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HéctorMiguel Collado ENCASA DEEAMADRE COLECCION PREMIO RICARD OPOESIA MIRO 1990

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Héctor MiguelColladoEN CASADE EA MADRE

COLECCION PREMIORICARD O POESIA

MIRO 1990

CONCURSO LITERARIORICARDO MIRO 1990

FALLO DE LA SECCION POESIA

Decidimos otorgar el PREMIOUNICO a la obra titulada En casade Ia madre, por tratarse de un li-bro excepcional que, mediante imá-genes cotidianas y pulidas, nosmuestra el regreso del hablante(usamos un término de RolandBarthes) a la casa materna, enfren-tando, de tal suerte, todo unmundo de reminiscencias que sontransmitidas al lector con una habi-lidad poco común en nuestras le-tras .Mediante un lenguaje verosímil yaltamente lírico, el autor nos intro-duce en el mundo que nos narra,imponiéndonos una manera poéti-ca poco cultivada en nuestro me-dio: el poema anecdótico, en la me-jor tradición de una ElizabethBishop o de nuestro inmenso Tris-tán Solárte .La imagen del hablante que regresaes la misma de Odiseo, sólo que estavez reencuentra no a su esposa, sinoa su madre y al mundo que ha que-dado intacto en el recuerdo . Luegode esa aventura que es la vida, el ha-blante, "cansado de la edad / y deltrayecto", regresa, "aferrado a sused de eternidad", para "volver acomenzar" .Estamos -no lo dudamos en nin-gún momento- ante un libro queenaltece las letras panameñas .

Pedro Correa VásquezStella SierraMía Gallegos (costarricense)

Ciudad de Panamá, 17 de octubrede 1990 .

EN CASADE LA MADRE

INACINSTITUTO NACIONAL DE CULTURA

DIRECCION NACIONAL DE EXTENSION CULTURAL

Héctor MiguelColladoEN CASADE LA MADRECOLECCION

PREMIOPOESIA1990

EN CASA DE LA MADRE© Héctor Miguel Collado, 1991 .© Primera edición, febrero de 1991 :

Editorial Mariano Arosemenadel Instituto Nacional de Cultura .

Tiraje : 2,000 ejemplares.Impreso en la Impresora de la Nación .

Se prohíbe la reproducción parcialo total de este material .

Derechos reservados conforme a la Ley .

Al invisible, que todo lo puede en todo .A Cecilia, por la casa y los latidos .A Isabel, por el gozo y el infortunio .A Melina, que cuando sea grande quiere ser una flor .A Hemil, que me enseñó a no morirme .A los héroes, mártires y refugiados de la guerraque el 20 de diciembre nos dejó sin casa .

Ayer pasé frente al solar vacíodonde hace tiempo estuvo nuestra casa.( . . .)Si tuviese que empezar de nuevote rogaría humildementeque dejaras intacta la casa. . .( . . .)

. .a ella déjala exactamente como era :el mismo fantasma de mantasucia flameandoal ritmo de los cañonazos que estallabanen mi pecho .

Tristán Solarte

En casa de la madre

Todo el amor del mundocabía en mi casa.Pero el odio reclama sus espaciosy la orfandad exige su raciónde muerte .

Todo el temor del mundose instala bajo la sombraen el rincón destinado a la podredumbre. . .

Solidarios en la noche,hermanos por última vez,agazapados al amanecer,sorprendidos por el milagro de la vidaal mediodía .

Todo el rencor del mundolloviendo,estallando,matando . . .¿Hasta dónde, Señor, hasta cuándo?

Todo el odio del mundo cabe en una bala .

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Mis hermanos lloran hacia dentro,mientras crecen,desesperanzados hijos del hambreque mide todas las cosas .

Mis hermanos duermencon el corazón despierto-la paz no se afirma con acuerdos ni decretos-.

Mis hermanos se multiplican en la selva,en la ciudady desprecian el pan y el sacrificiopor la madre herida .

Mis hermanos mueren de fríoo segados por la sombra en la frontera .

Mis hermanos inventan la luz y la palabra,la ofensiva palpitanteque renace cada día.

Mis hermanos no pierden la vida :ganan la inmortalidad.

Mi padre desgastó su edadtratando de explicarme el mundo .Mi hijo le muestrael camino más cortopara transformarlo .

