CAUCA

El departamento del Cauca se ha configurado como un espacio estratégicopara los actores armados, debido a la convergencia de canales decomunicación entre la Amazonía y el Océano Pacífico, Ecuador y el Valle delCauca, así como la diversidad de su geografía con valles interandinos yselvas, que se extienden desde la Cordillera Central hasta el Pacífico; estascaracterísticas han favorecido la presencia de grupos insurgentes y deorganizaciones de autodefensa. Las principales zonas donde estos grupos almargen de la ley tienen presencia en estos momentos son: la Bota Caucanaque comunica con el departamento del Caquetá y con el Putumayo; elMacizo que comprende también algunos municipios de los departamentosde Tolima, Huila, Nariño, Putumayo y Caquetá; la Vía Panamericana queatraviesa el departamento desde Nariño hasta Valle; la zona noroccidental –río Naya, que a través del río San Juan y más arriba por el río Atrato,comunica con el municipio de Buenaventura (Valle) y el departamento delChocó (Pacífico); la Cordillera Oriental, en los municipios de El Tambo, Argelia,Patía, Balboa y el piedemonte de la Cordillera Central, especialmente losmunicipios de Mercaderes y Bolívar (zona de enclave cocalero), la zona delPacífico, principal para el tráfico de armas y de drogas; así como Popayán ysus alrededores, eje administrativo del departamento.

CAUCA

Guerrillas

En el Cauca predominan en la actualidad los gruposarmados de las FARC y el ELN pero hay quemencionar que en el pasado actuaron tambiénotras organizaciones entre las que se destacaronel M-191, el Quintín Lame2 y en menor medida elEPL, el Ricardo Franco y el Jaime BatemanCayón3. Especial importancia tuvo la conformaciónde la denominada Coordinadora Nacional Guerrilleraconformada por el M-19, el Quintín Lame, el ELN,el EPL, el PRT y el MIR Patria Libre, que surgió afinales de la administración Betancur – en los años1986 y 1987 - en un escenario en el que el procesode paz se estaba rompiendo con algunas de estasorganizaciones. Así mismo es relevante anotarque entre 1987 y mediados de los noventa operóla denominada Coordinadora Guerrillera SimónBolívar a la que entró a formar parte las FARCmientras que paulatinamente, entre 1988 y 1991,se retiraron el M-19, el EPL y el Quintín Lame enla medida que fueron participando en el procesode paz con los gobiernos de Barco y Gaviria.

Las FARC son sin duda alguna la guerrilla conmayor tradición en el departamento. Al respectohay que señalar que seis meses después de laoperación Marquetalia llevada a cabo por lasFuerzas Militares colombianas en el sur del Tolimatuvo lugar en Riochiquito, una amplia regiónubicada en el nororiente del departamento delCauca con importante influencia indígena, la

primera conferencia del bloque Sur en septiembrede 19644. Riochiquito era entonces asiento de unmovimiento agrario que enfrentaba a indígenas ycampesinos con terratenientes de la élite caucanay contaba al mismo tiempo con una presenciaimportante del Partido Comunista y conautodefensas armadas organizadas por estedesde hacía varios años. En la conferencia sedecidió pasar de las autodefensas a las “guerrillasmóviles”, teniendo en cuenta que ya no era viableresistir en un solo territorio, se nombró un EstadoMayor, se destacaron los principales cuadrospolíticos y militares para que apoyaran losmovimientos agrarios y se elaboró un plan deacciones.

La acción militar de mayor importancia realizadapor el denominado bloque Sur fue la toma deInzá, un municipio del nororiente del departamentodel Cauca, en marzo de 1965, planeada enRiochiquito5. Tras este hecho el Ejército respondiócon una operación militar, que produjo lareorganización de la insurgencia en variosdestacamentos que recorrieron buena parte delterritorio caucano hasta la Cordillera Central,buscando los páramos y bifurcándose hacia elTolima y el Huila para marchar de sur a norte a laentrada del páramo de Sumapaz por el orientedel Tolima y penetrar hasta el cañón del Duda,en el departamento del Meta, en donde tuvo

Evolución delconflicto armado

lugar la segunda conferencia en 1966 en la quese creó un Estado Mayor y las Fuerzas ArmadasRevolucionarias de Colombia, FARC, propiamentedichas 6

Entre 1966 y 1969 los destacamentos guerrillerosasignados a la Cordillera Central sufrieron muchasbajas pero en la Tercera Conferencia, que tuvolugar este último año en el oriente colombiano,se decidió penetrar de nuevo las mismas áreas“con grupos menores, pero más ágiles, másoperativos, más actuantes” y se desplegaron deesta manera fuerzas hacia Tolima, Huila y Cauca7.Se mantuvieron de esta manera las raíces delmovimiento guerrillero y no por casualidad haciaprincipios de los setenta el norte del Cauca, el surdel Tolima y el departamento del Valle fueronescenario de uno de los cuatro núcleos en losque nacieron los primeros frentes de las FARC8.

Es importante señalar que en 1987 apareció enel Valle el frente 30, principalmente en el Pacífico,el cual ha tenido también incidencia en el Caucaen la región del Naya, en los municipios de BuenosAires y Suárez así como también en López yMorales. Igualmente hay que tener presente quelos frentes 2 y 13, con influencia en Caquetá yHuila, también han tenido alguna incidencia enCauca. En 1995 el frente 60 ya había hecho suaparición en una región limítrofe entre losdepartamentos de Cauca, Huila, Caquetá,Putumayo y Nariño y en la actualidad se mueveen la zona sur del departamento en los municipiosde El Tambo, Patía, Argelia y Balboa. En los años90 se estructuraron a su turno las compañíasmóviles Jacobo Arenas, con mucha incidenciadesde el nororiente del departamento hasta laBota Caucana, así como la denominada AlonsoCortés ante todo en el Pacífico.

La presencia del ELN en el Cauca, a diferencia delas FARC, solo se registró a mediados de la décadade los ochenta en momentos en que esta guerrillaa nivel nacional registraba una expansión sinprecedentes. El ELN ya había echado raíces enCali durante los sesenta y setenta y en el Valle apartir del frente Luis Carlos Cárdenas Arbeláezentre 1979 y 1982, pero el frente Manuel VásquezCastaño solo entró a operar en el Cauca hacia1985. En un principio este frente se ubicó antetodo en la Bota Caucana, pero en la medida enque el M-19 y el Quintín Lame se desmovilizaron

intentaron llenar espacios también hacia el centroy norte del departamento. Fue así como en susprimeros años, hasta 1989, actuó más que todoen municipios como Bolívar, Patía y San Sebastiány en menor medida Popayán, sin embargo entre1993 y 1999 incursionó también en Cajibío yPiendamó. A partir de 2000 sus estructuras sefueron fortaleciendo con los denominados frentesLucho Quintero, Antonio José de Sucre y CamiloCien Fuegos, con más influencia en el norte deldepartamento y con relaciones con los frentesdel Valle. No obstante, a raíz de intensosoperativos militares estas estructuras se hanreplegado hacia la Bota Caucana, tradicionalmenteuna zona de retaguardia de esta agrupaciónguerrillera.

