Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

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Bosques Tropicales 1 P P A A N N O O R R A A M M A A G G E E N N E E R R A A L L : : U U S S O O Y Y C C O O N N S S E E R R V V A A C C I I Ó Ó N N D D E E L L B B O O S S Q Q U U E E T T R R O O P P I I C C A A L L 1. ¿Qué es un bosque tropical? Aunque la frase “bosque tropical” evoca imágenes de una jungla densa y llena de vapor, en realidad existen muchos tipos de bosques tropicales. Por ejemplo, están los manglares, los bosques húmedos, las sabanas áridas y los bosques secos. De todos modos, el más común es el bosque tropical lluvioso, el exuberante bosque húmedo que se encuentra en los trópicos –el área entre el trópico de Cáncer y el de Capricornio– en América Latina, África, Asia, Australia y Hawai. Gran parte de la información que se presenta en este módulo se puede aplicar a todos los tipos de bosques tropicales, pero la atención se centra en los bosques tropicales lluviosos. Los bosques tropicales difieren de los bosques templados en muchos aspectos (ver Cuadro 1), pero el más sobresaliente es en la cantidad de luz que reciben. Como los rayos del Sol caen directamente sobre esta área durante el transcurso de todo el año, generalmente reciben más luz y experimentan menor variación en la temperatura, con una notable ausencia de la estación invierno. Si bien no hay una definición única de bosque tropical lluvioso, tiene distintas características que lo definen. Los bosques tropicales reciben generalmente más de 2.500 milímetros de lluvia por año. Son bosques de múltiples estratos: el superior es el estrato emergente, seguido por el dosel, el sotobosque y el piso del bosque. El estrato emergente está formado por los árboles más altos que se asoman por encima de los demás. El dosel, compuesto de las copas de los árboles que se encuentran suspendidas a 100- 130 pies (aproximadamente 40 metros) por encima del piso del bosque, captura la mayor cantidad de luz. De hecho, solamente el 2-3% de la luz que penetra en un bosque tropical realmente alcanza el piso. Este estrato de dosel abriga el 90% de la vida no bacteriana de un bosque tropical. El sotobosque está formado por la vegetación umbrófila que crece debajo del dosel (las lianas, las epifitas y las plántulas de los árboles). Las lianas son enredaderas leñosas que se trepan a los árboles en busca de luz. Las epifitas (por ej., helechos, musgos, orquídeas y bromeliáceas) son plantas que crecen sobre los árboles existentes. Las epifitas y

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Modulo 4 con contenido tecnico para la gestión y manejo de las áreas protegidas

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PPPAAANNNOOORRRAAAMMMAAA GGGEEENNNEEERRRAAALLL::: UUUSSSOOO YYY CCCOOONNNSSSEEERRRVVVAAACCCIIIÓÓÓNNN DDDEEELLL BBBOOOSSSQQQUUUEEE

TTTRRROOOPPPIIICCCAAALLL

1. ¿Qué es un bosque tropical?

Aunque la frase “bosque tropical”

evoca imágenes de una jungla densa y

llena de vapor, en realidad existen

muchos tipos de bosques tropicales. Por

ejemplo, están los manglares, los

bosques húmedos, las sabanas áridas y

los bosques secos. De todos modos, el

más común es el bosque tropical

lluvioso, el exuberante bosque húmedo

que se encuentra en los trópicos –el

área entre el trópico de Cáncer y el de

Capricornio– en América Latina, África,

Asia, Australia y Hawai. Gran parte de la

información que se presenta en este

módulo se puede aplicar a todos los

tipos de bosques tropicales, pero la

atención se centra en los bosques

tropicales lluviosos.

Los bosques tropicales difieren de los

bosques templados en muchos

aspectos (ver Cuadro 1), pero el más

sobresaliente es en la cantidad de luz

que reciben. Como los rayos del Sol

caen directamente sobre esta área

durante el transcurso de todo el año,

generalmente reciben más luz y

experimentan menor variación en la

temperatura, con una notable ausencia

de la estación invierno. Si bien no hay

una definición única de bosque tropical

lluvioso, tiene distintas características

que lo definen.

Los bosques tropicales reciben

generalmente más de 2.500 milímetros

de lluvia por año. Son bosques de

múltiples estratos: el superior es el

estrato emergente, seguido por el dosel,

el sotobosque y el piso del bosque.

El estrato emergente está formado por

los árboles más altos que se asoman por

encima de los demás. El dosel,

compuesto de las copas de los árboles

que se encuentran suspendidas a 100-

130 pies (aproximadamente 40 metros)

por encima del piso del bosque,

captura la mayor cantidad de luz. De

hecho, solamente el 2-3% de la luz que

penetra en un bosque tropical

realmente alcanza el piso. Este estrato

de dosel abriga el 90% de la vida no

bacteriana de un bosque tropical.

El sotobosque está formado por la

vegetación umbrófila que crece debajo

del dosel (las lianas, las epifitas y las

plántulas de los árboles). Las lianas son

enredaderas leñosas que se trepan a los

árboles en busca de luz. Las epifitas (por

ej., helechos, musgos, orquídeas y

bromeliáceas) son plantas que crecen

sobre los árboles existentes. Las epifitas y

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las lianas son las que le dan al bosque la

sensación de densidad.

Como los bosques se ven exuberantes,

muchos suponen que sus suelos son

fértiles. Si bien hay variación en los

suelos de los bosques tropicales, la

mayoría son en realidad bastante

delgados y pobres en la reserva de

nutrientes. La alta humedad significa

que la mayor parte del mineral soluble

desapareció por lixiviación y que la

materia se descompone rápidamente.

Sin embargo, el bosque tropical es

eficiente en cuanto al ciclado de

materiales: el ciclado de nutrientes a

través del sistema se da hasta cuatro

veces más rápido que en otros

ecosistemas. El carbono y el oxígeno

son devueltos al aire, mientras que el

nitrógeno, el fósforo, el calcio y otros

minerales vuelven al suelo. Las plantas

reabsorben sus minerales rápidamente

antes de que se produzca la caída de

sus hojas. La mayoría de los árboles

tienen raíces delgadas y de poca

profundidad, lo que les permite

absorber los nutrientes del suelo, que

habitualmente se encuentran en la

capa superficial.

Para obtener los servicios de

polinización, los bosques tropicales

dependen de las relaciones entre las

plantas y los animales (e insectos),

mucho más que sus contrapartes de

bosques templados. Las aves, los peces,

los reptiles y una variedad de mamíferos

(especialmente los murciélagos)

ayudan a dispersar las semillas ya sea

transportándolas en su pelaje o por

medio del pasaje por el tracto digestivo

al alimentarse de ellas. En los bosques

tropicales, las semillas a menudo tienen

una cubierta externa mucho más dura,

lo que les permite permanecer intactas

a lo largo del proceso.

Muchas especies vegetales del bosque

tropical tienen relaciones muy

específicas con los animales, y muchas

especies de plantas y de insectos

coevolucionaron con las plantas y

llegaron a tener funciones

especializadas. Por ejemplo, cada

especie de la familia de las higueras

(Ficus) tiene una especie de avispa que

la poliniza. Muchas orquídeas

evolucionaron de tal forma que imitan

el olor y el aspecto de las avispas

hembras y las abejas, con el fin de

engañar a los insectos machos para

que estos, al intentar aparearse, las

polinicen sin advertirlo.

Los bosques tropicales son considerados

mucho más complejos en términos

ecológicos que los bosques templados

(ver Cuadro 1). Hay mayor

biodiversidad, más especies de árboles

clave y relaciones más complejas entre

los componentes del sistema,

como se aprecia en la relación

higo-avispa. Debido a esta

complejidad, el sistema es más frágil y

tiene más dificultad en recuperarse de

un disturbio. Esta característica es

también una razón por la cual los

árboles tropicales generalmente no

prosperan en plantaciones, ya que no

pueden recrearse muchas de las

relaciones que requieren.

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Cuadro 1. Comparación de los bosques tropicales lluviosos y los bosques templados lluviosos

(adaptado de http://quest.arc.nasa.gov/)

BOSQUE TROPICAL LLUVIOSO BOSQUE TEMPLADO LLUVIOSO

Dos estaciones húmedas Un invierno/primavera húmedo/a

prolongado/a, un verano seco

2.500-9000 mm de lluvia anual 1.500-5.000 mm de lluvia anual

Temperatura cálida la mayor parte del año Temperaturas frías la mayor parte del año

Situado en un cinturón de 3.000 millas (4.800

km) de ancho cerca del ecuador.

Situado en el borde occidental de América

del Norte y América del Sur.

En su mayor parte, plantas perennes de hoja

ancha, como palmeras, bambúes y helechos

árboles.

En su mayoría coníferas, algunas de hoja

ancha

La mayor biodiversidad de todos los biomas La más grande biomasa de todos los biomas.

Cuatro estratos de bosque Tres estratos de bosque

La mayoría de los animales vive en el dosel La mayoría de los animales vive en el piso del

bosque

Los depredadores de gran tamaño son las

víboras y los jaguares

Los depredadores de gran tamaño son los

osos y los pumas

Recuperación más lenta luego de un disturbio Recuperación más rápida luego de un

disturbio

En general, suelos más pobres – el suelo fértil

se encuentra entre 2-4 cm de profundidad

En general, suelos ricos en nutrientes – el suelo

fértil se encuentra hasta 3 m de profundidad

Gran variedad de especies arbóreas Pocas especies de árboles clave

Muy complejos en términos ecológicos Menos complejos en términos ecológicos

2. ¿Por qué son importantes los bosques tropicales

lluviosos?

Quizás la característica más importante

que define a los bosques tropicales

lluviosos su biodiversidad. Si bien los

bosques tropicales lluviosos constituyen

solo alrededor del 7% de la superficie

terrestre, contienen el 50-80% de las

especies vegetales del mundo. Más de

la mitad de los 10 millones de especies

de plantas, animales e insectos que se

estima que hay en el planeta vive en los

bosques tropicales lluviosos. Semejante

diversidad se atribuye a las variaciones

en la altitud, el clima y el suelo, y a la

ausencia de heladas. Costa Rica

representa un buen ejemplo de la rica

biodiversidad de los trópicos. Aunque el

país ocupa menos del 0,01% de la masa

terrestre, contiene el 4% de todas las

especies vivientes. Costa Rica también

alberga más de 9.000 especies

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identificadas de plantas vasculares, y se

identifican más cada año. En realidad,

solamente el 17,4% del total de especies

que se cree que existen en Costa Rica

fueron identificadas: 98,8% de los

vertebrados y el 60% de los peces, pero

menos del 20% de los artrópodos. Esto

no sorprende, ya que es representativo

de nuestro conocimiento científico

general: hay una tendencia a tener

mucha más información sobre

vertebrados, aun cuando los

invertebrados son más numerosos.

Los bosques tropicales también ofrecen

al mundo una variedad de productos

muy conocidos. Diversas maderas de

importancia mundial provienen de los

bosques tropicales, como la caoba

(Swietenia macrophylla), la teca

(Tectona grandis), la melina (Gmelina

arborea) y el okoumé (Aucoumea

klaineana). La producción de madera

de troncos en los trópicos fue de 135

millones de metros cúbicos en 2002,

cuya mayor parte se exportó desde

Malasia, India, Brasil e Indonesia.

Los bosques también proveen una

variedad de productos no madereros –

látex, ratán y bambú, entre otros–. Por lo

menos el 80% de los alimentos del

mundo desarrollado deriva del bosque

tropical lluvioso: frutas, tales como:

coco, naranja, banana, guayaba,

ananá y mango; hortalizas y legumbres,

entre ellas: choclo, papas, arroz,

calabaza y batata; especias, como:

pimienta negra, pimienta cayena,

canela y clavo.

Si bien estos productos son cada vez

más importantes en los mercados

mundiales, para las comunidades que

viven en el bosque, la mayoría de ellos

ya lo era desde hace años.

En los bosques de Asia, África y América

Latina habitan tanto comunidades

indígenas o nativas, como no indígenas.

Muchas de estas comunidades tienen

una larga historia de manejo de

recursos en el bosque. Por ejemplo, los

lacandones, un grupo indígena de

ascendencia maya, viven en los

bosques centroamericanos desde hace

cientos de años. Ellos manejan el

bosque y producen madera, frutos

secos, bayas y leña, y dependen del

bosque para obtener protección, agua

y tierra cultivable. También cazan una

variedad de mamíferos pequeños,

reptiles y aves, que les brindan alimento,

productos artesanales o que adoptan

como mascotas.

Los bosques tropicales también proveen

bienes menos visibles en la forma

de servicios ecosistémicos. El

ecosistema de bosques tropicales es

un componente clave del ciclo

hidrológico mundial. Por ejemplo, una

quinta parte del agua dulce del

planeta se encuentra en la cuenca

amazónica. A través del proceso de

evapotranspiración, las plantas de los

bosques tropicales lluviosos devuelven

enormes cantidades de agua a la

atmósfera y, de esta forma, aumentan

la humedad y las precipitaciones y

enfrían el aire. Este proceso regula los

patrones de lluvias, tanto locales como

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mundiales, lo que a su vez afecta la

persistencia y la extensión de los

bosques. El bosque también transforma

continuamente dióxido de carbono en

oxígeno. Más del 20% del oxígeno

presente en el mundo es producido en

la selva amazónica, de ahí su

denominación de “pulmones de nuestro

planeta”.

La cantidad posiblemente grande de

especies no identificadas en el bosque

tropical puede también tener

implicancias para la salud mundial, ya

que muchas de las plantas que se

encuentran allí tienen propiedades

medicinales. El National Cancer Institute

de los Estados Unidos identificó 3.000

plantas activas contra las células

cancerígenas, 70% de las cuales se

encuentran en el bosque lluvioso. Entre

las plantas más conocidas que tienen

propiedades medicinales se encuentran

la quinina, una droga antigua utilizada

para tratar la malaria; el curare, un

anestésico y relajante muscular utilizado

en cirugía; y rosy periwinkle, utilizada en

tratamientos para la enfermedad de

Hodgkin y la leucemia. La investigación

actual indica que existen otras drogas

potenciales que pueden ser útiles para

el tratamiento de enfermedades como

la artritis, la hepatitis, la fiebre, la tos y los

resfríos.

3. ¿Cuál es el estado actual de los bosques

tropicales?

En la actualidad, los bosques tropicales

están desapareciendo en cifras récord.

Se calcula que entre 1960 y 1990 se

perdió un 20% de estos bosques (33% en

Asia y 18% en África y América Latina).

Las áreas más grandes de bosques

tropicales lluviosos que quedan se

encuentran en Brasil, el Congo,

Indonesia y Malasia. Indonesia es un

buen ejemplo de las tendencias de

deforestación. El país cubre solamente

el 1,3% de la superficie terrestre; sin

embargo, alberga el 19% de los bosques

tropicales remanentes en el mundo. No

obstante, desde 1989, más de 20

millones de hectáreas de estos bosques

han sido taladas a una tasa de 1,7

millones de hectáreas por año. No se

conoce con exactitud la extensión de

bosque tropical que se pierde en todo

el mundo cada año, pero se calcula

que supera los 20 millones de hectáreas.

Las mayores amenazas que enfrentan

los bosques tropicales son la

deforestación, la fragmentación y la

degradación. Las acciones que

conducen a estas amenazas derivan

principalmente de las actividades

antropogénicas. La conversión de los

bosques a tierra cultivable es la causa

más importante de la pérdida de

bosques. Como se mencionó

anteriormente, muchas comunidades

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66

que habitan en los bosques o en sus

alrededores dependen de ellos para su

sustento, lo que incluye la conversión de

la tierra, la caza, la tala y la recolección

de productos forestales no madereros.

Estas actividades a menudo son

sustentables si se las realiza a pequeña

escala. Hace cientos de años que las

comunidades viven en los bosques

tropicales de todo el mundo. Sin

embargo, a medida que aumenta el

número de comunidades y de

individuos que los integran, el impacto

sobre el bosque va siendo cada vez

menos sustentable. Por ejemplo,

muchos productores agrícolas

practican la agricultura de tala y

quema. En este sistema, se talan y se

queman los campos y luego se los deja

para barbecho cuando los suelos se

agotan.

Como los suelos del bosque tropical son

bastante pobres, es necesario practicar

la rotación en estos campos con una

frecuencia de pocos años. Sin

embargo, a medida que crece la

población, se deben desmontar más

tierras para el sustento de los individuos.

Además de la pérdida inmediata de

bosque, dicho desmonte puede tener

efectos secundarios. Por ejemplo, el

bosque se abre por la tala y se seca, lo

que conduce a incendios más intensos,

que dejan, así, más combustible para

futuros incendios. Las áreas que fueron

desmontadas también son más

susceptibles a la erosión del suelo, lo

que luego puede llevar a graves

inundaciones durante la temporada de

lluvias. El incremento de la población

también afecta la intensidad de la

caza.

En la actualidad, los individuos

consumen más de 5 millones de

toneladas de carne de mamíferos

silvestres proveniente de los bosques

tropicales de América Latina (150.000

toneladas) y de África (4.900.000

toneladas) por año (ver Cuadro 2). En la

actualidad, los bosques tropicales están

desapareciendo en cifras récord. Se

calcula que entre 1960 y 1990 se perdió

un 20% de estos bosques (33% en Asia y

18% en África y América Latina).

Las áreas más grandes de bosques

tropicales lluviosos que quedan se

encuentran en Brasil, el Congo,

Indonesia y Malasia. Indonesia es un

buen ejemplo de las tendencias

de deforestación. El país cubre

solamente el 1,3% de la superficie

terrestre; sin embargo, alberga el 19%

de los bosques tropicales remanentes

en el mundo. No obstante, desde 1989,

más de 20 millones de hectáreas de

estos bosques han sido taladas a una

tasa de 1,7 millones de hectáreas por

año. No se conoce con exactitud la

extensión de bosque tropical que se

pierde en todo el mundo cada año,

pero se calcula que supera los 20

millones de hectáreas.

Las mayores amenazas que enfrentan

los bosques tropicales son la

deforestación, la fragmentación y la

degradación. Las acciones que

conducen a estas amenazas derivan

principalmente de las actividades

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antropogénicas. La conversión de los

bosques a tierra cultivable es la causa

más importante de la pérdida de

bosques.

Como se mencionó anteriormente,

muchas comunidades que habitan en

los bosques o en sus alrededores

dependen de ellos para su sustento, lo

que incluye la conversión de la tierra, la

caza, la tala y la recolección de

productos forestales no madereros. Estas

actividades a menudo son sustentables

si se las realiza a pequeña escala.

Hace cientos de años que las

comunidades viven en los bosques

tropicales de todo el mundo. Sin

embargo, a medida que aumenta el

número de comunidades y de

individuos que los integran, el impacto

sobre el bosque va siendo cada vez

menos sustentable. Por ejemplo,

muchos productores agrícolas

practican la agricultura de tala y

quema. En este sistema, se talan y se

queman los campos y luego se los deja

para barbecho cuando los suelos se

agotan. Como los suelos del bosque

tropical son bastante pobres, es

necesario practicar la rotación en estos

campos con una frecuencia de pocos

años.

Sin embargo, a medida que crece la

población, se deben desmontar más

tierras para el sustento de los individuos.

Además de la pérdida inmediata de

bosque, dicho desmonte puede tener

efectos secundarios. Por ejemplo, el

bosque se abre por la tala y se seca, lo

que conduce a incendios más intensos,

que dejan, así, más combustible para

futuros incendios. Las áreas que fueron

desmontadas también son más

susceptibles a la erosión del suelo, lo

que luego puede llevar a graves

inundaciones durante la temporada de

lluvias.

El incremento de la población también

afecta la intensidad de la caza. En la

actualidad, los individuos consumen

más de 5 millones de toneladas de

carne de mamíferos silvestres

proveniente de los bosques tropicales

de América Latina (150.000 toneladas) y

de África (4.900.000 toneladas) por año

(ver Cuadro 2).

Cuadro 2. Crisis de la carne de animales silvestres

Recientemente, la caza de animales silvestres en los bosques tropicales alcanzó niveles

alarmantes. Si bien este tipo de caza se practicó durante muchos años, en los últimos

tiempos ingresó en una etapa crítica debido al elevado número de animales cazados. Un

estudio reciente indica que en América Latina y en África se consumen más de 5 millones

de toneladas de carne de animales silvestres por año. Se considera que los niveles de caza

en África central son seis veces más altos que lo estimado por los científicos como

sustentable para las poblaciones. Diversos factores contribuyen a este crecimiento: las

poblaciones humanas se expanden rápidamente, la tecnología da lugar a una caza más

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eficiente y hay mayor acceso a los bosques que en otros tiempos eran inaccesibles. El

acceso se ve facilitado en gran medida por los caminos construidos para la tala, la

explotación minera y la extracción de petróleo. Estos caminos también aumentan la

posibilidad de caza de animales silvestres a mayor escala, ya que la carne puede ser

transportada en la carga del camión. La carne de animales silvestres también es el alimento

preferido por muchas personas. Pero el quid de la cuestión es la necesidad de proteínas. La

carne silvestre es considerada a menudo el medio preferido de satisfacer las necesidades

proteicas; en efecto, en las comunidades rurales, la pesca y la caza son las maneras más

económicas de hacerlo. La caza intensiva tiene implicancias para el destino de las especies

buscadas. Pero también tiene consecuencias a mayor escala, tales como la pérdida de la

biodiversidad, de dispersores de semillas y de especies clave en el ecosistema. Dichos

cambios en la estructura, la función y la composición del bosque podrían resultar en la

alteración del ecosistema y podrían tener serias consecuencias para quienes dependen de

él.

Las actividades relacionadas con el uso

de los recursos por parte de

participantes a gran escala,

especialmente la tala y la caza,

también producen un impacto sobre el

ecosistema de bosque. La tala a gran

escala es responsable no solo de una

reducción en la cantidad de árboles,

sino también de la fragmentación y el

daño resultantes de la construcción de

caminos para extraer los árboles.

La fragmentación conduce a una

reducción en la cantidad de hábitat,

que puede disminuir la biodiversidad del

área e interrumpir los procesos

ecológicos (por ejemplo, aislar a los

individuos de sus posibles parejas).

Además, estos caminos a menudo

abren porciones de bosque, antes

inaccesibles, que dejan la posibilidad

de asentamiento. Muchas empresas de

explotación forestal practican la

entresaca: la remoción selectiva de

especies de alto valor, como la caoba.

