Chile en 1919

80
CHILE EN 1919 Imp.de JUAN PUEYO. Luna, 29. - MADRID

description

Monografía sobre Chile de Alfredo Riesco, para difundirla en España..

Transcript of Chile en 1919

Page 1: Chile en 1919

CHILE EN 1919

ó ¿i O í

Imp.de JUAN PUEYO. Luna, 29 . - MADRID

Page 2: Chile en 1919
Page 3: Chile en 1919

C H I L E E N 1 9 1 9

Page 4: Chile en 1919
Page 5: Chile en 1919

CHILE EN

MADEID I M P R E N T A D I J O A N P Ü B T O

Galla de la Lona, 29. TaUÍ. 1440.

1919

Page 6: Chile en 1919
Page 7: Chile en 1919

E x c m o . Sr. D. Jaaquín Fernández Blanco, enviado extraordinario y Ministro Plenipotenciario de Chile en España .£ ¡¿¿

Page 8: Chile en 1919
Page 9: Chile en 1919

Madrid, 75 de Mano de 1919.

Excmo. Señor Don Joaquín Fernández Blanco*

Enviado Extraordinario y Minittro Plenipotenciario de Chile en España.

Madrid.

Señor Ministro: Durante mi permanencia en Madrid he sido

testigo del celo con que V. E. procura, por me­dios prácticos, dar expresión y vida a los tradi­cionales vínculos que unen a Chile con la Madre Patria, y de su eficaz propaganda de estos pro­pósitos.

Por eso, y deseando contribuir por mi parte a la acertada labor de V. E., me permito ofrecerle esta pequeña monografía de Chile en 1919, en cuya redacción no me ha guiado otro objeto que difundir el conocimiento de nuestro país en la

Page 10: Chile en 1919

- 8 —

Península, asi como me propongo constituirme en Chile en propagandista infatigable de una , mayor aproximación hispano-chilena, que since­ramente desean ambos pueblos.

Dios guarde 'a V. E. muchos años,

ALFREDO RIESCO

Diputado al Congreso d« Chile.

Page 11: Chile en 1919

CHILE es uno de los Estados hispano­americanos que en poco más de un

siglo de vida independiente ha sabido conquistarse mayor respeto y considera­ción en el concierto de las naciones, gra­cias a la seriedad de los Gobiernos y a la paz pública, que no ha sido perturbada por revoluciones ni motines, que tantos males han originado en otros países du­rante la segunda mitad del pasado siglo.

A pesar de la crisis mundial que la gran guerra que acaba de terminar ha produ­cido en los negocios y en el comercio, Chile no ha sido de los países más afec­tados; por el contrario, el salitre (nitrato de sosa) ha tenido fácil mercado en los países extranjeros, especialmente en Es­tados Unidos, porque, aparte ser el mejor de los abonos para la agricultura, es un

Page 12: Chile en 1919

- 10 —

elemento indispensable en la composición de los explosivos.

Como el salitre es un producto sujeto al pago de derechos de exportación, con el aumento de consumo, que ha sido con­siderable en los últimos años, el Gobierno ha visto incrementarse también sus entra­das, lo que le ha permitido seguir nivelan­do sus presupuestos, disminuir su deuda exterior, tender nuevas líneas de ferroca­rriles, edificar escuelas y proseguir con toda actividad los puertos en construcción.

No hay aldea, por insignificante que sea, que no tenga completos todos los servicios de administración, y municipios autónomos se encargan de sostener es­cuelas, mantener los caminos y las poli­cías. Además de la vigilancia municipal para el mantenimiento del orden y la se­guridad de los campos, el Gobierno dis­pone del Cuerpo de Carabineros, que des­empeña análogas funciones a las de la Guardia civil en España.

La superficie total de Chile es de 750.000 kilómetros cuadrados, o sea una vez y media la de España. Sus límites son:

Page 13: Chile en 1919

- 1 1 -

al Norte, con el Perú; al Este, con Bolivia y la República Argentina, de las que la separa la majestuosa cordillera de los Andes, y al Poniente y al Sur, el Océano Pacífico. Además del territorio continen­tal y de las islas adyacentes, posee Chile las islas de Juan Fernández, de San Félix y de San Ambrosio en el Pacífico Sud-Oriental, y las islas de Pascua, Sala y Gómez en los confines de la Oceanía.

Page 14: Chile en 1919
Page 15: Chile en 1919

Santiago de Chile.—Cerro de Santa LUCÍJ .—Es;af : : r . c'.c Don Pedro-de Valdivia.

Page 16: Chile en 1919
Page 17: Chile en 1919

OROGRAFÍA

CHILE es un país montañoso, sin que por esa causa escaseen fértiles valles y

extensas llanuras, en donde se cultivan toda clase de cereales y campos que ali­mentan ganados vacunos, lanares y caba­llares.

La cordillera de los Andes alcanza en la parte central de Chile su mayor des­arrollo, y su altura media pasa de 5.000 metros, sobresaliendo entre la enorme ca­dena de montañas los blancos picos de las altas cumbres, los nevados cráteres de los volcanes apagados, algunos de los cuales rebasan 6.000 metros de altura.

Basta con apuntar estas cifras para darse exacta y cabal cuenta de la majestad y grandeza de este sistema orográfico.

En la región norte de la República, la falta absoluta de grandes ríos, y aun la

Page 18: Chile en 1919

_ 14 —

escasez de arroyos, caracteriza las cordille­ras del desierto entre cuyas cumbres so­bresalen el volcán Tacora, con 5.950 me­tros, el Guallatori, con 6.060; el Parina-cota, con 6.330, y el Llullaico, con 6.750.

No es raro, pues, que los ferrocarriles que tienen que salvar esta enorme cadena de montañas estén sobre la altura de 4.000 metros, y que los ingenieros hayan tenido que realizar verdaderos prodigios para poder cruzar con rieles esas sierras tan ele­vadas y compactas. El ferrocarril que une el puerto de Arica con la ciudad de La Paz (Bolivia), llega en el paso de Ollagüe a 4.257 metros de altitud; el de Antofagasta a Oruro, a 3.960, y el paso de Uspallata, que atraviesa el ferrocarril de Buenos Ai­res al Pacífico, a 3.799 metros.

