CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

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CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN Oficina Regional para América Latina y el Caribe Oficina de Actividades para los Trabajadores - ACTRAV Proyecto “Seguridad Social para Organizaciones Sindicales SSOS” P P R R O O Y Y E E C C T T O O S S E E G G U U R R I I D D A A D D S S O O C C I I A A L L P P A A R R A A O O R R G G A A N N I I Z Z A A C C I I O O N N E E S S S S I I N N D D I I C C A A L L E E S S - - S S S S O O S S www.oit.org.pe/ssos Materiales adaptados a la formación a distancia del Proyecto de Seguridad Social para Organizaciones Sindicales 2008 (Proyecto SSOS) http://white.oit.org.pe/ssos/

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CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

Oficina Regional para América Latina y el Caribe

Oficina de Actividades para los Trabajadores - ACTRAV

Proyecto “Seguridad Social para Organizaciones Sindicales – SSOS”

PPPRRROOOYYYEEECCCTTTOOO

“““SSSEEEGGGUUURRRIIIDDDAAADDD SSSOOOCCCIIIAAALLL PPPAAARRRAAA OOORRRGGGAAANNNIIIZZZAAACCCIIIOOONNNEEESSS

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www.oit.org.pe/ssos

Materiales adaptados a la formación a distancia del Proyecto de Seguridad

Social para Organizaciones Sindicales 2008 (Proyecto SSOS)

http://white.oit.org.pe/ssos/

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Documentos base para la elaboración del módulo: material de formación del Centro Internacional de

Formación de la OIT 2006 - Documento base patrocinado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de la

República Italiana. Tesis doctoral ―Seguridad Social, Pobreza y Sector Informal en América Latina‖, de

Jesús García Jiménez, Universidad Complutense de Madrid.

Esta publicación goza de la protección de los derechos de propiedad intelectual en virtud del protocolo 2

anexo a la Convención Universal sobre Derecho de Autor. No obstante, ciertos extractos breves de

estas publicaciones pueden reproducirse sin autorización, con la condición de que se mencione la

fuente. Para obtener los derechos de reproducción o de traducción, deben formularse las

correspondientes solicitudes a la Organización Internacional del Trabajo y al Centro Internacional de

Formación de la OIT, solicitudes que serán bien acogidas.

Coordinación y redactado de esta adaptación: Jesús GARCÍA JIMÉNEZ

Desarrollo pedagógico y actividades de esta adaptación: Maribel Micaela TONDER GIRALDO

Materiales Centro Internacional de Formación de Turín (CIF):

Coordinación: Vinicius PINHEIRO

Autores: Álvaro CASTRO GUTIERREZ, Juan YERMO y Vinicius PINHEIRO

Desarrollo pedagógico y actividades: Julieta LEIBOWICZ y Mónica LISA

Gráfica : Maurizio COSTANZA

Las denominaciones empleadas, en concordancia con la práctica seguida en las Naciones Unidas, y la

forma en que aparecen presentados los datos en las publicaciones del Centro no implican juicio alguno

por parte de la OIT o del Centro Internacional de Formación de la OIT sobre la condición jurídica de

ninguno de los países, zonas o territorios citados o de sus fronteras.

La responsabilidad de las opiniones expresadas en los artículos, estudios y otras colaboraciones

firmadas incumbe exclusivamente a sus autores, y su publicación no significa que la OIT las comparta.

Las referencias a firmas o procesos o productos comerciales no implican aprobación alguna por la OIT

o el Centro Internacional de Formación (CIF) de la OIT, y el hecho de que no se mencionen firmas o

procesos o productos comerciales no implica desaprobación alguna.

Centro Internacional de Formación de la OIT

Viale Maestri del Lavoro, 10 - 10127 Turín, Italia

E-mail: [email protected]

URL: http://www.itcilo.org

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UNIDAD DIDÁCTICA 1

PROGRAMAS Y REGÍMENES DE PENSIONES

INTRODUCCIÓN Propósito principal ... 5 Objetivos generales . 6 Presentación ............. 7 Descripción del módulo 8 Organización del programa 9

CAPÍTULO I

1. Los sistemas de pensiones…………………………………………………………………………….. 11

1.1 Evolución……………………………………………………………………………………………. 12

1.2 La protección del ingreso en la tercera edad…………………………………………………….. 12

2. Prestaciones………………………….………………………………………………………………….. 15

2.1 Prestaciones de vejez ………………………………………………………………………………. 21

2.2 Prestaciones de invalidez y sobrevivientes………………………………………………………. 26

CAPÍTULO II

3. Cobertura ……………………………………………………………................................................... 33

CAPÍTULO III

4. Financiamiento……………………………………………………………………………………………. 41

CAPÍTULO IV

5. Edad de retiro………………………………. ……………………………………………………………

CAPÍTULO V

46

6. Ajuste de las pensiones………………………………………………………………………………….. 50

7. Pensiones mínimas………………………………………………………………………………………. 56

7.1 Características generales de los beneficios mínimos…………………………………………… 51

7.2 Incentivos diversos…………………………………………………………………………………... 56

7.3 Tipos de garantías…………………………………………………………………………………… 59

7.4 Análisis de los diferentes programas……………………………………………………………… 62

7.5 Efectividad de las pensiones mínimas en la reducción de la pobreza………………………… 69

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4

UNIDAD DIDÁCTICA 2

LA REFORMA DE LAS PENSIONES: UN BALANCE

CAPÍTULO I

1. La reforma de las pensiones…..……………………………………………………………………….. 76

1.1 La situación en los países de la OCDE.…………………………………………………………. 77

1.2 La situación en América Latina………………..………………………………………………….. 79

CAPÍTULO II

2. La reforma de las Pensiones: un análisis más detallado .…………………………………………..

84

2.1 Sobre las reformas estructurales…….……………………………………………………………. 96

2.2 Sobre las reformas paramétricas…………………………………………………………………. 107

CAPÍTULO III

3. Principales resultados de las reformas en América Latina.……...................................................

110

4. Los caminos a seguir…….………………………………………………………………………………. 127

BIBLIOGRAFÍA

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5

Orientar y/o asesorar desde una perspectiva sindical, para cumplir con los objetivos y principios de la

seguridad social, asegurando el desarrollo sostenible del sistema y su administración, eficaz, eficiente y

confiable.

Proponer directrices estratégicas sobre seguridad social en pensiones.

Planificar las estrategias para la seguridad social en pensiones.

Supervisar y evaluar el desarrollo de las estrategias para la seguridad social en pensiones.

Promover iniciativas en mejora del marco normativo de la seguridad social en pensiones.

Para poder estudiar este módulo satisfactoriamente, usted debería poseer conocimientos generales y

experiencias básicas sobre:

Participación y Acción Sindical

Actividades de representación en foros participativos

Sistemas de representación de los interlocutores sociales.

PROPÓSITO PRINCIPAL:

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6

Al finalizar el estudio de este módulo, usted será capaz de:

Identificar los aspectos más importantes de los sistemas de

pensiones.

Identificar, analizar y proponer cuestiones referidad al sistema de

pensiones de su país.

Proporcionar asesoramiento técnico-sindical en su organización

sindical

Proporcionar información básica en pensiones a las bases de su

organización sindical.

OBJETIVOS GENERALES

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7

A continuación se desarrollará el al programa de formación a distancia en

“Seguridad Social para organizaciones Sindicales – SSOS”, Módulo

Pensiones invalidez, vejez y supervivencia)

Este Módulo está organizado en dos unidades didácticas, en la primera, se

aborda los programas y regímenes de pensiones desde su evolución hasta las

pensiones mínimas.

En la segunda parte, se desarrolla la reforma de las pensiones desde la situación

de los países de la OCDE para culminar en los resultados de las reformas en

América latina y los caminos a seguir.

Finalmente, se concluye con una amplia bibliografía consultada en el desarrollo del presente material de

formación a distancia.

PRESENTACIÓN

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8

El módulo ha sido diseñado para ser estudiado vía ―on-line‖. El diseño toma en cuenta

la metodología para que usted aprenda de forma didáctica a través de ayuda gráfica,

colores e imágenes que le facilite la aprehensión de los contenidos de manera ágil y

amena.

Los textos están divididos en columnas con la finalidad de evitar el cansancio del

músculo ocular como cuando se lee a través de líneas extensas. Las facilidades

externas están dadas, ahora sólo falta su cuota importante de predisposición y voluntad

para adquirir este conocimiento. Adelante.

DESCRIPCIÓN DEL PROGRAMA

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El Módulo de Formación a Distancia “Seguridad Social para organizaciones Sindicales –

SSOS” – Módulo Pensiones, está organizado en dos unidades didácticas, cada uno de ellas

presentan capítulos y actividades que serán desarrolladas en el tiempo que se sugiere en el

siguiente recuadro:

UNIDAD DIDÁCTICA

TEMAS Nº DE ACTIVIDADES

Número de semanas

FECHA DE ENTREGA

1

PROGRAMAS Y REGÍMENES DE PENSIONES

CAPÍTULO I

Los sistemas de pensiones

2

5

CAPÍTULO II

Cobertura

1

CAPÍTULO III

Financiamiento

1

CAPÍTULO IV

Edad de retiro

1

CAPÍTULO V

Ajuste de las pensiones

2

2

LA REFORMA DE LAS PENSIONES: UN BALANCE

CAPÍTULO I

La reforma de las pensiones

1

3

CAPÍTULO II

La reforma de las pensiones : un análisis detallado

3

CAPÍTULO III

Principales resultados de las reformas en América Latina

Los caminos a seguir

3

Bibliografía

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PROGRAMAS Y REGÍMENES DE PENSIONES

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1. LOS SISTEMAS DE PENSIONES

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Debemos dedicar un tiempo a repasar el capítulo específico del módulo inicial sobre

Modelos de Financiación de un Sistema de Seguridad Social: Efectos sociales de las

alternativas de Reforma.

La protección del ingreso en la tercera edad

Antes de entrar en consideraciones particulares y analizar situaciones

y experiencias de diversos países, es importante tener presente los

objetivos principales de un sistema de pensiones1.

Estos objetivos se pueden enumerar de la siguiente manera:

la protección económica en la vejez, durante los

períodos de incapacidad, o cuando muere le sostén

familiar;

el suministro de ingresos de sustitución por retiro voluntario o involuntario para

todos aquellos que han cotizado al sistema;

el ajuste periódico de esos ingresos de sustitución, para compensar la inflación y mejorar el

nivel de vida;

la extensión de la protección a toda la población.

Sin embargo, estos objetivos son a veces considerados como ―expresiones de buenas

intenciones‖ (doctrinarias o políticas).

Un buen número de interrogantes surge de una reflexión sobre los objetivos, como por ejemplo:

¿Quién debe recibir una pensión?

¿De cuanto debe ser su cuantía?

¿Quién debe pagar cotizaciones?

¿De qué monto deben de ser éstas?

¿De qué tipo debe de ser la gestión de los regímenes de pensiones, ya sean públicos que privados?

¿A qué edad se debe jubilar una persona?

¿Los regímenes de pensiones deben ser universales y obligatorios, o deben ser facultativos y

selectivos?2

1 Para un cuadro completo de los principios, conceptos básicos e historia de la seguridad social se sugiere consultar el Módulo A de este curso. 2 Ver: Alvaro Castro Gutiérrez: “La evolución de las reformas en la seguridad social”, Estudios de la Seguridad Social, núm. 88, AISS, Buenos Aires, 2001.

Evolución

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Indudablemente, no es sencillo proporcionar respuestas simples y satisfactorias a los interrogantes apenas

planteados. Muchos principios son fáciles de enunciar, y mucho se ha dicho y hecho en propósito. Las

declaraciones (de principios) no faltan, en cualquier país que uno considere; bajo forma de plataformas de

gobierno, de programas de partidos políticos, de planes y objetivos de los sectores interesados.

Aunque una ley sea ejemplar, no significa que sea una ley cuya aplicación práctica refleje

las intenciones de sus autores o que, mucho menos, llegue a alcanzar de veras los propósitos

deseados. Poner en práctica los principios es a veces muy difícil, sobre todo en sociedades

heterogéneas y en las que los recursos económicos son muy limitados. Aunque esto último

no constituye una justificación, ya que algunos países, no precisamente ricos, disponen de

sistemas de protección social ejemplares.

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Mencione tres puntos que contribuirían a la protección del ingreso en la

tercera edad en su país. Explique brevemente.

………………………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………

…………………………………………………………………………………………………………………………

Si desea discutir este tema con otros/as participantes en el curso, le invitamos a

exponer sus ideas en el foro. Si necesita información adicional, acceda a los

documentos disponibles en la Biblioteca virtual o bien envíe un mensaje a su

tutor/a.

AACCTTIIVVIIDDAADD

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2. PRESTACIONES

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PRESTACIONES DE LARGA DURACIÓN: VEJEZ, INVALIDEZ,

SUPERVIVENCIA SEGÚN NORMAS OIT

C 102 partes V, IX y X - C128 y R 131.

CARACTERÍSTICAS COMUNES:

Identificación previa de las tasas de sustitución/reemplazo previstas en función de los

periodos de calificación descritos (prestación definida).

Cuantía mínima en tanto por ciento (porcentaje de sustitución) y, en su caso, en cifra

absoluta mínima de subsistencia.

Deben pagarse durante todo el transcurso de la contingencia.

Deben ser objeto de revisión conforme a la evolución del coste de la vida.

Las prestaciones deberán consistir en pagos periódicos calculados en función de reglas

prescritas.

Las aportaciones del trabajador al sistema de pensiones no debe exceder del 50% del total

de dichas contribuciones.

Participación - Cuando la administración no esté confiada a una institución pública,

representantes de las personas protegidas deberán participar en la administración o estar

asociados a ella, con carácter consultivo.

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PRESTACIONES DE LARGA DURACIÓN: VEJEZ, INVALIDEZ,

SUPERVIVENCIA

C 102 partes V, IX y X - C128 y R 131.

VEJEZ

Personas protegidas: 50% de salariados, o 20% de la PEA, o todos

los residentes que no excedan un determinado límite de recursos (102);

todos los asalariados o el 75 % de la PEA para el C128.

La R.131 establece que debería extenderse, por etapas, la cobertura a las

personas cuyo empleo sea ocasional, así como a toda la PEA.

Prestaciones: Para el periodo de calificación máxima: 40% de un

salario de referencia (102); 45% (128); 55% (R.131). Debe saberse, por

tanto, desde el inicio, cual es la tasa de sustitución o de reemplazo, a partir

del número de años de cotización que el sistema defina como requeridos.

Es decir, debe ser un sistema de "prestación definida".

La legislación nacional debería fijar un monto mínimo de prestaciones de

vejez a fin de asegurar un nivel mínimo de vida

C.102 y 128, sientan el principio de la revisión de las prestaciones en

función de las variaciones del coste de la vida. Se limitan a enunciar el

principio, y dejan al Estado la definición del método y periodicidad de la

revalorización de las pensiones.

Las pensiones causadas deben tener carácter vitalicio en forma de pagos

periódicos.

Condiciones:

Edad: La edad prescrita no debiera superar los 65 años (C102 y C128),

aunque se autoriza la fijación de una edad más elevada en función de

criterios específicos (capacidad de trabajo del adulto mayor – 102 -, o

criterios demográficos, económicos y sociales justificados por estadísticas –

128)

El C128 y la R131 habla de la necesidad de establecer coeficientes

reductores en la edad de 65 años para determinadas profesiones penosas o

insalubres.

Periodo de calificación: debe identificarse, un periodo de calificación mínimo

(15 años – con prestación reducida) y otro máximo (20 años de residencia o

30 de cotización) con los que poder acceder a la jubilación. Con el periodo

máximo debe identificarse una pensión mínima.

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INVALIDEZ

Personas protegidas: idem ―vejez‖

Prestaciones: Pago periódico calculado conforme

reglas prescritas – 40% del salario de referencia (102); o

50% (C128), ó 60% (R131).

La R.131 contempla la posibilidad de fijar montos mínimos

a fin de asegurar al beneficiario un nivel mínimo de vida.

Duración: durante todo el transcurso de la contingencia o

hasta que sean sustituidas por una prestación de vejez.

El C128 contempla, además de prestaciones pecuniarias,

servicios de readaptación profesional.

Condiciones: Máximo: 15 años de empleo o de

cotizaciones, o 10 años de residencia. Como en vejez,

cuando las prestaciones estén subordinadas al

cumplimiento de un periodo mínimo de cotización o de

empleo, deberá garantizarse una prestación reducida, por

lo menos, a las personas que hayan cumplido un periodo

de 5 años de cotización, empleo o residencia.

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SUPERVIVENCIA

Personas protegidas: idem ―vejez‖

Para hijos – en la edad de asistencia obligatoria a la

escuela o al que tiene menos de 15 años.

Para viuda (con una determinada edad, o incapacidad) –

La prestación puede quedar condicionada a la presunción

de que carece de otros medios posibles de vida.

La R.131 anima a los Estados a conceder al viudo

inválido y a cargo los mismos derechos que los

reconocidos a las viudas.

Prestaciones: Para una viuda con dos hijos 40% del

salario de referencia (102); ó el 45% (128); ó el 55%

(R.131). Revisadas conforme a la evolución del coste de

la vida.

Duración: todo el transcurso de la contingencia

Condiciones: idem ―invalidez‖

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Un elemento general que se debe considerar es el tipo de programa,

que puede ser:

Seguridad social contributiva (prestaciones relacionadas con los salarios

percibidos en la vida laboral).

fondos privados de pensiones (prestaciones relacionadas con las

cotizaciones pagadas);

prestaciones universales; de carácter no contributivo.

prestaciones sujetas a prueba de recursos;

otros programas de provisión de ingresos.

Los principales elementos específicos que determinan las prestaciones,

son:

las condiciones de calificación para la elegibilidad (requisitos mínimos);

el salario o ingreso de referencia, en los regímenes de prestación

definida;

el monto básico de la prestación, y los incrementos según la situación

particular del beneficiario en cuanto a su ancianidad laboral y niveles

salariales;

la edad de retiro (pensiones de vejez);

el grado de incapacidad (pensiones de invalidez);

la composición o situación familiar;

índices de precios o de salarios (para el ajuste de las pensiones);

otras condiciones específicas (lugar geográfico de trabajo, tipo de

actividad laboral, etc.).

En base a los elementos anteriores se determina el tipo (prestaciones

de vejez, de invalidez y de sobrevivientes) y el nivel (es decir el monto) de

las prestaciones.

2. PRESTACIONES

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2.1 Prestaciones de vejez

En lo que respecta las prestaciones de vejez, o de retiro por edad alcanzada, o por tiempo de servicio,

caben algunos comentarios preliminares importantes. Estas acotaciones valen para los regímenes de

prestaciones o de beneficios definidos.

Las prestaciones que se establecen en función de los ingresos se determinan casi siempre tomando en

cuenta salarios promedio.

En algunos países se calcula el promedio en función del ingreso bruto, es decir, incluyendo otros

ingresos adicionales al salario del/de la trabajador/a (horas extra, bonificaciones, etc.). En otros países se

calcula el promedio a partir del salario neto.

En otros países se consideran categorías de salarios, en vez de niveles de salarios efectivos; las

clases de salarios se pueden establecer a determinadas categorías profesionales, o a niveles de

salarios, es decir, según los montos de los mismos. El cómputo se efectúa, en este último caso y por

razones prácticas, tomando el punto medio o salario mediano de cada clase de salarios.

Diferentes métodos se pueden aplicar para compensar el efecto, sobre el monto de la prestación, de

salarios promedios muy bajos, resultantes de bajos ingresos en los primeros años de actividad laboral o por

períodos de ausencia de cotización debido a, por ejemplo, desempleo o servicio militar, al igual que por los

efectos debidos a los aumentos de precios e inflación. Un método puede ser la exclusión, en el cálculo de

la pensión, de los períodos con más bajos ingresos, incluyendo los períodos con ningún salario.

En muchos regímenes, el período considerado para el cálculo del salario promedio de referencia para

la pensión se limita a los últimos años de cotización, o a un cierto número de años durante los cuales

el/la trabajador/a ha obtenido los mejores salarios.

Otros regímenes contemplan la revalorización, o ajuste, de todos los salarios anteriores sujetos a

cotización, mediante la aplicación de un índice que se refiere usualmente al índice de ajuste de

salarios o al costo de vida.

Otros, al contrario, fijan salarios hipotéticos, o teóricos, antes de una cierta fecha de referencia. Esto

es común en economías altamente inflacionarias en el pasado, con el objeto de dar sentido al valor

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real de los salarios devengados en épocas en las que los niveles de esos salarios habían representado

montos completamente irrisorios.

El establecimiento del nivel de la prestación de vejez obedece a un mecanismo establecido en la ley,

denominado “Fórmula de la pensión”.

Existe una gran variedad de fórmulas de pensión. Generalmente se parte de un mínimo establecido y

garantizado a los derechohabientes, más incrementos de acuerdo a los años de cotización y a los

montos de los salarios devengados. Generalmente se fijan mínimos y máximos.

A continuación se proporcionan tres ejemplos sencillos de fórmula de pensiones, que ilustran los

criterios adoptados en diversas instancias (diversos países o diversos regímenes de un mismo

país):

a. Base: 20% „S‟ por los primeros 15 años de cotización, más 1.33% „S‟ por año de cotización que

excede los primeros 15 años de cotización; máximo 80% „S‟.

b. Base: 50% „S‟ por los primeros 25 años de cotización, más 1% „S‟ por año de cotización que

excede los primeros 25; máximo 60% „S‟.

c. 16% „S‟ por los primeros 10 años de cotización, más 2% „S‟ por año de cotización que

excede los primeros 10; máximo 40% „S‟.

En las cuales „S‟ = salario de referencia para el cálculo de la pensión.

La edad legal de retiro es un elemento importante que incide en la determinación del nivel de las

prestaciones de vejez que el régimen pagará a sus beneficiarios, y por ende en el costo de un sistema de

pensiones.

La decisión sobre la edad de retiro constituye un elemento crucial que influye en las reformas de los

regímenes de pensiones, ya sean éstas reformas paramétricas o reformas estructurales.

Lo anterior es debido al hecho que el nivel de las pensiones de vejez o de las rentas vitalicias

individuales se determina en función de la esperanza de vida a la edad de jubilación del/de la

trabajador/a3.

3 Más adelante se harán consideraciones adicionales sobre la edad de retiro.

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23

AACCTTIIVVIIDDAADD::

¿Qué entiende por pensiones y que importancia tienen éstas en el desarrollo social de su país? Razone su respuesta.

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Cuadro 1

Prestaciones de vejez

PAIS PRESTACIONES DE VEJEZ

Argentina Régimen público: Prestación básica universal (PBU) y prestaciones adicionales: prestación compensatoria (PC), prestación adicional por permanencia (PAP) y prestación por edad avanzada (PEA)*.

Régimen de capitalización individual: PBU como en el régimen público; jubilación ordinaria (JO) igual a la renta vitalicia o al retiro programado adquirido con el saldo (cotizaciones pagadas en la cuenta individual más los intereses acreditados) de la cuenta individual; PC como en el régimen público.

Bolivia Régimen de seguro privado: pensión de vejez (renta vitalicia fija o variable) adquirida con el saldo de la cuenta individual.

Ayuda social (BONOSOL): para los que alcanzan 65 años tras haber cotizado 21 años o más al régimen anterior.

Brasil Pensión de vejez: 70% del promedio de los ingresos indexados, más 1% de los ingresos por año de cotización hasta un máximo de 100%

Pensión por tiempo de servicio: promedio de los ingresos con 35 años de cotización para hombres y 30 para las mujeres.

Asistencia de vejez: la prestación media es igual al salario mínimo; sujeta a prueba de recursos.

Chile Régimen general de fondos privados de pensión (AFP): renta vitalicia o retiro programado adquirido con el saldo (cotizaciones pagadas en la cuenta individual más los intereses acreditados) de la cuenta individual. Pensión mínima garantizada por el Gobierno.

Colombia Régimen público: varía de 55 a 65% del ingreso en función de los salarios hasta un máximo de 80% del ingreso básico mensual.

Pensión mínima igual al salario mínimo mensual

Sistema privado:edades de jubilación diferentes (62 años para los hombres y 57 para las mujeres) a las del régimen público (60 y 55 respectivamente) ; acumulación de la cuenta individual en una Sociedad Administradora de Fondos de Pensiones (SAFP) para comprar una renta vitalicia igual al 110% del salario mínimo. Pensión mínima garantizada.

Costa Rica Seguro social: 60% del promedio de los 48 salarios mensuales más elevados en los últimos 5 años de seguro, más aumentos por tiempo de servicio.

Pensión mínima garantizada.

Régimen de capitalización individual: Renta vitalicia o retiros programados.

Cuba Pensión de vejez igual al 50% del promedio de los ingresos durante los cinco años de ingreso más elevados durante los últimos 10 años más aumentos por años adicionales de servicio.