Actualmente en la región actúan las guerrillas dela FARC y el ELN, las cuales utilizan comoretaguardia las amplias zonas montañosas de lasdos cordilleras y las zonas selváticas en el límitedel departamento del Putumayo, desde las cualesemprenden sus acciones. En el sector nororientaltiene presencia el frente 6 de las FARC en losmunicipios de Puerto Tejada, Miranda, Padilla,Corinto, Santander de Quilichao, Páez, Caldono,Silvia, Jambaló, Totoro e Inza (este frenteextiende su radio de acción hasta los municipiosvallecaucanos de la Cordillera Central, tales comoFlorida, Palmira, Cerrito, Tulúa y Buga); el frente13 cuyo eje principal es el departamento de Huilay que desarrolla su accionar armado en losmunicipios de Puracé, Timbio, Sotará, Rosas, LaSierra y La Vega. Hacia el norte, en la región deEl Naya, actúa el frente 30 especialmente en losmunicipios de Buenos Aires, López, Suárez yMorales, también en los municipios vallecaucanoslimítrofes como Dagua, Calima y Buenaventura;el frente 8 cuya principal influencia se encuentraen los municipios de El Tambo, Argelia, Timbio,Cajibío, Rosas y La Sierra; el frente 60 ubicadoprincipalmente en los municipios de El Tambo,Patía, Argelia y Balboa; el frente 29 cuyo centrode operaciones incluye municipios de la parte nortede Nariño, con presencia en Mercaderes, Bolívar,Patía, Balboa y Florencia; el Frente Arturo Medinaubicado en la Bota Caucana en los municipios dePiamonte, Santa Rosa, San Sebastián yAlmaguer; por último la Columna Móvil JacoboArenas cuyo amplio radio de acción se extiendedesde el noroccidente del departamento hasta laBota Caucana.

Autodefensas

Aunque la presencia de grupos de autodefensaen la zona ha sido una constante histórica quehace parte integral de la construcción de laHacienda - la cual basó buena parte de suexistencia y expansión en la apropiación de lastierras de los indígenas, negros y campesinos pormedios forzados -, así como de los ingeniosazucareros del sur del Valle y el norte del Cauca,este apartado sólo hará referencia a estefenómeno a partir del período de expansión delnarcotráfico y la compra de tierras por parte delas mafias del Valle, y la posterior llegada de lasdenominadas Autodefensas Unidas de Colombia.

La aparición del narcotráfico en el Cauca se daen un contexto de una fuerte confrontación entrelos grandes propietarios y grupos de indígenas ynegros, en la cual la violencia fue la principalherramienta utilizada por los terratenientescaucanos que a través de los llamados “pájaros”o pistoleros a sueldo asesinaron a dirigentes yactivistas. Es precisamente en este contextodonde grupos de indígenas comenzaron aarmarse y apoyados por grupos guerrilleros,principalmente el M-19, formaron lo queposteriormente fue el Movimiento Quintín Lame.

Como las reclamaciones de tierras prosiguieron yalgunos predios llevaban varios años de ocupación,la respuesta violenta se dio por parte delnarcotráfico, el cual llevó a cabo una ofensiva enla adquisición de tierras por parte de mafiosos delValle, especialmente en el norte del Cauca. Esteproceso de apropiación se dio a partir de losalcances en las negociaciones de las tierrasocupadas por parte de los indígenas, hecho porel cual los propietarios resolvieron venderle a losnarcotraficantes, los cuales no tendrían mayoresdificultades para llevar a cabo una “limpieza” enesas fincas.

Una clara evidencia de este proceso lo proporcionala masacre ocurrida en la hacienda El Nilo, municipiode Caloto. Dicha finca se hallaba ocupada porindígenas, estando pendiente un litigio con lospropietarios. Los dueños vendieron la finca anarcotraficantes, quiénes a través de un abogadoamenazaron a los indígenas. Las amenazas secumplieron el 17 de diciembre de 1991, cuando

un grupo de hombres armados asesinó a 20indígenas. A raíz de este hecho se presentaronnegociaciones con el Gobierno y el INCORA secomprometió a entregar 15.000 hectáreas a lascomunidades. Sin embargo el conflicto se siguióagudizando por la constante compra de tierraspor parte de los narcotraficantes, principalmenteen los municipios con cultivos de amapola comoBolívar, La Vega, Mercaderes, Patía y SanSebastián.

Según la investigación La violencia y el municipiocolombiano 1980 –1997 del Centro InvestigacionesSociales de la Universidad Nacional se advierte lapresencia en esta región de grupos deautodefensa en los municipios de Caloto, Timbió,Caldono, Argelia y Bolívar, entre otros. De acuerdocon lo registrado en la revista Noche y Niebla, delCINEP y Justicia y Paz, en la primera mitad de ladécada de los 90s las actuaciones de los gruposde autodefensa se dan principalmente en losmunicipios de Caloto, Jambaló y Caldono y seextienden en la segunda mitad de los 90s haciaotros municipios como Santander de Quilichao,Buenos Aires, Suárez y Cajibío.

La transición de un grupo de autodefensasprivado, en función de la expansión de la hacienday el ingenio, a un ejército paramilitar en defensade las tierras de narcotraficantes y propietariosde cultivos de economía agroindustrial llega a supunto más importante a finales de 1999, con laincursión en la zona de las denominadasAutodefensas Unidas de Colombia, aunque sólohasta febrero de 2000 esta organización armadaanuncia públicamente su intención de avanzarhacia el sur del departamento del Valle hacia elCauca.

Según la organización FUNDECIMA en enero de2000 las autodefensas iniciaron su recorrido ensentido norte sur, asentándose en los municipiosdel norte del Cauca donde llevaron a cabomasacres, amenazas y desplazamientos de lascomunidades. Al observar las tasa de homicidiospor cada cien mil habitantes en el año 2000 enlas poblaciones de esta parte del departamentose observa un aumento notable: Buenos Airespasó de una tasa de 28 en 1999 a 72 en 2000,Caloto pasó de una tasa de 15 a una de 50,Santander de Quilichao pasó de 64 a 115, Suárez

pasó de 16 a 28, Morales de 15 a 28, Caldonode 19 a 25 y Cajibío de 40 a 67. Es de notar quedesde 2000 el eje de la incursión paramilitar hasido la Vía Panamericana, que de manera notablecoincide con los municipios que tienen las tasasde homicidio más altas del departamento. Estaes una característica del desarrollo de la actividadde estos grupos, la cual se presenta con mayorfrecuencia en zonas de fácil acceso. Dicha lógicacorresponde a la dificultad que tiene la guerrillade consolidar ciertas zonas ya incorporadas aldesarrollo, así como en las de sabana, en dondela presencia de la insurgencia es débil.

La utilización de la Vía Panamericana ha tenidomúltiples ventajas en el plano militar: ladeterminación de esta carretera como eje deacción permite a estos grupos realizar incursionesrápidas, con el elemento sorpresa, a localidadesmúltiples ubicadas en diferentes puntos cardinales,aprovechando la indefensión de la población civily la imposibilidad de la guerrilla de atacar en estaszonas. La movilidad del grupo de autodefensaentonces brinda una sensación de poderío, puesen el transcurso de pocos días pueden realizaracciones en sitios lejanos, generando la zozobrade la población (es por ello que sí se mira condetenimiento, buena parte de estos grupos tienenun amplísimo radio de acción, lo que ha llevado asobreestimar su capacidad militar). En laactualidad se estima que los grupos deautodefensa, además de ejercer presencia en elnorte del departamento, extienden su radio deacción al Macizo y al sur del departamento enmunicipios como Patía, Mercaderes, Rosas, LaVega, Argelia y Florencia. Los grupos que tienensu radio de acción en este departamento son elfrente Pacífico, en los municipios de Guapí, Timbiquíy López; los bloques Calima y Farallones, en elnorte del departamento; el bloque Mártires deOrtega en los municipios de Cajibío, Piendamo,Suárez, Morales, Timba, Santander de Quilichaoy Buenos Aires; el bloque Libertadores del Surcon presencia en algunos municipios del MacizoColombiano y el sur occidente; así como las miliciasde Popayán y Timbio.

