Chile-Japón una alianza para el desarrollo

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UNA ALIANZA PARA EL DESARROLLO CHILE JAPÓN

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UNA ALIANZA PARA EL DESARROLLO

CHILE JAPÓN

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CHILE Y JAPÓN: UNA ALIANZA PARA EL DESARROLLO

CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

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“La asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países”.

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

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CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

Page 5: Chile-Japón una alianza para el desarrollo

“Esperamos que la información que se ha generado se comparta con las comunidades vulnerables y con los municipios del borde costero, de manera sencilla y didáctica, con el fin de fortalecer las capacidades de resiliencia de las comunidades, donde además se entreguen mecanismos prácticos y efectivos para mejorar las dinámicas sociales detrás de la respuesta y la preparación ante desastres”.

Mauricio Andrés Torres MéndezEncargado de proyectos en gestión de riesgo.Departamento de Gestión Integral de Riesgo, Secretaría Comunal de Planificación, Municipalidad de Talcahuano.Evaluación Intermedia del Proyecto SATREPS, Noviembre de 2013

“Esperamos que la información que se ha generado se comparta con las comunidades vulnerables y con los municipios del borde costero, de manera sencilla y didáctica, con el fin de fortalecer las capacidades de resiliencia de las comunidades, donde además se entreguen mecanismos prácticos y efectivos para mejorar las dinámicas sociales detrás de la respuesta y la preparación ante desastres”.

Mauricio Andrés Torres MéndezEncargado de proyectos en gestión de riesgo.Departamento de Gestión Integral de Riesgo, Secretaría Comunal de Planificación, Municipalidad de Talcahuano.Evaluación Intermedia del Proyecto SATREPS, Noviembre de 2013

“Esperamos que la información que se ha generado se comparta con las comunidades vulnerables y con los municipios del borde costero, de manera sencilla y didáctica, con el fin de fortalecer las capacidades de resiliencia de las comunidades, donde además se entreguen mecanismos prácticos y efectivos para mejorar las dinámicas sociales detrás de la respuesta y la preparación ante desastres”.

Mauricio Andrés Torres MéndezEncargado de proyectos en gestión de riesgo.Departamento de Gestión Integral de Riesgo, Secretaría Comunal de Planificación, Municipalidad de Talcahuano.Evaluación Intermedia del Proyecto SATREPS, Noviembre de 2013

“Esperamos que la información que se ha generado se comparta con las comunidades vulnerables y con los municipios del borde costero, de manera sencilla y didáctica, con el fin de fortalecer las capacidades de resiliencia de las comunidades, donde además se entreguen mecanismos prácticos y efectivos para mejorar las dinámicas sociales detrás de la respuesta y la preparación ante desastres”.

Mauricio Andrés Torres MéndezEncargado de proyectos en gestión de riesgo.Departamento de Gestión Integral de Riesgo, Secretaría Comunal de Planificación, Municipalidad de Talcahuano.Evaluación Intermedia del Proyecto SATREPS, Noviembre de 2013

“Esperamos que la información que se ha generado se comparta con las comunidades vulnerables y con los municipios del borde costero, de manera sencilla y didáctica, con el fin de fortalecer las capacidades de resiliencia de las comunidades, donde además se entreguen mecanismos prácticos y efectivos para mejorar las dinámicas sociales detrás de la respuesta y la preparación ante desastres”.

Mauricio Andrés Torres MéndezEncargado de proyectos en gestión de riesgo.Departamento de Gestión Integral de Riesgo, Secretaría Comunal de Planificación, Municipalidad de Talcahuano.Evaluación Intermedia del Proyecto SATREPS, Noviembre de 2013

“Esperamos que la información que se ha generado se comparta con las comunidades vulnerables y con los municipios del borde costero, de manera sencilla y didáctica, con el fin de fortalecer las capacidades de resiliencia de las comunidades, donde además se entreguen mecanismos prácticos y efectivos para mejorar las dinámicas sociales detrás de la respuesta y la preparación ante desastres”.

Mauricio Andrés Torres MéndezEncargado de proyectos en gestión de riesgo.Departamento de Gestión Integral de Riesgo, Secretaría Comunal de Planificación, Municipalidad de Talcahuano.Evaluación Intermedia del Proyecto SATREPS, Noviembre de 2013

“Esperamos que la información que se ha generado se comparta con las comunidades vulnerables y con los municipios del borde costero, de manera sencilla y didáctica, con el fin de fortalecer las capacidades de resiliencia de las comunidades, donde además se entreguen mecanismos prácticos y efectivos para mejorar las dinámicas sociales detrás de la respuesta y la preparación ante desastres”.

