Casita Madre Teresa, sistematización. Publicación UNICEF 2009
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Proceso de trabajo en una experiencia de promoción social para la erradicación del trabajo infantil Proyecto Construyendo Cimientos Humanos CASITA MADRE TERESA Asociación Civil [email protected] (8146) Mayor Buratovich, Provincia de Buenos Aires Sistematización y Textos: Carolina Pellejero
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Equipo de trabajo 2008 Coordinación María del Carmen Drome Carolina Pellejero Apoyo Escolar Yesica Ceballes Viviana Farías Griselda Sandoval Talleristas Augusto Ríos y Rocío García (becaria) – Proyecto Todo el año es carnaval Mariana Peralta –Proyecto de artes plásticas en el barrio- Equipo técnico Valeria Drome –Trabajadora Social- Lorena Levandoski –Psicopedagoga- Tareas de apoyo general Lorena Albarenga Amalia Amarilla Acompañante para huertas familiares Silvia Morales (becaria) Promotoras Programa Banco Popular de la Buena Fe –Microcréditos- Tania Becerra Sonia Gallardo Eliana Gatica Mirta Herrera Florentina Soto
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Agradecimientos especiales Padre Rubén Hiperdinger, Padre Adrián Martínez, Grupo de Oración Madre Teresa, Iglesia San José;
Héctor Amado Gómez, Walter Carrino, Francisco Pichún, Ing. Agr. Verónica Caracotche –Programa.
Minifundio, INTA-; Lic. Claudia Boulocq, COPRETI; Carlos Arrigoni, Pierino Bevilacqua –
Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires-; Lic. Floreal Gramajo –Servicio Zonal de
Promoción y Protección de Derechos; Programa de Voluntariado Universitario UNS; Lic. Fátima Augier
–Banco Popular de la Buena Fe-
Apoyos institucionales Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia de Buenos Aires, Subsecretaría de Niñez y Adolescencia
Ministerio de Desarrollo Social de la Nación
Programa Promotores Territoriales para el Cambio Social –Ministerio de Desarrollo Social de la Nación-
Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires
Comisión Provincial para la Erradicación del Trabajo Infantil
Gobernación de la Provincia de Buenos Aires
INTA Estación Experimental de Hilario Ascasubi
Jugend Dritte Welt – Don Bosco Mission, Alemania-
Kinder Mission Werk – Don Bosco Mission, Alemania-
Pro Vida – Central del Diezmo
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Casita Madre Teresa Asociación Civil Presidente Claudia Luna Vicepresidente Marcelino Bedoya Secretaria Carolina Zelaya Tesorera Cristina Márquez
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Resumen En este documento pretendemos dar cuenta del proceso de trabajo iniciado desde la
perspectiva de la promoción social para la erradicación del trabajo infantil.
La práctica de promoción se lleva a cabo desde la Asociación Civil Casita Madre Teresa en
el Barrio La Primavera de la localidad de Mayor Buratovich, en el partido de Villarino. Un
espacio territorial agrícola en el sur de la provincia de Buenos Aires.
Se trabaja partiendo desde la intervención directa con niños y niñas de entre 6 y 12 años de
edad, para luego proyectarnos hacia la familia y la comunidad en general con distintas
estrategias que promueven el desarrollo humano y comunitario.
Esta experiencia, inacabada e imperfecta, fue iniciada de forma orgánica en el año 2005,
pero la preceden esfuerzos e iniciativas movilizadas por una voluntad de transformación
social, de un grupo de laicos de la pastoral social de la iglesia San José de Mayor Buratovich
desde el año 1998.
“Hablar de niños, adolescentes y jóvenes es hablar de pueblos, de padres y madres cuyas existencias están atravesadas por el dolor, la angustia y la tristeza, por la ausencia de trabajo que impide la nutrición y la ternura, insumos básicos para la crianza de los hijos. Justicia es el derecho al trabajo como proveedor de identidad y de humanidad. Medio millón de niños son explotados en nuestro país, en los campos ajenos, en las calles donde la madrugada los sorprende con una flor, o robando panes a la noche, vendiendo sus cuerpos niños, o entregando cocaína en las esquinas exactas del horror. Los niños, adolescentes y jóvenes muestran imaginación en las llamadas estrategias de sobrevivencia, pero esa imaginación también es una denuncia a estas economías que les ha expropiado el derecho de criarse en una familia y de educarse en una escuela.”
Alberto Morlachetti Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo
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1. Breve descripción de nuestra práctica La Casita Madre Teresa desarrolla sus acciones desde la perspectiva de la promoción social
y la promoción y restitución de los derechos sociales; pilares de la construcción
democrática con sentido de inclusión.