En la zona llamada de los valles trans­versales, la cordillera se presenta en una forma no menos complicada que en la del norte y sus contrafuertes se prolon­gan hasta el litoral, dejando entre los di­ferentes cordones campos de riego des­tinados especialmente al cultivo de viñe­dos y de la alfalfa, que ayuda a satisfacer las

Page 19: Chile en 1919

- 15 —

necesidades de las vastas regiones salitre­ras y mineras que forman el trópico chileno.

El último de los contrafuertes cordille­ranos que se prolongan hasta el Océano es el de Chacabuco, célebre en la histo­ria nacional, frente al cual se hallan las cumbres más elevadas de América, tales como él Tupungato, que alcanza 6.000 me­tros de altitud; el Juncal, que tiene 6.060 y el Aconcagua; que sobrepuja a todos ellos con más de 7.000 metros de altura sobre el nivel del mar.

A los pies de esta cuesta de Chacabu­co se encuentra el riquísimo y fecundo va­lle central, situado entre los contrafuertes de los Andes y la llamada cordillera de la Costa. Las sierras andinas continúan en esta región ocupando una ancha faja de territorio, pero sus cimas poco a poco se van suavizando y sus cumbres van dismi­nuyendo progresivamente en altitud a me­dida que se avanza hacia al Sur. El volcán Maipo sube, sin embargo, a 5.830 metros, pero el Descabezado y el Chillan marcan ya un pronunciado descenso.

En la región austral, que comienza en el

Page 20: Chile en 1919

- 16 —

Biobio, el río más grande de Chile, las montañas decrecen considerablemente y el paso de la cordillera es más fácil y ex-pedito; actualmente se hallan varios ferro­carriles en construcción que salvarán los Andes a una altitud de poco más de 2.000 metros. En esta zona se destacan, entre otros, los volcanes denominados Villarri-ca, Osorno, Punteagudo y Calbuco.

El valle longitudinal chileno se hunde, por decirlo así, más al Sur de Puerto Montt y viene a ser reemplazado por la zona de los canales y las islas y archipié­lagos, que prolongados hasta el Cabo de Hornos, anuncian antiquísimas cumbres de una cadena prehistórica de montañas.

En la región de los canales, que es co­nocida por el nombre de Pátagonia Occi­dental, la altura de la cordillera es redu-cida¿ su configuración caprichosa y abrup­ta, y sus faldas, medio sumergidas en el Océano, forman pintorescos estuarios, gol­fos y magníficos puertos naturales que nu­merosos islotes maravillosamente distri­buidos resguardan del viento y de las tem­pestades invernales.

Page 21: Chile en 1919

HIDROGRAFÍA

T A configuración topográfica del país *—4 hace que su hidrografía sea suma­mente variada, según las condiciones de las diferentes zonas en que se divide na­turalmente: en el Norte, donde las lluvias son excesivamente raras, apenas encon­tramos algunos torrentes que bajan de la cordillera de los Andes y van a morir ig­norados en las arenas del desierto. Sólo el río Loa en esta región presta algunos beneficios a la agricultura; pero como atraviesa en gran parte por terrenos sali­trosos, sus aguas tienen mal gusto y no puede ser utilizada para la bebida de los ganados.

La zona de los valles transversales, donde las lluvias son más frecuentes du­rante los meses de invierno, aparecen ya

Page 22: Chile en 1919

18 ~

verdaderos rios que se desprenden de las altas montañas de los Andes y que aumen­tan sus aguas con los deshielos de las nie­ves en los comienzos del verano. Los va­lles que fecundan estos ríos son por lo ge­neral estrechos, abrigados y fértiles. £1 riego de las tierras se hace por esplén­didos canales, verdaderas obras de inge­niería, y si alguna vez las aguas de algún rio escasean se someten a turno entre los accionistas de los canales. A esta región pertenecen de Norte a Sur el Copiapó, el Huasco, el Elqui, el Limarí, el Chcapa, el Petorca, el Ligua y el más caudaloso de todos, el Aconcagua, que riega uno de los valles más ricos y prósperos del país.

La zona del valle central, que es donde la agricultura ha alcanzado mayor progre­so y desarrollo, está abundantemente re­gada; los ríos en esta región son más cau­dalosos, sin perder su carácter de torren­tosos: tales son el Maipo, el Cachapoal, el Rapel, el Mataquito y el Maule, que fertiliza una vasta y hermosa región y que es navegable en su desembocadura.

El río más importante y caudaloso da

Page 23: Chile en 1919

Santiago de Chile.—Congreso nacional.

Page 24: Chile en 1919
Page 25: Chile en 1919

- 19 -

Chile es el Biobio, y marca el limite de una nueva zona. En esta parte, en donde la cordillera de los Andes es más depri­mida, los ríos, alimentados por las lluvias, que son muy frecuentes y copiosas, tanto en invierno como en verano, son en su mayoría navegables, como el Toltén, el Imperial, que en su curso superior lleva el nombre de Cautín; el Valdivia, que desemboca en el puerto de Corral; el Bueno, por donde se hace un activo co­mercio de maderas, y el'Maullín, que atra­vesando una vastísima región, cuyos te­rrenos son inmejorables, va a desembocar frente al Archipiélago de Chiloé.

