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Parroquia Asunción de María Retiro para catequistas de Catequesis Infantil

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  • Parroquia Asuncin de MaraRetiro para catequistas de Catequesis Infantil

  • Su nombre le viene del servicio que presta en la Iglesia: es la persona que imparte la CATEQUESIS.La catequesis es la enseanza que busca llevar al catequizando a la plenitud de la vida cristiana, segn el mandato misionero de Cristo: Mt 28,18-20.

  • Pero el catequista es, ante todo, un CRISTIANO: bautizado-confirmado-eucaristizado, que se ha inscrito en una Parroquia para dar este servicio. Su servicio lo ha de entender, ante todo, como un DON, un regalo de Dios, que lo/a ha llamado para pedirle su colaboracin en la misin de darlo a conocer a l, como llam a sus primeros apstoles: Mc 3,13-19.

  • Esto nos habla de que Jess ha elegido a hombres (y mujeres) concretos. Los conoce por su nombre y ellos le conocen a l: Jn 10,14.Son hombres y mujeres que incluso le pueden llegar a fallar como Pedro como Judas Iscariote como Pablo

  • Por eso la apremiante indicacin de Jess: oren y velen para que no caigan en la tentacin: Lc 22,46.Nos damos cuenta entonces, que el catequista es un hombre/mujer cristiano que est en lucha por permanecer fiel a su Seor.

  • Los medios para permanecer fieles al Seor que nos ha llamado, son los comunes a todo cristiano:La Palabra de DiosLa vida sacramentalLa oracin personalLa vida en comunidadLa ascesisSin estos medios, difcilmente habr buena conduccin de las ovejitas que le pertenecen al Buen Pastor.

  • Los tres grandes desafos a enfrentar son:La propia persona (Mt 16,24-28).El mundo (Mc 8,14-21).El demonio (Jn 8,44).

  • Los modelos que debemos observar e imitar son:Jess (Jn 13,12-14)Mara (Lc 1,38)Pablo (1Co 11,1)Los santos (Flp 3,17)

  • El ministerio de la catequesis, como toda la tarea de la evangelizacin, atraviesa hoy por un momento especialmente complejo.Los cambios culturales tan rpidos que menciona el Concilio, afectan directamente a la vida religiosa de los cristianos:

  • El gnero humano se halla en un perodo nuevo de su historia, caracterizado por cambios profundos y acelerados, que progresivamente se extienden al universo entero. Los provoca el hombre con su inteligencia y su dinamismo creador; pero recaen luego sobre el hombre, sobre sus juicios y deseos individuales y colectivos, sobre sus modos de pensar y sobre su comportamiento para con las realidades y los hombres con quienes convive. Tan es as esto, que se puede ya hablar de una verdadera metamorfosis social y cultural, que redunda tambin en la vida religiosa. Como ocurre en toda crisis de crecimiento, esta transformacin trae consigo no leves dificultades.

    (Constitucin pastoral Gaudium et spes sobre la Iglesia en el mundo actual, 4-2s)

  • Las nuevas condiciones ejercen influjo tambin sobre la vida religiosa. Por una parte, el espritu crtico ms agudizado la purifica de un concepto mgico del mundo y de residuos supersticiosos y exige cada vez ms una adhesin verdaderamente personal y operante a la fe, lo cual hace que muchos alcancen un sentido ms vivo de lo divino. Por otra parte, muchedumbres cada vez ms numerosas se alejan prcticamente de la religin. La negacin de Dios o de la religin no constituye, como en pocas pasadas, un hecho inslito e individual; hoy da, en efecto, se presenta no rara vez como exigencia del progreso cientfico y de un cierto humanismo nuevo. En muchas regiones esa negacin se encuentra expresada no slo en niveles filosficos, sino que inspira ampliamente la literatura, el arte, la interpretacin de las ciencias humanas y de la historia y la misma legislacin civil. Es lo que explica la perturbacin de muchos. (Ibidem, 7)

  • Ante esta metamorfosis social y cultural, la Iglesia debe responder a los grandes interrogantes que de ella se derivan hablando de:El hombre, imagen de DiosEl pecadoLa constitucin corprea-espiritual del hombreLa dignidad de la inteligencia, la verdad y la sabiduraLa dignidad de la conciencia moralLa grandeza de la libertadEl misterio de la muerteLas formas y races del atesmoCristo, el hombre nuevo