En el camino de la promoción, prioriza el trabajo con niños y niñas de entre 6 y 12 años y
desde ellos se proyecta hacia sus familias a través de distintas estrategias que generen un
mayor desarrollo de éstas y de la comunidad: acceso al crédito, capacitación para el
autoempleo, promoción de la economía social, alfabetización, talleres de distintas temáticas,
encuentros e intercambio cultural con las familias migrantes.
Nuestra práctica social se sostiene desde una mirada espiritual de pastoral social que fue el
motor inicial y sostén del proyecto; que incluye celebraciones sacramentales, catequesis,
formación de grupos misioneros juveniles, entre otras en un marco de interculturalidad con
los habitantes de nuestra comunidad, familias inmigrantes de Bolivia, nativos del lugar y
migrantes internos de provincias argentinas norteñas. En ese proceso dialéctico hemos
podido construir junto a ellos un nuevo cimiento de fe basado en la solidaridad, la
contención y el fortalecimiento de los vínculos comunitarios. Asimismo, este rasgo
espiritual se enmarca en un sentido de ecumenismo social, en el que toda la comunidad es
invitada a participar de igual manera y en el que “lo religioso” no es una limitación a la
participación, sino una oportunidad y una apuesta a la diversidad como valor de la
construcción de una nueva comunidad.
Consideramos que el proceso de establecimiento de vínculos desde la perspectiva espiritual
ha sido un componente imprescindible para abordar la problemática del trabajo infantil;
práctica arraigada no solo desde lo cultural, sino también desde lo contextual; malas
condiciones laborales, trabajo a destajo que incluye a la familia y los hijos como principal
variable en la obtención de los recursos para la subsistencia; y una naturalización social del
trabajo infantil. A partir de ese vinculo con las familias pudimos iniciar un proceso de
trabajo de sensibilización, la construcción de un discurso común y unificado en contra del
trabajo infantil, que no culpabilice ni estigmatice a las familias de los “niños trabajadores”,
pero que si firmemente aporte a un acuerdo comunitario que promueva la educación y la
escuela como el mejor “lugar” donde los niños y niñas puedan transcurrir su infancia, en un
marco de derecho y responsabilidad.
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2. Mirada institucional: misión y principios
Desarrollar una conciencia social y ciudadana, fortaleciendo la capacidad de las personas
para unirse, formarse, participar y generar sus propios proyectos. Estimular la colaboración,
la decisión, la participación y la responsabilidad social; para que la misma comunidad
trabaje y luche para salir de la exclusión y la pobreza.
Ir y ver dónde viven los que necesitan oportunidades, llevar a Jesús y la esperanza de su
Evangelio a niños, hombres, mujeres, jóvenes, enfermos, oprimidos, tristes y abandonados.
Escuchar, conocer para acompañar, denunciar, desnaturalizar, prevenir, corregir, organizar
y promover el desarrollo social.
Nos interesa que los mismos vecinos, puedan establecer vínculos, analizar y comprender la
realidad local y que definan las estrategias a desarrollar para solucionar los problemas que
los afectan.
Entendemos que las personas del barrio no son simples beneficiarios de nuestra
intervención, sino que son protagonistas de la construcción social.
3. Nuestro espacio local
Mayor Buratovich es un pequeño pueblo de 4.237 habitantes en el Partido de Villarino, al
sur de la provincia de Buenos Aires. Es el municipio con mayor índice de NBI (necesidades
básicas insatisfechas) de la provincia, fuera del área del conurbano (21,5%). El pueblo que
concentra la mayor población con NBI es Mayor Buratovich, con 650 hogares (31,5%). La
problemática de la vivienda y la salud completan el panorama social de la comunidad. Uno
de los municipios con mayor porcentaje de notificación de tuberculosis, con una tasa de
64,4% (45,8% por encima de la media de la región sanitaria I) y el 48,9 % de la población
sin cobertura médica. La principal actividad económica está basada en el cultivo de cebolla
para su posterior exportación. La inexistencia de industrias y el trabajo temporal, acrecienta
las problemáticas sociales. La geografía es de llanura pampeana, donde se practica la
agricultura y la ganadería. Es una zona de riego, abastecida con un sistema de canales
provenientes del Río Colorado, principal obra de infraestructura creada en base al esfuerzo
colectivo y asociativo de los inmigrantes europeos de principios de siglo. La producción de
cebolla representa: un 89% de la superficie sembrada hortícola, el 67% del Producto Bruto
Agropecuario y el 83% del Producto Bruto Agrícola.