*

Asi como en el Norte de Chile no exis­ten ríos caudalosos, tampoco encontra­mos lagos que merezcan ser mencionados especialmente; en cambio, en el Sur, en donde son frecuentes, como ya se ha dicho, las lluvias, y donde existen impe­netrables bosques seculares, abundan por dondequiera, ya sea en los contrafuertes

Page 26: Chile en 1919

- 20 —

de lá cordillera, ya sea en el valle central o cerca de la costa, ofreciendo a la vista los parajes más pintorescos del mundo, que constituyen un objetivo de excursio­nes y de turismo y que con razón han hecho dar a la comarca el nombre de Sui­za americana. Entre otros lagos pueden citarse el Puyehue, con sus baños terma­les y sulfurosos; el Rauco, el Riñihue, el Rupanco, el Buenos Aires y el Todos los Santos, estos dos últimos en la región in­terandina, y el Llanquihue, vecino al mar, cerca de la ciudad de Puerto Montt, que es el sitio preferido por los viajeros, que de día en día son más numerosos.

Page 27: Chile en 1919

Santiago de Chile.—Correo Central,

Page 28: Chile en 1919
Page 29: Chile en 1919

FLORA Y FAUNA

BASTA examinar el mapa de Chile para darse cuenta que su flora necesaria­

mente debe ser una de las más variadas. En la zona del norte, fuera de la provincia de Tacna, que abunda en toda clase de pro­ductos tropicales, el territorio es en su mayor parte árido, el agua es sumamente escasa y de oneroso coste.

En los contrafuertes andinos, regados por lluvias estivales, propias de los trópi­cos, crece una vegetación análoga a la que cubre las altas mesetas de Bolivia.

En la zona de los valles transversales los árboles y los arbustos se caracterizan en general por su tronco tortuoso; su ma­dera es dura y fino su follaje.

En la región central crecen y prosperan toda clase de árboles y plantas: la alfalfa y

Page 30: Chile en 1919

— 22 —

el trébol, y en general los pastos que más favorecen la crianza de vacunos, se des­arrollan con toda facilidad, de la misma ma­nera que el eucaliptus, el álamo, el sauce, el maitén, el algarrobo, el avellano, el oli­vo, el nogal, el camelo y muchos árboles de explotación agrícola, sin contar una inmensa variedad de árboles frutales nati­vos o importados, dándose las frutas más exquisitas que se conocen en el mundo.

La zona austral está caracterizada por los bosques, cuya exuberancia no desdice en nada de la zona tórrida. Las continuas lluvias contribuyen a que crezcan en con­diciones excepcionales toda clase de ma­deras que sirven para construcciones y muebles; abundan allí el raulí, el laurel, el lingue, la encina, el roble, el alerce, la luma, etc.

* *

La fauna, en cambio, no es ni muy va­riada ni abundante; no existen en el país los cuadrumanos ni los vampiros, que tan­tas incomodidades causan en los países

Page 31: Chile en 1919

— 23 —

tropicales. Las serpientes, lagartos, vibo-l ras son desconocidos; los cocodrilos no existen en los ríos de Chile.

Abundan, en cambio, los roedores, y algunas especies, como la chinchilla, pro­porcionan al comercio de pieles un vasto campo de explotación.

Las aves son muy numerosas; entre to­das ellas sobresale el cóndor, el águila an­dina, emblema del escudo nacional, que vive en los más elevados picos de las Cor­dilleras.

Los pajarillos están representados por las más variadas especies. No escasean tampoco los palmípedos, zancudas, cisnes de cabeza negra, garzas y flamencos, es­pecialmente en la región del Sur.

* *

Los mares de Chile son riquísimos en peces y, sobre todo, en mariscos; la in­dustria de la pesquería ha tomado un enorme desarrollo en los últimos años: el congrio, la corbina, la merluza conocida con el nombre de pescada, el róbalo, la

Page 32: Chile en 1919

— 24 —

lisa, eí pejerrey, etc., son objeto de un comercio enorme; además, se encuentran en gran abundancia las langostas de las islas de Juan Fernández, los bancos de os­tras de Ancud y Calbuco, los cangrejos, choros o mejillones, erizos, almejas, etc.

Los insectos son escasos; los mosqui­tos, vehículos de fiebres en otros países, no existen allí, y el único animal venenoso es una araña de abdomen encarnado, cuya picadura, aunque molesta, no alcanza á ser mortal.

Page 33: Chile en 1919

CLIMATOLOGÍA

T7 L país goza de uno de los climas más *—* sanos y más templados del mundo, aunque por su configuración geográ­fica debiera tener todos los climas del mundo.

Las provincias del Norte, que están, puede decirse, en la zona tórrida, gracias a la corriente fría llamada Humboldt, que refresca y tempera toda la costa del Pací­fico, desde el Cabo de Hornos hasta el golfo de Guayaquil, goza de un clima templado; en esa región no hay diferencia alguna entre el invierno y el verano; así los puertos de Arica e Iquique, tienen una temperatura media de 18°.

En la zona central, la temperatura me­dia en los puertos de mar es de 14°; en el

Page 34: Chile en 1919

- 26 -

Sur apenas la temperatura medía des­ciende a 10°, y en Punta Arenas, la ciu­dad más austral del mundo, a 6°.

En el interior, la temperatura baja len­tamente, según la mayor o menor altura sobre el nivel del mar. Las ciudades se en­cuentran todas en el gran valle central o en los transversales. Santiago, una de las ciudades que alcanza mayor altura en el valle central (520 m.), disfruta de un clima delicioso; la temperatura media es allí de 13°, y es raro cuando el termómetro desciende en invierno a 0 o .

El clima de Chile es, pues, ideal por la suavidad de la temperatura y por la uni­formidad de ella en las diversas estacio­nes del año. Los veranos y los inviernos son benignos no sólo en las ciudades de la costa, sino también en las que están si­tuadas en el interior. No se experimentan grandes calores en la región tropical ni fríos excesivos en el Cabo de Hornos, y, salvo en las montañas, la nieve es entera­mente desconocida.

Todas estas condiciones hacen que el país sea sano y que no abunden en él las

Page 35: Chile en 1919

enfermedades endémicas que existen en otras regiones de América; la fiebre ama­rilla, las fiebres palúdicas y las pestes son desconocidas en Chile.

