Clima prelectoral preocupante

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A cinco das de los comicios que habrn de realizarse el 7 de junio impera en el pas un ambiente enrarecido, tenso e incluso violento, que constituye el peor de los contextos posibles para el buen desarrollo de la eleccin, en la que estn en juego la renovacin de la legislatura federal y de las gubernaturas, congresos y ayuntamientos de 17 entidades.El teln de fondo de este proceso se caracteriza, en primer lugar, por el persistente estancamiento econmico, la incontrolable inseguridad pblica y las reiteradas violaciones a los derechos humanos; por el pronunciado descrdito de la clase poltica, de las instituciones en general y de las electorales en particular, las cuales no slo arrastran el desprestigio de votaciones pasadas, que se saldaron con resultados impugnados, sino que cargan con su falta de determinacin, claridad y autoridad en el curso de las campaas recin culminadas. Tanto el Instituto Nacional Electoral (INE) como el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federacin han exhibido, a ojos de la poblacin, un comportamiento omiso, inequitativo y poco imparcial. La muestra ms clara de tal actitud ha sido su incapacidad o su falta de voluntad para poner un alto a las sistemticas y contumaces violaciones a la legislacin cometidas por el Partido Verde Ecologista de Mxico.A la incertidumbre de un rbitro que rehsa comportarse como tal debe sumarse la alarmante violencia poltica que se ha cobrado ya la vida de ms de una decena de candidatos, precandidatos, cuadros y activistas de distintos partidos en diversas entidades de la Repblica y que se ha traducido en grescas de diversa magnitud. El pasado domingo, para no ir ms lejos, ocurri en la localidad yucateca de Peto un enfrentamiento entre panistas y pristas, que dej un saldo de al menos un muerto y media docena de heridos. Hechos similares, aunque menos cruentos, han tenido lugar, en das pasados, en otros puntos del pas y en la ciudad capital. A esas expresiones de violencia facciosa deben agregarse los recientes ataques annimos a oficinas del INE en Puebla.El correlato ineludible de estos hechos lamentables y repudiables es una guerra de lodo entre partidos y contendientes en la que menudean las filtraciones, el espionaje, las calumnias y la intromisin en la privacidad, as como una competencia propagandstica ms orientada a la descalificacin de los adversarios que a la promocin de las propuestas propias o, en el mejor de los casos, dominada por la lgica publicitaria comercial y ayuna de contenidos y programas. Paradjicamente, la polarizacin que se retroalimenta de esta manera no es causada por contrastes entre plataformas y planes, sino por meras disputas por los cargos y las posiciones de poder. Adicionalmente, en los escenarios de comicios estatales y municipales proliferan las denuncias y las protestas ante las prcticas antidemocrticas ms aejas y vergonzosas, como la coaccin y compra de votos, el acarreo de ciudadanos, la destruccin de propaganda de partidos adversarios y la no muy oculta intromisin de autoridades, con el propsito de inclinar la balanza en favor de sus propias formaciones.Por si algo faltara, ha de agregarse a este panorama incierto la presencia de movimientos sociales sectores del magisterio disidente y participantes en la lucha en solidaridad con los normalistas de Ayotzinapa que han expresado su indignacin y su exasperacin, sin duda fundamentadas, en una determinacin contraria a la realizacin de los comicios.En tal circunstancia, es exigible a los gobernantes de todos los niveles que se abstengan de intervenir en el proceso comicial y a las instancias electorales que mantengan la civilidad y ejerzan la autoridad de que estn investidas para controlar y sancionar en forma pareja y firme cualquier infraccin al marco legal. Asimismo, es procedente una exhortacin a todos los partidos, dirigentes y candidatos para que se conduzcan con sentido republicano; en cuanto a las causas sociales que repudian no sin razn el proceso de renovacin de autoridades, cabe pedirles que eviten la violencia, y a la ciudadana en general, que mantenga sus convicciones y filiaciones polticas y partidistas en los estrictos cauces de la civilidad y evite ser caja de resonancia de improperios, rumores, insidias y descalificaciones sin fundamento, y que haga conciencia sobre un hecho bsico: el sentido democrtico de los comicios es encauzar en forma pacfica los conflictos y las diferencias, no alimentar la desarticulacin y la violencia.