Mauricio Andrés Torres MéndezEncargado de proyectos en gestión de riesgo.Departamento de Gestión Integral de Riesgo, Secretaría Comunal de Planificación, Municipalidad de Talcahuano.Evaluación Intermedia del Proyecto SATREPS, Noviembre de 2013

“Esperamos que la información que se ha generado se comparta con las comunidades vulnerables y con los municipios del borde costero, de manera sencilla y didáctica, con el fin de fortalecer las capacidades de resiliencia de las comunidades, donde además se entreguen mecanismos prácticos y efectivos para mejorar las dinámicas sociales detrás de la respuesta y la preparación ante desastres”.

Mauricio Andrés Torres MéndezEncargado de proyectos en gestión de riesgo.Departamento de Gestión Integral de Riesgo, Secretaría Comunal de Planificación, Municipalidad de Talcahuano.Evaluación Intermedia del Proyecto SATREPS, Noviembre de 2013

“Esperamos que la información que se ha generado se comparta con las comunidades vulnerables y con los municipios del borde costero, de manera sencilla y didáctica, con el fin de fortalecer las capacidades de resiliencia de las comunidades, donde además se entreguen mecanismos prácticos y efectivos para mejorar las dinámicas sociales detrás de la respuesta y la preparación ante desastres”.

Mauricio Andrés Torres MéndezEncargado de proyectos en gestión de riesgo.Departamento de Gestión Integral de Riesgo, Secretaría Comunal de Planificación, Municipalidad de Talcahuano.Evaluación Intermedia del Proyecto SATREPS, Noviembre de 2013

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

Page 6: Chile-Japón una alianza para el desarrollo

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CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

Page 7: Chile-Japón una alianza para el desarrollo

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CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

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Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

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CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

La capacitación entregada ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

Page 10: Chile-Japón una alianza para el desarrollo

“Esperamos que la información que se ha generado se comparta con las comunidades vulnerables y con los municipios del borde costero, de manera sencilla y didáctica, con el fin de fortalecer las capacidades de resiliencia de las comunidades, donde además se entreguen mecanismos prácticos y efectivos para mejorar las dinámicas sociales detrás de la respuesta y la preparación ante desastres”.

Mauricio Andrés Torres MéndezEncargado de proyectos en gestión de riesgo.Departamento de Gestión Integral de Riesgo, Secretaría Comunal de Planificación, Municipalidad de Talcahuano.Evaluación Intermedia del Proyecto SATREPS, Noviembre de 2013

“Esperamos que la información que se ha generado se comparta con las comunidades vulnerables y con los municipios del borde costero, de manera sencilla y didáctica, con el fin de fortalecer las capacidades de resiliencia de las comunidades, donde además se entreguen mecanismos prácticos y efectivos para mejorar las dinámicas sociales detrás de la respuesta y la preparación ante desastres”.

Mauricio Andrés Torres MéndezEncargado de proyectos en gestión de riesgo.Departamento de Gestión Integral de Riesgo, Secretaría Comunal de Planificación, Municipalidad de Talcahuano.Evaluación Intermedia del Proyecto SATREPS, Noviembre de 2013

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

TESTIMONIO

“La donación japonesa a nuestra Universidad tuvo un importante impacto regional, ya que en materia de cultivos marinos no existía prácticamente nada antes de ese hito. Gracias a las actividades de investigación, asistencia técnica, capacitación y producción de semillas; actualmente existen numerosos centros de cultivo de ostras y ostiones a lo largo de Chile, los cuales se concentran principalmente en la IV y III Región.

Chile se ha transformado en al país líder de Latinoamérica en la acuicultura y en particular al caso específico del ostión del norte, como una actividad generada por un proyecto de Cooperación Internacional en la zona norte de Chile.

Los países de la cuenca del Pacífico, en su costa Este, como por ejemplo Chile, Perú, Ecuador, son favorecidos por un sistema físico de vientos y corrientes aptos para el desarrollo de la vida en el mar y consiguientemente tienen una gran ventaja en el desarrollo de sus pesquerías y un enorme potencial en las actividades de acuicultura, como herramienta generadora de bienestar económico y social para sus pueblos”.

Dr. Juan Enrique IllanesDepartamento de Acuicultura, Facultad Ciencias del Mar, Universidad Católica del Norte (UCN)

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

Page 11: Chile-Japón una alianza para el desarrollo

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CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

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CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

“Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera”

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

11

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

Page 13: Chile-Japón una alianza para el desarrollo

CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

Para AGCI, las becas para estudio en el exterior tienen como objetivo la formación o capacitación de alto nivel para que profesionales desarrollen sus capacidades en el marco de su trayectoria académica y laboral para posteriormente transferir los conocimientos adquiridos en beneficio del desarrollo de su país de origen, siendo Japón uno de los principales socios en esta materia.