Page 36: Chile en 1919
Page 37: Chile en 1919

ETNOGRAFÍA

T A gran mayoría de la raza es de origen *—1 netamente español, y las viejas fami­lias se enorgullecen con la procedencia de sus ascendientes; casi todas ellas descien­den de funcionarios que se distinguieron al servicio de la Corona en el antiguo Reino de Chile.

Existen también numerosas familias ori­ginarias de Inglaterra, que el comercio bri­tánico ha llevado a casi todos los países sudamericanos, y en el Sur no escasean las familias de colonos alemanes que con la tenacidad característica de la raza han fundado poblaciones progresistas y han reunido cuantiosas fortunas.

Poco va quedando ya de la población indígena: los indios araucanos o mapu­ches, como se les llama vulgarmente, tien-

Page 38: Chile en 1919

- 30 -

den lentamente a desaparecer, incorpo­rándose a la civilización, y apenas si se conserva en uno que otro lugar apartado la verdadera raza nativa.

La raza chilena debe considerarse como un hecho étnico realizado y como un mo­delo de homogeneidad característica en el continente americano. Sus rasgos do­minantes son los de la raza blanca o cau­cásica, y especialmente la ibérica. Chile es el país de América en que más puras se conservan, sin duda alguna, las tradicio­nes que nos legaron los primeros con­quistadores, y para todos los chilenos el amor a España, a la madre patria, es un sentimiento que se inculca en los niños desde la infancia.

Page 39: Chile en 1919

DIVISIÓN ADMINISTRATIVA

'OLÍTICAMENTE Chile está dividido en * veinte y tres provincias y un territorio, el de Magallanes, cuya capital es la prós­pera y rica ciudad de Punta Arenas.

La capital de la República es Santiago, bella y hermosa ciudad, fundada a las ori­llas del Mapocho por Pedro de Valdivia, y que hoy alcanza a medio millón de ha­bitantes. Situada en un sitio pintoresco, en medio de un fértil valle entre la cordille­ra de los Andes y la de la Costa, ha he­cho en los últimos diez años considera­bles progresos. Sus calles son anchas y bien delineadas; tiene avenidas pavimen­tadas con asfalto y exornadas con magní­ficos edificios públicos y suntuosas resi­dencias particulares que, por su disposi-

Page 40: Chile en 1919

- 32 —

ción y su tono aristocrático, pueden rivali­zar con las mejores de la Corte.

Entre los edificios más notables de la ciudad está el palacio de la Moneda, re­sidencia del Presidente de la República, y donde funcionan algunos ministerios, construcción española de fines del si­glo xvm; la Catedral, cuya reparación ha sido poco afortunada; la iglesia de Santo Domingo y la de San Francisco son tam­bién monumentos de la época de la colo­nia. Entre los edificios modernos más im­portantes está el Palacio del Congreso, el de los Tribunales de Justicia, el de Bellas Artes, la Biblioteca Nacional, el Ministe­rio de Industrias y Obras Públicas, la Casa de Correos, el Teatro Municipal y la Bolsa de Comercio.

Abundan también en la ciudad los par­ques y paseos, como la Alameda de las Delicias, el Cerro de Santa Lucía, anti­guo Huelen, desde donde se contempla un hermosísimo panorama sobre la ciudad; el parque Cousiño y la Quinta Normal.

El puerto más importante es Valparaíso, llamado con sobrada razón la Perla del

Page 41: Chile en 1919

- 33 -

Pacífico, ciudad de 250.000 habitantes, situada sobre un anfiteatro en la bahía del mismo nombre. Las obras del puerto, que son colosales, están muy adelantadas, y parte de ellas se inaugurarán en breve. El comercio es extraordinariamente activo, y en la Bolsa porteña se hacen la mayor parte de las transacciones y negocios del país. Hay numerosas casas de Banca y de Comercio; estas últimas, casi todas ellas, en poder de extranjeros, en gran parte es­pañoles radicados en el país, que han lo­grado con su trabajó constituir allí gran­des fortunas.

Entre los edificios más importantes so­bresale el palacio de la Intendencia, re­residencia del Gobierno provincial, y ve­raniega del Presidente; la Escuela Naval, el palacio de los Tribunales, la Biblioteca y la futura iglesia catedral aún en cons­trucción.

A pocos minutos de la ciudad está el pintoresco balneario de Villa del Mar, convertido hoy en una verdadera ciudad-jardín, y que por la suavidad de su clima es también estación invernal.

3

Page 42: Chile en 1919

34 —

Las otras ciudades más importantes de Chile son: Concepción, con más de 75.000 habitantes, admirablemente situa­da a orillas del Biobío; es la verdadera Metrópoli del Sur; Talcahuano, el puerto militar, con dos enormes diques y obras de ingeniería náutica; Iquique y Antofa-gasta, en el norte del país, centros impor­tantísimos del comercio del salitre y de la minería; La Serena, capital de la provin­cia del mismo nombre, construida en for­ma de anfiteatro; Curicó, Talca y Chillan, centros de la agricultura en la zona cen­tral, y Temuco, Valdivia y Osorno, en el Sur, verdaderos emporios de la ganade­ría y de la industria maderera.

Page 43: Chile en 1919

Santiago de Chile.—Escuela de Bellas Artes .

Page 44: Chile en 1919
Page 45: Chile en 1919

INSTITUCIONES POLÍTICAS

LA constitución de Chile es una de las más antiguas que registra la historia,

y salvo pequeñas variantes data en su to­talidad del año 1833.

La Constitución asegura a todos los habitantes de la República:

1.° La igualdad ante la ley; 2.° La admisión a todos los empleos

y funciones públicas sin otras limitaciones que las que impongan las leyes;

3.° Igual repartición de impuestos y contribuciones a proporción de los habe­res e igual repartición de las demás car­gas públicas;

4.° Libertad de permanecer en cual­quier punto de la República;

5.° Inviolabilidad de todas las propie-

Page 46: Chile en 1919

— 36 -

dades, sin que nadie pueda ser privado de su dominio sino en virtud de sentencia judicial o de expropiación por causa de utilidad pública, declarada por ley y pre­via indemnización;

6.° Derecho de reunión sin permiso previo, aunque sin armas; libertad de aso­ciación y de enseñanza; y

7.° Libertad de imprenta, sin censura previa; y el derecho de no poder ser con­denado por abusos de esta libertad sino en virtud de un juicio en que se califique previamente el abuso por un jurado.

