CATEGORÍA ARQUTECTÓNICA

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CATEGORÍA ARQUTECTÓNICA: FUNCIÓN FUNCIONALISMO Funcionalismo, en arquitectura, es el principio por el cual el arquitecto que diseña un edificio debería hacerlo basado en el propósito que va a tener ese edificio. Los orígenes del funcionalismo arquitectónico se pueden remontar a la tríada del arquitecto romano Vitruvio, donde la utilitas (traducida también como comodidad o utilidad) va de la mano de venustas (belleza) y de firmitas (solidez) como una de las tres metas clásicas de la arquitectura. En los primeros años del siglo XX, el arquitecto de la Escuela de Chicago Louis Sullivan popularizó el lema la forma sigue siempre a la función para recoger su creencia de que el tamaño de un edificio, la masa, la distribución del espacio y otras características deben decidirse solamente por la función de este. Esto implica que si se satisfacen los aspectos funcionales, la belleza arquitectónica surgirá de forma natural Sin embargo, el credo de Sullivan se ve a menudo como irónico a la luz del extensivo uso que hace de intrincados ornamentos, en contra de la creencia común entre los arquitectos funcionalistas de que los ornamentos no tienen ninguna función. El credo tampoco aclara a que funciones se refiere. El arquitecto de un edificio de viviendas, por ejemplo, puede fácilmente estar en desacuerdo con los propietarios de las mismas sobre lo que el edificio debería parecer, y ambos también en desacuerdo con futuros arrendatarios.

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CATEGORÍA ARQUTECTÓNICA: FUNCIÓN

FUNCIONALISMO

Funcionalismo, en arquitectura, es el principio por el cual el arquitecto que diseña un

edificio debería hacerlo basado en el propósito que va a tener ese edificio.

Los orígenes del funcionalismo arquitectónico se pueden remontar a la tríada del

arquitecto romano Vitruvio, donde la utilitas (traducida también como comodidad o

utilidad) va de la mano de venustas (belleza) y de firmitas (solidez) como una de las tres

metas clásicas de la arquitectura.

En los primeros años del siglo XX, el arquitecto de la Escuela de Chicago Louis Sullivan

popularizó el lema la forma sigue siempre a la función para recoger su creencia de que el

tamaño de un edificio, la masa, la distribución del espacio y otras características deben

decidirse solamente por la función de este. Esto implica que si se satisfacen los aspectos

funcionales, la belleza arquitectónica surgirá de forma natural

Sin embargo, el credo de Sullivan se ve a menudo como irónico a la luz del extensivo uso

que hace de intrincados ornamentos, en contra de la creencia común entre los arquitectos

funcionalistas de que los ornamentos no tienen ninguna función. El credo tampoco aclara

a que funciones se refiere. El arquitecto de un edificio de viviendas, por ejemplo, puede

fácilmente estar en desacuerdo con los propietarios de las mismas sobre lo que el edificio

debería parecer, y ambos también en desacuerdo con futuros arrendatarios. Sin embargo,

el concepto de que “la forma sigue a la función” expresa una idea significativa y duradera.

La raíces de la arquitectura moderna se basan en el trabajo del arquitecto suizo Le

Corbusier y el alemán Mies van der Rohe. Ambos fueron funcionalistas por lo menos en el

punto de que sus edificios fueron simplificaciones radicales de estilos anteriores.

En 1923 Mies van der Rohe trabajaba en la Escuela de la Bauhaus (Weimar, Alemania), y

había comenzado su carrera de producir estructuras de simplificaciones radicales y,

animadas por un amor al detalle, alcanzaron la meta de Sullivan de la belleza

arquitectónica inherente. Es famoso el dicho de Corbusier “la casa es la máquina en qué

vivir” en su libro Vers une architecture publicado en 1923. Este libro fue, y todavía lo es,

muy influyente, y los primeros trabajos que hizo, como la “Villa Savoye”

en Poissy, Francia son tenidos como prototipos de funcionalismo.