1 Tuvo una incidencia importante en el Cauca en los añosochenta en donde inició acciones rurales entre 1979 y 1980,

después del desmantelamiento de redes urbanas en el paíscomo resultado del robo de armas del Cantón Norte. Luegode este hecho, los operativos de la Fuerza Pública en contrade esta organización aumentaron, lo que llevó a que estaguerrilla priorizará el trabajo en el campo y establecieranúcleos y frente en la Cordillera Central y la CordilleraOccidental, en especial en los departamentos del Valle,Tolima, Caquetá, Huila y Cauca.2 El Quintín Lame surgió como autodefensa en los setentay actuó como guerrilla entre 1984 y 1991. Operó antetodo en el nororiente del departamento en una zona conpredominio de Paeces, en los municipios de Puracé,Santander de Quilichao, Páez, Buenos Aires, Cajibío,Caldono, Popayán, Caloto, Inzá, Jambaló, Piendamó yTotoró. Apareció en un contexto en el que el movimientoindígena y particularmente el Consejo Regional Indígenadel Cauca (CRIC) entró en contradicciones con otrasorganizaciones guerrilleras, luego del asesinato del dirigenteindígena Álvaro Ulcué Chocué y de la represión queacompañó la invasión a la hacienda López Adentro en elmunicipio de Santander de Quilichao de propiedad deindividuos relacionados con las inversiones en caña de azúcarprovenientes del Valle del Cauca.3 El Jaime Bateman Cayón fue una disidencia del M-19.4 De particular importancia fue la denominada “OperaciónMarquetalia” en 1964, en la administración de GuillermoLeón Valencia (1962 – 1966), un operativo militar degrandes proporciones que tenía como objetivo recuperaruna zona en el extremo sur del Tolima en la que se asentabaun reducto de la guerrilla comunista en formación, que lehabía propinado algunas emboscadas al Ejército. Una partede los combatientes de la insurgencia, al mando de ManuelMarulanda Vélez y Jacobo Arenas, entre otros, logróescaparse por una trocha al poblado de Riochiquito, en eldepartamento del Cauca, lugar en el que organizaron la“Primera Conferencia del Bloque Sur”. Ver Arturo Alape.Los Sueños y las Montañas. Bogotá, Planeta, 1964, p 26.5 A juicio de muchos está fue la primera acción militar de lasFARC. El hecho estuvo precedido por la muerte de 16personas que viajaban en un bus que la guerrilla atacó conla idea de utilizarlo para acercarse a la población, pero losplanes no le resultaron nada bien pues entre las personasque fallecieron estaban dos religiosas y un policía. Másadelante, en las goteras del casco urbano, dieron muerteal Alcalde de la población e hirieron al juez, que lideraban laDefensa Civil que junto con la Policía pretendía neutralizarel ataque. Los guerrilleros, una vez superada la resistencia,se tomaron la estación de Policía, asaltaron la Caja Agraria,saquearon parte del comercio y concentraron los habitantesde la población en la plaza central en donde explicaron losobjetivos de su lucha.6 Ver Arturo Alape pp 43 a 67.7 Ver Arturo Alape, p 100.8 En la zona de los ríos Duda, Guayabero y Patoprincipalmente y en parte de los departamentos de Meta,Huila, Caquetá, Cundinamarca y occidente del Tolima;segundo, en el Magdalena Medio, y tercero, en Urabá.Esto sin dejar de considerar que ya se había insinuado untrabajo en Quindío y Caldas.

Acciones de los grupos armadosirregulares

El año 2003, proyectando la cifra con base en loregistrado hasta octubre, representa el pico másalto de la actividad armada de los grupossubversivos desde 1985. En este año seregistraron un total de 110 acciones, 38 más quelas del pico de 2000, 63 más que las presentadasen 1991, 72 más que las de 1986. Este ascensose explica principalmente por el aumento de losataques a las instalaciones de la Fuerza Pública,sobre todo de la Policía, que de seguir la tendenciapresentada de enero a octubre de 2003,aumentarían en un 650% con relación al año 2002,las emboscadas que ascenderían en un 200% ylos actos de terrorismo que crecerían en un 53%.

Al mirar el comportamiento de la actividad armadade la guerrilla en los últimos cuatro años se puedeobservar el notable ascenso de las acciones en el

año 2000, esto debido principalmente a laintensificación de la confrontación entra las fuerzasdel Estado y las organizaciones insurgentes quese vio representado en el aumento de las accionesterroristas, como la voladura de torres de energía,la quema de viviendas (como ocurrió el 7 deoctubre en Cajibío donde guerrilleros de la columnamóvil Jacobo Arenas y el frente 8 de las FARCincineraron cuarenta casas), la quema de buses(principalmente de la empresa ExpresoBolivariano). De la misma manera se dio unaumento de los ataques a instalaciones de laFuerza pública: este año la estación de la Policíade Argelia fue hostigada en tres ocasiones, enlos meses de febrero, marzo y noviembrerespectivamente; así mismo las estaciones delos municipios de Suárez, Buenos Aires, Páez,Miranda y Almaguer (el 80% de estas acciones

Acciones armadas

fueron llevadas por las FARC y los demás por elELN). Así mismo los hostigamientos aumentaron.

El ascenso del accionar armado de la guerrillapresentado en el 2000 con un total de 67acciones, en su mayoría desarrolladas por lasFARC con el 64%, seguidos por el ELN con el33%, experimenta un descenso en el 2001, añoen el cual se da una baja del 55%. Este descensose explica principalmente por el debilitamiento dela guerrilla del ELN, la cual es golpeada por lasacciones de los grupos de autodefensa en elnororiente del departamento y los combates contropas del Ejército Nacional en municipios de

Suárez, Cajibío, Bolívar, Timbío, El Bordo,Mercaderes, La Sierra y Popayán. Para el año2001 el accionar de esta organización subversivadescendió en un 68%, representado en el menornúmero de ataques terroristas (12 menos que elaño anterior) y de hostigamientos. Por su partelas FARC si bien mantuvieron su accionar pormedio de los asaltos a poblaciones y loshostigamientos, fueron confrontadas por tropasdel Ejército Nacional, las cuales mantuvieroncombates en municipios como Caldono, Santanderde Quilichao, Puracé, El Bordo, Mercaderes, LaSierra, Bolívar y Santa Rosa, dando de baja amás de 30 subversivos. Este constanteenfrentamiento obligó a un repliegue relativo de

este grupo insurgente traducido en el menornúmero de ataques terroristas que de 15 en el2000 pasaron a sólo uno en el 2001. Es importanteresaltar el mayor impacto que tiene en el ELN laentrada de las autodefensas ya que como enotras regiones, como Norte de Santander yArauca, estos grupos incursionan en la zonaprincipalmente por medio de masacres yhomicidios, buscando quitarle el apoyo aladversario, estrategia que afecta más a estaorganización insurgente que a las FARC debido aque su estructura se encuentra ligada a redes deapoyo que tienen su centro en el caso urbano delos municipios.