El Congreso nacional se compone de dos Cámaras, la de Diputados y la de Se­nadores; los cargos son gratuitos como en España y la elección se hace en votación directa por los ciudadanos mayores de veintiún años.

El Jefe supremo de la nación tiene el título de Presidente de la República, y sus facultades son más o menos las mismas de cualquier jefe de Estado en una mo­narquía constitucional. Es elegido por cin-

Page 47: Chile en 1919

Santiago de Chile—Teatro Municipal,

Page 48: Chile en 1919
Page 49: Chile en 1919

- 37 -

co años, sin que pueda ser reelegido para el período siguiente.

Acompañan al Presidente en las tareas del Gobierno seis ministros que necesitan para el ejercicio de sus funciones contar con el apoyo de una mayoría parlamen­taria.

No se tienen datos sobre la población de Chile en los primeros tiempos de la colonia; se supone que en 1700 ascendía a 80.000 habitantes, sin contar con la Araucania, que en aquella época se con­sideraba independiente.

En el siglo xvni el censo arrojaba una población que no sobrepasaba de medio millón de habitantes, y hoy puede calcu­larse, por los datos estadísticos del últi­mo censo, en más de 4.000.000, lo que, tomando en cuenta la superficie, que es de 750.000 kilómetros cuadrados, da ape­nas una densidad de cinco habitantes por kilómetro cuadrado.

Se precisa para el progreso general del país y el desarrollo de sus grandes rique-

Page 50: Chile en 1919

- 38 -

zas naturales la inmigración europea. El trabajo falta en Europa y en América fal­tan brazos; la remuneración es allá muy superior, y se recibe con entusiasmo a in­migrantes de habla española, otorgándo­seles la más franca y abierta hospita­lidad.

Pero lo que el país precisa, sobre todo, es la inmigración del pequeño capitalista. Quien haya podido reunir unos miles de pesetas, encontrará en Chile los medios de combinar este capital con su trabajo en condiciones de doblar o triplicar su ha­bitual salario.

Encontrará, por ejemplo, facilidades para adquirir propiedades de explotación agrícola muy reproductivas, en condicio­nes de fácil pago, valiéndose de las insti­tuciones especiales garantidas y vigiladas por el Gobierno nacional.

Page 51: Chile en 1919

INSTITUCIONES DE CRÉDITO

f A Caja de Crédito Hipotecario es una ••—1 institución nacional creada por el Es­tado para facilitar préstamos hipotecarios sobre edificios y terrenos, sean urbanos o rurales. Los préstamos se hacen por medio de bonos a los tipos de 6, 7 y 8 por 100 anual, que se colocan todos en el mercado, cotizándose estos últimos más o menos a la par, y los del 6 y 7 por 100 bajo la par, en proporciones que rinden asimismo un interés de ocho pesos por cada cien pesos. Un peso chileno es, aproximadamente, igual a una peseta.

Como colocación de dinero, la mejor inversión parece ser la de los bonos del 8 por 100. Los intereses se pagan semes-tralmente por cupones de cuatro pesos por

Page 52: Chile en 1919

- 40 -

cada ciento; y sólo hay que satisfacer una pequeña contribución de timbre.

Anexa a esta institución, que facilita di­nero para la inmediata adquisición de pro­piedades, se encuentra la Caja de Ahorros, que tiene sucursales en todas las ciudades de la República, para fomentar y estimular el ahorro en las clases populares. Tam­bién en esta institución se presta dinero contra pignoración de Bonos de la Caja Hipotecaria y se facilita a los imponentes los medios necesarios para la adquisición de propiedades, que pueden pagarse por mensualidades con un pequeño desembol­so al satisfacer la primera cuota.

El interés corriente en Chile es, en ge­neral, del 8 por 100 en las inversiones más seguras, aunque los dividendos de los Ban­cos alcanzan generalmente hasta el 9 y el 10 por 100. Los dividendos de las socie­dades salitreras rebasan a veces del 12 por 100, y según las mayores o menores con­tingencias aleatorias del negocio, puede obtenerse hasta el 15 por 100.

Los Bancos prestan por lo general al 9 por 100, pero el descuento de letras y otra

Page 53: Chile en 1919

— 41 -

clase de documentos, operación corriente en Chile, y que es una de las formas más importantes del crédito, se hace siempre por una tasa bastante inferior.

La principal institución de crédito es el Banco de Chile, cuyo capital social sube a 60.000.000 de pesos. Después siguen en importancia el Banco Español de Chile, el de Santiago y el Nacional, fuera de las nu­merosas casas de banca establecidas con capitales extranjeros, que representan en conjunto más de 300 millones de capital, siendo el monto general de los depósitos de 1.300 millones.

Todos los Bancos giran letras sobre las principales ciudades de España y demás plazas europeas.

Page 54: Chile en 1919
Page 55: Chile en 1919

LOS NEGOCIOS

í^*ouo en las demás naciones america-^-^ ñas, el valor de la tierra ha subido en Chile en proporciones fabulosas. En el valle de Aconcagua, por ejemplo, hace diez años una hectárea de buena tierra regadía no subía de 1.000 pesetas. Hoy no hay terrenos en esa situación que pue­dan adquirirse a menos de 3.000, y esto se explica por la gran valorización de los productos agrícolas. En la vecindad de Quillota ha llegado á obtenerse como rendimiento de una hectárea plantada de flores hasta la suma de 10.000 pesetas.

