Cardenal Martini Pionero de la Iglesia

del s.XXI

El Cardenal Martini fallecía el 31 de agosto en Gallarate, Lombardía y con él se nos fue una puerta abierta en la Iglesia para afrontar los retos del éste siglo XXI, apenas comenzado. Para los más conservadores sus palabras y escritos eran leídos con lupa y con recelo, mientras que para los más abiertos estaba considerado como el icono. Ambos se equivocaban. Hasta hicieron chiste con la bebdida italiana diciendo que Martini era “rosso”.

Carlo María Martini fue simplemente un hijo fiel de la iglesia preocupado por que la misma fuese fiel a sus presupuestos evangélicos - única referencia intemporal - y por lo mismo todo un maestro en los estudios bíblicos, un eclesiástico preocupado por el Concilio y su

cercanía a los problemas del mundo…y un hombre de una

profunda espiritualidad, lo que hizo que Pablo VI le invitase en 1978 a dirigir los ejercicios espirituales de Cuaresma en el Vaticano, al Papa y

la Curia.

Hablaba a Dios de los hombres en su lenguaje y a los hombres de

Dios en el suyo.

La muerte del cardenal Martini coincide con la apertura de las celebraciones por el 50 aniversario del Concilio Vaticano II, del que fue ferviente estudioso. En la corriente de los cambios del post-Concilio, Martini siguió la línea marcada por la Compañía de Jesús en sus últimas décadas.

El cardenal jesuita se había convertido en un icono de los sectores renovadores de la Iglesia y había sido considerado uno de los candidatos a suceder a Juan Pablo II. El jesuíta y periodista Norberto Alcocer escribía que “Carlo María Martini estuvo a un tris de suceder a Karol Wojtyla en el cónclave que acabó eligiendo a Josep Ratzinger como cabeza visible de la Iglesia Católica. Se conocen perfectamente los datos de aquella votación dramática, solamente solucionada por la decisión radical del jesuita trentino de leer el paso de Dios por su vida en los efectos evidentes del Parkinson que ya comenzaba a dominarle”.

Prácticamente después de la reunión cardenalicia, se retiraba a Jerusalén y al Instituto Bíblico de la Compañía de Jesús en la ciudad santa, donde había sido autoridad máxima para, en palabras suyas: “prepararme para el encuentro misterioso y definitivo con mi Dios, después de haberle servido con tanta intensidad durante largos años: es el momento de entregarme a la eternidad con la mayor pureza posible”. Martini transcurrió sus últimos años, afectado de parkinson, en el Intituto Filosófico Aloisianum,centro europeo de formación de la Compañía de Jesús, en Gallarate, donde falleció. El cardenal se trasladó a esta institución después de su regreso a Italia en 2008, tras haber pasado seis años en Jerusalén, donde se dedicó al jubilarse en 2002 para profundizar sus estudios bíblicos. .

En el mensaje que Benedicto XVI envió para ser leído en el funeral, el Papa admiraba esa apertura del Cardenal Martini a los problemas más delicados de la sociedad actual y por supuesto a los no creyentes, con la autoridad que le otorgaba ser un experto en estudios bíblicos. Y añadía: Lo hacía “con un espíritu de caridad pastoral profunda, según su lema episcopal, “Pro veritate adversa diligere,” atento a todas las situaciones, especialmente a las más difíciles, y cercano, con amor, a quienes estaban extraviados, o vivían en la pobreza y en el sufrimiento”.

Carlo Maria Martini S.I.

nació en Orbassano, Turín el 15.Febrero de1927 y falleció en Gallarate, Lombardía, el 31 agosto 2012.

Ingresó en la Compañia de Jesús (SJ) a los 17 años y fue ordenado sacerdote el año 1952.

S.Ignacio de Loyola

Breve biografía

Fue consagrado Obispo en 1979 por Juan Pablo II quien en 1980 le designó arzobispo de Milán, diócesis en la que permaneció más de veinte años, durante los cuales, también Juan Pablo II le proclamó cardenal en el año 1998.

