel de los orbitales deelectrones conocidos como π des-localizados, característicos de es-tructuras moleculares en forma deanillo, típicas de aminoácidoscomo la tirosina, molécula funda-mental del cromóforo.

El secuestro de fotones en estasórbitas no es permanente, pero suliberación se da en condiciones devariación en su longitud de onda.Por tanto, se emiten como luzverde fluorescente.

Si pensamos que una moléculade GFP es capaz de hacer esto, mi-les de millones de las mismas sonlas causantes del fulgor fluores-cente verde visto en grupos de me-dusas o en un tubo de ensayo(siempre que hablemos de GFPpurificada en laboratorio). Mien-tras más moléculas de GFP, másintensidad de luz fluorescente po-dremos captar con nuestros ojos,lo que para el observador se pre-senta como un fascinante escena-rio luminoso.

Figura 2. Estructura tridimensional de GFP. En elcentro del barril se aprecia el cromófo-ro formado por tres aminoácidos.

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Gracias a técnicas de mutagé-nesis dirigida se ha logrado el re-emplazo de aminoácidos del cro-móforo o su entorno cercano.Esto ha hecho que se puedan apre-ciar —por exceso o por defecto deaminoácidos— el detalle de lafunción de cada aminoácido de lamolécula y ha permitido com-prender cómo esta estructura mo-lecular cumple su trabajo de emi-sión de luz fluorescente. Se hanconseguido mutantes como c3-GFP que puede emitir 42 vecesmás fotones que la proteína silves-tre, lo que la hace muy luminosa yútil en laboratorio.

Otras moléculas mutantescomo GFP5 son termoestables a37 °C por lo que se utilizan en tin-ciones in vivo de células de mamí-feros o microorganismos que crez-can a esa temperatura. Por mediodel reemplazo de unos aminoáci-dos por otros en el cromóforo sehan conseguido variantes de GFPque poseen la capacidad de emitirluz fluorescente azul, amarilla oroja en distintas gamas. Cabe seña-lar que existen en la actualidadotras proteínas fluorescentes obte-nidas a partir de bacterias, coralesu hongos que están siendo utiliza-das con éxito por su variada gamade colores. La ciencia actual sesirve de estas luminosas herra-mientas que, por qué no decirlo,hacen al estudio de los genes y suexpresión algo mucho más diver-tido que antaño.

Principios básicos para ilumi-nar la vida de un serLa transformación genética de

organismos procariontes y euca-riontes es una técnica trivial ennuestros días; sin embargo, re-quiere de conocimiento, destreza yalgo de suerte para conseguir orga-nismos o células marcadas confluorescencia.

Se logra que las células brillenindistintamente en toda su exten-sión o que la fluorescencia se res-trinja a determinadas organelas

como la pared, el aparato de Golgi,retículo endoplasmático, mem-brana nuclear, mitocondria, cito-plasma o núcleo (Fig. 3).

En caso de la tinción de orga-nelas, la tarea es algo más compli-cada que en la tinción de todo elorganismo, ya que hay que cons-truir lo que se conoce como prote-ínas de fusión. Una proteína de fu-sión es aquella que tiene GFP in-corporada o fusionada en su estruc-tura, lo que equivaldría a decir quese instala selectivamente una eti-queta luminosa sólo en las molécu-las de interés.

Se buscan proteínas candidatasa fusionarse con GFP entre aque-llas que son objeto de estudio delinvestigador, de las que se sabe o sesospecha su ubicación en la céluladurante o después de su síntesis. Sitodo sale bien, la proteína que de-seamos rastrear irá marcando supresencia con el color característicode GFP.

En el caso que nos ocupa ennuestro laboratorio, las proteínas

glucosiladas de pared celular de lalevadura cervecera Saccharomycescerevisiae pueden ser seguidas conmuchos fines de estudio, particu-larmente para buscar su sobrepro-ducción con miras a la aplicaciónindustrial. En transformaciones ge-néticas, empezar por lo más fácil essiempre lo recomendable. Enton-ces, se trabaja primero en proca-riontes como Escherichia coli, quepresenta facilidades técnicas y es deamplio uso y fácil dominio en el la-boratorio.

La técnica está basada en el usode un vector de ADN que con-tenga el gen de la fluorescenciaverde. Se conoce como vector a unfragmento circular o lineal deADN que hace las veces de vehí-culo para transportar un gen den-tro del espacio celular. Este vehí-culo ingresa a la célula llevando elgen que estará en capacidad de re-plicarse y expresarse en la céluladiana. Una vez que esto sucede, setendrá lo que se denomina en argottécnico como célula transformante,

Figura 3. Tinciones in vivo de algunos de los organismos más usados en laboratorio: a) Caenorhabditis elegans , un nemátodo marcado con fluorescencia; b) Saccharomyces cerevi-siae, levadura cervecera expresando GFP como proteína fusionada a proteínas de pared celular;c) tinción completa de una levadura cervecera; d) “Parbulinas”, apelativo familiar con que se hadenominado a las primeras transformantes de Escherichia coli con GFP5 logradas en la PUCE.

a b

c d

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que al dividirse por mitosis pasa lanueva característica adquirida a suscélulas hijas y éstas a las próximasy así sucesivamente.

De esta manera, descrita su-mariamente, se ha iluminado lavida de distintos organismos, queincluyen ratones y conejos de la-boratorio, lo que demuestra la ver-satilidad de la técnica no sólo enmicroorganismos, sino tambiénen mamíferos.

Y esto... ¿con qué se come?La GFP actualmente es de ex-

tenso uso en el ámbito científicoporque permite visualizar in vivoalgunos comportamientos celula-res sin necesidad de emplear ele-mentos radiactivos como el P32

(fósforo radiactivo) o la fijación decélulas muertas y teñidas en unportaobjetos.

La construcción de proteínasde fusión permite al investigadorlocalizar el lugar exacto donde suproteína de interés se está expre-sando en la célula, por medio de laobservación bajo un microscopiode fluorescencia.

Varios ejemplos de esto se pue-den citar: estudio de la dinámicade proteínas en organelas de lasque se requiere información en di-ferentes etapas del crecimiento ydivisión celular; marcaje de proteí-nas de interés industrial para seraisladas en su momento de má-xima expresión; seguimiento de lí-neas celulares de tejidos que se di-ferencian durante el desarrollo em-brionario; seguimiento de proteí-nas anormales que se expresan enenfermedades consideradas erroresinnatos del metabolismo; segui-miento de enzimas in vivo en tera-pia de reemplazo enzimático y te-rapia génica; tinciones didácticaspara estudio de organelas celulares;estudio de la expresión de proteí-nas relacionadas con el cáncer, sólopara mencionar algunos.

Como se puede apreciar, lasaplicaciones de la GFP se circuns-

criben en la actualidad exclusiva-mente al campo científico, perohay quienes quieren ir más lejos yponerla al servicio directo de la so-ciedad de consumo.

La fluorescencia verde de GFPha demostrado no tener reaccióninmunológica positiva en algunosmamíferos como ratones y cone-jos, lo que da la posibilidad de queen seres humanos no sea una pro-teína alergénica. Este hecho la ha-ría un interesante recurso para serempleado en la industria alimenta-ria, cosmetológica, textil, químicao farmacéutica.

No estaría lejos de la realidadla producción de alimentos fluo-rescentes o de medicamentos quepuedan ser más atractivos para elconsumidor por su color. Existenantecedentes de productos alimen-ticios como gomas de mascar decolores, confites o bebidas conefectos organolépticos interesantesque se comercializan en supermer-cados y tiendas y que en su mo-mento provocaron el escepticismodel consumidor.

Al ser la levadura cervecera uncandidato perfecto a transformarsegenéticamente con el gen de laGFP, se puede pensar en la pro-ducción de cerveza con propieda-des fluorescentes, así como tam-bién la elaboración de otros ali-mentos fermentados como yogurt,sidras o también en refrescos detodo tipo. Imagine la posibilidadde usar geles para el cabello o ma-quillajes con variedad de coloresfluorescentes, con la ventaja de serbiodegradables y efímeros.

Evidentemente, todos estosconceptos revolucionarios dentrode la producción industrial pasanpor la aprobación de los estamen-tos reguladores y de la sociedadde consumo que tienen la últimapalabra.

No obstante, esta tecnologíapuede ser puesta a punto de unaforma relativamente sencilla, conlo que se estaría a la espera de que

en el futuro, el mercado acepte es-tos productos para que se puedaabrir su producción a nivel masivo,siempre que los costos de produc-ción generen rentabilidad.

La GFP no es más que unaproteína o conjunto de aminoáci-dos maravillosamente ordenadosde tal manera que nos da la posibi-lidad de apreciarlos por la luz emi-tida desde el cromóforo. Si su fu-turo es tan promisorio como pa-rece, no hay que sorprenderse delas aplicaciones que esta magníficaproteína podría tener en nuestracotidianidad.

Quién sabe si desde algún rin-cón del cosmos el gran Goethe sesienta regocijado al ver que des-pués de un siglo y medio de su de-saparición, su último deseo se estácumpliendo a cabalidad.

Literatura consultadaBatistuta, R., et al. 2000, Crystal

Structure and Refolding Proper-ties of the MutantF99S/M153T/V163A of theGreen Fluorescent Protein, PRO-TEINS: Structure, Function, andGenetics 41:429–437 .

Sepp D. Kohlwein, 2000, The beautyof the yeast: Live cell microscopyat the limits of optical resolution,Microscopy Research and Techni-que, vol. 51, Issue 6, 511-529.

Ram, A., et al. 1998, Green Fluores-cent protein-cell wall fusion pro-teins are covalently incorporatedinto the cell wall of Saccharomyces

cerevisiae, Microbiology Letters162: 249-255.

Actualidad Científica

Page 27: Colostethus machalilla

Nuestra Ciencia 26

Las principales causasde la destrucción delmedio ambiente son

la desmedida ambición del hom-bre y el desconocimiento de las le-yes de la Naturaleza y de las inte-racciones que en ella ocurren.

La Naturaleza se ve amenazadaconstantemente por nuestras acti-vidades económicas como la colo-nización, la apertura de nuevos ca-minos, la introducción de especiesexóticas tanto vegetales como ani-males, la cacería con fines domésti-cos y comerciales, la industrializa-ción, la extracción, utilización in-tensiva y abusiva de los recursos.Como resultado tenemos la des-trucción de la capa de ozono, lacontaminación de suelos, del aire yde los recursos hídricos, la acumu-lación de desechos, muchos de ellossumamente tóxicos, la pérdida irre-parable de especies tanto animalescomo vegetales y la disminuciónprogresiva de la calidad de vida.

Una de las alternativas más efi-caces para tratar de resolver esteproblema es la Educación Am-biental (EA) y la concientización;puesto que educar a las personasdesde la edad escolar hasta la edadadulta contribuirá a acrecentar elconocimiento que tenemos de lanaturaleza y nuestro respeto porella. La EA ayuda a las personas ygrupos sociales a adquirir ma-yor sensibilidad y concienciadel medio ambiente, ayudatambién a conocer y compren-der a la naturaleza en su totali-dad, sus problemas y la funcióndel hombre en ella. La EApuede provocar un cambio de

actitud en las personas, mediantela adquisición de valores sociales yun profundo interés por el medioambiente impulsándolas a partici-par activamente en su protección ymejoramiento, desarrollando elsentido de responsabilidad hacia lanaturaleza. La EA aplicada a dis-tintas zonas geográficas conlleva alconocimiento de la flora, fauna yla naturaleza de cada zona, razónpor la cual, se hace necesaria la re-alización de diagnóstico socio-am-bientales educativos previos paraestablecer el nivel de conocimientopor parte de los habitantes de lasáreas involucradas.

Conscientes de que única-mente una sólida Educación Am-biental podrá salvar a nuestra na-turaleza visitamos cuatro escuelas yun colegio en la zona de la “Unióndel Toachi”. El objetivo era cono-cer, determinar y evaluar el conoci-miento de los niños y jóvenesacerca del deterioro de la natura-leza y qué actitud deben tomarpara defenderla y conservarla.

Visitando comunidadesLa “Unión del Toachi” es la

zona de influencia entre los ríosToachi y Pilatón; ésta se encuentraentre la vertiente occidental de losAndes, en la Provincia del Coto-paxi. Se llega a ella viajando apro-

ximadamente tres horas desdeQuito, por la carretera Quito-Santo Domingo.

La zona visitada conlinda conla Reserva “Otonga” y se encuentraubicada entre los 800 y 2 000m.s.n.m. Se puede observar la exis-tencia de áreas de bosque casi com-pletamente primario. La Unión delToachi es un área de bosque hú-medo tropical, con ecosistemasfrágiles y con una gran biodiversi-dad. Por su característica de bos-que húmedo, la mayor parte deldía se encuentra cubierta por nu-bes, el clima es húmedo con unaprecipitación anual promedio en-tre los 2 500 y 2 600 mm, con unatemperatura anual promedio de16 ºC. La temperatura mínima al-canza los 12 ºC y la máxima 25 ºC(Campos Rozo, 1996; Jarrín,2001; Niedes & Barthlot, 2001).

En esta zona los moradores sededican fundamentalmente a laagricultura y ganadería; estas acti-vidades tienen cada vez mayorauge, por lo que cientos de hectá-reas de bosque se han talado y sehan convertido en pastizales (Poa-ceae) o se han utilizado para sem-brar caña de azúcar Saccharum of-ficinarum, y naranjilla Solanumquitoense (Solanaceae) siendo estoslos cultivos más importantes de lazona. Una de las fuentes principa-

les de subsistencia de los habitan-tes es la producción de panela apartir de la caña de azúcar.

En esta zona y sus áreas deinfluencia, existe una gran ri-queza de flora y fauna, que en laactualidad se encuentran someti-das a una gran presión y reduc-

La educación ambiental una

gran alternativa

para salvar la naturalezaPor Anita Villacís

(avillací[email protected])

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2004.

Page 28: Colostethus machalilla

27

Reportaje

ción de espacios y especiescomo producto de las activida-des humanas.

En la Unión del Toachi, laslocalidades cuyos estableci-mientos educativos se visitaronfueron Galápagos, con la uni-dad educativa “Enrique Itu-rralde”; San Francisco de lasPampas, con la escuela “Anto-nio Mata” y el “Colegio NacionalLatacunga”; Naranjito, con el esta-blecimiento educativo “Ana MaríaToledo”, y en la Unión del Toachila escuela “Martínez Mera”. Paraacceder a la mayoría de ellos hayque realizar un viaje en bus dehasta tres horas partiendo desde laUnión del Toachi.

Aún cuando el tamaño y lascondiciones en que funcionan estasescuelas y colegios visitados varían,todos comparten la misma expe-riencia en cuanto a la organizaciónde parte de los padres de familia yen las actividades extracurricularesde sus alumnos. En general, los pa-dres de familia se han organizadopara llevar a cabo mingas y colectaspara ayudar a cada plantel, ya seamejorando sus instalaciones, adqui-riendo materiales básicos para lasescuelas y los alimentos para los re-frigerios de los estudiantes, en cuyapreparación participan muy activa-mente las madres de familia.