En los alrededores de Santiago puede estimarse que esa misma superficie de campo vale entre 3.500 y 4.000 pesetas, y no es difícil obtener quien la alquile para

Page 56: Chile en 1919

— 44 —

chacras en 500 ó 600 pesetas anuales. Naturalmente, el precio decrece a me­

dida que nos alejamos de los principales centros, como la capital, y en las regiones donde el riego no puede hacerse en las mismas condiciones.

En la cuarta zona, o sea desde el Río Biobio al Sur, es fácil encontrar buenos terrenos, situados cerca de la vía férrea, por 250 pesetas la hectárea, teniendo pre­sente, naturalmente, que como esa región es lluviosa, no es necesario regarla. A medi­da que se avanza hacia el Sur, el precio va siempre en progresión decreciente y las tierras, además de ser aptas para la crian­za de ganadería, el cultivo del trigo y del maíz, están en muchos sitios materialmen­te cubiertas de bosques seculares en don­de abundan el raulí, el lingue, el laurel, maderas que se emplean preferentemente en la construcción de muebles, y el alerce, la luma y otras especies que por ser de coste más económico se emplean directa­mente en las construcciones de edificios. La industria maderera ha adquirido, en los últimos años, proporciones enormes; los

Page 57: Chile en 1919

- 45 -

precios tienden a aumentar día por día, y la necesidad de reedificar las ciudades destruidas por la guerra, ha contribuido a que los gobiernos europeos se vean obli­gados a hacer grandes contratos en nues­tro país. En Inglaterra, por ejemplo, se ha solicitado por importantes capitalistas va­rios millones de durmientes para construir los ferrocarriles del África del Sur.

Pero si los campos del Sur de Chile pierden por la explotación la riqueza que les proporciona la madera, en cambio que­dan inmediatamente aptos para la siembra de los cereales.

Por lo demás, el Gobierno se preocupa de la repoblación forestal a fin de impe­dir la disminución de la capacidad pro­ductora de maderas con el agotamiento de los bosques en explotación.

En los últimos años Chile ha podido hacer alguna exportación de trigo hacia los mercados del Pacífico. El trigo chile­no ha alcanzado cotizaciones tan elevadas y aun superiores a los cotizados en la República Argentina. En el año de 1915 alcanzó el precio de 45 pesetas los 100

Page 58: Chile en 1919

kilos, y las casas comerciales se encarga­ban de colocar en grandes partidas los productos nacionales, anticipando fondos a los productores.

Lejos de nuestro ánimo el afirmar o ha­cer creer que en Chile se halla el dinero dondequiera que se le busque. No. Los habitantes de Chile han menester trabajar, trabajar con actividad, energía, constancia para ganarlo; pero teniendo voluntad de crearse una situación y de hacer una for­tuna, disponen, ciertamente, dentro del mismo país, de los medios necesarios para ello.

Ya hemos dicho que el Gobierno ase­gura, por intermedio de la Caja de Crédi­to Hipotecario, un rédito no menor del 8 por 100, proporción que puede aumentar enormemente si el capital se invierte en acciones bancarias, empresas salitreras o compañías de seguros, en donde no deja de obtenerse jamás menos del 6 por 100 semestral.

En los negocios aleatorios, como las minas de cobre, estaño o hierro; en las ganaderas, y en general en otros negocios

Page 59: Chile en 1919

- 47 -

que no revisten los caracteres de una sim­ple inversión, el rendimiento del capital, unido al trabajo personal, rebasa de dos y tres veces ese interés.

La ganadería, a la par de la industria triguera y maderera, se ha desarrollado mucho en los últimos años, llegando a ser el Sur de Chile un centro de crianzas que rivaliza con los más científicamente ex­plotados del todo el continente ame­ricano.

Las últimas exposiciones ganaderas de Santiago y Osorno han sido los mejores exponentes del alto grado a que ha alcan­zado su desarrollo y desenvolvimiento.

La industria manufacturera comienza a manifestarse, habiendo realizado muchos progresos durante la guerra europea. Hay ya grandes fábricas montadas a la moder­na, para la elaboración del cuero, de los tejidos, conservas alimenticias, jabón, ve­las y muchos otros artículos que compiten

Page 60: Chile en 1919

- 48 -

ventajosamente con los similares extran­jeros.

La naturaleza ha querido dotar a Chile todavía de la hulla blanca. Hay enormes caídas de agua que permitirían electrificar los ferrocarriles y dotar de servicios eléc^ trieos todas las poblaciones que aún no los poseen. Antes de la guerra, la pode­rosa sociedad internacional conocida con el nombre de Westing House estudiaba los medios de hacer práctico el aprove­chamiento de la fuerza hidráulica de las corrientes para transformarlas en energía eléctrica.

Los habitantes de Chile disfrutan toda­vía, no obstante la crisis mundial de los abastecimientos, de condiciones fáciles de subsistencia. Abundan los productos de todo género, y se expenden allí los ar­tículos de primera necesidad a precios re­lativamente reducidos.

Page 61: Chile en 1919

- 49 ~

Ningún país de entre los pueblos his* pano-americanos puede ofrecer más ga* rantías que Chile para los comerciantes de la Península, tanto por el gran consu­mo que allí se hace de los productos de España, cuanto por la viva simpatía que inspira el nombre de la Madre Patria, que se traduce en una franca y cordial hospi­talidad para con todos los españoles.

Tales sentimientos de hospitalidad para con los españoles son semejantes a los que España misma manifiesta a sus hijos de América. A través de los siglos y de los mares no se ha apagado la voz de la raza ni el recuerdo de los viejos lares que perdura en las ideas y en las costumbres del pueblo, en su robusta fe cristiana y en todas las virtudes tradicionales de abne­gación, generosidad y grandeza moral, que son el patrimonio del noble solar his­pano y de su prolongación inmensa en el Nuevo Mundo.

4

Page 62: Chile en 1919
Page 63: Chile en 1919

Santiago de Chile.—Interior de la Catedral.