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

Page 14: Chile-Japón una alianza para el desarrollo

CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

Page 15: Chile-Japón una alianza para el desarrollo

CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

Page 16: Chile-Japón una alianza para el desarrollo

CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

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CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

Page 18: Chile-Japón una alianza para el desarrollo

CHILE JAPÓN | Una Alianza para el Desarrollo

Japón y Chile cuentan con un perfil común frente a la naturaleza, y es que la ubicación geográfica de ambos países, nos ha expuesto a lo largo de nuestras historias, a riesgos inminentes de la naturaleza. Es así como la resiliencia de ambos pueblos les ha permitido adquirir conocimientos que hoy se convierten en un valioso testimonio para otros países que viven en un contexto similar, expuestos a desastres naturales como son terremotos, tsunamis e inundaciones.

El terremoto que afectó las regiones del Maule en 2010 y de Tohoku en 2011, puso en relevancia la investigación y las necesidades para desarrollar nuevas medidas para reducir el impacto de estas catástrofes naturales, así como la introducción de tecnologías para alertas tempranas, medición de magnitud, y políticas públicas. En este sentido, la asistencia técnica y la formación de capital humano especializado se ha convertido en la principal herramienta de cooperación internacional para relevar las experiencias de ambos países y construir lazos que beneficien el crecimiento y el desarrollo de América Latina y El Caribe.

En este escenario, la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) y la Agencia de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) han impulsado un Programa de Cooperación para atender las crecientes demandas de esta región. Este programa se construye sobre los pilares de formación de profesionales especializados, que incluyen el fortalecimiento de las capacidades de

ejecución de las Agencias de Cooperación, la creación de una Red de Intercambio de Información hacia países de América Latina y El Caribe, y la promoción y difusión de las tecnologías y el conocimiento japonés.

Bajo el alero del Marco de Acción de Hyogo (2005-2015), con el lema “Aumento de la Resiliencia de las naciones y las comunidades ante desastres”, diversos países se encuentran realizando acciones para la reducción de riesgo. Para alcanzar los objetivos de este Marco, como son la incorporación del concepto de “reducción del desastre”, el mejoramiento en las capacidades de prevención de desastres, y la introducción de metodologías de reducción del riesgo, se torna inminente la comprensión social con respecto a la

experiencia en terremotos y tsunamis de consideración.

En una metodología de mesas de trabajo, distintos grupos de profesionales expertos en su línea de investigación, evaluaron los diferentes objetivos del proyecto, detectando una ausencia de trabajo en las comunidades, de sensibilización y educación de los grupos sociales locales.

El Municipio de Talcahuano, destacó el valor del proyecto desde su enfoque de administrador local para la construcción de vínculos con los principales académicos e instituciones que están generando conocimiento sobre mecanismos para fortalecer las capacidades urbanas y de infraestructura con el fin de soportar la eventual experiencia de tsunami.

CURSOS INTERNACIONALES: Restauración Ambiental de Cuencas Hidrográficas

Utilizando como plataforma al Programa de Capacitación de Terceros Países, el Gobierno de Japón representado por la JICA y el Gobierno de Chile a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la AGCI, han trabajado estrechamente en su acuerdo de Cooperación Técnica para el Control de Erosión y Forestación en Cuencas Hidrográficas de la Zona Semiárida de Chile.

Dentro de las actividades del Proyecto se incluye el desarrollo de Cursos Internacionales para la Región de América Latina y El Caribe y desde 1999 se han realizado diversos ciclos del curso en Chile: “Manejo integral de cuencas hidrográficas con énfasis en conservación de suelos y aguas” (1999-2003), “Restauración ambiental para un manejo sustentable de cuencas hidrográficas” (2004-2008), “Gestión integrada de cuencas hidrográficas con énfasis en desarrollo sustentable de territorios rurales y medioambiente” (2010-2012), y “Manejo integrado de cuencas hidrográficas con énfasis en servicios ecosistémicos y cambio climático” (2014-2016).

Cada Curso Internacional tiene el propósito de entregar a los participantes la oportunidad de perfeccionar sus conocimientos y técnicas en el campo de la restauración ambiental de cuencas hidrográficas, con el fin de promover un desarrollo sostenible de los recursos naturales y del medio ambiente de la región de América Latina y El Caribe.

Con la participación de profesionales de CONAF, expertos nacionales e internacionales, los cursos incluyen giras técnicas y visitas a experiencias de campo de restauración ambiental de cuencas hidrográficas, impulsadas por CONAF/JICA y a proyectos ejecutados por CONAF, en la zona Central de Chile.

Se espera que la realización de los cursos, constituya un aporte al manejo y gestión sostenible de los recursos naturales y medioambientales en 19 países de la Región de América Latina y El Caribe, por lo que se invitan instituciones gubernamentales de países como Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

COMPROMISO CON EL MEDIO AMBIENTE RED DE MONITOREO ATMOSFÉRICO DE SUDAMÉRICA

En la misma área temática de medio ambiente, Chile y Japón desarrollan un proyecto que busca instalar una Red de Monitoreo de Ozono, Radiación UV y Aerosoles en Sudamérica, abarcando localidades de Argentina y Chile, así como la construcción de una serie de instrumentos de medición, con tecnología y asesoría Japonesa. Uno de estos instrumentos, será instalado en dependencias de la Universidad de Magallanes (UMAG) y operado por personal de esa institución, calificado en Argentina y Japón.

Otros equipos e instrumentos están considerados en la Red de Monitoreo, incluyendo una estación móvil que efectuará mediciones de parámetros

atmosféricos (ozono estratosférico, radiación UVB, aerosoles PM2.5 y PM10, radiación global y parámetros meteorológicos) en distintos puntos de la Región de Magallanes, Aysén y en localidades Argentinas, el que tendrá como base operativa a Punta Arenas.

La Universidad de Magallanes dispone de equipos para el monitoreo de la atmósfera en la Región de Magallanes y parte de la Región de Aysén, con una duración de cinco años. Otras instituciones participantes de Japón son: la Universidad de Nagoya y el Instituto Nacional de Estudios Ambientales (NIES); de Argentina, el Instituto de Investigación en Ciencia y Tecnología para la Defensa (CITEDEF) a través del Centro de Estudios e Investigación en Láseres y sus Aplicaciones (CEILAP), además de organismos gubernamentales como el Departamento de Modelaje y Manejo de Crisis, del Ministerio de Defensa; el Centro de Geología Ambiental y aplicada (IGRM – SEGEMAR); la colaboración del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y de la Dirección de Aeropuertos, entre otras. Por parte de Chile, participa la Universidad de Magallanes, a través del Laboratorio de Investigación en Ciencias Atmosféricas y colaboran el Ministerio de Salud, el Ministerio del Medio Ambiente, AGCI, la Dirección Meteorológica de Chile (DMC) y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

ACADEMIA: UN ACTOR RELEVANTE EN LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Al igual que muchas otras universidades chilenas, que han dado evidencia del interés de la Academia por asumir un rol activo en la cooperación internacional, tanto en temáticas de investigación conjunta, el intercambio de expertos y la formación de capital humano especializado, la Universidad Católica del Norte (UCN) ha jugado un rol relevante en el desarrollo de las Ciencias del Mar en Chile, especialmente en el área de la Acuicultura. Su Facultad ha participado en el desarrollo de técnicas para el cultivo y producción de moluscos (ostras, ostiones y abalones) en precarios laboratorios de ambiente controlado.

No obstante, para asegurar el éxito de esta incipiente línea de desarrollo, se requería formar especialistas que no existían, de la investigación en la utilización de nuevas especies, del desarrollo y adaptación de tecnologías asimilables al medio local y de la transferencia de esta tecnología al sector productivo. La suma de estos antecedentes, derivó en la urgente necesidad de implementar un Centro de Acuicultura a nivel Nacional, capaz de satisfacer los requerimientos para el desarrollo de las actividades de acuicultura en Chile y América Latina.

En 1985, fruto de esta cooperación bilateral, se construyó y puso en marcha el Centro Costero de Acuicultura y de Investigaciones Marinas (CCAIM), el que con los años se convertiría en el Centro más importante de Chile y América en lo que se refiere al cultivo de moluscos. Se posicionó también como herramienta para la investigación, el desarrollo y transferencia de tecnologías, así como la formación, el perfeccionamiento y la capacitación

de profesionales nacionales y extranjeros en el área de la acuicultura.

En las últimas décadas, JICA y AGCI han realizado Cursos Internacionales en acuicultura para países l a t i n o a m e r i c a n o s , capacitando a la fecha a más de 600 profesionales

provenientes de toda región. Asimismo, gracias a CCAIM se han concretado 200 convenios de pasantías para alumnos, profesionales y pescadores de países latinoamericanos interesados en la acuicultura y financiados a través del Japan Chile Partnership Program (JCPP).

La capacitación entregada por estos cursos y pasantías ha permitido iniciar cultivos de moluscos en Perú, Panamá, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, Cuba, entre otros.

