Clases Medias en Chile_homogamia

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UNIVERSUM · Nº 27 · Vol. 1 · 2012 · Universidad de Talca 111 Clases medias chilenas y transgresión de la homogamia: una perspectiva histórica 1 Oscar Mac-Clure (*) RESUMEN En este trabajo estudiamos a las clases medias chilenas desde el punto de vista de procesos poco reexivos de transgresión, que son relevantes cuando se enfrentan las desigualdades sociales desde la perspectiva de los propios individuos, como ocurre respecto de la homogamia. Un estudio histórico, desde el período post-colonial hasta hoy, nos permite caracterizar cómo ocurren estas transgresiones. Palabras clave: Clase media - crítica - transgresión - homogamia - desigualdad. ABSTRACT In this paper we study the Chilean middle classes from the point of view of small reexive processes of transgression, which are relevant when addressing social inequalities from the perspective of the individuals themselves, as for homogamy. An historical study, from the post-colonial period until today, allows us to characterize how these transgressions happens. Keywords: Middle class - critique - transgression - homogamy - inequality. (*) Sociólogo y Doctor en Historia. Académico del Centro de Investigación Sociedad y Políticas Públicas, Universidad de Los Lagos, Santiago de Chile. Artículo enviado el 31 de enero 2012. Aceptado por el Comité Editorial el 14 de mayo de 2012. Correo electrónico: [email protected] 1 La variable clases sociales (EGP) para las encuestas aplicadas en Chile, utilizada en este trabajo, fue elaborada por Vicente Espinoza, a quien agradezco sinceramente su apoyo. Mis agradecimientos también a Emmanuelle Barozet por sus rigurosos comentarios a este artículo. Clases medias chilenas y transgresión de la homogamia: una perspectiva histórica Oscar Mac-Clure Pp. 111 a 141

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historia de sociedad chilena siglo XIX

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UNIVERSUM N 27Vol. 1 2012 Universidad de Talca111 Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histrica1Oscar Mac-Clure (*)RESUMENEnestetrabajoestudiamosalasclasesmediaschilenasdesdeelpuntodevistade procesos poco reexivos de transgresin, que son relevantes cuando se enfrentan las desigualdades sociales desde la perspectiva de los propios individuos, como ocurre respecto de la homogamia. Un estudio histrico, desde el perodo post-colonial hasta hoy, nos permite caracterizar cmo ocurren estas transgresiones. Palabras clave:Clase media - crtica - transgresin - homogamia - desigualdad.ABSTRACTInthispaperwestudytheChileanmiddleclassesfromthepointofviewofsmall reexiveprocessesoftransgression,whicharerelevantwhenaddressingsocial inequalities from the perspective of the individuals themselves, as for homogamy. An historical study, from the post-colonial period until today, allows us to characterize how these transgressions happens.Keywords:Middle class - critique - transgression - homogamy - inequality. (*) Socilogo y Doctor en Historia. Acadmico del Centro de Investigacin Sociedad y Polticas Pblicas, Universidad de Los Lagos, Santiago de Chile.Artculo enviado el31 de enero 2012. Aceptado por el Comit Editorial el 14 de mayo de 2012.Correo electrnico: [email protected](EGP)paralasencuestasaplicadasenChile,utilizadaenestetrabajo,fueelaboradapor Vicente Espinoza, a quien agradezco sinceramente su apoyo. Mis agradecimientos tambin a Emmanuelle Barozet por sus rigurosos comentarios a este artculo.Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histricaOscar Mac-ClurePp. 111 a 141112IntroduccinEn este artculo estudiaremos histricamente a las clases medias chilenas analizando en qu medida y cmo en las uniones de pareja se ha cuestionado la homogamia, la que incide de modo prctico en las desigualdades sociales.Las transformaciones en la composicin de los estratos medios, en sus oportunidades de movilidad social y en su identidad, han ocupado de modo preferente la atencin de los estudios recientes sobre las clases medias en Chile y Amrica Latina (Franco, LenyAtria2007,FrancoyHopenhayn,2010,OECD,2011).Enestosestudiosha perdido relevancia el paradigma que en el pasado se interrog sobre las clases medias comoparticipantesenlosconictosdelasociedad,asignndolesunrolintermedio ynalmentesubordinadoalasposicionesconservadoras(Filgueira,2001),una interrogante que retomaremos en este trabajo sin asignar un papel predenido a estas clases. Lasdesigualdadessocialeshanconstituidohistricamenteunrasgocentralde sociedades como la chilena y la latinoamericana, por lo que resulta de inters estudiar elcadavezmsdecisivoapoyoorechazodelasclasesmediasaestasituacin.En ciertos momentos histricos, en las clases medias chilenas han surgido posturas que handeslegitimadoalsistemaestablecido,enparticular,restandojusticacinalas desigualdadeseinjusticiassociales.Surgelainterrogantedesiesediscursocrtico ha tenido un correlato en el nivel de las interacciones entre individuos particulares, tambinimportantedelavidasocial.Esdecir,sihahabidocomportamientosy prcticashabitualesrespectodelosquehistricamentesehaexpresadounano aceptacindedesigualdadessocialesoporelcontrario,hapredominadouna adaptacin a la situacin existente.A nivel de la interaccin caraa cara entre las personas, examinaremos la homogamia, unodelosmodosdeinteractuarsocialmenteestablecidosconinuenciaenla reproduccindelasdesigualdades.Lahomogamiasereerealgradoenquese establecenunionesdeparejaomatrimoniosentrepersonasconcaractersticas socioeconmicas similares, como ingresos, educacin, origen familiar o religin, entre otras, en una sociedad en particular. Laimportanciaactualdelosvnculosconyugalesenladesigualdadsocialhasido puesta de relieve en estudios basados en datos cuantitativos acerca de la homogamia educacionalenChileyAmricaLatina,segnloscualeslaspersonasestablecen unionesdeparejaconquienestienenunsimilarniveleducacional,enunaelevada proporcin (Esteve & McCaa, 2007; Torche, 2007). Las acentuadas e incluso categricas diferenciasentrelasparejassegnlosniveleseducacionalesdeloscnyuges,han dejadoabiertalainterrogantedesilasclasessocialespermitenunainterpretacin de esa homogamia educacional (Esteve & McCaa, 2007, p. 79). Avanzaremos en esa lnea de investigacin, asumiendo que si la pertenencia a una clase social determina el acceso a recursos como el capital econmico, la educacin o el capital social y las distintas clases adoptan una prctica homgama, esto reforzara barreras entre clases condiversosnivelesderecursos,agudizandolasdesigualdadesexistentes.Desde Oscar Mac-Clure113 estaperspectiva,lahomogamiasegnclasessocialespuedeconstituirunrelevante objeto de transgresin, lo que amerita ser analizado en las clases medias. Nuestro enfoque sobre esa forma de cuestionamiento se aproxima en un plano terico al giro neopragmtico (Celikates, 2006) introducido por Boltanski (2009), quien ha propuesto una teora de la crtica que se centra en el punto de vista de los actores y de su propio sentido de justicia, en lugar de anlisis estructurales o principios normativos. Esto ha sido desarrollado tambin desde los enfoques sociolgicos de Beetham (1991) y Schwalbe, et. al. (2000), orientados a prestar atencin y enfocar empricamente los juicios de las personas respecto de la legitimidad y las justicaciones de lo establecido. Condiversasconceptualizaciones,lossocilogosmencionadosobservanuna primeraformadecuestionamientoquedenominaremoscrtica,originadaenuna deslegitimacinyconsiguienteerosindelasreglasdejusticacinabiertamente instituidas o bien de una invalidacin de su aplicacin en la realidad, cuando lo que essejuzgaqueenloshechosnocorrespondealoquedebeser.Enunsegundo nivel que denominaremos transgresin, desarrollando lo planteado por los mismos socilogos,puedegestarseuncuestionamientorelativamenteirreexivo,frente aprocesosenalgunamedidainconscientesquecondicionansubjetivamentealas personas a adaptarse a lo establecido y a acatar lo prohibido, como si esto fuera algo natural o neutro. Si la legitimidad fundada en la posibilidad de un consenso a travs deundilogoracional(Habermas,1987)esrechazadaporlacrtica,utilizamos el trminotransgresin como una forma de deslegitimacin normativa fuera del ideal de una argumentacin estrictamente racional. Sostenemosqueestosprocesospocoreexivosdetransgresinoviolacinde normas, desempean un papel particularmente relevante en el enfrentamiento de las desigualdades sociales desde la perspectiva de las propias personas de clase media, como ocurre respecto de la homogamia. Consideramosdeparticularintersobservarsihaypautascomunesrespectode cmosurgenlastransgresionesdelahomogamiaenlaclasemedia,msalldequ se cuestiona, pues esto ltimo se limita a eventos, contextos o procesos particulares, mientrasloprimeropermiteplantearseunainterrogantemsgenrica,abstractay de fondo. En denitiva, nuestra interrogante apunta al grado en que la homogamia ha estado presente en las clases medias, en qu ha consistido esa regla y cules han sidosusefectosdediferenciacinsocial,enqumedidaesohasidocuestionado, perosobretodo,cmohanocurridolosprocesosorientadosasutransgresin.Esto se advierte ntidamente desde una perspectiva histrica, al estudiar los mecanismos propios de cada poca y compararlos, en diversos perodos desde el post-colonial en el siglo XIX hasta el presente, como veremos en este artculo. Irreexividad de las Transgresiones y CuanticacinAsumiendo que la homogamia en la constitucin de parejas constituye un proceso de relativa irreexividad, para su estudio resulta indispensable acceder a subjetividades latentes y recoger antecedentes cualitativos capaces de identicar procesos sutiles y Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histrica114tenues.Expandiendolasdistincionestericasreferidasalacrticarelativamente racionalizadoraformuladasporlosautoresantesmencionados(Beetham,1991; Schwalbe, et. al., 2000; Boltanski, 2009), distinguiremos si en el plano ms irreexivo de las transgresiones, stas apuntan directamente a las reglas homogmicas o ms bien a su aplicacin.Elcuestionamientodeloestablecidoesunprocesodinmico,cuyamayorecacia segnGoffman(1974,pp.487-488)yBoltanski(2009,p.170),sealcanzacuando seabrepasodesdelasexperienciascaraacaracotidianasoenescenariossociales especcos hacia la sospecha sobre las reglas y a la posibilidad de violarlas, generando una descomposicin del marco contextual que ordena la distribucin desigual de los recursos. Esto constituir una gua para examinar cmo han ocurrido histricamente las transgresiones a la homogamia y en qu medida han apuntado a que pueden ser alteradas las propias reglas que denen la constitucin de parejas. En este trabajo nos apoyaremos en obras literarias y cinematogrcas para el anlisis de la homogamia en la conformacin de las parejas, por tres razones principales. En primerlugar,porqueabordanuntemadelquehabitualmentenosehabla,excepto enespaciosprivados,quesonretratadosporesetipodeobras.Ensegundolugar, porque ofrecen una mirada aguda a un fenmeno elusivo a los intentos de observarlo. Entercerlugar,porunaraznprctica:acercadeperodoscronolgicamentems lejanos se carece de estudios sistemticos sobre el tema que hayan sido producidos en su propia poca. Hemosseleccionadoestematerialdeacuerdoacriteriospredenidos:creaciones quepermitanunexamenacotadoestrictamenteanuestrosobjetivosdeestudio, sucientementerevisadasporlacrticaculturalacadmicacomoparasustentarel anlisis y nalmente, susceptibles de ser examinadas no slo desde la perspectiva de la obra y su autor, sino tambin de la recepcin por parte de sus destinatarios.Aunqueunanlisiscualitativoesindispensableparanuestroobjetodeestudio, lasmedicionescuantitativasproporcionanunavaliosainformacinqueresumelo ocurrido a un gran nmero de personas. Respecto de pocas pasadas, se dispone de datoscuantitativosmenosabundantesqueenlapocaactualyfueronproducidos con nes distintos a los que nos interesan en el presente. Nuestro mtodo propende a maximizar la utilizacin de los datos cuantitativos disponibles y pertinentes acerca del pasado. Sin embargo, incluso en la actualidad, cuando hay mayor disponibilidad deestosdatos,mantendremosunaconexinconsistenteconlalneadeanlisis cualitativa.Unadelasmedicionescuantitativasmscomplejasparanuestrotrabajo,sereere altamaoycomposicindelaclasemedia,contextoqueresultaindispensable considerarparaabordarlahomogamiaenestaclase.Siguiendouncriterio convencional en estudios sobre el tema, consideraremos que las clases medias estn integradasportrabajadoresnomanuales.Pareceunaquimeraabarcarbajouna misma etiqueta de clase media a una enorme diversidad de ocupaciones, niveles de Oscar Mac-Clure115 ingresos, trayectorias vitales y estilos de vida, una heterogeneidad que se incrementa al aspirar a cubrir los cambios experimentados por miles de personas a lo largo de dos siglosyencontextosmarcadamentediferentes.Sinembargo,losgrandesnmeros aportadosporcensosyencuestasnospermitirnresolverunaparteimportantede ese problema, sin caer en una sobresimplicacin, pues enseguida utilizaremos esos datos cuantitativos como punto de partida para una comprensin ms completa.Los censos y datos de encuestas, tienen la ventaja de ofrecer valiosa informacin sobre la ocupacin de las personas, para desde este punto de vista analizar cuantitativamente el desarrollo de las clases medias. Pero los datos histricos sobre las ocupaciones de las personas plantean varios desafos metodolgicos a resolver.Unodelosproblemasmetodolgicosmsimportantesconsisteenquemuchas delasocupacionesdehaceunoodossiglossonmuydiferentesalasactualesy otrassimplementeyanoexisten.Estoconstituyeunadicultadparaelaborar comparaciones entre diversos perodos, como es de inters en nuestro estudio. Para enfrentarelproblema,enestetrabajopartimosdelaclasicacindeocupaciones HISCO,desarrolladaporunequipodehistoriadoressocialeseuropeosenbasea estudios sobre el siglo XIX en Europa y Canad (Van Leeuwen, Maas, Miles, 2002). HISCOintegralasocupacionesdeesapocaenlaclasicacindelaOrganizacin Internacional del Trabajo (OIT) de 1968, que es compatible con la clasicacin de 1988 actualmente en uso (OIT, 1991). La ventaja de proceder de ese modo consiste en que la clasicacin OIT-68 mantuvo cientos de ocupaciones identicadas en pocas pasadas. Las categoras HISCO sustentadas en la OIT-68, nos facilitan establecer equivalencias con la clasicacin OIT de tipos de ocupacin u ocios, la Clasicacin Internacional UniformedeOcupacionesCIUO-88.Estonospermitedisponerdecategoras homogneas respetando las particularidades de ocupaciones especcas en diversos perodos histricos.Disponiendodeunaclasicacinocupacionalhomognea,lasiguientedicultad consisteenagruparlasocupacionesespeccasdistinguiendodiversosestratosde clases medias y las restantes clases sociales. Para estos efectos, utilizaremos la escala de estraticacin social de Erikson y Goldthorpe (1993), una de las ms aplicadas a nivel internacional y en los estudios recientes ms relevantes sobre estraticacin en Chile(TorcheyWormald,2004;EspinozayBarozet,2008).Enloquedicerelacin con las clases medias, esta escala diferencia estratos segnel criterio de la prestacin deserviciosconmayoromenorautonoma,distinguiendoentrelascategorasde Servicios por un lado y las de Rutinas No-manuales por otro. Adicionalmente, en la escalasedistinguendosclasesdeacuerdoalcriteriodepropiedadycontroldelos medios productivos, los pequeos propietarios y los trabajadores independientes, que tambin consideraremos parte de las clases medias. De este modo, dependiendo de la disponibilidad de datos, ms limitados al alejarnos en el tiempo, utilizaremos una denicin nica de los diversos estratos de las clases medias desde el punto de vista ocupacional,perolosucientementeexibleparaconsiderarlasparticularidades histricas de las ocupaciones.Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histrica116Abordandodeestemodoeldesafometodolgicodeutilizardemodohomogneo losdatoscuantitativoscensalesydeencuestasrecientes,dividiremoslahistoriade losdossiglosdesdelaindependenciadelimperioespaolhastahoy,enperodos que poseen rasgos comunes que los diferencian respecto de los dems. De acuerdo a un relativo consenso en el mundo acadmico, distinguiremos tres grandes perodos: la etapa post-colonial, el perodo de la matriz clsica desde alrededor de 1920 y la etapa iniciada por la dictadura militar impuesta en 1973.El perodo post-colonial y la transgresin de la homogamia para el ascenso socialAl ocurrir la independencia del imperio espaol, la mayor parte de la poblacin de Chile habitaba en zonas rurales y realizaba actividades agrcolas o ganaderas. Slo un 9% resida en las seis mayores ciudades del territorio (Johnson, 1978), donde podemos considerarqueenlasdcadassiguientesemergiunaclasemedia,siguiendoel criterio convencional que las dene como un conglomerado bsicamente urbano. Tomando como referencia el caso de Santiago, la mayor ciudad del pas, el Grco 1 permite apreciar el tamao y composicin de las clases sociales y las clases medias en particular, en 1875.Grco 1. Clases sociales segn ocupacin en Santiago, 1875Fuente de los datos: Censo 1875.De acuerdo a los datos censales de la ciudad de Santiago, 75 mil personas declararon unaocupacinenelcensode1875,enunapoblacintotalde195milpersonas. Losestratosmsnumerososcorrespondanalostrabajadoresmanuales,tantolos CalicadoscomolosNo-calicados,segnseapreciaenelGrco1,quienesse distinguan de los Agricultores y Trabajadores Agrcolas que residan en la ciudad. Almismotiempo,empezabaaemergerunaclasemediaqueseapreciaenlostres estratos superiores del grco. El estrato de Servicios, constituido por profesionales como los abogados, directivos y empresarios, abarcaba un 4% de las ocupaciones y era el ms cercano a la pequea clase alta que constitua la lite en el poder y controlaba la economa, pero la parte ms numerosa de este estrato estaba integrada por profesores Oscar Mac-Clure117 ypreceptoresdeenseanzaprimaria,farmacuticos,fabricantesdealimentos, matronas y otras profesiones que pueden ser consideradas de clase media. La clase de Rutinas No-manuales integrada por empleados de ocina y otros, abarcaba a un 3% de los empleos. El numeroso estrato de Independientes que se desempeaban en el comercio y los servicios, inclua un pequeo sector formal integrado por quienes pagaban patentes municipales, el cual representaba otro 3% del total de ocupaciones2 yseaproximabaaunperltpicodeclasemedia.Sumandoestostresestratos,las clases medias abarcaban cerca de un 10% de la ocupacin en la ciudad.Cabe destacar que nuestros datos cuantitativos sobre el tamao de las clases medias tenan alguna asociacin con percepciones de la propia poca acerca de la existencia de estas clases. Un cronista de esos aos relat que en el partido conservador o pelucn en Santiago participaban numerosas personas pertenecientes a sectores intermedios diferenciados de la clase alta y los artesanos, a travs de una organizacin compuesta por () tres secciones: la primera, de personas importantes; la segunda, de individuos de menos categora; y la tercera, de artesanos3. Otra crnica coetnea describi modos de sociabilidad que distinguan a la clase media en las formas de celebracin de su da de nacimiento o de su santo: Cada clase la celebra a su manera: la jente de tono con una comida o un baile, jeneralmente; la clase media con una tertulia o remolienda con cauceo y el pueblo con una rasca4. Ms adelante en el mismo siglo XIX, un partidario delderrocadopresidenteBalmacedaescribiunpoemaformulandounllamado poltico y social a la clase media, cuyos versos se iniciaban con5:Arriba, Clase Media!Sacude tu letargo!Para estas clases medias, el matrimonio y las uniones de pareja constituan un asunto derelevancia,deunmodoparticular.Estosvnculosasumieronenlosestratos mediosformasdiferentesaloslazosestablecidosenotrasclasessociales,comose puedeapreciaralcompararlasparticularidadesdestosenlasdiferentesclases, como examinaremos enseguida.En el pequeo nmero de familias de clase alta que ejerci el poder en Chile durante el siglo XIX, est ampliamente documentada la presencia de una marcada homogamia enlosmatrimonios(BalmoriandOppenheimer,1979;Balmori,VossyWortman, 1990; Cavieres y Salinas, 1991; Vicua, 2010). En el trabajo de Oppenheimer (Balmori andOppenheimer,1979),unodemscompletossobreeltema,fueronestudiadas veinticuatrofamiliaschilenasdeclasealtaduranteelsigloXIXalolargodevarias generaciones.Losintegrantesdeestaclasesecasabanconelevadafrecuenciaentre ellos,predominandoasunprincipiodehomogamiaenlaeleccindecnyuge, comoocurraenlamayorpartedeAmricaLatina.Loimportanteconsisteenque los matrimonios entre personas socialmente cercanas permitan establecer y ampliar 2Laspatentesmunicipalesenlaciudadfueron2.590en1870.En:Tornero,Recaredo.Chileilustrado.Valparaso,El Mercurio, 1871 p. 102.3 Jos Zapiola, Recuerdos de treinta aos, Santiago, Zig-Zag, 1945 (1. Edicin 1874), p. 159.4 Julio Chaigneau, Los santos, La semana, Santiago, 25 de septiembre de 1875, No. 25, citado por Foresti, Lfquist y Foresti (2001, p. 153).5 Juan Rafael Allende, A la clase media, 1893, citado por Subercaseaux (1997, p. 65).Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histrica118unsistemadeparentescoydealianza,fortaleciendoyexpandiendolasredesde podersocial,econmicoypoltico.Laaplicacindeesteprincipiodehomogamia constitua una base fundamental para la mantencin y ampliacin de las condiciones de dominacin de la clase dirigente. Ms all de este efecto visible, contribua a naturalizar simblicamente las diferencias sociales, bajo la apariencia de un destino enraizado en la vida de las personas y no susceptible de ser modicado (Vicua, 2010). Continuando con nuestros referentes de comparacin, a diferencia de la clase alta, se ha sostenido que en las relaciones afectivas de las familias populares, principalmente delsectormayoritariointegradoporquienesvivanenlosranchosochozasdelas haciendas, predominaban las uniones consensuales o informales pero ilcitas, como lasrelacionessexualesporpartedehombresymujeressolteros,laconvivenciade hechoenformadeamancebamientooconcubinatoyeladulterio,transgrediendo ladoctrinaylasnormasdelareligincatlica,predominanteenlasociedaddela poca(McCaa,1983;CavieresySalinas1991;Goicovic,2006).Msan,registros parroquialesmuestranquelasrelacionesdeconsanguineidaderanfrecuentes,en gradosdeparentescoprohibidosporlaleyeclesistica(McCaa,1983).Estoltimo mereceespecialatencin:lospadronescensalesoriginalesaplicadosen1854en diversashaciendasdelaszonasdeLosAndesyPetorca,permitenconocerlos apellidos de los cnyuges que encabezaban cada hogar y como resultado del anlisis, seapreciaunafrecuenterepeticindelosmismosapellidosencadahacienda,un indicador de relaciones conyugales con un cierto grado de consanguineidad6. A modo de ilustracin, en una de las haciendas, los 72 hogares de los inquilinos o trabajadores agrcolas eran encabezados por 134 hombres y mujeres, cuyo primer apellido se repeta almenoscuatrovecesenun44%deestaspersonas.Estasrelacioneshomogmicas podranexplicarseporelrelativoaislamientogeogrcodequieneshabitabanen lashaciendasyporsucarcterfuncionalalapoyomutuoparalasubsistenciaen las precarias condiciones del campo. Los trabajadores agrcolas constituan el sector mayoritariodelapoblacinchilena,demodoquelaextendidahomogamiaenel mundo rural tena relevancia en el conjunto de la sociedad.Comparandoconlasdosclasesquehemosexaminado,sehacenpatentes particularidadesdelaclasemediaquedeotromodoseranmenosvisibles.Enla clase media, a diferencia de las otras, eran poco frecuentes los apellidos repetidos, al examinar a los jefes de hogar de Concepcin y sus cnyuges, segn se desprende de los padrones censales de 1854 en uno de los cuatro sectores en que se subdivida la ciudad7. En un sentido ms amplio, esos matrimonios sin indicios de algn grado de consanguineidad, lo que no signica sin reprocidad, muestran que el mundo urbano favoreca intercambios ms distantes que en las zonas rurales. Enlanuevaclasemediasurgidaenelperodopost-colonialdelsigloXIX,elrasgo predominante no consista en una homogamia marcada por relaciones de parentesco enalgngrado,comoocurraenlaclasealtayentrelosmayoritariostrabajadores agrcolas.Uncapitalculturalcompartidotampococonstituaunfactorde 6 Archivo Nacional, Fondo Gobernacin Los Andes, Vol. 60. Archivo Nacional, Fondo Gobernacin Petorca, Vol. 21.7 Archivo Nacional, Fondo Intendencia Concepcin, Vol. 418 y 422.Oscar Mac-Clure119 homogamiaenestenuevoestrato,siseconsiderasudiversidadrespectodesaber leer y escribir, como acaeca en Concepcin segn los mismos padrones censales: la mitad de los jefes de hogar de clase media saba leer y escribir pero la otra mitad era analfabeta y haba tambin una diversidad de situaciones entre los cnyuges, pues a veces el hombre era letrado pero no la mujer o a la inversa.Recursos econmicos tales como medios de produccin agrcolas o mineros, activos comerciales o nancieros, inmuebles urbanos e incluso predios rsticos cultivables o urbanizables, constituan lejos la ms ventajosa fuente de ingresos, en gran medida fuera del alcance para la naciente clase media. Esto ltimo se deba en parte a que las clases medias estaban excluidas de las uniones matrimoniales con la clase alta, cuyos vnculos conyugales constituan un mecanismo de transmisin de las propiedades y de reproduccin de posiciones sociales entre una generacin y otra.Enfrentandoestasituacinyteniendocomobasesupropiomenorgradode homogamia, atenuar las barreras homogmicas de la clase alta parece haber sido una aspiracin en la clase media durante esos aos, como expondremos a continuacin. Estopuedeserevocadoapartirdeunejemploliterarioquehasidoampliamente utilizadocomofuentedocumentalparadescribirlapoca,lanovelaMartnRivas de Alberto Blest Gana, publicada en 1862. Tanto desde la crtica literaria acadmica como desde la historiografa, se ha abierto una discusin sobre la corriente literaria ylaideologadelaqueformabaparteelautor,acercadesielprotagonistaMartn Rivaspertenecaaunaincipienteclasemediaoaunsectordelaclasedominante, sobreculeseranlosnuevosvaloresquepropugnabaysiefectivamentehabaun sentidocrticoenlanovela(Barr-Melej,2001;Concha,2006;Goic,1968,Engelbert, 2000;Foresti,LfquistyForesti,2001;Guerra,1987,Jocelyn-Holt,1999;Mel1938, Silva Castro, 1955; Subercaseaux, 1997). Con las debidas precauciones derivadas de utilizar un texto literario, Martn Rivas tambin puede ser ledo de modo especco como una identicacin de situaciones posibles de intercambio matrimonial y sobre las alternativas de decisin disponibles.Enlanovela,situadaen1851peropublicadaen1862,loqueestabaenjuegoerala heterogamia social en la eleccin de pareja, en torno a la fbula troncal del proceso amorosodeMartn,familiarmenteempobrecidoyprovinciano,conlaelegantey santiaguinaLeonor.Elhorizonteparaelprotagonistanoconsistatantoenuna movilidadsocialintergeneracional,puessupadrehabasidoantesunprspero empresariominero.Masbien,desarrollandoloplanteadoporJocelyn-Holt(1999, p.36),elcapitalcultural,expresadoeneltalentodeMartn,adquiraunpeso similaralcapitaleconmicorepresentadoenlafortunadelafamiliadeLeonor,lo quejusticabarealizarsobreesabaseunaalianzamatrimonialquemantuvierao acrecentara el capital social familiar. La irona presente en la novela (Foresti, Lfquist y Foresti, 2001) no cuestionaba la regla de homogamia en s misma, sino que consista en una burla sutil respecto de la forma de aplicar la regla, proponiendo un transgresor menorgradodeestrechezenlasdelimitacionesdeclasesocialyenlainuencia parentalparaelvnculomatrimonial.Loanteriormarcaraungiroencomparacin con la generacin anterior.Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histrica120Enunplanoparaleloyopuesto,sedesarrollabalahistoriasatirizada(Goic,1968, Foresti, Lfquist y Foresti, 2001) de la relacin de Agustn, hermano de Leonor, con lajovenAdelaida.Estaltimapertenecaaunafamiliademediopelo,esdecir, alanuevaclasemedia-baja(Barr-Melej,2001,p.81).Lafamilia,encabezadaporsu madreviudayanalfabeta,contabaconunasirvienteyhabarecibidodesupadre, uncomerciante,unaherenciavaloradaenochomilpesos,unmontonomenorsi seconsideraqueenunbarriodelaciudadcomodondevivan,unacasamodesta perodematerialslidopodasertransadaenmiladosmilpesos8.Setratabadel prototipodelanuevaclasemediaqueemerga,integradamayoritariamentepor comerciantes medianos y pequeos, marginales respecto de la clase alta, pero en una posicinsuperioraladelcomercioambulante.Lanovelaabordabalademandade heterogamia social en la conformacin del matrimonio, un mecanismo de movilidad ascendente para la nueva clase media integrada por Adelaida y su familia de medio pelo. Esta aspiracin, contraria a la regla de homogamia establecida, era rechazada por la clase alta y fue satirizada por Alberto Blest Gana.En contraste, otra hija de la viuda de clase media, Edelmira, a pesar de amar a Martn acept y apoy con sacricio de s misma y con una bondad sumisa, el enlace conforme a la regla de homogamia entre el protagonista y Leonor.Enlaestructuranarrativa,lahistoriatroncaldeMartnyLeonorproponauna exibilizacinenlaaplicacindelaregladehomogamia,mientraslahistoriade AgustnyAdelaida,alsersatirizadaporelautorynalmentedesbaratadaporel protagonistadelanovela,proporcionunaargumentacinquebloqueabauna heterogamia favorable al ascenso de miembros de la clase media. Esto es observado por uno de los ms destacados crticos literarios de la novela: el talento de Martn noesotroque()aplicarlaleydelasvalenciassocialesparacrearcompuestos amorosos legtimos (Concha, 2006, p.31). La extraordinaria popularidad de Martn Rivas en su propia poca (Barros Arana, 1875; Goic, 1968) estuvo asociada a esa trama dondelaregladehomogamiaconstituaunasuntocentral.Culeslaexplicacin de la extraordinariamente favorable recepcin en el pblico lector? Haba un nexo entreloslectoresylasclasesmedias?Porqutuvoxitoelconictivoentretejido homogmico-heterogmico de la narracin? Cmo se entronc en el imaginario de la sociedad de ese tiempo? La respuesta no se encuentra slo en la estructura del texto yelcontextodeproduccindelanovela,sinoquerequiereestudiarelcontextode recepcin, identicando al lector hacia el cual fue dirigido el discurso narrativo y el mecanismo del exitoso pacto de lectura del autor con el pblico lector.Una clave del contexto de recepcin de esa historia conictiva en torno a la homogamia, consisteenqueMartnRivassepublicporprimeravezenelperidicoLaVozde Chile en mayo de 1862, en un formato de folletn o entrega por captulos9. El peridico, quehabaentradoencirculacinunpardemesesatrs,eradirigidoporManuel Antonio Matta, vocero principal del ala ms radical del liberalismo. La publicacin en este medio de comunicacin constituy una oportunidad para Blest, polticamente un 8 Archivo Nacional, Escrituras pblicas de Santiago (Notarios), 1862.9 La publicacin de Martn Rivas en La Voz de Chile se inici el 7 de mayo de 1862 y naliz el 18 de julio del mismo ao. El primer ejemplar del peridico circul el 12 de marzo de ese ao.Oscar Mac-Clure121 liberal moderado y todava un escritor que no alcanzaba la fama, pero tambin result provechosaparaampliarlaesferasocialdeinuenciadelradicalismodeMatta.El peridicodifundielideariodeestacorriente,lamsprogresistaenesemomento poltico en Chile, aglutin a sus simpatizantes y se convirti en un cono fundacional paraquienesconstituyeronelpartidoradical.Enellistadodeconstituyentesdela asamblea radical de Santiago de 1864, la mayor parte fueron personas relativamente desconocidas de clase media (Gazmuri, 1999, p. 133). Esos doscientos constituyentes formaron el ncleo del pblico lector de La Voz y de Martn Rivas, pero su alcance social era mayor.Cmo fue percibido el entretejido homogmico-heterogmico de la narracin? La Voz sigui el pulso de los lectores, un par de semanas despus del inicio de la publicacin de Martn Rivas: un da aument la frecuencia de publicacin de los captulos ante lademandadelpblico,enotraocasinseexcusanteloslectoresporcometerla faltadesuspenderundaelfolletn,luegosolicitsudispensaporcambiarla pgina en que era editado, ms adelante respondi a siete lectoras que en su nombre y en el de otras nos piden, por carta de hoy, que publiquemos doble cantidad de la interesantsimanovelaynalmenteanuncielnaldelfolletnparasatisfaccin delalegtimacuriosidaddenuestraslectorasynuestroslectores-anteponiendo elgnerofemeninoalmasculino10.BlestGana,porsuparte,relatlareaccindel pblicolectorenunacartaasuamigontimoJosAntonioDonoso:sensacinen elpblico,corodefelicitaciones,artculoslisonjeros,quejasdelasmujerescuando se interrumpe su publicacin, cartas de elogios, todo llueve sobre el autor como una lluvia de ores (Donoso, 1935, p. 21).LascaractersticassocialesdequienesleyeronconeseentusiasmoMartnRivas, siguiendounatramadondelahomogamiaconstituaunproblemacrucial, constituyen un elemento central respecto del tema que nos interesa, segn veremos msadelante.Elpblicolectorparalasnovelasyfolletinesestabaconstituidopor las capas urbanas letradas (Guerra, 1987; Subercaseaux, 1997, pp. 63-64). Parte de ese pblico fue presumiblemente el destinatario de la publicacin de Martn Rivas en La Voz y no se trataba slo de una elite en el poder o del estrato ms alto de la sociedad. Cuantitativamente,entrelos110milhabitantesde15aosomsenSantiago,48 milsabanleeryescribir,loquerepresentabaunapoblacinletradadel43%,de acuerdoalcensode1865.Lastasasdeanalfabetismoeranmayoresenlosbarrios ms pobres y alejados de la zona central de la ciudad, segn datos del mismo censo, pero tasas intermedias eran observables en sectores donde no residan los ms ricos sinoconfrecuenciapersonascuyaocupacinycondicionesdevidacorrespondan aunaclasemediacomolafamiliademediopeloenlanovela.Eneltotaldel pas, mayoritariamente rural, la tasa de analfabetismo alcanzaba un 76% de acuerdo a cifras del censo, de modo que se trataba de un pblico amplio a nivel urbano pero minoritario a escala nacional. La estrategia de Blest Gana identicaba con claridad ese pblico lector integrado por la clase media y otros estratos sociales, segn expuso al incorporarse como acadmico en la Universidad de Chile, diagnosticando que junto a la gente de esmerada educacin se encontraba una poblacin innitamente mayor 10 La Voz de Chile, 24 de mayo, 14 de junio, 27 de junio y 18 de julio de 1862.Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histrica122que esa otra, que necesita de la lectura, de modo que las obras dirigidas a satisfacerla sernsindudalasquemsaugeobtenganytambinmsduraderafama(Blest, 1861,p.44).Lanovelasehabaconvertidoenelgneroliterariopreeminentede laclasemediaeuropeaenaugeyBlestGanaseorienthaciaunmodelodelector similar (Bentez-Rojo, 1996), poniendo en prctica lo apreciado durante su residencia en Francia.Con su narracin sobre la homogamia, respecto de ese pblico que segn hemos visto era en gran medida de clase media, una estrategia exitosa del autor consista segn Blest Gana, en proporcionar en la ccin el sabor de la realidad (Blest, 1861, p. 44). Al nalizar la publicacin del folletn, la edicin de La Voz valor que el novelista era efectivamente un exacto observador de nuestras costumbres y nuestros caracteres11. Silacuestindelahomogamiaenlanovelaconstituaunasituacinconsiderada verosmil en el imaginario social urbano de clase media, es posible que esto traspasara loslmiteslocales,vinculndoseaprocesosmsgeneralizables.As,enFranciaen elmismoperodo,elmatrimonioeraunfactordecisivodemovilidadsocialpara quienespertenecanalaclasemedia:seaspirabaacasarseconunapersonadeun estratosuperioralpropio,demodoquelahomogamiaeramenosfuertequeenla clase alta y la clase baja (Aris y Duby, 2001).Lastransgresionesexpuestasenlanovelaalaregladehomogamiaoasuforma deaplicacinencontraronunaexitosaacogidaenlaclasemedia,unindiciodela importanciadelproblema.Perodesdenuestraperspectiva,lorelevanteesquela solucin planteada por el autor a la historia troncal de Martn y Leonor, permite una respuestaalapreguntadecmollegaaocurrirunatransgresin.Enlanovela,la situacininicialconsistenteenunafuertedesigualdadsocialentreambosjvenes, que impeda cualquier relacin afectiva, tuvo como nal su confortable matrimonio. Cmo lleg a ocurrir este desenlace inicialmente inviable? Cmo logr el autor que una transgresin a la regla de homogamia fuera interpretada como aceptable por parte del lector? La respuesta fue proporcionada por el propio Blest Gana: los coloc a una gran distancia social desde el principio, por lo que para llegar a la escena de amor entre ambos decidi situar a los personajes y a la trama en circunstancias grandes o excesivas12, retrotrayendo la novela en una dcada y situndola en el enfrentamiento armado de 1851 contra la designacin del Presidente Manuel Montt, de acuerdo a una carta del autor a su amigo Jos Antonio Donoso (Donoso, 1935, p. 22).A travs de un Martn herido y luego encarcelado, desencadenante de la afectividad de Leonor, Blest Gana proporcion una solucin narrativa a cmo puede ser transgredida la forma establecida de aplicar la regla de homogamia y al mismo tiempo proporcionar evidenciafavorablealamantencindelareglaparalaclasemedia-enlahistoria deAgustnyAdelaida.Paralograrlo,elconictoarmadointrodujoelementos deuncontextoajenoalsalneleganteoeldeclasemediaenquesedesarrollaban normalmente los acontecimientos de la narracin. Esos factores externos penetraron enlasrelacionescara-a-carayalteraronloquelosinterlocutoresconsideraban 11 La Voz de Chile, 18 de julio de 1861.12 La expresin utilizada por Blest en su carta es circunstancias muy solemnes, trmino que en la poca inclua el signi-cado grande o excesivo, de acuerdo al Diccionario de la Lengua Castellana de la Academia Espaola de 1852.Oscar Mac-Clure123 socialmente establecido y valorado. Si se trat slo de una solucin literaria y puntual o bien ilustra algo ms general, constituye un punto que continuaremos revisando.Latransgresinapuntabaaunaexibilizacinenlaaplicacindelareglade homogamiaentrequienescontrolabanelpoder,abriendooportunidadesbajo condiciones como las que reuna Martn, a la naciente clase media de las ciudades. Pero en la prctica, estas nuevas condiciones permitan uniones matrimoniales con la clase alta slo a una parte de las clases medias descritas cuantitativamente en el anterior Grco1.SeexibilizabanparaelestratodeServiciosintegradoporprofesionales, directivosyempresarios,mientrascontinuabaexcluidalamayoradelasclases medias, el estrato de Rutinas No-manuales constituido por empleados de ocinas y el de los Independientes, conformado por comerciantes y otros prestadores de servicios, quienessumabanun6%delasocupaciones.Enlofundamental,desarrollandolo sostenidoporElias(1998),laregladehomogamiaqueexcluaalamayorpartede la clase media de las alianzas matrimoniales con la clase alta, puede ser interpretada como impuesta por un grupo que utiliz su superioridad de poder para estigmatizar y mantener en una posicin inferior a una clase todava marginal desde un punto de vista cuantitativo y socioeconmico. Unodelosaspectosmssobresalientesdeesaestigmatizacinconsisteenquelos propios marginados, incluyendo parte del pblico lector de Martn Rivas, al aplaudir la novela evidenciaban una adaptacin realista a la regla de homogamia, considerada como una condicin necesaria para su propio progreso como clase media. La negacin afectiva y emocional implcita en la aceptacin de esa regla de homogamia por parte de personas que formaban parte de la clase media -siguiendo el ejemplo de Edelmira enlanovela-,implicabatcitamentereconocersumenorvalorsocialyhumano.Es posibleconjeturar,sinpodervericarloenlapoca,quelapopularacogidadela novela en la clase media, involucraba en alguna medida una aprobacin del bloqueo asuspropiasposibilidadesdemovilidadsocialascendente.Lafantasacolectiva sobre la regla de homogamia haca atractiva, graticante y popular la sumisin a la respetada imagen del grupo que monopolizaba el poder.De la Matriz Clsica del siglo xx a la Transgresin PsicodlicaElestadooligrquicoyelmodelodeeconomahaciaafueraentraronencrisis alrededor de 1920, provocando la ms profunda transformacin poltica, econmica ysocialdesdelaindependencia.Surgiunamatrizclsicaqueperdurdurante gran parte del siglo XX, en el marco de la cual el Estado intervino en la economa e impulsunaestrategiadesustitucindeimportaciones,mientrasseestableciun nuevosistemaderepresentacinpolticaatravsdepartidospolticos,algunosde los cuales ejercieron un rol de intermediacin respecto de las demandas de una base social con la que se encontraban articulados (Garretn, 2007). Formaron parte de esa base social las clases medias, que continuaron expandindose entre 1920 y 1970, hasta alcanzar un tamao signicativo a nivel nacional a nes del perodo, como se aprecia en el Grco 2 referido a la composicin de las clases sociales en el ao 1970.Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histrica124Grco 2. Clases sociales segn ocupacin en Chile, 1970Fuente de los datos: Censo 1970.LosTrabajadoresManualesCalicadosyNo-calicadosrepresentaroncasila mitaddelaocupacin,mientrasdecaylaparticipacindelempleoagrcolaauna cuartapartedelosocupados,deacuerdoalGrco2.Continuandolatendencia incipiente observada en las ciudades durante el siglo XIX, creci a nivel nacional el estratodeServicios,integradopordirectivos,profesionalesytcnicos,entreotros. Sinembargo,esteestratomedio-altofuesobrepasadoporlaclasedeRutinasNo-manuales conformada por empleados administrativos del sector privado y en menor medida del pblico, as como por personas contratadas para actividades de ventas y servicios, un conglomerado de nivel medio-bajo que pas a ser predominante en las clasesmedias.Ensuconjuntoyaescalanacional,lasclasesmediascrecieronpero eran todava de un tamao inferior a las clases de trabajadores manuales.Desde este punto de vista cuantitativo, haba un fundamento para la interpretacin de la corriente principal de las ciencias sociales de la poca en Chile, que asimil la clase media a la nocin de una clase intermedia y sin existencia propia, capturada en elconictoentrelaburguesayunanumerosaclaseobrera.Msrecientemente,la corrientedelahistoriasocialpusoderelievequenohubounaidentidadcomn declasemedia,sinomltiplesformasenquelosintegrantesdelasclasesmedias sereconocanyeranreconocidos,comolasidentidadesdelosprofesionales,los funcionarios pblicos y los empleados particulares (Salazar y Pinto, 1999).Enlascienciassocialesylaproduccinhistoriogrcaseasigntambinespecial atencinalaaccincolectivadelasclasesdetrabajadoresmanuales,ascomode pobladores, estudiantes, campesinos y ocasionalmente de clases medias. Esto incluy formasdetransgresindelordenestablecidoconsistentesenaccionescolectivasde carcter disruptivo en espacios pblicos a travs de un repertorio como las reuniones oasambleasmasivas,lasmanifestacionesoprotestaspblicas,lashuelgas,tomas uocupaciones,losactosperformticosysimblicos,elusodelaviolenciafrentea bienes o el enfrentamiento fsico con la polica o contrincantes, entre otros actos. Ademsdeesasaccionesdisruptivas,antetodoexpresivasyenesesentido relativamenteirreexivas,siguiendoloplanteadoaliniciodeestetrabajo,otras Oscar Mac-Clure125 formas de transgresin situadas en espacios predominantemente privados, tambin puedenhaberejercidovariadosefectosduranteelperodo.Amododeilustracin, reformasenlasreglasparacelebraractoscomolosreligiososyquehanpasadoa serconsideradospartedelavidaprivada,cambiosenlosmtodospedaggicos, transformacionesenelmodelodefamiliayotrasalteracionesdeprcticassociales establecidasquecondicionanalaspersonasenlavidasocial.Enestesegundotipo de acciones se encuentran las transgresiones de las normas relativas a las uniones de pareja, nuestro objeto de estudio.AprincipiosdelsigloXX,ladesintegracindelaestructuradepoderoligrquico ydelsistemaeconmicoorientadoalaexportacin,estuvoacompaadodeuna declinacindelasredesfamiliaresquehabancontroladolasociedad,segnel trabajodeBalmoriyOppenheimer(Balmori&Oppenheimer,1979,Balmori,Voss yWortman,1990).Deacuerdoaestosautores,losrecursoseconmicos-decapital, tecnolgicosyhumanos-sobrepasaronlaescalayelniveldeoperacionesenque resultaban ecientes las redes de conanza en que se mova una familia. En el plano poltico,lasestructurasgubernamentalesypartidariasexcedieronlacapacidadde control de las familias que contaban con una posicin superior de poder. En la clase alta se produjo una adaptacin a este nuevo contexto, incluyendo una exibilizacin a travs de estrategias de matrimonio ms exogmicas, lo que como veremos involucr a la clase media. Desde principios del siglo XX, profesionales, intelectuales, pequeos empresarios, en general personas con un nivel educacional ms elevado que otros estratos, instauraron un ideal mesocrtico basado en la educacin y el esfuerzo propio. Desarrollaron una identidad ms valorada socialmente que durante la dominacin oligrquica del siglo XIX, asumieron una representacin de la clase media y ejercieron una cuota importante del poder poltico (De Len, 1964, Salazar y Pinto, 1999). Muchos de los integrantes de este estrato medio-alto desempeaban ocupaciones como las de mdico, abogado oingeniero,demayorprestigiosocialquelosempleadosenactividadesrutinarias (Carter & Seplveda, 1964; Gonzlez, 2011). Suposicinrelativamentefavorable,agregadaalasestrategiasdematrimonioms heterogmicasdelaclasesuperior,posiblementefavorecialianzasmatrimoniales exogmicasylamovilidadascendentedelestratodeServiciosdelasclases medias.SegnelhistoriadorconservadorJaimeEyzaguirre(1978,p.171),msall desudiscursocrticofrentealaclasealta,elchilenodelacapamedia()viva enlaesperanzadelograrconsusmiembrosunvnculodesangreodeamistad. Conrmando lo sealado, de acuerdo al testimonio del historiador Alfredo Jocelyn-Holt (Contardo, 2008, p. 212), en la capa superior de las clases medias en las primeras dcadas del siglo XX, se hizo posible que un hombre entablara matrimonio con una mujerdeclasealtayexperimentaraunascensosocial,aunquesinserplenamente aceptado por quienes integraban esta ltima clase.Elconglomeradomsnumerosoperosocialmentemenosvaloradoentrelos profesionalesdeclasemedia,compuestoporprofesoresyprofesionescomola Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histrica126dematronaydentista,permaneciajenoaesapautadealianzasmatrimoniales. Experimentaron una movilidad intergeneracional de tipo horizontal al interior de la clasemedia,puessuorigenprovenadelosestratosdeempleados,comerciantesy prestadores de servicios, que en su conjunto haban sido el componente mayoritario de esta clase en el siglo XIX (Gonzlez, 2011).El estrato cuantitativamente ms amplio de las clases medias pas a estar integrado por los empleados pblicos (Candina, 2009) y principalmente por los empleados de ocina en el sector privado, a lo largo del perodo de la matriz clsica del siglo XX. Fueronconsideradoselprototipodeunaclasemedia-bajaconunescasohorizonte deascensosocial(SalazaryPinto,1999)yenelcasodelosfuncionariospblicos articularon una demanda de justicia social en conjunto con los trabajadores manuales (Candina,2009).Aparentementedesarrollaronprocesosdemovilidadhorizontal alinteriordeestaclasedeRutinasNo-manualesypredominaronlasuniones matrimoniales homogmicas dentro de este mismo estrato, de manera anloga a los profesionales de nivel medio-bajo de la clase de Servicios.Lahomogamiafuepercibidacomounproblemasocialdurantelamatrizclsica delsigloXXenChile.AsloatestigualapelculaPalomitaBlancadelcineastaRal Ruiz,basadaenlanoveladeEnriqueLafourcade,ademsdediversasotrasobras literarias13.Lainspidanovelahomnimahabaconstituidoungranxitoeditorial en1971,debidoalintersdelpblicomsqueasuvalorliterario(Subercaseaux, 2010).Buscandoproyectarlapopularidaddelanovela,lalmacingenerfuertes expectativas por su produccin de gran escala en relacin a lo habitual en esos aos, el multitudinario casting para los papeles protagnicos y el prestigio ya adquirido por el director 14 .Transmutadalahistoriaallenguajecinematogrcodelcineasta,ellmedeRuiz resultadeintersparanuestroanlisis,debidoaqueexponeunatransgresinala regladehomogamiayenunaformaparticularmentereveladoradelmecanismo mediante el cual se le vulnera. En una entrevista poco antes del golpe militar, en la mismapocaenquefuelmadalapelcula,Ruizdeclarqueelcineleayudabaa revelar elementos normalmente elusivos de la realidad social (Chanan, 1976), como a nuestro juicio lo hizo respecto de la homogamia. LahistoriafuecontadaporRuizenformanoomniscienteyelespectador-receptor de la pelcula habra podido ver ms que lo que vea Mara, la ingenua protagonista (De los Ros, 2010). La trama central es la historia de amor de ella, hija de un obrero, conunjovendefamiliaadinerada,aquienconocienunrecitalhippie,elfestival dePiedraRoja,pocodespusdelaeleccindeSalvadorAllendecomoPresidente. Mara perteneca a una familia de obreros pero era estudiante en un liceo en 1970. De acuerdo a estadsticas educacionales ociales, la cobertura de la enseanza media se 13 La homogamia en el establecimiento de vnculos de pareja fue tambin tematizada por algunos de los autores y textos ms destacados de la literatura narrativa nacional durante la matriz clsica del siglo XX chileno: Orrego Luco en Casa Grande, Joaqun Edwards Bello en La chica del Crilln, Vicente Grez en El ideal de una esposa, Augusto dHalmar en Juana Lucero, Mara Luisa Bombal en La ltima niebla y Guillermo Blanco en Gracia y el forastero.14 La pelcula no se alcanz a estrenar, debido al golpe militar.Oscar Mac-Clure127 haba elevado a un 49% ese ao, lo cual abrira una posibilidad de movilidad social para jvenes como la protagonista. El entretejido cinematogrco de Ruiz aport dos claves centrales. Piedra Roja abri unanuevaoportunidadalosjveneshippiesdeclasebaja,quienesqueranser comolosdeclasemedia:lacontra-culturadelhippismo,expresadaenelfestival, les proporcion los marcadores sociales necesarios para asumir una nueva identidad ytransgredirloslmitesdeclase(Barr-Melej,2009),permitiendoincluso,enelcaso deMara,establecerunvnculoamorosoconunjovendeclasealta.Porotrolado, un profesor del liceo de la protagonista, en una escena clebre del lme, inexistente enlanoveladeLafourcade,criticantelasalumnasasuscolegastradicionalesy conservadoras, proponindoles una forma alternativa de valorar la vida. Desdenuestraperspectivadeanlisis,lointeresanteconsisteencmoocurrila transgresindelprincipiodehomogamiavisibilizadoporRuiz.Elhippismo,una tendenciaculturaltransnacional,valorescrticosintroducidoscontrayatravsdel sistema educacional, as como el propio sonido de la msica en el festival -y del grupo Los Jaivas en el lme-, es decir, un contexto externo a los personajes, intervino para hacer plausible la transgresin de la regla de homogamia.El perodo post-dictadura: clausura homogmica en la clase media-altaA partir de inicios de la dcada de 1970, en Amrica Latina y en Chile, la matriz socio-poltica de gran parte del siglo XX fue reemplazada por una autonoma de la economa respectodelapoltica,dicultandoelsurgimientodecategorassociales-comola claseobreraenelpasadohistrico-capacesdeaglutinaragrandesconglomerados delapoblacinfrentealasestructuraspredominantes(Garretn,2007).Como contrapartidaalaliberalizacinyglobalizacindelaeconoma,seincrementel empleoenlasactividadesdelsectorterciario,generndoseunanuevacomposicin de las clases sociales desde el punto de vista ocupacional (Len y Martnez, 2001). A esto se agreg el efecto de la ampliacin de la educacin, lo que facilit procesos de movilidad social ascendente hacia empleos de clase media (Torche y Wormald, 2004). Todo lo cual se ha traducido en una composicin del conjunto de las clases sociales sinprecedentesrespectodelosperodoshistricosprevios,comoseapreciaenel Grco 3. Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histrica128Grco 3. Clases sociales segn ocupacin en Chile, 2009Fuente de los datos: Encuesta CASEN 2009.Nota: Datos 2009 corresponden a ocupados entre 25 y 65 aos de edad. Se excluye a grandes empresarios.LaclasedeServicioshadesplazadolarelevanciaporcentualqueantestenala clasedeRutinasNo-Manuales,alinteriordelasclasesmedias,alcanzandoun21% yun18%respectivamenteenlaocupacintotal,segnelGrco3.Estaclasede Servicios se encuentra conformada predominantemente por profesionales y tcnicos denivelaltocontratadostantoenelsectorprivadocomopblico,ejecutivosde empresas y funcionarios con cargos directivos en el Estado. En un escaln ms abajo, estintegradatambinenunaelevadaproporcinporprofesores,profesionalesde serviciosadministrativos,tcnicosconformacinsuperior,profesionalesdenivel mediodelasaludyprofesionalesdelacomunicacin.Ensuconjunto,lasclases medias han pasado de tener un peso cuantitativamente menor a ser predominantes en la ocupacin, transformando la conguracin de la estructura de clases.Enlaetapapost-dictadurayyaestablecidoelmodeloneoliberal,nosparecede inters seleccionar la novela Nosotras que nos queremos tanto de Marcela Serrano para una aproximacin cualitativa a nuestro objeto de estudio. En el libro, un xito de ventas en la dcada de 1990, las protagonistas fueron cuatro mujeres integrantes de la clase media profesional, aunque provenientes de diversos orgenes sociales. La novela buscaba encontrar en ellas una identidad compartida y un proyecto poltico de gnero: cuando yo publiqu mi primera novela, Nosotras que nos queremos tanto-seal la autora en una entrevista acadmica-, tuve una avalancha de preguntas acerca del por qu de estas historias de mujeres. Y yo dije claramente que estaba segura de que todas nosotras, de alguna u otra forma, tenamos la misma historia que contar; y por eso creo que mis libros han tocado tantos corazones de esas mujeres. Esta perturbacin ha sido mi tema, siempre con trasfondo poltico () (Garca-Corrales, 1997, p. 232).Parte del xito editorial del libro, en especial en un pblico lector femenino, obedecera a que la autora apareca mimetizada con las emociones de sus personajes, aportando un sello de familiaridad a conductas que, estableciendo una distancia, podran haber Oscar Mac-Clure129 sidocuestionadasporelpblico,segnobservaBianchi(2001).Unafamiliaridad manifestada, por ejemplo, en la narracin sobre Mara, la protagonista principal, cuyos amores prohibidos adolescentes con jvenes de clase baja fueron pronto reemplazados por sus verdaderas relaciones con el otro sexo. La narracin se compone de mltiples historias donde se suceden relaciones afectivas y de pareja con hombres del mismo mundodeclasemedia-alta,integradoporprofesionales,ejecutivos,intelectualesy polticos.Desdenuestraperspectivaanaltica,setratadeunahistoriadenidaen general por una homogamia en la clase media-alta15. Esa indiscutida homogamia se aviene sin problema con las historias de vida asociadas a una militancia de izquierda de las mujeres protagonistas de la novela, lo que incluso tuvo como consecuencia el exilio de Mara durante el perodo dictatorial. De acuerdo a las distinciones expuestas al inicio de este artculo, sus posturas crticas en el texto narrativo deslegitimaban las reglas de justicacin abiertamente instituidas acerca de desigualdades sociales como las de gnero, pero al menos respecto de la homogamia, notransgredanprincipiosrelativamenteinconscientesquelescondicionaban subjetivamente a adaptarse a normas establecidas. En el texto analizado, la ausencia detransgresinexpresadaenlanaturalizacindelahomogamia,seencuentra desbalanceada respecto del peso asignado a historias de vida marcadas por el rechazo alsistemapolticoysocial,queengranmedidadeneelcentrodegravedaddela narracin.LarevisindelanovelaporpartedeBianchi(2001),destacandolaausenciade problematicidadenlanarracin,seencuentraentrelazadaconloqueyahemos sostenido acerca del modo como ocurre o no ocurre la transgresin. Sostiene que es unarepresentacindistanciadoralaquepermitereconocerelobjeto,mostrndolo como algo externo y ajeno, lo que no ocurre en la novela de Serrano. En contraste, un distanciamiento entre los actores y el contexto que los enmarca, quitando a las reglas su aspecto de familiaridad, normalidad y naturalidad, puede ser desencadenado por acontecimientosexternosalosactoresinvolucrados,segnobservamosenMartn Rivas y Palomita Blanca. Comparativamente, cuando esto no ocurre y los principios dehomogamiasonasumidoscomonaturales,segnexaminamosenelescenario contrafactual de Nosotras que nos queremos tanto, permanece inalterada la validez socialdeprcticascomolashomogmicas.Esteacatamientonaturalizadode lasreglashomogmicasocurrienunanovelaqueformpartedeunacorriente -generacional,enalgunamedida-enlaliteraturachilena,dondelospersonajes permanecanatrapadosenespaciossocialesuniformizadosyencerradosens mismos, sin salidas ni sentidos de superacin, condenados a una especie de orfandad, de acuerdo a Cnovas (1997), contextos en los que continuando nuestro anlisis, no haban condiciones para los mecanismos de transgresin.Homogamia en las clases medias y evidencia emprica actualLauniformidadhomogmicaenlaclasemedia-altaquehemosapreciadoapartir deNosotrasquenosqueremostanto,encuentrauncorrelatoendatosempricos 15 La aceptacin de las reglas de homogamia como algo natural estuvo presente tambin en novelas del perodo anterior, por ejemplo, en Casa Grande de Orrego Luco.Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histrica130cuantitativosparaelmismoperodoydelosquenodisponamosparalaspocas anteriores, como podremos analizar a continuacin. Una uniformidad similar aunque con otro signo se puede observar en los restantes estratos de clase media y en otras clases sociales, segn examinaremos. LosestudiosdequesedisponeparaChileyAmricaLatina(Torche,2007;Esteve &McCaa,2007)ofrecensucienteevidenciaempricarespectodeunahomogamia educacionalenlaconformacindelasparejas. Elaspectoquefaltaanalizar cuantitativamenteconsisteenestablecersihayunvnculoentreesahomogamia educacional y las clases sociales. Para aproximarnos a esto, realizamos una descripcin cuantitativadelaasociacinabsolutaentrelasclasessocialessegnlaocupacin deloscnyugeshombresylosniveleseducacionalesdelascnyuges.Enlatabla siguiente, analizamos a las parejas existentes en todos los ncleos familiares del pas, segn la clase social de los hombres de 25 a 39 aos de edad y el nivel educacional de la mujer en el ao 2009, utilizando datos de la principal encuesta de hogares del pas.Tab laParejas de acuerdo a la clase social segn ocupacin de los hombres de 25 a 39 aos de edad y nivel educacional de cnyuge mujer, Chile 2009Nota: Excluye a patrones o empleadores en clase de Servicios Alta.Fuente: Elaboracin propia segn datos de Ncleos Familiares en Encuesta CASEN 2009.Considerandolasparejasqueresidenenloshogares,latablaanteriordistinguela clasesocialalaqueperteneceelhombrequecomparteunncleofamiliarconuna cnyuge.Lasclasessocialessondenidassegnlaocupacindesempeada,de acuerdo a una matriz estandarizada, la ms utilizada a nivel internacional, la escala EGP de Erikson y Goldthorpe (1993) segn lo indicado anteriormente. Se considera sloalasnuevascohortesdehombres,loquetentativamenteabarcaaquienes nacieron a partir de 1970, por lo que se incorporaron a la actividad laboral una vez reestructurada la economa chilena en funcin de los principios neoliberales. Dejamos deladoalosmenoresde25aosdebidoasusituacinmenosestableeincluimos solamente a los ocupados hasta 39 aos de edad en la encuesta del ao 2009, es decir, Oscar Mac-Clure131 a las nuevas cohortes de quienes estn en la etapa del ciclo vital en que habitualmente seestablecenvnculosmatrimonialesounionesdepareja.Respectodelasmujeres cuyo cnyuge es uno de estos hombres, se distingue su nivel educacional, agregado en grandes categoras para facilitar la revisin de los resultados. Se excluye de la tabla a los patrones o empleadores en el estrato ms alto, respecto de quienes se requerira un mtodo especco de recoleccin de datos. La tabla permite apreciar los resultados para las 688 mil parejas chilenas en las cuales elhombrepertenecealasnuevascohortes;enestasparejasel91%delasmujeres pertenecealasmismascohortes.Enprimerlugar,latablanospermiteabordar cuantitativamentelapreguntadeenqumedidaseobservaunahomogamiao bien,porelcontrario,noexisterelacinentrelaclasesocialdelhombreyelnivel educacional de la mujer y por tanto, la educacin no es una variable tomada en cuenta enlaseleccindelapareja.Comoindicadordehomogamia,podemosconsiderar antetodosiencadaclasesocialhayniveleseducacionalesdondeseconcentrela distribucin de parejas.En la clase de Servicios Alta integrada en su mayor parte por profesionales y tcnicos de nivel alto como mdicos, ingenieros y abogados, el criterio de seleccin de cnyuges es marcadamente homogneo, con parejas donde en un 73% de los casos la mujer cuenta con educacin superior completa. As, en este estrato de clase media-alta predominan las uniones homgamas, es decir, las cnyuges tienen un similar nivel educacional, en general, graduadas universitarias. Esto es menos acentuado en la clase de Servicios Baja,integradaprincipalmenteporprofesores,tcnicos,profesionalesdeservicios administrativos, tcnicos con formacin superior, profesionales de nivel medio de la salud y profesionales de la comunicacin, entre quienes la proporcin de cnyuges graduadas universitarias desciende a un 50%.Enelrestodelasclasesmedias,siguiendoelcriterioconvencionalquelasdene comointegradasporestratosdetrabajadoresnomanuales,lasituacinesbastante diferente, pues en su mayora son parejas donde la mujer cuenta con educacin media completa,enunaproporcinvariablesegnelestrato.Slounaminoradeellas haegresadodelauniversidad,un25%enelestratodeRutinasNo-manualesAlta compuestoenelevadafrecuenciaporempleadosadministrativosyesteporcentaje esanmenorenlosrestantesestratosdeclasemedia.LaclasedeRutinasNo-manuales Baja, integrada principalmente por vendedores, cajeros y camareros, puede considerarseelprototipodeunaclasemedia-baja,enlacualun67%delasparejas est integrada por una cnyuge que ha llegado hasta la educacin media completa. Incluso en la clase de Pequeos Empresarios que cuentan con empleados y entre los Independientes que en su mayor parte son trabajadores no-manuales, la proporcin con educacin media tambin es mayoritaria.LadiferenciaconlaclaseServiciosAltaseagudizaenlasclasesdetrabajadores ManualesCalicadosyNo-calicados,siseconsideraqueademsdeunaelevada proporcin de cnyuges con educacin media, el porcentaje que cuenta con educacin bsicasuperaconcrecesaquieneshanalcanzadounaeducacinuniversitaria. Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histrica132Unasituacinextremaseapreciaenlasclasessocialesdelsectoragrcola,donde predominanlascnyugesqueapenashanalcanzadolaeducacinbsicaoincluso carecen de educacin formal, una caracterstica opuesta a la observada en la clase de Servicios Alta. Considerando el peso relativo de las diversas clases sociales y niveles educacionales en el conjunto de la poblacin, los trabajadores manuales Calicados yNo-calicadosconcnyugesmujeresegresadasdeeducacinmedia,constituyen elgrupoproporcionalmentemsnumerosoenlasumatotaldelasnuevascohortes enelpas,un11%yun12%deltotalrespectivamente.Deestemodo,laeducacin media de las mujeres constituye un marcador importante, nivelando hacia abajo a la mayor parte de las clases medias.Adems de la concentracin de las uniones de pareja de cada clase social en asociacin aunniveleducacional,lahomogamiapuedeevaluarsetambinenfuncindela simetra de la distribucin de la educacin, es decir, habra menor homogamia si esta segundavariablesedistribuyerademodouniforme,msalldelnivelenquese aprecia una mayor proporcin. Por ejemplo, en la clase de Rutinas No-manuales Baja, elestratocompuestoporvendedoresyotraspersonasqueprestanservicios,nose observaunamismafrecuenciaporcentualenlosniveleseducacionalesinferioresa Educacin Media, sino que stos decrecen paulatinamente, de modo que las variables clase y educacin se encuentran asociadas asimtricamente. Como apreciacin general, esta gradualidad asimtrica es observable en todas las clases sociales, lo que refuerza la tendencia mayoritaria a formar uniones conyugales de un modo homogmico.La distribucin segn clases sociales de los hombres en la tabla, muestra porcentajes ms diferenciados que cuando se comparan niveles educacionales de ambos cnyuges (Torche,2007),particularmenteenlosestratosmedios,loquepodraindicaruna mayorincidenciadelasclasessocialesquelaeducacinenlaexplicacindela homogamia, conrmando lo sugerido por Esteve & McCaa (2007, p. 79).Un aspecto importante y complementario a nuestra revisin previa, consiste en que con la marcada homogamia en la clase de Servicios Alta, el predominio de cnyuges con educacin superior se encuentra correlacionado en la sociedad chilena con un retorno econmico ms elevado y una mayor valoracin en trminos de prestigio social. Dada esta clausura homogmica, no es de extraar la normalidad a-problematizadora con queseasumesubjetivamente,locualvalidalarelevanciadelaautoconcienciade los actores sobre sus prcticas en la conformacin de parejas, expuesta en la novela Nosotras que nos queremos tanto.Lahomogamia,sinembargo,noesexclusivadeeseestratodondelasmujeresson predominantementegraduadasuniversitarias,puesenlasrestantesclasesmedias hayunaelevadaproporcindecnyugesconeducacinmedia,loqueconstituye un criterio uniformizado en la seleccin de pareja, de acuerdo a la tabla. De manera general, en las parejas chilenas donde el hombre pertenece a las clases medias, una elevadaproporcininvolucracnyugesmujeresdeunniveleducacionalespecco segnculseaelestratodepertenenciadelhombre.Enestesentido,loscriterios homogmicos acerca de cmo debe ser establecida la unin de pareja o el matrimonio, Oscar Mac-Clure133 soncompartidosporlamayoradelaspersonaspertenecientesalaclasemedia chilena.La clausura homogmica que se aprecia en la tabla, ms intensa en la clase media-alta perotambinpresenteenelrestodelasclasesmedias,conllevaefectosrelevantes. Enlamedidaquelaspersonasdeunestratomedioseunenconquienestienenun nivel educacional especco, de manera diferente a como ocurre en otras clases segn hemos apreciado en la tabla, este proceso refuerza la desigualdad experimentada por la pareja en comparacin a otros y la reproduce en la generacin siguiente, pues las ventajas o desventajas en el acceso a recursos se transmiten de modo inmodicado. En trminos de ingresos del trabajo, contar con educacin media marca una diferencia signicativa,peroeseniveldeingresosesbastanteinferioralresultantedetener educacin universitaria. Elanlisisdelatablaquehemosrealizadohastaaqusereerealahomogamia, perounasegundapreguntadelamayorrelevanciaparanuestroestudioconsiste enestablecerenqumedidalosdatosmuestranenalgngradolapresenciade heterogamia. La heterogamia puede ser entendida desde el punto de vista de los datos utilizados, como la situacin de parejas donde el hombre de una clase social tiene como cnyuge unamujercuyoniveleducacionalseencuentraaunamarcadadistanciarespecto delpredominanteenesaclase.Mientrasestoseamsdispar,seramsimprobable queexistaunauninysilahubieraconsistiraenunvnculoheterogmico.Como indicadordeestadistanciaelevada,podemosconsiderarencadaclaselosniveles educacionalesdelascnyugesquesealejanenmsdeunnivelrespectodel predominante, segn la tabla. Como ilustracin, en la clase de Rutinas No-manuales Bajadelosempleadosenventas,serviciosadministrativosyotros,unpequeo porcentajedelascnyugescarecedeEducacinBsicacompleta,loquedistams de un nivel respecto de contar con Educacin Media que es lo predominante en esta clasesiendolaEducacinBsicacompletaelnivelinferiorquelesigue.Demodo anlogo, se aprecia una distancia elevada en otros estratos medios y en el resto de las clases sociales, aunque en un pequeo porcentaje de las parejas. Esto conrma que la heterogamia es cuantitativamente menor en la actualidad, pero no inexistente. Acercadeesaescasaproporcincuantitativadeparejasconyugaleshetergamas, queda abierta la interrogante de cul es su autopercepcin de esa situacin y cmo espercibidaporotraspersonas.Perosetratadeunaheterogamiaquetransgrede prcticas predominantes respecto de las desigualdades sociales. Es decir,consiste una forma de transgresin aunque los juicios subjetivos no se maniesten pblicamente ni haya un elevado grado de reexividad social sobre esa heterogamia.Desdenuestraperspectivadeanlisis,demodomsgeneral,losdatosanalizados conrmanquelahomogamia,presenteenelconjuntodelasclasesmediasyen general en todas las clases, es parte de los procesos que reproducen las desigualdades sociales.Sinembargo,laheterogamiaestpresenteenunapequeaproporcinde Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histrica134lasclasesmedias.Estonosconducenuevamenteaunadimensincrucialparala comprensin de este importante fenmeno, el mecanismo o proceso sea de aceptacin o de transgresin de la homogamia, sobre lo que concluiremos enseguida. Homogamia y clases medias en perspectiva histricaDe acuerdo a lo expuesto, la homogamia ha estado y contina estando en el centro delasdesigualdadessocialesenChilealolargodedossiglos.Obrasclsicasdela literatura narrativa y el cine chileno, Martn Rivas y Palomita Blanca respectivamente, nospermitenobservarintentoscticiosdetransgredirlasreglasdehomogamia propiamentetales.Enambas,esosintentosfracasaron,ilustrandolafortalezade reglas de homogamia que aparecan como naturales, por sobre la negacin afectiva yemocionalimplcitaenlaaceptacindeesareglaporpartedelaspersonasque formaban parte de la clase media. Las prcticas homogmicas en las que se ha visto involucrada la clase media han estado en el ncleo de las desigualdades sociales sin ser necesariamente su causa, pero constituyendo un mecanismo que las ha reproducido.Lo ocurrido podra no ser muy diferente a lo acaecido en sociedades similares, pero unaperspectivahistricahadejadoaldescubiertolasformasparticularesdela homogamia y los intentos de transgresin de ese tipo de prctica social en las clases mediaschilenas.Adems,haproporcionadoevidenciasqueposiblementesonms reveladoras que las de un anlisis reducido a un momento en el tiempo. La homogamia estuvo marcada en el pasado histrico por el peso de la familia y la religin en la constitucin de las parejas de clase alta. Las personas integrantes de la clasemediaenelsigloXIX,todavapequeaysubordinadaaquienescontrolaban elpoder,pertenecanpredominantementeaunestratobajodecomerciantes yempleadosenlasciudades,quienesseadaptaronasuscondicionessociales estableciendo uniones conyugales entre s. Pero cuando esas inuencias y condiciones se debilitaron, los datos expuestos muestran que ha perdurado la fuerza objetiva de normas homogmicas que refuerzan las desigualdades sociales. Hacia nes del siglo XIX, los cambios ms visibles consistieron en una exibilizacin adaptativadelaaplicacindelaregladehomogamiaenlaclasealta,bajociertas condicionescomocontarconuncapitalculturalparaaccederaconformarparejas heterogmicas.Elestratomedio-altodelaclasemediaintegradoporprofesionales, result favorecido por las estrategias de matrimonio ms exibles de la clase alta y accedialaposibilidaddeunionessocialmenteheterogmicas.Peroalnalizarel siglo XX, la tendencia ms frecuente en este estrato medio-alto evolucion hacia una clausura homogmica en torno al principio de contar con educacin universitaria, un lmite denitorio respecto de otros estratos medios. Actualmente, este rasgo tambin es compartido, aunque en menor grado, por la clase de Servicios Baja, integrada por profesores, tcnicos y otros. EnelestratomayoritariodelasclasesmediasduranteelsigloXX,compuestopor empleados,predominaronlasunioneshomogmicasalinteriordeestamisma Oscar Mac-Clure135 categora social. En la actualidad, las cnyuges con Educacin Media representan un rasgo denitorio en las clases de Rutinas No-manuales, en mayor proporcin que las clasesdetrabajadoresmanuales.Estasunioneshomogmicasdondelamujerslo cuenta con Educacin Media son menos ventajosas econmicamente en comparacin a lo que ocurre en los estratos de Servicios profesionales. Pero este estrato de Rutinas No-manualesyanoeselmayoritarioalinteriordelasclasesmedias,comohaba ocurrido en las pocas anteriores.En sntesis, reglas homogmicas se establecieron no slo en la clase alta, sino tambin dentro de las clases medias, de un modo diferenciado entre un estrato y otro. Mientras en el pasado histrico la homogamia de la clase alta dena orientaciones claves de lasociedad,enlaactualidad,cuandolasclasesmediasdejarondeserminoritarias ybordeanlamitaddelapoblacin,lasreglashomogmicascontinanpresentes. Un nivel educacional especco constituye actualmente un marcador relevante en la conformacin de las parejas de cada estrato medio y de las restantes clases sociales, lo que no se intenta transgredir de un modo generalizado o sistemtico.Transgresin de la homogamiaConcluyendo,hemosexpuestoungiroenelcomportamientodelasclasesmedias respectodelasunionesdepareja.Mientrasenelpasadomslejanolabsqueda detransgredirlahomogamiaconstituaunprincipiomotordelestratosuperiorde lasclasesmedias,enlaactualidadpredominaensteunenclaustramientoyuna autocomplacencia en la conformacin de las uniones. Ese comportamiento transgresor seextendaaotrosestratosdeclasemedia,inclusohastaperodoscercanos,loque enelpresentehasidoreemplazadoporunencierroenloslmitesdecadaestrato, aceptandocomonaturaleslasdistincionesbasadasenlaeducacinformal.La naturalizacin de los lmites impuestos por la educacin a la conformacin de parejas, se constituye as en un potente factor de aceptacin del sistema de estraticacin.A pesar de la perdurabilidad de la homogamia, en ciertos perodos histricos ha sido objetodetransgresinporpartedelasclasesmedias,aunqueposiblementedeun modomenossistemticoogeneralizadoquelasformasdetransgresinexpresadas por manifestaciones masivas, las huelgas y otros tipos de accin colectiva de carcter disruptivo en espacios pblicos, que a lo largo del tiempo tambin se han situado en un plano ms fctico o de hecho que en un mbito de armaciones o fundamentaciones razonadasdejuiciosdiscursivos.Lastransgresionesalahomogamiaquehemos revisadoenproductosculturalesyendatoscuantitativosactuales,evidencianun retiro del consentimiento a desigualdades sociales establecidas, de un modo prctico oexperiencial,aunquerequerirainvestigarseelgradoenqueestoespercibido subjetivamente como un rechazo. Hemos examinado transgresiones a la homogamia queconscienteoinconscientementehanapuntadoaladistribucinderecursos mediantelasunionesdepareja,atravsdelaalteracindevnculosconyugales relacionados con posiciones sociales o de poder poltico y niveles de educacin.Extendiendo la distincin formulada en la literatura terica, entre la crtica a cmo deben ser las cosas y a cmo son en un mbito particular, a lo largo de este artculo pudimos Clases medias chilenas y transgresin de la homogamia: una perspectiva histrica136analizar dos modalidades en la transgresin de las prcticas sociales, en particular de la homogamia, las cuestionadoras de las reglas en s mismas y las relativas a formas de aplicacin de esas normas.Latransgresinenlasclasesmedias,enunmomentouotro,sehareferido principalmente a lo que son efectivamente los modos ms adecuados de aplicar la regla de homogamia a las uniones de pareja o matrimonio y lo crucial no ha radicado en lo que debe ser esa regla. A travs de la aceptacin de lo que debe ser, los individuos se han apropiado de la regla homogmica y posiblemente, con esto han encontrado en su propia experiencia personal y de pareja, pruebas de la validez de otras desigualdades sociales. Es decir, presumiblemente, a travs de los vnculos de pareja, no slo se han reproducido desigualdades socioeconmicas, sino que adems se ha proporcionado en los hechos evidencia de un consentimiento acerca de la distribucin desigual de los recursos en la sociedad, contribuyendo a que los individuos se convenzan unos a otros de que esto ltimo es lo real o natural.An a pesar de las diferencias derivadas de las particularidades de cada uno de los perodos que hemos analizado, las transgresiones a la homogamia se han desarrollado deacuerdoaprocesosquehistricamentehanpresentadociertassimilitudesoal menoshanseguidounapautaquehipotticamentepodraproyectarseacontextos histricos diversos.En primer lugar, la comprensin de la transgresin a una prctica denida como la homogamia, requiere focalizar la atencin fuera de las prcticas sociales habituales, observandootrosnivelesigualmenteimportantesdelavidasocialyquegeneran efectos en reglas como las homogmicas. En su origen, la transgresin puede basarse enunasituacincontextualqueproduceunaanomalaenlasrelacionescaraa cara,comounacoyunturadecrisispoltico-socialocultural,loquequizspodra extenderse a los efectos de crisis econmicas o internacionales.Situacionescoyunturalesdecrisispoltico-socialpuedenalterarlanormalidadcon que se desarrollan prcticas habituales de homogamia, tal cual ocurri como efecto del conicto armado de 1851 en la novela de Blest Gana. De este modo, las normas homogmicasqueregulanpersonalesvnculosdepareja,puedenserafectadas porcambiosocurridosfueradelainteraccincaraacarahabitual,situadosenla dimensin ms amplia de los escenarios o locaciones donde ocurren las interacciones y funcionan las instituciones. Ensegundolugar,latransgresintambinpuedeserinducidaporsituacionesde cambio cultural o valrico, es decir, la aparicin de un contexto ajeno a la tradicin enelcampocultural,eventualmentedecarctertransnacional,comoenelcasodel movimientocontraculturalhippieyelclebrediscursodelprofesor,enlapelcula PalomitaBlanca.Laspropiosproductosculturales,comolasobrasdeccin literariaocinematogrcaanalizadasenesteartculo,enlarelacindialgicacon supblicodestinatario,puedengenerarunadistanciacapazdejarexpuestauna a-problematizacin,induciendounamayorreexividadyunadeslegitimacinde Oscar Mac-Clure137 prcticas consideradas naturales.Unacrisisouncambioculturalmuestralaviabilidadoinclusolaamenazadeun contextodiferente,desequilibrandoformasdeinteraccinanivelmicro.En contraste,laausenciadeunescenarioalternativoquehagaplausibleunamutacin de reglas que uniformizan prcticas como las homogmicas, mantiene y revalida las relaciones cara a cara encerradas en lo establecido, segn se pudo apreciar en el caso contrafactual de la novela Nosotras que nos queremos tanto. De este modo, la transgresin de la homogamia no es slo un asunto individual, de creencias personales o de interacciones cara a cara, pues factores externos como los indicados pueden alterar prcticas y juicios de legitimidad que antes aparecan como habituales y normales. Endenitiva,elcasoexpuestoenesteartculo,relativoalcomportamientodelas clasesmediaschilenasenunplanorelativamenteirreexivocomolaconformacin de uniones de pareja, aporta al conocimiento de cmo ocurren en general los procesos de transgresin de los condicionamientos sociales que se encuentran subjetivamente establecidos.BibliografaAris, P. y Duby, G., Historia de la vida privada, Madrid, Taurus, vol. 4, 2001.Balmori,D.andOppenheimer,R.,FamilyClusters:GenerationalNucleationin Nineteenth-Century Argentina and Chile, en Comparative Studies in Society and History, Vol. 21, No. 2, apr., 1979, pp. 231 - 261.Balmori, D., F. 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