La principal actividad extracu-rricular que realizan los alumnos, enalgunos casos con la participaciónde sus padres, es en el desarrollo y elmantenimiento de los huertos esco-lares. De esta manera, los estableci-mientos educativos se han transfor-mado en un eje de la vida comuni-taria al poder integrar los trabajosescolares con los comunitarios.

En contacto con los niñosPara conocer las opiniones de

los niños y niñas con respecto a suentorno, su comunidad, la natura-leza y su cuidado se realizaron en-cuestas, entrevistas y grupos foca-les tanto con ellos como con suspadres y maestros.

Antes de realizar las encuestascon los niños, se organizó una ac-tividad informal en las aulas, per-mitiéndoles expresarse libremente,respondiendo a sus preguntas e in-quietudes para luego explicarles elcontenido de las encuestas.

De acuerdo con las respuestasproporcionadas por los niños, lacomunidad en la que viven esagradable y encuentran en ella es-tímulos suficientes para su vida,sobre todo en la riqueza naturalque les rodea, representada por laflora y fauna y la belleza del paisaje(bosques, montes, quebradas).

Cuando se refieren a los ani-males y plantas que conocen senombran mucho los animales do-mésticos y de corral, así como lasplantas introducidas; sin embargo,también se señala una gran varie-dad de animales propios de lazona, pero se nota muy poco co-nocimiento de las plantas nativas;esto puede deberse a que los ani-males más que las plantas son losque captan la imaginación y laatención de los niños.

Se sienten orgullosos de la na-turaleza que les rodea, manifes-tando que es lo más interesanteque tienen sus comunidades, y se-ñalan que para proteger a la natu-raleza hay que tomar accionescomo no deforestar, no quemar losbosques, plantar árboles, no mataranimales, no contaminar.

A manera de conclusiónSe atraviesa por una situación

alarmante; puesto que si por unaparte se ha logrado preservar yproteger la Naturaleza, debido aldifícil acceso a ella, por otro, las

actividades humanas han gene-rado algunos problemas ambien-tales y ejercen día a día una granpresión sobre la naturaleza. Poresto, se hace necesario el desa-rrollo de programas de Educa-ción Ambiental dirigidos a sen-sibilizar y concientizar sobre laimportancia de la conservacióny manejo del medio ambiente,

que permitan su redescubrimientoy generen interés por él y por suprotección y cuidado; ejemplo deesto, es la administración y orga-nización del Bosque IntegralOtonga y el Proyecto Otongachi.

En general, la Educación Am-biental debe servir para mejorar lacalidad de vida de las futuras gene-raciones procurando el desarrollode un ambiente sano. “Probable-mente no seamos nosotros mismosquienes completemos la tarea,pero no nos está permitido el dejarde intentarlo” (EL TALMUD).

Literatura consultadaAcosta Solís, Misael, 1992, Vademé-

cum de plantas medicinales delEcuador, Ediciones ABYA-YALA,Quito.

Fernández Balboa, Carlos y Bertona-tti, Claudio, 2000, Conceptosbásicos sobre la EducaciónAmbiental, Biblioteca del Congre-so de la Nación & FundaciónVida Silvestre Argentina, BuenosAires.

Jarrín, P., 2001, Mamíferos en la Nie-bla: Otonga, un bosque nubladodel Ecuador, CBA, PUCE, Quito.

Larrea Cabrera, G., 1990, Hacia unanueva Educación, EditorialABYA-YALA, Quito.

Niedes, Jürgen & Barthlot, Willhelm,2001, Epiphytes and Canopofauna of the Otonga RainforestEcuador, Vol.2, Books onDemand GMBH, Bonn.

Valencia, N., 2002, Plan Nacional deEducación Ambiental para la Edu-cación Básica y Bachillerato: Ver-sión Preliminar, Departamento deEducación Ambiental MEC,Quito.

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Otonga: Bosque nublado.

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Nuestra Ciencia 28

Hace tiempo habíaestado esperandolos resultados de la

secuenciación de un gen nuclearen una especie ecuatoriana pa-riente silvestre de la yuca cultivada.Estos resultados eran un compo-nente clave en una investigaciónque había venido realizando desdehace cuatro años atrás. Unos cole-gas franceses, muy amablemente,me habían ofrecido enviar el árbolde relaciones evolutivas de esta es-

pecie con un grupo de sus parien-tes dentro del género. La esperahabía sido larga, casi nueve meses.Un día, recientemente, encontréun correo electrónico que se titu-laba: “los resultados que habíamosestado esperando”.

Las propuestas para proyectosde investigación por lo general in-cluyen un subtítulo llamado resul-tados esperados, según éste, el in-vestigador proponente anticipa losresultados que desea obtener al

concluir la investigación… eso es sitodo va bien. En este caso no fueasí. Los resultados que llegaron nofueron los resultados que se habíanesperado. Un análisis hecho por elcolega aclaraba la posibilidad deque en lugar de haber obtenido lasecuencia del gen nuclear, lo que sehabía obtenido es la secuencia deun gen impostor, de un pseudogen.

La mayoría de biólogos cono-cen qué son o han escuchado ha-blar sobre los pseudogenes; es más,

Alexandra Narváez Trujillo y José Manuel Barreiro([email protected]) ([email protected])

Un pseudogen es básicamente una copia defectuosa de un gen funcio nal originado por unerror en la replicación del ADN o por la retrotranscripción de un ARN men sajero (ARNm) aADN. Esta copia conserva la estructura básica de un gen codificante (un p romotor, un codónde inicio de transcripción, región codificante y un codón de terminaci ón) pero ha perdido sucapacidad de traducirse a proteína debido a mutaciones que crean nuev os codones de ter-minación, inhabilitan a los promotores o producen cambios en el marc o de lectura.

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Curiosidades Científicas

los estudiantes de biología son in-troducidos a este tema desde susprimeras clases. Pero la verdad esque su concepto es un tanto abs-tracto, incluso para aquellos quehan incursionado más profunda-mente en el campo de la biologíamolecular. Es así que encontrarmecon el enunciado de que lo que te-nía delante mío, en la pantalla delcomputador, correspondía a unasecuencia de un pseudogen fue untanto abrumador.

Una vez superado este primerimpacto, comenté mis dudas conlos estudiantes que comparten milaboratorio, y pronto el tema seconvirtió en una discusión perma-nente sobre la presencia de estosimpostores en el genoma de los or-ganismos y el por qué de su exis-tencia. Teníamos en nuestras ma-nos, como corresponde a un inves-tigador, la tarea de indagar másprofundamente sobre el tema.

A los pseudogenes se los puedeconsiderar genes impostores yaque sus secuencias de ADN (ácidodesoxiribonucléico, material gené-tico) son muy semejantes a la delgen funcional, pero contienen

cambios claves que hacen que notengan función dentro de los ge-nomas; es decir, no codifican paraninguna proteína.

Los pseudogenes ocurren enbacterias, hongos, animales y plan-tas. Dado que la función funda-mental de un gen es llevar la infor-mación para la elaboración de unaproteína, y el pseudogen no es co-dificante, ¿tiene alguna función oes de alguna utilidad para los ge-nomas?

En base a su estructura y origense ha clasificado a los pseudogenesen dos grandes grupos: Los pseudo-genes no procesados y los pseudo-genes procesados (Fig. 1). Los pri-meros, se cree, fueron originadospor la simple duplicación de un genfuncional seguida de la pérdida defunción de la copia por mutaciones.Los segundos, los pseudogenes pro-cesados, aparentemente fueron ori-ginados por eventos de retrotrans-cripción a partir de un ARNm, locual implica la mediación de unaenzima viral: la retrotranscriptasa.Se ha llegado a esta conclusión por-que los pseudogenes procesados notienen intrones y presentan una

cola de poli adenina; característicasque están presentes en los genes co-dificadores.

Últimamente se ha reportadoque estos errores no son raros niesporádicos, de hecho se estimaque en el genoma humano hay al-rededor de 20 000 pseudogenes re-partidos en todos los cromosomas,lo cual es remarcable si considera-mos que los humanos tenemos en-tre 20 000 y 25 000 genes (Fig. 2).Y no sólo en humanos, las bacte-rias, las plantas y los hongos tam-bién tienen muchas de estas copiasdefectuosas en sus genomas. ¿Esque acaso la naturaleza no es per-fecta? ¿Para qué tenemos tantomaterial genético que a primeravista parece ser no más que unerror? ¿Por qué tenemos un ge-noma que es 30 veces más grandeque el de un gusano nemátodo sino llegamos a tener el doble de ge-nes que ese gusano? Se sabe quemucho del ADN no codificantetiene funciones reguladoras o es-tructurales, pero no se sabe exacta-mente cuánto; lo que sí se sabe esque en el genoma humano apenasel 3% del material genético codi-fica para proteínas… ¿y el resto?

Habían surgido muchas inte-rrogaciones con respecto a estas se-cuencias impostoras de genes, lascuales llevaron a realizar estudioscomparativos de pseudogenes ho-mólogos entre primates. Cuando secompara regiones no codificantes(como los pseudogenes) entre dis-tintas especies se espera que sus se-cuencias diverjan mucho. Estoocurre debido a que las regiones nocodificantes (y las que no cumplenun papel de regulación) no estánsometidas a la selección natural ypor lo tanto deben acumular muta-ciones randómicas a lo largo deltiempo. Pero los resultados mostra-ron que los pseudogenes se conser-van a través de la evolución. Nues-tros pseudogenes, los de los gorilasy los de los babuinos son muy si-

Figura 1

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Nuestra Ciencia 30

milares entre sí tanto en secuenciacomo en estructura, a pesar que losprimates y los monos del viejomundo divergieron alrededor de40 millones de años atrás. Resultasorprendente que los pseudogenesson tan conservados que es posiblerastrear su historia hasta el origende los mamíferos. ¿Por qué, si lospseudogenes no son más que erro-res, se conservan entre los grandeslinajes evolutivos?

En este contexto quizás setenga que rever la interpretaciónevolutiva de los “errores”; pues sibien no está clara la función quetienen estas secuencias, tampoco seha demostrado que no tienen nin-guna; y el hecho de que se conser-ven a través del tiempo y de la evo-lución indica que de algún modo,hasta ahora desconocido, están so-metidas a la selección natural. Re-cientemente se reportó que algu-nos pseudogenes sí juegan un pa-pel en la regulación de la expresióngénica. Los promotores de unpseudogen compiten con los pro-

motores de otros genes por los ele-mentos que ayudan a que se dé efi-cazmente el proceso de transcrip-ción (factores de transcripción);además, el mensaje transcrito apartir de un pseudogen puede in-hibir otros al unirse a ellos.

Desde una perspectiva evolu-tiva, los errores, que producencambios en el genoma, no son paranada perjudiciales; al contrario, lasmutaciones son la base moleculardel cambio que será favorecido odesfavorecido por la selección na-tural. Hay varios casos en los queun gen duplicado ha adquiridonuevas funciones: Todos los genesque codifican para los ARN detransferencia fueron originadospor la duplicación de un solo gen;de igual forma, los genes homeóti-cos que ordenan el desarrollo de lasmoscas de la fruta fueron origina-dos por duplicación.

Finalmente, los pseudogenes, apesar de su naturaleza impostora,pueden en algún momento teneruna utilidad práctica y clave para el

mantenimiento de los genomas,acumulando mutaciones que po-drían ser perjudiciales para los or-ganismos o a la vez generar cam-bios que sean favorables en un es-cenario evolutivo.

Literatura citadaZuckerkandl, E. and Hennig,

W., Tracking heterochromatin,Chromosoma 104:75, 1995.

Hasta que no haya evidenciacientífica suficiente para definirconcluyentemente el rol de lospseudogenes en la naturaleza nose puede respaldar su categoriza-ción como ADN “chatarra”;pues, como bien dicen Zucker-kandl y Hennig: “Dado un sufi-ciente grado de ignorancia,TODO, incluyendo el Requiemde Mozart, puede ser declaradochatarra”.

Figura 2

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Salmonella enterica en-terica serotipo Enteri-tidis es una bacteria

patógena que en los años 80 causóuna pandemia, que hasta la actuali-dad continúa, con gran repercusióny preocupación mundial. Desde en-tonces, muchos esfuerzos se hacenpara registrar y entender mejor laepidemiología global de la salmone-losis y poner en marcha programasmundiales de prevención; así, laOrganización Mundial de la Salud,en asociación con el Centro de

Control y Prevención de Enferme-dades de los Estados Unidos (“Uni-ted Status Centers for Disease Con-trol and Prevetion-CDC”), ha con-ducido un programa global de vigi-lancia de las toxiinfecciones huma-nas por salmonelosis, en éste seconstata que en 35 de los 45 paísesque reportan datos, Salmonella En-teritidis se registra como el serotipo1

más común, seguido de Typhimu-rium, en 8 países; desgraciadamentedel Ecuador no se tienen registros(Fig. 1) (Herikstad et al., 2002).

La gastroenteritis causada porla ingestión de huevos contamina-dos con Salmonella Enteritidis au-mentó en la mayoría de los países apartir de la mitad de la década del80, y en 1990, el “U.S. Food andDrug Administration” (USFDA)declaró que los huevos eran unproducto de riesgo, y que deberíanestar sujetos a control de tempera-tura. En las figuras 2 y 3 podemosconstatar este aumento tanto enEuropa como en América delNorte y Sur.

1 Serotipo: microorganismo dentro de una misma subespecie que difiere en la composición de sus antígenos de la pared celular y

de superficie como cápsulas, membrana externa, lipopolisacáridos, flagelos, fimbrias, factores de virulencia, etc.

Figura 1. Mapamundi mostrandolos países que proveeninformación de la vigi-lancia de casos de sal-monelosis

Por Iliana Alcocer([email protected])

Curiosidades Científicas

Page 33: Colostethus machalilla

Nuestra Ciencia 32

¿Qué es la Salmonella?Salmonella spp. pertenece a la

familia Enterobacteriaceae y sonbacilos Gram-negativos no espo-rulados, anaerobios facultativos,productores de gas a partir de laglucosa, con excepción de Salmo-nella Typhi que no produce gas

(Fig. 4). La mayoría de los seroti-pos presentan movilidad por lapresencia de flagelos perítricoscon excepción del S. Pullorum yS. Gallinarum.

Actualmente, el género en-globa 2 501 serotipos y aunque to-dos sean considerados potencial-mente patogénicos para el hom-bre, cerca de 200 están más fre-cuentemente relacionados con en-fermedad humana. Los serotiposEnteritidis, Typhi y Typhimuriumestán incluidos en la especie ente-rica y la subespecie enterica en lacual se encuentran la mayoría delos serotipos patógenos.

El hábitat natural de Salmone-lla es el tracto gastrointestinal delos animales, con ciclos de infec-ción entre los animales, los sereshumanos y el medio ambiente.