El estudiante chileno de 21 años ha sido testigo durante su primer año de estadía, que contempla instrucción en el idioma japonés, del cambio radical de los modelos educativos de Chile y Japón “ Los estudiantes acá en Japón tienen total libertad para construir sus mallas curriculares, llegando a

tal punto que mi área de estudio no tiene nada en común con muchos de mis compañeros de carrera, pudiendo así optar a diversas materias, incluso de otras facultades, dependiendo sólo de mis propios intereses”. La Universidad de Tsukuba

busca ampliar la educación de acuerdo con las esperanzas de los estudiantes, y para producir alta calidad y diversos especialistas, capaces de satisfacer las expectativas de la sociedad actual.

La beca de Monbukagakusho, es ofrecida por el Gobierno de Japón a través de su Ministerio de Educación, Cultura y Deportes en el marco de su programa de becas para extranjeros en Japón. Este beneficio se gestiona a través de AGCI , remitiendo oficialmente las candidaturas ante la Embajada de Japón en Chile.

Qué oportunidades y proyecciones visualiza en su relación con Chile?

Se espera continuar desarrollando proyectos de cooperación triangular bajo el alero del JCPP, buscar nuevas formas y estrategias innovadoras para que esta cooperación logre mayor impacto y contribuir al desarrollo de la Región. ¿Cuáles son las áreas temáticas de mayor interés que comparte con Chile?

Tradicionalmente, la cooperación bilateral de Japón ha visualizado en sus proyectos bilaterales la importancia de la difusión de los resultados de la cooperación no solamente dentro de Chile, sino que también en países de Latinoamérica con los mismos problemas y necesidades para el desarrollo.

En la actualidad, básicamente este lineamiento no ha cambiado, pero se ha planteado la necesidad de llevar adelante la asistencia en forma estratégica y con mayor eficiencia. Tampoco se han descartado los temas y áreas donde Chile ha tenido avances y desarrollo, aunque el foco es coincidir con la estrategia de la cooperación japonesa. En este sentido, nos encontramos discutiendo con AGCI la posibilidad de convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres, como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular.

¿Qué importancia le asigna a la asistencia técnica y a la formación de capital humano, como vehículo de desarrollo social?

Las necesidades y problemáticas que enfrentan los países son muy diversos y múltiples, por lo que la asistencia debe adaptarse y responder adecuadamente a esas demandas de cooperación. Sin embargo, como elemento esencial para que los países tengan un desarrollo sostenible y asegurar que los resultados de la asistencia no se pierdan, es primordial poner énfasis en mejorar las capacidades de los países receptores de la cooperación. En este sentido, para promover la autodependencia y la mejora de las capacidades de resolución de los problemas de su país, se envían expertos, se donan equipamientos necesarios y se realizan capacitaciones en Japón, las cuales buscan formar capital humano para el desarrollo social y económico.

Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI“ESPERAMOS REVITALIZAR LA ALIANZADE COOPERACIÓN CHILE-JAPÓN AL SERVICIO DE NUESTRA REGIÓN ”

Luego de una década de cooperación bilateral hacia Chile, la cooperación ha disminuido paulatinamente a medida que nuestro país aumenta sus niveles de ingresos. Sin embargo, aún se mantiene vigente la cooperación bilateral en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, atendiendo necesidades específicas en los campos del Cambio Climático y la Prevención de Desastres, que progresivamente mejoran gracias al envío de

expertos y voluntarios japoneses a nuestro país.

En este sentido, la relación con Japón se ha volcado crecientemente hacia el desarrollo de cooperación conjunta hacia terceros países bajo el Japan Chile Partnership Program, JCPP. El JCPP se fundamenta en la exitosa transferencia tecnológica japonesa hacia Chile, y en este, cada socio aprovecha sus fortalezas y su propia experiencia, añadiendo el valor para la ejecución de los programas de cooperación hacia terceros países. Las actividades se planifican, implementan, y evalúan buscando consensos, lo que requiere sin duda de un sólido lazo de confianza entre los socios.

A futuro, esperamos revitalizar el Programa JCPP al servicio de nuestra Región de América Latina y el Caribe, a través de iniciativas innovadoras como la creación del Programa de Formación en la Reducción del Riesgo de Desastres y el posicionamiento de Chile -con el apoyo de Japón- como un referente regional en esta materia. Es un desafío difundir hacia las comunidades beneficiarias, el verdadero valor de la prevención de desastres, junto con el desarrollo de nuevas tecnologías y políticas públicas adecuadas. Para tal fin, es indispensable promover la formación de capital humano con énfasis en las futuras generaciones, las que jugarán un rol central en el área de reducción de riesgos de desastres.

