Carisma e Institución

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Reseña: GUTIÉRREZ Gustavo 1990 Beber en su propio pozo En el itinerario espiritual de un pueblo. 4ta. ed. Lima: Centro de estudios y publicaciones (cep). Gustavo Gutiérrez (Lima 1928) Sacerdote católico, inició sus estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (medicina humanan), luego en la Universidad Católica del Perú donde se dedico a los estudios de filosofía. Más tarde estudiaría psicología en la Université Catholique de Lovaina. Sus estudios de teología los realiza en diferentes universidades. Es considerado el padre de la “Teología de la liberación” la cual trata de acercar la iglesia al mundo de los pobres. Ha recibido varias condecoraciones y premios por sus aportes en teología y la lengua. Entre sus obras resaltan las siguientes: Teología de la liberación. Perspectivas (1971), La fuerza histórica de los pobres (1979), En busca de los pobres de Jesucristo (1992). 1 El libro Beber en su propio pozo, es un texto que nos hace reflexionar sobre la historia de América Latina y la realidad de los excluidos, de la mayoría, del pueblo siempre oprimido y sufrido. La postura de Gutiérrez es una visión crítica de la vida y la realidad que se está viviendo aún en este lado del mundo. Pero al mismo tiempo nos dice que si bien la pobreza es un factor calamitoso también el factor de la fe profunda de su pueblo es una gran ayuda para poder seguir teniendo esperanza de un cambio a partir de la unión y el entendimiento del verdadero reino de Dios. Reino que hoy en día parece lejano, pero que con la lucha del pueblo se termina de concientizar las realidades y los cambios venideros. CAPITULO I: ¿cómo cantar a Dios en tierra extraña? En este primer capítulo Gustavo Gutiérrez nos habla de la realidad de América Latina. De las necesidades de un pueblo que ha sufrido, y aún sufre, las necesidades que trae el mal manejo político, económico y social. La realidad de América Latina ha sido marcada por la violencia y la explotación del hombre por el hombre, donde el sistema económico –siempre egoísta y sin misericordia- es parte importante de una maquinaria de pequeños grupos que tratan de enquistarse en el poder para seguir devorando, como langostas, todo lo que encuentran a su paso. Esta es la visión histórica que ha marcado a esta tierra y donde lo único que importa es la 1 Cfr. Academia peruana de la lengua.

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Reseña: GUTIÉRREZ Gustavo1990 Beber en su propio pozo En el itinerario espiritual de un pueblo. 4ta. ed. Lima: Centro de estudios y publicaciones (cep).

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Resea: GUTIRREZ Gustavo1990 Beber en su propio pozo En el itinerario espiritual de un pueblo. 4ta. ed. Lima: Centro de estudios y publicaciones (cep).Gustavo Gutirrez (Lima 1928) Sacerdote catlico, inici sus estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (medicina humanan), luego en la Universidad Catlica del Per donde se dedico a los estudios de filosofa. Ms tarde estudiara psicologa en la Universit Catholique de Lovaina. Sus estudios de teologa los realiza en diferentes universidades. Es considerado el padre de la Teologa de la liberacin la cual trata de acercar la iglesia al mundo de los pobres. Ha recibido varias condecoraciones y premios por sus aportes en teologa y la lengua. Entre sus obras resaltan las siguientes: Teologa de la liberacin. Perspectivas (1971), La fuerza histrica de los pobres (1979), En busca de los pobres de Jesucristo (1992). El libro Beber en su propio pozo, es un texto que nos hace reflexionar sobre la historia de Amrica Latina y la realidad de los excluidos, de la mayora, del pueblo siempre oprimido y sufrido. La postura de Gutirrez es una visin crtica de la vida y la realidad que se est viviendo an en este lado del mundo. Pero al mismo tiempo nos dice que si bien la pobreza es un factor calamitoso tambin el factor de la fe profunda de su pueblo es una gran ayuda para poder seguir teniendo esperanza de un cambio a partir de la unin y el entendimiento del verdadero reino de Dios. Reino que hoy en da parece lejano, pero que con la lucha del pueblo se termina de concientizar las realidades y los cambios venideros.

CAPITULO I: cmo cantar a Dios en tierra extraa?

