Capítulo I Características del sistema educativo...
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1 Capítulo I Características del sistema educativo nacional. 1.1. Evolución de la educación universitaria en México La educación pública en el continente americano, como un esfuerzo organizado y sistemático, se inició, según José Vasconcelos, con el trabajo de los misioneros católicos. Fue el franciscano Juan de Zumárraga, obispo de México, quien tomó la iniciativa de establecer en la Nueva España una universidad. También correspondió a Zumárraga la fundación del Colegio de Tlatelolco, que tuvo gran importancia como antecedente de la Real y Pontificia Universidad”, (Solana, 1981). La educación pública mexicana nace con el liberalismo, las leyes del 21 y 23 de octubre de 1833, expedidas por Gómez Farías, marcan su inicio. Al crear la Dirección General de Instrucción Pública para el Distrito y Territorios Federales, declarando libre la enseñanza, y al secularizar un conjunto de instituciones para dedicarlas al servicio educativo, se define por vez primera, en el México recientemente independizado, la competencia del Estado, respecto a la educación. Aunque de momento, estas medidas habían de surtir un efecto limitado, el desarrollo de las corrientes liberales las llevaría más adelante a su plena madurez en la Constitución de 1857, en las Leyes de Reforma, y particularmente, en la Ley Lerdo de diciembre de 1874, que establece el laicismo en la educación primaria (Solana, 1981). Según el Artículo tercero de la Ley para la
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Capítulo I
Características del sistema educativo nacional.
1.1. Evolución de la educación universitaria en México
La educación pública en el continente americano, como un esfuerzo organizado y
sistemático, se inició, según José Vasconcelos, con el trabajo de los misioneros católicos.
Fue el franciscano Juan de Zumárraga, obispo de México, quien tomó la iniciativa de
establecer en la Nueva España una universidad. También correspondió a Zumárraga la
fundación del Colegio de Tlatelolco, que tuvo gran importancia como antecedente de la
Real y Pontificia Universidad”, (Solana, 1981).
La educación pública mexicana nace con el liberalismo, las leyes del 21 y 23 de
octubre de 1833, expedidas por Gómez Farías, marcan su inicio. Al crear la Dirección
General de Instrucción Pública para el Distrito y Territorios Federales, declarando libre la
enseñanza, y al secularizar un conjunto de instituciones para dedicarlas al servicio
educativo, se define por vez primera, en el México recientemente independizado, la
competencia del Estado, respecto a la educación. Aunque de momento, estas medidas
habían de surtir un efecto limitado, el desarrollo de las corrientes liberales las llevaría
más adelante a su plena madurez en la Constitución de 1857, en las Leyes de Reforma, y
particularmente, en la Ley Lerdo de diciembre de 1874, que establece el laicismo en la
educación primaria (Solana, 1981). Según el Artículo tercero de la Ley para la
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Coordinación de la Educación Superior “el tipo educativo superior es el que se imparte
después del bachillerato o de su equivalente.
Este nivel comprende la educación normal, la tecnológica y la universitaria e
incluye carreras profesionales, cortas y estudios encaminados a obtener los grados de
licenciatura, maestría y doctorado, así como cursos de actualización y especialización. El
nivel superior comprende aquella instrucción que se imparte después del bachillerato o
sus equivalentes y las funciones que realizan las instituciones en lo sustantivo, se
encaminan a la formación de recursos humanos en los distintos campos de la ciencia,
tecnología y las humanidades.
Obedeciendo a su coordinación, dependencia o régimen, ellas se clasifican en seis
grandes grupos: subsistemas de universidades públicas; subsistema de educación
tecnológica; subsistema de universidades tecnológicas, subsistema de instituciones
particulares; subsistema de educación normal y subsistema de otras instituciones
públicas, (ANUIES, 2000).
La ANUIES se creó el 25 de marzo de 1950, con el principal objetivo de ser un
foro de expresión para revisar, analizar y profundizar los problemas y compartir las
experiencias de las diferentes instituciones de educación superior de México.
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Entre los más importantes documentos que ha arrojado la ANUIES es la
participación al plan nacional de educación en 1977, de allí se concentran las principales
estrategias a seguir por esta institución que ha marcado la pauta en cuanto a educación
superior se refiere en México.
De acuerdo con la ANUIES, entre los retos que la educación superior mexicana
enfrenta actualmente, pueden destacarse los siguientes:
1. Constituirse en la puerta de acceso a la sociedad del conocimiento, en el sentido más
amplio, que la propone como un espacio de innovación permanente e integral, clave
para la articulación de una nueva concepción social que persiga un crecimiento
autosostenido y un desarrollo más equitativo.
2. Atender con calidad a una población estudiantil en constante crecimiento, como
resultado de la dinámica demográfica del país y la expansión de la matrícula de los
niveles básico y medio superior.
3. Ofrecer servicios educativos de gran calidad, que proporcionen a los estudiantes una
formación que integre elementos humanistas y culturales con una sólida capacitación
técnica y científica. De esta manera, los egresados universitarios podrán estar en
condiciones de insertarse en el proceso de desarrollo de nuestro país, promoviendo
activamente una cultura científica y tecnológica, así como los valores de crecimiento
sustentable, democracia, derechos humanos y combate a la pobreza, con miras a una
sociedad global armónica y solidaria.
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Para Raúl Bolaños Martínez, la educación es considerada como el factor
primordial de la producción cultural del grupo, con una función orientadora de la
sociedad y con la capacidad suficiente para colaborar de manera decisiva en la
organización institucional del Estado. También, “la educación es una función social, es
decir, una dimensión de la sociedad global que tiene como principal objeto preparar al
hombre para desarrollar sus condiciones de existencia; en primer lugar para respetarlas y
luego para transformarlas, en el sentido de un progreso, si se descubren, adquieren o
inventan sus posibilidades, (Iruretagoyena, 1997).
Basándose en las anteriores definiciones, la educación será entonces, el medio
fundamental para adquirir, transmitir y acrecentar la cultura, de forma continua y
permanente, tal que contribuye al desarrollo del individuo y de su entorno, siendo factor
determinante para la adquisición de conocimientos y para ser del hombre un ser integral
con sentido social y económico. La educación permite preparar al ser humano en un ente
que pueda desarrollar ampliamente las actitudes en beneficio propio y de la sociedad con
la cual convive. En el proceso educativo deberá asegurarse la participación activa del
educando, estimulando su iniciativa y su sentido de responsabilidad social, para alcanzar
los fines a que se refieren el artículo tercero de la Constitución y el séptimo de la Ley
General.
Investigaciones basadas en las apreciaciones de Moctezuma y Mungaray, a finales
del siglo pasado, se concluyó que las instituciones de educación superior deben impulsar
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el quehacer de la investigación, el desarrollo tecnológico, el espíritu innovador, la
vinculación con el entorno y otras tareas por demás relevantes, a efecto de propiciar las
grandes transformaciones que demandan los tiempos actuales, a partir de la formación
óptimas de sus educandos y de los servicios que ofrecen las propias instituciones,
(Macías, 2001). Ante los nuevos tiempos económicos y de interacción de los mercados
laborales, las instituciones de educación superior (IES) deben estar un paso más delante
de la oferta laboral de los egresados universitarios, ya que en la actualidad se puede
observar una gran cantidad de alumnos que no pueden encontrar un trabajo, para lo cual
creen estar preparados.
Las IES deben formar personas con conocimientos, habilidades, actitudes y
capacidades que les permitan interactuar con los nuevos tiempos económicos; esta nueva
revolución educativa sólo podrá darse si el estudiante colabora de forma proactiva frente
a las múltiples actividades que se le presentan en su formación educativa y más adelante
en el campo laboral. Hasta antes de la década de los 90´s, el sector público se convertía
en el gran empleador, ya que sobrecogía una gran cantidad de egresados universitarios,
sin exigir la vinculación con el campo laboral y otras actividades que hoy dan un valor
agregado a la educación que reciben; además, antes no egresaba una gran cantidad de
alumnos. La reconstrucción y transformación de la educación representan grandes
desafíos en el siglo XXI, ya que al enseñar se debe aprender, y no solamente transmitir
los conocimientos, es decir, aprender haciendo, aprender a ser y aprender a tener. No
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obstante, alguno de los modelos académicos de las IES no corresponden a las nuevas y
cambiantes exigencias nacidas en la globalización.
Durante el ciclo 1970-1991, había en el nivel de licenciatura 252,236 alumnos, a
diferencia del ciclo 2002-2003, fueron inscritos 1´931,631 alumnos, representando la
primera cifra tan solo el 13.06%, reflejándose los esfuerzos que la Secretaria de
Educación Pública ha llevado a cabo, mediante estrategias que han motivado a los
mexicanos a elegir una educación superior, (www.sep.gob.mx, 2003).
Analizando las cifras anteriores, se puede denotar que ante el incremento de la
matrícula desde la década de los 70´s hasta el año 2003, la inquietud del sector educativo
ya no es llenar las aulas, sino que aquellos alumnos que han decidido tomar nuevos
vuelos educativos, realmente reciban una educación de calidad, ya que el México actual
exige cambios, cristalizando esfuerzos económico, sociales y políticos, por lo que día a
día se queda el México de los números, para convertirse en México de hechos, llevándolo
a la reingeniería de las estructuras, enfoque y modelos educativos, cuyos logros es
egresar personas emprendedoras, autosuficientes, caracterizados por el estímulo
académico y social de mejorar su entorno, contribuyendo con esto a una nueva
generación educativa.
México, como los demás países del orbe, está experimentando un cambio radical
de las formas en que la sociedad genera, se apropia y utiliza el conocimiento. Esta es, sin
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duda, una de las transformaciones sociales de mayor trascendencia, que determinará las
oportunidades y desafíos de la educación en las próximas décadas. Los cambios abarcan
no sólo el ámbito de las capacidades cognitivas, sino que afectan todos los campos de la
vida intelectual, cultural y social, dando expresión concreta a los múltiples tipos de
inteligencia humana y, en conjunto, están dando origen a una nueva sociedad
caracterizada por el predominio de la información y el conocimiento, (PNE, 2001-2006).
Con lo anterior, se puede conformar que la educación superior se deba enfocar al
logro de la formación adecuada, pertinente y actual en todos los campos dedicados en la
IES, con el fin básico de beneficiar a la sociedad y su entorno económico.
La educación superior comprende los estudios posteriores a la educación media
superior, se imparte en instituciones públicas y particulares, y tiene por objeto la
formación en los niveles de técnico superior universitario o profesional asociado,
licenciatura, especialidad, maestría y doctorado. Las instituciones de educación superior
(IES) realizan una o varias de las actividades siguientes: docencia; investigación
científica, humanística y tecnológica; estudios tecnológicos; y extensión, preservación y
difusión de la cultura, según la misión y el perfil tipológico de cada una, (PNE, 2001-
2006).
Algunos investigadores comentan que las soluciones a las crisis están,
ciertamente, en el conocimiento de la realidad y en la manera de modificarla (ciencia y
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técnica), pero también en las habilidades (capacidades) y, sobretodo, en las actitudes (el
carácter) y la congruencia con los valores universales (virtud) de los estudiantes
universitarios. México enfrenta la necesidad de definir un modelo educativo capaz de
promover un cambio estructural del sistema económico, para hacerlo más competitivo en
ciencia y tecnología, capacidades, habilidades y actitudes de su gente y desarrollo de la
capacidad empresarial y directiva, (Cerón, 1999).
En lo que se refiere a la vinculación: se debe establecer un vínculo adecuado de
las instituciones con su entorno, con una amplia participación de la sociedad tanto en su
orientación como en su vigilancia. Lo anterior debido a la importancia que tiene para la
sociedad contemporánea la ciencia y la tecnología que se cultiva dentro de ellas y que las
hace pieza clave en las estrategias de desarrollo, (Schettino, 2001).
La sociedad mexicana ha pasado de ser una sociedad estancada a una
extremadamente dinámica. Las universidades mexicanas avanzan en la dimensión que
mejor dominan: la transmisión de conocimiento, y las empresas se acercan y apoyan.