En el marco del cumplimiento de los 15 años del JCPP y con miras a los próximos 5 años, Chile a través de AGCI, espera continuar trabajando en nuevas líneas de cooperación conjuntas en diversas áreas temáticas y reposicionar el programa como un instrumento de cooperación y desarrollo para proyectos estratégicos con mayor impacto.

importancia de invertir en la prevención de desastres, el desarrollo de tecnologías y, el diseño de políticas y mecanismos conducentes, posicionando a Chile como una plataforma regional para la cooperación en materia de reducción del riesgo de desastres.

FORMACIÓN PROFESIONAL PARA REDUCIR RIESGOS ANTE DESASTRES

Este mes y tras décadas de colaboración conjunta, los Gobiernos de Chile y Japón, representados por sus respectivas Agencias de Cooperación Internacional, AGCI y JICA, firmaron un Memorándum de Cooperación que compromete esfuerzos conjuntos para la Reducción de Riesgos ante Desastres a través de un Programa de Formación de Capital Humano para países de América Latina y El Caribe.

El Programa se sostiene sobre los pilares de formación de profesionales especializados, fortalecimiento de las capacidades de las agencias ejecutoras, la creación de una red de intercambio de información entre los países de la región, y la promoción de tecnologías y conocimiento japonés.

En el primer caso, se promoverá la participación activa de universidades de Chile y Japón para el desarrollo de investigaciones, estudios y tecnología que permitan el enriquecimiento formativo de los profesionales del sector.

El Programa espera capacitar a un total de 2 mil profesionales de América Latina y El Caribe, entre ellos chilenos, en un plazo de 5 años.

En la ceremonia de firma oficial del Memorándum, participaron las máximas autoridades de la Cooperación de ambos países, Ricardo Herrera, Director Ejecutivo de AGCI; y Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA, así como otras instituciones relevantes del sector como: la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior (ONEMI) y el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP), entre otras.

INSTALANDO COMPETENCIAS EN TERRENO

Mediante un programa gubernamental de cooperación internacional denominado SATREPS – Science and Technology Research Partnership for Sustainable Development-, avalado por JICA, AGCI y la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón (JST), ambos países desarrollan para un período de 5 años el Proyecto de Investigación “Mejoramiento de tecnologías para el desarrollo de comunidades resilientes frente a tsunamis”, liderado por el Ministerio de Obras Públicas de Chile (MOP) y la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC).

La iniciativa incluye actividades de capacitación en gestión de riesgos, en las que participaron las Municipalidades de Talcahuano y de Iquique, como representantes de la zona sur y norte de Chile, con

TESTIMONIO

“Esta ha sido una buena experiencia para comunicar oportunamente los riesgos atmosféricos a organismos e instituciones de Chile y de Argentina, a través de un sistema interconectado de información que ayuda a la toma de decisiones de las autoridades competentes de cada país y en conjunto. De igual modo, este proyecto nos permitirá evaluar los impactos de la radiación, el ozono y los aerosoles en la salud humana, el medioambiente, la biodiversidad y el clima, en la Patagonia Chilena y en localidades Argentinas”.

Dr. Félix Zamorano BandaJefe Laboratorio Estudios en Ciencias Atmosféricas - LICAUniversidad de Magallanes.

En su segundo año de ejecución, el proyecto mantiene en su programa de actividades: una campaña de ozono-sondaje en la localidad de Río Gallegos (Argentina) y en Punta Arenas (Chile), un Seminario de la Comisión de Coordinación Conjunta , la adquisición de nuevos insumos e instrumentación, y reuniones de coordinación con otras instituciones afines, como Ministerios de Salud, Medio Ambiente, del Interior y Seguridad Pública, Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, entre otras.

TESTIMONIO “Para INRPAC este curso tiene gran importancia porque se constituye en una instancia de intercambio de experiencias, y donde el real impacto se produce en la implementación de mejores programas y políticas para las personas en los distintos países de la región”.

Alberto Vargas, Director de INRPAC

COOPERACIÓN EN SALUD: FORMANDO EXPERTOS EN REHABILITACIÓN Y DISCAPACIDAD

La cooperación chileno-japonesa también ha servido de plataforma para el desarrollo de ya varios ciclos del Curso Internacional de Rehabilitación para Terceros Países, organizado conjuntamente por el Departamento de Discapacidad y Rehabilitación del Ministerio de Salud (DDR-Minsal) y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda (INRPAC), con el apoyo y patrocinio de las Agencias de Cooperación Internacional de Chile (AGCI) y de Japón (JICA).

Cada ciclo ha permitido la formación de 17 profesionales de 10 países de América Latina. Algunos de los países participantes son Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú, Honduras, Panamá, Paraguay y Chile.

El curso aborda diversos aspectos técnicos, desafíos en el área de rehabilitación y también herramientas para la elaboración de proyectos o planes de acción en el ámbito de la rehabilitación.

Chile se ha convertido en un referente para América Latina y El Caribe en la formación de profesionales especializados en rehabilitación y discapacidad, lo que ha permitido que más profesionales de la región, adquieran las competencias para la implementación de políticas y sistemas de atención para las personas en situación de discapacidad en todo el continente.

CAPITAL HUMANO-BECASLA EXPERIENCIA DE UN CHILENO EN TOKYO

Tsukuba, ubicada a 50 kilómetros al norte de Tokyo, es conocida como la ciudad de las Ciencias de Japón donde se realizan investigaciones de “clase mundial” para el desarrollo nacional, contando con más de 300 casas de estudios públicas y privadas y 40 de los principales centros de investigación del país.

Es aquí, a más de 17 mil kilómetros de Chile donde Benjamín Prado, estudiante de pregrado de Cultura Asiática de la Universidad de Tsukuba – una de las principales del país oriental– alcanzó su anhelo de estudiar en Japón por medio de la beca de Monbukagakusho, ofrecida por el gobierno Japonés a estudiantes latinoamericanos de pregrado.

Prado, es uno de los casi 7 mil residentes extranjeros de más de 120 nacionalidades que viven en la localidad candidata como la “ciudad con mejor educación de Japón”; no sólo por su alto nivel de competitividad e investigación, sino por poseer la mayor densidad de doctores del país nipón, casi 15.000 ph.D en una población con poco más de 210 mil habitantes y por ser el hogar de varios Premios Nobel internacionales.

JICA ha tenido el privilegio de acompañar a AGCI desde su creación como institución responsable de la cooperación internacional en Chile, y en los primeros emprendimientos en la cooperación Sur Sur. Es así es que en el año 1999, el Gobierno de Chile y el Gobierno de Japón acuerdan establecer un marco respecto a las iniciativas de cooperación sur sur y triangular, denominado “Programa de Asociación Chile – Japón, JCPP” (por sus siglas en inglés).En la actualidad, vemos que Chile ha expandido la cooperación triangular con el surgimiento de nuevos donantes y socios, inclusive del sector privado y la sociedad civil. De tal manera, constatamos que cooperar junto a Chile no sólo logra mayor eficiencia, sino mejor impacto.

La experiencia acumulada, el establecimiento de una metodología clara para ejecutar proyectos, junto con el hecho de contar con condiciones similares a las de los países receptores de esta cooperación, nos instan a continuar trabajando en alianza con Chile en la cooperación triangular.

¿Qué valor tiene para usted las iniciativas de cooperación orientadas al desarrollo de América Latina y El Caribe?

La cooperación de Japón en América Latina y El Caribe se ha caracterizado por crear las bases para el desarrollo sostenible, donde la asistencia ha tenido especial atención en la disminución de la pobreza, la corrección de las desigualdades, el aseguramiento de la paz, temas globales como el cambio climático, la prevención de desastres, así como también en lo que se entiende como “cooperación sur-sur”.

El idioma y las similitudes en la idiosincrasia son aspectos facilitadores para llevar adelante la cooperación a terceros países, donde se busca expandir los resultados de la cooperación bilateral desarrollada en el pasado y que ésta se desarrolle en forma eficaz y eficiente.

¿Cuáles fortalezas de Chile han colaborado en su posicionamiento como plataforma de cooperación triangular y sur-sur?

La cooperación sur-sur y triangular ejecutada hasta ahora se ha basado en la cooperación bilateral de Japón, donde los conocimientos y tecnologías avanzadas de este país fueron transferidos a Chile, y este, a su vez, ha asimilado y adaptado dichos aportes a la realidad nacional. Estas experiencias y el proceso de adaptación a la realidad chilena, así como también la creación de nuevos “conocimientos” han sido elementos valiosos para que la cooperación triangular tenga éxito y logre el impacto esperado.

Hidenori Murakami, Embajador de Japón en Chile“NUESTRA COOPERACIÓN TRIANGULAR HA CONTRIBUIDO AL DESARROLLO ESTABLEDE LATINOAMÉRICA”

La relación diplomática entre Chile y Japón se inicia con la firma del Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Chile y Japón en el año 1897, siendo uno de los pioneros en el Asia. Desde entonces, nuestras naciones han mantenido un lazo de amistad por más de 100 años. La cooperación de Japón hacia Chile se inició en 1958 con la participación de un profesional chileno en un curso de formación en nuestro país, sobre construcción de represas. Desde entonces, unos 1.500 expertos japoneses han sido enviados a Chile y 3.200 profesionales chilenos han viajado a Japón, representando unos 420 millones de dólares esta cooperación bilateral. Sin duda uno de los proyectos más emblemáticos es el desarrollado en la década de los ‘70 para el cultivo de salmones, que permitió sentar las bases del desarrollo de la industria del salmón en Chile y contribuyó al desarrollo socioeconómico del mismo.

Juntos hemos trabajado en fortalecer las capacidades en la gestión ante desastres y en este sentido, nuestra cooperación triangular ha contribuido al desarrollo estable de Latinoamérica, dado que este continente es escenario recurrente de diversos desastres naturales inevitables, pero factibles de mitigar en términos de daños. En Japón, los desastres más temidos se materializan en terremotos, tifones, incendios y tsunamis, pero a su vez, nos han permitido incorporar conocimientos, experiencias y tecnologías útiles de compartir con el resto de la región.

En cuanto al desarrollo comercial, tanto Chile como Japón son países que buscan ser entrada a Sudamérica y a Asia, por lo que la relación de ambos países puede expandirse hacia un ámbito aún más global. En este sentido, para las empresas japonesas, Chile es considerado la entrada a Sudamérica de habla hispana, lo que se traduce en la instalación de más de 80 empresas en el país, y creo que adelante nuestra relación se profundizará aún más.

Toshiyuki Kuroyanagi, Vicepresidente de JICA“AGCI LIDERA UN MECANISMODE COORDINACIÓN NACIONAL Y UNA REDREGIONAL DE ESPECIALISTASEN REDUCCIÓN DE RIESGOS DE DESASTRES”

Bajo el alero del Japan Chile Partnership Program-JCPP, los conocimientos y tecnologías que fueron compartidos por la cooperación japonesa y adaptados a la realidad chilena, fueron difundidos en Chile a través de programas de capacitación y en conjunto se proporcionó asistencias por los expertos chilenos para resolver los problemas de desarrollo. Ambos países comparten los mismos riesgos de desastres y por largo tiempo han cultivado conocimientos para reducir dicho impacto. JICA ha priorizado en Latinoamérica la reducción del riesgo de desastres, pero al mismo tiempo tiene restricciones en los recursos, por lo que ha debido fortalecer los mecanismos de trabajo colaborativo, como sucede en el caso de su alianza con AGCI, y espera a futuro potenciarla de forma aún más eficiente y efectiva en Latinoamérica.

Con miras a nuestra alianza hacia 2019, nuestro plan de cooperación chileno-japonés fortalecerá la formación en Chile de especialistas en Reducción de Riesgos de Desastres, de manera de educar a instituciones, autoridades y comunidades de países de Latinoamérica, lo que permitirá que Chile tenga un fuerte reconocimiento y sea bien evaluado como plataforma de formación de recursos humanos expertos para la Región.

En este sentido, AGCI debiera liderar el establecimiento de un mecanismo de colaboración con las diversas instituciones nacionales, y la creación de una red de recursos humanos en reducción de riesgos de desastres en Latinoamérica. A su vez, en la búsqueda de buenos resultados de la asistencia de este plan, esperamos que AGCI pueda hacer uso en forma efectiva de los mecanismos de cooperación que hoy posee.

ENTREVISTA

Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile “COOPERAR JUNTO A CHILE NO SÓLOLOGRA MAYOR EFICIENCIA, SINO TAMBIÉN UN MEJOR IMPACTO”

Actualmente, JICA y AGCI han acordado convertir a Chile en una plataforma para la cooperación en el tema de reducción del riesgo de desastres como una nueva estrategia para la cooperación sur-sur y triangular. En el mismo sentido, ambos países promueven la autodependencia y la instalación de capacidades para la resolución de los problemas de los países solicitantes, así como la asistencia técnica de expertos y la donación de equipamientos necesarios. Takashi Ito, Representante Residente de JICA en Chile, comenta sobre este y otros aspectos de la cooperación chileno-japonesa.

¿Qué visión tiene de Chile como referentede cooperación triangular?

Chile es un país que ha logrado avances e importantes logros en la cooperación Sur Sur. En la Región es considerado como país referente en diversos temas importantes para el desarrollo social y económico.

Estas iniciativas se han caracterizado por tener en su concepción el propósito de compartir experiencias, intercambiar conocimientos, fortalecer los lazos de solidaridad y amistad, así como también contribuir en el desarrollo de la Región Latinoamericana.

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AGENCIA DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL DE CHILETeatinos 180, piso 8www.agci.gob.cl

Julio -2014