En este primer captulo Gustavo Gutirrez nos habla de la realidad de Amrica Latina. De las necesidades de un pueblo que ha sufrido, y an sufre, las necesidades que trae el mal manejo poltico, econmico y social. La realidad de Amrica Latina ha sido marcada por la violencia y la explotacin del hombre por el hombre, donde el sistema econmico siempre egosta y sin misericordia- es parte importante de una maquinaria de pequeos grupos que tratan de enquistarse en el poder para seguir devorando, como langostas, todo lo que encuentran a su paso. Esta es la visin histrica que ha marcado a esta tierra y donde lo nico que importa es la necesidad de seguir con una cadena de explotacin. El pueblo latino siempre sufrido y golpeado por la dureza de la estupidez capitalista ha podido, en un gran perodo de tiempo, unirse y poder afrontar sus problemas mirando su vida y su realidad. Pero no solo han tenido que aceptar la pobreza y la injusticia como una realidad cotidiana, sino que la fe es el bastn de apoyo en el que se han podido albergar para seguir bregando contra la indiferencia y contra el rechazo que viven da a da. El entendimiento de la fe en Amrica Latina ha sido desde una perspectiva nica y profunda y, para muchos, esa mirada social y de apoyo en la fe ha sido considerada como revolucionaria y completamente ajena a lo que se debe de entender por idea evangelizadora o ideas para comprender a Dios. Las miradas clsicas y obtusas -o de repente el miedo al cambio de algunos poderosos laicos o religiosos- han visto en esta fe liberadora una mala interpretacin de la religiosidad y porque no decirlo, tal vez el fin de una hegemona que solo mira de soslayo al pueblo sufrido y vituperado porque ellos al final no son nada o valen tan poco que no merecen una importancia dentro de lo grande y formal que es la iglesia catlica. La unidad del pueblo es la unidad vivida por la fe y es desde esa unidad que todo puede levantarse y, de ese modo, poder entender la grandeza de la palabra de Dios y el dilogo que puede existir con l en los momentos ms terribles que las personas vienen pasando. El mundo se les ha hecho ajeno y la religiosidad pregonada por las autoridades no se les ha hecho presente, como dice Gustavo Gutirrez: Nos hallamos ms bien ante una realidad contraria al Reino de vida anunciado por el seor. Pero entonces si esta no es la realidad planteada por qu seguimos viviendo miserias? Tal vez por la sencilla razn que no estamos viendo el sufrimiento del prjimo y solo vemos nuestro bienestar y nuestra forma de vida que, a fin de cuentas, ser de mejor calidad y no hay por qu preocuparse por otros, si con algunas limosnas ya tendrn suficiente para poder comer. Esa es la visin y la prctica cristiana que tenemos en Latinoamrica para con nuestros iguales? La lucha del pueblo contra esas injusticias y en bsqueda de sus derechos se inscriben en la bsqueda de Dios y es esa lucha un cambio que los llevara a un encuentro con el reino Dios. Es una iniciativa colectiva, organizada y de LIBERACIN.El canto de los pobres es como un himno de batalla que no quiere ser escuchado, pero que llega a tocar la puerta de la indiferencia para hacerse presente como un puo que lanza su golpe ms fuerte a las autoridades. Se ha tomado cada vez mayor conciencia en Latinoamrica y los brazos cados se han levantado y se vive un tiempo de solidaridad, que es bueno para salir adelante y ser escuchados. Tambin un tiempo de oracin, el subcontinente es el lugar donde la oracin es parte importante del pueblo y su necesidad por el contacto con la vida religiosa, existe un fervor y un acto de reconocimiento. El reconocimiento del tiempo de salvacin, existe ya hoy en da un compromiso y una necesidad de que esa alianza se afiance ms que nunca y es de ese modo que se puede ver en Amrica Latina una evangelizacin jams antes vivida e inquebrantable.

La espiritualidad ha cambiado para bien y puede ser entendida como la necesidad de bsqueda de una esperanza que no terminara y que por el contrario terminara haciendo del subcontinente una gran fuerza que ayude a poner en contexto la espiritualidad que los est caracterizando. CAPITULO II: Por aqu ya no hay camino.

