Claudia Banfi - Notas de Una Clinica Musicoterapeutica

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XII Congreso Mundial de Musicoterapia Sesión de música : Notas de una clínica musicoterapéutica / Claudia Banfi Dos escenas contextuadas en el ámbito universitario de intercambio entre musicoterapeutas inspiraron la necesidad de escribir este trabajo. La primera se dio hace algunos años en el marco de un ciclo de encuentros organizado por la Licenciatura en Musicoterapia de la Universidad Abierta Interamericana denominado “Estéticas de la diferencia”. En una de esas reuniones se debatía a partir de la proyección de un film que mostraba el trabajo de Reynols, un grupo argentino de música experimental liderado por un baterista con sindrome de Down. Una colega con largos años de ejercicio clínico y docente exponía su punto de vista, y para explicarse mejor ante los participantes no-musicoterapeutas tales como el cineasta que dirigió la película, otros docentes, músicos y compositores invitados, aclaró con convicción: “ …no es que los musicoterapeutas hagamos música alegremente con los pacientes…” “ No? - pensé en ese momento – entonces, qué hacemos?!” Y la pregunta quedó reverberando en mi pensamiento. La segunda escena tuvo lugar hace menos de un año, durante las Jornadas convocadas por la Cátedra de Prevención de la Licenciatura en Musicoterapia de la Universidad del Salvador para tratar, entre otros, el tema de la salud y prevención en la formación. Un grupo de alumnos de esa casa expuso como problema la relación cada vez más escasa que ellos notaban que tenían con la propia música, con tocar, con hacer música, a medida que aumentaba su práctica de la musicoterapia y su dedicación al ejercicio clínico. El planteo de los estudiantes fue expuesto con humor, coraje y música, y nuevamente me condujo a la pregunta por la música en los tratamientos musicoterapéuticos: “aparentemente - me dije - estos jóvenes tampoco vivencian como música aquello que hacen en musicoterapia.” Este trabajo pone en foco y problematiza una cuestión que en no pocos discursos, tanto teóricos como clínicos, aparece como naturalmente resuelta en la consideración de un algo que suena, se ejecuta, se escucha en las sesiones de musicoterapia y que evidentemente no es La Música, esa que todos amamos, con mayúsculas. Entonces, qué es? 1

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Articulo publicado por la musicoterapeuta Claudia Banfi (Argentina)

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XII Congreso Mundial de MusicoterapiaSesin de msica :Notas de una clnica musicoteraputica / Claudia BanfiDos escenas contextuadas en el mbito universitario de intercambio entre musicoterapeutas inspiraron la necesidad de escribir este trabajo.La primera se dio hace algunos aos en el marco de un ciclo de encuentros organizado por la Licenciatura en Musicoterapia de la Universidad Abierta Interamericana denominado !st"ticas de la di#erencia$. !n una de esas reuniones se debat%a apartir de la pro&ecci'n de un #ilm (ue mostraba el trabajo de )e&nols* un grupo argentino de m+sica experimental liderado por un baterista con sindrome de Do,n. Una colega con largos aos de ejercicio cl%nico & docente expon%a su punto de vista* & para explicarse mejor ante los participantes no-musicoterapeutas tales como el cineasta (ue dirigi' la pel%cula* otros docentes* m+sicos & compositores invitados* aclar' con convicci'n./no es (ue los musicoterapeutas hagamos m+sica alegremente con los pacientes/$ 0o1 - pens" en ese momento 2 entonces* (u" hacemos13$ 4 la pregunta (ued' reverberando en mi pensamiento.La segunda escena tuvo lugar hace menos de un ao* durante las 5ornadas convocadas por la 6tedra de 7revenci'n de la Licenciatura en Musicoterapia de la Universidad del 8alvador para tratar* entre otros* el tema de la salud & prevenci'n en la #ormaci'n. Un grupo de alumnos de esa casa expuso como problema la relaci'n cada vez ms escasa (ue ellos notaban (ue ten%an con la propia m+sica* con tocar* con hacer m+sica* a medida (ue aumentaba su prctica de la musicoterapia & su dedicaci'nal ejercicio cl%nico. !l planteo de los estudiantes #ue expuesto con humor* coraje & m+sica* & nuevamente me condujo a la pregunta por la m+sica en los tratamientos musicoterap"uticos. aparentemente - me dije - estos j'venes tampoco vivencian como m+sica a(uello (ue hacen en musicoterapia.$!ste trabajo pone en #oco & problematiza una cuesti'n (ue en no pocos discursos* tanto te'ricos como cl%nicos* aparece como naturalmente resuelta en la consideraci'n de un algo (ue suena* se ejecuta* se escucha en las sesiones de musicoterapia & (ue evidentemente no es La M+sica* esa (ue todos amamos* con ma&+sculas. !ntonces* (u" es1La iptesis es !ue la idea de msica !ue cada musicoterapeuta conci"e esdefinitoria de la dimensin terica# clnica $ sociopoltica de su !ueacer%& in'irtiendo los trminos# podramos decir !ue el sistema de 'alores $ creencias de cada musicoterapeuta se e(presa en el modo en !ue piensa la msica%& me)or# !ue e(iste una e!ui'alencia o identidad funcionalentre la idea de msica !ue un musicoterapeuta afirma $ su posicionamiento tico%9eamos.Desde la perspectiva de un pensar est"tico* es decir* arraigado en lo sensible* el encuentro de musicoterapia es una posibilidad de #undar novedosamente una #orma. Una#orma material* :sonora* corporal;* (ue constitu&a en s% misma una mutaci'n de lassubjetividades involucradas* en la medida en (ue surja como alternativa a lo (ue se daba. 8i esta trans < #ormaci'n ocurre* ha& acontecimiento cl%nico* acto musicoterap"utico* acontecimiento est"tico. !se acontecimiento se da en la m+sica* como sea (ue ella se mani#ieste.17or lo tanto* el encuentro musicoterap"utico* la sesi'n de musicoterapia* es musical. !n una sesi'n de musicoterapia* lo (ue re-une es la m+sica. = no17regunto a la comunidad de colegas. cuando en nuestros relatos cl%nicos o postulados te'ricos hablamos de ritmos* movimientos* sonoridades o gestos* estamos re#iri"ndonos a nuestra propia relaci'n sensible con tales elementos1 8omos entonces m+sicos hablando de m+sica1 )econocemos objetos sonoros (ue constitu&en en nuestra propia vivencia la materia de un lenguaje* respondemos comprometidamente ala inmanencia de un sentido (ue existe por(ue estamos encontrados con otro:s; en la m+sica1!n su ensa&o sobre el artista Marcel Duchamp* el poeta =ctavio 7az dice (ue la desventaja de las hip'tesis psi(uitricas o psicoanal%ticas elaboradas a partir de una obra consiste en (ue sus autores consideran a las obras +nicamente como s%ntomas o expresiones de ciertas tendencias ps%(uicas$* siendo (ue las realidades psicol'gicas & las del arte viven en niveles distintos de signi#icaci'n$.>6uandolo (ue hacemos o escuchamos en la sesi'n es percibido como conjuntos de seales a ser decodi#icas* es decir* traducidas a un otro sistema de signos & valores establecidos a priori en el discurso del musicoterapeuta* esa asignaci'n unilateral de signi#icado traslada a un plano extramusical a(uello (ue debi' existir s'lo en la m+sica* roba del otro su parte musical. Mediante ese procedimiento* con#inamos alpaciente en su casillero & garantizamos (ue la experiencia no a#ecte los t"rminos de las di#erencias - de salud* saber & poder - (ue la #undaron . Dicho de otro modo* all% el musicoterapeuta escucha para establecer una direcci'n estrat"gica de su hacer en #unci'n de un saber previo. Las conductas musicales del paciente son le%das & evaluadas en tanto indicios* re#ieren a un signi#icado (ue las precede.!n ese caso* entonces* el musicoterapeuta ejerce un rol anal%tico* didctico* despliega habilidades & t"cnicas aprendidas* pero exclu&e de su vivencia a la m+sica* eso de lo sonoro capaz deatravesarlo & conmoverlo. !l m+sico se ausenta de la musicoterapia. 