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GRANO DE AVENA
La avena es un cereal procedente de Asia menor. Las variedades más utilizadas son
de tipo hexaploide, principalmente Avena sativa. El cultivo se adapta bien a climas fríos, y
soporta una elevada acidez en el suelo, por lo que es más abundante en el Norte que en el Sur
de Europa. Existen variedades de tipo desnudo (Avena nuda); también se comercializan
híbridos con ecotipos espontáneos con un 20-25% de proteína. La producción española es
bastante reducida (300-400.000 Tm/año), habiendo descendido notablemente en los últimos
años. El consumo para la industria de piensos se estima en unas 50.000 Tm; el resto se
suministra directamente a los animales.
El grano está compuesto, como media, por un 3% de embrión, un 30% de salvado y
un 57% de endospermo harinoso, aunque estas proporciones pueden oscilar notablemente
entre las diferentes variedades y con la climatología y condiciones de cultivo.
La avena es el cereal de menor valor energético, como consecuencia de su alto
contenido en fibra y lignina y su bajo nivel de almidón. Su contenido en ß-glucanos es
elevado, pero inferior al de la cebada. Tiene una proporción apreciable de fibra efectiva, por
lo que resulta adecuada en piensos de vacas de leche, conejos, caballos y cerdas gestantes.
Las variedades desnudas, y la avena descascarillada, tienen en cambio un elevado valor
energético, superior incluso al del maíz, y resultan muy palatables para lechones.
El grano tiene un elevado contenido en grasa (4,9%) altamente insaturada (35% de
ácido oleico y 39% de linoleico), por lo que tiende a producir canales blandas si se usa como
único cereal en el pienso. Por la misma razón, presenta riesgo de enranciamiento, lo que debe
tenerse en cuenta en el control de calidad de este ingrediente.
Es un cereal blanco, pobre en calcio, y en vitaminas D, B2 y niacina. El contenido en
proteína se sitúa en un 10,5%, pero es altamente variable (6-17%) en función de los mismos
factores de variación descritos para otros granos. La avena se distingue de otros cereales por
su menor proporción de prolaminas (10-16%) y glutelinas (5%) y su alta concentración de
globulinas (78-80%). Como consecuencia, la solubilidad y degradabilidad ruminal son muy
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elevadas, y la concentración de aminoácidos esenciales es alta en relación a otros granos.
Destaca también su elevada concentración de cistina (2,86% respecto al total de PB), lo que
la hace adecuada para cubrir necesidades de crecimiento de pelo y plumas, y para reducir
problemas de picaje en avicultura.
Debido a su alto contenido en fibra, la avena da lugar a un pienso muy voluminoso y
de mala textura, lo que limita su uso en avicultura. Por la misma razón, presenta problemas
de granulación, por lo que debe molerse muy finamente antes de ser granulada. Esto supone
un alto coste de molienda al reducirse el rendimiento del molino.
Se han propuesto algunas ecuaciones de predicción del valor nutritivo de la avena
para monogástricos:
Ecuaciones de predicción del valor energético:
Aves: EMA (kcal/kg MS) = 3103 + 11,7 EE (g/kg MS) – 6,1 PB (g/kg MS) –
- 3,1 Cenizas (g/kg MS); (CVB, 1998)
Porcino: ED (kcal/kg MS) = 4230 – 90 FB (g7kg MS); (INRA, 1989)
(CVB, 1994)
Los granos de avena procedentes de variedades desnudas, así como la avena
descascarillada por medios mecánicos, tienen un contenido en fibra mucho más reducido
que la avena entera. Como consecuencia, sus contenidos en proteína y grasa son más
elevados y su concentración energética es superior incluso a la del grano de maíz. Por ello,
resultan preferibles a la avena entera en piensos para lechones, cerdos en cebo y avicultura.
No obstante, debe tenerse en cuenta que presentan más problemas de enranciamiento y de
formación de canales blandas.
