Casa de muñecas

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CASA DE MUNECAS Mahra Ramos POESÍA POSCORRIENTISTA ®

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Casa de muñecas de Mahra Ramos. Poemario publicado por Editorial Pharus en el mes de octubre de 2014. Estuvo a cargo de la edición Jesús Rito. Ilustraciones de interiores y portada Juan Jorge Bautista

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Casa de MuneCas

Mahra Ramos

P O E S Í APOSCORRIENTISTA

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Casa de

MuneCas

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MuneCas

Mahra Ramos

P O E S Í APOSCORRIENTISTA

®

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Mahra Ramos es una apasionada de contar historias. Nació en la ciudad de Oaxaca en 1981, en un mes lluvioso. Periodista de profesión, poeta y narradora. Es coautora del libro Recuento para los días y los hechos de 2006, editorial Nevería, publicado bajo el auspicio de la UABJO.

Su trabajo también aparece antologado en Desde el fondo de la tierra, poetas jóvenes de Oaxaca, (Praxis, 2012).

Es madre, esposa, hija, hermana, amiga, trabajadora y creyente fi el de los milagros.

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Primera edición: 2014

Ilustración de portada e interiores: Juan Jorge BautistaDiseño: Editorial Pharus

©Mahra Ramos©Editorial Pharus

http://edpharus.blogspot.com/http://issuu.com/editorialpharus [email protected]: @editorialpharusFacebook: Editorial Pharus

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Para mi guía: mi madre

Mi compañero: Carlos

Mis motivos: Yara y Balam

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IndICe

nInguna parte 9

sabado o doMIngo 10

Luna de CaLor 12

Casa de MuneCas 14

HuMedad 15

InvaCIon 16

sonrIsa repetIda 17

MotIn 19

aLIvIo 21

raICes 23

novIeMbre 24

ojos sILenCIosos 26

de faMILIa 27

vejez 28

doLosa 29

CLap CLap 30

CeLofan 32

InvIerno 33

revIsta feMenIna 35

Horas 36

suspenso 38

gestaCIon 40

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nInguna parte

Hay días que desearía no ser yoy estar en ninguna parte…Convertirme en un insecto volador cualquiera:no hago distingos entre las mariposas y los abejorros.Molestar a la señora de la fruta con un aterrador zumbido,o cautivar a los niños que juegan en el parque,con mis alas multicolores.Desearía vivir en soledad unos buenos meses,encerrarme en una cuevay perder cualquier tipo de esperanza.Hay días que no soporto el sonido de los camiones,y detesto especialmente, planchar tu camisa favorita.Busco entonces acostarme de lado por las noches,cerrar puertas y ventanas,ahorrar luzahogarme en silencio.Cuando el dolor pasa,y me descubro siendo yo mismabajo el agua que cae por la regadera,me siento feliz de no ser abejorro, ni habitar una cueva.De ser mujer, y estar en ninguna parte.

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sabado o doMIngo Podría quererte toda la semanapero es imposible, hay miles de cosas qué hacer:sonreírle al vecino que me guiñe el ojopor la mañana,leer en el parque,mirar la televisión,soñar con un esposo que me ame como tú. Y si llegaras, hombre de mi vida,tendría la obligación de cocinar, lavar tu ropa,serte fiel hasta la muerte,vivir tus sueños,abandonar los míos,encarrilar mi vidacomo lo enseñó mi abuela a mi madre,como lo aprendí en leche materna. Aunque tengo ansias infinitas de amanecer contigo,en tu cama todos los días,hacer el amor a deshoras,en todas partes,cocinar el platillo predilecto,corretear a los niños para la escuela,

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Mahra raMos

morir de aburrimiento en las tardescuando vuelvas del trabajo, sentada a tu lado. Podría quererte todos los días, pero, ¡no!

prefiero amarte sólo los fines de semana: sólo un sábado o un domingo.