0o ha& en la sesi'n un encuentro entre m+sicos* &a (ue el paciente no es escuchado< percibido< tratado como m+sico* ni el terapeuta se dispone & ubica como tal.Dice el compositor Arnold 8ch?mberg. La suposici'n de (ue una pieza de m+sica debe despertar representaciones de cual(uier clase & de (ue* si estas #altan* la pieza no ha sido entendida o no vale nada* est tan ampliamente di#undida como s'lo pueden estarlo lo #also & lo banal. De ning+n arte se exige algo parecido* sino (ue uno se con#orma con los e#ectos de su materia.$ :en La relaci'n con el texto* >@>A;A4 7ierre Boulez.La m+sica merece un campo de re#lexi'n (ue le pertenezca espec%#icamente & no simples adecuaciones a estructuras del pensamiento (ue le son exraasC la libertad de la re#lexi'n musical resulta peligrosamente alienada con estas diversas DcolonizacionesE :/;. !l m+sico s'lo llega a la idea de m+sica mediante la m+sica misma :/;* s'lo all% es irre#utable. La Dno signi#icaci'nE de la m+sica es* irremediablemente* nuestra #uerza espec%#ica$ :en 0ecesidad de una orientaci'n est"tica$* >@FG;G Desde una concepci'n est"tica de la musicoterapia* no parece posible ignorar las #ormas. 8e nos impone* en cambio* una l'gica (ue advierte en las #ormas su poder disciplinante :normativo* restrictivo; o su potencia emancipatoria :creativa;.1 Paz, Octavio. Marcel Duchamp.Ed. Elos. San Pablo, 2004. 2 arc!a "aborda, #. M. "a m$sica moderna % contempor&nea a trav's de los escritos de sus prota(onistas Ed. Doble #. Sevilla, 2004) arc!a "aborda, #.M., op.cit.2Desde un pensar est"tico* las modalidades expresivas e(uivalen al sujetoC la subjetividad& su #ormato son lo mismo. A(uello (ue sensoperceptivamente se con#igura de manera esttica o id"ntica* est siendo por lo tanto estasis* molde* identidad* encierro.6ontrariamente* si en las #ormas de los sonidos & la dinmica de los cuerpos se percibe la posibilidad concreta de una alternativa* son las subjetividades as% involucradas las (ue ad(uieren la potencia de otra libertad. La libertad no es un saber/$HDice 5ohn 6age.Una acci'n experimental es a(uella cu&o resultado no es predecible. A esta acci'n se llega cuando se ha decidido (ue los sonidos tengan entidadpropia :/; Abandonar el control* de modo (ue los sonidos puedan ser sonidos. : Iistoria de la m+sica experimental en !stados Unidos* >@J@;.J7ierre Boulez.Lejos de ser un desecho de la historia* lo iprevisible & lo imprevisto constitu&en una de sus ms brillantes mani#estaciones$. :La est"tica & los #etiches$* >@F>;=livier Messiaen. !l estilo se halla sujeto a la vida & a la sangre delcompositor. Uno cambia* & cada cambio produce nuevos medios de expresi'n$. :>@HF;.F6uando lo (ue hacemos o escuchamos en sesi'n es m+sica* ella es la (ue inaugura la posibilidad de (ue ocurra* en las #ormas mismas de ese hacer* algo in"dito. !l otro con (uien tocamos o escuchamos* ese cu&a m+sica nos sentimos invitados a compartir* escapa aun(ue ms no sea #ugazmente del lugar vincular establecido o instituido en el (ue est con#inado &puede ms* deviene igualitariamente m+sico.!l hacer emptico* la sinton%a (ue el encuentro musical re(uiere para ocurrir* es la cualidad en (ue la musicoterapia alberga su potencia.8i lo (ue hacemos con los usuarios de los tratamientos de musicoterapia es m+sica* procuraremos estar con ellos en un estado de apertura sensible* conectados con nuestras pasiones en la acepci'n spinozista del t"rmino* & dispuestos a la com-pasi'n. 7odemos persistir en la b+s(ueda de lo alegre. 