Page 64: Chile en 1919
Page 65: Chile en 1919

INDUSTRIAS EXTRACTIVAS

UNA gran fuente de riqueza es para Chile la explotación de los minera­

les que en extraordinaria abundancia con­tiene su suelo.

La producción del oro representa un valor total, desde los tiempos de la Colo­nia, hasta ahora, de 1.200 millones de pesetas; la producción de la plata, el de 1.700 millones, y la del cobre representa, á su vez, un valor total de más de 4.000 millones de pesetas. La producción anual de ,este último mineral representa actual--mente un valor de 300 millones, lo qué significa un incremento considerable de la producción.

Otra industria floreciente es la del car-

Page 66: Chile en 1919

- 52 -

bón, que contribuye a satisfacer las exi* gencias del consumo en una proporción superior a la mitad de éstas.

Con todo, el nitrato de sosa o salitre de Chile, es el producto principal del país, siendo su explotación constituida en sus dos tercios por esta substancia, la cual se utiliza en su máxima parte como fertili­zante, especialmente en el cultivo de tie­rras empobrecidas de Europa. A este respecto, el nitrato de sosa ó salitre de Chile, no conoce rival, ya que los esfuer­zos que se han hecho para oponerle el nitrógeno extraído del aire no han podi­do llegar a la meta que se proponían al­canzar. , Hoy día, este sustítutivo puede consi­derarse fracasado a juzgar por sus defi­cientes cualidades como abono, para no hablar de sus prohibitivos precios. Los alemanes han hecho prodigios para aba­ratar el coste de producción del nitrato artificial y para mejorar sus condiciones de aplicación a la agricultura, sin conse-

Page 67: Chile en 1919
Page 68: Chile en 1919
Page 69: Chile en 1919

- 5 3 -

guír la realización de uno ni otro propó­sito.

En Inglaterra, en Francia, en Italia y en Estados Unidos de Norte América, ha ha­bido que registrar análogas decepciones, como lo demuestra el hecho que, durante toda la guerra, han tenido que recurrir los gobiernos aliados al] nitrato chileno, tanto para la fabricación de explosivos como para la fertilización de los campos.

«El nitrato de sosa, ha dicho el doctor Russell, presidente de la estación experi­mental de Rothamsted, debe su popula­ridad a la circunstancia que se presenta en estado de asimilación por la planta, sin sufrir cambio alguno, por cuya razón es, entre los abonos nitrogenados, el de ac­ción más rápida. En los dimas templados, la rapidez de su acción tiene dos venta­jas: está menos expuesto a la descomposi­ción en el suelo y produce un efecto inme­diato sobre el cultivo. Así, en tiempo frío y húmedo, una aplicación de nitrato de sosa o salitre de Chile, mejora las condi­ciones del cultivo decidiendo el éxito final.»

Page 70: Chile en 1919

- 5 4 -

Ningún abono, puede afirmarse con ta experiencia de muchos años, tiene la efi­cacia, ni produce los resultados económi­cos del nitrato de sosa que, según lau na­turaleza del terreno en que se aplica, pue­de aumentar en dos o tres veces la pro­ducción de la cosecha.

Su difusión en España traería grandes bienes, porque al elevar la producción de los campos, no sólo llegaría a satisfacer totalmente las necesidades de trigo, pata­tas, maíz, etc., sino que permitiria una exportación muy remuneradora para la agricultura española.

No falta quien haya creído que el salitre de Chile pueda ser reemplazado por el sulfato de amoníaco. Para desvanecer esta idea, basta citar la autorizada opi­nión del Sr. Paul Wagner, director de la estación experimental de Damstadt. «Los experimentos comparados de salitre de Chile y sulfato de amoníaco, dieron resul­tados bien desfavorables para este último, dice el Sr. Wagner. En los de Washington, la acción fertilizante del ázoe amoniacal no alcanzó sino a un 69 por 100 de la que

Page 71: Chile en 1919

- 55 -

desarrolló el salitre de Chile, en el culti­vo de la cebada, y a un 47 por 100 en el de la patata.

En el año de 1917, la elaboración del salitre fué de 66 millones de quintales es­pañoles, y la exportación alcanzó á poco menos que esa cifra. La existencia de sa­litre en 31 de Diciembre del mismo año era de 19 millones de quintales, y en el primer semestre de 1918 rebasó de los 30 millones. El precio de las ventas en el mes de Septiembre de 1918 fué de 17 pesetas el quintal; en el mes de Diciem­bre del mismo año bajó a 15 pesetas, y ahora, después de la terminación de la guerra europea, puede obtenerse a pre­cios mucho más reducidos.

Page 72: Chile en 1919
Page 73: Chile en 1919

DEPORTES NACIONALES (COLABORACIÓN)

LA república de Chile, ese hermoso y, próspero país, que dicho sea de paso,

tanto amor siente por todo lo que atañe á su ilustre coprogenitora la noble Espa­ña, es uno de los Estados sudamericanos que mayor atención prestan á la educa­ción física de la juventud.

A dicho fin, los gobiernos que allí se suceden, no regatean en sus presupuestos las partidas necesarias para el sosteni­miento en las escuelas primarias é institu­tos, de las clases de gimnasia y otros re­creos análogos.

Las causas fundamentales de este entu­siasmo de los chilenos á todo género de deportes, deben buscarse no sólo en sus cualidades de raza activa y vigorosa, sino

Page 74: Chile en 1919

también en sus orígenes etnográficos, pues los araucanos, pueblo de naturaleza indó­mita y guerrera, eran en su época muy apasionados por los juegos al aire libre, en los que hacían prodigios de fuerza y des­treza. En su famoso poema La Araucana, tan alabado por los grandes maestros del habla castellana, Cervantes, Juan de Guz-mán, Andrés Escoto, Vicente Espinel y otros, retrata de modo magistral el carác­ter de aquel pueblo heroico el célebre poeta y militar español Alonso de Ercillá, que combatió la dominación del país en nombre del rey de España.