A mediados de los treintas, el funcionalismo comenzó a discutirse como un acercamiento

estético, más que como una cuestión de integridad de diseño. La idea del funcionalismo

se combinó con la carencia de ornamentación, que es una cuestión muy distinta. Se

convirtió en un término peyorativo asociado a las formas más baldías y más brutales de

cubrir un espacio, como formas baratas y comerciales de hacer edificios, usados

finalmente, por ejemplo, en el crítico academicismo de las cúpulas

geodésicas de Buckminster Fuller, simplemente como sinónimo de «gauche».

En los setentas, el preeminente e influyente arquitecto estadounidense Philip

Johnson sostenía que la profesión no tiene ninguna responsabilidad funcional de ningún

modo, y ésta es una de las opiniones que prevalecen hoy en día. Johnson dijo «No sé de

dónde vienen las formas, pero no tienen nada que hacer con los aspectos funcionales o

sociológicos de nuestra arquitectura». La postura del arquitecto «posmoderno» Peter

Eisenman se basa en un teórico usuario hostil y es incluso más extrema «No hago la

función». Los arquitectos más conocidos en occidente, como Frank Gehry, Steven

Holl, Richard Meier y Ieoh Ming Pei, se ven a sí mismos sobre todo como artistas, con una

cierta responsabilidad secundaria de hacer sus edificios funcionales para los clientes o los

usuarios.

RELACION: FORMA-FUNCION

En la obra arquitectónica convergen, entre otras, tres grandes variables: la formal, la

tecnológica y la funcional. La experiencia nos dice, que para no caer en resultados

arbitrarios es preciso que todos estos condicionamientos surjan en paridad desde el

primer momento, de esta forma se arriba a una relación holística entre ellas. Esto

no implica que alguna no se exhiba con más fuerza, el punto es no producir efectos

colaterales que denoten el desinterés por las demás. Históricamente hubo intentos, al

igual que lo hubo con otras variables, de privilegiar o desestimar la función. Pretensiones

que se llevaron a cabo con estrategias afines al pensamiento de cada época:

1) Antes de la Modernidad no se hablaba de la función; el edificio se imponía por su

fuerza plástica y por la sobrevaloración de la escala humana. Era una arquitectura

de símbolos.

2) El funcionalismo, nacido en la pre-modernidad y valorado luego en la modernidad puso

su acento en la función de tal manera que con la búsqueda exagerada de la misma, en

algunos casos logró empobrecer la expresión formal y simbólica.

3) El posmodernismo, ansioso por salir de esa encerrona casi sin saberlo promovió la

desatención de la función; desconocimiento que llevó a la revalorización de los

fenómenos supuestamente marginados por la arquitectura moderna, originando dos

tendencias:

a) la exaltación de los recursos geométricos con planteos casi escultóricos. Al

respecto dijo EISEMAN en su momento: " lo que importa son las formas

y nada más que las formas".

b) la magnificación del símbolo como una necesidad absoluta. VENTURI pontifica:

"el símbolo es prioritario a la función inmediata".

Ambas posturas llevaron a interpretaciones que marcaron una actitud de rebeldía frente

a los principios ortodoxos establecidos.

4) Entre los arquitectos contemporáneos, hay quienes siguen pensando promocionar una

arquitectura cada vez más fronteriza con el arte, casi como un fenómeno

de transmutación entre ambos. Dicho fenómeno se advierte en las influencias que se

ejercen mutuamente: GEHRY dice que sus edificios son de alguna manera esculturas, y

su discípulo ISRAEL reconoce a los espacios arquitectónicos como sumatorias de formas

y detalles constructivos. Esta actitud pendular de la arquitectura nos lleva hoy a la

necesidad de re-ver el tema funcional, sin que ello motive a reeditar viejos errores. Un

requerimiento físico que en su origen fue primario: satisfacer la función de refugio del

hombre, hizo que su consideración, se volviera obvia. En la actualidad vemos que la falta

de interés pone en peligro la finalidad original. Al presente dentro de un mandato superior

que es el compromiso social (si bien hay quienes cuestionan esa responsabilidad);

emerge un destino social de la arquitectura que manda sumar a aquella exigencia de

abrigo (función), el referente cultural(significado), materializado (tecnología) con el mas

alto valor estético (forma) y su pertenencia al lugar.