El repliegue de las guerrillas en el año 2001 esrevertido por las organizaciones insurgentes en elaño 2002, principalmente por las FARC queaumentaron su accionar en un 124%. Esto seexplica en gran parte por el término de la zonade distensión a principios del mes de febrero porparte del Gobierno, que hizo que este grupofortaleciera su presencia en los departamentoslimítrofes de Meta y Caquetá, buscando el controlde corredores hacia el Pacífico que le permitan elcomercio de drogas y el abastecimiento de armas,la consolidación de poderes locales que supone laerosión de la institucionalidad del Estado y eldominio de las zonas que concentran los cultivosilícitos. La ruptura del proceso de paz también

significó el aumento de las operaciones de lasFuerzas Militares en distintas zonas del país conel objetivo de contener a la subversión ysalvaguardar los principales centros urbanos. Anteesta renovada disposición a combatir a los gruposal margen de la ley, la guerrilla entró en una fasede “enconchamiento” en la cual privilegian losataques por sorpresa a la Fuerza Pública por mediode emboscadas y hostigamientos, así como lapuesta en marcha de ataques contra lainfraestructura. En este marco, en eldepartamento del Cauca las FARC reactivaron loque en este documento se han denominadoataques terroristas: el 24 de febrero en el sitio LaLupa en Patía dinamitaron una torre de energía;el 4 de febrero en el corregimiento La Fonda enPatía, subversivos del Frente 6 dinamitaron lasubestación eléctrica “El Zaque”; el 13 de marzoen el sitio El Mango en la Sierra dinamitaron elpeaje causando daños materiales; el 3 de abrilen Miranda, activaron cargas explosivas en untanque del acueducto municipal, ocasionando lasuspensión del servicio. Por otra parte, llevaron acabo hostigamientos contra la Policía en Argelia(17 de abril y 8 de junio), en Balboa (18 de julio),Caldono (1 de marzo), Caloto (6 de abril), Corinto(25 de abril y 20 de junio), El Tambo (20 de julioy 4 de agosto), Inzá (1 de marzo), Sotará (3de marzo), Puracé (12 de junio), Coconuco (13de abril), Santander de Quilichao (11 de julio) yTororó (12 de julio). Respecto al ELN cabe anotarque en el año 2002 no se registró ninguna acciónde este grupo insurgente.

En 2003 el accionar de los grupos subversivosaumentó pasando de 53 acciones a 103, paraun ascenso del 94%, tomando como referencia

lo acontecido en los diez primeros meses del año.De seguir la tendencia registrada de enero aoctubre las FARC doblarían su actividad, al pasarde 47 en 2002 a 98 en 2003, registrando unaumento en el conjunto de acciones: de 10 actosterroristas en 2002 se pasaría a 22 en 2003,proyectando este último año con base en loacontecido hasta octubre; los asaltos a poblaciónascenderían de 1 a 6, los ataques a instalacionesde la Fuerza Pública de 4 a 29, las emboscadasde 4 a 11 y los hostigamientos de 28 a 31. Loanterior muestra que en el departamento delCauca, la insurgencia no ha optado por replegarsesino que por el contrario está plenamente enactividad por medio de la implementación de lasestrategias y tácticas propias de la lucha deguerrillas, consistentes en atacar y replegarse,evitando el combate abierto. La Policía ha sido elobjetivo primario de las FARC, atacando lasestaciones del municipio de Caldono en 6ocasiones; de Argelia en 4; de Silvia y Toribío en3; de Puracé en dos; y en una oportunidad lasestaciones de Cajibío, El Tambo, Jambaló,Miranda, Paispamba y Totoró. La mayoría de estasacciones no dejaron mayores consecuencias, sinembargo, en algunos casos las estaciones fuerondestruidas por medio de ataques indiscriminadosque afectaron la vida de los civiles y sus bienes.Es pertinente mencionar que aunque en el Caucaesta ha sido una práctica recurrente de los gruposinsurgentes, la escalada dada en 2003 esclaramente una respuesta a la llegada de Policíaa algunos municipios.

Dentro de los actos terroristas se destacaron losatentados contra la infraestructura eléctrica, conla voladura de no menos de 18 torres de energía,

contra la infraestructura petrolera, con la voladuradel oleoducto sector Mary – Pozo Anchicayo, yalgunas acciones dirigidas contra la infraestructurade comunicaciones. A pesar de que la actividadarmada orientada a afectar la economía no espoca, contrastada con el conjunto nacional yalgunos departamentos, es posible decir que enel Cauca las FARC han privilegiado los ataquescontra la Fuerza Pública, los cuales representanun 78% del total de acciones desarrolladas deenero a octubre de 2003.

En cuanto al accionar del ELN si bien presentauna reactivación de la actividad armada, con unacto terrorista y dos hostigamientos, no seequipara con el registrado en 2000. La capacidadmilitar de este grupo como sucede en otrasregiones y departamentos ha disminuidoostensiblemente, conservando una escasapresencia en la zona, estando replegada en laBota Caucana, donde se ubican bajo la protecciónde las FARC, grupo armado con el cual

esporádicamente realiza acciones de maneraconjunta en el marco de algunos acuerdosoperativos.

Municipios o regiones más afectados ovulnerables

De 1998 a octubre de 2003, el municipio másafectado por el accionar armado de los gruposirregulares fue Caldono con once hostigamientos,siete acciones terroristas, siete ataques ainstalación, dos ataques a población y unaemboscada. Esta población ha sido objetoconstante del frente 6 y de la columna móvilJacobo Arenas de las FARC por medio dereiteradas acciones contra la Policía y elderribamiento de torres de energía.

Popayán registra de 1998 a octubre de 2003, 28acciones armadas por parte de los gruposirregulares: veinte actos terroristas, cincohostigamientos, dos ataques a instalación y unaemboscada. Si bien en lo corrido del año 2003,considerando hasta octubre, sólo se presenta unacto terrorista, en 2002 en esta ciudad en nomenos de siete ocasiones desconocidos llevarona cabo atentados con artefactos explosivos y enuna ocasión miembros de las autodefensaslanzaron una granada contra un taxi. El año máscrítico para la capital del departamento fue 2000,con múltiples acciones desarrolladas por lasguerrillas de las FARC y el ELN. Es importanteponer de presente que si bien la insurgenciaejerce presencia en algunos barrios periféricos, laentrada de grupos de autodefensas determinó eldebilitamiento de algunas estructuras subversivas,lo que llevó a una reducción de las accionesarmadas de las organizaciones insurgentes, peroun aumento de los atentados realizados porautores desconocidos.

Sigue el municipio de Santander de Quilichao, con22 acciones armadas, las cuales en su mayoríatuvieron lugar en los años 1998, 2000 y 2002. Enel año 2003 subversivos de las FARC activaronun artefacto explosivo contra un CAI y dinamitaronuna torre de conducción eléctrica. Si bien este

municipio se encuentra entre los más impactadospor el accionar armado de los grupos insurgentes,lo cierto es que éste no es tan elevado con relaciónal accionar de los grupos de autodefensa quehan impuesto su dominio por medio de homicidios;prueba de esto es que Santander de Quilichaoen 2001 presenta un de las tasas más altas anivel nacional con 133 homicidios por cada cienmil habitantes, seguida por la tasa de 2002 quefue de 75.

El municipio de El Tambo ocupa el tercer lugar enlo relacionado al accionar armado de los gruposirregulares. Es de destacar que en 2001 y 2002se presentaron cinco hechos, mientras queproyectando lo acontecido en 2003 con base enlo registrado hasta octubre, se llegaría a ochosacciones, para un ascenso del 60%. En esteúltimo año patrullas del Ejército y de la Policíafueron constantemente atacadas por las FARC,quienes ejercen una fuerte presencia en la zonaa través del frente 29 que ocupa las áreasmontañosas de la Cordillera Occidental y el frente60 que se ubica en los territorios cercanos al litoralPacífico. Luego sigue el municipio de Patía con 19acciones armadas, de las cuales cuatro fueronhechas en 2003, año en el cual las FARCdesarrollaron tres emboscadas contra la FuerzaPública que dejaron como saldo la muerte de unsuboficial del Ejército y un soldado; ademásdinamitaron una torre de conducción eléctrica.