Los ejercicios en campo abierto, que los ingleses cultivan con tanta constancia como provecho, hace ya cerca de cuarenta años que tomaron carta de naturaleza en Chile.

Aparte del golf y el tennis, que cuen­tan con üri crecido núcleo de aficionados; és el footrball el que más ha prosperado, pues existen muchos clubs organizados en asociaciones y federaciones que poseen en los grandes centros de población, am­plias y hermosas canchas o pistas, donde ée celebran campeonatos que presencia

Page 75: Chile en 1919

- 5 9 -

numeroso público, atraído por entusiasmo igual al que hacía acudir á los habitantes de Elida, en la antigua Grecia, á presenciar los juegos olímpicos, conceptuados como los espectáculos más célebres y famosos de aquella época, luchas en que los ven­cedores, que se designaban con el nom­bre de olimpiónicos eran objeto de toda clase de agasajos y distinciones, sobresa­liendo en holocausto de sus hijos la his­tórica república de Atenas en grado tan extraordinario, que Solón creyó llegado el caso de poner coto á tal exceso de dá­divas por una legislación dada al efecto.

Anualmente se celebran en la capital de Chile y en las ciudades de Valparaíso, Concepción, Iquique, etc., torneos atléti-cos, cuyo pugilato se disputan muchos centros de gimnasia que disfrutan de vida próspera en todo el país.

Muy recientemente, en la tercera Olim­piada que ha tenido lugar en Montevideo, ha resultado vencedor, conquistando el título de Campeones del atletismo sud­americano, el grupo de atletas chilenos que ha concurrido á aquella hermosa fiesta.

Page 76: Chile en 1919

La escuela de aviación que asimismo existe en Chile, ha dado ya brillo á su pa­tria en diversas proezas aéreas, siendo la última la realizada por el teniente del Ejército, Cortínez, que ha batido el record mundial en vuelo sobre montañas, reali­zando la doble travesía de los Andes en un aeroplano Bristcl de los regalados á Chile porjel Gobierno inglés.

Una nación que en la adolescencia de su edad, podríamos decir, ofrece en todos los órdenes tales ejemplos de virilidad y progreso, es merecedora del afecto y con­sideración del mundo civilizado, debiendo estar España enorgullecida de esta hija suya, que aunque emancipada hoy, no ol­vida un instante á la madre venerada que la legó sus costumbres todas, el melodio­so idioma del más inmortal de los inge­nios, un código de nobles y heroicos ejemplos, infiltrando en los naturales el valor de los que habían combatido glorio­samente en la reconquista de la península ibérica.

A . DE BURGOS MAESSO.

C&uul do Chils en Milflffa.

Page 77: Chile en 1919

ADVERTENCIAS

Los interesados en obtener informaciones y datos sobre Chile pueden dirigirse á su Legación en Madrid (Carrera de San Francisco, 4 ) ; al Con­sulado General en Barcelona (Lauría, 119) y á los demás Consulados establecidos en España. La lista de éstos y los nombres de los señores Cónsules aparecen más adelante.

Para suministrar informaciones sobre el empleo del salitre de Chile (nitrato de sosa) en la agri­cultura existe una oficina especial en Madrid (Almirante, 19) bajo la dirección del Comité de Nitrato de Sosa de Chile.

Se recomienda á los agricultores que no dejen de aprovechar las útilísimas indicaciones que puede darles esa oficina, porque del acertado uso de aquel abono "natural insustituible depen­de en gran parte el éxito que se consiga en so

Page 78: Chile en 1919

- 62 -

REPRESENTACIÓN C O N S U L A R D E CHILE EN E S P A Ñ A

B A R C E L O N A

Cónsul general:

Sr. D. Anselmo de la Cruz.

ALICANTE Sr. D. Luis M. Febrer Calvo Escalada, Mar­

qués de Saudin.

ALMERÍA Sr. D. Juan Antonio Martínez.

BILBAO Sr. D. Horacio Eyzaguirre.

CÁDIZ Sr. D. Adolfo Jofré.

CARTAGENA Sr. D. Reginaldo Barrington.

CORUNA Sr. D. Ernesto Cádiz.

aplicación á la tierra. Los que no lo hayan em­pleado hasta ahora incurrirán en un verdadero error al no informarse de ios resultados tan sa­tisfactorios que se obtienen con el nitrato de sosa en los más variados cultivos.

Page 79: Chile en 1919

63

FERROL

Sr. D. Luis Alfeirán Conde.

GIJON

Sr. D. Dionisio Velasco.

GRANADA

Sr. D. David Mercado.

HUELVA

Sr. D. Josú Marchena Colombo.

IRUN Y PASAJES

Sr. D. Ricardo Figueredo.

LAS PALMAS

Sr. D. Julio César Rodríguez de Perdomo.

LEÓN

Sr. D. Cayetano Garcia.

LOGROÑO

Sr. D. Pedro Muñoz Gil.

MADRID

Sr. D. Pedro Fluiters.

MAHON

Sr. D. Pedro Taltavull.

MALAGA

Sr. D. Antonio de Burgos y Maessu.

OVIEDO Sr. D. Martín González del Valle, Marqués

de la Vega de Azgo.

Page 80: Chile en 1919

PALMA DE MALLORCA Sr. D. José Casasnovas.

REUS

Sr. D. Salvador Bonet.

SAN SEBASTIAN

Sr. D. Alfredo de Laffitte.

SANTA CRUZ DE TENERIFE

Sr. D. Narciso de Ara .

SANTANDER

Sr. D. Francisco García.

SEVILLA

Sr. D. Enrique Tagle Castro.

TARRAGONA

Sr. D. Adolfo Artal.

VALENCIA

Sr. D. José Pastor, Vizconde de la Morera.

VIGO

Sr. D. Ernesto de la Cruz.

VILLAGARCIA

Sr. D. Pío S. Carrasco.

ZARAGOZA

Sr. D. Desiderio Giménez.