Las infecciones causadas porSalmonella spp. ocurren, general-mente, debido al consumo de ali-mentos o agua contaminados concélulas viables. Las enfermedadescausadas por Salmonella se subdi-viden en fiebre tifoidea, causadapor Salmonella Typhi; fiebres enté-ricas, causadas por Salmonella Pa-ratyphi A, B y C y gastroenteritis osalmonelosis, causadas por losotros serotipos.

Los principales alimentos res-ponsables de la toxiinfección porSalmonella spp. son la carne deaves, ensaladas elaboradas concarne de aves, huevos y derivados,carne y productos cárnicos y otrosalimentos proteicos. A nivel mun-dial, el huevo es la materia primaresponsable de la contaminaciónde los alimentos por Salmonella.En Brasil, entre 1997 y 1998, lamayonesa elaborada con huevocrudo fue el alimento más aso-ciado a la salmonelosis, y de 1999a 2004, el pastel.

Salmonella en huevos y encarne de avesNormalmente, el oviducto de

las aves es estéril, y los huevos nopresentan microorganismos en lacáscara, en la albúmina ni en layema. Sin embargo, los huevospueden ser contaminados con Sal-monella como resultado de una in-fección del oviducto del ave, estacontaminación se conoce comotransmisión vertical o, como ocurremás frecuentemente, por la conta-minación de la cáscara con heces,en el momento de la postura, lla-mada transmisión horizontal.

Algunos factores intrínsecospresentes en los huevos los prote-gen de una manera relativamenteeficaz de la transmisión de Salmo-nella. La cutícula (sustancia pro-teica que cubre al huevo cuandopasa por la cloaca) que recubre lacáscara, la propia cáscara y susmembranas funcionan como ba-rrera mecánica eficiente contra lainvasión de microorganismos.

Figura 4. Salmonella spp.

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Figura 2. Porcentaje de aislamiento anual de Salmomella Enteritidis en Europa. Datos de la Organi-zación Mundial de la Salud (WHO, 2004).

Figura 3. Porcentaje de aislamiento anual de Salmomella Enteritidis en América del Norte y Sur.Datos de la Organización Mundial de la Salud (WHO, 2004)

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Los huevos son especialmentevulnerables después de los primerosminutos de la postura antes que lacutícula se seque, llenando parcial-mente los poros de la cáscara.

Las membranas de la cáscarason la defensa física más eficientedel huevo. Sin embargo, si la pene-tración ocurre, los microorganis-mos encuentran en la clara otra ba-rrera a su sobrevivencia y multipli-cación: la lisozima, una enzima ca-paz de romper la pared bacterianay que tiene acción, especialmente,contra bacterias Gram-positivas.La avidina forma un complejo conla biotina, tornándola inaccesible ydificultando la proliferación prin-cipalmente de bacterias Gram-ne-gativas. La ovoflavoproteína es ca-paz de unirse a la vitamina B2 (ri-boflavina) tornándola inaccesible ypresentando, por este motivo, ac-ción antimicrobiana. La ovotrans-ferrina, por la fuerte tendencia deunión con el hierro, no deja dispo-nible este mineral para los micro-organismos. El pH que puede lle-gar a valores en torno de 9,0 haceque la clara no represente un am-biente favorable para la mayoría delos microorganismos.

La yema del huevo es sitio po-tencial para la contaminación porSalmonella debido a su contenidode nutrientes, y con un pH entorno de 6,0 es más favorable parael crecimiento de la bacteria com-parado con la clara. Una vez en layema, Salmonella puede multipli-carse, en temperaturas de 10 a25 ºC, y el número de bacteriasaumenta rápidamente a 25 ºC.

Además, Salmonella puede es-tar naturalmente presente en layema, debido a transmisión verti-cal (del oviducto al huevo en el aveinfectada con Salmonella), en estecaso, a 25 ºC la multiplicación esmás rápida. Aunque la multiplica-ción en la yema parezca ser muchomenor cuando la transmisión eshorizontal, ésta ocurre en nivelesde riesgo al consumidor (Gasta yHost, 2001).

Medidas preventivasAhora viene la pregunta para el

lector: ¿en qué lugar de la refrige-radora guarda los huevos que com-pra en el supermercado? La res-puesta más común es en la puerta.Lamento decirle, mi querido lec-tor, que éste es el peor lugar paraguardar los huevos de gallina queusted compra en el supermercado.La puerta es la parte de la refrige-radora donde se registran las ma-yores temperaturas, es la región dela refrigeradora que mayores im-pactos recibe; lo cual ocasiona raja-duras en los huevos posibilitandoel ingreso de Salmonella. Error tec-nológico, probablemente, todas lasrefrigeradoras disponen un espaciopara los huevos en la puerta; peroesto está siendo corregido en lasnuevas refrigeradoras en los Esta-dos Unidos de Norte América.

Lo ideal es colocar los huevosen la parte superior de la refrigera-dora en el mismo recipiente quevienen del supermercado, ya queéste los protege de impactos; ade-más, no se debe colocar nada en-cima del recipiente que pudieraquebrarlos (Fig. 5).

Para prepararlos, lo ideal esprimero lavarlos con agua y jabón,enjuagar y comerlos preferente-mente bien cocidos.

Salmonella, además, es respon-sable de enfermedades clínicas

(pulorosis y tifo aviaria) y subclíni-cas (infecciones paratíficas) en lasaves. La carne de pollo contami-nada es un vehículo importante detransmisión de Salmonella spp. Esabacteria puede proliferar en eltracto gastrointestinal de las galli-nas y, subsecuentemente, contami-nar la carne de pollo y las menu-dencias, lo que ocurre frecuente-mente durante el procesamiento.

Estudios muestran que la ocu-rrencia de Salmonella spp. en carnede pollo puede variar de 0,024% a85,0% y, aunque diferentes seroti-pos ya hayan sido aislados, ha ocu-rrido un aumento en el aisla-miento del serotipo Enteritidis envarios países. Como esa bacteriacausa generalmente infección asin-tomática en las aves, no se puedeevidenciar enfermedad en el ani-mal y, por tanto, puede pasar desa-percibida, lo que representa un se-rio problema de salud pública por-que la enfermedad que no se ma-nifiesta en el ave se hace presenteen el hombre.

Procedimientos inadecuadosde manipulación contribuyen parala diseminación de Salmonella enel ambiente de preparación de ali-mentos. Esa bacteria fue recupe-rada de superficies de fórmicahasta 24 horas después de la con-taminación. Este hecho se explicapor la capacidad de Salmonella

Figura 5. Lugar ideal para colocar los huevos que se compra en el supe rmercado.

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Curiosidades Científicas

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Nuestra Ciencia 34

para adherirse a diversas superfi-cies, como teflón, acero inoxidabley vidrio, formando en estas super-ficies una película de células adhe-ridas, llamada biofilme. Salmone-lla Enteritidis se adhiere a estas su-perficies en respuesta al estrés entérminos nutricionales y agua dis-ponibles, la bacteria adherida ex-hibe una resistencia térmica au-mentada, lo que significa que eli-minar a esta bacteria en platos, va-sos y utensilios puede no ser unatarea simple.

Estudios demostraron que al-gunas superficies permanecieroncontaminadas después de los pro-cedimientos usuales de higieniza-ción; y que aquellas en donde seutilizaron toallas para la esta labor,las superficies presentaron mayorcontaminación después de la lim-pieza. Estas observaciones resaltanla importancia de la adopción deprocedimientos de higienizaciónadecuados durante la preparaciónde alimentos.

Entonces viene otra preguntapara el lector: ¿Cada cuánto tiempocambia la esponjita para lavar losplatos, o el mantel para secarlos?,¿cómo limpia y seca los mesones dela cocina? Estudios en cocinas ex-perimentales demuestran que la es-ponja es el mayor vehículo de con-taminación en una cocina; poresto, se conseja cambiarla cada se-mana, pero si no es posible hacerlocon esa regularidad, entonces, lomejor es hacerla hervir cada tres ocuatro días con un poco de cloro.Con respecto a los manteles parasecar los platos se recomienda cam-biarlos cada día. En cuanto a losmesones es importante escoger undesinfectante que retire la grasa, yaque ésta propicia la proliferaciónbacteriana; además, se debe refre-gar vigorosamente las superficies,pues esta acción mecánica des-prende las bacterias; luego, enjua-gar y secar con papel toalla.

Alimentos de origen animal,como huevos y carnes son las prin-

cipales fuentes de microorganis-mos patógenos que pueden, pormanipulación incorrecta, contami-nar de forma cruzada otros alimen-tos. Superficies de trabajo, comotablas para corte de alimentos,puede presentar niveles de conta-minación semejantes a los de lacarne in natura.

En un estudio fue observadoque las manos de los manipulado-res, diversas superficies y utensilios(tablas para corte de alimentos, cu-chillos, manijas de puertas, grifos ytoalla para secado de utensilios)fueron contaminados por Salmone-lla después de la manipulación dela carne de pollo contaminada.

Sugerimos, como orientaciónal lector, tener en la cocina una ta-bla propia para cortar carne y otrapara cortar verduras y frutas. Lomismo se aplica para los cuchillos.El lavado de manos debe ser meti-culoso y habitual antes y despuésde preparar los alimentos; aunqueeste procedimiento sea conocidopor todos, no siempre se lo hace.Durante la elaboración de prepara-ciones a base de huevos artificial-mente contaminados con Salmo-nella, ocurrió amplia diseminaciónde la bacteria por las manos de losmanipuladores. Almeida et al.(1995) afirmaron que aunque eladecuado lavado de manos (antesdel inicio del trabajo y después dela manipulación de los alimentoscrudos y uso de sanitarios) con ja-bón antiséptico y agua tibia no ga-rantiza la eliminación de microor-ganismos; sin embargo, reduce losniveles de contaminación.

El almacenamiento de huevos,así como carne de aves a tempera-tura ambiente, antes del trata-miento térmico (cocción), tam-bién aumenta la resistencia de Sal-monella. Se afirma que la exposi-ción de S. Enteritidis a tempera-tura de 21 °C aumenta la resisten-cia térmica de esta bacteria. Portanto, es indispensable enfriar losalimentos lo más rápido posible

porque el almacenamiento entre 4y 8 °C facilita la destrucción tér-mica de la bacteria.

En un próximo volumen deNuestra Ciencia les informare-mos sobre el origen de SalmonellaEnteritidis

Literatura consultadaCenter for Disease Control - CDC

2004. [on line]. Salmonella

Annual Summary.http://www.cdc.gov./ncidad/dbmd/phlisdata/salmonella.htm.

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Page 36: Colostethus machalilla

35

Los anfibios producenen su piel más molé-culas biológicamente

activas que cualquier otro grupode vertebrados. Se han aislado ycaracterizado, hasta el momento,

alrededor de 500 alcaloides, 30aminas biogénicas y 266 péptidos.Estas moléculas constituyen unverdadero arsenal químico de de-fensa (Fig. 1) (Erspamer, 1994;Daly, 2002; Brahmachary, 2004).

¿A qué se debe esto? Aún no seconoce con certeza la función detales moléculas en la vida de losanfibios. Sin embargo, la aversiónde los predadores y varios com-portamientos antipredatorios

La Piel De Las Ranas:Un Verdadero Arsenal Químico

Por Carolina Proaño B. y Miryan Rivera I.([email protected]) ([email protected])

Figura 1. La piel de las ranas constituye unafuente abundante de fármacos.Cientos de alcaloides, aminas ypéptidos son secretados por susglándulas granulares en situacio-nes de estrés.

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Curiosidades Científicas

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Nuestra Ciencia 36

prueban claramente el valor de-fensivo de estos metabolitos. Porejemplo, en Xenopus laveis se hadeterminado que la composiciónde la secreción (3 aminas biogéni-cas y varios péptidos) es responsa-ble del comportamiento antipre-datorio, observado en algunas cu-lebras que se alimentan de ranascomo Nerodia sipedon, Lycodono-morphus rufulus y L. laevissimus.Estas culebras, al ser expuestas alas secreciones, muestran movi-mientos faciales involuntarioscomo abrir y cerrar la boca rápida-mente o quedarse boquiabiertas(Fig. 2A). También se reduce suagresividad y se produce una sen-sación de saciedad, además deotros comportamientos como tre-par y alejarse del agua (hábitat deXenopus) (Fig. 2B). Estos efectosse deben a que dichas sustanciasactúan sobre receptores del sis-tema nervioso de los posibles de-predadores causando cambios ensu comportamiento. Estos cam-bios les proporcionan a las ranasvaliosos segundos en los cualespueden huir ¡y salvarse!, al menospor esa vez, de ser devoradas(Barthalmus, 1994).

Otra función de las secrecioneses la protección en contra de mi-croorganismos patógenos. La pielde los anfibios es un tejido hú-medo rico en nutrientes, por locual constituye el medio ideal parael crecimiento de hongos y bacte-rias. Sin embargo, las infeccionesen la piel de ranas son poco fre-cuentes, esto se debe a la existenciade moléculas protectoras, en estecaso son los péptidos antimicro-biales. Estos péptidos interactúancon la membrana bacterial creandoporos que incrementan su permea-bilidad y causan, finalmente, la li-sis del microbio invasor. ¡Qué ma-ravilla! Las ranas producen sus pro-pias medicinas… A partir de estosdescubrimientos algunos científi-cos empezaron a estudiar estas mo-léculas con la visión de utilizarlasen la medicina (Fig. 3).

Figura 2. Comportamientos antipredatorios observados en culebras que se alimentan de ranas después deser expuestas a las secreciones cutáneas de Xenopus laevis. A) La culebra abre la boca y dejaescapar a la rana. B) La culebra trepa sobre una rama alejándose del agua .

Figura 3. Moléculas aisladas a partir de secrecio-nes de la piel de anuros pueden proveerlas estructuras claves para el desarrollode nuevas drogas. Un ejemplo de ello esla EPIBATIDINA extraída a partir de Epi-pedobates anthonyi

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1994.

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Actualmente los estudios sehan centrado en ranas pertene-cientes al suborden Neobatrachia,el cual parece ser la fuente más im-portante de péptidos antimicro-biales. Decenas de péptidos hansido encontrados en sólo unas po-cas especies estudiadas. Este arma-mento difiere entre ranas pertene-cientes a diferentes familias, géne-ros, especies o entre subespecies.Esta impresionante diversidad noslleva a pensar que pudieran existirtantos como 100 000 péptidos di-ferentes producidos por las glán-dulas dermales de las 5 771 espe-cies de anfibios (Vanhoye, et al.2003, AmphibiaWeb, 2005).

La complejidad de la piel delos anfibios es tan alta que, ade-más de los péptidos antimicrobia-les antes mencionados, se han es-tudiado los alcaloides agrupadosen 20 clases estructurales (Daly,1999). Entre ellos, el alcaloide quemayor interés ha concertado en elmundo científico es la EPIBATI-DINA, muy conocida por su altopoder analgésico, pues ha probadoser 200 veces más potente que lamorfina. Es un alcaloide de 251Da, que fue aislado a partir de 750pieles de la rana ecuatoriana Epi-pedobates anthonyi (Daly, 1999).