La relación entre la forma y la función, motivo principal del funcionalismo, hoy debe

proponer otras cuestiones. No se trata ya de la subordinación incondicional de la forma, ni

de la prioridad de ésta por sobre toda resolución funcional. Se trata sí, de una relación

viva que escape a esta antinomia, que se embarque en buscar una respuesta que no

implique ataduras de uno u otro tipo. Podríamos decir que dentro de una mirada de

diversidad y sin abogar fórmulas al respecto la relación función - forma, puede

actualmente sintetizar dos posturas

* Declaración de la organización funcional

Solución formal que para algunos resulta principista, inocente y es así cuando se la utiliza

como receta; los volúmenes reflejan claramente los paquetes funcionales del edificio. Los

recursos son: diversidad de alturas, de volúmenes y fragmentación de la forma que

responde a necesidades programáticas

* Concepto de espacialidad unitaria

Solución que demanda del espectador un esfuerzo intelectual más intenso para su

entendimiento. El volumen no se identifica con la funcionalidad. El recurso es la forma

indivisa. Ninguna de las dos posturas observa una conducta a rajatablas, es decir que en

ambas se admiten ciertas ambigüedades La presión que durante la modernidad ejerció la

función llevó a una reacción, que como ya vimos prefirió el compromiso con la

arquitectura antes que el compromiso social y desde ahí tenemos a los que como TAFURI

afirman:

"la fuerza de una obra de arte está en función de su ambigüedad y de su invitación a la

reflexión, cuanto mayor sea su reflexión y menos fácil sea la cosa, mayor es su fuerza. No

tener todo servido".

 Seguramente no siempre es así, cuando la propuesta es tajante no se acepta la

pluralidad. La madurez nos dice que es interesante discurrir por la franja intermedia (para

algunos la franja gris) aunque sea la más embarazosa de transitar. No es acertado

separar la función del resto de las cuestiones de la arquitectura, pero a los fines de un

análisis más profundo a veces es pertinente desvincularla momentáneamente de sus

pares: forma, tecnología, lugar etc. Se trata de abrir un proceso de ida y vuelta, hurgar en

las profundidades para luego re-surgir. La iglesia afirma que “la información es anterior al

conocimiento”. Explorar entonces la información enaltece el conocimiento. Así como en la

estructura formal existen estrategias para su organización, en la estructura funcional

tampoco hay arbitrariedades. Hay tácticas que buscan justificarlas necesidades en el

orden de la planta. El uso físico o la función requiere para el desarrollo de

sus actividades, un espacio con formas y dimensiones adecuadas además de las

condiciones de buen equipamiento, iluminación, visuales, orientación, etc. Si bien cada

edificio tiene particularidades que lo hacen único e irrepetible, existen criterios generales

que son aplicables a todas las obras de arquitectura, principios que extraídos de ejemplos

paradigmáticos suelen convertirse a posteriori en pautas que se adaptan a las demandas

contextuales de tipo económicas, sociales y culturales. Es decir: principios que devienen

del uso físico, se transforman, por otras cuestiones que provienen del uso social.

EXIGENCIAS FUNCIONALES

1-DIMENSIONAMIENTO: Nos referimos no a la búsqueda del tamaño adecuado para la

actividad a desarrollar, sino a la relación tridimensional, necesaria para la obtención de un

espacio habitable. El dimensionamiento, es sugerido por exigencias del uso, sin embargo

existen otros factores, como ya se dijo, que pueden variar estas restricciones que vienen

del uso social.

*En sociedades con situaciones económicas difíciles es dable el uso de dimensiones

mínimas convenidas específicamente a partir de criterios por debajo de los cuales vivir no

seria digno.

*En edificios símbolos la demanda social modifica estas medidas mínimas y las lleva a

límites marcados por la representatividad que de ellos emanan.