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Luna de CaLor

Croa la rana indiscretamis encuentros secretos.Hombres en mis vidas. Memorias:Despierta el tormentodel cavernícola que me amóen la cueva decorada con tiza.Y la luciérnaga vistede luna, la noche que dormí abrazada del marinero persa.En lo alto de la pirámide, me comió a mordidasel corazón,un sacerdote azteca. Y un español con barba espesa,me robó la razón hasta conquistarme.Pude ser la Malinche,cualquier puta de barrio,la princesa de algún cuentode los hermanos Grimm… En todas esas vidas,

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miles de añosvueltos un instante, he descubiertopor su mirada,al mismo hombre:reencarnado en duque, campesino,asesino,que me besó amoroso. Croa la rana mis sueñoscon luna de calor.

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Casa de MuneCas

En casa de muñecas,ausente de lluvia,el esqueleto de la chicharra silencia la tarde. Yarale presenta su mundo,le cuenta su historia preferida, la oculta entre sus manos, le decora las alas. ¿Por qué no vuela? Pregunta.Le cayó la lluvia de la noche y se murió,ellas salen de la tierra y cantan y cantan sin parar, hasta que les cae el agua y se despiden, le contesto. Escucha en silencio,abre grandes sus ojos almendra y la acaricia. ¡Pobrecita! lloriquea.Luego se alegra: ya no está sola,la he coronado reina de la casa de muñecas.Afuera, un trueno apaga el griterío de las chicharras.despierta mayo.

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HuMedad

Oscura lluvia acecha la tierra.Ácida en todas sus gotasse desparrama sobre los árboles amoratados. Los amantes de la sequedadabren paraguastienden lonascorren huyen.Lástima de hombresque niegan mojarse el cuerpo,escurrirse en ellos mismos,en otros, en otras,más vale secos que felices. Afortunadamente,nunca falta el loco sinvergüenzaque sin- vergüenzacamina lento bajo el aguacero.Sin frío acepta el agua que resbala,acaricia su piel,la erecta.Gota a gota la lluviale devuelve el alma.

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InvaCIon

Miles de hormigascaminan en mi piel dormidacómplices de la sangre pesada que sube y baja. Avanzansin dudar en llegar al pubisbajar hasta mi sexoconvertirlo en su hormiguero,ingresar a través de él, desplazarse,caminar correr adentroinvadir mi cuerpo, los tejidoslas células,mis pensamientos obsesivos de ti,de estos tiempos y de aquellos otroscuando éramos felices sin hormigas.

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sonrIsa repetIda

Ocultabajo la cama; sobre el pecho,en la enfermedad, la vejez,los juegos de la infancia…

--Vivo muerta ensinónimos y antónimos;pares y nones

La misma cara repetidaque agonizalibera,ahoga.Sólo un rostro con cabezas que aterran,tranquilizan,vuelven loco.

- Soy certeza naturalparida desde el inicio de lo finito,antes de la expansión del universoprevio a la separación de las fuerzas.

El tiempo disuadido en ti: muerte, calavera, calaca,converge.

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Desvanece los instantes que entierranlos últimos recuerdos del difunto.Polvo y flores.La gente conversapara perderte el miedoentenderte.Se encienden velas,construimos altares con flores amarillas de olor a mandarina.Entonces agradas, causas risa.

Se burlan ahora de vivos.Antes del último suspirotemen, lloran, sonríen, se alegran…al final, soy yo la que alivia.

De pronto,te revelas…entonces sólo el dolor une.Un díacualquiera,la muerte tan mía,tan nuestrase sentará a la mesa a comer una guayabay mostrará su sonrisa repetida en sus mil millones de dien-tes…

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MotIn

Un amilagrado corazón pende del pechomoreno, arrugadodel señor de sombrero.Su aliento seco se extiende por la fonda hacinada del mercado.Los camiones bañan de humoel taco que sostiene firme en sus manos.Un eructo a cerveza caliente,a maguey fermentado,adivina el final.Camina bajo estrellas inútiles.El ruidoirrumpe su juicio.

Entrada la noche,deambula en el río putrefactofrota el amilagrado corazónpide un deseo, el último, el único.Ruega a los santos que suceda un milagro.A pesar de todo,fue testigo de su existencia,del nacimiento de sus hijosde soles ocultos, lunas crecientes.Se aferra a creer.

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Resbala,cae.La nariz rota comienza a sangrar,las ratas se amotinan alrededor de él,saborean la carne marchita.Lento, amanecerá el día.

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aLIvIo

Curan el mal de ojo,la diabetesel pie de atletala insoportable y siempre penosaimpotencia sexual.Tienen en cada palabra una solución real a los problemasmás comunes y sencillos, también los dolorosos y mezquinos.Gritan los merolicos, hablan y hablan y hablanrespiran fuerte frente al megáfono que los acompaña,se acongojan.Lanzan la palabra medicinal para el hombre cornudo que no puede satisfacer a la mujer joven que tiene en la cama,también para la ama de casa que busca la cura,pero en verdad la cura,para que el marido abandone la cantina y un día… amoroso, le entregue el gasto completo.Hablan los merolicos,me convencen,nos convencen,nos envuelven en un mar de palabrasde supuestos,

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de puestos,de alivios.Tengo un remedio para la tristezaque compré una tardeen la central de abasto,lo tomo a veces cuando la noche es largay no estás…Pero no funcionatal vez es la dosis ola falta de palabras curativasque pronuncia siempre rápidosiempre convincente,siempre vivaz,el merolico.

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raICes

Bajo mis pies tengo raícesentretejidas en lo más profundo de la tierra.Llegan al círculo de fuego,desde ahí me queman,el calor asciende por mis poros hasta el cabello.Tomo un trago,Respiro…Arrastro mis raíces hasta alcanzar la fruta descompuesta,que se pudre en la basura.Me arrodillo.Las raíces se extienden hacia el subsuelo,no puedo caminar siquiera.Me escondo del sol,del día, de la muerte que pasa a mi lado que saludo cada mañana,que conozco perfectamente,en cada minúsculo detalle,porque ella está aquía mi ladola veo todo el tiempopero no me lleva.Las raíces ahuyentan mi partida.Tengo pendientes por todos lados.Quiero cortar mis pies,de un tajo, con un machete, con un vidrio con tu recuerdo…y volar.

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novIeMbre

Respiro en las noches tu silencio,siento el aliento descompuesto que emana de tus entrañas,palpo el temor de tu soledad.Miro las estrellas desde tus calles,hasta que irrumpe la soledad algún borracho,un perro que ladra, una mujer que camina ausente sobre sus tacones ruidosos.Hace frío, es noviembrey la flor de muerto se descompone en todas partes.Respiro lento, busco la luna en un charco,pero no estásólo sombras .Deseo soñar mi destinoy encontrarte desvanecida,inundada de luces de sirenas que chillan,capturan al carterista,se encierran ellos mismos.Tienes ojos negros,un río al lado,sueños oscurosy un encanto que atrae,tu centro se mide desproporcionado…

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hay en ti un mundo desigual,que a veces,la mayoría del tiempo… duele.Te recorro con los pies, con el olfato y con la mano:conjunto de cielos desmembrados.Parto en un camión de segunda,de tercera,de quinta de ese territorio ensangrentado,que también forma parte de mi ciudady se levanta como una metáfora citadina.

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ojos sILenCIosos

La mujer de medias haladasteje cada momento de su vidaen la trenza que cuelga por su espalda.No habla, ni se vende,no hay necesidad…Hombres sudorosos se acercan, tocan sus manos, la llevan al cuarto miserable de ese hotelde colchón sonoro y baño compartido.Yo no sé qué piensa ellacuando se pone su vestido rojoy cuenta el dinero que aquel fulano le entregó,por unos besos,por un orgasmo.Pero sus ojos opacos,el andar cansadoy la risa escandalosa con un dejo de nostalgiaque suelta a veces,me envuelven en tristeza.