Al ser inyectado en ratones pro-duce una reacción conocida como“straub-tail response”, que con-siste en que éstos permanecen es-táticos y con la colita levantada.Este tipo de reacción es caracterís-tica de alcaloides opioides como lamorfina, cuya acción es revertidapor naloxone, sustancia que, porel contrario, no revierte la acciónde la epibatidina; esto presuponeque los receptores con los que in-teractúan estos dos alcaloidesanalgésicos son diferentes.

En efecto, la morfina al llegaral cerebro ocupa los receptoresopioides mu, mientras que la epi-batidina actúa sobre los receptoresnicotínicos colinérgicos. Esto cla-ramente está relacionado con elhecho de que la estructura químicade la epibatidina guarda mayor si-militud con la nicotina que con lamorfina (Fig. 4).

Además, como es bien cono-cido, la morfina produce altos ín-dices de dependencia física (y/oadicción), depresión respiratoria,incremento de la presión intracra-neal, vómito, contracción de lapupila, estreñimiento y descoordi-nación muscular. Estos efectos se-cundarios adversos están ausentescuando se usa la epibatidina.

Pero el asunto no se detieneahí, pues la potencialidad biomé-dica de la epibatidina no radica ex-clusivamente en su alta acciónanalgésica, sino en que por ser unagonista nicotínico natural conalta afinidad por receptores quecontienen subunidades α4 y α3,pudiera tener utilidad clínica enenfermedades neurodegenerativascomo Alzheimer, Parkinson, escle-rosis múltiple, entre otras. Así, porejemplo, una característica de laenfermedad de Alzheimer es lapérdida significativa de la memo-ria que está relacionada con lamuerte de neuronas colinérgicasen los núcleos basales, y ademáscon una disminución temprana delos niveles de receptores nicotíni-cos de acetilcolina que contienensubunidades α4, α3 α7. Cono-ciendo los efectos neuroprotecto-res de la nicotina, una hipótesis ra-zonable es que la estimulación se-lectiva de estos receptores con ago-nistas nicotínicos como la epibati-dina (que no ocasionen los efectossecundarios negativos de la nico-tina) pudiera tener no sólo unefecto paliativo del déficit cogni-tivo de la enfermedad de Alzhei-mer, sino también un efecto pro-tector (Fig. 3).

Figura 4. La epibatidina estructuralmente es similar a la nicotina y dis tinta a la morfina a pesar de presentar el mismo efecto analgésico.

Curiosidades Científicas

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Nuestra Ciencia 38

Los péptidos antimicrobiales yel alcaloide epibatidina pruebanclaramente la importancia biomé-dica de las moléculas contenidasen las secreciones de anfibios. Elpotencial de investigación en estaárea es inmenso y mayor aún enpaíses megadiversos como Ecua-dor, en el cual se han descrito 441especies de anfibios, lo que consti-tuye cerca del 8% de anfibios a es-cala mundial. Estos datos son im-presionantes. Lamentablemente, el40% del territorio en el cual habi-tan estas especies no está protegidoy, peor aún, está sometido a unadestrucción constante. Esto esalarmante y más todavía cuandoincluimos un dato adicional: el en-demismo en relación con los anfi-bios alcanza el 40%. ¿Cuántotiempo más tendremos entre noso-tros a esas 176 especies únicas? Nolo sabemos, pero las condicionesactuales no son alentadoras (Co-loma, L., y Quiguango-Ubillús, A.2000-2004, Ron et al. 2005). Laalta diversidad de anfibios y la can-tidad de moléculas que pueden es-tar escondidas en la piel de mu-chos de ellos señalan la importan-cia de concentrar nuestros esfuer-zos en la conservación de los anfi-bios ecuatorianos y en su estudio;pues no se pueden dejar estos as-pectos aislados. Esta es una carreracontra el tiempo, ya que con cadaespecie extinta se pierden molécu-las que potencialmente puedenconstituir la cura de graves enfer-medades.

En el Ecuador los estudios alrespecto son realmente escasos. Enel año 2002, se inició un proyectopionero sobre este tema, en el la-boratorio de Bioquímica de la Es-cuela de Biología, con la colabora-ción del Museo de Zoología(QCAZ), sección Herpetología,PUCE. En este estudio se deter-minó la ocurrencia de actividadantimicrobial en la piel de 21 espe-cies de anuros ecuatorianos. Las se-creciones de 11 especies analizadasinhibieron el crecimiento de bacte-

rias gram positivas, gram negativase incluso de dos cepas de Escheri-chia coli resistentes a la ampicilina.Es decir que las especies ecuatoria-nas citadas en el mencionado estu-dio pueden proveer las estructurasclave para el desarrollo de nuevasdrogas (antimicrobiales en estecaso), y de esta manera aportar so-luciones a problemas tan gravescomo la resistencia antibiótica(Proaño, 2004).

Las bases están sentadas. Haymiles de preguntas por resolver,cientos de ranas por analizar, mo-léculas por caracterizar y activida-des biológicas por detectar. El tra-bajo es colosal y todo está en nues-tras manos… ¡Hagámoslo!

Literatura CitadaAmphibiaWeb, 2005. Information on

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Introducción

El uso de las plantasmedicinales es muyantiguo en América.

La profunda sabiduría sobre medi-cina tradicional que existió en lasculturas Maya e Inca, entre otras,es hoy utilizada por los diferentespobladores de estas regiones, espe-cialmente en las áreas ruralesdonde se carece de cobertura totalo parcial de salud pública.

Una planta medicinal es aque-lla especie silvestre, cultivada o ma-nejada, que ha sido utilizada por elhombre a través del tiempo porquese ha descubierto propiedades queayudan en el tratamiento o preven-ción de una enfermedad o padeci-miento. El efecto medicinal de unaplanta está en sus principios acti-vos, los cuales son un complejo decompuestos químicos como sonlos glucósidos, alcaloides, aceitesesenciales, taninos que la planta hadesarrollado a través de su evolu-ción como mecanismos de defensay que tienen un efecto sinérgico ensu acción como droga.

Los conocimientos ancestra-les se han documentado en es-tudios etnomédico-botánicoscon el objetivo de identificarespecies que puedan ser estu-diadas, validadas y utiliza-das, para que asíesta sabiduría nose pierda, y porel contra-rio se re-valorice.

Preparación de las plantasmedicinalesEl éxito en la cura mediante las

propiedades de las plantas medici-nales depende del uso adecuado,prolongado y persistente. El en-fermo que es perseverante en el tra-tamiento obtendrá los resultadosesperados. Por lo señalado, es im-portante que conozcamos la elabo-ración del té de hierbas.

Tisana: Se coloca agua a her-vir, cuando está en ebullición, seagregan las hierbas, se tapa el reci-piente, se deja hervir por unoscinco minutos más y se retira delfuego. Se deja que repose porunos minutos, en el recipientebien tapado.

Infusión: Hojas y flores se co-locan en un recipienteque contiene aguahirviendo. Se lasdeja re-

posar por cinco minutos, en el re-cipiente bien tapado. Tallos y raí-ces se colocan en un recipiente quecontiene agua hirviendo; pero,previamente, deben ser cortadosen trozos muy pequeños. Se debedejar reposar por 10 minutos.

Decocción: Una vez introdu-cidas las hojas, las flores y las par-tes tiernas en un recipiente quecontenga agua fría, se las coce du-rante tres minutos. En cambio alas partes duras como las raíces,las cáscaras y los tallos se cortanen pedacitos bien finos y se coci-nan durante cinco minutos. Reti-rar el recipiente del fuego, y con-servarlo tapado por algunos mi-nutos.

Maceración: Se ponen a re-mojar las hierbas en agua fría, du-

rante 10 a 24 horas, segúnsean las partes emplea-das del vegetal. A las

flores, las hojas,las semillas y

l a s

Plantasmedicinales

andinasPor Omar Vacas Cruz

([email protected])

Curiosidades Científicas

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Nuestra Ciencia 40

Origen y distribuciónEl término matico, que se lo

conoce a lo largo de todo el calle-jón interandino del Ecuador, esutilizado para designar a varias es-pecies vegetales de diferentes fami-lias botánicas, con propiedades me-dicinales similares, pero con com-posición fotoquímica diferente.

En los Andes ecuatorianos,existen 14 especies de matico dis-tribuidas en 6 géneros y 6 familias.En nuestro país, el matico más co-nocido incluye a las especies Lepe-chinia betonicifolia (Lamiaceae)que está distribuida entre los 2 600hasta los 2 840 msnm en las pro-vincias del Carchi, Imbabura, Pi-

chincha, Cotopaxi y Cañar. Encambio, la especie Aristeguietiaglutinosa (Asteraceae) se encuentradistribuida entre los 2 800 hastalos 3 700 msnm en las provinciasde Imbabura, Pichincha, Coto-paxi, Tungurahua, Chimborazo yAzuay. Finalmente, la especie Pi-per aduncum, (Piperaceae) distri-

MATICONombre botánico: Piper aduncum L.

Clasificación: Piperales:PiperaceaeNombres comunes: matico, matico lojano, cordoncillo (Ecuador).

partes tiernas se las deja en remojode 10 a 12 horas; a los tallos, lascáscaras y las raíces blandos corta-dos en trozos pequeños de 16 a 18horas; a los tallos, las cáscaras y lasraíces duros, también cortados entrozos pequeños, de 22 a 24 horas.

Debemos recomendar que an-tes de servir a la mesa, cualquierade las elaboraciones anteriormenteseñaladas, se cierna el té de hierbas,así como también que en la prepa-ración del té de hojas y flores no semezclen con el té de tallos y de ra-íces.

PREPARACIÓNPara preparar un té se deben

tomar en cuenta las siguientes rela-ciones:

Además, se debe considerarque una cucharada de hierbas ver-des pesa aproximadamente cincogramos, y una de hierbas secas dosgramos. Generalmente, tratándosede plantas medicinales las propor-ciones no necesitan ser muy exac-tas, salvo casos excepcionales, lacantidad puede variar sin ocasio-nar daño alguno. Para frotaciones,baños, gárgaras, inhalaciones,

compresas y otros fines externos seusan dosis más cargadas.

POSOLOGÍALa dosis diaria regular de té,

que debe tomar una persona estáde acuerdo a su edad, así:

El té de hierbas, por lo general,debe ser tomado en ayunas o por lanoche antes de acostarse. Cuandoes tomado por sorbos o cucharadasde hora en hora produce muybuen efecto.

Se recomienda no endulzar elté con azúcar blanca, pues lo mejores tomarlo al natural. Sin embargo,dejamos abierta la posibilidad dehacerlo con miel de abeja (exce-lente emoliente, laxativo, sudorí-fico y depurativo) o con miel depanela o azúcar morena.

El té frío es muy refrescante yestimulante; mientras que el té ca-liente alivia resfríos, catarros, afec-ciones de la garganta y del pecho,calambres, disuelve mucosidades,

así como también calienta elcuerpo y provoca sudor.

PLANTAS MEDICINALESEn los últimos años el interés

por el conocimiento de las plantasmedicinales andinas se ha intensi-ficado, el objetivo ya no es sola-mente el comprender la sabiduríatradicional sino integrarla a la va-lidación científica por medio deestudios en diferentes niveles quegaranticen productos fitoterapéu-ticos de uso seguro y eficaz de talmanera que puedan ser utilizadospor una mayor población. Con es-tos conocimientos, grupos de in-vestigadores descubren principiosactivos, comprueban su efectivi-dad como droga, realizando ensa-yos in vitro, in vivo y clínicos. Dela misma manera, la industria pri-vada cultiva las especies promiso-rias, las introducen en el mercadonacional e internacional a través dela industrialización y comercializa-ción.

De las siguientes plantas medi-cinales andinas, podemos prepararté de hierbas en nuestros hogares:Cascarilla (Cinchona pubescens),Cedrón (Aloysia triphyla) y Matico(Piper aduncun), Paico (Chenopo-dium ambrosioides). De éstas, des-cribiremos en detalle al Matico y ala Cascarilla (declarada en 1936Planta Nacional del Ecuador).

EDAD CANTIDAD DIARIA

15 años o más 4 ó 5 tazas10 a 15 años 3 ó 4 tazas5 a 10 años 2 ó 3 tazas2 a 5 años 1 ó 2 tazas1 a 2 años 1/2 ó 1 tazamenores de 1 año 1/2 taza

Para un litro de agua 20 g de hierbas verdes

Para un litro de agua 10 g de hierbas secas

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buida entre los 940 hasta los 3 160msnm, se encuentra en las provin-cias de Azuay y Loja.

El nombre matico también seextiende a Perú, Bolivia y Chile,para designar a una especie de am-plio uso como es la Piper angusti-folium Ruiz & Pav.

El matico crece al borde de loscaminos, entre los matorrales inte-randinos y en antiguas plantacionesde piretro (Chrysanthemum cinera-riaefolium). Habita en todo el calle-jón interandino ecuatoriano, gene-ralmente en sitios húmedos desdelos 940 hasta los 3 160 msnm.

Descripción botánica Arbusto de hasta 3 m de al-

tura, ramas de color gris, hojasopuestas de 7 a 10 cm de longitudpor 2.5 a 3.5 cm de ancho, de basecordada, ápice agudo, margendentado, haz verrucoso, glabro ybrillante, envés tomentoso albes-cente. Panículas en capítulos de 10a 15 cm de longitud por 12 cm deancho. Brácteas café oscuro; florestubulares, de color fucsia oscuro.

Usos etnomédicosEs una planta que tiene un uso

tradicional antiquísimo y que hasido muy utilizada por los gruposindígenas del Ecuador; en Chile, lacultura Mapuche la utiliza paracombatir la sarna y la sífilis.

En la actualidad, su uso esmúltiple y variado, se lo empleapara aliviar y curar enfermedadesdel tracto respiratorio (anti infla-

matorio y anti tusígeno); en do-lencias gastrointestinales (colitis,diarreas agudas o crónicas); en eltratamiento de la úlcera péptica ytópicamente en infusión de las ho-jas como antiséptico para hacergárgaras y enjuagues bucales, asícomo vulnerario (que cura heri-das, llagas y úlceras).

Igualmente, la infusión de es-tas hojas juntamente con otrascomo la malva (Malva sylvestris) esmuy útil en los baños de asiento ymuy efectiva en lavados vaginalesen los casos de trichomoniasis(prurito y secreción). Sin em-bargo, estos lavados deben evitarseen los días de la menstruación.

Para el empacho y enfermeda-des gastrointestinales, se deben so-asar 2 ó 3 hojas a fuego lento y fro-tarse en todo el estómago.