Pensiones mínimas y máximas.

República Dominicana

Régimen contributivo, de cuentas individuales: retiro programado o renta vitalicia.

Régimen contributivo subsidiado, de cuentas individuales: retiro programado o renta vitalicia.

Asistencia social: 60% del salario mínimo.

Ecuador Pensión establecida en función del número de años de cotización (factor) multiplicado por el promedio mensual de los últimos 5 años de cotización, más aumentos por años de cotización que superen los 40 años de cotización.

Pensión mínima de 25 dólares mensuales; máxima de 125 USD mensuales.

El Salvador Régimen de seguro privado obligatorio: Saldo de la cuenta individual para comprar una renta vitalicia o retiros programados.

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Guatemala Pensión de vejez igual al 50% de la remuneración de base, más aumentos por períodos de cotización que superen los 120 meses de cotización.

Pensiones mínimas y máximas. Suplementos por personas a cargo

Honduras Pensión de vejez igual al 40% del salario básico mensual, más aumentos por períodos de cotización que superen los cinco años de cotización.

Pensiones mínimas (50% del salario básico) y máximas (80%)

México Régimen obligatorio de seguro privado: Saldo de la cuenta individual para comprar una renta vitalicia o una prestación basada en la esperanza de vida.

Pensión mínima garantizada.

Nicaragua Pensión de vejez establecida entre el 40 y 45% del promedio de los ingresos durante años de referencia fijados en función de los años de cotización, más suplementos por períodos de cotización adicionales.

Pensiones mínimas y máximas. Panamá Pensión de vejez igual al 60% de los ingresos en los 7 mejores años más 1.25% por cada 12 meses de cotización que superen 180 meses.

Pensiones mínimas y máximas.

Paraguay 100% del promedio de los ingresos durante los últimos 3 años o el 80% más suplementos para los que se pensionan entre 55 y 59 años.

Pensión máxima: 300 veces el salario mínimo diario. Perú El Sistema Nacional de Pensiones (SNP) contempla el pago de pensiones en función de numerosos parámetros que se determinan según el sexo, la remuneración de referencia (50%) y

aumentos, de acuerdo también a las fechas de nacimiento y a los años de cotización de los beneficiarios de estas prestaciones.

Los fondos de pensiones privadas (SPP) contemplan retiros programados o rentas vitalicias, al igual que los otros sistemas privados en América Latina, salvo disposiciones particulares en propósito son variantes de los sistemas privados de otros países.

Pensión mínima garantizada.

Uruguay Seguro social: 50% del promedio de los últimos 10 años con 35 años de servicio o 50% del promedio de los últimos 20 años( al que se le agrega un 5% si el promedio de los últimos 10 años cotizados en mayor), más aumentos por tiempo adicional de servicio, hasta un máximo de 82.5%.

Pensiones mínimas y máximas.

Sistema privado: Saldo de la cuenta individual para comprar una renta vitalicia basada en la esperanza de vida.

Asignaciones de asistencia social para los indigentes.

Venezuela Suma fija de 9000 bolívares mensuales más el 30% de los ingresos durante los mejores 5 años en los últimos 10 años más aumentos por cotizaciones que superen las 750 semanas.

Pensión mínima: 40% de los ingresos.

Subsidio de vejez para los que no califican a una pensión.

La PBU se basa en múltiplos o fracciones (actualmente 2.5) del MOPRE (Módulo Previsional); el valor del MOPRE es de $ 80 actualmente (marzo de 2006). Resulta así: Valor de la PBU= 2,5 x $80= 200. Este importe se

incrementa en un 1% por cada año de aportes que exceda los 30, y hasta 45 años de aportes. (PBU máxima $ 230). Para mayores detalles sobre las prestaciones del sistema previsional argentino ver el Anexo 1 de la Unidad

Didáctica 2 de este Módulo D1: “Estudio de caso: Argentina”.

Los diferentes modelos pueden consultarse, individual y comparativamente, a través de la página web del proyecto en http://www.oit.org.pe/ssos/ss_por_paises/index.html

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2.2 Prestaciones de invalidez y sobrevivientes

La gran mayoría de los regímenes de pensiones de prestación definida

contemplan prestaciones por invalidez para los trabajadores declarados

como inválidos permanentes, por causas no profesionales, muy similares a las

prestaciones por vejez. Igualmente, estos regímenes contemplan también

prestaciones para los componentes del núcleo familiar del trabajador

fallecido.

Estas prestaciones se fijan generalmente como porcentajes de la

pensión de vejez en curso de pago o de la que habría tenido derecho en caso

de haber alcanzado la edad de jubilación el/la activo/a que se invalida o muere.

En los regímenes de cotización definida, establecidos para proporcionar

principalmente ingresos en la vejez (rentas vitalicias) frecuentemente se

contemplan disposiciones alternativas para proporcionar protección pre-

jubilatoria adecuada en caso de muerte o invalidez del/de la participante.

Estas pensiones de invalidez y de sobrevivientes se establecen por ley como

un porcentaje de los ingresos anteriores del participante, es decir, son

prestaciones definidas.

Los riesgos inherentes a esas contingencias pueden ser mantenidas en el

régimen de seguros sociales, o ser transferidas a los agentes del seguro

privado. Posteriormente a la jubilación del activo, rentas reversibles pueden

proporcionar ingreso continuo a los dependientes sobrevivientes.

En un régimen de cotización definida, la renta de invalidez o de

sobrevivientes, por encima de la que se puede obtener con el capital

acumulado hasta ocurrir el evento, se compra generalmente en una

compañía de seguros que suscribe ese tipo de negocio. Una alícuota de la

cotización al régimen de cotización definida se destina a esos efectos. Por lo

anterior, el enfoque en un régimen de cotizaciones definidas es diferente al

que se aplica en régimen de prestaciones definidas.

Page 27: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

27

Prestaciones de invalidez

Además de lo apenas dicho en tema de invalidez, aumentos por asistencia

continua se contemplan frecuentemente para los casos de invalidez total que

necesitan de atención diaria, suplementos generalmente equivalentes al 50%

de la pensión de invalidez.

Las pensiones por invalidez parcial se establecen de acuerdo a grados de

invalidez definidos por tablas de incapacidad parcial.

Estos regímenes generalmente contemplan la rehabilitación funcional y la

formación del/de la inválido/a para tareas que puedan ser compatibles con

su grado de invalidez, con el objeto de facilitar su inserción profesional.

Page 28: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

28

Cuadro 2

Prestaciones de invalidez

PAIS PRESTACIONES DE INVALIDEZ

Argentina Régimen previsional público o régimen de capitalización individual: 70% del promedio (cotizantes regulares) o 50% (cotizantes irregulares) de los ingresos durante los 5 años anteriores al comienzo de la invalidez.

Bolivia 70% del salario promedio durante los últimos 5 años de cotización. Si ha cotizado solamente entre 18 meses y 5 años: promedio de los últimos 12 meses.

Brasil Pensión de invalidez: 100% del promedio de los ingresos indexados de los 36 meses anteriores al comienzo de la invalidez.

Prestación mínima: 100% del salario mínimo mensual. Prestación adicional de 25% de la pensión por atención especial.

Se pagan 13 pensiones mensuales al año.

Asistencia por invalidez, sujeta a prueba de recursos: Pensión igual al salario mínimo.

Chile Régimen general de fondos privados de pensión (AFP): la prestación de invalidez se financia durante los primeros 3 años (certificación inicial) en una administradora de fondos privados (AFP) ; la prestación varía entre el 50 y el 70% del salario básico por invalidez total y 35 a 50% en caso de invalidez parcial. Después de los primeros 3 años iniciales de servicio de la pensión, la prestación (segundo nivel de certificación) se financia mediante una cuenta individual.

Pensión mínima garantizada en función de la edad del/de la invalido/a.

Colombia 45% del salario mensual básico más aumentos de 1.5% por cada 50 semanas que excedan las 500 semanas en caso de grado de invalidez entre 50 a 66% ; 54% del salario mensual básico más aumentos de 2% por cada 50 semanas que excedan las 800 semanas en caso de invalidez mayor del 66%.

Pensión máxima: 75% del salario mensual básico. Pensión mínima: salario mínimo mensual.

Se pagan 14 pensiones mensuales al año.

Costa Rica Seguro social: 60% del promedio de los 48 salarios mensuales más elevados en los últimos 5 años de seguro.

Pensiones mínimas y máximas.

Se pagan 13 pensiones mensuales al año.

Cuba Pensión de invalidez igual al 40% del promedio de los ingresos durante los cinco años de ingreso más elevados durante los últimos 10 años más 1% de los ingresos por cada año que exceda los 15 años.

Pensiones mínimas y máximas, iguales que en el caso de pensión de vejez.

En caso de invalidez parcial la pensión varía entre 30 y 50% de los ingresos, más 1% por cada año que supere los 25

República Dominicana

Régimen contributivo de cuentas individuales: Pensión de invalidez igual al 60% del salario base indexado en los últimos 3 años. 30% en caso de invalidez parcial. Asistencia social:

60% del salario mínimo.

Ecuador Pensión en función del número de años de cotización (factor) multiplicado por el promedio mensual de los últimos 5 años de cotización, más aumentos por año de cotización que superen los 40.

Page 29: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

29

El Salvador Régimen de seguro privado obligatorio: 70% del salario básico regulador (promedio de los últimos 120 meses de salario) por invalidez total y 50% por invalidez parcial.

Pensión mínima.

Guatemala Pensión igual al 50% de la remuneración de base, más aumentos de 0.5% de la remuneración de base por cada 6 meses de cotización en exceso de 120 meses de cotización.

Pensiones mínimas y máximas.

Suplemento por asistencia permanente: 25% de la pensión.

Honduras Pensión igual al 40% del salario básico mensual, más aumentos por períodos de cotización que superen los cinco años de cotización.

Asistencia médica permanente si la invalidez supera el 50%. Pensión máxima: 80% del salario básico.

México Régimen obligatorio de seguro privado: 35% del promedio de los salarios de las 500 últimas semanas de cotización, más asignaciones familiares equivalentes al 15% de la pensión.

Nicaragua Pensión igual al 40% (45% si la pensión es menor a 2 veces el salario mínimo) del promedio de los ingresos durante años de referencia fijados en función de los años de cotización.

Suplementos por personas a cargo.

20% adicional por asistencia permanente.

Invalidez parcial: 50% de la pensión de invalidez completa.

Pensión máxima: salario mínimo de la clase de empleo del trabajador invalidado.

Panamá Pensión de invalidez igual al 60% de los ingresos en los 7 mejores años más 1.25% por cada 12 meses de cotización que supere 180 meses.

Si la afiliación es menor de 7 años de cotización la pensión es igual al 60% del promedio de ingresos durante el período efectivamente cotizado.

Pensión mínima y suplementos por personas a cargo.

Paraguay 50% del promedio de los ingresos en los 3 últimos años mas 1.5% del promedio por cada 50 semanas de cotización quesuperan las 150 semanas hasta un máximo de 100%.

El monto de la pensión depende del grado de invalidez (entre 70 y 100%) y el número de años de cotización (entre 3 y 20).

Pensión máxima: 300 veces el salario mínimo diario.

Perú Sistema Nacional de Pensiones (SNP): 50% de la remuneración de referencia (50%) más 1.5% por año de cotización adicional a los 3 primeros.

Pensión mínima: 3 salarios mínimos. Máxima: 80%.

Suplemento por asistencia permanente: un salario mínimo.

Fondos de pensiones privadas (SPP): acumulación en la cuenta individual y seguro colectivo de invalidez. La pensión es función del salario promedio mensual y el grado de invalidez.

Uruguay Seguro social: 65% del promedio de los ingresos de los últimos 10 años o del número efectivo de años cotizado si inferior a 10.

Pensiones mínimas y máximas.

Sistema privado: Seguro colectivo con una compañía de seguros. 45% del salario promedio indexado en los últimos 10 años.

Asistencia social: pensión pagadera al inválido por cualquier tipo de actividad. Venezuela Suma fija de 9000 bolívares mensuales más el 30% de los ingresos, pagadera después de 6 meses de incapacidad. Aumentos de 1% por cada 50 semanas en exceso de 750.

Pensión mínima: 40% de los ingresos.

Suplemento por asistencia permanente de hasta 50% de la pensión. Pensión reducida en caso de incapacidad parcial.

Page 30: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

30

Prestaciones de sobrevivientes

Cuadro 3

Prestaciones de sobrevivientes

PAIS PRESTACIONES DE SOBREVIVIENTES

Argentina 70% (respectivamente 50%) del promedio de los ingresos en los últimos 5 años de cotización para un trabajador regular (irregular) que fallece. Esa suma se distribuye en función de la composición del núcleo familiar.

En el caso de muerte de un beneficiario de pensión, esta se distribuye según la composición del núcleo familiar. Pensión máxima : 100% de la pensión del asegurado Gastos de sepelio

Bolivia La cuenta individual del asegurado fallecido, a distribuirse a los derechohabientes. Pensión mínima. Gastos de sepelio.

Brasil 100% de la pensión de vejez o de invalidez, distribuida según la composición del núcleo familiar.

Prestación mínima: 100% del salario mínimo mensual, y máxima. Se pagan 13 pensiones mensuales al año.

Chile 60% de la pensión; distribución diferenciada según la composición del núcleo familiar.

Colombia 45% del salario mensual de base más 2% por cada 50 semanas en exceso de 500 semanas hasta un máximo de 75% del salario básico mensual. Pensión mínima: salario mínimo mensual.

Costa Rica 50% de la pensión de vejez si el sobreviviente es menor de 50 años ; 60% si es mayor de 50 y menor de 60 años ; 70% si es mayor de 60 años o inválido. Pensiones mínimas y máximas.

Cuba Pensión de sobrevivientes dependiente de un cierto número de condiciones, si era activo o pensionista, según el número de personas a cargo, según el estatuto laboral del cónyuge beneficiario. Servicio de sepelio gratuito.

República

Dominicana

Régimen privado de cuentas individuales: 60% del salario base calculado en base al promedio del salario indexado de los últimos 3 años. Asistencia social: 60% del salario mínimo del sector público, con una pensión mensual adicional por Navidad.

Ecuador 40% de la pensión del asegurado. Pensión mínima: salario mínimo legal, más compensación por costo de vida. Pensión máxima: 100% de la pensión.

Asignación de fallecimiento: 21 salarios mínimos menos el costo de los gastos de sepelio (hasta 450 USD).

Page 31: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

31

El Salvador 40% de la pensión del asegurado para la viuda; 80% de la pensión del asegurado para los huérfanos.

Gastos de sepelio: 24 salarios mínimos.

Guatemala 50% de la pensión de invalidez total o de vejez pagadera al asegurado. Pensión mínima y máxima. Gastos de sepelio: 480 Quetzales.

Honduras 40% de la pensión que percibía o de la que habría tenido derecho el asegurado fallecido.

Pensión máxima. Gastos de sepelio.

México 90% de la pensión acumulada del asegurado. Si la viuda contrae nuevas nupcias se le liquidan 3 años de pensión.

Nicaragua 50% de la pensión del asegurado, según modalidades en función de la composición familiar.

Pensión máxima: 100% de la pensión del asegurado. Gastos de sepelio: El costo del mismo, hasta una suma igual a la mitad del salario mensual.

Panamá 50% de la pensión del asegurado, según modalidades específicas en función de la composición del núcleo familiar.

Pensión máxima: 100% de la pensión del fallecido. Gastos de sepelio: 300 balboas.

Paraguay 60% de la pensión del asegurado, distribuido en función de la composición familiar. Pensión máxima: 250 veces el salario mínimo diario.

Subsidio de sobrevivientes igual a un salario mínimo mensual por cada año de cotización. Gastos de sepelio: 75% del salario mínimo diario.

Perú SNP: 50% de la pensión del asegurado, distribuido en función de la composición familiar.

Pensión mínima: 3 veces el salario mínimo de Lima.

Pensión máxima: 100% de la pensión del asegurado.

Gastos de sepelio: hasta 5 veces el salario mínimo. SPP: saldo de la cuenta individual y seguro colectivo.

Uruguay Seguro social: 66 a 75% de la pensión del asegurado. Sistema privado: seguro colectivo contratado con una compañía de seguros. Disposiciones detalladas distribuyen la pensión según la situación familiar.

Venezuela 40% de la pensión del asegurado, distribuido según la situación familiar.

Pensión máxima: 100% de la pensión del asegurado. Subsidio de sobrevivientes: 10% del total de los ingresos sujeto a seguro del trabajador fallecido, en caso de no acreditar derecho.

Los diferentes modelos pueden consultarse, individual y comparativamente, a través de la página web del proyecto en http://www.oit.org.pe/ssos/ss_por_paises/index.html

Page 32: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

32

AACCTTIIVVIIDDAADDEESS::

De acuerdo a los tres cuadros presentados, elabore un comentario sobre la situación que presentan los países de los rubros presentados:

Prestación de vejez

Prestación e invalidez

Prestaciones de sobrevivencia

Page 33: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

33

3. COBERTURA

Page 34: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

34

La magnitud de la cobertura de la seguridad social en cualquier país está determinada por un

cierto número de factores diferentes, incluyendo el tipo de sistema o de régimen, el

grado de madurez del mismo y el grado de desarrollo del país. Un régimen o programa de

seguro puede cubrir a todos los residentes de un país, o a una parte específica de la fuerza

laboral del mismo.

En general, en los países menos desarrollados la solidaridad familiar

cuenta por buena parte en el suministro de los medios de

vida de los ancianos. En esos países, como en los países

desarrollados, la mayoría de los regímenes de pensiones son

contributivos, de cobertura obligatoria o voluntaria, aunque

existen regímenes de pensiones no contributivos para los

sectores condicionados a la carencia de recursos, y de mayor o

menor alcance en función del esfuerzo económico del Estado.

La cobertura en pensiones en América Latina

Debido a las proporciones del sector

informal en los países de la región, la

mayoría de los trabajadores no se

encuentran cubiertos por los

regímenes de pensiones, ya sea porque

la actividad laboral que ejercen no está

cubierta por la ley o por que aún

cubiertos legalmente, se evade el pago

de las cotizaciones.

3. COBERTURA

Page 35: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

35

Todos los trabajadores asalariados se encuentran cubiertos en dos tercios de los países de

la región. Los trabajadores independientes están cubiertos obligatoriamente en 11 países,

mientras que solamente en dos (Argentina y Uruguay) los sistemas de cotizaciones definidas

los incluyen obligatoriamente. La cobertura para los independientes es voluntaria en 11

países.

Regímenes especiales se crearon y subsisten para grupos específicos de la población activa:

empleados públicos, maestros, trabajadores de la industria petrolera, electricidad, bancarios,

et. Del mismo modo, un buen número de legislaciones excluyen de la cobertura a grupos

específicos de la población activa, contemplando su futura integración gradual o creando

programas especiales para ellos.

Los porcentajes de la fuerza de trabajo cubierta por los regímenes nacionales varían de acuerdo

al nivel de desarrollo económico y según la época en que los seguros sociales fueron

introducidos.

A continuación se sintetiza la información relativa a la cobertura legal (de jure), de los

regímenes de pensiones nacionales en América Latina4.

4 Fuente: Entre otras, la fuente principal de información para este rubro sobre cobertura se ha tomado de: “Regímenes de Seguridad Social en las

Américas”, Recopilación de las encuestas SSPTW en español, Américas 2003. AISS, Ginebra, 2004.

Page 36: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

36

Cuadro 4

Cobertura legal (de jure)

PAIS COBERTURA

Argentina Sistema mixto: asalariados y trabajadores independientes, excluido el personal militar de las fuerzas armadas y de

seguridad pública, la policía (regímenes especiales).

Bolivia

Régimen de seguro privado: obligatorio para todos los trabajadores ; afiliación voluntaria para los trabajadores

independientes

Brasil Régimen general: asalariados de la industria y comercio, agricultura, personal doméstico y trabajadores

independientes. Afiliación voluntaria para estudiantes, amas de casa, desempleados y otras categorías. Regímenes

especiales para empleados públicos y militares.

Chile Régimen general de fondos privados de pensión (AFP): cubre obligatoriamente a los obreros y empleados; a los

independientes de manera voluntaria. Regímenes especiales para empleados ferroviarios, marinos y trabajadores

portuarios; fuerzas armadas, empleados públicos y más de otras 35 ocupaciones. (Subsiste el régimen antiguo de

seguro social, que agrupa a los regímenes anteriores a 1981)

Colombia Régimen general: todos los trabajadores dependientes, excepto los trabajadores agrícolas de ciertas regiones;

afiliación voluntaria para los trabajadores independientes.

Regímenes especiales para los antiguos trabajadores de la empresa estatal de petróleo ECOPETROL (hasta enero

de 2003), personal docente, militares y policía nacional.

Costa Rica Regímenes obligatorios general de seguro social y complementario de capitalización individual: Asalariados del

sector público y privado. Afiliación voluntaria para los independientes.

Régimen especial para los maestros.

Cuba Régimen general: todos los trabajadores asalariados.

Regímenes especiales para los trabajadores independientes, las fuerzas armadas, Ministerio del Interior,

cooperativas agropecuarias y artistas.

República

Dominicana

Régimen contributivo, de cuentas individuales: trabajadores asalariados públicos y privados

Régimen contributivo subsidiado, de cuentas individuales (entrada en vigor prevista para agosto de 2006):

trabajadores independientes.

Régimen de asistencia social: cubre a los independientes de bajo ingreso, a los desocupados, discapacitados e

indigentes.

Ecuador Régimen general: asalariados de la industria, comercio y agricultura, empleados públicos e independientes.

Régimen especial para los campesinos.

El Salvador Régimen de seguro privado obligatorio: Obligatorio para todos los empleados del sector público y privado.

Guatemala Régimen general: asalariados , incluyendo algunos empleados públicos y los trabajadores agrícolas

Régimen especial para otros empleados públicos.

Honduras Trabajadores asalariados de empresas privadas y públicas en regiones específicas.

México Régimen obligatorio de seguro privado: todos los trabajadores en relación de dependencia de un empleador.

Afiliación voluntaria para las personas no cubiertas. Regímenes especiales para los trabajadores petroleros, los

empleados públicos y el personal militar.

Page 37: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

37

Nicaragua Régimen general: todas las personas que reciben remuneración por trabajo o servicios prestados. Afiliación

voluntaria para las personas no cubiertas (independientes, clero, empresas familiares).

Regímenes especiales para las fuerzas armadas, los mineros, los indigentes, los veteranos de guerra.

Panamá Régimen general: asalariados y personal doméstico. Afiliación voluntaria para los trabajadores independientes.

Los empleados públicos están cubiertos por el régimen general y regímenes especiales.

Paraguay Régimen general: trabajadores asalariados.

Regímenes especiales: empleados públicos, trabajadores ferroviarios, bancarios, parlamentarios.

Perú Regímenes generales (paralelos): Seguro social (SNP) :

trabajadores asalariados de los sectores público y privado, empleados de cooperativas, personal docente,

trabajadores domésticos, artistas, chóferes independientes trabajadores dependientes e independientes de la

agricultura. Fondos de pensiones privadas (SPP) :

Trabajadores asalariados e independientes.

Regímenes especiales: pescadores, estibadores y los que no estén incluidos en el SNP.

Uruguay Regímenes generales (sistema mixto de régimen de base y complementario): Seguro Social: asalariados y

trabajadores independientes.

Régimen de capitalización individual :

Asalariados y trabajadores independientes con ingresos superiores a un nivel fijo (11 188 pesos uruguayos

mensuales).

Regímenes especiales: trabajadores bancarios, notarios graduados universitarios, fuerzas armadas y policía. Venezuela Asalariados del sector público y privado.

Fondos complementarios financiados por el empleador.

Page 38: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

38

Indicadores de cobertura efectiva: Análisis de datos

El problema de la cobertura es el problema endémico de la seguridad social latinoamericana. Uno de los

argumentos en favor de la privatización de los sistemas de pensiones en la región fue, entre otros, que la relación que

se establece en los sistemas de cuentas de capitalización individual entre cotizaciones y nivel de las pensiones habría

aumentado considerablemente los incentivos para la afiliación.

Los últimos datos consultados son los ofrecidos por la AIOS – Asociación Internacional de

Organismos de Supervisión de Fondos de Pensiones - referidos a diciembre de 2006 y

para seis países con sistemas de Seguridad Social reformados:

Los porcentajes para Colombia son 33,3%; 51,9% y 17,3% respectivamente.

Con este cuadro se puede observar directamente cómo quedan corregidos los índices de

afiliación, y por lo tanto de cobertura real de los sistemas, al atender a aquellos afiliados

que cumplen con la obligación de cotizar, es decir, que aportan regularmente sus

cotizaciones y que por lo tanto mantienen sus derechos en los nuevos sistemas. Lo más

preocupante, quizás sea que se está produciendo un proceso continuo de disminución en

el número relativo de aportantes al nuevo sistema a lo largo del tiempo.

Los datos aquí referidos, no obstante, sólo contemplan los niveles de aportantes sobre

PEA de los sistemas de capitalización, ampliándose además la cobertura a otros tipos de

beneficiarios por pensiones de viudedad y orfandad que aquí no aparecen incluidos.

11,0% 34,8% 31,5% Perú

26,0% 57,5% 45,3% Uruguay

31,0% 36,8% 84,2% México

58,0% 51,5% 100,0% (*) Chile

13,3% 50.1% 26,7% Bolivia

25,7% 40,4% 63,7% Argentina

Aport./PEA Aport./Afil Afil./PEA Datos Dic/06

Page 39: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

39

AACCTTIIVVIIDDAADD::

¿Qué problemas comunes presenta la cobertura en la mayoría de

los países de Latinoamérica?

Page 40: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

40

4. FINANCIAMIENTO

Page 41: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

41

Tazas de cotización

El costo de un régimen contributivo de pensiones de

invalidez, vejez y sobrevivientes se apoya

fundamentalmente en el nivel de cotizaciones fijado

en función de los salarios asegurados, que permite

garantizar el equilibrio del régimen en el corto, en el

mediano o en el largo plazo.

En general, se parte del principio que las tasas de

cotización tienen que ser estables en el tiempo. Ello

implica la puesta en actuación de una serie de mecanismos que determinan lo que se define

como ―régimen financiero‖. Para la administración adecuada del régimen financiero la

institución gestora debe funcionar apegándose estrictamente a los principios de una

―organización financiera‖ eficaz y eficiente.

En otras palabras, la fijación de un determinado nivel de cotizaciones puede ser suficiente para

que el equilibrio sea, en teoría, permanente; o al contrario, se puede adoptar una política de

tasas de cotización variables en el tiempo, lo que puede ser una solución para garantizar la

viabilidad inicial de un régimen a costo razonable, a condición de que los cambios en los

niveles de cotización sean aceptables por las partes interesadas: trabajadores,

empleadores y el Estado.

Una determinada tasa de cotización es el resultado de cálculos actuariales que obedecen a

circunstancias específicas: el nivel al que se ha acordado fijar la cuantía de las prestaciones

(tasa de reemplazo), la capacidad económica del país (salarios, costo del trabajo, mercado

de inversiones, etc.), la edad de jubilación, las condiciones de calificación, etc. Es decir,

que en definitiva, el nivel en el que se fija la tasa de cotización es un asunto de alto

contenido político.

4. FINANCIAMIENTO

Page 42: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

42

Cuadro 6

Financiamiento de los regímenes de pensiones de invalidez, vejez y sobrevivientes -

Tasas de cotización y otras fuentes de ingreso en porcentaje de los salario

PAIS PROCEDENCIA DE LOS FONDOS

Argentina T = 11% si está afiliado al régimen público; 7% si afiliado al régimen privado de AFJP ; 27% si es trabajador independiente.

P = 10.88% o 13.44% según el tipo de empresa. E = Asignaciones procedentes de los ingresos generales, inversiones y ciertos impuestos específicos.

Bolivia T = 10% para la pensión de vejez más 2.5% para el seguro de invalidez y muerte y gastos administrativos. P = 2% para el seguro de invalidez. E = Paga las pensiones del viejo régimen y la ayuda social (Bonosol) del nuevo régimen. Brasil T = 7.65%, 8,65%, 9% o 11% según 4 categorías de salario, hasta el tope de cotizaciones, 20% si es trabajador independiente. P = 20%. E = Diversos impuestos específicos para los gastos administrativos y para cubrir el déficit del régimen general. Las cotizaciones indicadas cubren igualmente las prestaciones de enfermedad y maternidad y las asignaciones familiares.

Chile T = 10% para la pensión de vejez más alrededor de 3% para el seguro de invalidez y muerte y gastos administrativos. P = Ninguna participación. E = El costo de la pensión mínima garantizada.

Colombia T = 3.875%, 1% adicional para los que ganan 4 salarios mínimos o más, que van al fondo de solidaridad que proporciona la pensión mínima a los trabajadores sin capacidad contributiva. P = 11.625%. E = Subvención parcial para el fondo de solidaridad. Costa Rica Seguro social: T = 2.5%, los independientes cotizan entre el 4.75% y el 7.25%. P = 4.5%. E = 3.25%. Régimen de capitalización individual: T = 1% más un monto para gastos administrativos. P = 3.25%. E = Ninguna.

Cuba T = Ninguna cotización, 10% si es independiente. P = 14%. E = .Cubre el déficit. Las cotizaciones mencionadas cubren igualmente las prestaciones de enfermedad y maternidad y los accidentes del trabajo.

República

Dominicana

Régimen privado de cuentas individuales: T = 1.98%, aumenta gradualmente hasta el 2.88% en 2008. P = 5.02%, aumenta gradualmente hasta el 7.12% en en 2008 ; incluye el 0.4% para financiar la pensión mínima (Fondo de Solidaridad Social). E = Subsidio para el Régimen Contributivo Subsidiado.

Ecuador T = Del 9.15% al 11.35% según la actividad laboral, los independientes y ocasionales cotizan entre 17.5% al 20%. P = Del 11.15% al 20.5% según la actividad laboral. E = Subvención del 40% de las pensiones de invalidez y sobrevivientes.

37

Page 43: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

43

El

Salvador

T = 3.25%, más una comisión para la administradora de la cuenta, que puede alcanzar hasta el 3% del salario. P = 6.75%. E = Subvención para la pensión mínima garantizada.

Guatemal

a

T = 1.83%. P = 3.67%. E = 25% de las prestaciones pagadas.

Honduras T = 1%; P = 2%; E = 0.5%.

México T = 1.125% para el seguro de vejez, más =.625% para el seguro de invalidez y sobrevivientes. P = 3.15% para el seguro de vejez, más 1.75% para el seguro de invalidez y sobrevivientes. E = 10.14% de las cotizaciones del empleador, para financiar una pensión mínima garantizada.

Nicaragua T = 4%. P = 6%. E = Ninguna contribución. Estas cotizaciones también financian las asignaciones familiares.

Panamá T = 6.75%. P = 2.75%. E = Porcentaje de las cotizaciones e ingresos en concepto de impuesto sobre bebidas alcohólicas; el 1.04% para los gastos de administración de todos los regímenes administrados por la Caja de Seguro Social; una suma no inferior a 20.5 millones de balboas.

Paraguay T = 9%. P = 14% . E = 1.5%. Estas cotizaciones también financian las prestaciones de enfermedad y maternidad y los accidentes del trabajo.

Perú Seguro social (SNP) :T = 13%. P = Ninguna. E = Ninguna; garantiza la pensión mínima. Sistema privado (SPP) : T = 10% para la pensión de vejez, más 3-4% para invalidez y muerte. P = Ninguna. E = ninguna contribución.

Uruguay T = 15%, que se reparte entre los dos sistemas (seguro social y sistema privado) en función de rangos en los montos de los salarios devengados. P = 12.5%. E = Determinados impuestos financian los déficit y las pensiones asistenciales. Venezuela T = 1.93%. P = 4.82%. E = 1.5% para cubrir los gastos administrativos.

T = trabajadores ; P = patrones, o empleadores ; E = Estado

Page 44: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

44

El financiamiento de los regímenes de pensiones en los países latinoamericanos, como porcentaje de los salarios

asegurados, presenta variaciones muy fuertes.

Por ejemplo, en Honduras el régimen se financia con un 3.5% de los salarios, mientras que en Uruguay este

porcentaje es de 27.5%.

¿Cómo interpreta usted ese costo tan desigual?

Proporcione una respuesta motivada, considerando los diferentes parámetros que pueden influenciar en las dos

situaciones concretas.

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AACCTTIIVVIIDDAADD

Page 45: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

45

Si desea discutir este tema con otros/as participantes en el curso, le invitamos a exponer sus ideas en la Cartelera. Si

necesita información adicional, acceda a los documentos disponibles en la Biblioteca virtual o bien envíe un mensaje

a su tutor/a.

5. EDAD DE RETIRO

Page 46: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

46

La edad legal de retiro es un elemento importante que incide en la

determinación del nivel de las prestaciones de vejez que el régimen

pagará a sus beneficiarios, y por ende en el costo de un sistema

de pensiones. La fijación de la edad de retiro constituye

entonces uno de los parámetros demográficos

fundamentales que influyen mayormente en las

reformas de los regímenes de pensiones, ya sean

éstas reformas paramétricas o reformas

estructurales.

Ello en virtud del hecho que el nivel de las

pensiones de vejez o de las rentas vitalicias

individuales se determina en función de la

esperanza de vida a la edad de jubilación del/de la

trabajador/a.

No se puede hacer abstracción de mencionar y

considerar ese parámetro cuando se quieran hacer

consideraciones con respecto a la suficiencia de las

pensiones, o al nivel de las prestaciones, o al grado de

bondad de un sistema, en términos de satisfacer las necesidades económicas reales de los

jubilados.

El Cuadro 7 resume las edades de jubilación, por sexo, en los regímenes de pensiones de

los países latinoamericanos.

5. EDAD DE RETIRO

Page 47: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

47

Edades de jubilación5

PAIS HOMBRES MUJERES PAIS HOMBRES MUJERES

Argentina 65 60 Guatemala 62 62

Bolivia 65 65 Honduras 65 60

Brasil 65 60 México 65 65

Chile 65 60 Nicaragua 60 60

Colombia 60 55 Panamá 62 57

Costa Rica 61 59 Paraguay 60 60

Cuba 60 55 Perú 65 65

Republica

Dominicana 60 60

Uruguay 60 60

Ecuador 55 55 Venezuela 60 55

El Salvador 60 55

5 Fuente: Datos tomados del Cuadro 3, Demographic and other statistics related to social security, 2003. «Social Security Programs

Throughout the World: The Americas». Social Security Administration, Washington, 2004.

Page 48: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

48

De acuerdo a su criterio, ¿qué indicadores o requisitos se deben tener en cuenta para

designar la edad de retiro? Justifique su respuesta.

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Page 49: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

49

6. AJUSTES DE LAS PENSIONES

– PENSIONES MÍNIMAS -

Page 50: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

50

Considerando que las pensiones servidas por los

regímenes de seguridad social corresponden a las tasas de

reemplazo previstas por las legislaciones, se plantea el

problema general del mantenimiento del poder adquisitivo

de las mismas, a distancia de ―algún tiempo‖ de haberse

concedido y como consecuencia de la evolución

económica de las sociedades, sea en términos de niveles

de salarios crecientes para los activos que en términos de

aumentos en el costo de vida de los hogares. De no

mantenerse ese poder adquisitivo de las pensiones, se

desvirtúa el papel de garante económico de la tercera

edad que se atribuye a la seguridad social y se tiende

a crear e incrementar un sector de la sociedad en

progresiva pobreza.

Las posibilidades de ajuste, o indexación, o revalorización de las pensiones, así

como los métodos que se aplican para esos fines, dependen en gran medida de

las posibilidades de modificar las tasas de cotización y del nivel de

capitalización del sistema financiero en que se basa el régimen de pensiones.

Modalidades del ajuste de las pensiones

El factor principal que motiva el ajuste de las pensiones es la erosión del valor real

del dinero en el tiempo, es decir, la inflación. Algunas consideraciones sobre los

efectos de la inflación sobre los salarios y los precios resultan oportunas, y en

particular, examinar los índices que miden esos parámetros, antes de considerar

brevemente algunos de los principales métodos de ajuste de las pensiones e ilustrar

la práctica en los regímenes de pensiones en América Latina.

6. AJUSTE DE LAS PENSIONES

Page 51: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

51

Inflación, salarios y precios

Un principio fundamental para el buen funcionamiento de la economía es la llamada

“regla de oro”.

Esta consiste en que, en el largo plazo:

la tasa media anual neta de rendimiento de las inversiones (i) deberá ser superior

(o al menos igual) a:

la tasa media anual de los aumentos de los salarios (w), la que a su vez

deberá ser superior (o al menos igual) a:

la tasa media anual de aumento del costo de vida (p). Es decir : i >= w

>= p

Estas relaciones han existido durante largos períodos en el pasado y son

fundamentales para el financiamiento de las pensiones. En lo que respecta al

mejor o menos buen resultado obtenido, éste depende de las diferencias entre las

tasas mencionadas y no en los niveles de las tasas en sí mismas.

La tasa de inflación, o el aumento del costo de vida, se mide generalmente por un

índice de precios al consumo, representativo del promedio ponderado de una serie

de productos seleccionados que se suponen representativos de los gastos de una

familia tipo. Se pueden establecer índices separados para familias de activos y para

familias de jubilados. Probablemente esos dos índices presenten valores diferentes.

El principio es que se utilice el índice relativo a las familias de los jubilados para

ajustar las pensiones de vejez.

Cuando se mida los cambios en el nivel de vida de los trabajadores, se deberá

comparar la tasa w con la tasa p. Cuando los salarios aumentan en un w% anual y

los precios en un p%, el aumento real de los salarios w‘ se obtiene mediante la

fórmula:

( (1 + W) / (1+P) )-1

Page 52: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

52

Por ejemplo, si los salarios aumentan de 12 por ciento y los precios de 9 por

ciento, el aumento real de los salarios resulta de 2.75%.

En general se supone que los salarios aumentarán más rápidamente que los

precios. Cuando el ajuste de las pensiones se hace en relación con el nivel de los

salarios, el nivel de vida de los jubilados se mantendrá en armonía con el nivel de

vida de los asalariados. Cuando las pensiones se ajustan al índice de precios, el

nivel de vida de los jubilados se mantendrá fijo. Cuando no se contempla ajuste de

las prestaciones, el nivel de vida de los jubilados se reducirá en proporción inversa

al aumento en el nivel de precios.

El supuesto anterior, es decir que w > = p, no siempre se ha verificado en la

práctica. El caso contrario (w < p) se manifiesta con las fluctuaciones de la tasa de

inflación, ya que ambos índices no se mueven paralelamente.

Métodos de ajuste de las pensiones

En la práctica, tres métodos de ajuste se emplean principalmente: (i) ajuste

sistemático; (ii) ajuste de principio; y (iii) ajuste circunstancial.

i. Con el ajuste sistemático, el grado o nivel de ajuste no se fija de

antemano, mas responde a las situaciones resultantes de los cambios en

el costo de vida o de las variaciones en los niveles salariales, o a una

combinación de factores. Bajo esta modalidad, la legislación señala la

revisión periódica de los niveles de las pensiones en función de los aumentos

salariales o de las variaciones en el costo de vida. El ajuste se efectúa en

una fecha determinada, o cuando se registran cambios de cierta

magnitud en los niveles de los parámetros tomados como referencia.

ii. El ajuste de principio es ampliamente seguido en los países en

desarrollo. En la mayoría de casos, el ajuste no se efectúa si el cambio

comprobado (en el valor adquisitivo de las pensiones) no es « sensible

» o « significativo ». En muchas legislaciones el ajuste es el resultado de

una valuación actuarial que muestra la necesidad, modalidades y la

viabilidad financiera de esa operación.

Page 53: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

53

iii. Los ajustes circunstanciales son discrecionarios, y obedecen a

necesidades cuya atención no se pueden obviar, es decir, que el ajuste se

impone por una diversidad de razones, y que se realizan mediante la

adopción de medidas financieras específicas.

Prácticas en el ajuste de las pensiones en América

Latina

No todas las legislaciones indican claramente las modalidades que se deben aplicar

en los ajustes de las pensiones, ni la

periodicidad de los mismos. En la

práctica, se aplican criterios que a veces

se disocian con las disposiciones vigentes.

Ello obedece a razones circunstanciales y a las

dificultades de una actuación puntal de las medidas

establecidas. Sin embargo, la mayoría de los

sistemas contemplan y llevan a cabo los ajustes previstos.

No todas las legislaciones indican claramente las modalidades

que se deben aplicar en los ajustes de las pensiones, ni la

periodicidad de los mismos. En la práctica, se

aplican criterios que a veces se disocian con las disposiciones

vigentes. Ello obedece a razones circunstanciales y a las

dificultades de una actuación puntal de las medidas

establecidas. Sin embargo, la mayoría de los sistemas contemplan y llevan a cabo

los ajustes previstos.

En Brasil, Chile y Colombia, el ajuste de las pensiones se llevan a cabo

anualmente, en función de las variaciones del índice nacional de precios al

consumidor.

En Costa Rica se realizan dos ajustes al año, en enero y julio.

Page 54: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

54

En República Dominicana el ajuste se realiza con arreglo a los cambios en el

salario mínimo del sector público (régimen obligatorio de capitalización individual) y

con arreglo al índice de precios al consumidor (régimen contributivo subsidiado).

En Ecuador las pensiones se ajustan periódicamente en función de las variaciones

en el salario mínimo legal y en la compensación por costo de vida.

En El Salvador la pensión mínima garantizada se ajusta anualmente en función de

las variaciones en el salario promedio.

En Guatemala las pensiones se ajustan cada tres años, de acuerdo a lo que indican

los estudios actuariales.

En México las pensiones de vejez se ajustan en función de los aumentos en el

salario mínimo y las pensiones por incapacidad permanente en función del índice

nacional de precios al consumidor.

En Nicaragua las pensiones se ajustan periódicamente en función de las

variaciones en los salarios, dependiendo de la situación económica del país.

En Panamá el ajuste es ad-hoc, dependiendo de la situación económica del país.

En Paraguay las pensiones se ajustan anualmente, de acuerdo al índice del costo de

vida. En Perú se ajustan según el costo de vida en Lima.

En Uruguay el ajuste es anual y automático, en función de las variaciones en los

salarios.

En Venezuela las prestaciones se ajustan periódicamente de acuerdo a las

variaciones en los precios y en los salarios.

Page 55: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

55

Exprese su punto de vista sobre el método de ajuste de las pensiones que se

debería de adoptar en su país. Exponga sus razones.

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Page 56: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

56

6

7.1 Características generales de los beneficios mínimos

La falta de seguridad económica y de

protección social de la población se encuentra

muchas veces asociada a los modelos de

seguridad social adoptados por los países y al

alcance de los mismos. En general, la gran mayoría

de la población protegida logra tal condición a

través de la participación en el mercado laboral

formal donde se encuentran las disposiciones

necesarias para proteger a los trabajadores y sus

familias frente a los principales riesgos sociales7.

De esta forma, la protección se logra a través de

regímenes de naturaleza contributiva que

siguen los modelos tradicionales de seguro

social. A pesar de esto, en la mayoría de los

países, aún en aquellos con sistemas de

protección social más avanzados, una

significativa proporción de trabajadores y sus

familias llevan a cabo actividades informales o

fuera del alcance de la seguridad social tradicional, por lo que la protección depende

muchas veces de programas asistenciales o no totalmente contributivos.

6 Los estudios e investigaciones recientes en materia de pensiones mínimas, garantizadas, asistenciales y no contributivas, son numerosos,

como se puede notar de las referencias bibliográficas al final de esta unidad didáctica. En esta sección se ha tomado como referencia

principal un trabajo preparado por la Contadora Adriana Scardino Devoto, Actuaria del Banco de Previsión Social de Uruguay,

presentado en la Conferencia Internacional de Actuarios y Estadístico (AISS) en México en 2003. 7 Bertranou, F. 2002. Ampliando la protección: El papel de las pensiones mínimas y de la asistencia social. Pensiones no contributivas

y asistenciales en Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay. Santiago.

7. PENSIONES MÍNIMAS6

Page 57: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

57

La verificación de recursos llega a su mayor rigor cuando se trata de un sistema en

el que todos los ingresos, incluidos los del cónyuge del/de la pensionista y

posiblemente los de otros miembros de la familia, se contabilizan en total contra la

pensión mínima. Por el contrario, la verificación de recursos en su grado menos

estricto estaría representada por un sistema en el que ningún ingreso reduce la

pensión mínima. En otras palabras, la pensión es una prestación de tasa fija

perfecta.

En alguna medida, las fórmulas que se aplican para el cálculo de los beneficios

otorgados por los diferentes regímenes tratan de beneficiar a los trabajadores de

menores ingresos. Independientemente de la forma en que se constituyan, el hecho

de que exista un piso en las prestaciones contribuye a favor de los participantes de

menores ingresos. Esta redistribución de ingresos constituye un componente clave

de las pensiones mínimas.

En un sistema que cubre a toda la población, las transferencias de ingresos se

realizan de la población económicamente activa a los pensionistas y de las

categorías de ingresos más elevados a las de ingresos más bajos.

Las transferencias de ingresos pueden significar cosas muy diferentes, según los

diferentes observadores: algunos las consideran como un factor desalentador que

socava la legitimidad del sistema, mientras que para otros son símbolo de la

solidaridad con las generaciones anteriores, quienes durante su vida activa no

pudieron obtener un nivel adecuado de protección por la pensión y que, ante los

riesgos sociales, ya no están en condiciones de obtenerlo.

En realidad no existe una fórmula única que pueda definir las pensiones mínimas

garantizadas, su cobertura, ni su cuantía. Con respecto a este último tema, además

de una serie de aspectos puramente teóricos, esta cuestión se puede ver

influenciada por factores externos como la situación económica, los objetivos

políticos, las tradiciones, los valores y la cultura de cada país.

Page 58: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

58

7.2 Incentivos diversos

Al momento de diseñar planes de pensiones

mínimas garantizadas para determinado

país, es importante tener una amplia

perspectiva de los elementos claves que

pueden intervenir, así como asegurarse

de que la estructura del sistema va a ser

consistente con los objetivos buscados y con

los criterios aplicables.

Probablemente, uno de los aspectos menos estudiados en los sistemas de

seguridad social se refieren a la conducta del/de la asegurado/a en cuanto a

los incentivos que imponen los diferentes programas y la interacción entre ellos

mismos8.

Aunque en la práctica es difícil cuantificar el grado de oportunismo, pueden

identificarse algunos casos en los que se presume este tipo de comportamiento, que

se extiende no sólo al caso de las pensiones asistenciales, sino también al de las

pensiones mínimas en los programas contributivos, ya que las garantías podrían

alentar tanto a la subdeclaración de aportes, o llegar hasta la evasión de las

contribuciones.

Es fundamental garantizar una coordinación razonable y generadora de incentivos

entre los regímenes de pensiones, los impuestos y otras prestaciones sujetas a la

verificación de recursos. Una consideración importante es garantizar que el efecto

marginal combinado de los impuestos y de las prestaciones sujetas a verificación de

recursos no reduzca los ingresos totales en concepto de prestaciones ni produzca

un efecto de desaliento.

8 Bertranou, F. y Arenas de Mesa, A. 2001. 'Sistemas reformados de protección de pensiones: la (in)seguridad económica y

los efectos fiscales de los beneficios mínimos', Montevideo.

Page 59: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

59

En casos en que las prestaciones otorgadas por los programas convencionales

son similares a aquellas prestaciones brindadas por los programas asistenciales,

nos encontramos frente a una situación que va en contra del cumplimiento de la

obligación de cotización, y que puede generar un comportamiento oportunista del/de

la afiliado/a. Esto se acentúa cuando la brecha existente entre las prestaciones

mínimas otorgadas por el sistema convencional y las prestaciones asistenciales no

es lo suficientemente grande.

Las prestaciones no contributivas y los pensiones mínimas no deben competir de

manera que hagan peligrar la contributividad en aquellos que tienen capacidad de

aportar.

7.3 Tipos de garantías

Podemos identificar cuatro razones potenciales para el establecimiento de

pensiones mínimas garantizadas9:

a. por protección social: de esta forma, nadie caerá por debajo de determinado

nivel de ingresos luego del retiro;

b. por equidad: de esta forma, todos los participantes recibirán - en grandes

líneas - retornos similares o tasas de reemplazo similares;

c. como protección contra riesgos del mercado de capitales, de forma que la

volatilidad de los mercados financieros puedan ser atenuados;

d. como protección frente a los riesgos de la propia cohorte, de forma que los

individuos que podrían llegar a vivir períodos extensos de depresión económica,

puedan aún en esas circunstancias recibir una pensión adecuada.

El Cuadro 9 nos ayuda a visualizar qué tipo de garantía es más apropiada de

acuerdo al propósito elegido, con los correspondientes criterios de elegibilidad.

9 Sin, Y. 2002. "Minimum pension guarantees. Introductory report”.

Page 60: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

60

Cuadro 9

Tipo de garantía

Razón Tipo Eligibilidad

Protección social antipobreza

Beneficio con un nivel absoluto

Puede ser universal, prueba de

medios, o contingente con otro

criterio; la garantía aplica al

momento del pago

Asegurar equidad entre

contribuyentes

Beneficio con un nivel

relativo o

tasa de retorno relativa

Determinada anualmente o al

momento de retiro

Protección contra los

riesgos del mercado de

capitales

Tasa absoluta mínima de

retorno

Idem

Riesgos de cohorte, en

caso de ciclos de

depresión económica

muy extensos

Nivel de beneficio absoluto o

relativo

Determinado al momento del

retiro y basado en condiciones

exógenas específicas del

mercado

Si en vez de considerar la razón de su existencia, relacionamos el mínimo

garantizado con el objetivo final que persigue, nos encontramos con prestaciones

cuya meta será:

El otorgamiento de un ingreso mínimo:

En este caso, nos basamos en el supuesto de que esta pensión mínima

garantizada será pagada solamente en la medida en que el ingreso propio

del/de la afiliado/a caiga por debajo de un ingreso mínimo indicativo. En la

práctica, esto lleva a la verificación de ingresos.

El otorgamiento de una pensión mínima fija:

Page 61: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

61

En este caso, a la persona se le garantiza un nivel mínimo de pensión, por lo

que se la pagará en caso de que la pensión que le corresponda caiga por

debajo de ese nivel. En este caso, otros tipos de ingreso no influyen.

El otorgamiento de una pensión mínima definida en

relación con determinados criterios:

En este caso, el nivel de la pensión mínima estará relacionado, por

ejemplo, con niveles de ingresos anteriores. Esto vinculará los ingresos con

las pensiones, no implicando un nivel adecuado de la prestación.

Desde el punto de vista de la forma que toma el beneficio que se obtiene,

podemos encontrar prestaciones de nivel absoluto y de nivel relativo.

En el primero de los casos se determina un beneficio anti-pobreza, que puede

ser expresado como una pensión fija o como un porcentaje de un salario mínimo o

como una relación del costo de vida o de determinado objetivo (línea de pobreza,

salario mínimo, salario promedio de la economía) de forma que nadie caiga por

debajo de determinado nivel. En el otro, se garantiza un porcentaje específico de los

propios ingresos salariales del/de la afiliado/a, mostrando así la preocupación por la

equidad, en relación con los estándares de las pensiones provistas en el país.

Como garantías podemos referirnos no solamente a pensiones mínimas

garantizadas, sino, en un sentido más amplio, a todos aquellos mecanismos que se

pondrán en funcionamiento para proteger a los individuos de caer en la pobreza,

como por ejemplo tasas mínimas de retorno relativas o absolutas. Sin embargo,

este reporte se referirá únicamente a la primera definición dada.

Page 62: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

62

7.4 Análisis de los diferentes programas

7.4.1 Programas no contributivos (o semi-contributivos,

tambiém conocidos como asistenciales)

Como se señaló anteriormente, los diversos programas de la seguridad social de tipo

convencional han tenido tradicionalmente un alcance limitado en cuanto a su cobertura

debido a los problemas en materia de desempleo y empleo informal. Por los problemas

mencionados, los sistemas de seguridad social también han previsto generalmente la

existencia de programas asistenciales, precisamente para brindar protección social en

pensiones a aquellas personas sin un mínimo de capacidad contributiva y carentes de

recursos.

Debido a que la población beneficiaria carece de capacidad contributiva, estos programas

naturalmente se financian a través de recursos impositivos con cargo a los ingresos

generales. En algunos casos, para los denominados programas semicontributivos, hay

aportes patronales o impuestos afectados específicamente.

En ocasiones estos programas son administrados por ministerios o instituciones públicas

vinculadas a la asistencia o al desarrollo social, fuera de lo que puede considerarse como un

modelo integral de Seguridad Social y, por tanto, al margen de la Secretaría de Estado de

Seguridad Social propiamente dicha.

Cobertura

La cobertura estará vinculada con el nivel de protección de la población destinataria del

programa. Los programas de pensiones no convencionales en Argentina, Brasil, Chile,

Costa Rica y Uruguay cubren a una proporción significativa de los beneficiarios de

jubilaciones y pensiones de la seguridad social. Más aún, en algunos países, su relevancia

adquiere dimensiones considerables si se consideran aquellos programas convencionales

que en la práctica tienen un componente asistencial mayoritario o no contributivo, como es

el caso de Brasil con el programa de pensiones rurales10.

10 Bertranou, F. 2002. 'Ampliando la protección: El papel de las pensiones mínimas y de la asistencia social. Pensiones no contributivas y

asistenciales en Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica y Uruguay', Santiago.

Page 63: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

63

Para cada país podríamos visualizar el tamaño del programa al compararlo con el total de

beneficiarios de pensiones y/o con la población total.

Mientras que en Costa Rica estos programas representan más del 31 % del total de

beneficiarios de pensiones, en Uruguay, este guarismo asciende sólo al 9 %, y en Chile

a casi un 23 %.

Sin embargo, si la comparación se efectúa con la población total, Costa Rica y Uruguay

presentan coberturas similares del 1,8 y 2 % respectivamente, mientras que el programa

en Brasil tendría un 1,2 % amparado, Argentina menos del 1 % y Chile un 2,3 %.

Es importante destacar que estos programas, muchas veces, no cubren solamente el

riesgo de vejez, sino también de invalidez (Uruguay, Chile y Argentina) y de deficiencia

mental (Argentina).

Prestaciones y elegibilidad

En general, los programas de pensiones no

convencionales conceden prestaciones de baja

cuantía y relativamente uniformes. La

coexistencia de estos programas con otros de la

seguridad social de naturaleza convencional

plantea la necesidad de definir políticas

consistentes en materia de prestaciones, tanto

en los requisitos de elegibilidad como en la

cuantía de las prestaciones que se otorgará.

Es por ello que podemos estimar el nivel de

las prestaciones otorgadas, al analizar su

relación con las prestaciones mínimas o

promedio correspondiente a los programas

convencionales.

Page 64: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

64

En este sentido, Uruguay es uno de los países que otorga prestaciones

asistenciales más generosas, 59,5 % de la prestación mínima del sistema

contributivo, Argentina alcanza el 46,4 %, mientras que Brasil y Costa Rica

presentan guarismos algo menores: 30,8 y 32,1 %, respectivamente.

En relación con las condiciones exigidas para poder ser receptor de la prestación

en cuestión, en la mayoría de los casos nos encontramos frente a pruebas de

ingresos, que pueden ser del afiliado (como en Argentina) o de toda la familia (como

en Brasil). Específicamente para Uruguay, se toman en cuenta los ingresos de

todos los familiares hasta determinado grado de consanguinidad, ya que se

consideran obligados.

Costos y financiamiento

La mayor barrera al financiamiento de mínimos garantizados o asistenciales es la

falta de transparencia en los costos - tanto para el plan como para el gobierno -

resultando esto en fondos inadecuados y/o en beneficios poco realistas. Es por ello

muy importante realizar análisis sistemáticos y completos de costos con

hipótesis válidas, llegando lo más cerca posible a la medición de los verdaderos

costos, que dependerán del tipo de garantía, del tiempo que ésta opera, y del

tamaño de la población potencialmente elegible. Para pensiones mínimas

garantizadas que se otorgan como una prestación aislada, los costos directos

dependerán en primer término de la generosidad del sistema (nivel de beneficio) y

si el beneficio esta sujeto a ciertos requisitos o no.

Para el caso de pensiones universales, que son obtenidas por todos los ciudadanos

o residentes que llegan a determinada edad de retiro, los costos directos se relacionan

con la demografía y el nivel salarial, y los modelos actuariales pueden proyectar

fácilmente las obligaciones asociadas con estos mínimos.

Page 65: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

65

Sin embargo, si estas pensiones universales son contingentes en relación con la

manera de calificar (por prueba de medios), deben hacerse análisis sobre el

desarrollo económico y la pobreza para estimar la proporción de la futura población

que será elegible.

Una forma de cuantificar estas prestaciones es analizar el costo fiscal que

representan y el papel que desempeñan en términos del gasto público previsional,

del gasto público social y del PBI.

Desde el primer punto de vista, la mayor participación dentro de los países

analizados para América latina corresponde a Brasil, en su programa de protección

rural, con más de 17 %, seguido luego por Costa Rica, con un 7 %.

Si analizamos el total de erogaciones en relación con el gasto público social, Brasil

(en su programa rural) sigue siendo el de mayor participación, seguido en este

caso por Uruguay en una proporción del 2,6 %.

Analizado desde el punto de vista del gasto en razón del PBI, Brasil (rural) gasta el

1 %, Uruguay el 0,62 % y Costa Rica, Chile y Argentina entre el 0,2 y el 0,4 %.

Estos programas en su mayoría son financiados con cargo a los ingresos generales,

con excepción de Costa Rica, donde las cotizaciones patronales llegan a

representar más del 46 % del financiamiento. En Brasil y Chile existe una

proporción menor al 10 % que proviene de cotizaciones salariales, sin embargo en

este último país tienden a extinguirse debido a que se recaudan basándose en los

salarios de los trabajadores del sistema público, que se viene extinguiendo

progresivamente.

Page 66: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

66

7.4.2 Programas convencionales

En este caso, nos estamos refiriendo a pensiones que garantizan un ingreso mínimo

o una pensión mínima (fija o no) a aquellos afiliados que participan directa o

indirectamente de determinados programas contributivos.

En algunos casos, podrán estar relacionadas a la verificación de ingresos, ya sea del

propio afiliado o de su núcleo familiar, en otros cumplirán determinadas

condiciones preestablecidas, pero en la mayoría de los casos tendrán un fuerte

componente de vínculo con la historia laboral del afiliado.

Cobertura

En este caso, la cobertura está relacionada con el hecho de la existencia de un

vínculo entre la vida laboral del individuo y su pensión. Sólo estarán cubiertos

aquellos elegibles para el plan de pensiones contributivas.

Prestaciones

En este caso, las prestaciones son complementarias a las obtenidas por los

afiliados, ya sea en forma de tasa fija o no, de mantenimiento de ingreso o de valor

absoluto.

En Uruguay, a partir de la reforma previsional se han generado aumentos

significativos en los mínimos garantizados del sistema convencional, que implican

incrementos de oscilan entre el 13 y el 147 %, dependiendo de la edad en que

efectivamente se produzca el retiro.

La puesta en práctica de mínimos garantizados crecientes relacionados con la

edad de retiro ha generado dos tipos de efectos: por una parte, desde el punto de

vista individual, resultará muy conveniente la postergación del retiro de quienes

tienen el derecho a una pasividad mínima; por otro, desde el punto de vista global, a

medida que se produzcan postergaciones en las edades de retiro aumentará en

forma más que proporcional el número de pasividades mínimas que el sistema

deba servir.

Page 67: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

67

Puede afirmarse que un trabajador con ingresos apenas por encima de la línea de

pobreza obtendrá una jubilación que, por efecto del mínimo garantizado, aumentará

en más del 50% de la que se generaría aplicando el procedimiento general de

cálculo.

En Argentina y Chile se asegura una pensión mínima fija con requisitos vinculados a

la cantidad de años de contribuciones y edad legal de retiro, con una tasa de

reemplazo del 25 y 24 % del salario promedio respectivamente.

Costo y financiamiento

La valuación de los efectos fiscales de los programas de beneficios mínimos

es indispensable para proyectar no sólo su viabilidad financiera, sino para el diseño

de una política consistente de protección social.

En los casos donde las pensiones mínimas garantizadas están vinculadas al

desempeño de los esquemas obligatorios de contribuciones definidas, debe

realizarse análisis estadístico cuyos resultados deberán ser vinculados con las

proyecciones de obligaciones a fin de examinar las probables implicancias en los

costos.

Es necesario analizar el importante papel de los Sistemas Tributarios como fuente

de financiación de las políticas sociales, y por lo tanto como fuente de recursos que

finalmente se redistribuyan mediante servicios sociales y/o el sistema de seguridad

social, en su parte no contributiva.

Los sistemas fiscales en América Latina se han caracterizado tradicionalmente por

una falta de unificación; desarrollo de impuestos indirectos y arancelarios basados

en las exportaciones; escasa imposición directa; gran fraude fiscal. No hay que

olvidar que según CEPAL mientras que la media de los ingresos públicos en los

países de la OCDE suponen un 36% del PIB, en América Latina están alrededor del

17%. Ello sugiere que existe capacidad para ampliar los recursos fiscales de la

región.

Page 68: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

68

Los recursos que el Estado necesite para la financiación de políticas públicas de

protección social, directamente ligadas con el mejoramiento de los ingresos y su

distribución, deberán ser recabados a través del sistema tributario [11]. Esta vía

enfrenta obstáculos políticos que deberán ser superados también por medios

políticos, para lo cual se requiere, en primer lugar, una amplia y documentada

información que avale la solidez de los argumentos planteados; en segundo

término, una concienciación profunda de los grupos que tendrán que ceder esa

pequeña parte del incremento de sus privilegios, ya que, es aquí probablemente

donde se encuentren las mayores resistencias; en tercer lugar, una participación

organizada de todos los grupos involucrados, ya que el proceso de ir logrando una

mayor equidad social tendrá lugar dentro de un contexto sumamente complejo.

La redistribución debe hacer que los ingresos de los segmentos más pobres

crezcan más que proporcionalmente al resto de la economía para que puedan

modificarse los patrones de distribución, y para ello es necesario contar con un

sistema fiscal no regresivo basado en impuestos a las rentas y a las ganancias,

donde toda la sociedad en su conjunto aporte en proporción a su renta (personal o

de empresas y sociedades).

Los Sistemas fiscales basados en impuestos indirectos son característicos de las

economías latinoamericanas, y marcadamente regresivos.

11 Por lo que respecta a Chile, la parte principal de lo que recaba hoy en día el Estado chileno proviene de impuestos indirectos,

especialmente el IVA que, por su propia naturaleza, son regresivos. En cambio, los impuestos directos que gravan los ingresos de

individuos y empresas, son relativamente bajos en Chile en comparación con otras naciones, y el grado de evasión es importante. Además

el fisco gasta anualmente varios cientos de millones de dólares en subsidios de diversa índole a grandes empresas; para el autor, bastaría

modificar esta situación para que el Estado pudiese hacer llegar los recursos necesarios para luchar de forma eficiente contra la pobreza y

la tan desigual distribución de la renta. (Schatan W, Jacobo. Septiembre 1996).

Page 69: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

69

7.5 Efectividad de las pensiones mínimas en la

reducción de la pobreza

La efectividad de todos estos tipos de programas en la reducción

de la pobreza puede visualizarse comparando los ingresos per

cápita de los beneficiarios y la línea de pobreza.Debemos

tener en cuenta que podemos calcular la disminución de la

brecha de pobreza tomando en consideración sólo la mejora

de la situación del/de la beneficiario/a directo/a, incluyendo la

mejora para todos los miembros de la familia. Cuando se

considera solamente al/ a la beneficiario/a directo/a, la

medida del impacto tiene una naturaleza limitada, dado que

excluye el efecto positivo sobre el resto de los miembros de

su hogar. Para subrayar los objetivos redistributivos de los

nuevos programas de seguridad social hacia los ancianos,

se han tenido en cuenta, en mayor o menor medida, tres

argumentos:

Por lo general los ancianos tienen un ingreso

corriente pequeño, de modo que tiene sentido

usar la ancianidad como criterio para focalizar las

transferencias de ingresos.

Las generaciones más jóvenes serán

beneficiadas por el crecimiento económico, de

modo que deben transferir ingresos a las

generaciones mayores, cuyo ingreso vitalicio es

menor.

Las personas pobres que son ancianas deben

recibir transferencias de ingresos más

generosas que los miembros de otros grupos

que son pobres (si exceptuamos a la infancia

como población especialmente vulnerable a

la pobreza y la indigencia).

Page 70: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

70

La responsabilidad de toda la sociedad en su conjunto (personas físicas y

jurídicas) ante las necesidades de la infancia y la ancianidad; responsabilidad

que debe traducirse en la dotación de recursos suficientes a través de sistemas

fiscales eficaces y no regresivos basados en las rentas (al capital y trabajo), más

allá de los impuestos sobre el consumo.

Para el caso de Argentina, se muestra que en los hogares con individuos receptores

de la prestación no convencional, la incidencia de la pobreza se reduce en un 31 %,

mientras que la incidencia de la pobreza extrema o indigencia se reduce en un 67 %.

Para el caso de Chile, se cuenta con dos observaciones en el tiempo que permiten

además estudiar el desempeño de este tipo de programas en el transcurso de una

década.

Utilizando información estadística para 1990 y 2000, el subsidio de pensiones

asistenciales muestra un efecto cada vez mayor en la reducción de la pobreza.

Este efecto es especialmente importante entre los indigentes, logrando en 2000 una

reducción en la indigencia del 69 % entre los hogares beneficiarios de prestaciones

asistenciales.

Los casos de Brasil y Costa Rica, aunque utilizando una metodología distinta,

también muestran importantes impactos en la reducción de la incidencia de la

pobreza. En el caso de Brasil, alcanza el 95,5 % para la indigencia y el 29,2 % para

la pobreza.

En Costa Rica, que al igual que el Brasil mide el impacto a nivel individual en lugar

de hacerlo por familias, la reducción de la incidencia de indigencia llega al 21,4 % y

de la pobreza al 24,3 %.

Se ha concluido que como consecuencia de estos programas desarrollados en

Costa Rica, un 8,6 % de los beneficiarios pasan de la indigencia a la pobreza, y un

6 % logran superar el nivel de pobreza, por lo que existe una mejora en el entorno

Page 71: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

71

del 15%12 . En Uruguay se cuenta con estudios respecto de la incidencia de los

mínimos garantizados de los programas contributivos.

Podemos afirmar que su participación es muy importante, variando entre el 60% de

la jubilación general y la totalidad de la misma, dependiendo de los niveles de

ingresos considerados. Un 8,7% del total de los hogares con pasivos verían

modificados sus ingresos por efecto del incremento de las jubilaciones mínimas del

sistema mixto. Esta mejora podría observarse mayoritariamente en aquellos

hogares cuyos ingresos son bajos, donde el incremento afectaría a casi el 19% de

los hogares.

Es también importante que el diseño de la pensión mínima garantizada optimice

el enfoque multipilar de asegurar un ingreso de vejez. Por lo tanto, si el primer pilar

es débil, se esperará que el mínimo desempeñe un papel más importante en la

protección de aquellos con bajos ingresos contra la necesidad de vivir bajo la línea

de pobreza. Asimismo tiene sentido enfatizar la utilización de mínimos garantizados

como red de seguridad.

Es importante destacar que, al momento de diseñar cualquier plan que incluya algún

tipo de garantía, lo importante es que si los mismos son mal diseñados pueden

contribuir al mal funcionamiento del sistema y generar grandes obligaciones.

Asimismo al momento de decidir qué tipo de garantía adoptar, es importante

determinar el propósito de la garantía a fin de evitar que los montos sean excesivos,

y evitar la incidencia del ―riesgo moral‖.

Por otro lado, si la garantía fuese vista más como un suplemento para proteger

cohortes desafortunadas lo mejor sería establecer requisitos específicos bajo

los cuales determinadas cohortes calificarían para un determinado subsidio.

El adoptar garantías sin la planificación apropiada y sin un costeo cuidadoso es algo

muy riesgoso. Es aconsejable el cálculo de los costos ex ante, y tratar de ser lo más

transparente posible.

12 Durán-Valverde, F. 2002. " Antipoverty programmes in Costa Rica: The Non Contributory Pension Scheme",

Page 72: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

72

Aún cuando la provisión de pensiones garantizadas parecería ser una decisión

predominantemente política, y, en la práctica, a pesar de problemas de diseño y

administración, varios programas han demostrado ser un buen instrumento en la

reducción de la pobreza, no debemos olvidar que el costo último de los mismos

es acarreado por los individuos, ya sea explícitamente a través de cotizaciones o de

impuestos. Sin diseños apropiados que incluyan criterios razonables de

elegibilidad, costos que minimicen los incentivos perversos, financiamiento

apropiado y administración efectiva del riesgo, los sistemas de pensiones mínimas

garantizadas podrían fracasar en el cumplimiento su cometido.

Page 73: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

73

Exprese su punto de vista sobre los siguientes dos aspectos:

1. ¿Es necesaria una pensión mínima para todos los ciudadanos o residentes de

su país, o debería de ser ésta prestación selectiva, dirigida a los

verdaderamente necesitados de un ingreso en la vejez?

2. Si no existe un sistema de prestaciones mínimas garantizadas: ¿qué tipo de

sistema sugeriría usted para evitar que la población privada de recursos caiga

en la pobreza?

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Si desea discutir este tema con otros/as participantes en el curso, le invitamos a

exponer sus ideas en el foro. Si necesita información adicional, acceda a los

documentos disponibles en la Biblioteca virtual o bien envíe un mensaje a su tutor/a.

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Page 74: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

74

LA REFORMA DE LAS

PENSIONES: UN BALANCE

Page 75: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

75

UNIDAD DIDÁCTICA 2

LA REFORMA DE LAS PENSIONES: UN BALANCE

CAPÍTULO I

1. La reforma de las pensiones…..……………………………………………………………………….. 76

1.1 La situación en los países de la OCDE.…………………………………………………………. 77

1.2 La situación en América Latina………………..………………………………………………….. 79

CAPÍTULO II

2. La reforma de las Pensiones: un análisis más detallado .…………………………………………..

84

2.1 Sobre las reformas estructurales…….……………………………………………………………. 96

2.2 Sobre las reformas paramétricas…………………………………………………………………. 107

CAPÍTULO III

3. Principales resultados de las reformas en América Latina.……...................................................

110

4. Los caminos a seguir…….………………………………………………………………………………. 127

BIBLIOGRAFÍA

132

Page 76: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

76

1. LA REFORMA DE LAS PENSIONES

Page 77: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

77

Los motivos que indujeron a los cambios registrados en los años ochenta y noventa,

en tema de reforma de los sistemas de pensiones, resultan ser los

elementos fundamentales que determinaron una especie de ―fractura histórica‖ en la

evolución de la política social.

La efervescencia para proceder al cambio, a la que se asistió en esos años y que

también queda en vigencia hoy en día - aunque con menor intensidad - tanto en

la estructura, contenido y filosofía de los sistemas de pensiones, es singular. Ello

ha coincidido con cambios similares fundamentales en la concepción y en la

aceptación de los valores de la sociedad y de la economía. La problemática de las

pensiones es, en otras palabras, parte y consecuencia de una problemática más

general: una gran problemática económica y social; se podría decir, ―una

problemática existencial‖. Pero que en realidad es, en la óptica de algunos

analistas, economistas y sociólogos, una problemática política.

1.1. La situación en los países de la OCDE13

En los países de la OCDE se ha asistido en los últimos años a una ola de reformas de

sus sistemas de pensiones. Los motivos principales de ello se encuentran en las

preocupaciones en cuanto a la sostenibilidad financiera de los sistemas, en el

contexto del ya citado envejecimiento de la población. Un vistazo a sus sistemas

pensionales muestra situaciones complejas en lo que sus a estructuras y

regulaciones respecta. Esta realidad dificulta un análisis que conduzca sin mucha

dificultad a una comparación de los mismos14.

13 Se recuerda que la OCDE, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, agrupa a los 30 países

más desarrollados del mundo, incluyendo a la República de Corea y a México

14 Ver: “Pensions at a Glance” Public policies across OECD countries, OCDE, París, 2005

1. LA REFORMA DE LAS PENSIONES

Page 78: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

78

En esos países los trabajadores de ingresos medios pueden esperar pensiones

de jubilación, al neto de los impuestos sobre la renta, de poco menos del 70 por

ciento de sus salarios (también al neto de impuestos sobre la renta); los países

con tasas de reemplazo (o de sustitución) promedio más bajas son Irlanda y Nueva

Zelanda, que disponen solo de regímenes de pensiones básicas y sus tasas de

sustitución se sitúan a menos del 40 por ciento. Los Estados Unidos y el Reino

Unido tienen tasas de sustitución ligeramente más elevadas, alrededor de 50 por

ciento.

Los trabajadores de bajos ingresos (menos de la mitad de los ingresos promedio) en

esos países disponen de una tasa neta de sustitución de aproximadamente el 85

por ciento. Pero las pensiones para los trabajadores pobres son muy bajas en

algunos países. En Alemania, México, la República Eslovaca y los Estados

Unidos, se han establecido pensiones que funcionan como ―redes de protección‖15;

el monto de esas pensiones se sitúa a menos de un cuarto del ingreso promedio de

toda la economía.

Algunos países han decidido determinar los niveles de las pensiones en función de

las cotizaciones efectivamente pagadas por los trabajadores. Por ejemplo, en

Hungría, Italia y Polonia los principios redistributivos de los sistemas de pensiones

han sido eliminados. Como los nuevos sistemas no redistribuyen hacia los

trabajadores pobres, entran en juego mecanismos de prueba de recursos para que

estos puedan beneficiar de las disposiciones de redes de protección que resultan

jugar un papel importante en cuanto a los ingresos de jubilación.

