Recorridos por la música de cámara

CLAIRE-MARIE LE GUAY, piano (Francia)

Domingo 21 de abril de 2013 • 11:00 a.m. Bogotá, Sala de Conciertos Biblioteca Luis Ángel Arango

TOME NOTA• Los conciertos iniciarán exactamente a la hora indicada en

los avisos de prensa y en el programa de mano. Llegar con media hora de antelación le permitirá ingresar al concierto con tranquilidad y disfrutarlo en su totalidad.

• Si al momento de llegar al concierto éste ya ha iniciado, el personal del auditorio le indicará el momento adecuado para ingresar a la sala de acuerdo con las recomendaciones dadas por los artistas que están en escena.

• Agradecemos se abstenga de consumir comidas y bebidas, o

fumar durante el concierto, con el fin de garantizar un ambiente adecuado tanto para el público como para los artistas.

• Durante el transcurso del concierto por favor mantenga

apagados sus equipos electrónicos, incluyendo teléfonos celulares, buscapersonas y alarmas de reloj. Esto ayuda a crear un ambiente propicio para disfrutar la música.

• Por respeto a los derechos de autor de los compositores e

intérpretes, no está permitido realizar grabaciones de audio o video ni tomar fotografías durante el concierto.

1Laureada en varios concursos internacionales, incluyendo el ARD de Múnich en 1995, Claire-Marie Le Guay estudió junto a algunas de las figuras más importantes de su disciplina como Dimitri Bashkirov, Alicia de Larrocha, Claude Frank, William Grant Naboré y Andreas Staier.

A Claire-Marie Le Guay le interesa de manera particular el repertorio actual para su instrumento surgido en el ámbito de la música erudita, gusto que la ha llevado a estrenar e interpretar obras de compositores de nuestro tiempo. De esta manera, ha sido la destinataria de varias piezas de Thierry Escaich, de quien grabó el concierto para piano Fantaisie, así como sus composiciones para piano, y quien le dedicó su Choral’s Dream, una obra para órgano y piano que estrenaron juntos. Le Guay toca regularmente obras de Dutilleux, Carter y Gubaidulina, compositores con los que ha tenido el gusto de trabajar. En 2009 y 2010 se presentó como artista residente en el Teatro del Ateneo en París -una ocasión especial para poder invitar a sus colegas artistas más queridos-, para compartir la música con niños de las escuelas parisinas y encargarles obras a diversos compositores franceses, incluyendo un cuento musical a Guillaume Connesson.

Apasionada por la música de cámara y los intercambios musicales, Claire-Marie Le Guay toca con artistas como Marc Coppey, Gidon Kremer, Éric Le

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Sage, Jean-Guihen Queyras, François Salque, Lise Berthaud, el Cuarteto Ebène, el Cuarteto Mandelring y el Cuarteto Modigliani, entre otros.

También es importante resaltar que a Le Guay le encanta recorrer el vasto repertorio del piano; muestra de ello son sus grabaciones, en las que constantemente se entrega a obras de gran envergadura. En 2012 consolidó su nueva colaboración con la casa Mirare, para la producción de Viaje a Rusia (Scriabin, Prokofiev y Rachmaninov), un programa que ha ofrecido en recital en numerosos escenarios. Entre sus presentaciones se destacan aquellas en las Folles Journées de Nantes y de Tokio, el Mozarteum de Salzburgo junto a la Camera Salzburg de Louis Langrée, el Festival de Piano de Lille, el Festival de Auvers sur Oise, la Roque d’Anthéron y el Festival George Enescu de Bucarest, entre otras.

En 2011 lanzó un disco con música de Liszt (Universal), para celebrar el bicentenario de uno de sus compositores predilectos y a quien le había dedicado ya varias producciones discográficas, incluyendo los dos conciertos con Louis Langrée. La revista Gramophone calificó este disco como “contribución magistral” al año Liszt. En 2010 había presentado ya un extraordinario disco titulado Gubaïdulina, que fue precedido por tres discos más con Haydn y Mozart en formato comparativo.