QuímicaSu componente más impor-

tante, desde el punto de vistacuantitativo, y al cual se le atribu-

yen sus virtudes vulnerarias, sonlos taninos con un 5.8%. Otrosconstituyentes son varios tipos dealcaloides, a los que se les atribuyeun efecto relajador de la muscula-tura lisa. También posee numero-sos glucósidos en las flores, espe-cialmente de tipo flavonoidescomo son la acaetina-7-a-rutinó-sido, apigenina-7-0-glucósido,quercitina-3-0-rutinósido y en lashojas la luteolina-7-0-glucósido ehidroxi-luteolina-7-0-glucósido.

Farmacología y actividad bio-lógicaLos estudios de laboratorio re-

alizados han confirmado la acciónanti inflamatoria y antiséptica (20mg/ml inhibe las bacterias: Sta-phylococcus aureus y a Escherichiacoli, y a los hongos Cryptococcusneoformans y Trichophyton menta-grophytes).

Matico (Piper aduncum). Río Nambillo.

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Curiosidades Científicas

CASCARILLA o QUINANombre botánico: Cinchona pubescens Vahl Clasificación: Rubiales: RubiaceaesNombres comunes: cascarilla, quina (Colombia y Ecuador); cascarilla cali saya,corteza crespilla (Perú); quichua: chucchu-cara y yurac-chucchu.

HistoriaA principios de 1936, con mo-

tivo de la inauguración del JardínBotánico de La Paz, en la ciudad deLa Plata, Argentina, todos los países

del mundo recibieron invitacionespara que cada nación esté represen-tada en este evento con su PlantaNacional o su Flor Típica. En elEcuador, la Cancillería, el Ministe-

rio de Educación y el Departamentode Agricultura, consultaron al Insti-tuto Botánico de la UniversidadCentral, dirigida en ese época por elDr. Misael Acosta Solís, quien no

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Nuestra Ciencia 42

dudó en nominar a la cascarilla(Cinchona pubescens), como laPlanta Nacional del Ecuador, ydesde ese año, se dibujaron las ra-mas y las flores de esta planta en elsello del Instituto Botánico de laUniversidad Central; posterior-mente, en el año de 1940, y a ma-nera de difusión, se la utilizó en elsello del Instituto Ecuatoriano deCiencias Naturales, y en 1949, enel sello del entonces DepartamentoForestal del Ecuador.

Origen y distribuciónLa cascarilla fue originaria del

sur del Ecuador (provincia deLoja), el género Cinchona en elEcuador incluye 12 especies, dis-tribuidas en las estribaciones de lacordillera oriental y occidental delos andes ecuatorianos entre los600 y los 1 800 mnsm. La primeraespecie descrita por la ciencia fuela Cinchona officinalis L., por Car-los Linné en 1749, en su obra Ge-nera plantarum, por su gran bene-ficio como medicina en el trata-miento de la malaria; las plantasque sirvieron para esta descripciónfueron colectadas por el geodésicofrancés Charles Marie de La Con-damine en la provincia de Loja,Ecuador.

En Suramérica existen más de30 especies, distribuidas desde Ve-nezuela hasta Bolivia, entre los1 000 y los 2 700 msnm.

La Cinchona pubescens es laúnica especie cultivada en el Ecua-dor en los valles de Telimbela, Ta-blas, Limón y Echeandía (provin-cia de Bolívar); en Sanaguín y Mo-lleturo (provincia del Azuay) ydesde principios del siglo XX enMaldonado (provincia del Carchi).

Por otro lado, damos a conocerla distribución de otras especiesecuatorianas, igualmente importan-tes, como son la Cinchona officina-lis, que se la encuentra en las pro-vincias de Loja y Azuay y en los de-clives externos andinos, desde elCarchi hasta Loja. La Cinchona pi-tayensis, cuyo contenido de quinina

es del 6% (porcentaje más alto dealcaloides totales hasta ahora en-contrado en este género en el Ecua-dor) se la encuentra al occidente delvolcán Chiles, bosques del Piñán,en las estribaciones del volcán Co-tacachi y en el Cerro Azul, al occi-dente de los Illinizas. A la Cinchonabarbacoensis se la encuentra en losbosques tropicales bajo andinos cer-canos a la provincia de Esmeraldas.

Por su importancia econó-mica, en el siglo XIX, fue introdu-cida a la India y Java. En el sigloXX se establecieron monocultivosen Bolivia, América Central, en es-pecial en Guatemala y Costa Rica,así como en África oriental, enparticular en Tanzania y Uganda.

Descripción botánicaÁrboles perennifolios de hasta

35 m de altura, el tronco alcanzadiámetros de 1.5 m, la corteza esrugosa, de color pardo café conmanchas blancas. Hojas lanceola-das a elípticas de 10 cm de longi-tud por 3.5 a 4.0 cm de ancho, debase redondeada, ápice agudo,acuminado u obtuso y pecíolo decolor purpúreo-rojizo; haz glabroy lustroso y envés glabro. Las in-florescencias aparecen en las ra-mas terminales, constituidas porvarios racimos de cimas. Floresrojas de 2 y 3 cm de largo, cáliz

corto, dividido en cinco dientes.Corola blanca, rosada o roja, tu-bular en la base, se abre en cincopétalos de bordes pubescentes.

Usos etnomédicosFue un cultivo de gran interés

mundial para el control de la ma-laria y fiebres en general y aunqueha sido sustituida parcialmentepor los fármacos, su uso conti-nuará por muchos años más.

Su amplia investigación ha im-pulsado diversos usos como sabo-rizante o tónico amargo para lico-res y bebidas carbonatadas.

En Perú, se utiliza contra de-sórdenes del ritmo cardiaco, fie-bres, escalofríos, calambres muscu-lares e indigestión.

Los indígenas ecuatorianosusaron esta especie desde tiemposprecolombinos; los campesinos deAmérica del Sur utilizan las dife-rentes cortezas del género Cin-chona macerándola en agua fría ehirviéndola, obteniendo un lí-quido de color rojo vinoso que seda a los enfermos de fiebre.

Los preparados de la corteza seemplean como tónicos amargos yestomáquicos; en dosis pequeñases suave y estimulante a la mucosagástrica. La infusión tiene una ac-ción astringente por lo que se lautiliza en gargarismos.

Cascarilla o Quina (Cinchona pubescens ). Reserva geobotánica Pululahua.

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Finalmente, el alcaloide lla-mado quinina se emplea en la pro-filaxis de las arritmias cardiacas yen tratamiento de la fibrilaciónauricular.

QuímicaContiene un porcentaje de al-

caloides totales entre 4.5 y 8.5%,siendo los más importantes la qui-nina y la quinidina; también se haaislado la cinconina, la cinconi-dina y otros derivados quinolíni-cos; adicionalmente, posee taninoscatéquicos (8%), principios amar-gos como el ácido quinóvico y tra-zas de aceite esencial (0.0005%).La determinación de la estructuraquímica de la quinina, teniendocomo núcleo a la quinolina, sirvióde base para la síntesis de numero-sos grupos de compuestos antima-láricos siendo el más importante lacloroquina.

Farmacología y actividad bio-lógicaEn la actualidad, el uso de la

quinina está restringida a pacientesparasitados por plasmodios resis-tentes a la cloroquina. La quini-dina, aunque también ha sido des-plazada por drogas sintéticas, aúnse utiliza por su efecto anticrono-trópico, en el tratamiento de la ta-quicardia paroxística y la fribila-ción. La quinina encuentra aplica-ciones en terapéutica modernapara el tratamiento de calambresnocturnos.

Los efectos tóxicos tanto de laquinina como de la quinidina sonmuy conocidos; en dosis altas laquinina puede provocar náuseas,vómitos y profundos efectos de-presivos. Los empleados de las fá-bricas donde se procesa las cortezasde la cascarilla, en ocasiones pre-sentan problemas dermatológicosy asma.

Actualidad investigativaLa Corporación de Promoción

de Exportaciones e Inversiones(CORPEI) promociona las expor-

taciones e inversiones de los secto-res productivos, mediante la pres-tación de servicios técnicos de cali-dad, contribuyendo a potenciar laimagen y el desarrollo competitivodel Ecuador. En las áreas de servi-cios, desarrolla programas de capa-citación para exportadores, identi-fica oportunidades y amenazas co-merciales, brinda asistencia local através del diseño de planes estraté-gicos sectoriales, trabaja en la con-formación de grupos de exporta-dores y de alianzas estratégicas ygestiona el programa de Diversifi-cación de la Oferta Exportable y elDesarrollo de las cadenas de valor.

Uno de los sectores más jóve-nes con el que ha venido traba-jando intensamente la CORPEI,desde hace un año y medio, apro-ximadamente, es el de las plantasmedicinales, aromáticas y deriva-dos. En esta labor están compro-metidas empresas, laboratorios far-macéuticos, ONG´s, asociacionesde productores y organizaciones degénero, ya que el Ecuador cuentacon ciertas ventajas en relación aotros países para la producción demateria prima y productos elabo-rados en las siguientes áreas: a) In-gredientes Naturales (plantas me-dicinales, hierbas aromáticas y es-pecies y aceites esenciales) y b)Productos Elaborados (aguas aro-máticas, fitofármacos y cosméti-cos).

La Iniciativa Biocomercio(IB) en Ecuador es un proyectoconjunto entre el Ministerio deAmbiente, Ecociencia, la CORPEIy la Conferencia de Naciones Uni-das sobre el Comercio y el Desa-rrollo (UNCTAD), que tienecomo misión impulsar el desarro-llo sostenible y la conservación dela biodiversidad, mediante la pro-moción del comercio y las inver-siones que potencien el uso de es-tos recursos. Además, la IB desa-rrolla planes de Bionegocios, losExports-audits de las empresas,proyectos, capacitación y asesoríatécnica en aspectos ambientales y

de manejo de la biodiversidad, cri-terios de sustentabilidad en aseso-ría empresarial, provisión de infor-mación especializada, asistencia enel manejo de procesos, búsquedade socios comerciales, alianzas es-tratégicas, “join ventures”, partici-pación en ferias y eventos de pro-moción especializada.

En el tema de la informaciónespecializada, debemos destacarque se canalizan y se unen esfuer-zos entre universidades e institutosde investigación con las empresasnacionales, para que se realicen es-tudios de mercado y análisis de laoferta y demanda actual. En el pre-sente, se está trabajando y promo-cionando a 10 especies promiso-rias, las cuales fueron sugeridas porvarias universidades e institutosagrarios del Ecuador, ya que tienenun enorme potencial comercial,que sin duda las convertirá en unfuturo cercano en una fuente im-portante de divisas para el país.Los datos obtenidos servirán demanera eficiente a las empresasecuatorianas que fabrican y comer-cializan productos naturales; losfondos serán entregados por laUNCTAD y por la Embajada Realde los Países Bajos.

Literatura consultadaCerón, C.1999. En: Freire A. y Asan-

za M. (ed.), Identidad y Etnobotá-nica del Matico en el Ecuador;Boletín 8, FUNBOTANICA,Quito.

Martínez, J., Bernal H. y Cáceres A.(ed.). 2000. Fundamentos deAgrotecnología de Cultivo dePlantas Medicinales Iberoamerica-nas, publicación del ConvenioAndrés Bello y Red Iberoamerica-na de Productos Fitofarmacéuticosy el Programa Iberoamericano deCiencia y Tecnología para el Desa-rrollo, Santa Fe Bogotá, D.C.

Curiosidades Científicas

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Nuestra Ciencia 44

Aescasos 25 km aloriente de Quitoestá el conocido

“Puente del Chiche”, cuya estruc-tura metálica sirve de sostén a losaudaces deportistas que practicansaltos al vacío “bonjing-jumping”.Hacia abajo, en la base de un pro-fundo encañonado, fluyen de sur anorte las aguas del río Chiche. Lasparedes del cañón se encuentrantapizadas por vegetación seca,mientras alrededor del río la vege-tación se torna un tanto más exu-berante. Este entorno es parte deuna quebrada que se extiende alre-dedor de 7 km hacia el norte, y engran parte es atravesada por unsegmento de la antigua riel deltren que conecta a Quito con losvalles aledaños y a éstos con unaserie de ciudades y pueblitos queatraviesan de la sierra a la costa ytermina en el pueblo costanero deSan Lorenzo.

El río Chiche y su encaño-nado se forman con la unión delos ríos Alcantarilla y Chu-pahuaycu medio kilómetro al Sur-Este del puente del Chiche. Haciael Nor-Oeste del puente, luego derecorrer alrededor de 7 km, elChiche se une con el San Pedro yforma el Río Guayllabamba. Eneste trayecto una serie de capri-chosos microhábitats marcan elpaisaje. Las pendientes están do-minadas por bosques secos de aca-cias, cabuyas, cactus, faiques y al-garrobos, mientras alrededor delrío, se origina una vegetación hú-meda donde crecen espontánea-mente árboles de quishuar (Bud-leja sp.), espinos (Mimosa quiten-sis), chilcas (Baccharis sp.), guabas(Inga sp.) y chirimoyas (Anonacherimola); también se encuentranvariadas hierbas de los géneros Pe-peromia, Margyricarpus, Bidens,Agrostis y Poa, así como arbustos

de colcas (Miconia), Solanum yCentropogon que en conjuntocrean un paisaje verde y tupido.

La quebrada del Chiche pre-senta vertientes de agua cristalina alo largo de su recorrido. Abundan-tes hepáticas, musgos y selaginelastapizan las rocas cercanas a las ver-tientes dando un toque mágico allugar. En los numerosos vados delrío se pueden encontrar renacuajosy los reportes científicos indican,que desde hace dos décadas, existela presencia de preñadillas en lasmismas aguas del río Chiche. Las-timosamente, las aguas del Chichetienen focos contaminantes, comodesagües de alcantarillas y aguas re-siduales de fábricas aledañas.

Los atractivos de la quebradaUn trayecto importante de la

quebrada se encuentra atravesadapor la ciclo vía que va de Cumbayáhasta Puembo, y que fue inaugu-

Por Catalina Quintana M.([email protected])

La Quebrada del Chiche:un espacio recreacional que debemos protegerlo

Vista general de las zonas de pastoreo, cultivo y restos de vegetación n ativa.

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rada hace menos de un año por elMunicipio de Quito. Cientos deciclistas y paseantes recorren cadafin de semana la ruta de la antiguavía del tren construida en 1920.En su paso por la quebrada delChiche, la ciclo vía ofrece al visi-tante un paisaje diferente y la posi-bilidad de atravesar tres túnelesque se internan en las paredes de laquebrada.

La quebrada del Chiche ofrecetambién servicios ambientales.Gracias a los remanentes de vege-tación seca, grandes extensiones desuelo de las pendientes se encuen-tran protegidas de la erosión. Ade-más, la vegetación nativa atrae po-linizadores que mejoran las huertasdel lugar y de sus tierras aledañas.Su estructura encañonada resultaser un gran observatorio de avescomo colibríes, vencejos, águilas ytangaras. Las vertientes que pre-senta la quebrada son una fuentede agua pura que ahora mismo estásiendo utilizada para abastecer aciertos barrios de la parroquia deTumbaco.

