Charla de san luis. esquema

6
EL TESTAMENTO DE SAN LUIS, REY DE FRANCIA, HOY ORACIÓN A SAN LUIS REY Señor, enséñame a ser generoso a servirte como mereces, a dar sin medida, a combatir sin temor a que me hieran a trabajar sin descanso a no buscar mas recompensa que el saber que hago tu Santa Voluntad. Así sea. TESTAMENTO DE SAN LUIS REY DE FRANCIA Hijo amadísimo, lo primero que quiero enseñarte es que ames al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas; sin ello no hay salvación posible. Hijo, debes guardarte de todo aquello que sabes que desagrada a Dios, esto es, de todo pecado mortal, de tal manera que has de estar dispuesto a sufrir toda clase de martirios antes que cometer un pecado mortal. Además, si el Señor permite que te aflija alguna tribulación, debes soportarla generosamente y con acción de gracias, pensando que es para tu bien y que es posible que la hayas merecido. Y, si el Señor te concede prosperidad, debes darle gracias con humildad y vigilar que sea en detrimento tuyo, por vanagloria o por cualquier otro motivo, porque los dones de Dios no han de ser causa de que le ofendas. Asiste, de buena gana y con devoción, al culto divino y, mientras estés en el templo, guarda recogida la mirada y no hables sin necesidad, sino ruega devotamente al Señor, con oración vocal o mental. Ten piedad para con los pobres, desgraciados y afligidos, y ayúdalos y consuélalos según tus posibilidades. Da gracias a Dios por todos sus beneficios, y así te harás digno de recibir otros mayores. Para con tus súbditos, obra con toda rectitud y justicia, sin desviarte a la derecha ni a la izquierda; ponte siempre más del lado del pobre que del rico, hasta que averigües de qué lado está la razón. Pon la mayor diligencia en que todos tus súbditos vivan en paz y con justicia, sobre todo las personas eclesiásticas y religiosas. Sé devoto y obediente a nuestra madre, la Iglesia romana, y al sumo pontífice, nuestro padre espiritual. Esfuérzate en alejar de tu territorio toda clase de pecado, principalmente la blasfemia y la herejía.

Transcript of Charla de san luis. esquema

Page 1: Charla de san luis.   esquema

EL TESTAMENTO DE SAN LUIS, REY DE FRANCIA, HOYORACIÓN A SAN LUIS REY

Señor, enséñame a ser generoso a servirte como mereces, a dar sin medida, a combatir sin temor a que me hieran a trabajar sin descanso a no buscar mas recompensa que el saber que hago tu Santa Voluntad. Así sea.TESTAMENTO DE SAN LUIS REY DE FRANCIAHijo amadísimo, lo primero que quiero enseñarte es que ames al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas; sin ello no hay salvación posible.Hijo, debes guardarte de todo aquello que sabes que desagrada a Dios, esto es, de todo pecado mortal, de tal manera que has de estar dispuesto a sufrir toda clase de martirios antes que cometer un pecado mortal.Además, si el Señor permite que te aflija alguna tribulación, debes soportarla generosamente y con acción de gracias, pensando que es para tu bien y que es posible que la hayas merecido. Y, si el Señor te concede prosperidad, debes darle gracias con humildad y vigilar que sea en detrimento tuyo, por vanagloria o por cualquier otro motivo, porque los dones de Dios no han de ser causa de que le ofendas.Asiste, de buena gana y con devoción, al culto divino y, mientras estés en el templo, guarda recogida la mirada y no hables sin necesidad, sino ruega devotamente al Señor, con oración vocal o mental.Ten piedad para con los pobres, desgraciados y afligidos, y ayúdalos y consuélalos según tus posibilidades. Da gracias a Dios por todos sus beneficios, y así te harás digno de recibir otros mayores. Para con tus súbditos, obra con toda rectitud y justicia, sin desviarte a la derecha ni a la izquierda; ponte siempre más del lado del pobre que del rico, hasta que averigües de qué lado está la razón. Pon la mayor diligencia en que todos tus súbditos vivan en paz y con justicia, sobre todo las personas eclesiásticas y religiosas.Sé devoto y obediente a nuestra madre, la Iglesia romana, y al sumo pontífice, nuestro padre espiritual. Esfuérzate en alejar de tu territorio toda clase de pecado, principalmente la blasfemia y la herejía.Hijo amadísimo, llegado al final, te doy toda la bendición que un padre amante puede dar a su hijo; que la santísima Trinidad y todos los santos te guarden de todo mal. Y que el Señor te dé la gracia de cumplir su voluntad, de tal manera que reciba de ti servicio y honor, y así, después de esta vida, los dos lleguemos a verlo, amarlo y alabarlo sin fin. Amén.

ANÁLISIS:Hijo amadísimo, lo primero que quiero enseñarte es que ames al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con todas tus fuerzas; sin ello no hay salvación posible.AMANDO Y ALABANDO A DIOS-PADRE, ESTAD ALEGRESFrancisco descubrió y nosotros debemos descubrir que Dios es y eso basta. Descubrió que Dios es el Bien, el sumo bien, todo bien, vivo y verdadero. Y sintió de

Page 2: Charla de san luis.   esquema

tal modo esta pasión enamorada de Jesucristo que cuando percibía que los hombres no acaban de responder a Dios exclamaba que el “amor no es amado”. Además antes de amar a Dios ya nos sentimos amados por Dios-Padre, un sentimiento profundo debe surgir en nosotros de GRATITUD, todo nos ha sido regalado. Con gran reconocimiento agradecido, Francisco repite, como un estribillo: "el Señor me dio hacer penitencia..., me dio fe en las iglesias..., me dio gran fe en los sacerdotes..., me dio hermanos, me reveló...". Ese ser amados por Dios-Padre se encarna en la gratitud, y ésta se manifiesta en la alegría.En modo alguno podemos pensar que S. Francisco, Santa Clara, Santa Isabel, S. Luis, María Ana Mogas, S. Antonio, S. Juan XXIII,… son un camino hacia el Padre. Sólo hay un camino, y ese Camino es Cristo, Dios y hombre, el único que puede acercar dos realidades tan diferentes hasta el punto de convertirlas en algo tan cercano que nos posibilita el encuentro con la divinidad. Cristo es el Camino de venida del Padre a nosotros y el camino de nosotros hacia el Padre. (Tomás le dijo: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo vamos a saber el camino?». Jesús le dijo: «Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si me habéis conocido a mí, conoceréis también a mi Padre. Y desde ahora lo conocéis y lo habéis visto» Jn 14,5-7).Nuestra Regla nos invita, creo que nos exige, a Amar a Dios Padre viviendo el Evangelio desde lo concreto, sin florituras, y al estilo de nuestro de padre Francisco de Asís, eso no quita que existan otros estilos preciosos.Nadie ama sin seguir, sin encuentro. (RAE 1. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. 2. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando reciprocidad en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear)Leer: Las Alabanzas del Dios Altísimo Regla 4 de la OFS Hijo, debes guardarte de todo aquello que sabes que desagrada a Dios, esto es, de todo pecado mortal, de tal manera que has de estar dispuesto a sufrir toda clase de martirios antes que cometer un pecado mortal. Además, si el Señor permite que te aflija alguna tribulación, debes soportarla generosamente y con acción de gracias, pensando que es para tu bien y que es posible que la hayas merecido. Y, si el Señor te concede prosperidad, debes darle gracias con humildad y vigilar que sea en detrimento tuyo, por vanagloria o por cualquier otro motivo, porque los dones de Dios no han de ser causa de que le ofendas.

SOMOS MISERABLES Y PECADORESFrancisco y sus primeros hermanos hicieron de la contemplación de Dios una constante en su vida y descubrieron que por ese amor que Dios nos tiene nos creó a su imagen y semejanza. Él, el único Santo, nos crea para que vivamos en la santidad, como hijos suyos. Pero el hombre se aparta con frecuencia de ese designio amoroso de Dios y, por propia iniciativa, cae en el pecado. No obstante, la contemplación que Francisco y sus hermanos hacen de la santidad de Dios no se limita a ver la distancia que el hombre pone con su pecado entre Dios y él, sino que descubre que la santidad de Dios es infinita ya que, a pesar de que el hombre se aparta de Él y rechaza su proyecto, Dios nos envía a su propio Hijo para ofrecernos el regalo de su perdón, de la redención.En el ser humano, en mayor o menor medida, siempre hay presente alguna de estas dimensiones del pecado, pero eso no debe causar desesperanza o desaliento, sino mayor gratitud y cercanía a Dios que nos regala su perdón y nos abraza con calor de PADRE. No se es cristiano por no pecar, sino por vivir el Evangelio aún a pesar de nuestro pecado.Restituyamos los bienes al Señor Dios altísimo y sumo, y reconozcamos que todos son suyos, y démosle gracias por todos ellos, ya que todo procede de Él. (Y sucedió

Page 3: Charla de san luis.   esquema

que le trajeron un paralítico, tendido sobre una cama; y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. (Mateo 9, 2)) Leer: ADMONICIÓN 5. Art. 1 de las CCGG de la OFS Regla 7 de la OFS

Asiste, de buena gana y con devoción, al culto divino y, mientras estés en el templo, guarda recogida la mirada y no hables sin necesidad, sino ruega devotamente al Señor, con oración vocal o mental.HOMBRES Y MUJERES DE ORACIÓN: CONTEMPLATIVOSFrancisco de Asís descubrió en el Evangelio que Jesús nos enseña a rezar el Padrenuestro; Jesús ora en la última Cena (la oración sacerdotal: Jn 17); ora en el Huerto de los Olivos; etc. Descubrió que Jesús siempre tiene en sus labios el nombre de su Padre: santo Padre mío, Padre santo, Padre santísimo; que con el expresaba la relación filial que lo unía al Padre, de quien venía, con quien estaba y hacia quien iba. Observó que la oración es diálogo y relación personal, entrega y donación en confianza absoluta y en obediencia radical, adoración, alabanza, acción de gracias y petición; escucha y custodia en el corazón de la Palabra del Señor. Y llegó a la convicción de que no podía estar con Jesús y ser de los suyos, si no le seguía en su vida de oración. Por eso para Francisco la oración es mucho más que una meditación sobre Dios o una sucesión de palabras; es un entretenerse amoroso con Dios, una conexión permanente con Él, un diálogo de amistad en el que lo importante, lo realmente importante, es estar en la compañía del Señor, dedicar tiempo a estar con Él, gustar de su presencia y de su mirada, mirarle y sentirnos mirados continuamente por Él.Leer:

1R 22,25-40 de San Francisco REGLA DE LA OFS 8

Ten piedad para con los pobres, desgraciados y afligidos, y ayúdalos y consuélalos según tus posibilidades. Da gracias a Dios por todos sus beneficios, y así te harás digno de recibir otros mayores. Para con tus súbditos, obra con toda rectitud y justicia, sin desviarte a la derecha ni a la izquierda; ponte siempre más del lado del pobre que del rico, hasta que averigües de qué lado está la razón. Pon la mayor diligencia en que todos tus súbditos vivan en paz y con justicia, sobre todo las personas eclesiásticas y religiosas. MISIONEROS DEL DIOS-PADRE, ANUNCIANDO A JESUCRISTO RESUCITADOSer misionero en nuestra sociedad, en nuestro mundo."Como Tú me has enviado al mundo, también yo los he enviado al mundo" (Jn 17). La misión del franciscano tiene su origen en el Hijo que ha sido enviado por el Padre al mundo. Francisco descubrió que la misión no era cosa de ellos, sino del Padre que les envió y nos envía. Así pues, la misión es JESUCRISTO, sus palabras, su mensaje; la misión es para la comunión en la comunión del Padre y el Hijo; la misión caracteriza a la familia franciscana.Los franciscanos debemos optar por ir por el mundo, testificando ante todos los hombres los valores del Evangelio con las obras y con la palabra. Nuestra vocación como franciscanos de hoy es seguir a Jesús siendo “MISIONEROS DEL PADRE”. Ser MISIONERO DEL PADRE no es otra cosa anunciar a Cristo Resucitado, transformar lo amargo en dulzura: transformar realidades muertas (llamadas

Page 4: Charla de san luis.   esquema

periferias por nuestro querido Papa Francisco) en realidades vivas. Viviendo: la Oración simple de san Francisco y nuestras Regla (4 al 19) y CCGG (Artículos 17-27) Esa transformación de realidades muertas en vivas se debe hacer de una forma específica que es desde la minoridad.Leer: Testamento 1-3 de san Francisco de Asís Regla 14. Regla 15.