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GRANO DE CEBADA
La cebada (Hordeum vulgare) es el principal cereal utilizado en la fabricación de
piensos en España. La cantidad total consumida es del orden de 3,5 millones de Tm/año, lo
que supone casi un 50% del total de los cereales. En el mercado nacional se encuentran dos
tipos: la cebada cervecera o de dos carreras y la caballar o de seis carreras. En la práctica no es
fácil distinguir los dos tipos. Los proveedores los mezclan a veces, ofreciendolos como cebada
cervecera, dada su mayor valoración por la industria de piensos. Los datos presentados
corresponden a variedades de origen nacional cosechadas en 1993/94. Los análisis medios de
los últimos seis años muestran una tendencia hacia un mayor contenido en proteína (11,1 vs
10,8%) y almidón (51,5 vs 49,7%) y un menor contenido en fibra bruta (5,1 vs 6,4) en la
cebada cervecera. Sin embargo, existen diferencias notables en función de la climatología y la
zona de procedencia. Años y zonas secas dan lugar a cebadas con un menor contenido en
almidón y energía (hasta 200 kcal menos de ED en porcino), y una mayor proporción de fibra
y proteína. Existen también variedades de granos desnudos con mayor contenido en proteína y
almidón y menor proporción de componentes de la pared celular, pero más sensibles a plagas
y enfermedades.
El grano de cebada está compuesto por un 3,5% de germen, un 18% de pericarpio y
un 78,5% de endospermo (incluyendo la aleurona). El germen es rico en azúcares (sacarosa,
rafinosa y fructosanas). El pericarpio está lignificado y es abrasivo debido a la presencia de
sílice en la epidermis. La capa de aleurona es rica en fibra, proteína, triglicéridos y azúcares.
El endospermo es fundamentalmente de tipo harinoso. La matriz proteica que envuelve los
gránulos de almidón es fácilmente degradable en el rumen, lo que facilita la accesibilidad y
fermentabilidad del almidón. El procesado del grano tiene un efecto pequeño sobre su valor
nutritivo, similar al descrito para el trigo.
El contenido en almidón y la proporción de amilosa de la cebada, son inferiores a los
del maíz y trigo. El grano contiene un 2-3% de azúcares solubles (sacarosa y rafinosa). La
presencia de las glumas en el grano implica un contenido elevado en fibra, aunque su grado
de lignificación es bajo. La mayor parte de la fibra está constituida por ß-glucanos y
pentosanas, en proporciones muy variables (1,6-8,3% y 4,4-8,7%, respectivamente)
dependiendo de la variedad, zona de procedencia y climatología. El contenido medio de ß-
glucanos es superior al del trigo, maíz y centeno y similar al de la avena. Al estar localizados
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en la pared celular del endospermo y de la capa de aleurona, su proporción aumenta en
granos desnudos y es también superior en variedades de 2 respecto a 6 carreras. La
concentración de estos componentes fibrosos aumenta en condiciones de falta de humedad
durante la etapa de maduración del grano (golpe de calor), lo que da lugar a variaciones
geográficas e interanuales importantes. Estos compuestos son parcialmente solubles en agua,
e incrementan la viscosidad del contenido digestivo, lo que supone un descenso de la
ingestión y dificulta la absorción de los demás nutrientes. Estos efectos son más importantes
en aves jóvenes, ya que carecen de los enzimas necesarios para su hidrólisis, acentuandose
los problemas de camas húmedas. Estos inconvenientes se reducen considerablemente
mediante la suplementación del pienso con enzimas (ß-glucanasas y pentosanasas).
La cebada tiene una baja proporción de grasa (2%) y de ácido linoleico (0,8%),
dando lugar por tanto a canales de calidad. También tiene un bajo contenido en pigmentos,
vitaminas liposolubles y vitamina B12. En cambio, es una fuente excelente de algunas
vitaminas del grupo B (tiamina, riboflavina, piridoxina, ácido pantoténico) y de niacina,
aunque en este último caso su disponibilidad para monogástricos es escasa (10%).
La concentración media en proteína es de un 11,3%. La proporción de proteínas
solubles (albúminas y globulinas) en la proteína total es relativamente alta (25%). El grano
contiene además un 52% de prolamina (hordeína) y un 23% de glutelina. Tanto la calidad
proteica como la degradabilidad ruminal de la proteína (82%) son relativamente altas con
respecto a otros cereales. El efecto de la climatología y la productividad sobre el perfil de
aminoácidos es similar al descrito para el trigo.
Dada la escasa variación de la ED entre muestras de un mismo grano de cereal, en
general no se justifica el uso de ecuaciones de predicción para cada grano. No obstante,
para el caso de la cebada, por su mayor variabilidad, existen ecuaciones específicas para
predecir su valor energético en ganado porcino y aves.
Aves: EMA (kcal/kg MS) = 3780 - 114 FB (% MS);
r = -0,64; n = 25 (Lessire y Conan, 1990)
EMA (kcal/kg MS) = 2213 + 18,0 Alm (%MS) - 22,1 Cen (%MS); (CVB, 1994)
Porcino: ED (kcal/kg MS) = 4072 - 110 FB (% MS); (INRA, 1989)
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GRANO DE MAÍZ
El grano de maíz (Zea mays) es uno de los principales ingredientes de los piensos
compuestos en España (del orden de 3 mill. Tm/año), siendo particularmente apreciado por
su alto valor energético, palatabilidad, escasa variabilidad de su composición química y bajo
contenido en factores antinutritivos. Existen diferentes tipos de grano: dentado, flint (duro),
harinoso, dulce, pop y ornamental (pod), de los cuales el más utilizado en alimentación
animal es el primero. Se han seleccionado además líneas de alto contenido en grasa (10%),
en azúcar (10%, maíz dulce), en amilosa (80%, amilomaíz), en proteína (26%), o en lisina y
triptófano (opaco-2), pero su uso comercial está limitado por su baja productividad. Los
datos analíticos de la tabla adjunta corresponden a maíz dentado de origen nacional. El maíz
de origen USA tiende a tener un valor nutritivo ligeramente inferior, en parte por su mayor
contenido en humedad, y en parte por el deterioro (oxidación de grasa, vitaminas y
xantofilas, rotura de granos) que sufre durante los procesos de almacenamiento y transporte.
Los granos de maíz contienen como media un 83% en peso de endospermo, un 11%
de germen y un 6% de pericarpio. Alrededor del 50% del endospermo es de tipo córneo (más
denso y con mayor contenido en proteína que el endospermo harinoso). La proporción de
endospermo córneo es superior en granos de tipo duro y pop. La elevada proporción de
endospermo córneo es la causa principal por la que el maíz resulta poco fermentable por los
microorganismos del rumen.
El maíz es el grano de cereal de mayor valor energético, debido a su alto contenido
en almidón y grasa, y su bajo nivel de fibra. La proporción media de amilosa y amilopectina
es 25:75 pero en variedades de tipo céreo la proporción de amilopectina alcanza casi el
100%, mientras que en las de tipo amilomaíz o en el cultivar opaco-2 se reduce hasta el 20%.
La fracción fibrosa (8-9% FND) está concentrada en el salvado (82-92%) e incluye
principalmente celulosa y pentosanas. Su grado de lignificación es muy bajo. Como
consecuencia, el coeficiente de digestibilidad de la fibra es superior al de otros cereales
(cebada, trigo), especialmente en monogástricos. El maíz tiene un contenido apreciable de
grasa, siendo una buena fuente de ácido linoleico (1,8%). Por ello, tiene interés en dietas para
avicultura pobres en grasa. Sin embargo, su uso debe limitarse en animales en cebo para
evitar la producción de canales con grasa blanda.
El maíz es deficitario en proteína, que además no está bien equilibrada, especialmente
en lisina y triptófano. La fracción nitrogenada del grano tiene una baja proporción de
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proteínas metabólicas solubles (albúminas y globulinas, 6%) y alta de proteínas de reserva
(40% de glutelina y 54% de prolamina (zeína)). Esta última es muy insoluble y responsable
de la relativamente baja degradabilidad de la proteína en rumiantes (45%).
Al igual que otros cereales, el maíz es muy deficitario en calcio, sodio,
microminerales y vitaminas hidrosolubles. El contenido en fósforo es aceptable (0,27%) pero
en gran parte se encuentra en forma de fitatos poco disponibles. Además, el grano no
contiene fitasas activas. El maíz es una buena fuente de vitamina A y de xantofilas; contiene
mono y dihidroxipigmentos (luteína y zeaxantina) que son activos para dar color a la carne
de pollo y a yema de los huevos. Los niveles de xantofilas totales son especialmente altos en
el maíz plata argentino (26,2 vs 18,0 ppm en variedades normales). Los niveles más bajos de
xantofilas corresponden a maíces deteriorados, almacenados durante largos períodos de
tiempo (caso frecuente en el maíz USA).
La fermentabilidad ruminal del almidón aumenta con el procesado, especialmente
con tratamientos que incluyen vapor y presión, al aumentar la accesibilidad de los gránulos
de almidón a la digestión microbiana. La digestibilidad total del almidón también mejora con
el procesado del grano por molienda y más aún con vapor, especialmente en ganado vacuno.
En monogástricos, excepto en lechones, la gelatinización del almidón del maíz no parece
afectar a su digestibilidad. La molienda del grano tiene poco valor nutritivo para aves, al
disponer de molleja, pero es generalmente beneficiosa en cerdos, dado que no mastican
durante la ingestión. Un molido demasiado fino (<0,5 mm) reduce la palatabilidad y ha sido
relacionado con la aparición de úlceras de estómago en cerdos.
El maíz se cosecha con alrededor de un 28% de humedad. A menos que se deseque
rápidamente existe un riesgo de infestación con hongos. La humedad crítica para almacenar
el maíz sin riesgos aumenta con la temperatura (16% a 0ºC y 13% a 30ºC). Las principales
toxinas fúngicas son la zearalenona, tóxica en cerdas a niveles superiores a 3 ppm, y las
aflatoxinas, las más peligrosas, con umbrales de tolerancia entre 10 y 40 ppb según la
especie animal. Por otra parte, las partidas que se cosechan con un alto contenido en
humedad requieren un mayor tratamiento térmico para su desecación, lo que tiende a reducir
la digestibilidad de la lisina si el procesado no es correcto.
La inclusión de maíz afecta negativamente a la calidad del gránulo, debido a la
estructura vítrea del grano. Sin embargo, su utilización en piensos en harina para aves mejora
la estructura del pienso y su fluidez, tanto en fábrica como en granja.
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MAÍZ RICO EN ACEITE
Los programas de selección genética vegetal permiten obtener maíces hasta con un
22% de aceite. A nivel comercial se encuentran ya disponibles variedades que contienen
entre un 80 y un 120% más de aceite. Éstas variedades no son todavía comercializadas en
España debido a la escasa producción actual. De todas formas, dado el rápido desarrollo de
las mismas en Estados Unidos, su aparición en el mercado es sólo cuestión de tiempo.
Las nuevas variedades contienen más aceite, debido a su mayor proporción de
germen del grano a expensas del endospermo, y menos almidón (cuando la grasa aumenta
en un 80%, el almidón disminuye aproximadamente en un 5%). Además, se observa que a
mayor grasa se obtiene más proteína. Dado que la proteína del germen es de mayor calidad
que la proteína del endospermo, las nuevas variedades contienen algo más de lisina y
aminoácidos azufrados, que además, son ligeramente más disponible, al menos en aves.
Sin embargo, al igual que ocurre con el maíz estándar, la variabilidad es alta, lo que debe
ser tenido en cuenta en formulación.
Debido a su mayor contenido en aceite (3,6 vs 6,6%), el contenido energético de
estas nuevas variedades es superior. Se estima que por cada punto adicional de grasa, el
contenido en energía metabolizable para aves y porcino aumenta en aproximadamente 37 a
40 Kcal. Este valor es ligeramente inferior al que se obtiene en base a consideraciones
teóricas (Energía bruta de 9.400 Kcal y 4.400 Kcal por kg de grasa o almidón con un
coeficiente de digestibilidad del 92 y del 97%, respectivamente). Por ello, el contenido en
EM de estas nuevas variedades es entre un 4 y un 8% superior al de las variedades
tradicionales.
El maíz rico en aceite presenta un perfil en ácidos grasos diferente al del maíz
estándar. El porcentaje en ácido oleico es superior, a expensas del porcentaje en ácido
linolénico y sobre todo en linoleico. No obstante, dado su mayor contenido graso, el
contenido en todos los ácidos grasos, incluido el linoleico, es superior. Esta característica
resulta beneficiosa en el caso de monogástricos jóvenes y ponedoras pero puede afectar
negativamente a la calidad de la canal en broilers y porcino cebo y perjudicar el
funcionamiento del rumen. Dado su mayor contenido en aceite, las nuevas variedades en
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maíz contienen más vitamina E y su nivel de xantofilas es ligeramente superior
(aproximadamente un 5%).
El maíz rico en aceite mejora el rendimiento del molino (entre un 5 y un 9%) y
reduce la formación de polvo. Además, a igualdad de producción, mejor la calidad del
gránulo en fórmulas isoenergéticas.
Desde un punto de vista comercial, el mayor problema de estas nuevas variedades
es que precisan mantener su identidad a lo largo del todo proceso productivo y de
distribución. Recolección, transporte y almacenaje en fábricas deben hacerse por separado,
lo que complica y encarece notablemente la logística. Además, dado que no hay forma de
diferenciar visualmente ambas variedades, se exige un control rápido a pié de fábrica a fin
de separar ambos productos. Por tanto, estas variedades, que además son ligeramente
menos productivas, requieren un precio de venta extra (en torno a las 400 Pts/Tm).
Al ser un producto nuevo, la información sobre el mismo es escasa, particularmente
en rumiantes y especies alternativas. Araba et al. (1998) recomiendan la siguiente ecuación
para estimar el valor en Energía Metabolizable Verdadera en aves de las variedades de
maíz rico en aceite:
EMVn (Kcal/kg MS) = 3623 + 99,5 EE (%) - 3,9 [EE(%)]2
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GRANO DE SORGO
El sorgo es el cuarto grano de cereal más utilizado en la fabricación de piensos en España,
con un consumo anual de unas 500.000 Tm, en su mayoría procedentes de USA y Argentina. Al
igual que en el caso del maíz se han seleccionado variedades de tipo céreo, harinoso, dulce o ricas
en lisina, aunque su utilización en alimentación animal es escasa.
El sorgo es el único cereal en el que ciertas variedades son capaces de sintetizar cantidades
relativamente altas de taninos condensados, que se localizan principalmente en el pericarpio. Estas
sustancias están compuestas por polímeros de unidades de catequina unidas por enlaces débiles C-
C, y son capaces de unirse y precipitar proteínas en medio acuoso. Las variedades ricas en taninos
(de color pardo) son cultivadas en zonas áridas por sus ventajas agronómicas: resistencia a la
sequía, pájaros, insectos e infección por hongos. Todas las variedades de sorgo contienen ácidos
fenólicos, y la mayoría flavonas, pero sólo los sorgos "marrones" contienen taninos condensados.
Su principal efecto sobre el valor nutritivo es reducir la utilización digestiva de los aminoácidos.
Los taninos son parcialmente absorbidos en la pared intestinal y parecen requerir un suplemento de
metionina para ser metabolizados y excretados en la orina. Por otra parte, la absorción de taninos
se ha relacionado con alteraciones en la matriz orgánica de los huesos que dan lugar a problemas
de fracturas. Las variedades de grano amarillo (sorgos blancos, < 0,25% taninos) son las más
utilizadas en alimentación animal, y a ellas corresponden los valores del cuadro adjunto. Su valor
nutritivo es notablemente superior al de las variedades ricas en taninos, del orden de un 5-10% en
valor energético y de un 10-15% en digestibilidad de la proteína. El valor nutritivo de los sorgos
blancos procesados por calor es de un 93-95% tomando como referencia al grano de maíz.
