Charles Berlitz - El Triángulo de Las Bermudas

download Charles Berlitz - El Triángulo de Las Bermudas

If you can't read please download the document

Transcript of Charles Berlitz - El Triángulo de Las Bermudas

  • en cuando una reV1SlOn, llevndose un ejemplar de sus habitantes" .

    Sin embargo, otra teora sostiene que los visitantes no estn interesados en la Humanidad y slo tienen en mente sus propios fines, que todava no podemos imaginar, y que las aparentes vctimas (ya que an no sabemos si alguien ha muerto en las desapariciones) han sido causa-das inadvertidamente al ser proyectadas dentro del campo de ionizacin.

    Esta teora ha dado lugar a que, durante mucho tiem-po, los periodistas de diarios y revistas publiquen titulares como ste: "La perdida Atlntida goza de buena salud y secuestra barcos y aviones". Resulta concebible .que un rayo laser destruya o atomice un avin, pero la idea de que grandes generadores de energa o complejos laser gigantescos puedan funcionar todava, despus de miles de aos de haber permanecido sumergidos en el mar, parece absolutamente ridcula, ya que dichos aparatos, segn la concepcin que de ellos tenemos, deberan ser mantenidos y manejados por alguien.

    Sin embargo, los laser son un descubrimiento relativa-mente reciente en nuestro planeta y es probable que alcancen un grado de perfeccionamiento mucho mayor en el futuro. Los rayos ultravioletas (an no desarrollados) tendrn una potencia considerablemente mayor que los rayos X laser, y lo mismo ocurrir con los propios laser, cuando operen sobre la base de energa solar acumulada o, tal vez, como ocurrira con la Atlntida, de energa del interior de la Tierra. En cualquier caso, una etapa de la ci-vilizacin tecnolgica que se haya desarrollado en la An-tigedad no tendra por qu haberse generado de la misma manera o siguiendo el mismo orden que la nues-tra,. ni habra estado sujeta a las mismas restricciones que en la actualidad, y de manera temporal, estn todava limitando nuestra tecnologa en desarrollo.

    Al considerar los centenares de desapariciones del Tringulo de las Bermudas se advierte que el nico rasgo que tienen en comn es el hecho de que los aviones y bar-cos han desaparecido por completo, o que los barcos han

    245

  • La historia del Tringulo de las Bermudas abarca acontecimientos que ya estn sumidos en la bruma de las leyendas antiguas y modernas; inexplicables aberraciones causadas por fuerzas naturales intermitentes, en aparien-cia, y teoras del campo de la fsica que podran revolucio-nar nuestras concepciones anteriores. El Tringulo de las Bermudas nos hace pensar en tierras perdidas o sumergi-das, en civilizaciones olvidadas y en seres que han visitado la Tierra durante siglos, viniendo .del espacio interior o exterior, y cuyo origen y propsitos son desconocidos.

    En lugar de elaborar teoras para explicar 10 que actualmente no tiene explicacin, resulta quiz ms senci-llo decir que el Tringulo de las Bermudas existe slo en la imaginacin de los msticos, fanticos, supersticiosos y sensacionalistas. Uno de los muchos comentaristas que piensan que esta zona no es ms que el resultado de la coincidencia de una serie de desapariciones explicables si se las toma caso por caso, ha escrito: "Los que creen en el Tringulo de las Bermudas creen tambin en las serpientes marinas .. . ". Esto no quiere decir que el Tringulo no exis-te porque las serpientes marinas tampoco existen, ni signi-fica que si alguna vez se llegara a identificar uno de esos monstruos de manera definitiva, la dems leyendas oce-nicas e haran automticamente m verosmiles.

    En general, la gente suele ser reacia a enfrentarse a misterios que no pueden ser explicados de manera satis-factoria o que no encuentran una justificacin terica en trminos que le re ulten comprensibles. Resulta mucho ms reconfortante sentirse capaces de reconocer lo que tenemos frente a nosotros, dentro del radio del mundo f-sido hallados sin pasajeros ni tripulaciones. Algunos de estos casos misteriosos se han producido aisladamente y podran explicarse por las circunstancias extraordinarias en que han ocurrido, o por la coincidencia de fallas humanas y trastornos meteorolgicos, pero en cambio, tantos otros incidentes del Tringulo se han producido en medio de aguas transparentes, cerca de puertos, playas o bases de aterrizaje, que resultan incomprensibles, de acuerdo con nuestros conocimientos actuales.

    247

  • sico, que enfrentar una amenaza desconocida. Si el fen-meno no puede ser explicado, la mejor respuesta consiste en ignorarlo, lo cual es una actitud mucho ms tranquili-zadora y, en cierto modo, ms inocente tambin. Sin embargo, la poca de la inocencia cientficia ya pas, lo mismo que la sensacin de seguridad que nos proporcio-naba. Se acabaron definitivamente el 16 de julio de 1945, en Alamogordo, Nuevo Mxico, cuando la teora atmica demostr en forma concluyente que ya no era una teora.

    Vivimos en un mundo en que las lneas dda ciencia y la paraciencia comienzan a converger; un mundo que alguna vez fue mgico y en que los sueos de los magos han sido aceptados por la ciencia y han pasado a ser acep-tables para la nomenclatura cientfica. Ahora los bilogos pueden producir la vida; los bilogos expertos en hiber-nacin podrn muy pronto preservar indefinidamente la vida humana, mediante la congelacin de cuerpos vivos; se ha demostrado la posibilidad de transmitir a pelculas las imgenes pensadas; la psicokinesis (o telekinesis), que consiste en mover objetos mediante la fuerza de la volun-tad, no es ya un tema propio de la levitacin, sino el obje-to de seria investigacin cientfica; las dos potencias espa-ciales estn realizando experimentos con telepata, desde y hacia el espacio exterior. La transmutacin de la materia, sueo de los alquimistas, ya no es algo imposible, y los nicos impedimentos para transformar cantidades de plomo en oro consisten en que resultara demasiado costoso (!).

    Hablando ya en trminos csmicos, el firmamento de las verdades cientficas ha sufrido tales grietas, que muchos de los que prefieren apoyarse sobre tierra firme y familiar se sienten aturdidos y desorientados. La posibili-dad de la existencia de la antimateria, la curvatura del espacio y el tiempo, los nuevos conceptos sobre gravedad y magnetismo, la presumible existencia de planetas oscu-ros en nuestro propio sistema solar, soles que estallan, las novas y las pequeas partculas de materia ms pesadas que un planeta completo, los quasar y los agujeros negros del espacio, un Universo interminable, que se hace mayor

    248

  • cuanto ms se extiende nuestra visin telescpica, llevn-donos a millones de galaxias no descubiertas. Estos son los misterios del conocimiento que nos guardan, mientras avanzamos a un paso tan acelerado que ningn "miste-rio" debera sorprendernos por el solo hecho de que no nos parece lgico.

    El Tringulo de las Bermudas, una zona situada den-tro del territorio familiar de nuestro planeta, aunque rela-cionado quiz con fuerzas que an (y tal vez no por mucho tiempo) desconocemos, podra ser uno de esos misterios. Como especie, nos estamos acercando a la madurez. No podemos abandonar la bsqueda de nuevos conocimien-tos o explicaciones, estn en este mundo o ms all de l.

    249

  • Agradecimientos

    E L autor desea expresar su reconocimiento a las siguientes personas y organizaciones que han contriblJido con sus consejos. sugerencias. experiencia. informacin o fotografas a la realiza-cin de este libro. Naturalmente, la mencin de cualquier indivi-duo u organizacin no significa que acepten. conozcan o estn de acuerdo con cualquiera de las teoras expuestas en la obra. salvo aquellas que se le atribuyen especficamente.

    El autor quisiera manifestar un especial agradecimiento a J. Manson Valentine. doctor en Filosofa, Curator Honoris del Museo Cientfico de Miami e investigador asociado del Museo Bishop de Honolulu. por sus dibujos. mapas , fotografas y entre-vistas. que aparecen citadas en el texto.

    Deseamos mencionar los siguientes nombres. por orden alfa-btico:

    Lebaron Barker. editor Norman Beam, autor. conferenciante. investigador de OVNI Jos Mara Bensade. presidente de las lneas Navecor de Portu-

    gal y las Azores Valerie Berlitz. autor. artista 1 Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos Compaa comercial de aviacin Boeing J Hugh Auchincloss Brown. ingeniero electrnico, autor Jean Byrd. presidente de Isis

    250

  • Edgar Evans Cayce, ingeniero elctrico, autor Hugh Lynn Cayce, presidente de la Asociacin para la Investiga-

    cin y el Adelanto Diane Cleaver, editor y autor Julius EglofT, Jr., oceangrafo Fairchild Industries Mel Fisher, baero y buceador Fuerza Area de los Estados Unidos Athley Gamber, presidente de Red Aircraft Carlos Gonzlez G., investigador de OVNI Guardia Costera de los Estados Unidos Profesor Charles Hapgood, cartgrafo, historiador y autor Dr. Bruce Heezen, oceangrafo y autor Capitn Don Henry, patrn de barco y buceador Robert Hieronimus, autor, artista, presidente de la AUM Theodora Kane, educadora y artista Edward E. Kuhnel, abogado: especialista en legislacin martima Capitn Gene Lore, jefe de pilotos de 1WA Marina de los Estados Unidos Howard Metz, especialista en las pirmides Albert C. Muller, fisico experto en radiaciones Alan C. Nelson, balandrista Thomas O'Herron, Embajada de los Estados Unidos, Lisboa Arnold Post, autor, oceangrafo y buceador Reynolds Metal Company Ivan T. Sanderson, explorador, zologo, autor, fundador del

    SITU . Sabina Sanderson, autora, investigadora, directora del SITU

    Servicio Nacional de Archivos y Documentos de EE.UU. J. Silva Junior, director de "Terra N ostra", islas Azores Gardner Soule, autor y oceangrafo John Wallace Spencer, autor, conferenciante, investigador de

    OVNI y del Tringulo de las Bermudas . Jim Thorne, oceangrafo, patrn de barco, buceador y autor Carl Payne Tobey, matemtico, astrnomo, astrlogo y autor Carolyn Tinson, pintor marino Paul J. Tzimoulis, oceangrafo, autor, editor y fotgrafo Vijay Verma, Oficina de Turismo del Gobierno de la India Charles Wakeley, 'piloto de avin y de helicptero G. Theon Wright, autor, explorador e investigador en fisica Roy H. Wirshing, capitn de corbeta retirado de la Marina de los

    Estados Unidos, conferenciante y autor Robie Yonge, piloto, comentarista e investigador de OVNI

    251

  • Bibliografa

    A NTES de mencionar algunos de los libros a los que se hace referencia en esta obra, el autor quisiera recomendar a los lecto-res la Bermuda Triangle BibliograPhy (Bibliografa sobre el Tringu-lo de las Bermudas), recopilada por Larry Kushe y Deborah Blouin, de la Biblioteca de la Universidad del Estado de Arizona y publicada en abril de 1973. Dicha bibliografa contiene nume-rosas referencias a libros, peridicos y anculos de revistas que tratan acerca del Tringulo de las Bermudas. Aunque en ella se cita a centenares de amores, las referencias ms completas y con-cretas al fenmeno de esa regin pueden hallarse en las obras de Sanderson, Gaddis y Spencer enumeradas a continuacin :

    Barker, Ralph, Creal Mysteries of the Air, Londres, 1966. Berliu, Charles, MysteriesfTom Forgotten Worlds, Nueva York, 1972.

    Hay trad. al castellano : Misterios de los mundos olvidados. Bru-guera, Barcelona, 1974.

    La Biblia. Blumrich, J. , The Space Ships of Ezekiel, Nueva York, 1973. Boswonh, A. R., My Love AJfaiT with the Navy, Nueva York, 1969. Briggs, Peter, Men in the Sea, Nueva York, 1968. Brown, Hugh Auchincloss, CataclysmJ of the Earth, Nueva York,

    1967. Burgess, Roben, F., Sinkings, Salvages and ShipwrecRs , Nueva York,

    1970.

    252

  • Camac, Pierre, L'histoire commence ti Bimini, Pars, 1973. Chevalier, Rayrnond, L'avion ti la dcouverte du pass, Pars, 1964. Edwards, Frank, Stranger Than Science, Nueva York, 1959. - Strangest of All, Nueva York, 1956. Freuchen, Peter, 'peter Freuchen's BoolI of the Seven Seas, Nueva

    York, 1957. Fuller, john, G., Incident at Exeter, Nueva York, 1966. Gaddis, Vincent, Invisible Horizoru, Philadelphia, 1965. Gastan, Patrice, Disparitioru mystrieuses, Pars, 1973. Godwin, john, This BaJjling World, Nueva York, 1968. Gould, Rupert, T., Enigmas, Nueva York, 1965. Keyhoe, Donald, E., Flying Saucer Corupiracy, Londres, 1955. - Alierufrom Space, Nueva York, 1973. Hay trad. al castellano:

    Los desconocidos del espacio, Ed. Pomaire, Barcelona, 1974. Kosok, Paul, Land, lije and Water in Ancient Peru, Nueva York,

    1965. The Mahabharata, traducido por Protap Chandra Roy, Calcutta,

    1889. Trad. al castellano de Csar jordana, ed. Barcino, Bar-celona, 1935.

    The M ahavira. O'Donnell, Elliot, Strange Sea Mysteries, Londres, 1926. Sagan, Carl, Inteligent Life in the UTverse, San Francisco, 1966. Sanderson, Ivan, T., Invisible Residents: A Disquisition upon Certain;

    Matters Maritime, and the POHibility of Intelligent; Life Under the Waters of This Earth, Nueva York, 1970.

    Investigating The Unexplained, Englewood Cliffs, Ne~ jersey, 1972.

    Snow, Edward, Rowe, Mysteries and Adventures Along the Atlantic Coast, 1948.

    Soule, Gardner, Undersea Frontiers, Chicago, 1968. Ocean Adventure, Nueva York, 1964.

    - Wide Ocean, Chicago, 1970. - Under the Sea, Nueva York, 197 1. Spencer,john Wallace, Limbo ofthe Lost, Westfield, Massachusetts,

    1969. Steiger, Brad, Atlantis Rising, Nueva York, 1958. Stewart, Oliver, Danger in the Air, Nueva York, 1958. Stick, David, Graveyard of the Atlantic, Chapel Hill, 1952. Titler, Dale, Wings of Mystery, Riddles of Aviation History, Nueva

    York, 1966. Tomas, Andrew, We Are not the First, Londres, 1971. Hay trad. al

    castellano: No somos los primeros, Plaza y jans, Barcelona, 1973.

    253

  • Tucker, Terry, Beware lhe Hurricane.', Bermudas, 1966. ViIliers, Alan, Wild Octan, Nueva York, 1969. Waters, Frank, Book of lhe Hopi, Nueva York, 1969. Wilkins, Harold, T., Flying SaucerJ on lhe Attack, Nueva York,

    1954. - Slrange Myslenes of Time and Space, Nueva York, 1959.