*La escasez de espacio físico (Japón) hace que la limitación de estas medidas se asuma

como una cuestión cultural independiente del factor económico social que puede

establecer otros valores.

2-CLASIFICACION: En la arquitectura las clasificaciones no suelen ser simpáticas porque

conllevan cierta rigidez, pero a veces son necesarias para entender el camino de ciertos

conceptos .La agrupación, la diferenciación o la clasificación (según distintos autores) da

origen al reconocimiento en las plantas, de dos grandes áreas denominadas

indistintamente como: principales y subordinadas / servidas y servicios / flexibles y

rígidas / secas y húmedas/ funcionales y de apoyo.

Esta diferenciación, aun en los edificios de una sola función, da lugar a la evidencia de

volúmenes, que según sea su expresión se asimilan a:

- Naves, recintos: son espacios de grandes luces. (cines, gimnasios.)

-Cintas, bandas, flejes : son agrupación de elementos iguales. ( aulas, oficinas,

dormitorios)

- Puntos, unidades: son núcleos funcionales rígidos. (escaleras, servicios)

.Así podríamos seguir agregando cualquier otra nominación que sintetice una voluntad

geométrica contundente a los fines de reconocerlas

La agrupación de las funciones puede darse según criterios de: tamaño, altura, forma,

función, etc.; pero es inevitable que sus relaciones se establezcan por medio

de circulaciones.

3-CIRCULACIONES: Las circulaciones son la materialización de una necesidad de

vinculación que tienen las distintas zonas funcionales. Una relación correcta tiende a dar

una superficie adecuada a las mismas, para una oportuna resolución del problema.

Dentro de estos sistemas de conexión existen:

*circulaciones verticales (relaciones entre distintas plantas apiladas)

*circulaciones horizontales (relaciones entre locales adyacentes de una misma planta)

*circulaciones secundarias (relaciones dentro de un mismo local)

Las funciones de los edificios se sostienen y se ordenan en base a estructuras

circulatorias que se leen en las plantas y en los cortes. Los nombres más corrientes son:

*sistema lineal: estructura arbórea originada por un tronco a manera de eje que conecta

las distintas funciones siempre a partir de sí mismo. Dentro de este sistema pueden darse

variantes tales como: peine, doble peine, etc. Todas permiten flexibilidad y crecimiento.

*Sistema polar: estructura radial generada por un centro que conecta los paquetes

funcionales siempre en relación así mismo. Permite limitado crecimiento y flexibilidad,

dependiendo del tamaño de ese centro.

*Sistema poligonal: Estructura geométrica que se conforma como un caso particular del

sistema lineal en donde los extremos se unen. Las funciones se vuelcan sobre esa

circulación anular, incluyendo el núcleo central. No permite flexibilidad ni crecimiento, se

considera una estructura cerrada.

*Sistema tramado: Estructura de tejido que se manifiesta como otro caso particular de

sistema lineal donde varios ejes se cruzan y guardan igual jerarquía. Permite flexibilidad y

crecimiento. Los mencionados, no son los únicos ni configuran normas y pueden

presentarse en forma combinada. No deben surgir a priori sino más bien son el resultado

de una adecuada interpretación del programa, según escala, necesidades de conexión

etc.

La utilización o el reconocimiento de estos sistemas no convalidan la exelencia de la

arquitectura ni excluyen otros modos, sino le da herramientas sobre todo al principiante

para un camino de alternativas. El acento en las circulaciones al igual que en los espacios

de uso se determina a partir de las necesidades físicas pero pueden ser alteradas por los

requisitos sociales de cada época o lugar.

- En el manierismo se comenzó con el énfasis de los elementos de circulación

vertical (escaleras), necesidad que se acentuó en el barroco y todavía hoy subsiste

en algunos edificios de la arquitectura contemporánea, más allá de su dimensión

necesaria.

- En la modernidad, se trabajó con la expresión volumétrica de las

circulaciones horizontales (conectores) y verticales (conductos)

La correcta funcionalidad del hecho arquitectónico, tiene que ver con las dimensiones del

espacio, la tipificación de los paquetes funcionales y la estructura circulatoria; pero falta el

equipamiento.

