Carnaval sin fiesta

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24 25 21 de febrero del 2015 21 de febrero del 2015 E n la efeméride política venezo- lana, febrero es siempre una tra- gedia. En febrero de 1989 se lle- vó a cabo el ‘Caracazo’, luego de que el gobierno de Carlos Andrés Pérez, ahorcado en deudas, decidiera aumentar impuestos y reducir el gasto público; aún se cuentan los muertos de esa larga crisis. En 1992, también en fe- brero, hubo un violento intento de golpe de esta- do contra Pérez; entre los militares golpistas estaba Hugo Chávez. Años después, en febrero del 2014, las protestas contra la inseguri- dad ciudadana y la violencia deri- varon en reclamos de tipo económi- co, social y polí- tico. La crisis que arreció en Venezuela hace un año exacto dejó 43 muertos, decenas de heridos y 3.500 de- tenidos, de los cuales 41 aún permanecen bajo encierro. Y ahora, en febrero del 2015, muy pocos celebraron los feriados por carnaval (lu- nes 16 y martes 17). Hay más gente haciendo cola en los su- permercados que protestando en las calles, pero esta es una situación perfectamente rever- sible. El febrero venezolano es casi siempre un problema. OLLA A (RE)PRESIÓN El 12 de febrero se ¿celebró? un año del inicio de las pro- testas más prolongadas y sos- tenidas que ha enfrentado el presidente Nicolás Maduro, que de Hugo Chávez heredó el fanatismo de sus partidarios y la furia de sus opositores, pero no el alto precio del petróleo ni los buenos reflejos políticos. El Observatorio de Conflictividad Social contabilizó 9.286 protestas durante el 2014, y en lo que va del 2015 ya registró más de 500. Nú- meros aparte, es difícil preguntarle a un venezolano si ahora se está igual o peor (difícilmen- te mejor). “Un año después el balance es desalentador. Hay una continui- dad, pero desmejorada”, resu- me Marino Alvarado, abogado y reconocido activista de dere- chos humanos en ese país. Uno de los aspectos que continúa y desmejora en Ve- nezuela es la represión, a ve- ces obscena, a los opositores. En los últimos días se reveló la existencia de una prisión subterránea –le dicen ‘La tumba’– ubicada en el quinto sótano de la sede del Servicio BIENES ESQUIVOS. La escasez en las tiendas es constante: es tan difícil conseguir leche y pollo como preservativos o pañales. CARNAVAL SIN FIESTA ESCRIBE: RICARDO LEÓN / [email protected] / @ERRELEON Es cierto que hay más gen- te haciendo cola en los su- permercados que protes- tando en las calles, pero es una situación perfectamen- te reversible. REUTERS 24 21 de febrero del 2015 VENEZUELA Venezuela recuerda, en medio de una extraña calma, un año del inicio de las violentas protestas del 2014. La arbitraria detención del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, podría encender otra vez la pradera en un contexto de crisis económica y social.

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Venezuela recuerda, en medio de una extraña calma, un año del inicio de las violentas protestas del 2014. La arbitraria detención del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, podría encender otra vez la pradera en un contexto de crisis económica y social.

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24 2521 de febrero del 2015 21 de febrero del 2015

En la efeméride política venezo-lana, febrero es siempre una tra-gedia.

En febrero de 1989 se lle-vó a cabo el ‘Caracazo’, luego de que el gobierno de Carlos Andrés Pérez, ahorcado en deudas, decidiera aumentar impuestos y reducir el gasto público; aún se cuentan los muertos de esa larga crisis.

En 1992, también en fe-brero, hubo un violento intento de golpe de esta-do contra Pérez; entre los militares golpistas estaba Hugo Chávez.

Años después, en febrero del 2014, las protestas contra la inseguri-dad ciudadana y la violencia deri-varon en reclamos de tipo económi-co, social y polí-tico. La crisis que arreció en Venezuela hace un año exacto dejó 43 muertos, decenas de heridos y 3.500 de-tenidos, de los cuales 41 aún permanecen bajo encierro.

Y ahora, en febrero del 2015, muy pocos celebraron los feriados por carnaval (lu-nes 16 y martes 17). Hay más gente haciendo cola en los su-permercados que protestando en las calles, pero esta es una situación perfectamente rever-

sible. El febrero venezolano es casi siempre un problema.

OLLA A (RE)PRESIÓNEl 12 de febrero se ¿celebró? un año del inicio de las pro-testas más prolongadas y sos-tenidas que ha enfrentado el presidente Nicolás Maduro, que de Hugo Chávez heredó el fanatismo de sus partidarios y la furia de sus opositores, pero no el alto precio del petróleo ni los buenos reflejos políticos.

El Observatorio de Conflictividad Social contabilizó 9.286 protestas durante el 2014, y en lo que va del 2015 ya registró más de 500. Nú-meros aparte, es difícil preguntarle a un venezolano si ahora se está igual o peor (difícilmen-te mejor). “Un año después el balance es desalentador. Hay una continui-

dad, pero desmejorada”, resu-me Marino Alvarado, abogado y reconocido activista de dere-chos humanos en ese país.