En todos los países de la OCDE existen formas o programas de redes de

protección para los ancianos. Se trata generalmente de programas que someten a

pruebas de medios a los potenciales beneficiarios. Estas prestaciones están por debajo

del 29 por ciento del ingreso promedio de los trabajadores de la economía.

15 El concepto de “redes de protección” fue introducido en los años ochenta por los economistas para designar programas

de ingresos mínimos para aquellos trabajadores y sus familias que, habiendo tenido ingresos muy bajos o insignificantes

durante la vida laboral, y no disponiendo de ningún derecho a pensiones de la seguridad social, caerían en la indigencia

o en la miseria en las edades mayores.

Page 79: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

79

1.2. La situación en América Latina

Los problemas de los regímenes de jubilaciones y pensiones en la región, antes de

las reformas que se introdujeron a partir de los años noventa, se pueden resumir de

la manera siguiente:

Coexistencia de múltiples regímenes y baja o nula cobertura para los más

pobres.

Escasa generación de empleo productivo o generación de incentivos para la

automatización más que para el uso intensivo de mano de obra.

Descenso en la relación entre contribuyentes y beneficiarios.

Evasión y retrasos en el pago de contribuciones.

Absorción de los saldos y reservas actuariales por los presupuestos

gubernamentales.

Baja rentabilidad en las inversiones.

Débil relación entre las contribuciones y los beneficios.

Excesivos costos administrativos y baja eficiencia.

Sistemas financieros procíclicos y con cargas sociales sobre la nómina salarial

que afectan la competitividad de las empresas."

Estos problemas no son inherentes a los sistemas de seguridad social

establecidos; es decir, que aunque algunos problemas entre los señalados son

endógenos (internos a los sistemas), otros son exógenos (o sea que no tienen

nada que ver con la existencia y funcionamiento normal de un régimen autónomo

de seguros sociales). No obstante, se han atribuido esas fallas a carencias e

inconvenientes de los sistemas existentes de seguridad social.

Page 80: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

80

Carmelo Mesa-Lago realizó un diagnóstico detallado sobre los sistemas de pensiones en la región

Algunos países, pioneros, fueron los primeros afectados por déficit actuariales y financieros en

los sistemas de seguridad social. Desde los decenios del sesenta y setenta, Uruguay (el prototipo

de Estado de Bienestar en la región), Argentina y Chile enfrentaron estos problemas porque los

gastos eran superiores a los ingresos (al menos en algunos de sus programas o fondos), lo cual

obligó al Estado a hacer transferencias fiscales crecientes. Ocurrió entonces un proceso de unificación

de los múltiples fondos o "cajas" existentes pero no se resolvieron los problemas de fondo (Chile, sin

embargo realizó una reforma estructural de su sistema en 1980-81).

Otros países comenzaron a acusar problemas financieros. La crisis económica del ochenta

agravó el déficit en los países pioneros y provocó la crisis latente de la seguridad social en la

mayoría de los países de los otros dos grupos. El aumento del desempleo y la expansión del trabajo

informal (no cubiertos por la seguridad social) redujeron la cobertura y los ingresos del sistema. En

los pocos países en que la seguridad social incluye seguro de desempleo y asistencia social, los

desempleados comenzaron a cobrar subsidios de desempleo y el número creciente de pobres recibió

pagos asistenciales. La hiperinflación disminuyó el salario real y la recaudación por cotización a la

vez que aumentó los gastos (ajuste de pensiones, incremento en costos sanitarios); además creó

incentivos para la evasión y la mora, y provocó rendimientos de la inversión negativos pues el

capital y los intereses no estaban indexados. El gobierno no pagó o demoró sus contribuciones

como empleador y tercera parte, y cuando negoció el pago de la deuda, lo hizo con una moneda

devaluada o bonos de pobre rendimiento.

A fines del decenio del ochenta, los déficit del sistema de seguridad social en Argentina, Cuba, Chile y

Uruguay fluctuaban entre 5% y 17% del PIB y los subsidios fiscales como porcentaje del total de

gastos del sistema entre 35% y 63%. Intentando restaurar el equilibrio o reducir el déficit, muchos

países permitieron una erosión del valor real de las pensiones y paralizaron la inversión en

infraestructura y equipo sanitario. El ajuste estructural contribuyó a la crisis de la seguridad social. El

proceso de recorte de empleo estatal y de gastos fiscales impactó adversamente a la cobertura y a los

ingresos, mientras que el cierre de empresas ineficientes o no competitivas por causa de la

liberalización y la apertura externa provocó efectos similares. Los presupuestos de salud pública fueron

reducidos y se paralizó la inversión en su infraestructura por casi un decenio.

A fines del decenio del ochenta, la presión de los organismos financieros internacionales (FMI, Banco

Mundial) para restaurar el equilibrio fiscal les llevó a identificar a la seguridad social como una causa

del déficit, pero también como una fuente potencial de financiamiento y desarrollo del mercado de

capitales. Los primeros estudios y misiones se iniciaron a mediados de los ochenta aunque no tuvieron

resultados significativos en ese decenio. Pero al comienzo del decenio del noventa la crisis doméstica

de la seguridad social y la presión externa abrieron el camino para la reforma.

Page 81: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

81

¿Cuáles han sido las razones de los cambios fundamentales en el

proceso de reforma de los regímenes de pensiones, y las

perspectivas futuras?

Hasta el comienzo de los años noventa, el tema de las pensiones públicas (es decir,

de la seguridad social) no era una prioridad para el Banco Mundial. Después de

13 años de vigencia del nuevo sistema de pensiones de la seguridad social

chilena16, el Banco adoptó una política y promovió el llamado ―modelo‖ chileno,

considerado como el paradigma mundial para la reforma de los sistemas nacionales

de pensiones.

Sin embargo, las razones que motivaron al Banco a promover ese nuevo enfoque

era principalmente aportar una solución al creciente problema que enfrentaban los

gobiernos de muchos países en desarrollo en resolver la deuda pública acumulada,

que redundaba en un mayor endeudamiento debido al aumento ineluctable de las

obligaciones financieras de sus regímenes de pensiones. De esa manera, también

las economías domésticas de esos países habrían tenido la oportunidad de

crecer sustancialmente en virtud de la acumulación de ahorros por parte de los

fondos de pensiones, lo que habría acrecentado el volumen de inversiones y el

consumo.

No obstante, ha sido ampliamente aceptado que la experiencia en la aplicación del

modelo del Banco Mundial no ha tenido el éxito esperado en alcanzar las metas

propuestas, es decir, no ha logrado proveer una protección social adecuada ni ha

favorecido el crecimiento económico de los países interesados. En particular, aparte

la experiencia en América Latina, región que ha sido el laboratorio de las reformas

de los sistemas de pensiones, muchas fallas se han comprobado en la operación

del nuevo modelo introducido.

16 Recordamos que el sistema de pensiones de la seguridad social chilena fue reformado en 1980 y comenzó a operar en

1981, cambiando del sistema anterior financiado mediante el régimen de reparto simple, de prestaciones definidas y

administrado por instituciones públicas, por el sistema de cotizaciones definidas a capitalización individual operado por

administradoras de fondos privados de pensiones.

Page 82: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

82

Ya en 1998 Mesa-Lago señalaba las principales lagunas y fallas de los sistemas reformados aplicando

esa modalidad17

:

No existe un modelo único, universal para la reforma estructural de las pensiones para la región

latinoamericana.

La reforma no ha generado un aumento en la cobertura de la fuerza de trabajo, ni en lo que concierne

la afiliación; en efecto, la cobertura ha disminuído en términos de cotizantes efectivos.

La propiedad de la cuenta individual por el/la asegurado/a y la relación estrecha entre cotizaciones y

prestaciones no ha contribuído a resolver el problema de la evasión en el pago de cotizaciones.

Para que el sistema funcione debidamente se necesita que opere un cierto número de administradoras

de fondos privados de pensión; la experiencia indica que al principio las administradoras proliferan,

pero al final se fusionan o desaparecen, dejando el campo libre a solo un pequeño número de ellas

(oligopolio). Esto es indicativo de que la competencia no funciona.

La acumulación de capital ha sido importante, pero varía significativamente de un país a otro.

El enorme déficit fiscal se debe a tres razones, que son de responsabilidad del Estado con el sistema

reformado: (a) el déficit público original; (b) los bonos de reconocimiento de los derechos adquiridos

por los asegurados en el viejo sistema; (c) el costo de las pensiones mínimas garantizadas.

Otras fallas han sido señaladas más recientemente por el mismo autor: altos costos

administrativos, bajo rendimiento de las inversiones, bajos niveles proyectados

de beneficios (prestaciones), falta de equidad general y de género, injerencia

política (la inmunidad política es un mito), efectos sobre los mercados de

capitales y financieros y sobre las inversiones, etc

17 Carmelo Mesa-Lago: “La reforma estructural de pensiones en América Latina: tipología, comprobación de supuestos y enseñanzas”.

Pensiones en América Latina: dos décadas de reformas. OIT, Lima, 1998. Carmelo Mesa-Lago: Evaluación del informe Cumpliendo la promesa del Banco Mundial, Revista Internacionalde Seguridad Social, AISS, Ginebra, 2005. Tenga en cuenta que así como explicado en el archivo „introducción‟, „evaluación final‟, las „actividades intermedias‟ incluidas en los módulos no son obligatorias y no forman parte del proceso de evaluación final. Sin embargo, las actividades intermedias le ayudarán a comprender mejor el texto y a situar los contenidos en su justo contexto. Aunque su tutor/a no evaluará los resultados de esta actividad, usted puede enviárselos para recibir su opinión técnica. Sírvase consultar el apartado „evaluación final‟ de la sección titulada „introducción‟ de este módulo para saber cuáles son las tareas que se le requieren a fin de demostrar su competencia y dominio de los contenidos de este módulo.

Page 83: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

83

Comente brevemente las reformas llevadas a cabo en el sistema de pensiones de su país, ya hayan sido

reformas paramétricas o estructurales, y sugiera, en sus grandes líneas, cambios eventuales al sistema actual.

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Si desea discutir este tema con otros/as participantes en el curso, le invitamos a exponer sus ideas en la

Cartelera. Si necesita información adicional, acceda a los documentos disponibles en la Biblioteca virtual o bien

envíe un mensaje a su tutor/a.

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Page 84: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

84

2. LA REFORMA DE LAS PENSIONES: UN ANÁLISIS

MÁS DETALLADO

2. LA REFORMA DE LAS PENSIONES: UN ANÁLISIS MÁS DETALLADO

Page 85: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

85

La situación de la seguridad social en América Latina

previa a las reformas

El cuadro que se muestra a continuación `Ordenamiento y Agrupación de los Países

de América Latina, según el Desarrollo del Seguro/Seguridad Social -1980, es

fundamental para tener una idea previa de la situación de la Seguridad Social en la

región antes de las reformas; ofrece con un vistazo datos básicos referidos tanto a

cobertura, como al peso relativo del gasto previsional para la mayor parte de los

países latinoamericanos.

Mesa Lago18 realiza una agrupación de los mismos en tres subcategorías en función

del proceso de introducción y evolución de la Seguridad Social:

o Países pioneros - Argentina, Brasil, Chile, Cuba, Uruguay, y Costa Rica.

o Países intermedios - Bolivia, Colombia, Ecuador, México, Panamá, Paraguay,

Perú y Venezuela.

o Países tardíos - El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Nicaragua y

República Dominicana.

Se trata de datos estadísticos, obtenidos no sin dificultad, y que en cualquier caso se

han tenido que enfrentar con la problemática adicional que ofrece la heterogeneidad

de las situaciones, los métodos y las legislaciones.

18 Mesa Lago, Carmelo. Aspectos Económico-Financieros de la Seguridad Social en América Latina y El Caribe; en la Memoria del II

Congreso Interamericano Jurídico de Seguridad Social. Montevideo, 1990.

Page 86: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

86

Ordenamiento y Agrupación de los Países de América Latina, según el Desarrollo del Seguro/Seguridad Social: 1980

Grupo/países Ley inicial

de Pensiones (a)

Población cubierta (b)

Total PEA

% de cotiz. legal (c) Gasto de seguridad social en % (d)

PBI Gasto social Pensiones

Déficit o superavit en % de los

ingresos (e)

Razón:

Pasivos/Activos

(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9)

Grupo alto

Uruguay (g) 1920 69 81 33 11 39 79 -60 0.65

Argentina 1930 79 69 46 10 38 55 -13 0.32

Chile 1924 67 62 29 11 32 53 17 0.46

Cuba (g) 1920 100 93 10 9 13 44 -46 0.21

Brasil 1920 96 96 26 5 38 45 -7 0.18

Costa Rica 1943 78 68 27 9 36 21 0 0.06

Rango típico (h) 67 – 100 62 – 96 26 – 46 9 – 11 32 – 39 44 – 79 0 – (60) 0,18 – 0,65

Grupo intermedio

Panamá 1941 50 46 21 7 23 34 -11 0.12

México 1941 53 42 18 3 18 21 17 0.08

Perú 1936 17 37 21 3 15 35 12 0.09

Colombia 1945 12 22 20 4 20 20 -8 0.05

Bolivia 1959 25 18 25 3 14 40 8 0.33

Ecuador 1930 8 23 21 3 10 48 36 0.15

Paraguay 1943 18 14 20 2 22 31 15 0.07

Venezuela 1966 45 50 14 3 15 33 26 0.06

Rango típico (h) 12 – 53 18 – 50 18 – 25 3 – 7 14 – 23 20 – 40 26 – (11) 0,05 – 0,15

Grupo bajo

Rep. Dominicana 1947 8 14 14 2 16 21 4

Guatemala 1969 14 33 20 2 14 14 3 0.06

El Salvador 1969 6 12 12 2 12 18 23 0.08

Nicaragua 1955 9 19 16 2 13 16 34 0.08

Honduras 1971 7 13 14 3 12 7 19 0.02

Haití 1965 1 2 12 1 - 10 15 -

Rango típico (h) 1 – 9 2 – 19 12 – 16 1 – 21 12 – 16 7 – 18 0 – (60) 0,02 – 0,08

Page 87: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

87

Leyenda del cuadro anterior

Ordenamiento y Agrupación dedos Países de América Latina, según el Desarrollo del Seguro/Seguridad Social: 1980

(a) ―Fechas de las primeras leyes sobre seguridad social en América Latina para los riesgos de IVM",

(b) Porcentaje de la población total cubierta por el programa de enfermedad y de la PEA cubierta por el programa de pensiones.

(c) Total de porcentaje legal sobre la nómina salarial que debe cotizar el asegurado, el empleador y el Estado como tal.

(d) El gasto de seguridad social incluye el gasto total de salud.

(e) Déficit o superávit, resultante de sustraer los gastos de los ingresos totales de la seguridad social, como porcentaje de los ingresos.

(f) Cociente de carga demográfica: número de asegurados pasivos (pensionados) dividido entre el número de asegurados activos (contribuyentes).

(g) 1981, para Cuba y Uruguay sólo algunas cifras, otras corresponden a 1980.

(h) Cálculo extrayendo un máximo de una variable fuera de lugar (outlier).

(i) 1982

Fuente: II Congreso Interamericano Jurídico de la Seguridad Social - "Aspectos Económico - Financieros de la Seguridad Social en Latino América y Cáribe.

Mesa Lago, Carmelo - Montevideo (Uruguay), octubre 1990.

Page 88: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

88

Países pioneros con sistemas estratificados

Características típicas de este grupo antes de las reformas (1.980)19:

- Los primeros programas de pensiones aparecen en los años 20 y 30.

- La cobertura20 sobrepasa el 60% de la población total y de la población

económicamente activa (PEA).

- Total de cotizaciones sobre la nómina sobrepasa el 26%.

- Los gastos de seguridad social fluctúan entre el 9% y el 11% del PIB. Y en

promedio representan un tercio del gasto fiscal.

- Entre el 44% y el 79% de dichos gastos es en pensiones debido a la antigüedad y

madurez del programa y a la alta esperanza de vida.

- La razón pasivo/activo es muy alta, llegando hasta 0,6; esto se debe a la baja tasa

de crecimiento de la población, al envejecimiento de ésta, la imposibilidad de

incorporar a nuevos grupos de asegurados (porque la cobertura ya sea universal o

por la escasa potencialidad cotizante de los nuevos sectores a incluir) y la

maduración del programa de pensiones.

- El sistema se enfrenta a un desequilibrio actuarial y financiero serio.

Las causas del déficit es que los gastos aumentaron con mayor rapidez que los

ingresos por las razones siguientes:

Por el lado del gasto: una legislación liberal y poco técnica en la concesión de

prestaciones; retiros por antigüedad o anticipado21, edades de retiro más bajas para

las mujeres que para los hombres; programas de pensiones que han madurado;

mayor esperanza de vida a la inicialmente planteada en las legislaciones y en los

balances actuariales; cálculo del salario base (o base reguladora) con un período corto

y reciente de la vida laboral, lo que se traduce en un porcentaje alto de reemplazo

salarial en pensiones.

20Se distingue entre la cobertura poblacional `legal´, la `estadística´ y la real; la primera se prescribe por la ley pero no siempre se ejecuta

mientras que la segunda se refiere a estimaciones sobre la población cubierta. 21 El asegurado podría retirarse en un buen momento de su actividad productiva, cobrar una pensión igual o aproximada a su salario y

desempeñar otro trabajo ya sea en el sector formal o en el informal.

Page 89: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

89

Por el lado de los ingresos: dificultad en la extensión de la cobertura22, y si

se hace sería para incorporar a los grupos de más bajo ingreso, lo que agravaría el

desequilibrio; el número de contribuyentes activos se reduce progresivamente en

relación al número creciente de pasivos; hay una fuerte evasión y mora especialmente

en los países con tasas inflacionarias altas y sostenidas; el Estado rehúsa cumplir con

sus obligaciones financieras, acumulando así cuantiosas deudas; excepto Chile, en la

década de los ochenta, estos países no tienen fondos de reservas sustanciales y, por

tanto, no hay ingresos por inversión.

Países intermedios con sistemas relativamente

unificados.

Debido a la aparición más tardía del seguro social en este segundo grupo, así como a

su unidad y uniformidad relativas, y a su cobertura más baja de riesgos y población,

estos sistemas generalmente no tuvieron los problemas administrativos y financieros

del primer grupo. Sin embargo los países que se colocaron a la cabeza de este grupo

(con la cobertura más alta, madurez creciente del programa de pensiones y altos

costos) han sufrido los problemas financieros típicos del primer grupo, agravados por

la crisis de la década de los ochenta.

Características de este grupo, antes de las reformas (1980)23:

- Programas de pensiones - años 30 y 40.

- Cobertura poblacional entre el 12% y el 53%.

- Cotizaciones entre el 18% y el 25%.

- Gastos de seguridad social entre el 3% y el 4% del PIB.

- La mayoría de dichos gastos se dedican a la atención a la salud mientras que sólo entre el

20% y el 40% se gasta en pensiones (relativa juventud del programa).

- Razón pasivo/activo fluctúa entre 0,05 y 0,15.

- El sistema generalmente acusa un desequilibrio actuarial y se aboca a uno financiero en el

mediano o corto plazo.

22 La `formalización´ del `sector informal´ en materia previsional, supone un reto todavía hoy sin resolver. 23 Ver cuadro.

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90

La rápida aceleración de la cobertura de población y riesgos, en las décadas de 1.960

y 1.970, impulsaron a Costa Rica del grupo intermedio al alto; aunque mantiene la

relativa novedad del programa de pensiones, el bajo porcentaje que se gasta en dicho

programa y la baja razón pasivo/activo (estas dos resultado de la primera) y la

juventud de su población.

Países tardíos con mayor grado de unificación.

Dos subgrupos:

Los países menos desarrollados de América Latina: Centroamérica (con la excepción

de Costa Rica y Panamá) y el Caribe latino (excepto Cuba). Estos países, al menos

hasta la crisis económica de la década de los 80, no confrontaron dificultades

financieras y su principal problema es extender la cobertura poblacional.

Características (1980)24:

- Programas de pensiones: años 50 y 60.

- Cobertura menor del 14% de la población total y se concentra en la capital y ciudades más

importantes.

- Cotizaciones totales - 12% y 16%

- Gastos de seguridad social sobre el 1% y el 3% del PIB.

- Cerca del 80% de dicho gasto se dedica al programa de enfermedad y menos del 20% a

pensiones.

- La razón pasivo/activo es muy baja, entre 0,02 y 0,08; debido a la novedad del programa, a

la esperanza de vida muy baja, a la muy alta tasa de crecimiento de la población y el

potencial de extender la cobertura25.

- El sistema no se enfrenta, al menos a corto y medio plazo, al desequilibrio financiero.

Países del Caribe no latino, los cuales ganaron su independencia en las décadas de

1.960 y 1.970. En las antiguas colonias británicas, se estableció un sistema nacional de

salud antes de la independencia, y después de ésta se crearon programas de seguro

24 Ver cuadro. 25Están disponibles al respecto los cuadros sobre la situación demográfica de la región elaborados por el Centro Latinoamericano de

Demografía - CELADE, incluidos en el capítulo dedicado a los recursos humanos. Ver relación de cuadros.

Page 91: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

91

social (excluyendo la atención a la salud). A pesar de su novedad, estos programas

alcanzaron cobertura poblacional universal en la década de los 80 y tienen un alto

grado de unidad y solidez financiera.

Características: (Bahamas; Barbados y Jamaica) muestran similitudes con el caso de

Costa Rica: cobertura poblacional universal, baja razón pasivo/activo, población joven y alta

esperanza de vida; aunque dada su novedad y menor generosidad, sus porcentajes de

cotizaciones y sus costos son inferiores y tienen una situación financiera mejor.

De lo anterior se desprende que mientras más alto se coloca un país en el ordenamiento

establecido registra las siguientes tendencias en las variables26:

a) mayor la antigüedad del programa de pensiones;

b) mayor los porcentajes de la población total y PEA cubiertos;

c) mayor la contribución porcentual total sobre la nómina salarial;

d) mayor el porcentaje del gasto de seguridad social en relación al PIB y al gasto fiscal;

e) mayor el porcentaje de dicho gasto que va a pensiones;

f) mayor el desequilibrio financiero y actuarial;

g) mayor la razón pasivo/activo;

h) mayor el porcentaje de la población de 65 y más años de edad;

i) mayor la esperanza de vida al nacer.

Problemas financieros adicionales:

1. Carga admisible. Se hace necesario investigar más a fondo cuál es la carga

financieramente adecuada o económicamente tolerable para cada país.

2. Regresividad. El asegurado generalmente no financia más de un tercio de los

costos de su protección y esta situación es inequitativa en los países que tienen

muy baja cobertura poblacional. El porcentaje de población no asegurada

(incluyendo el grupo de más bajo ingreso) podría financiar el grueso de las

prestaciones de los asegurados vía transferencias de precios e impuestos.

3. Evasión (no registro en el sistema), mora patronal (atraso en el pago)27,

presiones inflacionistas28 y altos costos administrativos.

26Mesa Lago en su trabajo `Aspectos Económico-Financieros de la Seguridad Social´, establece que por correlación múltiple se produjeron coeficientes de

correlación positivos (estadísticamente representativos) entre las variables, indicando que el sistema de seguridad social se ha desarrollado de forma que el

avance de una variable tiende a ir acompañado del avance del resto de las variables.

Page 92: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

92

4. Ineficiencia de la inversión. En general, y

tradicionalmente29, la inversión de la reserva del

seguro social - en los primeros años derivada de la

capitalización, y con posterioridad de regímenes de

prima media escalonada (PME) -, no ha sido hecha

de manera eficiente en América Latina. En casi toda

la región los organismos de seguro social no

estaban diseñados para actuar como intermediarios

financieros; además hubo, y todavía hay en muchos

casos, un deficiente desarrollo del mercado de

capitales y la inflación acabó con las reservas.

Esta situación se ha visto notablemente alterada con las reformas y particularmente

con la legislación relativa a la inversión de los Fondos o Reservas contemplada en las

mismas.

Por lo que respecta a los regímenes de financiamiento, tres son los fundamentales a

tener en cuenta: capitalización; prima media escalonada (Mesa Lago lo identifica como

capitalización parcial) y reparto (simple o de capitales de cobertura).

Los programas de riesgo a corto plazo (enfermedad - maternidad, asignaciones

familiares y desempleo) generalmente usan el régimen de reparto, mientras que los

programas a largo plazo (pensiones de vejez, invalidez, muerte y riesgos

profesionales) pueden usar uno de los tres métodos citados.

Inicialmente, muchos países de América Latina adoptaron capitalización completa, con

aportación tripartita y gestión estatal, pero no cumplieron sus requisitos esenciales.

Así:

o el poder legislativo añadió prestaciones nuevas y liberalizó las condiciones de

adquisición sin incrementar las contribuciones;

27 Algunos datos de la década de los ochenta son: - Argentina - 23% de evasión; - Bahamas, - 19% combinando evasión y mora; - Barbados -

44% de mora; - Brasil - 60% combinando evasión y mora; - Chile - 30% de mora; - Jamaica - 44% de mora; - Perú - 33% de evasión.

(Fuente: Mesa Lago, Carmelo). 28 p.e: la deuda del Estado con el sistema previsional en Perú se devaluó un 99,8% en el período 1.981 - 1.988. 29 Antes de las últimas reformas.

Page 93: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

93

o la evasión y mora, la deuda estatal y la ineficiencia en la inversión redujeron el

ingreso a menos de lo proyectado;

o aumentos no tenidos en cuenta de la esperanza de vida resultaron en un

período más largo de disfrute de la pensión por lo que modificaron los cálculos

actuariales y las edades de retiro no fueron incrementadas de forma

adecuada30;

o y, la inflación obligó a aumentar el valor real de las pensiones de manera

imprevista.

Así se pasó de la capitalización completa a sistemas de prima media escalonada, -

todavía mantenido como tal en muchas legislaciones (Colombia, Venezuela) y en

algunas sólo formalmente actuando como reparto simple en la práctica (Nicaragua,

Perú) - ,y, a continuación, empezando por los países pioneros, a sistemas de reparto.

Las reformas actuales plantean el regreso a los sistemas de capitalización.

Como consecuencia, las reservas de los sistemas se fueron agotando y fue necesario

llevar a cabo ordenamientos institucionales y ajustes imprescindibles en coyunturas

económicas desfavorables, anticipando la crisis de madurez del propio sistema.31

En la década de los ochenta, la cobertura del seguro social decreció o se estancó o su

ritmo de crecimiento disminuyó sustancialmente. Los incrementos en el desempleo, la

informalidad y la evasión son los principales causantes de este fenómeno. Además se

produjo un estancamiento o reversión en la extensión de la cobertura al sector rural.

La crisis y los programas de emergencia obligaron a algunas instituciones de seguro

social a devaluar las pensiones. El deterioro de los servicios de salud se manifestó en

varios países por la paralización en la inversión en planta física y equipo, corte en el

suministro de medicinas, eliminación de comidas en hospitales, etc.

Al problema de la baja cobertura global debe añadirse, en la mayoría de los países, el

de la desigualdad en el grado de cobertura entre grupos ocupacionales, ramas

económicas y unidades geográficas.

30 En Costa Rica y Panamá la edad de retiro anticipado fue reducida mientras que la esperanza de vida creció notablemente. 31 Feldman, Jorge (Sociólogo - Investigador del Centro de Estudios del Estado y la Sociedad - CEDES - Buenos Aires); en el libro `Regímenes

Pensionales´; FAUS - CIID- FESCOL; Santafé de Bogotá, Colombia, 09/1992.

Page 94: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

94

Las pensiones promedio de varios grupos de asegurados para el período 1980 - 1987 puede

verse en el cuadro siguiente; donde las fuerzas armadas muestran la mayor disparidad32.

Estos datos están referidos para Colombia, Chile, México y Uruguay, a los primeros años de la

década de los ochenta, es decir, al comienzo de la crisis económica que la convirtió en la

‗década perdida‘; se observa en todos los casos la ‗recompensa´ a la presión organizada para

grupos como los empleados públicos, policía, o el sector bancario, mostrándose sólo para

Uruguay la discriminación prestacional para el sector rural y los trabajadores domésticos.

Por varias razones, escaso número de países incluidos, ausencia de datos para todos los

sectores o grupos relacionados, y falta de comparabilidad en el tiempo, el cuadro adjunto

ofrece limitaciones, sin embargo, da una idea de la heteregoneidad previsional analizada en

puntos anteriores.

Desigualdades entre Pensiones Promedio de varios grupos de asegurados en

Países

Seleccionados de América Latina: 1980 1987 (a) Bolivia

(1987) Colombia

(1982) Costa Rica

(1986) Chi le (1980)

México (1980)

Uruguay

(1982)

General 1.0 1.0 1.0 1,0 (b) 1,0 (c) 1,0 (d)

Fuerzas Armadas 2.5 8.0 5,5 (c) 4.9

Policía 1.6 6.9 4.1

Empleados Públicos 1.2 1.7 3.2 3.8 2.0

Magisterio 1.3 3.4 2.0

Hacienda, Judicatura 5.8

Bancario 3.4 5.7 3.8

Petróleo 2.2

Rural 0.8

Doméstico 0.7

a. Razón entre el sistema general (1,0) y los otros.

b. SSS (fondo de obreros) el mayor de Chile en esa época.

c. IMSS (fondo general del sector privado) el mayor de México.

d. DIPAICO (fondo de industria y comercio) el mayor de Uruguay.

e. Proporción de 1971.

Fuente: ll Congreso interamericano Jurídico de la Seguridad Social - "Aspectos Económico - Financieros de la Seguridad Social en Latino

América y Caribe.

Mesa Lago, Carmelo - Montevideo (Uruguay), octubre 1990.

32 Fuente: Mesa Lago, Carmelo. II Congreso Interamericano Jurídico de la Seguridad Social; Montevideo, octubre de 1990.

Page 95: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

95

La cobertura tiende a estar relacionada con el ingreso, la calificación laboral y el poder

de los grupos de presión. Registrándose la cobertura más baja entre los

desempleados, trabajadores no calificados, especialmente agrícolas y por cuenta

propia y los de más bajo ingreso.

Lo que parece claro, en cualquier caso, es que el `modelo Bismarckiano‘ de seguro

social basado en contribuciones salariales del mercado formal de trabajo y con

prestaciones proporcionales a los salarios, no parece adecuarse a la resolución de los

problemas previsionales para la mayoría de los países de América Latina y,

especialmente, para los menos desarrollados.

AACCTTIIVVIIDDAADDEESS 1 ¿Cómo fue la situación de la seguridad social en América Latina previa a la reforma? 2. Elabore un cuadro comparativo sobre las características de los:

Países pioneros con sistema estratificados.

Países con sistemas relativamente unificados

Países tardíos con mayor grado de unificación.

Page 96: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

96

2.1 Sobre las reformas estructurales

La nueva seguridad social: Capitalización vs. Reparto

Introducción

33Cuando se diseñan los programas de pensiones generalmente se distingue el

caso de quienes han vivido bajo condiciones de pobreza crónica de la situación de

los que quedan en un estado de necesidad por la suspensión de la remuneración

habitual. Esta distinción explica el desarrollo de programas de carácter asistencial

a diferencia de los contributivos. Al momento de establecer un programa de

pensiones es importante tener claridad respecto a estas diferencias, porque

muchos de los eventuales problemas de diseño se originan en una mala selección

de las herramientas más apropiadas para alcanzar cada objetivo.

La `Universalidad´ es en realidad un objetivo y no un principio. La cobertura

efectiva de cualquier sistema de pensiones dependerá de la capacidad que

tengan los gobiernos y las sociedades para financiar los beneficios que se desee

entregar a la población estableciendo prioridades al respecto; de la composición

de la fuerza de trabajo; de los incentivos para la incorporación; y de la capacidad

de fiscalizar el cumplimiento de la obligación legal para incorporarse.

Como ya se ha visto anteriormente, la baja cobertura efectiva es un problema que

muestran muchos países, especialmente en América Latina. Detrás de este

fenómeno hay elementos y factores que no dependen de las características de

diseño de la seguridad social sino de la composición de la fuerza de trabajo y que

se explican por las características de la regulación del mercado de trabajo o por

estructuras tributarias y laborales o condiciones sociales que favorezcan el

desarrollo del sector informal. Al respecto, en América Latina el empleo se ha

creado especialmente en empresas pequeñas e informales, que no cumplen con

las obligaciones de la seguridad social.

33Iglesias, Augusto. `Análisis de Sistemas de Pensiones alternativos‟; en `El Ahorro Previsional. Impacto en los mercados de capitales y de la

vivienda´- CIEDESS (Corporación de Investigación, estudio y desarrollo de la Seguridad Social). Santiago de Chile, 1995 (reúne un

conjunto de artículos de diferentes autores).

Page 97: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

97

Alternativas de Reformas, respecto al régimen

financiero.

Dentro de un contexto más complejo de reorganización económica ya comentado, se

presentan las reformas de los sistemas de seguridad social en América Latina, que, con un

objetivo racionalizador de ajuste, dan entrada al sector privado en la gestión financiera y en la

concesión de las prestaciones, en un primer momento en relación a los riesgos de invalidez,

vejez y muerte (IVM), e inmediatamente después a la salud.

Por lo que respecta a la primera cobertura las alternativas de reforma son:

* Racionalización de los sistemas tradicionales - Ajustes al reparto simple o PME (Reformas

paramétricas).

* Programas privados; de capitalización; obligatorios; y sustitutivos.

Chile (1981); Bolivia (1997)34; México (1998)35.

* Programas privados; de capitalización; voluntarios; y sustitutivos.

Perú (1993)36; Colombia (1994)37.

* Programas privados; de capitalización; obligatorios; y complementarios.

Costa Rica (1995).

* Programas privados; de capitalización; voluntarios; y complementarios.

Argentina (1994)38.

Uruguay ha introducido un modelo híbrido entre los dos últimos tipos descritos, donde la

capitalización pasa de ser voluntaria a obligatoria a partir de un determinado nivel de ingreso.

39La CEPAL define a los sistemas con Capitalización Individual (CPI) (en oposición al

reparto) con las siguientes características, algunas de las cuales se dan en sistemas

públicos con PME40 o reparto, o en sistemas mixtos:

34Ley de Pensiones 1732 de 26/11/96, en vigor desde 01/05/97. 35Decreto Ley del Seguro Social 12/95; pospuesta por segunda vez la entrada en vigor a 01/01/1998. 36D.L. 25897 12/92. 37Con la característica de poder cambiar de Régimen cada tres años. 38Al ejercer la opción por la capitalización, la aportación del trabajador se destina al financiamiento del régimen de capitalización, en lugar de

ir al de reparto. 39 Mesa Lago, Carmelo (Catedrático Distinguido de Economía y Estudios Latinoamericanos, Universidad de Pittsburgh). `Las reformas de las

pensiones en América Latina y la posición de los Organismos Internacionales´. Revista de la CEPAL nº 60; Santiago de Chile, diciembre de 1996;

40 La PME comparte características del régimen de reparto (transferencias intergeneracionales, solidaridad, primas crecientes - pero más espaciadas y graduales - ) y de la CPI (reservas que se invierten, cuentas individuales y cierta relación - aunque mucho menor - entre contribuciones y beneficios).

Page 98: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

98

i. ofrecen condiciones de adquisición homogéneas y mayor movilidad laboral (a

excepción de las fuerzas armadas); ii) regulan y supervisan el mercado

financiero (lo que puede ocurrir también en un sistema con PME);

ii. permiten la formación de ahorro y reservas (posible también en la PME); y iv)

asignan al Estado una función social, garantizando una pensión mínima (esto ya

ocurre o puede implementarse en sistemas públicos o mixtos).

Atribuye como ventajas a la CPI: i) intenta resolver la baja cobertura - lo cual es tan o

más difícil en este sistema que en uno público; ii) genera incentivos para la afiliación al

sistema y declaración plena de ingresos - en la CPI de Chile y Argentina

aproximadamente el 44% activamente; y iii) al abolirse la contribución del empleador

también se elimina el `efecto redistributivo negativo al incrementar los costos de la

mano de obra´ - la contribución del empleador no se ha abolido en Argentina,

Colombia y Uruguay pero, además, el impacto de su eliminación es objeto de debate

teórico-empírico.

El éxito de un nuevo sistema de pensiones basado en la capitalización y en la

administración privada, exige algunas condiciones particulares:

desarrollo de las instituciones financieras y de la regulación del mercado de

capitales, que muestra un desarrollo incipiente en muchos países de América

Latina;

desarrollo de la industria y regulación de los seguros de vida41;

desarrollo de una capacidad de fiscalización eficiente por parte del Estado;

establecimiento de programas de pensiones asistenciales que cubran a los

trabajadores más pobres. Respecto a este último punto el problema se

complica pues en muchos casos la base tributaria es pequeña y no existe

capacidad para recaudar impuestos, con los que atender el gasto social.

41 Para las rentas vitalicias y la cobertura de invalidez y supervivencia (muerte).

Page 99: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

99

En muchos países de América Latina estas condiciones no se han dado al momento

de las reformas. Por lo tanto, la reforma al sistema de pensiones debe ser parte de un

proceso de cambio más integral, que incluya modificaciones a la legislación del sector

financiero, al régimen tributario y a la organización del Estado.42En general, las reformas

tienden a uniformar el sistema, lo que supone eliminar las pensiones preferenciales -con la excepción, en la mayoría

de los casos, de las correspondientes a las fuerzas armadas- y también la multiplicidad de esquemas. Asimismo,

procuran uniformar y postergar la edad de retiro, en vista de la prolongación de la esperanza de vida de la

población.

Por su parte, los efectos de las Reformas en términos de equidad no dependen del

carácter público o privado de los sistemas de Previsión Social, sino de la naturaleza

individual o colectiva de los mecanismos de financiamiento y prestaciones43. Si el

vínculo entre las cotizaciones y las prestaciones se establece a nivel individual, no

habrá distribución entre los cotizantes; en cambio, si establece un vínculo colectivo

hay posibilidades de redistribuir. Lo mismo puede ser empleado para los sistemas

sanitarios.

El papel del ahorro

Detrás de la mayor parte de las reformas llevadas a cabo en la región se encuentra la

discusión sobre el régimen financiero siendo la capitalización el único compatible con

una dinámica privatizadora tanto en la gestión de los fondos como en la concesión de

prestaciones.

Según los argumentos a favor de la capitalización, este tipo de esquemas: 1)

explicitan la deuda del Estado con los contribuyentes activos en el sistema anterior44;

2) fortalecen los vínculos entre las contribuciones de cada trabajador, su

administración financiera y los beneficios que recibe con su capitalización; 3) eliminan

la función distributiva del sistema de pensiones, que pasa a ser desempeñada por el

presupuesto fiscal (en ocasiones hipotecado por las propias reformas previsionales, y,

casi siempre, pobre, poco extenso y regresivo); 4) pueden suponer un modo de

42`Las reformas en el sector de la seguridad social´. Panorama Social de América Latina 1995 - CEPAL - ONU - Santiago de Chile, 1995 43 La brecha de la equidad - América Latina, el Caribe y la Cumbre Social. CEPAL; Santiago de Chile, marzo de 1997. 44 Vía `bonos de reconocimiento´ o sistema similar. Se verá más adelante.

Page 100: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

100

aminorar la evasión; y 5) la capitalización puede servir a elevar el ahorro financiero de

largo plazo; lo que como externalidad positiva contribuiría a una mayor profundización

del mercado de capitales de largo plazo. Aquí reside el interés principal de `capital´: la

gestión de los fondos procedentes del Sistema Previsional.45

Por lo que respecta a este último punto, en el caso de un nuevo modelo que sustituya

el reparto por la capitalización, si bien las cotizaciones de los nuevos integrantes del

sistema de capitalización elevarán el ahorro privado el déficit producido en el antiguo

sistema de reparto por la no incorporación de la nueva generación (que se suponía

que financiaría a la población jubilada), generará un desahorro en el sector público por

un monto equivalente. Los costos fiscales se derivan de lo siguiente: 1) la necesidad

de seguir pagando las pensiones del sector pasivo sin disponer de las cotizaciones del

sector activo, 2) la necesidad de reconocer las cotizaciones pasadas de quienes se

incorporan al sistema de capitalización, y 3) la necesidad de financiar pensiones

asistenciales y mínimas garantizadas por la ley. Existe realmente una hipoteca sobre

los fondos fiscales durante un más o menos largo período de tiempo.

El efecto neto sobre el ahorro será nulo, salvo por diferencias en la estructura

demográfica en cuanto a ingresos de las poblaciones antiguas y nuevas, al

comportamiento de los salarios, y a los niveles de afiliación y correntización de un

sistema respecto del otro (capitalización vs reparto). De lo anterior cabe concluir que

como la gran mayoría de los países de América Latina cuentan previamente con un

sistema de pensiones de reparto (simple o PME), probablemente no sería posible

elevar el ahorro en forma significativa si se lo reemplaza por uno de capitalización

individual.46

45 "Todos los nuevos programas deben tener un equilibrio de poder; es decir, una de las cosas que no se puede hacer es desequilibrarlo de

tal manera que los trabajadores estén mirando por la ventana, que los empleadores no tengan nada que ver, que haya unos administradores que comandan toda la operación y que van creando cada vez más poder. Porque, la acumulación de capitales y la disposición de capitales, es poder" (Conte-Grand, Alfredo; experto de la OIT (Santiago) - `Una perspectiva internacional en el debate sobre el sistema de pensiones´. En Seminario 1996: `El Nuevo Sistema de Pensiones. Los intereses de los trabajadores y su repercusión en América Latina´. Jaime Ruiz-Tagle (Editor). Programa de Economía del Trabajo (PET); Santiago de Chile, marzo de 1997.)

46 Capítulo VII - Ahorro y Productividad del Capital - de `Equidad y transformación productiva: un enfoque integrado‟. CEPAL; Santiago de Chile, 1992 (Edición de Febrero de 1996).

Page 101: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

101

47Es cierto que el nuevo sistema de capitalización, considerado de forma aislada

respecto al sistema precedente, genera ahorros privados netos en sus inicios, cuando

se recauda mucho (típicamente de todos los trabajadores nuevos o más jóvenes) y se

paga poco en jubilaciones. Sin embargo, este ahorro privado tiene como contrapartida

el déficit comentado; si bien este nuevo déficit fiscal se puede ‗financiar‘ con

préstamos de las Administradoras de fondos, el fisco genera un déficit adicional

equivalente a la diferencia entre la tasa de interés pasiva (que pagaba antes) y la tasa

de interés activa que ahora debe pagar. De ahí que, como primera aproximación, el

sistema de capitalización no genere un aumento en el ahorro.

De hecho, se genera un ahorro sólo si el fisco decide eliminar ese déficit mediante

reducciones adicionales de sus gastos o incrementos de sus ingresos. De hacer esto,

el ahorro aumenta con la introducción del nuevo sistema de pensiones, pero no por un

mayor ahorro privado, sino por un mayor esfuerzo de ahorro de parte del sector

público48.

El incremento de ahorro neto nacional que acompaña la introducción del nuevo

sistema de pensiones por capitalización, así como el monto de recursos disponibles

para profundizar el mercado de capitales interno evitando concentraciones excesivas

en deuda pública estatal, dependerá del esfuerzo adicional que haga el sector público

para reducir o eliminar el déficit fiscal que el nuevo sistema de pensiones generará.

De ahí que la más apremiante reforma que requiera el sistema de pensiones es la de

eliminar el déficit, lo que se logra equilibrando los ingresos y obligaciones actuariales y

no sólo los de caja. Una vez hecho esto puede considerarse si conviene continuar con

un sistema de reparto reformado49 o pasar a uno de capitalización con competencia

en la recaudación e inversión - Chile -, o con recaudación centralizada y competencia

en la inversión - Argentina.

47 Ramos, Joseph (Director División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la CEPAL). `Un Balance de las Reformas Estructurales

Neoliberales en América Latina´. Revista de la Cepal nº 62; Agosto de 1997; Santiago de Chile. 48 Es lo que sucedió en Chile, la puesta en marcha del sistema de pensiones basado en la capitalización individual originó en este país un

déficit fiscal que en su momento máximo alcanzó alrededor del 5% del PIB. El ahorro neto subió porque el fisco tomó medidas para reducir el déficit señalado: entre otras, la extensión de la edad de jubilación a los 65 años (frente a la posibilidad de jubilaciones por años de servicio), lo que elevó la recaudación y acortó el período de pensión, y el recorte de otros gastos ajenos al sistema de pensiones.

49 Probablemente PME con los ajustes necesarios y con una eficiente inversión de las reservas.

Page 102: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

102

50Hay que añadir además que no existe certeza de que la acumulación de un fondo en

la forma de ahorro financiero se traduzca en inversión productiva y, por lo tanto, en un

aumento del ahorro tal como se mide en las cuentas anuales51. Como ejemplo con

mayor experiencia, el aumento del ahorro en Chile no responde exlusivamente a la

implementación del sistema de pensiones sino al esfuerzo de ahorro público para

cubrir los costos de la transición y el aumento del ahorro privado no previsional;

además, sólo una parte reducida se canaliza a la inversión real mediante acciones de

primera emisión, compras de letras hipotecarias y bonos de empresas.52

53El enfoque tradicional es que la seguridad social reduce el ahorro individual y la

demanda de seguro privado; puesto que el asegurado cuenta con que sus

contribuciones le serán devueltas como pensiones y, por tanto, no tiene que acumular

un excedente durante su vida activa. La seguridad social podría, además, incrementar

el costo de las exportaciones haciéndolas menos competitivas con las de aquellos

países que no tienen seguridad social o cuya carga es inferior, y contribuir así a una

posible reducción del ahorro potencial externo. Ya se ha puesto de manifiesto, sin

embargo, la mayor incidencia de la productividad sobre la competencia, si se compara

con otros factores como el costo del factor trabajo (salarios y contribuciones) o el

sistema fiscal.

La investigación sobre estos temas en los Estados Unidos y otros países desarrollados, ha

producido resultados contradictorios; un estudio sobre 16 países de la OCDE no encontró

pruebas de que la seguridad social afectara al ahorro privado o desacelerara el desarrollo54. Si

es tan difícil evaluar este impacto en países desarrollados donde las estadísticas son más

completas y la cobertura de seguridad social es casi siempre universal, mucho más lo es en

América Latina. Aun en un mismo país las interpretaciones son diferentes; así, en Chile un

estudio55 encontró que la seguridad social había tenido un efecto negativo en el ahorro pero

otro posterior56 consideró que, después de los ajustes necesarios, la seguridad social habiá

generado un excedente (aunque decreciente) en vez de un ahorro negativo.

50 La brecha de la equidad - América Latina, el Caribe y la Cumbre Social. CEPAL; Santiago de Chile, marzo de 1997. 51 Held G. (1994), "¿Liberalización o desarrollo financiero?, Revista de la CEPAL, nº 54, Santiago de Chile, diciembre de 1994. 52 Fuente: Arrau, P. `Nota sobre el aumento del ahorro en Chile: 1980 - 1994´, Serie Financiamiento del desarrollo, nº 39, Santiago de Chile,

1996. 53 Mesa Lago, Carmelo. `Seguridad social y desarrollo en América Latina´. Revista de la Cepal nº 28. 54 Break, 1.981; Kostela y Virén 1.983 (dato bibliográfico incompleto en la Revista de la CEPAL, nº 28). 55 Wallich, 1982 (dato bibliográfico incompleto en la Revista de la CEPAL, nº 28). 56 Arrellano, José Pablo. `Políticas Sociales y Desarrollo: Chile 1924 - 1984; CIEPLAN (Corporación de Investigaciones Económicas para

América Latina); Santiago de Chile, 1985.

Page 103: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

103

57 Henry J. Aaron ha centrado el debate teórico acerca del efecto de las pensiones

sobre el ahorro sobre tres modelos o enfoques teóricos: el modelo del ciclo vital, el

modelo multigeneracional y el modelo del horizonte corto.

El Modelo del Ciclo Vital (Albert Ando y Franco Modigliani58): las personas toman

unas decisiones de trabajo, ahorro y consumo con la finalidad de mantener un nivel

continuo y estable de consumo a lo largo de toda su vida esperada, al término de la

cual su renta y riqueza quedarían agotadas. Las herencias no se planean. Las

ganancias inesperadas se consumen en proporción a la edad del beneficiario.

Sin embargo, las herencias constituyen una carácterística esencial del modelo

capitalista vigente, suponiendo la consolidación generacional de la propiedad privada

como principio reproductor del orden económico establecido, y como no, de la

pobreza. Su existencia produce necesariamente el mantenimiento a lo largo del

tiempo de la calificación de la mayor parte de la humanidad como `desheredados´.

Prescindir del concepto de herencia en cualquier planteamiento que pretenda explicar

el comportamiento racional del animal económico que es el hombre puede suponer

una simplificación que despoje de toda utilidad a las conclusiones obtenidas.

En el modelo de Feldstein59, de cliclo vital ampliado, las contribuciones a los sistemas de

pensiones se consideran un sustitutivo del propio ahorro personal, de manera que a la riqueza

personal se contrapone el concepto de `riqueza de la Seguridad Social´. Riqueza de la

Seguridad Social y riqueza privada se pueden llegar a considerar sustitutos perfectos,

particularmente en individuos de bajo nivel de renta, surgiendo un `efecto sustitución de

activos´. Como consecuencia de dicho efecto, se produciría una reducción del ahorro

privado60.Feldstein incorpora formalmente en el análisis teórico y empírico del modelo del ciclo

vital la idea de que la Seguridad Social `tendería claramente a reducir la necesidad de

reservas privadas y por tanto a reducir el ahorro privado´61.