Algunos puntos importantes con respecto a la declaración mundial sobre la educación
superior en el siglo XXI: visión y acción que fue aprobada en la conferencia mundial de
educación superior, convocado por la UNESCO, realizada en París, del 5 al 9 de octubre
de 1998, fueron:
• En el artículo 7 de dicho documento, se observa la importancia que tiene el
reforzar la cooperación con el sector laboral, ayudando a fortalecer y fomentar
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el espíritu empresarial, con el objetivo principal de que los estudiantes puedan
crear su propia empresa y no limitarse solo a buscarlos. Pero esto se puede
lograr bajo un nuevo modelo que esté centrado en el estudiante, permitiendo
así un acercamiento entre las políticas educativas y una actualización en los
contenidos, métodos y prácticas de cada una de las asignaturas impartidas en
la IES, (Schettino, 2001).
La educación superior es un medio estratégico para acrecentar el capital humano y
social de la nación, y la inteligencia individual y colectiva de los mexicanos; para
enriquecer la cultura con las aportaciones de las humanidades, las artes, las ciencias y las
tecnologías; y para contribuir al aumento de la competitividad y el empleo requeridos en
la economía basada en el conocimiento. También es un factor para impulsar el
crecimiento del producto nacional, la cohesión y la justicia social, la consolidación de la
democracia y de la identidad nacional basada en su diversidad cultural, así como para
mejorar la distribución del ingreso de la población.
El desarrollo del país requiere un sistema de educación superior con mayor
cobertura y mejor calidad, en el que se asegure la equidad en el acceso y en la
distribución territorial de las oportunidades educativas. Para incrementar la cobertura con
equidad no sólo es necesario ampliar y diversificar la oferta educativa, sino también
acercarla a los grupos sociales con menores posibilidades de acceso de forma tal que su
participación en la educación superior corresponda cada vez más a su presencia en el
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conjunto de la población, y lograr que los programas educativos sean de buena calidad
para que todo mexicano, con independencia de la institución en que decida cursar sus
estudios, cuente con posibilidades reales de obtener una formación adecuada. Un sistema
de educación superior de buena calidad es aquél que está orientado a satisfacer las
necesidades del desarrollo social, científico, tecnológico, económico, cultural y humano
de un país; es promotor de innovaciones y se encuentra abierto al cambio en entornos
institucionales caracterizados por la argumentación racional rigurosa, la responsabilidad,
la tolerancia, la creatividad y la libertad; cuenta con una cobertura suficiente y una oferta
amplia y diversificada que atiende a la demanda educativa con equidad, con solidez
académica, y eficiencia en la organización y utilización de sus recursos.
Según el sistema de educación superior (SES), en el ciclo escolar 2000/2001
alcanzó la cifra de 2,156,470 estudiantes en el nivel superior, lográndose tales números
con 219,637 maestros en 4,213 instituciones de educación superior. El nivel de
licenciatura alcanzó el 68% de la matrícula total. La licenciatura comprende las carreras
con una duración mínima a 4 años. El 68.6% se encuentra inscrito en el sistema público;
de ellos, el 72.6% estudia en las universidades, (PNE, 2001-2006).
Dentro del Plan Nacional de Educación (PNE) actual se contemplan los
problemas y retos que debe enfrentar la educación superior en México, los cuales se
concentran en tres vertientes principales: a) el acceso, la equidad y la cobertura; b) la
calidad, y c) la integración, coordinación y gestión del sistema de educación superior.
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Bajo estas premisas, sin lugar a dudas el plan educativo que se propone para este
sexenio es llevar a México no solo a un país educado, sino que aprovechando su cultura,
costumbres y todo aquello que lo rodea, fortalezca su destino en este mundo globalizado,
logrando con ello fortaleza económica, social y política
Los retos son muchos, pero bien vale la pena regresar un paso atrás para brindar a
los programas de estudio, pertinencia, actualidad y flexibilización, aún más es el reto de
la vinculación precisa y a tiempo con los sectores productivos, fortaleciendo la labor de
las instituciones de educación superior: egresar alumnos convertidos en entes
económicos, socialmente responsables y permanentemente actualizados.
El reto es asegurar que los profesionales egresados de las IES continúen
desempeñando un papel fundamental en el proceso de desarrollo nacional en el contexto
de la sociedad del conocimiento, para lo cual es necesario que las IES actualicen
periódicamente los perfiles terminales de los programas que ofrecen para atender tanto
las aspiraciones de los estudiantes como los requerimientos laborales, aseguren que el
alumno aprenda lo previsto en los planes y programas de estudio, y deben reforzar los
esquemas de evaluación de los aprendizajes para garantizar que los egresados cuenten
con los conocimientos, competencias, y valores éticos que corresponden a la profesión
que eligieron. Este esfuerzo deberá complementarse con la implantación de esquemas
efectivos que permitan reorientar la demanda hacia programas educativos que respondan
a las nuevas exigencias sociales y a las necesidades regionales de desarrollo. Además, los
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gobiernos federal y estatal deberán dar a conocer a los jóvenes y a los padres de familia,
las áreas que requieren un mayor número de profesionistas para impulsar el desarrollo
sustentable del país, (PND, 2001-2006).
El reto es ampliar y fortalecer los cuerpos académicos en cada una de las
dependencias de educación superior de acuerdo con su perfil y planes de desarrollo para
incrementar la capacidad institucional de generación y aplicación del conocimiento. De
igual forma se deben integrar y coordinar los recursos intelectuales de las instituciones en
beneficio de los programas educativos, así como articular estas actividades y la
formación de cuadros de alto nivel con las necesidades del desarrollo social y de la
ciencia y la tecnología en el país, y continuar con el proceso de ampliación y
modernización de la infraestructura necesaria para realizar las actividades de
investigación en las instituciones públicas, (PND, 2001-2006).
La visión de la educación superior para los siguientes años se fundamenta, según
el Plan Nacional de Educación 2001-2006, en que:
• La educación superior será la palanca impulsora del desarrollo social, de la
democracia, de la convivencia multicultural, y del desarrollo sustentable del país.
Propiciando con ello, que las empresas logren un convenio recíproco de
colaboración, tal que ambas partes contribuyan al engrandecimiento de la nación.
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• Las IES estarán integradas a su entorno y serán fuente de consulta para la
sociedad y sus representantes en virtud de su reconocida autoridad moral y
académica. El ser humano está definido en la educación como un ser viviente, tal
que su entorno, al cambiar, está ocasionando nuevas formas de comunicación y
conocimientos, brindando nuevas fuentes de información para que otras personas
acudan a su encuentro.
• Añadiendo ciertas intenciones, uno de los retos que tiene a futuro las IES, es
lograr un incremento en el PIB por medio de las investigaciones tan necesarias en
un mundo competitivo, donde el que desarrolla sus proyectos de investigación, es
aquel que contribuye aún más en el desarrollo económico de la nación.
Como se observa en la visión del Plan Nacional de Educación actual, las IES
tienen un papel vital en el engrandecimiento de nuestro país, no solo en lo relativo a la
educación, sino en los aspectos económicos y de investigación, incluyendo cuestiones
tecnológicos tan necesarias para fortalecer los esquemas micro y macroeconómicos de la
nación.
1.2 Características de las universidades en Sonora
Las tres últimas décadas del presente siglo han sido decisivas para la educación
superior en el estado de Sonora. Durante este tiempo la educación terciaria registra
transformaciones de largo aliento, entre ellas la fundación de un numeroso conjunto de
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instituciones escolares, aumentos notorios en su población estudiantil, diversificación en
la oferta de estudios profesionales y, de especial importancia en esta investigación, la
oferta de una gran cantidad de plazas académicas. Estas transformaciones imprimieron
los rasgos que actualmente caracterizan a la educación superior estatal. Pero en qué
consisten estas transformaciones, qué factores las ocasionaron, qué actores las
propiciaron y cuáles han sido sus efectos.
Ignacio Almada, un conocedor de la historia regional, sostiene que durante la
década de 1930 se produce la “refundación” del estado de Sonora. Su afirmación está
basada en las profundas transformaciones ocurridas en el estado durante este tiempo.
Ciertamente hasta fines de la década de los años veinte el desarrollo estatal estuvo
anclado en la minería, sobre todo cuprífera, y en la ganadería, ambas asociadas a los
mercados internacionales. Por otro lado, el triunfo de los militares sonorenses en la
Revolución Mexicana sentó las bases para lograr sólidos acuerdos políticos en la entidad.
Estos dos factores contribuyeron para que el estado de Sonora tuviera una evolución en
estas décadas del siglo veinte, (Rodríguez, 1997).
El estado pasó de ser una región preferentemente minera y ganadera a convertirse
en un sólido productor agrícola, conocido más adelante como el “granero de México”.
Los asentamientos poblacionales ubicados en la parte serrana de la entidad pierden
importancia, su lugar fue ocupado por núcleos de población localizados en los valles y la
costa del estado, los cuales dieron origen a las ciudades más importantes de Sonora. Estas
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transformaciones no sólo permitieron al estado superar la crisis económica y política,
sino punteando el desarrollo en el país. En este proceso de redefinición social, aparecen
las condiciones propicias para el surgimiento de la educación superior estatal, ya que se
fomentaron las negociaciones entre diversos grupos.
Para concretar una institución de educación superior, se tuvieron que pasar
muchos enfrentamientos, que dieron como resultado los primeros frutos de un proyecto
educativo que hoy es el pilar del estado de Sonora: la Universidad de Sonora, creada en
1942. Los orígenes del proyecto de creación de una institución de educación superior en
Sonora datan de finales de los años veinte.
En 1928 grupos políticos, encabezados por el gobernador del estado, Francisco S.
Elías, en conexión con la asociación de estudiantes sonorenses radicados en la ciudad de
México, impulsaron la creación de la Universidad del Noroeste, con sede en Sonora, cuyo
objetivo fue la creación de una institución educativa que contribuyera al desarrollo del
estado. Pese a que la idea genera expectativas positivas, la creación de la institución tiene
que ser postergada debido a los conflictos políticos nacionales y estatales, (Rodríguez,
1997).
A fines de la siguiente década resurge la idea de creación de un centro de
educación superior en el estado. En esta ocasión se tienen mejores posibilidades para
llevarla a cabo. En agosto de 1938, el gobernador del estado, Román Yocupicio,
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constituye el Comité Pro fundación de la Universidad de Sonora, encargado de los
trabajos previos para la creación de la universidad. Ese mismo año se integra, por
invitación expresa del Comité, José Vasconcelos, quien se encargará de la organización
técnica del proyecto. La Ley de Enseñanza Universitaria, además de operar como marco
jurídico para la creación de la universidad, contiene los principales objetivos de la futura
institución: impartir educación a los jóvenes sonorenses para que no tengan que
desplazarse a otros sitios del país donde adquieren teorías y doctrinas “exóticas” que nada
benefician al estado; difundir la cultura al pueblo en general, ello a través del
Departamento de Acción Social, especialmente mediante la impartición de cursos de
cocina, corte y confección, economía doméstica y música; finalmente la institución
deberá ser financiada por la sociedad estatal, a través de la integración de un grupo de
notables sonorenses, personas todas ellas de probada solvencia moral y económica, según
se estipulaba en la Ley de Enseñanza Universitaria de aquellos tiempos.
Así, el 15 de octubre de 1942 se inaugura oficialmente la Universidad de Sonora
(UNISON). Los cursos ofrecidos por la naciente institución son en los niveles medio y
medio superior: secundaria, preparatoria y normal. La matrícula para ese año fue de 326
estudiantes, concentrados preferentemente en la escuela secundaria.
Desde sus orígenes y hasta la década de los años setenta la educación superior en
Sonora evolucionó bajo un patrón de lento crecimiento. Durante este tiempo, los únicos
establecimientos que ofrecen estudios superiores son la UNISON y el Instituto
Tecnológico de Sonora. A partir de la década de los años setenta, la educación superior
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inicia un ciclo de acelerado crecimiento, caracterizado por la creación de nuevos
establecimientos y aumentos notorios en matrícula y plazas académicas. En poco más de
25 años la educación terciaria se torna una empresa de amplias dimensiones: en 1993 esta
empresa cuenta con una población estudiantil cercana a los 40 mil estudiantes y tiene
poco más de 3,500 plazas académicas distribuidos en una veintena de establecimientos
escolares, (Rodríguez, 1997).
