Colombia: Revista Izquierda No. 56

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Conflicto y solución política Hacia una justicia restaurativa y transformadora · ¿Pende la paz de un falso positivo algorítmico? Neoliberalismo rampante Incremento de la deuda pública y la crisis social · ¿Cuentas claras? Opacidad en el manejo de la política fiscal en Colombia Izquierda en debate Grecia: Tras la derrota (¿preliminar?) de Syriza Nuestra América Cuba: Días históricos, épocas históricas Subversiones intelectuales Dominación de tiempo completo Editorial La sensatez demanda no precipitar los hechos Nº 56 AGOSTO / 2015 BOGOTÁ, COLOMBIA ISSN- 2215-8332

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Conflicto y solución política.Hacia una justicia restaurativa ytransformadora · ¿Pende la pazde un falso positivo algorítmico?Neoliberalismo rampanteIncremento de la deuda públicay la crisis social · ¿Cuentasclaras? Opacidad en el manejode la política fiscal en ColombiaIzquierda en debate Grecia:Tras la derrota (¿preliminar?) deSyriza Nuestra América Cuba:Días históricos, épocas históricasSubversiones intelectualesDominación de tiempo completoEditorial La sensatez demandano precipitar los hechos

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Conflicto y solución política Hacia una justicia restaurativa y transformadora · ¿Pende la paz

de un falso positivo algorítmico? Neoliberalismo rampante Incremento de la deuda pública

y la crisis social · ¿Cuentas claras? Opacidad en el manejo de la política fiscal en Colombia Izquierda en debate Grecia: Tras la derrota (¿preliminar?) de Syriza Nuestra América Cuba: Días históricos, épocas históricas Subversiones intelectuales Dominación de tiempo completo Editorial La sensatez demanda

no precipitar los hechos

Nº 56 AGOSTO / 2015 BOGOTÁ, COLOMBIA ISSN- 2215-8332

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Jairo Estrada Álvarez DirectorJesús Gualdrón Sandoval Jefe de redacción

Álvaro Vásquez del Real, Daniel Libreros Caicedo, César Giraldo Giraldo, Frank Molano Camargo, Jorge Gantiva Silva, María Teresa Cifuentes Traslaviña, Nelson Fajardo Marulanda, Patricia Ariza, Ricardo Sánchez Ángel, Sergio De Zubiría Samper, Víctor Manuel Moncayo Cruz Consejo editorial

Beatriz Stolowicz (México), Julio Gambina (Argentina), Ricardo Antunes (Brasil), Antonio Elías (Uruguay) Consejo asesor internacional

Las opiniones emitidas por los autores no comprometen al Consejo Editorial de la Revista.

Tatianna Castillo Reyes Diseño y diagramación

Espacio Crítico EdicionesPublicación auspiciada por Espacio Crítico Centro de Estudioswww.espaciocritico.com

ISSN-2215-8332Nº 56, Agosto de 2015. Bogotá, Colombia

Todo el contenido de esta publicación puede

reproducirse libremente, conservando sus créditos.

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Conflicto y solución política

4Hacia una justicia restaurativa y transformadoraSergio De Zubiría Samper

12¿Pende la paz de un falso positivo algorítmico?Jairo Estrada Álvarez

Neoliberalismo rampante

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Incremento de la deuda pública y la crisis socialDaniel Libreros Caicedo Camila Galindo, John Freddy Gómez

30¿Cuentas claras? Opacidad en el manejo de la política fiscal en ColombiaDaniel Munévar

Izquierda en debate

34Grecia: Tras la derrota (¿preliminar?) de SyrizaAaron Tauss

Nuestra América

40 Cuba: Días históricos, épocas históricasFernando Martínez Heredia

Subversiones intelectuales

46 Dominación de tiempo completoRaúl Zibechi

Editorial

50La sensatez demanda no precipitar los hechosFernando Álvarez

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Hacia una justicia restaurativa y transformadora

Sergio De Zubiría Samper

Profesor Asociado Departamento de Filosofía Universidad de los Andes

Constituye un lugar común en la filosofía política actual que la publicación de La Teoría de la Justicia, John Rawls, en

1971, desencadenó un retorno a las discusiones éticas fundamentales y una rica producción bibliográfica sobre el tema. Uno de los más grandes filósofos del derecho latinoamericano del siglo XX, Carlos Santiago Nino1, acostumbraba ilustrar a sus discípulos con una metáfora para caracterizar el “corto” siglo XX. Para ejemplificarles el estado de áni-mo intelectual de la década del sesenta, aludía a la condición de “las aguas mansas” de la ética y la política. Los años cincuenta y sesenta del siglo XX estuvieron principalmente dedicados a temas metodológicos,

1 C. S. Nino. “Ética analítica en la actualidad”, en V. Camps, O. Guariglia, F. Salmerón, Concepciones de la Ética. Madrid: Trotta, 1992.

Justicia es el lado ético de la lucha,justicia es el poder de la virtud y la

virtud del poder. La responsabilidadque tenemos frente al mundo preserva

ante la instancia de la justicia.

Walter Benjamin

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epistemológicos, científicos y a algunas escasas re-flexiones estéticas. Nadie se había atrevido a volver a hablar de una “teoría general” de la justicia. Po-siblemente no exista en ese siglo un esfuerzo de esa naturaleza hasta 1971. El profesor John Rawls, de la Universidad de Harvard, publicó, fruto de sistemáti-cas reflexiones de cerca de veinte años, La Teoría de la Justicia. A partir de esa fecha las “aguas mansas” empezaron a moverse o, en sentido más radical, em-pezó la “tempestad”. Esa extensa obra es la semilla de referencia obligatoria para comprender la polémica contemporánea occidental sobre la justicia. Podemos afirmar que no ha culminado aún la tempestad en la filosofía política y moral: ya sea para tomar distancia, para señalar algunos límites o defender a ultranza, el libro de J. Rawls, es referencia obligada.

El control ideológico que ha tenido esta produc-ción intelectual ha conllevado tres consecuencias problemáticas. La primera es la dificultad de ir más allá o romper radicalmente con el liberalismo en el campo ético y político. La segunda consecuencia es la dificultad de hacer una cartografía sistemática y completa sobre las teorías o paradigmas de la justicia contemporánea. La tercera es el ocultamiento o la in-visibilización de otras tradiciones filosóficas y críticas de la justicia.

El presente escrito pretende contribuir en tres objetivos urgentes de las teorías contemporáneas de la justicia. El primero es la necesidad del reconoci-miento de ciertas tradiciones críticas de la justicia, que pueden contribuir a dar luces para la finalización del conflicto en Colombia. El segundo objetivo es introducir reflexiones filosóficas que aporten a una fundamentación profunda, crítica, y logren ciertos desplazamientos ante el orden jurídico vigente. El tercero es dar los primeros pasos hacia la cimentación de una justicia restaurativa y transformadora para la paz de Colombia.

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En el “modelo retributivo”

el delito es la infracción a la

norma penal del Estado, se centra en la culpabilidad

frente a lo que hizo el delincuente

y el castigo es la consecuencia

natural que pretende una mejor prevención general. El daño que padece

el sujeto pasivo del delito debe

ser compensado con otro daño al delincuente;

la sanción es la reacción del

Estado contra el delincuente, se

ignora la víctima y el delincuente

permanece pasivo.

Paradigmas críticos de justiciaEl filósofo Luis Villoro2 postula la existencia con-

temporánea de dos visiones contrapuestas de justicia. Una perspectiva teórica que parte de la idea de un consenso racional entre sujetos iguales que estable-cen relaciones entre sí, en términos que reproducen los rasgos de una democracia bien ordenada. A esta concepción pertenecen visiones liberales y socialde-mócratas, como las postuladas por Rawls, Habermas, Sen, Nussbaum, etc. Otra orientación teórica, que en lugar de suponer un consenso racional para fundar la justicia parte de su ausencia y desde la percepción de esa injusticia real proyecta lo que podría remediar esa situación, se inspira en Rosenzweig, Benjamin, Horkheimer, Adorno, Derrida, Lyotard, Fraser, Honneth y Todorov, entre otros. Estas dos corrientes abordan la justicia desde perspectivas divergentes: como consenso racional o como respuesta a la in-justicia y las desigualdades. Sus divergencias se van profundizando al desarrollar sus enfoques teóricos. El primer modelo es, podemos afirmar, la autosu-ficiencia cognitiva de la teoría; el segundo modelo es la interpelación y escucha de los otros. También de acuerdo con el filósofo Reyes Mate3, existen dos modelos de justicia. En el primer paradigma, si la injusticia es ruptura de una supuesta igualdad dada, entonces la justicia consistirá en restablecer el equi-librio y las palabras claves serán simetría, consenso, acuerdo, contrato. En la segunda perspectiva, si la in-justicia es vista como negación del otro, de su voz, de sus preguntas, las nociones claves serán interpelación, ruptura del orden existente, responsabilidad.

Según la segunda perspectiva, es la experiencia concreta de la injusticia la que obliga a construir teorías tentativas de la justicia desde la injusticia. La experiencia de la injusticia no puede perderse nunca

2 Luis Villoro. Los retos de la sociedad por venir. México: F.C.E., 2007.

3 R. Mate, y J. Zamora. Justicia y Memoria. Hacia una teoría de la justicia anamnética. Barcelona: Anthropos, 2011.

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de vista en la elaboración teórica, es decir, lo determinante es estar siempre abiertos al sufrimiento de otros seres humanos, porque la justicia es memoria redimida de todas las injusticias y de cada caso de injusticias. La injusticia es la primera condición, tanto histórica como lógicamente. El sentimiento moral de indignación y la capacidad de interpelar toda forma de injusticia son condiciones de toda justicia. Podemos denominarla una justicia como memoria, reparadora, reconstructiva o restauradora. Las visiones de W. Benjamin, T. Adorno y N. Fraser pueden situarse en esta tradición. En la parte final de Dialéctica Nega-tiva, Adorno emprende la tarea de mostrar el envejecimiento del imperativo categórico de Kant y la necesidad de un nuevo imperativo después de los campos de concentración del fascismo; en un acápite intitulado “Metafísica y Cultura” afirma: “Hitler ha impuesto a los hombres un nuevo imperativo categórico para su actual estado de esclavitud: el de orientar su pensamiento y acción de modo que Auschwitz no se repita, que no vuelva a ocurrir nada semejante”4. Algunos rasgos de ese imperativo categórico (IC) emergente son: el nuevo IC no lo dicta el conocimiento del bien, sino la voz del mal, la experiencia radical del mal; el IC no nos lo dicta la razón sino la dolorosa experiencia histórica, y el nuevo IC consiste en rechazar lo sucedido y la posibilidad de su repetición.

La justicia no nace de sentimientos positivos, de ideales sublimes o exquisitas argumen-taciones racionales sino del horror, del sufrimiento y del rechazo al orden social existente. En palabras de W. Benjamin: “…la petición del Padrenuestro: no nos dejes caer en la tenta-ción y líbranos del mal, venga un reino «¡» es la petición de justicia, de un estado del mundo justo”5. Los mártires anónimos de los campos de concentración anuncian una humanidad que aspira a nacer; la tarea de la filosofía, pero en especial, de las artes y la literatura, es prestar la voz a este sufrimiento de las víctimas anónimas. Para esta justicia, las culturas y las artes son ineludibles porque quien sufre necesita expresarse. En la obra de N. Fraser, los problemas de injusticia en las colectividades oprimidas siempre son tridimensionales, ya que son objeto tanto de la inadecuada distribución de bienes y recursos, de la falta de re-conocimiento de las diferencias étnicas, raciales, sexuales y culturales, como también de la ausencia de representación política. En sus términos: “…las teorías de la justicia deben con-vertirse en tridimensionales, incorporando la dimensión política de la representación junto a la dimensión económica de la distribución y la dimensión cultural del reconocimiento”6. Cada una de estas injusticias tiene un peso autónomo en las colectividades oprimidas y la superación de las injusticias exige siempre abordar asuntos relativos a la redistribución de la riqueza, el reconocimiento cultural y la representación política.