Naturaleza de la quebradaamenazadaA pesar de todos sus atractivos,

la conservación de la naturaleza enla quebrada del Chiche se encuen-tra amenazada. La amenaza másgrave a la vegetación nativa son los“carboneros”, campesinos localesque talan los escasos árboles nati-vos para convertirlos en carbón.Decenas de familias de los barriosaledaños a la quebrada, se dedicana esta actividad. Periódicamentetalan entre 2 y 4 árboles de quis-huar y cholán de al menos 8 m dealtura y obtienen 10 quintales decarbón. Cada quintal se vende en 4dólares, lo que les representa 40dólares a los cuales deben restar eltransporte y su trabajo. El procesodura un mes, desde la tala hasta laventa del carbón. Esta actividad larealizan durante todo el año. Estasmismas familias pastan su ganadoque luce enfermo y desnutrido en

las riberas del río e incluso en lasladeras más prominentes de la que-brada. Los pastores también tienenborregos y cabras que remueven deraíz la vegetación y favorecen elproceso de erosión.

Futuro de la quebrada¿Cuánto tiempo sobrevivirá la

naturaleza de la quebrada del Chi-che, frente a la presión de pastoresy carboneros?

Desgraciadamente, estos per-sonajes son producto de la po-breza y el desempleo, por estobuscan un ingreso económicopara sus familias de alrededor de10 miembros. El reto es proponeralternativas y convertir a carbone-ros y pastores en “protectores de

la quebrada” que bien podría sersu fuente de trabajo sustentable.Los cultivos de tunas (Opuntiatunicata), las cuales crecen actual-mente saludables en algunos sitiosde la quebrada, podrían ser unaalternativa. Estas plantacionesofrecerían mano de obra para loscampesinos locales. La creaciónde senderos “eco turísticos” esotra opción para conservar esteecosistema y ofrecer trabajo remu-nerado a los carboneros, quienespodrían convertirse en guías delvisitante. No podemos dejar delado la “educación ambiental” quees indispensable para preservareste ecosistema en beneficio de lasfuturas generaciones.

Restos de vegetación nativa junto a zonas de pastoreo.

Parte de la ciclovía que cruza el túnel construido en 1920 que se interna en las paredes de la quebrada delChiche.

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En todos los páramosecuatorianos se pue-den observar plantas

que guardan en sus hojas el vaporde agua que se condensa en las ma-ñanas en forma de gotitas de rocío;muchas de estas plantas pertene-cen al género Lachemilla, por loque se las conoce comúnmentecomo guardarocíos.

El género Lachemilla es endé-mico de las zonas montañosas oc-cidentales del neotrópico, se distri-buye desde México hasta el nortede Chile y Argentina, entre los2 200 y 5 000 m de altitud, conuna sola especie en República Do-minicana. Se han descrito en totalcerca de 80 especies de Lachemilla.Al parecer, la elevación de los An-des influenció en la evolución deeste género ya que la máxima di-versidad de Lachemilla se encuen-

tra en la región norte de los Andessudamericanos desde Venezuelahasta Ecuador, en esta zona se hanregistrado 36 especies; es decir,45% de la diversidad total del gé-nero (Romoleroux, 2004).

El género Lachemilla perte-nece a la familia Rosaceae, a lasubfamilia Rosoideae, y tradicio-nalmente se la ha ubicado en latribu Sanguisorbeae, junto conotros géneros que carecen de péta-los como Polylepis, Acaena y Alche-milla; sin embargo, estudios mole-culares recientes sugieren que La-chemilla y Alchemilla deben serreubicados en la tribu Potentilleae(Eriksson, T. et al. 2003).

La mayoría de especies de La-chemilla son pequeñas hierbas, ras-treras o ligeramente ascendentes;una sola especie, Lachemilla polyle-pis tiene hábitat arbustivo casi le-

ñoso, su nombre se debe a la se-mejanza con el género Polylepis; secree que esta especie es una de lasmás primitivas dentro de Lachemi-lla. Las hojas presentan formas va-riadas, pueden ser orbicularescomo en Lachemilla orbiculata(Fig. 1) o muy angostas y reduci-das como en L. nivalis o L. hispi-dula (Fig. 2). El caso más extremode modificación es el de L. di-plophylla (Fig. 3) cuyas hojas pre-sentan una lámina ligeramente bi-lobada, a lo largo del nervio cen-tral de esta lámina nacen dos apén-dices foliares, dando la aparienciade doble hoja. L. diplophyla creceúnicamente en lugares muy húme-dos, casi pantanosos, y se consi-dera que esta especie es una de lasmás evolucionadas dentro del gé-nero. Las flores son poco llamati-vas en todo el género, carecen de

LOS GUARDAROCÍOSDE LOS PÁRAMOS

Por Katya Romoleroux([email protected])

Figura 1. Lachemilla orbiculata (Ruiz&Pav.) Rydb Figura 2. Lachemilla hispidula (Kunth) Rothm.

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pétalos y se agrupan en inflores-cencias cortas, aunque algunas es-pecies presentan flores solitarias.Los frutos son pequeños aqueniosque se dispersan principalmentepor el viento.

En el Ecuador se han regis-trado 25 especies de Lachemilla.Algunas especies se encuentran endeterminados hábitats como es elcaso de L. diplophylla que crecesólo en páramos húmedos, o L. ru-pestris que se encuentra en pára-mos secos, pero la mayoría de es-pecies se distribuyen en distintostipos de páramos o en zonas abier-tas de los bosques alto-andinos(Romoleroux, 1996; Romoleroux,2004).

Lachemilla es uno de los 10 gé-neros más comunes en la zona altoandina ecuatoriana entre 3 500 y4 000 m (Jorgensen & León-Yá-nez, 1999), y según Sklenar (2000)Lachemilla es uno de los dos géne-ros más abundantes en los super-páramos ecuatorianos, entre los4 000 y 4 800 m de altitud .

Algunas especies de Lachemillason usadas como medicina local;éste es el caso de L. orbiculata utili-zada para dolores estomacales, sus

propiedades medicinales podríaninvestigarse para conocer su poten-cial ya que algunas especies de Al-chemilla, un género básicamenteeuropeo bastante similar y cercanoa Lachemilla, son usadas por suspropiedades curativas en la indus-tria farmacéutica. Sin embargo,probablemente la principal impor-tancia de Lachemilla es ecológica yaque tiene representantes en todoslos páramos y varias de sus especiescrecen formando extensas asocia-ciones vegetales, mismas que ac-túan como reservorios naturales deagua en sitios muy elevados.

A pesar de que Lachemilla esun género diverso e importante enel Ecuador y en las zonas monta-ñosas neotropicales, existen pocosestudios taxonómicos y casi nadase conoce sobre su ecología; en laactualidad se está realizando el tra-tamiento taxonómico de todo elgénero, que servirá para identificarcorrectamente las diferentes espe-cies y además será una base parafuturos estudios ecológicos y mole-culares, los cuales ayudarán a com-prender mejor la sistemática y di-versificación de estos guardarocíosde los páramos.

Literatura consultadaEriksson, T. et al. 2003. The Phylo-

geny of Rosoideae (Rosaceae)based on sequences of the internaltranscribed spacers (ITS) of nucle-ar ribosomal DNA and theTRNL/F region of chloroplastDNA. Int. J. Plant Sci. 162 (2):197-211.

Jorgensen P.M. & S. León-Yánez.1999. Catalogue of the VascularPlants of Ecuador. Missuori Bota-nical Garden Press.

Romoleroux, K. 1996. Rosaceae. In:G. Harling & L. Andersson (eds.),Flora of Ecuador 56: 1-151. Swe-den.

Romoleroux, K. 2004 El géneroLachemilla en el norte de losAndes Sudamericanos. Memoriasdel IV Congreso ecuatoriano deBotánica, Loja 2003. Lyonia 7(1).

Sklenar, P. 2000. Vegetation Ecologyand phytogeography of Ecuado-rian Superpáramos. Ph.D. Thesis,164 Pp. Department of Botany,Charles University, Prague.

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Figura 3. Lachemilla diplophylla (Diels) Rothm.

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Los frailejones (Espeletia pycnophylla)conforman la vegetación dominanteen el páramo de El Ángel. Son plantas

que pueden crecer hasta 5 m de altura, bien adap-tadas al ambiente frío y vientos fuertes. Sus hojaspeludas forman rosetas, las cuales una vez muertasse quedan colgadas alrededor del tallo, dando asíprotección, como un poncho, a la parte central dela planta.

Cuando establecimos un cuadrante de10x10 m en el año 1979, acompañados por miem-bros de la Sociedad Francisco Campos, Amigos dela Naturaleza, como Lauritz Holm-Nielsen, Nep-talí Bonifaz y Samuel Valarezo, teníamos una pre-gunta: ¿Cómo es la composición de los individuosdel Frailejón, en número y tamaño? (Fig. 1).

En los años siguientes, hemos visitado la par-cela con estudiantes de la PUCE del Curso de Téc-nicas de Biología de Campo para medir los mismosindividuos, y obtuvimos datos sobre el crecimientoanual, muerte y nacimiento de nuevas plantitas.

¿Cuántos años viven los frailejonesdel páramo de El Ángel?(25 años de análisis de la dinámica poblacional de Espeletia pycnophylla)

Por Tjitte de Vries([email protected])

Figura 1. 1979, haciendo medidas en el cuadrantecon Lauritz Holm-Nielsen, Cecilia Her-nández y Samuel Valarezo.

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En el 2004, se cumplieron 25años del estudio de la dinámica dela población. ¿Cuáles han sido losresultados?

Observando las figuras de losmapas del patrón de distribuciónpodemos seguir gráficamentecómo crecen las plantas. LauritzHolm-Nielsen inventó la simbolo-gía de las diferentes categorías detamaños, demostrando claramenteel patrón en los diferentes años,1979, 1982, 2001 (Fig. 2 a, b, c,respectivamente).

Entre 1979 y 1982 notamosque 3 frailejones se mantienen en-

tre 3.00 y 3.50 m de altura; unoque medía 3.50 m de altura en1979, llegó a 4.00 m en 1982;otro que oscilaba entre 2.50 y3.00 m de altura, alcanzó de 3.00 a3.50 m. La composición durantelos años siguientes cambió consi-derablemente; por ejemplo, un in-dividuo que en 1979 medía entre1.50 y 2.00 m, en 1982 alcanzó laaltura entre 2.00 y 2.50 m. Y estemismo individuo en el 2001 crecióhasta los cuatro metros. Es decirque en 22 años creció 2 metros(Fig. 2 a, b, c, respectivamente).

Esta tasa de crecimiento coin-cide con el ejemplar que en estemismo tiempo creció de 1 a 3 m

Figura 2 a, b, c. Patrón de distribución de los frailejones en una parcela de 10x10 m en 1979, 1982 y 2001, respectivamente.

Figura 3. Cuadrante de 10x10 m en mayo de 1997; nótense los 2 frailejon es altos en el centro, sin hojassecas en la parte baja, causado por un incendio.

Figura 4. Histograma de las categorías de tamaño en tres diferentes años.

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(El individuo en la esquina dere-cha de la Fig. 2 a, b, c).

Los dos frailejones grandesque están en la parte central delcuadrante en 1997 (Fig. 3), desa-parecieron en el 2001 (Fig. 2 c).

Las categorías de tamaño endiferentes años, se presentan en elhistograma de la Figura 4. La ma-yor fluctuación existe en las plan-

tas pequeñas, entre 0 cm y 50 cm(de 39 a 157 individuos). La po-blación es más estable entre aque-llos que se ubican entre 1.00 m y2.50 m de altura (de 5 a 12 indi-viduos) y entre los que van entre2.50 m y 4.00 m de altura (de 1 a4 individuos).

Sin duda estas fluctuaciones sedeben a incendios provocados enlos que se queman las plantitas; fe-lizmente, no se afecta la vida de lasplantas grandes, pues se nota laausencia de hojas secas. La plantasigue creciendo y las hojas secas seforman otra vez en la parte alta deltallo, la parte baja queda “sin pon-cho”. En lugares como quebradas,donde el fuego no pudo llegar, senota que todos los frailejones tie-nen hojas secas que llegan hasta elsuelo (Fig. 5).

Al comienzo, el crecimiento eslento; cuando tienen entre 80 cm y1 m de altura, asoman las primerasflores y la roseta crece cada año en-tre unos 8 a 10 cm, destacándoseuna corona de flores amarrillas.Una planta de 4 m de altura tendráentonces entre unos 40 a 45 añosde vida. El ciclo de crecimiento sepuede seguir con claridad con-tando las flores secas entre las ho-jas secas. En una sección de un

metro se ha contado de 7 a 8 ciclosde floración, lo que nos hace pen-sar que una planta no florece cadaaño. En todos los meses del año sepueden encontrar flores, pero noen todas las plantas al mismotiempo, como se puede apreciar enla Fig. 2 c.

En el Ecuador tenemos sola-mente una especie de Frailejón, encontraste con Colombia y Vene-zuela que tienen entre 30 y 35 es-pecies. La restricción de la especieal norte del país es un misterio.¿Serán las condiciones tan distintasen los páramos del Cayambe, An-tisana y el Cotopaxi? ¿O será quela actividad volcánica exterminó laespecie?

Hay unas pocas hectáreas defrailejones en el páramo de Llanga-natis. ¿Será que esta población esuna reliquia, no afectada por erup-ciones y cambios del clima? LosLlanganatis son un páramo suma-mente húmedo. Hemos tenido lafortuna de participar en tres expe-diciones, visitando el Cerro Her-moso y el sitio de los frailejones enla parte extrema oriental (Fig. 6).

Los páramos al sur del Chim-borazo tienen un historial naturaly geológico distintos, con unacomposición floral diferente; laausencia de frailejones allí es me-nos sorprendente.

Finalmente, para ilustrar la ri-queza que representan los frailejo-nes para nuestra flora ecuatoriana,nos permitimos contar la siguienteanécdota: En una Mesa Redondaen la Casa de la Cultura Ecuato-riana, cuyo tema era el Tesoro deRumiñahui, los buscadores no pre-sentaron ni un gramo de oro; encambio, con nuestra conferenciaque se intitulaba: “El tesoro de losLlanganatis, su flora y fauna”, me-diante diapositivas, mostramospaisajes en los cuales brillaba elfrailejón, como el verdadero oro delos Llanganatis.

Figura 5. Sitios en donde no llegó el incendio; losfrailejones quedan con las hojas secas,como un “poncho”, protegiendo a laplanta del frío.

Figura 6. Frailejones brillando en el Páramo delos Llanganatis, 1983.

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Las islas han sido tradicio-nalmente excelentes lu-gares para estudiar diver-

sos procesos biológicos y ecológicos yaque por su tamaño relativamente pe-queño permiten el funcionamiento desistemas comparativamente simples ysu independencia frente a variables ex-ternas producto del aislamiento. Wa-llace, Darwin, MacArthur y Wilsonson algunos de los naturalistas y biólo-gos que han hecho grandes descubri-mientos trabajando en islas, lo cual nosha brindado la oportunidad de identi-ficar procesos y patrones que se puedenaplicar en contextos más grandes.