Estos suelen ser los árboles más grandes

y los que están en mejores condiciones

en el bosque; por lo tanto, su remoción

puede afectar enormemente la

dinámica del ecosistema. El resultado

puede ser rodales de menor diversidad

de árboles de poca fuerza, que

ofrecerán menos alimento y refugio a la

fauna silvestre. Además, la

productividad del bosque a largo

plazo puede verse

comprometida y requerir mayor

manejo en el futuro. Como los árboles

tropicales tienden a no crecer en

grupos, los árboles que se cosechan son

buscados y extraídos de cualquier parte

del bosque, lo que tiene un efecto de

gran alcance. Debido al impacto

potencialmente alto que la tala puede

producir, muchas empresas utilizan

técnicas de manejo forestal

sustentables para reducirlo (ver Cuadro

3). El pastoreo extensivo también

constituye una razón importante de la

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99

conversión de la tierra. En muchas áreas

del mundo, particularmente en América

Latina, se convierte la tierra de bosques

a pastizales para la cría de ganado, a

menudo con fines de exportar carne

vacuna. Pero como el suelo es pobre, la

tierra no puede sostener un gran

número de animales, por lo que se

debe desmontar más tierra

continuamente.

En la mayoría de los casos, la

producción de carne raramente

alcanza los 50 kg por hectárea

anualmente, mientras que en el norte

de Europa el promedio es más cercano

a los 600 kg por hectárea por año.

El mercado mundial también tiene un

efecto perjudicial sobre los bosques

tropicales debido al aumento en la

demanda de una variedad de

productos. En la actualidad, si se lo

desea, se puede adquirir un surtido de

productos animales y madereros desde

cualquier parte del mundo. Además,

existe una diversidad de productos

cosméticos, de vestimenta y artesanales

hechos a partir de materiales del

bosque. Si bien muchos de estos

emprendimientos se conducen de

forma sustentable, nuevamente, la

cuestión es el uso excesivo.

4. ¿Qué se está haciendo?

Los manejadores de recursos han

utilizado una cantidad de estrategias

generales de conservación para tratar

el problema de la pérdida de bosque

tropical. Un abordaje, los Proyectos

Integrados de Desarrollo y Conservación

(PIDC), consiste en tener objetivos

relacionados con el desarrollo y la

conservación en conjunto. Las metas de

estos proyectos son satisfacer las

necesidades de las comunidades

circundantes a los bosques, a la vez de

asegurar que sus recursos sean

manejados de una manera sustentable.

Por ejemplo, muchas comunidades de

Asia recolectan ratán de sus bosques

para venderlo a los mercados

internacionales de muebles y cestería.

Estos proyectos apuntan a brindar un

beneficio económico a las

comunidades y a manejar el bosque en

forma sustentable. También se

establecieron áreas protegidas en

muchas partes de los trópicos, aunque

solamente 15 de los 70 países con

ecosistemas de bosque tropical

destinaron tierras para tal protección.

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1100

Cuadro 3. Manejo sustentable de los bosques

Uno de los actuales debates en el marco de la conservación y el manejo de bosques es

acerca de la viabilidad del enfoque del manejo sustentable de los bosques. Un problema

reside en la falta de definición de “sustentable” y en la ausencia de consenso sobre los

objetivos de un bosque manejado en forma sustentable. En general, la gestión sustentable

de los bosques intenta manejar el bosque de una forma que satisfaga las necesidades

actuales de las partes interesadas, así como las necesidades futuras previstas. Algunos

científicos creen que el manejo sustentable de los bosques es técnicamente posible solo en

ciertos ecosistemas. En los bosques boreales y los templados, los expertos consideran que se

dispone de suficiente conocimiento técnico como para evitar las prácticas no sustentables.

El manejo sustentable puede lograrse en los bosques, ya que el centro de atención

generalmente está puesto en los productos no maderables y no en la producción de la

madera. Pero en los bosques tropicales húmedos, los árboles necesitan gran cantidad de

tiempo para alcanzar un tamaño de valor comercial y muchos son extraídos por medio de

métodos de inapropiados. Además, en muchas áreas de los trópicos húmedos existen

presiones económicas y sociales para volver a talar áreas que aún no se recuperaron,

reclamos conflictivos por el uso de la tierra y uso excesivo por parte de las comunidades

vecinas. En respuesta a estas cuestiones, en algunos lugares se está poniendo en práctica

la tala de impacto reducido (TIR). En teoría, los métodos TIR pueden reducir los disturbios en

el suelo en un 50%, crear menor abertura de dosel, permitir una recuperación más rápida de

los árboles, desperdiciar 50% menos de madera y (en las condiciones adecuadas) tener un

costo de 10 a 15% menor que los métodos de tala convencionales. No obstante, muchos

científicos aún siguen siendo escépticos con respecto a este método. A pesar de que se

gastan millones de dólares por año en la actividad forestal sustentable, aún no hay ejemplos

de una tala sustentable en los bosques tropicales húmedos. La mayoría de los proyectos

fracasan porque el dinero invertido en el manejo sustentable de bosques y en métodos TIR

en general todavía rinde menores ganancias que la tala convencional. Quienes critican

este enfoque alegan que la única herramienta que ha protegido realmente al bosque

tropical es la creación de áreas protegidas.

También existe una

cantidad de medidas de conservación

específicamente diseñadas para los

bosques. La rehabilitación de los

bosques y la restauración ecológica son

medidas apropiadas para los que

fueron degradados pero que se

encuentran bajo cierto tipo de

protección. La actividad forestal

comunitaria ha sido efectiva en

áreas donde las comunidades

locales dependen de los bosques y,

por lo tanto, tienen una participación

en la sustentabilidad a largo plazo,

particularmente donde hay

antecedentes de manejo comunitario.

En tales casos, las comunidades a

menudo trabajan con organizaciones

no gubernamentales o con agencias de

gobierno para adquirir derechos de uso

sobre el área y desarrollar un plan de

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manejo que asegure que sus

necesidades serán satisfechas. Otro

enfoque, en general combinado con la

actividad forestal comunitaria, es la

certificación forestal, que implementa

un abordaje basado en el mercado.

El manejo de los bosques debe

someterse a la certificación por parte

de uno de los cuatro organismos

certificadores para demostrar que las

prácticas de manejo que se siguen son

sustentables. Así, al vender esta

madera, la certificación pasa a ser un

bien de capital en el mercado

internacional que permite la venta por

un valor más alto.

Las plantaciones también juegan un

papel en la conservación de los

bosques, ya que contribuyen a

satisfacer la demanda de productos

madereros. Es importante destacar, sin

embargo, que las plantaciones no son

lo mismo que los bosques.

Una plantación es un área cultivada

cuyas especies y estructura fueron

simplificadas para producir solamente

unos pocos bienes, generalmente

madera, combustible, resina, aceite o

frutas. Un gran porcentaje de

plantaciones consiste en una o unas

pocas especies de árboles de rápido

crecimiento, plantados en bloques

homogéneos de la misma clase de

edad. Por otro lado, un bosque es un

ecosistema complejo, donde la tierra, el

agua, la energía y una gran variedad

de plantas y de animales interactúan en

un sistema dinámico.

Las plantaciones no necesariamente

ofrecen hábitat para otras plantas y

animales y generalmente requieren

productos químicos, preparación del

suelo y manejo intensivo. Además,

debido a su falta de diversidad, tienden

a ser propensas a brotes de

enfermedades y de plagas.

5. ¿Cuál es el futuro de la situación?

Las tasas de deforestación en el mundo

varían enormemente; sin embargo, aún

los más conservadores estiman que, de

continuar las tendencias, dentro de 100

años los bosques tropicales habrán

desaparecido (aunque algunos

predicen que ello ocurrirá más bien en

30 años). Para detener este grado de

deforestación, los esfuerzos de

conservación del bosque tropical

deben centrarse en cambiar la forma

en que le asignamos valor a los

bosques. En la actualidad existe muy

poco incentivo económico para que las

personas mantengan sus tierras

forestales en ese estado, ya que otros

usos alternativos, como la agricultura, la

cría de ganado y la tala comercial, son

más redituables. Si bien la tala

sustentable es un nuevo enfoque

Page 12: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

AAddaappttaaddoo ddee CChheerryyll MMaarrggoolluuiiss

1122

prometedor, no puede competir con las

actuales actividades de tala comercial.

Se trata de una producción más

costosa, que cuenta solamente con un

mercado limitado dispuesto a afrontar

esos costos extra.

Además, en las producciones forestales

sustentables se necesitan niveles más

altos de conocimiento y de capacidad

profesional. Incluso cuando la intención

es talar un área en forma sustentable, es

difícil asegurar que realmente se utilicen

métodos sustentables.

La observancia de las reglas es

particularmente difícil en áreas lejanas,

donde se encuentra la mayor parte del

recurso maderero y donde es mayor la

necesidad de métodos sustentables. Por

lo tanto, sería necesario un cambio en

el sistema de mercado para que la

actividad forestal sustentable sea un

emprendimiento más que genere

mayores ganancias. Es necesario

desarrollar un mercado más viable para

los productos

madereros sustentables con el fin de

reducir el precio y hacer de ellos una

opción más atractiva.

También es preciso valuar el ecosistema

de bosque tropical por los servicios que

provee. Es un componente clave en el

ciclo hidrológico mundial, por lo tanto

afecta los suministros de agua fresca y

los patrones de lluvia. El bosque tropical

también transforma continuamente

dióxido de carbono en oxígeno.

Al modificar nuestro sistema de

valuación, también debemos tornarnos

más eficientes y efectivos en hacer

cumplir las normas y reglamentaciones

vigentes con respecto al uso del bosque

tropical, ya sea en áreas protegidas, en

reservas de uso extractivo o en el

comercio de fauna silvestre. Esto

requerirá entrenamiento y recursos

financieros de agentes externos, pero

también participación de las

comunidades que habitan en los

bosques o en sus alrededores.

Page 13: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

CCoonnsseerrvvaacciióónn

1133

6. Bibliografía consultada

Redford, K. H. 1992. "The Empty forest." Bioscience 42(6): 258-422.

Redford, K., H. and S. Sanderson 2000. "Extracting humans from nature." Conservation Biology

14(5): 1362-1364.

Robinson, J. and K. H. Redford. 1991. Neotropical wildlife use and conservation. Chicago, IL, The

University of Chicago Press.

Terborgh, J. 2000. "The fate of tropical forests: a matter of stewardship." Conservation Biology

14(5): 1358-1361.

Proyecto Andes-Amazonia

Financiado por la Fundación Gordon and Betty Moore

Programa de Política y Ciencias Ambientales – OET

Director: PhD Andrew Chek

Coordinador: Leandro Castaño Betancur

Traducción al español: Jorgelina Brasca

Adaptado: Andrew Chek

Revisores: Andrew Chek y Leandro Castaño

Betancur

Diseño: Liliana Jiménez Bernal

Este documento se basó en el trabajo de Cheryl

Margoluis

Page 14: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

AAddaappttaaddoo ddee CChheerryyll MMaarrggoolluuiiss

1144

CCCOOONNNSSSEEERRRVVVAAACCCIIIÓÓÓNNN::: PPPAAANNNOOORRRAAAMMMAAA GGGEEENNNEEERRRAAALLL

1. Introducción

En esencia, la conservación de la

naturaleza consiste en asegurar un

conjunto representativo de

biodiversidad y su persistencia a largo

plazo. Comprende una serie de

elecciones –dónde asignar recursos

limitados, tanto en términos de tipos de

actividades como de puntos

geográficos.

Para emprender la conservación, los

planificadores, los responsables de las

políticas, los manejadores y otros

profesionales deben ser conscientes de

los aspectos clave que influyen en ella:

las motivaciones que llevan a un

individuo a preservar, los vínculos entre

la conservación y otros campos, las

condiciones que establecen las

funciones del ecosistema y las presiones

que amenazan la biodiversidad.

También necesitan comprender cómo

planificar, diseñar y controlar

efectivamente sus intervenciones.

Este módulo apunta a cumplir la función

de un mapa general de ruta para los

profesionales de la conservación. El

objetivo no es proporcionar información

detallada sobre un tema determinado,

sino ofrecer un panorama general de

los aspectos y las consideraciones más

importantes de la conservación en la

actualidad.

2. Motivación

Distintos factores motivan a las personas

a preservar. Una motivación importante

es que los ecosistemas proveen una

variedad de servicios y bienes valiosos,

como el agua para beber o peces para

alimentarse. Algunos servicios son

menos perceptibles: por ejemplo,

además de madera y sombra, los

bosques proveen servicios de filtración

de agua. Es probable que un gran

número de servicios todavía no se

conozcan. El U.S. National Cancer

Institute (Instituto Nacional del Cáncer

de los Estados Unidos) identificó 3.000

plantas que actúan contra las células

cancerígenas, de las cuales el 70% se

encuentra en el bosque tropical lluvioso.

Page 15: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

CCoonnsseerrvvaacciióónn

1155

Asimismo, cada día se descubren

nuevas especies de plantas y animales

en el bosque tropical lluvioso que aún

deben ser identificadas e investigadas

científicamente.

Algunas personas se sienten motivadas

a preservar por la recreación. Los turistas

practican rafting en los ríos, navegación

en el mar, caminatas en el bosque y

paseos en los pastizales, entre otras

actividades. Otros desean conservar

lugares que ofrecen belleza natural,

que tienen importancia cultural o que

albergan encuentros de índole

espiritual. Además, a menudo las

personas desean conservar un área o

proteger una especie, simplemente

para saber que existe. Por ejemplo,

mucha gente desea proteger los

elefantes de África oriental, aun

cuando nunca tengan la oportunidad

de verlos personalmente, sólo para

asegurarse de que estos animales

continúen existiendo.

3. Vínculos

La conservación es importante, no sólo

por las razones mencionadas

anteriormente, sino también por su

relación con otros temas globales.

La salud humana está íntimamente

vinculada, de distintas maneras, con los

problemas de conservación. Por

ejemplo, muchas comunidades rurales

toman la precaución de no cortar

árboles cercanos a las márgenes de los

ríos, ya que dichas acciones podrían

afectar sus fuentes de agua limpia.

En áreas urbanas, muchas personas

tratan de compartir el vehículo o de

usar transporte público para reducir la

contaminación del aire en la ciudad, ya

que puede ocasionar problemas de

salud. Además, los cambios que sufre el

ecosistema pueden afectar la salud

humana. Por ejemplo, cuando se tala

un área del bosque tropical lluvioso, es

posible que los huéspedes tradicionales

de los parásitos se desplacen. Los

parásitos a menudo pasan a huéspedes

humanos y, en el proceso, transmiten

nuevas enfermedades. Muchas

organizaciones conservacionistas se

comprometieron más en proyectos de

salud para continuar instruyendo a la

gente sobre los vínculos entre la salud

del ecosistema y la humana.

La pobreza también puede verse

afectada por la conservación de los

recursos naturales. Además de

satisfacer las necesidades de

subsistencia, los recursos naturales

pueden aportar opciones de estilo de

vida a las comunidades o, por el

contrario, restringirlas. Las poblaciones

ricas en recursos tienen más opciones

económicas. Muchos eligen vender el

recurso del que disponen, como en el

caso de la madera, mientras que otros

Page 16: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

AAddaappttaaddoo ddee CChheerryyll MMaarrggoolluuiiss

1166

prefieren manejarlo a largo plazo con

proyectos más sustentables, como la

cestería a partir de la extracción de

ratán. Las comunidades pobres en

recursos naturales pueden encontrarse

con opciones más limitadas, ya que a

menudo deben comprar o practicar

trueque para obtener recursos básicos.

Las distintas opciones de manejo y

niveles de explotación darán resultados

diferentes, pero el acceso a estos

recursos y su control pueden, en gran

medida, afectar los resultados.

El desarrollo económico de un área

puede depender de su potencial de

conservación. Por ejemplo, las áreas de

alto valor de conservación pueden ser

transformadas en áreas protegidas

donde se pueden emprender proyectos

turísticos.

En los Estados Unidos, en las áreas

circundantes a los parques nacionales,

hay hoteles, restaurantes y servicios de

guía de turismo con el fin de obtener

beneficios del recurso natural. En otras

áreas puede haber recursos con

potencial farmacológico. Por ejemplo,

algunas comunidades de las islas Fiji

están trabajando con la universidad

local para establecer relaciones con las

empresas farmacéuticas interesadas en

la prospección biológica en los arrecifes

de coral.

La conservación de los recursos

constituye un esfuerzo importante en el

área de las ciencias agronómicas. Los

recursos genéticos de las plantas para

la alimentación y la agricultura

necesitan ser preservados para

asegurar su sustentabilidad. Por

ejemplo, cuatro cultivos –el arroz, el

maíz, la papa y el trigo– aportan más de

la mitad de la energía alimenticia en el

mundo. La pérdida de cualquiera de

estos cultivos tendría serias implicancias

en la seguridad alimentaria.

Los recursos naturales, y su

conservación, también pueden afectar

la seguridad mundial. A medida que los

recursos se hacen más escasos, los

individuos y los países deben competir

para obtenerlos.

El agua potable limpia se está

convirtiendo en un recurso escaso en

todo el mundo; los científicos especulan

con que podría ser un disparador de

futuras guerras particularmente en

aquellos países que dependen de un

solo recurso. Por lo tanto, la

conservación continuará jugando un

papel importante en muchos aspectos

de los acontecimientos mundiales.

Page 17: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

CCoonnsseerrvvaacciióónn

1177

4. Conexión entre las condiciones naturales y los

desafíos inherentes

Existen ciertas consideraciones que los

profesionales de la conservación deben

tener en cuenta al reflexionar sobre sus

prioridades y diseñar proyectos. La

siguiente es una lista de las cuestiones

pertinentes, resumida de un documento

base sobre conceptos clave de

conservación:

Escala

Diferencias de escala. Las

diferencias de escala se encuentran en

toda la naturaleza. La escala temporal y

espacial de nuestro foco de atención

dependerá de la especie, los procesos

y los sistemas que se busca preservar, y

de la geografía en que se extienden y

del tiempo en el que se prolongan (por

ej., el jaguar con amplia área de acción

frente al cactus sedentario, un lago

frente al océano). La escala también es

importante al considerar los impactos

del manejo, uso o conservación (por ej.,

el impacto puede ser muy diferente si se

tala una hectárea de bosque que es

parte de un solo parche de 10 ha o de

una reserva de 1.000.000 ha).

Sistemas

Naturaleza interrelacionada. La

naturaleza está compuesta de un

número de sistemas interrelacionados,

de los cuales a menudo tenemos

escaso conocimiento; por lo tanto, los

cambios en un componente pueden

tener efectos de largo alcance y, con

frecuencia, impredecibles.

Biodiversidad

Biodiversidad en todos los

niveles. El concepto de

biodiversidad, o diversidad biológica, es

el núcleo de la conservación. La

biodiversidad puede encontrarse en

todas las escalas de la organización en

la naturaleza, desde los genes hasta los

ecosistemas.

Biodiversidad desconocida.

Muchos grupos son escasamente

conocidos en términos de descripción

básica y de su función. Los biólogos

identificaron y describieron alrededor

de 1.700.000 especies, pero cada año

se identifican 20.000 nuevas especies.

Medición de la biodiversidad.

Distintas mediciones de la biodiversidad

pueden arrojar como resultado distintos

énfasis y prioridades. La medición más

comúnmente utilizada es la riqueza o el

número de especies; sin embargo, no

existe una sola medición que abarque

todo.

Énfasis en la diversidad

Genes, especies y ecosistemas. El

nivel de biodiversidad en el que

Page 18: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

AAddaappttaaddoo ddee CChheerryyll MMaarrggoolluuiiss

1188

decidimos concentrarnos afectará

nuestras prioridades. Podemos

concentrarnos en el nivel genético, que

es el que se elige a menudo en

agricultura. O podemos hacerlo en

cualquier nivel hasta el ecosistema, lo

que es cada vez más frecuente a

medida que se comprende más acerca

de la naturaleza interconectada de las

relaciones en el ecosistema.

Especies particulares en

ecosistemas. Al considerar la diversidad,

también es importante tener en cuenta

los distintos tipos de especies presentes,

ya que algunas de ellas a menudo son

consideradas más importantes que

otras a los fines de la planificación de la

conservación (por ej., especies clave y

especies ingenieras del ecosistema)

Distribución

Tiempo. La biodiversidad puede

considerarse a distintas escalas

temporales. Por ejemplo, en el término

de un año, las poblaciones de especies

de un área determinada pueden

fluctuar en tamaño debido a la

migración; las diversas especies pueden

tener distinta longevidad, desde

semanas a cientos y cientos de años.

Variación geográfica en la

diversidad. Hay una gran variación

geográfica en la naturaleza. Algunas

áreas tienen más especies que otras. En

algunos casos, esto es simplemente una

función del tamaño: un área mayor

generalmente significa más cantidad

de especies. Pero ciertos hábitats, como

las islas, generalmente mantienen un

mayor número de especies. También

existe una tendencia geográfica; la

biodiversidad aumenta a lo largo de un

gradiente latitudinal: desde niveles más

bajos de biodiversidad alrededor de los

polos terrestres hasta picos de niveles en

los trópicos.

Especies raras: Cuando se evalúan

las distribuciones geográficas, es

importante considerar las especies

raras. Algunas se concentran en un

área, mientras que otras son raras en un

área, pero abundantes a una escala

mayor. El modo de distribución de una

especie puede afectar su

supervivencia.

Superposición de patrones de

diversidad. No es solamente el número

de especies el que difiere entre áreas,

sino las especies mismas. Por ejemplo,

los osos polares se encuentran en el

ártico, los monos araña en los trópicos;

sin embargo, dentro de ambientes

aparentemente similares puede haber

diferencias en cuanto a dónde

alcanzan su máxima diversidad las

especies pertenecientes a distintos

grupos (por ej., aves, mariposas, plantas,

ranas). Las áreas de superposición de

concentración de la diversidad de los

distintos grupos con frecuencia son

catalogadas como de alta prioridad

para los recursos limitados de

conservación.

Heterogeneidad. Las condiciones

ambientales no son uniformes en todo

un paisaje; por lo tanto, las especies

que habitan las áreas pueden estar

distribuidas de una forma heterogénea,

según la subyacente abundancia y

distribución de los recursos y las

características físicas (agua, nutrientes,

luz).

Page 19: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

CCoonnsseerrvvaacciióónn

1199

Área y aislamiento

Islas y especies. La distancia que

separa a las poblaciones puede afectar

su tamaño, estructura y función. Esto

incluye no solamente a las islas reales

que existen en los cuerpos de agua, sino

también a las poblaciones terrestres que

están separadas entre sí (por ej., cimas

de montañas, fragmentos de bosque,

áreas protegidas rodeadas de tierras

con otros usos). Las islas naturales

también tienden a tener especies raras

y endémicas que evolucionaron en

situaciones de aislamiento.

Relaciones especiales

No-linealidad: umbrales y otros

efectos. La naturaleza interrelacionada

de un ecosistema significa que existe un

número de cambios inesperados y

repentinos que pueden ocurrir como

resultado de cambios en los

componentes del ecosistema (por ej.,

proliferación de algas a niveles críticos

de nutrientes, colapso de las

poblaciones de peces por debajo de

una cantidad mínima de adultos

reproductores).

Sistema dinámico

Disturbio. Los cambios en la

naturaleza pueden darse en forma

lenta, rápida, estacional y/o anual. Estos

cambios constituyen una parte integral

de los sistemas y deberían incluirse en el

conjunto de objetivos o condiciones de

conservación para un área. En las

especies presentes dentro de un sistema

la tendencia es que hayan desarrollado

respuestas a la frecuencia e intensidad

naturales de esos disturbios; nuevos

cambios en la intensidad o en el

alcance del disturbio, especialmente los

repentinos (en relación con el tiempo

evolutivo o ecológico) pueden originar

respuestas drásticas e impredecibles.

Evolución. El concepto clave de la

evolución es la variación genética sobre

la que pueden actuar fuerzas selectivas.

Existen cuatro procesos básicos de

cambio evolutivo. El primero es la

mutación, una modificación de la

secuencia del ADN causada por

agentes externos o por errores en la

replicación del ADN. El segundo es la

deriva genética, el cambio aleatorio de

la existencia de un gen particular en

una población. El tercero es la selección

natural o el proceso de supervivencia

del más apto. Y el cuarto es la

migración, la entrada y salida de

individuos de una población. La

variación genética es esencial para que

las poblaciones se adapten a los

cambios; en consecuencia, en los

planes de la conservación, es necesario

tener en cuenta la preservación de las

condiciones que permiten el

mantenimiento de los niveles naturales

de variación.

Movimiento. Muchas especies

migran y existen muchos tipos diferentes

de migración y a diferentes escalas (por

ej., migración continental, en altura).

Dichos movimientos deben ser

incorporados en los esfuerzos de

planificación de la conservación.

Page 20: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

AAddaappttaaddoo ddee CChheerryyll MMaarrggoolluuiiss

2200

5. Las presiones sobre la biodiversidad y sus

efectos

Los seres humanos dependen de los

recursos naturales para la subsistencia y

para enriquecer la vida. Pero el uso de

estos recursos, aun si se hace en forma

sustentable, tiene un impacto. Para

lograr el uso y la conservación a largo

plazo, resulta vital comprender la

manera en que nuestras actividades

impactan sobre estos recursos y ejercen

una amenaza. Existen varias fuentes

importantes de amenazas a la

biodiversidad (ver figura 1).

5.1 Eliminación del

ecosistema

Una de las amenazas más importantes

para la conservación es la eliminación

de ecosistemas completos,

fundamentalmente debido a la

conversión de hábitat en tierras

destinadas a la agricultura.

El crecimiento de la población es uno

de los factores más importantes que

conducen a esta conversión. A medida

que crece la población mundial,

disminuye la cantidad de tierra

cultivable disponible por persona. A su

vez, se necesita más tierra para proveer

alimentos y recursos básicos. Una

población en crecimiento también

significa que se destinan mayores

porciones de tierra a áreas urbanas.

Según el Servicio de bosques de los

Estados Unidos (U.S. Forest Service), en la

década de 1990, 14,6 millones de

hectáreas de bosque fueron

convertidas a espacios agrícolas o

urbanos. La conversión de la tierra

también se da cuando el propietario

percibe un valor más alto por sus tierras

una vez convertidas. En muchos países,

los gobiernos alientan la conversión de

tierras boscosas para un uso más

“productivo”, como la agricultura o las

actividades de explotación de recursos,

como la tala, la minería y la exploración

de petróleo.

Si bien se considera a menudo que la

conversión de la tierra afecta los

ecosistemas terrestres, también puede

afectar los sistemas marinos y los de

agua dulce. Muchas áreas marinas son

actualmente convertidas en áreas para

la acuicultura, o bien dragadas para

ganar nuevos terrenos. Los sistemas de

agua dulce suelen ser eliminados a

causa de la construcción de represas.

5.2 Degradación del

ecosistema

Algunos ecosistemas no son eliminados

por completo, pero son degradados a

causa de la actividad humana. Tal

degradación puede darse a partir del

uso de un recurso básico, como la tala

Page 21: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

CCoonnsseerrvvaacciióónn

2211

selectiva, la extracción de plantas u

otras actividades de extracción.

La degradación también puede ocurrir

a causa de alteraciones al sistema,

resultantes de nuestro manejo del

ecosistema. Por ejemplo, en muchas

áreas la supresión de incendios

naturales puede cambiar la

composición del ecosistema. La caza

excesiva de especies depredadoras en

ecosistemas terrestres y marinos o de

agua dulce también puede ocasionar

la degradación. Algunas prácticas de

pesca, como aquella en la que se utiliza

cianuro, son especialmente

perjudiciales para la salud del

ecosistema.

Actualmente, la contaminación es

también una causa fundamental de la

degradación del ecosistema. Los

productos derivados de la industria –

como la lluvia ácida, la filtración de

aguas residuales, los derrames de

productos químicos– todo ello afecta la

salud de los ecosistemas. Las especies

exóticas, o no nativas, también son

responsables de los cambios en el

ecosistema. Esto es particularmente

problemático si la especie es invasora o

una especie exótica que desplaza a las

nativas por competencia y puede

ocasionar problemas al ecosistema o a

la salud humana. Por ejemplo, la

mangosta de manchas doradas

(Herpestes javanicus (auropunctatus)),

que es nativa de Asia oriental, fue

introducida en Mauricio, en las Antillas,

en Hawai y en las islas Fiji con el

propósito de controlar las ratas. Pero

como la mangosta no tiene un

depredador natural en las islas, su

población sufrió una explosión, lo que

causó la extirpación, o la extinción

local, de varias especies de aves,

reptiles y pequeños mamíferos.

5.3 Disminución y

eliminación de especies

Las presiones se pueden ver no solo a

nivel de ecosistema, sino también a

nivel de especies. La caza excesiva es

una de las mayores amenazas causante

de la declinación y la eliminación de las

especies En todo el mundo, la

carne de animales silvestres y la

de pescado ofrecen a las familias un

medio de bajo costo para obtener las

proteínas que necesitan. Pero a medida

que avanza la tecnología –con

instrumentos como el radar, los sistemas

de posicionamiento global y las armas

modernas– la pesca y la caza se

vuelven más eficientes y efectivas.

Grandes cantidades de peces fueron

explotadas hasta niveles considerados

como su máximo rendimiento

sustentable.

Asimismo, la caza para obtener carne

de animales silvestres alcanzó niveles

críticos en muchas partes del mundo,

especialmente en África y Asia. La

destrucción del hábitat también

representa una amenaza para los

animales. De hecho, muchos científicos

la consideran una de las principales

causas de extinción en la actualidad.

Para los animales migratorios, como la

Page 22: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

AAddaappttaaddoo ddee CChheerryyll MMaarrggoolluuiiss

2222

mariposa monarca, o que tienen

amplias áreas de acción, como los

jaguares, la destrucción del hábitat

puede ser particularmente perjudicial.

La disminución de las especies también

puede ser ocasionada por agentes

patógenos introducidos. La alteración

del hábitat puede significar la

introducción de nuevas enfermedades

a las que las especies no están

acostumbradas. Por ejemplo, en toda

África, la conversión de hábitat a tierra

para agricultura causó preocupación

por la transmisión de la fiebre aftosa del

ganado vacuno a la fauna silvestre

propensa a esta enfermedad, como la

jirafa, el jabalí verrugoso y el antílope.

Figura 1. Taxonomía preliminar de las amenazas directas a la biodiversidad (de Salafsky et al.

2002)

EJEMPLOS DE AMENAZAS DIRECTAS ESPECÍFICAS B

AMENAZAS GENERALES

a BOSQUE

SABANA, PASTIZALES,

DESIERTOS AGUA DULCE MARES, OCÉANOS

ELIMINACIÓN DEL

ECOSISTEMA C

Conversión a

tierra para

agricultura

parcelas donde

se aplica tala y

quema, granjas,

plantaciones,

establecimientos

agrícola-

ganaderos

Granjas,

establecimientos

agrícola-

ganaderos

Apropiación de

tierra para

agricultura

Acuicultura

Desarrollo

económico

Caminos,

represas, áreas

urbanas,

asentamientos

Caminos,

represas, áreas

urbanas,

asentamientos

Dragado,

construcción

de diques,

rellenado,

áreas urbanas

Dragado,

construcción de

diques,

rellenado, áreas

urbanas

Explotación de

elementos del

ecosistema

Tala rasa

Industrias

papeleras

Alto grado de

sobrepastoreo

Extensa

derivación de

agua

Extracción

intensiva de

corales, pesca

de arrastre,

pesca con redes

de deriva

Extracción de

minerales

Explotación

minera,

exploración de

pozos petroleros

Explotación

minera,

exploración de

pozos petroleros

Explotación

minera

exploración de

pozos

petroleros

Explotación

minera,

exploración de

pozos petroleros,

explotación

minera en el

fondo del mar

Cambio climático

Incendios de

gran magnitud,

sequía,

huracanes

Incendios de

gran magnitud,

sequía

Sequía

Salinización

Fluctuación de

la temperatura,

fluctuación del

nivel del mar.

Page 23: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

CCoonnsseerrvvaacciióónn

2233

EJEMPLOS DE AMENAZAS DIRECTAS ESPECÍFICAS B

AMENAZAS GENERALES

a BOSQUE

SABANA, PASTIZALES,

DESIERTOS AGUA DULCE MARES, OCÉANOS

Degradación de

los ecosistemas c

Conversión

parcial

Tala selectiva Pastoreo Desviación de

agua

explotación de

corales

Contaminación

Lluvia ácida,

químicos tóxicos,

basura, lluvia

radioactiva

Lluvia

radioactiva

Lluvia ácida,

aguas

residuales,

químicos

tóxicos, restos

flotantes

Aguas residuales,

sedimento,

sustancias

tóxicas, derrame

de petróleo,

lluvia radioactiva

Presencia

humana

Turismo,

vehículos fuera

de caminos,

guerra y

actividad militar

Turismo,

vehículos fuera

de caminos,

guerra y

actividad militar

Embarcaciones

comerciales y

de recreación,

guerra y

actividad

militar

Turismo de

buceo, pesca

con cianuro y

con explosivos,

guerra y

actividad militar

Alteración del

ecosistema

Fragmentación,

incendios,

supresión del

fuego,

extracción de

depredadores

Fragmentación,

incendios,

supresión del

fuego,

extracción de

depredadores

Cambios en el

patrón de

salinidad

Descoloramiento

de los corales

supresión de los

depredadores

Especies exóticas

Introducción o

escape de

plantas y

animales

Introducción o

escape de

plantas y

animales

agua de lastre

Introducción o

escape de

plantas y

animales

agua de lastre

Introducción o

escape de

plantas y

animales

DISMINUCIÓN Y

ELIMINACIÓN DE

ESPECIES

Sobreexplotación

de especies

Caza,

recolección

Caza,

recolección

Pesca, caza Pesca, caza

Disturbio físico

alteración de la

nidificación y de

la migración

alteración de la

migración

Alteración de

la migración,

toma de

plantas

hidroeléctricas

Alteración de la

migración y de

la reproducción

Agentes

Patógenos

Efectos de

enfermedades y

de la

contaminación

Efectos de

enfermedades y

de la

contaminación

Efectos de

enfermedades

y de la

contaminación

Efectos de

enfermedades y

de la

contaminación

a Amenazas directas en sentido genérico

b Ejemplos de amenaza en distintos tipos de biomas

C Las columnas no se excluyen mutuamente por completo: por ejemplo, hay obviamente una

zona gris entre la eliminación y la degradación del ecosistema.

Page 24: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

AAddaappttaaddoo ddee CChheerryyll MMaarrggoolluuiiss

2244

6. Planificación de la conservación

6.1 Inventario y

conocimiento

Una vez que se determinó que un área

es un posible sitio de conservación,

generalmente se lleva a cabo un

inventario biológico, cuyo contenido

varía pero, en general, se establecen las

características del ecosistema, qué

especies están presentes, etc.

The Nature Conservancy, por ejemplo,

utiliza una Evaluación Ecológica Rápida

(Rapid Ecological Assessment) para

caracterizar la vegetación y los grupos

taxonómicos, para producir mapas de

base y conducir análisis de amenazas,

entre otros aspectos. Del mismo modo,

Conservation International tiene un

programa de Evaluación Rápida que

realiza intensos censos de los

ecosistemas a corto plazo.

6.2 Determinación de las

prioridades

Uno de los mayores desafíos en

conservación es determinar dónde

asignar recursos escasos.

Los ejercicios de determinación de

prioridades son una forma de asegurar

la mayor probabilidad de que se logren

nuestros objetivos de conservación y se

preserve la condición deseada. La

priorización generalmente consiste en

cierto ranking de criterios considerados

importantes, como el número de

especies, su rareza, amenazas, etc.

El enfoque que elegimos depende de lo

que tratemos de lograr. World Wildlife

Fund, por ejemplo, priorizó sus objetivos

sobre la base de la biodiversidad. Por

otro lado, Conservation International le

dio prioridad a sus objetivos basados en

los hotspots o puntos calientes de

biodiversidad: hábitats que albergan

especies endémicas actualmente

amenazadas.

Page 25: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

CCoonnsseerrvvaacciióónn

2255

7. Intervenciones en la conservación

Los enfoques de la ciencia de la

conservación cambiaron a través del

tiempo, lo que se ve cuando

recogemos información sobre qué

estrategias funcionan, dónde y cuándo.

El enfoque utilizado depende en gran

medida de las condiciones sociales y

ecológicas del área. Por lo tanto, no

existe una única receta que pueda

resolver todos los problemas de

conservación, ni siquiera hay una

receta para resolver una categoría de

problemas ambientales, como las

especies invasoras. Ante cada

problema, debemos preguntar ¿qué

estrategia sería más eficiente en las

siguientes condiciones? En general, los

enfoques pueden considerarse en

cuatro grandes categorías. (basado en

Salafsky et al. 2002, ver Figura 2)

A. Protección directa

La protección directa fue uno de los

primeros enfoques en conservación. En

realidad, uno de los primeros logros del

movimiento conservacionista moderno

fue la creación de áreas protegidas en

los Estados Unidos. La idea era sencilla:

simplemente se reserva un área por

conservar y se limita y se regula toda la

actividad humana que allí se desarrolla.

De esta manera, los hábitats, las

especies y los procesos ecosistémicos,

todos se encuentran protegidos. Este

abordaje tuvo éxito en muchas áreas,

pero también hubo casos en los que no

resultó un modelo apropiado. A medida

que crecieron las comunidades locales

que rodeaban las áreas protegidas, se

hizo cada vez más difícil alejar a la

gente de estos recursos.

En la década de 1970, la United Nations

Educational Scientific and Cultural

Organization (UNESCO) (Organización

Cultural, Científica y Educativa de las

Naciones Unidas) desarrolló el modelo

del hombre y la biosfera como una

variante del modelo tradicional de área

protegida. El modelo de la biosfera

incorporó las necesidades de las

comunidades circundantes por medio

de la zonificación del área protegida

de acuerdo con diferentes niveles

de uso aceptable. Desde ese

momento, las áreas protegidas

continuaron evolucionando hacia la

satisfacción de las necesidades de la

situación local.

En la actualidad, existen distintos tipos

de áreas protegidas que permiten una

gama de usos diversos: por ejemplo, los

parques nacionales generalmente

prohíben el uso de recursos pero

permiten la recreación, mientras que las

reservas extractivas conceden a los

grupos participantes derechos de

usuario para el uso de recursos

específicos.

Page 26: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

AAddaappttaaddoo ddee CChheerryyll MMaarrggoolluuiiss

2266

Cuadro 3. Protección estricta frente a uso

Si bien las áreas protegidas fueron parte del movimiento conservacionista desde su

comienzo, en los últimos tiempos su papel ha sido objeto de debate. Un intercambio

reciente publicado en la revista científica Conservation Biology con respecto al papel del

uso que hace el hombre en las áreas protegidas ilustra los aspectos más importantes del

debate. Schwartzman, Nepstad y Moreira argumentaron que los seres humanos siempre

tuvieron un papel en la naturaleza y que, por lo tanto, se les debería permitir continuar con

las actividades en las áreas protegidas, particularmente en aquellas que están rodeadas

por áreas densamente pobladas. Sin embargo, Terborgh alegó que el modelo de uso, tal

como está presentado, es inestable y que el uso en áreas protegidas tiene impactos

inaceptables, aún cuando esté regulado. Robinson y Redford también participaron en

apoyo del razonamiento de Terborgh en cuanto a que el uso realmente tiene impactos que

no son insignificantes.

Finalmente, el hecho de que un área de reserva deba ser estrictamente protegida o se

pueda permitir su uso dependerá de las condiciones del área circundante. Por ejemplo, en

áreas como la Amazonia, donde trabajan Schwartzman, Nepstad y Moreira, las

comunidades tienen una larga historia de uso y manejo de estos recursos; por lo tanto,

puede tener sentido incorporar este uso y el conocimiento en el manejo de las áreas

protegidas. Sin embargo, dicho uso aún necesita ser modificado para ajustarlo a la

situación actual, ya que los niveles históricos de uso eran muy diferentes de los niveles

actuales. Y en muchos casos no solo las comunidades locales están interesadas en utilizar

los recursos de un área protegida, sino también un número de actores externos, como el

sector de tala o las empresas mineras. Además, también es necesario considerar la salud

del ecosistema que está fuera del área protegida y su ubicación en relación con otras

áreas de protección. Es posible que las áreas que están rodeadas de tierras severamente

degradadas de ningún modo resulte el sitio más apropiado para ser áreas protegidas,

mientras que las áreas que están circundadas por ecosistemas en buenas condiciones o

conectadas con otros espacios verdes pueden ser candidatas más apropiadas para una

protección estricta.

B. Cambio de incentivos

Actualmente, la mayoría de las

amenazas más importantes a la

biodiversidad son consecuencia de las

actividades que llevan a cabo las

poblaciones humanas. Con el fin de

reducir estas amenazas, es necesario

cambiar los incentivos que motivan

estas acciones.

En muchos casos, los incentivos se

basan en las necesidades de

subsistencia y de sustento. Muchos

enfoques de conservación, por lo tanto,

se concentran en el diseño de

esquemas de generación de nuevos

ingresos. Por ejemplo, los proyectos

integrados de desarrollo y conservación

Page 27: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

CCoonnsseerrvvaacciióónn

2277

(ICDPs en inglés) se basan en la idea de

actividades de sustitución: una

actividad puede ser sustituida por otra

que tenga menor impacto sobre el

recurso de interés. En estos casos, se

diseñan distintos tipos de proyectos

para incorporar las necesidades de las

comunidades así como las de

conservación. Por ejemplo, en muchas

áreas desarrollaron empresas de

ecoturismo a pequeña escala, para

apartar a las personas de actividades

basadas en la extracción de recursos

de un área natural. La idea es que las

comunidades sustituyan el ingreso que

habrían percibido a través de las

actividades de extracción con un

ingreso basado en actividades de

servicio a los turistas (como oficiar de

guía de turismo).

Otro tipo de abordaje basado en el

cambio de incentivos es el de los pagos

directos. La idea sobre la que se basa

este método es pagar a las personas

para que no utilicen un recurso. Por

ejemplo, si una comunidad depende

de un ingreso generado a partir de

actividades en un bosque cercano, en

un escenario de pago directo, podría

recibir una compensación igual a la

que obtendrían de sus actividades en el

bosque. Al hacerlo, seguirían

generando el mismo ingreso, pero el

recurso no se vería afectado.

Además de los mecanismos basados en

establecer cambios a través del

incentivo positivo, también están

aquellos basados en los incentivos

negativos. Un ejemplo conocido es la

campaña para boicotear las prácticas

de pesca de atún que ponían en

peligro a los delfines. Dada la

efectividad de esta campaña, muchas

empresas cambiaron sus métodos de

pesca e incluyeron solamente aquellos

que serían considerados “seguros para

los delfines”.

C. Legislación y políticas

La legislación y las políticas aportan la

infraestructura legal y social para

asegurar que el público adhiera a las

medidas de conservación. Existen en

todos los niveles: desde el local hasta el

mundial. Por ejemplo, en el caso de la

caza de fauna silvestre, las leyes

locales pueden limitarla a ciertas

especies y temporadas de caza. A

nivel mundial, existen leyes y políticas

para regular la cantidad y las especies

de animales que pueden ser

comercializadas o vendidas. Además,

existen varios mecanismos de litigio y de

observancia para asegurar que estas

leyes y políticas sean obedecidas. Por

ejemplo, en los Estados Unidos, las

agencias no gubernamentales a

menudo demandan a las empresas que

se considera que no han seguido estas

reglamentaciones.

Page 28: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

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2288

Cuadro 2. Aspectos económicos en la conservación

Muchos esfuerzos de conservación dependen de subsidios directos otorgados por

organizaciones donantes públicas y privadas. Pero, en realidad, existen varios mecanismos

de conservación. Entre los abordajes comunes se encuentran:

Servidumbre. Una restricción legal sobre la tierra, que limita o prohíbe el desarrollo con

el fin de proteger el hábitat. A menudo esto se traduce en un beneficio fiscal u otros

beneficios económicos para el propietario de la tierra.

Proyectos integrados de Conservación y Desarrollo. Proyectos basados en la idea de

actividades de sustitución: la creación de una nueva actividad económica para

disminuir la presión sobre las actividades económicas basadas en el recurso en

cuestión.

Pagos directos. Pagos a individuos u organizaciones para que no exploten un recurso,

en contraposición al pago por manejarlo de una manera particular.

Permisos canjeables. Permisos que las entidades pueden canjear y que les permiten

producir una cierta cuota de contaminación.

Canje de deuda por naturaleza. Un mecanismo que le permite a un país o a una

empresa negociar su deuda con el acreedor por medio de la financiación de

proyectos de conservación de la biodiversidad.

Prospección biológica. La búsqueda de información bioquímica y genética en fuentes

naturales que puede utilizarse para el desarrollo de productos de aplicación

farmacológica, agronómica u otras.

Fondos fiduciarios. Activos financieros que están legalmente restringidos a un fin

específico y que son administrados por un consejo de administración.

Pago por servicios ambientales. Pagos a individuos u organizaciones por el

mantenimiento de ecosistemas que proveen servicios ambientales a la sociedad,

como el agua limpia.

Aranceles por la extracción de recursos. El pago a cambio de la extracción de ciertos

recursos. (adaptado de http:guide.conservationfinance.org)

D. Educación y sensibilización pública

La mayoría de los esfuerzos de

conservación incluyen algún tipo de

educación o toma de conciencia

ambiental, ya que demostró ser un

componente esencial de los proyectos

efectivos. Sin embargo, la forma de este

componente educativo varía

enormemente. Los programas de

educación formal pueden incluir cursos

de sensibilización ambiental, caminatas

en contacto con la naturaleza para

niños o cursos de posgrado de biología

de la conservación. Los enfoques

informales pueden ser del tipo de

campañas de sensibilización pública,

como el ejemplo del boicot a la pesca

de atún, mencionado anteriormente. En

todos los tipos de enfoques educativos,

existen numerosos medios para

comunicar los mensajes deseados, ya

sea a través de libros, sitios de Internet o

programas de televisión.

Page 29: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

CCoonnsseerrvvaacciióónn

2299

Figura 2. Nombre de los enfoques más importantes (tomado de Salafsky et al. 2002)

PROTECCIÓN Y MANEJO LEGISLACIÓN Y POLÍTICAS EDUCACIÓN Y

SENSIBILIZACIÓN CAMBIO DE INCENTIVOS

Áreas protegidas *

Legislación y tratados * Educación formal* c

Emprendimientos de

conservación*

Reservas y parques:

categorías de UICN I &

II (Kenya Wildlife

Service)

(Servicio de Vida

Silvestre de Kenia)

Desarrollo de tratados

internacionales

(Convención sobre la

diversidad Biológica)

Desarrollo de los

programas escolares

(Fondo Mundial para

la Naturaleza

Ventanas a la vida

silvestre)

(World Wildlife Fund

Windows on the

Wild)

Vinculados

por ej., ecoturismo

(Salafsky &

Wollenberg

2000)

Parques privados

(Langholz et al. 2000)

Presión a los gobiernos

(Sierra Club)

Enseñanza a los

alumnos de

posgrado

(Jacobson 1990)

No vinculados

Por ej., empleos

para los cazadores

furtivos

(Salafsky &

Wollenberg 2000)

Paisajes manejados* b Acatamiento y

organismos de control*

Educación no formal* c

Uso de la presión del

mercad*

derechos de

servidumbres para la

conservación

(Gustanski 2000)

áreas protegidas

marinas comunitarias

(Parks & Salafsky 2001)

Desarrollo de estándares

legales (Convención

sobre el comercio de

especies amenazadas)

control de acatamiento

de los estándares

(TRAFFIC)

Entrenamiento en

medios de

comunicación

destinado a

científicos (Jacobson

1999) extensión al

público vía museos

(Domroese & Sterling

1999)

Certificación:

incentivos positivos

(Forest Stewardship

Council, Consejo de

Manejo Forestal)

boicots: incentivos

negativos (Rainforest

Action Network

(Red de acciones

para los bosques

tropicales lluviosos)

Especies protegidas y

manejadas* Litigios* Educación informal* c

Alternativas

económicas*

Prohibición de la

matanza de ciertas

especies (Convención l

para la reglamentación

de la caza de la

ballena)

Manejo de animales

utilizados para la

producción de pieles

(Freese 2000)

juicio criminal

(U.S. Fish & Wildlife

Service, Servicio de

Pesca y Vida Silvestre de

los Estados Unidos)

demandas civiles

(Sierra Club)

Campañas en los

medios de

comunicación

(Greenpeace)

Sensibilización de la

comunidad (Public

Interest Research

Groups, Grupos de

investigación sobre el

interés público)

Restauración de

especies y del hábitat*

Acción coercitiva*

Confrontación moral*

Pagos por la

conservación*

Reintroducción de

depredadores( U.S. Fish

Implementación de

sanciones (U.S. Fish &

Desobediencia civil

(Greenpeace)

Pagos en

compensación por

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AAddaappttaaddoo ddee CChheerryyll MMaarrggoolluuiiss

3300

PROTECCIÓN Y MANEJO LEGISLACIÓN Y POLÍTICAS EDUCACIÓN Y

SENSIBILIZACIÓN CAMBIO DE INCENTIVOS

& Wildlife Service)

recreación de sabanas

y praderas (Stevens

1995; Dobson et al.,

1997a)

Wildlife Service)

acciones militares /

cuidado de la

naturaleza (Terborgh

1999)

eocsalvajismo/

ecoterrorismo

(EarthFirst!)

desempeño (Ferraro

2001) canjes de

deuda

pornaturaleza

(Conservation

International)

Protección ex-situ* Desarrollo y reforma de

las políticas* Communication*

Valores no

monetarios*

Cría en cautiverio

(zoológicos, acuarios y

jardines botánicos)

banco de genes

(Banco de semillas Kew

Gardens Millenium)

Investigación sobre

opciones en políticas

( World Resources

Institute)

promoción de la

devolución del control

(Wyckoff-Baird et al.

2000)

Publicaciones

ambientales (Island

Press)

redes en Internet

forests.org)

Valores espirituales,

culturales, spiritual,

cultural, de

existencia

(Ehrenfeld 1981)

vínculos con la salud

humana (Meffe

1999)

a Las columnas contienen categorías amplias de herramientas. Cada columna contiene cinco

enfoques amplios (*) y luego dos ejemplos de estrategias más específicas dentro de cada enfoque.

La implementación de cada estrategia implica el uso de herramientas de conservación específicas

(no mencionadas). Para cada estrategia, también se brinda un ejemplo de una organización

conocida por la aplicación de dicha estrategia y/o una referencia que la describe y la define. La

cita de una organización que usa una herramienta no implica que sea la única herramienta que usa

o que es el único grupo que la utiliza.

b Esta categoría incluye esencialmente acciones de conservación en tierras manejadas para la

producción de recursos naturales que no están encuadradas en las categorías I V de UICN ( World

Conservation Union 1994).

c Los términos utilizados son los empleados por Fien et al. (1999)

8. Monitoreo y evaluación

En materia de conservación, el

monitoreo y la evaluación pueden

definirse como la colección sistemática

y el análisis de datos, usualmente de un

proyecto o programa específico. El

monitoreo y la evaluación

generalmente se usa para comprender

los efectos del manejo de un

ecosistema. Por ejemplo, a menudo se

los aplica para comprender cómo una

intervención está afectando la

condición deseada de un proyecto de

conservación: en otras palabras, si un

proyecto apunta a reducir la presión de

caza alrededor de un área protegida,

puede controlar la actividad de caza y

los niveles poblacionales de una

especie animal para determinar si el

Page 31: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

CCoonnsseerrvvaacciióónn

3311

proyecto es efectivo o no. Esta

información puede ser incorporada

luego en el manejo del proyecto para

asegurar que es factible adaptar el

proyecto en la forma necesaria para

lograr su objetivo.

Hace poco tiempo que el monitoreo y

la evaluación se encuentran incluidos

en los proyectos de conservación y aún

enfrentan una serie de desafíos. A

menudo se los excluye de los planes de

conservación hasta una vez que el

proyecto ya está en marcha, lo que

imposibilita la recolección de datos de

base. Si no existe un mecanismo para

incorporar los datos en el ciclo del

proyecto, la información a menudo solo

le sirve a los donantes y no para el

manejo adaptativo. Muchos proyectos

también limitan sus esfuerzos de

monitoreo a una evaluación rápida, lo

que da solo una instantánea de lo que

realmente ocurre, y así se pierden

cambios que pueden darse en el

sistema. En la actualidad, los esfuerzos

de monitoreo enfrentan desafíos

adicionales relacionados con la escala,

ya que muchas organizaciones están

elevando sus puntos de interés a nivel

de ecosistema. Por ejemplo, si el

proyecto es a pequeña escala, pero el

monitoreo es a nivel regional, será difícil

discernir el impacto del proyecto en el

sistema.

Page 32: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

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3322

9. Bibliografía consultada

Groves, C.R. 2003. Drafting a conservation blueprint: a practitioner’s guide to planning for

biodiversity. Island Press, Washington, DC.

Redford, K. H., and S. Sanderson. 2000. “Extracting humans from nature.” Conservation Biology

14:1362-1364.

Salafsky, N., R. Margoluis, K.H. Redford, & J. Robinson 2002. “Improving the practice of

conservation: a conceptual framework and research agenda for conservation science.”

Conservation Biology 16 (6), 1469-1479.

Schwartzman, S., A. Moreira, and D. Nepstad. 2000. “Rethinking tropical forest conservation: Perils

in parks.” Conservation Biology 14:1351-1357.

Terborgh, J. 2000. “The fate of tropical forests: a matter of stewardship.” Conservation Biology

14:1358-1361.

Proyecto Andes-Amazonia

Financiado por la Fundación Gordon and Betty Moore

Programa de Política y Ciencias Ambientales – OET

Director: PhD Andrew Chek

Coordinador: Leandro Castaño Betancur

Traducción al español: Jorgelina Brasca

Adaptado: Andrew Chek

Revisores: Andrew Chek y Leandro Castaño

Betancur

Diseño: Liliana Jiménez Bernal

Este documento se basó en el trabajo de Cheryl

Margoluis

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CCoonncceeppttooss CCllaavvee SSoobbrree llaa CCoonnsseerrvvaacciióónn

3333

PPPAAANNNOOORRRAAAMMMAAA GGGEEENNNEEERRRAAALLL::: CCCOOONNNCCCEEEPPPTTTOOOSSS CCCLLLAAAVVVEEE SSSOOOBBBRRREEE LLLAAA

CCCIIIEEENNNCCCIIIAAA DDDEEE LLLAAA CCCOOONNNSSSEEERRRVVVAAACCCIIIÓÓÓNNN

1. ¿Qué es la Ciencia de la Conservación?

En esencia, la conservación de la

naturaleza consiste en asegurar un

conjunto representativo de

biodiversidad y su persistencia a largo

plazo. Comprende una serie de

elecciones: dónde asignar recursos

limitados, tanto en términos de tipo de

actividades como de puntos

geográficos.

Para emprender la conservación, los

planificadores, los responsables de las

políticas, los manejadores y otros

profesionales deben ser conscientes de

algunos conceptos clave de la ciencia

que sirven de base a la conservación.

Entre las consideraciones más

importantes para determinar las

prioridades que apuntan a lograr la

conservación, se encuentran algunos

hechos relacionados con la naturaleza,

su distribución, funcionamiento y

medición.

Este módulo tiene por objeto presentar

un panorama general de algunas de las

consideraciones clave que deben

tenerse en cuenta al establecer

prioridades, evaluar políticas o diseñar

proyectos de conservación.

1.1 Aspectos transversales

Escala. En toda la naturaleza se

encuentran diferencias de escala.

Dichas diferencias pueden tener un

papel importante en la determinación

de cómo fijar las prioridades.

Espacialmente, la escala afecta el

centro de atención geográfico. Por

ejemplo, podemos concentrarnos en el

ecosistema de una laguna o en el del

océano Pacífico.

La escala temporal también influye en

el centro de atención. El período de

vida de un insecto puede contarse en

días, mientras que el de un mamífero de

gran tamaño puede contarse en

décadas y el de un árbol, en cientos de

años. Una persona que trabaja con

insectos generalmente tiene un plan

temporal y espacial muy diferente del

de quien se dedica a los mamíferos de

gran tamaño.

Page 34: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

AAddaappttaaddoo ddee CChheerryyll MMaarrggoolluuiiss

3344

La escala también es importante por

cuanto las especies diferentes tienen

distintos requerimientos espaciales. Por

ejemplo, para algunas especies, un

área pequeña podría representar todo

el hábitat, mientras que para otras

especies, la misma área es simplemente

el hábitat de una población de la

especie e, inclusive, sólo parte del área

por la que se desplazan en un solo día.

Por último, debido a que la naturaleza

consiste en sistemas conectados, los

impactos a una escala determinada

pueden tener implicancias en todo el

sistema. Por ejemplo, es claro que talar

un solo árbol en un bosque es muy

distinto de talar 1.000 árboles; pero los

impactos de tales intervenciones

dependen enormemente de la escala

del ecosistema: por ejemplo, el

ecosistema ¿contiene 10.000 o 1.000.000

de árboles en total? La realidad nos

dice que cualquier cambio produce un

efecto a alguna escala. En la

conservación y el manejo, resulta

significativa la reflexión acerca de

determinar la importancia relativa o el

impacto de dicho efecto.

Sistemas. El concepto de un sistema

interrelacionado se encuentra en toda

la naturaleza.

La cadena alimentaria es quizás el

ejemplo más conocido de dicho

sistema, donde cada uno de los

componentes de la cadena está

vinculado a varios otros componentes.

Un cambio en una especie puede

afectar potencialmente a muchas

otras. Por ejemplo, en el noroeste del

Pacífico, en las costas de los Estados

Unidos, los cambios sufridos por las

poblaciones de estrellas de mar (Pisaster

ochraceus) afectan en gran medida los

niveles poblacionales de una especie

de mejillón, Mytilus californicus. La

estrella de mar es un depredador del

mejillón; cuando los niveles de la estrella

de mar son bajos, el mejillón desplaza

por competencia a todos los otros

macroinvertebrados intermareales, lo

que reduce la biodiversidad del

ecosistema. En ecosistemas tropicales,

donde los depredadores superiores,

como los jaguares, los pumas y el águila

harpía, fueron exterminados por los

cazadores, los mamíferos de tamaño

mediano, como los agutíes, los coatíes,

los perezosos y los monos aulladores,

tienen niveles poblacionales mucho

más altos que en las áreas donde están

presentes los depredadores superiores.

Tales cambios en los niveles

poblacionales pueden tener efectos

cascada: por ejemplo, la extracción de

un depredador superior y el

consiguiente aumento en la cantidad

de mamíferos de tamaño mediano,

como los herbívoros, puede

afectar enormemente las

poblaciones vegetales.

Las relaciones entre las partes de un

sistema biológico pueden ser

extraordinariamente complejas. La

comprensión del modo en que un

sistema responderá a distintas escalas

espaciales y temporales se hace más

difícil a medida que la cantidad de

elementos y, por ende, las relaciones,

aumentan. Es un desafío aún mayor si

consideramos que la ciencia no

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CCoonncceeppttooss CCllaavvee SSoobbrree llaa CCoonnsseerrvvaacciióónn

3355

dispone de un conocimiento acabado

de todas las especies. Ambos factores

se dan en las regiones tropicales, donde

se encuentra la mayor concentración

de las especies del planeta, la mayoría

de las cuales todavía no han sido

descriptas científicamente.

Consideraciones específicas

Biodiversidad

La biodiversidad existe en todos los

niveles

En el meollo de la conservación

yace el concepto de

biodiversidad, o diversidad

biológica.

Definida en términos simples, es la

variedad que se encuentra en la

naturaleza, desde los ecosistemas

hasta los genes.

Los genes son los elementos de

información que codifican partes de un

organismo – la colección específica de

genes y su número y disposición es

fundamentalmente lo que hace a una

araña distinta de un murciélago o de

una flor o de un tiburón. Pero existe

cierta variación genética incluso dentro

de los individuos. Esta variación,

transportada como un conjunto

disperso en todos los individuos que

componen una población de una

especie, es la materia prima para la

adaptación, de generación en

generación, ante condiciones

cambiantes –un reservorio adaptativo

que se mantiene lleno y se renueva a

través de los procesos naturales de

mutación.

Las especies están conformadas por

poblaciones de individuos. Las especies

son la unidad más común que se usa en

conservación. Son siempre

genéticamente diferentes entre sí hasta

cierto punto, generalmente porque

están aisladas de otros tipos similares en

lo que respecta a la reproducción. Por

ejemplo, las ballenas no pueden

aparearse con las algas marinas,

algunas especies de ballenas podrían

aparearse entre sí, desde el punto de

vista físico, pero no producirían crías con

vida; otras especies muy emparentadas

no se aparean, aun cuando ello es

fisiológicamente posible. Estas barreras

reproductivas ayudan a definir las

especies y crean la divergencia entre

ellas a través del proceso gradual de

mutación genética, adaptación y

deriva genética de sus grupos de genes

aislados.

Los ecosistemas son grupos de especies

que interactúan y los componentes

físicos y químicos de los que ellas

dependen. Generalmente, nos

referimos a ellos como si fueran sistemas

cerrados con límites precisos: por

ejemplo, nos podríamos referir al

ecosistema de un lago o de un bosque.

Si bien esto ayuda a definirlo y a

describir los componentes más

importantes que nos interesan, es

necesario recordar que las especies y

los elementos pueden traspasar estos

límites, y de hecho lo hacen. Por

ejemplo, el agua y el carbono ingresan

y egresan de un bosque, como lo

hacen algunos pájaros, mamíferos,

insectos, semillas y el polen, entre otros

componentes. Los flujos de materia y

Page 36: Cartilla técnica para el manejo de áreas protegidas OET

AAddaappttaaddoo ddee CChheerryyll MMaarrggoolluuiiss

3366

energía de este tipo dentro de un

ecosistema y entre ecosistemas se

denominan procesos del ecosistema y

constituyen las conexiones

enormemente importantes que hacen

que el ecosistema sea un sistema y no

un simple grupo de organismos. Para

más detalles sobre los procesos del

ecosistema, ver el Cuadro 2.

2. Biodiversidad desconocida

Muchos grupos son apenas conocidos,

en términos de descripción básica y de

función. Los biólogos identificaron y

describieron alrededor de 1.700.000

especies, pero cada año se identifican

aproximadamente 20.000 nuevas

especies. Solo una pequeña fracción

de estas nuevas especies fue estudiada

en detalle.

Las estimaciones actuales del número

total de especies que existen sobre la

Tierra oscilan entre 3 millones y 100

millones, y los cálculos más aproximados

señalan entre 10 y 14 millones. Estas

estimaciones varían ampliamente

porque se basan en evidencia

incompleta o indirecta.

Históricamente, la ciencia se concentró

en la macro fauna y en la macro flora

(por ej., aves, mamíferos, árboles) que

en general son más fáciles de encontrar

y de estudiar; sin embargo, aún es

imposible conocer con exactitud la

distribución de todas estas especies en

un momento determinado. La mayoría

de las especies son pequeñas (como los

insectos); éstas también representan la

amplia mayoría de las especies no

descriptas hasta el momento.

El ritmo al que se descubren las nuevas

especies, el conocimiento sobre el

número promedio de especies nuevas

encontradas cuando se estudian

nuevos sitios y el número de sitios que

resta evaluar sistemáticamente, todo se

combina para brindar estimaciones del

número real de especies que se

encuentran sobre el planeta. Aun si se

consideran las especies ya descriptas,

su cantidad total y el conocimiento

insuficiente que tenemos sobre muchas

de ellas –su papel y sus interacciones–

resulta difícil predecir cómo

responderán a los cambios los

ecosistemas de los cuales ellas son

parte. Es como si en la naturaleza

tuviéramos una enormemente compleja

serie de máquinas interconectadas y le

hubiéramos dado nombre solamente a

un pequeño porcentaje de las partes,

mucho menos a su función; el resto de

las partes podemos inferirlo pero no

tenemos idea de lo que hacen y a qué

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CCoonncceeppttooss CCllaavvee SSoobbrree llaa CCoonnsseerrvvaacciióónn

3377

están conectadas. Así, en muchos

casos, nos vemos obligados a usar

estimaciones y sustituciones al

establecer las prioridades o al planificar,

incluso al investigar, los efectos del

cambio en el ecosistema.

Las mediciones de la biodiversidad

están fundamentalmente vinculadas a

las dimensiones temporales y espaciales

y a las escalas. Por ejemplo, se puede

hablar de la cantidad de especies que

hay en un determinado árbol, en la

cima de una montaña, en un lago, país

o región; todos estos lugares implican un

área definida y un momento (por

ejemplo, otoño, la corriente de El Niño

de 1983, el período Jurásico tardío).

No hay una sola forma de medir la

biodiversidad. Las diferentes mediciones

destacan las distintas características de

la biodiversidad. La cantidad o la

riqueza de las especies en un área

determinada es un índice importante

de la biodiversidad de cualquier

espacio dado, aun cuando no logre

captar características tales como la

abundancia relativa que cada una de

las especies presenta. Un área que

tuviera tres especies, con una

proporción numérica similar (33% cada

una) tendría la misma riqueza de

especies que una en la cual las

proporciones fueran (98, 1, 1%) pero

tendría muy distinta uniformidad

(abundancia relativa).

La riqueza continúa siendo el índice más

común de biodiversidad porque es la

información más fácil de recoger.

Existen diversos niveles de riqueza por

considerar, que están ligados a la

escala espacial.

La biodiversidad alfa es equivalente a la

riqueza de especies de un área

definida. La diversidad beta se refiere al

cambio en la diversidad alfa a lo largo

de un gradiente ambiental: el número

de especies nuevas que se incorpora a

medida que se van agregando nuevos

ecosistemas. Por ejemplo, si se

encuentran especies completamente

diferentes en dos ecosistemas

adyacentes, la diversidad beta es

considerada alta. La diversidad beta se

usa comúnmente en el desarrollo de

áreas protegidas con el siguiente

criterio: cuanto más alta la diversidad

beta, más especies pueden protegerse

por unidad de área.

Las áreas protegidas que contienen

gradientes altitudinales generalmente

tienen alta diversidad beta. Finalmente,

la diversidad gama se refiere a la

riqueza de especies a una escala

regional o mayor. La diversidad gama

es considerada comúnmente como la

suma de la diversidad alfa y de la beta.

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3388

3. Aspectos importantes en la diversidad

3.1 Genes, especies y

ecosistemas

El nivel de biodiversidad en el que nos

concentramos influye en nuestras

prioridades. Por ejemplo, en agricultura,

al tratar la conservación de cultivos

alimenticios, el foco de atención está

puesto a menudo en la genética.

La mayoría de las organizaciones

conservacionistas, sin embargo, siempre

se concentraron en las especies; por lo

tanto, las especies actúan como

representantes de todo el sistema.

Tradicionalmente, debido a la relativa

facilidad para recoger datos sobre la

presencia individual de especies, la

mayor parte de los planes de

conservación ha considerado el patrón

de la biodiversidad en el espacio y en el

tiempo.

No obstante, a medida que se van

adquiriendo mayores conocimientos

sobre la naturaleza interconectada de

los ecosistemas y la necesidad de

conservar todo el sistema, muchos

científicos incluyen procesos (corrientes

de agua, ciclado de nutrientes,

regímenes de fuego) que son inherentes

a los ecosistemas a diferentes escalas, o

usan una combinación de mediciones a

nivel de especies y de ecosistemas.