    (Cf. GS, 12-22)

  • Nuestros nios, adolescentes y jvenes, viviendo en este ambiente, no son ajenos a todo esto. Cada uno de ellos proviene de diferente modo de ser familia:Familia rgidaFam. sobre protectoraFamilia permisivaFamilia inestableFamilia estableFamilia religiosaFamilia atea

  • ExtrovertidoIntrovertidoPerfeccionistaPacifistaAutoritarioOrganizadorEspontaneoServicial

  • El primognitoEl segundo y los de en medioEl hijo menorEl hijo nico

  • 1.El compromiso eclesial: su vida est al servicio de la comunidad local y universal.2.El sentido misionero: no restringir su accin a quienes frecuentan el templo o al territorio de su propia parroquia.3.La iniciativa: no conformarse con realizar las actividades evangelizadoras comunes y rutinarias. Debe encontrar nuevas reas y medios para catequizar. 4.La superacin integral: educarse en los valores humanos, en las formas sociales, en la capacidad para analizar la realidad y en las virtudes humanas.

  • 5.El trabajo en equipo, el esfuerzo para no caer en la pereza, la programacin seria del trabajo y el ansia de aprovechar las diversas oportunidades que encuentren para evangelizar ms y mejor. 6.La prudencia: para no comprometer su accin evangelizadora por la participacin en actividades partidistas o de ambigua moralidad, que obstaculicen la transparencia de su labor. De todos modos, se deben educar en la necesidad de comprometerse socialmente y decididamente en favor de la justicia, la verdad y la honestidad.

  • 7.La coherencia en su condicin de evangelizadores, que no descuida su participacin en las necesidades de la sociedad, de su vida familiar y de su compromiso con quien necesita ayuda.8.El sentido ecumnico que le lleve a no perder el tiempo en discusiones intiles con miembros de otras sectas y saber respaldar el testimonio de autntica fe ante quienes desean dialogar sinceramente.

  • El catequista debe estar siempre EN FORMACIN, especficamente en cuatro sectores:DoctrinalEspiritualMetodolgicaHumana

  • Por qu? Porque el conocimiento y asimilacin de la fe ofrece la posibilidad de vivir un proceso catecmenal personal y la experiencia del propio crecimiento en la fe. Los programas de formacin doctrinal para catequistas deben armonizar siempre las cuatro reas esenciales de la doctrina cristiana: credo, moral, sacramentos y espiritualidad.

  • El catequista necesita acrecentar su experiencia de Dios durante toda su formacin. La consigue por la participacin litrgica y sacramental, por la oracin personal y comunitaria, por el ejercicio de hbitos que purifiquen sus actitudes ante Dios. Es muy til aprovechar las ocasiones que ofrece la vida misma de la comunidad o momentos especiales como la visita al Obispo, la participacin en algn congreso, etc.

  • El catequista debe desarrollar sus capacidades de comunicador. Lo puede lograr tanto con el esfuerzo por participar en cada ocasin que le ofrezca el proceso formativo como con el aprendizaje de tcnicas sencillas y eficaces (medios audiovisuales, consejos para hablar en pblico, sugerencias para preparar una clase, etc).

    Se logra con tres cosas: - simbolizacin: que sepa concentrar en smbolos y signos vivos e impactantes su mensaje y su impulso motivador. - expresin: que llene de carga afectiva sus intervenciones. - gusto: para seleccionar las experiencias y recursos en sus clases.

  • Muchos catequistas tienen urgente necesidad de completar su formacin humana. Suelen tener mucha vitalidad espiritual y religiosidad profunda. Pero necesitan mayor equilibrio emocional, firmes actitudes y fundada madurez que les facilite mantener las opciones hechas y la coherencia entre lo que creen y lo que viven.

    La cultura cambiante, llena de antivalores consumistas y superficiales, exigen una jerarqua de valores definida y valiosa al catequista actual, para que pueda adaptarse y transformar evanglicamente a su comunidad.

  • Cules son los principales desafos que tenemos como catequistas en el momento actual? Qu elementos indispensables debe tener nuestro servicio para que responda a los desafos del momento actual?Cules son los principales obstculos que tenemos para responder a los desafos actuales de la catequesis?Nota: cada grupo elegir una sola pregunta, que habr de compartir despus en el plenario.