Uno de los aspectos que continúa y desmejora en Ve-nezuela es la represión, a ve-ces obscena, a los opositores. En los últimos días se reveló la existencia de una prisión subterránea –le dicen ‘La tumba’– ubicada en el quinto sótano de la sede del Servicio

BIENES ESQUIVOS. La escasez en las tiendas es

constante: es tan difícil conseguir leche y pollo como

preservativos o pañales.

CARNAVAL SIN FIESTAESCRIBE: RICARDO LEÓN / [email protected] / @ERRELEON

Es cierto que hay más gen-te haciendo cola en los su-permercados que protes-tando en las calles, pero es una situación perfectamen-te reversible.

REUT

ERS

24 21 de febrero del 2015 VENEZUELA

Venezuela recuerda, en medio de una extraña calma, un año del inicio de las violentas protestas del 2014. La arbitraria detención del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, podría encender otra vez la pradera en un contexto de crisis económica y social.

26 2721 de febrero del 2015 21 de febrero del 2015

LA CALLE NO SE CALLA. Aunque más focalizadas, las protestas en Venezuela continúan. Este año ha habido más de 500.

UN GRITO DESESPERA-DO. Nicolás Ma-duro ha visitado varios países aliados, como China, pidiendo urgente apoyo económico.

PROTAGONISTASBolivariano de Inteligencia, donde se tortura psicológica-mente a los presos, muchos de ellos jóvenes que partici-paron en las ‘guarimbas’ del 2014, confinándolos a la os-curidad permanente o a la luz constante (ya no saben cuán-do es de día o de noche), y los aislan absolutamente. Tam-bién se supo que Leopoldo López, líder de la oposición preso desde hace un año en la cárcel de Ramo Verde, en las afueras de Caracas, sufrió un raro atentado: un grupo de guardias carcelarios destruyó las pocas pertenencias que guarda en su celda.

LLANEROS SOLITARIOS“Los demócratas del continente hemos dejado sola a Venezue-la”, reconoció el ex presidente de Colombia, Andrés Pastrana, durante una reciente visita a Caracas (en la que, por cierto, intentó visitar a López, pero se lo impidieron). A su turno, y en el mismo tono lastimero, el chileno José Miguel Insulza, secretario general de la Organi-zación de Estados Americanos (OEA), confesó que “en lo de Venezuela habría querido jugar un papel más importante, pero no ha sido posible (...). Se nece-cita un consenso de los miem-bros y ese consenso no existe”.

Queda claro que una cosa es exigir que la comunidad lati-noamericana intervenga y pre-sione al régimen venezolano, pero otra cosa es que esto sea posible. Víctor Andrés García Belaúnde, presidente de la Co-misión de Relaciones Exterio-res del Congreso, admite que “es complicado que otro país se inmiscuya; tendría que ser una iniciativa en bloque, pero el bloque regional ahora no está unido”.

La Mesa de Unidad Nacional (MUD) es aún más trágica. En un reciente comunicado indica que la situación es “insosteni-ble” y que se vive “una crisis sin precedentes”. Sin embargo, la oposición no ha logrado aún

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NICOLÁS MADURO. En enero tenía una aprobación de 22%, según un sondeo de Datanálisis. “Yo no vivo de las encuestas”, dijo por aquellos días. También habló –para variar– de planes golpistas de Estados Unidos.

MARÍA CORINA MACHA-DO. Injustamente desposeída de su escaño por Diosdado Cabello (presidente de la Asamblea Nacional), la dipu-tada es una de las voces de protesta de mayor arraigo.

HENRIQUE CAPRILES. Continúa como cabeza de la oposición, aunque no ha logrado aglutinarla del todo. Su prueba de fuego será en las elecciones parlamentarias de noviembre del 2015.

LEOPOLDO LÓPEZ. El 17 de febrero cumplió un año preso (en varios momentos, incomunicado por completo). Maduro lo encarceló y al mis-mo tiempo lo convirtió en un preso político emblemático.

LILIAN TINTORI. La esposa de Leopoldo López continúa pidiendo apoyo de institu-ciones y personalidades del extranjero para ejercer presión al gobierno de Maduro. En la foto (arriba) aparece junto a los ex presidentes de Colom-bia y Chile, Andrés Pastrana y Sebastián Piñera.

aglutinar una fuerza lo sufi-cientemente inteligente como para posicionarse. Mario Alvarado opina que las elecciones parla-mentarias de noviembre del 2015 podrían marcar un punto de quiebre por-que el oficialismo perde-ría puestos y apoyo. Pero para noviembre falta mu-cho. En un país ahogado

en la escasez y la inseguridad, cada minuto que pasa es un mi-nuto perdido. Lo que no mejo-ra, empeora.

MADURO REPRIME IMPUNEMENTE

HUMILLADO Y OFENDIDO. La tarde del jueves 19, el alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, fue detenido por miembros del Servicio Bolivariano de Inteligencia, quienes allanaron su oficina. Ledezma, acérrimo opositor al gobierno de Nicolás Maduro, no tenía orden de captura.

DICTADURA PERFECTA. Mientras la oposición exigía la liberación de Ledezma, el presidente advertía a los supuestos golpis-tas con “pagar en la cárcel, sea quien sea”.

EN PELIGRO. Los familiares de Ledezma

responsabilizarán a Maduro si algo le ocurre.