El grano está compuesto por un 6, 84 y 10% de pericarpio, endospermo + aleurona y
germen, respectivamente. Más de la mitad del endospermo es de tipo córneo, que se caracteriza por
un menor tamaño de los gránulos de almidón, y por estar éstos envueltos estrechamente por una
matriz proteica de tipo continuo, compuesta de glutelina y prolamina altamente insolubles. Como
consecuencia, el sorgo es el cereal más resistente a la fermentación microbiana y en el que más se
valoran, en rumiantes, los métodos de procesado que permiten romper la estructura del
endospermo, facilitando la digestión de la proteína y del almidón.
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El contenido medio de almidón del grano de sorgo es de un 63,8%. En variedades
comerciales la relación amilosa:amilopectina es de 20:80. En el caso de variedades de tipo
céreo, la proporción de amilopectina alcanza el 100%. Estas últimas son más digestibles,
como consecuencia de que las moléculas de amilopectina, más grandes y ramificadas,
resultan más susceptibles a la ruptura de los enlaces entre las cadenas de glucosa cuando el
grano se fractura. El sorgo contiene también pequeñas cantidades de monosacáridos libres
(0,4%), sacarosa (1%) y oligosacáridos (0,3%). La fracción fibrosa (10% FND) está muy
poco lignificada (0,7% LAD). y está compuesta principalmente de celulosa, hemicelulosas
y pentosanas. El sorgo tiene un apreciable nivel de grasa (3%), aunque inferior al del maíz.
Su contenido en ácido linoleico es también inferior y carece de xantofilas.
La concentración de proteína es algo superior a la del maíz y también más variable. La
proporción de albúminas, globulinas, prolamina (kafirina), y glutelinas es de un 5,7; 7,1; 52,7 y
34,4%, respectivamente. Las proteínas del endospermo (prolamina y glutelinas) son ricas en
prolina, ácido glutámico y aspártico, y deficitarias en lisina y treonina. Existen variedades
seleccionadas por su contenido en lisina (52% superior a la media), pero son poco productivas. La
fertilización nitrogenada supone un incremento de la proporción de nitrógeno y prolamina y un
descenso de la de lisina y de la degradabilidad ruminal en el conjunto del grano.
Tasas altas de incorporación de sorgo oscurecen el pienso, lo que no es bien aceptado en
algunas regiones. El grano es de pequeñas dimensiones (4 x 2 x 2,5 mm). Si no se moltura bien su
digestibilidad disminuye, al atravesar la matriz granos enteros que no serán digeridos por el
animal. Si se muele excesivamente origina pienso pulverulento, de escasa palatabilidad. Existen
varios métodos de determinación de taninos. Sólo los basados en la propiedad de precipitar las
proteínas están bien correlacionados con los efectos antinutricionales.
Se han obtenido ecuaciones para la predicción del valor energético del sorgo en avicultura
en función de su contenido en taninos:
Ecuaciones de predicción del valor energético:
Aves: EMA (Mcal/kg MS) = 3,87 - 0,40 taninos (% MS)(Lessire y Conan, 1990)
EMA (Mcal/kg MS) = 3855 - 394 taninos (% MS)(CVB, 1998)
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GRANO DE TRIGO
El trigo es el tercer cereal más utilizado en la fabricación de piensos en España (del
orden de 1 millón de Tm/año). Los datos presentados corresponden a variedades de trigo
blando (Triticum aestivum, hexaploide) de origen nacional. Recientemente se ha constatado
un incremento en el uso de trigo duro (Triticum durum, tetraploide) para la alimentación
animal, aunque normalmente se presenta en mezclas con trigo blando. El trigo duro tiene un
menor valor energético al contener menos almidón y más fibra. Su contenido proteico es, en
cambio, superior. En España hay un consumo significativo de trigo de origen inglés y
francés. Con respecto al producido en España, la principal diferencia es su contenido más
alto en humedad. A igualdad de materia seca, los trigos inglés y francés tienden además a
tener una mayor concentración de almidón y menor de proteína.