Este artículo de base refleja el mayor

énfasis que se pone actualmente en los

patrones; de todos modos es

aconsejable remitirse al Cuadro 2 para

mayor información sobre el papel de los

procesos del ecosistema.

3.2 Especies particulares

dentro de los ecosistemas

Al considerar la diversidad, también es

importante tener en cuenta los distintos

tipos de especies presentes, ya que

ciertas especies a menudo son

consideradas más importantes que

otras a los fines de planificar la

conservación. Existe una variedad de

términos para describir el papel

funcional de distintas especies en un

ecosistema.

Las especies clave, por ejemplo, son

consideradas desproporcionadamente

importantes para el

mantenimiento y el equilibrio de

la integridad de la comunidad. Por

lo tanto, los planificadores de la

conservación pueden poner énfasis en

el manejo de una especie determinada

por sobre otras, como las nutrias marinas

en el ecosistema del océano Pacífico,

ya que han demostrado tener un efecto

significativo no sólo sobre sus presas,

sino también sobre la biomasa de

plantas marinas.

Los planificadores también pueden

concentrarse en las especies paraguas:

aquellas que, al ser protegidas, se

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3399

considera que brindan protección a un

gran número de especies coexistentes.

Por ejemplo, los planificadores de la

conservación en Florida apuntan a

proteger el oso negro para, a la vez,

brindar protección a aquellas especies

que están “debajo de su paraguas”,

como las urracas de matorrales, la

serpiente índigo y una variedad de

especies de halcones.

Las especies ingenieras del ecosistema

son aquellas que tienen una influencia

de gran alcance en su hábitat, que

modifican la diversidad local de la flora

y de la fauna, como el castor (Castor

canadensis). También podemos

describir especies según su estatus de

distribución. Por ejemplo, las especies

endémicas –aquellas que son nativas y

están confinadas a una determinada

región– pueden constituir una alta

prioridad para los esfuerzos de

conservación, porque su restringida

distribución significa que pueden tener

una mayor posibilidad de extinguirse.

Existen designaciones adicionales que

pueden ser útiles para los profesionales

de la conservación, que no son ni

funcionales ni geográficas. Las especies

bandera son especies carismáticas que

seducen al público y tienen

características que las convierten en

buenos símbolos a través de los cuales

se pueden dar a conocer problemas de

conservación: el oso panda es uno de

los mejores ejemplos conocidos. Es

importante destacar que las

definiciones antes mencionadas no se

excluyen mutuamente. Por ejemplo, los

casuarios (ratites) son especies clave

endémicas de Papúa Nueva Guinea y

Queensland del Norte.

Cuadro 1. Dónde y cómo preservar

Las distintas prioridades y los diferentes abordajes de las organizaciones conservacionistas

pueden llevar a la confusión. Algunas organizaciones tienen focos de interés específicos,

como una especie o una ubicación geográfica que están tratando de preservar, mientras

que otras tienen un mandato de conservación más general. Dada la multitud de

organizaciones conservacionistas que existen, puede ser difícil comprender las diferencias

que hay entre ellas. En un artículo recientemente publicado en Conservation Biology,

Redford et al. (2003) evaluaron los enfoques y las prioridades de conservación más

importantes de las organizaciones conservacionistas. Los autores encontraron que de las 13

instituciones que estudiaron, 12 se centraban en la ubicación geográfica de los esfuerzos de

conservación; en otras palabras, en dónde conservar. Entre ellas se encontraban: Global

200 de WWF, Hotspots de Conservation Internacional, las áreas tropicales más importantes

de vida silvestre y una amplia definición de prioridades. Nueve organizaciones trataban

cómo conservar, lo que incluía la conservación de sitios críticos, conservación de

ecorregiones, un enfoque del paisaje y la conservación del sitio. Algunas organizaciones

trataban los dos enfoques: dónde y cómo conservar, como la Fundación Africana de Vida

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4400

Silvestre (AWF por su nombre en inglés), el Fondo Mundial para la Naturaleza (World Wildlife

Fund - WWF), Conservación Internacional (Conservation International, CI), la Sociedad para

la Conservación de la Flora y la Fauna (Wildlife Conservation Society -WCS), The Nature

Conservancy (TNC), e English Nature. Las diferencias entre los centros de atención que cada

organización elige son, en gran medida, un reflejo de los aspectos de biodiversidad en los

que ponen énfasis y sus convicciones acerca de la mejor estrategia para preservar la mayor

biodiversidad o la biodiversidad “más importante” o la “más representativa” o la “más

amenazada”. Por ejemplo, Conservación Internacional tiene como fin preservar áreas de

alta riqueza de especies, de alto endemismo de especies y muy amenazadas por la

actividad humana; en consecuencia, ha priorizado sus esfuerzos de conservación según los

puntos calientes (hotspots) para especies de varios grupos importantes (plantas, ranas, aves,

etc.). Por otro lado, el WWF se concentra en áreas de “niveles excepcionales de

biodiversidad”, los que definen como aquellos que tienen un alto número de especies, altas

tasas de endemismo, o aquellos con fenómenos inusuales o evolutivos. Esta diferencia en sus

objetivos influye en sus prioridades y, por lo tanto, en el modo de generar proyectos de

conservación en todo el mundo.

4. Distribución

4.1 Tiempo

La biodiversidad puede considerarse a

distintas escalas temporales. Por

ejemplo, en el transcurso de un año, las

poblaciones de una especie en un área

determinada pueden fluctuar en

tamaño debido a la migración.

A escalas temporales más amplias, un

área puede cambiar su composición en

forma natural, como por ejemplo

cuando una zona recientemente

quemada es colonizada por malezas y

gradualmente, a través de la sucesión,

se desarrolla hasta llegar a ser un

bosque maduro. En períodos más

prolongados, o en “tiempo evolutivo”

(generalmente de miles a millones de

años), evolucionan nuevas especies y

otras se extinguen poco a poco, lo que

altera una vez más la composición de la

biodiversidad en un lugar determinado.

En efecto, se cree que el 99% de las

especies que alguna vez habitaron la

Tierra durante los últimos 20 mil millones

de años se encuentran extinguidas en el

presente.

Es importante tener en cuenta que la

extinción es un proceso natural a cierta

tasa de fondo, pero las tasas actuales

son mucho más elevadas de lo que

habrían sido de no haber mediado el

impacto humano. Por lo general, las

especies de un ecosistema se han

adaptado a la velocidad, la extensión y

la intensidad de los cambios naturales.

La alteración artificial de estos

parámetros, especialmente cuando ello

ocurre rápidamente comparado con el

ritmo natural de cambio, como llevar

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4411

repentinamente a la extinción a una o

más especies, cambiar los cursos de

agua, extraer una cobertura arbórea

importante, cosechar un gran número

de frutos o introducir una nueva especie

(exótica), puede tener consecuencias

significativas, incluso drásticas e

irreversibles, para el sistema.

4.2 La variación geográfica

en la diversidad

Es necesario que los profesionales de la

conservación sean conscientes de la

variación geográfica de la diversidad

en la naturaleza y de las implicancias

de dicha variación. Algunas áreas

tienen más especies que otras. En

algunos casos, se trata simplemente de

una función del tamaño: manteniendo

el resto de los factores constante, un

área de mayor tamaño significa en

general mayor cantidad de especies,

simplemente porque hay más cambios

en factores físicos como los suelos, el

agua, el clima, lo que a su vez tiene

influencia sobre qué especies se dan en

dicha área. Pero, si mantenemos el

área constante, ciertas áreas

naturalmente albergan un mayor

número de especies. Por ejemplo, las

islas generalmente tienen un número

mayor de especies por unidad de área

debido a procesos evolutivos ligados a

su aislamiento.

Del mismo modo, algunas áreas que

están a ciertas latitudes contienen más

especies; en efecto, existe un gradiente

de biodiversidad que va desde niveles

más bajos alrededor de los polos

terrestres a niveles pico en los trópicos.

Los bosques tropicales son los mejores

ejemplos de áreas de alta

biodiversidad. En general, contienen

mayor cantidad de especies de todos

los tipos de organismos más importantes

(por ej., aves, mamíferos, anfibios,

peces, insectos y plantas) que en las

áreas templadas. Solamente

representan el 6% de la superficie

terrestre, pero albergan más de la mitad

de las especies conocidas en el mundo.

Por ejemplo, Groenlandia contiene 56

especies de aves nidificantes, el estado

de Nueva York, 105; Guatemala, 469 y

Colombia, 1.395. Aproximadamente el

30% de las 9.040 especies de aves del

mundo se encuentran en la cuenca

amazónica y otro 16% en Indonesia.

4.3 Especies raras

Al explorar las distribuciones

geográficas, es importante considerar

las especies raras. Es otro término que

está naturalmente ligado a la escala.

Algunas especies se concentran en un

área, mientras que otras son raras en un

área pero abundantes cuando se

considera una escala más grande. De

este modo, podemos hablar de

combinaciones como “raras a nivel

mundial pero abundantes a nivel local”,

o lo contrario, “raras localmente, pero

abundantes a nivel mundial”.

La manera en que se distribuye una

especie puede afectar su

supervivencia. Por ejemplo, las especies

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4422

endémicas son naturalmente más

susceptibles a la extinción, en particular

si sus poblaciones son pequeñas,

debido a que las presiones que sufren

(p. ej., degradación o destrucción del

hábitat) tienen un impacto

desproporcionado. Las que están más

dispersas o tienen poblaciones más

grandes generalmente corren menor

riesgo de extinción a causa de un solo

hecho catastrófico. Por ejemplo, si una

especie de árbol se encuentra en todo

el Amazonas, es menos probable que se

extinga a partir de un incendio a

pequeña escala que si se encontrara

solamente en un único parche de un

bosque de unas pocas hectáreas.

4.4 Superposición de

patrones de diversidad

Pero también es importante destacar

que no es solo el número de especies

que difiere entre áreas, sino las especies

mismas. Los osos polares se encuentran

en el Ártico, los monos araña se

encuentran en los trópicos. Si estamos

interesados en preservar los osos

polares, el centro de atención

geográfico es necesariamente diferente

del de quien se encuentra trabajando

con los monos arañas. Este aspecto es

importante cuando se trabaja a una

escala menor, ya que las áreas que

consideramos homogéneas a menudo

contienen distintos parches de

diversidad, los que pueden diferir para

distintos grupos.

La selva amazónica, por ejemplo, tiene

diferentes patrones de máximo

endemismo de especies de aves que

de mariposas. Este tipo de información

es de importancia crítica para la

ubicación de áreas protegidas. Las

restricciones sobre los recursos

disponibles para la conservación a

menudo significan tener que elegir un

área y no otra; por lo tanto, los patrones

de superposición y los datos

subyacentes sobre la distribución de

especies constituyen la información

biológica más importante para los

esfuerzos de conservación.

4.5 Bordes y límites

Al pensar en patrones de superposición

y en la planificación de la conservación

es importante recordar que a menudo

es muy difícil marcar una línea definida

donde termina un ecosistema y

comienza otro. Las distribuciones de las

especies suelen cambiar a lo largo de

un gradiente en combinación con los

cambios en las propiedades físicas

subyacentes de un lugar (por ej., los

suelos, el agua, la luz solar, la

temperatura). De acuerdo con esto,

aunque hablemos de los ecosistemas

como grupos de especies distintos que

no se superponen, la realidad es que a

menudo tienen límites indefinidos y

comparten algunas especies entre sí.

Algunos límites de los ecosistemas

parecen tener un borde relativamente

bien definido, o rígido, como el que se

encuentra entre un bosque y un

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4433

campo. Algunas especies hasta

explotan preferentemente dichos

márgenes y es común encontrar mayor

riqueza de especies allí, ya que las

especies de ecosistemas adyacentes se

superponen, a menudo en busca de

alimento. La mayoría de estas especies

no son especialistas de borde y

pertenecen a los ecosistemas

adyacentes más importantes,

representados en este ejemplo por el

bosque o el campo.

En el caso de los bosques, los bordes

pueden caracterizarse por mayor

exposición al viento, posiblemente

mayor depredación, diferencias en la

luz y la humedad, entre otros. Estos

efectos pueden llegar hasta bien

adentro del bosque (por ej., > 100 m). En

este caso, parches muy pequeños de

bosque, como un cuadrado de 200 m

de lado, realmente no tendrían área

interior libre de efectos de margen. A

causa de una mayor fragmentación del

bosque (por ej., debido a la

construcción de caminos y a

actividades agrícolas) la proporción de

borde a espacio interior aumenta

drásticamente. Esto es importante

porque la mayoría de las especies de

un bosque son las denominadas

especies del interior del bosque y

parecen evitar las condiciones

generadas por los bordes.

Hay bordes o límites que son evidentes

para el hombre, como las líneas de un

mapa, pero con frecuencia, incluso

generalmente, no significan nada para

los animales o las plantas. Por ejemplo,

aunque el Parque Nacional Serengeti

tiene bordes definidos para el hombre,

los leones se desplazan dentro y fuera

de los límites del parque. De acuerdo a

esto, los planificadores de la

conservación deben tener muy en

cuenta el contexto externo de un área

protegida, especialmente qué

actividades humanas se desarrollan allí

o lo harán en el futuro.

5. Fragmentación del hábitat en parches

Otra característica importante de la

naturaleza que se debe considerar en la

planificación de la conservación es la

fragmentación en parches. Las

condiciones ambientales no son

uniformes en todo el paisaje. Por

ejemplo, hasta un bosque continuo se

compone de áreas con diferente

altitud, suelos, drenaje, luz solar y

exposición al viento. Estas diferencias

influyen sobre qué plantas y qué

animales utilizan distintas áreas, ya que

cada especie tiene preferencia por una

combinación o un parche de hábitat

especial. Los parches existen a distintas

escalas, como así también a distintos

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4444

“granos”: para un jaguar que ve al

mundo en grano grueso, un lago del

bosque podría ser un lugar para tomar

agua en algunos momentos, ya que se

desplaza varios kilómetros en el día,

mientras que para una rana y su visión a

menor grano, el lago puede ser el lugar

donde pasa toda su vida. En este

paisaje de parches de distintas escalas

y granos, cada especie puede estar

distribuida localmente como una

metapoblación, o varias poblaciones

más pequeñas, conectadas por el

intercambio de individuos que se

desplazan entre ellas. Este movimiento

suele ser importante para la persistencia

de poblaciones de individuos. Brinda

una combinación de material genético,

lo que es importante para la

adaptación. Además, puede minimizar

el impacto de eventos fortuitos sobre

una población cualquiera –por ej., el

nacimiento de cría compuesta de todos

machos – por el intercambio con otras

poblaciones. De acuerdo con esto, los

esfuerzos de conservación deben incluir

no solo los parches favorecidos por una

especie dada, sino también la conexión

de corredores existentes entre ellos. La

conectividad es particularmente

importante para las especies que

poseen grandes áreas de acción,

poblaciones dispersas o hábitos

migratorios (por ej., muchos

depredadores de gran tamaño, aves,

algunos insectos). En los últimos años se

ha convertido en un aspecto

importante de la planificación en

conservación a todas las escalas

espaciales.

6. Área y aislamiento

6.1 Islas y especies

La distancia entre las poblaciones

puede afectar su tamaño, estructura y

función. Mucha información que

tenemos acerca de las relaciones

especie-área deriva de observaciones

acerca de cómo colonizan,

evolucionan y se extinguen en las islas

las poblaciones de plantas y animales.

Si bien se arribó a las conclusiones

originales a partir de información

basada en islas de tierra en el agua, la

información también se puede aplicar a

todas las poblaciones que están

separadas (por ejemplo, las de las

cimas de las montañas o las que están

en claros separados que reciben luz

solar en un dosel de bosque que, de

otra forma, sería continuo). Esta

aplicabilidad más amplia de la teoría y

de la observación es lo que las hace

tan valiosas para la conservación en la

actualidad. A medida que el paisaje se

continúa fragmentando, estos

pequeños hábitats que quedan se

convierten en islas separadas de otros

hábitats similares, por ejemplo, por un

camino o un campo de cultivo. En

muchos países, las áreas protegidas

cada vez funcionan más como islas de

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4455

hábitat natural rodeadas de “mares” de

tierra cuyo uso fue convertido a

producción agrícola, al desarrollo

urbano o que fueron seccionadas por la

infraestructura del transporte. La teoría

de la biogeografía de islas, como se

conoce esa parte del conocimiento,

ayuda en la actualidad a los

planificadores a manejar estos

fragmentos y a comprender la

dinámica y las trayectorias de las

poblaciones que se encuentran dentro

de ellos y cómo el área y el tamaño

pueden afectarlos.

Algunas de las principales lecciones

aprendidas de las islas que se dan

naturalmente son:

El número de especies disminuirá

con el aumento del aislamiento; en

otras palabras, las islas que están más

alejadas de la tierra principal, o de la

población principal, tendrán menos

especies.

Las islas más grandes contienen y

sustentan más especies, en parte

porque contienen más tipos de hábitats

y más poblaciones.

El endemismo es más común en

islas más remotas y dentro de grupos

con dispersión menos importante.

Estas lecciones aportan algunos

lineamientos principales para la

creación y el mantenimiento de áreas

protegidas. Por ejemplo, las especies

tienen menos posibilidades de

extinguirse en áreas protegidas más

grandes o en aquellas áreas que están

conectadas o más cerca de áreas de

recolonización que aquellas especies

que están en áreas pequeñas y muy

aisladas.

Las islas naturales suelen contener un

alto nivel de biodiversidad que

evolucionó durante miles de millones de

años. Una compleja combinación de

aislamiento y contingencia histórica hizo

de estas áreas puntos calientes

(hotspots) de innovación adaptativa,

con frecuencia porque la primera

especie colonizadora que llegó a

nuevas islas encontró muchos roles

ecológicos vacantes, o nichos, y con el

tiempo se ocuparon por medio de la

radiación adaptativa. Como la

colonización o la dispersión desde las

islas es limitada y como las especies de

islas se adaptaron siempre a las

condiciones particulares que

encontraban allí, las islas tienden a

tener un alto porcentaje de especies

endémicas.

Se pueden apreciar ejemplos de este

tipo en Indonesia, Madagascar y Hawai.

Solo Madagascar tiene entre 8.000 y

12.000 especies vegetales en la isla, de

las cuales el 80% se cree que son

endémicas, es decir, que no existen en

ninguna otra parte del planeta. La

biodiversidad de las islas tiende a estar

bajo mayores amenazas que sus pares

del continente; una razón importante es

que las poblaciones de las islas suelen

estar limitadas en su capacidad de

escapar de las amenazas y a menudo

no hay otras poblaciones que puedan

recolonizar un área donde se produjo la

pérdida de una especie.

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4466

7. Relaciones entre especies

7.1 No linealidad, umbrales

y otros efectos

La naturaleza interrelacionada de un

ecosistema significa que, al manejarlo,

puede darse una cantidad de efectos

indirectos. Los efectos cascada son

aquellos que caen como catarata a

través de más de un nivel trófico. Por

ejemplo, en una serie de islas de

Venezuela donde no había presencia

de depredadores de vertebrados, se

encontraron mayores densidades de

roedores, monos, iguanas y hormigas

cortadoras de hojas (10 a 100 veces

más que en el territorio continental

cercano). Este aumento creó efectos

cascada sobre la vegetación de las

islas, que resultó en una reducida

densidad de renovales y plántulas de

los árboles que componen el dosel.

Los ecosistemas también pueden

cambiar debido a efectos

acumulativos: efectos generados como

resultado de diversas cuestiones,

posiblemente separadas. Por ejemplo,

los cambios que están teniendo lugar

en el ecosistema ártico, como los del

nivel del hielo, no se atribuyen a una

sola causa, sino a un cambio climático,

a químicos tóxicos, a la radiación UV-B,

a la sobreexplotación de los recursos, a

la explotación de recursos no

renovables, a la construcción de

represas y los cambios en el curso

superior de los ríos y a actividades que

se desarrollan fuera de la zona ártica.

Además, los efectos individuales

pueden tener, a su vez, efectos

sinérgicos o que interactúan, lo que

dificulta aún más la búsqueda del

origen de los cambios. En los

ecosistemas también hay desfases

espaciales y temporales. Por esta razón,

puede ser difícil percibir los impactos

directos que tienen nuestras acciones.

Un buen ejemplo de este desfase

puede apreciarse en las plantas de

flores que dependen de la polinización,

cuando disminuye el número de

polinizadores. Muchas poblaciones de

especies polinizadoras están declinando

debido a la exposición a pesticidas.

Dichas disminuciones a menudo

también generan disminuciones en las

poblaciones de plantas que dependen

de estas especies, pero estos

cambios se suelen observar

luego de un retardo temporal.

La Unión Mundial para la Naturaleza

(World Conservation Union) predice que

20.000 especies de plantas con flores

desaparecerán en las próximas

décadas, en parte debido a las

disminuciones en las poblaciones de

polinizadores. Por esta razón, los

esfuerzos para preservar las plantas

también tienen que incluir las amenazas

a las especies polinizadoras. Por

ejemplo, un estudio sobre la disminución

de las especies de muérdago, llevado a

cabo en Nueva Zelanda, recomendó

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CCoonncceeppttooss CCllaavvee SSoobbrree llaa CCoonnsseerrvvaacciióónn

4477

que los esfuerzos de conservación

incluyan el mantenimiento de

poblaciones nativas de aves.

Los ecosistemas también pueden tener

umbrales, o condiciones más allá de las

cuales se pueden producir cambios

dramáticos y abruptos o repentinos en

el sistema y en la forma en que

funciona. Por ejemplo, científicos

encontraron que en el noroeste de

Zimbabue no existía una relación entre

la densidad del asentamiento humano

y la densidad de la población de

elefantes, hasta que la densidad de la

población humana llegó a 16 personas

por km2. Al llegar a ese umbral, las

poblaciones de elefantes

desaparecieron. Al parecer, en ese

punto, las poblaciones de elefantes se

vuelven muy fragmentadas y sus

hábitats no pueden incluir el área de

acción de la manada de cría. Por ende,

los elefantes generalmente abandonan

el área completamente, la que se

convierte en paisaje dominado por el

hombre.

Entre otros ejemplos, se encuentran las

masas de algas, cuando una

concentración de nutrientes en su

umbral (a menudo por la escorrentía

agrícola) resulta en un repentino

crecimiento de algas que pueden

consumir el oxígeno del agua y matar a

otros organismos (por ej., peces) o el

colapso de poblaciones de peces

donde los adultos reproductores

disminuyen por debajo de un nivel

mínimo para sostener a una población y

esta cae vertiginosamente. Un efecto

umbral es un ejemplo de una relación

no lineal. Son comunes en ecología y se

refieren al caso general en que la

relación entre dos factores no cambia

en forma constante y proporcional a

como varía cada uno.