Sé devoto y obediente a nuestra madre, la Iglesia romana, y al sumo pontífice, nuestro padre espiritual. Esfuérzate en alejar de tu territorio toda clase de pecado, principalmente la blasfemia y la herejía.FIELES A LA IGLESIA.Todos los bautizados, pero en especial los hermanos profesos que nos comprometimos a seguir más de cerca a Jesucristo con la renovación de las promesas del Bautismo, debemos ir continuamente incorporándonos a la misión de la Iglesia.El principal objetivo del franciscano es vivir la vida (dentro de la Iglesia) en confrontación permanente con el Evangelio. Este estilo de vida se traduce en un modo especial y carismático de ser en la Iglesia: como hermanos y servidores, es decir, como “menores” (no pavos reales):

Acogiendo con sencillez todo el Evangelio. Anunciándolo con la fuerza del Espíritu, especialmente con obras. No como señores poseedores de la verdad, sino como siervos fieles.Como seguidores de Jesús al estilo de Francisco de Asís debemos de tener muy presente" las palabras que el Crucificado de San Damián dirige a nuestro Padre: “Francisco, ve y repara mi casa que, como ves, se viene del todo al suelo”, pero siempre desde una perfecta comunión con la Iglesia institucional y con profundo respeto y amor, pues así obró Francisco, y su modo de obrar debe permanecer también en nosotros.Leer:

TESTAMENTO 4-13 de san Francisco de Asís REGLA 6

Hijo amadísimo, llegado al final, te doy toda la bendición que un padre amante puede dar a su hijo; que la santísima Trinidad y todos los santos te guarden de todo mal. Y que el Señor te dé la gracia de cumplir su voluntad, de tal manera que reciba de ti servicio y honor, y así, después de esta vida, los dos lleguemos a verlo, amarlo y alabarlo sin fin. Amén.RECIBIMOS COMO PROPIA DICHA BENDICIÓN.

LEER: CAPÍTULO XXXIV DE LAS FLORECILLAS DE SAN FRANCISCO DE ASÍS CÓMO SAN LUIS,REY DE FRANCIA, FUE A VISITAR AL HERMANO GIL EN HÁBITO DE PEREGRINOYendo San Luis, rey de Francia, visitando en peregrinación los santuarios del mundo y habiendo llegado a sus oídos la fama de santidad del hermano Gil, que había sido uno de los primeros compañeros de San Francisco, se propuso y tomó la firme determinación de visitarlo personalmente. A este fin vino a Perusa, donde se hallaba a la sazón el hermano Gil.

Page 5: Charla de san luis.   esquema

Llegando a la puerta del lugar de los hermanos como un pobre peregrino desconocido, con muy reducido acompañamiento, preguntó con gran insistencia por el hermano Gil, sin dar a entender al portero quién era el que preguntaba por él. Fue el portero y dijo al hermano Gil que en la puerta había un peregrino que preguntaba por él; y le fue revelado en espíritu que se trataba del rey de Francia. Al punto, con gran fervor, salió de la celda, corrió a la puerta y, sin preguntar más, siendo así que nunca se habían visto, se arrodilló ante él con gran devoción, y los dos se abrazaron y se besaron con suma alegría, como si desde muy atrás hubiera habido entre ellos estrecha amistad. Y a todo esto estaban sin decirse palabra el uno al otro, siguiendo abrazados en silencio entre señales de amor y de caridad. Habiendo estado así por un espacio de tiempo, sin decirse una palabra, se separaron el uno del otro, y San Luis prosiguió su viaje, mientras el hermano Gil se volvía a su celda.Cuando hubo partido el rey, los hermanos preguntaron a uno de los acompañantes quién era aquel hombre que había estado tanto tiempo abrazado con el hermano Gil; él respondió que era Luis, el rey de Francia, que había venido para ver al hermano Gil. Al enterarse los hermanos, llevaron muy a mal que el hermano Gil no le hubiera dirigido la palabra, y le dijeron en tono de queja: Hermano Gil, ¿cómo has podido ser tan descortés que a rey tan grande, venido desde Francia para verte y escuchar de ti alguna buena palabra, tú no le has dicho nada? Hermanos carísimos -respondió el hermano Gil-, no os debe causar ello extrañeza, ya que ni yo a él ni él a mí hemos podido decirnos una palabra; en cuanto nos hemos abrazado, la luz de la divina sabiduría me ha manifestado a mí su corazón, y a él el mío; y así, por la acción divina, mirándonos mutuamente en los corazones, hemos conocido lo que yo quería decirle a él y lo que él quería decirme a mí mucho mejor y con mayor consolación que si nos hubiéramos hablado con la boca. Y, si hubiéramos querido explicar con la voz lo que sentíamos en el corazón, hubiera servido, más bien, de desconsuelo que de consolación, por la limitación de la lengua humana, que no es capaz de expresar los secretos misterios de Dios. Así, pues, no dudéis que el rey se ha marchado admirablemente consolado (5).

En alabanza de Cristo. Amén.