El grano contiene un 2-3% de germen, un 13-17% de salvado (incluyendo la
aleurona) y un 80-85% de endospermo. El endospermo es fundamentalmente de tipo
harinoso (80%) y la matriz proteica es más fácilmente degradable que la del maíz, por lo que
tanto la proteína como el almidón del trigo son altamente fermentables en el rumen. La
proporción de endospermo córneo aumenta, y la degradabilidad ruminal disminuye, en las
variedades de trigo duro.
El principal hidrato de carbono del trigo es el almidón (66% MS), compuesto en un
25% por cadenas lineales de amilosa. El grano tiene también un contenido significativo de
azúcares simples y oligosacáridos solubles (4%). Como consecuencia, niveles altos de trigo
suponen riesgo de acidosis en dietas de rumiantes. La proporción de fibra (12% FND) es
algo superior a la del maíz, pero está también poco lignificada. La fracción fibrosa contiene
un 4-5% de pentosanas (cadenas de xilano con enlaces ß 1-4 y ramificaciones de arabinosa)
y un 0,5-1% de ß-glucanos (cadenas de glucosa de estructura helicoidal con enlaces ß 1-3 y ß
1-4), fácilmente digestibles en rumiantes, porcino y conejos, pero de menor valor nutritivo en
avicultura, especialmente en pollitos jóvenes.
La utilización de trigos nuevos (recién cosechados) ha sido relacionada con una
mayor incidencia de enteritis necrótica y heces pastosas en pollos. Este efecto podría
explicarse por un mayor desarrollo de clostridios en el aparato digestivo, que estaría ligado a
su mayor contenido en fibra soluble y a la mayor viscosidad del contenido digestivo. En
estas circunstancias, puede tener interés el uso de enzimas (pentosanasas y, en menor
medida, ß-glucanasas) con objeto de reducir la viscosidad. Los problemas de enteritis
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parecen ser mayores cuando el grano tiene un alto contenido en humedad, por lo que se
recomienda dejar que este tipo de trigos se "asienten" antes de ser utilizados.
El mayor contenido en fibra, unido a un menor contenido en grasa (2%), ácido
linoleico (0,8%) y a la ausencia de pigmentos implica un valor nutritivo que, aunque
elevado, es ligeramente inferior al del maíz, sobre todo en avicultura. En contrapartida, altos
porcentajes de trigo en el pienso dan lugar a canales de mayor calidad (grasa consistente).
La concentración de proteína del trigo es superior a la del maíz pero también es más
variable en función del abonado o de la climatología. El contenido proteico está
correlacionado negativamente con la productividad y el de aminoácidos esenciales con el de
proteína, como resultado de cambios en la proporción relativa de los distintos tipos de
proteínas. Las proteínas de reserva del endospermo: gliadina (prolamina) y glutenina
(glutelina) tienen un contenido mayor de ácido glutámico y prolina que las proteínas solubles
del germen y salvado (albúminas y globulinas). La concentración de éstas últimas (más ricas
en lisina que las proteínas del endospermo) es ligeramente superior en el trigo (15%) que en
el maíz, y en el trigo blando que en el trigo duro.
El trigo presenta carencias en minerales y vitaminas similares a otros cereales. La
utilización del fósforo en monogástricos es relativamente alta (50%), al poseer el grano
fitasas endógenas. No obstante, debe tenerse en cuenta que las fitasas son termolábiles y se
destruyen cuando el trigo se granula a altas temperaturas. En cambio, la disponibilidad de la
biotina es muy baja en aves (10% vs 100% en el grano de maíz).
El procesado del trigo tiene un efecto limitado en rumiantes, ya que tanto la
fermentabilidad como la digestibilidad del grano son bastante elevadas. En ganado porcino
no parece haber respuestas al tratamiento por calor cuando el pienso se presenta granulado,
excepto en lechones. En aves no parece haber efecto de la molienda, granulación o
tratamiento con vapor, excepto en pollitos jóvenes. Una molienda excesiva del grano,
especialmente en el caso de trigos duros, origina problemas de empastamiento del pico en
aves y problemas digestivos (úlceras, formación de bolas pastosas) en porcino.