4-EQUIPAMIENTO: El equipamiento entendido éste en el uso genérico del término,

colabora con la adecuada utilización de los espacios. Para un mejor uso de los ambientes,

la disposición del equipamiento, debe generar superficie de actividades

concentradas evitando áreas disgregadas, que originan rincones estancos y complican el

rendimiento de la forma geométrica de la planta.

Conviene reiterar ya en el final, que con la esmerada implementación de los ítems

nombrados, se puede cumplir bien con la necesidad funcional pero de ninguna manera

ello garantiza una solución arquitectónica acertada. Para tal fin es imprescindible la

valorización y compatibilización con el resto de las otras variables arquitectónicas que

posibilitan la génesis del futuro proyecto: una propuesta integral donde se manifiestan

totalmente todos los condicionantes del producto arquitectónico.

El arquitecto maneja ideas, es experto en ellas. Las mismas pueden ser tomadas de otras

y/o adecuadas al problema que nos afecta y/o surgidas a través de un estudio profundo

de elementos históricos-culturales. Se cree a menudo, que las ideas deben ser

invenciones únicas e irrepetibles, esto noes así, el deseo de originalidad deja de lado lo

existente, lo histórico, lo ya experimentado. El proyecto surge como producto de meterse

en el problema; es buscar la interpretación de las formas de vida,

de las necesidades sociales, ambientales, de sitio y no sólo el análisis de los

requerimientos programáticos. Es un concepto que se va armando dentro de la mente y

que toma claridad cuando se lo pone en el papel:

Al respecto, REM KOOLHAS dice que en cada proyecto se toma un largo tiempo para

pensar antes de dibujar, va rumiando la idea y ese tiempo lo colma para comenzar a

trabajar.

En el momento en que la idea se registra y se vuelca en el plano, queda explícita. Es

entonces que se hace capaz de sugerir lo que el arquitecto busca decir. Los

condicionantes de la arquitectura tales como: el marco ambiental, la tecnología, la forma,

la función, etc. deben ayudar a fundamentar esa intención para no parecer una propuesta

de adición y falta de integración. La narrativa obcecada de la idea madre, de la idea

generadora, de la idea rectora, dela idea génesis, del concepto, nombres que fueron

cambiando según los tiempos pero que quieren decir lo mismo, lleva el peligro de

enmascarar según Helio Piñón una falta de solvencia en la resolución del proyecto

arquitectónico. Cuando las arbitrariedades de los valores estéticos y otros se justifican

sólo en función de la supuesta idea, falla la información y el conocimiento, hay una

incapacidad por resolver los valores clásicos de la arquitectura.

Son las mismas expresiones que en aras de la “idea” denostaron a la arquitectura del

siglo XX llamándola funcionalismo dogmático ó funcionalismo banal, cayendo luego

también ellos en una incierta resolución de la visualidad. Si no descubrimos si no existe, si

no se encuentra, la relación entre el programa y la forma, la respuesta será una

proposición endeble, anodina, falta de valor arquitectónico

RELACION: USO-FUNCION

 USO: Uso es aquella acción en la cual se emplea un elemento cualquiera, en diseño, el

uso y su relación con la función es establecida por el diseñador, ya que este debe diseñar

el objeto lo suficientemente comunicativo para que el usuario entienda como debe usar o

emplear el mismo, y no lo haga de otra forma, así llegamos a la siguiente definición que

es:

FUNCION: La función de un objeto esta dada por el diseñador, un objeto puede ser usado

de dos formas distintas. La correcta y la incorrecta. Depende del diseñador indicar en su

objeto la forma correcta de uso, de tal manera de que cuando el usuario tenga interacción

directa con el producto lo usara correctamente sin que le digan su función, sin que le

digan para que sirve

EL SUJETO EN LA ARQUITECTURA

Concibiendo al espacio arquitectónico como sostén del sujeto que habita como efecto del

discurso subyacente a la materialidad que el diseño crea. La arquitectura es propositiva

en la medida en que no esta pasiva, sino afectando los lazos sociales de quienes lo

ocupan. Así, para pensar una ciudad para ciudadanos, se plantea justamente la paradoja

de lo común y lo diferente, integrando en los espacios públicos y privados las relaciones

sociales que en la diversidad encuentran un referente de intercambio.