57 Solans, Eugenio Domingo - Universidad Autónoma de Madrid. `Competitividad y Economía del Bienestar. Incidencia de las principales

políticas públicas en la competitividad: pensiones y ahorro. (Capitalización y Reparto - Planteamientos científicos)´ - 58 Ando, Albert y Modiglian, Francoi. "The Life-Cycle Hipotesis of Savin: Aggregate Implications and Tests". American Economic Review, vol.

53, marzo 1963, pp. 55 a 84. 59 Feldstein, Martin. `Social Security, Inducen Retirement, and Aggregate Capital Accumulation´, Journal of Political Economy, vol. 82, nº5,

1974. 60 No hay que olvidar que lo que puede afectar al nivel de ahorro, en el escenario del ciclo vital, es el sistema de pensiones (capitalización o

reparto), no su carácter público o privado. 61 Esta misma idea ya había sido planteada por Milton Friedman.

Page 104: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

104

Por su parte Alicia H. Munnell62 concluye que "toda expansión del sistema de

pensiones privadas (capitalización) produciría un impacto levemente más favorable

sobre el ahorro que la ampliación del programa de la Seguridad Social (reparto). Con

todo, se impone señalar que no se prolongue más allá de la madurez del sistema,

momento en que las contribuciones a los planes privados serán equivalentes a los

pagos anuales de prestaciones, y las pensiones privadas, como la Seguridad Social,

dejarán de ejercer influencia alguna sobre el ahorro global".

El Modelo Multigeneracional: Frente a la limitación del modelo anterior de no

considerar las trasferencias intergeneracionales63 este modelo presupone que la

Seguridad Social afectará a estos pagos intergeneracionales, aumentando los

legados de padres a hijos y reduciendo las donaciones de hijos a padres, como

contrapartida o compensación al pago de cotizaciones sociales por parte de los

hijos.

Este escenario, que asume que los individuos están unidos generacionalmente a

través de legados, ha sido estudiado por Barro64, e implica que cada generación toma

en consideración la reducción de utilidad causada por las cotizaciones sociales

necesarias para financiar las pensiones. En este modelo, el régimen de Seguridad

Social no pasaría de constituir una reordenación compensatoria de la transferencia de

fondos entre generaciones65.

62 Munnell, Alicia H. `Aspectos Económicos de los planes privados de pensiones‟, Ministerio de Trabajo y Seguridad Social; Madrid, 1987. 63 Herencias de padres a hijos y donaciones o ayudas de hijos a sus padres. 64 Barro, Robert: "Are Governments Bonds Net Wealth?", Journal of Political Economy vol. 82, nº6m Nov-Dic, 1974, pp. 1095 a 1117. 65 Munnell, Alicia H.: "Aspectos Económicos de los planes privados de pensiones", Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Madrid, 1987.

AACCTTIIVVIIDDAADD

1. Entre los modelos mencionados (ciclo vital, multigeneracional y de horizonte corto), elige aquel con el que te sientes más identificado personalmente y explique las razones de su elección.

Page 105: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

105

Como conclusión, el sistema de pensiones de reparto no causaría una reducción del

ahorro e incluso `los sistemas de reparto y de capitalización deben ser

aproximadamente equivalentes en sus efectos y en consecuencia igualmente

preferidos por los individuos66.

En cualquier caso, es importante no confundir la idea de comparar régimen de

capitalización vs reparto, con el hecho de comparar un contexto con un Sistema de

Seguridad Social establecido con otro sin él.

El Modelo del Horizonte corto: Se basa en un horizonte de planificación más corto

que el presupuesto por los modelos del ciclo vital o multigeneracional; en el que el

sistema de pensiones de reparto se reduce a un esquema tradicional de impuestos

y de transferencias independientes entre sí, es decir, sin relación entre el pago de

las cotizaciones sociales y la percepción de pensiones de jubilación. El principio del

beneficio, que constituye el fundamento básico del que se derivan los principales

criterios que permiten ordenar el sistema de pensiones desaparece, sustituido por

el principio de la capacidad de pago67.

El menor consumo y ahorro de los cotizantes se compensa con el mayor consumo y

ahorro realizado por los jubilados, cuya renta se incrementa en la cuantía de la

pensión. El efecto final sobre el consumo y sobre el ahorro dependerá de la diferencia

entre las propensiones marginales al consumo y al ahorro de los cotizantes y de los

jubilados. Es razonable suponer que la propensión marginal al consumo de los

jubilados sea superior a la de los activos68, en cuyo caso se reduciría el ahorro69.

Sin embargo, lo más lógico es pensar que los horizontes de planificación varían con la

edad; es muy posible que para un trabajador joven las cotizaciones sociales sean

percibidas como tributos sin compensación alguna y que la jubilación se presente

como algo muy lejano, pero a partir de cierta edad se empieza a vincular el pago de

66 López García, Miguel Ángel: "La economía de las pensiones de la Seguridad Social: una introducción" en "La Economía del sistema de

pensiones de la Seguridad Social" (comp.), Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, Madrid, 1987. 67 Aaron, Henry J.: "Economic Effects of Social Security", Broolings Institution, Washinton, 1982. 68 Es razonable, pero no científico. 69 Dicha reducción del ahorro se acentuará en la medida en que, como sucede en España, las cotizaciones sociales sean globalmente

superiores a las prestaciones contributivas, prescindiendo del mayor ahorro (o menor desahorro) público que pueda producirse fuera del

sistema contributivo por la financiación de bienes públicos mediante un exceso de cotizaciones sociales sobre las pensiones

contributivas.

Page 106: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

106

cotizaciones sociales con una futura pensión, con lo que la lógica y las conclusiones

de los anteriores modelos del ciclo vital y multigeneracional se irían imponiendo.

Desde una perspectiva macroeconómica, se puede dar la paradoja, según Eisner70,

de que el incremento de consumo nominal (reducción del ahorro) `microeconómico´,

debido al `efecto sustitución de activos‘, pueda acabar generando, en situaciones de

relativo pleno empleo, un aumento del nivel general de precios que reduciría el valor

real de la riqueza, manteniéndose inalterado el consumo real y, por tanto, el ahorro.

Tal efecto no tendría lugar en períodos de sustancial desempleo.

En conclusión: la idea de que el sistema de pensiones de la Seguridad Social de

reparto es perjudicial para el ahorro y, por tanto, para la inversión y la competitividad,

no encuentra base suficiente de apoyo en la teoría económica. No puede demostrarse

que el sistema de capitalización merezca necesariamente mejor calificación que el

sistema de reparto.

El argumento en favor del sistema de capitalización, siempre bajo el prisma del ahorro,

podrá `ser a menudo considerado como evidente´ pero carece de apoyo científico. Se

vuelve a confirmar, como señala cínicamente Henry J. Aaron, "que una persona

determinada a encontrar un argumento teórico respetado para apoyar una idea

preconcediba puede encontrarlo; y que una persona sin ideas preconcebidas

encontrará una desconcertante diversidad de respuestas en la teoría económica".71

En el marco de las primeras reformas estructurales que siguieron a la chilena (en

Perú en 1993 y Colombia en 1994) se optó por el modelo de cuentas individuales

de capitalización, pero solo parcialmente, mediante reformas de tipo paralelo. El

sistema público no se cerró sino que se reformó (íntegramente en el caso de

Colombia y solo parcialmente en el de Perú) y se creó un nuevo sistema privado,

de manera que los dos compiten entre sí por la afiliación de los trabajadores.

70 Eisner, Robert: "Social Security, Saving and Macroeconomics", Journal of Macroeconomics, vol. 5, nº1 Winter 1983. 71 Solans, Eugenio Domingo - Universidad Autónoma de Madrid. `Competitividad y Economía del Bienestar. Incidencia de las principales

políticas públicas en la competitividad: pensiones y ahorro. (Capitalización y Reparto - Planteamientos científicos)´ -

Page 107: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

107

La elección de esta modalidad responde fundamentalmente a consideraciones

fiscales y políticas. En la medida en que solo parte de los afiliados se traslada al

sistema de capitalización, el costo fiscal de la transición es menor a corto plazo

(con respecto a la opción en que todos los trabajadores se trasladan al sistema

capitalizado). Por otra parte, dado que la decisión de afiliación queda en manos

del/de la propio/a trabajador/a, se reduce la oposición política a las reformas. Esto

también puede verse como una forma de limitar el traspaso de riesgos

demográficos, económicos y financieros a los afiliados, inherente a las reformas

sustitutivas.

El modelo de reforma estructural de tipo mixto fue seguido en cuatro países, entre

ellos Argentina (1994), Uruguay (1996), Ecuador (2001) y Costa Rica (2001). Este

modelo integra un sistema público, que no se cierra y otorga una pensión básica,

con un sistema privado que ofrece una pensión complementaria.

2.2 Sobre las reformas paramétricas

En la mayoría de los países de la región se ha optado por mantener los

sistemas públicos de reparto. En algunos casos se han introducido

modificaciones a ciertos parámetros clave de diseño del sistema, de forma

de acercar —a nivel agregado y a corto y mediano plazo— los aportes

recibidos y las prestaciones pagadas, sin necesidad de incurrir en el costo

fiscal de transición una reforma estructural72.

En diciembre del 2003 el congreso brasileño aprobó una reforma previsional

de los programas de pensiones de los funcionarios públicos que incluye un

proceso de unificación y homologación. La República Bolivariana de

Venezuela promulgó, a fines del 2002, la Ley Orgánica del Sistema de

Seguridad Social (LOSSS), en la que se estipula que este continuará siendo

de reparto, beneficio definido y administración pública.

72 Tanto en los Estados Unidos como en Canadá se han realizado reformas paramétricas graduales, para responder a las presiones

demográficas sobre sus sistemas de reparto y garantizar el equilibrio financiero de los sistemas previsionales. Sin embargo, los principios estructurales de los modelos de ambos países se han mantenido inalterados hasta ahora.

Page 108: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

108

Un caso especial de reforma paramétrica es la reforma brasileña de 1999

al Régimen General de Previsión Social de los trabajadores del sector

privado. Mediante la introducción de criterios actuariales, se logró

estrechar la relación entre el valor presente de los aportes individuales y el

valor esperado de las pensiones pagadas. La regla de cálculo de las

prestaciones se reemplazó por una ecuación que incluye los ingresos

laborales, el tiempo de aporte, la edad y la esperanza de sobrevida a la

fecha de la jubilación. A efectos de contabilizar los ingresos laborales, se

comenzó a llevar un registro de los aportes individuales de los trabajadores

privados al sistema público, utilizando como factor de cálculo el promedio

del 80% de los mayores salarios reales de contribución.

Las reformas paramétricas orientadas a restablecer el equilibrio financiero de

los sistemas de reparto pueden clasificarse en dos tipos básicos: las que

tienden a estrechar, a nivel individual, la relación entre los aportes al sistema

y las pensiones pagadas por este por una parte, y aquellas que tienden a

aumentar la recaudación, reducir los beneficios o restringir el acceso a las

prestaciones, por otra.

En la primera categoría se incluyen las modificaciones que tienden a ampliar

el número de aportes considerados en el cálculo del ingreso base que se

emplea para determinar las pensiones, así como las reglas que tienden a

castigar las jubilaciones anticipadas y a premiar la postergación del

momento de jubilación. Un caso particular de este tipo de reformas,

introducido en los países nórdicos, son los modelos de cuentas nocionales,

en los que las prestaciones pasan a calcularse sobre la base del historial

completo de aportes (actualizados a una tasa de rentabilidad única del

sistema) y de la esperanza de vida a la fecha de jubilarse.

Esto permite que las pensiones se adecuen automáticamente a los cambios

demográficos (mayor esperanza de vida) sin necesidad de incrementar la edad

legal de jubilación. Uno de los problemas de las reformas paramétricas de los

sistemas de reparto es la dificultad que existe en muchos casos para llevar adelante

las reformas programadas como consecuencia de las presiones políticas.

Page 109: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

109

En el segundo tipo de reformas paramétricas se incluyen aquellas que

incrementan en forma generalizada los aportes al sistema (o reducen la

magnitud de los beneficios pagados por este) mediante aumentos de las

tasas de contribución, cambios a los mecanismos de indización de las

pensiones y aumentos de la edad legal de jubilación (fundados en la mayor

esperanza de vida) o de la cantidad de aportes necesarios para acceder a

una jubilación.

En términos de los principios planteados —y en la medida en que existan

mecanismos que permitan compartir entre todos los trabajadores el peso de

hacer financieramente viables los esquemas públicos de reparto— se

considera que debiera tomarse con precaución el uso de mecanismos que

tiendan a sacrificar la cobertura en aras de la sostenibilidad.

AACCTTIIVVIIDDAADD

EEllaabboorree uunn ccuuaaddrroo ccoommppaarraattiivvoo eennttrree uunn aanntteess yy uunn ddeessppuuééss

ddee llaa rreeffoorrmmaa ddee ppeennssiioonneess..

OOffrreezzccaa uunn ccoommeennttaarriioo aall rreessppeettoo..

Page 110: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

110

2. PRINCIPALES RESULTADOS DE LA73

73 La protección social de cara al futuro: acceso, financiamiento y solidaridad”. CEPAL, op. cit

3. PRINCIPALES RESULTADOS DE LAS

REFORMAS EN AMÉRICA LATINA75

1 La protección social de cara al futuro: acceso, financiamiento y solidaridad”. CEPAL, op. cit

Page 111: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

111

En esta sección se analizan los principales resultados de las reformas estructurales

realizadas en la región en materia de expansión de la cobertura contributiva, solidaridad

en los regímenes previsionales resultantes, efectos fiscales de la transición a sistemas de

capitalización y grado de competencia en los mercados de administración de fondos

previsionales.

Cobertura

Los datos recientes permiten

concluir que,

contrariamente a lo que

se anticipaba, la

incorporación de

componentes de

capitalización no se

tradujo en mayores niveles

de participación contributiva.

Este fenómeno responde a la baja

capacidad de ahorro a largo plazo de segmentos importantes de la población. En ausencia

de reformas que fortalezcan los componentes no contributivos de los sistemas

previsionales, los grupos más desprotegidos (y especialmente las mujeres) se mantendrán

al margen de los sistemas contributivos o recibirán pensiones de mala calidad debido a la

frecuencia relativamente baja de sus aportes y, en el caso de los quintiles más pobres, a la

tendencia a postergar estos aportes hasta etapas avanzadas de la vida laboral.

A pesar de la mayor correlación entre aportes y beneficios, no se observan en los países

con reformas estructurales aumentos significativos o sistemáticos de las tasas de cobertura

previsional, sino que más bien se percibe una tendencia a su estancamiento. Solamente

Colombia muestra una mejora significativa de su cobertura a partir de la reforma de 1994.

De hecho, en la mitad de los casos, la reforma fue seguida de una baja de este

indicador. En el caso de Chile, la cobertura en 1999 es prácticamente idéntica a la del año

anterior a la reforma y Argentina presenta una baja permanente de su cobertura desde

1987.

3. PRINCIPALES RESULTADOS DE LAS REFORMAS

EN AMÉRICA LATINA75

Page 112: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

112

El nivel y calidad de la cobertura de un sistema contributivo depende del monto y

frecuencia de los aportes de cada individuo participante. El concepto usualmente utilizado

para medir la frecuencia de aportes de una persona a lo largo de su vida laboral es su

densidad de cotizaciones, es decir, el cociente entre el número de aportes que realizó y los

meses en que estuvo en edad de trabajar.

La principal conclusión de los estudios sobre densidades de cotización en la región es que,

incluso en algunos de los países con mayor cobertura previsional, una alta proporción de

los participantes en los sistemas contributivos se encuentran, en la práctica, sub-

asegurados.

Esto significa que sus densidades de cotización son inferiores a los requisitos mínimos

para acceder a una jubilación en los modelos de beneficio definido, o que determinan

pensiones de baja calidad en los esquemas capitalizados. En algunos casos, se han

detectado marcadas diferencias de género. En todos los estudios, las diferencias de nivel

socioeconómico se trasladan a los perfiles de cotizaciones. Los sectores de más altos

ingresos presentan densidades significativamente superiores a los grupos de menores

ingresos (especialmente las mujeres). El perfil de cotizaciones de estos últimos suele

comenzar en un nivel muy bajo y luego ir aumentando gradualmente durante la vida

activa.

Este último aspecto es particularmente relevante, puesto que al pasar de un sistema de

beneficio definido a uno de contribución definida (de capitalización o nocional), el

momento de los aportes pasa a ser un factor determinante en lo que respecta a la

calidad de las pensiones recibidas.

Estos resultados coinciden con estudios sobre el efecto de las reformas previsionales en

términos de género, que muestran que las características demográficas (mayor longevidad

de las mujeres), de los mercados laborales (discriminación salarial e inserción más

habitual en trabajos informales y temporales) y de diseño de los modelos basados en la

capitalización (sobre todo el uso de tablas de mortalidad diferenciadas por género) tienden

a crear profundas brechas en materia de acceso y calidad de las prestaciones contributivas

entre los hombres y mujeres trabajadores en América Latina.

Page 113: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

113

Solidaridad

Además de resultar ineficaz para extender la

cobertura previsional a los sectores

tradicionalmente excluidos de la economía

formal, la adopción de modelos de cuentas

individuales de capitalización eliminó parte

importante de la solidaridad inherente a los

sistemas de reparto y tendió a reproducir

las inequidades de la vida laboral,

transformándolas en inequidades

previsionales.

Para remediar esta situación se

incorporaron programas de pensiones

mínimas garantizadas o subsidios a los

aportes previsionales, que no han logrado

llegar a la población con menor

capacidad contributiva.

Tanto en Argentina como en Chile, la densidad media de los afiliados es cercana al

50%, cifra muy inferior a las proyectadas por los creadores de los sistemas de

capitalización individual. La densidad de los afiliados uruguayos es levemente

superior a los otros dos casos (60%), sin embargo, se encuentra muy por debajo de

los 35 años de aportes exigidos para acceder, según el nuevo sistema público del

país, a una ―jubilación común‖ a los 60 años. Los trabajadores chilenos cotizan en

promedio el 59% de su historia laboral, mientras que las afiliadas mujeres solo

aportan el 41% del tiempo.

Los tres quintiles más bajos de la distribución femenina chilena (el 60% de menores

ingresos) registran prácticamente toda la vida densidades medias inferiores al 40%,

mientras que el segundo quintil de los hombres ya tiene densidades medias

sistemáticamente superiores a esa cifra.

Page 114: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

114

Ante esta pérdida de solidaridad contributiva, los países que habían realizado

reformas estructurales optaron en su mayoría por el mecanismo de pensiones

mínimas garantizadas por el Estado. Este consiste en pagar un beneficio mínimo

mensual a aquellos trabajadores que, habiendo aportado un número mínimo de

años, hayan agotado los fondos acumulados en sus cuentas individuales. Tal es el

caso de los componentes de capitalización introducidos en Chile, Colombia, Costa

Rica (en el régimen básico de capitalización colectiva), El Salvador, México,

Nicaragua, Perú, República Dominicana y Uruguay.

Aunque estos mecanismos permiten reducir parte de los riesgos ligados a las bajas

rentabilidades de los fondos de pensiones —así como compensar en cierta medida

las diferencias de género originadas en las discriminaciones salariales, la menor

edad de jubilación y mayor longevidad de las mujeres— solo permiten mejorar la

calidad de la cobertura a aquellos afiliados que consiguen acumular un número

significativo de aportes (generalmente 20 años), y excluyen por lo tanto a la gran

mayoría de trabajadores que participan poco o nada en los sistemas contributivos.

Una alternativa menos común de solidaridad dirigida a los afiliados de bajos

ingresos corresponde a los mecanismos orientados a aumentar el nivel de las

pensiones contributivas mediante aportes subsidiados por el Estado. Ejemplos de

este tipo de mecanismos son los programas Cuota Social en México y el Fondo de

Solidaridad Pensional en Colombia. En el primer caso, se establece un aporte

estatal fijo por cada día cotizado por todos los aportantes al sistema privado,

mientras que en el segundo caso, el Fondo, financiado parcialmente por el Estado y

aportes solidarios de los afiliados de mayores ingresos, subsidia en parte las

cotizaciones de los trabajadores de escasos recursos. En ambos casos, los

subsidios están sujetos a la condición de realizar aportes a los sistemas

contributivos, con la consecuente exclusión de los trabajadores marginados de los

modelos formales.

Aparte del programa brasileño de pensiones rurales, el principal esfuerzo reciente

por compensar la pérdida de solidaridad de las reformas estructurales por la vía no

contributiva corresponde al Bono Solidario (Bonosol) introducido en Bolivia en 1997,

por medio del cual se entrega un beneficio vitalicio mensual a toda la población

mayor de 65 años de edad, sin requisitos de aportes ni comprobación de medios.

Page 115: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

115

Aunque, debido a que se financia mediante la capitalización de empresas públicas

privatizadas, se trata de un programa, en principio, temporal (restringido a las

personas que hubieran cumplido 21 años antes del 31 de diciembre de 1995), el

Bonosol posibilitó un cambio radical de la cobertura previsional de su población

mayor. En definitiva, la iniciativa boliviana demuestra el potencial, en términos de

extensión de la cobertura, de una política de pensión universal. Sin embargo, el

financiamiento sostenible de este tipo de programas puede resultar prohibitivo para

las economías de la región.

Sostenibilidad financiera

En principio, las reformas de los sistemas de pensiones

orientadas a la capitalización mejoran la solvencia

fiscal a largo plazo. Sin embargo, la experiencia

regional reciente ha puesto en evidencia que, a

corto y mediano plazo, el financiamiento de la

transición de una reforma estructural en la región,

combinado con los altos déficit acumulados por

sistemas de reparto insuficientemente financiados

y la presencia de regímenes especiales de alto

costo, hace peligrar la trayectoria financiera de las

reformas previsionales y puede amenazar la protección de los

adultos mayores que la propia reforma busca garantizar.

Si bien una parte de estos costos puede controlarse

mediante reformas paramétricas, mixtas o paralelas, la

mayor parte es imposible de evitar a corto y mediano

plazo.

Asimismo, la creciente relevancia del componente no

contributivo como mecanismo central de extensión de la cobertura planteará

desafíos adicionales en materia de financiamiento sostenible.

Page 116: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

116

El nivel y distribución en el tiempo del costo de transición de una reforma

estructural depende directamente de la forma en que se sustituye al régimen de

reparto por el de capitalización. Una reforma estructural de tipo sustitutivo supone

cerrar el sistema de reparto a la entrada de nuevos afiliados y el traspaso

(generalmente voluntario) de gran parte de los afiliados del sistema de reparto al de

capitalización.

En las reformas estructurales de tipo paralelo los sistemas de reparto se

mantienen abiertos a la entrada de nuevos afiliados, lo que permite diluir el costo

ligado al traspaso masivo de afiliados al régimen de capitalización, aunque se

pierde en parte el control del ritmo de la transición. Por su parte, las reformas

estructurales de tipo mixto consiguen el mismo objetivo, hacer gradual el costo de

la transición, pero a un ritmo determinado por la magnitud otorgada al componente

de capitalización.

Costo fiscal de transición de una reforma sustitutiva: el caso De Chile74

El costo fiscal de transición de un régimen de reparto a uno de cuentas individuales suele

descomponerse en dos partidas básicas: el déficit operativo y los bonos de reconocimiento.

El déficit operativo del sistema público de pensiones corresponde a la diferencia, en un

momento dado, entre las pensiones pagadas a los jubilados del régimen de reparto y los

aportes realizados por los trabajadores que aún siguen participando en este régimen (en

ausencia de fondos de reserva). Por su parte, los aportes pasados de los trabajadores que

se trasladan al sistema de capitalización se transforman en instrumentos de deuda pública,

los ―bonos de reconocimiento‖, pagados en el momento de la jubilación.

El déficit operativo se traduce en una presión sobre el gasto público a partir del momento

en que los trabajadores comienzan a trasladarse al nuevo régimen, mientras que el gasto

en bonos de reconocimiento se difiere hasta el momento en que comienzan a jubilarse los

primeros pensionados del sistema capitalizado.

Como el programa de pensiones asistenciales es de carácter no contributivo y discrecional,

su gasto se ha mantenido prácticamente constante en términos del PIB. Por último, el

gasto en pensiones mínimas comenzó a afectar al presupuesto fiscal con varios años de

74 Fuente: A. Arenas de Mesa, M.C. Llanes y F. Miranda Bravo, “Protección social efectiva, calidad de la cobertura y efectos distributivos del sistema de pensiones en Chile”, Santiago de Chile, CEPAL, 2005, inédito.