El trigo es muy palatable en todas las especies. Su inclusión en los piensos mejora la
consistencia del gránulo en relación al grano de maíz. Por esta razón, se establece a veces un
mínimo de inclusión de trigo en algunas fórmulas. El trigo es el cereal que presenta una
composición química más variable. Esto es debido a diferencias en las condiciones
climáticas de producción y entre variedades. En este sentido, el uso de enzimas podría estar
justificado para reducir las variaciones de calidad entre partidas.
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GRANO DE TRITICALE
El triticale (x Triticum-secale) es un cereal sintético obtenido a partir de la
hibridación de trigo (principalmente variedades de trigo duro) y centeno. El objetivo inicial
fue combinar el elevado valor energético y contenido proteico del trigo con la rusticidad
agronómica y calidad proteica del centeno.
Las primeras variedades obtenidas en los años 60 tenían una concentración proteica
muy elevada (del orden del 18%). Este valor es, sin embargo, engañoso, pues estaba
relacionado con una alta incidencia de granos "arrugados". Estos granos se caracterizan por
la presencia de cavidades en el endospermo que dan lugar a una baja densidad, un bajo
contenido en almidón y, por efecto de dilución, a un mayor nivel proteico. Este problema se
ha reducido en gran parte en las variedades actuales, aunque se sigue presentando en
triticales cultivados en áreas marginales; a cambio, el contenido proteico ha disminuido hasta
valores próximos al 12%.
La selección genética en los últimos años ha reducido al mínimo los problemas de
presencia de cornezuelo. Las nuevas variedades son más rústicas y más productivas que el
trigo en condiciones de suelos ácidos, pobres en cobre o que presenten toxicidad por
aluminio. El grano de triticale tiene actualmente un valor nutritivo intermedio entre el de
centeno y el de trigo, pero más próximo a éste último, especialmente cuando se cultiva en
zonas fértiles. La producción española de triticale ha aumentando en los últimos años, siendo
actualmente del orden de 125.000 Tm/año, obtenidas principalmente en Andalucía
Occidental y Extremadura, en zonas donde los rendimientos del trigo no son elevados.
El contenido medio de almidón del grano es de un 56%, intermedio entre trigo y
centeno, con un 23% de amilosa. Los niveles y tipos de fibra y de grasa son también
intermedios entre ambos. De la misma forma, la incorporación de enzimas mejora su valor
nutritivo y reduce los efectos negativos de la fibra soluble, en especial en piensos para aves.
El contenido proteico total del triticale es similar al del trigo, y, por tanto, superior al
de otros granos de cereales. La proporción de albúminas y globulinas (27% del total de
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proteína) es casi tan elevada como en el centeno, y bastante superior a la del trigo, maíz y
sorgo, mientras que la de prolamina (29%) es relativamente baja. Como consecuencia, la
concentración de lisina es aproximadamente un 30% superior a la del trigo. La digestibilidad
de los aminoácidos esenciales parece estar, sin embargo, más próxima al trigo que al
centeno, por lo que la calidad proteica del triticale es superior a la media de los cereales de
los que procede.
Como en el resto de cereales, su contenido en calcio es bajo y es relativamente alto
en fósforo, potasio, zinc y manganeso. La disponibilidad del P es alta debido a la presencia
de fitasas endógenas, y se reduce considerablemente por efecto del granulado o del
tratamiento térmico (>70 ºC).
El triticale favorece la calidad del gránulo. Su contenido en factores antinutritivos
(pentosanas, N-alquil-resorcinol y factores antitrípsicos) es inferior al del centeno, y los
límites de inclusión en el pienso son, por tanto, más elevados. No obstante, cuando las
cantidades que se van a incorporar son altas, conviene incorporar el triticale e forma
fraccionada.
Flores et al. (1994) han estudiado la predicción del valor energético para aves del
triticale, en una población de 18 variedades cultivadas en nuestro país con un rango de EMV
comprendido entre 3.360 y 3.650 kcal/kg MS, obteniendo la mejor ecuación a partir del
contenido en almidón del grano:
EMVn (kcal/kg MS) = 1374 + 33,6 Almidón (% MS);
R2 = 0,64 P < 0,001