Cuadro 2. Procesos del ecosistema

Tradicionalmente, una gran parte de la planificación de la biodiversidad se ha dedicado al

patrón, a la existencia de especies, de poblaciones o de ecosistemas en el paisaje en un

momento dado. Estos elementos generalmente son los más fáciles de medir, tales como

ubicar una especie de ave determinada como parte de la evaluación de la biodiversidad

de un sitio, o la interpretación de imágenes de teledetección para obtener una idea de la

composición vegetal. Como resultado, el patrón ha sido el centro de atención dominante

en la planificación y en las bases de datos de conservación. En efecto, gran parte de este

artículo de base se centra en elementos de patrón. A menudo es más difícil y lleva más

tiempo –y por lo tanto se lo hace menos– la evaluación de los flujos con los ecosistemas que

componen los procesos que dan vida, que sustentan y que hacen del ecosistema un

sistema de partes interactivas. Los procesos conocidos del ecosistema incluyen el ciclado

de nutrientes, los ciclados hidrológicos (del agua a través del suelo y de organismos que

interactúan con ambos elementos –doseles de los árboles, sistemas digestivos– antes de ser

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4488

devueltos a la atmósfera), secuestro de carbono (el consumo de dióxido de carbono por

parte de las plantas y el almacenamiento de moléculas de carbono).

Otros procesos importantes, pero que reciben menor atención, incluyen la polinización de

las flores, la dispersión de semillas y la formación del suelo. Los procesos del ecosistema en

general van más allá e incluyen características de los sistemas naturales, como las

inundaciones o los incendios, que influyen en qué especies pueden darse naturalmente allí

y a menudo cuáles pueden prosperar gracias a adaptaciones específicas a estos procesos.

Las consideraciones clave para la conservación y el manejo son cómo estos procesos, entre

otros, se ven afectados por la presencia, la abundancia y la distribución de las especies en

un lugar y un momento dados. Por ejemplo, diversas plantas tienen distinta habilidad para

secuestrar carbono; distintas coberturas vegetales pueden influir en la cantidad y la

ubicación de las lluvias, en cuánta erosión se da y en la extensión de la inundación. La

consideración de los procesos, cómo las especies los afectan, cómo los cambios en los

procesos se afectan entre sí y a las especies en reacciones en cadena y en cascada

complica enormemente tanto la evaluación como el establecimiento de prioridades en la

conservación. Sin embargo, el reconocimiento de que los ensambles naturales funcionales

de especies incluyen estos procesos difíciles de comprender ha llevado a un énfasis más

reciente en ellos como metas a ser incluidas en la planificación de la conservación y su

ejecución.

Además, durante los últimos 10 a 15 años aumentó el interés en cuáles son los procesos

ecosistémicos que brindan beneficios o servicios a los seres humanos. Si bien las

estimaciones del componente de “servicio” global que tiene la naturaleza ascienden a

billones de dólares por año, muy pocas son reconocidas en los mercados económicos, de

modo que la mayoría de los servicios, como la polinización de árboles frutales de

explotación comercial, permanecen como “procesos”, considerados valiosos pero difíciles

de ser captados por el mercado tradicional. Se brindó más atención en valuar el secuestro

de carbono y el agua (calidad, cantidad, permanencia) y hay muchos ejemplos a

pequeñas escalas de mercados para estos servicios. Un ejemplo son las comunidades que

habitan en las zonas de cursos superiores de los ríos, que negocian la protección de la

cobertura de bosques de una cuenca a cambio del pago por parte de las comunidades

ubicadas en el curso inferior. Con un mayor énfasis puesto en los servicios ecosistémicos

como una razón para involucrarse en actividades conservacionistas, surgió una avalancha

de preguntas que buscan comprender, y de ese modo manejar, los mecanismos que

sostienen estos servicios. Por ejemplo, ¿las plantaciones de baja diversidad son tan buenas

en la provisión de servicios de agua o de captación de carbono como lo son los bosques

naturales? ¿La maximización de la protección del agua incluye la compensación de

ventajas y desventajas de otros servicios y cuál es su importancia? Existe evidencia bien

asentada de que la biodiversidad (medida por la riqueza de especies) puede impactar

positivamente en la provisión de servicios ecosistémicos, aunque no siempre. Las líneas de

investigación más importantes actualmente apuntan a preguntas como: ¿algunas especies

son más importantes que otras en la provisión de servicios? ¿Existen umbrales de cantidad

de especies por debajo de los cuales los servicios disminuyen? Estas preguntas también son

clave para la conservación; el grado en el que los servicios naturales son “mejores” en la

provisión de servicios que los sistemas manejados o los agrícolas agregará más o menos

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CCoonncceeppttooss CCllaavvee SSoobbrree llaa CCoonnsseerrvvaacciióónn

4499

peso al argumento en pro de la conservación de estas áreas en un estado y extensión más

o menos natural. Mientras tanto, los planificadores de la conservación están abocados a

asegurar que en la selección de sitios para la conservación o en el diseño de intervenciones

con el fin de consolidar áreas, se tomen en cuenta los modos en que los organismos están

conectados entre sí, así como que influyan o estén influidos por el paisaje físico a través de

los flujos de materia y energía. La conservación de un individuo, población, especie o

ecosistema en un estado natural inevitablemente significa tener en cuenta estas

conexiones que a menudo están ocultas.

8. Elementos Dinámicos

La mayor parte de los trabajos

realizados en conservación consideró

elementos de patrón; es decir, cómo los

individuos, las poblaciones, las especies

y los ecosistemas están distribuidos en el

tiempo y en el espacio. Sin embargo, se

está dando mayor atención a los

procesos. Algunos de estos procesos se

destacan a continuación. Para más

detalle, ver el Cuadro 2.

8.1 Disturbio

La naturaleza es dinámica, desde los

genes hasta los ecosistemas. Los

cambios en la naturaleza pueden

ocurrir en forma lenta, rápida,

estacional, anual, predecible o

impredecible. Por ejemplo, los cambios

más lentos pueden ser resultado de la

sucesión, un patrón no estacional,

direccional y continuo de extinción y

colonización en un sitio. La sucesión

puede convertir gradualmente un

pastizal en un bosque. También pueden

observarse cambios lentos en el

aspecto genético, por ejemplo en

mutaciones, cuya acumulación y

filtración paulatinas en el tiempo llevar a

cambios dentro y entre especies. Por el

contrario, los cambios muy rápidos

pueden derivarse de disturbios como el

fuego o las inundaciones.

La mayor parte de la flora y de la fauna

en un ecosistema dado se han

adaptado a tales disturbios naturales en

términos de la frecuencia, la escala y la

intensidad del disturbio. Por ejemplo, al

caer un árbol en un bosque tropical, se

abre un gran claro que genera un

espacio abierto que recibe luz solar,

donde las condiciones son diferentes

del área circundante.

Los disturbios naturales a esta escala son

parte del ciclo por el cual se establecen

nuevos árboles. Las estaciones pueden

ser consideradas como disturbios

regulares y periódicos de un tipo –ya

sea divididas en lluviosas y secas o frías y

cálidas– cada una está ligada a

cambios en las condiciones y en los

recursos. La migración es una de las

formas en que las especies se adaptan

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5500

a dichos cambios, simplemente

trasladándose a otros lugares para

aprovechar nuevos recursos. La

alteración de la frecuencia de dichos

cambios, de los momentos en que

suceden, de su ubicación o escala, o

de la forma en que las especies se

acomodan a ellos (por ej., interrupción

de las rutas migratorias) afectará al

ecosistema. De acuerdo con esto, con

frecuencia los conservacionistas tratan

de incorporar los disturbios naturales en

sus planes para un área y de

protegerlos.

8.2

Evolución

La evolución es otro elemento dinámico

de la naturaleza. La evolución puede

definirse de muchas maneras, pero

básicamente es un cambio en las

propiedades de las poblaciones que

trasciende el período de vida de un solo

individuo. Los cambios evolutivos

acumulados, distribuidos entre

diferentes formas, son finalmente

responsables de la biodiversidad que

hoy apreciamos.

La clave de la evolución es la variación

genética dentro de las poblaciones y su

cambio en el tiempo.

Hay cuatro procesos básicos del

cambio evolutivo:

1) La mutación es la fuente de nuevas

variantes genéticas; consiste en una

modificación de una secuencia del

ADN causada por agentes externos o

errores en la replicación de ADN dentro

de un individuo y la subsiguiente

propagación de esa nueva variante en

la población. Las variantes genéticas

podrían afectar cualquier parte de un

organismo a un grado menor o mayor:

por ejemplo, un color, el

comportamiento, estructura o proceso

fisiológico. Otros procesos moldean la

distribución y la persistencia de

variantes genéticas particulares, o

materia prima, generada por la

mutación.

2) La selección natural, o el

procedimiento de supervivencia del

más apto, por el cual nuevas variantes

genéticas que confieren una ventaja

sobre sus portadores sobreviven en

generaciones subsiguientes en mayores

números y, por lo tanto, se reproducen y

dispersan.

3) La deriva genética, o el cambio

aleatorio de la existencia de un gen

particular en una población que resulta

de hechos fortuitos (pequeñas

poblaciones tienden a experimentar

más fluctuaciones fortuitas extremas en

frecuencias de genes debido a la

deriva genética).

4) La migración, el movimiento de

individuos con diferentes variantes

genéticas entre poblaciones. Estas

fuerzas causan cambios en las

frecuencias de las variantes de los

genes en las poblaciones y son

esencialmente el motor de la evolución.

Estos factores significan que es

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5511

imposible predecir la trayectoria de la

evolución en un momento dado. Por

ejemplo, una mutación puede ser

beneficiosa en un ambiente, pero

perjudicial en otro. La única certeza es

que para que ocurran el cambio

evolutivo y la adaptación de los

organismos debe haber variación

genética. Los procesos que disminuyen

la variación tienden a disminuir el

potencial de evolución. Así, los

planificadores de la conservación

tratan de incorporar el potencial de

evolución a las prioridades y a los

diseños: por ej., tratan de mantener la

conectividad natural/la migración entre

poblaciones, lo que ayuda a mantener

la diversidad genética.

8.3 Movimiento

El movimiento también es un

componente dinámico que debe ser

incorporado en la planificación de la

conservación. La migración es una de

las causas más importantes de

movimiento en la naturaleza. Algunos

de los tipos más importantes de

migración incluyen el desplazamiento

de animales:

Norte y sur (latitudinal)

Hacia abajo y hacia arriba de un

accidente geográfico (altitudinal)

Para tener cría (reproductivo)

Durante un cambio de

temporadas (estacional)

La migración brinda un claro ejemplo

de por qué en la planificación de la

conservación es tan importante

conectar parches de hábitat y

mantener todo el hábitat usado por una

población a lo largo de los ciclos de

vida de los individuos (Ver Cuadro 3).

Cuadro 3. Migración de las mariposas monarca

Cada otoño, las poblaciones de la mariposa monarca, Daneaus plexippus, responden a

indicios de temperatura y duración del día, y comienzan su migración para escapar del

clima frío y encontrar plantas nutrientes para las larvas (especies de euforbiáceas). Las

poblaciones que se encuentran al oeste de las Rocosas migran hacia la costa de California,

mientras que las poblaciones que están al este de las montañas migran hacia un bosque de

abeto balsámico 70 millas (112,65 km) al oeste de la ciudad de México. Su viaje puede

llegar hasta 2.000 millas (3.200 km), de mayor distancia que la migración de cualquier otra

mariposa tropical. Cuando están en su hábitat de invierno, los adultos que migran entran en

un estado de descanso (diapausa), lo que les permite esperar a ser sexualmente maduros y

reproducirse cuando vuelve al norte. Pero actualmente este ciclo se ve amenazado por las

actividades de tala en los bosques de abetos de México. La tala no solo destruye su hábitat

sino que también aumenta la temperatura general de los bosques. Las mariposas monarca

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5522

son sensibles a los cambios de temperatura. A 60 grados (F) dejan de volar y entran en

diapausa. Pero si la temperatura es mucho más alta, continuarán volando; así, no entran en

diapausa ni completan su ciclo de vida. Por lo tanto, los planes de conservación dirigidos a

proteger a las mariposas monarca deben asegurar que sus hábitats del norte, del sur y del

área que conecta los hábitats estacionales estén protegidos. Muchas consideraciones de

este tipo son apropiadas para especies de aves que pasan el invierno en los trópicos y se

reproducen en América del Norte o en Europa, o a las tortugas marinas que pueden

nidificar solamente en una o algunas playas y pasan el resto de sus vidas adultas en el mar

9. Bibliografía consultada Primack, R. 2002. Essentials of conservation biology. Sinauer Associates, Inc, MA.

Redford, K.H. et al. 2003. Mapping the Conservation Landscape. Conservation Biology 17(1):116-

131.

Salafsky, N. and R. Margoluis, K. H. Redford, and J. G. Robinson. 2002. Improving the Practice of

Conservation: a Conceptual Framework and Research Agenda for Conservation Science.

Conservation Biology 16(6):1469-1479.

Proyecto Andes-Amazonia

Financiado por la Fundación Gordon and Betty Moore

Programa de Política y Ciencias Ambientales – OET

Director: PhD Andrew Chek

Coordinador: Leandro Castaño Betancur

Traducción al español: Jorgelina Brasca

Adaptado: Andrew Chek

Revisores: Andrew Chek y Leandro Castaño

Betancur

Diseño: Liliana Jiménez Bernal

Este documento se basó en el trabajo de Cheryl

Margoluis

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SSeerrvviicciiooss EEccoossiissttéémmiiccooss

5533

PPPAAANNNOOORRRAAAMMMAAA GGGEEENNNEEERRRAAALLL::: SSSEEERRRVVVIIICCCIIIOOOSSS YYY PPPRRROOOCCCEEESSSOOOSSS DDDEEELLL

EEECCCOOOSSSIIISSSTTTEEEMMMAAA

1. ¿Qué es un ecosistema?

Un ecosistema es un sistema formado

por la interacción de una comunidad

de organismos con su medioambiente

físico. Los límites del ecosistema están

definidos según la escala de interés de

quien lo observa; por ejemplo, la

comunidad de organismos de un solo

árbol muerto caído en descomposición

o la comunidad de organismos de todo

un bosque que contiene árboles en

dicho estado.

En general, podemos afirmar que un

ecosistema está formado por

componentes bióticos, o con vida,

como los herbívoros, los carnívoros o los

productores primarios, así como

componentes abióticos, como la

temperatura, el agua y los compuestos

químicos naturales.

Estos componentes están

interrelacionados; por ende, un cambio

en uno de ellos puede afectar a otros

elementos del sistema. La cadena

alimentaria constituye un buen ejemplo

de la naturaleza interrelacionada de los

ecosistemas. Las cadenas alimentarias

están compuestas de productores,

como las plantas, que convierten la

energía del medioambiente en

biomasa utilizable; consumidores

primarios, como los herbívoros, que

generalmente se alimentan de los

productores; los consumidores

secundarios, como los carnívoros, que

se alimentan de los productores

primarios, y así sucesivamente.

Un ejemplo simple de una cadena

alimentaria se puede apreciar en un

ecosistema de bosque de una isla

venezolana, donde las plantas son los

productores primarios; los roedores, los

monos y las iguanas, los consumidores

primarios, y los jaguares y las serpientes,

los consumidores secundarios. En un

experimento controlado se eliminaron

todos los depredadores de la isla, lo que

condujo a un aumento significativo de

los roedores, los monos y las iguanas, y

luego a una alta disminución de las

plántulas y de los arbustos. Esta

alteración del ecosistema demuestra no

solo la naturaleza interconectada de los

ecosistemas, sino también su efecto

cascada.

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5544

Uno de los procesos clave en los

ecosistemas que funcionan

naturalmente es el ciclado de

materiales, que son utilizados por las

plantas y los animales para funcionar,

crecer y reproducirse. Hay varios ciclos

importantes en un ecosistema: el ciclo

del nitrógeno, del fósforo, del azufre;

pero hay dos de ellos que en la

actualidad son controlados de cerca

por los manejadores de recursos: el ciclo

del carbono y el ciclo hidrológico.

El carbono es mencionado la mayoría

de las veces en su estado gaseoso,

dióxido de carbono (CO2). Se

trata de un gas traza presente en la

atmósfera terrestre, que afecta el

equilibrio de calor al absorber la

radiación infrarroja. La alteración del

ciclo del carbono llevó a un aumento

del CO2 en la atmósfera, lo que

contribuyó al efecto invernadero, un

calentamiento de la Tierra. El ciclo

hidrológico es responsable de destilar y

distribuir la reserva renovable de agua

del planeta. En el presente este es un

tema de notable importancia, ya que el

agua se está tornando un recurso

escaso en todo el planeta y muchas

poblaciones del mundo en desarrollo

tienen solo acceso limitado al agua

potable (ver Cuadro sobre la

ciudad de Nueva York).

CUADRO: Ciudad de Nueva York

En los últimos tiempos, la ciudad de Nueva York aprendió el valor del ciclo hidrológico. En

1990, el gobierno federal proclamó que todos los suministros públicos de agua superficial

deben ser filtrados para quitarles los contaminantes microbianos. Para esta ciudad, eso

significó la construcción de una planta de USD$ 6.000 millones para el filtrado del agua que

fluye desde su cuenca situada al norte del estado. No obstante, en lugar de crear la planta,

la ciudad decidió proteger la cuenca –ubicada en las montañas Catskills– que podía

proporcionar los mismos servicios sin costo. Las montañas Catskills proveen a la ciudad de

Nueva York el 90% de su suministro de agua. La ciudad invirtió $1.500 millones en la compra

de tierras alrededor de los reservorios, en la creación de derechos de servidumbre de

conservación, en la implementación de nuevas normas que afectan las actividades de la

cuenca y en la creación de más de una veintena de programas de cooperación y de

protección de las cuencas. Tres cuartos de la cuenca Catskills/Delaware de la ciudad

permanecen forestados.

Una característica central que define los

ecosistemas es que son dinámicos. Los

disturbios a cierta escala son parte de

un ecosistema saludable. La sucesión,

un patrón de extinción y colonización

continuo, direccional y no estacional en

un sitio, puede ocasionar cambios, a

menudo percibidos después de varias

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5555

décadas, como la conversión de un

campo de suelo expuesto en pastizal,

arbustal, bosque de pino y finalmente

en un bosque mixto de roble-nogal

americano. Con tal sucesión de hábitat,

las especies que pueden habitar el área

cambian de la misma manera y, por lo

tanto, lo mismo sucede con las

relaciones y los procesos que ocurren en

el ecosistema.

Los cambios originados a partir de

disturbios que ocurren en poco tiempo,

como los incendios y las inundaciones

menores, también son una parte clave

de la dinámica del ecosistema.

El fuego, por ejemplo, juega un papel

importante en los procesos del

ecosistema al iniciar las sucesiones

secundarias; en realidad, muchas

especies de bosques dependen del

fuego para reproducirse. Las tormentas

eléctricas generalmente ocasionan

incendios, pero los manejadores de los

ecosistemas también pueden iniciarlos

como un medio de integrar incendios

controlados a un plan de manejo.

Por ejemplo, en los Everglades, en

Florida, los manejadores utilizan el fuego

para reducir los residuos vegetales

acumulados, controlar las plantas

exóticas, preservar el hábitat para

especies nativas y mantener diferentes

clases de edad de comunidades

vegetales en todo el hábitat. Dicho

disturbio regula el flujo de energía y el

ciclado de nutrientes y mantiene la

edad, las especies y la diversidad

estructural y genética de un

ecosistema.

Algunos sistemas adaptados a los

disturbios, como los bosques que

requieren cierto nivel e intensidad de

fuego para estimular el nuevo

crecimiento, son alterados cuando se

elimina o se reduce el fuego en el

sistema.

Es importante destacar que si bien la

flora y la fauna están adaptadas a

diferentes tipos de cambios en el

sistema, ello no significa que puedan

resistir cualquier nivel de disturbio. Por lo

tanto, los fuegos no intencionales

iniciados por la acción del hombre

pueden tener efectos devastadores.

La alteración puede significar cambios

que resultan en un tipo de sistema

totalmente nuevo, a veces difícil o

imposible de revertir. Paradójicamente,

la supresión del régimen de disturbios

puede llevar a un disturbio aún mayor

con efectos perjudiciales, por ejemplo,

los incendios forestales intensos y a gran

escala que resultan luego de años de

manejo por medio de supresión de

incendios dan, como consecuencia,

altas cargas de combustible que de

otra manera habrían sido quemados en

una serie de incendios más pequeños y

menos intensos.

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5566

2. ¿Por qué son importantes los servicios

ecosistémicos?

Los ecosistemas proporcionan una

amplia variedad de servicios, algunos

de los cuales son más notorios que otros.

Por ejemplo, las abejas brindan la miel y

los servicios de polinización y los árboles

proveen servicios de filtración de agua

además de madera y sombra. Los

servicios ecosistémicos pueden

considerarse como la transformación de

los componentes naturales en bienes

valorados por el hombre.

Una manera de reflexionar acerca de

los servicios ecosistémicos y de tratar de

comprender todos los servicios que

necesitamos es pensar en comenzar

una nueva vida en la Luna (Daily 1997).

¿Qué necesitaríamos llevar con nosotros

para crear allí un nuevo ecosistema que

nos provea de todos los elementos

necesarios para la vida?

CUADRO: Biosfera

Pensar en la vida en la Luna es exactamente lo que hicieron los científicos cuando crearon

la Biosfera 2. La Biosfera 2 fue el mayor ecosistema de funcionamiento en sistema cerrado,

que fue creado para imitar la Biosfera 1: la Tierra. El objetivo era recrear varios ecosistemas

para llevar a cabo experimentos y lograr una mejor comprensión de la forma en que

funcionan los diferentes ecosistemas y acerca de qué se necesitaría para mantener la vida

en otros planetas.

La estructura de la Biosfera 2, situada en Arizona, cubre más de 3 acres (1,20 ha), tiene una

altura de 91 pies (27,74 m) y está aislada de la Tierra por una cubierta soldada de acero

inoxidable de 500 toneladas. Antes de dar comienzo al experimento, se la proveyó de 3.000

especies, que fueron separadas en diversos ecosistemas terrestres, desde el bosque lluvioso

hasta el desierto, y en ecosistemas marinos, desde pantanos hasta arrecifes de coral. Los

miembros de la tripulación ingresaron en 1991 y permanecieron dentro de la estructura

durante dos años.