Existen también tradiciones no occidentales de la justicia que debemos explorar e inves-tigar. Otras miradas culturales de la justicia han ido adquiriendo relevancia ante la crisis

4 T. Adorno. Dialéctica Negativa. Madrid: Taurus, 1975, p. 365.

5 W. Benjamin. “Notas para un trabajo sobre la categoría de justicia”; en T. De la Garza. Política de la Memoria. Barcelona: Anthropos, 2002, p. 136.

6 N. Fraser. Escalas de la justicia. Barcelona: Herder, 2008, p. 39.

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profunda del eurocentrismo en el siglo XXI. Por ejemplo, los pueblos indígenas andinos que se inspi-ran en el Suma Kawsay, de raíz quechua, critican la estructura jurídica colonial del paradigma occidental y plantean sistemas ancestrales comunitarios. En sus propias palabras: “…las leyes y la justicia bajo el paradigma occidental, son de carácter limitativo y coercitivo, es decir, que intentan normar las rela-ciones entre los individuos solamente estableciendo límites… Bajo el paradigma occidental, cuando alguien infringe una ley se le aplican castigos, penas de muerte, se edifican espacios como las cárceles; es decir, se promueve lo punitivo y la privación de la li-bertad, términos jurídicos considerados necesarios en la estructura legal occidental. En cambio, el sistema jurídico comunitario, antepone la vida y el respeto a la libertad. Frente a una ruptura en la armonía de la comunidad no se recurre a prácticas punitivas sino que toda la comunidad coadyuva para que la forma de existencia o el ser humano que ha salido de este equilibrio y armonía vuelva a ellos, asignándole roles de trabajo para devolverle la sensibilidad y la com-prensión de que la vida es conjunta y de la necesidad de complementación y cuidado entre todos”7.

Justicia Restaurativa y TransformadoraLa necesidad de construir otros imperativos éti-

cos, la capacidad de interpelar las injusticias pasadas y presentes y el rechazo a los modelos abstractos de la arquitectura jurídica institucional van cimentado otra concepción de la justicia. Se consolida la urgencia de beber en otras fuentes teóricas en lugar de aquellas que limitan las teorías convencionales de la justicia. Algunos de los pilares filosóficos hacia una justicia restaurativa y transformadora son: a. La distinción entre justicia punitiva y justicia restaurativa; b. los sentidos de “restauración”y “transformación”; c. las

7 F. Huanacuni. Vivir Bien/Buen Vivir. La Paz: Convenio Andrés Bello, 2010. p. 69.

El “modelo restaurativo

alternativo”, por su parte, considera

el delito como la acción que causa

daño a las personas y comunidades y se

centra, por tanto, en la solución del problema, en las

responsabilidades y las obligaciones,

mirando al futuro. Deben

restaurarse ambas partes, víctimas

y victimarios, teniendo

como meta la reconciliación.

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Conflicto y solución política

http://www.semana.com/nacion/galeria/asi-marcha-paz/

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relaciones entre justicia y memoria; d. el significado de adoptar la perspectiva de las víctimas.

Hasta el momento, en la mayoría de las sociedades modernas el modelo de justicia que se aplica es el de-nominado de Justicia Retributiva o Punitiva, es decir, la justicia que establece una relación entre el infractor y la sociedad a través de los organismos del Estado que imponen una sanción; en ese sentido, el infractor no llega a sentir los verdaderos alcances de su acción y de qué manera ha dañado a la sociedad o a la víctima. Hacer “justicia” se identifica con castigar al culpable individual. Siguiendo a A. Beristain8, en el “modelo retributivo” el delito es la infracción a la norma penal del Estado, se centra en la culpabilidad frente a lo que hizo el delincuente y el castigo es la consecuencia natural que pretende una mejor prevención general. El daño que padece el sujeto pasivo del delito debe ser compensado con otro daño al delincuente; la sanción es la reacción del Estado contra el delincuente, se ignora la víctima y el delincuente permanece pasivo. El “modelo restaurativo alternativo”, por su parte, considera el delito como la acción que causa daño a las personas y comunidades y se centra, por tanto, en la solución del problema, en las responsabilidades y las obligaciones, mirando al futuro. Deben restau-rarse ambas partes, víctimas y victimarios, teniendo como meta la reconciliación. Se reconoce el valor del conflicto, se pretende la restauración del daño social y la comunidad se convierte en el principal cataliza-dor del mismo. Se reconocen las necesidades de las víctimas y se anima al victimario a responsabilizarse frente a la sociedad.

La justicia restaurativa tiene que ser transforma-dora del orden social existente, tanto del pasado que promovió la injusticia pretérita, como del presente que la ha perpetuado. No se trata simplemente de reparar el daño causado y retornar a una situación idéntica a la anterior, sino de reparar y de construir

8 A. Beristain. Criminología y Victimología, alternativa re-crea-dora al delito. Bogotá: Leyer, 1998.

La justicia restaurativa

tiene que ser transformadora del orden social existente, tanto

del pasado que promovió

la injusticia pretérita, como del presente que la ha perpetuado. No se trata simplemente

de reparar el daño causado y

retornar a una situación idéntica

a la anterior, sino de reparar

y de construir una situación

social donde ya no sea posible la

comisión de la injusticia reparada

o por reparar.

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Conflicto y solución política

una situación social donde ya no sea posible la comisión de la injusticia reparada o por reparar. Por tanto, la restauración siempre debe contener la reanudación, la recreación y la transformación. Una justicia que no critique el orden social dominante, pasado y presente, no podrá luchar cabalmente contra las injusticias.

Una justicia restaurativa y transformadora debe otorgarle centralidad a la categoría de “memoria”, porque la injusticia reconoce en el olvido su mayor aliado, pero también por un conjunto de presupuestos filosóficos, entre los cuales hay que subrayar que recordar no es traer a la memoria un acontecimiento pasado sino reconocer la actualidad de la injusticia pasada. Con Horkheimer, se reitera que sin memoria no hay injusticia y tampoco justicia; la memoria permite rescatar una noción de justicia más allá del derecho, hacia la justicia general; la memoria no es aún la justicia porque clama la realización de la reconciliación.

Asumir la mirada de las víctimas es situarlas a ellas en el corazón de la justicia y no, como hacen las teorías convencionales, en la ley o en la seguridad o en el criminal. Esto exige ciertos giros y desplazamientos. El primero es apartarse de las concepciones que buscan la razón de la justicia exclusivamente en la retribución de la falta, en la protección del orden social o en la reeducación del delincuente. El segundo consiste en no suplantar la realidad por un marco abstracto de normas jurídicas pactadas con criterios de universalidad formal, porque “su singularidad nunca encuentra cobijo en esa universalidad” (Reyes Mate). El tercero, es rechazar toda supeditación instrumental de las víctimas al sosteni-miento de un orden social precipitadamente calificado como justo.

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¿Pende la paz de un falso positivo algorítmico?

Jairo Estrada Álvarez

Profesor del Departamento de Ciencia PolíticaUniversidad Nacional de Colombia

El más flaco servicio que se le podría presentar al proceso de paz en medio de las negociaciones en La Habana sobre el en-

tendimiento y los mecanismos e instrumentos de Justicia a implementar serían las imputaciones a los integrantes de la Comandancia guerrillera de las FARC-EP como máximos responsables por la presunta comisión de crímenes de guerra y de crímenes de lesa humanidad, que ha anun-ciado la Fiscalía General de Nación. El propio ex fiscal de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, afirmó en su reciente visita a Co-lombia “que sería dañino para el proceso de paz que se formulen pliegos de cargos a los cabecillas de las Farc”.

Aunque hay quienes podrían afirmar que se trata simplemente de atender el mandato constitucional de perseguir e investigar las conductas delictivas y que la imputación no implica la deriva de los hechos inves-tigados hacia cosa juzgada, pues tendría que producirse previamente el vencimiento en juicio, la realidad es que tales imputaciones llevarían el debate de Justicia al restringido ámbito del derecho penal, sometiéndolo a la controversia y la confrontación propia del procedimiento penal, así se aduzca la conformación de tribunales especiales para tales propósitos inspirados en la justicia transicional o, mejor, en la comprensión de tal justicia por parte de la Fiscalía.

Más allá de apreciaciones de expertos que citando a la propia Corte Penal Internacional señalan lo innecesario de presentar cargos por parte de la Fiscalía por presuntos delitos internacionales o que la presentación

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de cargos por presuntos crímenes de lesa humanidad no es exigida por la legislación colombiana ni por la CPI, lo que está es discusión es si ese es el mejor camino para construir un acuerdo de justicia que al tiempo que satisfaga a las víctimas del conflicto repre-sente una salida ponderada para quienes han decidido rebelarse contra el orden social vigente y el Estado.

La reiterada pretensión de llevar la Comandancia guerrillera a juicio y buscar su condena con el ar-gumento de que esa es la forma de impartir justicia frente a las víctimas y de darle al proceso la seguridad jurídica que él requiere para impedir la intervención de tribunales internacionales como la CPI, no parece ser el camino para construir la paz estable y duradera que demanda la sociedad colombiana.

El complejo balance entre paz y justicia a construir no puede sustentarse en la derrota y el sometimiento político y moral de los rebeldes, más aún cuando éstos no han sido vencidos en el campo militar; tampoco puede desconocer los derechos de las víctimas del conflicto. Ahí está precisamente la complejidad y la dificultad para encontrar una salida a la cuestión de la justicia. Atendiendo a ello, la Mesa de diálogos de La Habana emprendió un camino genuino: la construc-ción de “un Sistema integral de verdad, justicia, repa-ración y no repetición que se ha de acordar en la Mesa para satisfacer los derechos de las víctimas, terminar el conflicto y alcanzar la paz”, así como la integración de la “Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la no repetición”, como parte del tal sistema, según reza en el Informe conjunto presentado por las Partes 4 de junio del año en curso.

Ese camino emprendido indica que los diseños constitucionales y legales actuales no posibilitan una salida política, bien sea porque tienen como susten-to una idea de sometimiento o por las limitaciones legales que se les impusieron a la rebelión y al delito político dentro de las estrategias de contrainsurgencia por parte del Estado. Así es que lo se deberá esperar más bien es un nuevo marco normativo constitucional

http://www.alaluzpublica.com/nacional/colombia-inicia-semana-por-la-paz-con-el-objetivo-de-la-reconciliacion

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y legal que dé cuenta del carácter excepcio-nal, extraordinario y transitorio que debe tener un orden de justicia emanado de un eventual Acuerdo final; lo que algunos han denominado un sistema de justicia especial para la paz.

El anuncio de construir un “Sistema in-tegral” indica que una solución a la cuestión de la justicia sólo es comprensible desde un concepto de integralidad, esto es, de inte-rrelaciones entre verdad, justicia, reparación y no repetición y, en ese sentido, de supe-ración de entendimientos de justicia que se restringen al derecho o, peor aún, al derecho penal vigente. No es casual que en el debate público se hayan mostrado los límites de la justicia retributiva, aquella basada en el cas-tigo y la pena, para en lugar de ello promo-ver conceptos filosófico-políticos de justicia que inscritos dentro de la rica tradición de las teorías de la justicia proponen la noción de justicia restaurativa, transformadora y prospectiva, más acordes con la efectiva

materialización estructural de los derechos de las víctimas del conflicto y en mayor sin-tonía con las aspiraciones de paz con justicia social de la población colombiana.

Por ello, el anuncio de imputaciones de la Fiscalía representa un paso atrás y equivale de facto a ponerle una mula muerta al cami-no de la paz, utilizando la expresión cam-pesina. Si esa es una acción coordinada con el Gobierno1 y representa una de las cartas del póker gubernamental de la negociación, tendría que afirmarse que se pretende jugar en el borde del abismo. Desde la perspectiva de las clases dominantes es cuando menos

1 Todo parece indicar que es así, pues el Fiscal ha manifestado no ser adverso al proceso de La Habana y ha mostrado reiteradas coincidencias con los lineamientos gubernamentales en ese campo. No obstante, en entrevista reciente el Fiscal ha afirmado: “nuestro deber constitucio-nal de llevar a juicio a los máximos responsa-bles de la guerra no puede supeditarse a cómo reciban los implicados el sentido de nuestras decisiones” (Entrevista al Fiscal Montealegre, El Espectador, 14.08.2015)

http://www.publimetro.co/lo-ultimo/fotos-los-mejores-momentos-de-la-marcha-por-la-paz/lmkodi!mxq96AlROh91M/

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obvio que la solución de justicia implique condena y pena, así ésta tenga que suspenderse; lo que importa es el castigo al ser rebelde, con inde-pendencia de la forma histórica que ello asuma, incluidos sus aciertos y equivocaciones. Pero una cosa es lo que se quiere y otra lo que se puede. Por eso hay negociación en La Habana.

Las pretendidas imputaciones suscitan una preocupación mayor cuando se informa que ellas se sustentan, por una parte, en el nuevo modelo de investigación de la Fiscalía. Y, por la otra, en aplicaciones de la “ciencia de los datos”, o de la “ciencia de las bases de datos”, presentada por la firma Springer von Schwarzenberg y por el propio Fiscal como una innovación revolucionaria en la investigación penal.

La reflexión sobre la pertinencia y los límites de la adaptación acríti-ca en nuestro país del modelo de investigación criminal elaborado por teóricos importantes del derecho penal alemán como Claus Roxin e im-plementado en la Fiscalía con la asesoría de Kai Ambos y el concurso de un pequeño grupo de doctorados nacionales bajo el influjo de esa escuela, queda para el debate académico y político, lamentablemente muy pobre en este aspecto hasta el momento.

Sin desconocer los aportes del modelo de Roxin, aún están pendientes tanto la apropiación de visiones críticas de tal enfoque provenientes del propio medio académico alemán2, como el examen de oportunidad de implantación y adecuación de un modelo concebido para perseguir in-dustrias criminales, incluidas las de alcance transnacional, especialmente en el ámbito de la criminalidad económica, a la investigación contra la re-belión armada en un contexto en el que se procura una solución política.

No es aceptable que en la búsqueda de la paz el camino sea el de forzar un modelo de investigación criminal con el propósito principal de emplazar y castigar a los llamados máximos responsables de la guerrilla. La comprensión de justicia que demanda la sociedad colombiana tras-ciende la punición, especialmente por el reconocimiento que merecen los derechos de las víctimas del conflicto, cuando éstos se conciben integral-mente. La comprensión de justicia en el contexto de un proceso de paz no se puede fundamentar en la pretensión de humillación del adversario.

Situados incluso en el ámbito del modelo de investigación impuesto por la Fiscalía resulta ética y políticamente cuestionable (aunque es com-prensible desde la perspectiva de la dominación de clase) que la investiga-ción criminal se concentre en la insurgencia armada y no se extienda en

2 Ver por ejemplo, Amelung, Knut, “Zur Kritik des kriminalpolitischen Strafrechtssys-tems von Roxin”, en Juristenzeitung, 37. Jahrg., Nr. 18 (17. September 1982), pp. 617-622.

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las mismas dimensiones a la identificación de las estructuras sistémicas y estatales de criminalidad contrainsurgente y a la determinación de esos “máximos responsables”3. Ese camino se emprenderá muy seguramente a medias, pues recorrerlo con toda consecuencia conduciría a la identifica-ción de cadenas de mando que implicarían el juzgamiento de los grandes poderes políticos y económicos y, con ello, del propio orden capitalista vigente en el país como causante de la mayor criminalidad y victimiza-ción histórica4.

Más problemático aún resulta el propósito de articular el modelo de investigación criminal con la data science en la que dice sustentarse el trabajo de la firma Springer von Schwarzenberg, mediante la elaboración de un conjunto de algoritmos. Al justificar los cuantiosos contratos con esa firma privada, el Fiscal señaló que la asesoría prestada por ella ha sido primordial, “se trata de un grupo de expertos que mediante herramientas

3 El Fiscal afirmó que “en materia de logística hemos programado que más de 800 personas, entre fiscales, asesores de policía judicial y asesores van a dedicarse exclusivamente en los próximos meses a las grandes investigaciones de violaciones por derechos humanos (de las FARC-EP)”. El Tiempo, 19-05-2015. Una movilización similar de la Fiscalía para investigar responsables en el conflicto distintos a la insur-gencia no se ha conocido hasta el momento, ni siquiera como propósito del próximo futuro.

4 En ese sentido el juzgamiento a militares y paramilitares es apenas una muy pálida semblanza de los requerimientos de juzgamiento en presencia de una implantación con toda consecuencia del señalado modelo de investigación criminal.

No es aceptable que en la búsqueda de la paz el camino sea el de forzar un modelo de investigación criminal con el

propósito principal de emplazar y castigar a los llamados máximos responsables de la guerrilla. La comprensión de justicia que demanda la sociedad colombiana trasciende

la punición, especialmente por el reconocimiento que merecen los derechos de las víctimas del conflicto, cuando

éstos se conciben integralmente. La comprensión de justicia en el contexto de un proceso de paz no se puede

fundamentar en la pretensión de humillación del adversario.

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de estadística, economía, matemática, ingeniería y georeferenciación de datos de última generación, nos ayuda a identificar elementos nucleares de los críme-nes internacionales: la sistematicidad, la amplitud, la proporcionalidad de un ataque, la extensión y grave-dad del daño causado, las líneas de mando dentro de la organización, los patrones de victimización. Todo ello resulta vital para las imputaciones que estamos construyendo contra los máximos responsables del conflicto armado colombiano”5. El resultado de ese trabajo consistiría en que la Fiscalía tiene elementos para mostrar que la violencia de las Farc “constitu-yeron (sic) políticas de ataque sistemático contra la población civil en todo el territorio”.

La gerente de la señalada firma consultora, Natalia Springer, se pregunta si “esa misma ciencia (la basada en la utilización de algoritmos) nos puede ayudar a entender la relación entre miles y miles de casos crimi-nales, es decir, si puede ayudarnos a deducir patrones y a entender los móviles de ejecución de un crimen”. Su respuesta es afirmativa y concluyente: Como resul-tado del diseño y aplicación de los algoritmos, afirma, “hemos establecido con total certeza que lo que antes eran tomados como hechos individuales (secuestros, homicidios, masacres, desapariciones) fueron en rea-lidad operaciones criminales muy sofisticadas, en las que se focalizó a las víctimas y que se ejecutaron como un ataque sistemático contra poblaciones indefensas como parte de una política ordenada desde el nivel central de estas organizaciones. Eso eleva la gravedad de los hechos a la calidad de crímenes internacionales, y ese reconocimiento obligará a juzgarlos como tales, pues el nivel de atrocidad que exponen los convierte en una ofensa para toda la humanidad y son sujeto de jurisdicción universal”6.

5 Entrevista con el fiscal Eduardo Montealegre, El Tiempo, 14-08-2015.

6 Natalia Springer, “Atrapando asesinos con un algoritmo”, El Tiempo, 10-08-2015.

Situados incluso en el ámbito

del modelo de investigación

impuesto por la Fiscalía resulta ética

y políticamente cuestionable

(aunque es comprensible desde

la perspectiva de la dominación de clase) que

la investigación criminal se

concentre en la insurgencia armada

y no se extienda en las mismas

dimensiones a la identificación de

las estructuras sistémicas y estatales de criminalidad

contrainsurgente y a la determinación de esos “máximos

responsables”.

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Conflicto y solución política

Así es que el algoritmo se convirtió en una especie de piedra filosofal que logra explicar lo que hasta ahora no había podido la investigación criminal en Colombia para la formulación de imputaciones sobre críme-nes internacionales contra la Comandancia guerrillera. Las noticias que desde ahora se anuncian, si la Fiscalía no reflexiona acerca de la bomba que le está preparando al proceso de paz, muy seguramente consistirán en señalar los millares de crímenes (identificados gracias al algoritmo) imputables a los máximos responsables guerrilleros. A renglón seguido, dada la imposibilidad de abordar penalmente ese conjunto, recurriendo a las facultades otorgadas por el ordenamiento jurídico actual y como gesto de generosidad, lo que seguirá es la selección de casos, que serán los que se llevarán a juicio7. Vendrá la condena y luego la consideración de su suspensión o de las llamadas penas alternativas. Lo importante en esta trama es que el ciclo se cierra con el señalamiento y la condena de la Comandancia guerrillera como criminal de guerra. Y después de ello, se espera con cierto cinismo que esos mismos criminales lideren su proyecto político, al que seguramente ‒se afirmará‒ le concederán todas las garan-tías. Desde luego que con semejante despropósito no será posible pensar que se consolide el camino de la solución política. En suma, pareciera que hay sectores interesados en llevarnos al peor de los escenarios: la paz pendiendo de un algoritmo.

Sin duda, es imposible desatender los aportes que ofrece la data science y en especial la investigación algorítmica como herramienta para el pro-cesamiento electrónico de millones de datos a partir de la definición de “un grupo finito de operaciones organizadas de manera lógica y ordenada que permite solucionar un determinado problema. Se trata de una serie de instrucciones o reglas establecidas que, por medio de una sucesión de pasos, permiten arribar a un resultado o solución”8. Los algoritmos cons-tituyen una herramienta que actualmente tiene múltiples aplicaciones. Son reconocidos sus usos, por ejemplo, en la investigación de mercados, en el negocio financiero, en el diagnóstico médico o en la prevención de la delincuencia. Se afirma que se trata de una innovación tecnológica que viene impactando de manera sensible en los diversos campos de la investigación científica y en la propia vida cotidiana.

7 Afirma el Fiscal: “Los juicios por crímenes internacionales contra los cabecillas de las Farc serán el escenario natural para descubrir los hallazgos de la Fiscalía, sus-tentados en parte en esos productos contractuales” (los de la firma Springer von Schwarzenberg). Entrevista al Fiscal, Ob. cit.

8 Ver, http://definicion.de/algoritmo/#ixzz3j5m423qP

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Así como tienen virtudes, también tienen sus limitaciones. Éstas se han evidenciado en los resultados decepcionantes para la toma de de-cisiones médicas; a los algoritmos se le imputan responsabilidades en la reciente crisis financiera del capitalismo por inducir inversiones especu-lativas, ocasionado cuantiosas pérdidas9. Sus limitaciones resultan un buena medida de que –más allá de su complejidad– se trata de modelos o construcciones lógico-matemáticas que representan una simplificación de la realidad, sujeta ésta a los entendimientos y enfoques teóricos de los investigadores, al concepto de diseño y a la programación. De ahí que se afirme que se haya abierto paso el debate acerca de la “responsabilidad algorítmica”10.

Éstas reflexiones las traigo a colación para llamar la atención acer-ca de la importancia de abrir la discusión sobre la pertinencia teórica y metodológica de fundamentar imputaciones criminales en algoritmos elaborados por una firma privada; para demandar que se someta a debate público lo que es considerado un asunto de “seguridad nacional”, es decir, la investigación de la firma Springer von Schwarzenberg; para requerir la conformación de una “auditoría algorítmica”, a fin de determinar la capacidad que realmente tiene la herramienta anunciada para explicar la criminalidad guerrillera y, sobre todo, su encuadramiento dentro de crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad, considerando la ten-dencia histórica y las configuraciones del conflicto colombiano.

Un asunto tan caro como la paz de Colombia no se puede someter al ejercicio de la investigación en fase experimental, si en efecto se asume como novedoso el modelo del dúo Springer-Montealegre. Así como la Fiscalía nos ha enseñado sobre sus prácticas recurrentes de los “falsos po-sitivos judiciales”, no sería descartable que estemos frente a la preparación del gran espectáculo del “falso positivo judicial algorítmico”, con inmensa capacidad de daño. Lo que requiere el proceso de paz más bien es conti-nuar sin interferencias indebidas en la construcción del “Sistema integral de verdad, justicia, reparación integral y no reparación” a diseñarse en la Mesa por las Partes. Ese el verdadero aporte al reconocimiento y materia-lización de los derechos de las víctimas y a la terminación del conflicto.