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Mamá se desnuda :enfrenta nuestro asombro,eludiendo interrogantes . . .No le preocupa ocultarseni cubre sus flácidas carnesde la que alguna vezformamos parte.

A mamá le pesan los añosen el pechoy por las mañanasse desviste de angustiasy pesarespara amamantarnos,para distribuir pedacitos de vidaen la boca de nuestros lamentos .

Mamá lleva un hijo en cada arruga,un embarazo en toda su profundidad.Mamá, mujer de luna y de saly su don mágico de dar la vida .

Algún día brotarán flores de tus manos .Tus brazos de barro bondadosopresidirán la fraganciaen los jardines,tu cuerpo- levadura de los tiempos-será pan repartido en la espesuray tu voz de tacto débilgobernará desde el silenciola delgada travesía de los vientos .

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Mi madre es un arma de doble filo.De su universo manan luz y ríos.Alimenta sus días de hijosconcebidos a quemarropa,a contra esperanza . . .

Mi madre no flota en una nube de angelitos en cueros,ni pisotea la luna en cuarto crecientepara sacudir las penas .Ella posa su planta terrestrey sufre y luchacomo cualquier madre de barroo de madera .

Mi madre recuerda en complicidad con la lluviay estar lejos es un pretextopara inventar noticias de sus críos.Ella vive envenenada de rutinay evade el día fatuo de diciembrepara rodearse de sus frutos.

En la casa de mi madreabunda el pan de la mañana.

La abuela eleva su rezo al cielo,levanta los ojos cansados,suplicantes. . .El silencio es la respuestay ruedan por el barrosus manos mutiladasy su lengua estallacargada de blasfemias .

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La lluvia se deja veniry nosotros solos ;humedece la boca de la tierra,estalla sobre el tejadoy nosotros secosen el fondo de la casa ;hace estremecer de fríoa los hijos desnudos ;eleva su letánica plegariay nosotros desvalijados ;corre por la calle,inunda callejonesy el viento cómplicele cercena la gargantay nosotros desamparados,a la intemperie.

El día penetra la ciudady sus muros crepitan--furor del cielo-.

Los insectos vuelan a sus escondrijosperseguidos por la cruel jauríay los patios de las casas no vencidasse infestan de gritosy lavanderas. . .Y la ropa blanca y ajenadanza como fantasma húmedoen los tendederos .

La mañana consume su horario,el cielo ruge,la ciudad se paraliza,las abarroterías sudan nostalgiasy aglutinan jerga y hambre . . .

La calle permanece con su gesto-máscara de angustia maquillada- .

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La mujer amasa la harinacon destreza de lavanderay el pan de la mañana es una ofrendaal padre,al hijo,a la esperanza .

"No he visto justo desamparado. . .-anuncia el predicador radial-. . .ni que su simiente mendigue pan".

-¡Aleluya!-grita la mujer y se enjuga el quebranto,mientras pone la mesa .

Esta mañana una oración dando las graciaspor la vidailuminará el mantely endulzará el café solitario .

Pregunté :¿Cuántos ladridos hacen la jauría?La dentellada fue el primer aviso .

Las venas calladas denunciaron la averíay comprendí la ferocidad del cangrejocuando desgaja arterias .

¿Porqué tuvo que ser verdad mi profecía?¿Por qué el silencio no decapitólos estruendos de mi lengua?

¿Cómo perdonarle a la muerte su osadía,si este mar de horas no devuelve el ahogadoa los dolientes?

¿Quién es el responsable de esta afrenta?¿Quién debe ser perdonado?¡Más le vale a la vida su coartada!¿Acaso valen las excusas, los remordimientos?¿Cómo fue que no escuchamos el silbato, llovió acaso?

¿Qué decir cuando la anécdota traicione?Tengo las manos sucias de preguntas . . .Pregunté una vez y volví a preguntar,pero nadie, nunca, ninguno me devolvió la llamada .

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La muerte llega,su gesto cotidianodesgrana rigurosos lutosy lágrimas alcoholizadas ;llena templos sumergidosen un sórdido panal de campanadas ;descalza la vida, toca fondo,penetra mis callesy revienta las puertas de mi casa .Llega, bélica y voraz,con cara de funesto dictadorrepartiendo bofetadas .Llega, animal impasible y arroja tu senectud al patio,tus dientes postizos, tu silencio,tu recuerdo embalsamado.Llega y me desarma el canto,derrota la columna de mis versos . . .