Respecto a las regiones más vulnerables, en elperíodo de 1998 a octubre de 2003, varias zonasde interés estratégico para los actores armadosirregulares que han sido objeto de disputa. El nortedel departamento, donde en 2000 los grupos deautodefensa entraron a disputar en el dominiode la guerrilla y donde actualmente la insurgenciaprocura revertir esta dinámica y consolidar supresencia en este territorio. El Macizo Colombiano,región en la cual los cultivos ilícitos no sólo se hanconvertido en fuente de recursos para lainsurgencia sino que los grupos de autodefensatambién obtienen importantes ingresos de estaactividad. La Bota Caucana como zona deretaguardia de las organizaciones guerrilleras,

desde donde emprenden sus acciones hacia elcentro y oriente del departamento. La zona centro,especialmente el municipio de El Tambo, objetode confrontación entre los grupos armadosilegales, los cuales se disputan los cultivos de cocay la posición geoestratégica de este territoriodebido a su proximidad con el Pacífico.

Acciones militares de la Fuerza Pública

El departamento del Cauca hace parte de lajurisdicción de la Tercera División del Ejército, conpresencia del Batallón de Infantería No. 7 GeneralJosé Hilario López de Popayán, la Brigada MóvilNo. 6 con sede en la capital departamental y elGaula Cauca. Además también se encuentra elBatallón Fluvial de Infantería de Marina No. 10.Según el Ministerio de Defensa Nacional en elCauca el Ejército cuenta con 1.107 efectivos –sin contar los efectivos del Batallón Fluvial deInfantería -. La Policía, a marzo de 2003, contabacon presencia en 32 de los 41 municipios con un

dispositivo de 1.921 hombres. Las poblacionessin presencia policial son Almaguer, Florencia,Jambaló, La Vega, Piamonte, San Sebastián,Santa Rosa y Sucre.

La actividad de la Fuerza Pública se ha venidodesarrollando de manera creciente. De 19combates contra los grupos armados irregularesen 1998, se pasó a 21 en 1999, 28 en 2000, 43en 2001, 51 en 2002 y finalmente 68 en 2003,proyectando la cifra con base en lo registradohasta octubre. Esto muestra un aumento del258% en los contactos armados por iniciativa dela Fuerza Pública en los seis años considerados.De 1998 a octubre de 2003, 331 miembros delos grupos armados irregulares fueron dados debaja, de los cuales el 79% pertenecen a las FARC,el 18% al ELN y el 3% a las autodefensas. Estasproporciones corresponden a la intensidad con lacual la Fuerza Pública ha enfrentado cada una delas organizaciones armadas, la cual como lomuestra la siguiente curva ha sido principalmentedirigida contra las FARC, de manera ascendente;

Como se dijo anteriormente el año en el cual sehan desarrollado un mayor número de combateses 2003, especialmente en los municipios de ElTambo contra la compañía Milton Hernández Ortizdel ELN, así como con las FARC y en una ocasióncon las autodefensas; en Miranda contra el frente6 de las FARC; en Santa Rosa con el frente CamiloCienfuegos del ELN y el frente 8 de las FARC.Históricamente los municipios que presentan losregistros más altos de combates son El Tambo,Cajibío, Caldono, Patía, Bolívar y Santander deQuilichao, los cuales en su mayoría se encuentranen la zona centro y norte. Es importante señalarque por estas poblaciones pasa la VíaPanamericana, principal eje vial de la región a

insurgentes entre la Cordillera Central y laOccidental.

Ahora bien, comparando el crecimiento sostenidoque ha tenido el número de combates con elascenso de las acciones armadas de los gruposirregulares, se puede observar como los primerossuperan proporcionalmente a los segundos. En elperíodo de 1998 a 2003, proyectando lo registradohasta octubre, mientras que las acciones de losgrupos irregulares subieron en un 110%, loscontactos armados por iniciativa de la FuerzaPública ascendieron en un 258%. Sin embargoen términos absolutos, como lo muestra lasiguiente curva, el accionar armado de los gruposirregulares es mayor que el número de combates.

partir del cual las operaciones militares han tendidoa bloquear el acceso y el flujo de las organizaciones

también responden al dispositivo de los gruposirregulares en la región.

Contra la vida: homicidios

Es necesario comenzar mencionando la escaladadel conflicto registrada a partir de 1999, año enque comienza una fuerte incursión de lasautodefensas en este departamento, que setraduce en el aumento de los homicidios,representado en el ascenso de la tasadepartamental por cada cien mil habitantes queen 1998 fue de 35 por cada cien mil, en 1999 de41, en 2000 de 45, en el 2001 de 58. A partir de2002 se da un descenso al pasar a 45 homicidiospor cada cien mil habitantes y en 2003, haciendouna proyección con base en lo registrado hasta

octubre, se alcanza el nivel más bajo en los últimostrece años con una tasa de 32 por cada cien mil.

Cabe resaltar en este sentido el aumento de latasa departamental en el período de 1992 – 1994,el cual comprende parte del auge de la producciónde amapola a comienzos de los noventa,principalmente en los municipios del MacizoColombiano (municipios como Puracé que de teneruna tasa de 31 homicidios por cada cien milhabitantes en 1991 pasó a tener una tasa de163 en 1994, Sotará que de tener una tasa de

Violaciones a los DDHH e infracciones al DIH

25 en 1992 pasó a 116 en 1994, Piendamó quede una tasa de 21 en 1993 pasó a una tasa de73 en 1994). De la misma manera es relevantellamar la atención sobre el comportamientorelativamente parecido de la tasa departamentaly la tasa nacional en el período 1994 – 2001,aunque en el Cauca los cambios en los en losdescensos son más leves y en los ascensos sonmás acentuados (sin superar como se dijo antes

la tasa promedio del país). La tasa nacional dehomicidios por cada cien mil habitantes en elperíodo 1994 – 1998 tuvo un descenso al pasarde 71 en 1994 a 57 en 1998 (14 menos); la tasadepartamental también bajó al pasar de 44 a 35en el mismo tiempo (9 menos). Por el contrarioen período 1999 – 2001 la tasa nacional sube demanera constante al pasar de 59 en 1999 a 65en 2001 (7 más); mientras tanto, a nivel

departamental la tasa pasa de 41 a 58 (17 más);lo que permitiría observar un aumento másacelerado de los homicidios en el Cauca en estoscuatro años en relación con el comportamientopromedio de los municipios del país.

También es importante destacar el descenso dela tasa departamental en el año 2002 ya que rompeuna tendencia al crecimiento del número de

homicidios que se venía dando de manerasostenida desde 1999 y se aparta delcomportamiento promedio de la tasa a nivelnacional que tiene un aumento al pasar de 65 porcada cien mil habitantes en 2001 a 68 en 2002.Esta baja en la tasa a nivel departamental seexplica en parte por el comportamiento delhomicidio en algunos municipios que concentranbuena parte de la población1:Santander de

Quilichao que pasó de tener una tasa de 133homicidios por cada cien mil habitantes en 2001a 75 en 2002, Puerto Tejada que de 109 pasó a43, El Tambo que de 148 pasó a 77 y Bolívar quede 19 pasó a 3.