La participación del gobierno federal en la creación de instituciones de nivel
superior en Sonora está enmarcada en la instrumentación de políticas públicas nacionales.
Hasta la década de los años sesenta la educación superior ocupó un lugar secundario en la
agenda del Estado mexicano, sólo cuando el sector presentaba “problemas” era atendido
gubernamentalmente.
Esta situación cambia a finales de esa misma década. El movimiento estudiantil
de 1968 y la masificación de algunas universidades, sobre todo las ubicadas en la capital
del país, hacen que la educación superior adquiera presencia en las líneas de acción
gubernamental comentaba Kent en 1993 y Villa Lever en 1995. En los últimos treinta
años, las acciones de política se caracterizaron por los siguientes objetivos: primero, entre
1970 y 1982, el interés gubernamental estuvo centrado en la expansión y diversificación
de la educación superior, para ello se inyectan fuertes cantidades de recursos económicos
y segundo se patrocina la creación de nuevos establecimientos escolares. Más adelante,
en el decenio de los ochenta y los primeros años de los noventa, los esfuerzos se dirigen
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hacia la regulación del sistema vía, sobre todo, el financiamiento y la evaluación de las
acciones universitarias, (Rodríguez, 1997).
Dentro de la Ley de Educación de Sonora, modificada el 19 de julio del 2004, en
el primer capítulo, se menciona que todo individuo tiene derecho a recibir educación y,
por lo tanto, todos los habitantes de la Entidad tienen las mismas oportunidades de acceso
al Sistema Educativo, con sólo satisfacer los requisitos que establezcan las disposiciones
generales aplicables.
Las finalidades que persigue la Ley de educación son: contribuir al desarrollo
integral del individuo, para que ejerza plenamente sus capacidades humana, a la vez que
fomente actitudes que estimulen la investigación y la innovación científicas y
tecnológicas; esto, se pretende que será logrado por la promoción permanente de la
investigación que sirva como base a la innovación educativa, logrando con ello un
impulso al desarrollo de la enseñanza tecnológica y de la investigación científica y
tecnológica.
Al inicio del ciclo escolar 2003-2004, en la 37 IES sonorenses estaban inscritos
70,933 alumnos, de los cuales el 89.3% pertenecen al Sector Público, tanto de sustento
Federal como Estatal.
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Cuadro 1. Situación de las instituciones educativas públicas en Sonora,
2003 – 2004.
Nivel Educativo Escuelas Alumnos Docentes Total Entidad 4,804 732,070 34,067Superior 37 70,933 6,675Normal 8 4,126 357Universitaria y Tecnológica 29 66,807 6,318
Fuente: INEGI, SEP 2004.
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En el cuadro siguiente se muestra el número de alumnos inscritos en todos los
niveles educativos, incluyendo instituciones públicas y privadas.
Cuadro 2. Alumnos inscritos en instituciones educativas, 2003 – 2004.
Nivel Educativo
Alumnos inscritos
% de Matrícula
Educación Básica 556,316 76.0 Capacitación 18,340 2.5 Media Superior 86,481 11.8 Normal y Superior 70,933 9.7 TOTAL ALUMNOS 732,070 100%
Fuente: INEGI, SEP 2004.
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1.3 Universidades para el nuevo siglo: lo que debe cambiar en la educación en
Sonora.
Día con día se presentan cambios importantes en el contexto económico, prueba
de ello ha sido el surgimiento de las universidades en Sonora, y observando el ambiente
socioeconómico del segundo estado del país, territorialmente hablando, se vislumbra la
necesidad de entrelazar la educación con los sectores productivos, en aras de lograr un
fortalecimiento tal que contribuya a la ampliación de horizontes hacia el progreso y
beneficio de sus habitantes. Ya no solo es atraer industrias maquiladoras que den empleo
a los sonorenses, sino crear los propios, fortaleciendo el autoempleo, haciendo de Sonora
un estado fuerte e independiente, en lo que a la economía se trata.
La investigación juega un papel muy importante para el logro de un nuevo
desarrollo productivo, de tal forma que su inclusión en el esquema económico del estado,
dé como resultado un crisol fuerte para los años venideros. Dentro del PEE actual se
manifiestan ciertos aspectos que marcan la situación actual de la educación, como lo es la
falta de actualización de los planes y programas de estudio. Otro de ellos es la falta de
vinculación con el sector educativo, los objetivos de la IES no son paralelos a las
necesidades de las empresas, hablan diferentes idiomas, por lo que es necesario traducir
sus necesidades y llevarlos a las aulas escolares.
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Sonora, a diferencia de otros estados de la república, cuenta con una amplia gama
de recursos naturales que pueden aprovecharse en la creación y transformación de los
mismos, haciendo con ello una cultura auto empleadora, de tal forma que no se depende
en gran parte del sector manufacturero externo que ingresa al país.
Otro de los retos que exige el sector educativo sonorense es el incremento en el
presupuesto anual, logrando con ello mayores oportunidades educativas en todos los
sectores, aunado con ello, un incremento en el sector de la investigación, pero también,
dicho incremento presupuestal es necesario para lograr un mayor fortalecimiento de la
planta docente de las IES.
Sobre la matrícula educativa, al 2015, de acuerdo con la Secretaría de Educación
Pública y la Secretaría de Educación y Cultura, la educación primaria decrecerá en
13.5%, la secundaria tendrá un crecimiento moderado de 14.5%, lo mismo que el
bachillerato, 20.1%; sin embargo, en lo referente a capacitación para el trabajo y
licenciatura mostrará un importante aumento matricular de 65%, mientras que en
postgrado será de 150%. Lo anterior obliga a realizar un serio proceso de planeación, a
fin de destinar con pertinencia los recursos requeridos para atender una demanda de
servicios educativos tan irregular.
Dentro del PEE, se establece la consolidación de la Calidad Sonora, ya que
constituye la aspiración principal de los propósitos de la administración durante el
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periodo 2003-2009. Con esta fundamentación, la política educativa estatal plantea la
transformación del sistema educativo a través de ocho ejes rectores:
1. La calidad y el mejoramiento continuo del sistema educativo.
2. La pertinencia de la educación con el empleo.
3. La administración escolar del sistema educativo.
4. El acceso, la garantía de permanencia y éxito escolar.
5. La valoración social y promoción de la profesionalización del magisterio.
6. La educación para la vida y el trabajo.
7. La descentralización de funciones y el desarrollo regional.
8. El desarrollo cultural y deportivo en la educación.
El objetivo central de este proyecto de investigación, obedece al segundo eje
denominado la pertinencia de la educación con el empleo, cuyas principales acciones “se
orientan a formar alumnas y alumnos con una visión emprendedora, capaces de crear
alternativas de empleo y autoempleo que les posibiliten vincular las habilidades
desarrolladas en la escuela con los retos planteados por la sociedad en general, para el
análisis y adecuación de planes y programas de estudio, privilegiando el acceso a la
tecnología y el fomento de una cultura comprometida con la productividad.”
Para lograr ello, dentro del PEE, se mencionan algunas estrategias que marcaran el
rumbo de la educación en Sonora:
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• Orientar la oferta educativa de acuerdo con las necesidades productivas
regionales, las nuevas exigencias de la revolución tecnológica, los procesos de
globalización económica y la recomposición de las disciplinas científicas. Como
es el caso de la Universidad de la Sierra, las carreras creadas en ella, se
fundamentan en la pertinencia de la región y sus necesidades.
• Consolidar los centros educativos tecnológicos y fortalecer sus vínculos con el
aparato productivo del estado: fortalecer los esquemas de vinculación de empresa-
escuela.
• Incluir en los planes y programas de estudio temáticas que aborden el desarrollo
de valores, programas de emprendedores y conservación y desarrollo sustentable
del medio ambiente.
• Impulsar la formación de redes de investigadores y programas de postgrado, a fin
de optimizar recursos materiales y humanos.
Concluyendo, se puede comentar que las IES pretenden formar estudiantes, y más
adelante, profesionales creativos, innovadores, con capacidad para resolver de manera
ética y competente las situaciones que su actividad académica y su práctica como
profesional les presentará en su momento. Sin embargo, la posibilidad de lograr el
objetivo señalado supone una transformación radical en el enfoque a partir del cual opera,
en general, la institución educativa, (Gutiérrez, 2003).
25
La sociedad mexicana experimentará, de manera creciente, la necesidad de
recurrir a la educación como instrumento fundamental para mitigar las desigualdades
sociales. En el horizonte de los próximos 25 años, la educación constituye una condición
necesaria, aunque no suficiente, para trascender las incertidumbres del mercado y
aprovechar el dinamismo de la fuerza laboral, (PNE, 2001-2006).
26
Cuadro 3. Evolución de la educación superior en Sonora, 1960-1990.
Año
No. de instituciones
Matrícula Incremento absoluto
TEU Puestos académicos
1960 1 650 .94 981970 2 2,287 1,637 2.4 3501980 9 16,967 14,680 11.6 8761993 20 39,144 22,177 21.3 3,682
Fuente: Anuario Estadístico de la UNISON, 1970; Anuario Estadístico de la ANUIES, 1980; Moreno, P. Crisis y Modernización de la Educación Superior en Sonora, tesis doctoral en economía, Facultad de Economía, UNAM, 1992 (primera versión); Plan Estatal Indicativo para el Desarrollo de la Educación Superior en Sonora, 1993-2000, COEPES-SONORA.
TEU: Tasa de escolarización universitaria.
27
Cuadro 4. Fundación de instituciones de educación superior en Sonora.
Año de Fundación
Instituciones Pública
Instituciones Federales
Instituciones Privadas
Instituciones Estatales
1942 UNISON (Centro, Sur y
Norte) ITSON (Cd.
Obregón)
1962 CREN (Cd. Obregón)
1973 ITESM (Cd. Obregón)
1975 ITH , ITN, ITEA no. 21 (Bácum)
1977 UNO ITESM (Navojoa)
1971 UPN (Hermosillo y Navojoa)
1982 COLSON CIAD
(Hermosillo)
UPN (Nogales) CESUES (SLRC y
Hermosillo) ENEEF
(Hermosillo) 1983 ITESM
(Hermosillo)
1984 ITMAR (Guaymas) 1985 UNIKINO
(Hermosillo) ENSH
1987 UdH 1988 ITAP, UPN
(Cd. Obregón)
1991 U La Salle (Cd. Obregón)
ITC
1998 UTH 2002 Unisierra 2003 UNIDEP
Fuente: Anuario Estadístico de la ANUIES, 1980; Moreno, P. Crisis y Modernización de la Educación Superior en Sonora, tesis doctoral en economía, Facultad de Economía, UNAM, 1992 (primera versión); Plan Estatal Indicativo para el Desarrollo de la Educación Superior en Sonora, 1993-2000, COEPES-SONORA.
28
De acuerdo al cuarto Informe de Gobierno del Presidente de la República, Vicente
Fox, la inversión educativa alcanzó el 7.07% en el 2004, dicho sea de paso, en la actual
administración se refrenda la promesa de que año con año, hasta alcanzar el 8% del PIB
se aplique a la educación en todos los niveles. Podemos inducir a que la educación hoy en
día esté gozando de una inversión muy importante donde participan el sector federal,
estatal y municipal, así como recursos provenientes de la iniciativa privada,
(www.sep.gob.mx, 2004).
29
Cuadro 5 Estimación del Presupuesto de Educación en el PIB.
Ciclo escolar % del PIB a la educación 1975 - 1976 5.43 1985 - 1986 3.90 2000 – 2001 6.15 2001 – 2002 6.52 2002 – 2003 6.81 2003 - 2004 6.97 2004 – 2005 7.07 2005 – 2006 8.00*
Fuente: (www.sep.gob.mx, 2004)
*estimado
30
La educación tradicional latinoamericana y muy especialmente la universitaria en
las áreas de ingeniería, administrativas, económicas y científicas ha estado orientada
durante los últimos 40 años a producir “ejecutivos, funcionarios, burócratas”, a favorecer
organizaciones grandes frente a las pequeñas, a fortalecer empresas establecidas y a no
crear nuevas organizaciones, a respaldar las empresas que ya están en marcha,
desconociendo los procesos de nacimiento, a producir adeptos y seguidores
independientes y no líderes e innovadores independientes, a generar tripulación y
conductores con rutas definidas y sin riesgo y no a producir hombres y mujeres creadoras
que estén dispuestas a aceptar riesgos moderados.