9 Ver,“Ciencia de Datos: ¿Los algoritmos lo saben todo o deben ayudarles los humanos?”, en http://tecnologia.elpais.com/tecnologia/2015/04/09/actualidad/1428581697_281629.html; “El algoritmo del diablo (versión 2013) - Alma, Corazón, Vida”, en http://goo.gl/QUm7Vs

10 Ver, Wade Henderson, “Derechos civiles, macrodatos y nuestro futuro algorítmico”, en https://bigdata.fairness.io/

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Conflicto y solución política

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Incremento de la deuda pública y la crisis social

Daniel Libreros Caicedo Camila Galindo John Freddy Gómez Miembros del Grupo de Economía Digna – GEEDUniversidad Nacional de Colombia

a. El crecimiento del endeudamiento estatal

Los autores del actual Plan Nacional de Desarrollo justifican el supuesto éxito del Plan anterior sobre la base de mostrar

un aumento del 4.8% promedio del PIB en la segunda década de este siglo, mientras que en la década de los 80 había llegado al 3.5%, en la de los 90 al 2.8% y en la anterior al 4%. Esta justificación desconoce los distintos momentos que ha experimentado la economía internacional que, dadas las conexiones en la fase de la globalización, determina los ciclos de la economía interna, Así, el incremento del PIB en la década anterior obedeció a la bonanza exportadora de materias primas y ali-mentos (comodities) que no ocurrió tan sólo en el país sino en toda la región y que duró hasta el año 2012. Igualmente, desconoce las salidas de capital causada por intereses, utilidades y dividendos en el período que se resalta1.

1 Un indicador mucho más ajustado al crecimiento del país en economías globalizadas es el Producto Nacional Bruto por cuanto descuenta las salidas de capital causadas por endeudamiento y remesas de dividendos y utilidades. En los últimos años ha sido mayor la salida de capitales por este concepto que el monto total de las inver-siones que ingresan.

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Neoliberalismo Rampante

Más allá de estos datos de contexto económico ‒que son relevantes para contrastar los discursos oficiales‒, otro de los elementos a resaltar es el de la “financiarización” de la economía colombiana en los últimos años.

Gráfica 1

2007 2008 200O9 2010 2011 2012 2013 2014

PIB 6,9 3,5 1,7 4 6,6 4 4,7 4,8

DEUDA 23 17,2 21,6 20,3 15,1 21,5 14,1 15,2

PGN 4,5 -0,7 10,0 2,1 -2,9 7,1 8,0 4,4

En la Gráfica 1 se muestran las diferencias en el crecimiento del PIB, del Presupuesto General de la Nación y del monto total del servicio de la deuda pública para el lapso 2007-2014. Una vez realizada la ponderación por porcentajes se observa que mientras que el crecimiento promedio del PIB fue del 4.5%, el PGN aumentó en un 4.1% y el servicio de la deuda pública en un 18.5%.

b. Los costos fiscales de la devaluaciónEsta situación viene empeorando por cuanto la contracción de los precios internaciona-

les del petróleo ha llevado a una reducción considerable de la inversión extranjera –IED– en ese renglón de la economía que representa el 20% de los ingresos fiscales; así, en los prime-ros siete meses del 2015, según los datos de la balanza de pagos suministrados por el Banco de la República, la IED petrolera bajó de US$ 8.038 que habían ingresado en el mismo período durante 2014 a US$ 5.753 millones, una caída del 28,4%2.

Adicionalmente empeora porque la reducción de la IED significa un menor ingreso de divisas, a lo que se suma la fuga de capitales. Esta fuga ha quedado igualmente evidenciada en la balanza de pagos que constató una disminución en la inversión en portafolio del 75.7%

2 Datos tomados de la Balanza de pagos publicados por el Banco de la República y reseñados por El Tiempo 16 de Agosto del 2015, en “Se acelera caída de la Inversión Extranjera”, http://www.eltiempo.com/economia/sectores/inversion-extranjera-en-colombia-se-acelera-caida/16244270

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en lo que va corrido del año3 y es el resultado de la crisis que la baja de los comodities está produciendo en los llamados “mercados emergentes”4 y del anuncio de la Reserva Federal Americana de que subirá las tasas de interés en Estados Unidos en los próximos meses, lo que presiona a una devaluación mayor a la actual, devaluación que ya ha colocado al dólar en su máximo histórico, incrementando los costos del endeudamiento público. Ese crecimiento considerable del endeudamiento ya empieza a reflejarse en el presupuesto presentado para el año 2016, en el que el servicio de la deuda es superior en $8 billones al monto proyectado para inversión (Gráfica 2).

3 Ibíd.

4 Las comodities han llegado a su punto más bajo en la última década, nivel de precios que empeorará con la crisis comercial que ha empezado a evidenciarse en China, el mayor comprador de materias primas. “El Bloomberg Commodity Index, que mide la variación de toda clase de materias primas, desde el oro, el petróleo o el gas natural hasta el maíz, la soja, el hierro o el cobre, ha caído casi un 11% en lo que va de año…”. Ver, “La debilidad china lleva las materias primas a mínimos de 13 años”, El País, Madrid, 21 de agosto, en http://economia.elpais.com/economia/2015/07/26/ac-tualidad/1437937870_327794.html

En las proyecciones fiscales del Gobierno para 2016 el monto asignado al servicio de

la deuda alcanza $48.6 billones, mientras que el de las transferencias para inversión en

salud, educación, agua potable, incluyendo las del Sistema General de Participaciones,

llega a $33.258 billones, lo que significa una diferencia de $15 billones en favor del pago a los acreedores. Estas proyecciones

desmienten el discurso oficial que pregona las supuestas bondades de la inversión

social en la ejecución del gasto público.

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Neoliberalismo Rampante

Gráfica 2

En el aumento del servicio de la deuda debe resaltarse lo que corres-ponde al pago de intereses que, el año entrante, aun con un precio del dólar igual al actual, llegará a $7.9 billones y que determinará el diseño fiscal del Estado en el futuro inmediato a causa de la legislación fiscal exigida por el FMI, la cual obliga a priorizar este pago de intereses sobre cualquier otro rubro (superávit primario)5.

En las proyecciones fiscales del Gobierno para 2016 el monto asig-nado al servicio de la deuda alcanza $48.6 billones, mientras que el de las transferencias para inversión en salud, educación, agua potable, incluyendo las del Sistema General de Participaciones, llega a $33.258 billones, lo que significa una diferencia de $15 billones en favor del pago a los acreedores. Estas proyecciones desmienten el discurso oficial que pregona las supuestas bondades de la inversión social en la ejecución del gasto público (Gráfica 3).

5 “Para Daniel Velandia, director de Estudios Económicos de la firma Credicorp Ca-pital, “si se hacen las cuentas con una tasa de cambio de $2.480, que es el tipo de cambio con que está trabajando el Gobierno el presupuesto de 2016, publicado en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, para el próximo año la Nación debe pagar $6,5 billones en términos de interés de la deuda, pero a la tasa actual de $3.000 eso se convierte en $7,9 billones, es decir $1,4 billones más de lo previsto”.

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Gráfica 3

Transferencias de Ley (Miles de millones)

Concepto 2015 2016Variación

porcentualVariación absoluta

Porcentaje del PIB

2015 2016

Transferencias de Ley 83.874 91.024 8,5 7,150 10,4 10,6

Transferencias para inversión 39.626 43.305 9,3 3,679 4,9 5,0

Salud, Educación, Agua, Propósito General (SGP)

30.611 33.258 8,6 2.647 3,8 3,9

Salud (régimen contributivo) 6.048 7.010 15,9 962 0,7 0,8

Víctimas, población vulnerable y grupos étnicos

1.693 1.721 1,7 28 0,2 0,2

Inversiones en otros sectores 1.274 1.316 3,3 42 0,2 0,2

Otras Transferencias 44.248 47.719 7,8 3.471 5,5 5,5

Pensiones 33.656 34.335 2,0 679 4,2 4,0

Otras transferencias para Educa-ción (Universidades, FOMAG)

4.157 4.590 10,4 433 0,5 0,5

Cuotas a entidades y organismos 2.211 4.179 (1,4) (31) 0,3 0,3

Sentencias 935 1.973 111,1 1.038 0,1 0,2

Sector Defensa - Prestaciones So-ciales y Servicios de Salud

1.409 1.905 55,2 496 0,2 0,2

Previsión Reposición Votos y Elec-ciones atípicas, otros

- 510 510 - 0,1

Resto 1.880 2.227 18,4 346 0,2 0,3

Apropiación vigente a 30 de junio descontando el aplazamiento, incluye modificaciones en trámite

c. El aumento de la pobreza y el desempleoLa justificación gubernamental de la política social se encuentra igualmente en los

discursos sobre la pobreza. En los inicios de este año el propio Presidente adujo una dis-minución de la pobreza en 10 puntos durante los últimos cuatro años6. Lo que esconde este argumento es que el DANE, desde 2011, modificó en el documento de conclusiones de la “Misión para el empalme de las series de empleo, pobreza y desigualdad” criterios y metodología para definirla, reduciendo la línea de pobreza de $281.384 a $187.079 y la línea de indigencia de $120.588 a $83.5817. La realidad es que la pobreza sigue creciendo.

6 El 28 de enero de este año, al inaugurar la III Cumbre de la CELAC, Santos dijo que la pobreza en el país había descendido 10 puntos en los últimos cuatro años, lo que equivale a 3.600.000 personas. Ver “En cuatro años la pobreza bajó 10 puntos porcentuales”, el Nuevo Siglo, 28/1 de 2015, en http://www.elnuevosiglo.com.co/articulos/1-2015-en-4-a%C3%B1os-la-pobreza-baj%C3%B3-10-puntos-porcentuales.html

7 Ver “Misión para el empalme de las series de empleo, pobreza y desigualdad”, en https://www.dane.gov.co/files/noticias/Pobreza_nuevametodologia.pdf

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Neoliberalismo Rampante

El propio Presidente adujo una disminución de la pobreza en 10 puntos durante los últimos cuatro años. Lo que esconde este argumento es que el DANE, desde 2011, modificó en el documento de conclusiones de la “Misión para el empalme de las series de empleo, pobreza y desigualdad” criterios y metodología para definirla, reduciendo la línea de pobreza de $281.384 a $187.079 y la línea de indigencia de $120.588 a $83.581.

https://www.flickr.com/photos/62376953@N05/16986187959

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En septiembre de 2013 una investigación realizada por la Universidad de los Andes concluyó que el 56% de los trabajadores colombianos eran informales, adicionando

el dato de que el 88% de los trabajadores denominados independientes se encontraba dentro de la categoría

de informales. En términos comparativos con los países de la región Colombia tiene uno de los mayores índices

de informalidad laboral, confirmando al analizarla por género que es mayor la informalidad laboral femenina.

Algo similar ocurre con el empleo que, según el presidente Santos, ha mejorado de manera considerable en el período de su gestión, soportando su argumento en esta-dísticas del DANE que ubican el desempleo en 8.5% en junio de este año. Los autores de estas estadísticas también modificaron la metodología en esta área. Uno de los cambios más importantes fue el de incluir como ocupados a los trabajadores familiares no remunerados que laboran una hora a la semana; anteriormente se exigía un mínimo de 15 horas semanales para quedar inclui-dos en ese rango, a lo cual debe adicionarse el que la metodología del DANE preserva categorías tan vagas como subempleo y sector informal.

Lo que si puede evidenciarse con todo y los cambios metodológicos del DANE es el descenso del empleo formal en la medida en que se profundiza la crisis económica. En uno de sus últimos trabajos el propio Fedesarrollo, al analizar los resultados sobre empleo del último trimestre del año 2014 en las 13 principales ciudades, reconoció que se habían generado 234.000 empleos

formales y 215.000 informales8, es decir, evidenció que crecieron en la misma pro-porción, confirmando una tendencia que viene constatándose en los últimos años. En septiembre de 2013 la Universidad de los Andes realizó otra investigación sobre el mismo tema llegando a la conclusión que el 56% de los trabajadores colombianos eran informales, adicionando el dato de que el 88% de los trabajadores denominados independientes se encontraba dentro de la categoría de informales9. En términos comparativos con los países de la región Colombia tiene uno de los mayores índices de informalidad laboral, confirmando al analizarla por género que es mayor la infor-malidad laboral femenina (Gráfico 4).