En 2003, proyectando lo registrado hasta octubre,en términos absolutos el homicidio a niveldepartamental disminuyó en un 39% al pasar de610 a 370. Así mismo la tasa por cada cien milhabitantes siguió a la baja al descender de 45 a32, registrando el nivel más bajo desde 1990.Luego de la escalada de 2001, año en el cual losgrupos de autodefensas desarrollaron una ofensivapor medio del asesinato de personas como mediopara establecer dominio sobre algunos municipios- sobre todo en los ubicados al norte deldepartamento –, estas organizaciones armadasllegan a establecer control sobre algunos cascos

urbanos y poblaciones, por lo que los homicidiosdisminuyen y se hacen mucho más selectivos.Prueba de esto es que el número de víctimas demasacres también baja. Como se puede observaren la siguiente curva, el año 2001 es el pico másalto con 114 víctimas, comportamiento queobedece principalmente a los hechos acontecidosen el Alto Naya en el municipio de Buenos Aires el8 de abril, cuando en una incursión de miembrosde las autodefensas por lo menos cuarentapersonas fueron asesinadas. Así mismo en el sitioLa Rejoya en Popayán el 15 de enero, cuandodesconocidos asesinaron a once personas y el 18de noviembre en la vereda Gualanday en Corinto,miembros de las autodefensas dieron muerte aonce agricultores e hirieron a dos más cuando semovilizaban en una chiva.En 2002 las masacres descienden en un 85%,bajando de 144 a 21. Sin embargo es pertinente

mencionar el subregistro que presenta estavariable, ya que observando lo registrado por laprensa nacional y regional, se pueden contar algomás de 35 víctimas en 2002. Dentro de estoshechos consignados por la Bitácora de Prensa delObservatorio del Programa Presidencial de DDHHy DIH de la Vicepresidencia se destaca el municipiode Timbio donde ocurrieron tres de las diezmasacres registradas por esta fuente: el 7 defebrero en el estadero Las Tres Lunas,establecimiento situado en la vía que comunica aPopayán con Timbío (Cauca), cuatro personasfueron asesinadas por desconocidos; el 6 de marzoen la vereda Hato Viejo miembros de lasautodefensas asesinaron a tres campesinos; el 13de mayo fueron encontrados tres cadáveres conseñales de tortura. Así mismo se resalta la ciudadde Popayán con algunos hechos de “limpiezasocial” como el acontecido el 23 de enero de 2002en el barrio Nazaret, cuando un grupo de hombrespertenecientes a las autodefensas asesinaron acuatro jóvenes.

En 2003, proyectando lo registrado hasta agosto,el número de víctimas descendería a once, es

decir una reducción del 29%. Dentro de los hechosacaecidos este año se destaca la masacre deocho líderes comunitarios, la mayoría exfuncionarios de la Alcaldía, realizada por insurgentesde las FARC el 31 de enero en el municipio dePiamonte. Así mismo el asesinato de cincoindígenas paeces por desconocidos en el municipiode Silvia el 23 de mayo. Estos hechos muestranque a pesar de que el número de víctimas demasacres ha bajado, los actores armadosirregulares siguen atacando a civiles, utilizando elterror como recurso estratégico para lograr controlsobre los territorios.

Dentro de la dinámica del homicidio también espertinente hacer referencia a los sectores socialesmás afectados. Dentro de estos, los indígenas enel Cauca juegan un papel determinante con lapresencia de comunidades de Coconucos,Emberas, Eperara siapidoro, Guambianos, Ingas,Nasas y Yanaconas. Estos grupos étnicoshistóricamente han mantenido una luchaconstante por sus derechos, por la defensa de suterritorio y de sus costumbres, dinámica quedesborda los objetivos de este documento. Sin

embargo, es importante decir que debido a laresistencia que estos grupos han llevado a cabo,han sido víctimas de los actores armadosirregulares, los cuales los han acusado de sercolaboradores, ya sea de la insurgencia o de lasautodefensas. Los resguardos indígenas han vistocómo el conflicto armado ha entrado a susterritorios, ya sea para utilizarlos como parte decorredores estratégicos o dentro de la dinámicade los cultivos ilícitos, haciendo que las poblacionesqueden en medio de la disputa. Es precisamenteen este marco en el cual los grupos deautodefensas llevaron a cabo la masacre del Nayaen abril de 2001 y la de Corinto en enero de 2002.

Los líderes indígenas en particular han sidoobjetivo militar de los grupos armados irregulares,los cuales buscan romper la estructura social deestas comunidades como una forma dedesintegrarlas y ejercen un dominio sobre ellas.Así lo muestran algunos hechos registrados en laBitácora de Prensa del Observatorio de DDHH yDIH en el año 2002: el 5 de marzo en Santanderde Quilichao, desconocidos asesinaron la al exgobernador del Resguardo de las Delicias, SamuelFernández Dizú; el 13 de marzo en el municipioLa Vega (Cauca), el gobernador del resguardo ElParaíso, Jesús Mamián, de 37 años, fue asesinadopor cinco hombres armados; el 6 de septiembreen el municipio de Caloto (Cauca), un dirigenteindígena y su hija de ocho meses fueronasesinados por dos hombres encapuchados queirrumpieron en su vivienda; el 23 de octubre enun establecimiento público del resguardo SanFrancisco, en Toribio (Cauca), el líder Páez LionsoFernández fue secuestrado por un grupo dehombres armados sin identificar.

La situación se ha tornado alarmante sobre todoen la zona norte del departamento. Según laAsociación de Cabildos Indígenas del Norte delCauca (ACIN), en el período de 2000 a octubrede 2003, 51 comuneros y líderes indígenas hansido asesinados, 28 han sido amenazados, 18 hansido víctimas de desaparición forzada y cinco deatentados.

De otro lado, los grupos armados irregulares hanatacado la gobernabilidad democrática por mediode amenazas a los mandatarios locales, concejalesy funcionarios públicos. Luego del rompimiento

del proceso de paz en febrero de 2002, la guerrillade las FARC inició una estrategia político militarencaminada a debilitar la institucionalidad públicalocal a partir de amenazas a burgomaestres,personeros, jueces, fiscales y otros funcionarios.Antes esta situación 25 alcaldes y demásfuncionarios municipales presentaron susrenuncias antes el Gobernador. Igual número dealcaldías permanecen cerradas en operaciónmínima y prácticamente desde la clandestinidad.

Complicando la situación, los grupos deautodefensas han argumentado que aquellosmunicipios en que la exigencia de las FARC no hasido explícita, es por que son amigos de esaorganización y que por lo tanto son a lasautodefensas a quien les corresponde pedir larenuncia. Además se ha comenzado a presentarproblemas con la prestación de servicios públicosa cargo de la alcaldía como acueducto, recaudosy aseo; así mismo han aumentado las dificultadespara el pago de profesores municipales y desubsidios de salud.

En algunos casos las amenazas se han hechoefectivas: el de junio de 2000 el alcalde de Cajibío,Eduard Obeimar Gutiérrez fue asesinado, al igualque Fabio Gómez, burgomaestre de Almaguer, el11 de septiembre de 2003. Los concejales tambiénhan sido víctimas de homicidios, en el período de2000 a octubre de 2003, cuatro de ellos fueronasesinados, uno por las autodefensas y tres porlas FARC. De la misma manera funcionariospúblicos han sido víctimas de las acciones de losgrupos irregulares; así lo muestra el homicidio delSecretario de Gobierno de Silvia (Cauca) endiciembre de 2002.

El sector de los maestros también ha sido víctimade la confrontación. Aunque en menor medidaque los indígenas y los mandatarios locales, loseducadores han sido objeto de amenazas, debidoa su papel social y a su conocimiento de laspoblaciones. En el período de 2000 a agosto de2003, según FECODE, seis profesores fueronasesinados, cuatro de ellos pertenecientes alsindicato ASOINCA.

Torturas y desapariciones

Dentro de las estrategias utilizadas por los grupos

armados irregulares para sembrar el terror en lapoblación civil y de esta manera establecer controly ejercerlo, también se encuentran las torturas ylas desapariciones. Para observar loscomportamientos de estas dos categorías se utilizócomo fuente la Revista Noche y Niebla del CINEP– Justicia y Paz, tomando como período del año2000 a junio de 2003.