El sistema educativo deberá responder entonces a los requerimientos que la
sociedad le va a formular y por lo tanto debe estar listo a jugar un papel central en
fomentar, promover y crear las perspectivas reales de crecimientos y desarrollo. Este gran
cambio exige una educación muy diferente en términos de proceso, de contenido, de
objetivos, de metodologías, de resultados, de ambientes de aprendizaje, de recursos y
estrategias, de sistemas de evaluación y en resumen de todo lo que el término educación
implica. Este cambio se resume en implementar la educación empresarial en
contraposición a la educación tradicional o empleomanía.
31
1.4. Universidad de la Sierra
1.4.1. Nacimiento de la Universidad de la Sierra.
Según la declaración mundial sobre la educación superior en el siglo XXI
aprobada en la conferencia mundial sobre educación superior, convocada por la
UNESCO, llevada a cabo en París en 1998, la educación es uno de los pilares
fundamentales de los derechos humanos, la democracia, el desarrollo sostenible y la paz,
por lo que deberá ser accesible para todos a lo largo de toda la vida, y de que se necesitan
medidas para asegurar la coordinación y cooperación entre los diversos sectores y dentro
de cada uno de ellos y, en particular, entre la educación general, técnica y profesional
secundaria y postsecundaria, así como entre universidades, escuelas universitarias e
instituciones técnicas. Lo que predice la necesidad de acercar la educación a todos los
rincones del estado, propiciando con ello un desarrollo económico más sólido al área de
influencia de la naciente institución de educación superior.
En agosto del año 2002, como resultado de los compromisos asumidos por el
gobierno federal, el gobierno del Estado de Sonora y los H. Ayuntamientos que integran
la Región Sierra del estado de Sonora, inició sus actividades la Universidad de la Sierra
como una institución de educación superior donde se establecieron los siguientes
atributos:
32
A. Se establecerá como un organismo público descentralizado del gobierno del
estado de Sonora y tendrá como órgano máximo de gobierno un Consejo
Directivo, del que dependerá el Director General, responsable de la
administración universitaria. La Universidad contará con tres órganos colegiados
de carácter consultivo: el Consejo Académico, el Patronato y el Comité de
Vinculación.
B. Se habrá publicado en el Diario Oficial del gobierno del estado de Sonora su
Decreto de creación, con los artículos transitorios que contemplen sus estructuras
y recursos mínimos durante el primer año de actividades.
Buscar nuevas oportunidades de desarrollo personal, profesional y económico
hace que la gran parte de los egresados de las instituciones de educación superior de la
sierra sonorense, abandonen sus hogares, ocasionando con ello una disminución de los
habitantes de las poblaciones de estos lugares de Sonora, provocando con ello, que sus
lugares de origen queden casi olvidados por sus habitantes. El esfuerzo que realizan los
padres de familia para cubrir los gastos originados por los alumnos que egresan de sus
lugares de origen es en muchas ocasiones el principal factor por los cuales los alumnos
no terminan su educación superior.
La creación de una institución de educación superior de Sonora, aporta a la
sociedad personas mejores preparadas y convencidas de que sin educación no hay
crecimiento sostenible y sustentable, dicha creación, se presupone más activa cuando la
33
instalación de ese centro educativo se perfila. Logrando con ello una diversificación de la
economía: haciendo de la región una mayor participación de la riqueza estatal. Pero, no
solo se logra un enriquecimiento de la región, sino que se atrae mejores vías de
comunicación, servicios como infraestructura de salud, comercio entre otros.
Una de las razones de peso por las cuales se crea la Universidad de la Sierra, es
que sea una institución de educación superior diferente a las ya existentes, de forma que
sus planes de estudios estén orientados a las necesidades presentes y futuras,
demostrando pertinencia a su área de influencia.
En el artículo 4 de la actual Ley de Educación, se contempla que todo individuo
tiene derecho a recibir educación y, por lo tanto, todos los habitantes de la entidad tienen
las mismas oportunidades de acceso a la educación, con sólo satisfacer los requisitos que
establezcan las disposiciones generales aplicables. También menciona que la educación
es el medio fundamental para adquirir, transmitir y acrecentar la cultura, es proceso
permanente que contribuye al desarrollo del individuo y a la transformación de la
sociedad y es factor determinante para la adquisición de conocimientos y para formar al
hombre de manera que tenga sentido de solidaridad social. De tal forma que en el
proceso educativo deberá asegurarse la participación activa del educando, estimulando su
iniciativa y su sentido de responsabilidad social, para alcanzar los fines a que se refiere en
el artículo tercero de la Constitución y el séptimo de la Ley General.
34
Apoyados en los ejes rectores recomendados por la UNESCO y la ANUIES, las
instituciones de educación superior se han propuesto adelantarse a las necesidades y
deseos de una población activa, dispuesta a cambiar los viejos paradigmas educativos y
adecuándose a los nuevos, provocando con ellos la interacción de conocimientos que
provean de lo necesario y útil a los alumnos al egresar al campo laboral.
Basándose en las anteriores consideraciones, el Gobierno del Estado de Sonora
“creó la Universidad de la Sierra, como un acto de justicia social y como respuesta a las
necesidades de una región con limitaciones en su desarrollo social, económico y cultural.
Con su presencia será posible atender inequidades no deseables en esta entidad en
materia educativa, y coadyuvar en la atención oportuna y adecuada de los desequilibrios
socioeconómicos que el comportamiento del desarrollo ha producido en la región serrana.
El desarraigo de sus comunidades por salir a estudiar a lugares distintos a la residencia
familiar, las escasas fuentes de empleo profesional y los hechos derivados de un
desarrollo económico limitado, obliga a que los jóvenes que continúan estudios
superiores no retornen a sus lugares de origen, propiciando así, con otros factores, el
estancamiento económico en la región”, (Estudio de Factibilidad para la creación de la
Universidad de la Sierra en el estado de Sonora, 2002).
La Universidad de la Sierra, básicamente fue creada para: primero, que gran parte
de los egresados de las instituciones de educación medio superior aspiren y concluyan su
educación superior, segundo, satisfacer sus necesidades educativas y profesionales,
35
creando oferta de educación superior en su propia región de origen; y, tercero, un impulso
de las actividades económicas y sociales de la zona de influencia apropiada a la
Universidad de la Sierra. Dicha creación es una acción ineludible, urgente y de estricta
justicia social y se inscribe dentro de una visión integral de desarrollo de esa zona
geográfica, junto con acciones paralelas simultáneas o ya en proceso, cuyo objetivo
esencial es la reactivación económica de la región, para generar fuentes de empleo y
mayor bienestar y un mejoramiento sustancial de la calidad de vida en esa zona, con
decisiones sustentadas en estudios para el aprovechamiento y desarrollo de los recursos
naturales y sociales de la zona, (Estudio de Factibilidad para la Creación de la
Universidad de la Sierra en estado de Sonora, 2002).
La creación de una institución de educación superior pretende que sea un punto de
interacción entre las actividades productivas y académicas, contribuyendo así al
fortalecimiento de la vinculación entre universidad- empresas.
Así al no disponer de oferta educativa de nivel superior en la región seleccionada,
la población estudiantil se enfrenta a la necesidad de migrar para continuar estudios
superiores, coadyuvando en buena medida el proceso de despoblamiento que se
manifiesta, de forma muy intensa en la región. Considerando las variables que dentro de
la región se presentan, la instalación de un centro de educación superior en esta región
conlleva un desarrollo sustentable equitativo tanto social, como económico con relación
al resto del estado de Sonora.
36
Cuadro 6. Alumnos por carrera de la Universidad de la Sierra
Carrera Año Licenciado en
Biología Licenciado en
Administración y Evaluación de
Proyectos
Ingeniero Industrial en Calidad y
Productividad
Total
Segundo 48 61 43 152Cuarto 43 47 41 131Sexto 22 31 45 98Total 113 139 129 381
Fuente: Servicios Escolares Universidad de la Sierra, 2004.
37
Según el Lic. Adolfo Barbachano Alcocer, Secretario General Académico de la
Universidad de la Sierra, esta institución es diferente a las demás porque se espera que
sea un detonador de una región económica, ya que aparte de la formación académica,
egresen con una capacidad de poder desarrollar a la sierra e impedir que se queden solas
las poblaciones de donde son originarios los alumnos. Otro de los puntos de gran
importancia es que la institución sea un polo de desarrollo, que sirva para vincular varios
sectores, tales como: el productivo, educativo, científico; pero también, sin lugar a dudas,
esta institución tiene que ser coherente con las necesidades económicas que tiene la
región serrana de Sonora. Se busca formar profesionistas que encaucen sus
conocimientos en el fomento de la región, que sean emprendedores, desarrollen
proyectos, creativos en sus decisiones económicas para que generen empleos y a su vez
transformen la basta variedad de recursos naturales existentes en la región.
Todo esto se logrará con bases firmes, dentro de los cuales se cuenta con un
modelo académico pertinente y actual, con una planta docente actualizada y provista con
los conocimientos y valores que puedan ser transmitidos, que permeen en una sólida
formación personal y profesional tan importantes en una economía globalizada. Con un
modelo académico tal que se base en el aprendizaje, no en el alumno, que rompa los
paradigmas educativos, flexible y que pueda combinar diferentes estructuras, como la de
competencia laboral.
38
Para el funcionario público, el futuro de la Universidad de la Sierra, se vislumbra
prometedor, con éxito profesional, siendo una de las principales instituciones del Estado,
con prestigio estatal, nacional e internacional. Con un modelo de docencia e investigación
con los sectores productivos y sociales, sostenido por un fortalecimiento amplio y
sobretodo con difusión social.
Para el Lic. Barbachano, uno de los retos es que todos los trabajadores puedan
encauzar la capacidad de aprender nuevas formas de trabajo. Hay que creer en el alumno
para formarlo, capacitar al docente para que se convierta en facilitador, que a su vez, sea
un vinculador, un investigador, un difusor y un extensionador, para que pueda conocer
aún más el entorno. “aterrizar en lo dicho; es ambicioso el proyecto”.
Por otro lado, la zona de influencia de la Unisierra lo comprenden 33 municipios
de Sonora, ya que por su ubicación y características geográficas, físicas, sociales y
educativas resultaron ser elegidas para instalarla.
39
Mapa 1. Ubicación de la zona seleccionada en el Estado de Sonora
Fuente: Estudio de Factibilidad para la Creación de la Universidad de la Sierra en el estado de Sonora, 2002.
40
Mapa 2. Ubicación de la zona de Influencia de la Universidad de la Sierra
Fuente: Estudio de Factibilidad para la Creación de la Universidad de la Sierra en el estado de
Sonora, 2002.
41
Cuadro 6. Composición poblacional de la zona de influencia de la Universidad de la Sierra.
Población Distribución según sexo
Municipio Total Hombres Mujeres
Total Sonora 2,216,969 1,110,590 1,106,379
Aconchi 2,420 1,268 1,152
Arivechi 1,484 755 729
Arizpe 3,396 1,731 1,665
Bacadéhuachi 1,348 708 640
Bacanora 943 485 458
Bacerac 1,366 710 656
Banámichi 1,484 734 750
Baviácora 3,724 1,948 1,776
Bavispe 1,377 737 640
Cumpas 6,202 3,210 2,992
Divisaderos 825 416 409
Fronteras 7,801 4,056 3,745
Granados 1,235 646 589
Huachinera 1,147 569 578
Huásabas 966 500 466
Huépac 1,142 588 554
Mazatán 1,584 828 756
Moctezuma 4,187 2,129 2,058
Nácori Chico 2,236 1,175 1,061
Nacozari de García 14,365 7,512 6,853
Onavas 479 265 214
Opodepe 2,831 1,513 1,318
Rayón 1,591 842 749
Sahuaripa 6,400 3,323 3,077
San Felipe de Jesús 416 217 199
San Javier 279 148 131
San Pedro de la Cueva 1,703 904 799
Soyopa 1,649 903 746
Suaqui Grande 1,175 620 555
Tepache 1,539 779 760
Ures 9,565 4,896 4,669
Villa Hidalgo 1,986 1,034 952
Villa Pesqueira 1,590 848 742
TOTALES / Municipio 90,435 46,997 43,438Fuente: Censo Poblacional INEGI, 2000.
42
1.4.2. Descripción General del Municipio de Moctezuma
El municipio de Moctezuma, se encuentra localizado en la región Noreste del
Estado de Sonora, a 175 kilómetros de la Ciudad de Hermosillo, capital del Estado; su
cabecera es la población de Moctezuma cuya ubicación geográfica se encuentra en el
paralelo 29 grados 47 minutos 04 segundos de latitud Norte y a los 109 grados 40
minutos 04 segundos longitud Oeste del meridiano de Greenwich.
La extensión territorial del municipio es de 176,339 Hectáreas, que representa el
10.8 por ciento de la región y el 0.95 por ciento del total del territorio del Estado de
Sonora. Cuenta con cuatro Comisarías: San Patricio de la Mesa, San Clemente de Terapa,
Pueblo Nuevo y El Llano, Sonora. Colinda al Norte, con el municipio de Cumpas; al Sur,
con los municipios de Tepache, San Pedro de la Cueva y Villa Pesqueira, al Este, con los
municipios de Huásabas, Granados y Divisaderos y al Oeste, con el municipio de
Baviácora, situado a una altura sobre el nivel del mar de 677 metros.
En el municipio predomina el clima seco, semicálido y se caracteriza por ser
extremoso, con temperaturas que oscilan desde los 42 grados centígrados, en los meses
de julio a septiembre, hasta 3 grados centígrados en los meses de diciembre, enero y
febrero.
43
Dentro de las actividades económicas que sobresalen en esta zona de influencia
son las relacionadas con la agricultura y ganadería, representando una fuente de ingresos,
impulsando el desarrollo económico de la región.
(http://www.sonora.gob.mx/portal/Runscript.asp?p=ASP\pg207.asp)
1.5. El Perfil emprendedor
1.5.1 Breve historia del perfil emprendedor
Hasta mediados del siglo XVIII, producir dependía de la fuerza humana, la
tracción animal y el fuego vegetal. Casi toda la población tenía que dedicarse a la
producción de alimentos. Aunque la burocracia tenía milenios de existir, no satisfacía la
demanda creciente de esos tiempos, la cual estaba limitada por el abasto de la energía
renovable: el sol, que mueve el viento, la lluvia y las mareas.
A mediados del siglo XIX, la mayor parte de la población mundial trabajaba por
su cuenta. No vendía su tiempo marcado en un reloj a la puerta de instalaciones ajenas.
Trabajaba en lo suyo: vendía bienes y servicios producidos con los recursos familiares.
Depender económicamente de un empleo no era lo más común, ni parecía deseable. Era
como caer en la servidumbre. Por el contrario, la servidumbre deseaba ser libre, y las
personas libres no deseaban sino trabajar por su cuenta. Todavía en 1950, la mitad de los
trabajadores trabajaban por su cuenta: eran campesinos, artesanos, pequeños empresarios,
44
profesionales libres. Y los que no trabajaban por su cuenta trabajaban casi siempre con
alguien que trabajaba por su cuenta. La sociedad estaba poco piramidal. Aspirar un
puesto en el servicio público parecía una falta de realismo, casi una enfermedad mental,
para lo cual se usaba un término burlesco: "empleomanía". Significativamente, la palabra
dejó de usarse. Buscar empleo se volvió normal.
Cuando se inventó la máquina de vapor y se inició con la explotación del carbón
de mina, empezaron a crecer las ciudades. Con la introducción del motor de combustión
interna, se empezó a explotar el petróleo y por ende el gigantismo burocrático del siglo
XX se volvió posible. Esta nueva normalidad culminó hacia 1970. En los países llamados
capitalistas, la mayor parte de la población ya no disponía de su propio capital para
trabajar: tenía empleo. En los países socialistas, casi toda la población había vuelto a la
servidumbre. La economía mundial se había burocratizado. No tener un empleo, de
preferencia en oficina, era como no existir. Trabajar por cuenta propia era estar fuera de
la realidad (en los países capitalistas) o de la ley (en los socialistas).
Sin embargo, desde 1970, se habla cada vez más de autoempleo, de pequeñas
empresas, de iniciativas de creación social frente al Estado. Las grandes empresas, las
grandes ciudades y las finanzas del sector público comenzaron a vivir tiempos difíciles.
La historia nos trae a la mente ciertos personajes que a través de ella han sido
ejemplo para las personas que desean ser emprendedoras, alguno de ellos son: Edson de
45
Castro fundador de Data General, An Wang creador de Ang Laboratories, Steven Jobs
cofundador de Apple Computers, Fred Smith fundador de Federal Express y en el terreno
mexicano podemos connotar a Lorenzo Servitje fundador de BIMBO, Carlos Slim del
grupo Carso, entre otros prominentes nombres. Todos y muchos más han sido los
impulsores que han inspirado para que otras se aventuren en el mundo empresarial.
El término emprendedor es utilizado por primera vez a finales del siglo XVIII por
el economista Ricardo Cantillon en su libro “Ensayo sobre la naturaleza del comercio en
general”. Para él, un emprendedor es aquella persona que se compromete y que está
dispuesto a asumir riesgos, a la par que administra una empresa; es un tomador de
riesgos, que a diferencia del capitalista común, quién solo actuaba como dueño de la
empresa y que podía elegir el involucrarse o no en la administración de la empresa. En la
práctica, los emprendedores no han sido plenamente diferenciados de los capitalistas
“regulares” hasta los emprendedores del siglo XIX, donde sus funciones tanto de
coordinación del proceso productivo de la empresa a gran escala y las actividades de
negociación inherentes a ella. Por otro lado, Joseph Alois Schumpeter y otros
economistas del siglo XX consideraron que el espíritu competitivo del emprendedor se
transforma por la innovación y la mejora continua lo que propicia una razón más
poderosa para el desarrollo del capitalismo. Richard Arkwright en Inglaterra y William
Cockerill fueron ejemplos muy importantes del ascenso de los empresarios
manufactureros durante la Revolución Industrial, pero sin lugar a dudas el emprendedor
46
del siglo XX fue Henry Ford, creador de la empresa de automóviles Ford Motor Co.
(www.cepa.newschool.edu/het/essays/youth/cantsys.hmt)
En la práctica, los economistas no distinguieron a los empresarios de los
capitalistas “regulares” hasta el siglo XIX, cuando su función se desarrollaba alrededor
de la coordinación de los procesos necesarios a la industria en grande y comercio. Para
Joseph Alais Schumpeter y otros economistas del siglo XX consideraban a los
emprendedores como individuos que asumían riesgos económicos, ya que al crear una
empresa hay dos posibilidades: obtener ganancias e incurrir en pérdidas, por lo que el
papel del empresario consiste en asumir el riesgo de perder su capital invertido en la
empresa. Sin embargo, ya antes del inicio de la industrialización había aparecido una
de las figuras más características del capitalismo, el empresario, que es, según
Schumpeter, el individuo que asume riesgos económicos.
Diferentes autores han destacado diversas facetas del empresariado. Schumpeter
(1942) ha hecho hincapié respecto al concepto de innovación para crear y reaccionar de
cara a la discontinuidad económica; Knight (1940) consideró que el papel del empresario
es inseparable del control de la empresa; Casson (1982) apuntó que "un empresario es
alguien que se especializa en tomar decisiones racionales para la coordinación de los
recursos que son escasos" ( que es la definición de un agente económico); y más
recientemente Baumol ha considerado al empresariado desde un ángulo general como
"toda las actividades no rutinarias de aquellos que dirigen las actividades económicas de
47
grupo y grandes o pequeñas organizaciones". Finalmente varios economistas, incluido
Brusco 1983 y Piore ε Sabel 1984 han señalado una nueva forma de empresariado
fundado sobre la actividades innovadora consistente en relacionar grupos de empresas
locales, (OCDE, 1999).
1.5.2 La importancia del espíritu emprendedor
Antes de 1960, la mayor parte de los economistas habían entendido la importancia
del espíritu emprendedor, aunque no en su justa dimensión. La atención que se prestaba a
las grandes compañías ocultaba el hecho de que la mayor parte de los empleos nuevos es
creada por las nuevas empresas pequeñas. Es más, la función del emprendedor –
organizar los recursos productivos nuevos para aumentar la oferta – parecía poco
importante para la escuela dominante de la economía, a la que le interesaba más la
administración de la demanda de consumo, que inducía a los consumidores a comprar
más productos. Prueba de ello es la costumbre de cambio de modelo de un año a otro en
la industria automovilística.
En los años setenta, volvió a cambiar el ánimo cuando la economía interesada en
ver primordialmente en la demanda de consumo no pudo evitar la inflación constante de
ese decenio. Los economistas empezaron a preocuparse por el hecho de que la
productividad estaba aumentando a una velocidad muy inferior a la de antes. Esto hizo
que se interesaran más por la oferta de bienes y servicios – el ámbito del emprendedor– y
48
menos por la administración de la demanda. El reto de los japoneses (Nissan) y los
alemanes (Wolkswagen) contra los “tres grandes” (Chrysler, Ford y General Motors) de
la industria automovilística de Estados Unidos sentenció a muerte a la administración de
la demanda de consumo como palabra clave para los gerentes.
1.5.3. Definición de perfil emprendedor
México es un país de jóvenes tanto así, que, dentro de poco tiempo, serán ellos
quienes administren los bienes económicos del mismo. Esta es no sólo una
preocupación del gobierno, de las instituciones privadas sino de las Instituciones de
educación superior, ya que hay que enseñar a los alumnos a crear fuentes de empleo en
número y calidad tal que el país pueda sustentar de forma sólida su economía. Ya que el
papel de las empresas es crear fuentes de empleo, lo que permitirá un crecimiento
económico reflejándose esto en un incremento en el Producto Interno Bruto del país.
La creación de empresas se deriva del desarrollo de la calidad emprendedora de
los alumnos, lo que trae como consecuencia un decremento en los problemas sociales,
como el desempleo, economía subterránea e inclusive el índice de delincuencia en la
población.
49
Pero, el trabajo no es suficiente, hay que buscar las estrategias necesarias que
originen nuevas fuentes de empleo, ya que no solo es fomentar la personalidad
emprendedora, sino crear y acercar los mecanismos económicos que faciliten la apertura
de nuevas células económicas.
Hasta hace algunos años, se podría hacer la división de egresados de
universidades públicas y privadas; en la actualidad, la competencia en el mundo laboral
ha hecho casi imperceptible esta diferencia. El Sr. Carlos Fernández, Director General del
Grupo Modelo, dice que "mientras los mexicanos estén más preparados, mejores
posiciones alcanzarán en las grandes corporaciones. Los resultados de su trabajo se
reflejarán en las tareas y objetivos que cumplan en los ámbitos público y privado".
Emprender es la acción de iniciar un negocio, es un termino derivado del
francés entreprendre, el cual significa “hacer algo; perseguir oportunidades; satisfacer
necesidades y que a través de la innovación crear una empresa”. El emprendedor es la
persona que hace todo lo anterior, el o ella es una persona que asume riesgos, que
quiere estar al frente de la aventura económica, organizar la empresa, arriesgar su
capital, y ante todo asumir la mayor parte del riesgo de crear una nueva empresa. Una
persona que invierte en la creación de la empresa es también llamada un “capitalista
aventurado”. Ser emprendedor brinda a las personas un trato especial, ya que a través
50
de la creación de empresas que brindan bienes y servicios, el saber cómo hacerlas y
arriesgar su dinero. El capitalista aventurado proporciona los riesgos de capital, el cual
puede recuperar en el primero, segundo o tercer financiamiento de la empresa. Si estas
entradas de efectivos son adecuadas para crear nuevos negocios, se invierte en ellos ya
que se espera que de ellos también se obtengan altos rendimientos económicos, lo que
provocará en un futuro la creación de nuevas empresas.