Claire-Marie Le Guay es invitada frecuente de numerosas orquestas: Orquesta de París, Filarmónica de Londres, New Japan Philharmonic, Orquesta Nacional de Lyon, Orquesta de la Radio Bávara, Filarmónica de Lieja, Filarmónica de Luxemburgo, Filarmónica de Monte-Carlo, Orquesta de Cámara de Lausana, Chicago Civic Orchestra, Orquesta Nacional del Capitolio de Tolosa, Staatskapelle de Weimar, Orquesta de la Suiza-Romana, Sinfónica de Bâle, Sinfónica de Núremberg, entre otras. Ha tocado bajo la batuta de directores como Daniel Barenboim (quien la invitó personalmente para ir de gira por los Estados Unidos), Louis Langrée (con quien grabó dos discos para Universal), Emmanuel Krivine, Fabien Gabel, Jerzy Semkow, Uri Segal, Leif Segerstam y Gérard Korsten, entre otros.

Se presenta en auditorios como el Teatro de los Campos Elíseos, el Théâtre du Châtelet, la Salle Pleyel, el Palacio de Bellas Artes de Bruselas, el Victoria Hall, el Festival de Montreux, la Tonhalle de Zúrich, el Queen Elizabeth Hall, la Herkulessaal, el Musikverein, el Carnegie Hall, el Lincoln Center, el Chicago Symphony Center, el Suntory Hall, y muchos otros.

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Segmentos extraídos de la prensa“La pianista Claire-Marie Le Guay […] lleva con gran discreción y exigencia una carrera ejemplar […] su interpretación de Après une lecture de Dante atrae por su calidad poética y su fervor, así como una versión hechizante de la Sonata en si menor, donde los refinamientos orquestales no le ceden terreno al rigor estructural” (Marie-Aude Roux, Le Monde, abril de 2011).

“En su nuevo recital, Claire-Marie Le Guay se destaca por la búsqueda de la claridad. La firmeza rítmica es impecable, el sonido y la pulsación magistralmente controlados, para ofrecernos una interpretación que avanza sin desviaciones hasta el final y que nunca pierde el nivel de tensión” (Bertrand Dermoncourt, L’Express Style, abril de 2011).

“Qué potencia sonora, ¡Qué presencia! [...] un piano recio, carnoso, en una de las interpretaciones más impresionantes que jamás hayamos presenciado” (Philippe Van den Bosch, Classica, abril de 2011).

“La firmeza rítmica y el control del sonido, logrados tanto por la pulsación como por el uso del pedal, no tienen falla alguna” (Pierre Massé, Classica, marzo de 2011).

La obra de Sofía Goubaïdulina posee su sensualidad […] pero en estas páginas austeras aparece también una forma de ternura, de mansedumbre, de lo que Claire-Marie Le Guay se constituye como intérprete de singular inspiración […] El estudio sobre las resonancias y los timbres, así como la poesía del silencio, no encuentran una intérprete más convincente […] Un disco que se contará entre las luminarias por largo tiempo entre la discografía de Sofía Goubaïdulina (Stéphane Friédérich, Classica, febrero de 2010) (Choc de Classica).

Este concierto cuenta con el apoyo de

y del Institut français de Colombie

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INTERMEDIO

JOHANN SEBASTIAN BACH (1685-1750)

FRANZ JOSEPH HAYDN (1732-1809)

FRANZ LISZT (1811-1886)

Partita No. 1 en si bemol mayor, BWV 825

Preludio Alemanda Courante

SarabandaMinuet I - Minuet II

Giga

Sonata No. 57 en fa mayor, Hob. XVI:47AdagioAllegro

Finale: Tempo di minuet

Leyenda No. 2 bis, S 175San Francisco de Paula

caminando sobre las aguas

PROGRAMA

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CONCIERTO No. 18

FRANZ LISZT

FRANZ JOSEPH HAYDN

SERGEI RACHMANINOV(1873-1943)

Leyenda No. 1, S 175San Francisco de Asís

y el sermón de los pájaros

Sonata No. 12 en la mayor, Hob. XVI:12Andante

MinuetFinale

Preludio en do sostenido menor,Op. 3 No. 2

Estudio en mi bemol menor, Op. 39 No. 5, Appassionato

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NOTAS AL PROGRAMA

Por Ellie Anne Duque

BachEl término par tita, empleado en los siglos XVII y XVIII se usó, intercambiablemente, para designar una suite o una serie de variaciones. En el sentido más estricto denota un conjunto de variaciones, y así usaron el término Frescobaldi y Pachelbel, antecesores de Bach en sus obras. Pero con el tiempo comenzó a usarse para hablar de las suites y sus partes o secciones. La suite barroca siempre consta de varios movimientos, la mayoría de ellos elaboraciones muy sofisticadas de danzas tradicionales. Por su parte, la sonata barroca hace uso de las mismas danzas pero si se trata de una sonata de chiesa (para ser escuchada en la iglesia), los diversos movimientos se describían únicamente con su equivalente afectivo: allegro, adagio, presto, etc. Suite, sonata y partita barroca son géneros enteramente emparentados. Johann Sebastian Bach (1685-1750) empleó el término partita para las seis suites para el clave, publicadas en el Clavier-Übung de 1731 y para las suites escritas para violín solo.

Bajo el título de Clavier-Übung (Klavierübung en alemán contemporáneo), Bach inició en 1731 la publicación de cuatro volúmenes con música para el teclado. El primer libro fue señalado por el compositor como su Opus 1. El título completo reza así: Klavier Übung, bestehend in Präludien, Allemanden, Couranten, Sarabanden, Giguen, Menuetten und anderen Galanterien.1 Si bien el título, prestado de una colección anterior de Kuhnau, indica que la intención de la colección es pedagógica; la descripción adicional de Bach de “galanterías” demuestra que estaba ansioso por sacar a la luz pública sus obras para el teclado. Se trata en realidad de un conjunto imponente de piezas musicales que se inicia con seis partitas (BWV 825 a 830) y procede, en el segundo volumen, con la Obertura francesa y el Concierto italiano; contiene en el tercero música para órgano, preludios corales, preludio y fuga en mi bemol y cuatro dúos; para rematar en el cuarto volumen aparecen las merecidamente célebres Variaciones Goldberg.

Las partitas ya habían sido editadas con anterioridad en Leipzig en un espacio de cuatro años. La primera en 1726 y la última en 1730. La suite (en este caso, la partita) se estaba eclipsando cuando Bach decidió dar a conocer su último conjunto de seis y la crítica fue dura con su estilo anticuado. Para el comentarista Scheibe el estilo de Bach era “bombástico y de procedimientos complejos que privan sus obras de naturalidad y opacan su belleza con exceso de arte”. Se salvan de estas críticas el Concierto italiano y la Obertura por obedecer a un gusto más popular. Para muchos 1 Ejercicios para piano consistentes en preludios, alemandas, courantes, sarabandas, gigas, minuetos y otras galanterías.

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de sus contemporáneos, el estilo complejo de Bach comenzaba a ser anacrónico, sobre todo, por la variedad armónica, el uso del contrapunto y los gestos muy abstractos que se alejaban de las danzas originales.

HaydnUno de los grandes aportes del compositor austriaco Franz Joseph Haydn (1732-1809) a la historia de la música occidental, aparte del valor estético de sus propias creaciones, fue la consolidación de gran parte del estilo denominado clásico, que surgió en la segunda mitad del siglo XVIII. Haydn, un trabajador incansable, no era consciente de los cambios que sus composiciones estaban causando en el gusto de la época. En su momento no se usó el término clásico para denotar los giros estilísticos de su lenguaje musical y más bien era celebrado como romántico por sus contemporáneos, debido a la fuerza descriptiva y evocadora de su obra. El término clásico, para caracterizar la obra de Haydn y Mozart, no se empleó sino hasta la segunda parte del siglo XIX, cuando la distancia de los años permitió ver claramente las diferencias entre el estilo barroco y el estilo musical de los dos compositores en mención y sus contemporáneos.

Durante la mayor parte de su vida trabajó de manera discreta e intensiva. No fue una figura pública, sino hasta los últimos años de vida, y más bien vivió una carrera de oficio al servicio de tres generaciones de príncipes Esterházy (Paul Anton, Nikolaus y Anton), una familia de mecenas del arte, más recordados hoy en día por su ilustre empleado, que por sus logros individuales. En sus primeros contratos, las obligaciones de Haydn iban mucho más allá de las de componer música: se detallaba el comportamiento esperado en su posición inicial de vicemaestro de capilla, se especificaba su uniforme (lino blanco, medias blancas, cola de caballo o peluca, polvos faciales…) y se señalaba que Haydn debía atender los deseos musicales del príncipe, organizar las audiciones musicales día a día, manejar los instrumentistas, cuidar las partituras y los instrumentos y dar clases a los cantantes. Ni su inmenso talento, ni la calidad de sus obras fueron motivo para ser tratado como a una “estrella”, pues por entonces no existía el culto al artista individual, ni una industria del espectáculo que ameritara ese tipo de reconocimiento.

Entre sus obras de envergadura se cuentan 108 sinfonías, 20 conciertos para instrumentos solistas con orquesta, 68 cuartetos de cuerdas, 29 tríos con piano, 126 tríos con baryton, 47 sonatas para el teclado, 15 óperas, 12 misas, los oratorios La creación y Las estaciones, e innumerables canciones y piezas para los más diversos conjuntos. Haydn experimentó tanto con la composición de sinfonías y cuartetos, que prácticamente consolidó la forma y los procedimientos de estos géneros y los nuevos compositores que querían dominar el arte de la sinfonía buscaban los ejemplos a seguir

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en las creaciones de este compositor. Con justa razón se dice que Haydn es el “padre de la sinfonía”, un género que tuvo una lenta evolución a lo largo del siglo XVIII y encontró una forma definitiva en sus manos.

Las dos sonatas que se escuchan en este recital ejemplifican el tránsito histórico de la música para piano en manos de Haydn. La Sonata No. 12 en la mayor, Hob. XVI:12, de dudosa autoría, aparece en el catálogo Hoboken como un divertimento, original para clavecín. La Sonata No. 57 en fa mayor, Hob. XVI:47, publicada por Bossler, está concebida para el pianoforte y permite entrever el nuevo destino de la sonata para piano. En manos de Haydn es un vehículo expresivo de afectos contrastantes que ilustra las capacidades del instrumento. Organizadas en tres tiempos contrastantes, incluyen un minué a manera de final entretenido y ligero.

La nutrida obra de Haydn fue catalogada, de manera definitiva entre 1957 y 1978 por el estudioso Anthony van Hoboken. Este listado detallado abarca tres grandes volúmenes, el último de ellos integrado por la gran cantidad de obras que Haydn recopilara a lo largo de su vida, pues era amigo de escuchar tonadas tradicionales, copiarlas y luego inspirarse en ellas. Debido al trabajo de Hoboken, las composiciones de Haydn se identifican no solo por el título original (sinfonía, tonalidad, número, título descriptivo), sino que se adiciona la numeración de Hoboken con la sigla Hob., seguida del capítulo al que pertenece la obra, indicado en números romanos, y el número mismo de la obra.

LisztEntre 1839 y 1847 Franz Liszt (1811-1886) emprendió una serie asombrosa de giras de concierto que lo llevaron desde los Pirineos a los Urales, de Dublín a Moscú y de Lisboa a Constantinopla, con un número aproximado de 1.000 presentaciones. De hecho, con esta actividad pública intensa, Liszt ayudó a forjar la figura del “músico concertista” del siglo XIX. Fue él quien usó por primera vez la palabra recital para sus presentaciones en Londres e instauró la costumbre de tocar piezas de diversas épocas y diferentes compositores en sus programas, pues combinaba en sus actuaciones como pianista, obras de su propia inspiración con piezas tomadas del repertorio europeo desde Bach a Chopin. De estas memorables giras datan los comentarios, muy citados, que hiciera Hans Christian Andersen sobre Liszt:

Cuando Liszt se sentaba al piano, la primera impresión que se recibía de su personalidad venía de las fuertes pasiones marcadas sobre su rostro pálido, de tal forma que parecía un demonio atornillado al instrumento de donde fluían los tonos -salían de su sangre, de sus pensamientos-; era un demonio que liberaba su alma […] Vi que el rostro asumía una expresión más noble e iluminada a medida que continuaba tocando; el alma divina brillaba en sus ojos y cada facción; se tornó hermoso, como solo lo pueden hacer los adoradores del espíritu y el entusiasmo.

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En aquel periodo de tiempo Liszt perfeccionó su estilo pianístico rutilante marcado por un virtuosismo innovador, inspirado en las hazañas realizadas al violín por el célebre Paganini. Para recrear al público, Liszt ofrecía no solo sus piezas originales sino que transcribía y parafraseaba óperas y sinfonías de otros compositores. Por esta época se interesó en la música tradicional húngara e incursionó en la composición de marchas y rapsodias inspiradas en temas húngaros. Autor de unas setecientas composiciones (más de la mitad de ellas para piano), Liszt no fue un simple exponente del virtuosismo romántico, sino también un compositor innovador cuyas obras más atrevidas preconizan sonoridades características del modernismo.