La tortura en el Cauca presenta los niveles másaltos en los años 2000 y 2001 con 25 y 45víctimas respectivamente. En 2002 esta cifradesciende a 18 y en 2003, proyectando la cifracon base en lo registrado hasta junio, llegaría asu nivel más bajo con 2. Los picos de la torturase dieron en el marco de la ofensiva de lasautodefensas, prueba de esto es que en el año2001 el 82% de la responsabilidad recayó en estasorganizaciones. En este año, el hecho de mayoresproporciones sucedió el 17 de marzo en elmunicipio de Cajibío (Cauca), donde miembrosde las autodefensas detuvieron a 18 personasen la inspección de policía La Pedregosa. Loshombres armados ataron de pies y manos a loscampesinos y los mantuvieron en su poder porun día; tras este hecho algunos pobladoresabandonaron el caserío y las veredascircunvecinas.

Respecto a las desapariciones, éstas también seproducen en el marco de la ofensiva de las

autodefensas en los años 2000 y 2001 con 45 y48 víctimas respectivamente. Dentro de los hechosacontecidos en estos dos años el de mayornúmero de víctimas ocurrió el 4 de septiembrede 2000 en el municipio de Buenos Aires, en elcorregimiento La Balsa, donde miembros de lasautodefensas asesinaron a cuatro personas ydesparecieron a otras 30 dentro de las cuales seencontraban mujeres embarazadas, niños yancianos.

En el año 2002 las desapariciones forzadasdescendieron en un 60% al pasar de 48 víctimasa 19. Finalmente en 2003 la cifra alcanza su nivelmás bajo con 12. Del total de desaparicionesreportadas por la Revista Noche y Niebla del año2000 a junio de 2003, el 56% fueronresponsabil idad de actores armados noidentificados y el 41% de las autodefensas, loque muestra por una parte un subregistro en loreferente a las violaciones e infracciones de lasguerrillas y por otra, una mayor recurrencia porparte de las organizaciones de autodefensas a estetipo de acciones.

Secuestros

Al contrastar la tendencia nacional con ladepartamental, se nota una similitud de 1998 a2000, período en el cual las dos curvas, como sepuede observar en la siguiente gráfica, son

ascendentes. A nivel nacional el secuestroaumenta un 23% y en el Cauca lo hace un 71%.De igual manera de 2000 a 2002 se nota unabaja: a nivel nacional el secuestro desciende un19% y nivel departamental lo hace en un 49%.Lo anterior permite observar cómo los cambiosen la tendencia son más fuertes en el Cauca queen el conjunto nacional.

En 2003, proyectando las cifras con base en loregistrado hasta octubre, las similitudes de las doscurvas se rompen. Mientras que el conjuntonacional desciende de 2.986 víctimas a 2.227, lo

que representa una baja del 25%, en el Cauca elsecuestro sube de 52 a 90 víctimas, lo querepresenta un aumento del 73%. Este ascenso seexplica principalmente por el mayor número desecuestros perpetrados por las FARC, organizaciónque pasó de 24 víctimas en 2002 a 55 en 2003,proyectando lo registrado hasta octubre, lo querepresenta un aumento del 129%.

De 1998 a octubre de 2003, cuatro municipiosconcentraron el 50% de los secuestros a niveldepartamental: Popayán con 79 víctimas (18.3%),Santander de Quilichao con 63 (14.6%), Patía

con 39 (9%) y Cajibío con 34 (7.8%). Es denotar que estas poblaciones tienen como eje vialla Panamericana, donde se producen buena partede los plagios. Esta avenida principal que atraviesael departamento permite a las organizacionesirregulares realizar retenes, en los cualessecuestran a personas, las cuales luego sonllevadas a zonas montañosas de retaguardia.

Respecto a la responsabilidad de los secuestrosde 1998 a octubre de 2003, el mayor peso lo tienenlas FARC con el 39% de los secuestros, le sigue elELN con el 16%, la delincuencia común con el14%, las autodefensas con el 4%. Los plagios sinautor establecido representan el 26%.

Dentro de los secuestros registrados en la Bitácorade Prensa del Observatorio de DDHH y DIH de laVicepresidencia de la República, en el año 2002se destacan: el 19 de abril en la vía Timbió –Rosas (Cauca), subversivos de la columna ManuelVásquez Castaño del ELN secuestraron a nuevepersonas, entre ellas al alcalde de este últimomunicipio, Jesús Salazar, inicialmente los guerrillerosse llevaron a 12 personas, pero en la tarde losinsurgentes liberaron a tres; el 25 de junio en LaSierra, el alcalde de este municipio, Alberto Calvo,fue secuestrado por guerrilleros de las FARC; el11 de septiembre en el corregimiento GabrielLópez, en Totoró, guerrilleros del frente 8 de lasFARC secuestraron al soldado William Calambás,de 24 años; el 10 de octubre en un establecimientopúblico del resguardo San Francisco, en Toribio,el líder Páez Lionso Fernández fue secuestradopor un grupo de hombres armados sin identificar.

De enero a octubre de 2003, dentro de lossecuestros registrados por esta fuente, sedestacan: el 12 de febrero en la carreteraPanamericana a la altura Mondomó, Santanderde Quilichao (Cauca), subversivos de las FARCsecuestraron a 11 personas, las cuales fueronrecatadas por tropas del Ejército Nacional, quienesmantuvieron combates con los insurgentes; el 11de abril en Silvia, fue secuestrado el alcalde deesta localidad y tres familiares, por presuntosguerrilleros de las FARC, al día siguiente fueronliberados ante la fuerte presión ejercida por loshabitantes nativos de la etnia guambiana; el 21de septiembre en el sitio La Rayuela, zona ruraldel municipio de Cajibío (Cauca), guerrilleros delas FARC secuestraron a 11 campesinos.

Desplazamiento forzado

De manera general se puede decir que en eldepartamento del Cauca son más las personasque son expulsadas de sus territorios a causa dela violencia que aquellas que han llegado comodesplazados. De 1996 a 2003, proyectando la cifrade este año con base en lo registrado hasta elmes de junio, alrededor de 36.260 personas sedesplazaron de sus municipios, corregimientos yveredas, mientras que 29.609 han llegado comodesplazados. De igual manera alrededor de 7.333hogares han sido expulsados, mientras que 6.035han sido recibidos.

Como se puede observar en el siguiente gráfico,los años más críticos en lo que a desplazamientoforzado se refiere fueron los años 2001 y 2002,con 13.114 y 15.421 víctimas respectivamente.Esta situación es propiciada principalmente por laofensiva de los grupos de autodefensas, la cualprovoca la huida masiva de personas, tras sucesoscomo los ocurridos en el Alto Naya en el municipiode Buenos Aires, donde miembros de lasautodefensas asesinaron alrededor de cuarentapersonas.

En 2002, los desplazamientos forzados de mayoresproporciones fueron producidos por combatesentre los grupos irregulares y bombardeos porparte de la Fuerza Pública, en medio de laconfrontación. Dentro de los hechos registradospor la Bitácora de Prensa del Observatorio deDDHH y DIH de la Vicepresidencia, se destacanlos acontecidos en el mes de agosto de este año:en los caseríos ribereños de los ríos Saija y Timbití,se presentó el desplazamiento masivo, de unnúmero no determinado de habitantes, tras losenfrentamientos de los grupos al margen de laley, los cuales se concentraron en lugaresapartados, sin presencia de la Fuerza Pública ydonde abundan los cultivos ilícitos de amapola;en el Tambo, un intento fallido de hostigamientopor parte del ELN y las FARC al cuartel de Policíay la base militar en este municipio provocó eléxodo de 43 familias - los campesinos decidierondesplazarse al corregimiento de Piagua, a doshoras de la cabecera municipal y a Popayán -; enSilvia (Cauca), según las denuncias del gobernadordel resguardo de Pitayó, 20 familias sedesplazaron a raíz de los bombardeos efectuadospor el Ejército en la persecución de guerrilleros.