Muchos piensan que ser emprendedor es una forma simple de tener un negocio,
pero esto va mucho más allá, la esencia de ser emprendedor es iniciar un cambio, lo
opuesto a la simple administración, el cual involucra el control y la planeación sin una
estructura dada. Por ejemplo, cuando alguien descubre un producto, como la creación
de una gran computadora, está permeada la innovación la cual es uno de los principios
básicos de ser emprendedor. Pero una vez que se inicia la fabricación de ése producto,
entonces el administrador “común” asume la coordinación y organización de la
empresa creada. De ser necesario, el emprendedor se involucra de nuevo, para
establecer nuevos cambios en la empresa, para que a partir de ellos, el administrador
retome de nuevo las riendas de la empresa con los nuevos cambios originados, (Burch,
1986).
El emprendedor como el productor de valores de mercado, que corre riesgos,
está en permanente alerta para descubrir las oportunidades de ganancias que aún no han
51
sido descubiertas y actúa en consecuencia para aprovecharlas. Todo lo que consiga es
para él, porque servirá para preservar su vida y su existencia. Y su actuación en el
mercado beneficia sin querer al resto de la sociedad, (Garzón, 1995).
Los emprendedores son individuos con visión empresarial, que manifiestan una
conducta y orientan su comportamiento al desarrollo y surgimiento del espíritu
emprendedor interno, generando y aprovechando ideas innovadoras, desarrollándolas
como oportunidades de negocio rentable, comprometiendo su tiempo y esfuerzo en
investigar, crear y moldear esas ideas en negocios para su propio beneficio y el
crecimiento sustentado de la firma, detectando éxitos donde otros ven fracasos o
problemas y cuya fuente es la innovación con talento y creatividad de bienes y
servicios, (Ibarra, 2000).
En las economías de mercado, los empresarios son los vectores del cambio y del
crecimiento y pueden contribuir a acelerar la creación, divulgación y aplicación de las
ideas innovadoras. Al hacerlo no sólo posibilitan un uso eficiente de los recursos sino que
también extienden los límites de la actividad económica. Los empresarios no sólo buscan
e identifican oportunidades económicas potencialmente rentables sino que también se
inclinan a asumir riesgos para comprobar si sus intenciones son correctas. Aunque no
todos los empresarios tienen éxito, un país con una gran actividad empresarial genera
con toda probabilidad constantemente productos y servicios nuevos o mejorados.
52
En varios sentidos, los Estados Unidos manifiestan un alto grado de espíritu
empresarial que se caracteriza no sólo porque muchas exitosas compañías bien
establecidas producen un constante flujo de productos y servicios innovadores sino
también por el proceso dinámico de muchas nuevas sociedades y la reestructuración o el
cierre de empresa que han fracasado.
El espíritu empresarial constituye el resultado de tres dimensiones que trabajan
conjuntamente: las condiciones económicas, los programas de gobierno bien concebidos
y una actitud cultural positiva.
El empresariado es uno de los factores claves para una economía sólida capaz de
regular los desarrollos económicos y los cambios estructurales. Los empresarios son
agentes primordiales de cambio en una economía de mercado y el empresariado
constituye el motor de las posibilidades tecnológicas y económicas y de la utilización
eficaz de los recursos. El desarrollo se fomenta cuando los empresarios se aceleran la
creación, divulgación y aplicación de ideas innovadoras ya sean tecnológicas o relativas a
la organización.
El creador de una empresa presenta cierto número de ventajas sociales. Como
medio para combatir el desempleo y la pobreza, el espíritu empresarial y un enfoque
positivo en general contribuyen a resolver los problemas de dependencia y de pasividad
frecuentemente citados en los debates acerca de las formas tradicionales de asistencia
53
social. El empresariado también puede ofrecer soluciones a aquellos cuyos esfuerzos en
la economía imperante se han visto frustrados. El empresario ha sido estudiado de
diversas maneras, Richard Cantillon, fue el primero en estudiar sistemáticamente el tema
a comienzos del siglo XVIII y destacó que el empresariado es un agente principal en la
actividad económica. Ha sido difícil llegar a ponerse de acuerdo respecto a las
definiciones específicas, en parte debido a que el empresariado presupone frecuentemente
nuevos comportamientos, (OCDE, 1999).
En realidad, las principales doctrinas económicas apenas se han ocupado del
empresariado y el proceso de toma de decisiones primordial para el empresariado no se
ha definido suficientemente en el pensamiento económico. Existen grandes dificultades
para reducir las estrategias multidimensionales y evolutivas del empresariado a los
algoritmos de maximización mecánica característicos de la toma de decisiones a nivel de
empresas en la teoría económica imperante.
El empleo del término se ha utilizado de diversas formas y en varios contextos. En
los dos últimos años se ha empleado en dos sentidos: primero, como una descripción de
la creación de características más generales de las actividades comerciales, denotando
una disposición a asumir riesgos, a ser innovador y a tomar iniciativas para aprovechar
oportunidades comerciales.
54
El empleo del término empresariado para referirse a la creación y desarrollo de
nuevas y pequeñas empresas es quizás el más obvio y el más utilizado. De hecho, los
gobiernos han tendido a estimular la creación, el desarrollo y la supervivencia de las
pequeñas empresas a través de una amplia oferta de medidas de apoyo al empresariado.
Las nuevas y pequeñas empresas constituyen un ejemplo particular de espíritu
empresarial pero esto no debería ocultar el hecho de que también es primordial para la
economía que también se estimule en las empresas de mayor envergadura y que ya están
consolidadas.
El espíritu emprendedor se refiere, sobre todo, al cambio. Los emprendedores
consideran que el cambio es la norma y es saludable. Por regla general, no propician el
cambio ellos mismos (es decir, no suelen ser inventores). Sin embargo – y esto es lo que
define al emprendedor y al espíritu emprendedor – el emprendedor siempre busca el
cambio, responde ante él y lo explota como una oportunidad, (Drucker, 1986).
Los rasgos de carácter de los empresarios con numerosos y variados y se han
estudiado con mayor detalle. Incluyen atributos como la anticipación, la imaginación, la
inteligencia, la capacidad de decisión, la rapidez en las reacciones y la capacidad
organizativa. Los psicólogos destacan también rasgos menos atractivos como la
necesidad de control, la desconfianza hacia los demás y una búsqueda de aprobación. No
existe una lista de atributos aplicable a todos los casos y muchas de dichas características
presentan múltiples aspectos. Tampoco existen hasta el momento muchas sociedades que
55
se hayan ocupado de fomentar sistemáticamente el empresariado. Como sucede con otros
factores de las actividades económicas es precisamente la escasez del espíritu
emprendedor aquello que le confiere valor.
El comportamiento del empresariado está estimulado por la búsqueda de la
realización personal. La remuneración económica es obviamente crucial para el
empresariado, sin embargo no siempre constituye la motivación principal.
Rara vez los emprendedores han recibido la atención de los ejecutivos de las
grandes corporaciones. A finales de los 80´s y principios de los 90´s se presentó una
notable reducción de la planta laboral en las grandes empresas, fue entonces cuando se
reconoció plenamente la importancia de los emprendedores. Sin lugar a dudas, los
negocios creados por los emprendedores han sido la fuente de nuevos empleos para
beneficio de la sociedad. Sin el empuje, la energía, la dedicación de los emprendedores,
los negocios no hubieran sido posibles.
Para Adam Smith, el ser emprendedor está representado como una “mano
invisible”. En los últimos años, los economistas han reconocido que los empresarios
representan la seguridad económica de cualquier país. Los emprendedores han probado
una y otra vez que son los pioneros: que son los que convierten las ideas en productos:
los sueños en realidad. Los emprendedores son una mezcla de creatividad, innovación,
tomador de riesgos; que les gusta trabajar duro en el fomento de nuevas aventuras
56
empresariales. El concepto del empresariado está basado en una teoría económica y en
la sociedad misma. Por otro lado, J. B. Say forjó el término entrepreneur alrededor del
1800 en sus intervenciones a cerca de ser emprendedor, él lo define como a la persona
que transforma fuentes económicas de baja productividad en fuentes más productivas y
en un campo más extenso de trabajo. El concluyó que el principal rol del emprendedor
era crear un cambio, no solo para hacer cosas mejores, sino que también diferentes a las
existentes.
57
Cuadro 8. Tabla de roles y características empresariales.
Atributos Emprendedor exitoso
Emprendedor fracasado
Gerente Inventor Promotor
Características personales
Autodominio
Persistente
Carácter fuerte
Competitivo
Independiente
Decidido a tomar riesgos
Constructivo
Que se propone metas realistas
Ético
Centrado en sí mismo
Incapaz de escuchar a otros
Toma riesgos pequeños
Se propone metas irrealistas
Tener dinero es más importante que crear su propia empresa
Tomador de riesgos y experimentado
Capaz de establecer metas
Es motivador
Decisivo
Competitivo
Piensa en relación a su próximo trabajo
Cauteloso ante riesgos
Altos estándares personales
Conceptual
Imaginativo
Persistente
Analítico
Solitario
Artista
Prefiere trabajar solo
Automotivado
Prefiere ser vendedor
No es constructor
Falto de ética
Aventurado
Roles y Demandas laborales
Capaz de establecer y seguir sus propios estándares
Muy trabajador
Sacrificado
Creador de empresas
Conoce el negocio
Trabajo en equipo
Empezó a trabajar desde pequeño
Innovador
Creativo
Lo mismo que el emprendedor exitoso, pero no tiene muchas de las demandas
Orientada a los valores, los premiso y la posición dentro de la empresa
Le gusta trabajar en la rutina
No le gusta tomar riesgos
Manejo de riesgos cruciales
Orientado a la eficiencia
Creativo
Tomador de riesgos limitado
No gusta de trabajar en equipo
Trabaja solo
Sacrificado
No es un constructor
Tomador de alto riesgo
Inestable
Fuente: New Venture Creation: Guide to Small Business Development, 1977.
58
1.5.4 Características básicas del empresario
El empresario ha sido estudiado desde hace muchos años, y todos los pensadores
empresariales han producido perfiles, listas de cualidades, atributos, conocimientos,
habilidades, motivaciones, entre otras, y con el correr de los años se han ido
sistematizando y se ha pasado de las posiciones conceptuales a información empírica de
cubrimiento mundial. Los últimos 30 años de renacimiento empresarial han enriquecido
el conocimiento del empresario como persona. Desde las investigaciones de Hornaday en
los comienzos de 1970 hasta las investigaciones más recientes realizadas por diferentes
investigadores académicos, firmas consultoras, entre otros han tratado de producir un
perfil empresarial. Alguno de los resultados básicos de dichos trabajos son:
• Necesidad de independencia/ autonomía
• Necesidad de logro
• Liderazgo/capacidad fuerte de persuasión
• Toma de iniciativa
• Honestidad/integridad/confiabilidad
• Atraídos por retos no por riesgos/ corren riesgos moderados
• Centro de control interno/confianza en sí mismo/ noción de suficiencia de sus
capacidades
• Orientación hacia metas específicas
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• Compromiso total/ determinación/ perseverancia
• Tolerancia de: incertidumbre, ambigüedad y presiones
• Buenas relaciones con empleados y con medio ambiente
• Nivel energético muy alto
• Capacidad de trabajo muy alta
• Creatividad/ Imaginación/Innovación
• Conocimiento del negocio/Experiencias
• Capacidad de solución de problemas
La educación empresarial tiene en cuenta estas características y busca desarrollarlas.
1.5.4.1 El proceso empresarial
Karl Vespers, identifica cinco ingredientes básicos para que un negocio tenga
probabilidad de éxito:
1. Conocimiento técnico
2. Oportunidad de negocio
3. Contactos personales
4. Recursos
5. Clientes con pedidos
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Toda educación empresarial tiene que trabajar con estos elementos y
desarrollarlos adecuadamente, pero no aisladamente sino en relación con las
características empresariales y con las características del ambiente.
