Carta a los misioneros madrileños

3
Madrid, 7 de mayo de 2012 Jornada Diocesana de los Misioneros Madrileños Domingo 20 de mayo de 2012 "¡Sé laico misionero!" A los misioneros y misioneras diocesanos Mis queridos misioneros y misioneras madrileños: Dentro de pocos días celebraremos con gran alegría la solemnidad de la Ascensión del Señor, que sube al cielo llevando consigo nuestra humanidad, para sentarla con Él a la derecha del Padre, y así poder enviarnos el Espíritu Santo. "Os conviene que yo me vaya", les había dicho a los apóstoles en la Última Cena, indicación que les dejaría perplejos, pero el mismo Jesús les explicó: "Porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré". Les había dejado el Don del sacramento de su Presencia, la Eucaristía, pero ese día, justo antes de ascender al cielo, les descubrirá que no se conforma con el grupo de personas que ya le sigue, que quiere llegar a todos los hombres, a todos los corazones, porque a todos quiere llamar el Señor a la salvación y a la Gracia: "ld al mundo entero, y predicad el Evangelio a toda la creación". En cualquier parte del mundo donde viva un hombre, allí quiere estar el Señor, quiere estar Jesús para acompañarlo, para animarlo, para consolarlo. Por eso necesita de nosotros, necesita de vosotros, sus misioneros. Habéis oído su voz que os llama, que os ha iluminado el corazón. Y habéis respondido que Sí, que queréis seguirle, que queréis vivir de su amor y hacer que otros muchos lo descubran y vivan como vosotros. ¡Qué alegría vuestra respuesta! Pero aún más, ¡qué alegría que el Señor se haya fijado en ti y te haya hecho portador de algo tan hermoso! ¡Damos gracias a Dios! Ser misionero, en verdad, es una inmensa gracia, para vosotros, por la posibilidad que vuestra vocación os da de entrar en el corazón desgarrado de tantas personas necesitadas, ante

description

Jornada Diocesana de los Misioneros Madrileños Domingo 20 de mayo de 2012 A los misioneros y misioneras diocesanos

Transcript of Carta a los misioneros madrileños

Madrid, 7 de mayo de 2012

Jornada Diocesana de los Misioneros MadrileñosDomingo 20 de mayo de 2012

"¡Sé laico misionero!"

A los misionerosy misioneras diocesanos

Mis queridos misioneros y misioneras madrileños:

Dentro de pocos días celebraremos con gran alegría la solemnidad de la Ascensión del Señor, que sube al cielo llevando consigo nuestra humanidad, para sentarla con Él a la derecha del Padre, y así poder enviarnos el Espíritu Santo. "Os conviene que yo me vaya", les había dicho a los apóstoles en la Última Cena, indicación que les dejaría perplejos, pero el mismo Jesús les explicó: "Porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré". Les había dejado el Don del sacramento de su Presencia, la Eucaristía, pero ese día, justo antes de ascender al cielo, les descubrirá que no se conforma con el grupo de personas que ya le sigue, que quiere llegar a todos los hombres, a todos los corazones, porque a todos quiere llamar el Señor a la salvación y a la Gracia: "ld al mundo entero, y predicad el Evangelio a toda la creación".

En cualquier parte del mundo donde viva un hombre, allí quiere estar el Señor, quiere estar Jesús para acompañarlo, para animarlo, para consolarlo. Por eso necesita de nosotros, necesita de vosotros, sus misioneros. Habéis oído su voz que os llama, que os ha iluminado el corazón. Y habéis respondido que Sí, que queréis seguirle, que queréis vivir de su amor y hacer que otros muchos lo descubran y vivan como vosotros. ¡Qué alegría vuestra respuesta! Pero aún más, ¡qué alegría que el Señor se haya fijado en ti y te haya hecho portador de algo tan hermoso! ¡Damos gracias a Dios! Ser misionero, en verdad, es una inmensa gracia, para vosotros, por la posibilidad que vuestra vocación os da de entrar en el corazón desgarrado de tantas personas necesitadas, ante todo, de Dios, personas que sufren a causa de la pobreza, de la incultura, de la violencia, de la injusticia, de la falta de fe. Y también es una gran gracia para nuestra Iglesia diocesana de Madrid que, como todos los años, en la solemnidad de la Ascensión del Señor os recuerda de un modo particular, al celebrar el Día de los Misioneros Madrileños. ¡Queremos estar cerca de vosotros! ¡Queremos que no os sintáis lejos de nuestra diócesis, en la que os recordamos con mucho afecto y, sobre todo, con la oración!

En Madrid, esta fiesta es vuestra fiesta. Y os felicitamos de corazón por lo que estáis viviendo. Y como nos propone el tema elegido para este año, queremos

poner los ojos en los seglares. La gran mayoría de los misioneros, no sólo de Madrid, sino en toda España, Son sacerdotes y consagradas, pero hay que decir con alegría que nuestra diócesis cuenta con más de 200 misioneros laicos; entre vosotros, hay no pocos matrimonios, algunos con familia, y es justo que os recordemos en esta Jornada Misionera de nuestra diócesis de modo particular. Sois un gran apoyo en las misiones a las que os habéis incorporado. Seguro que para vuestras familias es un gran sacrificio prescindir de vuestra presencia, y de la cercanía de vuestros hijos, aquellos que los tengáis; pero todos hemos de ver que estáis respondiendo a una vocación, a una llamada del Señor, que habéis de vivir con alegría y con sentido sobrenatural. Además, vuestra presencia en la misión es un continuo recuerdo de la vocación bautismal para los que reciben vuestra acción misionera y también para los que os acompañamos desde lejos, pero siempre con el corazón muy cercano a vosotros. No podemos olvidar en ningún momento que la vocación cristiana es vocación misionera, que todos los bautizados, los sacerdotes y consagrados como los seglares, todos somos, de un modo u otro, misioneros, apóstoles de la verdad y del amor de Dios en todo momento y lugar. En Madrid, necesitamos que los seglares se planteen en serio si el Señor los llama a dejar sus casas y tierras por llevar a los que no lo conocen el amor de Dios; y aquellos que no se sientan llamados a la misión "ad gentes" tienen que ser conscientes de que aquí, en nuestra gran ciudad, en nuestros pueblos y barrios, también ellos han de ser apóstoles, misioneros, sembradores de la alegría del Evangelio de Cristo.

El Curso que viene, en el que vamos a Celebrar el "Año de la fe", nOS hemos propuesto vivir la exigencia de una nueva evangelización en la que hemos llamado "Misión Madrid". En la Carta que escribo a nuestros diocesanos para esta Jornada Misionera, teniendo presente vuestro testimonio misionero a lo largo y ancho del mundo, les animo a seguir el sentir del Papa Benedicto XV! que a todos nos llama para llevar adelante con fuerza renovada la Nueva Evangelización, en este año, precisamente, del Sínodo que se va a celebrar en Roma con este fin, y de la constitución del nuevo Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización; y teniendo en cuenta también que la Jornada Mundial de la Juventud del pasado verano en Madrid ha sido una gracia inmensa, y ha dado una viveza extraordinaria al espíritu misionero, que abraza a toda la Humanidad, y no sólo en los jóvenes, sino en la Iglesia entera. Contamos con la ayuda preciosa de vuestro testimonio, y de vuestra especial oración al Señor, para esta "Misión Madrid", que sin duda nos unirá más estrechamente con todos vosotros.

Recibid mi saludo cordial, al tiempo que os encomiendo a la Reina de las Misiones, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Almudena, para que, con su poderosa intercesión, recibáis todas las bendiciones de Dios. Y encomendadme a mí y a nuestra diócesis madrileña a su intercesión.

Con todo afecto y mi bendición,

+ Antonio Mª Rouco VarelaCardenal-Arzobispo de Madrid