En 2003, proyectando lo registrado hasta el mesde junio, el número de personas expulsadasdisminuye en un 69%, al pasar de 15.421 víctimasen 2002 a 4.818. Como zona crítica este añoaparece el municipio de El Bordo, donde cientosde campesinos abandonaron sus viviendas debidoa los sucesivos combates entre el Ejército, lasguerrillas y los grupos de autodefensa.

Es oportuno mencionar que las cifras con las cualesse trabaja en este documento son las del registroúnico de la Red de Solidaridad Social (RSS), en elcual se efectúa la inscripción de las declaracionespresentadas por los hogares y personas quebuscan que el Estado colombiano les reconozcala condición de desplazado. Por lo anterior lasprobabilidades de subregistro son importantesdebido a que no todas las personas que sonexpulsadas de sus regiones se encuentranregistrados.

El principal receptor de personas desplazadas esPopayán, cuyos sitios y focos de asentamientose encuentran principalmente en las zonas

periféricas de las Comunas, 8, 2 y 7, sobre larivera de la quebrada Púbus.

Minas antipersonal

De 1990 al 18 de noviembre de 2003 según elObservatorio de Minas Antipersonal del ProgramaPresidencial de DDHH y DIH, en el departamentodel Cauca ocurrieron 51 accidentes y 55 incidentes– los primeros hacen referencia a los eventosque produjeron víctimas -.

Del total de 101 eventos registrados, 40corresponden a campos minados, 27 aincautaciones, 20 a desminado militar, 12 aaccidentes por municiones abandonadas sinexplotar, y 7 sospechas de campo minado.

El número de accidentes e incidentes haaumentado progresivamente cada año. Mientrasque en 1990 se registra un evento, en 1.995 sepresentan cuatro, en 2.000 tres, en 2.001 21,2.002 22 y en 2003, hasta el 18 de noviembre,36. Este ascenso se explica sobre todo por la

mejora en la recolección de la información, lo que ha hecho que en los últimos tres años se hayanrecogido más accidentes e incidentes que en los períodos anteriores. Sin embargo, no hay quedescartar la mayor utilización de estas armas prohibidas por parte de las organizaciones armadasirregulares, las cuales en medio de la confrontación siembras minas que tienen el objetivo de cortar elpaso del adversario y proteger determinadas zonas de ofensivas por parte del enemigo.

Esta dinámica ha provocado 105 víctimas, de las cuales 61 son civiles y 43 militares; sólo en un casono se tiene información acerca de la condición. De estas víctimas el 75% resultaron heridas (79) y el25% murieron (21). Los municipios más afectados son Cajibío con cuatro accidentes y 10 incidentes;San Sebastián con 5 accidentes y 4 incidentes; La Vega con 6 accidentes y 2 incidentes; así comoSanta Rosa con 4 accidentes y 4incidentes. Tres de estos municipios se encuentran en la denominadaBota Caucana, lugar de retaguardia de la insurgencia, donde tradicionalmente han tenido presenciafrentes del ELN y las FARC.

1 Dentro de los cuales no se encuentra Popay·n que pasÛ de tener una tasa de 56 en 2001 a una tasa de 70 en 2002.

La situación de derechos humanos y DIH en eldepartamento del Cauca tiene su momento críticoen la ofensiva de los grupos de autodefensa apartir del año 2000 y con mayor intensidad en2001, con el aumento de los homicidios y lasmasacres, así como de las desapariciones y lastorturas. Por medio de la utilización del terrorcomo recurso estratégico, los gruposparamilitares, que entraron por el norte deldepartamento y extendieron su presencia enalgunas áreas del Macizo Colombiano, del centro,así como del sur, establecieron control sobrealgunos cascos urbanos y tramos de la VíaPanamericana. La disputa se centró tanto enmunicipios que por su ubicación tienen un valorgeoestratégico, así como en aquellos conpresencia de cultivos ilícitos, ya sea de coca o deamapola.

El accionar de los grupos de autodefensa, así comola constante ofensiva de la Fuerza Pública, impactóde manera directa el accionar del ELN y en menormedida el de las FARC, bajando el número deeventos desarrollados por estas organizacionesinsurgentes. Luego de la ofensiva antesmencionada y el rompimiento de las negociacionesde paz con el Gobierno del Presidente AndrésPastrana, así como el término de la zona dedistensión, las agrupaciones subversivas entranen una fase de “enconchamiento”, en la cualprivilegian los atentados a la infraestructura ydemás acciones de sabotaje, con respecto a losataques a la Fuerza Pública.

En 2003, la insurgencia reactiva el conjunto desus acciones intentando revertir el control ejercidopor las autodefensas en algunas zonas y dandoun vuelco a su estrategia, como respuesta a laofensiva de la Fuerza Pública y la llegada de laPolicía a algunos municipios. Para esto aumentael número de emboscadas, hostigamientos yataques a instalaciones, sobreponiéndolas a losataques a la infraestructura; de igual manera, lainsurgencia aumenta el número de secuestros,cuestión que va en contravía de la tendencianacional.

Por otra parte es necesario destacar el aumentode las acciones de la Fuerza Pública contra lasubversión en este departamento. El número decombates ha ido en aumento y se ha establecidocomo propósito incrementar el pie de fuerza dela Policía con su ingreso a algunos municipios.Esto ha llevado a un ascenso de loshostigamientos por parte de la insurgencia y alataque constante a las instalaciones.

Con este panorama, es posible decir que en eldepartamento del Cauca el conflicto armado estáplenamente activo, con grupos insurgentesaplicando las estrategias propias de la lucha deguerrillas y con una Fuerza Pública en constanteofensiva. A pesar de que los grupos deautodefensa siguen controlando algunos cascosurbanos, determinadas zonas que habían sidodisputadas a la insurgencia, están siendo de nuevoobjeto de acciones armadas por parte de las FARC

Conclusiones

principalmente. En medio de esta dinámica se encuentra la población civil, dentro de la cual están losgrupos indígenas, los cuales han visto cómo sus territorios son copados por una u otra facciónarmada. La resistencia de estos grupos a entrar en el juego de la guerra les ha costado la muerte devarios de sus líderes, comuneros y familias enteras.

La gobernabilidad democrática también se ha visto amenazada. La mayoría de los alcaldes ejercendesde la capital del departamento, al igual que algunos concejales y funcionarios públicos. Inclusovarios de los mandatarios locales recientemente elegidos ya se encuentran en la mira de los gruposarmados irregulares, los cuales fundamentan su estrategia política en el uso de la fuerza, así como elcontrol y la distribución de los recursos a invertir en la región.

En el trasfondo de la disputa se encuentran el control por los cultivos ilícitos de coca y amapola; asícomo la lucha por corredores geoestratégicos que conducen hacia el Pacífico. Estas variables hacenque el departamento del Cauca sea un territorio clave, que cuenta con la presencia de la insurgenciadesde sus orígenes y en las últimas dos décadas con el narcotráfico y el paramilitarismo. En definitiva,un territorio en disputa, con riesgos crecientes para la población y una dinámica que conduce a laintensificación de la guerra, con todo lo que esto implica para los no combatientes.