Fue Presidente de las Conferencias Episcopales Europeas de 1986 a 1993, en años de importantes cambios históricos.

Su carrera intelectual fue fulgurante. Era experto en la crítica textual del Nuevo Testamento y había estudiado los papiros y códices que contienen el texto griego de los Evangelios.

En 1958 recibió el doctorado en la Universidad Gregoriana de Roma en teología fundamental con la tesis: "Il problema storico della Risurrezione negli studi recenti”. En el Pontificio Instituto Bíblico, Roma, obtuvo otro doctorado.

Fue rector de la Pontificia Universidad Gregoriana y del Pontificio Instituto Bíblico. Y en 2000 fue nombrado Académico de Honor de la Pontificia de las Ciencias. En 2006 recibió el Doctorado Honoris Causa en Filosofía por la Universidad Hebrea de Jerusalén.

Un intelectual y místico

Fue nombrado Caballero Gran Cruz de la Orden al Mérito de la República Italiana en Roma el año 1983 En 1999 fue nombrado Doctor por la Academia Rusa de las Ciencias ad honorem. En el año 2000 recibió el Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales, España, y también el Premio Europa. Era miembro de la Pontificia Academia de las Ciencias desde noviembre de 2000.

El Príncipe de Asturias le entrega el Premio del mismo en Ciencias Sociales (2000)

Se han dicho tantas cosas del cardenal Carlo María Martini que lo mejor es escuchar sus propias palabras, siempre teniendo en cuenta que son frases sueltas

entresacadas de extractos de sus entrevistas, libros y trabajos, con el consiguiente riesgo de ser mal interpretadas a veces. general por brevedad.

Su pensamiento en algunos textos

“La interioridad de la fe se nutre a través de la escucha de la Palabra”, en la Eucaristía “se revela el misterio cristiano interior y se manifiesta continuamente” y por “la caridad la gente despierta, ve el sufrimiento de otras personas y aprende a abrir el corazón, a comprender que la vida vale, sobre todo, por los valores que exigen entrega”.

Sobre la Fe

“La duda es compañera de la fe. Pero la fe consiste precisamente en abandonarse confiadamente en las manos de Dios, superando cualquier tentación que pretenda inducirnos a no creer. Lo cual no es ningún autoengaño, sino una decisión razonable”.

Decía el cardenal: “A veces, los no creyentes están más cerca de nosotros que muchos devotos de simple apariencia. Usted no lo sabe, pero el Señor sí”.

Eugenio Scalfari a sus 85 años publicó en el diario “La Repubblica” una amplia entrevista con el Cardenal (18 junio 2009).

Sobre los no creyentes Martini con Humberto Eco, ambos Premio Príncipe de Asturias

Eugenio Scalfari

Es conocida la historia de su intercambio epistolar, por años, a través de la principal prensa local; donde departía, cada semana, Lectio divina (Palabra Divina) actualizada y cercana al mundo, con un célebre ateo contemporáneo, de quien se ganó la amistad. fuerte impacto el libro En qué creen los que no creen, una conversación con Umberto Eco publicada en 1998.

Su divulgadísimo libro de intercambio epistolar con Umberto Eco

Siguiendo las huellas de Jesucristo Carlo María Martini iba en busca de las ovejas alejadas. Fiel al Concilio, abrió las puertas de su Iglesia local, convocando cada miércoles a más de 3 mil personas alejadas que abarrotaban su catedral en un encuentro conocido como "la cátedra de los no creyentes". Desde la sede milanesa potenció el diálogo entre ateos y creyentes, fomentó el diálogo entre distintas religiones y fue un viajero incansable.