Uno de los mayores desafíos que enfrentó la tripulación fue mantener los niveles de oxígeno.

La atmósfera terrestre contiene alrededor de 21% de oxígeno. En teoría, las plantas y las

algas que crecían dentro de la Biosfera 2 y su océano debían producir una cantidad

semejante. Pero debido a interacciones inesperadas entre el aire, el cemento, el suelo y las

bacterias del suelo, la composición atmosférica de la Biosfera 2 resultó ser muy diferente. El

nivel de oxígeno cayó, mientras que el de dióxido de carbono (CO2) se disparó. Este

problema terminó convirtiendo a Biosfera 2 en un perfecto laboratorio para el estudio de lo

que en la actualidad es un problema ambiental significativo: el efecto invernadero.

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5577

3. Valuación de los servicios ecosistémicos

A medida que aprendemos acerca de

los servicios que ofrece cada

ecosistema y comenzamos a tomar

decisiones acerca del uso de los

recursos, nos enfrentamos con el

interrogante sobre el valor de estos

servicios. Un estudio estimó que el valor

de todos los servicios que brinda la

naturaleza durante un año sería de

entre $16 y $54 billones (Costanza 1997).

Algunos de los servicios más valiosos

que consideró el estudio fueron la

formación del suelo ($17,1 billones/año),

que es esencial para la vida vegetal,

incluidos los cultivos agrícolas, el

suministro y la regulación del agua ($2,3

billones/año) y la recreación ($3,0

billones/año). Como una comparación

con los bienes y servicios de

reconocimiento tradicional, el estudio

citaba el Producto Bruto Nacional de la

economía de los Estados Unidos, que es

de $18 billones/año. Pero poner un valor

a los servicios que brinda la naturaleza

no es un proceso fácil; una forma de

comenzar a hacerlo es pensar en los

servicios de dos formas: utilitarios o no

utilitarios.

3.1 Valores utilitarios

La forma más fácil de comprender el

valor de un ecosistema es cuando tiene

valores utilitarios. Por ejemplo, ¿cuánta

miel que pueda ser vendida en el

mercado puede producir una colmena

de abeja? A menudo se utilizan los

análisis de costo-beneficio para

determinar el valor utilitario de los bienes

y servicios. En algunos casos, esto es

bastante sencillo. Por ejemplo, se puede

calcular cuánto vale la miel

determinando el precio de mercado

por onza multiplicado por el número

total de onzas que tenemos. En este

abordaje, sin embargo, se enfrenta una

dificultad cuando el valor del servicio no

está definido o no es el mismo para

todas las personas.

Además, los valores deben incluir no

solo el valor inmediato para las

personas, sino también los valores de

segundo y tercer orden, etc. Por

ejemplo, si bien podemos calcular el

valor de la miel, no podemos

determinar con precisión el valor de los

servicios de polinización que brindan las

abejas, aunque muchos de nuestros

cultivos, así como nuestra vegetación

silvestre, dependen de estos servicios

para su reproducción.

3.2 Valores no utilitarios

Los ecosistemas también brindan

servicios no utilitarios: los que no se

basan en su valor de uso. La siguiente

constituye una buena analogía: “los

valores utilitarios son para nuestra

sociedad como las fábricas, mientras

que los valores no utilitarios son como las

catedrales, los museos de arte y los

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5588

teatros”. Dichos bienes y servicios son

valorados por razones espirituales,

culturales y estéticas. Los valores no

utilitarios incluyen valores de existencia,

o valores de “disposición para pagar”,

el valor que las personas le dan a los

bienes o servicios simplemente por

saber

que existen. Por ejemplo, muchas

personas están dispuestas a proteger a

los elefantes de África oriental, aún

cuando nunca tengan la oportunidad

de verlos directamente, sólo para

asegurar que los elefantes continúan

existiendo.

Cuadro: Manejo de los ecosistemas

El manejo de los ecosistemas en realidad tiene vigencia desde la década de 1930, cuando

los ecologistas reconocieron la necesidad de manejar los ecosistemas completos y no

solamente a las especies en forma individual. Aldo Leopold reconoció la necesidad de

prestar atención a “todo el organismo”, no solo a partes individuales. Sin embargo, el

manejo de los ecosistemas es una práctica difundida desde hace muy poco tiempo. Si bien

la mayor parte de los profesionales de la conservación concuerdan en la necesidad de

practicar el manejo a nivel del ecosistema, al hacerlo confrontan diversos desafíos

singulares. El primero de ellos es lograr una profunda comprensión del ecosistema mismo. Los

ecologistas deben definir el ecosistema y llegar a un acuerdo sobre sus límites. También

deben identificar cuáles son los procesos clave del ecosistema, importantes para su buen

funcionamiento, así como los papeles que juegan las especies de particular importancia en

el ecosistema. El manejo a nivel de los ecosistemas también genera desafíos sociales y

políticos. Por ejemplo, muchos ecosistemas trascienden los límites internacionales, como los

bosques húmedos de Guinea, que atraviesan Benin, Costa de Marfil, Ghana, Guinea,

Liberia, Sierra Leona y Togo. El manejo de semejante ecosistema requiere cooperación

internacional de varios países distintos. El compromiso de las partes interesadas en el

proceso de manejo puede ser complicado también, debido a las cifras exorbitantes que

hay en juego en ecosistemas de mayor tamaño. Además del manejo real del ecosistema, el

monitoreo de este manejo también presenta desafíos únicos, ya que es más difícil detectar

cambios a escalas mayores como esta.

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5599

4. ¿Cuál es el estado actual de los servicios

ecosistémicos?

Una forma de apreciar mejor los

servicios que nos ofrece la naturaleza es

dar un repaso a algunos de los servicios

utilitarios de los ecosistemas más

importantes:

4.1 Ecosistemas de agua

dulce (tomado de Postel &

Carpenter 1997)

El ecosistema de agua dulce provee un

importante servicio que se aprecia

fácilmente: agua dulce limpia, la base

de la vida humana. Cada año se

extraen más de 4.430 km3 de agua de

las fuentes de agua dulce para

consumo humano. Pero, además de

proveer agua potable, el sistema ofrece

otros bienes utilitarios, como los peces,

pieles y moluscos de agua dulce. La

pesca deportiva y la caza de aves

acuáticas también son actividades de

mucho valor: en los Estados Unidos, la

producción económica total de la

pesca en agua dulce en 1991 superó los

$ 46.000 millones, sin incluir el valor de los

peces en sí. Los ecosistemas de agua

dulce también ofrecen servicios de uso

no consuntivos, como la disolución de la

contaminación y el transporte.

4b. Ecosistemas marinos

(tomado de Peterson &

Lubchenco 1997)

Los ecosistemas marinos proveen

algunos servicios utilitarios visibles:

peces, algas marinas, minerales y

materiales. Pero el mar también ofrece

servicios no consuntivos; por ejemplo,

juega un papel importante en los ciclos

geoquímicos del mundo, especialmente

los ciclos del carbono y del oxígeno. El

CO2 de la atmósfera es absorbido por el

océano, donde muchas plantas

acuáticas lo utilizan para la fotosíntesis,

y los animales, para la formación de

conchas. Gran parte de este carbono

es absorbido luego por el sedimento. Sin

este ciclo, los niveles de CO2 del mundo

se elevarían, lo que contribuiría al

efecto invernadero.

4.1 Ecosistema forestal

(tomado de Myers 1997)

Los bosques son fuente de numerosos

beneficios utilitarios para la sociedad

fácilmente reconocibles, como la

madera y el papel. También proveen

muchos productos forestales no

maderables, como látex, materiales

para artesanías y alimentos de origen

silvestre, particularmente importantes

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6600

para las comunidades que residen en

los bosques. Al igual que los otros

ecosistemas, los bosques también

ofrecen diversos beneficios que no son

tan perceptibles. Los bosques evitan la

erosión: sin los árboles, el suelo

superficial se lava más rápidamente, lo

que ocasiona problemas en los

ecosistemas acuáticos, además de

originar la sedimentación en las

represas. En Pakistán, se calcula que la

sedimentación en la represa de Mangla

redujo su vida útil de 100 años a menos

de la mitad (Myers 1997). Por lo tanto,

los bosques pueden afectar

enormemente el suministro de

agua. Estos ayudan a regular el ciclo

hidrológico tomando la lluvia y

devolviéndola a la atmósfera para que

el agua pueda ser reciclada (un

proceso denominado

evapotranspiración). La deforestación

altera este ciclo y, por lo tanto, puede

tener un impacto sobre los patrones de

lluvias locales y, potencialmente, sobre

los mundiales. Los bosques también

actúan como sumideros de carbono.

Cuando se queman, liberan carbono a

la atmósfera, lo que contribuye a la

generación de gases de efecto

invernadero que causan el

calentamiento global (ver Cuadro sobre

Secuestro de carbono).

CUADRO: Secuestro de carbono

A medida que los árboles crecen, absorben dióxido de carbono a través del proceso de

fotosíntesis y almacenan carbono. Este secuestro de carbono, como se lo denomina, puede

contribuir en forma significativa a la reducción de los gases de efecto invernadero presentes

en la atmósfera. Si bien el secuestro no es un concepto nuevo, recientemente ha captado

la atención debido al surgimiento del comercio de derechos de emisión, un enfoque que

promueve el secuestro de carbono. A través del comercio de los derechos de emisión, los

interesados pueden comprar o vender compromisos contractuales o certificados que

representan las cantidades específicas de emisiones de carbono que se les permite realizar,

o bien que incluyen reducciones en las emisiones o compensaciones contra las emisiones,

como el secuestro de carbono.

Si bien este enfoque es nuevo todavía, tiene posibilidades de ser una herramienta costo-

eficiente para reducir las emisiones en general. Es uno de los mecanismos permitidos por el

Protocolo de Kyoto para ayudar a los países a lograr sus metas de reducción de las

emisiones. Además de reducir las emisiones en general, el comercio de carbono puede

generar ingresos a partir de actividades que anteriormente no atraían ningún rédito

adicional, que en muchos casos se está utilizando para ayudar a financiar plantaciones

adicionales de vegetación.

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6611

4.4 Ecosistema de

pastizales (tomado de Sala

& Paruelo 1997)

Aunque menos visibles, los ecosistemas

de pastizales también proveen a la

sociedad bienes utilitarios de consumo,

esencialmente los bienes que ofrecen

los animales criados en este hábitat:

carne, leche, lana y cuero. Pero este

ecosistema también genera beneficios

utilitarios no consuntivos, al secuestrar

grandes cantidades de carbono en

forma de materia orgánica en el suelo,

lo que contribuye a mantener la

composición de la atmósfera. Cuando

los pastizales son convertidos a tierras

para la agricultura, liberan CO2 y, de

este modo, contribuyen al

calentamiento global. Sala & Paruelo

(1997) estiman el valor del secuestro de

carbono en los pastizales en alrededor

de $200 por hectárea, lo que es mucho

más elevado que el valor de la tierra

dado solo por la producción de carne,

lana y leche.

Los pastizales también proveen un

servicio importante: el de mantener un

reservorio genético de plantas

domesticadas: muchos de nuestros

cultivos, como el trigo y la cebada se

originaron en los pastizales. Al igual que

en los bosques tropicales, todavía se

desconocen muchos de los beneficios

potenciales de las distintas especies.

Cada uno de estos ecosistemas

también provee beneficios no

consuntivos en forma de turismo y

recreación. Por ejemplo, los turistas

practican rafting en los ríos, navegación

en el mar y caminatas en los bosques y

pastizales. Además, cada ecosistema

brinda beneficios intrínsecos por ser

lugares donde se realizan encuentros de

índole espiritual, por tener importancia

cultural y por ofrecer belleza estética.

Cada uno de los ecosistemas

mencionados anteriormente también

enfrenta una serie de amenazas que

pueden alterar los servicios que provee

en el presente. Quizás las amenazas

más inminentes sean la alteración de los

ciclos biogeoquímicos, el cambio

climático, la destrucción del hábitat y la

introducción de organismos exóticos,

toxinas y contaminantes.

La mayoría de estas amenazas son

causadas por las actividades

antropogénicas.

De esta forma, tenemos la capacidad

de alterar significativamente los

ecosistemas. En el pasado, podíamos

sortear las limitaciones a través de

nuevas tecnologías; pero, al fin y al

cabo, según alegan los críticos, los

recursos siguen siendo finitos y es

necesario comprender mejor los

servicios brindados por los ecosistemas

antes de que el cambio sea

irrevocable. Todos los usos de los

recursos implican una elección y la

mayoría de las personas elegirá usar los

recursos de la manera en que

consideren más valiosa.

El desafío reside en que no disponemos

de toda la información necesaria para

comprender de qué manera nuestras

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6622

decisiones afectarán los recursos.

Además, existe un desfase temporal y

espacial en las decisiones que

tomamos: las personas que toman

decisiones no sentirán la mayoría de los

efectos en forma directa y es posible

que algunos de esos efectos no se

perciban durante años, décadas, o más

tiempo. Por lo tanto, muchas de las

alteraciones que provocamos al medio

ambiente natural ocasionan cambios

que no comprendemos en forma

acabada.

5. ¿Cuál es el futuro de la actual situación?

En el presente no se conoce totalmente

el verdadero valor de los servicios que

brinda la naturaleza. A partir del

reconocimiento por parte de los

científicos de esta brecha en nuestra

base de conocimientos, esta situación

está cambiando. A medida que se

adquiere mayor conocimiento, los

responsables de las políticas de todas

partes del mundo lo van integrando y

así van generando sistemas innovadores

para proteger y manejar estos servicios.

Por ejemplo, el gobierno de Costa Rica

decidió pagar a las personas por los

servicios ecosistémicos que brindan sus

tierras. Entre los servicios que pueden ser

pagados se encuentran la fijación de

CO2, la calidad del agua, la

biodiversidad y la belleza del paisaje. La

meta es que la actividad forestal sea

una opción más atractiva del uso de la

tierra comparada con otras opciones

que tienen mayor impacto. A medida

que adquiramos mayor conocimiento

del valor de los servicios ecosistémicos,

dichos sistemas de pago se tornarán

más fáciles de diseñar y de

implementar, lo que hará que las

personas se sientan más incentivadas

para preservar estos procesos integrales.

El problema fundamental en este

momento es que los valores de los

servicios ecosistémicos no son

reconocidos en los sistemas de

mercado. No sabemos cómo medir los

servicios o asignarles valores de

mercado. Por lo tanto, según

Daily (1997), los próximos pasos son

identificar los procesos y servicios clave

en todo el mundo, lograr mayor

comprensión de estos procesos,

asignarles un valor y controlar cómo se

los presta y la importancia que tienen

para las personas. Además, se podría

poner a disposición del público general

la información sobre cada servicio para

ayudarlo a tomar decisiones mejor

fundadas sobre el uso de sus recursos.

Este será un factor clave para asegurar

que los servicios sean protegidos en su

momento.

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6633

6. Bibliografía consultada

Costanza, R. et al. 1997. “The Value of the World’s Ecosystem Services and Natural Capital,”

Nature, Vol. 387

Daily, G. 1997. Introduction: what are ecosystem services? Pages 1-10 in G. Daily, editor. Nature's

services: societal dependence on natural ecosystems. Island Press, Washington, DC.

Myers, N. 1997. The World’s forests and their ecosystem services. Pages 213-236 in G. Daily, editor.

Nature's services: societal dependence on natural ecosystems. Island Press, Washington,

DC.

Peterson, C. and J. Lubchenco. 1997. Marine ecosystem services. Pages 177-194 in G. Daily,

editor. Nature's services: societal dependence on natural ecosystems. Island Press,

Washington, DC.

Proyecto Andes-Amazonia

Financiado por la Fundación Gordon and Betty Moore

Programa de Política y Ciencias Ambientales – OET

Director: PhD Andrew Chek

Coordinador: Leandro Castaño Betancur

Traducción al español: Jorgelina Brasca

Adaptado: Andrew Chek

Revisores: Andrew Chek y Leandro Castaño

Betancur

Diseño: Liliana Jiménez Bernal

Este documento se basó en el trabajo de Cheryl

Margoluis

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PPPAAANNNOOORRRAAAMMMAAA GGGEEENNNEEERRRAAALLL::: SSSUUUSSSTTTEEENNNTTTAAABBBIIILLLIIIDDDAAADDD YYY UUUSSSOOO DDDEEE LLLOOOSSS

RRREEECCCUUURRRSSSOOOSSS

1. Sustentabilidad

¿Qué es la sustentabilidad? Ante esta

pregunta, existen respuestas

encontradas. En realidad, no hay una

sola definición, sino que depende en

gran medida del contexto en el que se

emplea la palabra. Actualmente, en

conservación, la palabra sustentable

puede usarse para describir condiciones

biológicas, sociales o económicas, lo

que puede generar problemas ya que

muchas personas tienen ideas

diferentes de su significado.

Parte de la razón por la cual existen

tantos significados diferentes de

“sustentabilidad” radica en su uso

excesivo. La palabra se hizo conocida

cuando, en el informe “Nuestro futuro

común”, elaborado por la Comisión

Brundland de las Naciones Unidas

(1987), se mencionó al desarrollo

sustentable o “desarrollo que satisface

las necesidades del presente sin

comprometer la capacidad de futuras

generaciones de satisfacer sus propias

necesidades”. En parte en respuesta a

este documento, en 1992, se celebró la

Conferencia de las Naciones Unidas

sobre el Medio ambiente y el Desarrollo

(CNUMAD) (también conocida como la

Cumbre para la Tierra), una reunión de

líderes mundiales, organizaciones no

gubernamentales y periodistas. De esta

conferencia, surgió la Comisión sobre el

Desarrollo Sustentable, que apuntaba a

promover políticas de desarrollo

sustentable en todo el mundo. A partir

de esta reunión, la palabra

sustentabilidad se ha vuelto mucho más

común y en la actualidad, a menudo se

la vincula al desarrollo. En realidad,

muchas organizaciones de

conservación y desarrollo incluyen en su

lista de objetivos al desarrollo

sustentable como uno de los más

importantes.

Sin embargo, la palabra

“sustentabilidad” todavía se encuentra

muy poco definida en todas sus

aplicaciones. Además, en el abuso que

de ella se hace, a menudo es mal

interpretada. Frecuentemente, el uso de

“sustentable” implica que una actividad

no tiene impacto alguno. El “uso

sustentable de los recursos” suele dar la

impresión de que los recursos pueden

ser utilizados sin ningún costo para el

medioambiente. En particular en lo

relacionado con el desarrollo

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6655

sustentable, hay un optimismo inherente

en considerar que si el uso es

sustentable, es de poca importancia. Sin

embargo, la realidad es que las

actividades sustentables igualmente

provocan impactos: la palabra

simplemente significa que son más

compatibles en términos ecológicos.

La actividad forestal sustentable

igualmente extrae árboles y afecta al

ecosistema de bosque; la caza

sustentable también mata animales y

cambia su estructura poblacional. El

hecho es que todo uso produce

impactos. Como afirman Redford y

Richter (1999), “toda actividad humana

que conlleve a una extracción o

modificación sustancial de los recursos

siempre acarreará consecuencias

significativas, a menudo desconocidas y

casi siempre inestimables, para uno o

más componentes de la biodiversidad,

fundamentalmente porque desvía los

flujos de materia y de energía.”

En realidad, la biodiversidad puede

preservarse sólo en áreas que no

reciben impacto o reciben impacto

limitado por parte del hombre. Sin

embargo, la mayor parte del mundo

está sujeta al uso por parte del hombre.

En el ámbito de la conservación, los

debates suelen concentrarse en si

debemos promover el uso o la

preservación. Pero es necesario

cambiar el foco de atención de este

debate, ya que casi todos los hábitats

estarán sujetos a algún tipo de uso y, en

consecuencia, a algún tipo de impacto.

Necesitamos concentrarnos en

determinar lo que consideramos

impactos aceptables del uso de los

recursos. ¿A qué niveles se vuelve

inaceptable el uso de los recursos? ¿A

qué nivel decidimos cambiar nuestras

decisiones acerca del uso de los

recursos? No hay una sola respuesta a

estas preguntas, ya que las respuestas

dependen en gran medida de los

valores de la sociedad.

2. Uso actual de los recursos

Una rápida revisión de los recursos más

comunes revela que la mayor parte ha

sido afectada por la actividad humana

y que es necesaria una mayor reflexión

con respecto a las compensaciones de

ventajas y desventajas involucradas en

su uso.

Los recursos naturales renovables son

aquellos que la naturaleza puede

restablecer y reponer en un período de

tiempo razonable –digamos, el período

de vida de un ser humano–como la

madera, los peces y la fauna silvestre.

Las personas suelen suponer que

porque un recurso es renovable, su uso

es sustentable. De esta forma, el manejo

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6666

de los recursos renovables puede ser

más problemático que el de los no

renovables, porque los primeros son más

vulnerables a un uso excesivo por parte

del hombre. La renovación de los

recursos sucede si se les da la

oportunidad de renovarse (por sí

mismos). Si los explotamos más

rápidamente de lo que pueden

renovarse, se agotan o se degradan. El

agua subterránea, por ejemplo, es

considerada un recurso no renovable

porque, a pesar de que se repone, ello

demanda siglos.

Además, el uso de recursos naturales a

menudo tiene impactos no

intencionales (colaterales). Por ejemplo,

la obtención de energía térmica solar

(que implica la toma de rayos solares a

través de colectores) requiere grandes

porciones de tierra desmontada.

Además, el fluido usado en la

generación de electricidad es tóxico y

acarrea serias consecuencias para la

fauna silvestre si ocurren derrames. El

desarrollo de la energía eólica

comparte el mismo problema en

cuanto a la necesidad de grandes

porciones de tierra. La granja eólica

promedio requiere 17 acres (6,88

hectáreas) de tierra para producir 1

megavatio de electricidad, lo que

equivale a suficiente electricidad como

para 750 a 1.000 hogares.

Otras fuentes de energía renovable

dieron lugar a problemas ambientales

completamente nuevos. Las represas,

por ejemplo, generan energía, pero

también tienen impactos negativos

sobre los ambientes acuáticos y

terrestres circundantes. La acuicultura, si

bien reduce en cierta medida la presión

de pesca sobre las poblaciones

silvestres de peces, en realidad creó

problemas adicionales en términos de

contaminación y propagación de

enfermedades. Es posible que estos

impactos sean considerados como de

menor importancia que los asociados

con formas tradicionales de extracción

de energía o modos de pesca; la

cuestión es que aún hay un impacto por

considerar.