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Ubicación:
Mayor Buratovich se encuentra a 779 Km. de distancia de Buenos Aires, mientras que la
ciudad más cercana es Bahía Blanca, a 90 Km. Una de sus principales dificultades tiene que
ver con la organización político- administrativa del municipio; la cabecera de partido es la
ciudad de Médanos, distante a 60 Km. de Mayor Buratovich y sin transporte público que
comunique a las dos localidades. Cabe destacar que ambas localidades presentan varias
diferencias en sus características geográficas, económicas, culturales, etc. Mayor Buratovich
se encuentra sobre el margen de la ruta nacional 3 sur, en una área bajo riego, con un
monocultivo intensivo, generador de una economía propia (la cebolla de exportación con
certificación de origen), mientras que Médanos se encuentra sobre la ruta nacional 22, área
de secano y características productivas muy disímiles. Otro punto importante tiene que ver
con la percepción que tiene la gente de Mayor Buratovich respecto de la distribución de
recursos en un municipio tan heterogéneo: si bien la zona sur del municipio (Buratovich,
Hilario Ascasubi y Pedro Luro), correspondiente al área bajo riego es la que mayor riqueza
genera (debido al producto exportable, la cebolla) es también la zona que más población
con NBI presenta. La zona norte (secano) del municipio, por su parte (Médanos, Algarrobo
y Teniente Origone), es la sede del centro político administrativo y no presenta índices de
NBI elevados. Esto evidencia una distribución poco equitativa, ya que la paradoja lo vuelve
elocuente: la zona que genera riqueza es la zona que presenta pobreza, en muchos casos
estructural.
Definición especial del término “local”:
El desarrollo local hace referencia al esfuerzo comunitario consciente, organizado y
permanente, dirigido a elevar la calidad de vida de los grupos sociales que coexisten y se
interrelacionan en un espacio local determinado. Cuando hablamos de lo “local” nos
referimos necesariamente al espacio cotidiano en el que vivimos, nos relacionamos y nos
desenvolvemos: una población, un barrio, una localidad, una comuna. Por lo tanto, es
imprescindible entender que, aquí lo“local” no está representado íntegramente en lo
“municipal”. Lo local esta definido por los aspectos comunes que nos vinculan con otras
personas en nuestro espacio cotidiano: identidad, historia, territorio común, relaciones
sociales, clase social, cultura, familia, etc. Si tenemos en cuenta que una comunidad es “una
colectividad de personas que ocupan un área geográfica, ocupados juntos en actividades
económicas y políticas y que constituyen, en esencia, una unidad social de autogobierno,
con valores compartidos y un sentimiento de pertenencia” (Mitchell 1968), vemos que para
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que se den procesos de desarrollo es necesario rever la intervención que se hace desde el
Estado en este tipo de territorios.
4. Ejes del abordaje integral: partiendo de las niñas, los niños; hacia la familia, para incidir en la comunidad
a) con los niños y niñas
Nuestra práctica se inicia desde los niños y niñas como el primer eslabón de
intervención. Con ellos desarrollamos distintas actividades de integración, vinculación y
comunicación, teniendo como base fundamental el apoyo escolar.
“Mi condición de educador me impone generar un cambio, una transformación. Porque al final ¿qué es lo que me mueve, me
alienta como docente si gano tan poco, si estoy tan desprestigiado en esta sociedad de consumo? ¿qué sueño tengo
para soñar, para discutir con mis alumnos?”
Paulo Freire, El grito manso
Pensamos el espacio del apoyo escolar como un ámbito donde podamos promocionar en
los niños la primer idea de inclusión y de oportunidad. Todas las estrategias que apuntan a
mejorar la calidad educativa de un niño para mantenerlo dentro de la escuela, contribuyen a
generar mayor oportunidad, entre otras cosas porque mantiene al niño, a la niña; dentro del
primer circuito de inclusión social: la escuela. En este sentido creemos firmemente en la
idea de trabajar a partir del concepto de “oportunidad”, en lugar del de “desigualdad”. En
desde los niños y niñas
hacia Sus familias
para transformar la realidad social
Apoyo escolar, talleres, provisión de elementos básicos para su desarrollo –salud, vestimenta,
educación- Acompañamiento en el ocio y tiempo libre, atención integral, catequesis,
celebraciones
Capacitación y entornos de aprendizaje Microcrédito familias emprendedoras Talleres con las familias, apoyo para la
restitución de derechos sociales; alfabetización contención espiritual, etc.
Organización social, restitución de derechos sociales; promoción social y humana; resiliencia
comunitaria: fortalecer factores protectores
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sintonía con lo que plantea la elaboración de un nuevo índice de oportunidad humana
(BM): “El debate político no debería ser tanto sobre la desigualdad de resultados entre los
adultos (resultados como el ingreso que perciben), sino sobre la inequidad en las oportunidades
entre los chicos, oportunidades como la educación”1
Asimismo, el espacio del apoyo escolar es un lugar de aprendizaje de otros contenidos: lo
comunitario, el barrio, la idea de organización y conciencia colectiva; la integración. Un
lugar que busca ser complementario de la escuela, no competir con ella. El apoyo como si
fuera la cocina de la casa, donde está calentito, se toma la merienda o el desayuno, se ve
tele, se juega con los amigos al fútbol, a la mancha, al elástico.