Es de esperarse que al final de su educación, el estudiante tenga bases y ojalá haya
circulado realmente por las tres etapas básicas:
a) Deseo de cambiar su trayectoria de vida.
b) Noción de conveniencia de la carrera empresarial.
c) Noción de factibilidad real de su empresa.
Encontrándose listo para tomar la decisión de iniciar hoy u otro día su empresa
y/o a vivir una vida profesional basada en oportunidades, con orientación de trabajo y no
de empleo, y con una conducta personal de empresario y no de burócrata, con pasión por
sus metas y objetivos. (http://lanic.utexas.edu/pymes/esp/publicaciones/biblioteca/itcr/
cali.htm).
Es necesario diferenciar el papel de empresario de los papeles de ejecutivo,
gerente y director. Empresario es un accionista de la empresa, propietario de parte de la
organización, mientras que las demás funciones hacen referencia a la administración o
conducción de la compañía. Sin embargo, la falta de precisión se inicia en las empresas
61
latinoamericanas en común que el dueño o principal accionista sea al mismo tiempo
quien la administrara, (Garza, 2000).
El reto de los administradores (agrupando a ejecutivos, gerentes, directores y
empresarios) es particularmente importante en las organizaciones contemporáneas. Su
reto es transformar la pasividad del personal en proactividad; la indiferencia, en
compromiso con el logro de resultados; las posiciones individualistas, en actitudes de
integración y colaboración; la dependencia del jefe, en interdependencia; los intereses y
conocimientos superficiales, en profundos; la competencia intergrupal, en ayuda
solidaria; los controles externos, en responsabilidad y autocontrol; el liderazgo
centralizado, en liderazgo compartido.
Se requiere que las organizaciones impulsen el cambio de mentalidad y de
actividad de los administradores, para formar profesionistas competitivos que logren
visualizar la dirección que reclaman los cambios en las organizaciones.
Los papeles de empresario y de administrador, principalmente en las pequeñas
empresas, son desempeñadas por la misma persona. Un emprendedor o empresario inicia
su empresa y es al mismo tiempo su administrador de tiempo completo.
Otras características de un empresario:
62
1. Es una persona inquieta, rebelde e inconforme con lo que el medio le ofrece, actúa
de tal forma que a mucha gente le parece víctima de la locura. Además es terco y
tiene una confianza tal en sí mismo y en lo que va emprender, que las dificultades
no lo detienen.
2. La persona que pone en marcha un negocio es, por naturaleza, obsesiva y con
mucha tendencia a explotarse a sí misma y con frecuencia (demasiada) a los que
tienen el dudoso placer de trabajar para ella, sobre todo al iniciar las operaciones
de su empresa.
3. Otra característica de los empresarios es la forma un tanto elástica y particular en
que definen la ética y los escrúpulos.
4. Un atributo importante en los hombres de negocios es su intuición. Se podrá
argumentar que esta cualidad se adquiere por medio del estudio o los círculos
sociales o familiares en los que se mueve el empresario, inclinándose a pensar que
esta virtud es más innata, aunque desarrollada en forma diferente por cierto
núcleo de personas.
5. Otras cualidades que, aunque obvias, ayudan a definir a un empresario exitoso son
la disciplina, el liderazgo, el don de mando, la capacidad para organizar y una
buena condición física; éstas características se complementan, pero por si solas no
son suficientes para lograr objetivos, (Grabinsky, 1988).
63
1.5.5 El significado del espíritu emprendedor.
La función específica de los emprendedores es la capacidad para tomar los
factores de la producción – tierra, trabajo y capital – y usarlos para producir bienes o
servicios nuevos. El emprendedor percibe oportunidades que otros ejecutivos de
empresas no ven o no les interesan.
Algunos emprendedores usan información, al alcance de todos, para producir algo
nuevo. Por ejemplo, Henry Ford no inventó el automóvil ni la división del trabajo, pero si
aplicó la división del trabajo para producir automóviles de otra manera, por medio de la
línea de montaje. Otros emprendedores ven oportunidades para negocios nuevos. Akio
Morita, presidente de Sony, vio que los productos que tenía su compañía se podían
adaptar para crear un producto nuevo. “Básicamente, el emprendedor detecta una
necesidad y, después reúne la mano de obra, los materiales, y el capital que se necesita
para satisfacer esa necesidad”, (Backman, 1983).
1.5.5.1 El espíritu emprendedor y la administración.
El espíritu emprendedor es diferente de la administración. Paul Wilken explica
que el espíritu emprendedor implica iniciar cambios en la producción, mientras que la
administración encierra la coordinación, en forma constante, del proceso de producción.
Wilken dice: “el espíritu emprendedor es un fenómeno discontinuo, que aparece para
64
iniciar cambios en el proceso de producción... y después desaparece, hasta que vuelve a
aparecer para iniciar otro cambio”,(Wilken, 1979).
El hecho de tomar una idea e inventar una organización para desarrollar dicha
idea se llama espíritu emprendedor. El emprendedor, que considera que el cambio en el
ambiente le ofrece oportunidades, usa los factores de la producción para producir bienes
y servicios nuevos. El espíritu emprendedor difiere de la administración porque se
concentra en iniciar cambios. El espíritu emprendedor se puede dar cuando una persona o
grupo de personas inicia un negocio nuevo. El espíritu emprendedor se refiere, sobre
todo, al cambio. “Los emprendedores consideran que el cambio es la norma y es
saludable. Por regla general, no propician el cambio ellos mismos (es decir, no suelen ser
inventores). Sin embargo – y esto es lo que define al emprendedor y al espíritu
emprendedor – el emprendedor siempre busca el cambio, responde ante él y lo explota
como una oportunidad”, (Druker 1986).
1.5.5.2 Los beneficios del espíritu emprendedor según Stoner
• Fomento del crecimiento económico: aparte del beneficio económico del dueño
de la empresa, también vincula la generación de empleo, otorgando a sus
empleados un sustento económico.
• Incrementa la productividad: productividad es la capacidad para producir más
bienes y servicios con menos mano de obra y materias primas. Sin lugar a dudas
65
el emprendedor es la persona que mueve la economía generando así productos
con alta calidad y a un menor costo de producción. El aumento de la
productividad es, en esencia, cuestión de mejorar las técnicas de producción, y
esta tarea, según John Kendrich, es “función por excelencia del espíritu
emprendedor”
• Crea tecnologías, servicios y productos nuevos: muchas de las personas que han
inventado tecnologías, productos o servicios nuevos han sido empleados de
grandes corporaciones, las cuales se negaron a usar los inventos nuevos,
obligando con ello a los inventores a convertirse en emprendedores. Por ejemplo,
a principios del siglo XVIII la tela de algodón importada de India hizo que
algunos empresarios tuvieran la idea de producir una tela igual en Gran Bretaña,
pero había problemas en el hilado: las máquinas hiladoras eran muy lentas y no
producían suficiente hilo para que todos los telares trabajaran a plenitud. Por
consiguiente, la hilatura era un cuello de botella. Los inventores no tardaron
mucho en destapar este cuello. A mediados de la década de 1760, James
Hargreave inventó la máquina que se conoce como Spinning Jenny, al cual podría
producir hasta 11 hebras de algodón al mismo tiempo. Más adelante ésta máquina
y la de vapor se unieron, de tal manera que ya no era operada por el pie del
trabajador.
• Los cambios en los mercados: sin lugar a dudas el que una empresa entre al
mundo competido empresarial ocasiona un desbalance en él, ya que hay un nuevo
contendiente que busca al igual que todos, posicionarse en él.
66
1.5.5.3. Factores psicológicos
Al igual que casi todo el mundo, los emprendedores son complejos y no existe
una teoría única que pueda explicar toda su conducta. La primera teoría, y quizás la más
importante, de las raíces psicológicas de los emprendedores fue presentada a principios
de los años sesenta por David McClelland, quien descubrió que las personas que seguían
carreras empresariales (por ejemplo las ventas) tenían una gran necesidad de logro; es
decir, la necesidad psicológica de lograr objetivos. Las personas que tienen gran
necesidad de logro gustan de correr riesgos, aunque sólo si son razonables y si dichos
riesgos son un estímulo para realizar un esfuerzo mayor. Es más, McClelland encontró
que ciertas sociedades tienden a producir un porcentaje más elevado de personas con gran
necesidad de logro. Otros investigadores han estudiado los motivos y las metas de los
emprendedores, las cuales, al parecer, incluyen riqueza, poder, prestigio, seguridad,
autoestima y servicio a la sociedad.
A mediados de los años ochenta, Thomas Begley y David P. Boyd estudiaron el
material escrito sobre la psicología del espíritu emprendedor, con el propósito de
encontrar las diferencias entre los emprendedores y las personas que administran las
pequeñas empresas existentes.
A fin de cuentas, identificaron cinco dimensiones:
67
1. Necesidad de logro: los emprendedores alcanzan una calificación alta cerca del
concepto de la necesidad de logro de McClelland.
2. Posición de control: expresa la idea de que las personas, y no la suerte ni el
destino, controlan su existencia. Tanto emprendedores como gerentes suelen
pensar que están jalando los hilos de su vida.
3. Tolerancia ante el riesgo: los emprendedores que están dispuestos a correr riesgos
moderados, al parecer, obtienen rendimientos más altos sobre los activos que los
emprendedores que no corren riesgos o los corren exagerados.
4. Tolerancia ante la ambigüedad: en cierta medida, todo administrador la necesita,
pues muchas decisiones se deben tomar con información incompleta o confusa.
No obstante, los emprendedores enfrentan mayor ambigüedad, pues quizá estén
haciendo las cosas por primera vez y porque están arriesgando su forma de
ganarse la vida.
5. Comportamiento del tipo A: se refiere al impulso por hacer más en menos tiempo,
y, si fuera necesario, a pesar de las objeciones de otros. Tanto los fundadores
como los gerentes de pequeñas empresas suelen obtener calificaciones más altas
cuando se mide el comportamiento de tipo A, que todos los demás ejecutivos de
la empresa, (Stoner, 1996).
Los emprendedores, tienden a valorar el respeto a sí mismos, la libertad, un
sentido de realización y un estilo de vida excitante. Por otra parte, los gerentes suelen
conceder valor a la amistad verdadera, la sabiduría, la salvación y el placer. Otro
68
enfoque genera a conclusión de que “los emprendedores no quieren obtener las mismas
cosas de la vida que los gerentes”, (Fagenson, 1993).
Es evidente que el emprendedor necesita tener confianza en sí mismo, ímpetu,
optimismo y valor para iniciar y manejar un negocio, sin la seguridad de un sueldo fijo.
En ocasiones, los empresarios deciden iniciar empresas nuevas porque no pueden
ignorar su sueño, si visión, y están dispuestos a arriesgar su seguridad a cambio de una
ganancia económica. En otros casos, los mueven circunstancias ajenas a su control, por
ejemplo, una reducción de personal (fenómeno muy en común en nuestros días) o
sentirse frustrados por la escasa posibilidad de avanzar, o son impulsados por la
necesidad de coordinar sus metas personales con las profesionales. Ante estas
circunstancias, muchas personas encuentran el valor y la confianza para asumir el control
de su destino personal.
1.5.5.4. Obstáculos para el espíritu emprendedor
El motivo más común es “la ausencia de una idea viable”. Otro problema común
es su escaso conocimiento del mercado. En ocasiones, es difícil atraer a personas que
cuenten con la mejor información, porque éstas ya tienen buenos empleos, están atados a
sus empleadores actuales con “esposas de oro” o son demasiado complacientes y no
sienten la necesidad de desempeñar un trabajo de verdad de primera o importante, incluso
la falta de habilidades técnicas puede significar un problema.
69
Además es un problema aún mayor el conseguir dinero para iniciar un negocio.
Conseguir capital es incluso más difícil para las mujeres, porque éstas suelen iniciar
negocios en el sector de los servicios donde, aunque los costos iniciales son inferiores, los
bancos ganan menos dinero sobre los créditos pequeños. Algunos emprendedores
fracasan después de empezar porque carecen de conocimientos generales sobre el
negocio. Algunos posibles emprendedores no se animan a entrar a ciertas líneas de
trabajo –por ejemplo, la limpieza de hogares-, porque lo consideran un estigma social. En
total, Vesper hace una lista de 12 obstáculos comunes para las actividades empresariales,
los cuales se muestran a continuación, (Vesper, 1983).