El estudio ecológico, paleontoló-gico, arqueológico y sociológico de laIsla de Pascua nos ha revelado algunosde estos procesos y patrones que debe-rían dejarnos lecciones importantes,ya que es un sistema equiparable conotros más complejos aunque de simi-lares características... pero de eso ha-blaremos más tarde, empecemos conla historia de esta isla.

La Isla de Pascua, Rapa Nui segúnaquellos que la habitaron, es un terri-torio de origen volcánico muy pe-

queño en el Pacífico Sur y uno de losmás aislados del mundo. Se encuentraa unos 4 000 km al oeste de Chile(país al que pertenece) y la misma dis-tancia al este de Tahití; la zona habi-tada más cercana es la isla Pitcairn, enla Polinesia a casi 2 000 km de distan-cia. Precisamente fueron polinesioslos que la habitaron originalmente en-tre los siglos IV y VI, luego fue redes-cubierta por Europeos en el sigloXVIII.

Como en cualquier isla, la canti-dad de seres vivos inmigrantes es unafunción inversa a la distancia que lasepara de otros territorios y la proba-bilidad de extinguirse es una funcióninversa al tamaño de la isla. Siendo pe-queña y aislada, Rapa Nui ha sido,biogeográficamente, un lugar de bajariqueza de especies con predominan-cia de aquellas muy resistentes a largosy difíciles viajes, y que pueden encon-trar formas de sobrevivir en ambientesdifíciles; es decir, especies de gran ca-pacidad de dispersión y estableci-miento.

Las plantas nativas que habitaronla isla eran principalmente helechos deesporas que se pueden dispersar por

viento y plantas cuyas semillas puedenflotar y resistir la salinidad del mar, oser transportadas por aves. Además delas aves marinas y libélulas que habita-ron la isla por millones de años, otraespecie con grandes capacidades dedispersión que llegó, luego de muchosmeses de viaje, es la humana.

Según estudios paleobotánicos,los polinesios que llegaron a Rapa Nui

encontraron una vegetación exube-rante que incluía una gran cantidad depalmeras grandes. Trajeron consigobananas, camote y caña de azúcar paracultivar, gallinas para criar y ratas asiá-ticas que viajaban de polizontes (se su-pone) en las balsas. Encontraron aguadulce en cráteres y lograron fabricarherramientas con las piedras volcáni-cas que abundaban.

Este pequeño grupo de polinesioscreció en número y en organización,los recursos de la isla les permitían so-brevivir sin contratiempos, culti-vando y usando la madera de las pal-meras para construir embarcacionesde pesca. Su sociedad se desarrollódejando muchos legados como escul-turas de madera y tablas Rongo-Rongo

con inscripciones en idioma Rapa

Caminamos Hacia la Sexta Extinción

Curiosidades Científicas

Por Santiago Burneo([email protected])

Los moais son, actualmente, mudos sobrevivientes del apogeo y decadencia de Rapa Nui.

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Nuestra Ciencia 52

Nui que, lastimosamente, no han po-dido ser descifradas ya que la mayoríade estos artefactos fueron destruidospor misioneros en sus programas deevangelización.

Pero sin lugar a dudas el legadomás grande que dejaron (figurativa yliteralmente) fueron los moais, gigan-tescos bustos erigidos en toda la isla.Los moais eran esculpidos en piedravolcánica en la caldera de Rano Ra-raku y luego transportados sobre tron-cos hasta plataformas ceremoniales lla-madas ahu que soportaban una esta-tua o una colección de ellas.

Según modelos informáticos he-chos por Jo Anne von Tilburg de laUniversidad de California en Los An-geles, y posteriormente com-probados en un experimentomoviendo un moai por másde 16 kilómetros, se necesita-ban alrededor de 70 hombresy cinco días de trabajo. Tal erala perfección que alcanzabanestos monolitos y tal la difi-cultad de tallarlos y transpor-tarlos que se han encontradomuchos, en la caldera o en loscaminos, abandonados proba-blemente por presentar algúndesperfecto. Se cree que la po-blación que había aumentadoa números de entre siete ydiez mil habitantes se dividióen clanes (llamados mata),cada uno intentando cons-truir el más hermoso y grande de losmoais (que llegaron a ser más de milen distintos ahu). La cultura estaba ensu apogeo...

Cuando un grupo de holandesesllegó a Rapa Nui, cientos de años des-pués, se preguntó cómo pudo habersedesarrollado una civilización capaz deconstruir estas estatuas gigantes en unazona tan árida y desprovista de árboles.Al parecer lo que una vez fue un para-íso de grandes palmeras, sufrió una ex-plotación excesiva producto de la nece-sidad de calentarse y construir vivien-das y embarcaciones en un comienzo yluego la necesidad casi obsesiva deconstruir y transportar moais (uno deellos, abandonado en la caldera, tenía

más de 20 metros de altura y no hu-biera podido ser transportado de habersido terminado). La falta de maderapara embarcaciones no solamenteobligó a prescindir de la pesca maradentro sino que atrapó a los habitan-tes en un ambiente en degradación.

La deforestación erosionó el sueloarrastrando hacia el mar la delgadacapa fértil. Los cultivos no rendían y laescasez de recursos motivó las luchasentre los clanes. Los que salían victo-riosos tumbaban los moais del clanperdedor, los decapitaban y rompíanusando las rocas que habían sido antescolocadas decorativamente como ojos.Existe evidencia antropológica de queexistían ceremonias de canibalismo

hacia los derrotados, aunque con lapérdida de recursos este canibalismopudo haber sido también una cuestiónde supervivencia. Las luchas termina-ron cuando uno de los clanes (los ma-

tato’a) terminó con los demás y esta-bleció un nuevo culto alternativo alculto de las estatuas, el de los hom-bres-pájaro. Este culto servía para al-ternar el liderazgo entre grupos rivalesmediante una prueba de resistencia,en la cual aquel hombre que conseguíael primer huevo de un ave en cadatemporada se convertía en el líder, enel hombre-pájaro.

En 1722, el Domingo de Pascua,el explorador holandés Jacob Rogge-veen descubrió la isla y la bautizó por

la fecha de su descubrimiento. Encon-tró grupos pequeños de personas quevivían de la agricultura y que le relata-ron la historia de la isla y de las gigan-tescas estatuas que él creyó (o malen-tendió) fueron hechas de arcilla. Me-dio siglo después, en 1774, el capitánJames Cook llega a las islas, como al-gunos otros, para aprovisionarse deagua y alimentos, y, según sus notas,encuentra personas viviendo en unacueva, desnudos y con un grado tangrande de desculturización que nin-guno de ellos sabía qué eran esas gran-des cabezas de piedra ni quién las ha-bía construido.

La historia de la Isla de Pascuacontinúa con tráfico de esclavos hacia

el Perú, presencia de mi-sioneros, toma de pose-sión por parte de Chiledurante el conflicto bé-lico con Bolivia y Perú,naufragios, historias deextraterrestres y otras tan-tas interesantes teoríaspero fuera del ámbito quenos interesa.

El proceso de la Islade Pascua es comparableal de otra isla habitada pornosotros: el Planeta Tie-rra. Ciertamente, la Tierraes mucho más grande ycompleja y tiene una ri-queza y abundancia de re-cursos mucho mayor que

la de Rapa Nui, pero sigue un patrónde degradación ambiental muy pare-cido. Durante mucho tiempo, al igualque en la isla, estuvo aislada de los hu-manos y esto permitió que se desarrolleuna comunidad de seres vivos adaptadaa las condiciones locales. Desde elarribo de los seres humanos (origen dela humanidad, hace alrededor de150 000 años) la población ha aumen-tado exponencialmente gracias a la ex-plotación de los recursos disponibles loque ha llevado a grandes avances cultu-rales, religiosos y científicos.

El problema es que, al igual quecon la Isla de Pascua, estamos empe-zando a acabar con nuestros recursos,porque somos muchos y consumimos

“Medio mundo, el más pobre,destruye la naturaleza

porque no tiene nada y lonecesita para comer o

calentarse… Entre tanto, elotro medio, el más rico,

destruye la naturaleza consus sobras, la envenena con

sus desperdicios.”

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demasiado. La población humana seestima que era de cinco millones hace12 000 años, antes de la agricultura yganadería; alcanzó mil millones a me-diados del siglo XIX y en la actualidadsomos más de seis mil millones con uncrecimiento de más de 260 000 perso-nas por día. Se calcula que para el finaldel siglo XXI seremos diez mil millo-nes de personas las que pisaremos elplaneta.

Además, asociados viven con no-sotros doce mil millones de aves de co-rral, dos mil millones de cabras y ove-jas, mil quinientos millones de cabezasde ganado vacuno y mil millones decerdos. Usamos casi la mitad de laproducción primaria neta del planetay lo hemos logrado transformar entreun tercio y la mitad de la superficie te-rrestre en nuestro provecho. Hemosexplotado casi el 60% de las pesque-rías oceánicas y usamos más de la mi-tad del agua dulce disponible.

Desde el Pleistoceno hasta nues-tros días, el hombre ha viajado a luga-res remotos y previamente inaccesibleseliminando directamente una grancantidad de especies de megafauna,como los equivalentes marsupiales derinocerontes, roedores, tapires, perezo-sos, leones y lobos de Australia; los le-mures gigantes, hipopótamos enanos yaves elefante de Madagascar; armadi-llos y perezosos gigantes, elefantes,mastodontes, caballos, camellos, leo-nes, tigres dientes de sable, gliptodon-tes de Norte y Sudamérica; hipopóta-mos y elefantes enanos de Chipre; in-sectívoros y roedores gigantes de Bale-ares, moas de Nueva Zelanda y más…

Cazamos una gran cantidad de es-pecies animales por razones alimenti-cias, medicinales, deportivas y de esta-tus social. Introducimos especies do-mésticas en ambientes en los cuales de-predan o compiten con las especies na-

tivas. Destruimos, alteramos y frag-mentamos hábitats y ecosistemas com-pletos para obtener recursos naturalescomo madera y combustibles fósiles, yun sinnúmero de formas más con lasque afectamos otras especies de plantasy animales en nuestro beneficio.

En la historia geológica de nues-tro planeta, se registran entre 18 y 20eventos de extinción masiva, perocinco de ellos han sido particular-mente intensos y han resultado en unapérdida de más del 65% de las espe-cies existentes. La más famosa de ellasocurrió entre el Cretácico y el Tercia-rio, culminando con la caída de un as-teroide en la Península del Yucatán yacabando con la dinastía de los dino-saurios. La más grande de estas extin-ciones al parecer también se debió auna caída de asteroide cerca de las cos-tas de Australia, ocurrió a finales delPérmico y exterminó a más del 95%de especies existentes.

Todas las especies tienen untiempo de permanencia limitado ennuestro mundo, por lo que la extin-ción es realmente un proceso natural,pero en estas cinco ocasiones, las espe-cies se han extinguido a una tasa mu-cho mayor que lo normal, fenómenogeneralmente asociado a catástrofes ocambios ambientales en gran escala.Calculando todas las especies que sehan extinguido por causas antropogé-nicas desde hace pocos siglos, sabemosque la tasa de extinción actual es mu-cho mayor que la que se pudiera espe-rar, de forma natural, equivalente omás alta incluso que la de las cincograndes extinciones. En verdad nosolo caminamos sino que corremoshacia la Sexta Gran Extinción, y estavez es el ser humano la catástrofe am-biental.

Al igual que los habitantes deRapa Nui, hemos formado clanes que

vivimos en constante conflicto y he-mos desarrollado formas muy creati-vas de canibalismo, en las cuales las so-ciedades más desarrolladas acaparan lariqueza dejando a las menos desarro-lladas en índices insostenibles de po-breza. Se dijo en la Cumbre de Río, en1992, que “Medio mundo, el más po-bre, destruye la naturaleza porque notiene nada y lo necesita para comer ocalentarse… Entre tanto, el otro me-dio, el más rico, destruye la naturalezacon sus sobras, la envenena con susdesperdicios”. Estamos degradando elambiente, deforestando los bosques,extinguiendo las especies y olvidándo-nos de la cultura y las tradiciones.

Como biólogo, es mi interés laconservación de la biodiversidad conla cual comparto el planeta, pero esnecesario enfrentar el hecho de que lapérdida de la diversidad biológica y losproblemas ambientales que aquejan almundo son el producto de un pro-blema mucho más difícil de enfrentar,un conflicto socioeconómico queafecta a una humanidad que no tuvooportunidad de aprender a utilizar sa-biamente los recursos naturales que elplaneta puso a su disposición. Comobiólogo es mi deber usar la cienciapara encontrar alternativas de conser-vación y desarrollo sostenible; comopersona, es mi responsabilidad tras-cender la ciencia y luchar por un cam-bio económico y social; pues, tengo laoportunidad de aprender del pasadopara no cometer los mismos errores enel presente.

Literatura consultadaHunter, M. L. 2002. Fundamentals of

Conservation Biology. BlackwellScience Inc. Malden, MA.

Primack, R., Rozzi, R., Feisinger, P.,Dirzo, R., Massardo, F. 2001.Fundamentos de ConservaciónBiológica: Perspectivas Latinoame-ricanas. Fondo de Cultura Econó-mica. México, D.F.

Frankham, R., Balloum J. D., Briscoe,D. A. 2004. A Primer oc Conser-vation Genetics. Cambridge Uni-versity Press, Cambridge.

Aves vistosas y grandes mamíferos son especialmente vulnerables a l a acción depredadora humana.

Curiosidades Científicas

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Nuestra Ciencia 54

Este título pareceríaser un tanto exage-rado; pero cuando

usted, amable lector, se entere de lavida y obra del Dr. Luis ColomaRomán (Lucho, para sus amigos yconocidos) también estará deacuerdo conmigo. Luis Colomanace en Guaranda, ciudad de la se-rranía ecuatoriana, en donde la na-turaleza, especialmente en las dé-cadas del 60 y 70, conservaba in-tactos su encantos, misterios yvida. Uno de esos embrujos quefascinaron a Luis, cuando tenía 7 u8 años de edad, eran justamenteesos seres, al parecer indefensos,llamados ranas o sapos. Le atraíansus variados colores, sus ojos salto-nes, sus cantos de amor, “de cor-tejo, territorialidad y de encuen-tro” (Acosta, Nuestra Ciencia n.º 6,2004).

En la ribera del río Illangami,en Guaranda, era capaz de pasarhoras de horas escuchando estossonidos; buscando los escondrijosde las ranitas para identificarlas ygrabarlas en su memoria y cora-zón. Sólo la voz imperiosa de supadre era capaz de sacarle de suarrobamiento y concentración. Pe-ro cuando iban a la finca familiar,en cuyos alrededores habían pozasde ultios (uilli-uillis), Luis se acos-taba en el suelo y se extasiaba con-templando el movimiento veloz y

curvilíneo de estos animalejos quecon el avanzar del tiempo se trans-formarían en ranas y sapos.