El día penetra por mis ojos,las palabras se me enredan en la lenguacuando mi madre sucia impotenciay tú te marchas por un agujero del mundoy nos dejas sordos,amasando en silencio tus memorias.

La semilla se esparcíapor los surcos de la infancia .

La mano empuñaba el gritoy después lo inauguraba.

Dos alas, dos hemisferiosasidos en una danza.

¿Y el niño?Girando en tornode la tierra coronada.

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El tiempo devoró mis aviones de madera ;hizo naufragar mis barcos de papely descarriló, sin advertirme,aquel tren de lataque olvidó el lugar de la estacióny la hora del silbato.

Mi tren,mi tren de latacuya locomotora continúa alejándoseadentro del niño que no volverá.

El cielo desata una batalla de truenos .El relámpago impone su código.La lluvia se aguarece en los balcones .Mamá corre a descolgar su oficio .

Contemplo en silencio mis zapatos viejos,húmedos de infancia . . .La camisa se pega a mi cuerpo como otra pielazul escuela.

Mis cuadernos eran astilleros :acorazados y mercantes enfilaban sus proashacia el mar náufrago de olvidos .

Llueve otra vez . . .El agua se reparte, las olas se repiten,el mar se reconoce en las esquinas .Mamá no saldrá esta veza recoger este recuerdo .

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De barcosviejas fotografías

Mi abuelo descubrió a Irenedesierta,a mitad de su bitácoray colonizó su besoy su vientre.

Mi abuelo, que era carpintero,hizo y deshizo los muebles,la casa,los hijos . . .y un día de esos se fue .

Y se quedo solo,sin brújula,sin Irene .

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Irene,náutica y telúrica,orientó y sostuvola efímera rosa de los vientos . . .

Más tarde llenó su pechocon otro latido .

Tuvo horas de soly de sombray nuevos cardinales en la entraña.

Mujer con sed,trascendió el horizonte .

La lluvia se precipitó sobre la casa . . .Mi padre era apto para ser padrey se embarcó en su isla de concupiscenciapara naufragar en los mares de Cecilia .

Cecilia, agalla del desove,entre hipocampos y cangrejos,levantó la veda . . .

Después de enero y julio,hizo su agostoy amamantó desvelo y cansancio,mi lloro y mi crugir de dientes.

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La mitad de mi infancia fue calcinadapor un flagelo virulento . . .Pero volvía mis zapatosy a mis juegos.

No había cantado el gallo aúncuando nos mudamos de casay de recuerdo.Mi padre dejó de volver por las tardes.

La edad me caminó por adentro :tuve un padre, postizoy hermanos diferentes.Asombrado vi cómo se llenaba la mesade manos y de platosgritando soledad :el pan duraba lo que un besoen una boca odiosa .Las manos eran voraces bocas,las bocas eran voraces manos :querían devorarlo todo .

Abrí los ojos para enfrentar el tableroespeso, verde, en espera del grito blancoinmenso de la tiza.

Resolví los misterios de los númerosy los códigos del abecedario.Compartí mi pan y mis cuadernosy embadurné mis manoscon el sol del mediodía .

Decidí la mañana del barro de los parquesy rubriqué con los hijos de mi tiempoel muro de garabatosy el solar de obscenidades .

A flor de callecrecimos juntos,a flor (le crecernos juntamos a la calle.

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Alguna vez ejercí de astrónomoy bajé a la playa con mi estrella en el bolsillo .La comparé con todas las escamasque había en el cielo de las redes.

Allí,a píe descalzo,coseché mangosy cangrejosy problemas. . .Y disparé contra avionesy barcosy soldados. . .apoyado por la columna de versosde la Avenida de los Poetas,las manos y el alma llenasde mangos y de anhelos .

En el barriolas casas derrotadaseran consumidas por el fuegode las panaderías.

En medio de un batir de alasheredé la camisa de mi hermano .

Supe de dolores ajenosy aprendí que eran idénticospara cada habitante del desafíoy la derrota.

Caí varias veces,pero me remonté al solvez tras vezsobre el pájaro del tiempo .

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En complicidad con la nochemalversé mi inocencia .Novio furtivo,supe de una vez y para siempreque tenía derecho a ciertos placeresen castidades ajenas .

Canté mi disonante en el baño comunaly la herencia me lanzó a descubrir cuerposa través de agujeros anónimoslabrados con lujuria . . .