Obstáculos comunes en actividades empresariales
1. Falta de un concepto viable
2. Falta de conocimiento del mercado
3. Falta de habilidades técnicas
4. Falta de capital inicial
5. Falta de conocimientos empresariales
6. Complacencia, falta de motivación
7. Estigma social
8. “Candados” en el empleo, “esposas de oro”
9. Presiones de tiempo, distracciones
10. Limitaciones jurídicas, reglamentos, burocracias
11. Proteccionismo, monopolios
70
12. Inhibiciones de patentes
1.6. Las actividades intraemprendedoras
En la economía acelerada de hoy, las empresas que no se adapten a su ritmo quizá
le podrían ocurrir lo mismo que al dinosaurio. Muchas empresas grandes han perdido el
espíritu emprendedor con el que empezaron. Conforme han ido creciendo, su capacidad
para ser innovadoras y flexibles quizás haya quedado ahogada por su mero tamaño y el
éxito de la organización. Pero las grandes corporaciones establecidas pueden encontrar la
manera de seguir el ritmo y de competir con compañías más pequeñas y ágiles. Se han
acuñado muchísimos términos para describir cómo pueden los gerentes evitar que las
organizaciones se estanquen, haciendo que éstas se adapten más y promuevan climas
organizacionales que respalden el aprendizaje creativo. Quizás el mejor término de los
usados para este proceso sea espíritu intraemprendedor. El espíritu intraemprendedor, que
evidentemente se basa en el “espíritu emprendedor”, consiste en iniciar y desarrollar
empresas nuevas dentro de una organización existente, (Pinchot, 1984).
El desarrollo de emprendedores e intraemprendedores se reduce a un principio
bastante sencillo: los humanos están dotados de un impulso por crear, es decir, pro dar
vida a algo que jamás haya existido o funcionado con ese grado de calidad. Por
consiguiente, las empresas pueden fomentar innovaciones que les produzcan utilidades, si
promueven que sus empleados piensen como intraemprendedores y les dan la libertad y
71
flexibilidad para perseguir sus proyectos, sin abrumarlos con su inercia burocrática.
Muchas empresas han tenido éxito fomentando y creando riesgos intraemprendedores,
entre ellas Merck, 3M, Rubbermaid, Johnson & Johnson, Corning, General Electric,
Raychem, Compaq y Wal-Mart.
El espíritu emprendedor requiere la atención especial de los gerentes, porque por
su diseño van en contra de la composición de las actividades establecidas de la
organización. Por tanto, cabe esperar que los siguientes puntos sean importantes para
respaldar el espíritu intraemprendedor, (Block 1993).
1. Metas explícitas para los procesos del espíritu emprendedor.
2. Un sistema de intercambio de información entre los gerentes e
intraemprendedores.
3. Énfasis en la responsabilidad y la obligación de las personas.
4. Recompensas para los esfuerzos creativos.
En fecha más reciente, el “espíritu emprendedor” se ha usado para describir lo que
otros llaman intraempresariales; otros más hablan de “riesgos corporativos internos”. Sin
importar el nombre, al idea central es que los gerentes deben tener la capacidad para
reinventar los patrones de las relaciones que componen sus organizaciones.
72
Las compañías con espíritu emprendedor se orientan hacia el crecimiento en
todos los frentes. Explotan sus negocios de crecimiento, buscan nuevas oportunidades de
crecimiento y nuevas maneras de hacer crecer sus más antiguos negocios y aquellos que
se encuentren estancados. Éstas innovan y toman riesgos prudentes. Estimulan y protegen
a aquellos aventureros, que son rebeldes y se atreven a romper los mitos. Finalmente,
motivan y tienen sistemas de remuneración estructurados con base en el pago según el
desempeño, (Slater, 2000).
Las investigaciones de David C. McClelland han arrojado que una marcada
necesidad de logro - un impulso por triunfar o destacar - guarda relación con el grado de
motivación que tienen las personas para ejecutar sus tareas laborales. A las personas que
tienen mucha necesidad de logro les gusta asumir la responsabilidad de resolver
problemas; tienden a establecer metas propias con un grado moderado de dificultad y
corren riesgos calculados para alcanzar dichas metas; además, valoran mucho la
retroinformación sobre la calidad de su actuación. Por tanto, las personas con muchas
necesidad de logro (nAch, need achievement)) por sus siglas en inglés) tienden a
encontrar gran motivación en situaciones de trabajo desafiantes y competitivas, y las
personas con poca necesidad de logro se suelen desempeñar mal en el mismo tipo de
situaciones.
Existen bastantes pruebas de la correlación entre la gran correlación de logro u un
desempeño alto. Por ejemplo, McClelland encontró que las personas que triunfaban en
73
ocupaciones muy competidas estaban muy por arriba de la media en cuanto a su
motivación de logro. Los gerentes exitosos, que presuntamente operan en uno de los
ambientes más competitivos, tenían más necesidad de logro que otros profesionales.
La obra de McClelland indica que la necesidad de logro reside por igual en
gerentes y no gerentes. La necesidad de afiliación -nAFF- ha sido preocupación desde
que Elton Mayo y sus colegas tomaron parte en los famosos experimentos Hawthorne. La
necesidad de afiliación ha sido esgrimida como el motivo por el cual la
"telecomunicación" - trabajar desde el hogar por medio de líneas de comunicación con la
oficina.
La necesidad de poder - nPow -, se refiere al grado de control que la persona
quiere tener sobre su situación. Esta necesidad puede guardar relación con la forma en
que las personas manejan el éxito o el fracaso. El miedo al fracaso y la erosión del poder
particular, puede ser un motivador importante para algunas personas. Por el contrario,
para otras personas, el temor al éxito puede ser un factor motivante. Todos hemos leído
casos de celebridades, por ejemplo músicos, actrices o deportistas profesionales que,
cuando han alcanzado cierto grado de fama y fortuna, se quejan de la intromisión en su
vida, lo que disminuye su sensación de poder o control.
En el caso de los gerentes, la obra de McClelland y otros subraya la importancia
de identificar a la persona con el trabajo. Los empleados con gran necesidad de logro
74
prosperan en trabajos que son desafiantes, gratificantes, estimulantes y complejos.
Aceptan de buen grado la autonomía, la variedad y la retroinformación frecuente de sus
supervisores. Los empleados con poca necesidad de logro prefieren situaciones con
estabilidad, seguridad y pronosticabilidad. Responden mejor a la consideración que a la
supervisión impersonal, de gran presión, y se dirigen al centro de trabajo y a sus
compañeros de trabajo para encontrar satisfacción social. Las investigaciones de
McClelland también sugieren que los gerentes pueden elevar, en cierta medida, el grado
de necesidad de logro de los empleados, creando el ambiente propicio. Los gerentes lo
pueden hacer concediendo a los empleados cierto grado de independencia, aumentando
su responsabilidad y autonomía y, haciendo, gradualmente, que las tareas sean más
desafiantes, así como alabando y recompensando el buen desempeño.
En un estudio comparativo del desarrollo empresarial de dos regiones mexicanas
tan distante como geográficamente, se concluyó que si bien es cierto que las capacidades
empresariales son a la vez aptitudes, actitudes y habilidades, algunas innatas y otras
adquiridas, y que éstas últimas aumentan con la experiencia, la educación y las mejoras
en la salud, es poco creíble que las capacidades innatas sean hereditarias, o exclusivas de
ciertas razas, la evidencia lo desmiente siempre: hay muchos hijos de empresarios que no
obstante la educación formal y no formal que reciben no son buenos empresarios. Hay
capacidades innatas es verdad, pero están uniformemente repartidas entre la población, de
manera que cuando las circunstancias son propicias emergen y cuando no, permanecen
latentes, (Dela Cerda, 1998).
75
En la cultura organizacional mexicana se distingue claramente un empresario. El
empresario se entiende como hombre de riesgo y visión, motivado a crear y emprender
por iniciativa propia. El empresario es quien conoce el mercado, el negocio, el contexto;
quien asume la responsabilidad social por las necesidades del empleo y desarrollo de la
comunidad, (Dela Cerda, 1998).
Hace unas décadas, los universitarios soñaban con tener un despacho, consultorio
o negocio propio. Ahora sueñan con tener un puestazo, oficinas de lujo, viajes y gastos
pagados. Esto ha sido un desastre para la productividad nacional. Sobretodo, la
producción de capital, que sigue siendo el factor escaso. Las pequeñas empresas son un
almácigo de iniciativas de donde salen a veces las grandes, una escuela formadora de
personas capaces de actuar por cuenta propia, una red abastecedora más flexible para
atender las variaciones de la demanda en el espacio y en el tiempo. Como si fuera poco,
producen más por unidad de capital, aprovechan oportunidades de inversión inaccesibles
para la operación en grande y son capaces de poner a producir a una persona con
inversiones mínimas, (Zaid, 1995).
Ni el gobierno, ni los grandes sindicatos, ni (lo que es más sorprendente) las
grandes empresas parecen darse cuenta de cuántas maneras progresistas se llega a una
menor productividad del capital. En particular. La iniciativa privada no parece ver todo lo
que aporta a la destrucción de la misma:
76
1. Cuando negocia con el gobierno, se olvida de los pequeños empresarios. Sería
deseable, por ejemplo, que la reglamentación de los negocios no se aplicara igual a
una empresa de 3 personas que a una de 3,000; que hubiera reglas radicalmente
diferentes según el tamaño; que las empresas minúsculas no estuvieran obligadas a
pagar salarios mínimos, ni seguro social, ni Infonavit y otros gastos, ni obligadas a
cumplir con otros requisitos laborales; que no tuvieran que realizar los mismos
trámites costosos, largos, difíciles de entender, si no es con especialistas, que hacen
las grandes para tantos permisos, gestiones y obligaciones.
2. Es un problema trabajar con maquileros, contratistas, distribuidores independientes.
Pero, en muchos casos, resulta más práctico y barato que ampliar las instalaciones,
operaciones, especialidades y personal propio (lo cual también es un problema). Sin
embargo, con frecuencia se observa que, por principio, se fomenta el crecimiento
propio a costa de la destrucción de proveedores independientes. Muy rara vez se hace
una análisis sincero y completo, antes o después, para ver si las complicaciones
internas salen más baratas o convienen más que el ahorro de complicaciones
externas.
3. Los empresarios más conscientes piensan que su función social es crear empleos,
tratar bien al personal, darle cierta participación en las decisiones y en los resultados.
Esta visión narcisista de las empresas parece una contaminación burocrática. Así, la
destrucción de empresarios se anuncia como creación de empleos, y la privación de
iniciativas hace prosperar a la Iniciativa Privada. Pero lo que justifica socialmente a
las empresas no es lo que producen para fuera. La línea de producción y servicios, la
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forma de ofrecerlos, dice más de la función social de una empresa que el trato al
personal.
4. Con mucha frecuencia, las pequeñas empresas producen nuevos empresarios.
Algunos empleados observan de cerca el ejemplo de la independencia, ven que no
hace falta tanto para actuar por cuenta propia y (calculando bien o mal sus propias
fuerzas, procediendo bien o mal) se lanzan a poner un negocio propio. Para evitar eso,
las grandes empresas les ponen jaulas de oro a sus empleados más capaces y los
malacostumbran a lujos que nunca podrán darse por su cuenta. Pagan tan bien la
dependencia, que la independencia se vuelve incosteable.
Se dice que los mexicanos no sabemos ser socios. Es verdad, pero se explica por
razones prácticas: tener socios aumenta el costo de operar: hay que ponerse de acuerdo en
los propósitos y en los métodos, coordinar los actos, repartirse tareas y resultados, dar
cuentas claras de cómo estuvieron las cosas y por qué, vigilar que nadie se haga el
desentendido a la hora de poner, ni se sirva con la cuchara grande a la hora de sacar,
(Zaid, 1995).
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