JHS

SUPERIORA GENERALE

Figlie di Gesù

R. 432/13

Roma, 7 de julio de 2013

CARTA Nº 5

A TODOS LOS LAICOS Y LAICAS

UNIDOS POR EL CARISMA Y ESPIRITUALIDAD DE LA MADRE CÁNDIDA

Queridos hermanos: laicas y laicos que junto a nosotras participasteis en la preparación de la Congregación general XVII - CG XVII.

Con profunda gratitud y alegría me dirijo hoy a vosotros. Hace poco más de un mes terminamos la CG XVII y, después de dar los primeros pasos necesarios para la transmisión de esa experiencia a las Hijas de Jesús, me dispongo a empezar a compartirla con vosotros.

En primer lugar, deciros qué importantes fueron vuestras aportaciones para nuestro discernimiento. Si recordáis, trataban de dar respuestas a las dos preguntas que os hicimos:

La Iglesia nos está haciendo una llamada fuerte a una “Nueva Evangelización”. Después de leer los textos que os proponemos para la reflexión, ¿descubres algunas pistas de por dónde responder juntos -Laicos e Hijas de Jesús- a esta llamada de la Iglesia?

Desde tu experiencia de convivir y trabajar con las Hijas de Jesús en este momento importante de preparación de la Congregación General XVII, ¿qué sugerencias nos darías para los próximos 6 años?

Sí, en vuestras respuestas percibimos interés, fraternidad y, sobre todo, deseo de mayor integración para, juntos, responder a la llamada que la Iglesia nos hace a una evangelización con nuevo talante, estilo y profundidad evangélica.

Vuestra contribución nos ayudó en las tres fases de la Congregación general - CG: la constatación de nuestro momento histórico-congregacional; el discernimiento y elección de los núcleos que nos ayudarán a impulsar nuestra misión en los siguientes seis años; la puesta por escrito en UNA DETERMINACIÓN de lo que habíamos visto y oído en todo el proceso de esta CG XVII, que tuvo su inicio en la Pascua de Resurrección del Señor, del año 2012.

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DOMINGO XIV DEL TIEMPO ORDINARIO

“…los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.”

Lc 10,1.

Nos habéis ayudado a ser realistas; a reconocer nuestros dones, recordándonos que nos son dados para los demás y también a detectar nuestras debilidades; a volver la mirada hacia lo esencial de nuestra llamada en la Iglesia; a desear dar un paso más en nuestras relaciones Hijas de Jesús-Laicos: el de la ‘integración-unión’, más allá de la mera colaboración mutua. Cuatro párrafos de la nueva determinación, como veréis, están referidos específicamente e ello.

Poco a poco os iréis enterando del proceso de la CG y de su DETERMINACIÓN, pero no quería dejar pasar este primer momento para, en nombre de todo el Cuerpo congregacional, agradecer de modo muy particular a todas/os los que colaborasteis en ello. ¡Bendito sea Dios por todo! -diría nuestra querida Madre Cándida- completado hoy con un cariñoso: ¡Qué Dios os bendiga! ¡¡¡ G R A C I A S !!!

Aprovecho también para compartir un aspecto más: me refiero al significado del s í m b o l o que encontráis en el inicio de esta carta: dos cintas de colores diferentes -rojo y azul- que se cruzan, significando la unión de la divinidad con la humanidad, humus indispensable para la evangelización, unión que el Espíritu Santo hace nacer y anima en cada ser humano. Es un símbolo inspirado en la iconografía oriental que también se refleja en la obra de Marko Rupnik SJ, teólogo-artista. Un mosaico de este autor, que representa el encuentro de María con Isabel, fue ‘ e l i c o n o i n s p i r a d o r ’ en nuestra CG.

Este s í m b o l o expresa el deseo de que el encuentro de lo humano y lo divino se haga carne, se exprese de mil modos en nuestra vida cotidiana, se haga verdad en nuestras personas e instituciones y se transforme en verdadero anuncio en todo nuestro quehacer. Deseamos con ardor que ‘ e l e n c u e n t r o ’ sea una de las categorías más importantes y preservadas en nuestros planes de vida: encuentro con cada persona, encuentro con la realidad, encuentro con cada hermana nuestra, encuentro con Dios, encuentro con la naturaleza, encuentro con lo diferente, reencuentro con los ‘enemigos’, encuentro en la Iglesia, en fin: e n c u e n t r o de vida y para la vida.

El e n c u e n t r o d e M a r í a c o n s u p r i m a I s a b e l nos ayuda a comprender que María de la Visitación es María de la Evangelización y que, en nuestra vida cristiana, desde las diferentes vocaciones a las que somos llamados, se nos reta a, juntos, evangelizar siempre. Esta llamada es uno de los núcleos que forman el EJE CENTRAL de la DETERMINACIÓN y contamos de verdad con realizarla UNIDAS a vosotros, como los ‘setenta y dos’ discípulos, enviados -no solos- por el Señor... ¡Es el evangelio de este domingo!

Aprovecho también para agradecer a los voluntarios que, año tras año, comparten junto a los más necesitados sus propios dones, dedicándoles unas vacaciones o, incluso, un tiempo más prolongado. Este año -2013- serán unos 26 laicos los que, de este modo generoso y efectivo, expresarán su solidaridad y responsabilidad humana, contribuyendo a que, verdaderamente, ‘todos tengan más vida’, a través de proyectos humanitarios en Argentina, Bolivia, España, República Dominicana (frontera con Haití), Mozambique y Venezuela. Los acompañamos con nuestro interés y oración.

Bueno, por hoy os dejo con ‘este aperitivo’ de lo vivido y, de nuevo os envío mi abrazo muy agradecido.

Vuestra hermana: