Clase 1 Definicion de La Apologetica

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VERSIÓN: 01 Pág. 1 de 4 Jessica Barrera 28/01/2013 Apologética es la defensa de la fe (no ataque). Es una parte de la teología que busca explicar lo que creemos y hacemos como católicos, y expone los errores para proteger la ingratitud de la fe. Tiene por objeto “la exposición de los motivos de credibilidad, o sea las razones y argumentos que demuestran ser la fe razonable”(Royo Marin, 1961). Es, como decía San Agustín, “creo para entender y entiendo para creer mejor” 1 . Hoy en día la fe está siendo bombardeada por todos sus flancos, por lo que se hace apremiante recurrir al estudio de la apologética: “hay que razonar la fe. Si Dios nos ha dado la razón es para que la usemos. Debemos ser creyentes bien formados que sabemos lo que creemos y porqué lo creemos (Loring, 1993) El estudio de apologética puede ser considerada también como un mandato de nuestro primer papa cuando nos dice: “Al contrario, dad culto al Señor en Cristo, en vuestros corazones, siempre dispuestos a dar respuesta de todo el que os pida razón de vuestra esperanza” (1 Pe 3, 15). Muchos fueron mártires por esto (cf. Mt 10, 12-16). 1 Cf. Cartas 120,2.8

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curso de apologética clase no 1

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Jessica Barrera

28/01/2013

Apologética es la defensa de la fe (no ataque). Es una parte de la teología que busca explicar lo que

creemos y hacemos como católicos, y expone los errores para proteger la ingratitud de la fe. Tiene

por objeto “la exposición de los motivos de credibilidad, o sea las razones y argumentos que

demuestran ser la fe razonable”(Royo Marin, 1961). Es, como decía San Agustín, “creo para entender

y entiendo para creer mejor”1.

Hoy en día la fe está siendo bombardeada por todos sus flancos, por lo que se hace apremiante

recurrir al estudio de la apologética: “hay que razonar la fe. Si Dios nos ha dado la razón es para que

la usemos. Debemos ser creyentes bien formados que sabemos lo que creemos y porqué lo creemos”

(Loring, 1993)

El estudio de apologética puede ser considerada también como un mandato de nuestro primer papa

cuando nos dice: “Al contrario, dad culto al Señor en Cristo, en vuestros corazones, siempre dispuestos

a dar respuesta de todo el que os pida razón de vuestra esperanza” (1 Pe 3, 15).

Muchos fueron mártires por esto (cf. Mt 10, 12-16).

1 Cf. Cartas 120,2.8

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La apologética que vamos a estudiar en este nivel es la dirigida a nuestros hermanos cristianos

protestantes, y algunos temas pueden ser aplicables a los Testigos de Jehová.

La apologética se fundamenta principalmente en cuatro fuentes:

a) Sagradas Escrituras: La Biblia, incluyendo los libros deuterocanónicos, es la principal fuente

de Revelación del designio de Dios con su pueblo, la Sagrada Escritura es el mismo Cristo,

Verbo hecho carne (cf. Jn 1, 14)

Niveles de la Apologética

No creyentes

Ateos

Agnósticos

Creyentes

No Cristianos

Judíos

Musulmanes

Budistas

Otras religiones orientales

Testigos de Jehová

Cristianos

Católicos

Romanos (occidente)

Ortodoxos (oriente)

Protestantes

Históricos

Luteranos

Calvinistas

Anglicanos, etc.

Sectarios o de "garaje"

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b) Magisterio y argumentos teológicos: Las enseñanzas de la Iglesia Católica, única Iglesia

instituida por Cristo, son fuente de la verdad divina, pues como lo enseña San Pablo, la Iglesia

es “columna y fundamento de la verdad” (I Tim 3, 15)

c) Historia: Los argumentos históricos son de gran peso en esta disciplina.

d) Sentido común: No hay argumentos más convincentes e imbatibles que los que nos presenta

nuestra propia razón.

Remitimos algunos apuntes sobre la conferencia que sobre este tema da el Pb. Flaviano Amatulli.

Recomendamos ver los videos de este sacerdote y gran apologista.

Los hermanos separados están entrenados para confundir a los católicos, por lo que generalmente

ellos quieren solamente hablar y no escuchar, entonces al momento de entablar un diálogo

apologético con ellos debemos aplicar algunas normas para la defensa de la verdad, normas para

evitar la confusión. Estas deben ser puestas en claro antes de iniciar la conversación.

1) Uno por uno, que hable uno solo: Para entablar un diálogo apologético es fundamental que

solamente se dé entre dos personas, una de parte de la Iglesia Católica y otra de parte de la

otra denominación, esto, fundamentalmente, para mantener el orden.

2) Un solo tema bien definido: Se debe aclarar sobre qué tema va a basarse la conversación,

¿de las imágenes? Entonces, solamente se habla de imágenes, ¿de la Iglesia? Entonces,

solamente se habla de Iglesia, ¿de la confesión? Entonces solamente se habla de confesión.

Nada de estar saltando de tema en tema.

3) Tiempo definido, tiempos iguales: Antes de iniciar la conversación se debe acordar el tiempo.

“No, para Dios no hay tiempo, hay que dedicar todo el tiempo necesario”, así dicen los

miembros de las sectas para engañar, pero ¿qué pasa? El católico ingenuo de buena fe cree y

el testigo de Jehová comienza a hablar: habla y habla sin permitir intervenir al católico, y

después de media hora o de una hora dice el Testigo de Jehová:“disculpe hermano, se me

había olvidado que tengo un compromiso y me tengo que ir, la próxima vez le escucho”,

después de una semana regresa otra vez y empieza otra vez otro tema sin dejar hablar al

católico y de nuevo ”hermano discúlpame, tengo que irme, tengo un compromiso”. Pasa una

semana, pasa un mes, pasa un año, el testigo de Jehová siempre hablando y el católico se

queda como el Chango: colgando; nunca habla, nunca dice nada. Para evitar esto entonces:

tiempo determinado.Primero habla uno el tiempo estipulado y el otro escucha, luego habla el

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otro el mismo tiempo y el uno escucha, respetando el tiempo para que se pueda entender

bien el punto de vista.

4) Espacio para preguntas y respuestas: Después de que ambos hayan expuesto su punto de

vista, los que escuchan pueden hacer preguntas en un momento reservado para esto. A cada

pregunta responde el católico y el protestante, los dos. Hace la pregunta al católico, contesta

el católico pero también después el hermano separado permitiéndole opinar también a él.

Hace la pregunta al hermano separado, contesta él, después contesta el católico y la gente

escucha, cada quien va formando su opinión, pues los testigos después de escuchar al

católico y escuchar al hermano separado, pueden tomar su decisión. Luego de hacer esto se

puede pasar a otro tema.

5) Tener testigos o grabaciones: el diálogo no se hace a solas, especialmente si lo realiza un

sacerdote, una religiosa o un catequista porque los hermanos separados están entrenados

para engañar y decir mentiras. Tu por ejemplo de buena fe lo recibes, platicas, pensando que

es una cosa seria de buena fe… no, él se va y dice:“esa persona no contestó nada, no sabe

nada de biblia”. Entonces el diálogo se tiene que hacer frente a la gente, que la gente

escuche, para evitar engaños el diálogo se hace públicamente.

6) Hablar con humildad, prudencia, confianza y VERDAD: Aunque estamos seguros de vivir en

la Verdad que es Cristo mismo, en ningún momento debemos sentirnos superiores o

despreciar a nuestros hermanos separados. En la humildad de nuestro ejemplo podemos

convencer más que en palabras (aunque ciertas) soberbias. También, debemos confiar en

Dios que promete a sus apóstoles que el Espíritu Santo les dará las palabras adecuadas para

hablar ante los hombres cuando les pidan cuentas de su fe (cf. Mt 10, 19-20) y es muy

importante para esto orar en nuestro interior pidiendo el auxilio divino.

Amatulli, F. (2000). Normas para dialogar con los hermanos separados. Obtenido de Aposotoles:

http://es.youtube.com/cp/vjVQa1PpcFM20jLBhKLukDChLlLt52Lun3b23vnXbQM=

Loring, J. (1993). Para salvarte. Quito: Fundación Jesús de la Misericordia.

Royo Marin, A. (1961). Jesucristo y la vida cristiana. Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos.