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La Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones y a la Universidad de Buenos Aires auspician esta primera edición de nuestro libro “Masonería en la Revolución de Mayo. Influencia en el pensamiento político”, constituyéndose en el primer libro impreso por la editorial de la Gran Logia de la Argentina “Ediciones Masónicas Argentina”. Una investigación del Centro de Estudios para la Gran Reunión Americana, del Equipo de investigación: Ricardo Romero, Roberto Sahakian, Verónica Baston, Antonio Las Heras, Nicolás Breglia, Andrea Marisa Romandetti Dasso, Jorge Cabezas, Sylvia Ruz Moreno, Germán Boure, María del Carmen Romano, Mario Luján Benítez Reyes, Tamara Le Gorlis y textos de Emilio Corbière.

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Masonera en la Revolucin de Mayo

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CEGRA Centro de Estudios para la Gran Reunin Americana

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Masonera en la Revolucin de Mayo

Masonera en la Revolucin de MayoInfluencia en el pensamiento poltico

1810 Mayo, Buenos Aires 2010

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CEGRA Centro de Estudios para la Gran Reunin Americana

Masonera en la Revolucin de Mayo Influencia en el pensamiento polticoCompilador: Lic. Ricardo Romero Centro de Estudios para la Gran Reunin Americana Instituto de Estudios en Amrica Latina y el Caribe Facultad de Ciencias Sociales Universidad de Buenos AiresE-mail: [email protected] Web: www.cegramericana.com.ar

Copyright 2010, Proyecto de Investigacin N R08-249: Influencia de la masonera en el pensamiento poltico de la Revolucin de Mayo. Res. N 3860/08 C.D. F.C.S. UBA 2010, Gran Logia de la Argentina de Aceptados y Libres MasonesEquipo de investigacin Director: Ricardo Romero Grupo de Estudios: Nicols Breglia, Roberto Sahakian, Jorge Cabezas, Mariano Salguero, Martn Cueto, Marco Arslanian, Omar Abu Arab, Jorge Abuin, Antonio Ribas Snchez, Alejandro Pellizas, Rodrigo Borges, Lyder Carrasco, Mariano Herrera, Juan Morn y Estefana Otero Ponentes: Sylvia Ruz Moreno, Antonio Las Heras, Andra Marisa Romandetti Dasso, Mario Lujn Benitez Reyes, Vernica Baston, Tamara Le Gorlois, Germn Boure y Mara del Carmen Romano www.masoneriarevoluciondemayo.blogspot.com www.jornadamasoneria.blogspot.com

Queda hecho el depsito que marca la Ley N 11.723 1 edicin, Mayo 2010 Impreso en la Argentina Printed in ArgentineNinguna parte de esta publicacin, incluido el diseo de cubierta puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningn medio, ya sea electrnico, mecnico, ptico de grabacin o de fotocopia sin permiso previo del Editor.

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Masonera en la Revolucin de Mayo

Masonera en la Revolucin de MayoInfluencia en el pensamiento polticoRicardo RomeroCompilador

Roberto SahakianPrologo

escriben: Ricardo Romero, Emilio Corbire, Nicols Breglia, Jorge Cabezas, Sylvia Ruz Moreno, Antonio Las Heras, Andra Marisa Romandetti Dasso, Mario Lujn Benitez Reyes, Vernica Baston, Tamara Le Gorlois, Germn Boure y Mara del Carmen Romano

Centro de Estudios para la Gran Reunin Americana1810 Mayo, Buenos Aires 2010

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Ilustracin de tapa: leo de Roma Ezeiza

2010, Proyecto de Investigacin N R08-249: Influencia de la masonera en el pensamiento poltico de la Revolucin de Mayo. Res. N 3860/08 C.D. F.C.S. UBA 2010, Gran Logia de la Argentina de Aceptados y Libres Masones Derechos exclusivos Hecho el depsito que establece la ley 11.723

Impreso y encuadernado por:1. ed. Tirada: 100 ejemplares. Se termin de imprimir en mayo de 2010.

Ninguna parte de esta publicacin, incluido el diseo de cubierta puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna ni por ningn medio, ya sea electrnico, mecnico, ptico de grabacin o de fotocopia sin permiso previo del Editor. Su infraccin est penada por las leyes 11723 y 25446.

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A Emilio Corbire

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PrlogoRoberto Sahakian*

La coyuntura poltica que vive Europa a finales del S XVIII revela el tambaleo de los modelos de gobernabilidad imperantes y afianzados desde comienzos de la Modernidad. El Iluminismo y la Ilustracin se presentan como el movimiento de ideas que especula y fundamenta la filosofa de la poltica que avalar el acceso al poder de los comunes. Acceso que, en el plano econmico, ya se encontraba con vigor y en pleno derecho. La irrupcin de la burguesa como actor de este proceso reclama nuevos y distintos espacios de poder poltico antagnicos a aquel en vigencia. Nuevos paradigmas, libertad e igualdad, se propondrn entonces como el horizonte a elaborar mediante la herramienta de la razn. En este contexto surgen concepciones, modelos de orden y nociones de estado, alternativos y opuestos al modelo de monarqua absoluta que, para entonces, se encuentra agotado, as como al poder teocrtico que lo sostena. A comienzos del S XVIII, la masonera se instituye como tal con las llamadas Constituciones de Anderson, las cuales les da a la organizacin un criterio y sistematizacin que tendr gran influencia en todas las logias llamadas regulares hasta nuestro tiempo. En uno de sus puntos fundamentales, estas Constituciones, describen cuales son los lmites de quienes pueden ser o no masones, es decir la aceptacin de sus miembros. Si bien esta sociedad inicitica se origina en los gremios de constructores medioevales, los cuales basaban su libertad social en funcin de la no divulgacin de su conocimiento, es a partir de la consolidacin de la normativa constituida por Anderson donde se establece la aceptacin de integrantes de otros mbitos sociales o culturales. Las logias masnicas sern entonces campo propicio para acoger aclitos dispuestos a exponer y debatir ideas y acciones que, por la propia concepcin del secreto, compondr en ste el beneficio de la seguridad y la conveniente defensa frente a los ataques del poder instituido. Libres y aceptados masones, intramuros y a resguardo de agresores externos, bajo una consigna eclctica y librepensante, hubieron de incidir en los procesos revolucionarios europeos, como tambin en la independencia de los Estados Unidos de Norteamrica. Es bien sabido que una de las Trilogas de la*

Presidente del Centro de Estudios para la Gran Reunin Americana

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Orden Masnica es Libertad, Igualdad, Fraternidad, lema de los revolucionarios franceses de 1789 y los intelectuales de la poca, comenta en el texto presente en esta investigacin, Andrea Romandetti Dasso. La idea de la accin de la masonera en el proceso emancipador de Amrica es recurrente. Sin embargo la concepcin mtica de ese accionar prevalece en la amplia mayora de los casos. Son pocos los autores que mencionan a esta institucin como uno de los factores que movilizan este proceso, quedando la misma en una nebulosa confusa respecto de su incidencia, en la concepcin de sus objetivos, como en la labor de sus hombres o en desenvolvimiento de sus mtodos. Si nos acercamos, como pretende esta investigacin, al mbito del quehacer de aquellos que gestaron la Revolucin de Mayo en el Ro de la Plata, podremos observar que el desempeo de los mismos se extiende por distintos sectores sociales, con diversas educaciones y profesiones, orgenes regionales y tnicos diferentes. Pero, tambin observamos la filiacin de una vasta cantidad de estos actores a organizaciones de raigambre masnica, como la Logia Independencia, o el Grupo de los Siete, tal como lo describe Antonio Las Heras, en el trabajo que se podr leer ms adelante. Ms all de los comienzos de la actividad de las organizaciones masnicas en la regin, la cual data de finales del S XVIII, y su posible desempeo en algunas de las coyunturas histricas, como las Invasiones Inglesas, la filiacin a sta de los protagonistas de Mayo de 1810, cobra profundo significado cuando podemos rastrearla y corroborar que ocho de los nueve miembros de la Primera Junta de Gobierno pertenecieron a la orden. Es posible que los acontecimientos que catapultaron la gesta emancipadora latinoamericana conformados en la regin del Ro de la Plata no puedan ser entendidos sin incorporar al anlisis de los hechos una perspectiva que contemple la influencia que, sobre las ideas revolucionarias, ejercieron los nuevos modelos europeos. Tales como pueden ser recorridos en los documentos y datos de aquellos que gestaron la revolucin que culmina en la semana de mayo de 1810 y que da lugar a una nueva forma de gobierno para la regin. Gesta que se conforma, en el Ro de la Plata, de modo casi silencioso y oculto, y que sin embargo culmina en un formidable mandoble a la forma de gobierno espaola que nunca volver a reponerse. Qu pudieran pretender los masones y cul fue la calidad de su accionar no son cuestiones pertinentes a la perspectiva de esta investigacin. S, el libro que aqu se presenta pretende agrupar una serie de investigaciones10

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acerca de actividad masnica en el Ro de la Plata y, a la vez se propone analizar los componentes de las ideas masnicas, haciendo una construccin analtica de fuentes histricas: documentos, escritos, proclamas y biografas, con el motivo de dilucidar cules fueron los componentes, as como el ideario masnico, a fin de relacionarlos en el pensamiento poltico de la Revolucin de Mayo.Equinoccio Otoal, mayo de 2010

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PresentacinLic. Ricardo Romero*Libertad Igualdad FraternidadLibres hombres de Amrica Irradian luz de Sabidura, Belleza y Fuerza eterna. En todo el continente, Ruge ese grito emancipador Trada en escuadra perfecta Argentina celeste y blanca Digna en la masonera universal Independencia marc los pasos Granaderos de la Lautaro Unidos en cadena fraternal Alcanzaron la gloria Libertad, Igualdad y Fraternidad Dos siglos despus estn Argentina celeste y blanca Digna en la masonera universal Flamgera historia de 150 aos, Regresan en este presente, Anhelan una utopa. Templo a construir Entre cincel y martillo Rstica piedra bruta Nueva figura cbica Intenso trabajo de tus obreros Doy en ti, honores a todos los pabellones Argentina celeste y blanca Digna en la masonera universal Richard Da Silva

En Diciembre de 2007, la Masonera Argentina cumpla su 150 Aniversario como institucin, desde que en 1857 se constituyera la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, como sntesis de una larga construccin histrica de nuestro pas. De hecho, por el acuerdo de Pavn, recibieron el grado 33 Mitre, Urquiza y Derqui, entre otros. La formacin del Estado Argentino comenz con la unificacin de los trabajos de varios masones que tuvieron un rol relevante en los acontecimientos de mayo de 1810. Sin duda, desde la constitucin de la Logia Independencia en 1795 hasta el despliegue de la Logia Lautaro en 1812, los esquemas organizativos de la masonera sirvieron para poner a cubierto a los lderes revolucionarios. Sostener que una forma organizativa cerrada y con capacidad de actuar en la clandestinidad, en los marcos de gobiernos tirnicos como las monarquas absolutistas, permitieron el fluir del librepensamiento y la planificacin de acciones polticas que se plasmaban en la lucha por la libertad, fue la hiptesis de trabajo que nos motiv a constituir un Centro de Estudios para la Gran Reunin Americana, haciendo referencia a la Logia que impuls Francisco de Miranda para la independencia del continente, e impulsamos una serie de actividades para reflexionar sobre el rol de la masonera en el proceso emancipatorio. De esta manera, realizamos una serie de charlas, entre las que destacamos una exposicin de Felipe Pigna sobre Mariano Moreno, primer arquitecto de la Nacin, y otra sobre San Martn, influencia de la*

Director Acadmico del Centro de Estudios para la Gran Reunin Americana

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masonera en el Gen Argentino que fuera desarrollada junto a Rodolfo Terragno. Con esta motivacin, constituimos un Grupo de Estudios y presentamos un Proyecto en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, recibiendo el Reconocimiento Institucional. De esta manera, bajo la Res. N 3860/08 C.D. F.C.S. U.B.A., pasamos a desarrollar el Proyecto de Investigacin R08-249: Influencia de la masonera en el pensamiento poltico de la Revolucin de Mayo. Como punta pi inicial de la investigacin realizamos en conjunto con la Respetable Logia Amrica N 32, una Conferencia a cargo del Pro Gran Maestre de la Masonera Argentina, el Dr. Nicols Breglia, sobre Masonera en la Revolucin de Mayo, la cual forma parte de los trabajos de esta publicacin. En el marco del Proyecto citado, se convoc a la 1 Jornada sobre Masonera en Argentina y Amrica Latina, y tras varios talleres preparatorios y una convocatoria abierta, presentaron reflexiones sobre la influencia de la masonera en la Revolucin de Mayo diferentes personas que abren el comps analtico de ese proceso y nos dan luz sobre la importancia de la organizacin en los acontecimientos de la epopeya. Aportaron su palabra Sylvia Ruz Moreno, Antonio Las Heras, Andrea Marisa Romandetti Dasso, Mario Lujn Bentez Reyes, Vernica Baston, Tamara Le Gorlois, Germn Boure y Mara del Carmen Romano, a quienes agradecemos su labor y sabemos que ya son parte de esta construccin de conocimiento. A su vez, quiero destacar que una columna base de esta investigacin fueron los miembros del Grupo de Estudios, a quienes debo agradecer su trabajo cotidiano, van mis saludos a Roberto Sahakian, Jorge Cabezas, Mariano Salguero, Martn Cueto, Marco Arslanian, Jorge Abuin, Antonio Ribas Snchez, Alejandro Pellizas, Rodrigo Borges, Lyder Carrasco, Mariano Herrera y Juan Morn. Por ltimo debo agradecer a Jorge Clavero y Marcelo Llobet, de la Masonera Argentina, por su apoyo, a Estefana Otero por estar siempre colaborando en las actividades, a Roma Ezeiza (Romina Michelucci) por la obra que ilustra la tapa de esta publicacin, y a Emilio Corbire de quien hered esta pasin por el estudio de la masonera y en cuya memoria se dedica el libro. Buenos Aires, mayo de 2010

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Los masones, La Gaceta Literaria, Buenos Aires, Argentina.Emilio Corbire*

La imagen que se tiene de los masones es difusa. Ingresar en su universo implica abordar un imaginario distinto del habitual, donde se relacionan las historias de las ideas y creencias antiguas con cuestiones relativas al poder poltico y al desarrollo cultural moderno. Un problema que dificulta la investigacin es que en el mbito masnico convergen mltiples personalidades de la poltica y la cultura mundial, muchas veces con perfiles e ideologas contrapuestos. Pensemos, por ejemplo, que el ex presidente socialista chileno Salvador Allende y su compatriota conservador Jorge Alessandri revistaban en la masonera. Lo mismo ocurra con dos nicaragenses como el rebelde Augusto Csar Sandino y el dictador Anastacio Somoza; dos ingleses como el conservador Winston Churchill y el laborista Clement Attlee; y, en Estados Unidos, el conservador Bob Dole y el demcrata Bill Clinton. Entre nosotros, podemos citar el caso del conservador Carlos Pellegrini y el radical Leandro Alem. Los comienzos Los orgenes europeos de la masonera se encuentran en Alemania. Data de 1215 la primera asamblea de maestros masones germanos. Anteriormente, hubo un edicto de Rotari, rey de los longobardos, del 22 de noviembre del ao 643, donde se menciona a los Maestros Comacinos, antecedente de la masonera moderna. Estos misteriosos Maestros Comacinos integraban un gremio de arquitectos que vivan en una isla fortificada en el lago de Como. Se deca que haban enseado los secretos de la geometra pitagrica y los mtodos de la arquitectura a los constructores italianos de Rvena y de Venecia y, a travs de estos, a los gremios de artistas y artesanos de la Edad Media. Diocleciano, en su persecucin contra los cristianos, martiriz a cuatro mecenas aristocrticos que apoyaban a la arquitectura de los*

Emilio J. Corbire - Historiador, periodista y escritor. Trabaj en el diario "La Nacin" y en las revistas "Primera Plana" y "Todo es historia"; en esta ltima como jefe de redaccin. Public los libros La Masonera I y II (Sudamericana). N. de la D. : El autor, el mayor especialista argentino en la historia de la masonera, envi este artculo a LA GACETA Literaria poco antes de morir, en 2004. http://www.lagaceta.com.ar/nota/350438/LGACETLiteraria/masones.html

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cristianos, as como a cuatro canteros. Los mrtires se convirtieron en santos y sus emblemas (el martillo, el mazo, la escuadra, la plomada y el nivel) fueron tomados por los Maestros Comacinos. Los lugares de reunin de los Maestros Comacinos se denominaban loggia, de donde procede al parecer la palabra "logia". Los picapedreros, canteros o artfices que labraban las piedras formaron cofradas y corporaciones integradas por personas instruidas que adquirieron celebridad y gran influencia social. Esas corporaciones, que dejaron su marca en casi todas las construcciones monumentales medievales, dieron origen a las logias masnicas. Entre los masones la arquitectura es alegrica y simboliza las obras morales, ticas, de cambio y progreso. Excomunin papal Fue Clemente XII (papa entre 1730 y 1740) quien prohibi formar parte de la masonera. La excomunin fue renovada en 1751 por el papa Benedicto XIV y el postulado de la incompatibilidad entre la fe catlica y la masonera fue seguido por muchos papas, incluido Juan Pablo II. Los motivos que impulsaron a Clemente XII a la excomunin fueron las creencias antiguas, los ritos y las doctrinas gnsticas que haba adoptado la masonera. La condena catlica se ha atenuado en las ltimas dcadas, muchos dignatarios eclesisticos han visitado las logias, pero la excomunin no ha sido an levantada. La leyenda negra El propulsor ms notorio de la leyenda negra que rodea a los masones fue Leo Taxil, el autor de un libro titulado La franc-masonnerie devoilee et esplique, publicado en 1887 y en el que asociaba la masonera al satanismo y la brujera. Sus ideas revivieron durante la vigencia de los regmenes fascista, nazi y comunista, que persiguieron duramente a los masones. Participacin poltica A pesar de que los masones se definen como apolticos, la masonera ha tenido una participacin significativa en casi todos los movimientos polticos liberales, independentistas y revolucionarios desde el siglo XVII, como las revoluciones inglesa, norteamericana y francesa, en las guerras independentistas americanas o en la guerra civil espaola. Las contradicciones polticas entre sus miembros derivan del compromiso que los masones tienen con los principios liberales, lo que implica tolerar diferencias15

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ideolgicas en el seno de la fraternidad. De la defensa de esos principios deriva su razn de ser. Influencia en la Argentina La primera logia en territorio argentino fue la "Logia Independencia", autorizada en 1795. El desarrollo de las logias se relacion con los avatares de la Revolucin de Mayo y de las guerras de emancipacin. Varios de los miembros de la primera Junta eran miembros de diversas logias o estaban vinculados a la masonera: Moreno, Alberti, Castelli, Larrea, Saavedra. Salvo Chiclana, todos los integrantes del Primer y Segundo Triunvirato eran masones. San Martn particip, junto con Alvear, de la fundacin de la "Logia Caballeros Racionales nmero 7" de Londres. En Buenos Aires ambos fundaron la "Logia Lautaro", cuyo objetivo era lograr la independencia. Como bien estableci Rodolfo Terragno, la idea de cruzar los Andes, San Martn la trae de Europa. La Argentina moderna, Sarmiento, Mitre y especialmente el roquismo, fueron obra de la masonera en sus aspectos ms generales. Adems de estadistas y militares, numerosos y destacados intelectuales, pintores y actores argentinos fueron masones. Entre otros, Jos Hernndez, Jos Ingenieros, Fray Mocho, Leopoldo Lugones, Florencio Snchez y Prilidiano Pueyrredn. Principios Hay algunos principios bsicos que se mantuvieron a travs del tiempo. Aquellos que establecen que los masones se congreguen en logias; que el gobierno de la logia est constituido por un maestro y dos vigilantes; y el que establece que la logia est debidamente guardada, tanto de profanos como de masones de otras logias. El candidato a ingresar en la institucin puede tener sus propias creencias y estas pueden ir del desmo o el pantesmo al agnosticismo. Quienes no crean en un Dios personal pueden concebir una forma de energa universal. La masonera es una sntesis de las religiones y postula una sociedad universal y fraternal. Los smbolos Los smbolos masnicos sintetizan tradiciones, principios, concepciones del mundo y de la vida. Smbolo, mito y rito forman parte de16

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una conciencia universal que ha tratado de crear, en cada poca, condiciones favorables para los cambios progresivos sociales y personales. El pensador masnico Albert Pike sostena que los misterios de la Naturaleza constituyen el fondo esencial de la masonera. La Naturaleza sera el conjunto de las fuerzas establecidas en un cierto orden perpetuo. El agua, el aire y el fuego, los elementos de la Naturaleza, intervienen simblicamente en las ceremonias masnicas. El cuarto elemento, la tierra, es el punto de partida del hombre, parecindose a la punta de un comps abierto que, despus de su revolucin circular, smbolo de la vida humana, vuelve al mismo punto desde donde parti (la tierra).

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Revolucin de Mayo y MasoneraDr. Nicols Breglia*

La Revolucin de Mayo, es uno de los hechos polticos ms importantes de nuestra historia. Es el comienzo de trascendentales reformas polticas, sociales, estructurales y econmicas en nuestro pas.La formacin del primer Gobierno Patrio, es la concrecin de los ideales de independencia que se vieron concretados el 9 de julio del ao 1816.Con anterioridad se haban producido en Amrica rebeliones populares con la idea de separarse del dominio Espaol, todas fracasaron, pero se fue gestando paulatinamente un ideal de independencia, que fue madurando y se concret durante el siglo XIX.En Buenos Aires, capital del flamante Virreinato del Ro de la Plata, se instal este ideal, por el derecho innato del hombre a su autodeterminacin, a ser el artfice de su propio destino, de lograr su libertad e independencia de cualquier tipo de dominacin.Y adems, por razones econmicas, ya que el Monopolio Comercial impuesto por el Gobierno Espaol, impeda el desarrollo de las colonias. Los comerciantes y productores de Buenos Aires, aspiraban lograr la libertad de comercio, y el dominio de la aduana, que era una fuente importante de ingresos.La Masonera no fue ajena a ste hecho histrico, la patrocin, fue el nervio motor de la formacin del Primer Gobierno Patrio, que culmin con la declaracin de la Independencia de nuestro Pas.A fines del siglo XVIII y principios del siglo XIX, se instalaron Logias Masnicas, en la ciudad de Buenos Aires. Las Logias que levantaron columnas fueron la denominada San Juan de Jerusaln para esta parte de Amrica en el ao 1804 con Carta Constitutiva de la Gran Logia de Marylan y la legendaria Logia Independencia, cuyo funcionamiento data del ao 1.795, con carta Constitutiva de la Gran Logia General Escocesa de Francia, que es el antecedente del Gran Oriente Francs, cuyo venerable*

Nicols Bregilia - Historiador, Abogado y Pro Gran Maestre de la Masonera Argentina. Conferencia organizada por la Respetable Logia Amrica N 32, en la sede de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, 22 de Mayo de 2009.

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Maestro al producirse los acontecimientos de mayo de 1810, era Julin Alvarez, y tena por objeto lograr la independencia del Virreinato del Rio de la Plata de cualquier dominacin extranjera. El Jefe de la Masonera en esa poca fue don Saturnino Rodrguez Pea, que a la vez era el representante de don Francisco de Miranda.Las logias que actuaron durante el proceso de emancipacin, eran logias influidas por la masonera francesa y espaola y no como se suele creer por la masonera inglesa. Esta ltima tuvo escasa influencia en el proceso emancipador. La Logia Independencia es el antecedente de la Logia Lautaro, que se denomin tambin la Gran Logia de Buenos Aires, que trabajaba con el Rito Moderno Francs, que contaba con cinco grados, los tres primeros simblicos y los dos restantes filosficos. El grado 4to., denominado Rosa Cruz y el grado 5to. Caballero Kadosch, que era el que diriga la Gran Logia.En el ao 1793, se celebra un pacto entre Francisco de Miranda, y los dignatarios Masnicos americanos, entre los que se encontraba , don Saturnino Rodrguez Pea, donde se acord el apoyo de tropas inglesas para concretar el proceso de emancipacin americana, pero se dej perfectamente aclarado, que solamente deban intervenir para el apoyo militar, y que deban abstenerse de incorporar estos territorios al dominio de la Corona Inglesa.Cuando se produce la primera invasin inglesa en el ao 1806, los masones de Buenos Aires creyeron que las tropas enviadas vena a apoyar el movimiento emancipador, y al advertir que no fue as, porque el HH:. Beredsford destituy al Virrey, y se nombr Gobernador, mantuvo en sus puestos a toda las estructuras del gobierno Colonial, proclam la libertad de cultos y el libre comercio, iz la bandera inglesa y orden que los habitantes de Buenos Aires, juraran fidelidad a la bandera y al monarca ingls, habilitando a tal efecto una bitcora donde las familias de Buenos Aires, deban suscribir la subordinacin a la corona Inglesa.Segn las crnicas de la poca 28 familias caracterizadas de la ciudad, suscribieron su fidelidad a la corona Britnica. Cuando los ingleses fueron derrotados ocultaron celosamente la bitcora y la llevaron a Londres.Esta actitud sorprendi a los masones de Buenos Aires, en forma inmediata comisionaron al HH:. Juan Jos Castelli para que se entrevistara con el gobernador. La reunin fue muy tensa, Castelli en forma imperativa le19

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exigi al General Beredsford el cumplimiento del pacto celebrado en el ao 1793 con el General Miranda, pero el Jefe ingls rechaz terminantemente el reclamo. A partir de ese momento, naci en la mente de los criollos la idea de la Reconquista de Buenos Aires.- (conf. La Logia Lautaro y la Independencia de Amrica, pag. 51, de Antonio R. Ziga).Es importante recordar que la primera invasin inglesa fue prcticamente un desfile militar, tuvo escasa resistencia y una dotacin de 1.200 hombres tomaron la Ciudad de Buenos Aires.Cuando fue derrotado, General Beredsford se jurament ante los Masones de Buenos Aires, que no tomara las armas en contra del virreinato, y que se comprometa a gestionar por ante su Majestad Britnica el apoyo al movimiento emancipador, y que abandonara la idea de anexin de las colonias espaolas en Amrica.Bajo esas condiciones es dejado en libertad, se traslada a la ciudad de Montevideo, y all se encuentra con una escuadra que traa 12.000 hombres para reforzar le dominio sobre Buenos Aires. El General a cargo le entrega el mando, y el General Beredsford se neg terminantemente a hacerse cargo de la fuerza militar, por haberse juramentado masnicamente a no tomar las armas contra Buenos Aires, y cumplir una misin diplomtica por ante el Gobierno de su Majestad Britnica.En la segunda invasin Inglesa, advertidos los habitantes de Buenos Aires sobre sus intenciones, fuerza que contaba con 12.000 hombres, no pudieron tomar la Ciudad. Es importante tener en cuenta, que se trataba del mejor ejrcito del mundo, y que Buenos Aires, contaba en ese momento con 40.000 habitantes, encontrndose aproximadamente 8.000 con capacidad de combate.La ciudad se levant en armas, pelearon desde el nieto hasta el abuelo, tambin lo hicieron las mujeres, en una gesta sin precedentes el pueblo de buenos aires en su conjunto se bati heroicamente en contra del ejercito invasor derrotndolo en forma contundente.Esta victoria envalenton a los patriotas, se dieron cuenta que si pudieron vencer al mejor ejrcito de la poca, estaban en condiciones de luchar por su libertad. En forma inmediata, se form el partido de los Patriotas dirigidos en forma mayoritaria por los Masones, que aspiraban a obtener la independencia de stas tierras, y como contrapartida se form el partido de20

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los Espaoles, que aspiraban a mantener stas tierras bajo el dominio Espaol.El partido de los patriotas contaba con el apoyo del regimiento de Patricios cuyo jefe era el entonces Coronel Cornelio Saavedra, hermano masn.El partido de los espaoles estaba liderado por Martn de Alzaga, apoyados por los regimientos de los tercios de gallegos, vizcanos, montaeses y andaluces.En el ao 1.809 el partido de los espaoles trat de dar un golpe de estado y designar una Junta de Gobierno adicta al soberano espaol, pero fueron derrotados por la accin decidida y enrgica del jefe del regimiento Patricios.Las posiciones encontradas entre ambos bandos, provocaron un estado de inestabilidad en la sociedad colonial de entonces y una creciente desconfianza entre los grupos en pugna.La llegada al Puerto de Montevideo de la fragata inglesa John Paris el da 13 de mayo, con la noticia de la cada de Sevilla en manos de Napolen, precipit los acontecimientos en Buenos Aires.Al encontrarse acfalo el gobierno en Espaa, se convoca a un Cabildo Abierto, para decidir la actitud a adoptar, ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos.Se plantearon dos posturas totalmente antagnicas: la sostenida por el Obispo Benito de Lu y Riega, que militaba activamente en el Partido de los Espaoles, defensor del absolutismo monrquico, neg enfticamente el derecho de los americanos para hacer innovaciones en el gobierno, destacando el hecho de que las Indias eran propiedad de Espaa y que mientras exista un espaol en Amrica era el que deba gobernarla. La soberana del gobierno resida en Espaa y era privativa de espaoles.Esta postura es rebatida por el HH:. Juan Jos Castelli, que militaba en el Partido Patriota, sostuvo con acierto las modernas teoras de la soberana popular basados en las doctrinas liberales imperantes en la poca de Domingo de Soto, Francisco Surez y Francisco de Vitoria, que sostenan que el poder soberano viene de dios, reside en el pueblo y ste lo delega en el Rey, y al haber caducado el gobierno Espaol, el soberano y por ende sus autoridades, el pueblo debe reasumir la soberana y designar las autoridades21

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que estime convenientes a sus intereses.- Triunfa sta postura y el Virrey es depuesto.El Virrey y el Partido Espaol no se quedan quietos, no se dan por vencidos e inician una verdadera contrarrevolucin. Ese mismo da, en horas de la tarde se procedi a formar una junta de gobierno presidida por el Virrey Cisneros, e integrada por Saavedra, Castelli, Sola e Inchaurregui.Esta jugada desconcert a los patriotas porque el pueblo pareci satisfecho con la eleccin de las autoridades y el Partido de los Espaoles se consideraban triunfantes por haber salvado la autoridad del Virrey.Los patriotas que en su mayora eran Masones, se reunieron en la casa de Rodrguez Pea, y luego de largos debates y deliberaciones decidieron convocar nuevamente a un Cabildo Abierto, y con el apoyo del Regimiento de Patricios, que moviliz sus tropas y sus bateras, lograron imponer una Junta de Gobierno adicta a su posicin poltica. Pudiendo ponerse de acuerdo con los candidatos a integrarla.- El que redact la lista con los nombres de los integrantes de la Junta de Gobierno fue don Antonio Berutti.Finalmente en el Cabildo Abierto del 25 de mayo del ao 1810, se nombr la Primera Junta de gobierno, integrada de la siguiente forma: Presidente: General Cornelio Saavedra (Masn), Secretarios: Mariano Moreno (Masn, miembro de la Logia Independencia) y Juan Jos Paso, (masn miembro de la Logia Independencia y la Sociedad de los siete), Vocales: Manuel Belgrano, (Masn miembro de la Logia Independencia, Sociedad de los siete, Logia Lautaro, VM:. De la Logia Argentina y posteriormente denomidada Logia Unidad Argentina de la ciudad de Tucumn), Miguel de Azcunaga, Juan Jos Castelli, (masn VM:. De la Logia Independencia), Domingo Mathu, (Masn Logia Independencia), Juan Larrea (masn Logia Independencia) y Manuel Alberti. (masn Logia Independencia y Sociedad de los siete).La pertenencia a la Orden de la mayora de los integrantes de la Primera Junta ponen de manifiesto el protagonismo que los mismos tuvieron durante los sucesos revolucionarios y en la conformacin del Primer Gobierno Patrio.Fue importante tambin la participacin de un sector de la Iglesia catlica en el proceso iniciado con la Revolucin de Mayo. La iglesia se divide en forma horizontal, un sector se mantiene fiel a la conduccin del22

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Vaticano, son los defensores del Absolutismo Monrquico oponindose a cualquier ideal de independencia.El otro sector dirigido por el Dean Diego Estanislao Zavaleta, rector de la Catedral de Buenos Aires, apoyaba decididamente el proceso emancipador. Este clrigo olvidado por la historia, tiene una importancia decisiva en los sucesos de mayo porque justifica bajo el punto de vista teolgico la formacin de la Primera Junta. Sus bigrafos, dan cuenta que era un asiduo concurrente a los Clubes presididos por don Saturnino Rodrguez Pea.La revolucin de Mayo es un acontecimiento trascendente en la vida poltica de nuestro historia. Es el comienzo de importantes reformas polticas, sociales y econmicas de nuestro pas, con fundamento en los principios de LIBERTAD, IGUALDAD y FRATERNIDAD, que son sustentadas por la Masonera.Es partir de ste momento, que basados en stos principios, llevaron a la sociedad profana las propuestas de organizacin social, polticas y econmicas de la Orden Masnica como base para el ordenamiento jurdico y constitucional, tales como la defensa de la soberana popular, la autodeterminacin de los pueblos, la igualdad jurdica, la divisin de poderes, la representacin, las libertades de pensamiento, expresin y conciencia, que son estudiadas en la pasividad de los templos.Los Hombres de Mayo, nos sealaron el camino, debemos tenerlo siempre presente, pero como la obra iniciada, an no ha concluido, tenemos la obligacin de continuar con esos trabajos y lograr la concrecin definitiva de los ideales polticos y sociales que propone la Orden Masnica, es la gran deuda que tenemos con la sociedad.Depende de nosotros asumir el desafo, recoger y concretar la obra inconclusa de la Masonera.Obras consultadas:

1) 2)3)

De Ganda, Enrique, La Independencia de Amrica y Las Sociedades Secretas, Ed. Sudamrica - Santa Fe, 1994, Lappas, Alcibades, La Masonera Argentina a Travs de sus Hombres, Buenos Aires, 1966. Ziga, Antonio RT. La Logia Lautaro y la Independencia de Amrica Corbire, Emilio J. La Masonera, Poltica y Solciedades Secretas en la Argentina.

4)

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5) 6) 7)

Lazcano, Martn V. Las Sociedades Secretas, Polticas y Masnicas de Buenos Aires.Dossier Almazn, Bernardo Beresford, Gobernador de Buenos Aires Calvo, Nancy; Di Stefano, Roberto y Klaus Gallo Los Curas de la Revolucin--

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Masonera en la Revolucin de Mayo

Organizacin, pensamiento y revolucionarios, triloga masnica en

la Revolucin de MayoRicardo Romero*

Es interesante observar que los protagonistas de la Revolucin de Mayo, desde Julin Alvarez, Martn de lzaga, Santiago de Liniers, Moreno, Castelli o Belgrano tuvieron participacin en organizaciones de carcter masnico, o inclusive integrantes confesos de Logias. En este sentido, es clara la influencia masnica en el pensamiento de los revolucionarios de mayo, sin embargo, como seala Emilio Corbire, no se profundiza sobre las implicancias polticas de este lazo. Por ejemplo, se puede observar en anlisis especficos que estudian la Revolucin de Mayo, como uno reciente de Marcela Ternavasio, Gobernar la Revolucin, que estudia los poderes en disputa en ese perodo, y en el cul la pertenencia de los mismos a la masonera no es problematizada. Y si bien, existe la investigacin Lucia Glvez (Como dios manda? Iglesia, masonera y estado en la Argentina) quien estudia la participacin de curas y masones en el proceso emancipatorio. Lo cierto es, que la mayora de estos trabajos tienen un carcter esencialmente histrico y en todo caso, dejan como un aspecto anecdtico el vnculo entre masonera y la emancipacin, o la mirada se centra en un mero dato del proceso. Por otra parte, se encuentran trabajos que estudian a las Logias que actuaron en el proceso emancipatorio, se pueden encontrar el libro de La Logia Lautaro por Emilio Gouchon; La masonera y la independencia de Amrica por Nicols Navarro; La Logia Lautaro y la independencia americana por Antonio Rodriguez Zuiga; La Masonera a travs de sus hombres, por Alcides Lappa; o San Martn, la Logia Lautaro y la Francmasonera por Fabin Onsari. De stos trabajos podemos encontrar el desarrollo de Logias y masones que actuaron en los procesos revolucionarios, sin profundizar sobre la relacin al proceso poltico mismo, o al menos se ven slo los vnculos ideolgicos. Desde una aproximacin politolgica al anlisis, para ver los componentes estructurales del pensamiento masnico derivados en el proyecto poltico de la revolucin, deberamos centrarnos en relacionar su incidencia en la construccin del Estado Argentino, haciendo una*

Lic. en Ciencia Poltica. UBA. Doctorando en Ciencia Poltica UNSAM.

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construccin analtica de fuentes histricas: documentos, escritos, proclamas y biografas, a fin de dilucidar cules fueron los ejes que marcan la influencia de la masonera en el pensamiento poltico de la Revolucin de Mayo, entendiendo que el esquema de Logia permiti un accionar similar a un partido de cuadros en el proceso revolucionario. Masonera en Amrica Libertad Igualdad Fraternidad fue la trada que caracteriz el ingreso a la modernidad y la formacin de los Estados. Diferentes revoluciones, pasando por la Inglesa, la Francesa o la Norteamericana, estuvieron marcadas por esa consigna, y es sabido que esta triloga pudo llevarse adelante por la fraternidad de miembros de la masonera. A su vez, Amrica Latina se sumara a la proclama libertaria con bsqueda de la independencia. Desde el levantamiento en Hait, pasando por la fundacin de la Logia Masnica Gran Reunin Americana, impulsada por Francisco de Miranda, hasta la independencia alcanzada por San Martn y Bolvar, el lazo que une todo ese proceso son las ideas de la escuadra y el comps. La Logia Lautaro es la organizacin emblemtica del anlisis historiogrfico. Debe su nombre a los relatos que cont Bernardo OHiggins a Miranda sobre la oposicin que realiz el toqui mapuche Lautaro, a la dominacin espaola de Chile en el siglo XVI. Entre los principales objetivos de la logia estaba el de lograr la independencia de Amrica, para establecer una confederacin de repblicas. Segua la lnea de los Caballeros Racionales, logia creada en 1807 y que luego tomara en Cdiz el nombre mismo de Lautaro. Es interesante ver, como nos seala Emilio Corbiere, que la masonera llega de la mano de los liberales espaoles y no de los ingleses, como critica la lnea revisionista. De hecho, cuando llegan San Martn y Alvear a Buenos Aires en 1812, venan actuando logias previas, entre las cuales las ms reconocidas fueron la Logia Independencia, que levant columnas en 1795 y otra logia del mismo nombre que trabajaron desde 1806, hasta confluir ambas en la Logia Lautaro. Si bien son logias de influencia masnica, las mismas eran operativas, con lo cual podan salirse del ritualismo y concentrarse en los objetivos especficos establecidos. Adems, como comenta Jos Stevenson Collante, durante el proceso revolucionario, los miembros de la masonera tenan doble investidura,26

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participaban en Logias Regulares Universales y de Logias Operativas de carcter patritico para la revolucin americana. Algunos de los principales miembros a destacar fueron: Francisco de Miranda, Andrs Bello y Simn Bolvar de Venezuela, Jos Mara Caro de Mxico, Bernardo OHiggins de Chile, Juan Pablo Fretes de Paraguay; y en Argentina Jos de San Martn, Carlos de Alvear, Bernardo de Monteagudo, Gervasio Posadas y Toms Guido, entre otros. Triloga revolucionaria: organizacin ideologa masones Que en la Revolucin de Mayo actuaron masones no es una novedad, y este dato no resultara relevante si tenemos presente que tambin lo hicieron militares, intelectuales, curas o comerciantes. Pero si vemos la Primera Junta, ocho de sus miembros pertenecan a logias, por lo que resulta interesante analizar cmo gravita la estructura de las sociedades secretas en los episodios de 1810. Una ruptura como la de mayo no se produce en una semana, como se presenta a veces la epopeya en los calendarios escolares. Lo cierto es que, desde finales de siglo XVIII, las ideales liberales se propagaran desde las aulas universitarias, especialmente en Chuquisaca, a travs de jvenes que fueron iniciados en estas estructuras que adoptaban la forma organizativa de las logias masnicas. De hecho, los militantes de primera lnea de la Revolucin de Mayo (Mariano Moreno, Bernardo de Monteagudo, Jos Ignacio Gorriti, Jos Mariano Serrano y Juan Jos Castelli) estudiaron en Chuquisaca junto a hombres como Manuel Rodrguez de Quiroga, protagonista de la independencia del Ecuador; Mariano Alejo, precursor de la revolucin peruana, y Jaime de Zudaez, que lider los movimientos en Charcas y redactor de las constituciones de Chile, Argentina y Uruguay, y quien fuera el primer Presidente de la Corte Suprema de Justicia en el pas oriental. Efectivamente, la Logia Independencia, que tiene su primera versin en 1785, a partir de 1801 adopta como forma pblica una sociedad, llamada Patritica, Econmica y Literaria, que propiciara la apertura, comercial en principio y poltica despus, y generara los vnculos para el desembarco de los ingleses en 1806. De hecho, cuando Moreno escribe, en conjunto con Belgrano, La Representacin de los Hacendados, en sus lneas se pueden ver tanto el pedido de libre comercio como la reconversin estructural del sistema27

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tributario y sobre su forma de legitimidad, o sea de gobierno, lo que seria el punto de quiebre para la Primera Junta. A su vez, es claro que la Logia Independencia, aliada a la Sociedad de los Siete, articula una estrategia plasmada en el Plan de Operaciones, donde su punto central sera la independencia. Este proyecto que lograr consolidarse posteriormente con el accionar de San Martn, tambin apuntalado por una logia de estructura masnica, la Lautaro, que reorientara el esquema de avanzar por el Alto Per, proponiendo, en cambio, cruzar los Andes y liberar Chile para luego ir por el mar para lograr la independencia del Per. De hecho, cuando San Martn, Alvear y otros patriotas llegaron a Buenos Aires en 1812, la Orden ya estaba implantada: exista la Logia Independencia desde 1795 y su homnima presidida por Julin lvarez, llamada Logia San Juan, que fue la base constitutiva de la Logia Lautaro. Es importante sealar que stas Logias tenan carcter operativo, por ende, no se estructuraban como las simblicas, de estricto carcter masnico. Esta caracterstica da el marco organizativo para llevar adelante las operaciones revolucionarias. En definitiva, si bien no se desconoce la participacin de comerciantes, militares, curas, indgenas, mujeres, afros o nios en la lucha por la libertad, es importante destacar el aporte organizativo e ideolgico de los masones que marcaron los primeros pasos de nuestra historia como base de nuestro presente.Bibliografa del Proyecto

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Masones en el Plata: el sueo de la Gran Reunin AmericanaJorge Cabezas*

La discusin en torno de la incidencia de distintos intereses en las guerras de Independencia que las colonias de Amrica libraron a partir del siglo XVIII para liberarse del yugo imperial ha sido, desde la creacin misma de la Nacin argentina, objeto de polmicas y materia de interpretacin para historiadores e investigadores, doctos y legos, expertos y aficionados, sin que hasta la fecha pueda considerarse saldado el debate. A efectos de considerar el papel jugado por la Masonera en el proceso revolucionario que determin la emancipacin de los territorio ultramarinos de la Corona ibrica, es preciso determinar los lmites del perodo histrico en estudio, dado que un anlisis sincrnico de la coyuntura revolucionaria no permitira apreciar con justeza el influjo que los masones pudieron ejercer en la gesta patritica. Por tanto, a los fines que interesan a este trabajo, observaremos el lapso que, comenzando en 1795, abarca las dos primeras dcadas del siglo XIX, extendindose ms all de la declaracin de la Independencia de las Provincias Unidas del Sud, en 1816, considerado como hito en la cronologa histrica de la descolonizacin suramericana. Fue este sin duda un proceso social, econmico y poltico complejo, en el cual intervinieron distintos actores, animados por intereses diversos, cuando no, directamente contrapuestos. Sobre el mismo, se han generado versiones de dispar ndole, desde las escolares -con sus hroes de mrmol y bronce- hasta las acadmicas -ms sesudas, pero no menos maniqueas-, sin que hasta la fecha haya prevalecido alguno de esos relatos por sobre los dems. Sigue en debate, entonces, la cuestin de la influencia que la Masonera pudo tener en la gesta emancipatoria que los pueblos de Suramrica llevaron a cabo, en un a poca en que el espritu libertario de la Ilustracin arras con los regmenes monrquicos y el oscurantismo religioso que fue baluarte y soporte ideolgico del Ancin Regime, y que como l, sucumbi ante el embate irrefrenable de la Razn y los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad que secularizaron el mundo.*

Secretario General del Centro de Estudios para la Gran Reunin Americana.

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En el caso de nuestro pas, que junto a la Repblica de Hait, fue de los primeros en liberarse de las cadenas del colonialismo, la Masonera -a travs de sus hombres, y a lo largo de varias dcadas, entre principios y mediados del siglo XIX-, llev a cabo una tarea decisiva en la definicin del curso de los hechos revolucionarios, en abierta conflagracin con las fuerzas retardatorias, identificadas con los sectores sociales vinculados a la metrpoli y los intereses de la corona espaola, As, este trabajo sostiene que los masones, ya como activistas en las Sociedades Patriticas, ya como funcionarios de los gobiernos o integrantes de los ejrcitos revolucionarios, influyeron fuertemente en las corrientes ms progresistas del proceso independentista, desempeando un rol de conduccin dirigencial a lo largo de un perodo clave de nuestra historia que se inicia mucho antes de 1810 y que se extender mucho ms all de 1816, durante el doloroso proceso de organizacin del Estado nacional que culminar, recin en 1853, con la sancin de la Constitucin que instaura en el pas del sistema republicano, representativo y federal. ORIGENES DE LA MASONERIA EN EL RIO DE LA PLATA La instalacin de la primera logia masnica en el territorio de la actual Repblica Argentina sigue siendo al da de hoy una incgnita. La carencia de archivos o cualquier tipo de documentos ha impedido a los historiadores datar fehacientemente el inicio de la actividad de los masones en estas latitudes. Podemos, sin embargo, dar crdito a la postura de Lazcano, quien sostiene que la masonera se establece en el Ro de la Plata entre 1795 y 1802, probablemente a raz de la iniciativa de residentes franceses en Buenos Aires, quienes habran fundado la logia Independencia1, En la vereda opuesta, Canter, basado en la ausencia de pruebas histricas convincentes, niega rotundamente su existencia 2. A su vez,, Juan Mara Gutirrez afirma en la Revista de Buenos Aires que la primera logia masnica fue fundada en 1804 por el prfugo portugus Joo da Silva Cordeiro, quien le impuso el nombre de San Juan de Jerusaln, y a cuyas tenidas el general Beresford habra asistido en un par1

Lazcano, Martn. Las Sociedades Secretas, polticas y Masnicas, passim, El Ateneo, Bs. As. 1927 2 Canter, Juan, Las Sociedades secretas y literarias, Captulo IX del tomo VI de la Historia de la Nacin Argentina, Academia Nacional de la Historia, Buenos Aires, 1941.

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de ocasiones, durante el corto perodo de dominacin britnica de la ciudad, durante las invasiones inglesas3. Otra versin, atribuye precisamente a los anglosajones la aparicin de la masonera en estas costas, adjudicndoles la fundacin de los dos primeros Talleres en 1806, con los nombres de Hijos de Hiram y Estrella del Sur4. Estas dos logias habran sido el nexo entre la realidad portea y la ocupacin britnica de la Banda Oriental, manteniendo al tanto a los invasores ingleses de las reacciones que sorprendan en los patriotas porteos. Asimismo, se piensa que Beresford y Pack lograron evadirse de la prisin, merced al entendimiento fraternal con dos masones criollos, Saturnino Rodrguez Pea y Manuel Aniceto Padilla, integrantes de las mencionadas logias5. Y aunque estas logias masnicas de origen extranjero tuvieron una vida efmera -disolvindose tras el breve perodo de dominacin britnica-, fueron el punto de inicio para la intervencin de sus integrantes en los sucesos posteriores que desembocaran en el proceso revolucionario, con la finalidad de conducirlo hacia la gestacin de una nueva repblica 6. Pero la cuestin de la aparicin de los primeros talleres masnicos en el Ro de la Plata nos obliga a revisar en forma liminar su organizacin en el continente europeo, desde donde se proyectaron los planes su estrategia para lograr su objetivo: Independencia y Constitucin. LOS PATRIOTAS AMERICANOS Y SUS SOCIEDADES SECRETAS EN EUROPA Existe amplia coincidencia en torno de la consideracin de que Francisco de Miranda fue el promotor de las sociedades seceretas que los patriotas americanos fundaron en Europa con la exclusiva intencin de impulsar la lucha por la independencia de las colonias espaolas en Amrica.

3 4

Gutirrez, Juan Mara, en Revista de Buenos Aires, Tomo X, pg 131. Nez, Ignacio, en Noticias histricas, Tomo I, pg. 36, Cultural Editores S.A. Bs.As. 1952. 5 Bauz, Francisco, La dominacin espaola en el Uruguay, Tomo II, pg. 484, Biblioteca Aretigas, Montevideo , 1967 6 Palacio, Ernesto, Historia de la Argentina 1515-1976, pg 133, Abeledo Perrot, Bs. As., 1981

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Fue precisamente en Madrid, en el ao 1795, que los americanos residentes en Espaa constituyeron la Junta de Diputados de Pueblos y Provincias de la Amrica Meridional, en la que civiles, militares y sacerdotes se conjuraron con este propsito. Hasta los investigadores del ms rancio nacionalismo catlico reconocen la presencia de masones en esta sociedad patritica, que supo contar entre sus integrantes a los hermanos argentinos Jos y Francisco Gurruchaga, el coronel salteo Jos Moldes y los sacerdotes Jos Corts Madariaga, Servando Mier y Juan Pablo Fretes, entre otros muchos 7. Hacia 1797, una comisin de delegados de esta Junta se rene en Pars con el Generalsimo Miranda, con quien deciden pedir el auxilio militar de Inglaterra, negociando con la corona britnica un emprstito. Conscientes de su debilidad, los independentistas aceptaran luego condiciones que -en otras circunstanciaspudieran considerarse como ruinosas, comprometindose a cambio de las tropas solicitadas, a una deuda de 30 millones de libras esterlinas, la libre navegacin de los ros internos, ms la entrega de las islas del Mar Caribe a los Estados Unidos, as como de la parte oriental del ro Mississippi. Tambin se resolvi en Pars la disolucin de la Junta de Diputados, cuyos integrantes retornaran a Amrica para fundar en todo el subcontinente sociedades secretas que propagaran las ideas independentistas, basadas en los principios que poco despus habran de corporizarse en la Repblica francesa. Es as que en 1800, una vez radicado en Londres, Miranda fund la Gran Reunin Americana, que funcionara hasta 1810 como sede central de una red de sociedades patriticas homnimas que se crearon en los pueblos y ciudades del virreinato espaol, no slo en Buenos Aires, sino tambin en Mendoza, Tucumn, Montevideo, Chile Caracas, Bogot, Lima y Mxico. Entre los nombres de sus integrantes, encontraremos los de Pueyerredn, Bolvar, O'Higgins, San Martn, Zapiola, Balcarce, Alvear, Toms Guido, Andrs Bello, Sucre, y otros muchos prceres que los manuales escolares recuerdan, pero sin mencionar siquiera su posible filiacin masnica.7

Rottjer, Anbal, La Masonera en la Argentina y en el Mundo, pg. 254, Editorial Nuevo Orden, Bs. As. 1973

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Y es que precisamente el debate se centra en el carcter masnico de estas sociedades patriticas, que cierta historiografa ha querido presentar como absolutamente despojada de cualquier vinculacin con la Orden. No es casual que esa misma corriente, defensora de una tradicin nacionalista de raigambre hispnica, de inspiracin catlica y profundamente conservadora en lo poltico, lo social y econmico, vea a la Masonera -liberal, laica, igualitaria y universalista- como una corrosiva amenaza para el statu quo que pretende presentar como lo realmente criollo, pero que en realidad enmascara la dominacin feudal de las lites terratenientes sobre el pueblo llano, caracterstica del orden colonial. Es dable destacar, en este sentido, que los miembros de la Gran Reunin Americana, as como de sus filiales, se llamaron Caballeros Racionales, porque -segn palabras del sacerdote Servando Mier-, nada ms racional que morir por su patria y sus paisanos. Debe igualmente sealarse el propsito declarado ya en el acta fundacional de la Gran Reunin Americana, que consideraba la propagacin de estas sociedades patriticas como un reclutamiento de hombres hbiles para la campaa libertadora de Amrica8. Es tan incontestable esta base documental que an los adversarios de la Masonera han debido reconocer que, ms all del carcter estrictamente masnico que pudieran o no detentar estas sociedades patriticas, hubo entre sus miembros verdaderos masones que operaron conforme a los planes trazados por la Gran Reunin Americana, en el marco de los principios de la Orden, con arreglo a su rgimen simblico y observancia de su ritualstica9. As, hasta un historiador conservador como Felipe Ibarguren debe reconocer que Jos de San Martn fue reclutado por una de las filiales de la Gran Reunin Americana en Espaa, la Sociedad de Lautaro, conducida en Cdiz por Jos Gurruchaga 10. Desde all, el Hroe de los Andes emprendera su itinerario que lo llevara a liberar el Alto Per, en pos del objetivo que -segn el Plan Maitland- deba culminar con la liberacin de la Amrica meridional del yugo espaol.8 9

Lazcano, Martn, op,cit., Tomo I, pg 55 Rottjer, Anbal, op.cit., pg.255 10 Ibarguren , Felipe, As fue Mayo, pg 22, Editorial Theoria, Bs.As. 1952

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Sin embargo, en el Ro de la Plata, las cosas no eran tan claras como los propsitos de la Logia de Cdiz, envueltos los criollos en una agria disputa por el poder con la faccin retardatoria prohispnica de la Revolucin. JACOBINOS Y JESUITICOS SE DISPUTAN LA REVOLUCION El enfrentamiento entre el secretario del Primer Gobierno Patrio, Mariano Moreno, y el Jefe de Gobierno, Cornelio Saavedra, refleja la existencia de dos corrientes claramente contrapuestas dentro del movimiento revolucionario: por un lado, la jacobina, inspirada en los principios ms radicales del pensamiento rusoniano, liberal y renovador, y por el otro, la jesutica, retrgrada y tradicionalista, apegada a los valores y la religiosidad hispnicos y opuesta a cualquier cambio drstico en el orden social heredado de la colonia. En esa confrontacin, los hombres de la Masonera, como Juan Jos Castelli o Bernardo de Monteagudo, fueron ardorosos defensores de la tendencia morenista, desempeando cargos de mando en la milicia revolucionaria o en la gestin de los territorios emancipados. Sin embargo, los avatares de la lucha poltica fueron favorables al partido saavedrista, capitaneado por el Den Gregorio Funes, quien hizo anatema del laicismo liberal de los morenistas, derrotados finalmente en la revuelta del 5 y 6 de abril de 1811. Con este revs, la Revolucin entr en un cono de sombras, que permiti a los historiadores del nacionalismo catlico, Levene o de Ganda, construir la idea de que entre la Revolucin Francesa y los sucesos de Mayo de 1810 no hay la ms insignificante semejanza, el ms mnimo contacto, la ms ligera dependencia. En el mismo sentido, Garca mellid ha sostenido que la revolucin emancipadora no fue, como quisieran los liberales, un movimiento insurreccional contra las esencias catlicas e hispnicas que configuran nuestra personalidad. Esta tergiversacin de la finalidad de la gesta independentista, que evidencia el rechazo de los sectores conservadores de la sociedad al pensamiento racional, laico y republicano de los revolucionarios, patentiza el esfuerzo que deben realizar los intelectuales de la reaccin, para desvirtuar la incontestable adhesin de los hombres de Mayo a los ideales seculares y progresistas de la Ilustracin.35

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An despus de la muerte nunca esclarecida de Moreno, sus partidarios conservaron la orientacin radical, buscando la profundizacin de las transformaciones emprendidas en Mayo de 1810, ahora desde la Sociedad Patritica, fundada en enero de 1812, donde el influjo de la Masonera se hizo sentir del mismo modo que antes, segn los propsitos fijados por la Gran Reunin Americana. En este escenario, tuvo lugar la aparicin de la Logia Lautaro en la capital del antiguoVirreinato del Plata, ltimo episodio que analizaremos en el presente trabajo. LA LOGIA LAUTARO: MOTOR MASONICO DE LA INDEPENDENCIA Es sabido que Jos de San Martn fue iniciado masn en la Logia Integridad de Cdiz y de all pas a la Logia Caballeros Racionales N 3, donde recibi el Tercer Grado de la masonera simblica, el de Maestro Masn, el 6 de mayo de 1808. Posteriormente funda con Alvear la Logia Caballeros Racionales N 7. Ya en Buenos Aires funda en agosto de 1812 junto a Zapiola, Alvear y Anchors, la Logia Lautaro, as denominada en rplica a su par de Cdiz, ambas en memoria del joven toqui mapuche, smbolo de la resistencia a la Conquista espaola, tuvo un programa de explcito apoyo a la revolucin criolla de 1810: Independencia y Constitucin. Al respecto, Mitre nos informa que no era masnica, ni se derivaba de la masonera, sino que tan slo utilizaba algunas palabras, toques y seales, o sea ciertas prcticas rituales de corte masnico a los simples efectos materiales de orden interno, pero su objeto era ms elevado 11. Asimismo, expresa Sarmiento que esta logia no era una masonera como generalmente se ha credo ni menos las sociedades masnicas entrometidas en la poltica colonial12. Y en efecto, no fueron las lautarinas logias masnicas operativas en el sentido tradicional del trmino, sino que tenan objetivos revolucionarios,11

Mitre, Bartolom, Historia de San Martn y de la Emancipacin Sudamericana, Tomo I, pgs. 53, 54 y 198, Ediciones Jackson, Bs.As, 2 Edic. 1890 12 Lazcano, Martn, op.cit., Tomo I, pg. 196.

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adems de simblicos; de ah el error de muchos autores, incluso masnicos, a partir del cual se generaron fbulas impulsadas por los escritores catlicos y antimasnicos en general.. Debemos a las investigaciones de Gallatin Mackey el conocimiento de la estructura ntima de la Logia Lautaro, la cual se compondra de dos cmaras: la Masonera Simblica o Azul, que constaba de los tres primeros grados, y la Masonera Superior o Roja, compuesta de los grados 4 y 5, Rosacruz y Kadosh, respectivamente, de acuerdo a la terminologa masnica. Esta cmara o seccin fue denominada por San Martn como Gran Logia de Buenos Aires, y fue la que actu en poltica prescindiendo de la Logia Lautaro, la cual no intervena para nada en las deliberaciones de aqulla. Por lo tanto, no se tratara de uno, sino que seran dos organismos autnomos, aun cuando guardaran entre s una estrecha relacin 13, que no viene sino a cimentar nuestra hiptesis Finalmente, el masn Jos Stevenson Collante, del Gran Oriente de Colombia, aporta a favor de nuestro argumente que en este proceso revolucionario, un buen nmero de los miembros de la Orden tenan la doble investidura de Masones de Logias Regulares Universales y de Masones de Logias Patriticas Revolucionarias Americanas, con lo cual se probara la clara incidencia de la Orden, a travs de sus hombres, en el devenir del proceso independentista.

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Gallatin Mackey Albert , The History of Freemasonry: It's Legends and Traditions, Masonic History Company, 1906

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Huella de los masones en la Revolucin de Mayo de 1810Sylvia Ruiz Moreno*

Hace muchos aos era un hecho controversial, pero hoy da poco sorprende a profesionales y aficionados a la historia argentina, el reconocimiento de que los prceres de la Revolucin de Mayo de 1810 eran, en su mayora, masones. Muchos historiadores acadmicos prefieren omitir esta dimensin del acontecimiento porque no existen suficientes documentos que prueben la accin de las logias en la formacin del Primer Gobierno Patrio. Se sabe que las logias existieron, se conoce la participacin en ellas de los revolucionarios, pero el secreto de las actas y todo lo dicho en Logia hace que no dispongamos de informacin ms precisa. Esta escasez de datos da pie a los que subestiman la contribucin masnica o la reducen a la posibilidad que brindaban los talleres de actuar en forma clandestina. Aunque los documentos oficiales falten, la ciencia histrica ha sabido prosperar en base a otro tipo de fuentes, cuya interpretacin demuestra no solamente la presencia sino tambin las manifestaciones de la obra masnica. Los que adems, hemos sido Iniciados, podemos comprender seales que para los Profanos permanecen veladas: de eso se trata la propuesta que hemos redactado. Tras una breve mencin de los orgenes de la Masonera en Argentina, nos aproximamos a la tan breve como intensa obra de Mariano Moreno, para establecer en su escritura y en su accin, la existencia de huellas de los masones en 1810. Las primeras logias y su presencia en los sucesos de Mayo. La constitucin de la Masonera Regular en la Argentina es una derivacin de la Organizacin Nacional a la que por otra parte los masones contribuyeron de manera decisiva- y se produjo el 11 de diciembre de 1857 e.: v.:. Pero logias masnicas en el territorio que luego integrar la nacin Argentina existen, al parecer, desde el siglo XVIII. Segn Alcibades Lappas en el archivo de la Gran Logia de Inglaterra consta que el 17 de abril de 1735 fue designado el caballero Randolph Took como Gran Maestre Provincial para Amrica del Sud, y se*

Sylvia Ruiz Moreno - Politloga, UBA- Profesora USAL.

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sabe que por esos aos (entre 1735 y 1737) Took se hallaba en Buenos Aires realizando negocios. Posteriormente, se sabe que a fines del siglo XVIII (probablemente en 1797) exista en esa ciudad una logia llamada Independencia, que obtuvo su Carta Constitutiva de la Grande Loge Genrale Ecossaise de France que a partir de 1805 se integr al Gran Oriente de Francia- y a la que pertenecieron Mariano Moreno, Juan Jos Paso y Manuel Belgrano. Tambin a fines del siglo XVIII el portugus Juan de Silva Cordero funda la Logia San Juan de Jerusaln de la Felicidad, con Carta Constitutiva de la Gran Logia de Maryland. Durante las Invasiones Inglesas, segn el relato del historiador masnico Lappas, se formaron Logias con Cartas Constitutivas de la Gran Logia de Irlanda, y sus miembros levantaron a su vez las Logias Hijos de Hiram y Estrella del Sur. Emilio Corbire analiza en sus dos tomos sobre La Masonera aspectos de la polmica historiogrfica en torno a la masonera en la emancipacin continental, que adquiere un gran dinamismo a partir de la fundacin de la Logia Lautaro de Buenos Aires en 1812 integrada por los viajeros de la fragata George Canning, entre los que se encontraba Jos de San Martn. Mucho se ha dicho sobre el carcter operativo de las logias lautarinas y su grado de compromiso con la masonera. Pero eso deber ser motivo de otro artculo. Tambin las irradiaciones que dej la impronta de Mariano Moreno en los que sobrevivieron a su derrota poltica y dudosa muerte en alta mar. Es poderosamente llamativo que los morenistas fundaran nuevas logias y tuvieran una accin extendida en el tiempo que fue crucial para alcanzar la Independencia, figuras que quedaron en una nebulosa historiogrfica y merecen ser recuperadas, como Julin lvarez y Juan Jos Paso. Es curioso tambin, lo poco que se ha dicho sobre la impronta masnica de la Primera Junta de 1810, en la que la mayor parte de sus miembros, como seala en un artculo recientemente publicado, Antonio Las Heras. Por eso creemos que es necesario concentrarnos en esos meses violentos, convulsionados, plagados de pasiones y razones, en los que se engendr nuestra Repblica. Cmo ser Masn en el mundo Profano. Una discusin clsica entre los historiadores discurre sobre las causas de la Revolucin de Mayo: Independencia de Espaa o abolicin del39

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monopolio comercial? Intereses criollos o intereses britnicos en el Ro de la Plata? Ciertamente, los argumentos que proponen los historiadores se basan en datos, lo que nos sugiere que algo de todo eso siempre hay en el abanico de la pluricausalidad de las acciones sociales. Entre todos esos intereses que confluyeron, haba un programa comn a todos los masones que actuaban en Amrica desde el siglo XVIII: Independencia. La instauracin revolucionaria del reinado de Fernando VII tras el Motn de Aranjuez (17 de marzo de 1808 e.: v.:) y la ocupacin napolenica del trono espaol precipitaron los acontecimientos que se venan proyectando con anterioridad. Entonces, comenzaron a distinguirse dos grupos revolucionarios, cuya diferenciacin no puede comprenderse cabalmente sin conocer su pertenencia masnica. La obra de Alfonso Fernndez Cabrelli nos ofrece una investigacin valiossima en esta direccin. Este autor nos habla de una tendencia de masones ms moderados, que relaciona con las logias constituidas con Cartas Patente inglesas, cuyos miembros acompaarn las decisiones del Presidente de la Junta, Cornelio Saavedra sobre cuya Iniciacin ha habido una gran discusin historiogrfica, pero Antonio Las Heras afirma que se ha probado por datos conservados por sus descendientes-. Frente a ellos, siempre con un objetivo comn, que es el de la Independencia Americana, se fue aglutinando un grupo de masones de logias con Carta Patente francesa, alrededor de Mariano Moreno. Lo que puede llevar a la confusin es que posteriormente, el lautarismo introducido en Buenos Aires, como se ha dicho desde 1812, tiene un origen ingls, en la Gran Reunin Americana de Londres, formada por Francisco Miranda, el gran precursor de la independencia en todo el continente americano. Los morenistas participaron del proyecto operativo de la Logia Lautaro para derrotar a los espaoles (el Cruce de los Andes), como explica Rodolfo Terragno. Pero antes de que desembarcara el lautarismo en el Ro de la Plata, existi una controversia muy importante para la fundacin de nuestra Repblica. Esa controversia puede ser entendida desde una perspectiva masnica. Mucho se ha hablado de las diferencias entre Moreno y Saavedra, que fueron oscurecidas mediante explicaciones simplistas como las diferencias generacionales, la perspectiva del abogado terico frente al40

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militar prctico, incluso la ocurrencia de que Moreno origin el partido unitario y Saavedra el partido federal, y por supuesto, celos personales y puja de poder. Lo que ofrecemos aqu como propuesta para incorporar a la polmica historiogrfica es una lectura diferente, basada en la investigacin del historiador Fernndez Cabrelli: dos maneras de ser masn en el mundo Profano. Podemos creer que los masones moderados priorizaron el secreto, la cautela y la moderacin que es prdica masnica, para proteger el objetivo operativo: el gobierno autnomo. Mariano Moreno en cambio, guardando los debidos recaudos del lenguaje para mantener la discrecin del trabajo de Taller, traslad las irradiaciones de su iluminacin espiritual al trabajo operativo. Para Moreno no era suficiente con lograr la independencia, los ciudadanos deban tambin participar en ella. Esto nos conduce a las razones de la lucha por la Independencia en la masonera. Sin independencia y sin democracia, solamente pueden ser masones un conjunto de privilegiados de las Cortes, o como en la poca de la masonera operativa medieval, expertos artesanos cuyo conocimiento especfico y codiciado los protega de la opresin monrquica. Pero la Masonera aspira al bienestar de la Humanidad, y por lo tanto, a que la libertad de los hombres no sea un privilegio. Aunque no todos los masones lo comprenden as, cuando se cree que la Masonera no es un privilegio, y que el bienestar de la Humanidad se alcanza cuando todos los hombres y mujeres se reconocen mutuamente como seres libres e iguales, est claro que la conquista de la Independencia es un paso insoslayable en ese camino. Probablemente Mariano Moreno crey que no bastaba con que los ciudadanos del Ro de la Plata pudieran ser libres e iguales, sino que adems deban experimentar los alcances de la libertad y la igualdad. Y quizs esa creencia frrea le cost la vida. Todo esto deber ser materia de un anlisis ms profundo que el que propone este artculo, pero para muestra de lo que estamos diciendo, traemos algunos fragmentos del ltimo escrito poltico de Mariano Moreno, que sell su fin. El decreto de Supresin de Honores:41

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En vano publicara esta Junta principios liberales, que hagan apreciar a los pueblos el inestimable don de su libertad, si permitiese la continuacin de aquellos prestigios, que por desgracia de la humanidad inventaron los tiranos, para sofocar los sentimientos de la naturaleza. Privada la multitud de luces necesarias, para dar su verdadero valor a todas las cosas; reducida por la condicin de sus tareas a no extender sus mediaciones ms all de sus primeras necesidades; acostumbrada a ver los magistrados y jefes envueltos en un brillo que deslumbra a los dems, y los separa de su inmediacin, confunde los inciensos y homenajes con la autoridad de los que los disfrutan, y jams se detiene en buscar al jefe por los ttulos que lo constituyen, sino por el boato y condecoraciones con que siempre lo ha visto distinguido. [...] Es verdad que, consecuente al acta de su ereccin, decret al Presidente, en orden de 28 de mayo, los mismos honores que antes se haban dispensado a los virreyes; pero esto fue un sacrificio transitorio de sus propios sentimientos, que consagr al bien general de este pueblo. La costumbre de ver a los virreyes rodeados de escoltas y condecoraciones habra hecho desmerecer el concepto de la nueva autoridad, si se presentaba desnuda de los mismos realces; [...] Un remedio tan peligroso a los derechos del pueblo, y tan contrario a las intenciones de la Junta, no ha debido durar sino el tiempo muy preciso, para conseguir los justos fines que se propusieron. Su continuacin sera sumamente arriesgada, pues los hombres sencillos creeran ver un virrey en la carroza escoltada, que siempre usaron aquellos jefes; y los malignos nos imputaran miras ambiciosas, que jams han abrigado nuestros corazones. Tampoco podran fructificar los principios liberales, que con tanta sinceridad comunicamos, pues el comn de los hombres tiene en los ojos la principal gua de su corazn, y no comprenderan la igualdad que les anunciamos, mientras nos viesen rodeados de la misma pompa y aparato con que los antiguos dspotas esclavizaron a sus sbditos. La libertad de los pueblos no consiste en palabras, ni debe existir en los papeles solamente. Cualquier dspota puede obligar a sus esclavos a que canten himnos a la libertad; y este cntico maquinal es muy compatible con las cadenas y opresin de los que lo entonan. Si deseamos que los pueblos sean libres, observemos religiosamente el sagrado dogma de la42

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igualdad. Si me considero igual a mis conciudadanos, por qu me he de presentar de un modo que les ensee que son menos que yo? Mi superioridad slo existe en el acto de ejercer la magistratura, que se me ha confiado; en las dems funciones de la sociedad soy un ciudadano, sin derecho a otras consideraciones, que las que merezca por mis virtudes. Creemos ver en estas palabras, cmo Mariano Moreno abre, simblicamente, las Tres Ventanas del trabajo de Taller en Segundo Grado, para brindar a la multitud, con herramientas Profanas, luces necesarias, para dar su verdadero valor a todas las cosas. La ventana del Medioda, de la luz interior, est expresada el supuesto en el que fundamenta la igualdad, cuando dice: si me considero igual a mis conciudadanos.... Pero Moreno sabe que, por no ser Iniciados, sus conciudadanos pueden no haber accedido a esa iluminacin de su igualdad interior, y slo pueden recibirla a travs de la Ventana de Occidente, que coincide con las Puertas del Templo, la del mundo exterior: pues el comn de los hombres tiene en los ojos la principal gua de su corazn, y no comprenderan la igualdad que les anunciamos, mientras nos viesen rodeados de la misma pompa y aparato con que los antiguos dspotas esclavizaron a sus sbditos. La Ventana de Oriente, de la realidad metafsica, por ltimo, es la Piedra Fundamental del Decreto de Supresin de Honores, expresado con frmula de Ley Universal: Si deseamos que los pueblos sean libres, observemos religiosamente el sagrado dogma de la igualdad. As Mariano Moreno llev la Luz Masnica a sus conciudadanos, as dej una estela que acompaara a Belgrano, Castelli, Paso, y Pueyrredn, que cruzara el Ro de la Plata con Jos Artigas y cruzara los Andes con Jos de San Martn. Una estela luminosa que todava hoy depara enseanzas valiosas a los Masones del Siglo XXI. Bibliografa

Corbire, Emilio (2004) La masonera. Poltica y sociedades secretas. Buenos Aires, De Bolsillo. Corbire, Emilio (2001) La masonera II. Tradicin y Revolucin. Buenos Aires, Sudamericana.

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Fernndez Cabreli, Alfonso (1982) Masonera, morenismo, artiguismo. Presencia e influencia de la francmasonera en los movimientos independentistas del Ro de la Plata. Montevideo, Amrica Una. Lappas, Alcibades (2000) La Masonera Argentina a travs de sus hombres. Buenos Aires. Las Heras, Antonio (2008) Los masones del 25 de Mayo. En: Perfil, domingo 25 de mayo de 2008, p.p. 14-15. Lavagnini, Aldo (2006) Manual del Compaero. Buenos Aires, Kier. Moreno, Mariano (1953) Decreto de Supresin de Honores al Presidente de la Junta, del 8 de diciembre de 1810. En Rumbos de una Nacin. Buenos Aires, W. M. Jacson Inc. editores. Onsari, Fabin (1951) San Martn, la Logia Lautaro y la francmasonera. Avellaneda. Terragno, Rodolfo (1998) Maitland & San Martn. Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes.

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Los hombres de la Masonera que hicieron la Revolucin de MayoAntonio Las Heras*

El 11 de diciembre de 2007 la Masonera Argentina festej los 150 aos de su fundacin. Este hecho podra llevar al desprevenido a suponer que antes de 1857 no haba Masonera en esta regin del planeta. Pero no es as. Masones, por estas latitudes, hubieron siempre. La diferencia es que no estaban agrupados en lo que se llama una Gran Logia; es decir, un grupo de logias (talleres donde los masones se renen para realizar sus tradicionales rituales y debatir asuntos), que acuerda organizarse admitiendo un grupo de autoridades que ayudarn a regir sus destinos. A ste agrupamiento de logias se la conoce como Gran Logia o Gran Oriente. Eso, en nuestro pas, se concret un 11 de diciembre de 1857. Y el primer Gran Maestre fue el Dr. Jos Roque Prez, un abogado acaudalado, oriundo de Crdoba pero residente en Buenos Aires, que muri vctima de la fiebre amarilla a raz de su empeo al presidir la Comisin Popular contra la epidemia por atender personalmente a los enfermos junto con otros hermanos (as se llaman entre s los miembros de la Orden) en busca de salvar cuantas vidas se pudiera. Para comienzos del Siglo XIX la Masonera trabajaba en el Reino de Espaa en el ms absoluto secreto que fuera posible. De ese modo en 1804, en Cdiz, dependiendo del Gran Oriente de Sevilla, levanta columnas que es la manera de decir que es fundada - la Logia de los Caballeros Racionales N 3, a la cual pertenecieron Carlos Mara de Alvear, quien fue su Venerable Maestro o sea presidente entre 1809 y 1811, fecha en que viaja a Londres; Jos de San Martn, Francisco de Miranda, Jos Mara Zapiola, Bernando OHiggins, Juan Manuel de Pueyrredn, Hiplito Vieytes y Manuel de Sarratea, entre muchos otros. Durante el Siglo XVIII hubo en Buenos Aires masones iniciados en Europa que trabajaban en logias de las que pocos datos concretos han quedado. A comienzos del Siglo XIX funcionaba en la zona de San Telmo al*

Antonio LAS HERAS es Doctor en Psicologa Social graduado en 1987 en la Universidad Argentina John F. Kennedy, casa que lo distingui en 1998 con la Gran Cruz Kennedy (mximo galardn que otorga esa Alta Casa de Estudios) y que tambin recibieron figuras de la talla de Arturo Frondizi y Jorge Lus Borges. Ocupa el cargo de Gran Guarda Templo Interno en la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones.

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menos una logia constituida por franceses, as como otras fundadas por masones ingleses llegados durante las invasiones, entre ellas La Estrella del Sur e Hijos de Hiram, que tenan sus templos en lo que hoy es el barrio de Monserrat. En ellas fueron iniciados numerosos criollos. Inclusive existi una Orden de los Sublimes Caballeros Templarios que, a pesar de que podra aparecer como algo diferente de la Masonera por denominarse Orden fue, en verdad, una institucin a la que no se poda ingresar sin haber logrado antes - el aspirante llegar a la jerarqua de Maestro Masn. En 1795 es fundado en Buenos Aires por accin del masn portugus Juan de Silva Cordero un taller (sinnimo de logia) llamado Logia de San Juan de Jerusaln de la Felicidad, de esta parte de Amrica que probablemente funcion hasta no ms all de 1811. Tambin por esos das vio la luz La Logia Independencia cuyo impulsor y Venerable Maestro fue el Dr. Julin Baltazar Alvarez Perdriel ms conocido como Julin Alvarez - cuya fachada pblica fue la Sociedad Patritica, Literaria y Econmica; ms conocida como Sociedad Patritica, a secas. Sobre este taller, as como otros que han quedado en la historia de aquellos tiempos, algunos investigadores han dicho que no eran masnicos sino que se trataba de agrupaciones polticas organizadas con la misma estructura de una logia, incluyendo grados, palabras secretas y toques ocultos para identificarse. Posiblemente haya sido as en algunos pocos casos. Pero no los integrados por Julin Alvarez, que eran cabalmente masnicos. Al respecto conviene aqu recordar un dilogo entre Bartolom Mitre y Matas Zapiola cuando ste ltimo afirma: La de Julin Alvarez era Logia Masnica. Este taller cumpli una misin esencial, puesto que de aqu surgieron aquellos hermanos ms aptos y mejor formados que seran quienes secundaran a Alvear, San Martn, Zapiola y otros masones que llegaron a Buenos Aires en la Fragata Jorge Canning con el objetivo de fundar una de las logias Lautaro, desde las cuales se trabajara la emancipacin de estas tierras de la Corona Espaola. Este levantamiento de columnas tendra lugar en 1812 y, a partir de all se crearan otras en Santa Fe, Crdoba, Mendoza y Santiago de Chile. Recordemos, adems, que Julin Alvarez estuvo entre los firmantes de la presentacin popular del 25 de Mayo, que a partir de enero de 1881 form parte de la Secretara de Gobierno de Buenos Aires a cargo de46

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Mariano Moreno y que tuvo permanente actividad poltica hasta 1820, ao en que emigra a Montevideo. Los hombres que formaron parte de los acontecimientos de Mayo de 1810 as como aquellos que tuvieron activa participacin en las guerras por la liberacin de la Corona Espaola, eran integrantes en esta logia o fueron iniciados en la misma. Algunos de sus nombres eran: Juan Jos Castelli, Juan Jos Paso, Manuel Belgrano, Mariano Moreno, Domingo Matheu, Juan Larrea, Manuel Alberti, Hiplito Vieytes, Manuel Dorrego, Antonio Luis Berutti, Nicols Rodrguez Pea y Mariano Cosme Argerich. El lector atento, al prestar atencin a los nombres sealados, advertir enseguida que a juzgar por los hechos acontecidos en aos posteriores estos hombres, as como otros masones que participaron en la Emancipacin, no fueron siempre coincidentes en pensamientos y formas de actuar. Cmo es posible explicar esto, entonces? Hay respuestas lgicas. Ante todo, el hecho que la Masonera entre sus exigencias para poder atravesar el Ritual de Iniciacin, tras el cual se queda incorporado a la Orden, exige que se trate de un hombre libre; esto es, que tenga sus propios criterios de realidad, que sus juicios estn sometidos slo a su deduccin racional y lgica. Con ello es entendible que haya masones de todo el espectro de ideas. Pero hay ms. Ante todo, debemos sealar que es absolutamente falsa la creencia de que cada Logia o Gran Logia debe sumisin y acatamiento a alguna logia mundial o cosa que se le parezca. Lo cierto es que desde siempre el mximo acatamiento que tiene un taller es, en todo caso, a algunas disposiciones de su Gran Maestre; tampoco todas, puesto que la mayora de las decisiones se toman en reunin de quienes han llegado al grado de Maestro en cada taller. Esto lo explic muy bien hace dcadas el historiador Enrique de Gandia cuando escribe: Estas logias, repetimos para quienes buscan conexiones innecesarias, lo mismo podan depender de una logia mayor en el pas o en el extranjero, que ser independientes. Estas ltimas actuaban por su cuenta, tenan sus propsitos y los llevaban a cabo sin permiso ni autorizacin de otras logias. A veces estaban de acuerdo entre s y otras veces eran enemigas y se combatan. Los autores que imaginan que todas las logias deban recibir rdenes de Inglaterra o responder a una sola idea no saben lo que piensan ni lo que dicen. (1) Y para ms abundamiento, la historiadora argentina contempornea Patricia Pasquali, indica: La Logia de Buenos Aires se47

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manejaba con total autonoma, tanto por su origen constitutivo como por su carcter de sociedad poltica: no hay constancia ms elocuente de ello que su fluctuante trayectoria y sus divisiones internas. (2) Sostiene Enrique de Ganda que para 1810, la Masonera era importante en Buenos Aires y cita al Gral. Enrique Martnez quien, en carta a Andrs Lamas, declara que desde poca remota exista la sociedad masnica y Pea y Vieytes pertenecan a ella. Se refiere a tiempos del Virrey Sobremonte, cuando por un accidente fue descubierta la existencia de un taller. Seala Martnez que la Jabonera de Vieytes era sitio de reunin de la logia Amigos de la Libertad. Para ms datos, de Ganda cita a Ignacio Nez que, en sus recuerdos, afirma que las Invasiones Inglesas contribuyeron grandemente al fortalecimiento de la labor masnica. Por su parte, Francisco Grill, en sus Episodios Patrios, revela una comunicacin de la Gran Logia de Versalles de 1795, dirigida a la Logia Independencia de Buenos Aires. Sobre esta misma logia, el Coronel ingls Santiago Burke, narra que cuando parta de la ciudad en 1809 fueron a despedirlo un nmero de las principales personas del lugar, mis viejos amigos de Independencia. El Gral. Miller, quien no fuera precisamente afecto a la Masonera escribe: un club, llamado la logia, se ha introducido con el objeto ostensible de promover la emancipacin de la Amrica Espaola . . .(3). Veamos ahora de qu manera intervinieron los miembros de la Masonera en los acontecimientos de Mayo y cmo se gestaron stos ltimos mediante la activa participacin de estos hombres, hechos que culminaron, aos ms tarde, en la Emancipacin Americana. Muchos fueron los iniciados en la Masonera que cumplieron papeles fundamentales en los hechos que precedieron a la Revolucin de Mayo, as como tambin en la creacin de la Primera Junta de Gobierno. Ya en el ao 1793 se haba celebrado un pacto en Londres entre Francisco de Miranda, fundador de la Gran Reunin Americana, tambin llamada Logia de los Caballeros Racionales, y los masones americanos (entre los que se encontraba Saturnino Rodrguez Pea), por el cual se estableci que los ingleses apoyaran con sus tropas la emancipacin de Amrica, desistiendo de cualquier intento de dominio por parte de la corona britnica. Es por ello que al producirse las invasiones inglesas, los masones de Buenos Aires, por intermedio de Juan Jos Castelli, exigieron al entonces48

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gobernador Beresford, el cumplimiento del acuerdo proclamado aos antes. La negativa a aceptar las condiciones pactadas ocasion el levantamiento en armas de los patriotas, masones en su mayora, que culmin con la derrota de los invasores. A partir de ese momento se cre el Partido de los Patriotas, cuyos lderes eran miembros de la Masonera, contando con el apoyo del regimiento de Patricios, comandado por el masn Cornelio Saavedra. Cuando en 1809 Sevilla cay en manos de Napolen quedando acfalo el gobierno en Espaa, en Buenos Aires se convoc a un Cabildo Abierto para decidir qu curso se le dara a los acontecimientos. El Partido Patriota sostena la teora de la soberana popular, por la cual se consideraba que el poder soberano provena de Dios y resida en el pueblo que lo delegaba en el rey; por lo tanto, al no haber un monarca, ese poder volva al pueblo que deba designar a las nuevas autoridades. Esta postura tuvo su oposicin en la figura del