0o nos re#erimos a lo risueo* jocoso o banal* sino a la alegr%a como resultado del modo potenciador en (ue el encuentro con otros puede a#ectarnos* a a(uella a#ecci'n mutua capaz de intensi#icar nuestra potencia.As% vinculados* si la m+sica (ue suena en la sesi'n nos expresa* es probable (ue en alg+n momento las #ormas sonoras del otro encuentren en su expresarse una oportunidad de alivio * una manera alterna de mani#estaci'n material* una expansi'n deluniverso de lo posible en el plano de la subjetividad.Ahora bien* seg+n lo &a expuesto* c'mo imaginamos esa m+sica cu&a presencia permite (ue ha&a musicoterapia1Luciano Berio.6omo &a no necesitamos reconocer la poes%a por :/; la medida de los versos :/; del mismo modo tampoco necesitamos reconocer la m+sica en los parmetros dados de cual(uier cultura musical$ :M+sica & poes%a 2 una experiencia$* >@J@;K&?rg& Ligeti. /no tengo ninguna idea #ija de hacia d'nde va a tender todo estoC no tengo ninguna visi'n de#initiva del #uturo* ning+n plan general* sino (ue avanzo de obra en obra palpando en distintas direcciones* como un ciego en un laberinto.$ : Iomenaje$* >@@G;L4 Paz, Octavio. op.cit.* arc!a "aborda, #.M., op.cit. + arc!a "aborda, #.M., op.cit., arc!a "aborda, #.M., op.cit.)0o podemos & tal vez eso sea bueno* describir las #ormas & procedimientos* & mucho menos las ideas o sentimientos (ue habrn de dar lugar a una m+sica. 0o se trata de de#inirla sino de encontrarla* all% donde nosab%amos (ue estaba. 8i en el universo de lo sonoro alg+n elemento nos invita a escucharlo* si podemos relacionarnosmusicalmente con "l por(ue nuestra escucha es concientemente creativa* es probable (ue la m+sica se haga presente. !sta posibilidad* (ue re(uiere como &a dijimos de una mxima disponibilidad est"tica o apertura plsticahacia el otro por parte del m+sico < terapeuta* es la compleja clave* la llave mgica (ue da al jard%n. !l terreno de la musicoterapia se nutre & #ertiliza con la musicalidad del musicoterapeuta* cu&a misi'n es la de potenciar lenguaje* conectndose est"ticamente con cual(uier elemento #ormal existente en el marco del encuentro cu&a materia expresiva pueda devenir m+sica.Mue los musicoterapeutas nos valemos de nuestra sensibilidad al sonido para detectar en las producciones sonoras de los pacientes los rasgos (ue posibiliten alguna #orma de comunicaci'n es una aseveraci'n aceptada como principio general de la disciplina. 0o obstante* ha& una di#erencia (ue importa establecer para ubicarnos. 6uando escucho las sonoridades presentes en la sesi'n & me vinculo con ellas* (u" esto& haciendo1 6ul es mi registro singular de lo (ue transcurre en esa experiencia1Anton Nebern. 8ch?mberg educa para crear.:/; Busca darle al alumno el valor & la #uerza de observar las cosas de tal manera (ue todo lo (ue mire se vuelva algo extraordinario s'lo por la manera de observar$:!l disc%pulo de 8ch?mberg* >@>A;!n su tratado de los objetos musicales* 7ierre8chae##er se ocupa del hacer del m+sico. /hemos intentado describir el nacimiento de los sistemas musicales inconscientes :/; (ue hacen a los miembros de una civilizaci'n musical tan hbiles para reconocer los rasgos pertinentes :los (ue juegan un rol en la estructura; al tiempo (ue los vuelve prcticamente sordos a los rasgos no pertinentes :/; 7odemos evaluar cul es la potencia de este entrenamiento* & cules el aprendizaje necesario para desaprender* & o%r la m+sica de los otros$:Del #onema a la nota musical$; Olvidarse de la autenticidad de la percepci'n es arruinar la noci'n de objeto. 7ero tomar conciencia de esta experiencia es proporcionar un nuevo objeto al pensamiento :/;4a no es escuchar* sino escucharse escuchar$. :Los dos in#initos$; !scuchemos a un nio (ue ha elegido una hierba adecuada* la toma entre las palmas de las manos & sopla sobre ella* mientras el hueco de sus manos le sirve de resonador.:/; !ste nio experimenta sus sonidos unos tras otros* & el problema (ue se plantea no es tanto el de laidenti#icaci'n como el del estilo de producci'n :/; su intenci'n es visiblemente musical:/;* no se le podr negar una intenci'n est"tica :/;.no est llamando a nadie* no sirve a ninguna utilidad* su objetivo es gratuito.:/; 0o contento con #abricar sonidos* juega con ellos* los compara* los encuentra ms o menoslogrados :/; 8i este nio no hace m+sica* (u" hace1$ :!l nio & la hierba$;Debemos distinguir en primer lugar los sonidos sin intenci'n :inclu&endo los de los seres vivos (ue hacen ruido;* & despu"s los sonidos intencionales emitidos con un objetivo de comunicaci'n :& a(u% inclu%mos el grito animal* la palabra del hombre & las seales morse del tam-tam;. :/.; La intenci'n de hacer m+sica consiste en tomar sonidos de la primera categor%a :no especializados en lenguajes; para elaborar con ellos una comunicaci'n de la segunda categor%a :pero sin (uerer decir nada;$:Iip'tesisdel dato sonoro$;7odr%amos decir (ue la escucha musical tradicional es la escucha de lo sonoro de los objetos musicales estereotipados* mientras (ue la escuca msica *del msico+ ser%a la escucha musical de nuevos objetos sonoros propuestos para el empleo musical. !s un nuevo objeto de actividad* no &a una intenci'n sino una invencin aplicada al objeto sonoro.$ :La actividad de la m+sica$;4/vamos a escuchar los objetos sonoros con un odo musical, vamos a proporcionarnos objetos sonoros convenientes & a trabajarlos en consecuencia* a extraerlos de sus contextos naturales. !sto es la invencin msica (ue nace de la creacin artstica.$:La invenci'n musical$;PUna cosa es disponerse abnegada y tolerantemente a comunicarse* por ejemplo*a trav"s de un g"nero musical (ue desde el gusto nos resulta insoportable* o de un objeto sonoro cual(uiera (ue en s% mismo no nos despierta el menor inter"s musical* & a partir de eso* proceder a la aplicaci'n de un m"todo (ue se valga de tal aptitud comprensiva < explicativa de modo (ue las decisiones & acciones resulten en los e#ectosesperados de una terap"utica. !n este caso* di#%cilmente nuestra percepci'n construir una vivencia de m+sica al interior del encuentro.Mu& distinta es la ubicaci'n cuando el compromiso (ue establecemos de antemano con nuestro (uehacer es el de ir en busca de la m+sica* de a(uello (ueen nuestra experiencia subjetiva se vivencie musicalmente. 0o estaremos entoncescondescendiendo a prestar nuestro o%do musical & nuestra ductilidad de instrumentistas*cantantes o bailarines a esas formas devaluadas del arte (ue la di#erencia de roles parecer%a imponernos como deber* sino (ue nos vincularemos desde nuestra condici'n deseante con a(uello de lo sonoro (ue nos permita devenir m+sicos. 7or(ue es solamente a partir de esa decisi'n (ue estaremos jugando limpio a la hora de disponernos con el pr'jimo aimprovisar en base a un jadeo*escuchar una sin#on%a* o cambiar la letra de una cumbia.6reo importante aclarar (uela musicoterapia es interdisciplinaria no solamente en los modos de su ejercicio sino en su concepci'n misma* en la manera en (ue ella es pensada. 0o proponemos por lo tanto la idea de una musicoterapia pura$(ue no lleve en su cuerpo :corpus; la mezcla de colores & or%genes propia del conjunto complejo de saberes con (ue se constru&e una disciplina. Al contrario* es su carcter mestizo lo (ue nos permite dar cuenta* ampliar la mirada cl%nica* entender & dar a entender lo (ue hacemos.7ero en los avatares del ejercicio cl%nico* si bien en muchos momentos paseamos c'modos & nos sentimos en casa en losterritorios a#ines del psicoanlisis* lapedagog%a musical o el psicodrama* s'lo por dar ejemplos* es cuando aparece la m+sica (ue devenimos musicoterapeutas. 4 es cuando ese hacer musical con el otro trans#orma est"ticamente :las #ormas del padecimiento; (ue ha& acto musicoterap"utico. !s all% donde nuestra pro#esi'n a#irma su "tica.7or(ue ese hacer musical me involucra como actor* so& parte del acto mencionado* no ha& un a#uera de mi propia m+sica hacia donde desplazo al otro* sino (ue las subjetividades de todos los actores estn comprometidas est"ticamente en a(uello (ue singularmente pueda darse & entenderse como m+sica.A(uello (ue singularmente pueda darse & entenderse como m+sica ser* cada vez* la m+sica.Buenos Aires* AOOP- Schae..er, Pierre. /ratado de los ob0etos musicales. Ed.1lianza, Madrid, 200)*