La comunicación pone el acento en lo "común" y también en las relaciones que solo se

pueden dar gracias a la diferencia entres sus elementos. Concebir lo común en lo diverso

es el reto que se resuelve en los espacios paradójicos en los que se da este intercambio.

Un espacio arquitectónico no es cualquier espacio, debe ser habitable, definiendo el

hábitat como el sostén de un discurso que tiene como efecto un sujeto que lo ocupa. Un

centro comercial esta diseñado en diferencia a un hogar no solo por su funcionalidad, sino

que de hecho obedece a la ideología del mercado y del intercambio, así como al carácter

voyerista, de vigilancia que tiene una penitenciaría. 

"El establecimiento de un lugar habitable es un acontecimiento. Y obviamente tal

establecimiento supone siempre algo técnico. Se inventa algo que antes no existía; pero

al mismo tiempo hay un habitante, hombre o Dios, que desea ese lugar, que precede a su

invención o que la causa. Por ello, no se sabe muy bien dónde situar el origen del lugar"

(Jacques Derrida)

La arquitectura materializa y propone ideologías de la que un sujeto esta sujetado.

Sujeción que debe interrogar a quienes se resuelven a hacer de su vida un proceso

creacionista.

El sujeto del inconsciente en el psicoanálisis es efecto de la estructura del lenguaje, y

como efecto hace corte. Solo se puede saber del efecto gracias a la operación del vacío

en la estructura de aquello que falta. La arquitectura inscrita en el real, al que no falta

nada, se avoca en la medida en que es creación a la falta simbólica. No hay creador del

creador, no hay metalenguaje que reduzca la falta en un manejo meramente técnico

objetivo del diseño arquitectónico.

ANTROPOMETRIA

Llamamos antropometría a la ciencia que estudia en concreto las medidas del cuerpo a fin

de establecer diferencias en los individuos o grupos

El arquitecto, como creador y diseñador de espacios a ser utilizados generalmente por el

hombre, debe tener en cuenta esta ciencia, pues es para uso del hombre que se diseñan

estos espacios. Esta ciencia es muy importante en arquitectura, pues el hombre vive

relacionando su figura con el espacio que lo rodea y además busca estar en los espacios

que lo hagan sentir cómodos, en un ambiente agradable con relación a su escala y no

como en la antigüedad, cuyos espacios eran diseñados para intimidar y/o impresionar y

no se tomaba en cuenta la escala humana.

Las medidas del hombre

El cuerpo humano es de tal manera diseñado por la naturaleza que la cara desde el

mentón hasta la parte superior de la cabeza y las raíces del cabello son la decima parte

de toda la altura, igual sucede con la mano abierta desde la muñeca hasta la punta del

dedo medio.

Dimensiones del hombre:

Edad:

Para la mayoría de las longitudes del cuerpo, se obtiene el creciente total par todos los

propósitos prácticos, alrededor de los 20 años para el hombre y a los 17 para la mujer. Así

mismo, se observa que los ancianos se encogen , lo que puede deberse a una ligera

degeneración de las articulaciones en la senectud.

Sexo:

En este aspecto, el hombre es mas grande que la mujer, para la mayoría de las

dimensiones corporales, y la extensión de esta diferencia varia de una dimensión a otra.

Por ejemplo, las dimensiones de la longitud, anchura y grosor de la mano; circunferencia

de la mano, del puño y de la muñeca; longitud y grosor de los dedos; etc

Las dimensiones masculinas fueron 20% mas grande que las femeninas, en lo que

respecta a la anchura, y 10% mas grandes en lo que respecta a las dimensiones de largo.

Pero la mujer es constantemente mas grande en lo que respecta a pecho, ancho de la

cadera, circunferencia de la cadera y circunferencia de los muslos. Además en

el embarazo afecta marcadamente ciertas dimensiones, las cuales llegan a tener

significado antropométrico después del 4to. Mes de embarazo.

El origen étnico:

Aunque en todas las naciones modernas hay diferencias entre grupos regionales, este

factor es más notorio en nuestro país debido a la composición de la población.

Las diferencias en estatura y estructura corporal son considerables entre grupos

indígenas de regiones alejadas entre sí, inclusive entre núcleos urbanos y rurales con

mayor mezcla de población de origen indígena con individuos de origen europeo, africano

o asiático.

El nivel socioeconómico:

Tiene incidencia en la variabilidad, pues un niño de una familia con mayores ingresos o

mayor educación tiene más posibilidades de tener un crecimiento corporal sano con una

nutrición adecuada.

El vestido y el calzado:

Es preciso tomar en cuenta las actividades a realizar para aplicar los datos

antropométricos al diseño de objetos y/o espacios, por ejemplo con el equipo protector es

obligado tomar en cuenta al diseñar accesos, espacios de trabajo, escaleras, movilidad,

entre otros.

Capacidades diferentes

Para que las personas con capacidades diferentes puedan integrarse y normalizarse en

su grupo de pertenencia o elección no deben existir “barreras”, es decir algo que impida o

dificulte el desarrollo de una o varias actividades en los entornos sociales y físicos. Para

que esta situación no exista, el entorno material debe adaptarse o proyectarse eliminando

gradualmente las barreras que en él se encuentren. En este caso se puede decir que se

ha obtenido la Accesibilidad al Medio Físico.

Medidas de reglamentación

1) Persona con capacidad diferente a la del modelo humano antropométrica, mental y

funcionalmente perfecto, es tomado como módulo en el diseño del entorno. Comprende a

las personas con deficiencias permanentes, mentales, físicas (sensoriales, motoras,

viscerales o patológicas) y casos asociados, juntamente con las personas afectadas por

circunstancias discapacitantes como los factores cronológicos (los ancianos, los niños

menores de nueve años) y antropométricos (la obesidad, el enanismo, el gigantismo), y

situaciones transitorias (el embarazo, llevar bultos pesados o niños pequeños en los

brazos o en cochecito)

2) Accesibilidad al medio físico: Posibilidad de las personas con discapacidad

permanente o con circunstancias discapacitantes, desarrollen actividades en edificios y en

ámbitos urbanos y utilicen los medios de transporte y sistemas de comunicación.

3) Adaptabilidad: Posibilidad de modificar una estructura o un entorno físico para hacerlo

accesible a las personas con discapacidad o con circunstancias discapacitantes.

4) Barreras arquitectónicas: Impedimentos físicos que presenta el entorno construido

frente a las personas con discapacidad o con circunstancias discapacitantes.

5) Barreras urbanísticas: Impedimentos que presentan la infraestructura, el mobiliario

urbano y los espacios públicos (parquizados o no) frente a las personas con discapacidad

o con circunstancias discapacitantes.

6) Herrajes suplementarios: Barras o elementos tubulares de sección circular que se

colocan en las hojas o en el marco de las puertas para facilitar el accionamiento,

especialmente para personas en sillas de ruedas.

7) Módulo de estacionamiento para personas con discapacidad motora: Superficie de

estacionamiento de dimensiones particulares para el estacionamiento de vehículos de

personas con discapacidad motora.

8) Practicabilidad: Posibilidad de modificar una estructura o un entorno físico para hacerlo

parcialmente accesible. La practicabilidad es un grado restringido de la adaptabilidad.

9) Servicio de salubridad especial: El o los locales destinados a servicios sanitarios que

permiten la accesibilidad y uso de las personas con discapacidad o con circunstancias

discapacitantes.

10) Superficie de aproximación: Área libre de obstáculos y a un mismo nivel, que necesita

una persona con discapacidad o con circunstancias discapacitantes para usar o

aproximarse a un elemento o disposición constructiva (p.ej.: abrir una puerta, aproximarse

a un inodoro).