Los índices educativos indican que en el Partido de Villarino un 7% de la población de más
de 30 años nunca asistió a un establecimiento educativo. (En la Provincia de Buenos Aires
ese promedio es del 4,1%)2
En la franja de población adolescente de entre 15 y 17 años, el 30% de esos jóvenes en
Villarino no asiste a ningún establecimiento educativo, es decir, está fuera del sistema
educativo formal3. El Informe sobre Desarrollo Humano en la Provincia de Buenos Aires,4
señala que el índice estimado de educación del partido de Villarino es el mas bajo de los
134 distritos que componen la división política bonaerense, no existiendo específicamente
ninguna política, acción o proyecto que atienda esta situación.
Junto al apoyo escolar, buscamos otras estrategias de integración con los niños y niñas; a
través de distintos programas específicos; que amplíen las posibilidades de cada familia en
el acceso y la producción de los aspectos culturales, por ejemplo. En ese sentido; pudimos
desarrollar talleres como el de murga “Todo el año es carnaval” o el taller de “Artes plásticas en el
barrio” que tienen como objetivo principal que los niños y niñas experimenten, construyan y
transfieran su vida cotidiana a través del arte; y por medio de este motor, se planteen
conflictos a resolver; relacionándose al ámbito donde ellos viven y se desarrollan.
El arte es un medio de comunicación y de transformación social. Se trata de generar que los
niños y niñas vuelquen en las producciones artísticas sus problemáticas, sus inquietudes y
sus sueños; reflexionando en el hacer, y creando una nueva forma de comunicar estas
inquietudes y estos sueños a través de la plástica. El arte es una herramienta para dialogar
con “el inconsciente y el consciente” de cada ser humano, y esta herramienta, acercada a las
niñas y los niños, es un puente para entender, para reflexionar sobre su visión de la realidad 1 Marcelo Giugale “El debate debe ser sobre la inequidad”. La Nación, 2008. 2 Informe sobre desarrollo humano en la Provincia de Buenos Aires. Fundación Banco Provincia, 2003 3 Informe sobre desarrollo humano en la Provincia de Buenos Aires. Fundación Banco Provincia, 2003 4 Informe sobre Desarrollo Humano en la Provincia de Buenos Aires. Fundación Banco Provincia, 2003.
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del barrio, que es en definitiva su visión del mundo; la construcción de su propia
subjetividad.
Además de las actividades y acciones que consideramos como un piso de oportunidad posible;
pensamos que es imprescindible garantizar esa oportunidad a través de las herramientas
necesarias para que todos puedan acceder a los circuitos de inclusión: provisión de útiles,
vestimenta, atención médica o psicológica, visitas a las familias para conocer su realidad y
establecer lazos de comunicación.
b) Hacia las familias
“Señor danos tus sandalias para caminar
tu don para escuchar
tu voz para denunciar”
El primer contacto con las familias se dio desde la mirada de la fe. Las familias fueron las
primeras destinatarias de las acciones iniciadas por el grupo fundador del proyecto, que
luego diera lugar a la conformación de la Casita Madre Teresa. Se trataba de un tiempo
histórico especial atravesado por la fragmentación social, a finales de los años`90. Eran
tiempos de fragmentación también para las familias.
Para nuestra práctica es fundamental trabajar de forma integral; y para transitar un camino
hacia la erradicación progresiva del trabajo infantil, es necesario fortalecer la capacidad
productiva y de trabajo de las familias. Teniendo en cuenta que el trabajo temporal en la
siembra y cosecha de la cebolla es, muchas veces, la única actividad económica que realizan
las familias; identificamos como eje del problema el trabajo a destajo y la inclusión de los
niños al mundo del trabajo como variable de ingresos.
Para poder abordar desde ese eje el problema fue necesario incluir estrategias de
promoción de la economía social. Se trata de pensar en una reconstrucción dialéctica del
concepto integrando a las familias a esa construcción.