El cardenal Martini no dejó explicitamente un testamento espiritual pero todos consideran que el verdadero testamento es el que dejó escrito en la entrevista que le hizo el 8 de agosto, tres semanas antes de la muerte del Cardenal Martini, el jesuita austriaco Georg Sporschill, acompañado por una italiana residente en Viena, Federica Radice Fossati Confalonieri, recogido en el periódico «Corriere della Sera», en el que había colaborado durante muchos años

Sobre la Iglesia

La Iglesia es una institución que "está cansada, con una cultura que se ha envejecido“.. "Con nuestras iglesias que son grandes, nuestras casas religiosas están vacías, el aparato burocrático crece, y nuestros ritos y nuestros vestidos son pomposos", aunque "la Iglesia ha quedado 200 años atrás; como puede ser que no se mueva?“ Martini cree que “la Iglesia debe reconocer sus errores y debe seguir un camino radical de cambio, empezando por el Papa y los obispos ".

Para el cardenal Martini, sólo son necesarios tres instrumentos para recuperarse de ese cansancio y falta de iniciativa: la conversión y adaptación a la sociedad actual, la recuperación de la Palabra de Dios, que siempre tendrá en cuenta la interioridad del hombre, y el entendimiento del significado de los sacramentos, pensados como ayuda y no como sanción.

En la vida y en la muerte, Carlo Maria Martini interpela a la Iglesia y apunta un futuro esperanzador. Pero…¿estará la Iglesia por la labor?

Del documento de Juan Pablo II Dominus Iesus, sobre la universalidad

de Jesucristo y la Iglesia señaló que era "teológicamente bastante denso,

lleno de citas y difícil de entender“.

En otra ocasión, el cardenal dijo: "creo que la enseñanza de la Iglesia no se ha expresado muy bien... Estoy seguro de

que se puede encontrar una mejor fórmula de las cosas, de modo que el

problema se entienda mejor y

sea más acorde a la realidad“.

También pidió una mayor colegialidad en el gobierno de la Iglesia. Instó a continuar con la reflexión sobre la estructura y el ejercicio de la autoridad eclesiástica. Instó a continuar con la reflexión sobre la estructura y el ejercicio de la autoridad eclesiástica.

Mostró un deseo de mayor investigación teológica sobre las cuestiones relativas a la sexualidad humana y el papel de la mujer en la Iglesia. Asimismo expresó su apoyo a la ordenación de mujeres diáconos. En abril de 2006, en respuesta a una pregunta muy concreta del experto en bioética Ignazio Marino, director del centro de trasplantes del Hospital Universitario Thomas Jefferson en Filadelfia, Martini señaló que “el uso de los preservativos pueden, en determinadas situaciones, ser un mal menor “, haciendo hincapié en el caso particular de las parejas casadas donde uno tiene el VIH o el SIDA. (sigue…)

Sobre los retos dela sociedad actual

…Claro que a continuación añadió que una cosa es el principio del mal menor en tales casos, y otra muy distinta promover estas cosas en público, por lo que no corresponde a las autoridades de la Iglesia apoyar el uso público, pues se corre el riesgo de promover una actitud irresponsable.

En una entrevista sobre la “Humanae Vitae” dice el Cardenal:«Lo más triste es que la encíclica “Humanae vitae “es en parte culpable de que muchos ya no se tomen en serio la Iglesia como interlocutora o maestra. Pero, sobre todo, a los jóvenes de nuestros países occidentales, ya casi ni se les ocurre acudir a representantes de la Iglesia para consultar en cuestiones referentes a la planificación familiar o a la sexualidad» (p. 141).

-…”«A veces habría sido mejor callar ...” (p. 147)-”«Los caminos no pueden dictarse desde arriba, desde escritorios o tronas ... Lo importante es que

promovamos los cristianos en su capacidad individual de juicio “(p. 151).

- “Hay que discutir la posibilidad de ordenar (de sacerdotes) “viri probati"(casados) (p. 151).

-”«Los hombres de Iglesia deben pedir perdón a las mujeres por muchas cosas” (p. 166).

Martini en una entrevista para el diario “La Republica” en junio 2009:

“Quizá pensamos que somos buenos cristianos porque alguna vez vamos a misa o dejamos que nuestros hijos se acerquen a los sacramentos. Pero el

cristianismo no es eso, no es solamente eso. Los sacramentos son importantes cuando son la culminación de una vida cristiana. La fe es importante si avanza

junto a la caridad. Sin la caridad la fe se vuelve ciega. Sin la caridad no hay

esperanza y no hay justicia”.

La Iglesia en el Mundo

En un homenaje al cumplir los 80 años el cardenal Martini agradeciendo el mismo dijo: “Es necesario hacerse entender escuchando antes que nada a las personas”, agrega, “sus necesidades, problemas, sufrimientos, dejando que reboten en el corazón y que resuenen después en lo que decimos, para que nuestras palabras no caigan como desde lo alto, de una teoría, sino que sean recibidas en lo que la gente siente y vive, en la verdad de la experiencia, y lleven la luz del Evangelio”. (Sigue)…

(…) “La modernidad no es algo abstracto. En verdad nosotros estamos dentro de ella, cada uno de nosostros es moderno si vive auténticamente lo que vive. No es un asunto de tiempos. El problema es hacerse realmente presente a las situaciones en las que se vive, estar a la escucha, dejar resonar las palabras del otro dentro de sí mismo y valorarlas a la luz del Evangelio”.

- «La conducción de comunidades por parte de mujeres es un dato bíblico: pienso en Lidia en Filipos y en las numerosas colaboradoras de Pablo que se encargaban de las comunidades de l 'apòstol (p. 167).

“Es lástima que, en la Iglesia, estas obviedades clamorosas los cardenales sólo las puedan decir una vez ya octogenarios, dimitidos y enfermos, y en un clima de «nocturnidad», de forma que puedan ser atribuidas a «senilidad», y que todos las puedan tolerar porque no afectan a la estructura. Quiere decir que, en el ejercicio de sus altas responsabilidades, han de callar la verdad (si la captan), y someterla al «dictado» de la opinión oficial prevalente.

Eugenio Scalfari cuenta que en el año 2000 ante la declabe política y social de Italia (que, poco después, empeoró) el Cardenal Carlo María Martini hizo una afirmación que molestó e indignó a la clase política y a los poderes fácticos: “Se llega al nivel más alto de la alarma cuando la decadencia moral de la política ya no se percibe como una conducta dañina”.

Scalfari preguntó al Cardenal Martini cuales eran los pecados más graves para un cristiano y para la Iglesia católica en general. Martini contestó: “Los pecadores graves son en realidad muy pocos. Se puede decir que sólo hay in pecado grave del cual derivan los otros. Me refiero a la injusticia. La injusticia es el pecado del mundo y es en contra de ella que se debe luchar, educando a las almas y transformando los corazones”.

Sobre la Política

Entrevista de Georg Sporschill y Federica Radice Fossati Confalonieri el “Corriere della Sera” ( 1 sept.2012) en el libro “Conversaciones nocturnas en Jerusalén”.

“La Iglesia está cansada, en la Europa del bienestar y en América. Nuestra cultura se ha envejecido, nuestras Iglesias son grandes, nuestras casas religiosas están vacías y el aparato burocrático de la Iglesia crece, nuestros ritos y nuestros vestidos son pomposos. Sin embargo, ¿todo ello expresa lo que nosotros somos hoy? (...) El bienestar pesa” (sigue…)

Sobre la Iglesia institución

…”Nosotros nos encontramos aquí como el joven rico que se volvió triste cuando Jesús le llamó para convertirlo en su discípulo. Ya lo sé, no lo podemos dejar todo con facilidad. Pero, al menos, podremos buscar hombres que sean libres y más cercanos al prójimo, como lo han sido el obispo Romero y los mártires jesuitas de El Salvador. ¿Dónde están los héroes que nos inspiren? De ningún modo nos hemos de limitar con los vínculos de la institución”

En el libro “Conversaciones Nocturnas en Jerusalen”:

“Hubo un tiempo en el que tuve sueños sobre la Iglesia. Una Iglesia que avanzaba por su camino

en pobreza y humildad. Una Iglesia que no dependía del poder de este mundo. Una Iglesia que se abría a las personas capaces de pensar

de un modo más abierto.

…”Una Iglesia que infundiese coraje, sobre todo a aquellos que se sintiesen pequeños o pecadores. Soñaba con una Iglesia joven. Hoy ya no tengo este sueño. Después de setenta y cinco años he decidido rezar por la Iglesia.”(sigue…)

¿Quién puede ayudar a la Iglesia hoy? Le preguntan los entrevistadores y el cardenal contesta:

“El padre Karl Rahner (teólogo jesuíta) usaba a menudo la imagen de las brasas que se esconden bajo la ceniza. Veo en la Iglesia de hoy tanta ceniza sobre las brasas que a menudo me invade una sensación de impotencia. ¿Cómo se puede liberar la brasa de la ceniza para que pueda reavivar la llama del amor? Ante todo tenemos que buscar esa brasa”.

“La Iglesia ha quedado 200 años atrás. ¿Cómo puede ser que no se mueva? ¿Tenemos miedo? ¿Miedo en lugar de coraje? Sin embargo, la fe es el fundamento de la Iglesia. La fe, la confianza y el coraje. Yo soy viejo y enfermo y dependo de la ayuda de los demás. Las personas buenas a mi alrededor me hace sentir el amor. Este amor es más fuerte que el sentimiento de desconfianza que tan a menudo percibo en las confrontaciones de la Iglesia en Europa. Sólo el amor vence el cansancio. Dios es amor. Todavía tengo una pregunta para ti: ¿qué puedes hacer tú por la Iglesia?”

¿Qué herramientas se recomienda contra la fatiga de la Iglesia? El cardenal señaló tres…

"Yo recomiendo tres muy fuertes. La primera es la conversión: la Iglesia debe reconocer sus errores y seguir un proceso de cambio radical, empezando por el Papa y los obispos. Los escándalos de pedofilia nos empujan a emprender un camino de conversión. Las preguntas acerca de la sexualidad y todos los temas relacionados con el cuerpo son un ejemplo. (sigue…)

…”La segunda es la Palabra de Dios. El Concilio Vaticano devolvió la Biblia para los católicos. (...) Sólo la persona que percibe en su corazón esta palabra puede ser parte de los que ayudan a la renovación de la Iglesia y responderán a las preguntas personales con una elección acertada. La Palabra de Dios es simple y busca como compañero un corazón que escuche (...). Ni el clero ni el derecho Canónico pueden sustituir a la interioridad del hombre” (sigue…).

¿Para qué están los sacramentos? Estos son el tercer instrumento de sanación. Los sacramentos no son una herramienta para la disciplina, sino una ayuda a los hombres para el camino y las flaquezas de la vida. ¿Llevamos los sacramentos a las personas que necesitan fuerzas renovadas? Pienso en todas las parejas divorciadas y vueltas a casar, en las “familias extendidas”. Esta gente necesitas necesita una protección especial….. ¿ [la cuestión es] Cómo puede la Iglesia llegar a ayudar con el poder de los sacramentos a los que tienen situaciones familiares complejas? "

¿Qué es lo que hace usted personalmente?

"La Iglesia se ha quedado atrás 200 años. ¿Cómo no vamos a agitarnos?

¿Tenemos miedo? ¿Miedo en lugar de valor? Sin embargo, la fe es el

fundamento de la Iglesia. La fe, la confianza y el valor. Yo soy ya viejo y

enfermo y dependo de otros. La buena gente a mi alrededor me hace sentir el amor. Este amor es más fuerte que el

sentimiento de desconfianza que a veces se percibe hacia la Iglesia en

Europa. Sólo el amor vence la fatiga. Dios es amor. Todavía tengo una

pregunta para ti: ¿Qué puedes hacer tú por la Iglesia "?.

“No pienso en un Vaticano III. Es cierto que el Vaticano II ha perdido una parte de su empuje. Pretendía que la Iglesia afrontase la sociedad moderna y la ciencia, pero este afrontamiento ha sido sólo marginal. Estamos todavía lejos de haber abordado este problema y hasta parece que hemos vuelto la mirada hacia atrás más que hacia delante. Hay que retomar el impulso y para hacer esto ni siquiera haría falta un Vaticano III. (sigue…)

Sobre un nuevo Concilio

…”Aclarado esto, sí soy partidario de otro Concilio, e incluso lo estimo necesario, pero sólo sobre temas específicos y muy concretos. Me parece también que sería necesario poner en práctica lo que se sugirió e incluso lo que fue decretado ya en el Concilio de Constanza: convocar un concilio cada veinte o treinta años sobre un solo tema, o dos a lo sumo.”

De la entrevista concedida al sacerdote suspendido “ a divinis” Luis María Verz:

“Yo soy partidario de otro Concilio, es más, lo considero necesario, pero sobre temas específicos y concretos. Considero que habría que poner en marcha lo que se sugirió, o mejor dicho, decretó, en el Concilio de Constanza, es decir, convocar un concilio cada 20 o 30 años, pero con un solo argumento, dos como mucho.P. Esto supondría una revolución en el gobierno de la Iglesia.R. A mí no me lo parece. La Iglesia de Roma no se llama apostólica por casualidad. Tiene una estructura vertical, pero al mismo tiempo también horizontal. La comunión de los obispos con el Papa es un órgano fundamental de la Iglesia.P. ¿Y cuál sería el tema del concilio que usted desea?R. La relación de la Iglesia con los divorciados.

Han sido numerosas las ocasiones en que se hablado de las valoraciones, positivas y negativas, del cardenal Martini en su relación con Benedicto XVI. En estos últimos años, de hecho, por parte del Papa ha habido muchas muestras de estima a la persona y la obra del Cardenal Martini. En 1997 el Arzobispo de Milán escribía esto sobre el entonces profesor de Tubinga y Ratisbona Joseph Ratzinger:

Sobre Benedicto XVI y sobre Ratzinger…

“Fue así que llegó a mis manos el texto alemán de la “Introducción al Cristianismo” de Joseph Ratzinger, editada poco antes (1968)”.

“Recuerdo todavía hoy el gusto con que leí aquellas páginas. Me ayudaban a aclarar las ideas, a pacificar el corazón, a salir de la confusión. Sentía que venían de alguien que había meditado mucho sobre el mensaje cristiano y lo exponía con sabiduría y dulzura. Conservo todavía hoy aquellos apuntes. Fue en particular de aquella lectura que retuve el tema del “quizás sea verdad” con que se interroga el incrédulo, y que me guió luego para realizar la “Cátedra de los no creyentes”.

Sobre el cometido del cardenal Ratzinger, hoy Papa, al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe dice Martini: “El cardenal Ratzinger ha aplicado, como prefecto, el cambio realizado en la tarea de la Congregación para la Doctrina de la Fe, de un rol meramente defensivo a un rol más propositivo, querido por las normas de Pablo VI en 1965. Se encuentra así frente a grandes desafíos: (sigue…)

Edificio de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Escudo Congr. Doctrina Fe

… ¿cómo articular pluralismo y unidad en la fe? ¿Cómo garantizar la promoción de la inculturación del mensaje y, al mismo tiempo, la comunión y la comunicación entre los lenguajes en que el mismo se expresa? ¿Cuál es el límite entre las exigencias de la custodia del “depositum” y las del estímulo y promoción, con el fin de hacer al anuncio perceptible en los diversos horizontes hermenéuticos? ¿Cómo ayudar a los teólogos sin darles la impresión de sentirse bajo tutela o censura?”

En la entrevista de “El Corriere della Sera” le preguntan sobre las palabras del famoso periodista Vittorio Messori sobre la Iglesia institucional, es decir, el Vaticano con su Secretaría de Estado, sus nuncios repartidos por todo el mundo, la organización de la Curia y todo eso… Y le dice el entrevistador: Por ello la Iglesia institucional “no puede condenar los vicios privados de los poderosos. Su cometido es propiciar acuerdos, concordatos o afrontar problemas puntuales, de poder a poder. La Iglesia estableció acuerdos con Hitler, con Mussolini, con Pinochet, con Franco, con Craxi (Sigue…)

El cardenal contestó:

“Es verdad que persiste la estructura diplomática de la Santa Sede, pero está formada por sacerdotes, cuya finalidad última es la de testimoniar el anuncio del evangelio y su contenido profético. Añado que esa estructura diplomática me parece excesivamente redundante y que se lleva gran parte de las energías de la Iglesia. No siempre ha sido así. Durante muchos siglos en la historia de la Iglesia esta estructura ni siquiera existía y en el futuro podría ser reducida de modo importante o incluso desmantelada. La finalidad de la Iglesia es dar testimonio de la palabra de Dios, del Verbo encarnado, del reino de los justos que ha de venir. Todo lo demás es secundario.”

Otras frases recogidas del libro "Coloquios nocturnos en Jerusalén“

- «Cuando contemplo el mal del mundo me quedo sin aliento. Entiendo los hombres que llegan a la conclusión de que Dios no existe».

- «A Dios no puedes hacerlo católico. Dios está mucho más allá de los límites y las delimitaciones que establecemos nosotros ... Dios no se deja domesticar»(

Son muchos los libros que nos dejó el cardenal Martini, maestro en vida y espiritualidad, pero estas últimas palabras en “Coloquios Nocturnos desde Jerusalén” son todo en reto que Martini nos trasmite desde el más allá. Carlo María Martini decía desde su retiro vital en Jerusalén: “Antes tenía sueños sobre la Iglesia. Soñaba con una Iglesia que recorre su camino en la pobreza y en la humildad, que no depende de los poderes de este mundo; en la cual se extirpara de raíz la desconfianza… (sigue…)

- «Jesús amaba a los fariseos ... Se enfrentó y se discutió. Creo que si volviera ,aún lo haría más. Lucharía con los actuales responsables de la Iglesia. .. »(P. 42).

- «La Iglesia ha hablado mucho del pecado; demasiado» (p. 51).

…”que diera espacio a la gente que piensa con más amplitud; que diera ánimos, en especial, a aquellos que

se sienten pequeños o pecadores. Soñaba con una Iglesia joven. Hoy

ya no tengo más esos sueños.... Hoy ya no tengo estos sueños. A

los 75 años me decidí a rezar por la Iglesia »

Adiós…con Dios

Del Evangelio de Mateo, 25-31

Y entonces dirá el Señor: “¡Venid, benditos de mi Padre… porque tuve hambre y me disteis de

comer; tuve sed y me disteis de beber; era forastero y me acogisteis; estaba desnudo, y me vestisteis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel

y vinisteis a verme.

Entonces los justos le responderán: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te dimos de

comer, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos forastero, y te acogimos; o desnudo y te vestimos?, ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?

Y el rey les dirá: en verdad os digo que cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más

pequeños, a mi me lo hicisteis”.

Juicio final de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina

Si algo cabe destacar especialmenteEn la vida del Cardenal Martini fue

su pasión evangélica por los más necesitados y alejados

http://www.catalunyareligio.cat/es/articles/29611?page=8http://www.catalunyareligio.cat/es/articles/29611?page=8

Tres videos: Una vida por la Iglesia Entrev. 1988 y Entrev. 2010

El 2010 promovió el portal de internet www.vivailconcilio.it para dar conocer el Vaticano II entre las nuevas generaciones.

Escudo episcopaldel cardenal Martini