8 Reseñado por El Tiempo, en http://www.eltiem-po.com/economia/sectores/empleo-en-colombia-empleo-informal-crece-a-un-ritmo-similar-al-for-mal/15157335

9 “56% de los trabajadores son informales”, Universidad de los Andes, septiembre 5 de 2013, en http://www.uniandes.edu.co/noticias/economia/56-de-los-trabajadores-son-informales

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Neoliberalismo Rampante

Gráfica 4

A pesar de esta realidad, el Gobierno continúa ges-tionando la crisis económica en favor de las elites. En el reciente Congreso de la ANDI el Ministro de Hacienda se comprometió con los industriales a bajarles el IVA a la compra de bienes de capital al 14%, lo que significa una exención de $1.8 billones10. Esto anuncia otro pun-to adicional en el IVA en contra de la población a los puntos que ya tienen programados los técnicos guber-namentales, con los que pretenden cubrir los faltantes fiscales que han crecido de manera alarmante con la crisis del modelo extractivista periférico.

10 “Construyendo un consenso público-privado en la Asamblea de la AND”, Revista Dinero, 16 de agosto de 2015, en http://www.dinero.com/pais/articulo/la-asamblea-andi-2015/212360

https://www.flickr.com/photos/alasdemariposa15/5840023638

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¿Cuentas claras?Opacidad en el manejo de la política fiscal en Colombia

Daniel MunevarMáster en Políticas Públicas Universidad de Texas en Austin

En medio de la difícil situación fiscal causada por la caída en los precios del petróleo, el Gobierno ha insistido en mantener

un mensaje de calma, enfatizando la importancia de la transparencia en el manejo de las cuentas para lograr hacer frente a la crisis. Si bien es cierto que a nivel regional el país ha logrado significativos avances en esta materia, en los últimos meses la transparencia del Gobierno en el manejo de la política fiscal ha brillado, pero por su ausencia. Esta situación es su-mamente preocupante toda vez que limita y pospone la discusión pública que requiere la reforma estructural del esquema tributario en Colombia que se encuentra en ciernes. La falta de transparencia del Gobierno ha quedado retratada en 3 documentos publicados recientemente por el Mi-nisterio de Hacienda: la Actualización del Plan Financiero de la Nación, el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) y el Informe de Actividades de la Comisión de Expertos para la Reforma Tributaria.

La primera señal de la seriedad de los problemas del fisco colombiano fue la decisión por parte del Ministerio de Hacienda de no publicar en febrero del presente año la Actualización del Plan Financiero de la Nación. Este tiene como propósito actualizar el plan financiero de la Nación para el año en curso teniendo en cuenta los cambios en las principales variables macroeconómicas y fiscales del país desde la publicación del MFMP. Si bien no es una obligación legal publicar este documento, la Actualización se había venido publicando en los primeros meses del año desde 2005. En un contexto marcado por la fuerte caída de los precios del petróleo

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Neoliberalismo Rampante

que tuvo lugar en el segundo semestre de 2014, la publicación de la Actualización se hacía más necesaria que nunca para poder cuantificar el impacto de dicha dinámica sobre el presupuesto de 2015, así como las ramificaciones en el mediano plazo. Sin embargo, el Gobierno enterró su cabeza en la arena, se limito a mandar mensajes de calma y preparó, a la espalda de la opinión pública, los recortes al presupuesto de 2015 que se han venido anunciando en los últimos meses, y que seguramente continuaran en el segundo semestre del presente año.

De esta forma, recién en el pasado mes de junio, con la publicación del MFMP 2015, la opinión pública tuvo la oportunidad de conocer el detalle de la situa-ción del fisco colombiano. Si bien el foco de la atención sobre el tema fiscal se ha concentrado en el impacto de los precios del petróleo sobre los ingresos del Estado, el MFMP deja en claro que los problemas vienen de más atrás. Mientras que el Gobierno anuncio en el MFMP de 2014 que la meta de recaudo tributario para dicho año alcanzaría los 112.7 billones de pesos, el recaudo efectivo alcanzo los 108 billones. Esto representa una diferencia de casi 5 billones de pesos, o 0.7% del PIB. Como ocurrió en el año 2013, es por lo menos lla-mativa la incapacidad de alcanzar las metas iniciales de recaudo en un contexto de tasas de crecimiento cercanas al potencial de la economía. El origen de estos problemas, el cual es motivo de una columna aparte, son las sucesivas reformas tributarias de los últimos años y más específicamente los supuestos optimistas utilizadas en materia de ganancias por eficiencia. Si bien es claro que es fundamental mejorar la eficiencia del recaudo en Colombia, la experiencia de los últimos años muestra que en materia de planificación fiscal es mejor adoptar supuestos conservadores para evitar este tipo de problemas.

El impacto del menor recaudo en 2014 agrava los problemas del presente año, puesto que estos ingre-sos representan la base del ingreso para 2015. Así es como a pesar de la mini reforma tributaria de finales

https://www.flickr.com/photos/arttesano/16753041252/

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de 2014, la meta de recaudo tributario para 2015 presentada en el MFMP de 2014 pasó de 123.9 billones de pesos a 116.5 billones en el MFMP de 2015. Esto es una reducción de 7 billones, de los cuales solamente se pueden explicar por la caída de los precios del pe-troleó alrededor de 2.8 billones de pesos en el caso del impuesto sobre la renta. El resto de la diferencia, como ya se había señalado el año pasado, es atribuible a la inclusión de una forma poco transparente de una ambi-ciosa reforma tributaria no sancionada en el MFMP de 20141. Al final, en medio del fuerte debate que ocurrió a finales del año, el Gobierno moderó el impacto de dicha re-forma, lo que permite explicar la significativa diferencia entre las proyecciones de recaudo en el lapso del último año. En este sentido, se podría deducir que ante la caída de los precios del petróleo, el Gobierno prefirió adoptar medidas de corto plazo para lograr

1 http://www.razonpublica.com/index.php/politica-y-gobierno-temas-27/8124-reforma-tributaria-los-tres-problemas-básicos-de-santos.html

La transparencia del Gobierno en el manejo de la política fiscal ha brillado por su ausencia. Esta situación es

sumamente preocupante toda vez que limita y pospone la discusión pública que requiere la reforma estructural

del esquema tributario en Colombia que se encuentra en ciernes. La falta de transparencia del Gobierno ha quedado

retratada en 3 documentos publicados recientemente por el Ministerio de Hacienda: la Actualización del Plan

Financiero de la Nación, el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) y el Informe de Actividades de la

Comisión de Expertos para la Reforma Tributaria.

el cierre de 2015, mientras, dada la magni-tud del problema, se daba más tiempo para analizar alternativas de carácter estructural.

Obviamente estos problemas han termi-nado afectando las proyecciones para el año 2016. Al parecer el Gobierno no aprendió su lección, y de nuevo recurre a inflar las pro-yecciones de recaudo para dejar entrever la introducción de una nueva reforma tributa-ria, la cuarta de la administración Santos en 5 años. En las proyecciones para 2016 llama poderosamente la atención que mientras el recaudo de Renta/Cree e Iva decrece como porcentaje del PIB en el caso del primero y se mantiene estable en el caso del segundo, el recaudo por concepto de Otros aumenta en 0.3% del PIB o 3.9 billones de pesos. Te-niendo en cuenta que esta categoría incluye impuestos con un recaudo relativamente es-table, como es el caso del GMF, el impuesto a la riqueza y el impuesto a la gasolina, es imposible justificar el crecimiento de estas partidas en un 25% entre 2015 y 2016, como se presenta en el MFMP. En este sentido,

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Neoliberalismo Rampante

la pregunta es si la reforma en ciernes será similar a la de 2014, con más soluciones enfocadas en el corto plazo o si contendrá elementos más significativos de carácter es-tructural.

Es en este punto donde el documento de la Comisión de Expertos permite compren-der la magnitud de la reforma tributaria que se requiere para estabilizar la situación fiscal del país en el mediano plazo. A diferencia de otros años, en el MFMP 2015 no se publicó una desagregación del ingreso tributario en el mediano plazo. A pesar de que el impuesto a la riqueza y las sobretasas al CREE desapa-recen después de 2019, paralelo al comienzo del desmonte del GMF, el MFMP asume de manera injustificada que el recaudo tributa-rio crece, pasando de 14.3% del PIB en 2014 a 15.3% del PIB en 2020. Es claro, entonces, que la decisión de no publicar la desagre-gación se debe al hecho que no se pueden justificar de manera técnica las proyecciones presentadas. En contraste, la Comisión de Expertos estima para el periodo 2013-2020 que sin una reforma tributaria adicional los ingresos del Estado, excluyendo el compo-nente del CREE, se reducirán en más de tres puntos del PIB. En otras palabras, el MFMP, documento base del diseño de la política fiscal del país y que por definición debe reflejar fielmente su situación fiscal, este año terminó convertido en un ejercicio de wishful thinking por parte del Gobierno.

Lo preocupante en este sentido, indepen-diente del funesto precedente que se sienta

desde el punto de vista técnico, es la timorata visión de país de la Administración Santos que se deja entrever en el documento. A pe-sar de que resulta claro que las proyecciones de recaudo de mediano plazo consistentes con el cumplimiento de la regla fiscal fueron plasmadas a mano alzada, pensando más en temas de presentación ante los mercados, el resultado es un nivel de inversión a nivel del Gobierno Nacional Central (GNC) del 1.8% entre 2015 y 2026. No solamente este monto es claramente insuficiente para hacer frente a los requerimientos de desarrollo eco-nómico y social del país, como lo ha señala-do la OECD, sino que adicionalmente casi una tercera parte de este monto, un 0.5% del PIB, ya está comprometido anualmente como parte del programa de 4G de infraes-tructura. Es posible decir entonces que la constante improvisación en materia tribu-taria del actual Gobierno ha terminado por reducir la inversión a su mínima expresión, y para colmo de males ha empeñado de aquí hasta 2030 lo poco que ha dejado.

Dada la magnitud y consecuencias de este problema, que solo puede agudizarse en un contexto de posacuerdo de paz, se requiere de manera urgente que el Gobierno realmente aplique lo que predica en materia de transpa-rencia en el manejo de los recursos públicos. A diferencia de los anteriores parches tribu-tarios, la próxima reforma tributaria sencilla-mente no puede ser negociada y decidida a puertas cerradas en los salones del Nogal.

http://www.delo.si/assets/media/picture/20141120/Reuters_Pictures-20141119214729-78660300.jpeg?rev=2

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Grecia: Tras la derrota (¿preliminar?) de Syriza

Aaron TaussProfesor Asistente Departamento de Ciencia Política Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín

En la mañana del 13 de julio, después de más de 17 horas de negociaciones, el Primer Ministro de Grecia, Alexis Tsipras,

anunció la aceptación de un tercer plan de “rescate financiero” para el país más endeudado de la Unión Europea. Para muchos sectores de la Izquierda, tanto en Grecia como a nivel internacional, que durante los últimos cinco meses han puesto su esperanza en la autodenominada “coalición de la Izquierda radical”, la decisión de Tsipras significó una capitulación total del Gobierno griego y una abrupta y sorprendente reversión de la voluntad popular. Unos días antes, el 5 de julio, el 61% de los votantes había rechazado contundentemente una última “oferta” de la troika. El nuevo memorándum, que muy probablemente se firmará antes del 20 de agosto, fecha en la cual Grecia se verá obligada a pagar al Banco Central Europeo un préstamo de 3.400 millones de euros, repre-senta justamente lo contrario de aquello que Syriza había prometido en su programa político y durante toda la campaña electoral.

Claramente, las negociaciones habían mostrado que la troika estaba luchando en nombre y a favor de los capitalistas griegos y europeos, y en contra del posible surgimiento de una alternativa al neoliberalismo autoritario dentro de la zona euro. Especialmente el periodo de la “asfi-xia financiera” por parte del Banco Central Europeo puso en evidencia la contradicción entre el capitalismo y la democracia1. El resultado de

1 Thomas Sablowski (2015): “Vom Nein zum Ja”, 13 de julio, http://www.neues-deuts-chland.de/artikel/977587.vom-nein-zum-ja.html?sstr=sablowski

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Izquierda en debate

esta política es un mandato neocolonial que extende-rá el control directo de la troika sobre las decisiones económicas y políticas del Gobierno, lo que llevará a una profundización de las políticas neoliberales de austeridad que durante los últimos cinco años han ocasionado una crisis social y humanitaria sin prece-dentes en el país mediterráneo.