“La economía social solidaria o economía de solidaridad es una búsqueda teórica y práctica de formas alternativas de hacer economía,
basadas en la solidaridad y el trabajo” (CEPAL)
El proceso inicial incluyó a 32 familias capacitadas durante 2006 y 2007 que pudieron
financiar sus proyectos productivos y de autoempleo, a través de la gestión de insumos y
herramientas; con un acompañamiento y asistencia técnica a través de otros actores que
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involucramos en el proceso, como el Programa Minifundio, de INTA; actor clave para la
visualización del sector minifundista (pequeños productores bolivianos). Se plantea aquí
una generación de valor respecto del sector. El organismo estatal (INTA) se integra a las
actividades comunitarias, comparte con las familias distintos momentos, capacita y
moviliza, integra a los pequeños productores a otros ámbitos productivos; plantea la
asistencia técnica desde un ámbito colectivo, no individual. Promueve mejoras en las
prácticas agrícolas; incorpora marcos legales, impositivos; aporta a la construcción del sujeto
agrario con mayor conciencia de su intervención en la economía local.
Generar valor y confianza en la palabra
“Cómo pueden saber que los pobres no son dignos crédito si no
lo han intentado? Quizás son los bancos, los que no son dignos
de las personas?”
Muhamad Yunus, Premio Nobel de la Paz
Desde 2007 llevamos adelante el Programa Banco Popular de la Buena Fe, que promueve el
acceso al micro crédito con la metodología iniciada por Muhamad Yunus; y replicada por el
Estado a través del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. En el “Banquito” como lo
llaman nuestras familias, utilizamos una metodología basada en el valor de los vínculos
comunitarios y la solidaridad. No existen más garantías que la palabra empeñada y el deseo
de superación, y se parte de un pequeño crédito inicial que va creciendo a medida que el
proyecto productivo crece y el emprendedor se capacita.
Entre 2007 y 2008 se han entregado créditos iniciales –con 0% de interés- a 60 familias y re
créditos por el doble del valor inicial a 20. El porcentaje de cobro de los créditos, superó el
96%. En todo el proceso de promoción de la economía social, se ingresaron a la economía
local de la comunidad más de $100.000.
Entendemos entonces, que este tipo de estrategias producen la satisfacción de un conjunto
de necesidades, la integración social y económica de sectores vulnerables, preservan y
promocionan formas y tecnologías productivas tradicionales, generan recursos y
autoempleo para las familias de los niños y niñas, además de contribuir a erradicar la
incorporación de los niños a la mano de obra familiar.
Según el CEDES –Centro de Estudios de Estado y Sociedad- se calcula que en la
Argentina, el valor de los bienes y servicios producidos por el sector social de la economía
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representa el 5,5 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI), es decir unos 15 mil
millones de pesos anuales (2002).
c) Con la comunidad
5. Actores involucrados en toda la experiencia: articulación y estrategia
Con estos actores clave, Casita Madre Teresa construye una estrategia integral, desde la
perspectiva de la mejora de las oportunidades y en la construcción de un discurso social que
sostenga el derecho a la educación como la contra cara del trabajo infantil.
Actor Ámbito de acción /
Caracterización Estrategia común
Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires: COPRETI, Comisión Provincial para la Erradicación del Trabajo Infantil.
Comisión provincial, ámbito regional
Campaña local “Por una
infancia con derechos” de prevención y difusión.
Articulación con otros organismos públicos para la
obtención de recursos. Puesta en valor de la práctica
Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, Inspectoría Mayor Buratovich
Efector de control y promoción de derechos. Ámbito local - regional
Comunicación y
sensibilización, talleres y participación de la
comunidad. Financiamiento estrategia de verano
(cosecha). Campañas. Vinculación en actividades
específicas. Economía social: promoción Ley Alas.
INTA, Programa Minifundio
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. Programa de extensión en territorio, ámbito local - regional
Visualización del sector
minifundista, mejora de las oportunidades, asistencia técnica, buenas prácticas agrícolas, promoción de
marcos jurídicos (trabajo infantil), mejora y
fortalecimiento de la capacidad productiva.
Proyectos productivos. Programa Promotores Territoriales, Ministerio de Desarrollo Social de la
Programa Nacional, con presencia territorial, orientado a la promoción y
Promoción economía social, monotributo social; diagnósticos, restitución de
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Nación
restitución de derechos sociales y construcción de ciudadanía
derechos: promoción de pensiones; talleres productivos.
6. Marcos de referencia a) Teóricos
“La resiliencia se ha caracterizado como un conjunto de procesos sociales e intrapsíquicos
que posibilitan tener una vida "sana", viviendo en un medio "insano". Estos procesos
tendrían lugar a través del tiempo, dando afortunadas combinaciones entre atributos del
niño y su ambiente familiar, social y cultural. Se trataría entonces de un proceso interactivo
entre las características propias de los niños y su ambiente” (Rutter, 1992).
Trabajo infantil: “las estrategias de supervivencia o actividades productivas de
comercialización o prestación de servicios, remuneradas o no, realizadas por niñas y/o
niños, por debajo de la edad mínima de admisión al empleo o trabajo establecida en
nuestro país, que atenten contra su integridad física, mental, espiritual, moral o social y que
interrumpan o disminuyan sus posibilidades de desarrollo y ejercicio integral de sus
derechos". (COPRETI)
“Las elevadas tasas de pobreza en las áreas rurales limitan las oportunidades educativas
debido a la demanda de trabajo infantil, a los bajos niveles de estudio de los padres y a la
falta de acceso a una educación de buena calidad.” (Informe de los Objetivos de Desarrollo
del Milenio, 2006)
“A todo lo que los cristianos hacemos en forma organizada por el cuerpo social lo
llamamos ordinariamente "Pastoral Social"... Pero después de años de hacer y hacer y
hacer, constatamos que las necesidades sociales son como un barril sin fondo que nunca se
llena. Y nos preguntamos: ¿no será que en este enfoque de la Pastoral Social habrá una
válvula abierta que impide que el recipiente se llene? Entonces descubrimos que Pastoral
Social no es sólo "hacer" algo por la sociedad sufriente, sino "enseñar a ser o existir de
manera nueva" en la sociedad sufriente...”. (Giaquinta, Foro Ecuménico Social, 2002.)
b) Jurídicos
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Ley Provincial 13.298 de Promoción y Protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes en la Provincia de Buenos Aires. Ley Nacional 26.061 de Protección Integral de los derechos de niñas, niños y adolescentes Convenio 182º (OIT). Ley 25.255. “Prohibición de las peores formas de trabajo infantil y la acción inmediata para su erradicación” Recomendación 190º (OIT). Ley 20.744 de Contrato de Trabajo. Ley 26.206 de Educación Nacional.
7. Trabajo infantil y educación Según la Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA), en el ámbito
rural, el 20% de los niños entre 5 y 13 años (1 de cada 5) trabaja o trabajó alguna vez; el
56% de los adolescentes entre 14 y 17 años (más de 1 de cada 2) trabaja o trabajó alguna
vez. El trabajo infantil, en términos sociales, profundiza la desigualdad, viola los derechos
fundamentales de la infancia y la adolescencia, impide o limita el adecuado proceso
educativo, enfrenta a los niños a un ambiente adulto y a veces hostil, condiciona el nivel de
ingresos en la vida adulta.
En términos de salud, produce enfermedades crónicas, retrasa el crecimiento, genera
agotamiento físico, expone a picaduras, infecciones, heridas, quemaduras y amputaciones;
causa dolores en las articulaciones y deformaciones óseas.
En términos económicos y de desarrollo humano; deteriora el capital humano disponible
en una sociedad, como consecuencia de la pérdida de años de educación; produce una
incidencia negativa en el PBI.
En cuanto a la incidencia de la educación en la movilidad social y el desarrollo humano;
completar de 6 a 9 años de escolaridad significa obtener en promedio 42,1% más de
ingreso en comparación con aquellos que solo tienen hasta 5 años de escolaridad.
A medida que los trabajadores avanzan en el nivel de estudios, su ingreso se ve
incrementado: los que alcanzan el nivel secundario completo obtienen un promedio de
46,3% más de ingresos respecto de quienes cuentan con el nivel básico de educación.
El nivel de ingreso promedio de los ocupados con educación superior (13 y mas años de
escolaridad) es 4,6 veces mayor que el de aquellos con educación primaria.
Aquellos que han culminado sus estudios superiores obtienen por este “premio educación”
más del doble de ingreso en relación con los que tienen educación secundaria completa
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8. Diagnósticos para saber: desde dónde partimos?