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de faMILIa Heredé la viudez de mi abuela,me duele en los genes la soledad de su juventud,los días vacíos de él, de ella.Fluye en mi sangre la afrenta de Rosario,que sin hombre al lado,crió a mi madre a mitad del siglo pasado.En la piel llevo los rastros del valor de la mujer que declinó cargar la cruz de engaño.Conozco el destino de las mujeres en mi familia,corroído por generaciones.Y estoy aquí, a tu lado,guardando convencionalismos,fidelidad,con el futuro escrito,incumplido...Permanezco inundada de tu olor,con la certeza de despertar a tu lado.Aunque en las noches, me duelen…los genes de la soledad.

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vejez

El reloj de arena tiene curvas de mujery una mirada triste cuando queda de cabeza…Cada grano que avanza y se cuela por ese diminuto espaciome recuerdaque no hay tiempo de nada,por más apretado que sea el orificio, los segundos se escapan…Nunca es momento, ni tampoco hay suficientes minutos disponiblespara mirar por la callela tarde que cae,ni sonreír o reír a carcajadas.A veces solo quisiera marcar un alto,y bajarme del autobús de los días,alargar las tardes en las que me acaricias el cabelloacelerar las interminables horas en el trabajo…Cuando niña pensé inventar una máquinaque detuviera los instantes felicesy convirtiera en un segundo los meses amargos…Pero solo conseguí envejecer muchos años…

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doLosa

Mis motivos para odiarme son muchosy pasan frente a mí,dispersos, juntos, en cadena.El cuerpo,maldito:encorvadosudorosolastimero.A veces arrastro los pies,avanzo pesadamente desearía comprar otro en la tienda más-cara,utilizar la complexión correctacorregir cada horror genético.El cerebro,enfermo:atormentadotodoeltiempo.A veces arrastro los pensamientos,reproducidos pesadamente,podría quitarme la cabeza,y hacer que cualquier caníbal de bajo nivella disfrute.Pero nada de eso ocurre ymispensamientosenfermosmeatormentancontinuapersistentey dolosamente.

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CLap CLap

Tus pasos…El ruido de tus pasos en la cocinaen la salaen mi consciencia.Tu andar se arrastra, se desvanece en mi alma.Ese sonido se absorbe por mi piel,el riñón, el hígado, la médulay ahí se queda, a veces callado.Tu andar cansado de madrugada,somnoliento.Tus pasos matutinos, apurados,descalzos, tus pasos que entran en mí, me recorren el humor,caminan la amargura,y siguen por el piso cubierto con flores de limón, tan blancas y olorosas,con flores que arrastran tus pasostan blancos y escandalosos.Y yo tan lejosde tu andar,

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y tu olor divino.Como quisiera guardar en un cofretu caminar,y andar con él a todos lados.

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CeLofan

En el alhajero,la única herencia de mi abuela, guardo el recuerdo de tu mirada.Envuelto en papel celofán,está el sabor de tus brazosy el olor de tu saliva.Junto a mi collar de bodas,regalo de las mujeres de mi familia,tengo oculto el deseo de mirar tus ojos.Todo tú te extiendes en ese espacio,que compartes con mis tesoros materiales.He pensado en echarte a la calledel olvido, regalar tus recuerdos hastaque no quede uno solo en el alhajero.Pero estoy segura que un día,casualmente un lunes,te encontraré con las manos manchadasde pintura, en cualquier avenida y respiraré tus palabras,volveré a llenarme de momentos,que guardaré ahora,en el ropero.

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InvIerno

Las mujeres cubiertas con abrigos de pieltienen un semblante especialmente triste.En invierno compran en Champs Élysées,o en The fifth avenue,algunas, las más pobres,pasean en Presidente Mazarikcon esa sonrisa de luna menguante.A veces las miro y me río a carcajadas,o siento su soledad que envuelven del frío.Usan botas altas, finas,como sus perfumes y alhajas,perlas que penden de sus orejas.Cuando buscan su reflejo en aparadores de vidrio y en cambio, me ven a mí,una mujer sin personalidad,gris…similar a la muerte,no pueden ocultar su repulsión, entonces me río más…ellas huyen.Las mujeres de abrigo, envueltas en dinero se escapan,protegidas por algún hombre de aspecto gorilezco.