La lógica de la austeridad y la intensificación de la lucha de clase

La continuación de la política de austeridad se traducirá a la vez en masivas ganancias para la oligar-quía griega y para el capital transnacional europeo. Según el ex asesor económico del gobierno de Syriza, John Milios, la austeridad es “la política adecuada para el desarrollo capitalista a favor de los intereses más agresivos del capital. Es un medio de destrucción creativa”2. Durante los últimos años, las ganancias obtenidas por los grandes capitales en Grecia se han incrementado significativamente, de manera que hoy en día el poder económico está más concentrado que nunca en las manos de una minoría: la recesión ha despejado a la economía griega de aquellas empresas que no estaban valorizando el capital de manera ópti-ma. Adicionalmente, la crisis económica y la política de austeridad “facilitaron” la reducción de los dere-chos civiles, los derechos laborales y el poder de las organizaciones sindicales y el sector público.

La austeridad cuenta con una lógica capitalista. Promovida especialmente por Alemania, Finlandia, Holanda y los países bálticos, ésta se guía por el pro-pósito de mejorar la competitividad de las empresas griegas y de promover una “reforma estructural” de la economía en general. En últimas, los efectos de tal reforma en Grecia apuntan hacia la reducción de los salarios en todos los países de la Unión Europea. Bajo

2 John Milios / Michal Rozworski (2015): “Ending the Hu-manitarian Crisis”, Entrevista con John Milios, 21 de Julio, https://www.jacobinmag.com/2015/07/tsipras-euro-merkel-debt-grexit/; traducción A.T.

http://diarioadn.co/bogota/mi-ciudad/mar-chas-por-la-paz-en-bogot%C3%A1-1.54858

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esta lógica, el cálculo consiste en aumentar la tasa de ganancia y en mejorar la posición del capital europeo frente a sus competido-res en el mercado mundial. En este sentido, es preciso resaltar que la implementación de la política de austeridad no sólo tiene como objetivo el restablecimiento de la rentabilidad del capital, sino que también es relevante en términos políticos, es decir, es determinante para el futuro desarrollo de la lucha de clases en Europa.

El fracaso de la estrategia políticaIndudablemente, el nuevo acuerdo

representa una gran victoria para todas las burguesías europeas y para las fuerzas reaccionarias en el mundo. Para algunos sectores de la Izquierda anticapitalista de Grecia, Syriza se ha convertido en un gobierno “de” y “para” el capital3. Con la firma de este acuerdo el Gobierno griego no sólo se verá obligado a implementar nuevas y más severas medidas de austeridad, sino que tampoco tendrá la autoridad suficiente

3 The Real News Network (2015): “The Anti-Capitalist Greek Left Says No to Austerity and Bailouts (1/2)”, Entrevista con Thanos Andrit-sos, 2 de agosto, http://therealnews.com/t2/in-dex.php?option=com_content&task=view&id=31&Itemid=74&jumival=14392

La continuación de la política de austeridad se traducirá a la vez en masivas ganancias para la oligarquía griega

y para el capital transnacional europeo. Según el ex asesor económico del gobierno de Syriza, John Milios,

la austeridad es “la política adecuada para el desarrollo capitalista a favor de los intereses más agresivos del

capital. Es un medio de destrucción creativa”.

para perseguir políticas progresistas a favor de las clases trabajadoras. Es innegable que durante las negociaciones con la troika, Syriza no recibió suficiente apoyo político por parte de la Izquierda europea, lo cual pone en evidencia la continua crisis de la Iz-quierda en general. Sin embargo, la derrota del Gobierno griego es en su mayor parte una consecuencia directa del “europeísmo izquierdista”4, es decir, de la noción, o más bien la ilusión, de que se puede luchar con-tra la política de austeridad dentro de esa eurozona, dadas las correlaciones de fuerza que existen actualmente.

A partir del debilitamiento de la protesta popular y de las masivas movilizaciones en las calles en Atenas, Tesalónica, etc. a me-diados de 2012, Syriza empezó a moderar su discurso político y a matizar su postura frente a la moneda comunitaria y frente a la membrecía de Grecia en la zona euro. Des-de entonces, también dejó de impulsar mo-delos alternativos de producción de bienes y servicios; es decir, la promoción de coo-perativas y redes solidarias y la reapertura

4 Stathis Kouvelakis (2015): “Turning “No” Into a Political Front”, 3 de agosto, https://www.jacobinmag.com/2015/08/tsipras-debt-germany-greece-euro/

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de fábricas que habían quebrado y estaban cerradas. Tras la victoria electoral de finales de enero, el objetivo de Syriza ya no fue ni la reconstrucción de las relaciones de po-der, dominación y explotación existentes, ni tampoco la superación de la política de austeridad. Más bien, en contra de sus promesas electorales, Syriza empezó a enfo-carse en alcanzar el mejor “acuerdo” posible con sus “compañeros” de la troika y, como lo señaló el ex Ministro de Finanzas Yanis Varoufakis a finales de febrero, al mismo tiempo “salvar” el capitalismo europeo5.

La debilidad de la movilización extraparlamentaria

La estrategia política no ha sido el úni-co problema. La victoria electoral de Syriza tuvo lugar en un momento en el que los movimientos sociales y emancipadores ya habían entrado en un estado de parálisis, si se comparan con los de años anteriores. Los últimos meses han evidenciado que la “conquista del gobierno” no equivale a llegar al poder, “si no se lleva a cabo un proceso paralelo de auto-organización de las clases subalternas y la construcción de centros de poder autónomos.”6Esto es jus-tamente lo que no ha sucedido en Grecia, o al menos no de manera suficiente. Las luchas de los movimientos sociales, los sindicatos, las iniciativas solidarias y los partidos políticos de Izquierda no han sido

5 Yannis Varoufakis (2015): “How I became an erratic Marxist”, 18 de febrero, http://www.the-guardian.com/news/2015/feb/18/yanis-varoufakis-how-i-became-an-erratic-marxist

6 Thomas Sablowski (2015): „Die Etappen-schlappe“, 18 de julio, http://www.jungewelt.de/2015/07-18/014.php; traducción A.T.

aún lo suficientemente exitosas como para transformar las correlaciones de fuerza políticas, económicas y sociales –tanto en Grecia como en el resto de Europa– a favor de las clases dominadas.

El triunfo en las elecciones parlamen-tarias nunca estuvo acompañado por una permanente movilización social, como muchos participantes y simpatizantes de la Izquierda internacional esperaban. Durante las negociaciones con la troika, el nuevo Gobierno no contaba con el apoyo de las masas populares y los movimientos extraparlamentarios en las calles, situación que no sólo debilitaba la posición de Syriza frente a sus acreedores internacionales y frente a la oligarquía griega, sino que tam-bién apuntaba a un dilema de la Izquierda en general. La implementación de políticas emancipadoras y anticapitalistas requiere necesariamente el involucramiento y la movilización de las masas populares para legitimar el curso político de un gobierno

https://www.flickr.com/photos/firesmile/5815060477/

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progresista y para evitar el posible surgi-miento de tendencias autoritarias dentro de este mismo. Sin embargo, el Gobierno no puede simplemente contar con el apoyo permanente que las clases trabajadoras y populares le proporcionan desde abajo7. En especial, en tiempos de crisis social y econó-mica, como ha sido el caso de Grecia duran-te los últimos años, muchas personas están ocupadas con sus problemas cotidianos –la familia, la pareja, el trabajo, la reproducción de sus vidas, etc.–, de forma que en muchos casos no les queda tiempo para dedicarse a la lucha política. A esto se suma el hecho de que el fracaso de diferentes experiencias de la Izquierda en el pasado y la aparente falta de alternativas frente el capitalismo en el presente han llevado a una profunda apatía política en muchos sectores de la población, y no solamente en Grecia.

7 Ibíd.

Durante los últimos años, las ganancias obtenidas por los grandes capitales en Grecia se han incrementado

significativamente, de manera que hoy en día el poder económico está más concentrado que nunca en las manos

de una minoría: la recesión ha despejado a la economía griega de aquellas empresas que no estaban valorizando

el capital de manera óptima. Adicionalmente, la crisis económica y la política de austeridad “facilitaron” la

reducción de los derechos civiles, los derechos laborales y el poder de las organizaciones sindicales y el sector público.

El futuro de Syriza y las tareas de la Izquierda

La capitulación de Tsipras ocasionó también una profunda crisis dentro de Syriza. Más de treinta de sus representantes parlamentarios votaron en contra del nue-vo “paquete de rescate”. Frente a la nueva situación, la Plataforma de la Izquierda ha empezado a refinar y a concretar su trabajo en un Plan B; es decir, preparar la salida de Grecia de la zona euro y de la Unión Europea. En los primeros días de septiembre se realizará un “congreso de emergencia”, durante el cual los miembros de Syriza definirán no sólo el futuro de dicha alianza sino también el del mismo Gobierno. Si Tsipras no logra mantener una mayoría en el parlamento, unas nuevas elecciones podrían tener lugar en el futuro cercano. Mientras tanto, muchos sectores de la Izquierda a nivel internacional han empezado a buscar nuevas estrategias tras el retroceso griego. No cabe duda de que la derrota de Syriza representó un fuerte

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golpe para todos los proyectos emancipato-rios y de transformación social en los otros países europeos, más que nada –y dada la situación actual– para los esfuerzos de Podemos en España.

Lo que queda claro tras la derrota de Syriza es el hecho de que las correlaciones de poder en Grecia y dentro de la Unión Europea deben transformarse lentamente y de manera sostenible a través de las luchas de las masas populares dentro de todos los Estados capitalistas: al interior de todas sus ramas y aparatos y por fuera de éstas; es de-cir, también debe darse una transformación en todos los espacios de la sociedad civil: en las empresas, la familia, las universidades y colegios, los medios de comunicación, los sindicatos, los movimientos sociales, eclógi-cos, feministas y pacíficos, los partidos re-volucionarios, las iniciativas democráticas, etc.8. El propósito de la Izquierda es, y sigue siendo, la construcción de un contra-poder material –en términos de más personas, organizaciones e instituciones que están activamente involucradas en la búsqueda de una alternativa anti-capitalista– y el fortalecimiento de una contra-hegemonía; es decir, el desarrollo de sus capacidades programáticas y discursivas.

Los últimos meses evidenciaron además la necesidad de repensar la relación entre el Gobierno, los otros aparatos del Estado ca-pitalista y la sociedad civil. Salir victorioso antes de unas elecciones en la lucha por la hegemonía dentro de la sociedad civil simplemente no es suficiente. La “toma”

8 Robert Krotzer (2015): “Was wir aus der “Grie-chischen Tragödie“ lernen“, 14 de julio, http://www.unsere-zeitung.at/2015/07/14/was-wir-aus-der-griechischen-tragoedie-lernen-muessen/

del poder político por parte de un partido de Izquierda, es decir, llegar a gobernar, requiere la implementación de una estrate-gia que apunte hacia la transformación del Estado capitalista, la democratización de todos los espacios sociales y la reorganiza-ción de la economía bajo la incorporación de grandes sectores de la población. Estas tareas son indudablemente herculianas, pero frente a las crecientes acciones antide-mocráticas y a las tendencias autoritarias por parte de las burguesías europeas, su cumplimiento a través de una “transnacio-nalización de la resistencia”9 se vuelve cada vez más urgente y necesaria.

9 Thomas Seibert (2015): “Wo der Gegner steht”, 29 de julio, http://www.neues-deutschland.de/ar-tikel/978111.wo-der-gegner-steht.html

http://diarioadn.co/bogota/mi-ciudad/marchas-por-la-paz-en-bogot%C3%A1-1.54858

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Cuba: Días históricos, épocas históricas

Fernando Martínez HerediaFilósofo y ensayista cubanoPremio Nacional de ciencias Sociales

El pasado viernes 14 de agosto no fue un día histórico, y resulta necesario negar que lo haya sido. Llamarlo así podría ser una

hipérbole perdonable, si no estuvieran en juego la soberanía nacional y la sociedad que hemos creado en el último medio siglo.