Luis, después de estudiar hastael 2.º curso en el colegio “VerboDivino” de su tierra natal, vino aQuito y se matriculó en el colegioCardenal Spellman de varones,institución educativa en la cualcontinuó con su perenne anhelo:estudiar las ranas y sapos; tantoque su tesis de bachillerato fue pre-cisamente “Autoecología del sapojambato, Atelopus ignescens”. Ladefensa de su disertación fue casiun monólogo; pues, a los profeso-res del jurado no les quedó otra al-ternativa que asentir con la cabezalo que decía Luis y ponerle la má-xima nota.

Después de haberse graduadode bachiller y con semejante temade tesis, todos hubiésemos pen-sado que su camino era la biología;sin embargo, cosas de la vida, seenrumbó por otro camino: la ar-quitectura. “Hubiese salido ade-lante en esta profesión; pero el bi-chito aquel que se metió en mi ce-rebro y corazón desde niño, no medejaba tranquilo”, anota Luis. Ypor esto, al 2.º año, dijo no a la ar-quitectura, sí a la biología, y vino aestudiar en la Escuela de CienciasBiológicas de la PUCE.

Un profesor de nuestra Es-cuela de Ciencias Biológicas, queprefiere el anonimato, nos dice que“Luis era un excelente estudiante.Tranquilo, introvertido, quizá tí-mido; pero cuando se hablaba deranas se transformaba: hablaba,cuestionaba, afirmaba. En las sali-das de campo, investigaba más quelos demás, y siempre entregaba tra-bajos de calidad”.

Una vez que obtuvo su licen-ciatura en Ciencias Biológicas en laPUCE, fue a la Universidad deKansas de los Estados Unidos deNorte América a obtener su maes-tría (1991) y su PH. D. (1997). Eltema de su tesis doctoral trataba delos mismos jambatos de su bachi-llerato; pero, claro, con otras pers-pectivas y alcances: “Morfologíasistemática y relaciones filogenéti-cas entre las ranas del género Ate-lopus”.

Lo que viene después de sudoctorado, es materia sabida portodos los que le conocemos. Susinicios como profesor accidentalde la PUCE datan de 1987. En1991, se integra al plantel de pro-fesores de la PUCE, primero comoauxiliar, luego como profesor atiempo completo. Las materias quedicta son Evolución, Evolución ycomportamiento, Zoología de Ver-

Por Alberto B. Rengifo A.([email protected])

Luis Coloma: un herpetólogo, desde siempre y hasta siempre.

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Gente que hace historia

tebrados, Biología de anfibios, An-fibios de Ecuador, entre otras. Susalumnos(as) lo quieren, lo respe-tan. Dicen que Luis es un profesor“chévere”; es decir, un maestro quesabe el qué, el cómo y el para quéde lo que enseña. Sus clases sonamenas, motivadoras. Exige cali-dad, no sólo esfuerzo.

Conversar con Luis es un de-leite porque escucha con atencióne interviene cuando es menester.Se asombra como un niño cuandoescucha algo que desconocía. Ycomo un niño bien formado es tre-mendamente generoso. ¡Cuántasveces hemos sido testigos de estevalor de Luis en el proceso de pro-ducción de la revista NuestraCiencia!

Éstas son unas cuántas pince-ladas acerca de la vida de este jo-ven científico ecuatoriano queapasionada y esforzadamente lu-cha por conservar, a través del es-tudio de ranas y sapos, salaman-dras e ilulos, “los recursos biológi-cos ecuatorianos. Impedir que lamagia del bosque, los páramos ysus criaturas dejen de alegrar lavida del hombre…” (Coloma Luisy Ron Santiago, Ecuador megadi-verso, 2001). Precisamente, estesueño eterno de proteger y opti-mizar la naturaleza, llevó a Luis aemprender una tarea gigantesca:organizar y montar una mega ex-hibición de una colección invalua-ble de especies de anfibios vivos(ranas, sapos, ilulos y salaman-dras). Como en la sección NOTI-CIENCIA de esta revista (Cfr. pp.56-57), aparece una relación deeste mega evento, nosotros nos li-mitamos a preguntar a Luis acercade la génesis de esta exhibición:

¿Luis, cómo surgió la idea deexhibir vivos a ranas, sapos, ilu-los y salamandras?

Bueno, la idea primigenia sur-gió del padre Ribadeneira, Rectorde la PUCE, porque cierto día quevisitó el Laboratorio de Herpetolo-gía, después de haber mirado y ad-

mirado lo que teníamos, dijo:“Todo está bien; pero ¿cuándo sehace conocer a la sociedad ecuato-riana en general todas estas maravi-llas?” Y nos conminó a que demosvueltas y vueltas acerca de esta ne-cesidad. Y así lo hicimos, en espe-cial cuando sentimos la necesidadimperiosa de dar a conocer lo gravede la extinción de los anfibios, y co-menzamos a borronear este pro-yecto. Poco a poco, fue adquiriendofondo y forma, y con la ayuda deMartín Bustamante, Andrés Me-rino, Mario García, Alfredo Salazar,Néstor Acosta, Víctor Hoyos y mu-chos otros profesionales y gente vo-luntaria y con el respaldo econó-mico de la PUCE, empresas priva-das y ONGs salimos adelante, y loque habíamos programado reali-zarlo del 2 de febrero al 27 demarzo, por la enorme acogida, seamplió hasta el 15 de mayo. ¡Vayaque esta mega exhibición superócon creces la expectativa creada!

En las palabras de Luis hayemoción, alegría por el éxito alcan-zado, mas esto no le envanece. Si-gue siendo el mismo científicotranquilo, trabajador incansable,cordial, generoso. Pero, ¿cuáles sonsus mayores triunfos como cientí-fico y como persona? Dejemos quesea Luis el que nos conteste:

Luis, sabemos que cada díatiene sus metas; pero, hasta estemomento de su existencia, ¿cuálo cuáles ha alcanzado comocientífico?

Creo que la respuesta deberíaabarcar algunos aspectos:

Primero: en mi trabajo decampo he descubierto muchas es-pecies nuevas de animales inéditospara la ciencia, tambien he reali-zado 22 publicaciones científicas,1 libro y artículos de divulgacióncientífica. Ésta ha sido una metaimportante; puesto que si no haypublicación el conocimiento no sesocializa y por tanto no existe; esmás, podríamos decir que cientí-

fico que no publica, no existe. Poresto, me satisface haber publicadoy hacer esfuerzos para seguir ha-ciéndolo, especialmente en revistas“arbitradas” que tienen amplia di-fusión en el mundo de la ciencia.La edición y realización de las pu-blicaciones del Centro de Biodi-versidad y Ambiente ha sido unameta lograda con gran esfuerzo.

Segundo: Como conservadorde herpetología he dado gran im-pulso a la colección herpetológica,la cual cuenta con más de 35 000especímenes, tambien incluye elbanco de genoma más completodel Ecuador con cerca de 6 000muestras de tejidos de anfibios yreptiles ecuatorianos.

Tercero: La docencia me pro-duce también una inmensa com-placencia porque puedo entregar amis estudiantes algo de lo que sé ylo que soy. Aliento sus ilusiones,comparto sus sueños y me conta-gio de sus esperanzas. Uno de missueños ha sido el apoyo a la forma-ción de expertos en las áreas devertebrados, en particular de mas-tozoólogos y herpetólogos, mu-chos de los cuales actualmente rea-lizan sus estudios de especializa-ción en USA.

¿Y como persona?El mayor placer de cada día es

contar con mi familia y mis pa-dres. Alexandra, mi esposa, dequien me enamoré cuando ella re-alizaba su tesis conmigo, es mialiento continuo y mi fortaleza.Pedro Antonio, nuestro hijo decuatro años, es una gran alegría ennuestro hogar.

Sus ojos brillan intensamentecuando habla de su familia. Se ve aun hombre que sabe exactamentecuál es su rol como persona, comocientífico, maestro y padre.

No hay duda, mientras existaeste tipo de personas en el mundo,la esperanza de mejores días se-guirá cabalgando sin prisas perosin pausas.

Page 57: Colostethus machalilla

Nuestra Ciencia 56

NOTICIENCIANOTICIENCIANOTICIENCIA

Con esta frase concluye la re-vista ecuatoriana Detur (iniciativasde turismo y entretenimiento) suanálisis de la exhibición de anfibios“SAPARI, aventúrate en unmundo de sapos”, llevada a caboen el Centro Cultural de la Ponti-ficia Universidad Católica delEcuador. Esta exhibición, sin pre-cedentes similares en nuestro país,causó gran impacto en la ciudada-nía ecuatoriana, y su temática co-bró notoria importancia. Ello serefleja claramente en el número devisitantes, en la cobertura que ledieron los medios de televisión, ra-dio e impresos y en el compromisoque adquirió la ciudadanía paraproteger a estas criaturas, antes casidesconocidas, hoy más populares:“los sapitos ecuatorianos”.

El número total de visitantesal “Sapari”, en 90 días de exposi-ción, fue de 101 340 (64 360 estu-diantes y 36 980 adultos); éstosdisfrutaron y aprendieron sobre lossapos y ranas del Ecuador. Muchosde ellos también apoyaron la cam-paña para ayudar a las ranas y sa-

pos en su lucha por sobrevivir.Muestra de ello son once mil fir-mas recolectadas para que las auto-ridades del cabildo quiteño hagantodos los esfuerzos necesarios paraque las ranas marsupiales y sus ho-gares (charcos y vegetación nativa)retornen a los parques, jardines yáreas verdes de Quito, y en parti-cular a sitios como el Parque It-chimbía, el Museo del Agua y elParque Metropolitano.

Los medios televisivos y vi-suales dieron amplia cobertura alSapari. Por ejemplo: Ecuavisa yCinemark apoyaron al Sapari conspots publicitarios. Algunos de losprogramas televisivos de más alto“rating” (La TV, Está Clarito, LaKombi, Cosas de Casa, Cable No-ticias, entre otros) incluyeron alSapari y al tema de los sapos entresus favoritos. El programa La TVpresentó, en ocho semanas, algosobre el Sapari, y en especial va-rios segmentos del video, Anima-les que cantan y encantan. La ra-dio también se hizo eco de la im-portancia de este evento. Radios

La Luna, Visión (Programa Bue-nos Días con Diego Oquendo),Sonorama, Quito, HCJB, Fran-cisco Stereo, América y otras rea-lizaron entrevistas y reportajes so-bre el Sapari.

Entre los medios impresos fuegeneroso el espacio concedido a losanfibios ecuatorianos. Por ejemplo,el diario el Comercio publicó 29reportajes y notas sobre el Sapari,en las secciones de opinión, correode lectores, sociedad, cultura, vidadiaria, etc. Algunos de los reporta-jes ocuparon casi planas enteras enlos diarios El Comercio, El Uni-verso y la Hora. Entre las revistas,Terra incógnita dedico una ediciónmonotemática a varios aspectos delos anfibios del Ecuador. Las revis-tas Diners, This is Ecuador, Detur,Shigra, Vistazo, Cámara de Indus-trias y Turismo-Ecuatoriano-Britá-nica, Actualidad PUCE, Clubing,Ekkos, la Pandilla, Nuestra Ciencia(esta edición) y Tintají incluyeronartículos, reportajes, publicidad onotas del Sapari o los anfibios delEcuador.

EL Sapari, “Imperdonable no visitarlo”

Por Luis A. Coloma, Director del Sapari([email protected])

1 de febrero de 2005, www.elcomercio.com1 de febrero de 2005, www.elcomercio.com

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NOTICIENCIANOTICIENCIANOTICIENCIA

El Sapari rompió con todas laspredicciones y expectativas de estetipo de exhibiciones. Algunos delos comentarios de los visitantesexpresan el sentir generalizado delpúblico.

“Es una presentación inmacu-lada, muy profesional, a la alturade las mejores del mundo.” Enri-que González. Bogotá, Colombia.

“La exposición es tan buenacomo el video. Equilibra entrete-nimiento, espectacularidad e infor-mación. El final del video es tras-cendente (¡y conmovedor!). Dr.Lauro Zavala. México, Investiga-dor de museos y cine.

“Qué alegría saber que la cien-cia puede llevarse a la gente y queestá a su servicio y no en los tém-panos de la erudición. Se ve untrabajo serio, profundo y cientí-fico, pero lleno de amor.” Fran-cisco Jarrín.

“Me ha impresionado la altacalidad estética y datos contenidos.Sería un éxito en cualquier partedel mundo.” Ing. Patricio Ortega.

“Estamos seguras de que la ex-posición Sapari marcará un hito enla historia del Ecuador, hay un an-tes y un después tras vuestro es-fuerzo.” Itziar y Ruth.

“This (video “Animales quecantan y encantan”) is by far thebest thing of its kind that I haveseen. William E. Duellman. USA,Conservador Emérito de Herpeto-logía, Museum of Natural History,The University of Kansas

“Muy hermoso, bien mon-tado. Lúdico, didáctico y conmo-vedor.” Marcela Blomberg de Paz-miño.

“Qué bueno que se haga inves-tigación y nos hagan conocer envivo lo que nuestros hijos solo venen la televisión.” Carlos Erazo R.

“Basta ver a los niños disfru-tando y a los adultos como niñospara saber lo bueno que todo está.”Francisco Proaño, escultor.

“Vinimos con mi nieto y élestá feliz con las ranitas de Quito.Por eso firmamos para que se que-den en el Itchimbía.” La abuela yel Lucas.

“Queridos y pegajosos sapos…Esta fue nuestra primera vez encontacto tan cercano con uste-des… Nos emocionamos mucho.”José Emilio, Andrea y Gabriela.

“Me hicieron perder el miedoa los sapos. Muchas gracias.” Ber-nadettee.

“Adelante con su campaña.

Hace tiempo que no escucho lasranas del parque de mi casa. Esque ahora es parqueadero.” Da-niela Pabón.

“Quisiera así ver cobijados miscampos, con un manto de ranas,con el murmullo de un millón desapos, confundirme en el paraísoúnico de una especie sin llanto yvolverme uno más, en la dicha in-fimita de una naturaleza sin final.CHJNO.

Para la PUCE y su grupo deherpetólogos del Museo de Zoolo-gía de la Escuela de Biología, quie-nes montamos esta muestra con elapoyo técnico del grupo Valdivia(interpretación ambiental), Ko-mité (comunicación estratégica) yVíctor Hoyos (construcción ymontaje) y Alfredo Salazar (video),ésta ha sido una aventura exitosaen el mundo de la investigación,cultura, comunicación e interpre-tación ambiental. Los resultadosindican que tal esfuerzo valió lapena y al parecer los sapitos ten-drán días mejores.

Ojalá… ¡sólo el tiempo lo dirá!

IA

27 de febrero de 2005, www.eluniverso.com

27 de febrero de 2005, www.eluniverso.com

Pandilla, 2 de abril de 2005, www.elcomercio.com

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Nuestra Ciencias e i s a ñ o s d e h i s t o r i a

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59Cascarilla o Quina (Cinchona pubescens)

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