Muerta la inocencia,acepté el pacto :me arranqué los juegosy ayudé a hacer la escuela y la vereda ;le conocí la entraña a la flor del arroz ;porté librosy aproximé su lámpara alfabetizadaa quienes atesoran canas,arrugasy soledades.

Libré combates callejeros-pequeñas guerras justas-,me defendía.

Agité la flor del aire,enarbolé pancartas,consignasy banderas. . .envenenado de idealismocomo cualquier mortal despalabrado.

Supe de la unidad y la diferenciaentre los hombresy descubrí-imagen y semejanza-lo que el horizonte tiene de ciertoen el fondo de los peces :un mar que une y separa .

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Superado el aislamiento,la incertidumbreperito en dudas, interrogacionesy misterios,solté la casa . . .Me unía las filas de la luzy tomé el camino de la vida .

Escribí versos clandestinosy morbosos,hasta que algo me golpeósúbitamente :ella venía hacia míhecha de polvo,soploy camino.

Ahora,cansado de la edady del trayecto ;del día, oloroso a derrota,que se alimenta de espectrosy negaciones ;cansado del adiós desangrandouna mano de mujeren algún puerto ;cansado de desvivir,de malversar los díasotorgados para acumular hijosy abuelos muertos;aferrado a mi sed de eternidad,vuelvo a empezar.

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CONTENIDO

EN CASA DE LA MADRE

Todo el amor del mundo 13Mis hermanos lloran hacia adentro 14

Mi padre desgastó su edad 15Mamá se desnuda 16

Algún día brotarán flores de tus manos 17Mi madre es un arma de doble filo 18

La abuela eleva su rezo al cielo 19La lluvia se deja venir 20

El día penetra la ciudad 21La mujer amasa la harina 22

Pregunté 23La muerte llega 24

La semilla se esparcía 25El tiempo devoró mis aviones de madera 26

El cielo desata una batalla de truenos 27

DE BARCOS Y VIEJAS FOTOGRAFIAS

Mi abuelo descubrió a Irene 31Irene 32

La lluvia se precipitó sobre la casa 33La mitad de mi infancia fue calcinada 34Abrí los ojos para enfrentar el tablero 35

Alguna vez ejercí de astrónomo 36En el barrio 37

En complicidad con la noche 38Libré combates callejeros 39Superado el aislamiento 40

Ahora 41

Impresora de La Nación/INAC/1128Panamà/1991

INCAINSTITUTO NACIONAL

DE CULTURA

Licda. JULIA REGALES DEWOLFSCHOONDirectora General

Prof. JORGE HARDINGANDREVESubdirector General

Dra. ANA ELENA PORRASDirectora Nacional deExtensión Cultural

Prof. ROBERTO McKAYDirector de Publicación yComunicación, a . i.

Prof. ENRIQUE JARAMILLOLEVIJefe del Departamento deLetras

Prof. RAMON OVIEROJefe de la Editorial MarianoArosemena

PABLO MENACHOJefe de Diseño Gráfico

Prof. HECTOR RODRIGUEZ C .Jefe de la Impresora de laNación

Héctor M . Collado, nació en laCiudad de Panamá el 28 de agos-to de 1960 . Como poeta ha gana-do numerosos premios locales yvarios internacionales . En 1990gana el Concurso Literario "Ri-cardo Miró" en Poesía con Encasa de la madre . También escri-be cuentos . Ha sido redactor demateriales de lectura y actual-mente es documentalista delCentro de Documentación de Li-teratura Infantil del Banco delLibro (Ministerio de Educación) .Premios suyos fueron incluidosen las siguientes antologías na-cionales : Poesía Panameña Con-

temporánea (seg . edición, corre-gida y aumentada), Ed . Penélope,México, D .F ., 1982 ; Poetas Jó-venes de Panamá, Ed. Signos,Panamá, 1982; y Poesía Pana-meña Actual, No . 4, Ed . MarianoArosemena (INAC), Panamá,1984. Aparece con otros autoresen los siguientes libros : Verde,infinito comandante (1982 ; poe-sía) y Siluetas y otros cuentos(1983) .Ha publicado dos poemarios :Trashumancias, Ed . Signos, Pana-má, 1982 ; El genio de la tormen-ta, Ministerio de Educación, Pa-namá, 1983 .