El autor nos empieza exponiendo la necesidad de un encuentro espiritual antes de plantearnos estudios teolgicos o racionales. Pero este recorrido, para llegar al encuentro espiritual pleno, no parte de la bsqueda del hombre, sino de la divinidad misma. Luego del encuentro que es experiencia por excelencia- y de un interrogatorio interno por medio de nuestras reflexiones es ya posible apuntalar en terreno firme- las reflexiones teolgicas o argumentativas sobre la fe. Sobre este tema Anselmo nos dice: No busco comprender para creer sino que creo para comprende. Puesto que estoy seguro de que si yo no creyese no comprendera. La fe, entonces, prima ante todo porque parte de la experiencia misma, de un recorrido reflexivo, de un encuentro que no se dara si se parte de un pensamiento racional. Debemos entenderlo como lo plantea Gutirrez, que el discurso sobre la fe parte de la comunidad y se orienta hacia la misma. Las experiencias son parte de la vida y por tanto se debe retornar a ellas para poder comprender criticar, comparar y poder formular nuevos apartados que enriquezcan nuestra fe y nuestra visin del colectivo cristiano. De ah nace el ttulo del libro, porque Beber en su propio pozo es una gran experiencia espiritual y una experiencia de vida que se aprecia en el acto de beber de las enseanzas de Jess. La gratificacin de un agua de vida que puede hacernos cambiar y vivir una nueva experiencia espiritual ms fuerte.Debemos de caminar segn el espritu, aquel espritu que inundo a los primeros seguidores de las comunidades cristianas. Los seguidores de Jess y de sus enseanzas son pieza clave para entender el espritu del que se intenta hablar. Debemos regresar al pozo nuevamente y beber de esas aguas para poder, de ese modo, intentar dar un sentido nuevo a la espiritualidad y no caer en lo que se aprecia muchas veces como algo psicolgico-personal. La colectividad es parte del espritu y de la unin de los pueblos.

Por otro lado nos habla de la importancia de entender: Carne, cuerpo y espritu. En el primero el autor nos habla de la carne como cosa material del cual est hecho el hombre, pero que tambin es entendido como una fragilidad y por ende est sujeta al pecado (pero entendemos pecado como. egosmos, indiferencias, rencores, etc.) la solidaridad pasa por una visin general y en esta visin general debemos contar al cuerpo. Por otro lado, se encuentra el cuerpo y es entendido como parte espiritual y es una realidad presente y por eso Pablo habla del cuerpo como un templo del seor. Por eso, Pablo, hace una diferencia entre carne y cuerpo gracias a la resurreccin de Jesucristo. El humano puede ser sometido por la carne, pues es lo ms frgil, pero el cuerpo es un aspecto inquebrantable. En el caso del espritu, puede ser entendido como la persona misma o la persona que ha entrado en gracia gracias a la vida que se le ha otorgado. El hombre como espritu es entendido gracias al poder de Dios y este es la fuente de vida para que el humano pueda entender la fe desde un punto menos estricto y ms amplio de lo que se ha planteado en la teologa ortodoxa. El hombre de Latinoamrica est buscando a Dios por todo lo que est pasando a su alrededor y por el sufrimiento que no deja de pasar. Y en la bsqueda aprendemos a vivir con el espritu que nos da la vida y las ganas para poder salir delante de la adversidad. CAPITULO III: Libres para amar.

El autor nos habla de la libertad y como esta libertad de espritu es parte esencial de la relacin con los dems y tambin con nosotros mismo. Hace una referencia importante a Santo Tomas y la diferencia entre libertad de y libertad para. El primer caso se entiende como la liberacin de nuestras ataduras (pecado, egosmo, indiferencia, etc.) y en el segundo la finalidad de esa libertad (el amor, la comunin, etc.) para poder llegar a una libertad para amar. En la vida de Jess podemos ver la necesidad de la libertad para poder entender y servir a los dems, pero esta se aprecia en la entrega de vida que el da. El cambio en la persona, la conversin sabemos no son cuestiones gratuitas y mucho menos de fcil acceso, pues es muy difcil seguir con una conversin interna y que nos lleve a dejar de lado cosas ya ganadas. El sentido de desprendimiento es cada vez ms difcil y por tanto no hace posible que podamos dejar todo lo anterior. Es doloroso, pero mediante este cambio podemos llegar a un desarrollo y mediante la palabra de fe se cae en lo ms profundo de este cambio y, as, este proceso puede entenderse como cambio constante y no un cambio nico. Vedemos pues seguir en el camino de la coherencia e ir tratando de navegar contra la corriente y sus dificultades pero es la nica forma para poder llegar a entender las necesidades espirituales y las necesidades que nuestros hermanos pasan da a da.