a) diagnóstico con los vecinos del barrio (una percepción desde lo que nos duele, desde lo que nos enorgullece)
Antes de comenzar el proceso con los niños, niñas y sus familias, vimos que era necesario
poder partir desde un diagnóstico con los vecinos. Un diagnóstico desde el corazón, desde los
sentimientos. Considerábamos que ese primer diagnóstico debía involucrar esos sentimientos
para poder lograr un espíritu y una mística del cambio necesario. Así comenzamos a reunirnos en
las casas de las vecinas, por grupos. El clima de individualismo en el que vivía el barrio, la
fragmentación social (vecinos, enfrentados entre sí; algunos por prácticas clientelares de
otros, otros por prejuicios hacia los inmigrantes, por ejemplo) hacía que ni siquiera pudiera
pensarse un espacio común para el diagnóstico. Los grupos eran por afinidad, los
reuníamos y con la consigna de ver “lo que no duele, lo que nos moviliza” fuimos
trabajando la mirada que cada uno tenía de su barrio, de su comunidad; lo que los
enorgullecía, lo que los avergonzaba. Después de un tiempo pudimos reunirlos, los cuatro
grupos en uno; con la consigna de que “nadie se salva solo”. El grupo pudo producir en
algunos encuentros una lista de prioridades sobre las cuales trabajar; partiendo de un
sentimiento de necesidad de cambio y transformación. Uno de los ejes más importantes de
ese diagnóstico fue la necesidad de comenzar a trabajar de manera urgente con los niños;
“los niños solos, los que estaban fuera de la escuela”, los que después de trabajar en el
campo quedaban afuera de todo, el resto del año. Pero también estaba el orgullo: “los
adelantos del barrio, las sencillez”. Todo ese proceso de trabajo fue relatado en una
pequeña publicación: “Unirse para crecer y no agachar la cabeza. Un diagnóstico desde el
corazón, con vecinos del barrio La Primavera” que circuló en forma de libritos por las
casas de todos los vecinos participantes. Metodológicamente nos planteábamos “reflexionar
sobre la práctica para producir conocimiento, a través de la participación y la educación popular...”; incluir
en el proceso inicial a toda la comunidad con la que pretendíamos involucrarnos para
ayudar a su fortalecimiento. No queríamos beneficiarios; queríamos vecinos
movilizados, conscientes de su capacidad de transformación. Trabajar en un proceso
dialéctico de práctica, reflexión y vuelta a la práctica para construir conocimiento. No solo
decir lo que quiero, sino ser partícipe de la acción de diagnóstico, planificación, ejecución y
evaluación; como secuencia de un aprendizaje de ciudadanía y derechos.
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b) diagnóstico sobre la situación de los niños en el barrio La Primavera y su zona
Durante la temporada de cosecha de cebolla 2005 comenzamos a ver que muchos niños y
niñas quedaban solos en sus casas mientras sus padres iban a trabajar al campo, entre las 6
de la mañana y las 7 de la tarde. En ese lapso de tiempo, la mayoría no tenía espacios de
contención y cuidado; quedando al cuidado de sus hermanos, siempre menores de edad, ya
que los más grandes también van al campo a trabajar. A esta problemática habitual se le
sumó el hecho de que no funcionaban las escuelas de verano, que todos los años ofrecían
actividades en el horario de la mañana y la tarde, y solo fue efectivo el servicio de comedor
escolar, por lo cuál gran cantidad de niños y niñas permanecían solos en sus casas o en la
calle, espacio de juego al no existir espacios públicos acordes a las necesidades.
Realizamos un relevamiento en 179 familias, con un total de 310 niños que arrojó que 100
niños (32,2%) quedaban solos en sus casas, 95 niños (30,6%) acompañaban a sus padres a
trabajar al campo y solo 115 niños (37,9%) al cuidado de algún familiar o institución
específica.
c) trabajo infantil: visualización
En el año 2006, la Comisión Provincial para la erradicación el Trabajo Infantil (COPRETI)
participó durante tres días de los operativos contra el trabajo en negro que el Ministerio de
Trabajo bonaerense llevó a cabo en las cosechas de cebolla y ajo de los partidos de
Villarino y Carmen de Patagones. El objetivo de la comisión fue realizar un relevamiento
de situación de los menores de catorce años que trabajaban con sus padres o los
acompañan durante la zafra. La tarea se realizó el 27 y 28 de febrero y 1° de marzo, junto a
los inspectores laborales y de Seguridad y Higiene de la cartera de Trabajo. Los referentes
de la COPRETI aseguraron que “de un número de 10 colectivos inspeccionados
(transporte que traslada al trabajador a los campos, en su mayoría población boliviana) se
hallaron ocho niños y niñas de 11 a 13 años que asistían con sus padres a realizar tareas de
recolección de la cebolla”.
“El motivo de llevarlos -agregaron- se daba por varias cuestiones: porque no tenían donde
dejarlos, por considerar que deben aprender a trabajar desde pequeños (cultura de trabajo)
y, principalmente porque cuando más personas de la familia asisten al campo mas
remuneración reciben”. Las condiciones de traslado eran “muy deficientes”. Según
relataron los inspectores, “los colectivos circulan durante la madrugada para evitar los
operativos, por lo tanto se levantan muy temprano e inician su tarea desde las 7 y las
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jornadas se extienden hasta las 5 de la tarde. Si bien la muestra es pequeña, para la
COPRETI “es suficiente y necesaria” para la concreción de diferentes gestiones que
garanticen los derechos de la infancia y acciones que permitan desarrollar y mejorar las
actividades de producción que se llevan a cabo en dicha zona.
d) La cebolla y sus capas
Las actividades que desarrollan las familias de los niños y niñas con los que trabajamos
están ligadas al trabajo agrícola en las distintas etapas de producción, desde los laboreos
previos a la siembra, hasta la cosecha. Sin embargo hay algunas caracterizaciones de las
familias, que podemos organizar en dos grupos;
• Quienes “trabajan” para un “patrón” en un cultivo que no le pertenece, con gran
presencia de trabajo informal y en negro o para el “cuadrillero”-una figura de tercerización
laboral local irregular-
• Quienes “producen” cebolla, en una situación de mediería con el dueño de la
tierra
En la segunda categoría, según lo muestran investigaciones de la zona encontramos a los
minifundistas, que individualmente cultivan entre 1 y 5 hectáreas de cebolla. Son cuasi
monoproductores, de origen boliviano que, en general, no tienen la propiedad de la tierra;
son aparceros de pequeñas parcelas; sólo cuentan con algunas herramientas manuales y la
fuerza de trabajo familiar. Mayoritariamente, trabajan con contratos informales de mediería,
suscriptos con productores más grandes que suministran la tierra. La utilización de mano
de obra familiar, marca su principal diferencia respecto a la integración y nivel de sus costos
de producción.
Como se ve, “la fuerza de trabajo familiar” es la principal variable para la obtención de
mayores recursos, tanto en el trabajo a destajo (para el caso de los obreros), como en la
producción (para el caso de los minifundistas) que reducen costos cuando trabajan con la
familia, incluyendo a los niños.
e) Desnaturalizando el Trabajo Infantil
Un componente importante del proceso fue la construcción de un discurso común junto a
los actores con los que nos relacionamos o incidimos (autoridades, escuela, familias, niños,
equipos técnicos, medios de comunicación, efectores del estado) desnaturalizando en la
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comunidad la idea arraigada en el imaginario local que sostenía que “es mejor que un niño
trabaje antes de que se quede solo”, “haciendo lío” o “corriendo peligros”. Esto inicio un
proceso que generó conciencia respecto de lo que el trabajo infantil significa y las
consecuencias en el desarrollo de los niños, de la educación y de la misma sociedad.
También hubo consenso respecto de la difícil situación por la que atraviesan muchos de los
niños de esta zona: la disfunción en el ámbito escolar (Villarino tiene el peor índice
educativo de la provincia2), que provoca el abandono de la escuela y como consecuencia, el
trabajo infantil para ayudar a la subsistencia familiar. Luego, cuando la temporada de
cosecha termina caen en riesgo: delito, alcoholismo, embarazo adolescente, aumentando los
mecanismos reproductores de pobreza. A su vez, se identificó como un factor
determinante la carencia de servicios e infraestructura social: escuelas que no tienen
edificios, establecimientos hacinados, falta de espacios para el cuidado y la contención,
ausencia de políticas sociales en el nivel local.
Tanto en el barrio La Primavera, como en el barrio Laplaca, la mayoría de las familias
trabajan en el campo y tienen el mismo problema común: el cuidado de los hijos en la
época de trabajo, la falta de servicios que aseguren a sus hijos una mínima inclusión, la
desprotección de un trabajo en negro, duro y con una jornada diaria de más de 12 horas.
“Después de dos meses de inspecciones, los datos finales en abril de este año fueron
contundentes: más del 90 por ciento de los trabajadores que cosecha la cebolla en Villarino
y Patagones, estaban en negro”. La Nueva Provincia, sobre datos del Ministerio de Trabajo
de la Provincia de Buenos Aires, temporada 2005.
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9. Bibliografía
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CROCE, Alberto. Documentos de trabajo de la Fundación SES. “Niños y adolescentes en situación de pobreza, ¿que estamos diciendo cuando decimos esto?”. Fundación SES, 2003. Encuesta de Actividades de Niños, Niñas y Adolescentes (EANNA).
FREIRE, Paulo. El Grito Manso. Siglo XXI, 2004.
FREIRE, Paulo. Pedagogía de la pregunta. Siglo XXI, 2002.
FREIRE, Paulo. Pedagogía del oprimido. Siglo XXI, 1999.
GORENTEIN, S; QUINTAR, A; BARBERO, A; IZCOVICH, P. Análisis participativo del proceso de transformación productiva e institucional en el Valle Bonaerense del Río Colorado. 2005. HOFERLEN, Gustavo. Presentación sobre Trabajo Infantil y su relación con la educación. Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia. INFORME SOBRE DESARROLLO HUMANO EN LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES. Fundación Banco Provincia, 2003. JELIN, Elizabeth. Pan y afectos. FCE, 2004.
Ministerio de Trabajo, CONAETI, UNICEF. Despertando conciencia junto a la sociedad civil.
OIT, Trabajo Infantil en Argentina. 2006. Material de trabajo y spots radiales.
“Unirse para crecer y no agachar la cabeza”. Un diagnóstico desde el corazón, con vecinos del barrio La Primavera de Mayor Buratovich. Casita Madre Teresa, 2005.