Cuba tiene un buen número de días históricos que recordar, hitos memorables del camino que este pueblo ha recorrido. El 10 de octubre es el primer día de la patria cubana, el día en que comenzaron a ser derrotados el imposible que marca el cálculo frío y el destino inexorable que hace un ser inferior al colonizado. Ese día comenzamos a aprender que la libertad y la justicia tienen que andar muy juntas, tienen que casarse. El 24 de febrero es el día en que empezó la epopeya popular nacional, en la que la gente se fue en masa a la guerra revolucionaria, arrostró todos los sacrificios y se ganó la palma del heroísmo. Esa gesta creó a las cubanas y los cubanos, a la nación y la cultura nacional, a la república cubana. El 1º de enero es el día de la victoria del pueblo y el inicio de la liberación de todas las dominaciones y la creación de una sociedad y una vida nuevas. Marca el fin del dominio colonial y neocolonial en la historia de Cuba. El 19 de abril el socialismo, bañado

* Publicado originalmente en http://www.cubadebate.cu/serie/diferendo-cuba-estados-unidos/, 20-08-15. El autor ha publicado, entre otros libros, El corrimiento hacia el rojo y Repensar el socialismo.

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en sangre, venció en Girón al bloque de los enemigos del pueblo cubano: los imperialistas y los burgueses.

¡Esos sí son días históricos!También el 20 de mayo fue un día histórico,

aunque no sobreviviera a la época que inauguró. Día singular y ambiguo como pocos, conciliaba dos rea-lidades opuestas. Por un lado, tremenda alegría po-pular, goce inmenso por el hecho que parecía realizar las motivaciones e ideales por los cuales un pueblo de castas, unificado por una conciencia política, se fue en masa a la gran guerra popular y al holocausto, y exigió después la retirada del ocupante extranjero con todas sus energías y de todas las formas posibles. Por otro, las angustias y desilusiones que traía consi-go el nuevo Estado con una soberanía nacional muy recortada por la potencia extranjera, y la quiebra del proyecto revolucionario, porque desde el final de la guerra las clases rectoras del país priorizaron el retor-no al orden y se negaron a satisfacer los anhelos de justicia social.

Aquel fue un día histórico de posrevolución, el inicio de una época que llevó a un compañero cerca-no de Antonio Maceo a escribir, en 1909:

La mente se abisma al solo pensamiento de lo que hubiera acaecido en este país, viviendo los dos Maceo en el período de la primera inter-vención americana y en medio de las grandes miserias que han venido después. Pero es for-zoso llegar a este dilema: o no hay ensayos de república jamás, y corren ríos de sangre, y la convulsión no es intermitente, sino continua, o la república se establece sobre bases firmes y perdurables con toda la verdad de los princi-pios revolucionarios1.

1 José Miró Argenter: Cuba: crónicas de la guerra. Las campa-ñas de Invasión y de Occidente, 1895-1896, Editorial Ciencias Sociales, La Habana, 1968, p.544.

http://diarioadn.co/bogota/mi-ciudad/marchas-por-la-paz-en-bogot%C3%A1-1.54858

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Esa época tuvo que ser derrotada por otra gran revolución para que Cuba llegara a ser dueña de sí, realmente libre y soberana. Y la colosal transforma-ción expulsó al 20 de mayo del lugar secundario que tenía en la galería de días históricos de la patria.

Desde diciembre del año pasado asistimos a una nueva coyuntura política. Dos Estados que tienen una diferencia abismal entre sí en cuanto a poder ma-terial, y que han vivido más de cincuenta y seis años en virtual estado de guerra –porque el más poderoso le aplica permanentemente medidas de guerra al otro–, se han sentado a negociar la paz y han logrado dar un primer paso, muy pequeño: restablecer rela-ciones diplomáticas. El más poderoso las había roto hace cincuenta y cuatro años, cuando estaba seguro de que derrocaría el gobierno del otro mediante una invasión y la fuerza militar. El planeta entero conoce la historia de su agresión sistemática, transcurrida desde entonces hasta hoy.

Cada uno tiene cartas a su favor. Estados Unidos, la necesidad de Cuba de mejorar su posición en las re-laciones económicas internacionales en un mundo en el que predomina hasta ahora el capitalismo imperia-lista. La posibilidad de regatear y obtener concesiones del Gobierno cubano a cambio de ir desmontando paulatinamente su sistema de agresión permanente. La esperanza de dividirnos entre los prácticos y sa-gaces, los que comprenden, y los rabiosos y ciegos, los aferrados y anticuados. El sueño de que Estados Unidos encarne el ideal de “tecnologías” y consumos que pueda perseguir una suerte de clase media que se asoma en el espectro nacional cubano. Parecerle la esperanza de mejorar su situación a los sectores menos conscientes de la amplia franja de pobreza que existe. Ejercer su capacidad de hacernos una guerra que no es de pensamiento, sino de inducción a no pensar, a una idiotización de masas. Y, siempre, algo que ha dejado muy claro: el recurso a utilizar todas las formas de subversión del régimen social cubano que estén a su alcance.

Que a Cuba le asiste la razón en sus reclamaciones

contra Estados Unidos ha sido casi

universalmente reconocido

durante décadas, por gobiernos,

parlamentos, instituciones

internacionales, organizaciones

sociales y políticas y las más variadas

personalidades. Las negociaciones

no avanzarán realmente

mientras Estados Unidos no dé

pasos unilaterales que cambien la

situación ilegal y criminal creada

por sus actos continuados en

perjuicio de Cuba.

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Nuestra América

Cuba es muy fuerte y tiene muchas cartas a su favor. La primera es la inmensa cultura socialista de liberación nacional y antiimperialista acumulada. Ella ha sido decisiva para ganar las batallas y guiar la resis-tencia en las últimas décadas, y ella rige la conciencia política y moral de la mayoría, que de ningún modo va a entregar la soberanía nacional ni la justicia social. La legitimidad del mandato de Raúl y el consenso con los actos del Gobierno que preside aseguran la confianza y el apoyo a su estrategia, y le permiten conducir las negociaciones con apego absoluto a los principios y flexibilidad táctica. La solidez del sistema estatal, políti-co y de gobierno cubanos, la potencia y calidad de su sistema de defensa, el control de los elementos fundamentales de la economía del país, y los hábitos y reacciones defensivas, proveen un conjunto formidable que está en la base de las posiciones cubanas.

La historia de las actitudes de Estados Unidos contra la independen-cia de Cuba en el siglo XIX, el crimen que cometió contra la revolución triunfante en 1898 y su explotadora y humillante opresión neocolonial hasta 1958, y todo lo que ha hecho y hace contra nuestro pueblo desde 1959, conforman una condición culpable y deleznable que lo descalifica como parte en la cual confiar en una negociación. Me llega a admirar que funcionarios norteamericanos crean que hacer visitas y parecer simpático sea suficiente para que los cubanos se sientan reconocidos y gratificados, algo solamente explicable por la subvaloración del que se siente imperial y el desprecio que ya les conocía José Martí.

Que a Cuba le asiste la razón en sus reclamaciones contra Estados Unidos ha sido casi universalmente reconocido durante décadas, por go-biernos, parlamentos, instituciones internacionales, organizaciones so-ciales y políticas y las más variadas personalidades. Las negociaciones no avanzarán realmente mientras Estados Unidos no dé pasos unilaterales

http://www.publimetro.co/lo-ultimo/fotos-los-mejores-momentos-de-la-marcha-por-la-paz/lmkodi!mxq96AlROh91M/

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que cambien la situación ilegal y criminal creada por sus actos continuados en perjuicio de Cuba. Devol-verles a sus ciudadanos parte de los derechos que les ha conculcado y facilitarles a ciertos empresarios suyos tener relaciones con Cuba no tiene que ver con esos pasos imprescindibles, ni puede sustituirlos. Esa asimetría favorece a Cuba. La compensación en derecho por las nacionalizaciones cubanas de los años sesenta tendría un monto muy inferior al de las indemnizaciones que deben por la pérdida de varios miles de vidas y los daños y perjuicios ocasionados a Cuba.

Eventos internacionales como el del viernes 14 son muy ruidosos, y sumamente publicitados. Pero lo decisivo para la política internacional de todo Estado son siempre los datos fundamentales de su situación y su política internas. La cuestión realmente principal es si el contenido de la época cubana que se está desplegando en los últimos años será o no será posrevolucionario.

En las posrevoluciones se retrocede, sin remedio, mucho más de lo que los juiciosos involucrados ha-bían considerado necesario al inicio. Los abandonos, las concesiones, las divisiones y la ruptura de los pac-tos con las mayorías preludian una nueva época en la que se organiza y se afinca una nueva dominación, aunque ella se ve obligada a reconocer una parte de las conquistas de la época anterior. Las revoluciones, por el contrario, combinan iniciativas audaces y saltos hacia adelante con salidas laterales, paciencia y abne-gación con heroísmos sin par, astucias tácticas con ofensivas incontenibles que desatan las cualidades y las capacidades de la gente común y crean nuevas realidades y nuevos proyectos. Son el imperio de la voluntad consciente que se vuelve acción y derrota a las estructuras que encarcelan a los seres humanos y a los saberes establecidos. Y cuando logran tener el tamaño de un pueblo son invencibles.

Pronto estaremos en medio de una gran pelea de símbolos. La tranquila y desvergonzada exposición

Ha sido muy positiva la

declaración de que estamos dispuestos

a tener relaciones diplomáticas aunque ellas

formen parte de una nueva fase de

la política dirigida a derrotar y dominar

a Cuba. Además de prescindir de

la hipocresía que suele adornar ciertas salidas

diplomáticas, está más dirigida a

nuestro pueblo que a la otra

parte. Desbaratar confusiones

y desinflar esperanzas pueriles

es una de las tareas necesarias.

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Nuestra América

de carros “americanos” durante el acto del viernes pasado pretendió borrar toda la grandeza cubana y reducir al país a la nostalgia de “los buenos tiempos”, antes de que imperaran la chusma y los castristas2. La estrategia actual de Estados Unidos contra Cuba nos deparará un buen número de recursos “suaves” e “inteligentes”, modernos “cazabobos” de la guerra del siglo XXI. Ha sido muy positiva la declaración de que estamos dispuestos a tener relaciones diplomáticas aunque ellas formen parte de una nueva fase de la política dirigida a derrotar y dominar a Cuba. Además de prescindir de la hipocresía que suele adornar ciertas salidas diplomáticas, está más dirigida a nuestro pueblo que a la otra parte. Desbaratar confusiones y desinflar esperanzas pueriles es una de las tareas necesarias. En la medida en que la mayoría de la población participe en la política, cada vez más activamente, ella misma producirá iniciativas y generará fórmulas que desbaraten la pretensión norteame-ricana y sus mercaderías materiales y espirituales. En las revoluciones, el pueblo siempre es decisivo.

2 Ver “Símbolos”, el magnífico artículo que publicó Rosa Miriam Elizalde en Cubadeba-te.

http://www.publimetro.co/lo-ultimo/fotos-los-mejores-momentos-de-la-marcha-por-la-paz/lmkodi!mxq96AlROh91M/

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Dominación de tiempo completo

Raúl ZibechiPeriodista uruguayo, escribe en Brecha y La Jornada Integrante del Consejo de ALAI 

En todo tiempo ha sido importante conocer los modos en que dominan las clases dominantes. Buena parte del pensamiento

antisistémico, en sus más diversas vertientes, ha estado dedicado a la comprensión de esos modos, en particular en los periodos de cambio y viraje, cuando los de arriba crean nuevas formas de opresión, en ocasio-nes brutales, las más de las veces sutiles e invisibles.

El historiador catalán Josep Fontana publicó semanas atrás un removedor artículo titulado “La lógica del campo de concentración” (Sinpermiso, 19 de julio de 2015), en el que afirma que Grecia se ha convertido en un campo de concentración donde los trabajadores no tienen derechos y además tendrán pensiones miserables, que es el modo de eliminar a los que ya no son productivos.