La vida de Liszt fue larga (murió a los 76 años de edad) y llena de etapas cambiantes. Su presencia en el siglo XIX fue constante e influyó a una tras otra generación de compositores que buscaron inspiración en su virtuosismo musical, sus ideas innovadoras acerca de la composición y su figura artística pública. Liszt recibió “órdenes menores” y fue tonsurado en 1865. Para la época de la composición de las dos Leyendas se encontraba en Italia preparando su carrera religiosa, que siempre alternó con una vida musical intensa, actividades revolucionarias y amoríos. Las dos Leyendas son vívidamente programáticas. El coral religioso es empleado por Liszt para describir a los santos que evoca, y en el caso de San Francisco de Asís, la prédica a los pájaros es pintada con trinos y ornamentos que recuerdan el canto de los alados amigos del santo. La caminata sobre las aguas de San Francisco de Paula es descrita por Liszt con un paisaje sonoro de oleadas de agua, que hacen de esta obra uno de los grandes logros programáticos del compositor.

RachmaninovSergei Rachmaninov (1873-1943) desarrolló un virtuosismo pianístico sin precedentes durante sus años de estudio en el Conservatorio de Moscú, institución que ya había producido una gran pléyade de pianistas rusos. En 1891, año de su grado como pianista, presentó el Concierto para piano No. 1, y al año siguiente para el grado de compositor escribió el célebre Preludio en do sostenido menor. El resto de su vida profesional lo dedicó a combinar tres actividades: concertista, compositor y director orquestal. Con la Revolución Bolchevique de 1917 salió de Rusia y vivió entre París y Lucerna, hasta que finalmente, en 1939 y con motivo de la Segunda Guerra Mundial, emigró a los Estados Unidos.

Hacia mediados del siglo XIX, el pianista y compositor polaco Chopin compuso una serie de preludios para piano, parodiando los preludios de Bach, de la serie de Preludios y fugas para el clave bien temperado. El gesto de Chopin fue, por una parte, romántico, una mirada hacia el

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pasado y, por otra, un ejercicio en la escritura en las tonalidades mayores y menores, tal como lo había concebido Bach. Rachmaninov fue uno de los artistas románticos que retomó el preludio como miniatura evocadora y reto armónico. En 1903 publicó el conjunto de Preludios, Opus. 23 y en 1910 terminó los trece Preludios del Opus 32. Sin embargo, el Preludio en do sostenido menor pertenece a un conjunto temprano de obras titulado Morceaux de fantaisie (Piezas de fantasía), aunadas bajo el Opus 3: Elegía, Preludio, Melodía, Polichinela y Serenata. La segunda pieza ha gozado de popularidad ininterrumpida, por su inicio ominoso y el surgimiento ingenioso del contenido melódico. Se estrenó en el otoño de 1892, en Moscú, con ocasión de una feria de exposición eléctrica. En 1938 el mismo compositor realizó una versión para dos pianos.

Los Études-tableaux (Estudios retratos) Op. 39 datan de su última época en Rusia. En este conjunto de nueve obras de gran dificultad técnica, el compositor ya no se ocupa tanto de la melodía sino del colorido armónico, con alcances casi impresionistas, ambiente poético elusivo, ritmos cambiantes y tonalidades ambiguas. En el título se intuye que hay descripciones subyacentes, pero nunca fueron aclaradas por el autor.

Domingo 5 de mayo de 2013, 11:00 amBiblioteca Luis Ángel Arango, Sala de Conciertos

Agrupación, nominada a un premio Grammy en 2006 y uno de los grupos residentes de la Sociedad de Música de Cámara del Lincoln Center, es reconocida por su interés particular en la interpretación y comisión de música nueva, especialmente de obras con influencias africanas y latinoamericanas. Su repertorio incluye a compositores como Paquito D'Rivera, Mohammed Fairouz, Wayne Shorter, Richard Wernick, Ho Fred, Kenji Bunch, y Adolphe Bruce, al igual que a nombres emblemáticos de la música norteamericana del siglo XX como el recientemente fallecido Elliott Carter.

Imani Winds se presentará en San Andrés el lunes 6 de mayo yen Armenia el jueves 9 de mayo

IMANI WINDS, quinteto de vientos (Estados Unidos)

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del 15 de febrero de 2013