Page 117: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

117

retraso, posiblemente debido a su naturaleza relativamente restringida (afiliados con al

menos 20 años de aporte que no hayan acumulado fondos suficientes) y al hecho de que

este programa exige que los pensionados en retiro programado (la gran mayoría de los

que tienen derecho a este beneficio) hayan agotado sus fondos antes de que se produzca

un desembolso fiscal. Una vez superados los costos de la transición, restará

exclusivamente el financiamiento del déficit previsional de las Fuerzas Armadas

(actualmente cercano al 1,3% del producto) y el esfuerzo estatal de prevención de la

pobreza mediante pensiones mínimas y asistenciales.

En contraste, las reformas paramétricas a los regímenes de reparto, al no interrumpir el

contrato intergeneracional, permiten mejorar la situación financiera de los sistemas

públicos sin el costo fiscal de transición de las reformas estructurales. No obstante, estas

reformas deben enfrentar notables presiones políticas para su aprobación legislativa, dado

que los cambios paramétricos suelen acarrear consecuencias impopulares. Por otra parte,

sigue existiendo la posibilidad de establecer regímenes especiales, cuyos efectos no se

limitan al tema de la viabilidad financiera sino que también influyen en la equidad del

sistema.

En general no es fácil estimar las consecuencias del costo de transición de una reforma

estructural en las finanzas públicas a lo largo del tiempo, y solo existen estudios

específicos en el caso de ciertos países. Sin embargo, sobre la base de técnicas

demográficas es posible calcular el valor presente de las obligaciones del Estado,

equivalente al costo actualizado de responder a todos los compromisos derivados de

sustituir, hipotéticamente, un sistema de reparto por uno de capitalización individual.

Un estudio llevado a cabo por Bravo y Uthoff, muestra el resultado de esta estimación en

20 países de la región, así como el tipo de reforma adoptada. Se observa que, en definitiva,

el costo de la transición a un modelo de capitalización ha sido fundamental en el análisis de

alternativas de reforma: salvo en Chile, todos los países cuyas obligaciones

llevadas a valor presente son relativamente altas han optado por modelos no

sustitutivos de reforma, ya sea incorporando un pilar de capitalización en forma

complementaria (modelo mixto o paralelo) o realizando reformas paramétricas.

Page 118: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

118

Cabe consignar que, aún luego de la reforma, es posible que persistan graves

problemas de diseño que conlleven una notable carga fiscal y provoquen mayores

presiones presupuestarias. Esto ocurre particularmente cuando el nuevo diseño

es incapaz de corregir las imperfecciones del sistema antiguo, cuando persisten

prestaciones que no se adecuan a los esfuerzos contributivos, o cuando las

predicciones de los costos de transición se subestiman, lo que agrava aún más

de lo previsto la situación fiscal.

En el recuadro siguiente se aprecia el efecto que tuvo en la crisis argentina del 2001

la reforma estructural de pensiones introducida a mediados de los años noventa.

A las presiones presupuestarias mencionadas se agregan las crecientes exigencias

de financiamiento fiscal provenientes de la necesidad de extender la cobertura

previsional por la vía no contributiva.

AACCTTIIVVIIDDAADD 1. A partir de los conceptos de cobertura, solidaridad y sostenibilidad

financiera, describe ejemplos reales del sistema de protección de tu país en el que una medida cumpla con 1, 2 ó 3 de estos requisitos. Explica el caso.

Page 119: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

119

Responsabilidades fiscales en el sistema previsional argentino después del 200175

Durante los años ochenta, en los diferentes componentes de la seguridad social argentina comenzaron a sentirse los efectos

de una profunda crisis económica. En un primer momento, la baja de los salarios reales restó financiamiento al sector y,

más tarde, a principios de los años noventa, el largo proceso de crisis derivó en un drástico salto de la proporción de la

población desempleada. La combinación de una menor base contributiva y un modelo de beneficios sumamente

generoso (82% del salario de los últimos tres años de aporte) tornó impostergable el debate sobre las reformas al sistema.

En pleno período de convertibilidad y luego de múltiples cambios parciales se dio inicio, en 1993, a una reforma estructural que

introdujo un sistema mixto con la opción de aportar fondos a un nuevo esquema de capitalización.

A los costos fiscales ligados a la transición parcial a este régimen de cuentas individuales se sumaron dos políticas

aplicadas desde mediados de los años noventa y que influyeron notablemente en el creciente déficit previsional que se

aprecia en el gráfico siguiente. Estas fueron una política de reducción de impuestos sobre la nómina salarial pagados por

el sector privado (la “devaluación fiscal” que buscaba defender a la economía Argentina de la pérdida de competitividad

externa producto de la apreciación del tipo de cambio real) y la transferencia gradual de la mayor parte de las cajas provinciales

(incluidos sus déficit) al gobierno central.

El déficit previsional del año 2000 (equivalente al 3,3% del PIB) podía desagregarse en: un 45,9% vinculado a los aportes al

sistema de capitalización, un 40,6% relacionado con la reducción de contribuciones patronales y un 13,5% ligado a

otras causas, fundamentalmente la transferencia de las cajas provinciales.

Producto de estos factores, la crisis de fines del 2001 tuvo al sistema previsional entre sus causas más citadas. Por otra

parte, la crisis de financiamiento se vio acompañada por una crisis de cobertura del sistema previsional, cuya evolución

muestra una reducción de la percepción de ingresos previsionales de los mayores de 65 años de más de un punto porcentual

por año (de un 77% en 1994 a un 66% en el 2003).

Con el fin de intentar mejorar la situación fiscal del sistema, en la reforma de 1993 se incluyeron notables cambios

paramétricos al modelo de reparto, esto es, se aumentó cinco años la edad de jubilación, se amplió el número de años

considerados en el cálculo del salario base y se incrementó gradualmente el número de aportes mínimos para acceder a

una jubilación (de 20 a 30 años). Estas modificaciones dificultaron el acceso a los beneficios y expusieron la debilidad del

modelo contributivo, en el marco de un mercado de trabajo con alta desocupación e informalidad estructural.

Por último, la creciente necesidad de financiar con fondos generales las pensiones contributivas tornó inviable cualquier

iniciativa no contributiva de extensión de la cobertura previsional a la población mayor más necesitada.

El nuevo régimen de capitalización ha estado marcado por la alta concentración del mercado de administradoras de fondos

de pensiones, comisiones elevadas y, sobre todo, una cartera de inversión con notable preponderancia de títulos públicos.

Este último elemento refleja la forma primaria de financiamiento de la transición al régimen de capitalización y, al mismo

tiempo, la gran exposición a presiones políticas.

75 Fuente: O. Cetrángolo y C. Grushka, “Sistema previsional argentino: crisis, reforma y crisis de la reforma”, serie Financiamiento del

desarrollo, N° 151, CEPAL, diciembre del 2004; O. Cetrángolo y J.P. Jiménez, “Política fiscal en Argentina durante el régimen de convertibilidad”, serie Gestión pública, N° 35, CEPAL, 2003.

Page 120: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

120

Eficiencia y costos

La incorporación del sector privado mediante empresas competitivas de administración

de fondos debía, en principio, llevar a un manejo rentable y seguro de los fondos

de ahorro y a una reducción paulatina de los costos administrativos. Sin embargo,

en América Latina la competencia entre administradoras no se ha dado en las

variables más relevantes (precio y rentabilidad ajustada por riesgo), se ha

observado una creciente concentración de la actividad y las mejoras en términos

de eficiencia no se han traspasado a los usuarios.

La ausencia de competencia real en precio y rentabilidad se origina en factores

propios de la oferta y demanda de servicios de administración de fondos

previsionales. En lo que respecta a la oferta, los estudios existentes apuntan a que la

estructura de costos presenta importantes economías de escala, ligadas a la presencia

de considerables costos fijos de funcionamiento. Por otra parte, se ha establecido

que la demanda a nivel individual es notablemente inelástica a las comisiones

cobradas o el desempeño relativo de las administradoras en términos de

rentabilidad.

Este fenómeno ha sido atribuido al carácter obligatorio del servicio de

administración de fondos para el retiro; la dificultad para comparar los servicios que

entregan las distintas administradoras; un escaso conocimiento o comprensión del

funcionamiento del sistema, y la limitada cultura financiera de la población. Se ha

observado que, en la mayoría de los casos, la decisión de traspaso entre

administradoras —que debiera constituir el principal elemento de disciplina del

mercado— obedece fundamentalmente a la visita de vendedores o promotores y a

la entrega de premios o regalos.

La combinación de economías de escala en la prestación del servicio con una

demanda notablemente inelástica a las variables de precio o rentabilidad ha llevado a

una paulatina concentración de la actividad en todos los países en los que se han

introducido este tipo de reformas.

Page 121: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

121

Por último, la evidencia más sugerente de que esta actividad carece de

condiciones para una competencia eficiente radica en las utilidades percibidas por

las administradoras. Las empresas administradoras chilenas registraron, entre 1999

y el 2003, una rentabilidad media sobre activos antes de impuestos de un 53% anual,

con un promedio de beneficios extraordinarios en torno al 0,10% del PIB. En este

período, no se produjo en el país ninguna entrada de nuevos operadores al

mercado.

Es posible que la búsqueda de mayores utilidades incentive la reducción de costos

de producción y el aprovechamiento de las economías de escala, pero en presencia

de cierto poder de mercado y de barreras a la entrada, las mejoras en materia de

eficiencia no se trasladan necesariamente a los afiliados al sistema en la forma de

menores comisiones o mejores pensiones.

Pueden consultarse cuadros de interés en la página web del proyecto:

http://www.oit.org.pe/ssos/documentos/cuadro_aios_14.pdf

http://www.oit.org.pe/ssos/documentos/cuadro_aios_16.pdf

http://www.oit.org.pe/ssos/documentos/cuadro_aios_18.pdf

http://www.oit.org.pe/ssos/documentos/cuadro_aios_19.pdf

http://www.oit.org.pe/ssos/documentos/cuadro_aios_24.pdf

http://www.oit.org.pe/ssos/documentos/cuadro_aios_32.pdf

http://www.oit.org.pe/ssos/documentos/cuadro_aios_33.pdf

Entre los argumentos a favor de la capitalización, destacan: 1) explicitan la deuda

del Estado con los contribuyentes activos en el sistema anterior vía bonos de

reconocimiento o sistema similar – con el consiguiente déficit fiscal o desahorro

público-; 2) fortalecen los vínculos entre las contribuciones de cada trabajador, su

administración financiera y los beneficios que recibe con su capitalización – sin

existir capacidad de decisión real sobre la inversión de los fondos por parte de los

trabajadores-; 3) eliminan la función distributiva del sistema de pensiones, que pasa

a ser desempeñada por el presupuesto fiscal -en ocasiones hipotecado por las

propias reformas previsonales, y, casi siempre, pobre, poco extenso y regresivo-; y

4) la capitalización puede servir a elevar el ahorro financiero de largo plazo.

Page 122: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

122

Como contra-ejemplo con mayor experiencia, el aumento del ahorro en Chile no

responde exclusivamente a la implementación del sistema de pensiones sino al

esfuerzo de ahorro público para cubrir los costos de la transición y el aumento del

ahorro privado no previsional; además, sólo una parte reducida se canaliza a la

inversión real mediante acciones de primera emisión, compras de letras hipotecarias

y bonos de empresas (Arrau, P. 1996).

Aquí reside el interés principal del `poder económico‘: la gestión de los fondos

procedentes del Sistema Previsional.

A este respecto hay que destacar lo siguiente:

El considerable peso que en las diferentes economías Latinoamericanas

representan los fondos acumulados procedentes de la privatización de las

pensiones en su relación con el Producto Interno Bruto (PIB), augurándose un

considerable incremento relativo en aquellos países de reformas más recientes.

El porcentaje para Colombia es del 15,8%

Por otra parte se produce de forma generalizada la materialización de las

inversiones en Deuda del Estado con el consiguiente efecto desplazamiento sobre

inversión directa productiva. En el mismo sentido los Fondos derivados de la

privatización de las pensiones representan la principal fuente de financiación del

7,9% México (1997)

14,0% Uruguay (1996)

15,3% Perú (1993)

14,3% Argentina (1994)

21,6% Bolivia (1997)

61,0% Chile (1981)

Dic/06 (AIOS)

Fondos / PIB

Page 123: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

123

erario público, produciéndose lo que se ha venido en llamar `reparto encubierto‘ al

ser el deudor final de dichos recursos el Estado en forma de deuda pública

explicitada en títulos-valor.

Así:

Los porcentajes para Colombia son 47,2% y 14,2% respectivamente.

Los casos de México y Bolivia destacan por la concentración de

cerca del 75% de los fondos en Deuda Pública; como

contrapunto Chile a Diciembre de 2006, 25 años después de

puesta en marcha su reforma previsional, destina tan solo el

13% de los fondos administrados en la financiación del Estado,

en buena medida porque ya casi el 82% de la deuda estatal

está en manos de las Administradoras de Fondos de

Pensiones - AFP´s, indicador este del poder económico de las

Administradoras.

Sobresaliente es también la excesiva concentración de los fondos en las

Administradoras más importantes en cada uno de los países analizados,

estableciéndose en la práctica un oligopolio concentrador de recursos recayendo las

decisiones de inversión fuera de la esfera del Estado y sin participación de los

directamente afectados – afiliados y pensionados.

19,1% Perú

13,1% Chile

60,6% Argentina

74,8% Bolivia

59,8% Uruguay

73,1% México

Dic/06

(AIOS)

% Fondos en Deuda

Pública

8,9% Perú

81,7% Chile

8,3% Argentina

55,2% Bolivia

13,6% Uruguay

23,2% México

Dic/06

(AIOS)

% Total de D.P. En

AFP´s

Page 124: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

124

En el cuadro precedente se observa que si bien una de las banderas a favor de las

reformas era la participación del mercado en la gestión de los recursos, en Uruguay

y Perú casi dos tercios de los mismos están concentrados en las dos

administradoras más grandes, porcentaje que supera el 50% en Chile. Importante

es también destacar la participación de capital extranjero en las instituciones

administradoras donde se deciden las políticas de inversión

37,8% Argentina (11)

35,7% México (21)

54,5% Chile (6)

61,1% Perú (4 Administrad.)

74,1% Uruguay (4 Administrad.)

Dic/06 % de los Fondos en las dos AFP´s

más importantes

Page 125: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

125

Conclusiones parciales

Como se ha visto, no se puede llegar a resultados concluyentes de si el régimen de

reparto o de Capitalización Individual (CPI) (o el de PME) es el más adecuado para

financiar las pensiones.

Diferentes experiencias, nos hablan de las consecuencias prácticas de las reformas,

con las que se ha producido una importante brecha entre el volumen total de afiliados,

y las cifras de aportantes reales, de tal manera que asegurados de bajo ingresos

tendrán que acceder en masa a pensiones mínimas garantizadas por el Estado.

Además, se ha cuestionado el carácter ‗privado‘ del sistema teniendo en vista cuatro

funciones estatales claves: obligatoriedad en la afiliación, estricta regulación y

supervisión, fuertes subsidios y transferencias, y garantías en caso de quiebra y otros

elementos fundamentales del sistema como la inversión en deuda pública de buena

parte de los fondos administrados76.

La mayoría de los países latinoamericanos tienen factores institucionales diversos a

los de Chile, de tipo político, jurídico, económico, social, laboral, demográfico y de

seguridad social, que hacen difícil reproducir el modelo chileno puro. Con el proceso

de democratización en América Latina, se reduce la posibilidad de aprobar una

reforma radical como la chilena, sin embargo, de lo que no cabe duda es que se tomó

dicho modelo como referencia en la región para las reformas en el área de pensiones.

Las condiciones económicas de los países latinoamericanos también son diferentes, y

los mercados financieros no disponen de la estabilidad y profundidad necesarias, de

ahí que es esencial primero regular y estimular los mercados de valores y de la

industria del seguro privado, antes de pensar en privatizar los programas de

pensiones.

76 Fondos de las AFP´s; fondos de las compañías de seguros por cobertura de invalidez y supeervivencia; fondos de las compañías de

seguros por inversión de los capitales destinados a garantizar las rentas vitalicias cuando se opta por esta modalidad de prestación.

Page 126: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

126

Por otra parte, si se aplicara a ultranza el `modelo chileno‘ a otros países de la región,

en lugar de haber optado por un modelo mixto en la mayor parte de los países donde

se han realizado reformas estructurales; las transferencias estatales para consolidar el

programa privado de pensiones de una minoría cubierta (con ingreso medio o medio

alto) serían cuantiosas, a fin de cubrir el déficit del sistema antiguo, pagar el bono de

reconocimiento y garantizar una pensión mínima en el sistema de CPI. Esto se haría a

expensas de recursos públicos que se necesitan (servicios primarios de salud,

nutrición, asistencia social) para aliviar la situación de la mayoría de la población que

es pobre o de bajo ingreso y no está cubierta por la seguridad social.

AACCTTIIVVIIDDAADD 1. Incluya una conclusión personal que complete este capítulo. Razone su

respuesta.

Page 127: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

127

Recientemente, el Banco Mundial

ha cambiado su enfoque,

habiendo procedido a una

revisión de su ―modelo‖ y

proponiendo nuevas soluciones.

El Banco ha efectuado una

evaluación de los resultados de

las reformas llevadas a cabo en

América Latina, confirma

algunos temas fundamentales de

su estudio de 1994 a la vez que

impugna y rectifica otros.

Los cambios principales en la nueva perspectiva del Banco se dirigen al

reforzamiento del ingreso básico para todas las poblaciones de edad, al igual que al

papel fundamental que deberían desempeñar los instrumentos de consumo

individual que se basan en las estructuras de mercado, dentro y fuera de los

regímenes públicos de pensiones de la seguridad social.

El Banco reconoce ampliamente la importancia que representan las condiciones

iniciales existentes y el grado de aceptación que imponen a un país en particular la

introducción de nuevas fórmulas, que redundan en la necesidad de una

implementación a la medida y tácticamente graduada de estas modalidades

multipilares.

El Banco confirma entonces las ventajas del sistema multipilar, que incluye

fórmulas basadas en elementos de capitalización, cuando las condiciones lo

permiten, pero a la vez afirma que una variedad de fórmulas pueden contribuir a

alcanzar la protección de la vejez de una manera fiscalmente aceptable.

El Banco, en resumen, propone tres grandes niveles de protección:

4. LOS CAMINOS A SEGUIR

Page 128: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

128

a. Un régimen de administración pública de pensiones, obligatorio, de reparto

y de beneficio definido;

b. Un régimen de administración privada de pensiones, obligatorio, de

capitalización y de cotización definida;

c. Un régimen voluntario de ahorro.

El nuevo sistema multipilar del Banco (informe de 2005), en particular, sugiere

una combinación de cinco elementos:

i. Un sistema no contributivo, llamado ―pilar cero‖, que proporcionaría un nivel

mínimo de protección;

ii. Un ―primer pilar‖ (ver punto (a) anterior) obligatorio que está relacionado de

alguna manera con los ingresos de actividad, destinado a reemplazar una

parte de esos ingresos;

iii. Un ―segundo pilar‖ (ver punto (b) anterior) obligatorio, de cuentas

individuales, que se puede construír de diferentes maneras;

iv. Un ―tercer pilar‖ (ver punto (c) anterior) voluntario, flexible y a discreción de

los poderes interesados;

v. Un régimen intra-familiar informal, o intergeneracional, incluyendo ayuda

financiera o en especies para las personas de edad, contemplando el

acceso a la atención médica y a la habitación.

Desde la OIT, hay que recordar la importancia de las Resoluciones y Conclusiones

relativas a la seguridad social, Conferencia Internacional del Trabajo,89º. Reunión,

2001. Seguridad social: un nuevo consenso.

La importancia de destacar los principios de la seguridad social, radica en que

toda propuesta de reforma del sistema de seguridad social debe atenerse a ellos

sino se quiere desnaturalizar el papel de la seguridad social. Proceder de otra

manera puede desviar el sistema de su objetivo principal cual es la protección

social. No debe olvidarse que las reformas impulsadas por el Banco Mundial,

particularmente en América Latina, se basaron principalmente en una visión

económica y financiera del papel de los sistemas de protección social sin entender

su carácter de derecho humano fundamental.

Page 129: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

129

En la 89º Conferencia Internacional de Trabajo (2001), la Seguridad Social, su

situación, retos y perspectivas fue un tema que concitó especial atención entre los

delegados, expertos y observadores.

En dicha Conferencia, y luego de un amplio debate realizado sobre la base del

Informe VI, Seguridad Social: temas, retos y perspectivas; se alcanzaron

importantes acuerdos que estimamos se constituyen en orientaciones

fundamentales para emprender una reforma eficiente de la seguridad social.

Murro 77 ha resumido muy bien estas orientaciones en 12 coincidencias:

1. La seguridad social es un derecho humano fundamental.

2. La necesidad de dar la máxima prioridad a la cobertura de la seguridad

social.

3. No hay un modelo único ejemplar, y le incumbe a cada sociedad determinar

los regímenes que le conviene.

4. El Estado prioritariamente tiene la función de favorecer, mejorar y ampliar la

seguridad social, y de establecer un marco normativo eficaz con mecanismos

de aplicación y control.

5. La importancia del diálogo social para asegurar la eficacia en la institución o

ampliación de la seguridad social, en su evaluación, y en el desarrollo de

opciones para hacer frente a cualquier desequilibrio financiero, así como en

la participación de los interlocutores sociales en la formulación de la

estrategia nacional, en la gestión de los sistemas nacionales y de los

regímenes complementarios.

6. En los sistemas de pensiones en los que existen los regímenes de de

cuentas de capitalización individual en el que el riesgo es individual; este no

debe debilitar los sistemas de solidaridad.

7. Los regímenes de pensiones obligatorios deben garantizar pensiones

suficientes y solidaridad nacional.

77 Op.cit

Page 130: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

130

8. Las medidas para aumentar el empleo y el crecimiento sostenible que genere

empleo productivo como soluciones frente al impacto del envejecimiento en

los sistemas de pensiones y en el costo de la asistencia médica.

9. La necesidad de promover el acceso al empleo decente.

10. Promover la igualdad entre hombres y mujeres como cimiento y eje de la

seguridad social y para el óptimo desarrollo de la sociedad.

11. La pandemia del VIH-SIDA tiene consecuencias catastróficas en diversos

sectores de la sociedad e influye en el financiamiento de la seguridad social y

la salud.

12. La OIT debe encarar sus actividades en seguridad social basándose en la

Declaración de Filadelfia, en el concepto de trabajo decente y normas

internacionales respectivas; priorizando en sus actividades la extensión de la

cobertura.

La importancia de estas conclusiones radica en que constituyen ejes programáticos

de consenso para enfrentar los retos de la seguridad social en la comunidad

internacional y bases sólidas sobre las cuales se debe emprender la tarea de

construir consensos en los países miembros, como es el caso del Perú, para

impulsar una reforma integral de la seguridad social.

(*)78

El Convenio 102 relativo a la Norma Mínima de Seguridad Social sigue igualmente

vigente que el primer día.

78 Síntesis realizada, a partir del documento de G. López Morales, R. Silva y A. Egorov

Page 131: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

131

Convenio Central:

Convenio 102 Relativo a la Norma Mínima de la Seguridad Social

Dos características esenciales:

Establece las metas que deben ser alcanzadas en lugar de describir las técnicas aplicables.

Establece flexibilidad, ofreciendo la posibilidad de ratificar el Convenio aceptando por lo

menos tres de las nueve ramas, incluida al menos entre las siguientes: Desempleo; AT y

EE.PP, de V, I, y M.

Define Quién tiene derecho a qué y en qué condiciones, es decir: Campo de aplicación,

Prestaciones y Condiciones de acceso, para todas y cada una de las RAMAS DE LA SEGURIDAD

SOCIAL, que según las Normas Internacionales de la OIT son:

Invalidez, Vejez y Muerte (o supervivencia) - C 102 partes V, IX y X - C128 y R 131.

Salud (Asistencia Sanitaria y Prestaciones económicas) - C. 102 p.II y III; C130, R134 y R69.

Maternidad - C102 p. VIII; C 183, R191.

Accidentes de Trabajo y EE.PP - C102 p.VI; C121 y R121

Desempleo - C102 p. IV; C168 y R176

Prestaciones Familiares C.102 p.VII

Y los parámetros de cobertura poblacional y cuantía mínima de prestaciones quedan recogidos en los artículos

correspondientes de los Convenios 102 partes V, IX y X - 128 y Recomendación 131, disponibles en la página

web del proyecto: http://www.oit.org.pe/ssos/normas_oit/index.html

Las más recientes experiencias normativas de Chile (con las prestaciones básicas recientemente introducidas),

Argentina (con la reforma de la reforma), y Uruguay (en cuanto al reto de extensión de las asignaciones

familiares), son tres referentes a tener en cuenta:

AACCTTIIVVIIDDAADD 1. Proponga las líneas estratégicas básicas del cambio a seguir en el Sistema

de Pensiones de su país.

Page 132: CENTRO INTERNACIONAL DE FORMACIÓN

132

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