Tierra/Suelo. Como recurso, la tierra fue

afectada no sólo en la cantidad

disponible por persona, sino también en

su calidad. Con el crecimiento de la

población mundial, la cantidad de

tierra agrícola disponible por persona

disminuye. En países en desarrollo, la

superficie de tierra por persona cayó de

0,3 hectáreas en 1965 a 0,19 hectáreas

en 1995. A medida que la tierra se hace

más escasa, se la usa más

intensivamente, lo que a menudo trae

aparejado prácticas de manejo del

agua y de la tierra que causan

degradación. Hacia 1990, el 38% de la

tierra cultivable del mundo se

consideraba degradada o sólo tenía

una capacidad reducida para sostener

la producción vegetal. El 18% de los

bosques y el 21% de los pastizales

también se consideraban degradados.

Bosques. Entre 1990 y 1995, hubo en

todo el mundo una pérdida neta

estimada de 56,3 millones de hectáreas

de bosques (naturales y plantaciones).

En los países en desarrollo, donde se da

la mayor parte del cambio en los

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6677

bosques, la pérdida de la cobertura

boscosa natural fue de 13,7 millones de

hectáreas por año. En el mundo existen

solamente tres áreas de bosques de

grandes extensiones: en

Canadá/Alaska, en Rusia y en el

Amazonas. No solamente se están

reduciendo los bosques, sino que la

calidad de los que quedan también se

está modificando. Los bosques se están

fragmentando

en

áreas más pequeñas, lo

que afecta sus buenas condiciones (el

crecimiento y la fuerza de los árboles) y

la biodiversidad que puede albergar. La

conversión de bosques es impulsada en

gran medida por una creciente

necesidad de tierra destinada a la

agricultura. Un gran porcentaje de la

población mundial depende de la

agricultura de subsistencia y, a medida

que crece la población, también crece

la necesidad de disponer de tierra

agrícola adicional. Los métodos de

agricultura sustentable ofrecen

alternativas en algunas regiones,

pero este abordaje no siempre es

viable (ver Cuadro 1).

Cuadro 1. Problemas en la agricultura

La agricultura cambió en forma sustancial en las últimas décadas, debido a la

disponibilidad de tecnología avanzada, a nuevas formas de mecanización agrícola y al

incremento en el uso de productos químicos. Todo esto llevó a un aumento en la

productividad y redujo los riesgos económicos que enfrentan los agricultores de muchas

maneras. A la vez, surgieron preocupaciones por la contaminación del agua subterránea,

los efectos del uso de productos químicos y la pérdida del suelo superficial y de la

biodiversidad. Se dieron varias respuestas a estos cambios y preocupaciones. Muchos

agricultores pequeños que se encuentran ubicados cerca de centros mercantiles se

volcaron a la agricultura intensiva: un sistema que requiere mayor capital e insumo de

mano de obra en relación con la superficie de tierra. Resulta lo opuesto a la agricultura

extensiva, que para ser redituable requiere grandes cantidades de tierra y depende más de

la fertilidad del suelo, del clima y de la disponibilidad de agua. En general, los altos insumos

de capital y de mano de obra de la agricultura intensiva obligan a los agricultores a

aumentar los insumos de productos químicos en cuanto a uso de fertilizantes y herbicidas,

fungicidas e insecticidas.

En términos de conservación, la compensación de ventajas y desventajas consiste en gran

medida en la pérdida de áreas más grandes de tierra silvestre en la agricultura extensiva

frente al aumento de uso de químicos en la modalidad intensiva. Algunos conservacionistas

promueven la llamada agricultura sustentable: un modo de uso intensivo de la tierra con

reducida cantidad de insumos químicos. Las explotaciones agrícolas que practican la

agricultura sustentable tienden a diversificar y a rotar los cultivos, a usar el manejo integrado

de plagas (por ej., mantienen los depredadores naturales de las plagas), cultivos de

protección y abono verde. Un estudio reciente del Programa de Apoyo a la Biodiversidad

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6688

(Biodiversity Support Program) indicó, sin embargo, que el hecho de que este enfoque

realmente disminuya la cantidad de tierra utilizada depende en gran medida de las

condiciones sociales en las que funciona. Por ejemplo, en Guatemala, donde los

agricultores no tienen los derechos sobre sus tierras, sino que tuvieron acceso a tierra

adicional, los que practicaban la agricultura sustentable en realidad usaron más tierra que

los que no la practicaban. Sin embargo, en México, donde los agricultores tienen derechos

asegurados sobre sus tierras y tuvieron acceso limitado a tierra adicional, los que

practicaron la agricultura sustentable, en efecto, usaron menos tierra.

Todos los tipos de agricultura tuvieron que adaptarse al aumento del uso de organismos

genéticamente modificados. El uso de estos organismos fue alentado como una forma de

incrementar la eficiencia en la producción agrícola, lo que no difiere de la revolución verde

de los años 60. Por ejemplo, muchos cultivos en la actualidad tienen genes resistentes a los

herbicidas, tales como los que fueron manipulados para incorporarles el gen de una

proteína de la bacteria del suelo Bacillus thurigiensis (Bt). Muchos esperan que los cultivos

incluso puedan ser intervenidos con el fin de que contengan vacunas y, así, vacunar a

grandes poblaciones en forma eficiente y efectiva. Aún se desconocen, en gran medida,

los efectos a largo plazo de estos organismos sobre la producción agrícola, la salud humana

y la biodiversidad.

Fauna silvestre. A medida que avanza

la tecnología de la pesca moderna –

con sistemas de radares, sonares y de

posicionamiento global– la industria

pesquera se hace más eficiente y

efectiva. Un estudio de AAAS (Sociedad

Norteamericana para el Avance de la

Ciencia) realizado en 1999 descubrió

que el 44% de las poblaciones de peces

eran explotadas a niveles estimados

como los máximos de su rendimiento

sustentable. Otro 16% era considerado

como explotado en exceso y, por lo

tanto, se predijo que las capturas futuras

caerían. Esto tiene implicancias a largo

plazo, ya que muchos peces son

capturados antes de que alcancen la

madurez y puedan reproducirse.

Además, los peces se ven afectados

por la introducción de especies

exóticas, así como por la

contaminación y el escurrimiento de

aguas residuales, por fertilizantes y por

actividades industriales.

Las aves, los reptiles y los mamíferos

también se ven afectados por estos

factores, especialmente por la caza. La

carne de animales silvestres ofrece a las

familias de países en desarrollo un

medio de bajo costo para obtener las

proteínas necesarias.

En la actualidad los individuos

consumen más de 5 millones de

toneladas (5.000 millones de libras) de

carne de mamíferos silvestres

provenientes de los bosques tropicales

de América latina (150.000) y de África

(4,9 millones) por año (alrededor del

equivalente a 20% de la existencia de

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6699

ganado vacuno por año en los Estados

Unidos). Diversos factores contribuyen a

esta situación: la población humana se

está expandiendo rápidamente, la

tecnología da lugar a una caza más

eficiente y hay mayor acceso a los

bosques que antes eran inaccesibles. El

mayor acceso se debe, en gran parte a

la construcción de caminos para

facilitar la tala, la actividad minera y la

extracción de petróleo. Estos caminos

también aumentan la posibilidad de la

caza de fauna silvestre a mayor escala,

ya que la carne puede ser retirada en

camiones. La carne de animales

silvestres también es considerada un

medio de preferencia para satisfacer las

necesidades proteicas; en realidad, la

pesca y la caza son las formas más

económicas de las comunidades rurales

de hacerlo.

La caza intensiva tiene efectos sobre el

destino de esas especies deseadas.

Pero también tiene implicancias a

mayor escala, como la pérdida de

depredadores clave, de dispersores de

semillas y de otras especies clave

fundamentales para el funcionamiento

del ecosistema. Dichos cambios en la

estructura, función y composición del

bosque alteran el ecosistema y podrían

tener serias consecuencias para

aquellos que dependen de él.

Los recursos no renovables son aquellos

que, o bien no se reponen

naturalmente, o bien no pueden ser

repuestos durante nuestro período de

vida. Son inherentemente no

sustentables, es decir, si se los utiliza,

finalmente se agotarán; pueden ser

reciclados y se pueden realizar

inversiones en otros recursos, se puede

sostener una tasa determinada de

consumo en un período definido de

tiempo, pero la oferta de recursos no

renovables no puede mantenerse

indefinidamente.

Agua. Algunos consideran que el agua

es un recurso renovable porque puede

ser repuesta por la lluvia y la humedad.

Si bien esto es cierto para algunos

cuerpos de agua, no lo es para todos,

especialmente para el agua

subterránea. Por esta razón,

consideramos que es un recurso no

renovable. El 2,5% del agua del planeta

es dulce, de la cual el 70% está

acumulada en cubetas y glaciares y el

29% en lejanos acuíferos

subterráneos. Esto deja un 1% del

total de agua disponible en el

planeta para el consumo humano.

Hacia 1995, 436 millones de personas

padecían algún tipo de escasez de

agua. Para 2050, esta cantidad se

proyecta a 4.000 millones. Se estima que

el abastecimiento de agua en el mundo

debería crecer en un 22% para

satisfacer esas demandas crecientes. La

escasez de este recurso también

ocasiona tensiones entre los países que

dependen de la misma fuente de

provisión de agua, como Israel y

Jordania.

Los científicos especulan que dicha

escasez podría ser la causa de futuras

guerras. Esta insuficiencia se combina

con la deforestación que se da en todo

el mundo. Por medio del proceso de

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7700

evapotranspiración, las plantas

devuelven enormes cantidades de

agua a la atmósfera, lo que aumenta la

humedad y las lluvias y, así, se enfría el

aire. Este proceso regula los patrones

locales y mundiales de lluvia. En

consecuencia, en lugares como la

cuenca amazónica, donde se

encuentra una quinta parte del agua

dulce del planeta, la deforestación

podría tener efectos significativos en el

abastecimiento mundial de agua dulce.

Además de la escasez, la calidad del

agua está disminuyendo a medida que

se contaminan las fuentes. Mil

quinientos millones de personas no

tienen agua potable de buena calidad

y más de 5 millones de personas mueren

por año a causa de enfermedades

transmitidas a través del agua. Las

causas más importantes de

contaminación son los escurrimientos de

fertilizantes, las aguas residuales y las

actividades industriales. El agua potable

es cada vez más escasa y no se conoce

ningún sustituto. Por lo tanto, es posible

que sea necesario cambiar las otras

formas de uso que le damos a este

recurso finito.

Energía. El petróleo, el carbón y el gas

(combustibles fósiles) son las fuentes de

energía no renovables más comunes. Si

bien se encuentran en desarrollo

fuentes alternativas de energía, aún

dependemos en gran medida de estas

tres fuentes. En realidad, casi todos los

productos que utilizamos están hechos

de alguna sustancia derivada de

combustibles fósiles o dependen de

ellos para el transporte requerido en su

producción. Por ejemplo, los

detergentes, los plásticos, la pintura y las

fibras sintéticas, todos estos productos

son elaborados a partir de combustibles

fósiles. Pero esta dependencia tiene un

costo. Todos son recursos no renovables

y, por lo tanto, su uso no puede ser

sostenido indefinidamente. Por otro

lado, el uso de combustibles fósiles

contribuye significativamente al

aumento de los gases de efecto

invernadero en la atmósfera y a la

generación de la lluvia ácida.

El petróleo es la fuente de energía más

importante del mundo y, se predice, lo

será por lo menos hasta el año 2025. En

América del Norte, el petróleo se usa

principalmente para el transporte. Sin

embargo, el resto del mundo depende

este recurso para obtener calor y

energía. En los Estados Unidos se

consume el 25% del petróleo del

mundo, pero este país solamente posee

el 3% de las reservas mundiales. Muchos

consideran que esta alta dependencia

de reservas petrolíferas externas es una

debilidad en la seguridad y, por

consiguiente, promueven el aumento

de las perforaciones en los Estados

Unidos. Pero la exploración puede tener

graves impactos ambientales y las

compensaciones por ventajas y

desventajas pueden ser importantes.

Algunos de los impactos más

significativos generados a partir de las

perforaciones provienen de la

infraestructura que se instala para

comenzar la exploración:

principalmente los caminos y la tala

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7711

para la construcción de tuberías. La

perforación puede generar desechos

(lodo y detrito de perforación) junto con

el agua producida (agua que puede

tener elevadas concentraciones de

metales, nutrientes y agentes químicos).

Cuando el petróleo es traído a la

superficie, los gases asociados a

menudo son quemados, lo que

contribuye a la emisión de gases de

efecto invernadero.

Los derrames de petróleo constituyen

una preocupación durante todo el

proceso, ya que los derrames anteriores

demostraron tener efectos

potencialmente devastadores para la

fauna silvestre. Es necesario prestar más

atención a las compensaciones de

ventajas y desventajas vinculadas a

cualquier nueva operación de

perforación, especialmente aquellas

ubicadas en áreas ecológicamente

sensibles.

El gas natural en principio se usa para la

calefacción en los hogares. También es

materia prima importante para una

cantidad de productos, como la

pintura, los fertilizantes, los plásticos y los

anticongelantes. En total, alrededor del

23% de la energía consumida en los

Estados Unidos proviene del gas natural.

El 83% del este gas se produce en el país

y el 16% se importa desde Canadá. A

esta tasa de producción, se predice

que las reservas de gas natural durarán

60 años. Como en el caso del petróleo,

algunas de las preocupaciones más

importantes acerca de la producción

de gas natural están relacionadas con

la infraestructura necesaria. En los

trópicos, las tuberías de gas natural a

menudo requieren la tala de grandes

superficies de árboles y la creación de

nuevos caminos. En cuanto a la

producción de gas natural, uno de los

problemas es la emanación de gas a la

atmósfera y la consiguiente

contribución a la emisión de gases de

efecto invernadero.

El carbón es un combustible importante

en los mercados mundiales de

electricidad. Actualmente más del 62%

de la producción total de carbón se usa

para generar el 37% de la electricidad

en el mundo. La mayor parte del

carbón que se consume en el planeta

se usa para la electricidad (64%),

aunque se emplean también

importantes cantidades para la

producción de acero.

En Estados Unidos se consumen

1.000 millones de toneladas de

carbón por año. Más del 50% de la

electricidad producida en ese país

proviene de centrales de energía

alimentadas con carbón. El uso de

carbón genera efectos ambientales

significativos, como la destrucción de

grandes áreas de hábitat y la

sedimentación de cursos de agua.

La explotación del carbón también

puede producir el drenaje ácido de las

minas, que es agua rica en metales que

se forma a partir de la reacción química

entre el agua y las rocas que poseen

minerales que contienen azufre. Esto

puede contaminar el agua y afectar la

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reproducción de plantas y animales

acuáticos.

Residuos. Además de los impactos que

produce nuestro uso de la energía, todo

el proceso de producción y de

consumo origina residuos. Al tomar

decisiones sobre el uso de recursos, es

necesario considerar no sólo la

sustentabilidad del recurso mismo, sino

también la eliminación y los efectos que

producen sus residuos.

Cuadro 2. El papel del café en la preservación del mundo

Históricamente, el café se cultivó bajo la sombra de diversas especies de árboles. En

respuesta a un aumento de la demanda, los agricultores comenzaron a utilizar una

variedad de café de mayor rendimiento, pero que era cultivado al sol. En los últimos años,

hubo una tendencia a volver a las variedades cultivadas a la sombra, con el fin de crear

ecosistemas más sanos que puedan albergar mayor biodiversidad. La creación de sombra

también contribuye a mantener los nutrientes y la humedad del suelo, lo que reduce la

necesidad de fertilizantes y otros productos químicos. La mayoría de los consumidores

apoyan esta decisión; de hecho, cuando Starbucks presentó el café cultivado a la sombra,

se vendió rápidamente. Muchas empresas declaraban: “¡Tomar café puede salvar los

bosques tropicales!” Si bien el café cultivado a la sombra es realmente una forma de cultivo

más compatible con la ecología, es erróneo sugerir que salvará los bosques tropicales. El

café cultivado a la sombra también tiene un impacto ecológico; no es un reemplazo del

bosque natural, sino más bien una plantación bajo manejo. Sin embargo, entre el café

cultivado a la sombra y el cultivado en forma convencional, el primero parece ser un

enfoque más compatible con la ecología.

3. Hacia el uso sustentable

Muchas personas sienten que la

tecnología continuará creando

soluciones innovadoras a estos

problemas ambientales. Otras alegan

que el mercado regulará el uso del

recurso a un nivel sustentable. Estos

razonamientos tienen sentido en

algunos casos: la tecnología y las

regulaciones de mercado pueden

ofrecer soluciones a algunos problemas

ambientales.

Sin embargo, en muchos casos los

problemas son mucho más complejos y

no existe una solución fácil. Por ejemplo,

la tecnología no puede revertir la

extinción. Además, como se mencionó

anteriormente, muchas de las

soluciones tecnológicas que se diseñan

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para solucionar problemas ambientales,

en realidad, terminan creando nuevos

problemas.

Los enfoques de mercado enfrentan

desafíos singulares al tratar la

reglamentación de los recursos

naturales. Por ejemplo, los recursos

comunes o de amplio acceso, como el

agua o el aire limpios, desafían los

mecanismos creados a favor de los

derechos tradicionales de propiedad

privada. De igual modo, los beneficios

de un área como la selva amazónica

pueden compartirse en todo el mundo

(como el ciclado del agua, el valor de

la existencia de especies endémicas)

pero los costos de no utilizar la tierra, la

madera, etc. los enfrentan en gran

medida los brasileños. Si Brasil decide

preservar toda la selva, hay grandes

posibilidades de que otros países se

aprovechen, es decir, se beneficien

pero no paguen.

Finalmente, el factor más importante es

que el actual uso de los recursos es muy

alto. Por ejemplo, aun si quisiéramos

volcarnos al consumo de energía solar,

la combinación de todas las

instalaciones de producción de este

tipo de energía en todo el mundo

solamente sumaría células solares en

número suficiente como para producir

alrededor de 350 megavatios,

aproximadamente lo necesario para

una ciudad de 300.000 habitantes.

El mismo concepto se aplica a nuestro

uso de los recursos renovables. Aun sin

definir cuáles serían exactamente los

niveles sustentables, es evidente que

nuestro consumo es demasiado alto

como para que la mayoría de los

recursos tengan la oportunidad de

renovar su existencia.

Es necesario que ocurran varios

cambios para alcanzar niveles más

sustentables del uso de los recursos. En

primer lugar, debemos reducir nuestro

consumo y lograr una mayor

comprensión sobre las compensaciones

de ventajas y desventajas involucradas

en las decisiones sobre el uso de

recursos.

Como se mencionó anteriormente, los

seres humanos estamos comenzando a

prestar mayor atención a los impactos

ocasionados por la utilización de los

recursos. Sin embargo, en la parte

occidental de los Estados Unidos, en el

medio de condiciones de sequía,

todavía se riegan

abundantemente los jardines con

regularidad.

En consecuencia, es necesario también

cambiar la forma en que valuamos –y

pagamos– los recursos. Las

investigaciones indican que es más

probable que las personas cambien sus

hábitos del uso de los recursos cuando

se vean directamente afectadas.

Además, debemos lograr que las

opciones ecológicamente compatibles

de uso de los recursos sean más

atractivas para los consumidores.

En la actualidad, tales opciones suelen

ser muy onerosas (por ej., la madera

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con certificación es más cara que la

que no fue sometida a ese proceso de

evaluación). Un ejemplo de la

efectividad de este enfoque de

incentivo/castigo es el programa de

reciclaje de San José, California, que

aumentó la participación en forma

significativa, ofreciendo a todos los

hogares la información y las

herramientas necesarias y multando a

quienes excedían los niveles asignados

de basura permitida. En 2001, los

esfuerzos puestos en el programa dieron

como resultado una reducción del 60%

en los desechos (645 toneladas de

material no depositado en los rellenos

sanitarios) y ahorros en los costos de

$11.000 por año.

También es necesario brindar mejor

información a los consumidores. Algunos

de ellos no tienen en cuenta los

problemas ambientales al tomar

decisiones de consumo, porque no son

conscientes de los impactos de sus

elecciones.

Un estudio realizado en Dinamarca

indicó, que el 59% de los hombres y el

68% de las mujeres afirmaron, que

estarían dispuestos a incorporar los

aspectos ambientales en sus decisiones

de compra (en este caso, sobre

electrónica) si los productos mostraran

dicha información en los rótulos. Por lo

tanto, es necesario que esta

información sea visible para alentar a

los individuos a incorporar los impactos

ambientales en la toma de decisiones.

Además de reducir el uso de los

recursos en general, es necesario

continuar aumentando la eficiencia del

empleo que hacemos de los recursos.

Por ejemplo, los niveles poblacionales

de numerosas especies de peces y

mamíferos se redujeron drásticamente

debido a la captura incidental,

conformada por aquellas especies que

son recolectadas incidentalmente junto

con la especie objetivo.

El avance de la tecnología, así como la

mayor sensibilización, pueden continuar

incrementando la eficiencia. La

mortalidad anual de delfines causada

por la captura incidental se redujo de

130.000 individuos en 1986 a alrededor

de 1.500 en 2002. Esta reducción se

atribuyó a acuerdos internacionales,

legislación nacional, avances en la

tecnología de pesca y programas de

educación pesquera. Con los cambios

mencionados, deberíamos empezar a

acercarnos a lograr la sustentabilidad y

una mayor comprensión de lo que ello

significa.

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4. Bibliografía consultada

Costanza, R. et al. 1997. “The Value of the World’s Ecosystem Services and Natural Capital,”

Nature, Vol. 387

Daily, G. 1997. Introduction: what are ecosystem services? Pages 1-10 in G. Daily, editor. Nature's

services: societal dependence on natural ecosystems. Island Press, Washington, DC.

Myers, N. 1997. The World’s forests and their ecosystem services. Pages 213-236 in G. Daily, editor.

Nature's services: societal dependence on natural ecosystems. Island Press, Washington,

DC.

Peterson, C. and J. Lubchenco. 1997. Marine ecosystem services. Pages 177-194 in G. Daily,

editor. Nature's services: societal dependence on natural ecosystems. Island Press,

Washington, DC.

Proyecto Andes-Amazonia

Financiado por la Fundación Gordon and Betty Moore

Programa de Política y Ciencias Ambientales – OET

Director: PhD Andrew Chek

Coordinador: Leandro Castaño Betancur

Traducción al español: Jorgelina Brasca

Adaptado: Andrew Chek

Revisores: Andrew Chek y Leandro Castaño

Betancur

Diseño: Liliana Jiménez Bernal

Este documento se basó en el trabajo de Cheryl

Margoluis

Versión para pre imprenta, Costa Rica - 2006