Pero este camino muchas veces se ve opacado por el pecado y es a partir de este pecado que todo lo que se avanza o pretenda avanzar quedara inconcluso o en todo caso sin sentido. Debemos de ver en el sufrido la mirada de Jess y a partir de all comprender por qu se encuentran as? Y cmo es que no lo vemos o no lo queremos ver? El pueblo esta sediento y hambriento de Dios y de espiritualidad las cuales lamentablemente le han llegado por migajas gracias a las autoridades religiosas- pero esa necesidad de Dios hoy es diferente el hombre pobre a podido alimentarse y ha podido sobreponerse vindose en el mismo un hijo mas de Dios, dejando de la lado las realidades religiosas. Ahora busca el contacto por el mismo y por sus actos, pensando en la religiosidad como alimento y como cura para sus heridas. Adems, de ese alimento de espritu tambin el pobre necesita del pan real, es lamentable decirlo pero si bien la fe calma gran parte de los malestares, no puede cambiar la realidad de la necesidad de muchas personas (nios, adultos, mujeres) que no tienen muchas veces ni que comer a causa de un egosmo que arrasa y trata de no ver a quien aplasta en su camino. Debemos de ver a nuestros hermanos y liberarnos de ese pecado que es una venda que no nos deja ver la realidad.

Qu hacer ante esta necesidad? Pues debemos de ser mas gratuitos con nuestro amor y as poder entender las necesidades que los dems necesitan. No hay las cosas por lanzar una limosna o por librarnos de una culpa al sabernos buenos por ayudar. Las relaciones de amor no se hacen por deber se hacen por querer, por entregar, por haber entendido el amor que Dios nos tiene no es a cambio de nada y mucho menos a cambio de un amor tan grande como el de l. Debemos tener una esperanza viva para poder luchar contra lo injusto de un sistema que solo est trayendo muerte y ms egosmo que antes. Pero aunque todo parezca fuerte y sin remedio la fe nos hace pensar en que otro mundo si es posible y nace en el autor la idea de la infancia espiritual, la cual nos habla de no dejar al hermano en sufrimiento a ser solidarios con sus necesidades y a no hacer ms honda la pobreza con pobreza espiritual dentro de todos nosotros. Gracias la espiritualidad debemos comprometernos con las necesidades de los dems -que son muchas- y de ese modo poder ya no solo comprender el problema de Amrica Latina, sino tambin involucrarnos en l para desde su interior poder cambiar la situacin. Desde mi perspectiva el autor nos habla de una necesidad de cambio en Amrica y es a partir de este cambio que debemos entender de un mejor modo las necesidades de la gente no solo ya en Latinoamrica, sino en el mundo. Las realidades de la fe son innegables y ms an si lo innegable pasa de una cuestin abstracta a la prctica. Las realidades que se aprecian en el cambio y la lucha por un mundo mejor e igualitario para todos se vienen dando en varios lugares, pero no solo se trata de entender las revoluciones como una lucha violenta entre los de izquierda y los de derecha o las guerras que tanto dao terminan causado. En el texto el autor permite la reflexin hacia un cambio radical pero del propio pensamiento y el actuar, no solo se debe entender al prjimo como un igual, sino valorarlo y tratarlo como igual, como nuestro hermano al que se le debe ayudar y no dejar que se hunda en la miseria y la violencia que hoy da castiga a las grandes masas.

Los cambios sociales pueden partir de la fe y de la visin del reino de Dios, se debe de retornar a las fuentes y a partir de ellas poder reconfigurar lo que estamos viviendo y ver si realmente hemos podido asimilar las enseanzas de Jess o a partir de donde solo nos fijamos en crear una especie de institucin inerte llamada Vaticano. Debemos de ser sinceros, nos hemos equivocado como creyentes o como no creyentes, porque ms all de las creencias se encuentra la visin que tenemos de solidaridad, confianza y amor por los dems. Valores que por dems est decir son parte de Jess vemoslo como hijo de Dios o personaje histrico- debemos de seguir su ejemplo de vida y sus enseanzas? Creo que en esa pregunta no hay respuestas negativas. BIBLIOGRAFA

GUTIRREZ Gustavo

1990 Beber en su propio pozo En el itinerario espiritual de un pueblo. 4ta. ed. Lima: Centro de estudios y publicaciones (cep).

ACADEMIA PERUANA DE LA LENGUA.

http://academiaperuanadelalengua.org/academicos/gustavo-gutierrez (consultado 30 de septiembre) Cfr. Academia peruana de la lengua.

Cfr. Gutirrez. 21.

Cfr. Gutirrez. 23.

Cfr. Gutirrez. 60.

Cfr. Gutirrez. 61.

Cfr. Gutirrez. 160.

Cfr. Gutirrez. 183.