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A veces las veo también en primavera,usan entonces vestidos cortosque combinan con la nueva fragancia de temporada,el collar largo y ostentoso.También me río,me burlo de su infinita soledad.Del mismo reflejo de muerteque me persigue en el fondo del mar.

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revIsta feMenIna

Encomendarse a la Virgen –en cualquiera de sus representa-ciones—o al Santo de las causas difícilespara casarse con el hombre perfecto (rico y guapo)es ya insuficiente.En estos tiempos, es una necesidad contar con unos buenos billetes en el banco,los suficientes para pagarse los siguientes tratamientos:aclaramiento de piel,levantamiento y agrandamiento de senos,levantamiento, agrandamiento y firmeza de nalgas,una cintura deseable,teñido de cabello continuo,colocación de uñas postizas,operación de nariz,silicón en los labios…Los procesos, en su mayoría,costosos y dolorosos,sirven principalmente para ser quien no se es,y demostrarle al mundo que no hay nadie más superficial bajo esa mirada triste,que una mujerobsesionada por ser una imagen de revista femenina.

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Horas

El tiempo suspendido desencadena la nada,la ausencia dormita sobre la cama.Los segundos se acabaron, el marya no rompe contra las piedras,ni canta el grillo nocturno la melodía escandalosa de la vida.Extraño el devenir del tiempo revolcadopor los presagios matutinos de una guerra infinita,trágica.El aire impuro impide respirarel aliento caliente se concentra en la bocay los recuerdos,transformados en murciélagos succionan el dulce de las frutas.No hay tiempo.Una mujerme mira fijamente, mientras retuerce sus cabellos y la acción parece no tener sentidode no ser porquees la muerte.

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¿Tengo miedo?La inmovilidad almacenada en las piernaspesan el cuerpo.Ella se levanta,avanza y deja un halo a jazmín recién regado.Podrían ser las 5:15 de cualquier día,hora en que nací un día lluvioso,y pienso en el tiempoaquí, justamente en este espacio suspendidorepleto de nada.

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suspenso

Los momentos oportunos son una mentada de madre,en el mejor de los casos,un invento de un donnadie que seguramente esperó toda su vida atrapar alguno.Eso piensomientras una niña come un heladoen el parque.El viento sopla y eleva la faldade la vendedora de semillas,que parece sentir nada,no pretende ocultar las varices de sus piernas.¿Alguna vez tuve una gran oportunidad?¿Perdí un momento, aproveché la situación?En silencio me levanto de la bancade ese parque,y el sol cae,se oculta con tonos naranjas que decoran el cielo.Tengo muchos recuerdos, de las mujeres que fui a lo largode estos años:la niña que trepaba los árboles,la adolescente que desafiaba las órdenes,

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Mahra raMos

la joven embrutecida por el alcohol,emborrachada de vida,la mujer que abrazaba a sus hijos,la mujer frustrada que lloró,la mujer orgásmica,la abuela que ahora soy.Las oportunidades son una mentada de madre.

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gestaCIon

Permanezco abrazada a la espera,interminable conjugación de tiempos.Tengo el vientre abultado,y a veces pareciera, una culebra que perfora el intestino.Hay días en que Balam araña por dentro,siento entonces un dolor intenso.Acaricio su hogar, que es,mi cuerpo.Él se acomoda entre mis costillas,dormita, se mueve,juega.Ruge, como un jaguar,como su nombre que oculta la fragilidad.Balam, un día,Balam una semanaBalam meses.Sueño conocer su cara,mojada de placenta,escuchar su llanto de alegría,sus primeras palabras.Estoy inundada de esperanza,de una nueva vida,la maravilla de llevardentro de mí, dos corazones,dos almas.

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Casa de muñecas

de Mahra Ramos

El cuidado de la edición estuvo a cargo de

Jesús Rito

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®

poesIa

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