Fontana es uno de los más respetados historiadores vivos, de vasta producción y sólida formación marxis ta. No es una persona que acos-tumbre agitar sin fundamento. En su breve artículo (que merece la ma-yor difusión) y con base en los más recientes trabajos sobre los campos, sostiene que no eran –solamente– lugares de exterminio, sino organiza-ciones industriales gestionadas con criterios económicos peculiares, pero muy racionales, para obtener los máximos beneficios.

Dice que hasta la propia aniquilación de los judíos fue pensada con criterios de rentabilidad, forzados los prisioneros a trabajar hasta el ago-tamiento y la muerte en la construcción de carreteras, minas de carbón, granjas y hasta en la fábrica de caucho sintético de IG Farben.

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Subversiones intelectuales

Para Fontana, es importante pensar en las se-mejanzas que hay entre la lógica de los campos de concentración y las políticas de austeridad que nos imponen, ya que los fundamentos son los mismos: reducir al mínimo los costes del trabajo y eliminar a quienes no producen. Suena muy fuerte, pero es una invitación a reflexionar sobre el mundo en que vivi-mos, algo que nos resulta urgente en América Latina.

Giorgio Agamben, en Homo sacer (Pre-Textos, 1998), advierte: El campo de concentración y no la ciudad es hoy el paradigma político de Occidente (p. 230). Dice más: Desde los campos de concentración no hay retorno posible a la política clásica (p. 238). Llega a esa conclusión a través del concepto de nuda vida, vida desnuda, desprovista de derechos reales, carne sin más, indistinción entre derecho y hecho, norma y vida biológica.

Nos dice Agamben que hoy la dominación consis-te en que nuestras vidas han sido despojadas de toda cualidad humana, como si los seres humanos hubié-ramos sido reducidos a vegetales o carne animal.

No se trata de pensar el campo de concentración como espacio cercado de alambradas y torres de vigi-lancia, sino como mecanismo más sutil (a veces), que reduce nuestras vidas a un mero ir y venir desde el trabajo (casi esclavo) al consumo (ambos en espacios hipervigilados con cámaras). Vida biológica, donde a los sujetos les han quitado la menor posibilidad de regular sus tiempos de trabajo y de reproducción. Heteronomía en estado puro, como ya sucede en la maquila, pero en realidad en todos los espacios y tiempos de la vida cotidiana. Dominación de tiempo completo. Por eso Agamben señala que la vida desnu-da, nacida en los grandes estados totalitarios del siglo XX, es hoy la vida normal.

Llegados a este punto, debemos preguntarnos: ¿cómo se hace política en estas condiciones? ¿Cómo se trabaja para la emancipación? La respuesta más acer-tada es que no sabemos, que tenemos que aprender,

https://www.flickr.com/photos/arttesano/16729902976

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reflexionar, probar. Desconfiar de quien tiene ya la respuesta preparada.

La pregunta decisiva: ¿qué izquierda, qué tipo de movimientos, para una realidad de dominación y control de este tipo?

La experiencia reciente de Grecia puede ser un buen comienzo. Decir que Tsipras es un traidor es el peor camino, porque sugiere que todo consiste en poner a otro en su lugar para resolver el dilema. Cuan-do el problema es, precisamente, que cualquiera que ocupe ese lugar no puede hacer otra cosa. En términos del campo, el que ocupa esos cargos no puede sino hacer el papel de guardián. O lo aniquilan.

A partir de estas consideraciones, para quienes se-guimos empeñados en la resistencia y la emancipación parece necesario reflexionar en dos direcciones.

La primera es poder discernir sobre las distintas modalidades que va asumiendo el paradigma del cam-po de concentración en nuestras sociedades, cómo se manifiesta, cuáles son las alambradas inmateriales que nos cercan, quiénes son los guardianes, dónde están los barracones, y así hasta tener un panorama claro.

Es tarea central, que nos permitirá situarnos dónde estamos, observar qué características tiene la dominación, pero también cuáles son sus puntos débiles. En principio, y salvo demostración contraria, las instituciones estatales deben ser consideradas parte del dispositivo campo.

La segunda es comenzar a construir un tipo de organización para operar dentro del campo, con la perspectiva de escapar y, en algún momento, destruir-lo. Hasta ahora la mayor parte de las organizaciones, partidos de izquierda y movimientos populares han actuado más como guardianes que como organizado-res de fugas, aun no siendo conscientes de ello.

Serán necesarias organizaciones capaces de construir espacios seguros fuera del control de los poderosos (James Scott), donde sea posible organizar fugas y otras acciones. Ya no estamos en la era fabril (disciplina en espacios cerrados), cuando la opresión

Es importante pensar en las

semejanzas que hay entre la lógica

de los campos de concentración y las políticas de

austeridad que nos imponen, ya que los fundamentos son los mismos:

reducir al mínimo los costes del

trabajo y eliminar a quienes no

producen. Suena muy fuerte, pero

es una invitación a reflexionar sobre el mundo en que vivimos, algo que

nos resulta urgente en América Latina.

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Subversiones intelectuales

se concentraba en el taller, donde burlaban el control de los capataces. Lo mismo vale para las mujeres, que siempre crearon espa-cios de libertad en la opresión. “La biopolíti-ca –escribe Agamben– hace vano cualquier intento de fundar las libertades políticas en los derechos del ciudadano” (p. 231).

Para recorrer este camino no hay ma-nuales. La experiencia histórica, la de los esclavos y los indios, puede servirnos de inspiración. La comunidad y el quilombo parecen referencias ineludibles. Lo demás deberá ser improvisado. Salvo la ética y el deseo de libertad.

No se trata de pensar el campo de concentración como espacio cercado de alambradas y torres de vigilancia, sino como mecanismo más sutil (a veces), que reduce nuestras vidas a un mero ir y venir desde el trabajo (casi esclavo) al consumo (ambos en espacios hipervigilados con cámaras). Vida biológica, donde a los sujetos les han quitado la menor posibilidad de regular sus tiempos de trabajo y de reproducción. https://www.flickr.com/photos/arttesano/16132961024

Nº 56, Agosto de 2015 · Bogotá, Colombia Contenido

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Edito

rial

La sensatez demanda no precipitar los hechos

Fernando Álvarez

Durante las últimas semanas se ha intensificado la discusión acerca del momento presente y de las perspectivas de la

solución política del conflicto social y armado. Se ha venido consoli-dando la idea de que se está frente a decisiones sustanciales que podrían conducir a escenarios que harían posible pensar en la irreversibilidad del proceso de diálogos y negociaciones de La Habana.

Además de los debates sobre el entendimiento de Justicia a considerar en la construcción de un eventual Acuerdo final, han saltado a la palestra otros relacionados con la implementación y la refrendación de los acuer-dos, reafirmándose, por una parte, la complejidad de la negociación y, por la otra, que no se está ad portas de su culminación.

Al mismo tiempo, se ha hecho evidente el interés gubernamental por poner en la discusión pública temas que ‒a juzgar por lo que han comunicado conjuntamente las Partes‒ aún no están sobre la Mesa de negociación. Me refiero específicamente a la propuesta del “Congresito” u órgano legislativo especial para darle fuerza normativa a los Acuerdos y al mecanismo de refrendación. Con la anticipación de esos debates, que en sentido estricto le corresponden en primera instancia a la Mesa, se advierte la intención gubernamental de abrir la discusión sobre asun-tos aún no abordados, referidos al Punto 3, “Fin del Conflicto”, y al Punto 6, “Implementación, Verificación y Refrendación”, lo cual en sí mismo no resulta problemático cuando se tiene en cuenta la misma de-finición del “Fin del conflicto” en la Agenda como un “proceso integral

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Editorial

y simultáneo” y cuando es indiscutible la relación de éste con los conte-nidos del Punto 6.

Problemático sí es que tal apertura a nuevos temas se realice con el pro-pósito de predeterminar desde Colombia los contornos de la negociación en La Habana. La inconveniencia de ese proceder quedó expuesta con la aprobación del llamado Marco jurídico para la paz. Hoy es evidente que predeterminar en forma unilateral lo que es objeto de negociación, en lugar de darle mayor celeridad a las negociaciones, termina teniendo no sólo el efecto contrario sino produciendo sectores de opinión pública adversos al desenvolvimiento del proceso. Si las FARC-EP no aceptan lo predeterminado en acuerdos políticos promovidos por el Gobierno con las direcciones de los partidos de la coalición gobernante, muy segura-mente se les imputará intransigencia o incapacidad de comprensión de la “opinión nacional”, y en el extremo de la derecha se hablará de engaño o de falta de voluntad de paz. La pretensión de sectores del Congreso de capturar con la anuencia gubernamental (también puede ser al contra-rio) el proceso para controlarlo en un momento tan importante, como es el actual, muy seguramente terminará en un propósito fallido, así lo anunciado desde las reuniones de Palacio adquiera fuerza normativa.

Cuestionable también es que tras lo anunciado por el Gobierno se escondan pretensiones de mejora de su maltrecha imagen o de búsqueda de dividendos en las elecciones locales de octubre para los partidos que conforman la coalición que le sirve de soporte, al generar la impresión

http://www.info7.mx/a/galeria/8901

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de que el proceso se encuentra en una fase final e irreversible. La instru-mentalización de la paz (o de la guerra) con propósitos electorales no es nada novedosa en nuestra historia

Para que la discusión adquiera las dimensiones que ella requiere, se necesita conocer la visión de las FARC-EP, aunque por documentos de esa organización y declaraciones de algunos integrantes de su Secreta-riado es notoria la distancia entre sus posturas y las propuestas guber-namentales y de los partidos políticos del establecimiento en la materia señalada. Hasta ahora es evidente que la perspectiva que orienta a esa organización político-militar es la de impulsar un proceso constituyen-te y una Asamblea Nacional Constituyente, como se puede leer, entre otros, en el capítulo décimo primero de las cien propuestas mínimas sobre Participación política para la democratización real, la paz con justicia social y la reconciliación nacional1 y en el documento Proceso constituyente abierto para la transición hacia la nueva Colombia2.

En cualquier circunstancia será la Mesa de diálogos de La Habana la que defina el camino para darle fuerza normativa a la implementación de los acuerdos, así como el mecanismo para su refrendación popular. Dado el carácter del proceso y su complejidad, muy seguramente las salidas que se tengan que explorar en el propósito de construir un Acuerdo final impongan, como ha ocurrido con otros puntos de la Agenda, despliegue de imaginación y creatividad. También será el curso del propio proceso político, así como las iniciativas que se desplieguen desde el campo po-pular, lo que marque la impronta para refrendar e implementar.

La alternativa válida y necesaria de una Asamblea Nacional Cons-tituyente será posible si se logra comprender y desatar plenamente la potencia constituyente de movimientos y procesos políticos y organi-zativos sociales del amplio espectro del campo popular. Y comprender, de una vez por todas, que los diálogos de La Habana y los esfuerzos por encontrarle una solución política al conflicto colombiano hacen parte de las más caras aspiraciones de las gentes del común, de los desposeídos y explotados del país.

Por lo pronto, la sensatez demanda no precipitar los hechos.

1 Ver: http://www.pazfarc-ep.org/index.php/noticias-comunicados-do-cumentos-farc-ep/propuestas-minimas/participacion-politica

2 Ver: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=185437

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DATOS IMÁGENESLas imágenes presentadas en este número fueron tomadas de las fuentes indicadas

en cada pie de foto.

*Portada:https://www.flickr.com/photos/sarihuella/5720407744/ | Fotografía: Sari Dennise

*Bandera:http://static.rcnradio.com/wp-content/uploads/marcha-por-la-paz-victimas-guerra-conflicto-armado.jpg

*Página actual:https://www.flickr.com/photos/arttesano/16551381877 | Fotografía: Juan Carlos Pachón

Todos los números de la publicación se pueden consultar en

www.espaciocritico.com

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Nº 56 AGOSTO / 2015 BOGOTÁ, COLOMBIA ISSN- 2215-8332